Artículo 4.

Se nos introduce en este artículo sobre diversos derechos y garantías

primordiales, tanto individualmente, como socialmente. Comenzando con la
igualdad entre varones y mujeres; un principio que es el reflejo de años de lucha
por detener las restricciones de género y que, a pesar de que en nuestro siglo se
ha progresado en temas de dicha índole, esta garantía busca reforzar esos
ideales, en los que no se discrimine o exista algún tipo de desigualdad para
ambos.

En el párrafo consiguiente, se nos habla sobre la libertad de procreación, en el que

el Estado no puede imponer deliberadamente sobre la elección de la planeación
familiar, como sucede en países como China; en el que es obligación del oriundo
el no tener más de un hijo. Así mismo, queda planteado el que se esté informado y
se actúe responsablemente en dichos términos.

A continuación, en el artículo se incluyen también derechos sociales básicos que

toda persona debería de gozar, como son: el derecho a la alimentación, salud, la
protección a la institución familiar, vivienda digna, el medio ambiente adecuado
(cual hace énfasis a la recíproca responsabilidad y cuidado que debe prevalecer
individualmente para evitar el deterioro del mismo), acceso a la cultura, al disfrute
de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como al ejercicio
de los derechos culturales y a la satisfacción de las necesidades de la niñez. Las
anteriores normas, son catalogadas como pragmáticas al ajustarse a los hechos,
tal como sería que el Estado tiene tomar medidas para que los particulares no
limiten el acceso a una alimentación adecuada, así como también las medidas de
calidad y filtros del mismo, tal aplicaría también en que no exista un abuso en las
tasas de interés o diversas prácticas financieras que atenten en contra de los
derechos mencionados anteriormente, igualmente como se menciona en hechos
de vivienda, en el que: “la ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios”.

En lo constituido sobre la niñez y apoyándose también sobre los Derechos del

Niño, involucra a los gobiernos sobre priorizar y asegurarse sobre la protección de
los infantes (dígase menores a 18 años), fundamentando igualmente que los
tutores o padres del mismo están obligados a proveer de alimentos, vestidura,
educación pertinente, entre otros satisfactores elementales.

Finalmente, el derecho a la identidad, tiene como finalidad que desde su origen,

las personas deben de contar con acta de nacimiento que establezca nombre, y
que consten el lugar y fecha en que ocurrió aquel.
Artículo 5.

Dicho artículo, estipula la liberad al elegir y desempeñar profesión o trabajo

general que le acomode al individuo, mientras este permanezca lícito ante el
Estado; y este solo podrá prohibirse, si con el mismo se llegara a atentar los
derechos terceros, por determinación judicial o administrativa, dictada en términos
de ley. Misma ley, tendrá ya establecidos las profesiones que necesitan título para
su ejercicio, las condiciones que deban llenarse para obtenerlo y las autoridades
que han de expedirlo. En virtud de que, por descendencia o de tradición, como
resultaba en el pasado y en determinado caso, se llegara a añejar a nuestro siglo,
no se esté obligado a proceder con oficios de padres o cierto grupo de gremios.
De igual manera, también en disposiciones laborales, ningún individuo debe ser
obligado a prestar servicios sin la adecuada retribución y sin su pleno
conocimiento o en goce de sus facultades; con excepción a lo ya dictado en las
fracciones I y II del artículo 123 por autoridad judicial, aplicando lo último
estrictamente también en términos de servicios públicos que cubran las leyes
respectivas. Mientras que, en requerimientos electorales y censales, tendrán
carácter obligatorio y gratuito. En el anterior caso, se pretende prever la
explotación, imposiciones forzosas de trabajo que puedan llegar a someter, como
ocurre en casos de esclavitud y prohibición arbitraria de la libertad, para personas
vulnerables en temas de lucro, como podría ser sexual o de servicio doméstico.

A su vez, en compromiso y goce de libertad del individuo, el Estado no puede

permitir que se lleve a efecto ningún contrato o equivalente que tenga por finalidad
la pérdida de la misma, así como es inadmisible el convenio en que la persona
pacte su destierro a ejercer determinada profesión de cualquier clase ya permitida.

Es así, que además de adelantarse a hechos que podrían llegar a despojar del
albedrío personal, se busca también el regular trabajos en la sociedad, como
podría ser en el caso de que los jueces puedan prohibir la realización de ciertas
actividades si es que los individuos no posean título y/o cédula profesional que les
acredite para ejercer su profesión.