Enseñar es una especificidad humana

La libertad de poder enseñar y transferir esa misma libertad de aprender y expresar en las y
los estudiantes debe ser un compromiso docente que le pueda permitir a estos sentirse seguros
de sí mismos y de lo que puede cada uno expresar ante cualquier situación.

Por otro lado Freire (2004) menciona que la seguridad con la que el docente ejerce su
autoridad le permitirá ir en busca de una adecuada disciplina en sus estudiantes, de nada
funciona ser un profesional, si no se tiene la seguridad de su docencia, la libertad de ejercer
y buscar la propia autonomía por su propia reinvención de la enseñanza y el aprendizaje.

El ejercicio docente en la enseñanza por medio de la pedagogía de la autonomía explica que

tal persona no puede dejar de enseñar los contenidos sin dejar de ser persona antes, de poner
en práctica su ética con los educandos, se mide el respeto, la libertad, la enseñanza y el
aprendizaje del docente, pero de la misma forma se hace con los estudiantes, estos nunca se
pueden separar, pues la autonomía eso propone.

Enseñar exige compromiso, Freire en su libro menciona que el compromiso docente implica
que el maestro tenga la percepción con la que los estudiantes lo ven a él, de poder conocer a
fondo lo que los estudiantes esperan como figura docente en el aula. Por consiguiente hablar
con toda la sinceridad hace que el docente gane puntos a su favor con sus alumnos.

En secuencia, Freire menciona algo que no se puede olvidar como docente crítico, es que la
educación es un aspecto positivo y de gran influencia en una intervención para el mundo, la
educación va más allá de enseñar contenidos, está en concientizar a la humanidad sobre la
realidad del mundo, esa a la que se enfrentan cada una de las personas sin importar su
condición o lugar donde se desenvuelva, hacer ver en los educandos que los seres humanos,
ya sean de mayor economía o de pocos recursos, son exactamente iguales y con los mismos
derechos que todos y todas, que no se puede ver a nadie menos que otros.

Enseñar exige libertad y autoridad, Freire explica que la libertad en el ejercicio docente está
ligada con la autoridad, esto porque la libertad no puede darse en signo de meramente ser
libres sin nadie que diga lo contrario, si no que la libertad debe de tener ciertos límites que
estos mismos le permiten al docente demostrar y fomentar su autoridad en el aula con sus
estudiantes y con padres de familia.

Enseñar exige una toma consciente de decisiones, la educación más que enseñar es una
política en la que exige que todo docente sea consciente de sus decisiones, de su vocación
como ser autor en una maravillosa intervención positiva para el mundo, “si la educación no
lo puede todo, alguna cosa fundamental puede la educación” (Freire, 2004, p. 51), la
educación democrática basada en la autonomía pretende que los educadores y los educandos
logren fomentar los derechos del ser humano como tal, que se haga consciencia de las
decisiones que cada uno tome para su vida y para la sociedad.
Enseñar exige saber escuchar, “solo quien escucha paciente y críticamente al otro, habla con
él, aun cuando, en ciertas ocasiones, ocupe hablar con él” (Freire, 2004, p. 51), escuchar es
una habilidad que toda persona siendo docente comprometido y con vocación debe de
manejar con facilidad, a veces los estudiantes lo único que necesitan para mejorar en algo es
que alguien se tome el tiempo de escucharlo sin interrumpir. Se menciona, que es deber del
docente escuchar y fomentar que los estudiantes tenga la libertad de sentirse escuchados. En
otras palabras es primordial que los docentes motiven esa grandiosa virtud de comunicar y
escuchar a los demás, deben ser persistentes en la comunicación de sus educandos, puesto
que hablando se entiende el mundo. Por otro lado, enseñar exige que la educación es
ideológica, la educación debe de fomentar ese pensamiento crítico e idealista que lucha por
cualquier situación en la sociedad.

El dialogo forma parte de la enseñanza en la educación, como docente se debe tener toda la
seguridad para disponerse a fomentar el diálogo con sus estudiantes, para que ellos vean la
seguridad con la que se puede dialogar y se motiven a defender sus ideales, así como sus
posturas en conocimientos que se puedan compartir, este va de la mano con el saber escuchar
y aprender a comunicar sus pensamientos. Inculcar en los estudiantes el diálogo sobre temas
de relevancia en la actualidad permite que ellos se sientan parte de la sociedad y con total
seguridad de aportar comentarios ante cualquier tema puesto en conversación.

De esta manera, la pedagogía de la autonomía permite que los docentes quieran bien a sus
educandos, y esto no significa que el o la docente debe de mostrar todo el amor del mundo
hacia ellos, si no, nunca dejar de lado el compromiso por el cual ejerce su profesión, ese
afecto que solo un docente puede brindar a los estudiantes. Educar en valores es una forma
de desmostar que es querer bien a los estudiantes, no olvidar que la educación es una
formación en cada una de esas personas en las que se busca una autonomía que proporcione
una enorme intervención por el bienestar, social, político y cultural del mundo.