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PRIMER AÑO DE DERECHO

LIBRO DE TEXTO DE ESTUDIO Y DESARROLLO DE LA MATERIA

COMPILACIÓN 2018

¡A la Libertad por la Universidad!


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TEORÍA GENERAL DEL ESTADO

I. Evolución del Estado, su importancia para Nicaragua.


• Estado Moderno versus Estado Contemporáneo.
• Primeras constituciones del mundo.
• El Estado Social y de Derecho en la Constitución de Nicaragua.

II. El Pensamiento Político del Estado y sus constructores. Evidencias en Nicaragua.


• Los constructores de la idea del Estado y su contexto.
• Aportes de cada pensador político.
• Constitución de Nicaragua y los elementos característicos del Estado
Constitucional.
• Estado y Nación.
• Formas de Estado y Formas de Gobierno

III. Elementos Constitutivos del Estado.


• La Población del Estado y su posición jurídica.
• El Territorio Estatal y su importancia jurídica y política.
• El Poder Político del Estado y la lucha por el poder

Unidad I.
Evolución del Estado, su importancia para Nicaragua.

El Estado moderno

A fines de la Edad Media y con el advenimiento del Renacimiento, nuevos paradigmas se


gestaban en los hombres: La idea de un Estado moderno que nacía en medio de una
revolución de conocimientos. El statu, como fuera bautizado por Maquiavelo, adquiriría
nuevas pretensiones conceptuales de realismo político.

Por otro lado, la reforma protestante, como herencia de la filosofía cristiana, fuertemente
arraigada se conformaría en un parteaguas histórico que daría pie a nuevas intenciones de
teología y filosofía políticas. Maquiavelo, Bodino, Filmer, Hobbes y Locke, son ejemplos
brillantes de ello.
El Estado moderno también estaría representado teóricamente por enciclopedistas
europeos que han dejado una herencia académica insustituible en la historia de las ideas
políticas y la Teoría General del Estado.

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Antes del Capitalismo el Estado era un prisionero de consideraciones teológicas.
Maquiavelo, Rousseau, Hobbes van a combatir esa clase de Estado, para que ésta sea la
“institución de las instituciones” y sea un verdadero regulador de relaciones sociales. Para
estos autores el Estado es una síntesis de las relaciones sociales.
El Estado moderno tiene origen en el Capitalismo bajo los principios de libertad, igualdad
y el carácter no confesional. El Estado es un concepto político que se refiere a una forma
de organización social soberana y coercitiva, formada por un conjunto de instituciones
involuntarias, que tiene el poder de regular la vida nacional en un territorio determinado.

La formación de los estados modernos recibe su forma postrera y acabada mediante las
transformaciones que se llevan a cabo dentro de los mismos a consecuencia de los
movimientos revolucionarios por la separación y formación de nuevos. Ejemplos son la
revolución inglesa del siglo XVII, la francesa y la americana del siglo XVIII, el
movimiento del año 1848 son hechos fundamentales que han transformado la parte interna
de los estados.

El concepto de Estado difiere según los autores, pero algunos de ellos definen el Estado
como el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para establecer las
normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un territorio
determinado. Max Weber, en 1919, define el Estado como una unidad de carácter
institucional que en el interior de un territorio monopoliza para sí el uso de la fuerza legal.
Por ello se hallan dentro del Estado instituciones tales como las fuerzas armadas, la
administración pública, los tribunales y la policía, asumiendo pues el Estado las funciones
de defensa, gobernación, justicia, seguridad y otras como las relaciones exteriores.

El estado moderno ha nacido como una unidad de asociación organizada conforme una
Constitución que dio nueva forma a las relaciones políticas, Probablemente la definición
más clásica de Estado, fue la citada por el jurista alemán Hermann Héller que define al
Estado como una "unidad de dominación, independiente en lo exterior e interior, que actúa
de modo continuo, con medios de poder propios, y claramente delimitado en lo personal
y territorial".

Lo expresado demuestra que la cultura occidental ha creado al Estado Moderno como la


institución más importante de la sociedad. Es la naturaleza contradictoria de la sociedad
civil, la cual exige que las particularidades, los egoísmos y las prácticas antisociales sean
reguladas por un poder superior a sus tensiones y luchas a saber: el Estado. Es
improcedente entender al Estado como una simple organización humana, sociológica y
geopolítica. Su vida es fruto de acuerdos, negociaciones y sistemas de cooperación.

Los Principios del estado moderno son:

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Libertad. En el Estado moderno no hay esclavitud ni servidumbre porque si fuera
así no habría costo de producción ni ganancia, pues el primer costo de producción es la
fuerza de trabajo del obrero.

Igualdad. En el Estado moderno no hay privilegio ante la ley. Todos son


considerados iguales.

Carácter no confesional. En Estado moderno no se adscribe a ningún culto


religioso, ni sostienen culto alguno.

Es propio y esencial a un Estado de la vida moderna diferenciarse tanto de la sociedad


como de sus conflictos, puesto que el Estado no aspira ni a la disolución de la sociedad ni
a la autoeliminación. Sin embargo, los principios medulares que rigen la acción del Estado
tienen, correlativamente, fundamento en la sociedad a saber: los derechos del hombre, los
derechos del ciudadano, la división de poderes, las constituciones escritas, la existencia de
las libertades civiles y políticas, la diferenciación de las relaciones económicas, políticas,
administrativas y culturales son evidencias de que el Estado en la modernidad se rige por
fundamentos del derecho público tomando en consideración el respeto por la esfera de la
vida privada.

El Estado contemporáneo. En la actualidad, se han iniciado transformaciones de fondo


que modifican la vida de los Estados y repercuten directamente en el renglón social. En
este sentido, la modernización es un medio que permite revitalizar y racionalizar el
ser del Estado. Por oposición a estructuras viejas y tradicionales, la modernización
es una fuerza constructiva y positiva que tiene por objeto la adaptación del Estado a
nuevos desafíos. De aquí surge el Estado actual-contemporáneo. En el Estado
contemporáneo se reconocen tres funciones básicas: la legislativa, la ejecutiva o
administrativa y la jurisdiccional. Estás tienen correspondencia con la tri-división de
poderes, es decir, cada una de las ramas del poder público está instituida para llevar a cabo
por regla general una de esas funciones. Sin embargo, cada vez es más evidente que al
lado de estas funciones clásicas han existido y cada vez con mayor fuerza, otras que no
encuadran en dicha clasificación, se trata de la función constituyente, la función electoral,
la función de control y otras que se han venido desagregando de la función legislativa y
ejecutiva, tales como la función reguladora que ciertos órganos.

La globalización ha modificado las funciones históricas de Estado Nación. Pero ello


no implica, sin más, su pérdida de soberanía. Deben ser rechazadas en este sentido las
afirmaciones simplificadoras en las que, sin más, se certifica la defunción del Estado-
Nación.

El Estado, aunque ya no es la única fuente de poder, sigue manteniendo un papel relevante


en el dominio y la regulación. Nuevos actores (multinacionales económicas, organismos
multilaterales) compiten con el Estado (y en ocasiones le imponen sus designios) en el

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ejercicio del poder. Esta situación, analizada en su conjunto y en todas las funciones de
Estado, supone mayor complejidad e interacción en los procesos -cadenas, redes- en los y
desde los que emana el poder, pero en modo alguno supone la marginación del Estado en
el ejercicio del poder.

Actualmente con la globalización ha provocado una mayor jerarquización entre los


Estados. Así se pueden establecer tres tipos de Estados:
1. Los que siguen manteniendo, y en algunos extremos reforzando, su papel dominante en
sus interrelaciones con otros actores políticos, sociales y económicos. 2. Otros Estados
«centrales» (algunos Estados europeos, por ejemplo) que han perdido protagonismo en esa
relación. Actúan más como facilitadores de las estrategias de otras fuerzas o poderes (los
económicos sobre todo). En todo caso, esa mayor dependencia, esa limitación de su
soberanía, obedece en la mayor parte de los casos, a una opción voluntaria. Se elige la
desregulación en el campo económico y social dejándolos en manos de las fuerzas del
mercado. 3. Otros son los Estados subordinados o periféricos, ven mermadas o
directamente imposibilitadas sus capacidades soberanas, por las imposiciones de los
Estados dominantes y centrales y sus correspondientes aliados o «protectores». Estos
Estados fallidos se ven incapaces de ejercer el control territorial y garantizar unos mínimos
de bienestar.

Estos cambios en las jerarquías de poder y en la centralidad del Estado, no suponen el


deterioro de todas sus funciones. Todo lo contrario. Los Estados, han reforzado sus
políticas de seguridad. Lo que, entre otras consecuencias, ha generado tendencias
autoritarias y reducción de derechos individuales.

Primeras constituciones del mundo

En el Estado moderno, la libertad individual resulta de la estructuración democrática, con


derechos personales específicos, sometido al poder del estado de forma limitada. Se
consagran en las Constituciones lo que llamamos garantías individuales o derechos
humanos.

La teoría constitucional ha considerado que las primeras leyes fundamentales que


podemos llamar modernas son la estadounidense y la francesa (siglo XVIII). Son seguidas
por la Sueca de 1809, la de Cádiz de 1812, que sirve a su vez de modelo para Portugal, y
siguen algunos países latinoamericanos que empezaban a luchar por su independencia; y
finalmente la Noruega de 1814.

En estas constituciones se definen las dos formas de gobierno que competían para
organizar políticamente a los países: monarquía y república. En Estados Unidos y los
países iberoamericanos se impone la república, con algunas excepciones. Algunos
países como Francia o Italia optaron por la República en momentos distintos del siglo
XIX, otros como Inglaterra o Suecia se habían formado como monarquías y consolidaron

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esa forma de gobierno. Finalmente se trataba de monarquías y repúblicas dotadas de una
constitución, en el caso de las monarquías en las constituciones se le definía como
limitadas o moderadas, El poder absoluto quedaba impedido constitucionalmente. La
Constitución de Estados Unidos fue de mucha influencia para buen número de países
latinoamericanos entre ellos Nicaragua.

El Estado Social y de Derecho en la Constitución de Nicaragua

Aunque ni la Constitución, ni ningún otro cuerpo de leyes definen el concepto de


Nación, es importante señalar que este concepto, al igual que el espíritu general de la
constitución ha estado inspirado en el pensamiento de la Ilustración y de las
revoluciones europeas, la inglesa en 1688 y la francesa en 1789 y de su Constitución
Política de 1791. No se puede dejar de mencionar la influencia de la Revolución de
los Estados Unidos en 1776, así como de su Constitución Política de 1785.

El concepto de Nación del Constitucionalismo latinoamericano y nicaragüense, está


influenciado por esa tradición que tienen sus raíces filosóficas en la ideología de las
democracias liberales, europeas y norteamericanas y en el Idealismo Alemán. Aunque las
fuentes directas no hayan sido los textos de los filósofos alemanes, sino más bien su
expresión jurídica incorporada al Constitucionalismo occidental.

Así pues la Nación viene considerada como pueblo. El pueblo como una pluralidad de
expresiones que resuelve sus diferencias en una unidad superior, en un destino nacional.
Dos ejes principales nos sirven de soporte para construir el concepto de Nación: 1.
Primero ha sido la historia que recurre al pasado en el que convergen cultura,
tradiciones, religión, etnias, lenguas, las que comunes o diferentes, según los casos,
confluyen en una síntesis a través de la cual se expresa eso que se ha denominado el
espíritu nacional. 2. El otro eje es el proyecto o propuesta de un futuro común por el
cual se definen los objetivos de una comunidad para el porvenir y la estrategia para
alcanzarlos.

A estos dos ejes principales habría que agregarle una condición esencial: ambos elementos
se encuentran en actividad, es decir, en un estado dinámico determinado por dos fuerzas.
Una de esas fuerzas es centrípeta que atrae hacia adentro, hacia el centro o raíz de la
historia en donde radican los orígenes comunes de la nacionalidad, la otra es centrífuga,
que es atraída hacia afuera, hacia el futuro concebido como proyecto. Si faltan esas dos
fuerzas que imantan el presente hacia el pasado en busca de los orígenes y de las raíces; y
hacia el futuro, en busca del proyecto común, de la propuesta histórica, la Nación se
debilita y corre el riego de desintegrarse.

El Artículo 5 de la Constitución Política de Nicaragua establece como principio de


la Nación nicaragüense, "la libertad, la justicia, el respeto a la dignidad de la persona
humana, el pluralismo político, social y étnico, el reconocimiento a las distintas formas de

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propiedad, la libre cooperación internacional y el respeto a la autodeterminación". Se da
por descontado que la Nación existe, aunque el pueblo que la encarna esté sojuzgado y por
lo tanto carezca de libertad y padezca una injusticia, existe siempre y cuando estén
presentes los elementos que conforman a la Nación y que ya hemos estudiado: la existencia
de un pueblo entendido como destino; de un pasado en el cual se reconozcan los orígenes
y la identidad; y de un proyecto, asumido como futuro posible.

El Artículo 130 de la Constitución establece que "La Nación nicaragüense se


constituye en un Estado Social de Derecho", sin proporcionar ni el concepto ni el
significado de éste. A partir de esta definición se puede analizar los conceptos de Estado,
Estado de Derecho y Estado Social de Derecho. El Artículo 6 de la Constitución dice:
"Nicaragua es un Estado independiente, libre, soberano, unitario e indivisible". La
independencia se refiere al hecho que el Estado, al menos formalmente, no dependa de
otro. El concepto de libertad debe entenderse como una manifestación de la voluntad
general de mantener la independencia o de restringirla o anularla, siempre que esa decisión
provenga de una voluntad libremente expresada. Nuestra Constitución separa con una
coma los conceptos libre e independiente referidos al Estado.

La soberanía es la categoría formal más importante del Estado-Nación. La fuente


originaria de la soberanía es el pueblo, su expresión formal es el sistema legal y
especialmente la Constitución Política. Soberanía significa poder supremo; es decir, que
por encima del poder legalmente constituido no existe ningún otro. Este poder soberano,
de acuerdo al Artículo 7 de la Constitución, se ejercita en las potestades que corresponden
a cada uno de los cuatro Poderes del Estado: Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral,
como órganos de Gobierno del Estado republicano nicaragüense.

El concepto de unitario se refiere a una de las formas de organización del Estado. Las otras
son el Estado Federado y el Estado Confederado. El carácter unitario, como su nombre lo
indica, significa que existe un solo Estado sobre el territorio nacional y una legislación de
carácter nacional en cualquiera de sus dominios específicos. El mismo Artículo 7 de la
Constitución dice: "Nicaragua es una República democrática, participativa y
representativa. Son órganos del Gobierno: el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo, el
Poder Judicial y el Poder Electoral". La calificación de Nicaragua como República, hace
referencia a un régimen político específico, el republicano, que a su vez se refiere a un
sistema político determinado, el Presidencial, en el que el Presidente de la República, -
según el país-, es elegido por sufragio universal directo o indirecto y es al mismo tiempo
el Jefe del Estado y del Gobierno.

En cuanto a la clasificación de la democracia en representativa y participativa, ella


hace referencia a las dos expresiones clásicas que asume la Democracia en el Derecho
Político Moderno. La democracia representativa está en relación con los aspectos formales
de éstos: independencia de poderes del Estado, elecciones periódicas.

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Estado de Derecho

La democracia participativa, se refiere principalmente al acceso de la población a los


bienes culturales, espirituales y materiales, a los derechos sociales, al reconocimiento de
los grupos sociales como sujetos de derecho y a los mecanismos de organización y
participación de la sociedad civil en la construcción de la vida nacional.

El concepto de democracia participativa está ligado al concepto de Estado Social de


Derecho como veremos más adelante. Para Hans Kelsen el orden jurídico es el elemento
esencial, al extremo de definir los demás en función del orden jurídico o derecho
normativo. En este sentido define la población como el ámbito personal de aplicación del
orden jurídico, al territorio como el ámbito de aplicación material de ese ordenamiento y
a la soberanía, como el poder supremo del Estado de aplicar el Derecho Positivo Interno
sobre la población que habita el territorio.

El Estado de Derecho. Surge muy ligado a la influencia del Derecho en la


conformación del concepto de Estado. El Estado de Derecho nace con la Revolución
Inglesa de 1688 y se universaliza con la Revolución Francesa de 1789 y con la Revolución
de Independencia de los Estados Unidos de 1776. El Preámbulo de la Constitución
Francesa de 1791, define el Gobierno como Gobierno de Leyes y no de hombres, dejando
claramente establecida la sujeción del poder a la ley. En resumen, podríamos decir en una
primera aproximación al concepto, que el Estado de Derecho es la subordinación de todos,
gobernantes y gobernados, al imperio de la Ley.

Entre los principios fundamentales del Estado de Derecho hay que hacer referencia
al Principio de Legalidad, el cual consiste en la obligación de ajustar todas las
actuaciones de los poderes, órganos y funcionarios del Estado, a la Constitución y
Leyes de la República.

En lo que respecta a las obligaciones propias del Poder Ejecutivo, el Principio de


Legalidad, sostiene Garrido Falla, citado por Armando Rizo Oyanguren (1990): "No
solamente supone la sumisión de la actuación administrativa a las prescripciones del Poder
Legislativo, lo cual viene de su postulado por la misma mecánica de la división de poderes
y por el mayor valor formal que a los actos del poder Legislativo se concede, sino, al
respeto absoluto a la producción de las normas administrativas, al orden escalonado
exigido por la jerarquía de las fuentes, y finalmente, la sumisión de los actos concretos de
una autoridad administrativa a las disposiciones de carácter general previamente dictada
por esa misma autoridad, o incluso por autoridad de grado inferior siempre que actúe en
el ámbito de su competencia".

Julio Icaza Gallard (1993), dice lo siguiente: "El Principio de Legalidad (...) aplicado a la
administración, impone a las autoridades administrativas la obligación de ceñir todas sus
decisiones a lo que se denomina bloque jurídico, esto es, al conjunto de reglas jurídicas

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preestablecidas, contenidas en la Constitución, las leyes formalmente aprobadas por la
Asamblea Nacional, los decretos leyes y decretos del Presidente, los Tratados, los
Reglamentos, las ordenanzas municipales y las demás fuentes no escritas del Derecho,
incluyendo los principios generales que informan el ordenamiento jurídico".

En nuestro sistema constitucional, el Principio de Legalidad está tutelado por los


siguientes Artículos de la Constitución:
Artículo 32: "Ninguna persona está obligada a hacer lo que la ley no mande, ni
impedida de hacer lo que ella no prohíbe".
Artículo 33: "Nadie puede ser sometido a detención o prisión arbitraria, ni
ser privado de su libertad, salvo por causas fijadas por la ley y con arreglo a un
procedimiento legal".
Artículo 183: "Ningún poder del Estado, organismo de gobierno o funcionario
tendrá otra autoridad, facultad o jurisdicción que las que le confiere la Constitución
Política y las Leyes de República".
Junto a la Supremacía de la Constitución, a la cual está sometido el Gobernante, debe
destacarse como otro de los principios fundamentales, el de la Independencia de Poderes,
establecido, precisamente para terminar con el poder omnímodo de las monarquías
absolutas y evitar la autocracia como consecuencia de la concentración del poder. El
Estado de Derecho es fundamentalmente el sistema jurídico protector del individuo frente
al poder del Estado. Así se consigna en nuestra Carta Magna.
Artículo 130: "Ningún cargo concede a quien lo ejerce más funciones que la que
le confiere la Constitución y las leyes".
Artículo 150: Numeral 1: "Son atribuciones del Presidente de la República las
siguientes: 1) Cumplir la Constitución Política y las leyes, y hacer que los funcionarios
bajo su dependencia también las cumplan".

Otro de los principios que sirven de fundamento al Estado de Derecho es el de


Responsabilidad del Estado mediante el cual, el propio Estado como persona jurídica de
derecho público, es responsable de sus actuaciones y no únicamente los funcionarios en
virtud de los actos ilegales que cometan en el ejercicio de sus funciones.

Estado Social de Derecho. Es aquel que reconoce la titularidad jurídica de los grupos
sociales, entendidos éstos como sujetos de derecho, y la conveniencia sociológica de la
participación de la sociedad civil en la construcción de la democracia política, económica
y social. Tiene que ver directamente con el concepto y práctica de la democracia
participativa. El Estado Social de Derecho es un concepto cuantitativa y cualitativamente
más amplio que el de Estado de Derecho.

En nuestra Constitución se menciona o se enuncia que Nicaragua se establece el


concepto de Estado Social de Derecho. Así en el Artículo 130, coexisten principios del
Clásico Estado de Derecho liberal, que es la parte predominante, al igual que están
presentes principios del Estado Social de Derecho.

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Elementos específicos de ese Estado Social de Derecho, los encontramos en el texto
constitucional nicaragüense en el Capítulo III que habla de los Derechos Sociales; en el
Capítulo V, sobre los Derechos Laborales; en el Capítulo VI, sobre los Derechos de las
Comunidades de la Costa Atlántica; el Título VI, Capítulo I, sobre la Economía
Nacional; en el Capítulo II de ese mismo Título, sobre Reforma Agraria y en el Título
VII, Educación y Cultura, Capítulo Único, de manera particular en el Artículo 118
referente a la participación de la comunidad en la educación.

Y en el Artículo 80 de la Constitución se establece que "El trabajo es un derecho y


una responsabilidad social", y el Artículo 81 expresa que "Los trabajadores tienen derecho
de participar en la gestión de las empresas, por medio de sus organizaciones y de
conformidad con la ley".

La Constitución de Nicaragua, a pesar de la definición categórica del Artículo 130 que


adopta oficialmente el Estado Social de Derecho, como forma de Constitución de la
Nación nicaragüense, no conforma ni en el texto constitucional, ni mucho menos en la
realidad, una estructura institucional que corresponda a esa definición. Existen, ya lo
hemos visto, elementos propios al Estado Social de Derecho, yuxtapuestos a las formas
clásicas de la democracia liberal.

La realidad es que el Estado nicaragüense, tanto en el contexto constitucional como en la


práctica, se acerca más al modelo jurídico del Estado Liberal, que al del Estado Social de
Derecho. No obstante, se debe asumir la definición del Artículo 130 constitucional, más
que como un imperativo categórico que determina una realidad política y jurídica, como
un objetivo a alcanzar, si la Teoría del Derecho y la voluntad política, se disponen a
concretarlo en la realidad.

Unidad II.
El Pensamiento Político del Estado y sus constructores. Evidencias en Nicaragua

Los constructores de la idea del Estado y su contexto. Aportes de cada pensador


político.
El renacimiento y la reforma protestante transformaron la historia de las ideas políticas
pues se dividió la unidad del cristianismo europeo del siglo XVI. Otro acontecimiento
coyuntural fue de gran importancia: el fortalecimiento del poder de los monarcas frente a
los señores feudales generó la unificación nacional. El nuevo humanismo renacentista
revalorizó la razón humana, el
Antropocentrismo renacentista desplazaba así al teocentrismo medieval. Por otro lado, el
protestantismo mermó la unidad católica dando una nueva directriz espiritual. En ese

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contexto de correlación de fuerzas, de renacimiento y reforma se construyen las teorías
políticas del Estado moderno, a parir de los siguientes pensadores:

Nicolás Maquiavelo (1469-1527)


Nacido y muerto en Florencia, de familia más noble que acaudalada. Poco se sabe de la
primera época de su vida. Recibió una sólida educación humanística, basada en el estudio
de los clásicos latinos e italianos. Maquiavelo es un pensador que, sustenta su teoría en la
observación de las realidades políticas de su tiempo y en el análisis histórico de los
fenómenos políticos pretéritos. No se distinguió su filosofía por procurar el bien moral o
material del pueblo, eso quedaba relegado frente al objetivo de unificar el Estado, por ello
se le considera el iniciador de la razón de Estado que separaba a la política de la ética.

Los dos valores centrales del Renacimiento: racionalidad y libertad se aplican también a
la visión renacentista de la sociedad y del pensamiento.

El Príncipe, es la más conocida de sus obras. El príncipe o el gobernante, tiene como


misión la felicidad de sus súbditos y ésta sólo se puede conseguir con un Estado fuerte.
Para conseguirlo tendrá que recurrir a la astucia, al engaño y, si es necesario, a la crueldad.
La virtud fundamental es la prudencia, para la conveniencia del Estado. Si el interés de la
patria exige traición o perjurio, se comete. "La grandeza de los crímenes borrará la
vergüenza de haberlos cometido". Los medios no importan: no es necesaria la moral, sino
un realismo práctico, no lo que debe ser, sino lo que es en realidad. Política y moral son
dos ámbitos distintos e incluso contradictorios.

Para Maquiavelo la mejor forma de gobierno es la República: "el gobierno de muchos es


mejor que el de unos pocos", y justifica República romana como la más perfecta. Aunque
él era republicano y aspiraba a convertir a Florencia en un Estado fuerte, en El Príncipe
acepta, como mal menor, que en ciertos momentos de corrupción y desorden que es más
útil y eficaz la acción de un solo personaje, adornado de cualidades excepcionales y teorías
políticas importantes. El Príncipe, nos muestra las cualidades que el gobernante de este
Estado "Ideal" debe tener a juicio de su autor. Debe ser una persona amoral, indiferente
entre el bien y el mal, debe estar por encima de ambos. En este "sistema político" por el
que aboga Maquiavelo, se ha olvidado por completo la ética y la política que predicaron
Platón y Aristóteles, ahora un hombre bueno, moral y honrado no puede ser un buen jefe
de Estado.

Juan Bodino (1530-1596)


Su pensamiento se encuentra expresado en Los Seis Libros de la República, su objetivo
es consolidar la monarquía absoluta en su país. Para lograrlo, elabora una doctrina sobre
la Soberanía. Ésta es definida como “un poder supremo sobre ciudadanos y súbditos no
sometido a la Ley y a la vez es, la soberanía la facultad de crear y derogar leyes con
potestad suprema.” Escribe y piensa en el contexto de las guerras de religión entre
calvinistas (hugonotes) y católicos de la Francia del XVI. Estima que para que haya

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prosperidad es necesario que haya un poder fuerte que una los intereses contrapuestos que
hay en la sociedad.

Estima que el origen de la autoridad está en el pacto que se da entre las diversas familias
que componen las élites de una sociedad, quienes se ponen de acuerdo en una persona o
institución para que ejerza la autoridad y gobierno. Por ello, el poder político es resultado
de un pacto, pero una vez concretado ese pacto, la persona que ostente la autoridad deberá
tener todo el poder y ha de ser obedecida por todos, y se proclama partidario de una
autoridad fuerte que se haga obedecer y sea de facto obedecida. Solo así se tendrá
capacidad de asegurar el orden, la seguridad y la prosperidad económica.

Existen diversas formas posibles de gobierno, teniendo en cuenta donde se concentra la


soberanía:
a) En la democracia el pueblo como cuerpo posee el poder soberano. b) En la aristocracia
la soberanía es poseída por la menor parte del cuerpo. c) En la monarquía la soberanía se
concentra en una persona. Hay una monarquía tiránica, en la que el rey gobierna sin tener
en cuenta las leyes naturales, y la monarquía no tiránica en la que los reyes obedecen las
leyes de la naturaleza y los súbditos las leyes del rey., por lo tanto Ese tipo de monarquía
es el ideal para Bodin. El Rey debe tener todo el poder en sus manos (absolutismo) y todo
debe de estar bajo el soberano, quien no se equivoca. Todos deben obedecerle pues el Rey
es el Estado.

Robert Filmer (1588 - 1650)


Nace el mismo año en que nace Hobbes- en el condado inglés de Kent. Perteneciente a la
aristocracia, es jefe de una de las viejas familias mobiliarias del condado de Kent. Su vida
tiene siempre un carácter local y familiar, no llegando a frecuentar nunca ambientes
cortesanos. Sus diversos escritos tienen siempre un carácter muy restringido y local. Esta
falta de pretensiones ulteriores da a sus escritos un carácter, por así decido, ingenuo,
familiar, asistemático y como de aficionado.

EI pensamiento de Filmer alcanza a tener difusión general cuando se publica su obra "EI
Patriarca", en 1680, casi treinta años, después de su muerte. La idea patriarcal filmeriana
es objeto entonces de mofa por parte de los grandes historiadores y parlamentarios, pero
forma parte importante de la polémica doctrinal planteada en torno a la cerrada disputa
corona-parlamento, al final del siglo XVII. La potestad de los reyes se derivaba de un
discurso patriarcal, los reyes eran descendientes directos de Adán, el primer hombre sobre
la tierra, según el creacionismo.

La predisposición monárquica de Filmer está basada en la idea de que Dios gobierna el


Universo al modo monárquico, y que esta forma de gobierno es la mejor para la
humanidad. Concretamente afirma Filmer: "¿Acaso no encontramos que en toda familia
el gobierno de uno sólo es lo más natural? Dios siempre ha gobernado su propio pueblo
bajo una sola monarquía". Las tesis de Filmer son defensoras de la corona, frente a las

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revolucionarias ideas liberales pro-parlamentarias. Frente a esta posición se sitúa John
Locke, que representa el punto opuesto: al Parlamento, quien es a su juicio, el que debe
estar controlando la Corona.

La monarquía está defendida con el argumento antropológico del origen del hombre, que
así viene a coincidir con el filosófico y teológico, constituyéndose en su base. Los
simpatizantes de la monarquía intentaron reivindicar la autoridad que regía a favor del
pueblo argumentando que la elección viene de Dios, pero es el pueblo el que constituye a
los gobernantes. El argumento era un afán de tomar distancia del derecho divino de los
reyes.

Los teóricos del Estado Moderno

Thomas Hobbes (1588-1679)


Es indudablemente uno de los padres del Estado Moderno. Sus tres obras básicas son:
Elementos de derecho natural y político, el tratado sobre el ciudadano y el Leviatán. A
Hobbes le tocó vivir un ambiente político bastante agitado, en tanto que Europa se estaba
acomodando a las incipientes y nuevas formas de organización política, como producto
de las nuevas fuerzas en el escenario mundial: económicas y militares, entre otras. El
enfrentamiento militar entre las distintas comunidades políticas: España, Portugal,
Inglaterra, y Francia. Ambas situaciones van a ser un nuevo escenario mundial: la
preeminencia de la nación (Pueblo) sobre las dinastías.

Hobbes trata de probar la necesidad de una soberanía indivisa, pero no en virtud del
derecho divino de los reyes, sino por argumentos racionales, preferentemente de orden
psicológico y político, aunque invoca en muchas ocasiones a las Sagradas Escrituras.
Dicha soberanía debe ser ante todo el centro o el corazón sobre el cual debe girar toda la
vida social. Esta forma de presentar la soberanía, no es más que, el rompimiento de las
antiguas estructuras sociales, y el nacimiento de las nuevas formas de configurar el poder
político: hay nuevos vientos por toda Europa, son los vientos del Estado y el inicio de lo
moderno.

Para Hobbes el soberano no debe tener limitaciones para cumplir con el mandato que ha
surgido del pacto social entre todos los hombres cuando acuerdan crear el Estado. El
Estado tiene como fin último y primera obligación cuidar la vida de sus miembros; la
seguridad es el principio defendido a lo largo de la obra de Hobbes. Sin embargo también
acepta que ningún individuo o ciudadano tiene la obligación de obedecer al Estado cuando
este no cumple con sus obligaciones.
Se entiende que cuando el Estado ya no logra garantizar la seguridad de los súbditos, la
obligación política viene a menos y cada uno tiene la facultad de ver por su conservación
mientras no se reestablezcan o rehabiliten los términos de la convivencia".

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El origen del Estado de Hobbes está en el pacto social que realizan todos los individuos
de la sociedad y más concretamente en el miedo que se tienen entre todos ellos, debido al
permanente y natural estado de guerra que existe en los individuos y como producto de su
naturaleza humana.
Para Hobbes la personificación del Estado es el soberano o monarca, porque considera que
es en éste que se debe concentrar todo el poder y no se debe disgregar.

John Locke (1632- 1704)


Pensador inglés y hombre polifacético, estudió en la Universidad de Oxford, en donde
obtuvo el grado de doctor en 1658, su especialidad era la medicina y mantuvo relaciones
con reputados científicos de la época (como Isaac Newton), John Locke fue también
diplomático, teólogo, economista, profesor de griego antiguo y de retórica, y alcanzó
renombre por sus escritos filosóficos, en los que sentó las bases del pensamiento político
liberal.

En su obra más trascendente, Dos ensayos sobre el gobierno civil (1690), responde a las
teorías de Filmer y sienta los principios básicos del constitucionalismo liberal, al postular
que todo hombre nace dotado de unos derechos naturales (iusnaturalista) que el Estado
tiene como misión proteger: fundamentalmente, la vida, la libertad y la propiedad. La ley
natural que rige la igualdad primitiva es la razón que establece que por igualdad e
independencia natural, ninguno puede hacer daño a los demás en su salud, libertad o
posesiones.

Pero esta situación hacía que cada hombre fuera juez de su propia causa, eso provocó
muchas injusticias pues provocaba un estado de guerra natural. Por ello, Locke, apoyó la
idea de que el Estado nace de un “contrato social” originario, rechazando la doctrina
tradicional del origen divino del poder; pero, a diferencia de Hobbes, argumentó que dicho
pacto no conducía a la monarquía absoluta, sino que era revocable y sólo podía conducir
a un gobierno limitado.

La autoridad de los Estados resultaba de la voluntad de los ciudadanos, los cuales


quedarían desligados del deber de obediencia., en cuanto sus gobernantes conculcaran esos
derechos naturales inalienables.

Locke defendió la separación de poderes como forma de equilibrarlos entre sí e impedir


que ninguno degenerara hacia el despotismo; pero, al inclinarse por la supremacía de un
poder legislativo representativo de la mayoría, se le puede considerar también un teórico
de la democracia, hacia la que acabarían evolucionando los regímenes liberales. Por
legítimo que fuera, sin embargo, ningún poder debería sobrepasar determinados límites
(de ahí la idea de ponerlos por escrito en una Constitución). El poder Legislativo sería el
Parlamento, el Ejecutivo los órganos de ésta índole; un tercer poder, el confederativo, que
se ocuparía de las relaciones exteriores: la guerra, la paz, los tratados internacionales, etc.

14
El poder seguiría siendo un atributo de la comunidad y no un privilegio absoluto del
gobernante.

Jean Jacques Rousseau (1721-1778)


Nació en Ginebra, Suiza. En 1762, la publicación de su obra El Contrato Social fue causa
de su expulsión de Francia. Los planteamientos que hacía en esta obra fueron la semilla
de la Revolución Francesa. Hablaba de la soberanía de la voluntad del pueblo, de los
soberanos como mandatarios del pueblo, y de la República como forma perfecta de
gobierno. Es Rousseau, una gran figura del contractualismo en los tiempos modernos.
Manifiesta su desacuerdo con el supuesto carácter violento del hombre en estado de
naturaleza que atribuye Hobbes. Para él, los hombres vivieron en una comunidad primitiva
en libertad natural absoluta, en un plano de perfecta igualdad, era un buen salvaje.

El hombre en estado de naturaleza es tímido, y lo es porque no ha sido alcanzado por la


civilización, considerándolo de igual manera bueno y sociable. El idílico estado terminó
cuando el mundo empezó a transformarse por la agricultura, la cultura, la propiedad y la
desigualdad entre los hombres, por ello fue necesario crear el Estado mediante un Contrato
Social.

Una triada explica la teoría de Rousseau: estado de naturaleza-sociedad civil–república


democrática. Rousseau crítica el estado de naturaleza de Hobbes al señalar que al ser el
estado de naturaleza aquel en el cual el cuidado de la conservación es el menos perjudicial
para la del otro, este estado era en consecuencia el más adecuado para la paz y el más
conveniente para el género humano. Rousseau defiende ardorosamente la voluntad
general, que es la que tiene que decidir la actuación del gobernante y el Estado. Según el
autor la máxima del gobierno legítimo y popular que persigue el bien del pueblo es guiarse
por la voluntad general, ella es la expresión de la suma mayoritaria de voluntades (sufragio
electoral, la deliberación legislativa o jurisdiccional).

El pueblo soberano no puede estar representado y no puede delegar su autoridad ni sus


derechos a gobernarse. El pueblo debe gobernar por sí mismo y directamente Rousseau
señala que es la necesidad de proteger la propiedad lo que da nacimiento a la sociedad.
Advierte Rousseau que el reto del Estado es asegurar a la vez la libertad pública y la
autoridad del gobierno, pues el fin del hecho político estatal es asegurar los bienes, la vida
y la libertad de cada miembro mediante la protección de todos.

Es defensor de la soberanía popular democrática que considera debe ser expresada en


Asambleas y niega la representación popular a la que considera ha de llevar fatalmente al
dominio de la mayoría por los representantes populares. El concepto de sociedad civil en
Rousseau indica además de la condición política de los hombres asociados, el carácter
progresivo y civilizado del vivir social moderno, contrapuesto a la sencillez del modo de
vida natural de los salvajes. El contrato social es un órgano del pueblo, y está, por ende,
desprovisto de poder independiente.

15
El acto imaginario que da origen a una sociedad no es ni siquiera remotamente semejante
a un contrato, ya que los derechos y libertades de los individuos carecen en absoluto de
existencia excepto en la medida en que los hombres son ya miembros de un grupo. El
orden social, es un derecho sagrado que sirve de base a todos los demás. Precisa que se
trata de encontrar una forma de asociación que de protección a las personas y a los bienes
de cada asociado, y por la cual, uniéndose cada uno a todos, no obedezca más que a sí
mismo y quede tan libre como antes.

Carlos de Secondat, Barón de Montesquieu (1689-1755)


Su objetivo sobre el pensamiento político se expresa en su obra maestra El Espíritu de
las leyes, es elaborar una física de las sociedades humanas. Adopta el análisis histórico,
basado en la comparación; parte de los hechos, observando sus variaciones para extraer de
ellas leyes.

Cada pueblo tiene las formas de gobierno y las leyes que son propias a su idiosincrasia y
trayectoria histórica, y no existe un único baremo desde el cual juzgar la bondad o maldad
de sus corpus legislativos. A cada forma de gobierno (conjunto de normas) le corresponden
determinadas leyes, pero tanto éstas como aquéllas están determinadas por factores
objetivos tales como, el clima y las peculiaridades geográficas que, intervienen tanto
como los condicionantes históricos en la formación de las leyes.

No obstante, teniendo en cuenta dichos factores, se puede tomar el conjunto del corpus
legislativo y las formas de gobierno como indicadores de los grados de libertad a los que
ha llegado un determinado pueblo. La filosofía política se transmuta en una filosofía moral
cuando establece un ideal político que defiende la consecución de la máxima libertad
aunada a la necesaria autoridad política; rechaza abiertamente las formas de gobierno
despóticas. Pero para garantizarla al máximo, Montesquieu considera que es
imprescindible la separación de poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

Por el poder Legislativo, el príncipe o magistrado hace las leyes para cierto tiempo o para
siempre, y corrige o deroga las que están hechas. Por el segundo, hace la paz o la guerra,
envía o recibe embajadores, establece la seguridad y previene las invasiones; y por el
tercero, castiga los crímenes o decide las contiendas de los particulares. Este último se
llamará poder judicial; y el otro simplemente poder ejecutivo del Estado. La libertad
política, en un ciudadano, es la tranquilidad de espíritu que proviene de la opinión que
cada uno tiene de su seguridad; y para que se goce de ella, es preciso que sea tal el gobierno
que ningún ciudadano tenga motivo de temer a otro.

Así sucede también cuando el poder Judicial no está separado del poder legislativo y
ejecutivo. Estando unido al primero, el imperio sobre la vida y la libertad de los ciudadanos
sería arbitrario, por ser uno mismo el juez y el legislador y, estando unido al segundo, sería
tiránico, por cuanto gozaría el juez de la fuerza misma que un agresor. En el Estado en

16
que un hombre solo o una corporación administrasen los tres poderes todo se perdería
enteramente.

Piensa que el poder judicial no debe confiarse a un Senado permanente y sí a personas


elegidas entre el pueblo en determinadas épocas del año, de modo prescrito por las leyes,
para formar un tribunal que dure solamente el tiempo que requiera la necesidad. De este
modo el poder de juzgar, tan terrible en manos del hombre, no estando sujeto a una clase
determinada, ni perteneciente exclusivamente a una profesión se hace, por decirlo así, nulo
e invisible. Y como los jueces no están presentes de continuo, lo que se teme es la
magistratura y no se teme a los magistrados.

Constitución de Nicaragua y los elementos característicos del Estado Constitucional.

1. Elementos del sistema democrático nicaragüense en la Constitución

La Constitución Política de Nicaragua de 1987 y sus reformas (1990, 1995, 2000, 2004 y
2005) configura un Estado democrático que se compone de los siguientes elementos
básicos: a) Principio democrático, b) Principios fundamentales de la nación
nicaragüense, c) forma de gobierno republicana, democrática, participativa y
representativa, e) Derechos, deberes y garantías, f) modelo económico, g) División de
Poderes, h) Estado Social de Derecho, i) Principios de Constitucionalidad y
Legalidad, j) mecanismos de control de constitucionalidad, k) supremacía
constitucional, l) estados excepcionales y límites, m) reforma constitucional.

Los elementos anteriormente señalados forman parte de la noción de Estado democrático.


El Estado nicaragüense se configura como un Estado democrático, como “Estado Social
de Derecho”. Un Estado que tiene como elemento esencial la existencia de mecanismos e
instituciones de control de naturaleza diversa (política, jurídica, económico-financiera)
dentro del texto constitucional, dotan de contenido y sentido al Estado democrático
nicaragüense. En tal sentido, el control se entiende como una “actividad que permite
revisar, verificar, examinar, enjuiciar, fiscalizar las actuaciones de los poderes públicos
utilizando parámetros de naturaleza diversa (político, jurídico, económico, social) que
puede generar resultados y efectos distintos tanto de carácter jurídicamente vinculante
como de carácter meramente político”. El control busca limitar el poder para evitar sus
abusos y permite, por tanto, que los poderes públicos y los ciudadanos actúen conforme al
ordenamiento jurídico.

El Estado democrático tiene como fundamento y límite la Constitución y el resto del


ordenamiento jurídico. El Estado de Derecho, noción identificada con el Estado
democrático, centra sus elementos en: justicia, límite y control. Esto quiere decir que los
Poderes Públicos deben actuar y sujetarse al ordenamiento jurídico y el resto de sujetos
vinculados al mismo, deberán también hacerlo. Nadie puede estar por encima del marco

17
jurídico, todos deben cumplirlo. En este tipo de Estado, la fuente de legitimación emana
del pueblo.

La noción de Estado de Derecho contiene una serie de elementos implícitos, a saber:


participación ciudadana, sujeción de los poderes públicos al ordenamiento, división de
poderes, protección jurisdiccional de los ciudadanos (acceso a la justicia) o mejor dicho,
acceso al sistema judicial, seguridad jurídica como garantía de la libertad e igualdad,
principio de la proporcionalidad (toda medida del Estado debe ser adecuada y asimilable
por el ciudadano). El Estado de Derecho también implica la idea de responsabilidad y
rendición de cuenta.

La configuración de adecuados mecanismos de control son elementos que aumentan las


posibilidades de existencia de gobernabilidad en un Estado democrático en la medida en
que la toma de decisión y los conflictos entre actores estratégicos son resueltos a través de
las reglas y procedimientos en vigencia que el sistema político ha configurado y son
compartidas por amplios sectores de la sociedad. Cuando la toma de decisión y el conflicto
no pueden ser resueltos a través de las reglas y procedimientos establecidos se vuelve
imprescindible la construcción de nuevas reglas y procedimientos ampliamente
compartidos entre los diversos sectores de la sociedad. La falta de estos mecanismos de
control así como un inadecuado diseño, pueden producir situaciones que incrementen todo
lo contrario: ingobernabilidad.

2. La Constitución Política de Nicaragua de 1987 y sus reformas definen el Estado


nicaragüense de la siguiente manera:

Título I principios fundamentales (Artículos 1-5): La Constitución reconoce la


independencia, soberanía y la autodeterminación como derechos irrenunciables del pueblo
y como fundamento de la nación nicaragüense Rechaza todo tipo de injerencia extranjera
en los asuntos internos, y establece como DEBER de los nicaragüenses preservar y
defender esos derechos (art 1 Cn)

El artículo 2 define la SOBERANÍA NACIONAL Ésta reside en el pueblo y la


ejerce a través de instrumentos democráticos de forma decisiva y participativa en la
construcción del sistema económico, poli1tico y social de la nación El poder político lo
ejerce el pueblo a través de sus representantes, asimismo, lo puede ejercer también a través
del referéndum y plebiscito, y otros procedimientos que establezcan la Constitución y la
leyes.

En esta primera parte, el artículo 5 recoge los denominados PRINCIPIOS DE LA


NACIÓN NICARAGÜENSE Dentro de esos principios, la Constitución reconoce la
libertad, la justicia, el respeto a la dignidad de la persona humana, el pluralismo político,
social y étnico, el reconocimiento a las distintas formas de propiedad, la libre cooperación
internacional y el respeto a la libre autodeterminación Este mismo artículo define lo que

18
entiende por pluralismo político, social, político y étnico, las formas de propiedad, y la
cooperación internacional y la libre autodeterminación.

Título II sobre el Estado (Artículos 6-14)

Establece que “Nicaragua es un Estado independiente, libre, soberano, unitario e


indivisible” (art 6 Cn) “Nicaragua es una República democrática, participativa y
representativa. Son órganos de
Gobierno el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y el Poder
Electoral” (art 7 Cn)

Así mismo, la propia Constitución agrega otros elementos que conforman el Estado
nicaragüense En tal sentido, se señala que el pueblo es de naturaleza multiétnica y que
forma parte integrante de la nación centroamericana (art 8) Nicaragua defiende la unidad
de Centroamérica, apoya y promueve todos esfuerzos para lograr la integración política,
económica y de cooperación con América Central

El artículo 10 define los límites del territorio nicaragüense, y declara taxativamente


que Nicaragua únicamente reconoce obligaciones internacionales que hayan sido
libremente consentidas de conformidad a la Constitución y el Derecho Internacional No
acepta los tratados suscritos por otros países en los cuales Nicaragua no sea parte
contratante. En relación a la lengua, se reconoce el Español como idioma oficial del
Estado, así mismo, las lenguas de las Comunidades de la Costa Atlántica cuyo uso oficial
se hará en los casos que establezca la ley (art 11 Cn) Por otra parte, señala como capital
de la República a Managua y, además, como sede de los Poderes del Estado, pudiendo
establecerse éstos por circunstancias extraordinarias en otros puntos del territorio (art 12
Cn) Por último, en relación al Estado, se establece que los símbolos patrios son: “El
Himno Nacional, la Bandera y el Escudo según la ley que determina sus características y
usos” (art 13 Cn); y que “el Estado no tiene religión oficial” (art 14 Cn)

3. La organización del Estado


Ahora bien, el TÍTULO VIII DE LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO
CAPÍTULO I (arts. 129-131) define los principios generales del Estado En tal sentido,
el artículo 129 recoge que los Poderes del Estado son: Legislativo, Ejecutivo, Judicial y
Electoral Son Poderes independientes y coordinados armónicamente.

Nicaragua es una nación que se constituye en un Estado Social de Derecho (art 130 Cn)
Para la doctrina, la frase “Estado Social de Derecho” significa la referencia al Estado del
siglo XX, un Estado de Derecho es un Estado garantista del individuo frente al poder y
en el intercambio con los demás ciudadanos, y un Estado Social, es un Estado
comprometido con la promoción del bienestar de la sociedad y de manera muy especial
con el de aquellos sectores menos favorecidos de la misma

19
El artículo 131 hace relación a que la función pública debe ejercerse a favor de los
intereses del pueblo. Dentro de este mismo TÍTULO VIII se regula el Poder Legislativo
(arts. 132-143), el Poder Ejecutivo (arts. 144-153), la Contraloría General de la
República (art 154-157), el Poder Judicial (arts. 158-167) y el Poder Electoral (arts.
168-174).

El TÍTULO IX de la Constitución se refiere a la DIVISIÓN POLÍTICO


ADMINISTRATIVA (arts. 175-181). Actualmente Nicaragua se divide en 15
departamentos, 2 Regiones Autónomas de la Costa Atlántica y en 153 Municipios. Y el
CAPÍTULO I es DE LOS MUNICIPIOS (arts. 175-179). La Constitución reconoce que
el municipio es la unidad base de la división política administrativa del país (art 176) y
que goza de autonomía política administrativa y financiera (art 177) El municipio tiene
su propio gobierno y elige sus propias autoridades (art 178).

Como hemos visto, el Estado de Nicaragua se configura u organiza en sus tres niveles de
acción política Estos niveles son: El nivel central, el nivel regional y el nivel municipal.
Todos ellos gozan de un grado de autonomía y tienen sus propios gobiernos los cuales son
elegidos por los ciudadanos mediante sufragio universal y directo Además cuentan con
los instrumentos jurídicos necesarios que les permiten desarrollarla. La falta de una
política clara y precisa de articulación de estos tres niveles, y en ocasiones, marcos
jurídicos contradictorios son algunos de los factores que posiblemente no contribuyen a
que en el terreno de lo práctico se vea claramente reflejada la autonomía del Municipio y
de las Regiones principalmente.

Como se ha venido repitiendo, los contenidos de una Constitución básicamente obedecen


a dos puntos fundamentales: el reconocimiento de una serie de Derechos y los mecanismos
de protección de los mismos; y la organización y el ejercicio del poder limitado a través
de los diversos mecanismos de control Eso son, pues, los dos grandes contenidos de una
Constitución La Constitución es un conjunto de normas que representan el orden
fundamental de una sociedad estatal.

Estado y Nación

En la creación del Estado moderno resultó ser de enorme importancia los denominados
“medios de acción del Estado”. En tal sentido, el Derecho, la creación de un ejército
regular y la configuración de una Administración con la formación de una burocracia que
surge inicialmente vinculada a tareas de recaudación, y posteriormente se le asignan
funciones de magistratura, y consejo Durante este etapa también se encuentra el proceso
de secularización de la política como consecuencia del Renacimiento, la trascendencia de
la Reforma, y la apertura de nuevos horizontes. Los factores que influyeron de forma
decisiva en la emergencia del Estado moderno como realidad política pueden sintetizarse
de la siguiente manera:

20
Factores ideológicos o de pensamiento: La obra de MAQUIAVELO (El
Príncipe); la aportación de BODINO a la construcción del concepto de soberanía en su
obra (Los seis libros de la República), la obra de HOBBES en (El Leviatán) que implica
desconcentrar el poder en manos del monarca, SPINOZA con sus disertaciones sobre ética
y organización.

Factores históricos-políticos: Cabe destacar la crisis del sistema feudal, la crisis


del Papado. Así pues nos encontramos que durante un período convivieron las formas
antiguas de organización política (“Las Ciudades-Estados”) con las formas nuevas (los
primeros estados europeos: Inglaterra, Francia y España).

Factores religiosos: La crisis del mundo católico cristiano que condujo a la


Reforma cuya consecuencia fue la autonomía de los Estados de inspiración “protestante”
y que desembocó en las guerras de religión.

Factores culturales: Cabe señalar la aparición del Renacimiento (posición de


centralidad del individuo) y el proceso de secularización de la política, y la consolidación
de las “lenguas territoriales” producida como consecuencia del abandono poco a poco del
latín como lengua de comunicación oficial.

Factores económicos: El “descubrimiento” y la aparición de nuevos mercados y


los primeros procesos de colonización. Se fomenta la circulación del dinero y la banca
adquiere un papel dominante Las ciudades representan un foco para la aparición de la
pequeña burguesía (artesanos, comerciantes, profesionales liberales)

Factores sociales: La aparición de la burocracia y el ejército. Antes de la aparición


del Estado moderno la situación imperante era una dispersión del poder político Existía
una confusión de autoridades políticas (el Papado, el Imperio, los señores Nobles, la
Iglesia) La aparición del Estado moderno supondrá una concentración de la autoridad
política

El Estado es habitualmente definido por tres elementos: población, territorio, y autoridad


política, poder, o soberanía Todo ello ha sido ampliamente estudiado por la Teoría General
del Estado. El ESTADO se ha tendido a identificarse con la NACIÓN dando origen a la
noción de Estado Nación Sin embargo la NACIÓN no constituye un concepto jurídico El
sentimiento nacional o de pertenencia a una nación aparece mucho más tarde que el
ESTADO. La identidad entre NACIÓN y ESTADO es en la primera fase de construcción
de la noción de Estado moderno, por lo que el fundamento último de NACIÓN se halla la
existencia de una comunidad caracterizada por una misma lengua y una cultura común así
como por una experiencia histórica también compartida

En general un Estado-nación es una forma de organización política que se caracteriza por


tener un territorio claramente delimitado, una población relativamente constante, y un

21
gobierno. El Estado-nación nace, históricamente, mediante el tratado de Westfalia, al final
de la guerra de los Treinta Años (1648). Mediante este tratado se acaba con el antiguo
orden feudal y se da paso a organizaciones territoriales y poblacionales definidas en torno
a un gobierno que reconoce sus límites espaciales y de poder.

Las escuelas de ciencia política definen de diversas maneras el concepto del Estado-
nación. Sin embargo, en la mayoría de los casos se reconoce que las naciones, grupos
humanos identificados por características culturales, tienden a formar Estados con base en
esas similitudes. Cabe anotar que bajo esta misma óptica la nación es un agrupamiento
humano, delimitado por las similitudes culturales de lengua, religión y tradiciones y
etnicidad. Un Estado puede albergar a varias naciones en su espacio territorial y una nación
puede estar dispersa a través de varios Estados.

Sin embargo en su evolución la construcción de los Estados Nación será más una conquista
de los siglos XIX y XX que de los primeros pasos de la formación del Estado Moderno.

Formas de Estado y Formas de Gobierno

El período conocido como Época Moderna significó para Europa importantes cambios en
su ordenamiento político. El fenómeno más destacado fue el surgimiento del Estado
Moderno: un territorio con fronteras determinadas, un gobierno común y un sentimiento
de identificación cultural y nacional de sus habitantes.
Los estados absolutistas fueron quienes iniciaron este proceso a lo largo de los siglos XIV
y XV. Interesados en concentrar el poder en su persona, debieron negociar con los señores
feudales, quienes cedieron sus derechos individuales sobre sus feudos, a cambio de una
serie de privilegios. Los que no estuvieron dispuestos a transar, fueron sometidos a través
de violentas guerras. Para éstas, los reyes contaron con el apoyo de los burgueses, a
quienes les interesaba dejar de depender del señor feudal. De este modo, el concepto feudal
de lealtad fue reemplazado por los de autoridad y obediencia, propios de un Estado con
poder centralizado. Es también el momento en que nace el capitalismo como modo de
producción con una sociedad dividida en clases.
En el siglo XVII, el poder político de los monarcas se fortaleció hasta eliminar cualquier
representatividad, dando lugar a las monarquías absolutas. La monarquía constituyó un
estado moderno sobre la base de una dirección fuerte, contando con los medios para
sostenerla. Con esto, el rey consiguió la resignación de la sociedad, a cambio de un cierto
orden y progreso
Tipos de estados y regímenes políticos

22
Atendiendo a como se ejerza el poder, diferenciamos dos tipos de Estados: Estados
autoritarios y Estados de derecho. Atendiendo a la distribución territorial del poder,
diferenciamos a Estados unitarios y Estados descentralizados.
En los estados democráticos, llamados estados de derecho, las autoridades que gobiernan
no pueden ejercer el poder como les apetezca, sino que deben respetar una serie de reglas
y de leyes. En un Estado de Derecho la más importante de estas leyes es la Constitución,
que limita el poder de los gobernantes y los cuales no pueden modificarla sin la aprobación
de los ciudadanos. La Constitución es la norma que regula la relación de los ciudadanos
con las instituciones, el funcionamiento de un Estado y su régimen político.
Históricamente el primer estado como tal es la monarquía:
Monarquía (del griego monos, uno, y arkein, poder) es una forma de gobierno del Estado,
donde la posición de jefe de Estado se asocia a una persona particular, que se designa
como rey, zar, emperador, faraón, según el caso. La monarquía absoluta es una forma de
gobierno en la que el monarca tiene el poder absoluto. En ella no existe división de poderes
(ejecutivo, legislativo y judicial). Aunque la administración de la justicia pueda tener una
autonomía relativa en relación al rey, o existan instituciones parlamentarias, el monarca
absoluto puede cambiar las decisiones o dictámenes de los tribunales en última instancia
o reformar las leyes a su voluntad (La palabra del rey es ley).
Con la ilustración (s. XVIII), surge el despotismo ilustrado, un concepto político
desarrollado dentro de las monarquías absolutas y que incluyó la adaptación al campo de
la política de ciertas ideas filosóficas provenientes de los pensadores de más prestigio en
el movimiento al que respondía la ilustración. Esto quiere decir que los monarcas que
gobernaban continuaban manteniendo el mismo sistema social que existiera con el
Antiguo Régimen, pero con un agregado de intentar enriquecer la cultura de sus pueblos.
Luego, con el advenimiento de las revoluciones francesa y norteamericana, junto con la
independencia de Latinoamérica, viene la crisis de las monarquías absolutas como formas
de gobierno, lo que llevó a la instalación de monarquías constitucionales o de repúblicas
como formas de gobierno.
Estados modernos por la forma de ejercer el poder
1. EL ESTADO LIBERAL. Surge como resultado de la Revolución Liberal en
sustitución de la Monarquía absoluta propia del Antiguo Régimen. Es el sistema político
propio del comienzo de la Edad Contemporánea, en la nueva formación económico social
que puede denominarse Nuevo Régimen o Régimen Liberal. Su duración en el tiempo
puede entenderse como continua hasta la actualidad.
La forma de Gobierno no es determinante para su caracterización, pues puede ser tanto
una monarquía constitucional (como en la Constitución de 1812 en España), una

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monarquía parlamentaria (como en el modelo inglés que se remonta a la Revolución
Inglesa del siglo XVII) o una República (como en el caso de la Revolución francesa).
2. LA REPÚBLICA. República (del latín res publĭca, ‘cosa pública’, ‘lo público’;
y este de res, ‘cosa’, y pūblica, ‘pública’), en sentido amplio, es un sistema político que se
fundamenta principal y totalmente en el imperio de la ley (constitución) y la igualdad ante
la ley, al igual que otros regímenes basados en el Estado de derecho. Se resalta la
importancia de la autonomía y del Derecho, incluyendo los Derechos Humanos, como
partes fundamentales para una república. No debe confundirse república con democracia
(del griego δημοκρατία, dimokratía, ‘poder del pueblo’; y este de δñμος, dḗmos, ‘pueblo’
y de κράτος, krátos, ‘poder’), pues aluden a principios distintos; la república es el gobierno
de la ley mientras que democracia significa el gobierno del pueblo
3. ESTADO CONSTITUCIONAL. El Estado Constitucional de Derecho, es aquel
que incorpora las garantías de aseguramiento de la Constitución y reconoce el carácter de
norma jurídica de ésta y su fuerza vinculante, es decir acoge el principio legalidad o
primacía de la ley, y lo perfecciona con el principio de la supremacía de la Constitución
sobre la ley o principio de constitucionalidad, entendido como la existencia, plena
vigencia y respeto al orden constitucional, a partir de allí las leyes quedan subordinadas al
texto constitucional, así como todos los actos de los particulares, de los órganos del Estado
siendo contraria e inconstitucionales y consecuentemente nulos los que no se adecuan ella.
La primacía de la Constitución sobre la ley se sustenta, según la doctrina adoptada por
Kelsen y hoy admitida por un gran sector de doctrinarios, en que el orden jurídico es un
sistema jerárquico que, iniciándose en la Constitución, se extiende por los sucesivos
momentos en el proceso de su creación a través de la ley, el reglamento, el acto
administrativo, la sentencia y la ejecución.
4. ESTADO SOCIAL. Los cuestionamientos al Estado burgués-liberal, dieron
origen a corrientes ideológicas y movimientos sociales, tales como la doctrina socialista,
la Revolución mexicana de 1910, la Revolución Socialista Soviética de 1917, la
Constitución de Weimar de 1919, surgiendo dentro de este marco un Estado de Derecho
de tipo democrático al que se le denomino Estado Social de Derecho.
El Estado Social de Derecho, del que por primera vez habló el político alemán Lorenz von
Stein, inicia una reforma a fin de mejorar la calidad de la vida de las clases “bajas”,
evitando así, “el proceso de las clases que buscan ascender socialmente”.
Cabe resaltar que las Constitución de Weimar, sancionada 11 de noviembre de 1919, junto
a la Constitución de México de 1917, dieron origen al denominado constitucionalismo
social, que estableció cierto estado de bienestar al reconocer los derechos de los
trabajadores.

24
El Estado Social de Derecho no viene a ser más que el Estado de Derecho, en cuyo
ordenamiento constitucional, se mantienen los derechos y libertades, individuales, pero
ofrece al mismo tiempo un conjunto de nuevas libertades de carácter social, asegurando
además que el uso de esas libertades sea inequívoco y favorezca a todos los miembros de
la nación, es decir pone al Estado a favor de los grandes intereses generales de la sociedad
haciendo prevalecer la justicia sobre la ley.
5. ESTADO DEMOCRÁTICO. Es el que está definido como "el gobierno de las
mayorías, el gobierno del pueblo y para el pueblo". Este sistema permite la participación
del pueblo en la esfera de gobierno, generalmente por medio del sufragio y del control
sobre la toma de decisiones de sus representantes. El estado democrático está
fundamentado por toda la organización política de la nación en conjunto, y a su vez
identifica como recurso indispensable para el constitucionalismo a la representación del
pueblo por dirigentes políticos, mejor conocido como democracia indirecta o
representativa, y por elementos de organización popular mejor conocidos como
democracia directa o participativa.
Encontramos que la democracia participativa es superior a la representativa, debido a que
en la democracia representativa es el pueblo quien acompaña a su represéntate elegido, lo
supervisa, lo apoya y lo sanciona para que este cumpla los propósitos de su representación,
sin menospreciar sus aportes personales.
Todo estado democrático debe respetar el principio de soberanía popular, que contradice
el establecimiento de monarcas o caudillos; y la regla de la mayoría, que establece al
sufragio como el método más efectivo para resolver controversias.
En un estado democrático todos los representantes o partidos políticos que participen en
el sufragio, deben someterse al mismo reglamento y respetar el resultado, ya que este
representa la voluntad de las mayorías electorales. Podemos entender que la democracia
no se presenta como una ideología específica, sino a formas y mecanismos para regular, a
través de diferentes normativas, la representación y el ejercicio del poder político.
6. ESTADO DE DERECHO. El Estado de Derecho es la Organización política de
la vida social sujeta a procedimientos regulados por ley, y en el cual los actos del Estado
están limitados estrictamente por un marco jurídico supremo, guiados por el principio de
legalidad y el respeto absoluto de los derechos fundamentales.
Gobierna el imperio de la ley y el comportamiento estatal no puede ser discrecional. Los
actos del Estado están sometidos a la Constitución política del Estado, marco que no debe
rebasar. Cualquier medida o acción debe estar sujeta a una norma jurídica escrita y las
autoridades del Estado están limitadas estrictamente por un marco jurídico preestablecido
que aceptan y al que se someten en sus formas y contenidos.

25
El Estado de derecho está formado por dos componentes: el Estado (como forma de
organización política) y el Derecho (como conjunto de las normas que rigen el
funcionamiento de una sociedad). En estos casos, por lo tanto, el poder del Estado se
encuentra limitado por el derecho.
7. ESTADO DEMOCRÁTICO Y SOCIAL DE DERECHO. La necesidad de
adaptar las leyes de manera que los estados garantizaran mejores condiciones de vida a
sus ciudadanos y una aplicación legal más justa llevaron a la creación del Estado
Democrático y Social de Derecho y de Justicia.
El bienestar social y la realización de justicia aparecen como funciones prioritarias del
estado, manteniendo el principio de legalidad establecido en el estado de derecho.
Este nuevo sistema está al servicio del hombre, y debe ser garante del bien común, basado
en los principios de justicia social y dignidad humana. El estado debe crear, conservar y
comprometerse a materializar esos derechos para satisfacer las necesidades de sus
habitantes, logrando así un bienestar general. Por ello la justicia, la educación, la salud, la
seguridad social, el desarrollo integral del individuo y de la sociedad y la protección de
sus derechos humanos, se transforman en funciones prioritarias del Estado.
El estado social de derecho y de justicia persigue la armonía entre las clases, evitando que
la clase dominante abuse o subyugue a otra clase de grupos sociales, impidiéndoles el
desarrollo y sometiéndolas a la pobreza y a la ignorancia; a la categoría de explotados y
sin posibilidad de avance.
8. MONARQUÍA PARLAMENTARIA. La monarquía parlamentaria es una de las
formas de gobierno democráticas existentes en los países occidentales actuales, en la que
el rey ejerce la función de jefe de Estado bajo el control del poder legislativo (parlamento)
y del poder ejecutivo (gobierno), es decir, el rey reina pero no gobierna en realidad, porque
las normas y decisiones emanadas del Parlamento regulan no sólo el funcionamiento del
Estado sino también la actuación y funciones del propio rey.
Por tanto, en la mayoría de las monarquías parlamentarias actuales la autonomía y poderes
del monarca están muy limitados y recortados, pudiendo el parlamento en cualquier
momento tomar decisiones que obliguen a su cumplimiento por parte del rey. Las
excepciones a estas limitaciones generalizadas son puras reminiscencias históricas que se
mantienen por tradición en algunas monarquías más antiguas, aunque normalmente se
refieren a temas de poca trascendencia para la vida política del país. Ejemplos: Reino
Unido y España.
Los estados modernos según distribución territorial:
1. ESTADOS UNITARIOS: son aquellos estados cuya estructura se encuentra
unificada, es decir, el poder político está centralizado y se extiende en todo el territorio.

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Con respecto a la soberanía, ésta es indivisible en el exterior, y homogénea en cuestiones
internas. Por último, disponen de un único poder ejecutivo (que incluye presidente,
alcaldes, a veces gobernadores e intendentes), un único poder legislativo (que crea las
leyes para todo el territorio) y un único poder judicial encargado de aplicar las leyes. La
constitución, de igual manera, es una sola. Ejemplos de estos estados son: Perú y
Nicaragua.
2. ESTADOS COMPUESTOS: son creados a partir de la unión entre distintos
estados. Y están organizados bajo el poder de un único mandatario. Dentro de los estados
compuestos, se presentan dos tipos:
ESTADOS DE UNIÓN PERSONAL: aquellos donde la sucesión es hereditaria. El
rey, al asumir, se convierte en el soberano de dos o más países. Sin embargo, el poder de
dichas naciones no se une, sino que sigue siendo de carácter independiente. Por lo tanto,
que lo único que comparten es el Jefe de Estado. Un ejemplo fue Islandia y Dinamarca en
el año 1918.
ESTADOS DE UNIÓN REAL: esta clase de unión es de carácter voluntario, donde
los países comparten el mismo Jefe de Estado. Por ejemplo Austria y Hungría a partir del
año 1867.
3. CONFEDERACIONES: el término hace referencia la unión entre distintos
estados, los cuales, a pesar de dicha alianza, conservan la soberanía. Además, los
miembros de las naciones involucradas continúan disfrutando de las competencias
estatales normales. Las confederaciones, por lo general, se constituyen a partir de tratados,
y tienen como propósito la defensa exterior, ante una eventual amenaza externa, o bien
objetivos políticos y económicos. Ejemplo sería la Unión europea.
4. FEDERACIONES: están divididos en entidades territoriales tales llamadas
provincias. Cada una de ellas, se autogobierna, aunque la administración federal es la
máxima autoridad. Las federaciones poseen una personalidad jurídica única frente a la
comunidad mundial. Ejemplos de esta clase de estados son Argentina y Uruguay.
5. EL ESTADO NACIÓN. El término Estado nacional, que suele utilizarse
indistintamente junto al término Estado, se refiere más propiamente a un Estado
identificado con una sola nación. Tras el proceso de descolonización de mediados del siglo
XX, esta forma de Estado ha llegado a ser la más común, de modo que la inmensa mayoría
de los Estados se consideran Estados nacionales. Sin embargo, nunca a lo largo de la
historia ha habido una identidad indiscutida entre ambos términos (Estado y nación) y
siempre ha habido objeciones sobre la identificación con una sola nación de cualquiera de
los estados existentes, tanto de los que se consideran ejemplos de estado nacional desde
finales de la Edad Media (Francia, ejemplo de centralismo y de nación construida con los
mecanismos unificadores de la sociedad por el Estado).

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Por otra parte, tenemos el concepto de Estado de las autonomías surgido de la vigente
Constitución Española de 1978, que se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación
española, patria común e indivisible de todos los españoles y reconoce y garantiza el
derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad
entre todas ellas (artículo 2.) es interpretado de forma distinta por cada fuerza política
española, desde posturas centralistas hasta otras que entienden a España como una Nación
de naciones, desde un denominado patriotismo constitucional a un nacionalismo español
más tradicional, y desde las reivindicaciones independentistas de los más radicales, a las
más moderadas.
En Nicaragua la Constitución Política garantiza para las regiones del caribe una Ley
de Autonomía, y así dice en la Constitución, artículo 181:
“El Estado organizará, por medio de una Ley el régimen de autonomía para los pueblos
indígenas y las comunidades étnicas de la Costa Caribe, la que deberá contener entre otras
normas: las atribuciones de sus órganos de gobierno, su relación con el Poder Ejecutivo y
Legislativo y con los municipios y el ejercicio de sus derechos.”
Tipos de gobierno
Monarquía
Una monarquía es un tipo de gobierno que consiste de un rey o una reina que a veces tiene
el poder absoluto. El poder se pasa a lo largo a través de la familia. A veces, un rey se
llama "emperador", sobre todo si hay un gran imperio, como China antes de 1911. No hay
grandes monarquías hoy. El Reino Unido, que tiene una reina, es en realidad una república
porque la reina no tiene prácticamente ningún poder político.
Aristocracia
Una aristocracia es un tipo de gobierno de los aristócratas. Los aristócratas son típicamente
personas ricas y educadas. Muchas monarquías realmente han sido gobernadas por
aristócratas. Hoy en día, por lo general, el término "aristocracia" se utiliza negativamente
al acusar a una república de estar dominada por los ricos, como diciendo: "Estados Unidos
se ha convertido en una aristocracia".
Dictadura
Una dictadura consiste en estar gobernada por una persona o un grupo de personas. Muy
pocos dictadores admiten que son dictadores y casi siempre dicen ser líderes de las
democracias. Esta tipo de gobierno se rige por un único líder que no ha sido elegido, y
puede usar la fuerza para mantener el control. En una dictadura militar, el ejército tiene el
control. Por lo general, hay poca o ninguna atención a la opinión pública o a los derechos
individuales.

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República Democrática
Por lo general en este tipo de gobierno, una "república democrática" no es democrática y
no es una república. Un gobierno que oficialmente se llama una "república democrática"
suele ser una dictadura.
Gobierno Totalitario
Este tipo de gobierno es gobernado por un solo partido político. Las personas se ven
obligadas a hacer lo que el gobierno les dice y también se les puede impedir ejercer sus
derechos civiles y políticos aunque estén consignados en la constitución.
Teocracia
Es un tipo de gobierno donde los gobernantes afirman estar gobernando en nombre de un
conjunto de ideas religiosas, o como agentes directos de una deidad.
Parlamentario
Un tipo parlamentario está dirigido por representantes del pueblo. Cada uno es elegido
como miembro de un partido político y se mantiene en el poder mientras su partido se
encuentre en el poder
Anarquía
La anarquía es una situación donde no hay tipos de gobierno. Esto puede suceder después
de una guerra civil en un país, cuando un gobierno ha sido destruido y los grupos rivales
luchan por ocupar su lugar.

Unidad III.
Elementos Constitutivos del Estado: Población, Territorio Estatal y Poder Político

Dentro de las doctrinas jurídicas se pueden encontrar las que conciben la naturaleza del
Estado como una relación jurídica. Para Francisco Porrúa Pérez, a primera vista parece
exacto afirmar que el Estado es una relación jurídica, porque observa que en el mismo
existen gobernantes y gobernados con mutuas relaciones. La teoría no logra explicar por
qué las instituciones estatales permanecen, no obstante los cambios de las personas. No
puede explicar la unidad permanente del Estado. Así reduce su ser, pues en él existen otras
relaciones. Dice, que en la base real del Estado existen tantas relaciones como sujetos de
ellas, y cada cambio entre los gobernantes o gobernados significa la creación de nuevas
relaciones. Entonces, al cambiar dichas relaciones desaparecería un Estado para dar lugar
al nacimiento de otro.

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Anteriormente se ha definido el Estado como sociedad humana organizada en un territorio
definido mediante un orden jurídico, servido por un cuerpo de funcionarios organizado en
un poder jurídico, autónomo y centralizado, que tiende a realizar el bien común
Población. Asociada a un Estado-Nación existe siempre un conjunto de personas
que lo habitan y que están sujetas a intereses comunes. La población cuenta con una serie
de derechos, y además de cumplir con ciertas obligaciones y responsabilidades.
Territorio y Fronteras. Siempre existe un espacio físico concreto donde se asienta
la población perteneciente a un Estado. Ese espacio físico tiene demarcados claramente
sus límites, de modo de evitar conflictos con los Estados vecinos.
Poder-Gobierno. El Poder es la suprema potestad del Estado que lo autoriza para
imponer decisiones de carácter general y regir, aun coercitivamente, según reglas
obligatorias, la convivencia de cuantos residen en su territorio, sujetos a sus facultades
políticas y administrativas. Existe poder cuando el mandato de una sujeto es obedecido
por otros sujetos llamados gobernados: si no hay obediencia no hay poder. El Poder se
ejerce a través del Gobierno que realiza la voluntad del Estado.
En los sistemas parlamentarios (Europa), se considera que el gobierno es el Poder
Ejecutivo, con exclusión de los Poderes Legislativo, Judicial y por lo cual al primer
ministro o presidente del Consejo de Ministros se lo denomina jefe del gobierno.
En los países americanos, donde domina el sistema presidencialista, el gobierno está
integrado por los órganos del Poder Público: Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral.
El gobierno es conjunto de órganos ejecutores del Poder público del Estado, realizando la
voluntad de este, ordenando y manteniendo un régimen con arreglo a la Constitución.
La Población del Estado y su posición jurídica

El poder político se manifiesta a través de una serie de normas y de actos normativamente


regulados, en tanto que la población y el territorio constituyen los ámbitos personal y
espacial de validez del orden jurídico. Se ha dicho que la ordenación jurídica bajo un poder
de mando es el elemento formal, mientras que la población y el territorio son los elementos
materiales del Estado. Mas no hay que olvidar que lo mismo la población que el territorio
se hallan en todo caso determinados por el ordenamiento jurídico.
La población. Los hombres que pertenecen a un Estado componen la población de éste.
En este sentido, García Máynez, hace la distinción de considerar a la población en su doble
aspecto de objeto o sujeto de la actividad estatal. En el primer caso se le llama SUBDITO
y en el segundo CIUDADANO. Como objeto (súbdito) de la actividad estatal, la población
se revela como “el conjunto de elementos subordinados a la actividad del Estado”.

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Como Sujeto o Ciudadano de la actividad estatal: los individuos que forman la
población aparecen como “miembros de la comunidad política gozando de derechos que
puede hacer valer frente al Estado y que constituyen el status personal”, cuyas facultades
integrantes son de tres clases: 1. Derechos de libertad; 2. Derechos de petición (facultad
de pedir la intervención del Estado a favor de intereses individuales); y 3. Derechos
políticos.
1. La existencia de los derechos de libertad significa que las personas en cuanto
miembros de la comunidad política, se encuentran sujetas a un poder limitado. La
subordinación del individuo tiene como límite el conjunto de deberes que el orden jurídico
le impone. El radio de actividad que queda a cada sujeto, abstracción hecha de sus
obligaciones jurídicas, tanto positivas como negativas, representan su libertad. No se trata
de libertad en sentido natural, sino de una facultad normativamente reconocida. Frente a
este derecho, la posición del Estado, en relación con los individuos, es puramente negativa.
2. Un segundo grupo de facultades que pertenecen al status está constituido por los
derechos cuyo ejercicio tiende a la obtención de servicios positivos por parte del Estado.
Entre esas facultades figuran los derechos de acción y petición, lo mismo que la pretensión
de que aquél ejerza la actividad administrativa en servicio de intereses individuales. Frente
a este derecho, la posición del Estado, es positiva.
3. La intervención del individuo en la vida pública supone tanto el ejercicio de
derechos como el cumplimiento de obligaciones. Por ello es que entre las facultades que
integran el status figuran, en tercer término, las que permiten a los particulares el
desempeño de funciones orgánicas (votar, ser votado, tomar las armas en defensa de la
patria, etc.). Estas facultades, que hacen posible imputar a la persona jurídica estatal actos
realizados por personas físicas, reciben el nombre de derechos políticos.
Entre los derechos que forman el status, algunos pertenecen exclusivamente a los
ciudadanos (derechos políticos); otros corresponden a todos los miembros del Estado, lo
mismo que a los extranjeros (derecho de libertad, derecho de petición en asuntos que no
tengan carácter político, derecho de acción, etc.).
La pertenencia al Estado se halla condicionada por un vínculo jurídico específico: la
nacionalidad (por nacimiento o naturalización). Esta última debe ser distinguida de la
ciudadanía, que implica la facultad de intervenir, con el carácter de órgano, en la vida
pública.
El Territorio Estatal y su importancia jurídica y política

El territorio suele definirse como la porción del espacio en que el Estado ejercita su poder.
Siendo éste de naturaleza jurídica sólo puede ejercitarse de acuerdo con normas, creadas

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o reconocidas por el propio Estado. El ámbito espacial de validez de tales normas es
precisamente el territorio en sentido político.

Según Georges Jellinek, la significación del territorio se manifiesta en dos formas


distintas: una negativa y la otra positiva. La significación negativa consiste en que ningún
poder extraño puede ejercer su autoridad de este ámbito sin el consentimiento del Estado.
La significación positiva consiste por su parte en que todas las personas que viven en el
mismo ámbito se encuentran sujetas al poder estatal.

Tratándose del Estado, el territorio es un elemento de primer orden, colocado al lado


del elemento humano en cuanto a que su presencia es imprescindible para que surja
y se conserve el Estado. Las teorías contemporáneas reconocen la importancia del
territorio como la base esencial para la construcción jurídica del concepto de Estado,
puesto que sobre él se instala el primero de los elementos, la población, constituida en
comunidad nacional.
El mundo está dividido por países, que son considerados jurídicamente bajo la
denominación de Estado cuando tienen establecidos mediante una Constitución o Carta
Magna las finalidades de su establecimiento, los derechos fundamentales de los
ciudadanos y las leyes supremas que deben ser respetadas por los Códigos, Leyes y
Normas que procederán a partir de la misma y regirán en la distinta resolución de
conflictos entre individuos pertenecientes a su comunidad.
Pero además de estas disposiciones jurídicas es necesario un factor fundamental en la
concepción de un Estado, y es lo relacionado a su territorio, definiéndose como una
medición de un área o superficie en el que se abarcará no solo la constitución del mismo
como una simple extensión de terreno, sino que además deja un Asentamiento Jurídico.
La importancia legal que tiene un Territorio está en la asignación de una Jurisdicción,
fijando el alcance de las leyes para poder ser aplicadas en una zona determinada, pudiendo
éste poder ser dividido en distintas Zonas o Regiones, que reciben el nombre de Provincias
o Departamentos y éstos a su vez se subdividen en Ciudades o Poblados
El territorio del Estado comporta uno de los conceptos más importantes del
ordenamiento jurídico internacional, y de mayor trascendencia para los estados, y
que en su trayecto histórico ha dado lugar a numerosos conflictos entre éstos, incluso
por mínimas porciones de tierra. El examen del concepto de territorio, de los conflictos
territoriales que han existido y los que están aún pendientes, y de los distintos modos de
adquisición de la soberanía territorial reconocidos por el Derecho internacional que sirven
para solucionarlos.
Los hombres llamados a componer el Estado, deben estar permanentemente establecidos
en su suelo, suelo que se llama patria; que deriva de dos vocablos latinos: terra patrum
(tierra de los padres). La formación estatal misma supone un territorio. Sin la existencia

32
del territorio no podría haber Estado, por lo tanto, Porrúa Pérez, afirma que es un elemento
necesario para su vida. Este hecho se expresa por Jellinek diciendo que el Estado es una
corporación territorial.
Por lo tanto territorio es el espacio sobre el que se encuentra instalada la comunidad
nacional y es elemento del Estado, situado en la doctrina clásica detrás de la
población y antes del gobierno u organización política. El territorio comprende
además de la superficie terrestre, el subsuelo, la atmósfera y el mar territorial, al
igual que la plataforma continental.
Entre todas las teorías jurídicas y políticas formuladas para intentar explicar la relación
existente entre el Estado y su territorio, destacan aquellas que ven en el territorio
simplemente un elemento constitutivo del Estado, el objeto mismo del poder estatal, un
límite geográfico a la acción de los gobernantes y, finalmente, un título de competencia
que justifica la acción estatal.
Aspectos del territorio por su importancia jurídica y política.
Territorio como elemento integrante del Estado. La teoría de Rousseau sobre el
territorio ha sido de importante influencia en la doctrina francesa del Derecho público
interno, diciendo que el territorio es un «elemento subjetivo del Estado personificado, que
forma parte integrante de su naturaleza y se halla afectado de modo exclusivo al ejercicio
del poder público». El propio autor citado no considera aceptable la teoría expuesta al
principiar en una confusión entre «condición» y «elemento» y fundarse en la personalidad
del Estado considerada como postulado. Además de ello esta teoría se muestra
imposibilitada de explicar gran parte de los fenómenos y situaciones que en Derecho
Internacional pueden afectar al territorio estatal.
Territorio como objeto mismo del poder estatal. En función de la interpretación
del poder estatal como un derecho real de propiedad o derecho real de soberanía, se hace
necesario un estudio diferenciado de la teoría conocida como del territorio-objeto. La
primera interpretación, residuo del Estado patrimonial, es rechazable por idénticas razones
que esta concepción del Estado, al confundir los conceptos de dominium e imperium. Pero
también lo es la segunda interpretación por cuanto para su admisión es necesaria la de la
ficción de la personificación del Estado como titular de derechos subjetivos, así mismo
como porque, al decir de Duguit, el imperium significa un poder de mando no ejercitable
sobre un territorio, sino sobre personas y los hechos que realicen.
Territorio como gobierno político. Concibe esta teoría al territorio como el
perímetro dentro del que se ejerce el mando del Estado, «el límite material de la acción
efectiva de los gobiernos», según Duguit o con Malberg, «el marco dentro del cual se
ejerce el poder estatal». Fácilmente puede criticarse la anterior teoría, pues el territorio,

33
además de límite, proporciona al Estado un título positivo de competencia sin el que no
queda habilitado para actuar.
Territorio como prerrogativa de competencia. Dominante en la actual literatura
jurídica, considera al territorio como la porción de la superficie terrestre sobre la que se
aplica, con posibilidad real de ejecución, el ordenamiento jurídico del Estado, y ello por
integrarse de manera plena en la moderna concepción de las prerrogativas estatales como
conjunto de competencias atribuidas a los detentadores del poder público y sus agentes
para la realización de funciones de interés social. Explica esta teoría las funciones
territoriales entre Estados como simples transferencias de competencias, siendo capaz de
adaptarse a toda situación territorial que se presente gracias a la ductilidad de dicha noción
de competencia.

El Poder Político del Estado y la lucha por el poder

El poder político es el ejercido por el gobierno de un estado, y consiste en el derecho


legítimo a adoptar ciertas categorías de decisiones y obligar con ello a la población a
adoptar ciertas actuaciones y comportamientos, y es legítimo cuando los poderes del
estado han sido elegidos conforme las leyes, según los establecido por la constitución de
cada país. Es posible que se tenga autoridad no como individuo sino como un cuerpo
colegiado, o como una subcolectividad.
En los trabajos de G. Jellinik y otros autores encontramos que el Estado tiene un poder
político que nace de la voluntad general para realizar un fin o fines determinados.
Encontramos entonces que en todo Estado de derecho como se suele llamar, no se
exterioriza sino en el derecho y propone el orden jurídico como norma y limitación de su
voluntad soberana, pero el Estado de derecho (Rechstaat) debe ser también Estado de
cultura (Kulturstaat), de ahí que el aspecto jurídico del estado no agote la doctrina acerca
del mismo y habrá que hacer, por ende, estudios sobre la naturaleza física, económica,
ética y política del mismo
Se subraya entonces, como definición que el poder político es la lógica del ejercicio de las
funciones por parte de las personas que ocupan un cargo representativo dentro de un
sistema de gobierno en un país. Generalmente, éste influye en el comportamiento, sea en
pensamiento o en el actuar de una sociedad.
Para Jellinek el obrar estatal al ajustarse al derecho y no solamente a una vertiente
sociológica del poder, considera que debe asegurarse un desarrollo ético el que también
debe reflejarse en los fines del Estado para asegurar la solidaridad y el progreso común,
criterio ético que lo diferencia del de Carl Schmitt y de su fundamentación decisionista
sobre el obrar del estado; por lo que el aporte de Jellinek en la construcción de una doctrina

34
orgánica del Estado comprende en su composición la dinámica de su actuar dentro de un
estado de derecho.
Democracia. Es la que tiene como sustento la legitimidad otorgada por el pueblo mediante
el voto popular (elecciones), pero se le suele considerar abusivo cuando se excede en el
ejercicio de sus funciones, avanzado en materias que están dentro del ámbito de los otros
poderes, que se conoce como intromisión de poderes). El poder político es ilegítimo
cuando utiliza mecanismos no autorizados por las leyes y se adueña del poder
gubernamental ejecutivo-legislativo-judicial, sin tener la legitimidad del pueblo, otorgada
por el voto popular.
La política proviene de la acción, que a su vez se origina en el titular de la decisión política.
Tanto una como la otra están limitadas por la ley. La acción política tiene una libertad
condicionada por el derecho positivo del Estado. Es la propia Ley la que confiere
atribuciones para ordenar y decidir; y también para acatar y comprometerse a cumplir tal
voluntad política.
El gobierno es acción por medio de la que la autoridad establece una conducta a los
gobernados. Es dar órdenes en todo lo que se relaciona con el bien público.
Poder político desde un punto de vista filosófico-político, se concibe al poder como la
capacidad que tiene un individuo o un grupo de modificar la conducta de otros individuos
o grupos. En Ciencia Política, aunque ya no se acepta que sea el concepto central único,
hay acuerdos en este tópico; por ejemplo Burdeau lo define como una representación
mental, colectiva y dominante, del orden social deseable", en nombre de la cual se presta
acatamiento al mando político.
Desde siempre en su expresión social, se manifiesta en las relaciones humanas y en su
génesis está el sentido de obediencia: se tiene poder en la medida en que se es obedecido.
Desde la tradicional definición de hombres y mujeres como "animal político", ofrecida por
Aristóteles, hasta las concepciones actuales sobre la complejidad del poder en las
condiciones de un mundo global; los problemas de gobernabilidad derivados de
fenómenos como la corrupción; los cambios en los fundamentos de la legitimidad del
poder en una era mediática; los intentos opuestos de fundar comunidades políticas
autogestionarias de un lado, a trans-estatales por otro, todos ellos son aspectos candentes
de unas ciencias políticas que se ocupan de un tema de importancia capital para el ser
humano.
Para Marx, el poder político es una peculiar relación entre los hombres (individuos,
grupos, clases sociales o naciones) en la que los términos de tal relación ocupan una
posición desigual o asimétrica, claro está en el marco existencial e histórico de la lucha de
clases. Son relaciones en las que unos dominan, subordinan, y otros son dominados,

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subordinados. En las relaciones de poder, el poder de unos es el no-poder, o subordinación
de otros. Dominación y sujeción se imbrican necesariamente.
En la dominación se impone la voluntad, las creencias o los intereses de unos a otros, y
ello independientemente de que la sujeción se acepte o se rechace, de que se obedezca o
desobedezca interna o externamente, o de que la desobediencia externa adopte la forma de
una lucha o resistencia. La aceptación o el rechazo de la dominación, la desobediencia o
la resistencia a ella, caracterizan modos de asumir las relaciones de poder, pero ni en un
caso ni en otro se escapa a su inserción en ellas, o a sus efectos desiguales entre
trabajadores y dueños de los medios de producción. Las relaciones de poder no sólo se dan
en una esfera exclusiva de la realidad humana (económica, política e ideológica) ni se
localizan o centralizan en un solo punto, el Estado, sino, que se diseminan como ha puesto
de relieve Michel Foucault en vigilar y castigar por todo el tejido social. Pero esto no
significa que los poderes así diseminados (en la familia, la escuela, la fábrica, la cárcel, el
cuartel, etcétera) no se relacionen con ciertos centros de poder y que, a su vez, entre
aquellos y éstos, y entre los centros mismos, no se dé cierta relación e incluso una
jerarquización en sus fundamentos y consecuencias.
Siempre dentro del marxismo, en cuanto a la lucha por el poder político su fin primordial
es obtener el poder del Estado para Administrarlo o Gobernarlo, o usarlo para desarrollar
nuevas ideas o establecer cambios. Debe subrayarse que desde un punto de vista socialista,
la sociedad está dividida en clases, por tanto se plantean relaciones antagónicas con
intereses irreconciliables. En este contexto de la lucha por el poder político, en los últimos
cien años, los individuos han optado por enfrentarse desde ideologías de izquierda y de
derecha, y desde opciones extremas como la lucha armada y guerrillera, hasta la propuesta
de gobernar y alcanzar el poder por medios legítimos como son las elecciones según lo
establece los parámetros de un estado democrático. Ejemplos de ello lo encontramos en
Nicaragua, El Salvador y Venezuela. Ya en el poder, los partidos han realizado reformas
a las respectivas constituciones, incluso han aprobado y promulgado una Constitución
como la de 1987 en Nicaragua.
Otra idea bastante radical la encontramos en Gaetano Rametta quien destaca y sostiene
como en su libro sobre La paz perpetua que la forma constitucional más distante de un
ejercicio republicano del gobierno y más cercano al despotismo se encuentra en la
democracia, porque en ésta todos tienden a formular las leyes y por consiguiente todos
tienen la pretensión de ejercer el poder de soberanía sobre los demás, lo cual lleva
inevitablemente aparejada la identificación entre facultad legislativa y poder de gobierno
imposibilitando la distinción entre órganos. Por lo demás, en una democracia el gobierno
de la mayoría sobre la minoría parece despótico porque de todas maneras es el gobierno
de una fracción sobre otra imponiendo el respeto a una ley que no proviene de la voluntad
general de todo el cuerpo político.

36
Represión y estado. En la producción social de la vida, los hombres entran en relaciones
definidas que son indispensables e independientes de su voluntad, relaciones de
producción que corresponden a un estado definido de desarrollo de sus fuerzas materiales
de producción. Estas relaciones constituyen la estructura económica de una sociedad, el
fundamento real sobre el cual se levanta la superestructura jurídica y política. Frente al
enfoque del bien común el estado surge de las relaciones de producción, no representa el
bien común sino que es expresión política de la estructura de clases inherente a la
producción.
Puede haber ocasiones y asuntos en que casualmente coincidan los intereses de todas las
clases: pero en su mayor parte y en esencia, estos intereses están fundamental e
irrevocablemente en pugna, de modo que no es posible que el estado sea su apoderado
común; la idea de que pueda serlo es parte del velo ideológico que una clase dominante
tiende sobre la realidad del régimen de clase. Frente a la dominación, una vez que llego a
su formulación de la sociedad capitalista como sociedad de clases, dominada por la
burguesía, se siguió que el estado es expresión política de esa dominación.
En esta dirección, Antonio Gramsci adopta la noción marxista de hegemonía burguesa en
la sociedad civil y la convierte en un tema central de su interpretación del sistema
capitalista; entendiéndola como predominio ideológico de los valores y normas burguesas
sobre las clases consideradas subordinadas; con esta perspectiva el concepto de sociedad
civil adquiere una nueva dimensión que redimensiona los alcances de lecturas relacionadas
con la conciencia de clase que dominaran desde conceptos como los de supra estructura
tan caros a los planteamientos de Marx, Engels, Lenin y Trostky; para Gramsci el estado
era mucho más que un aparato coercitivo de la burguesía, tan caro al pensamiento leninista,
el estado incluía la hegemonía de la burguesía en la superestructura.

Actualmente en el contexto de la globalización, nuevas estructuras jurídicas tienden a la


configuración de un derecho cosmopolita que permiten reducir y delimitar la soberanía
estatal, estableciendo estándares y valores frente a formas de conflicto armado, a formas
de impacto tecnológico en los ecosistemas, en los abusos de poder que se dan en el seno
de los mismos sistemas estatales y en la redefinición de las circunscripciones legales. De
otro lado, hay una reconstitución de las prácticas políticas ciudadanas sobre la base de
múltiples ciudadanías y biografías transnacionales. Las formas identitarias políticas se
segmentan y rompen los órdenes del estado; emergen identidades étnicas y nacionales,
religiosas y de género globo localizadas, los consumidores actúan políticamente y la
subpolítica moviliza la ciudadanía local y transnacional por fuera de las formas instituidas
nacionales y globales de la política pública identitaria, de las poblaciones, de las
diferencias y de las subjetividades.

Para Michel de Foucault se denominan estrategias de poder a la totalidad de medios que


se ponen en operación para aplicar el poder efectivo o para mantenerlo; constituyen
igualmente modos de acción sobre una acción posible de otros: en consecuencia, las

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estrategias se interpretan en términos de mecanismos puestos en juego. Toda relación
implica en potencia, una estrategia de lucha, en donde las dos fuerzas no se superponen ni
pierden su naturaleza específica; cada una de ellas constituye para la otra un límite
permanente o un punto de retroceso posible, esta relación alcanza su momento final
cuando mecanismos estables remplazan el libre juego de las reacciones antagónicas

En todas estas dinámicas hay una contrapartida que crea la estrategia de luchas, se trata de
un límite, de una frontera en la que en lugar de la manipulación calculada se constituye
una reacción consistente en puntos de insubordinación que son medios de escape; para
Foucault este fenómeno posibilita establecer diferencias entre formas de resistencia y
formas de poder. La resistencia es propiamente un catalizador que esclarece las formas de
poder, localiza su posición, descubre su punto de aplicación y los métodos usados; por
esta razón entre estrategia de poder y acción de lucha existe atracción recíproca y
oposición perpetua.

Hoy por hoy, más allá de las luchas por el poder a nivel interno de un Estado, es necesario
conocer, examinar, estudiar y descifrar la globalización como una transformación lenta,
posrevolucionaria y época del sistema nacional e internacional de equilibrio del poder y
sus reglas, un sistema dominado por el relaciones internacionales entre los estados. En la
relación entre la economía mundial y el estado se da un juego de meta-poder, vale decir
una lucha por el poder en la que el equilibrio y las reglas del poder del sistema estatal
nacional e internacional se transforman y reescriben

Ha sido especialmente en el ámbito de la economía donde se ha desarrollado un meta-


poder que escapa del juego de poder territorial -organizado con forme a los estados-, y
conquistado nuevas estrategias de poder en el espacio globalizado, mientras los estados
permanecían arraigados a los territorios. La consecuencia es que los estados nacionales de
la primera modernidad, que rivalizaban sobre todo militarmente, se convierten en estados
competitivos de la segunda modernidad, que rivalizan sobre todo económicamente y a
escala mundial. La llave del poder ya no es la fuerza militar, sino la respectiva posición
de los estados en el mercado mundial. Los principios de la territorialidad y violencia ponen
fronteras claras al poder estatal.
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Bibliografía Básica.

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