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“Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional”

UNIVERSIDAD NACIONAL
FEDERICO VILLARREAL

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLITICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

ASIGNATURA: DERECHO PROCESAL CIVIL

PROFESOR: FELIX SUMOSO GARCIA

INTEGRANTES: CEVALLOS AMPUERO MANUEL ADOLFO


MAMANI AVALOS, KEDIN MARLON
REYNA CIEZA BECERRA

CICLO: III AÑO

AULA: B4-1

2018
1. BREVE EVOLUCION HISTORICA

Las excepciones procesales tienen su origen en el segundo periodo romano, en el


sistema formulario, durante el derecho justinianeo. La diferencia entre excepción y
defensa se disolvió, se concebía la excepción como la oposición que el demandado
interponía contra la demanda, bajo cualquier alegación procesal o material. La falta
de precisión en torno a la naturaleza jurídica de la defensa y la excepción, ha
determinado que algún sector de la doctrina niegue la existencia de la excepción
en el derecho romano.

En el derecho romano existieron tres etapas claramente marcadas: el antiguo, el


clásico y el bajo imperio. En cada una de ellas existió una forma diferente de
procedimiento: legis actiones o acciones de la ley, la formulatio o procedimiento
formulario y la extraordinaria cognitio. Las excepciones tienen su origen en el
segundo periodo del procedimiento romano, esto es, cuando regia el sistema
formulario. Consistía en que después de un debate contradictorio, se componía de
la demonstratio (exposición de los hechos), la intentio (resumen de las pretensiones
del actor), la condemnatio (que autoriza al juez para condenar o absolver según el
resultado de la prueba) y la Adjudicatio (por la que el juez para acordar a algunas
de las partes la propiedad de una cosa).

En el derecho hispano, en la época de Teodosio (438 j.c) se las incluyo en el código


teodosiano, pero es recién después de la invasión de los barbaros en el siglo V, con
la sanción del código de Tolosa y el brevario de aniano, que se introdujeron
definitivamente en el fuero juzgo y demás leyes hasta las partidas.
Se afirma que la primera clasificación de las excepciones procesales se encontraron
en las institutas de Justiniano de la siguiente manera:

a) civiles y honorarias, dependiendo si eran establecidas por el derecho civil o


acordadas por el pretor

b) las fundadas en la equidad, que eran la mayoría de las excepciones; y las


fundadas en el orden público como la cosa juzgada, y también la fundadas en la
buena fe

c) las perentorias o perpetuas y las dilatorias o temporales. Las primeras podían


interponerse en cualquier clase de procesos; las segundas, tenían un corto periodo
de existencia y vencido el plazo ya no podían interponerse

d) las personales, porque solo podían interponerse contra determinados


demandantes

2- CONCEPTO DE EXCEPCIÓN

Sabido es por todos que la materia de las excepciones ha sido objeto de análisis
desde la época antiguo. Por ello, sin pretender remontarnos a las lejanas épocas
del derecho romano, conviene atisbar un poco en nuestros ordenamientos
hispanos, cuyos tratadistas fueron acuciosos en tratar las defensas que podía
esgrimir el demandado en la protección de sus intereses cuando era emplazado con
una demanda. La existencia de la excepción

Se fundamenta en el hecho de que: “la acción, como derecho de atacar, tiene una
especie de réplica en el derecho del demandado a defenderse. Toda demanda es
una forma de ataque; la excepción es la defensa contra ese ataque, por parte del
demandado. Si la acción es el sustitutivo civilizado de la venganza, la excepción es
el sustitutivo civilizado de la defensa. La diferencia que existe entre la acción y la
excepción, entre ataque y defensa, es que en tanto el actor tiene la iniciativa del
litigio, el demandado no la tiene y debe soportar, a su pensar, las consecuencias de
la iniciativa del demandante. Existe para él una verdadera necesitas defensionis.

Hugo Alsina manifestaba que: “la excepción es el modo normal de poner de


manifiesto un defecto del procedimiento y así el demandado puede valerse de ella
para alegar la ausencia de un presupuesto de la relación jurídica, pero en sentido
estricto solo tiene ese carácter la defensa que requiere una actividad de su parte.

En suma, cuando se plantea una excepción, lo que está haciendo el demandado


es denunciar la inexistencia o la existencia defectuosa de un presupuesto procesal
o de una condición de la acción. Por consiguiente, podemos afirmar que la
excepción, en el ámbito del derecho procesal, consiste en la afirmación de un hecho
de carácter impeditivo, extintivo invalidativo (según la teoría clásica) respecto del
"hecho constitutivo “planteado por el demandante o actor en su demanda. La
institución de la excepción procesal es paralela a la acción procesal. La acción
procesal es el derecho de atacar por el demandante, teniendo su réplica con el
derecho del demandado de defenderse.

Toda demanda, como es sabido, es una forma de ataque y, como defensa contra
ella, la excepción procesal es la actitud que asume el demandado; por esta causa
es que se considera a la acción como sustituto de la venganza privada y a
la excepción como el sustituto civilizado dela defensa. El derecho de defenderse en
juicio por parte del demandado es paralelo a la acción porque significa el reclamo
que hace ante la pretensión del demandante, pidiendo al órgano jurisdiccional el
rechazo de la demanda y, como consecuencia, la pretensión intentada en su contra.
Por ello, la excepción procesal es el título o motivo que, como defensa, emplea el
demandado, contradiciendo o repeliendo lo que se le reclama, alegando en contra
del demandante para excluir, dilatar, enervar, la acción o la demanda del actor.

El efecto de la excepción procesal tiene por finalidad dejar sin razón de ser, sin
eficacia, todo o parte de la acción del demandante y contradecirla en todo o en parte
lo que pide al órgano jurisdiccional.
3- DEFINICIÓN DE EXCEPCIÓN

Las excepciones son los medios de defensa que el demandado opone a la demanda
del actor, cuestionando el aspecto formal del proceso en el que se hace valer las
pretensiones, o cuestionando el fondo mismo de la pretensión procesal, es decir,
negando los hechos en que se apoya la pretensión o desconociendo el derecho que
la sustenta. Según esta definición, en doctrina se ha clasificado a las excepciones
en procesales y sustanciales. Las excepciones procesales son instrumentos
mediante los cuales un demandado puede denunciar la existencia de una relación
procesal invalida por la ausencia de un presupuesto procesal o condición de la
acción o cuando estos se han presentado de manera diferente. Actualmente se
pueden destacar dos significados de la excepción:

Sentido abstracto.- Es el poder que tiene el demandado para oponer, frente a la


pretensión del actor, aquellas cuestiones que afecten la validez de la relación
procesal e impidan un pronunciamiento de fondo sobre dicha pretensión (cuestiones
procesales), o aquellas cuestiones que, por contradecir el fundamento de la
pretensión, procuran un pronunciamiento de fondo absoluto (cuestiones
sustanciales).

Sentido concreto.- Son las cuestiones concretas que el demandado plantea frente
a la pretensión del actor, con el objeto de oponerse a la continuación del proceso,
alegando que no se han satisfecho los presupuestos procesales (excepciones
procesales), o con el fin de oponerse al conocimiento, por parte del juez, de la
fundamentación de la pretensión de la parte actora, aduciendo la existencia de
hechos extintivos, modificativos o imperativos de la relación jurídica invocada por el
demandante (excepciones sustanciales. Es decir, dentro este sentido concreto de
las excepciones, las de carácter procesal objetan la válida integración de la relación
procesal e impiden un pronunciamiento de fondo sobre la pretensión del actor,
mientras que las sustanciales contradicen al fundamentación misma de dicha
pretensión y procuran una sentencia desestimatoria.
Existen una diversidad de autores juristas que han tratado de darle un mejor aserto
acerca del tema que se está tratando entre ellos tenemos:

 EDUARDO J. COUTURE: la excepción es el poder jurídico del demandado de


oponerse a la pretensión del demandante.

 CHIOVENDA: la excepción consiste en la contraposición de un hecho impeditivo,


se presenta como un contra derecho frente a la acción.

 HUGO ALSINA: la excepción es toda defensa que el demandado opone a la


pretensión del actor, o sea que se niega los hechos en que se funda la demanda.

 MANUEL OSSORIO: En sentido lato equivale a la oposición del demandado


frente a la demanda. Es la contrapartida de la acción. En sentido restringido
constituye la oposición que, sin negar el fundamento de la demanda, trata de
impedir la prosecución del juicio paralizándolo momentáneamente o
extinguiéndolo definitivamente, según se trate de excepción dilatoria o perentoria.

 GONZALO CASTELLANOS TRIGO: “Se entiende por excepción toda defensa


que el demandado opone a la pretensión del actor, sea que se nieguen los
hechos en que funda la demanda, sea que se desconozca el derecho que de
ellos pretenda derivarse, sea que sea limite la regularidad del procedimiento con
el fin de destruir la pretensión jurídica incoada en la demanda.”
El derecho a la defensa puede manifestarse de tres maneras, la que no son
excluyentes:

A) DEFENSA DE FONDO O EXCEPCIÓN SUSTANTIVA.-

Referida a los argumentos que vaya a esgrimir la parte emplazada para desvirtuar
las afirmaciones de su contraria, estos es, los alegatos están ligados al tema de
fondo, como es el señalar que el actor no tiene derecho a que se satisfaga la
pretensión que sostiene. Para ser más exacto, son los derechos contrapuestos a
las pretensiones procesales del demandante, que podrían incluso hacerse valer en
la vía reconvencional; las encontramos reguladas en el Código Civil y no en el CPC,
pues éste regula las denominadas defensas de forma.

B) DEFENSA PREVIA.-

Consiste en el cuestionamiento que el accionado hace con relación a la oportunidad


en que se ha iniciado el proceso. Esto es, tiene que ver con que el demandante
haya estado obligado a realizar actos previos a la interposición de su demanda, el
clásico ejemplo es el de la facción de inventario a que hace referencia el artículo
455 de nuestro código procesal civil.

C) DEFENSA DE FORMA O EXCEPCIÓN FORMAL.-

Esta última es la que nos interesa por referirse a las excepciones procesales que
pueden plantearse por la parte demandada con el objeto de impedir la prosecución
del proceso, ya sea dilatándolo, para que sean subsanadas las omisiones
detectadas, o cortándolo definitivamente ante la posibilidad de su amparo. Se
clasifican en perentorias (que persiguen se declare la extinción de la obligación o la
inexistencia del derecho pretendido, por lo que anulan el proceso y la pretensión
procesal del actor queda destruida para siempre); y en dilatorias (que persiguen
excluir la pretensión actual y exigible en el proceso, pero puede volverse a proponer
la misma en otro proceso posterior, por lo que sólo suspenden el trámite del
proceso).

4. RELACIÓN JURÍDICA SUSTANTIVA Y RELACIÓN JURÍDICA PROCESAL

Un proceso civil tiene su origen cuando en la realidad se presenta un conflicto de


intereses intersubjetivo o una incertidumbre, cualquiera de ellas con relevancia
jurídica. Este conflicto de intereses con relevancia jurídica se produce cuando por
lo menos dos personas tienen un interés propio y opuesto al interés del otro respecto
de un mismo bien jurídico.

Así, imaginemos que alguien considera que tiene derecho a poseer un bien que en
ese momento es poseído por otro. Sin embargo, este último considera que su
derecho a mantener la posesión del bien es firme y definitivo, en consecuencia, no
tiene intención de devolver el bien al otro. Este conflicto no tendrá una solución
satisfactoria y aceptable socialmente que no sea a través de un proceso judicial,
dada su naturaleza de conflicto de interés con relevancia jurídica.

En proceso civil cuando entre dos o mas personas se produce un conflicto de


intereses como el descrito en el párrafo anterior, suele decirse que entre ambas hay
una relación jurídica sustantiva. Este es el antecedente material inmediato al inicio
de un proceso contencioso. Cuando una persona quiere que ese conflicto acabe y
que alguien decida que él tiene la razón, no tiene otra alternativa que acudir al
servicio de justicia, es decir debe iniciar un proceso.

A esta nueva relación establecida, la que no alcanza únicamente al demandante y


al demandado, sino también al juez, sus auxiliares e incluso a otras personas que
puedan coadyuvar a la solución del conflicto, se le denomina relación jurídica
procesal.

Pues bien, un juez jamás podrá pronunciarse válidamente en un proceso si éste o


la relación jurídica procesal, conceptos que son sinónimos, no está saneada. Ahora
bien, una relación jurídica procesal estará saneada cuando se encuentren presentes
de manera impecable los Presupuestos Procesales. Precisamente cuando el
demandado plantea una defensa de forma o excepción que como hemos dicho,
también son sinónimos bien puede sustentarse en el hecho que está denunciando
la ausencia o imperfección de un Presupuesto Procesal.

5.- LOS PRESUPUESTOS PROCESALES

No son abundantes las teorías explicativas acerca de la naturaleza jurídica de los


Presupuestos Procesales. Sin embargo, es posible identificar a aquella que
considera a esta institución en su acepción literal, es decir, considera a los
Presupuestos Procesales como los requisitos para la existencia de una relación
jurídica procesal, es decir de un proceso.

Esta teoría llevada a un posición extrema si no hay Presupuesto Procesal, no hay


proceso produce el germen de su propia destrucción. Así, con ella no se logra
explicar como un litigante puede cuestionar la inexistencia de un Presupuesto
Procesal dentro de un proceso, si éste técnicamente no existe, precisamente como
producto de su ausencia. Para usar un ejemplo, si la capacidad procesal es un
Presupuesto Procesal, como en efecto lo es, ¿Cómo voy a poder denunciar su
ausencia si no es al interior de un proceso?.

Por esta razón, la teoría mas aceptada en torno a la naturaleza jurídica de esta
institución, es aquella que enseña que los Presupuestos Procesales son los
elementos básicos y necesarios para la existencia de una relación jurídica procesal
valida, es decir, sin Presupuesto Procesales habrá pero estará viciado, será un
proceso defectuoso. Veamos cuales son los Presupuestos Procesales:

5.1.- LA COMPETENCIA

Es una calidad inherente al órgano jurisdiccional, y consiste en la aptitud para


ejercer válidamente la jurisdicción. Es decir, no basta que un órgano jurisdiccional
sea tal para pueda actúan en cualquier proceso válidamente, para tal efecto es
necesario que cumpla con cierto número de requisitos, los que suelen denominarse
elementos de la competencia, que son: la cuantía, la materia, el turno, el grado y el
territorio.
5.2.- CAPACIDAD PROCESAL

Esta no es otra cosa que la aptitud que tienen los intervinientes en el proceso,
específicamente las llamadas partes procesales, para realizar actividad jurídica
valida al interior precisamente del proceso. Por cierto no todo los sujetos de derecho
que tienen la calidad de parte material, es decir que son parte de una relación
jurídica sustantiva, tiene capacidad procesal

Imaginemos ejemplos tan sencillos como la persona jurídica o el incapaz. Estos


pueden ser titulares de derecho y en mérito de tal tener interés en demandar o ser
demandados, sin embargo, ellos no tienen posibilidad real de actuar directamente
en un proceso, para tal efecto requieren que alguien actúe en su nombre. En estos
como en otros casos se presenta la figura de la representación procesal, la que
siendo tributaria de los aspectos genéricos de la representación, tiene
particularidades que le hacen autónoma. Se trata del instituto procesal a través del
cual se permite que una persona actúe en nombre de una parte material dentro del
proceso.

5.3.- REQUISITOS PARA LA DEMANDA

Siendo la demanda el ejercicio efectivo o la manifestación concreta del derecho de


acción, su actuación implica el cumplimiento de cierto número de requisitos o actos
formales de necesario cumplimiento.

Algunos de estos actos cumplen, en efecto, un rol únicamente formal en la expresión


de la demanda. Siendo así, su incumplimiento impide que la demanda produzca
efectos jurídicos, a pesar de lo cual, el juez advertido de tal incumplimiento puede
conceder el demandante un plazo para que subsane la omisión o insuficiencia.
Estos son los requisitos de la admisibilidad de la demanda.
Sin embargo, hay otros requisitos cuya presencia articula la esencia de la demanda
misma, son tan intrínsecos a ella que se confunde su presencia con la demanda
misma. Por esta razón cuando un juez descubre su ausencia o imperfección, ordena
de inmediato su rechazo. Estos son los requisitos de procedencia de la demanda.

Incluso es posible que determinadas pretensiones tengan su propia vía


procedimental, es decir, que su tramitación se guie por una de las vías
procedimentales conocidas, aun cuando se regulen específicamente para ella
algunos aspectos singulares, concretamente algunos requisitos propios.

Como se advierte, los requisitos de admisibilidad y procedencia de la demanda sin


imprescindibles para que este acto apertorio del proceso produzca efectos jurídicos,
es en tal merito por el que se convierten en un Presupuesto Procesal.

6- CONDICIONES DE LA ACCIÓN

De la misma manera como ocurre con los Presupuestos Procesales, el concepto


del título no refleja con precisión su contenido y mucho menos su naturaleza. Sobre
las Condiciones de la acción se han elaborado por lo menos dos teorías explicativas
de su naturaleza jurídica.

La primera de ellas considera que se trata de los elementos necesarios para que
una demanda tenga un pronunciamiento favorable, vale decir sea amparada. La otra
considera que las Condiciones de la acción son los elementos indispensables para
que el órgano jurisdiccional pueda expedir un pronunciamiento valido sobre el fondo.
Vamos a describir cuales son las condiciones de la acción a fin de advertir como la
segunda teoría es, en nuestra opinión la más acertada.

6.1.- INTERÉS PARA OBRAR

Esta necesidad de acudir al órgano jurisdiccional como único medio capaz de


procesa y posteriormente declarar una decisión respecto del conflicto que están
viviendo, es lo que se conoce con el nombre de Interés para obrar.
Es conocida también como el nombre de Interés procesal se caracteriza y se
diferencia de la otra forma que toma el interés jurídico en el derecho material en que
es abstracto, es decir, no tiene contenido jurídico, no se sustenta en la presencia o
no de otro derecho material, no requiere de contenido patrimonial o moral, como
podría ser el caso de los intereses expresados como consecuencia de la titularidad
de un derecho material.

De tal suerte que en un proceso una parte tendrá interés para obrar cuando su
presencia en el proceso se entienda a partir de la imposibilidad jurídica de poder
solucionar su conflicto de interés de manera distinta a la petición ante el órgano
jurisdiccional. Esa necesidad abstracta de tutela jurídica constituye el Interés para
Obrar.

6.2.- LEGITIMIDAD PARA OBRAR

Conocida también con los nombres de Calidad para obrar o Legitimatio ad causam,
es una de las instituciones más sofisticadas del derecho procesal. Regularmente
encierra más cosas de las que usualmente se le imputa y, en otros ámbitos, resulta
conteniendo menos de los que cotidianamente se afirma.

En realidad es un concepto lógico de relación, cuyo entendimiento es sencillo si se


recuerdan los conceptos de relación jurídica sustantiva y relación jurídica procesal
ya expresados anteriormente. Así, en un proceso hay Legitimidad para obrar cuando
las partes materiales, es decir las conformantes de una relación jurídica sustantivas,
son también las partes en la relación jurídica procesal. Apreciada de esta manera,
la Legitimidad para obrar aparece como una institución en apariencia sencilla.

7- RELACIÓN ENTRE LAS EXCEPCIONES Y LOS PRESUPUESTOS


PROCESALES Y LAS CONDICIONES DE LA ACCIÓN.

Como expresamos al inicio, los conceptos de defensa de forma y excepción son


sinónimos. En realidad cuando deducimos una excepción lo que estamos haciendo
es proponiendo una defensa de forma.
Ahora bien, los conceptos antes desarrollados nos permiten introducirnos ahora si
con tranquilidad en la esencia misma de la excepción, en su naturaleza jurídica. Allí
encontramos que cuando una persona interpone una excepción en realidad lo que
está haciendo es denunciar que en el proceso no existe o existe, pero de manera
defectuosa, un Presupuesto procesal o que no existe o existe, pero de manera
defectuosa, una Condición de la Acción. Eso y no otra cosa es la excepción, su
ligazón con los dos institutos antes desarrollados es indisoluble, de hecho no es
posible explicar que es la excepción sin antes no tener claro que son los
Presupuestos procesales y las Condiciones de la acción.

Conviene precisar que este es el criterio que ha asumido el Código Procesal Civil
Peruano para desarrollar la presente temática en el plano normativo. Apreciemos
las excepciones reguladas en dicho ordenamiento, apuntando a precisar que
instituto es el que se prevé su ausencia o insuficiencia para amparar una excepción.

8.- LAS EXCEPCIONES DE FALTA DE LEGITIMIDAD PARA OBRAR DEL


DEMANDANTE Y DE FALTA DE LEGITIMIDAD PARA OBRAR DEL
DEMANDADO

Ya se ha visto que la legitimidad para obrar es una de las dos condiciones de


ejercicio válido de la acción. Se concibe en la doctrina de varias maneras: por la
legitimidad para obrar la ley faculta a una persona a formular una pretensión
(legitimidad activa) o a contradecir esta pretensión (legitimidad para obrar pasiva),
también, como la posición habilitante dentro del proceso para formular pretensiones
o contradecirlas, o, asimismo, como la relación de correspondencia entre la persona
del actor concreto y la persona que en abstracto favorece la ley (legitimidad para
obrar activa) y, esa misma relación, entre la persona demandada en concreto y la
persona que en abstracto ésta obligada por la ley.

En resumidas cuentas, cuando nos preguntamos si una persona (demandante)


tiene legitimidad para obrar, debemos tratar de responder si esa persona en
concreto tiene facultad legal para proponer la pretensión contenida en la demanda
(legitimidad activa) o, en su caso, si la persona demandada tiene facultad legal para
contradecir esa pretensión (legitimidad pasiva). Con mucha razón Fenochietto y
Arazi, citando Palacio, consideran que hay falta de legitimación para obrar cuando
el actor o el demandado no son las personas especialmente habilitadas por la ley
para asumir tales cualidades con referencia a la concreta materia sobre la cual versa
el proceso ( Montero Aroca lo propone bien), es suficiente afirmar ser titular de un
derecho para tener legitimidad para obrar y, excepcionalmente, debe justificarse en
algunos casos esa legitimidad (como ocurre, por ejemplo, en una demanda ejecutiva
o de ejecución de garantía).

También ha quedado claro y firme que la legitimidad para obrar (activa) no es, en
modo alguno, la titularidad del derecho discutido en el proceso; que el derecho
discutido o controvertido es materia de pronunciamiento en la sentencia, cuando el
juzgador, atendiendo a los hechos y a las pruebas actuadas en el proceso, llega a
la convicción de que la pretensión debe ser declarada fundada o infundada (Art.
121º y 200º del Código).

Cuando el juez califica la demanda (primer filtro o dique), como también ya hemos
anotado, debe examinar, entre otros aspectos, si concurre la legitimidad para obrar
activa, o más precisamente, que esta legitimidad no esté ausente en forma
manifiesta del texto de la demandada y de los anexos. En el supuesto de carecer
manifiestamente el actor de legitimidad para obrar activa, debe declararse
preliminarmente improcedente la demanda, expresando el juez los fundamentos de
su decisión y devolviendo los anexos presentados (Art. 427º inc. 2).

Si el juez no ha advertido la falta de legitimidad para obrar del actor, puede el


demandado oponerla como excepción.

Nuestro Código admite al respecto dos excepciones; la falta de legitimidad para


obrar del demandante y la del demandado (Art. 446º inc. 6).

Procede la primera, cuando el actor, al proponer la demanda, carece en forma


manifiesta, de legitimidad para obrar activa. Y, por otro lado, es procedente la
segunda excepción, cuando el demandado carece manifiestamente de legitimidad
para obrar pasiva.

La legitimidad para obrar siempre se ha analizado en los procesos, es por eso que
muchas sentencias declaran improcedente la demanda, cuando la relación jurídica
material o sustantiva, no se ha trasladado a la relación jurídico procesal, la falta de
legitimidad de obrar del demandante o del demandado no hay relación jurídico
procesal valida. Ej. Si dos personas fuesen los acreedores las dos tienen que
interponer la demanda, si solo una de ellas interpusiera la demanda, sin alegar ni
ostentar representación de la otra, esa persona demandante no tiene legitimidad
para obrar.

Enrique Lino Palacio, sostienes que la falta de legitimación para obrar existe cuando
no media coincidencia entre las personas a las cuales la ley habilita especialmente
para entender o para contradecir respecto de la materia sobre la cual versa el
proceso. Así por ejemplo, si los sujetos de la relación jurídica sustancial por la parte
previa, son tres y solo demanda uno, no existe legitimidad para obrar, esto puede
suceder también en la parte pasiva. Esta excepción no fue legislada por el Código
derogado.

8.1.- EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMIDAD PARA OBRAR ACTIVA Y


PASIVA.-

Con esta excepción, lo que se procura es que exista identificación entre los sujetos
de la relación procesal y los de la relación sustantiva. La relación sustantiva debe
trasladarse a la relación jurídica procesal.

TICONA señala que “cuando el demandado deduce la excepción de falta de


legitimidad para obrar el demandante o demandado, lo que está haciendo es afirmar
que el demandante no es el titular de la pretensión que está intentando o que en
todo caso no es el único que debería hacerlo, sino en compañía de otros u otros, o
que el (el demandado) no debería ser el emplazado dado que la pretensión dada en
su contra le es absolutamente ajena o, en todo caso, que no es el único que debería
ser demandado.
Cuando se declara fundada la excepción de falta de legitimidad pasiva, se suspende
el proceso hasta que el demandante establezca la relación jurídica procesal. Si se
declara fundada la excepción de falta de legitimidad para obrar activa, el efecto
inmediato es anular todo lo actuado y dar por concluido el proceso.

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