CONTEXTO POLÍTICO ESTATAL SALAS CUNAS

Las políticas educacionales a favor de la infancia han estado presentes en el Estado

desde la década de 1920 cuando se promulgo la Ley de Instrucción Primaria
Obligatoria, sin embargo la educación preescolar estuvo presente desde 1906 cuando
se instauró el primer “Kindergarden” como anexo de la escuela Normal Nº1 de
Santiago, más en la idea de una guardería que se un nivel de enseñanza.

No fue hasta 1944 cuando la Universidad de Chile reconoció a la Educación Parvularia

como una profesión especializada en la enseñanza de la primera infancia, que la
educación preescolar comenzó a ser parte de la discusión de los modelos educativos
en el país. En la década de los 60 y luego de la realización de un post título diseñado
por la Universidad de Chile se instauró la Sala Cuna como una especialidad que
acompañó distintas experiencias asistenciales vinculadas a sectores laborales
asociados a la Administración Pública y a empresas del sector privado, todo esto
dentro de un cuadro de bastante excepción en cuanto a las necesidades generales del
país.

A fines del gobierno del presidente Eduardo Frei Montalva se funda la Junta Nacional
de Jardines Infantiles , se inicia la elaboración de Planes y Programas por parte del
Ministerio de Educación. Además se inicia la formación de Técnicos en Educación
Parvularia ante la creciente demanda de personal por el crecimiento de
establecimientos en todo el país.

Para la década del 70 , la dictadura funda la Fundación Nacional de Ayuda a la

Comunidad FUNACO promoviendo la creación de Centros Abiertos para ir en ayuda de
niños y niñas de los hogares más carenciados. Para 1986 esta fundación recibe
Personalidad Jurídica y pasa a tener patrimonio propio. A fines de la década de los 80,
cerca de 40.000 niños preescolares tienen estadía diurna tanto en JUNJI como en
FUNACO.

El retorno a la democracia trajo transformaciones fundamentales para la educación

preescolar. FUNACO pasa convertirse en INTEGRA y esa educación que tuvo un papel
social de custodia, que ejercían a principios de siglo XX las órdenes religiosas y cuyos
destinatarios eran niños y niñas en estado de abandono e indigencia pasó a ser parte
de un proyecto de país y un relato educativo de desarrollo.

En 1999, a través de la ley 19.634 , se reconoce la organización de cuatro niveles de

educación preescolar, entre ellas los niños y niñas de sala cuna. La Sala Cuna Menor
era la educación dirigida a infantes entre las 0 a los 11 meses y se le reconoce como
Sala Cuna Menor.

Entre diciembre de 2005 y diciembre de 2009 hubo un aumento de cobertura de salas

cunas de un 505% pasando de 539 salas cuna a 3.529. En ese mismo año, se promulgó
la Ley 20.379 que en su artículo 12, letras b, c y d indican que el Estado garantizará
para los niños y niñas que presentan situaciones de vulnerabilidad prestaciones
gratuitas de acceso a sala cuna y/o Jardines Infantiles o modalidades equitativas.

En marzo del año 2010, la matrícula total de salas cuna y jardines infantiles de Integra
y Junji alcanzaba los 210.667 niños y niñas. Total que se repartía en un 35% para
Integra y 65% para JUNJI.

En el año 2011, durante el gobierno del Presidente Sebastián Piñera, se promulgó la

ley 20.529, Ley de Aseguramiento de la Calidad que creó una nueva arquitectura del
sistema

educacional chileno, donde la educación a la primera infancia queda como una

responsabilidad del MINEDUC a través de la Dirección General de Educación, JUNJI,
INTEGRA y Jardines Infantiles Particulares.

En el año 2013, el mismo Presidente Piñera anunció un proyecto de ley que estableció
la obligatoriedad a la educación desde los 5 años en una abierta política de aumento
de cobertura que permita contribuir al desempeño escolar futuro, a la superación de la
inequidad y como un potente igualador social.

Durante el segundo mandato de la Presidenta Bachelet, se invirtieron 165 mil millones

en aumento de inversión para salas cunas a través de Integra. Entre el año 2014 y 2018
la cobertura JUNJI e Integra aumentó en 70.000 nuevos cupos.