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La Edad de Piedra o también Etapa Lítica1 2 es el período de la prehistoria que abarca desde que los seres humanos empezaron a
elaborar herramientas de piedra hasta el descubrimiento y uso de metales. La madera, los huesos y otros materiales también fueron
utilizados (cuernas, cestos, cuerdas, cuero, etc.), pero la piedra (y, en particular, diversas rocas de rotura concoidea, como el sílex, el
cuarzo, la cuarcita, la obsidiana) fue utilizada para fabricar herramientas y armas, de corte o percusión. Sin embargo, esta es una
circunstancia necesaria, pero no suficiente para la definición de este período, ya que en él tuvieron lugar fenómenos fundamentales
para lo que sería nuestro futuro: la evolución humana, las grandes adquisiciones tecnológicas (fuego, herramientas, vestimenta), la
evolución social, los cambios climáticos, la diáspora del ser humano por todo el mundo habitable (ecúmene), desde su cuna africana,
y la revolución económica desde un sistema recolector-cazador, hasta un sistema parcialmente productor (entre otras cosas). El rango
de tiempo que abarca este período es ambiguo, discutido y variable según la región en particular. Aunque es posible hablar de este
período en concreto, para el conjunto de la humanidad: no hay que olvidar que algunos grupos humanos nunca desarrollaron la
tecnología de la fundición de metales y por tanto quedaron sumidos en una edad de piedra hasta que se encontraron con culturas
tecnológicamente más desarrolladas. Sin embargo, en general, se considera que este período comenzó en África hace 2,8 millones de
años, con la aparición de la primera herramienta humana (o prehumana).3 A este período le siguió el Calcolítico o Edad del Cobre y,
sobre todo, la Edad de Bronce, durante la cual, las herramientas de esta aleación llegaron a ser comunes; esta transición ocurrió entre
6000 a. C. y 2500 a. C.
Índice
África
Norte de África
El Paleolítico
El Epipaleolítico
Neolítico norteafricano
África subsahariana
Temprana "Edad de Piedra"
Middle Stone Age (MSA) Típica herramienta de piedra
Late Stone Age (LSA) tallada.
Oriente Medio
Paleolítico en Oriente Medio
Mesolítico en Oriente Medio
Neolítico en Oriente Medio
América
Norteamérica y Mesoamérica
Sudamérica
Europa
Véase también
Prehistoria de Europa
Prehistoria de América del Sur
Nota
Referencias
Bibliografía
Prehistoria del Oriente Medio
Prehistoria del América del Sur
Enlaces externos
Prehistoria africana
Prehistoria del Oriente Medio
África
A diferencia de Eurasia e, incluso, América, los cambios climáticos ocurridos durante la prehistoria en el continente africano no son
glaciaciones sino periodos de mayor humedad (pluviales) alternados con otros de más aridez (interpluviales), si bien su
determinación y cronología es bastante difícil de delimitar (para algunos los episodios pluviales corresponden con las glaciaciones,
para otros, con los interglaciares):4
Kagueriense: sería el pluvial conocido de mayor antigüedad, identificado en el valle del río Kaguera (Uganda) y
coetáneo con la glaciación Günz centroeuropea.
Kamasiense: es el segundo episodio pluvial, coetáneo con la glaciación Mindel europea. Su duración y sus fases
son tema de fuerte controversia.
Kanjeriense: el tercer pluvial recibe el nombre de la pequeña localidad keniana de Kanjera a orillas del lago
Victoria, donde además se han localizado algunos asentamientos olduvayenses. Aunque el Kanjeriense sería
contemporáneo del Riss centroeuropeo, hay quien lo considera un estadio subsidiario del Kamasiense.
Gambliense: Existe una lógica duda sobre si considerarlo el tercero o el cuarto pluvial africano (dependiendo de la
categoría que se le dé al Kanjeriense). En cualquier caso, suele asociarse a la última glaciación, el Würm
centroeuropeo. Fue identificado por primera vez en los sedimentos de la cueva de Gamble (Gamble's Cave), en la
localidad de Elmenteita (Kenia), dondeLouis Leakey lo asoció con el Stillbayense.
Makaliense: este episodio no es un pluvial, sino una fase húmeda atestiguada en los sedimentos del río Makalia
(Kenia). Sucede a un periodo árido conocido como Postgambliense y ambos parecen ser contemporáneos del
postglaciar europeo. Aparentemente, el Makaliense se asocia estrechamente al desarrollo de la cultura Wilton
en el sur del continente.
Norte de África
El África Mediterránea tiene durante la Edad de Piedra, una periodización esencialmente paralela a la
europea,5 al menos hasta el Neolítico, pero después, la influencia de la civilizaciónegipcia y la llegada
de colonizadores fenicios acelera el ritmo evolutivo respecto a Europa.6
El Paleolítico
Las culturas más antiguas pueden inscribirse en el Olduvayense, localizado en yacimientos como Sidi Abderramán en Casablanca
(Marruecos), estudiado por el profesor Pierre Biberson y datado en cerca del millón de años, el cual ha podido establecer una
transición gradual desde una cultura en la que predominan los cantos tallados, hasta otra en la que el bifaz es el fósil director. Las
industrias de Sidi Abderramán podrían vincularse al tipo humano hallado por Camille Arambourg en Ternifine (Argelia), el llamado
Atlanthropus mauritanicus (en realidad una variedad deHomo heidelbergensis).7
El Achelense8 es muy antiguo y muy abundante en esta zona, destacan, entre otros, yacimientos como Sidi Zin (Túnez), Ain Fritissa
(Marruecos), Arka, Erg Tihodaine, Tachengit y Tabelbalá (todos en Argelia); Abbassieh, Kharga y Gurnah (en Egipto). Sólo en
Argelia ha sido posible establecer una secuencia completa del Achelense norteafricano (entre 800 000 y 100 000 años de antigüedad),
especialmente rico enhendidores, además de bifaces.
El Paleolítico medio norteafricano nace por la llegada de los neandertales, probablemente, procedentes de Europa portando su
cultura Musteriense. Actualmente se ha reavivado la controversia sobre la ruta que siguieron los neandertales entre África y Europa,
ya que, aunque se había llegado al consenso de que fue a través del Próximo Oriente, recientes descubrimientos parecen demostrar
que cuando menos hubo comunicación a través del estrecho de Gibraltar, probablemente en ambos sentidos.9 Sin embargo, el
Paleolítico medio norteafricano, tan similar al europeo hasta hace poco más de 50 000 años, inicia un periodo ocupado por una
industria sin paralelo, llamada cultura Ateriense, que recibe el nombre del yacimiento de Bir el-Ater (Argelia). El Ateriense es muy
similar al musteriense y, de hecho, algunos sostienen que deriva de éste, pero se distingue de él porque la mayor parte de los útiles
son pedunculados (raspadores, puntas, raederas, etc.) y piezas foliáceas con retoque cubriente. Se asocia al tipo humano de Jebel
Irhoud (Marruecos). El Ateriense es muy abundante durante unos 20 000 años (Bir el-Ater, Taforalt, Temara, Dar-es-Soltan...), pero
hace 30 000 años comienza su declive, aunque perdura marginalmente hasta el Holoceno, hace 12 000 años. El Ateriense se asocia a
condiciones climáticas secas, por lo que su máxima expansión coincide con periodos de aridez. De hecho, se sospecha que sus raíces
se hunden hasta el año 70 000 a. C. En cambio, su ocaso es producto de un clima más benigno en el Sáhara, lo que provocó la llegada
de pueblos más avanzados, humanos modernos con culturas laminares, fundamentalmente el Iberomaurisiense y otras que se citan a
continuación. De todos modos, durante varias decenas de miles de años las industrias aterienses conviven con las industrias
laminares, ocupando nichos ecológicos diferentes.
Cráneo de Jebel Ihroud Punta foliácea propia del Punta pedunculada típica del Raspador pedunculado
(Marruecos) Ateriense Ateriense característico del Ateriense
El Paleolítico superior tampoco es igual al europeo, pues el conjunto de culturas que se dan en el norte de África es diferente. La
más conocida es el Iberomaurisiense u Oraniense, una facies cultural propia del Magreb que nace poco antes del 30 000 a. C. y
mantiene una extensa longevidad, pues aún se encuentra presente al comenzar el
Mesolítico, desapareciendo hace unos 8000 años. Su
origen y características son aún tema de debate, de hecho ha sido objeto de todo tipo de especulaciones sobre su raíz ateriense, para
unos, traído por inmigrantes de la península ibérica, según los que le dieron su nombre, y de procedencia oriental (llegada de
primitivos modernos) según la mayoría. Es una cultura leptolítica, es decir, laminar: en la que las hojas líticas ya son esenciales como
soportes para todo tipo de utensilios, obtenidos por medio de retoque abrupto, y que con el tiempo tiende a la microlitización,
documentándose, incluso la técnica del microburil, se asocia a restos humanos de aspecto cromañoide europeo, como los de Mecha
el-Arbi y Afalou Bou Rummel;10 pero también tiene muchas similitudes con industrias de zonas ubicadas más al este, sin que haya
podido averigüarse cuál de ellas es la más antigua. Se trata de culturas como el
Dabbaniense (Libia), Mochambiense, Qadense y otras
culturas del valle del Nilo; con una antigüedad mínima de 40 000 años, con numerosos raspadores, raederas, buriles y hojas de borde
abatido. El microlitismo aparece muy pronto, en torno a 14 000 años de antigüedad; estas culturas variadas y, a la vez, semejantes,
enlazan con el Capsiense epipaleolítico.
El Epipaleolítico
La cultura más importante de esta fase es, sin duda, la Capsiense, una cultura bastante tardía, incluso para el Mesolítico, y, de hecho
esta cultura sobrevive al Neolítico bajo la denominación de Neolítico de tradición capsiense. De todos modos el Capsiense fue
definido por J. de Morgan en el yacimiento de El-Mekta, cerca de Gafsa (ﻗﻔﺼﺔ, Túnez), pero su influencia supera la región
magrebí, alcanzado la Cirenaica, e incluso las riberas del valle del Nilo. Los yacimientos capsienses suelen tener gran cantidad de
conchas de origen bromatológico («concheros») y una industria lítica laminar y microlítica (con trapecios y triángulos) a la que se
suman huevos de avestruz, usados como recipientes, muchas veces decorados. El Capsiense se podría asociar a los restos humanos de
Ain Dakkara, en Libia, con las impresionantes manifestaciones rupestres delTassili y otras zonas rocosassaharianas.
Zona occidental
El primer neolítico del litoral norteño de África pertenece al horizonte Cardial, de principios
del séptimo milenio (el hábitat principal eran las cuevas en las que, junto a restos de
cerámica impresa y pruebas de pervivencia de la caza, se encuentran otras que demuestran
que ya se practicaba la agricultura, la ganadería y el marisqueo). En el occidente la cultura
de origen local también se sumó a las innovaciones, naciendo el llamado Neolítico de
tradición capsiense, que predomina en el área magrebí, desde antes de 5000 a. C. hasta
después de 2000 a. C. Este neolítico se caracteriza por un florecimiento en las técnicas de
talla de sílex (al principio predominan los microlitos geométricos, pero son sustituidos por
puntas de flecha foliáceas). La ganadería y la caza son las actividades principales, siendo la
agricultura algo secundario; La cerámica es grosera y sin decoración y compite con las
vasijas hechas con huevos de avestruz, algunas ricamente decoradas.11
Inhumación Capsiense en Huevo de avestruz preparado Técnica del golpe de microburil Escena de pastoreo grabada en
posición fetal como botella Ksar Amar, Marruecos
Zona central
Aparece, en un proceso similar al anterior y cronología coetánea, el Neolítico Sáharo-
Sudanés: éste, aunque se parece al Capsiense (ambos son pueblos seminómadas de
pastores y cazadores), y es posible que tenga mucha relación con él, destaca por su mayor
nivel de desarrollo, una cerámica cuidada, profusamente decorada con incisiones e
impresiones, inhumaciones en posición contraída, con ocre y un ajuar con ornamentos de
cornalina, amazonita, calcedonia o marfil. Se le atribuye un arte rupestre en abrigos y
covachas repartidas por el desierto.
Zona del Nilo12
Se distinguen dos zonas de neolitización aparentemente autóctonas, al sur la zona del Alto
Egipto, con su cultura más importante, el Badariense, y al norte, en el Bajo Egipto, donde
destaca, junto al delta, la cultura de Merimdé y en el lago Moeris, en los estratos más
profundos de el Fayum que se inscriben en las fases neolíticas. En todos los casos el
neolítico nace en el V milenio a. C., perdurando a lo largo del IV milenio a. C. La
comunicación entre ambas zonas debió existir a lo largo del río, pues al comenzar el III
milenio a. C. comparten tantos rasgos en común que podría hablarse de una misma cultura,
no ya neolítica, sino del Calcolítico, el Geerzense, más rico al sur (Nagada II) que al norte
(Maadiense).
El neolítico de Merimdé se conoce por un gran yacimiento en pleno delta (Merimdé Beni-
Salamé) con graves problemas de conservación debido al entorno pantanoso que lo rodea.
Los poblados conocidos tenían viviendas de planta oval construidas con esteras de caña,
con hogares y silos; la cerámica, aunque es variada en formas, es grosera, elaborada sin
torno y carece de decoración, salvo en las últimas fases, en que recibe una capa de engobe
rojo. También modelaron rudimentarias estatuillas, destacando un tosco rostro humano. Hay
restos de fusayolas y algún huso, indicando la existencia de telares. Se evidencia un alto
grado técnico en la industria lítica, con puntas de flecha de base cóncava y piezas
bifaciales, a veces combinando el retoque por presión con el pulimento de piezas, tales
como puntas de lanza de asombrosa factura; también hay cuchillos, dientes de hoz, y otros
utensilios cotidianos como las hachas pulimentadas. En Merimdé aparecieron rudimentarias
paletas cuya supuesta función es la mezcla de pigmentos (quizá para los tejidos), en
materiales diversos y sin formas definidas. Se conocen cientos de enterramientos en fosas
ovales.
Inhumación geerzense con Cerámica pintada del periodo Paleta de esquisto con forma de Estatuilla femenina de marfil de
momificación natural Predinástico Primitivo pescado época Amratiense
África subsahariana
La geografía del África central y meridional resulta bastante homogénea comparada con la de otros
continentes, debido a que se trata de una de las zonas geológicamente más antiguas del planeta y la
erosión ha eliminado las grandes barreras naturales. Tan sólo merece la pena destacar las altiplanicies y
depresiones formadas por movimientos tectónicos diversos: la cuenca del Congo y la hoya del
Kalahari, rodeadas por las mesetas (geológicamente: escudos y macizos arcaicos) en Angola, Namibia
y Zambia, entre otros. Las cordilleras y zonas escarpadas existentes se agrupan hacia el este
(Drakensberg, los montes Muchinga, los montes Mitumba, los montes Ruwenzori, donde se localizan
los picos Kilimanjaro y Kenia y, ya más al norte, el macizo Etíope) en asociación con la gran falla
conocida como Gran Valle del Rift, una enorme zona llena de cizalladuras, volcanes, bloques elevados, gigantescos lagos y sobre
todo barrancos. Tiene forma de «Y» y casi 5000 km de longitud, ya que nace al sur de Mozambique y llega al mar Rojo, desde donde
continúa, en Asia, hasta elvalle del Jordán. Precisamente el Valle del Rift es la zona donde pudo comenzar la historia del ser humano.
Aunque en la actualidad hay considerables diferencias climáticas, hidrográficas y ecológicas, no es posible aplicar estos parámetros a
la Edad de Piedra, pues —como se ha indicado— hubo significativos cambios ambientalesa lo largo de su desarrollo. Precisamente
fue alguno de esos cambios, combinado con transformaciones geológicas, la chispa que, posiblemente, propició la aparición y
evolución de los homínidos. Al parecer, hace más de 20 millones de años, los monos primitivos habitaban los densos bosques de
África Oriental. Estos primates (tal vez Propliopithecus-Aegyptopithecus) se desplazaban por los árboles a cuatro patas. Un presunto
movimiento tectónico (relacionado de alguna manera con el Rift) hizo que las selvas permaneciesen en el oeste, pero provocó una
desecación del este, apareciendo un territorio de sabanas y praderas a las que los nuevos primates tuvieron que adaptarse. De este
modo, se supone que nacieron los primeros antropoidesbípedos, que, posiblemente, pertenecieran a la especieArdipithecus, que, a su
vez, dio lugar a los australopitecinos en un momento indeterminado entre hace seis y cuatro millones de años.
No se descarta que algunos australopitecinos avanzados elaborasen herramientas rudimentarias, pero hay una fuerte polémica al
respecto; por lo que a este punto se refiere se considera que son los miembros del género Homo los primeros que fabricaron
herramientas previsoramente, es decir, antes de necesitarlas, sin improvisar, sino previniendo su posible uso con antelación. En ese
momento comienza la Prehistoria y la Edad de Piedra que, para el África subsahariana suele dividirse en fases de denominación
anglosajona:
Olduvayense: Así llamado por haber sido identificado en el yacimiento de la garganta de Olduvai, al que
acompañan otros muchos lugares, casi todos ellos alineados con el Valle del Rift. Las herramientas olduvayenses
más antiguas podrían tener más de 2,6 Ma (en los yacimientos del Afar etíope13 ), existiendo una secuencia de
hallazgos en toda África Oriental y Austral desde esa fecha hasta hace 1,5 Ma, sin hiatos ni vacíos, por lo que es
posible defender que el Olduvayense pervivió por más de un millón de años (es posible que incluso más, si se
amplia la cronología con ciertos yacimientos más tardíos). El Olduvayense se divide en una fase inicial y otra
evolucionada, identificadas a partir de los lechos I y II de la garganta de Olduvay, aunque hay otros muchos
yacimientos igual de importantes. Al principio, las herramientas son de piedra tallada toscamente, sin que se aprecie
ninguna estandarización en las tácticas de aprovechamiento ni en las formas. Pero poco a poco, van cristalizando
determinados procedimientos y tipos concretos entre los que destacan cantos tallados, poliedros, raederas y
denticulados. Es de suponer que existió una industria en madera o en hueso, pero no se ha conservado en las
mismas condiciones. Los protagonistas de este vasto complejo cultural fueron varias especies del género Homo (H.
habilis, H. rudolfensis y formas tempranas de H. erectus, científicamente desglosadas en la especie H. ergaster).
Todos ellos parecen haber sido cazadores sólo en raras ocasiones, dedicándose, más bien, a la recolección y al
carroñeo; conocían pero no dominaban el fuego, y ya se les atribuyen algunas estructuras de construcción sencilla
para protegerse.14
El Achelense nació en África mucho antes que en cualquier otra parte del mundo, en un momento que parece
coincidir con la gran migración humana hacia Eurasia y con la aparición de formas tempranas de Homo erectus. Sin
embargo, aunque los bifaces más antiguos se han datado en el yacimiento etíope de Konso-Gardula en 1,9 Ma, la
tecnología Achelense no parece salir de África hasta más de un millón de años más tarde. Así, pues, el Achelense
fue patrimonio exclusivo de los africanos (probablemente, de las diversas especies humanas que convivieron en
este continente por estas fechas, sólo algunas tendrían el privilegio de esta tecnología), en tanto que en el resto del
Viejo Mundo persistía la tradición olduvayense. Probablemente, el inventor de esta nueva cultura fue Homo
ergaster, siendo muy representativo el hallazgo de un esqueleto casi completo, aunque infantil, en Nariokotome
(KNM-WT 15000), a orillas del lago Turkana (Kenia).14 La herramienta más conocida del Achelense es el bifaz,
pero la variedad tipológica se amplía, apareciendo hendidores, triedros, bolas poliédricas y todo tipo de utensilios
sobre lascas retocadas. El achelense africano también es longevo, ya que perdura hasta hace unos 200 000 años y,
a menudo es común referirse a él como Fauresmithiense en la zona oriental o Stellenbosch en la zona meridional.
Posiblemente, la expansión del Achelense fuera de África sería consecuencia de una segunda oleada colonizadora
que, esta vez, sin embargo, no alcanzó los confines de Asia.
Línea del tiempo del Paleolítico Inferior del África Subsahariana
El Achelense va desapareciendo en fechas en las que aparecieron los humanos modernos primitivos, mucho más inteligentes y con
una tecnología mucho más sofisticada y diversa. Aunque no pertenezca a esta región, en Jebel Irhoud, próximo a Marrakech
(Marruecos) ha aparecido una mandíbula de primitivo moderno con más de 160 000 años; fecha similar tienen los restos de Herto
(Etiopía) lo que permite jalonar el final de laEarly Stone Age en todo el continente.15
Por su parte, la línea más evolucionada, basada en la extracción de hojas e incluso en la generalización de
microlitos laminares está muy bien representada en los hallazgos de Howieson's Poort (Gauteng, Sudáfrica). Aquí
ya aparecen hojitas de borde abatido e incluso otros microlitos con una antigüedad de hasta 70 000 años, lo que
convierte a esta industria en una de las candidatas a ser antecedente del Paleolítico Superior del Viejo Mundo. Sin
embargo, no hay conexiones probadas entre ambas (salvo, quizá, la cueva de Navaisha en Kenia) y esta industria
carece, asimismo, de una asociación con ningún resto humano hasta ahora conocido (tal vez pueda relacionarse a
18
los restos de primitivos modernos de Border Cave, pero no existe seguridad irrefutable).
Es difícil atribuir grupos humanos a cada una de esas herramientas; quizá las más arcaicas correspondan a presapiens y las más
evolucionadas a los primeros sapiens ancestrales. En efecto, los Primitivos modernos nacen en África en esta fase, como se ha visto
en el epígrafe anterior para Jebel Ihroud (Marruecos) y Herto (Kenia); también se documentan sus restos en los yacimientos
sudafricanos de Border Cave y Klaisies River Mouth.
Como representante de las industrias microlíriticas destaca el Wiltoniense, que se extendió por todo el extremo sur
del continente desde hace unos 8000 años hasta la expansión bantú, por lo que en sus etapas terminales ya
conocía la cerámica, el pulimiento de la piedra y la ganadería y, posiblemente, la agricultura itinerante, pudiendo
considerarse una cultura parcialmente neolitizada. Uno de los asentamientos mejor conservados de esta gran
cultura de cazadores recolectores es el deGwisho.
La tradición macrolítica se ejemplifica, inicialmente en elLupembiense (valle del Congo), cuyas herramientas son de
aspecto arcaico, con pesadas piezas bifaciales similares a hachas y azuelas (sin embargo también hay piezas
bifaciales más finas). Esta tradición parece tener su sucesora en el Magosiense (llamado así por el yacimiento de
Magosi, en Uganda), ya más tardío, aunque mezcla elementos regresivos (núcleos de fuerte carácter musteroide)
con atributos evolucionados (finas piezas foliáceas, numerosos microlitos...); el Magosiense se da desde hace unos
12 000 años hasta periodos muy recientes, evolucionando hacia la microlitización mayoritaria de sus herramientas).
Al Norte del África subsahariana se encuentran herramientas avanzadas emparentadas con las de la Edad de
Piedra intermedia «Middle Stone Age».
El final de la LSA viene acotado por las brillantes manifestaciones de la cultura Nok, que se asocia con la introducción de la
tecnología del hierro a mediados del primer milenio de nuestra era. Aunque, en muchas regiones más aisladas, las herramientas
apenas evolucionaron hasta la época de colonización europea.
Oriente Medio
Se usan indistintamente las expresiones Oriente Medio y Próximo Oriente para designar a la región del
Oriente más próxima a Europa. Sus límites varían según quién utilice el término pero, en su sentido
más restringido, es sinónimo de Asia sudoccidental, incluyendo Turquía, Siria, Líbano, Israel, los
Territorios Palestinos, Jordania, Irak, Irán (también, Arabia Saudí, Kuwait, Baréin, Catar, Emiratos
Árabes Unidos, Omán y Yemen, de los que no se habla aquí). A menudo, se incluye Egipto, pero se ha
preferido dejar el valle del Nilo para el epígrafe África; por la misma razón se reserva Chipre para el
capítulo europeo. En cambio, se incluyen ocasionalmente zonas delCáucaso lindantes con Europa.
En cualquier caso, desde el punto de vista histórico y, más concretamente, prehistórico, el Oriente medio es lo que se denomina una
Zona Nuclear que irradia continuas innovaciones y cambios que influyen decisivamente en el desarrollo, no sólo de zonas limítrofes,
sino de toda Eurasia.
Los primeros bifaces, bastante toscos, aparecen al sur del lago Tiberiades, en Ubeidiya
(Israel), junto a cantos tallados y núcleos toscos. En este lugar también se encontraron
restos humanos muy antiguos (el Hombre de Galilea), no tanto como los de Dmanisi, que
aunque tienen más de un millón de años son muy escasos.
Un Achelense más típico es el que aparece en Banat Yacub (Israel), datado en más de
800 000 años o en los yacimientos sirios de Lantamne (Achelense medio con unos 500 000
años) y Gharmachi (Achelense final). El Achelense final es el más abundante, se encuentra
tanto en yacimientos costeros (Ras Beyruth, Líbano), como del interior, es decir, el valle del
Jordán, Um Qatafa, y sobre todo en Mugharet et-Tabun, que marca la transición al
Paleolítico Medio. Dicha transición parece estar en las industrias líticas llamadas
Yabrudienses (menos bifaces, más utensilios de lascas, mayor importancia del método
levallois...) El Yabrudiense ha sido fechado en Mugharet-el-Zuttiyeh con 150 000 años de
antigüedad.
Paleolítico Medio: Es muy similar al de Europa y toda la cuenca mediterránea, ocupada en aquella época por los
neandertales; su cultura material (con numerosas variantes) se compone, básicamente, de utensilios musteroides
de lascas: La más antigua es la llamada tradición Wadi-Mughara, le sigue la conocida como Mustero-levalloisiense,
la cual parece adentrarse, al menos, hasta Tayikistán. En todo caso, es raro que sobrepase los montes Zagros (así
como en África, los restos musteroides nunca bajaron del Sahel). De hecho, se habla de un Paleolítico Medio
Perimediterráneo.22 El Medio Oriente tiene cuevas tan emblemáticas como Shanidar (Irak), con su célebre tumba
del Hombre de las Flores; Kebara, Amud y Mugharet et-Tabun (Israel), la última ofrece una secuencia casi
completa del Paleolítico Medio, y ambas están asociadas a inhumaciones neandertales; Teshik-Tash (Uzbekistán),
donde se ha identificando la tumba de un niño neandertal, Amrit y Dederiyeh (Siria), Ras Beyruth (Líbano), etc.,
éstos últimos sin restos humanos, sólo con abundanteindustria lítica.
Núcleo levallois típico Raedera lateral sobre Punta levallois laminar Buril sobre hoja de sílex
lasca
En Mugharet et-Tabun (Monte Carmelo, Israel), las industrias líticas más antiguas son las
del Paleolítico Inferior (Achelense final y Yabrudiense); en ellas aparecen piezas de lascas
de tradición Wadi-Mughara. El nivel que se le superpone es el de industrias líticas muy
modernas, laminares, auriñacoides, pero de tradición levalloisiense, este tipo de
herramientas a veces ha sido deniminado Amudiense, pero su identidad es controvertida.
En el techo de la secuencia hay típicas industrias musterienses, virtualmente idénticas a las
europeas y asociadas a restos neandertalienses.
Restos humanos de Primitivos modernos y Neandertales procedentes del valle del Jordán en Israel
Respecto de los fósiles humanos, el valle del Jordán es particularmente conocido por una
serie de restos que comparten rasgos comunes entre Neandertales clásicos y cromañoides
o humanos modernos. Estos a veces han recibido el apelativo de Neandertales progresivos,
aunque en este texto se utilizará más el término Primitivos modernos. Los más
interesantes, aunque no los únicos, son los casi íntegros restos de las cuevas de Skhül,
Qafzeh, Amud y Mugharet-el-Zuttiyeh, con una antigüedad datada entre 100 000 y 90 000
años,23 aunque haya quienes retrotraen la fecha mucho más24 (recuérdese que la
sepultura neandertal de Kebara tiene 60 000 años como mínimo). Al contrario que los
Neandertales clásicos, estos Primitivos modernos no se extinguen, sino que enlazan sin
solución de continuidad con los humanos modernos, tanto en el aspecto fisíco, como
culturalmente. A grandes rasgos, estos Primitivos modernos se distinguen de los
Neandertales clásicos en que tienen el rostro mucho más pequeño, menos prominente, sin
espacio retromolar en el maxilar,25 la frente alta y con mentón (aunque la capacidad
craneana es similar, la estructura de la cabeza: esplacnocráneo/neurocráneo, es muy
diferente).
Lo que no está resuelto es si estos Primitivos modernos de Oriente Medio son una
avanzadilla en su camino hacia Europa (como se ha dicho, hay quien afirma que estos
seres humanos modernos llegaron a Oriente Medio antes que los Neandertales26 ). Ambas
especies estaban en franca expansión, una venía de Europa occidental y la otra de África, y
se encontraron aquí, donde los restos hallados parecen un híbrido, resultado de relaciones
físicas y/o culturales entre ambas especies.27 Lo único comprobado es que los estratos
arqueológicos en muchas cavernas (particularmente Mugharet et-Tabun y Amud) alternan
industrias líticas mustero-levalloisienses de lascas (que se asocian a los Neandertales
clásicos), junto a otras herramientas laminares auriñacoides más avanzadas, sin que pueda
afirmarse cuáles son las más antiguas. Posiblemente convivieron durante miles de años.
Paleolítico Superior: Hasta hace unos veinte años, nuestro conocimiento del Paleolítico Superior del mediterráneo
oriental estaba principalmente fundamentado en los trabajos de Neuville y Dorothy Garrod, realizados en cuevas y
abrigos rocosos de Galilea, Monte Carmelo y la zona de Judea. Esta clasificación de Neuville (1934) admitía un
único linaje evolutivo dividido en varias fases:
Sin embargo, los estudios actuales prefieren referirse a dos corrientes culturales paralelas
diferenciadas, entre otros motivos, por la tecnología lítica aunque ambas incluyen en su
panoplia la producción de microlitos. Además, se ha revisado y corregido la cronología:
Como se ha señalado anteriormente, la cultura Emiriense se considera la transición entre el Paleolítico
Medio y el Paleolítico Superior . Esta transición se documenta muy bien en Boker Tachtit, a partir de
44 000 a. C. (aunque también, Ksar Akil, ambos en el desierto del Neguev, Líbano). Paulatinamente el
método levallois evoluciona hacia técnicas modernas de extracción de largas hojas de sílex, a partir de las
cuales se elaboran las típicas puntas del Emireh, buriles y las denominadas lames à chanfrein. La cultura de
Emiriense parece desaparecer en torno a 36 000 a. C.
Ahmariense:28 Esta cultura está datada entre 36 000 a. C. y 22 000 a. C. Aparentemente deriva del
Emiriense y es posible que, a su vez, genere un Kebariense temprano (o Kebariense laminar,
22 000 a. C.-13 000 a. C.). Se caracteriza por una tecnología fuertemente laminar: de hojas y hojitas, en
cuyo instrumental abundan las piezas de dorso, y los cuchillos, pero el fósil director es la punta de base
retocada o punta de El-Wad. En cambio, escasean los buriles, por lo que las piezas óseas son de factura
muy diferente a las Auriñacenses, habitualmente confeccionadas con estos utensilios especializados.
Auriñaciense Levantino:29 Se da entre el 32 000 a. C. y el 18 000 a. C., y suele dividirse en tres fases
(Anteliense inferior, Anteliense superior y Atlitiense). Deriva, quizá, del controvertido Amudiense o, más
seguramente, procede del Auriñaciense europeo oriental (Bacho Kiro, Bulgaria).30 Se caracteriza por la
riqueza de productos carenados: núcleos carenados, raspadores carenados y buriles en hocico, con varios
levantamientos sucesivos. Los núcleos se destinan a la obtención de grandes lascas y gruesas hojas que
servirán de soporte para raspadores, buriles y hojas con retoque escamoso. Estos utensilios se reutilizan y
se afilan una y otra vez, adquiriendo un aspecto romo, en hocico, con retoques escaleriformes, hasta que,
finalmente son desechados por su excesivo desgaste. Entre el utillaje lítico laminar, más escaso, destacan
las hojas de sílex con retoque continuo junto a microlitos similares a las hojitas de Dufour europeas, pero
con el dorso curvado. También hay, por supuesto, industria ósea, destacando especialmente las azagayas
biapuntadas y los punzones de hueso.
Los habitantes de Oriente Medio fueron los primeros en domesticar animales (ganadería: sobre todo ovejas, cabras y vacas (la caza
no se abandona del todo, pero ahora será algo secundario), así como en cultivar plantas: (agricultura: sobre todo centeno (Secale
cereale), cebada (Hordeum hexastichum), trigo (Triticum dicoccum) y otros cereales). La evidencia más antigua de trabajos agrícolas
se da en Tell Abu Hureyra (Siria), hace 11 000 años; mientras que los primeros animales domésticos fueron los ovicápridos en Zawi
Chemi Shanidar (Irak), hace unos 10 500 años.
El Creciente Fértil
Desde el Creciente Fértil, el Neolítico se fue extendiendo por Asia (hacia la India y China), África (sobre todo en Egipto) y por
Europa a través del Mediterráneo; las consecuencias del Neolítico afectaron a toda las regiones habitadas:
En el Próximo Oriente la Edad de los Metales coincide con la aparición de documentos escritos y el nacimiento de las primeras
civilizaciones, por lo que éstas deberían incluirse, estrictamente hablando, en la Historia. Pero, como las fases iniciales del
Calcolítico son previas a las primeras tablillas incisas y no hay ruptura cultural, en esta enciclopedia se incluyen procesos que se
dieron en tiempos plenamente históricos.
América
En el continente americano la Edad de Piedra es mucho más tardía y tiene su propia idiosincrasia. La teoría más aceptada sobre su
relación con Asia es que el poblamiento humano de América se produjo desde Siberia a través de estrecho de Bering. La cuestión
más discutida es: ¿cuándo? La glaciación de Wisconsin (Würm) provocó un descenso del nivel marino que, unido a la existencia de
placas de hielo proporcionó un paso transitable sobre el estrecho de Bering entre ambos continentes denominado puente de Beringia.
No siempre era posible atravesarlo, se ha estimado que al menos los humanos pudieron pasar en dos ocasiones en las que había una
ruta libre de hielo: la primera duró unos 4000 años y la segunda unos 15 000 años; luego desapareció el puente con lo que la
migración no tuvo retorno. Este puente según los científicos se habría formado hace 50 000 años. A tenor de estos datos, han surgido
dos teorías sobre cuándo fue poblada América por primera vez por el ser humano:
Teoría del poblamiento temprano: sostiene que los seres humanos llegaron hace unos 50 000 años.
Teoría del poblamiento tardío: sostiene que los seres humanos llegaron hace unos 15 000 años o poco más; es la
más clásica y la que tiene datos más contrastados, pero no contradicen la anterior opción.
Los amerindios vivieron aislados del resto de la humanidad durante 40 000 años, estos grupos humanos tuvieron que adaptarse a
ocho tipos de clima distintos, se diversificaron en más de 300 tribus, con más de 2000 lenguas diferentes y desarrollaron, al menos,
una docena de civilizaciones excepcionales. No es, pues, adecuado usar la misma terminología ni la misma periodización en América
que en el Viejo Mundo. No se trata de un caprichochovinista, es la respuesta a una realidad arqueológica:
Prehistoria de América
Norteamérica y Mesoamérica
En 1958, los arqueólogos Gordon Willey y Philip Phillips propusieron las siguientes etapas
para Norteamérica y Mesoamérica:
Periodo Arcaico (equivalente, pero no exactamente igual al Mesolítico de Viejo mundo), un complejo periodo en el
que se produciría la transición a la agricultura del maíz a partir de la recolección intensiva de vegetales. Esta fase
abarca zonas geográficas más amplias, casi toda Norteamérica y Mesoamérica (donde, a veces, se usa el término
pre-mexicano), como motor esencial de la evolución posterior. En el norte, en zonas circumpolares, sobreviven
pueblos cazadores recolectores –forrajeadores– bajo la denominación Arctic tradition; mientras que las grandes
praderas del centro suelen incluirse en la denominación Cultura cochise (con sus tres fases: Sulphur Springs,
Chiricahua y San Pedro: 5000 a. C.-200 a. C.). En estos pueblos la caza sigue siendo fundamental y se documenta
la invención del arco, hacia el año1000 a. C..
Las culturas de Oasisamérica: antes del 3000 a. C. parece ser que varios pueblos
mesoamericanos cuya economía estaba basada en el cultivo del maíz, el frijol y la
calabaza, emigraron hacia el centro-sur del oeste americano (Oasisamérica),
constituyendo un rico núcleo cultural que, siglos después, dará lugar a Cultura de los
Cesteros que, a su vez dio lugar a las culturas de los Anasazi y sus similares
Hohokam y Mogollón que, actualmente se conocen comoIndios Pueblo.
Mano recortada en mica Los constructores de montículos de Norteamérica: En las boscosas tierras
Cultura Hopewell Estados orientales de Norteamérica (Ohio) nacen por estas fechas los primeros constructores
Unidos de túmulos llamados Cultura Adena (1000 a. C.-200 a. C.), cuyo monumento más
conocido es el Túmulo de la Serpiente (Cincinnati). Tras Adena se inicia una dinastía
de civilizaciones tumulares que jalona una amplia zona del centro-este de Estados
Unidos (cuencas del Misisipi-Misuri-Ohio), destacando la cultura Hopewell
(200 a. C.-500 d. C.), y los constructores de montículos del Misisipí (900-1500 de
nuestra era), que crearon numerosas ciudades, como la de Cahokia, que estaba
protegida por una muralla, y con monumentos públicos y religiosos levantados sobre
grandes túmulos.
Los Olmecas son la civilización más avanzada del momento, surgen poco antes del
1500 a. C. y desaparecen poco antes del comienzo de nuestra era, aunque su
influencia pervive en pueblos olmecoides posteriores. Los Olmecas practicaban la
agricultura, conocían la cerámica, eran sedentarios y contaban con una organización
muy avanzada y con claras diferencias sociales. Sus restos se extienden por toda
Mesoamérica, probablemente porque su comercio era muy activo. Sin embargo, salvo
excepciones, apenas desarrollaron la vida urbana, aunque tienen grandes santuarios
religiosos como los de San Lorenzo o La Venta, y un tipo de escultura monumental
muy característica: las cabezas gigantes. No existen datos sobre si crearon un
imperio, no hay pruebas de la existencia de un ejército olmeca, ni de batallas, sólo
que los pocos centros urbanos que se conocen estaban protegidos por murallas y
Cabeza olmeca gigante situados en colinas de fácil defensa. Los olmecas legaron a sus sucesores el
procedente de San Lorenzo calendario solar, y un conjunto de símbolos que puede considerarse ya escritura
de Tenochtitlán (Texistepec, arcaica.
Veracruz, México). Periodo Maya Pre-Clásico: Hay una relación muy estrecha entre los Olmecas y el
nacimiento de la civilización Maya. Sus periodos iniciales (los dos últimos milenios
anteriores a nuestra era) aún pueden considerarse prehistóricos. Surgen grandes
centros urbanos con monumentos elevados sobre pirámides y plataformas de piedra,
existen importantes diferencias sociales y el comercio exterior es muy intenso. Aparecen importantes
innovaciones en el trabajo de laobsidiana y el jade, así como de la cerámica (aparece la cerámica pintada).
De hecho, toda Mesoamérica puede considerarse un «área cultural con intensa profundidad temporal»: sus civilizaciones comparten
rasgos étnicos y lingüísticos, plantas cultivadas, un calendario ritual de 260 días y conceptos religiosos parecidos. Sin embargo, la
mejor forma de distinguirlas son las manifestaciones artísticas, la cerámica, la artesanía, la religión y laganización
or política.
Sudamérica
Al hablar de las primeras civilizaciones sudamericanas, coexisten dos puntos de vista acerca del origen de las grandes culturas
andinas; por un lado, quienes sostienen que la cuenca del Amazonas constituyó un ente aislado e independiente de las costas del
Pacífico y que las culturas andinas evolucionaron autónomamente: por otro lado, se han descubierto intensas relaciones comerciales y
movimientos migratorios de gran amplitud entre la Amazonía y los Andes, incluso, algunos historiadores sostienen que los
fundadores de las grandes civilizaciones andinas eran pueblos amazónicos cultivadores de mandioca y batata, así como pescadores
fluviales que ocuparon la Puna y los valles. En Sudamérica la periodización resulta más compleja, a menudo se habla de un gran
periodo denominado Precerámico (cc. 20 000 a. C.-2 000 a. C.) que engloba el «periodo Lítico», o «Paleoindio», y el «periodo
Arcaico». Pero la disparidad de denominaciones es muy grande, por lo que se simplificará.
El Paleoindio suele ser el término preferido, antes que «periodo Lítico», pero parece responder a la misma
dinámica: una primera fase de industrias peor conocidas y más rudimentarias, propias de culturas poco
diferenciadas; y una segunda fase, cuyo fósil director son las puntas de proyectil, es decir, puntas de lanza foliáceas
magistralmente trabajadas.
La primera fase (Periodo Protolítico) tiene yacimientos cuya antigüedad es muy discutida —tal es el caso de
Pedra Furada (Brasil) que roza los 50 000 años; y «Monte Verde II» (Chile), con unos 33 000 años—. Sin
embargo está muy bien documentada en cuevas algo más recientes, como las de Taima-Taima en Venezuela,
Garzón en Colombia, Pikimachay en Perú... En Pikimachay se documentan restos de ocupación humana de
más de 17 000 años, perdurando hasta hace cerca de 14 000 años. La cueva de «El Guitarrero» (Perú),
excavada por el norteamericano Thomas Lynch, de la Universidad de Cornell, en los años 70, completaría con
su estratigrafía todas las etapas de ocupación de esta fase de la Edad de Piedra.
La segunda fase (cazadores avanzados) parece coincidir con una expansión humana hacia el sur. Las puntas
foliáceas de lanza especializadas para la caza de grandes presas en Sudamérica suelen ser del tipo Cola de
pescado, aunque se parecen mucho a las norteamericanas tipo Clovis. Estas herramientas cinegéticas todavía
no aparecen en la gruta de Ghachi, ubicada cerca de San Pedro de Atacama (Chile), del 13 000 a. C.; pero ya
están presentes en la fase deGuitarrero I (Perú), con 15 000 años de antigüedad. Más al sur, también en Chile,
se hallaron restos de viviendas y artefactos con unos 12 500 años de antigüedad («Monte Verde I», en las
cercanías de Puerto Montt). También destacan «Jobo», en Venezuela, y «El Inga», en Ecuador. Desde Chile
parece haberse poblado la zona deSanta Cruz (Argentina), donde se han hallado restos líticos que se remontan
a 11 000 a. C., y por fin se llega a laTierra del Fuego en el 7000 a. C. («Cueva Fell», Chile).
Los Chibchas serían los más antiguos pobladores de Panamá y Colombia con
más de 5000 años de antigüedad y una persistencia cultural notable, pues los
españoles todavía pudieron conocerlos, aunque ya en fase de decadencia.
Fueron grandes constructores y agricultores, aunque su fama les viene, sobre
todo, de su habilidad para trabajar el oro, ya en el primer milenio antes de
Cristo. Más al sur se encuentra la cultura de Norte Chico, en Perú, desde
3000 a. C. a 2000 a. C., que constituiría el antecedente más directo de la
Cultura Chavín, coetánea de los Olmecas en Mesoamérica). En realidad, la
Figurita de Cultura Chavín es el máximo referente preincaico de Sudamérica, con un
tradición chibcha desarrollo entre 900 a. C. y 300 a. C. El centro de esta cultura es el santuario
andino de Chavín de Huántar, aunque esta cultura dominó todo el territorio
peruano. La envergadura de las construcciones chavín indica una compleja
diferenciación social, eficaz administración, activo comercio y una alta tecnología agrícola y
cerámica. La cultura Chavín fue sustituida hacia el año 300 d. C. por la Cultura mochica o
Moche, destacada por sus labores de irrigación y sus Huacas, o pirámides escalonadas de
adobe. Sin embargo, los mochicas no formaron un estado, aunque su sociedad estaba
fuertemente jerarquizada. En realidad, el primer estado andino es el Imperio Huari, fundado
hacia el año 700. Los Huari dominaron los Andes hasta que fueron sustituidos por los
Chimú, cuya capital fue Chanchán, una inmensa ciudadela de adobe y tapial situada en
Perú. Los chimú fueron conquistados por los incas hacia el año 1470.
Los Andes centrales y sureños son otra de las grandes áreas nucleares americanas:
las expresiones culturales y políticas más logradas de su evolución son la ciudad y el estado.
La sucesión de culturas y lugares es inabarcable en un artículo de esta naturaleza, pero todas ellas manifiestan
un desarrollo muy complejo, producto de un largo proceso autóctono de experimentación y descubrimiento.
Se aconseja la lectura del artículo específico sobre Civilizaciones andinas para ampliar información
Europa
La Edad de Piedra europea suele dividirse en tres etapas, siguiendo las propuestas de
John Lubbock en 1865:
Paleolítico, la primera fase, o Edad Antigua de Piedra: Es el periodo más antiguo y largo de la historia europea;
comenzaría hace aproximadamente un millón de años con la llegada de los primeros humanos (bien Homo
ergaster, bien Homo antecessor). Durante el Paleolítico europeo se suceden después otros tipos: Homo
heidelbergensis, Homo neanderthalensis y Homo sapiens sapiens; este último llegó a través de otra migración,
provocando la extinción de los neandertales hace 50 000 años. Paralelamente a la evolución humana se produce
una evolución cultural: durante el Paleolítico Inferior la cultura dominante en Europa es el Achelense; en el
Paleolítico Medio aparece el Musteriense (propio del hombre de Neandertal), quizá el Châtelperroniense sea un
epígono de este tipo humano. Con la llegada del hombre moderno31 se suceden una serie de culturas como el
Auriñaciense, Gravetiense, Solutrense y Magdaleniense. Otros elementos importantes para comprender el
Paleolítico son las continuas oscilaciones climáticas, llamadas glaciaciones, el predominio de la economía cazadora
recolectora y la aparición del arte paleolítico al mismo tiempo que llega elhombre moderno.
Epipaleolítico/Mesolitítico, la fase intermedia o Edad Media de Piedra: Abarca el periodo que transcurre desde la
retirada del último glaciar, hace unos 12 000 años, hasta la llegada del Neolítico, unos 5000 años atrás.
Actualmente se discrimina entre culturas epipaleolíticas (aquellas que mantienen el modo de vida propio del
Paleolítico, sin cambios sustanciales, como ocurre con el Aziliense, por ejemplo), de las denominadas culturas
mesolíticas (aquéllas que muestran una tendencia a evolucionar hacia la sedentarización y otros rasgos propios de
lo que luego será el Neolítico, tal es el caso delTardenoisiense).
El Neolítico en Europa
Neolítico, la última fase o Edad Moderna de Piedra: el Neolítico llega a Europa desde el Próximo Oriente a través
de la cuenca Mediterránea en el sexto milenio. Aunque se sospecha la existencia de un neolítico precerámico,
fundamentalmente ganadero, la primera gran civilización mediterránea plenamente neolítica es la de Cerámicas
impresas Cardiales (en el mapa: color verde intenso). Su fósil director es una serie de cerámicas decoradas con
impresiones de conchas de berberecho (Cerastoderma echinatum) que aparecen tanto en la orilla africana como en
la europea, desde Dalmacia a la península ibérica. En el quinto milenio esta civilización es sustituida por otra
originada en el Danubio llamada de Cerámica de bandas (verde claro en el mapa), cuya influencia se extiende por
el Rin hasta la costa atlántica (amarillo en el mapa). Es entonces cuando se produce un cambio fundamental en las
culturas europeas. Cerca del año 4000 a. C. aparece en el sur de Portugal la civilización de los constructores de
Megalitos. Esta civilización sobrepasa los límites de la Edad de Piedra, ya que perdura durante el Calcolítico (en
una fase que se ha denominado Neo-Eneolítico, por la dificultad de establecer una división clara). Desde Portugal y
otros puntos de la costa atlántica, el fenómeno megalítico se extiende por toda Europa occidental, evolucionando
hasta el 2500 a. C., ya que, como se ha dicho, perdura durante la edad de los metales). Los constructores de
megalitos vivían en poblados fortificados, situados en lugares de fácil defensa (como colinas).
Menhir de
Saint-Macaire
El dolmen de Axeitos, enGalicia, España.
(Francia).
Un monumento megalítico es una construcción formada por piedras toscamente trabajadas y de tamaño gigantesco (de varias
toneladas), de ahí su nombre:megas: gigante y, lithos: piedra. Hay varias clases de monumentos megalíticos:
Menhir: es una gran piedra puesta de pie que marcaría un lugar simbólico, posiblemente sagrado.
Alineamiento: es un conjunto de menhires dispuestos en fila.
Crómlech: es un conjunto de menhires puestos en círculo. Se supone que el alineamiento y el crómlech
eran templos al aire libre, con posibles referencias astronómicas.
Milladoiro: amontonamiento de piedras y bloques de diverso tamaño que señalaría un lugar sagrado.
Dolmen: Es el monumento más complejo. Se trata de un lugar para enterrar a los muertos de la tribu;
constaba de un corredor o pasillo de entrada y de una cámara funeraria, ambos construidos con grandes
lajas de piedra, todo ello cubierto por un montículo de tierra y cascotes llamado túmulo. El dolmen es como
una pequeña montaña artificial, con una cueva en su interior, también artificial. Todos los difuntos eran
depositados en la misma cámara funeraria, ya que se trataba de un lugar de enterramiento colectivo; junto a
los difuntos se depositaban ofrendas funerarias (armas, comida, joyas...).
Véase también
Tres edades
Arqueología
Industria lítica
Prehistoria de Europa
Tabla de culturas prehistóricas del Viejo Mundo
Nota
1. Las primeras excavaciones permitieron estudiar las características raciales de los esqueletos badarienses egipcios,
llegando a la conclusión de que se trataba de un pueblo mestizo, medio africano, medio asiático, lo que inducía a
pensar en una neolitización causada por la llegada de inmigrantes. Sin embargo, los recientes estudios del profesor
Eugen Strouhal han cambiado por completo la visión del asunto, este antropólogo sostiene que los badarienses son
negros auténticos, procedentes del corazón de África, de modo que el origen del neolítico egipcio sigue siendo tema
de controversia: Strouhal, Eugen (1992). Life of the Ancient Egyptans. University of Oklahoma Press. ISBN 0-8061-
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Enlaces externos
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Prehistoria africana
África IV. Etnología y prehistoria
La cultura Badariense, en inglés
La cultura Merimdé, en español
Estado actual de la investigación paleolítica en el África negra, antiguo texto (1948) del profesor Martín Almagro
Basch.
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