Professional Documents
Culture Documents
Introducción
Buenos Aires 1986) publicó cinco novelas: El pentágono (1955, reeditado en 1972 como
Anabella), Zama (1956), El silenciero (o El hacedor del silencio en 1964), Los suicidas
(1969), Sombras, nada más (1984), y ocho libros de cuentos: Mundo animal (1953), Grot
(1957, que en 1969 adquiere el título de Cuentos claros), Declinación y ángel (1958), El
cariño de los tontos (1961), Two stories (1965), Absurdos (1978), Caballo en el salitral
(1981), Cuentos del exilio (1983). Autor marginado por su insistencia en permanecer en
provincia y defender ideas contrarias a las de los grupos de poder de la época, su prosa ha
sido en realidad poco estudiada, abundan los comentarios breves, pero las investigaciones
de largo aliento aún están pendientes. Es hasta 1999, después de la nada desdeñable
1
empresa de Juan José Saer por reivindicar su nombre, cuando la casa editorial Adriana
Hidalgo asume la reedición de las obras completas del autor mendocino. A partir de este
Di Benedetto. Voces como las de Julio Cortázar, Manuel Mujica Láinez, Jimena Néspolo,
Julio Premat, desde Argentina, y Norma Angélica Cuevas Velasco, en México, se unen a la
defensa iniciada por Saer, y enlistan y enarbolan esta obra sin parangón. Julio Premat en la
presentación a los Cuentos completos, “Lo breve, lo extraño, lo ajeno”, segura que:
A pesar de su reconocimiento, la obra [de Antonio Di Benedetto], en parte por su atipicidad, por la
sutileza con la que se desliza fuera de todo encasillamiento fácil, por la dinámica que traba la
percepción de un todo coherente a partir de los fragmentos que la constituyen, e inclusive por la
imposibilidad de aplicarle al escritor algunos tópicos sobre autores relegados, como el de
“marginalizado genial” o el “precursor ignorado”. La suya es una negatividad que supone una
singularidad: Di Benedetto es un “fenómeno” literario, es un escritor anticlásico, que practicó una
literatura inacabada, silenciosa, inestable, en cambio constante […]. Un escritor que no cabe en el
molde uniforme de la canonización, un escritor extraño o, mejor, un escritor de la extrañeza, del
extrañamiento, términos que, a falta de otros más específicos, parecen calificar acertadamente sus
textos […]. [Su] proyecto literario es una dinámica que asocia la crisis del sujeto con la crisis del relato
[…], una representación fraccionada del individuo y de su relación sufriente con lo no racional. Lo
indecible de lo pulsional, las angustias identitarias, los límites de lo cultural, los conflictos éticos, no
originan un gran relato organizador sino al contrario una proliferación, una división, una repetición
negativa, una serie de transgresiones genéricas. El origen de la escritura en Di Benedettto estaría por lo
tanto del lado de la fragmentación, tanto del cuerpo y del sujeto (invadido, multiplicado en espejos
deformantes, mutilado) como del relato (una novela desmontada en segmentos similares y diferentes),
así como estaría en un proceso de deshumanización (2006: 8-9).
En principio, convengo con los críticos mencionados en un punto: los elementos retóricos
que saltan a la vista por su impecable construcción ficcional son aquéllos que se relacionan
compositivas que muestran cómo los personajes experimentan un proceso que los diluye o,
2
Atípica, marginal, lacónica y extraña, la prosa de Antonio Di Benedetto “no tiene ni
precursores ni epígonos” (Saer, 1999: 12), aunque, como afirma Saer, sí hay en ella un eco
cuentos, novelas cortas y novelas, es Zama 1 la que ha recibido mayor atención, pues
sintetiza los rasgos estéticos experimentados en algunos de sus relatos; cabe hacer notar que
perfectamente definidas, tales como la presencia de un narrador que transita, con audacia,
manejo de un tiempo casi suspendido en la fugacidad del instante. Estos rasgos se erigen
como objeto de estudio las novelas Zama, El silenciero y Los suicidas. Es Juan José Saer
quien las denomina la “Trilogía de la espera” y las señala como la espina dorsal de la obra
de Antonio Di Benedetto:
Las tres principales novelas de Antonio Di Benedetto, Zama, El silenciero y Los suicidas, en razón de
la unidad estilística y temática que las rige, forman una especie de trilogía […], constituyendo uno de
los momentos culminantes de la narrativa en lengua castellana de nuestro siglo […]. Di Benedetto es
uno de los pocos escritores que ha sabido elaborar un estilo propio, fundado en la exactitud y en la
economía y que, a pesar de su laconismo y de su aparente pobreza, se modula en muchos matices,
coloquiales o reflexivos, descriptivos o líricos, y es de una eficacia sorprendente […]. El silenciero,
aparecida por primera vez en 1964, prosigue el soliloquio narrativo iniciado con Zama en 1956 y que
se prolongará en Los suicidas, publicada en 1966, formando un sistema tácito que se propone
representar el mundo […]. Del abandono cósmico de Zama al inventario metódico de las
1
“Para Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Juan José Saer, al menos, Zama es la obra maestra de Antonio Di Benedetto:
se trata de un ‘texto a la vez épico y discreto, viviente y desgarrador’ (Saer, 1997: 51). Escrita con inteligencia y
traspasada por una profunda tensión narrativa, Zama se presenta al lector como un ‘soliloquio lírico sobre la espera, la
soledad, el desgaste existencial y el fracaso’ (52). Por su forma, Zama es novela que desborda al género mismo, al tiempo
que se consolida como aquél que puede contenerlos todos sin poner en riesgo sus componentes estilísticos definitorios:
hay en Zama la intimidad propia del diario, la tensión de la trama novelesca mejor construida, la reflexión profunda del
ensayo, la figuración característica de la autobiografía y la aventura de la literatura de viajes” (Cuevas, 2014: 36).
3
circunstancias y de las razones que pueden legitimar el suicidio, el hombre de Di Benedetto vive
acorralado por el ruido destructor del mundo (1999: 8).
linealidad sin rupturas, se percibe el eco de diversas voces que se yuxtaponen al discurso,
pequeñas interferencias o breves historias que se cuelan entre las frases del relato. Con esto,
logra una especie de inmovilidad narrativa que permite integrar de manera natural esos
murmullos exportados de otro mundo. Los referentes extratextuales que se enlazan con la
histoire de Zama, El silenciero y Los suicidas, revelan de manera gradual cómo el discurso
el devenir de su pensamiento. Esta paulatina disgregación, tanto del discurso como de los
que comparte con la literatura del siglo XX; en palabras de Rafael Gerardo Arce:
4
La “Trilogía de la espera” comparte un mismo eje articulador de sentido: la
fragmentariedad discursiva. Hay en estas novelas cierta similitud retórica y poética que las
y la disolución del sujeto. Con esto, no se niega la existencia de otros textos semejantes,
corresponde una actitud de filiación o separación, por parte del autor, frente al ejercicio de
cuestionar la realidad y su contexto; las obras literarias que lo hacen, aceptan su naturaleza
fictiva, subvierten sus formas y la organización interna que las rige, generando con ello un
La crisis en los discursos literarios está enmarcada por la violencia que se ejerce en
son sólo algunos de los nombres que recibe la literatura metaficcional, misma que, afirma
2
Las teorías narratológicas han explicado y argumentado suficientemente la coexistencia de varias modalidades
discursivas en un género literario. Es el caso del género narrativo y, particularmente, el estilo de las novelas que han sido
seleccionadas como objeto de estudio en esta investigación, donde la crisis de la narratividad, originada entre otras cosas
por la presencia del fragmento, da cabida al predominio de la modalidad argumentativa; esto es: trama y argumento corren
paralelos al desarrollo de un conjunto de ideas literarias.
5
[Es] aquella ficción que excede sus límites, que va más allá de lo que convenimos en calificar de
ficción al mostrar, mediante la inclusión de un comentario sobre su propia identidad, las condiciones
de posibilidad de toda ficción. En la metaficción nos encontramos con que la transformación entre el
referente externo de la realidad extratextual y la histoire de ese referente se realiza por medio de un
referente interno llamado concepto. Este concepto no es sino una determinada actitud del autor
implícito, una forma específica de concebir el referente externo; lo maravilloso de todo esto es que a
partir de tal o cual concepto se generan figuras como los personajes, el autor (implícito o ficcional) y el
lector implícito. Quizá este procedimiento sea el que hace parecer a esta clase de narraciones como
volcadas en sí mismas, ensimismadas (2009: 525).
autoconciencia en una obra literaria: insertar un texto en otro texto genera un quiebre
Más allá de las nominaciones que se otorgan a este tipo de obras, la piedra angular de su
composición es el paralelismo y relación que establecen con otros textos, con discursos
ajenos que se integran y engarzan con el sentido totalizador hasta construir su “verdad”.
Por ello, resulta imprescindible hacer una revisión crítica y un análisis profundo de
compositivos de su obra. Dueño de una escritura de pliegues que dice sin decir, pues la
parquedad, el laconismo, la casi oquedad del lenguaje que emplea, abre siempre una
meditación sobre sí mismo que yuxtapone imágenes y discursos y diluye los límites
genéricos y subjetivos, el escritor argentino explora los avatares de una escritura que se
construye con base en pequeñas reflexiones, en frases a penas sugeridas que se difuminan
en la última línea.
6
Objetivo
Analizar, dilucidar y mostrar cuáles son y cómo funcionan los elementos que detonan la
investigación será posible establecer nexos entre la crítica y la tradición literaria en la que
se inscribe la obra del autor argentino y revelar cómo dialoga con temas y problemas
tanto con ésta como con la obra; desde este mismo punto de vista, se prevé una fase de
discursiva, a fin de señalar las diversas etapas que atraviesa la trama hasta llegar a su
sujeto. El paso siguiente es relacionar las tres novelas por medio de un ejercicio
interpretativo; dicha interpretación intenta mostrar cómo funcionan los elementos que
disemina y bifurca entre las reflexiones que se desarrollan en la trama, mismas que mezclan
voces provenientes de otras disciplinas, construyendo así una totalidad articulada por
fragmentos.
características generales de la obra del narrador mendocino, haciendo hincapié en las que
en su prosa.
integrar diferentes discursos –provenientes de otras disciplinas, géneros y/o contextos– que
principal y, sin embargo, forman parte de él. Esta separación, a veces patente a veces
sugerida, se intuye en primera instancia desde la configuración del sujeto, mismo que
discursos.
8
Ahora bien, el análisis, desarrollo e interpretación de este marco teórico-conceptual
será explorada desde este enfoque, cuyas características ponen en el centro de observación
obstante, poseen una función específica. Y es, justamente, esta especificidad significativa
y el marco teórico expuesto en el capítulo anterior. En este apartado se destaca el papel del
“estilo lacónico” del autor, sin que ello tenga la connotación de carencia o deficiencia, más
toque de lo que sus críticos han denominado escritura fragmentaria o disgregada, que se
presenta por medio de frases cortas, directas, intensas, adjetivadas de manera inusual y que
En primera instancia, se elabora un recorrido crítico por la narrativa breve del autor,
del intersticio, pues en las aristas donde los discursos se unen se revela su carácter
9
El capítulo tercero desarrolla el análisis de lo que Juan José Saer denominó la
“Trilogía de la espera”, constituida por tres novelas: Zama (1956), El silenciero (1964) y
narración se insertan fragmentos de otros discursos que son, a su vez, asimilados por los
protagonistas quienes poco a poco se sumergen en una vorágine reflexiva que los hace
discursivos que se integran en las novelas Zama, El silenciero y Los suicidas, pues las
la literatura del escritor argentino y la obra de aquellos que son mencionados de manera
inconcluso de los protagonistas, sobre todo los que pertenecen a la “Trilogía de la espera”,
10
No pretendo circunscribir esta propuesta de lectura a un mero estudio narratológico
profundo, más bien aspiro, en todo caso, a una comprensión de las novelas que integran la
teorías del discurso y la hermenéutica. Por ello, esta propuesta de estudio se ubica en un
narratividad son puestos en crisis e intenta explicar también cómo, en conjunto, Zama, El
literatura y su construcción.
continuar sus reflexiones, esas cavilaciones que rebotan siempre contra la pared de
Con base en el trabajo aquí descrito, el propósito final es generar una reflexión
sobre las ideas literarias que integran la constelación narrativa de Antonio Di Bendetto.
11
ÍNDICE TENTATIVO
INTRODUCCIÓN
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
13
CRONOGRAMA
Fecha Actividades
Agosto-Diciembre Seminario de Investigación I: búsqueda y recopilación de la biblio-
de 2015 hemerografía teórica relacionada con la crisis narrativa, la
desaparición del sujeto y la literatura fragmentaria.
Lectura y análisis de los materiales recopilados.
Corrección del protocolo de investigación con asesoría del comité
tutoral. En caso de ser aprobado, escritura del Capítulo I. Literatura
latinoamericana en la década de la ruptura 1959-1969: crisis de la
narratividad y fragmentariedad.
Cursar el Seminario de Teoría Literaria I y la Optativa
correspondiente.
Correcciones generales al capítulo primero.
Enero-Julio de Seminario de Investigación II: búsqueda y recopilación de la biblio-
2016 hemerografía relacionada con la obra de Antonio Di Benedetto.
Lectura y análisis de la obra del autor.
Escritura del Capítulo II. La literatura excluida: El excéntrico caso
de Antonio Di Benedetto.
Cursar el Seminario de Teoría Literaria II y la Optativa
correspondiente.
Agosto-Diciembre Seminario de Investigación III: inicio de la escritura del Capítulo III.
de 2016 El sujeto en la vorágine: apuntes a la “Trilogía de la espera”.
Lectura, análisis y escritura del apartado Zama o la insoportable
espera.
Lectura, análisis y escritura del apartado El silenciero o el murmullo
de la muerte.
Enero-Julio de Seminario de Investigación IV: lectura, análisis y escritura del
2017 apartado Los suicidas o la vida inútil.
Estancia de investigación en Argentina para realizar la búsqueda
14
biblio-hemerográfica de trabajos críticos sobre Antonio Di
Benedetto.
Correcciones generales a los capítulos segundo y tercero.
Agosto-Diciembre Seminario de Investigación V: búsqueda y recopilación de la biblio-
de 2017 hemerografía relacionada con el discurso literario, filosófico y
cinematográfico en la obra de Antonio Di Benedetto.
Lectura y análisis de los materiales recopilados.
Escritura del Capítulo IV: Los discursos convergentes.
Correcciones generales al capítulo cuarto.
Enero-Julio de Seminario de Investigación VI: escritura de la Introducción y
2018 Conclusiones: Las ideas literarias de Antonio Di Benedetto.
Correcciones generales.
15
BIBLIOGRAFÍA
_____. “La literatura, el amor y las mujeres”. Siete días. Buenos Aires: 30 de diciembre de
1981.
ANDERSON IMBERT, ENRIQUE. Teoría y técnica del cuento. Barcelona: Ariel, 1992.
ANGENOT, MARC, JEAN BESSIÉR. Teoría literaria. México: Siglo XXI, 1993.
1986.
1975.
_____. “El sufrimiento y la creación”. Clarín, Cultura & Nación. Buenos Aires: 28 de
mayo de 1987.
de 1983.
CHEJFEC, SERGIO. “Lo inesperado de una novela (sobre Sombras, nada mas…)”. Punto de
COSTA, FLAVIA. “El gran escritor que volvió del olvido”. Clarín. Buenos Aires: 1 de agosto
de 1999.
17
COUSTE, ALBERTO, “Prólogo”. El juicio de Dios. Antología de cuentos. Buenos Aires:
Orión, 1975.
_____ (coord). Ejes y figuras. Estudios sobre problemas de teoría literaria. México:
de junio de 1987.
DENOY, MARINA. “Adriana Hidalgo Solá”. La Nación Revista. Buenos Aires: 15 de agosto
de 1999.
DYLON, ARIEL. “AH: Di Benedetto, Zelarayán, Bloom, son algunos de los autores de una
octubre de 2006.
26 de febrero de 2006.
noviembre de 1983.
HERMES VILLORDO, OSCAR. “Lo existencial como tema: Caballo en el salitral de Antonio
JITRIK, NOÉ. Seis novelistas argentinos de la nueva promoción. Mendoza: Biblioteca San
LASTRA, HÉCTOR. “Un clásico postergado”. Clarín, Revista Ñ. Buenos Aires: 7 de agosto
de 2004.
LIBERTELLA, MAURO. “Antonio Di Benedetto: Historias mínimas para armar”. Página 12.
_____. “Entre líneas”. Página 12. Buenos Aires: Radar Libros, 12 de septiembre de 2004.
ORPHÉE, ELVIRA. “Los sueños, la realidad: Sombras, nada más…”. La Nación. Buenos
1986.
PREMAT, JULIO. “Lo breve, lo extraño, lo ajeno”. Cuentos Completos. Buenos Aires:
20
_____. “Di Benedetto: silenciero”. Héroes sin atributos. Figuras de autor en la literatura
_____. Tiempo y narración II. Configuración del tiempo en el relato de ficción. México:
_____. Tiempo y narración III. El tiempo narrado. México: Siglo XXI, 1996.
SAER, JUAN JOSÉ. “Zama de Antonio Di Benedetto”. El concepto de ficción. Buenos Aires:
Ariel, 1997.
_____. “La obra de Di Benedetto, entre el olvido y la incomprensión”. Clarín. Cultura &
_____. “Como un cuadro de Van Gogh”. Página 12, Primer plano. Buenos Aires: 19 de
marzo de 1995.
octubre de 2006.
SCHVARTZMAN, JULIO. “Las razones de Zama”. Microcrítica. Buenos Aires: Biblos, 1996.
21
SIFRIM, MÓNICA. “Mundo de víctimas”. Clarín, Cultura & Nación. Buenos Aires: 6 de abril
de 1995.
SOSA, NILDA. “Cuando soplan los sueños”. Clarín, Información General. Buenos Aires:
VAN DIJK, TEUN A. Estructuras y funciones del discurso. México: Siglo XXI, 2005.
ZUBIETA, ANA MARÍA. “Prólogo”. Los suicidas. Buenos Aires: CEAL, 1987.
22