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Día 21

¿He estado adorando al sexo más que a Dios?

“Un ídolo es cualquier cosa más importante para ti que Dios, cualquier cosa que absorba tu corazón y tu
imaginación más que Dios, cualquier cosa que quieras que te de sólo lo que Dios puede darte.” – Tim
Keller

La idolatría es una forma de incredulidad que pone en duda el carácter de Dios - ¿Puedo confiar en Dios?
¿Hará lo que dijo que haría? Y si lo enfocamos en nuestra vida sexual, ¿Será Dios capaz de darme un
matrimonio fiel? ¿Algún día me será mi esposa infiel o podré encontrar la fortaleza para no fallarle de
nuevo? ¿Algún día me gustarán las mujeres y no los hombres? ¿Puede Dios hacer eso? ¿Encontraré el
conocimiento y la destreza para tener sexo en el matrimonio, sin tener que recurrir a la pornografía para
aprender? ¿Cómo podría Dios enseñarme tal cosa? ¿Puede llenar mi corazón como dice que quiere
hacerlo?

Y así es como llevamos a los pies de la sexualidad las peticiones y preguntas que sólo Dios podría
responder – y al final quizás hasta le agradecemos a “nuestra personalidad tan carismática”, a las
destrezas sexuales, a las mujeres o a otros hombres, o a la misma pornografía, por habernos llenado, por
habernos enseñado y habernos “amado” – una gratitud en adoración que sólo le pertenece a Dios.

Durante muchos años hemos repetido el siguiente verso:

Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no
permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará
una salida, para que puedan resistir.

Pero obviando que es una promesa a la que sigue una instrucción:

Por lo tanto, mis queridos amigos, huyan de la adoración a los ídolos.

1 Corintios 10:13-14 NTV

Así, los dos versos juntos nos dicen “Cuando sean tentados, Dios les mostrará una salida – por lo cual no
deben confiar en sus ídolos para mostrarles la salida.”

Piensa y escribe:

¿En qué forma el pecado sexual está consumiendo tiempo, peticiones, adoración o gratitud que sólo le
pertenece a Dios? ¿Cómo se manifiesta eso en tus hábitos diarios?

25
Día 22
¿Qué tesoro debo dejar morir o matar?

Hay un chiste que quizás ya habrás escuchado. Un niñito descubre que su abuelo guarda un cajón lleno
de chocolates para su consumo personal. Feliz con su descubrimiento, corre a decirle, “Abuelo, ¿puedo
comerme unos chocolates que encontré en tu armario?” A lo que el abuelo responde, “¡Ja! ¡Sobre mi
cadáver, déjalos allí!”. El niño va a sentarse a una silla. La abuela nota que ya lleva una hora en la misma
posición, y le pregunta “Cariño, ¿Qué haces allí sentado?” Y el niño responde, “esperando que el abuelo
se muera para comerme sus chocolates”.

Como éste niño ingenuo, quien prefiere comer chocolates aún si pierde a su amado abuelo, nosotros
ingenuamente nunca nos damos cuenta de que al involucrarnos en sexo ilícito, algo valioso siempre es
sacrificado.

A lo largo de nuestra vida, hemos ido matando o sacrificando intimidad, futuro, relaciones y placer
auténtico, e incluso nuestro propio cuerpo. Pero no importa cuánto hayamos cedido al enemigo, aún es
tiempo para recuperar lo que nos pertenece. Tim Keller explica, “un ídolo nunca puede ser destruido,
pero puede ser suplantado”. ¿Cómo? Por Dios mismo – pero no en forma general, sino reconociendo
como cada deseo de nuestra vida puede hallarse sólo en Él. Pero para recuperar la vida, tenemos que
aprender a dejar ir algo.

Para mí, éstos 40 días han significado renunciar a algunas cosas nocivas que mi corazón atesora: La
fantasía de tener muchas experiencias sexuales antes de casarme. El consumo masivo de café, “porque
sólo así puedo tener un buen día”. Romper mi imagen y pedirle ayuda a otros mentores para que me
ayuden con mis propias tentaciones. E incluso sacrificar algo bueno, por algo mejor: Escogí dejar de
correr como ejercicio (algo que jamás pensé que pasaría) para ir al gimnasio, luego de que un amigo
mentor me hizo ver cómo esto último era un reto que había pospuesto para tener el cuerpo de un
hombre adulto. Pero al sacrificar esos ídolos, espero poner en su lugar atributos como fidelidad,
tranquilidad, autenticidad, disciplina –estructuras que me permiten llenar legítimamente los deseos
legítimos que he identificado en este proceso.

Piensa y escribe:

¿Qué cosas has sacrificado ya en este proceso? ¿Qué actividades o fantasías necesitas sacrificar tú que
aún no has dejado?

26
Día 23
¿Qué es lo que mi corazón en verdad desea?

Así como la idolatría es uno de los campos de batalla entre el pecado sexual y Dios mismo, mi corazón
es uno de los trofeos que el enemigo desea.

Dios me ha hablado mucho en estos días a través de la enseñanza de que mi corazón es


esencialmente bueno y orientado a Dios . En su anécdota escribe sobre como un mentor le dijo que
si quería se fuera a revolcar de una vez en todo el sexo que quisiera - y no supo cómo hacerlo, porque
descubrió que en el fondo el temor a Dios seguía allí siempre, y eso era lo que le hacía imposible
entregarse al pecado por completo.

Eso me ha llenado de mucha esperanza. Yo mismo siempre creí que soy esencialmente malo, con un
corazón que es lo más engañoso que hay, extremadamente perverso, y que todo el tiempo debo
desconfiar de mí porque tiendo al mal (Jer. 17:9).

Sin embargo, eso aplica al hombre que no ha encontrado a Dios. No debo torcer un versículo bíblico solo
para confirmar la mentalidad que tengo de que "soy malvado o dañado", sino que empiezo a creer que
tengo un corazón diferente, que soy un hombre transformado, no le creo a la vergüenza sino a mi Biblia:

Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida
antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado! 2 Corintios 5:17

«Pero este es el nuevo pacto que haré con el pueblo de Israel en ese día —dice el SEÑOR—.
Pondré mis instrucciones en lo más profundo de ellos y las escribiré en su corazón. Yo seré su
Dios y ellos serán mi pueblo. Jeremías 31:33

Si me pregunto a mí mismo, descubro que profundamente deseo las siguientes cosas (aunque
irónicamente algo en mi interior pareciera oponerse y buscar lo opuesto).

 Quiero estar con Dios, aquí y siempre. Quiero vivir convencido de que soy su hijo.
 No quiero perder todos los avances que Dios me ha dado en este camino.
 Quiero casarme, y quiero tener una vida sexual llena con mi esposa.
 Quiero conectarme con la gente, porque sufro al estar aislado.
 Quiero hacer cosas que ayuden a otros, quiero tener influencia y dejar un legado.

Piensa y escribe:

¿Cuál es tu opinión acerca de éste principio? ¿Habías considerado alguna vez que tu corazón ya ha sido
transformado, y ahora es esencialmente bueno? ¿Cómo cambia eso tu perspectiva sobre tus luchas
contra el pecado?

27
Día 24
¿Qué significa tener un corazón nuevo en mi vida diaria?
25
»”Entonces los rociaré con agua pura y quedarán limpios. Lavaré su inmundicia y dejarán de
rendir culto a ídolos.26 Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes.
Les quitaré ese terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo.[a] 27 Pondré mi
Espíritu en ustedes para que sigan mis decretos y se aseguren de obedecer mis ordenanzas.
Ezequiel 36:25-27 NTV

Dios ha revelado que nos ha hecho limpios y puros, que ha completado la obra de cambiar nuestros
corazones viejos de piedra en corazones tiernos de carne. Finalmente, al poner su Espíritu en nosotros,
nos empodera para obedecer. No le obedecemos porque estemos obligados a hacerlo, sino porque sale
de nuestro corazón. Sin importar la condenación que sintamos, nuestro corazón hace el centro de una
identidad nueva.

En este momento, sin importar que te hayas masturbado anoche o que hayas visto porno hoy en la
mañana, esto es lo que Dios dice acerca de ti:

 Eres puro y limpio (1 Juan 1:5-9)


 Eres sin mancha ni defecto (Efesios 5:27)
 Eres la justicia de Dios (2 Corintios 5:21)
 Cristo vive en ti (Gálatas 2:20)
 Tu corazón está vivo para Dios (Romanos 6:11)
 Eres un nuevo hombre (2 Corintios 5:17)
 Tienes un corazón bueno y noble (Lucas 8:15)

Tu naturaleza pecaminosa ya no es tu verdadera identidad; no es tu naturaleza profunda y no es más tu


disposición controladora. El pecado ya no te define. En vez de ello, ésta es la verdad más profunda
acerca de ti: Tu naturaleza pecaminosa ha sido despojada (Colosenses 2:11) y estás muerto a ella
(Romanos 6:11).

No te confundas, tu naturaleza pecaminosa sigue viva y activa. Tu lujuria por la pornografía, tu


objetivización de hombres y mujeres, tus demandas para satisfacer tus deseos de manera ilegítima son
una prueba de ello. Pero tu carne, ya no forma el centro de tu identidad.

Piensa y escribe:

¿Qué opinión tienes acerca de cómo tu identidad en Cristo sigue siendo firme, sin importar cuan reciente
haya sido tu última recaída? En forma práctica, ¿Cómo crees que la identidad sucia que crees tener se ha
convertido en hábitos diarios? ¿Cómo pueden transformarlos en hábitos sanos?

28
Día 25
¿Hacia quién se proyecta mi deseo sexual sano?

La realidad del nuevo pacto es que tu corazón ahora gravita hacia el corazón de Dios y sus caminos:

Deléitate en el SEÑOR,
y él te concederá los deseos de tu corazón. Salmos 37:4 NTV

Seguir a Jesús no se trata de dejar de pecar, sino de dejar que fluya Su vida desde dentro, como al abrir
un chorro (la llave del agua o el grifo, según cómo lo digas tú). La meta no es cerrar el chorro de la
lujuria, sino abrir el chorro de la confianza. Confiar en que Dios ya restauró mi corazón, dejar de
desconfiar de mí mismo y de mis motivos. Puedo dejar de administrar mi pecado, tratando de reprimir el
pozo ciego que creo tener dentro e impidiendo que rebalse y se salga de control, y puedo permitir que
mis verdaderas pasiones salgan a la superficie.

Las tuberías de nuestra alma están empezando a limpiarse, y algo que no sabíamos que estaba en mi
interior está empezando a fluir. Así podemos experimentar lo que Jesús describió como un torrente de
agua fresca que sale desde adentro de nosotros hacia afuera:

Pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en
un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna. Juan 4:14 NTV

Hay pasiones en tu interior que son más fuertes que tu pasión por la pornografía, por alivio, consuelo o
venganza. Es una pasión por amar a Dios y caminar en Sus caminos, tal como Cristo caminó.

Piensa y escribe:

¿Qué tipo de hombre serías si dejaras de preocuparte por cerrar el chorro de la lujuria, y te esforzaras
por abrir hasta el tope el chorro de una vida sexual que disfrutes? ¿Hacia quién se dirigiría ese manantial
fresca que brotaría desde tu interior?¿Cómo puedes empezar a dejar que fluyan los deseos de tu
corazón?

29
Día 26
¿Para qué me está capacitando Dios en este proceso de restauración?

La libertad es como una moneda. Ser libre de las cadenas del pecado sexual es sólo un lado; ambas
caras ofrecen una imagen completa de lo que es una moneda. La libertad no se trata sólo de ser libre de
algo (el primer lado de la moneda), sino libertad hacia algo (el otro lado de la moneda) –la habilidad de
hacer lo que más profundamente quieres hacer, y convertirte en quien estás destinado a ser.

Mientras te acercas a la verdadera libertad, puedes empezar a dirigir tu voluntad de acuerdo con tus
deseos legítimos, y llenarlos de una manera legítima también. Puedes empezar a tomar decisiones sanas
y ejercer el dominio propio: Tú decides si te quedarás viendo los senos de una mujer o si la verás cómo
una persona completa y no sólo un pedazo de cuerpo; tú decidirás si sentirte hombre al masturbarte o
encontrar la afirmación de tu hombría en la forma en la que Dios te ve; si tendrás sexo con tu novia o si
tendrás una vida sexual activa en el matrimonio en santidad; o si coquetearás con esa mujer en tu oficina
o regresarás a casa a disfrutar y seguir construyendo tu vida con tu esposa. El dominio propio que Dios
nos da a cada uno nos permite escoger y dirigir nuestros deseos hacia Él, pues Él no nos pide apagarlos
sino llenarlos sanamente.

Si hiciste tu listado de deseos de tu corazón en el día 4, sácalo de nuevo y revísalo. ¿Hacia dónde crees
que te lleva Dios en éstos 40 días para satisfacerlos de manera sana? ¿Has estado escuchando de Dios
algún mensaje específico al respecto?

Dios no está tan preocupado con darnos dominio propio para que evitemos el pecado sexual, como lo
está para otorgarnos una vida sexual que podamos construir y disfrutar en santidad. Y aún más, en el
cuadro completo, desea que seamos libres de cualquier estorbo (relacionado con el pecado sexual o no)
que te previene de vivir la vida que destinó para cada uno de nosotros.

Recuerda, David escribió que correría por el camino de Dios, porque Él había ensanchado y llenado de
alegría su corazón (Salmos 119:32 RV).

Piensa y escribe:

¿Cuál es el estado de vida para el cual el Señor me ha estado preparando a través de la limpieza de mis
hábitos sexuales? ¿Cómo se relaciona eso con el propósito para mi vida?

30
Unidad 3
El cuidado de mi alma

En esta unidad podrás responder a las siguientes preguntas:

 ¿Cómo nutro y cuido mi corazón dañado?


 ¿Cómo enfrento los pensamientos de vergüenza que he identificado?
 ¿Cómo construyo a mi alrededor un sistema de apoyo al cual recurrir
para protección y cuidado?
 ¿Cómo conecto de manera profunda mi Espíritu con Dios?

31
Día 27
¿Qué es lo primero que debo dejar de ocultar a otros de mi vida?

Reflexionar sobre la vergüenza propia ha sido un ejercicio duro para todos nosotros. De hecho, te
aconsejo no hacerlo en un día de mucha carga laboral o en medio de un conflicto – pues sólo puede
aumentar tus sentimientos de inadecuación y tentación. Sin embargo, si lo haces en un entorno
tranquilo, y si lo haces con el propósito de abrirle tu vida a alguien, y no para torturarte pensando en tu
vergüenza como quizás ya es un hábito, lograrás mucho.

Regresa a la lección 15 de este manual, en donde hablamos de los pensamientos centrales del adicto
sexual. ¿Ya has identificado cuáles son los que predominan en tu mente?

Los adictos sexuales sentimos que básicamente no somos dignos de ser amados ni valiosos. No
confiamos en nadie y no sentimos que otros estén dispuestos a ayudarnos. Reconocer estos
pensamientos negativos acerca de ti mismo es un primer paso para empezar a cuestionarlos. Aprende a
interrogar a tus pensamientos, a desconfiar de ellos, sí a DESCONFIAR de ellos. A mí me ha servido
mucho preguntarme, “¿Hay evidencia de que lo que estoy pensando de mí mismo es real?” Poco a poco
he llegado a la destreza de concluir NO, ESTO NO ES REAL.

Como hombres en recuperación empezamos a ser honestos acerca de lo que estamos haciendo y
sintiendo; eso nos permite contemplar la idea de cambiar.

Piensa y escribe:

¿Qué pensamientos de vergüenza has identificado en estas semanas, cuya veracidad puedes cuestionar?
¿Es todo lo que piensas sobre ti mismo y sobre los demás real, o es quizás una percepción tuya? ¿Cómo
ha ido el Señor botando pensamientos falsos en tu mente?

32
Día 28
¿Puedo empezar ya a quitar las paredes que impiden a otros conocer mi interior?

Nuestra vergüenza sólo puede ser vencida cuando dejamos entrar a la gente a nuestra vida, hasta los
rincones más oscuros. Quizás éste sea el primer momento en el que te muestres a otros como eres, y
que empecemos a actuar (como mencionaba Ricky en la reunión de lanzamiento) más como cardiólogos
que examinan el corazón unos de otros, que como policías –controlando el comportamiento unos de
otros.

Para mí, los 40 días de pureza han significado hablar con exactitud de mis fantasías sexuales, de los
sentimientos ambivalentes que me produce el haber pasado por abuso sexual, y los temores más
profundos que tengo como hombre. Primero fue el descubrir mi interior con Ricky, y ahora hacerlo con
algunos amigos mentores. ¿Qué puedes hacer tú para descorrer tu cortina y dejar a otros ver?

Ya habrás identificado los pensamientos centrales y convicciones que contradicen la voz de Dios acerca
de quién. Pero identificar los pensamientos centrales es sólo el punto de inicio. La mera reflexión no
puede cambiar el corazón humano; el cambio real requiere mucho más. En la batalla contra la vergüenza,
necesitamos contraatacar con la Voz del Amor –la voz de Dios, revelada en la persona de Jesús.

Mientras empezamos a identificar y aceptar esta voz, encontramos estática de las voces de nuestro
pasado, que nos hace sabotearnos y nos pide pagar por nuestros errores. Como diría Henri Nouwen, “El
auto-desprecio es el gran destructor de la vida espiritual porque contradice la sagrada voz que nos llama
Amado. Ser hijos amados expresa el núcleo de nuestra existencia.”

Piensa y escribe:

Regresa al Día 20 y medita de nuevo. ¿Ya decidiste a quién dejarás entrar para ver tu desnudez
emocional? ¿Qué te diría la voz del amor de Dios si se callara la voz de tu vergüenza? ¿Ya te ha hablado
Dios en estas semanas al respecto?

33
Día 29
¿Qué beneficios obtengo al exponerme a otros?

Esta es una forma de desnudez a la cual no estamos acostumbrados, pero podemos ser libres al
sentirnos así. Todos hemos experimentado momentos en los que nos han encontrado con los pantalones
abajo o hemos sido expuestos en un momento de inadecuación. El ser emocionalmente desnudo es el ser
que escondemos y aislamos. Es un interior malvado, herido y débil, quebrado y empobrecido. No tiene
nada de carisma, credenciales, logros ni status. Es lo que Henri Nouwen llamó “el ser irrelevante” en
nuestro interior.

Al ver nuestro yo desnudo a la luz del amor de Dios. Hacemos dos descubrimientos: Primero,
descubrimos claramente quien es Dios. Todo el quebrantamiento en nuestra vida cuestiona la bondad de
Dios. ¿Puedo confiar en Él? ¿Es suficiente en realidad para llenar mis vacíos? ¿Algún día puede Dios
superar la satisfacción emocional que a veces encuentro en el sexo? ¿Tendré algún día una vida sexual
sana en mi matrimonio? ¿Llegaré a casarme?

En nuestra desnudez, no hay pretensiones de querer ganar Su amor. Es un regalo que hace al evangelio
más real.

El segundo descubrimiento es que somos amados más allá de nuestra imaginación, y descubrimos que es
lo único que define nuestra verdadera identidad. Somos los hijos amados. Por eso, somos libres de la
compulsión de ser alguien que no somos – de impresionar, manipular, o intentar en nuestras propias
maneras de ganarnos el amor de otros. Somos libres para ser quienes somos.

Piensa y escribe:

¿Qué descubrimientos positivos has hecho en los últimos días de reflexión? ¿Qué revelaciones te ha dado
Dios acerca de su amor por ti, de tu nueva identidad y de la esperanza que tienes para salir adelante?

34
Día 30
¿Cómo construyo mi sistema de apoyo?

Estando hace dos meses en una situación tan crítica, descubrí que no tenía un sistema de apoyo. Ricky
me preguntó ¿Quiénes son tus amigos más cercanos, quiénes son tu núcleo en quienes podés confiar
todo lo que te está pasando? Es una pregunta para la que no tenía una respuesta. No me mal
interpreten: Estoy rodeado de gente, disfruto la compañía de los mentores, pero de mi interior no estaba
fluyendo confianza hacia los demás. Me estaba asfixiando en mi máscara de liderazgo, alejando a mis
compañeros, y no podía contarlos como amigos, sobre todo por mi propia vergüenza.

Como decía Ricky en la reunión de lanzamiento de este reto, cada uno necesitamos más accesibilidad que
entrega de cuentas. Para mí ha sido difícil dejar a otros hombres entrar en mi vida – pero sólo así he
notado cambios radicales en mi identidad y en mi mente.

Aprendí que un solo amigo a quien rendirle cuentas difícilmente puede definirse como mi sistema de
apoyo. Un verdadero sistema se asemeja más a un tejido y a una telaraña de conexiones, que una línea
telefónica de sólo dos vías.

Mi sistema de apoyo debe incluir a quienes están en una posición similar en su caminar fuera del pecado
sexual. Necesito también estar bajo una autoridad a quien rendirle cuentas, y el punto que quizás más
me ha costado para vencer mi vergüenza: Ser honesto al con hombres que puedo decir que me están
siguiendo los pasos como líder. También ha sido importante para mí invitar a hombres ajenos a LEC, para
que sean mis mentores en áreas de mi vida que están subdesarrolladas, pues aprendí que no puedo
sobrecargar todas mis preguntas y necesidades sólo en Libres en Cristo.

Piensa y escribe:

¿Quiénes pueden integrar tu propio sistema de apoyo? Escribe sus nombres; evita descargar todo en una
sola persona, para así construir el tejido social que necesitas y que precisa el ministerio también.

35
Día 31
¿En verdad estoy tan vacío como me siento?
Una de las frases con las que me describo cuando me siento sexualmente tentado es que me siento es
precisamente “vacío”. Especialmente los domingos y lunes por la mañana, digo que me siento “vacío” son
días en los que a veces apenas logro activar lo suficiente como para ir a la iglesia o al trabajo.

Sin embargo, en este tiempo he aprendido un principio que me ha consolado tanto: "Acepto la
increíble verdad que el Amado ha escogido tu interior para habitar." Lee los siguientes versos:

El Padre habita dentro de mí:

Pues nosotros somos el templo del Dios viviente. Como dijo Dios: Viviré en ellos y caminaré entre
ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 2 Corintios 6:16 NTV

El Hijo de Dios habita dentro de mí:

Y el secreto es: Cristo vive en ustedes. Eso les da la seguridad de que participarán de su gloria.
Colosenses 1:27 NTV

El Espíritu Santo habita dentro de mí:

En él también ustedes son edificados juntamente para ser morada de Dios por su Espíritu.
Efesios 2:22 NVI

¡Desde que leí esto he podido describirme a mí mismo cuando viene la tentación sexual confesando que
me siento lleno, abundante, completo en Él! He comprendido que mi sensación de vacío es una
percepción nada más, pues el Padre, Cristo y el Espíritu ocupan el espacio dentro de mí.

Por muy extraño que suene, no es más que regresar a la Palabra misma, pues no existe el vacío interno,
si Dios ha decidido morar en mí. A mí me costó al principio mucho imaginar un estado en el que estuviera
consciente todo el tiempo de la presencia de Dios, pero anhelo tal estado – uno en el cual me sienta tan
lleno de Él que no sienta miedos o vergüenza que quiera ahogar en sexo. En las próximas reflexiones
aprenderás más acerca de cómo esta disciplina espiritual de vivir la presencia de Dios puede ayudarte a
encontrar en Dios la satisfacción de tus deseos.

Piensa y escribe:

¿Has sentido un vacío similar en tu vida? ¿Qué pensamientos te produce el saber que todo éste tiempo
Dios ya ha estado morando dentro de ti, y que en la tentación sexual puedes recurrir a quien habita
dentro de ti?

36
Día 32
¿Qué prácticas espirituales pueden cambiar mi situación?

No hay disciplinas espirituales que cuiden de nuestra alma y la enciendan de nuevo más útiles que el
silencio y la quietud. Practicar el silencio me ha permitido escuchar lo que mi corazón desea, esos
deseos que siempre quise llenar con sexo y llevar escuchar lo que Dios siempre quiso que yo supiera al
respecto. Practicar la quietud me está liberando de la ansiedad de tantas actividades que me hacía
refugiarme en el sexo; descubrí por ejemplo que la misma sensación de tener 20 pestañas abiertas en mi
computadora me causaba tal ansiedad que resultaba tratando de dominar el trabajo mismo abriendo una
pestaña más… con el fin de buscar algo de tranquilidad en la pornografía.

Es cierto, fuimos creados para la aventura, y nos sentimos vivos cuando estamos en actividad física. Pero
hay mucho más que eso. Si alguna vez queremos hallar libertad del pecado sexual, debemos aprender a
deleitarnos en Su Presencia, en quietud y en silencio.

“Deleitarse” no suena muy masculino, pero ¿no es ese el punto de buscar sexo ilícito? No es solo sobre
desear frío con carne, se trata de que las mujeres u hombres que estás viendo o contactando te ofrezcan
la ilusión de que te desean, que quieran tocarte y que te den la aceptación suficiente como para que te
acerques hasta lo más íntimo – y ese es el mayor engaño del pecado sexual, que sustituye el deleite en
Dios por un deleite falso.

Mateo 3:17 dice, “Y una voz del cielo decía: «Éste es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él”. Pero,
¿podrías decir en este momento, que en lo más profundo de tu interior, que de hecho crees, sientes,
sabes y percibes que tu Padre Celestial se deleita en ti? Si no, imagina (y escribe) lo que sería sentase en
Su presencia, sin otro objetivo más que Él se deleite en ti, que se complazca en que eres hijo amado
suyo.

Piensa y escribe:

¿Tienes dificultades pasando un tiempo pequeño en silencio o en oración? ¿Podías enfocarte antes
durante horas en el consumo de pornografía, sin distraerte? ¿Por qué crees que hay tanta diferencia
entre tu capacidad de enfoque entre ambas situaciones?

37
Día 33
Descubre la oración que centra tu alma

Por siglos los cristianos han practicado una forma de oración que no utiliza palabras sino que se enfoca
en prestar atención a la presencia de Dios dentro de uno mismo (regresa a la reflexión del día 31 para
recordar). La oración contemplativa te ayuda a encontrar tu centro espiritual y emocional e incrementar
tu fe. Mientras experimentamos su amorosa presencia experimentamos Su deleite en nosotros. Su
fragancia se hace real, y escuchamos su voz en la quietud.

La gente experimentada en esta oración sugiere que pases al menos veinte minutos al día en ella. En una
forma práctica, para mí esta práctica ha traído experiencias que me hacían tanta falta:

 La meditación en lo que Abba significa para mí sanó un recuerdo específico sobre mi papá.
 Sentí a mi alrededor la voz de Dios calmándome, en un momento específico en el que me sentía
sexualmente ansioso. Sentí su comprensión de mi frustración por no sentirme adulto.
 Pude expresarme quizás por primera vez, con total honestidad hacia Dios, y desde entonces he
sentido el valor para ser más honesto con los demás.

Considera seguir estas cuatro guías para practicar la oración contemplativa:

1) Escoge una palabra sagrada como símbolo de tu deseo de estar presente con Dios.

Cuando piensas en Dios, ¿qué palabra te viene a la mente? Cuando oras a Él, ¿cómo lo llamas? ¿Señor?
¿Salvador? ¿Padre? Para mí esa palabra es Abba, el arameo para Papito (Marcos 14:36). Tu propia
palabra es el mejor lugar para empezar.

2) Siéntate cómodamente en un lugar tranquilo.

Asegúrate de minimizar toda distracción externa e interna. El ruido alrededor tuyo y dentro de ti se
amplificará conforme intentes calmarte. El punto de la oración contemplativa no es quedarte con la
mente en blanco, sino estar presente contigo mismo y experimentar la presencia y la voz de Dios.

3) Cuando seas interrumpido por pensamientos, sonidos, u otras distracciones, reconócelas y


suavemente regresa tu atención a Dios a través de tu palabra sagrada.

4) Al final de la oración, permanece en silencio con tus ojos cerrados por unos minutos, para evitar
regresar abruptamente al entorno. Probablemente desearás quedarte en el sentir de la oración
un tiempo más.

Acciona:

Dale la oportunidad a esta práctica espiritual, agenda tiempo para silenciar tu alma al menos durante 20
minutos al día, y guardar silencio para experimentar la presencia de Dios. Considera hacer un retiro
personal de un día o una mañana a solas para reconectarte con Dios de esta manera.

38
Unidad 4
Convertirme en adulto

En esta unidad podrás responder a las siguientes preguntas:

 ¿Qué tanto ha impedido el pecado sexual que yo deje de ser un niño


o un adolescente en mis emociones?
 ¿Cómo puedo completar mi madurez como adulto?
 ¿Qué habilidades básicas necesito desarrollar como adulto?
 ¿Qué señal quiere Dios poner en mi vida de esta transición, luego de
los 40 días del reto?

39
Día 34
¿Ya soy un adulto?

“Jim, eres un alcohólico”, le dijo el doctor a mi padre. En 1972, a la edad de 39 años mi padre había
tenido una recaída severa en embriagarse después de nueve años de sobriedad y cuatro de asistir a
Alcohólicos Anónimos. Mi padre había estado trabajando en tres empleos simultáneamente hasta que
llegó a la inevitable “crisis nerviosa”; para enfrentarla mi papá había regresado a la bebida.

El psiquiatra que lo atendió en el hospital era un irlandés parco que nos anunció que tenía ya un
diagnóstico completo. Mi padre se preparó para lo peor.

“Su problema es que usted es un inmaduro”, le dijo el médico. “Usted necesita crecer”.

Mi padre caminó de vuelta a su habitación, para pensar en las palabras del médico. “Decidí que el doctor
tiene razón”, me dijo después. “Cuando salí del consultorio, decidí que haría lo que fuera para aprender a
ser un adulto”. Y eso fue lo que hizo. Cuarenta años después no ha probado un trago, pero aún más
importante, se convirtió en el hombre que algún día yo quisiera llegar a ser.

- Michael J. Cusick

Yo mismo me veía niño cuando llegué a LEC, a pesar de que tenía 26 años. Aunque llevaba ocho años
trabajando como maestro, recuerdo que veía a los estudiantes graduandos del colegio como “los más
grandes”. Recuerdo exactamente el momento en el que ya estando en LEC me sorprendí definiéndome a
mí mismo como hombre (y no como niño), una palabra que nunca antes había usado para describirme.
Hoy entiendo con mayor claridad que por causa del abuso sexual mi personalidad se estancó en la edad
en que ocurrió el mayor daño, y que por muchas razones la pornografía y la masturbación terminaron de
hacerme un adolescente eterno, al facilitarme siempre un escape cuando las circunstancias me pedían
crecer y ser adulto.

Al final, cada uno decidimos cuando creceremos. Mientras lo hacemos, somos transformados de
quebrantamiento a plenitud, de vacuidad a llenura, y de absorción en generosidad. El resultado es que
podemos dar vida con mayor libertad.

Piensa y escribe:

¿Has tenido alguna experiencia similar? ¿Podrías definirte hoy como un adulto completo? ¿Hay conductas
específicas en ti que identificas como de un adolescente o de un niño? ¿Te lo han hecho ver tus seres
queridos?

40
Día 35
¿Qué habilidades necesito desarrollar para que mi corazón se encienda para ser un hombre
adulto?

Los adictos sexuales tenemos mucho que madurar para llegar a ser adultos emocionales. Esto tiene su
explicación generalmente en un trauma de conexión o por tensión relacional en la infancia. Esta carencia
de soporte apropiado y guianza de los padres incapacita a un hombre para internalizar apropiadamente
sus controles emocionales, de manera que no puede decidir hacia dónde proyectar los deseos de su
corazón, y termina volcando todas sus necesidades en sexo. Ninguno podemos vivir a plenitud nuestra
sexualidad si seguimos estancados siendo niños. ¿Qué habilidades necesitamos desarrollar? Examinemos
en los próximos días algunas de ellas:

Practica la destreza de modular tus respuestas emocionales. Tenemos la tendencia a dar todo o
nada en nuestras respuestas emocionales. Cuando respondemos lo hacemos en exceso y nos toma
mucho más tiempo regresar a un estado emocional estable después de una crisis o la excitación. Somos
fácilmente inundados con emociones hasta el punto de impedir nuestro funcionamiento.

¿Qué hacer? Practica el distanciar tus respuestas de los estímulos que las provocan, tomándote tu
tiempo. No estás obligado a responder de inmediato en una discusión con tu esposa, con tu jefe, con tus
colaboradores – o en un encuentro deportivo, en un proyecto, en una tarea de la universidad. No eres
débil si pides cortésmente un tiempo para pensar un comentario o una propuesta sobre la cuál debas
responder o actuar. Eso es una de las cosas que hacen la diferencia entre ser un niño que se paraliza de
cuando está asustado o que a todo le dice sí por miedo, de un hombre que piensa lo que va a decir.
Pensar para hablar te permitirá establecer conexiones genuinas y llenar tu corazón si lo que desea es
aprobación, influencia y estabilidad.

Piensa y escribe:

¿Es éste tu caso? ¿Qué experiencias has tenido con empezar a separar tus respuestas de los eventos
críticos diarios? ¿Podría esto ayudarte a enfrentar mejor los disparadores de tu propia tentación?

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Día 36
¿Cómo hago crecer, cómo lleno mis deseos de forma legítima?

Practica la destreza de retrasar tu gratificación. La masturbación nos enseña a tener un orgasmo


en el momento en que se nos dé la gana, aunque sea impropio – como en el lugar de trabajo o en la
universidad. La disponibilidad de la pornografía (especialmente en un teléfono móvil) nos permite acceder
24/7 en dónde estemos a un flujo interminable de imágenes para una excitación inmediata. Otras
conductas sexuales como pagar por una prostituta parecerán más complejas y dilatadas, pero aplican
bajo el mismo principio: Obtengo sexo tan pronto como lo pago. El problema no es tanto la conducta,
sino que tu corazón se condiciona para no buscar la satisfacción más refinada, más esforzada.

He estado orando preguntándole a Dios - si me hace daño apagar mi deseo sexual, ¿entonces cómo lo
cultivo en forma sana sin que eso signifique terminar masturbándome o teniendo sexo?

Estoy aprendiendo que un deseo nunca puede ser satisfecho al 100% - como el hambre, por ejemplo.
Siempre tendré hambre, sólo puede satisfacerse temporalmente hasta la próxima vez - sólo en el cielo
mis deseos serán completamente llenos.

¿Cómo satisfago mi hambre de comida? Tengo siempre dos opciones, atracarme de chatarra, en las
porciones que quiera y a cada rato, o decidir disfrutar cocinarme algo orgánico, bien sazonado, en una
porción controlada - que toma más tiempo pero se siente muchísimo mejor en todo sentido.

En estos días he identificado los principales deseos de mi corazón en ésta etapa de mi vida: 1) el deseo
de ser admirado por mi cuerpo, (2) el deseo de conexión e intimidad, y (3) el de afirmación o validación.
Cada uno podrá ser satisfecho sólo temporalmente, pero siempre tengo dos opciones: el atracón sin
control, o aspirar siempre a la forma más elevada, más fina de llenarlos. Así como cocinar un buen plato
puede llevar horas y bastante más dinero que un menú de comida rápida, entiendo que la forma más
elevada de satisfacer éstos tres deseos siempre será la que requiera más esfuerzo, más dinero, pero con
mejores recompensas que no me hagan sentir dañado.

Un hombre emocionalmente inmaduro tiene problemas planificando y trabajando para satisfacer su


corazón. La habilidad de dejar ir la satisfacción inmediata es necesaria para cualquiera que quiere vivir su
vida de manera santa.

Acciona:

Haz un listado de hábitos que ahora tienes que te llevan a la satisfacción inmediata, en áreas como la
comida, el sexo, adquirir bienes o tomar decisiones impulsivas. Escoge uno nada más que quieras
empezar a cambiar, y trabaja en ello durante las próximas tres semanas.

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Día 37
¿Qué habilidad me ayudará a dejar la vergüenza?

Practica la costumbre de ser una persona integrada. Hasta hace pocos meses Dios me mostró lo
que significa tener integridad como hombre adulto. Yo pensaba que tenía que ver con los valores que
poseo, y con la capacidad de hacer las cosas que digo que voy a hacer, con cumplir mis promesas. Sin
embargo, ha probado ser más bien una cuestión que tiene que ver con la forma en la que enfrento la
vergüenza y como lucho para no guardar secretos.

Según el diccionario Oxford, la palabra integridad tiene varias definiciones:

1. Cualidad de ser honesto y tener principios morales firmes; rectitud moral. “Se le conoce como
hombre de integridad”.
2. Estado de ser completo o indiviso. “Tener integridad territorial y soberanía nacional”.
3. Condición de estar unificado, no deteriorado y firme en su construcción. “La integridad
estructural de la construcción”.
4. Consistencia interna o falta de corrupción en los datos electrónicos.

El concepto original en latín significa “que está funcionando bien, no está dividido ni viciado, está
integrado y completo”. Cuando hablamos de ser íntegros como adultos, nos referimos a que nuestras
partes no están separadas entre sí. Se trata de ser entero como hombre.

En éstas semanas he descubierto que no soy íntegro – pues oculto las partes de mi vida entre sí, procuro
que no se toquen, que mis amigos de distintos círculos no se conozcan entre sí. Mis amigos del equipo de
corredores no saben en qué trabajo, y con la gente de la iglesia no me gusta hablar de que me gusta
correr como deporte. Es más, puedo decir que me da vergüenza que se enteren, una idea que parece
absurda pero es real para mí. Dios me ha mostrado que mi afán por mantener vidas secretas aún es una
secuela de pecado, y que para vencer tal vergüenza debo empezar a integrar a la gente de mis distintos
círculos – y en esencia, ser el mismo yo en todo lugar, ser todo al mismo tiempo.

Piensa y escribe:

¿Te ha sucedido algo similar? ¿Qué te falta como hombre para integrar áreas de tu vida entre sí? ¿Hay
quienes dicen que eres distintas personas según el entorno donde te encuentres? ¿Es un afán de caer
bien a todos? ¿Qué puedes hacer para romper con este hábito?

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Día 38
¿Cómo aprendo a confiar en los demás?

Practica el hábito de confiar en otros. Los adictos sexuales somos usualmente más centrados en
nosotros mismos y no diestros en lidiar con los requerimientos cotidianos de la vida como ser puntuales,
cumplir con obligaciones y decir la verdad. Mientras construimos madurez emocional obtenemos la
habilidad de salirnos de nuestro egocentrismo y pensar en el impacto de nuestras acciones en otros y en
nuestras propias vidas. Sin embargo, usualmente nos cuesta aún más aprender a confiar en los demás,
en reconocer que podemos abrir nuestro interior; es la actitud que quizás aprendimos desde niños,
cuando fuimos heridos en las primeras veces en que intentamos ser vulnerables.

Durante estos años en LEC me costó mucho encontrar con quién tener la confianza para abrirle la puerta
a conocer mis secretos, la exactitud de la naturaleza de mis tentaciones sexuales, y dejar que viera mi
vergüenza. Sin embargo, he podido aprender que la confianza no es algo que dependa de otros, del
permiso que me den para contar mis cosas, o de cuan preparados estén para hacerlo.

Ahora sé que la práctica de confiar y de generar confianza, sale desde adentro de mí hacia afuera. La
confianza no es lo que me dan, la confianza es lo que genero a mi alrededor. Ahora reconozco que a
veces confiaba un secreto a otro hombre esperando ser rechazado o esperando una respuesta específica
– y que reaccionaba alejando o aislando a quien me escuchaba por haberme “fallado” en darme su
confianza. Conzoco ahora que es una actitud más adulta modelar yo la confianza que necesito, dándola
yo primero.

Así fue como empecé a enviarle a varios amigos mentores (y amigos de la iglesia, no relacionados con
LEC) a los que nunca les había contado mis tentaciones en detalle, las reflexiones del cuaderno donde
anoto mi progreso en estos 40 días, las cosas que he recordado y que me duelen, el detalle de algunas
fantasías. Porque he decidido que no se trata de la confianza que me den, sino de la confianza que
genero – y el resultado ha sido de una profunda conexión, y un verdadero sistema de apoyo, algo que
nunca construí en verdad en años anteriores.

Piensa y escribe:

¿Has estado desconfiando de otros porque en secreto esperas ser rechazado? ¿Qué obstáculos te han
impedido confiar? ¿Qué acciones tomarás hoy mismo para cambiar esto?

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Día 39
¿Cuál es mi nuevo nombre?

Me impactó mucho lo que dice el autor del libro que usé como referencia en este manual acera de cómo
Dios lo guió a dejar de usar su nombre Mike, para usar Michael, como un acto significativo.

Me impresionó porque en las últimas semanas he sentido que Dios me guía a hacer algo similar. He
sentido el impulso de usar mi nombre ERNESTO, en vez de NETO. Con las personas nuevas con las que
me presento, me introduzco como Ernesto, desde hace un tiempo, sin hacerlo conscientemente. Se
siente raro, pero se siente bien.

Neto era el nombre que me empezaron a decir a los dieciséis años, pero es una época que ya no existe -
en todo éste año me parece que ya no soy ese hombre. Neto era el siempre adolescente, era más tímido,
sin experiencia, necesitado de aprobación, poco masculino. Ahora que me siento más hombre adulto,
ahora que empiezo mi madurez, me siento más Ernesto.

Hace unas semanas busqué el significado en Internet, nunca lo había hecho. Ernesto significa Valiente,
Enérgico, Resuelto, Seriamente Preparado para la Batalla. Son exactamente las características
que quiero cultivar en mi vida, y siento como si Dios me dijera que ya tengo eso en mí, porque así fui
nombrado desde que nací.

Quizás Dios te muestre en este proceso algún ritual específico que hayas estado posponiendo para
convertirte en adulto, o quizás tú mismo quieras hacer algún acto que tenga profundo significado para ti
de la transición que estás haciendo entre etapas de vida – o haya algún acto de bendición especial que
Dios haya hecho en tu vida en estos 40 días.

Piensa y escribe:

¿Hay algún acto especial que quieras ejecutar o dedicar a Dios como símbolo de esta madurez que estás
obteniendo al convertirte en un hombre emocionalmente adulto?

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Día 40
¿Puedes contar tu testimonio, un testimonio real?

Como ministerio tenemos una sólida tradición de hacer de nuestro testimonio un tesoro, un arma de
libertad verdadera.

Hace unas semanas Ricky escribió en el blog que acompaña a este manual una invitación radical para
que fuésemos reales, para que enumeráramos los cambios reales que están ocurriendo en nuestra vida
como resultado de este tiempo de consagración.

Hagamos eso entonces. Evitemos escribir las lecciones que otros deberían aprender en nuestra opinión, y
enfoquémonos en contar los cambios reales que sucedieron en estos días – un verdadero testimonio de
transformación.

Un ‘testimonio’ es una declaración que en la mayoría de iglesias cristianas hemos adoptado del ámbito
jurídico. En este sentido es un momento específico en el que en forma verbal o escrita un cristiano
declara una experiencia. Aunque a veces vagamente se dice que “damos testimonio con nuestros actos”,
entendemos que dar testimonio es proveer de la manera más intencional posible una evidencia de vida.

Quiero recordarte un versículo que valoramos mucho:

“Luego oí una fuerte voz que resonaba por todo el cielo: Por fin han llegado la salvación y el
poder, el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo. Pues el acusador de nuestros
hermanos —el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche— ha sido lanzado a la
tierra. Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el testimonio que
dieron. Y no amaron tanto la vida como para tenerle miedo a la muerte.” Apocalipsis 12:10-
11 NTV

Cuando ves este pasaje con detenimiento y en el orden adecuado notas que el apóstol Juan está viendo
que al final de los tiempos el testimonio de los creyentes derrota al enemigo. Quizás no es necesario
insistir en cuán importante es que ahora cuentes a tu gente lo que Dios ha hecho en estos 40 días. Sin
duda es el inicio de una nueva etapa en tu santificación – y ahora empieza el reto de vivir en casa, en el
trabajo y en la iglesia, el inicio de esta transformación de manera práctica en tus hábitos.

Acciona:

Escribe hoy tu testimonio y compártelo con quienes Dios ponga en tu corazón hacerlo.

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