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Gadamer recibió una sólida formación humanística, pero el contexto vital que se estaba
desarrollando era el del fervor tecnológico. Filosóficamente, estaba por un lado, la
postura de Nietzsche y ante esto la respuesta de Husserl, pero la mayor influencia la
recibió de Heidegger y también el impulso a un pensar “histórico y originario”.
Se ha dicho en la cita que ninguna otra generación tuvo este tipo de conciencia histórica,
esto significa, que hay un nuevo sentido de lo histórico, es decir, pensar en el horizonte
histórico es pensarse hoy junto con todo el bagaje del pasado.
Ahora bien, la interpretación, es un desafío importante porque eso que esta frente a
nosotros y que debe ser interpretado no se lo puede abordar sin ningún tipo de
mediación y nos instiga a mirar un poco más allá para comprender lo que
verdaderamente significa lo que estamos interpretando.
Ahora bien, la limitación que marca Gadamer, a mi criterio, con respecto a Dilthey es
que él mismo mantiene un ideal de objetividad para las ciencias humanas solo con el fin
de estar en un rango igual que el de las ciencias exactas.
(para Gadamer las ciencias del espíritu son de un talante distinto al de las ciencias de la
naturaleza, lo explica en las conversciones con Carsten Dutt*
Volviendo un poco sobre lo que significa “conciencia histórica”, Gadamer nos habla de
la “tradición”, el pasado que nos habla y a la vez nos constituye, ese pasado que cara a
cara tratamos de interpretar. Y la siguiente cita nos ilustra que es la tradición para
nuestro pensador:
“La realidad de la tradición no constituye, de hecho, un problema de conocimiento, sino
un fenómeno de apropiación espontánea y productivo de contenidos transmitidos.”
Dicho esto, vamos a detenernos en la reflexión que se propuso desde la cátedra, en base
a la lectura de dos textos, “Verdad y método” de Gadamer y “La Lógica de las ciencia
sociales” de Habermas, dicha reflexión se centró en la discusión de los dos pensadores,
por un lado la recepción de la hermenéutica en Gadamer y la crítica que Habermas le
hace en relación a la pretensión de universalidad de la hermenéutica.
No vamos entrar aquí propiamente en la discusión sino que vamos a ver la posición de
Gadamer con respecto a la hermenéutica, a la tradición y al concepto de prejuicio que
nos permitirá aclarar más el tema de la conciencia histórica.
Para Gadamer no hay un estado de neutralidad frente a las cosas, sino que hay una
comprensión anticipadas de las cosas, lo que significa en otras palabras que no podemos
evitar tener prejuicios; y el mayor de todos los prejuicios es el prejuicio contra todo
prejuicio.
Cuando tenemos frente a nosotros un texto nos enfrentamos con conceptos previos que
se van sustituyendo progresivamente por otros mas adecuados, pero también tenemos el
problema que leemos un determinado texto desde o con nuestros propios hábitos
lingüísticos, llegar a alcanzar una comprensión con opiniones que no sean arbitrarias
implica “leer al autor en su propio tiempo”, esto es, incorporar hábitos lingüísticos de la
época en que fue escrito el texto que tratamos de interpretar.
El núcleo del problema que expone Gadamer en las páginas leídas de “Verdad y
Método”, es que la tradición nos dice algo, una comprensión adecuada es escucharla
desde la misma tradición.
Si nos remontamos a la Ilustración, la noción de prejuicio adquirió por esos tiempos una
connotación negativa, el espíritu racionalista condenó el prejuicio en pos del avance de
la ciencia, esta negatividad afectó directamente al conocimiento histórico que forma
parte de nuestra conciencia histórica; el desafío de nuestro pensador es volver positivas
esas connotaciones negativas.
Los tipos de prejuicio que trata son, primero “por respeto humano”, este hace referencia
a la autoridad, y es el que fue criticado más fuertemente durante el período de la
Ilustración, el otro es el de “precipitación”, hace referencia a la precipitación de uno
mismo.
La autoridad en este caso tiene que ver con el conocimiento y no con la obediencia. El
poder de dar órdenes, si se quiere, viene dado por la adquisición de autoridad ganada
por la razón. Un ejemplo de ello es la autoridad del educador frente al educando.
Autoridad del que sabe más que yo.
Gadamer no ve que la tradición y la razón deban estar en contradicción, sino que están
en una relación de diálogo, el acto de dialogar con la tradición no significa aceptar a
ciegas lo que ésta diga, todo lo contrario el diálogo forma parte de nuestra conciencia
histórica.
Las innovaciones o revoluciones siempre conservan algo de la tradición solo que con
una nueva forma o un nuevo saber, de los prejuicios nos servimos para ver la realidad,
esto que soy hoy y ahora es producto también de una historia que me antecede.
Este tipo de diálogo también se realiza con la tradición, con la historia, y es justamente
esto lo que Gadamer entiende por conciencia histórica, ahora bien la historia es
interpretada y aquí nuestro pensador nos marca cuatro categorías.
La segunda es la “historia efectual”, esto es poder visualizar los efectos que ha tenido un
acontecimiento histórico a través del tiempo. La tercera categoría se la denomina
“conciencia de los efectos históricos” y la cuarta, “fusión de horizontes”; estas dos
últimas categorías sirven al propósito del proceso autoreflexivo del sujeto, lo cual
implica, en el primer caso la toma de conciencia de los efectos que un hecho histórico
acarrea en el correr de los años, mencionado en la historia efectual.
Publicado por Lic. Prof. Mabel Ruiperez en domingo, marzo 21, 2010
http://redesfilosoficas.blogspot.com/2010/03/acerca-de-la-conciencia-historica-
en_21.html