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2.4.

EL ARRENDAMIENTO O LEASING

2.4.1. CONCEPTO
Esta figura nació en los estados unidos de Norteamérica, y adopto su
denominación del verbo ingles to léase que significa “arrendar” o dar en
arriendo y del sustantivo léase que se puede traducir por arriendo, escritura de
arriendo, locación. Lo correcto seria llamar a este contrato por su nombre en
nuestro idioma, pero ocurre que la denominación inglesa leasing traducida
literalmente al español no aclara todo lo que ella significa, pues se trata de un
termino al que sele atribuye un sentido jurídico que no coincide exactamente
con su significado idiomático; algo así como un valor entendido. (Juan Farina).

BUONOCORE explica que el termino leasing es utilizado no para indicar el


contrato de locación, sino mas bien para ilustrar un típico instrumento de
financiación que tiene como base la locación, pero que no se agota en ella.
Esto explica porque la traducción italiana- al menos la mas difundida- del
termino leasing, expresa bounocore (y vale para nuestro país), es la locación
financiera donde la palabra locación indica el núcleo base del instituto o, al
menos, la relación jurídica preponderante, mientras que el atributo financiero
intenta captar el as pecto teleológico del fenómeno, o bien, si se prefiere, su
peculiaridad mas aparente: la función de financiación que ciertamente cumple
el instrumento en examen.
ARGERI a su vez expresa que el leasing proviene originalmente de la
actividad empresarial de los estados unidos de Norteamérica, que ha
transformado la noción de los valores adjudicarles a los medios instrumentales
de producción por no el beneficio que con ellos se procura siendo su
“propietario”, sino por el uso que se obtiene de ellos.
En la búsqueda de la expresión mas apropiada en nuestro idioma, se a
propuesto llamarla “locación financiera” crédito locación, aunque bien se
observado que etas denominaciones anteponen la locación como elemento
principal de este contrato, lo que es un equivoco, pues en verdad se trata de un
contrato de crédito y no de un contrato de locación, ya que esta figura jurídica
es solo un medio para instrumentar el préstamo.

2.4.2. LEASING FINANCIERO Y LEASING OPERATIVO


Quizá sea esta, una distinción mas generalizada. En el llamado leasing
operativo, la empresa de leasing elige el sector en que va a operar, y en vista de
ello se anticipa a la demanda de la clientela, preparando previamente el stock
necesario de los bienes a tocar. Virtualmente, es una locación de cosa con
opción de compra mediante el pago de un precio residual. En el caso de leasing
financiero, en cambio, la empresa de leasing tiene solo la característica del
intermediario financiero, por lo cual opera en los más variados campos,
tratando de eliminar al máximo el stock de sobrantes. El leasing financiero,
tiene por objeto la cesión en uso y goce a un sujeto- por lo general un
empresario- de bienes muebles o inmuebles, por parte de otro sujeto- la
empresa de leasing (una entidad financiera)- que le adquiere o lo hace construir
por un tercero bajo expresa indicación de primero, con el fin de cederlos en uso.
El usuario se compromete a abonar a la empresa de leasing (entidad financiera)
un canon periódico como equivalente de dicho uso y goce. Es facultad del
usuario convertirse en u propietario de los bienes tocados, al vencimiento del
periodo convenido, contra el pago de un precio residual predeterminado, si bien
esto no es esencial en el leasing financiero. En nuestra opinión, el leasing
operativo y el leasing financiero son dos contratos distintos, aunque ambos
prestan similares ventajas para el tomador del leasing.
Función económica. La necesidad del equipamiento de las empresas debe
conciliarse con la necesidad cada vez mayor de un capital circulante, tratando
de evitar un gran endeudamiento que puede tener una consecuencia paralizante.
Los avances tecnológicos de nuestra época determinan la insolencia – en poco
tiempo- de equipos y maquinarias, lo que impone la necesidad del
requerimiento permanente de la empresa, para no perder clientela y mercados.
El leasing aparece así como el instrumento adecuado para lograr ese
requerimiento que, generalmente necesita de grandes capitales que no pueden
sustraerse del proceso productivo, pues permite reemplazar equipos obsoletos o
ya envejecidos sin acudir a la compra venta, sino a esta original forma de
locación que es el leasing.
2.4.3. EL LEASING ES CONCEBIDO COMO UNA OPERACIÓN
FINANCIERA

Conforme a lo expresado en la convención de Ottawa, el leasing es una


operación financiera, en la cual lo que se financia es el uso del bien dado en
leasing y no por su precio, de donde el valor del canon se calcula en función de
la vida útil de aquel costo del dinero, sin tener en cuenta el precio del bien en el
mercado.

2.4.4. PLAZO DE DURACIÓN


Conforme surge del concepto de leasing, la entidad financiera adquiere el bien
y lo da en locación por un plazo a cuyo efecto se tienen en cuenta el periodo de
vida útil del equipo, pero ¿Qué se entiende por vida útil? Para hallar una
respuesta adecuada debemos acudir a otras nociones que integran este concepto,
por ejemplo, que es amortización, que es el valor de adquisición, que es
revaluó, etc.
A medida que transcurre el tiempo, el valor de dicho bien se pierde, pues su
utilidad y eficiencia disminuyen, por ello, cada año se deben realizar
reducciones periódicas del valor que fue contabilizado. Estas reducciones
periódicas del valor con que se halla contabilizado- enseña COGORNO- se
denomina amortización, por ejemplo, el porcentual de un rodado es del 20%
anual, de un bien mueble, el 10% anual, y un inmueble se amortiza el 2% sobre
el valor de los edificios (no se realizan amortizaciones sobre el terreno).
Lo cierto es que el bien puede seguir siendo útil pero, desde el punto de vista
contable, pudo haber sido totalmente amortizado. Este concepto contable es el
que se tienen en cuenta en el contrato de leasing para determinar su plazo de
duración, aunque como lo señala cogorno, en nuestro país los contratos de
leasing, en general corresponden a los términos de los contratos de crédito de
mediano plazo (de dos a cinco años). La tendencia en Norteamérica y en
Europa en el leasing sobre bienes muebles es la de aplicar una amortización
agresiva, que reduce la mayoría del tiempo de los contratos a dos años.

2.4.5. PRECIO
El leasing es el medio de financiación. Otorga ventajas en materia fiscal, pues
como el bien no se incorpora al patrimonio del tomador, el pago del canon es
un gasto y no una inversión. El pre3cio de la locación se abona en forma
periódica, generalmente mensual.

2.4.6. OPCIÓN DE COMPRA Y “EL VALOR RESIDUAL”


El valor residual es el precio preestablecido con cuyo pago, a la finalización del
plazo de leasing, el tomador adquiere la propiedad del bien si hace uso de la
opción fijada a tal efecto en el contrato.
La opción de compra puede o no existir, pues no es de la esencia del contrato,
de modo que depende de que se la pacte expresamente, pero las legislaciones de
estados unidos de Norteamérica, Francia y Bélgica determinan que es
obligatoria de la clausula de opción de compra para considerar la operación
realizada como un contrato de leasing.
En cambio, la convención de Ottawa, que regula el leasing como una operación
financiera en la cual se financia del uso de un bien y no su precio, dispone que
la opción de compra puede o no existir como una clausula de contrato.
El contrato de leasing, generalmente, que puede ser: de compra, de restitución,
de renovación del contrato o de sustitución del bien o del equipo en caso de
obsolescencia.
El valor residual es muy reducido con respecto al valor real del bien al
momento de su pago. Para su fijación, habitualmente se tiene en cuenta parte de
las sumas pagadas durante la locación (como termino medio, en nuestro
mercado financiero, se establece como valor residual el monto de tres meses de
arriendo).
2.4.7. EL LEASING, LA VENTA- LOCACIÓN Y LA VENTA CON RESERVA
DE DOMINIO
Desde ya señalamos que el leasing nada tiene que ver con la llamada “venta
locación” ni con la “venta con reserva de dominio”, dada con la calidad de las
partes intervinientes (entidad financiera, proveedor y tomador), los bienes sobre
los que recae (bienes de capital) y su naturaleza de operación financiera, de ahí
la necesidad de que el dador sea una entidad que financie el uso del bien dado
en leasing, y no sus precios.
En nuestro país cierta corriente de opinión acude a la sentencia dictada en el
famoso caso “Singer S.A.c/chagra, Alejandro”, para señalarlo como leading
case, opuesto a la viabilidad del leasing en el derecho argentino. El error de
quienes en tal sentido acuden a este fallo, radica en no tener en cuenta que en
ese caso si se daba el supuesto de venta- locación creado por lo fabricantes (o
vendedores) de bienes, con el fin de crearse una garantía con un privilegio
especial no establecido por la ley, para asegurar el pago del saldo del precio en
sus ventas a plazos. No era más que eso: la creación indebida de un privilegio
no autorizado por la ley. Singer empresa dedicado a la venta de maquinarias
de coser, las vendía otorgando plazos para el pago del precio.
A fin de garantizarse dicho precio entregaba las maquinas- según el contrato-
en locación, y una vez que el locatario abonaba el alquiler correspondiente a la
ultima mensualidad pasaba a ser propietario. Chagra, comprador de dos
maquinas de esas condiciones fue declarado concursado, y entonces la empresa
Singer solicito la devolución de las dos maquinas de coser que, según ella, le
había dado en locación. La cámara, en su fallo, declaro por mayoría que la
denominación que le atribuyan las partes a sus convenciones no puede primar
sobre la verdadera calificación jurídica que corresponde a estas, de acuerdo con
el propósito resultante del conjunto de sus clausulas y los elementos esenciales
que las constituyen. A lo cual agrego, conforme a la ley, que las partes no
pueden crear otros privilegios que los que se encuentran expresamente
legislados.
En el leasing la operatoria es total y absolutamente diferente, pues la entidad
financiera adquiere el bien para si, pero por indicación del tomador, y solo lo
entrega para el locatario pueda hacer uso de el. La opción de compra es solo
una alternativa. Dice cogorno: “tal vez lo que puede hacer confundir a los
diversos autores que asimilan al leasing con la venta- locación. Es la unión que
existe entre las entidades dedicadas a la financiación en Inglaterra con las que
se dedican a la venta-locación. Así señala que las compañías crediticias han
tenido un origen entrelazado con las hire purchase finance house, dedicadas a la
financiación de la venta de maquinas de coser a mediados del siglo XIX.
Se podría afirmar que en el contrato de leasing las partes hacen uso de un atajo,
representado precisamente por el contrato de locación ordinaria, para alcanzar
una locación ordinaria, para alcanzar una finalidad distinta y ulterior, cual es de
la transferencia de la propiedad del tocado por la empresa del leasing al
presunto tocador.
Sin embargo, no es así, pues al vencimiento del contrato de leasing el usuario
puede tener tres opciones: la compra la devolución de la cosa o La renovación:
por ello,dice Buonocore, “ o me parece que en leasing pueda encontrarse nada
similar : en primer lugar, falta el pacto del pasaje automático de la propiedad,
puesto que el ejercicio de la opción de adquisición es una eventualidad”,
mientras que en la figura de la venta con reserva de dominio y en la “locación
venta” – continua el autor- la intención de adquirir por parte del contratante es
evidente y decisoria desde el nacimiento del contrato, en segundo lugar, es
concebible una intención simulatoria en relaciones individuales, pero no era una
relación generalizada. Como es actualmente la locación financiera, en tercer
lugar, no existe en el leasing ninguna intención simulatoria, puesto que las vías
ofrecidas al usuario están efectivamente en un mismo plano y responden a la
exigencia de satisfacer otros tantos intereses del mismo usuario.
El leasing no es reconducible a ninguno de los contratos típicos, y en
particular:

 no es identificable con el mutuo, porque no obstante existir una financiación


verdadera y propia, no nace la obligación a cargo del mutuario de restituir al
mutuante una cantidad de bienes fungibles, característica propia del
préstamo de consumo.
 de ningún modo es un comodato, por la onerosidad que le es propia.
 no es equiparable a la venta (y en particular a la venta en cuotas con reserva
de la propiedad) porque falta la obligación nacida con el contrato de
transferir la propiedad del vendedor al comprador.
 no se identifica con locación, porque, pese a la afinidad que
indubitablemente existe, prevalecen notables diferencias: en la locación
cualquiera puede ser el tocador, en el leasing, el tocador es natural lo que sea
la sociedad financiera que ejerce profesionalmente tal actividad, es diversa la
causa, porque es distinta la función económico social que locación y leasing
respectivamente cumplen, es diverso el objeto, pues es diferente la suma de
las prestaciones que en los dos contratos las partes se comprometen a
ejecutar; por un lado, en el leasing la sociedad financiera se obliga a adquirir
el bien productivo, y de cederlo al tomador para su uso y goce, lo que no
ocurre en la locación, las obligaciones de efectuar las reparaciones
extraordinarias, de entregar una cosa en condiciones de servir al uso pactado
y de garantizar el goce de ella, son típicas de locación y “están excluidas del
leasing”.

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