La educación a distancia apareció en el contexto social como una solución a los

problemas de cobertura y calidad que aquejaban a un número elevado de

personas, quienes deseaban beneficiarse de los avances pedagógicos,
científicos y técnicos que habían alcanzado ciertas instituciones, pero que eran
inaccesibles por la ubicación geográfica o bien por los elevados costos que
implicaba un desplazamiento frecuente o definitivo a esas sedes. Los
estudiantes en línea de hoy consisten sobre todo en gente de trabajo que está
intentando mejorar sus oportunidades. Sin embargo, esta característica está
cambiando a medida de que las universidades están empezando a ofrecer
carreras completas a través de Internet o en forma mixta, creando una nueva
población joven de estudiantes virtuales. Sin lugar a dudas, la flexibilidad en el
tiempo y en el espacio, que ofrece la educación virtual, es uno de sus mayores
beneficios, ya que la virtualidad le permite al estudiante organizar su tiempo para
cumplir con los objetivos académicos propuestos, compaginando su formación
con actividades como el trabajo.

En la educación online, las actividades deben procurar la construcción del

conocimiento entre los tutores y estudiantes, por medio de tareas que favorezcan
la reflexión y revisión continua, mediante una adecuada selección de recursos y
tutorías, así como de trabajos grupales que le permitan al estudiante el
intercambio de conocimientos. Uno de los mayores inconvenientes al manejar
entornos virtuales de aprendizaje es la deshumanización de los mismos, pese a
sus características. Esto, puede ser motivo de frustración para el estudiante; es
allí, cuando la Institución debe dimensionar la importancia de adoptar medidas
para mantenerlos interesados.

Lo que garantiza la calidad de la educación es la articulación coherente y

armónica de un modelo que ponga, por encima de los instrumentos, el sentido
pedagógico de los procesos. Una educación de calidad puede salir adelante con
una tecnología inadecuada; pero jamás una tecnología excelente podrá sacar
adelante un proceso educativo de baja calidad.

La propuesta de valor para un servicio que se acople para los estudiantes de

educación virtual seria “Capsulas especializadas” estas son semejantes a una
tutoría pero llevadas al detalle, es decir si un estudiante que está viendo un tema
determinado en el cual tiene falencias y externamente no ha podido comprender
realmente el tema a tratar podría solicitar una de estas capsulas mediante un
informe que pueda llegar a el docente.

Teniendo un equipo de docencia con disponibilidad para atender estas

solicitudes el estudiante mediante un informe detallado comenta el tema en el
que tiene dificultad de aprendizaje, cuáles son sus dudas más relevantes, en que
quisiera enfatizar para el docente que lleve su solicitud pueda realizar la
“capsula” esto sería un por medio de un medio audiovisual (video) donde se
resuelvan estas inquietudes, y genere un ticket de respuesta de estudiante
donde se verifique que esta respuesta realmente de solución al requerimiento
del estudiante o en caso contrario pactar a disponibilidad de tiempo de las dos
partes un video chat para aclarar específicamente la solicitud .

Este método garantizaría una compresión más amplia de los temas vistos en la
formación virtual lo cual garantizaría profesionales mejor preparados y que
tengan una visión de la aplicación de su carrera mucho más amplia y se puedan
desarrollar mejor en sus proyectos al finalizar la formación.

Esto favorecería a los estudiantes actuales y a los futuros estudiantes online ya

que antes de ingresar a la formación se puede evidenciar que hay un
acompañamiento real de parte de las universidades que prestan este servicio, y
posicionar este método de estudio como uno de calidad donde sus egresados
van a saber desempeñarse de una mejor manera en su ámbito profesional.