Professional Documents
Culture Documents
Monición
Estemos atentos a todo lo que el Señor quiera decirnos durante estos días, comenzando
por esta celebración, (presidida por nuestro Obispo), en ella Jesús nos hablará al corazón
por medio de su Palabra y podremos recibir su Cuerpo y su Sangre. Él quiere hacer este
camino con nosotros, como lo hizo hace dos mil años con sus discípulos, solo tienes que
dejarle caminar contigo y para ayudarnos a ello tenemos una Madre, la Virgen de
Guadalupe hacia la cual nos encaminamos.
Acción de gracias
Gracias Jesús por haber venido a mi corazón, gracias por tu Cuerpo y por tu Sangre,
gracias por dejarnos a tan buena Madre, gracias por haberme traído hasta aquí, gracias,
por poder comenzar esta peregrinación para encontrarme contigo. Tú sabes Jesús que
muchas veces al igual que a tus discípulos, me falta fe, no se como orar, no soy todo lo
buen cristiano que debería, tú sabes las intenciones, sufrimientos y alegrías que llevo en
mi corazón, ven conmigo Jesús para que durante estos días pueda ver tu rostro Señor,
pueda descubrir los tesoros de tu Corazón, un Corazón paciente, un Corazón amigo, un
Corazón que busca mi amor, enséñame a amar Jesús, a amarte a ti y a amar a los demás.
Monición de entrada
Hoy Jesús al igual que hizo en aquel tiempo con los discípulos de Emaus quiere hacer
con nosotros un alto en el camino, para explicarnos las escrituras y para partir su pan.
Comenzamos esta celebración de la Eucaristía, quiere hacer un alto para que nosotros
podamos descansar, ha llegado el momento de poner tantas cosas en el Corazón de
Aquel que nos ha traído hasta aquí, ha llegado el momento de darle gracias, de darle
gracias por la Iglesia, de darle gracias por nuestro grupo, por tantas personas que nos
ha permitido conocer, de darle gracias ¡hasta por las ampollas y dolores de pies!
Acción de gracias
Gracias Jesús por venir a este lugar, por venir hasta aquí, por permitirnos descansar en
tu Corazón. Gracias por decirme cuanto me ama tu Corazón, por decirme: tú eres mío,
que a nadie quieres tanto como a mi. Quiero ser más tuyo Señor, que me seduzcas,
que me enamores de tu Corazón, que seas mi único tesoro. Vengo ante ti con la
sencillez de un niño, vengo ante ti a vivir de lo que has dicho, a reclamar lo que Tú me
has prometido, ven conmigo Jesús, ven a este roto corazón, que yo me sienta querido.
Ayúdame Señor a seguir viviendo esta aventura poniendo lo mejor de mi, a tener un
corazón mas parecido al tuyo, a que conozca más la grandeza de tu Corazón, a
encontrarme contigo por medio de tu Madre, de mi Madre, la Virgen de Guadalupe.
DOMINGO 28 DE OCTUBRE
Monición de entrada
Estamos aquí reunidos a las plantas de nuestra Madre, la Virgen de Guadalupe, la Madre
de los jóvenes, hemos venido a darle gracias por tanto como nos regala, darle gracias
por habernos permitido vivir esta aventura juntos, darle gracias por su Iglesia, una
Iglesia, que no está muerta, una Iglesia, que está viva, que tiene un rostro joven, una
Iglesia que somos tú y yo, pero sobretodo hemos venido a darle gracias por haber
encontrado un tesoro, el tesoro del Corazón de su Hijo. Hemos llegado hasta el Corazón
de Cristo de la mano de María, aprovechemos esta celebración en la que Jesús quiere
mirarnos a cada uno de nosotros como miraba a su Madre, quiere amarnos a cada uno
de nosotros como amaba a sus amigos, quiere que lo pongamos todo en su Corazón,
pongamos en Él todas nuestras intenciones, todos nuestros deseos, todo lo que
tengamos en nuestro corazón, pero sobretodo pongámosle nuestro pobre y pequeño
corazón para que Él lo haga cada vez más parecido al suyo.
Acción de gracias
Muchas veces podemos pensar que bonito sería que el tiempo no pasará, que bonito
sería que esta aventura no acabara nunca, que bonito sería que siempre fuera
Guadalupe, pero Jesús ha soñado con cosas mas grandes, Jesús ha soñado que ahora
comience tu aventura, Él que ha venido a tu corazón durante estos días, Él que lo acabas
de recibir ahora en la Eucaristía, Él que quiere darte su mismo Corazón, quiere pedirte
una cosa, quiere pedirte que sigas viviendo aventuras, que jamás dejes de soñar, que
nunca te quites las zapatillas, que no te conviertas en un joven acomodado de sofá, Él
quiere pedirte que seas testigo del tesoro que has encontrado en esta aventura
apasionante, queridos amigos, ahora, Guadalupe, no acaba, ahora comienza, ahora
comienza la verdadera peregrinación, ahora comienza esta aventura apasionante, la
aventura de ser sus jóvenes, no los del mundo, sino los de Dios, la aventura de que por
medio de nuestra vida el amor que no es amado, sea amado. Jesús ayúdame a ser tu
testigo en medio del mundo, ayúdame a ser tu discípulo, ayúdame a ser santo.