San Cebrián".

Inaugura en Carrión una planta que prepara

para biodiésel 10.000 litros mensuales

La planta valorizadora de aceite vegetal usado inaugurada

ayer en Carrión de los Condes da empleo a tres personas con
discapacidad física y cinco con discapacidad intelectual. La
iniciativa está gestionada por el Centro Especial de Empleo
Ataces, entidad integrada en el Grupo Fundación San Cebrián,
y lleva cuatro meses de rodaje. Para su puesta de largo oficial
contó con el apoyo de la consejera de Familia e Igualdad de
Oportunidades, Milagros Marcos.

En palabras del gerente de la Fundación San Cebrián, Fidel

Ramos, el proyecto está basado en un «binomio muy
interesante», al combinar la integración laboral de personas
con discapacidad y la protección medioambiental. «La
iniciativa es novedosa y estamos muy complacidos con el
papel de la Junta que, a través de los programas de economía
social, apoya este proyecto junto a entidades privadas como
el BBVA, que concedió un premio a la innovación», explicó.

A su vez, destacó el papel que ha jugado el grupo de acción

local Araduey Campos, apoyado por la Diputación, que ha
coordinado la recogida de aceite usado en los municipios. «El
proyecto es muy interesante y está enmarcado en los
itinerarios hacia el empleo nuestro centro ocupacional ,
donde se forman las personas con discapacidad para luego
integrarse en el mundo laboral», agregó el responsable de
San Cebrián.

En la nueva planta de valorización se manejan dos tipos de

recogida de aceite usado. Uno es el doméstico, denominado
sistema Hogar, y el que procede de los establecimientos
hosteleros, llamado Horeca. Este último cuenta con 150
proveedores entre la capital y el norte de la provincia,
realizándose una gestión conjunta de 10.000 litros
mensuales, más de 100.000 al año, que esperan convertirse
en 250.000 cuando avance el proyecto.

De esta forma se da servicio a 150 clientes del sector

hostelero de la provincia y a una población total de 110.000
habitantes.

Para ello se dota a los hosteleros de bidones y se les entrega

un albarán que acredita ante la Administración el destino del
residuo, ya que deben entregar su aceite residual a un gestor
autorizado. De este modo se recogen unos 6.000 litros al
mes.

Para el aceite de uso doméstico se emplean unos

contenedores específicos donde la gente lo deposita. En los
contenedores de Palencia capital, se consigue recoger 4.000
litros mensuales. Es probable que la cantidad aumente
porque el Grupo de Acción Local Araduey ya ha firmado con
los ayuntamientos de Tierra de Campos -unos 60 pueblos de
Valladolid y Palencia- un convenio para recoger el aceite.

El proceso en la planta. Al llegar a la planta de Carrión de los

Condes el aceite pasa por distintos procesos de filtrado y
decantación antes de que sea recogido por los camiones
cisterna que lo trasladan a las fábricas donde se transforma
en biodiésel.

Las tres personas con discapacidad física y los cinco con

discapacidad intelectual que trabajan en la planta conocen a
la perfección la mecánica del proceso y la calidad del aceite.
Este producto se vierte en una balsa. Allí reposa unas ocho
horas. Luego las bombas lo trasladan hasta el depósito de
decantación, donde se le da un golpe de calor hasta los 45-
50°C. No puede superar esa temperatura porque aumentaría
su acidez y perdería valor. La humedad y la acidez penalizan
el precio del aceite reciclado. En el decantador permanece 48
horas antes de pasar a un depósito nodriza, desde donde se
carga en los camiones cisterna. Las conducciones de un
depósito a otro llevan todo tipo de filtros para que el aceite
vaya ganando en pureza. Los lodos y las impurezas que van
quedando en ese filtrado se llevan a un gestor de residuos no
peligrosos.

El ciclo completo del proceso llega hasta Villamuriel de

Cerrato, donde se encuentra la planta de reciclado de plástico
de Magonsa, que recoge todas las botellas del Sistema
Hogar.

Allí se buscan soluciones como la mezcla con botellas de

detergente, que ayudan a limpiar el aceite. Actualmente hay
33 contenedores dobles instalados por el Ayuntamiento de
Palencia en la capital, y 33 contenedores simples y 82 carros
repartidos por la provincia financiados por el Grupo de Acción
Local Araduey-Campos.