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1. TEORÍA PSICOANALÍTICA
El psicoanálisis se define como un conjunto de teorías psicológicas y técnicas terapéuticas
que tienen su origen en el trabajo y las teorías de Sigmund Freud. La idea central en el
centro del psicoanálisis es la creencia de que todas las personas poseen pensamientos,
sentimientos, deseos y recuerdos inconscientes. Por lo que el contenido del inconsciente a
la conciencia, las personas son capaces de experimentar la catarsis y profundizar en su
estado de ánimo actual.
Otro teórico asociado con el psicoanálisis es Erik Erikson. Erikson amplió las teorías
de Freud e hizo hincapié en la importancia del crecimiento personal durante toda
la vida. Formuló la teoría del desarrollo humano, las etapas psicosociales y la
influencia de la cultura y la sociedad en la evolución de la personalidad.
2. PSICOLOGÍA INDIVIDUAL
Alfred Adler (7 de febrero de 1870-28 de mayo de 1937) fue un médico, psicoterapéuta y
fundador de la escuela de Psicología Individual. Inició su carrera como un oftalmólogo pero
tras profundizar en estudios de la mente y psicología se convirtió en uno de los psicólogos
más influyentes y con más aportaciones en el psicoanálisis.
Su énfasis en la importancia de los sentimientos de inferioridad -complejo de inferioridad-
es reconocido como un elemento que juega un papel clave en el desarrollo de la
personalidad. Adler consideraba al ser humano como un todo individual, por lo que llamó a
su psicología “Psicología individual”.
Es considerado el primer psicólogo comunitario, porque su trabajo fue pionero en la
atención a la vida comunitaria, la prevención y la salud de la población. La psicología
Adleriana hace hincapié en la necesidad humana y la capacidad de crear un cambio social
positivo.
Después de graduarse como médico en la Universidad de Viena en 1895, comenzó su
carrera como oftalmólogo, pero pronto cambió a la práctica general en una zona menos
próspera de Viena, cerca de un parque de diversiones y un circo.
Trabajando con gente del circo, Adler se inspiró en las inusuales fortalezas y debilidades de
los intérpretes. Se ha sugerido que Adler comenzó a desarrollar sus ideas sobre la
compensación y la inferioridad durante este tiempo.
Tras desarrollar sus teorías, fue invitado por Sigmund Freud a unirse a un grupo de
discusión informal que luego se convertiría en la Sociedad de los Miércoles y serviría de
matriz para la Sociedad Psicoanalítica de Viena. Adler era un psicoanalista destacado y
respetado en el círculo íntimo de Freud.
Si bien formó parte de dicho círculo, Adler nunca fue un seguidor de Freud; su trato siempre
fue el de colegas en iguales términos.
Adler mantuvo siempre ideas propias a pesar de suscribir a la teoría del psicoanálisis pero
cuando se separó del círculo íntimo en 1911, junto a otros psicoanalistas importantes
como Carl Jung, se dedicó a trabajar en su propia teoría con más ahínco, fundando la
Sociedad para la Psicología Individual en 1912.
Después de la I Guerra Mundial, Adler se dedicó a profundizar su teoría y difundirla, llegando
a ser un académico invitado tanto en Europa como en EEUU.
Principios básicos
El nombre de Psicología individual no refiere, sin embargo, a un individuo sino todo
lo contrario: es una psicología en la que tienen especial importancia los factores
sociales, dado que Adler consideraba a la humanidad como un conjunto individual
e indivisible.
A partir de sus divergencias con Freud y el Psicoanálisis, Adler dejó la postura sobre
la primacía de la sexualidad y la libido como determinantes de la vida anímica y
formuló otra donde la evaluación individual del mundo es lo más determinante.
Psicodinámica
La psicología humana es psicodinámica por naturaleza. A diferencia del psicoanálisis
que hacía hincapié en las demandas pulsionales, Adler sostiene que la psique es
guiada por metas y alimentada por una fuerza creativa desconocida.
Las metas del individuo son inconscientes pero tienen una función teleológica. Estas
pueden ser ficciones que tienen valor real para el individuo y la meta final puede
estar compuesta por innumerables sub-metas.
Holismo
Para la psicología individual el contexto es muy relevante en el funcionamiento y
crecimiento psicológico individual. El contexto de los miembros de la comunicad, la
construcción de dichas comunidades y las fuerzas sociohistóricas y políticas que les
dan forma tienen especial importancia e influencia en el individuo.
Esta visión holística del sujeto se debe en gran parte a la influencia de la teoría del
holismo de Jan Smuts, quien consideraba que la evolución provenía de la
integración progresiva de entidades completas menores hacia entidades mayores.
Esta visión holística luego sería retomada por la Psicología Comunitaria, aunque la
psicología individual se enfocaba más bien en la prevención y tratamiento a nivel
individual.
Tipología
Según la Psicología Individual existen esquemas de tipos de personalidad, aunque
no se consideran fijos sino más bien soluciones heurísticas o provisorias a los
problemas que surgen en la vida del individuo.
Son, más bien, patrones de comportamiento que pueden surgir como formas de
encarar la dinámica de inferioridad-superioridad. Son expresiones del Estilo de Vida.
Inclinado a recibir. Son personas sensibles que han desarrollado una coraza
que las proteja del mundo que les rodea pero necesitan de otros que les
ayuden en las dificultades con que se encuentran. Pueden volverse
fácilmente dependientes y desarrollar síntomas como fobias,
compulsiones, ansiedad, etc.
Evasivo. Personas que evitan tomar riesgos o afrontar dificultades. No les
gusta ser derrotados y evitan tener contacto social por miedo al rechazo o
sentir una derrota. Pueden ser exitosos pero no tomaron ningún riesgo para
alcanzar dicha posición.
Dominante. Busca el poder y está dispuesto a manipular situaciones o
personas para lograr su cometido. Muestran actitudes autoritarias y son
propensos a tener comportamientos antisociales.
Socialmente útil. Son extrovertidos y muy activos. Tienen mucho contacto
social y buscan el bien común en balance con el individual.
Las memorias
Otra herencia del psicoanálisis, en la Psicología Individual las memorias -
especialmente las de la infancia- tienen gran importancia en el trabajo terapéutico.
Según Adler, las memorias son la expresión de la lógica “privada” del individuo,
constituyéndose metáforas de su filosofía de vida.
El orden de nacimiento
Como se dijo antes, el orden de nacimiento dentro de una familia determina en
parte el estilo de vida y el tipo de personalidad de cada individuo.
Al estudiar los efectos del orden en la vida individual, Adler buscaba responder la
pregunta sobre por qué los niños, a pesar de ser criados en la misma familia y
supuestamente en el mismo ambiente compartido, desarrollan personalidades
distintas.
Sin embargo, Adler demostró que los hermanos en verdad crecen en ambientes
distintos: el mayor crece en una familia que con hermanos menores, el del medio
en una con hermanos mayores y menores y el menor en una con hermanos
mayores. Por lo cual, es la constelación familiar la que explica las diferencias entre
hermanos.
El primogénito tiene una posición favorable por obtener la atención de los nuevos
padres hasta la llegada del segundo hijo, quien le potenciaría sentimientos de
destrono y tristeza por no ser más el centro de atención.
El segundo hijo (o los del medio) es quien más probablemente sería un individuo
feliz puesto que no tuvo una vivencia de destrono ni tampoco fue consentido,
aunque es común que se vuelva rebelde y se sienta hecho a un lado.
Teleología
Adler afirmaba que todos los individuos tenían una idea de cómo sería su ser ideal.
A esta imagen de sí la llamaba finalismo ficticio. Este finalismo (o teleología) otorga
una dirección más clara sobre las decisiones que el individuo hace sobre sí mismo.
Complejo de inferioridad
Haciendo construido el concepto de teleología en la que el individuo tiene una
motivación que le lleva a accionar en función de alcanzar su meta, a Adler se le
presentó la pregunta sobre por qué gran parte de la población permanece sin
embargo insatisfecha y lejos de alcanzar la perfección.
3. PSICOLOGÍA ANALÍTICA
La psicología analítica es la obra de Carl Gustav Jung y sus seguidores. También conocida
como psicología de los complejos, el término aparece oficialmente en 1913 para designar
una ampliación del psicoanálisis, razón por la cual se la tiene tanto por una escuela de
psicoanálisis como por una tendencia de la psicología profunda, según la expresión de
Bleuler para caracterizar a toda psicología que parta de la hipótesis de la existencia de una
psique inconsciente. En este artículo de Psicología-Online, recogemos la teoría sobre la
psicología analítica de Carl Gustav Jung.
Atrás quedarán los años en los que Jung fue el presidente de la Asociación
Psicoanalítica Internacional desde su fundación en 1910 hasta el inicio de la primera
Guerra Mundial. Una época en la que se constituye y alcanza una dimensión
internacional (Europa y Estados Unidos) el movimiento psicoanalítico nacido en
Viena alrededor de Freud a partir de 1900.
En 1930, fue nombrado vicepresidente honorario de la asociación alemana de
Psicoterapia y tres años después fue profesor en la escuela politécnica de Zurich
hasta 1942. Dejó la enseñanza debido a su edad avanzada y por motivos de salud.
Carl Gustav Jung murió a los 85 años, en 1961, dejando un gran legado para la
psicología y la corriente psicoanalítica.
La psicología analítica
Jung empieza su vida profesional en el centro psiquiátrico más importante del
momento, la Clínica Universitaria Burgöhlzli, dirigida a la sazón por Eugen Bleuler,
creador de la noción de esquizofrenia y un facilitador del psicoanálisis durante esos
años. En la Clínica Jung se familiariza con la psiquiatría del momento tanto en su
aspecto terapéutico como experimental e investigador.
Éste, en contacto con lo Real a través del alma del mundo expresada en las
sincronicidades, hace consciente el unus mundus, lo Real. La constitución y
diferenciación de esas figuras ocupa el proceso de individuación, cuya consciencia
relativa es la meta del análisis. Un análisis que consiste en procurar el diálogo entre
consciente e inconsciente. Un instrumento específico para llevar adelante ese
diálogo es la imaginación activa, basada en la función transcendente, que vincula
consciente e inconsciente y permite la transformación psíquica. El otro método
fundamental es la interpretación de los sueños, para la que Jung define un nivel
objetivo y otro subjetivo, recomienda el estudio de las series de sueños y elabora
un concepto de símbolo onírico coherente con la hipótesis de lo inconsciente
colectivo. Con estas herramientas conceptuales Jung va creando una psicología,
aunque su interés no es tanto elaborar un sistema cuanto ayudarse de una serie de
conceptos e hipótesis para enfrentar las necesidades clínicas. Surge así su tipología
en 1921.
Sin embargo, con el paso del tiempo, los seguidores de una y otra corriente han
encontrado que no necesariamente se trata de teorías contradictorias (Thompson,
1979; Samuels, 1999) sino que, como se propone en este artículo, es posible
analizar una buena parte de los planteamientos de Freud y Jung como provenientes
de dos tipos diferentes de personalidad, condicionados por ópticas unilaterales.
Pueden analizarse entonces como ejes extremos de un mismo espectro de
posibilidades, y por tanto, como visiones complementarias. Algunas de estas
polaridades se presentan a continuación.
Un inconsciente creativo
Otra evidencia de la perspectiva optimista de Jung es que mientras que el
inconsciente que concebía Freud tenía un cariz negativo, representado por todas
las cosas reprimidas del individuo, el inconsciente era para Jung también una fuente
positiva que podía generar grandes beneficios (Jung, 1992). Desde su óptica, el
inconsciente a menudo se muestra como una fuente inacabable de creatividad que
puede ser transmitida a la conciencia en forma de fuerzas de renovación y de
transformación. Un ámbito transracional: Mientras que Freud se ceñía
completamente al método científico basado en la racionalidad, Jung se interesaba
por una psicología que excedía el lado racional del ser humano (Jaffé, 1992;
Hochheimer, 1968).
Sentía un gran respeto por el método empírico y lo demostró varias veces, entre
otros en sus experimentos de asociación de palabras (Jung, 2001); no obstante,
siempre se negó a comprometerse con la falacia del cientificismo, pues consideraba
que era una forma de negar la validez de todos los fenómenos no susceptibles de
investigación científica (Stevens, 1994).
Es decir, consideraba que todas las actividades de la psique están dirigidas hacia
una finalidad (Jung, 1992). Esto incide en los aportes hechos por Jung al campo de
la psicoterapia, ya que algunas de tales contribuciones consisten en preguntarse no
solamente por las causas de los fenómenos psíquicos, sino complementar esta
mirada con el interrogante sobre el propósito que persiguen. Las anteriores son
algunas de las principales posiciones contrarias que tenían Freud y Jung, y ayudan
a entender los principales fundamentos de la psicología analítica: la autorregulación
de la psique, el modelo de estructura de la psique, el inconsciente personal, los
complejos, el inconsciente colectivo y los arquetipos. Principios generales de la
psicología analítica.
Los opuestos y la autorregulación de la psique
Según la teoría junguiana, para comprender la realidad del mundo, la psique
entiende todas las formas de vida como una lucha entre fuerzas antagónicas que
generan tensiones, las cuales, al resolverse, producen un desarrollo en el individuo
(Progoff, 1967).
Jung estaba convencido, así mismo, que la psique es un sistema autorregulado que
se esfuerza constantemente por mantener el equilibrio entre tendencias opuestas.
De esta manera, cuando se produce una polaridad o unilateralidad en el reino
consciente de un individuo, su inconsciente reacciona de inmediato en sueños, o
fantasías, intentando corregir el desequilibrio que se está produciendo.
4. CONDUCTISMO
El conductismo es una corriente de la Psicología que se centra en el estudio de las
leyes comunes que determinan el comportamiento humano y animal. En su origen,
el conductismo tradicional deja de lado lo intrapsíquico para focalizarse en la
conducta observable, es decir, prioriza lo objetivo por encima de lo subjetivo. Esto
opone el conductismo a planteamientos previos como los psicodinámicos y los
fenomenológicos. De hecho, desde la perspectiva conductista aquello que solemos
entender como "mente" o "vida mental" es tan solo una abstracción de lo que
realmente debería estudiar la psicología: los vínculos entre estímulos y respuesta en
contextos determinados.
Los conductistas tienden a concebir a los seres vivos como “tabulas rasas” cuya
conducta está determinada por los refuerzos y castigos que reciban más que por
predisposiciones internas. El comportamiento, por tanto, no depende
principalmente de fenómenos internos, como los instintos o los pensamientos (que
no dejan de ser, por otra parte, conductas encubiertas) sino más bien del entorno,
y no podemos separar ni la conducta ni el aprendizaje del contexto en que tienen
lugar.
De hecho, aquellos procesos que ocurren en el sistema nervioso y que para muchos
otros psicólogos son la causa de cómo actuamos, para los conductistas no son más
que otro tipo de reacciones generadas a través de nuestra interacción con el
entorno.
La Caja Negra
Para Watson los seres vivos somos “cajas negras” cuyo interior no es
observable. Cuando los estímulos externos llegan a nosotros damos
respuestas en consecuencia. Desde el punto de vista de los primeros
conductistas, si bien se dan procesos intermedios dentro del organismo, al
ser inobservables deben ser ignorados al analizar el comportamiento.
Sin embargo, a mediados del siglo XX los conductistas matizaron esto y, sin
desdeñar la importanca de los procesos no observables directamente que
ocurren en el interior del cuerpo, señalaron que la psicología no necesita dar
cuenta de ellos para aportar explicaciones sobre las lógicas que rigen la
conducta. B. F. Skinner, por ejemplo, se caracterizó por dar a los procesos
mentales exactamente el mismo estatus que la conducta observable, y por
concebir el pensamiento como conducta verbal. De este autor hablaremos
más adelante.