“FILOSOFO JUAN DUNS ESCOTO”

Todo lo referente a la ética, sus pensamientos y un análisis crítico

Por: Marjorie Julyssa Chahua Huamani

Ética y Deontología

Mg. Víctor Alejandro Barba Villalobos

II - 2018

PRESENTACIÓN
El presente trabajo titulado “Filosofo Juan Duns Escoto: ética, pensamientos y
análisis crítico de su legado”, tiene por objetivo desarrollar un análisis sobre el
pensamiento y lo sobre la ética su vida y pensamiento del franciscano el cual reúne
aspectos históricos y filosóficos y un análisis textual cercano.

Esta visión enmarca su metafísica, epistemología y sirve como un modelo para

comprender la libertad divina desde fuera. La noción innovadora de contingencia se
sitúa históricamente como resultado del rechazo fundamental de Duns Escoto a los
modelos necesarios de acción humana, que se encuentran tanto en Aristóteles como
en el pensamiento árabe. [ CITATION Vos09 \l 10250 ]

Los diferentes aspectos filosóficos del pensamiento escotista: lógica, ontología,

epistemología, física, ética y filosofía de Dios. En cada una de estas áreas,
influyeron en Duns. Y en la ética, el dilema central refiere la queja tradicional del
supuesto voluntarismo de Duns Escoto. Lo que es bueno es bueno, porque Dios lo
ha querido así.

CONTENIDO
Duns, desde sus primeros años como filósofo y teólogo, se enfrentó a este problema
desde la filosofía aristotélica. Y le dio una respuesta novedosa, una que difería del
relato tomista. ¿Qué dice Escoto sobre integritas? Él dice: La belleza no es un tipo
de calidad absoluta en el objeto bello. Es más bien un agregado de todas las
propiedades de tales objetos, por ejemplo, magnitud, forma y color, y la suma de
todas las conexiones entre ellos y el objeto.[ CITATION Ber18 \l 10250 ]

1–6
Para Duns, la unidad de un ser vivo compuesto no requiere la unidad de una sola
forma, sino solo la subordinación de las formas de las partes, ninguna de las cuales
está abolida, hasta una forma última, no es el perfeccionamiento de la forma, que
por su naturaleza es universal. Más bien, le da a todo el ser compuesto una
particularidad concreta. [ CITATION Ber18 \l 10250 ]

Dice Duns La última diferencia específica, es simplemente ser diferente de todo lo

demás. Los individuos, por lo tanto, son superiores a las esencias. Le dio gran
importancia al individuo como algo distinto de lo universal. Para Duns, el individuo es
más perfecto porque es una cosa única que está disminuida por su propia
singularidad. Para él, algo está incluido en la naturaleza misma del individuo (razón
individual) que falta en la naturaleza compartida (natura communi, por ejemplo, la
humanidad como tal).

El vehículo esencial de sus ideas fue el comentario sobre las oraciones, que él y sus
contemporáneos transformaron en una forma literal para la especulación; y su
principal tarea literaria fue la revisión de sus numerosos cursos para producir un
comentario definitivo, la Ordenación. El manuscrito de Assisi 137, que deriva
directamente de su autógrafo, es testigo de una etapa tardía en el proceso, que en
cierto sentido continuó después de su muerte con las adiciones magnánimas de sus
alumnos. Su otro trabajo auténtico fue el resultado, al parecer, de su enseñanza:
varios comentarios sobre la lógica y la metafísica de Aristóteles, concurrentes con la
Ordenación; atribuciones o disputas privadas, celebradas en sus estudios de Oxford
o París; y dos tratados teológicos, De primo principio y cartas. Todos ellos son
auxiliares del orden, y la serie sucesiva de conferencias, seguidas del proceso de
revisión y corrección, sugieren que Duns concibió su teología como una unidad, de
la cual se podría dar una versión definitiva. Si hubiera vivido más tiempo, se habría
publicado una versión más madura y magisterial.[ CITATION Enc15 \l 10250 ]

1. Sensación y abstracción.

Escoto adopta la visión aristotélica medieval estándar, entre los animales, existen
poderes cognitivos: Los sentidos difieren del intelecto de los órganos físicos y el
intelecto que saca lo universal, del material singular en el que está incrustado. Esta
actividad es realizada por el intelecto activo o agente, que toma los "fantasmas"

2–6
derivados de la experiencia sensorial y los convierte en "especies inteligibles".
[ CITATION Enc15 \l 10250 ]

Escoto sostiene que el intelecto humano nunca entiende nada sin volverse hacia los
fantasmas. Es decir, para implementar un concepto que ya ha sido adquirido, uno
debe hacer uso de los datos sensoriales, aunque los fantasmas empleados en el uso
de un concepto ya adquirido no tienen que ser algo parecido a los fantasmas a partir
de los cuales se extrajo ese concepto. Adquirí la especie inteligible de perro a partir
de fantasmas de perros, pero ahora puedo hacer uso de ese concepto no solo
invocando la imagen de un perro sino también imaginando (digamos) el sonido de la
palabra latina para perro.[ CITATION Spa16 \l 10250 ]

2. Cognición intuitiva

Duns entiende la cognición intuitiva a través del contraste con la cognición abstracta.
El último, como hemos visto, involucra lo universal; y un universal como tal no
necesita ser ejemplificado. La cognición intuitiva, por el contrario, "proporciona
información sobre cómo están las cosas en este momento". La cognición sensorial,
como Duns reconoce explícitamente, cuenta como cognición intuitiva. Escoto se
refiere a la cognición intuitiva intelectual, por la cual el intelecto reconoce que una
cosa particular existe en ese momento. La cognición intuitiva intelectual no requiere
fantasmas; el objeto conocido de alguna manera simplemente causa el acto
intelectual por el cual su existencia se hace presente al intelecto.[ CITATION Spa16 \l
10250 ]

3. La ley natural

Para Escoto, esta ley es un sentido estricto que contiene aquellas proposiciones
morales junto con cualquier proposición que pueda derivarse de ellas de manera
deductiva. Ahora, un hecho importante acerca de las proposiciones que son
evidentes y analíticamente verdaderas es que Dios mismo no puede hacerlas falsas.
Son verdades necesarias. Así que la ley natural en el sentido estricto no depende de
la voluntad de Dios. Esto significa que incluso es una especie de teórico del
comando divino.

3–6
Algunas verdades morales son verdades necesarias, e incluso Dios no puede
cambiarlas. Serían verdad sin importar lo que Dios quisiera.[ CITATION Vos09 \l
10250 ]

La respuesta básica de Escoto es que son los mandamientos de la primera tabla del
Decálogo (Diez Mandamientos). El Decálogo a menudo se ha pensado que involucra
dos tabletas. Los mandamientos de la primera tabla son parte de la ley natural en
sentido estricto porque tienen que ver con el mismo Dios y con la manera en que se
debe tratar a Dios. Porque Escoto dice "Si Dios existe, entonces debe ser amado
como Dios, y nada más debe ser adorado como Dios, y no se le debe hacer ninguna
irreverencia". la definición misma de Dios, se deduce que, si existe tal ser, debe ser
amado y adorado, y no se le debe mostrar ninguna irreverencia. Debido a que estos
mandamientos son evidentes y analíticos, son verdades necesarias. Ni siquiera Dios
mismo podía hacerlos falsos.[ CITATION Spa16 \l 10250 ]

Los teólogos filosóficos escolásticos tienen el impuesto no solo de resolver

problemas filosóficos y de crear sistemas filosóficos, sino de hacerlo de manera
compatible con la religión bíblica. Ahora, Génesis dice que el santo patriarca
Abraham se dispuso a matar a su propio hijo y que el santo patriarca Jacob tomó
dos esposas, mientras que Éxodo habla de las parteras que mintieron a Faraón y,
sin embargo, fueron recompensadas por Dios. Para un pensador escolástico, estos
textos naturalmente plantearían preguntas sobre el estado de la ley natural,
especialmente la parte de ella registrada en los Diez Mandamientos, o Decálogo. Si,
como lo sugieren las Escrituras, estos agentes no actuaron mal al actuar como lo
hicieron, ¿no violaron la ley natural a pesar de las apariencias? ¿O concedió Dios
una dispensa de la ley?

Con estos temas en mente, Escoto ofrece su discusión más reveladora de la ley
natural. Según Escoto, Dios, de hecho, ha ofrecido dispensas de la ley. La dispensa
puede tomar dos formas: Dios puede revocar la ley, o Dios puede aclarar la ley. Sin
embargo, incluso Dios está limitado en la medida en que puede dispensar. Esto se
debe a que la ley natural en sentido estricto consiste en leyes conocidas a través de
ellas mismas en base a sus términos. Como son verdades necesarias desde el
punto de vista lógico, al menos no pueden ser revocadas. Escoto toma los dos

4–6
primeros mandamientos del Decálogo para pertenecer a la ley de la naturaleza en el
sentido estricto. El mandamiento de amar a Dios, por ejemplo, ejemplifica el principio
de que lo mejor es ser más amado, que se conoce a través de sí mismo. Incluso
Dios no podía hacer que fuera lícito odiarlo.

A diferencia de Santo Tomás de Aquino, Escoto rechazó la distinción entre esencia y

existencia, negando que podamos concebir lo que es ser algo, sin concebirlo como
existente. También en contraste con Santo Tomás de Aquino, Escoto, creía en la
controvertida doctrina de la univocidad, que ciertos predicados pueden aplicarse
exactamente con el mismo significado para Dios que para sus criaturas (Aquino
insistió en que solo era posible una predicación analógica, en la cual una palabra
según se aplica a Dios tiene un significado diferente de, aunque relacionado con, el
significado de la misma palabra que se aplica a las criaturas). Escoto también
argumentó a favor de la doctrina de la concepción inmaculada de María (los grandes
filósofos y teólogos de la época estaban irremediablemente divididos sobre el tema,
con Aquino, por ejemplo, generalmente negando la doctrina).[ CITATION Vos09 \l
10250 ]

Generalmente se considera que Escoto fue un realista más que un nominalista, en el

sentido de que trataba a los universales como reales. Sin embargo, reconoció la
necesidad de una distinción intermedia resultando en su concepto de una "distinción
formal"

Su argumento causal de la existencia de Dios (del cual ofreció varias versiones), es

quizás el más complicado de todos los escritos, y constituye esfuerzo filosófico, a
pesar de sus defectos. Primero probó lo que llamó "triple primacía"; luego demostró
que estas tres primacías son co-extensivas; luego demostró que cualquier ser que
disfruta de la triple primacía está dotado de intelecto y voluntad, y que tal ser es
infinito; y finalmente demostró que solo puede haber uno de esos seres.

Escoto ideó tal vez la formulación más temprana del Voluntarismo (la visión que se
refiere a la voluntad es el factor básico, tanto en el universo como en la conducta
humana), enfatizando la voluntad divina y la libertad humana en todos los temas
filosóficos.[ CITATION Hac91 \l 10250 ]

5–6
Sus obras se deben actualizar y dar a conocer su pensamiento ya que es drástico en
indicar el respeto que se debe tener a los mandamientos de Dios y el amor que Dios
nos enseña.

CONCLUSIONES
Se puede concluir sobre Juan Duns es, sin duda, uno de los teólogos filósofos más
importantes de la Edad Media que a menudo no se ha tomado en cuenta. Este
filósofo, debe recuperar su lugar que le corresponde en la historia de la filosofía
occidental, revelando que, de hecho, es uno de los grandes maestros de nuestra
herencia filosófica. Entre los campos a los que Escoto ha hecho una contribución
inmensa están la lógica, la metafísica, la filosofía de la mente y la acción y la teoría
ética. La filosofía de John Duns Escoto proporciona una visión general épica de la
vida.

FUENTES DE INFORMACIÓN

(1) FUENTES ELECTRÓNICAS:

Bernard, A. (2018). Beato John Duns Scotus. Filósofa escocesa y teóloga . Obtenido de
https://www.britannica.com/biography/Blessed-John-Duns-Scotus
Enciclopedia de Stanford de Filosofía. (2015). John Duns Scotus. Obtenido de
https://plato.stanford.edu/entries/duns-scotus/
Hackett, J. (1991). Duns Scotus: A Brief Introduction to his Life and Thought. Studies
in Scottish Literature, 26(1). Obtenido de
https://scholarcommons.sc.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1299&context=ssl
Spade, P. (2016). Filósofo individual. John Duns Scotus. Obtenido de
https://www.philosophybasics.com/philosophers_scotus.html
Vos, A. (2009). The Philosophy of John Duns Scotus. . Edinburgh University Press.

6–6