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Palabras Clave: Catastro, Huerto Urbano, Soberanía Alimentaria, Agricultura Urbana, Redes.
INTRODUCCIÓN
La idea de la Agricultura Urbana ha sido bien recibida también por el mundo institucional. En
los últimos años han sido los Estados los que han procurado fomentar estas prácticas
ambientales como una forma de hacer educación ambiental y promover el contacto con la
naturaleza, aunque visto desde otro punto de vista, también como una forma de cooptar una
práctica que nace con un sentimiento de lucha contra un sistema desigual, y así usarla como
una forma alternativa de desarrollo (Giraldo y Rosset, 2016).
En Chile, la Agricultura Urbana es una práctica que se ha ido desarrollando en masa recién en
la última década, si bien tiene precedentes de principios del siglo XX (Gurovich, 2003), no es
sino hasta mediados del 2000 que comienzan a surgir las primeras iniciativas comunitarias de
huertos colectivos en plena ciudad.
En la actualidad no es difícil encontrar Huertos Urbanos en plena vía pública, generados por
intervenciones comunitarias o proyectos vecinales. La cantidad de huertos ha aumentado en
Santiago, sin embargo, esta práctica aún es poco conocida por gran parte de la población,
aunque cada vez hay más talleres y cursos abiertos y gratuitos para aprender de Agricultura
Urbana. Al mismo tiempo, tampoco hay muchas publicaciones académicas relevantes que
hablen en específico de la situación de la agricultura urbana en Santiago o en Chile en
general. El aumento de esta práctica y su poco estudio es una de las razones principales por
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las que se ha decidido investigar este tema en particular, además de la motivación personal
del autor por haber estado involucrado en el tema con anterioridad en otras investigaciones y
participar personalmente en iniciativas huerteras y medioambientales. Es, entonces, de gran
importancia el obtener información sobre la naturaleza y características de los Huertos
Urbanos, ya que es una tendencia en alza y se asume que seguirá teniendo gran relevancia en
el futuro.
De este modo, lo que se busca en el presente estudio es tener una aproximación detallada de
lo que sería el estado actual de la Agricultura Urbana en Santiago de Chile, buscando
contribuir al conocimiento sobre esta temática y generar un insumo base para posibles nuevas
investigaciones.
Este tipo de producción ha sido avalada por organismos internacionales y diversos Estados,
ya que para ellos representa una viable solución para el hambre y la pobreza. De aquí aparece
el concepto de Seguridad Alimentaria, un concepto que nace desde las Naciones Unidas a
través de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura, FAO por sus siglas en ingles: Food and Agriculture Organization) en 1974 en la
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Cumbre Mundial de la Alimentación, en cuyo objetivo se trató la necesidad de la erradicación
del hambre y la pobreza en el mundo y para ello había que incrementar la producción de
alimentos (ISF, 2016. P3). De este modo conciben al Mercado como el motor del crecimiento
económico para garantizar la Seguridad Alimentaria, ya que a través del comercio
internacional, la exportación e importación, habría mayor disponibilidad de productos y
alimento de reserva (FAO, 1996).
Sin embargo, todo esto no ha sido una solución, sino más bien ha sido un problema para la
agricultura. Algunas consecuencias de la Revolución Verde son la usurpación por parte del
estado, la industria y el estamento científico, del rol histórico de los campesinos y ganaderos
ya que ahora todo lo hacen las maquinas operadas por personal capacitado. Por lo tanto, esto
genera aún más desempleo y por consiguiente un aumento de la pobreza e irónicamente del
hambre. Existe una pérdida de la autonomía del campesinado en relación al mercado, la
ciencia aplicada y la industria, siendo obligado éste a consumir productos patentados para
poder desarrollar su disciplina. De lo anterior se desprende la “Biopiratería”, vale decir la
apropiación, mediante patentes o propiedad intelectual, de los conocimientos y los recursos
genéticos de comunidades indígenas y campesinas por parte de empresas e instituciones (ISF,
2016. P31). Además, ha generado una ruptura de la interrelación histórica de la dependencia
entre la actividad agropecuaria y las condiciones ecológicas y climatológicas, ya que se puede
cultivar cualquier alimento en cualquier parte del mundo. En definitiva el Modelo
Agroindustrial actual solo ha generado “una agricultura sin agricultores” (ISF, 2016. P36).
La problemática anterior ha llevado a que los indígenas y campesinos de todas partes del
mundo se organicen para contrarrestar la agroindustria, con prácticas agrícolas más
sustentables, ligadas a la ecología y al respeto de la cultura y sus territorios. Así nace La Vía
Campesina, un movimiento agroalimentario internacional que está constituida de 150
organizaciones locales y nacionales de 70 países de América, Asia, África y Europa,
congregando a más de 200 millones de personas. Nace a principios de los años 90 y se ha
consolidado desde entonces, gracias a la organización de base y a la constante movilización y
lucha contra la Globalización Neoliberal y las grandes transnacionales de la industria
alimentaria (ISF, 2016. P5). Entre sus objetivos está el trabajar como una única voz
campesina en contra del modelo neoliberal, y en la búsqueda de establecer un nuevo modelo
alternativo de agricultura a través de la Soberanía Alimentaria (ISF, 2016. P8-9).
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gestionados por los productores y productoras locales. La Soberanía Alimentaria da
prioridad a las economías locales y a los mercados locales y nacionales, y otorga el poder al
campesinado y a la agricultura familiar, la pesca artesanal y el pastoreo tradicional,
situando la producción alimentaria, la distribución y el consumo sobre la base de la
sostenibilidad medioambiental, social y económica. La Soberanía Alimentaria promueve el
comercio transparente, que garantiza ingresos dignos para todos los pueblos, y los derechos
de los y las consumidoras para controlar su propia alimentación y nutrición. Garantiza que
los derechos de acceso y gestión de nuestra tierra, nuestros territorios, nuestras aguas,
nuestras semillas, nuestros rebaños y la biodiversidad estén en manos de aquellos/as que
producimos los alimentos. La Soberanía Alimentaria supone nuevas relaciones sociales
libres de opresión y desigualdades entre los hombres y las mujeres, pueblos, grupos raciales,
clases sociales y generaciones.” (LVC, 2007)
De esta definición se desprenden al menos 10 principios o ideas fuerza con los que se
trabajará en el presente estudio.
Durante la Fase Cero de esta investigación, la Revisión Bibliográfica, fue bastante difícil
encontrar documentos que apuntaran a la Agricultura Urbana en Chile desde una perspectiva
geográfica y no es mucho lo que se puede encontrar sobre la espacialización de estas
intervenciones.
Una de las fuentes de información más importantes ha sido el libro “Traduciendo el zumbido
del enjambre: hacia una comprensión del estado actual de la Agricultura Urbana en Chile”
publicado por la ONG Cultivos Urbanos en el año 2013, en el cual se reúnen 26 ponencias
que fueron presentadas en el Primer Simposio de Agricultura Urbana SAU13, del año 2013.
Este libro presenta quizás la mayor cantidad de información académica referente a la temática
estudiada y ha sido la principal fuente para esta investigación. Sin embargo al ser una
recopilación de distintas visiones sobre el tema, es bajo el porcentaje de material que hable
directamente sobre la espacialización de los HUS.
Durante el año 2012 fue realizado el Primer Catastro de Agricultura Urbana de la Región
Metropolitana, llevado a cabo por la Red de Agricultura Urbana (en adelante RAU), una
ONG que se origina como iniciativa de la FAO para fomentar los cultivos urbanos. Este
catastro arroja un total de 39 Huertos Urbanos en la Región Metropolitana, estando 35 de
estos en el área urbana de Santiago, un número considerablemente bajo. Si bien para ese
entonces la agricultura urbana no era tan masiva y conocida como lo es ahora, sí se puede
notar que hay un sesgo territorial a la hora de catastrar, tomando en cuenta que la mayoría de
los huertos mapeados se concentran en el sector oriente de la capital, en las comunas de La
Reina, Providencia, Las Condes y Ñuñoa, lo que se puede explicar por el origen institucional
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de esta ONG y su emplazamiento en dicha área de Santiago. Además, el 64% de los huertos
catastrados corresponden a Huertos Domiciliarios, vale decir solo 14 corresponden a Huertos
Institucionales o Públicos. Otro problema de este catastro es que los huertos mapeados que no
son domiciliarios, son sólo los que aceptaron pertenecer a la Red de Agricultura Urbana
como socios y colaboradores, por lo que la mayoría de los huertos catastrados corresponden a
huertos de origen institucional o particular, excluyéndose involuntariamente las iniciativas
comunitarias de huertos públicos.
Mapa 1: Catastro Red de Agricultura Urbana (2012) (Elaboración propia en base al Catastro de Huertos
Urbanos de la RAU).
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Un Catastro más próximo a la fecha es el de Trinidad Cereceda, del año 2014, en una tesis no
publicada, el cual arroja un total de 36 Huertos Urbanos en Santiago. Si bien el número es
similar al del Catastro de RAU, los huertos mapeados tienen una distribución más homogénea
en la ciudad. Sin embargo es evidente que la cantidad de Huertos totales en la ciudad de
Santiago para la fecha ya era mucho mayor. La razón de este bajo número es que, a diferencia
del catastro de RAU que involuntariamente catastró casi solo huertos institucionales, los
huertos catastrados en esta oportunidad son sólo huertos comunitarios y públicos, excluyendo
los huertos urbanos al interior de casas particulares o con participaciones individuales (ver
Mapa 2).
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Finalmente, la última fuente de información usada es el Mapeo Colectivo de Huertos, que se
ha estado realizando en conjunto con este estudio durante el año 2016 por la Red de Huertas
por la Inclusión, una red colaborativa de huertos urbanos a nivel nacional, que nace
originalmente para fomentar la inclusión social, en diversas índoles, a través de la terapia
hortícola. Este mapeo no se está haciendo en base a Sistemas de Información Geográfico,
sino a modo de mapeos participativos en papel durante sus encuentros una vez al mes. Hasta
la fecha han sido mapeados 33 HUS, en su mayoría Huertos Comunitarios representados por
organizaciones sociales (ver Mapa 3).
Mapa 3: Mapeo Huertas por la Inclusión (2016) (Elaboración propia en conjunto con la Red de Huertas por la
Inclusión).
En suma, se puede entender que la información actual y las investigaciones previas son
incompletas, pues no han logrado catastrar la totalidad (o una gran cantidad) de HUS de
forma homogénea ya que han existido sesgos territoriales, o de otra forma, ha existido una
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clasificación previa para determinar qué huertos catastrar y cuáles no. Por lo tanto no existen
datos integrales que contengan una totalidad de tipos de huertos bien definidos. Además,
todos los catastros realizados con anterioridad tienen distintos objetivos, y la información
obtenida de cada huerto no es suficiente o en algunos casos es irrelevante. Por lo que es
claramente una necesidad realizar un catastro más completo que pueda incluso de forma
permanente estar actualizándose constantemente para entregar información relevante sobre
los Huertos Urbanos de Santiago usando por ejemplo el CrowdMapping.
MÉTODOS
Para la realización de este estudio, el trabajo se ha dividido en tres fases, de esta forma se ha
logrado organizar de mejor manera la información (ver Figura 1).
En una primera fase, previa al estudio en sí, se realizó la Revisión Bibliográfica, en la cual se
logró obtener información para entender el Estado del Arte anteriormente presentado.
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HUS fue analizada cualitativa y cuantitativamente, y así se generó un Mapa de Calor y un
Mapa de Cuadrantes, respectivamente.
Área de estudio
Se ha escogido la ciudad de Santiago como área de estudio ya que al ser la capital de Chile,
concentra gran parte de la población del país y existe más probabilidad de que surjan
iniciativas de agricultura urbana, esto considerando que históricamente en sus orígenes,
Santiago era un valle agrícola y que posiblemente existan remanentes de esta cultura en
habitantes antiguos de la ciudad. Por otra parte, es la ciudad de origen del autor, en la cual se
desempeña como agricultor urbano, por lo cual existe conocimiento previo de organizaciones
y redes de Agricultura Urbana que podría ayudar a la investigación.
Para la recolección de datos se han usado tres estrategias distintas. En primer lugar, se realizó
en conjunto con la Red de Huertas por la Inclusión, un Mapeo Colectivo de Huertos, en tres
instancias en las cuales participaron más de 30 organizaciones y representantes de HUS, en
su mayoría colectivos, públicos y comunitarios. Este mapeo fue realizado en papel usando el
método de Cartografía Participativa en la que cada representante marcó directamente la
ubicación de su huerto en el mapa, además de entregar datos generales sobre su huerto, por lo
que la información recopilada es directa desde la fuente y por lo tanto con un alto grado de
fidelidad. Esta estrategia permite tener una mayor precisión de la información, ya que al
constituirse como una red, es posible acceder a información de otros huertos y organizaciones
con mayor fidelidad.
Una segunda estrategia es la del reporte visual, en el cual los representantes de HUS y otras
personas vinculadas a la actividad, han reportado ubicaciones de huertos que conocen o han
visto. De este modo se ha completado el mapa con un gran número de huertos en base a una
fuente secundaria, por lo que sólo se ha podido catastrar la ubicación y el lugar donde están
emplazados, y en la mayoría de los casos el nombre del huerto. Estos reportes también se han
recibido a través de redes sociales de internet por lo que se ha hecho aún más amplia la
participación en el mapeo.
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Reconstrucción y corrección de catastros anteriores
Como fue mencionado con anterioridad, el Catastro del 2012 realizado por la RAU no estaba
disponible en su totalidad, por lo que fue necesaria su reconstrucción. Esto se realizó a partir
de los mapas publicados, georreferenciando las imágenes usando herramientas de Qgis para
posteriormente identificar los lugares marcados y vincularla a la información presentada en
los resúmenes publicados de este catastro, de este modo se pudo identificar el tipo de huerto,
su área y cantidad de personas que trabajan en él. Los otros catastros sí se encontraban
disponibles por lo que no fue necesaria su reconstrucción. Posteriormente se procedió a su
revisión punto por punto, de modo de corregir su posición y nombre, en base a los datos
catastrados desde fuentes directas y precisas.
Para efecto de este catastro, se considera un “Huerto Urbano” todo espacio igual o mayor a 1
metro cuadrado, realizado preferentemente directo a la tierra, en el cual se cultiven
mayoritariamente plantas comestibles, medicinales y/o aromáticas; y que esté emplazado
dentro del radio urbano o en un lugar claramente urbanizado. Dicho esto, todos los puntos
catastrados anteriormente corresponden a Huertos Urbanos, por lo que no ha sido necesaria
realizar una corrección en este último aspecto.
Una vez obtenida la máxima cantidad de HUS posibles, se procedió a realizar los primeros
análisis de mapas. Para esto, en primera instancia se realizó un Mapa de Calor, usando el
complemento “Heatmap” de Qgis para de esta manera tener graficada la distribución espacial
de los HUS y poder entenderla en medida de dónde hay más, donde hay menos y también
donde no hay. El Mapa de Calor se realizó usando un radio de 1000 metros, entendiendo este
radio como el área de influencia máxima del Huerto, y generó una imagen Raster con un
pixel de 50 metros.
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Análisis Multidimensional y Construcción de Tipologías
Con la tercera estrategia de obtención de datos se logró tener una amplia base de datos con 15
variables distintas (ver Tabla 1), con las cuales se realizó un Análisis Multidimensional y se
le asignaron distintos puntajes a los datos según variable.
VARIABLE DESCRIPCIÓN
Lugar de Emplazamiento Referente a la ubicación del Huerto, por ejemplo en un Espacio
Público, Lugar Institucional, Establecimiento Educacional u otros.
Condición de Ingreso Referente a si el Huerto es Abierto o Cerrado al Público, o si este
se abre sólo para actividades.
Origen de la Iniciativa Referente a si la iniciativa de crear el Huerto es de la Comunidad
Organizada, de una entidad gubernamental o de privados o
particulares.
Tipo de Organización Referente a cómo se organizan para mantener el Huerto, ya sea
en Asambleas, un Directorio o unipersonalmente.
Enfoque de Género Referente a si la cantidad de mujeres que trabajan en el huerto
es mayor o igual a la cantidad de hombres.
Financiamiento Referente al origen del financiamiento para mantener el Huerto,
ya sea Autogestión, financiamiento gubernamental o particular.
Obtención de Semillas Referente a donde se obtienen las semillas, ya sea en grandes
tiendas, semillerías especializadas o si se las regalan e
intercambian.
Reproducción de Semillas Referente a si se reproducen semillas o no, y los tipos de
semillas que se reproducen.
Origen de los Referente a si el conocimiento sobre Huertos es de formación
Conocimientos profesional, tradicional o autodidacta.
Producción Referente a si la cantidad de producción del huerto alcanza para
comer, compartir o generar productos.
Inclusión Referente a si se ha trabajado con personas con capacidades
diferentes y si el huerto cuenta con infraestructura para esta labor.
Condición de Permisos Referente a si el Huerto cuenta con permisos para desarrollarse
en ese espacio.
Agua de Riego Referente a si se cuenta con agua para riego y qué tipo de agua
se utiliza, ya sea Agua Potable, de Canal o de Pozo.
Dificultades Referente a las distintas dificultades que enfrenta el Huerto,
como la amenaza de desalojo, la falta de participación, problemas
con autoridades o vecinos, problemas de vandalismo, basura o
robos, falta de financiamiento, etc.
Función Referente a la función que cumple el huerto, ya sea Productiva,
Educativa, Demostrativa, Terapéutica u Experimental.
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Los puntajes asignados a cada variable sirvieron para generar tipologías en tres ámbitos:
Se analizaron tres (3) variables: el Agua para Riego, la Condición de Permisos y las
Dificultades del Huerto, las cuales fueron graduadas dependiendo de qué tan dañina
para la existencia del huerto es. La suma de los puntajes arrojó 4 categorías que hacen
referencia a la Salud del Huerto en el sentido de su permanencia y actividad en el
territorio, estas son: Saludable, Fuera de Peligro, Vulnerable y En Peligro.
Para esta tercera tipología, siendo una de las más relevantes del estudio, se
consideraron 10 principios fundamentales para la Soberanía Alimentaria, obtenido de
las definiciones anteriormente revisadas. Para cada uno de estos principios se le
asignaron una o más variables que tienen relación con este (ver Tabla 2).
PRINCIPIOS DE LA SbA VARIABLE CORRESPONDIENTE
Cultivar Alimentos Nutritivos No Aplica
Cultivar Alimentos Culturalmente Adecuados Obtención de Semillas, Origen de los
Conocimientos.
Uso de la Agroecología Reproducción de Semillas.
Autodeterminación Origen de la Iniciativa, Financiamiento,
Tipo de Organización.
El Productor está por sobre el Mercado Función.
Directamente Contrahegemónico Condición de Ingreso
Promueve el Comercio Justo Producción.
Promueve el Control Comunitario Lugar de Emplazamiento.
Enfoque de Género Enfoque de Género.
Promueve Inclusión Social Inclusión.
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RESULTADOS
El catastro final arroja un total de 227 Huertos Urbanos en el radio urbano de Santiago, de los
cuales se tienen datos ampliados de 66 de ellos (ver Mapa 4).
Mapa 4: Catastro
Final de HUS año 2016 (Elaboración propia).
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El 27% de los HUS corresponde a Huertos Particulares, mientras que el 21% está emplazado
en un Espacio Público (Plazas, Parques, Bandejones, Platabandas o Jardineras Públicas). El
19% está en un Establecimiento Educacional (Universidad, Colegio o Jardín Infantil) y 13%
en una Sede Vecinal. El 8% de los HUS está emplazado en un Lugar Institucional y otro 5%
en un Establecimiento de Salud. Finalmente un 4% está en un Terreno Municipal y otro 4%
en Sitios Eriazos (ver Gráfico 1).
Vale decir, casi la mitad de los Huertos en Santiago están en un espacio de acceso público o
en un lugar particular, esto quiere decir que existe una gran probabilidad de encontrar más de
este tipo de huertos que aún no han logrado ser catastrados.
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Estos HUS están distribuidos de forma concentrada en algunas comunas ya mencionadas
como Recoleta, La Florida, Providencia, Santiago Centro y Ñuñoa. El Mapa de Calor (ver
Mapa 5), logra mostrar cómo estos conglomerados tienden a conectarse y potenciarse unos
con otros en la medida que existan huertos próximos, en este caso a una distancia mínima de
2 Km.
Pero además de mostrar las zonas de mayor densidad, también logra mostrar los grandes
vacíos en la ciudad, dejando en claro dónde no existen o no se encontraron huertos.
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En cuanto a la Cantidad de Huertos por área, se puede apreciar que en gran parte de la ciudad
de Santiago se puede encontrar al menos un (1) huerto por Km² (ver Mapa 6). Sin embargo
son pocas las zonas que concentran gran cantidad de Huertos en un solo cuadrante, destacan
el sector de Barrio Yungay, en Santiago Centro, con 9 Huertos en 1 Km² (con otros 6 Huertos
adyacentes) y otros lugares como Ñuñoa, Recoleta, Providencia y La Florida donde se
concentran 5 o 6 huertos por Km².
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En cuanto al aumento de los HUS en la última década, se tienen datos de la fecha de creación
de 81 HUS, con los cuales se puede apreciar un aumento de su creación sobre todo en los
últimos 4 años (ver Gráfico 2).
Se puede apreciar dos alzas importantes en los últimos años: en 2012 se crearon al menos 12
huertos en Santiago, sumando casi 30 para la fecha, mientras que en el 2014 se sumaron 17
nuevos huertos a estos 81 con datos, sumando casi 60 en ese entonces.
Ya que son muy pocos los huertos que decaen y la mayoría que ha sido creado al menos en
estos últimos 10 años se ha mantenido en funcionamiento, se puede concluir que el aumento
de los huertos será sustancial y cada vez habrán más huertos en la ciudad de Santiago.
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Tipologías de Huertos
De los Huertos catastrados con datos ampliados, se puede observar que la mayoría de los
Huertos Institucionales están ubicados en el sector Norte y Oriente de la ciudad, mientras que
casi la mitad de los Huertos Particulares se encuentra en la comuna de La Florida. Los
Huertos Comunitarios están dispersos de forma homogénea en la mayoría de las comunas de
Santiago (ver Mapa 7).
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La cantidad de huertos están divididos por tipo casi perfectamente en tres tercios, sin
embargo hay un poco más de Huertos Comunitarios, correspondiente al 41%, seguido de los
Huertos Particulares con un 32% y finalmente los Huertos Institucionales corresponden al
27% de los catastrados (ver Gráfico 3).
En cuanto al estado de Salud de los HUS, es importante destacar que solo un poco más de la
mitad de los HUS está en un estado Saludable o Fuera de Peligro, mientras un 44% de estos
se encuentra en estado Vulnerable o En Peligro, pese a esto, es importante señalar que aunque
son poco los Huertos En Peligro (8%) la primera mayoría corresponde a los Huertos en
estado Vulnerable (36%).
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Mapa 8: Estado de Salud de los HUS (Elaboración propia).
Sin embargo, no es posible encontrar una correlación espacial para su distribución, siendo
claramente aleatoria y no teniendo una determinante territorial para su estado (ver Mapa 8).
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En cuanto al aporte de los Huertos Urbanos de Santiago a la Soberanía Alimentaria, es
necesario precisar que se debe hacer un análisis individual de cada huerto para entender
mejor esta relación.
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En el Mapa 10 se puede apreciar como la cercanía y concentración de estos HUS que aportan
Poco o Medianamente, pueden potencialmente aportar Significativa o Totalmente a la SbA.
Sin embargo cabe aclarar que esta no es la realidad y corresponde sólo a una proyección en el
caso de que por medio de Redes de Apoyo, estos Huertos se potencien y generen un mayor
aporte a la SbA.
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DISCUSIÓN
Si bien los resultados del estudio arrojan un aumento significativo de los HUS, de un
promedio de 35 en los catastros anteriores a un total de 227, es necesario destacar que este
estudio no alcanza la totalidad de los Huertos Urbanos que existen en la ciudad de Santiago.
La imposibilidad de lograr catastrar absolutamente todos se debe a tres (3) factores
principales:
Pese a estas limitantes, el presente estudio logra catastrar casi siete (7) veces más HUS que
los catastros anteriores lo que confirma la efectividad de la metodología utilizada.
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Nacional de Huertos y Agricultura Urbana (ANHAU, 2014). Todas estas experiencias han
logrado generar la información necesaria para encontrar más HUS y poder mapearlos.
Además, desde el Mapeo Colectivo de Huertos realizado este año, se está formando una
incipiente Red de Huertos Comunitarios a nivel nacional que ayudará a ampliar aún más la
información de este estudio, dándole continuidad al trabajo ya realizado.
Tipologías de Huertos
Para determinar los tipos de huertos que se catastraron (66 con datos ampliados) se analizaron
5 variables: el Lugar de Emplazamiento, la Condición de Ingreso, el Origen de la Iniciativa,
el Tipo de Organización y el Financiamiento del huerto. A cada una de las respuestas posibles
de cada variable, se le asignó un puntaje. La suma (y resta) de estos puntajes determinó si los
HUS catastrados eran Huertos Institucionales, Particulares o Comunitarios.
Los Huertos Particulares fueron los más fáciles de determinar, en su gran mayoría
corresponde a huertos domiciliarios administrados por una familia o unipersonalmente con
fondos particulares, aquí no hay mayor discusión que hacer. Sin embargo fue en la división
de “Comunitarios” o “Institucionales” donde se pueden notar mayores diferencias.
Los Huertos Comunitarios por una parte, fueron los que estaban emplazados en su mayoría
en lugares públicos de libre acceso, cuyo tipo de organización es horizontal y asamblearia, y
el financiamiento es principalmente autogestionado. La Autogestión es un concepto clave en
la determinación de un espacio común. Según concluye Castro-Coma y Martí-Costa, lo que
se entiende por comunitario, se desprende de un bien común urbano cuyos recursos están
siendo autogestionados por una comunidad sin necesidad de aportes externos, agregando que
esta categoría incluye una crítica al Estado moderno y cómo éste defiende la propiedad
privada, por lo que un espacio común o comunitario es necesariamente un espacio político
donde se repiensa la condición de propiedad privada (Castro-Coma y Martí-Costa, 2016).
Por otra parte, los Huertos Institucionales fueron los que estaban en lugares gubernamentales
o privados, con acceso restringido cuya iniciativa proviene directamente desde una institución
(gubernamental o no) y que se financia principalmente con fondos públicos del Estado o
fondos privados. En este sentido la diferencia es clara ya que los objetivos son distintos, los
Huertos Comunitarios buscan en gran medida un cambio político, una apropiación del
territorio y una agricultura ecológica, mientras que los Huertos Institucionales, según Felipe
Giraldo, buscan apropiarse de un tema que está de moda pero quitándole el sentido político e
incluso usándolo a favor del capitalismo en busca de una alternativa de desarrollo para
compensar sus propias contradicciones (Giraldo y Rosset, 2016).
Por lo tanto, hacer la diferencia entre estos tres distintos tipos de huerto es necesario para
entender a simple vista, características, intenciones y objetivos de cada HUS.
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Estado de Salud: Vulnerabilidad y Resiliencia
Se decidió determinar el “Estado de Salud” de los HUS, de manera de poder entender los
problemas y dificultades por los que estos atraviesan y eventualmente se puedan buscar
soluciones en el futuro. De este modo, para determinar que tan bien o mal están los HUS se
usaron tres variables que sumadas dieron un puntaje determinado que incluía al Huerto en
una tipología de salud: Saludable, Fuera de Peligro, Vulnerable y En Peligro. Las variables
utilizadas fueron: el Agua para Riego, la Condición de Permisos y las Dificultades del
Huerto, está última a su vez incluye distintos tipos de dificultades, algunas no tan importantes
para el desarrollo del huerto como vandalismo, robos, basura y otros problemas similares,
pero también algunas dificultades que podrían afectar directamente la existencia del huerto, y
por lo tanto tuvieron mayor ponderación, como problemas con las autoridades, falta de
participación, problemas con el riego y la amenaza de desalojo.
Si bien de los 66 HUS con datos ampliados solo hay 5 huertos En Peligro(8%), también son
pocos los huertos Saludables (27%) y son muchos los huertos en estado de Vulnerable (36%)
siendo estos los que, de no hacerse nada por mejorar, podrían pasar a estar en Peligro. Es
decir que la situación de los HUS no es favorable por diversos factores, siendo uno de los
principales la propiedad del terreno y la siempre latente posibilidad de desalojo, de término
de proyecto, de construcción inmobiliaria en el lugar, etc. Esto es algo que no ocurre en
Europa, por ejemplo. De tres ciudades estudiadas por Morán en 2009 (Berlín, Londres y
Madrid) se tiene que en todas ellas existen normativas y legislaciones a favor de la
agricultura urbana, que protege la actividad y asegura legalmente espacios para su
realización, e incluso cuando aparecen situaciones desfavorables, se levantan rápidamente
asociaciones de hortelanos para defender los huertos (Morán, 2009). En Chile si bien se han
dado casos de defensa masiva de territorios en disputa (Germina La Florida, 2016), no existe
una legislación que reconozca la actividad ni que se encargue de su protección, la Agricultura
Urbana no existe normativamente en Santiago de Chile, no está permitido el uso de suelo
agrícola y la producción de alimentos en espacios públicos no está regulado (Granados y
Leclerc, 2013), por lo que la incertidumbre es amplia a la hora de generar un Huerto Urbano.
Un paso importante en el futuro sería estudiar la resiliencia de los HUS, de modo de entender
cómo la participación en redes ayuda a la defensa, recuperación y cambios adaptativos de los
huertos ante escenarios desfavorables, tal como se realizó en Andalucía, España, donde
usando metodologías participativas se logró determinar los niveles de Resiliencia y
vulnerabilidad (Peredo et al, 2016).
Soberanía Alimentaria
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En la siguiente Tabla se pueden observar los únicos seis (6) Huertos Urbanos que más
aportan a la SbA en Santiago:
Se puede observar que todos los HUS que aportan medianamente a la SbA corresponden a
Huertos Comunitarios, esto se condice con lo anteriormente visto sobre lo Comunitario y la
propia SbA y como estos comparten una visión política antihegemónica, existiendo una
relación directa. Se entiende a su vez que los Huertos que menos aportan a la SbA son
Institucionales o Particulares.
Visto del mismo modo, es interesante observar que existiendo sólo cinco (5) HUS en Peligro,
tres (3) de estos sean justamente los que más aportan a la SbA, estando otro Vulnerable y sólo
dos (2) de ellos Fuera de Peligro y Saludable.
De lo anterior también se podría interpretar una relación directa entre su Estado de Salud y su
Contribución a la SbA. Como ya mencionábamos, los Huertos Comunitarios que buscan
SbA, son políticamente activos, en una búsqueda del Control Comunitario y en una lucha en
contra de la hegemonía económica y de la agroindustria moderna, por lo que no es difícil
entender que para el Estado moderno esto sea algo incómodo, sumado a la nula legislación a
favor de la Agricultura Urbana, los Huertos Comunitarios están en constante peligro de
desalojo o de verse en problemas con las autoridades locales.
De esto hay dos ejemplos presentes: el primero es el Huerto Comunitario La Berenjena (Nº5)
que hace poco estuvo en peligro de desalojo por parte de las autoridades municipales en un
intento de desarticular la organización social (Germina La Florida, 2016), y por otra parte el
Huerto Norte La Jardinera (Nº6) que pasó por algo similar, esta vez en conflicto con las
autoridades universitarias del Campus Juan Gómez Milla de la Universidad de Chile, y la
empresa constructora que amenazaba con construir sobre el huerto (Huerta La Jardinera,
2016). Afortunadamente para estos huertos, lograron permanecer pese al peligro, gracias a
sus redes de apoyo y a la comunidad.
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CONCLUSIONES
De este modo, el Catastro de HUS tiene un gran potencial en cuanto a levantar nueva
información relevante y más detallada para aportar a esta práctica que va cada día en
aumento. Así, el CrowdMapping virtual puede ser un buen paso a seguir para aumentar la
información de los HUS de forma participativa y transversal usando las tecnologías
contemporáneas, y de este modo alimentar una base de datos abierta y pública con
información para generar redes de apoyo, al mismo tiempo que sea actualizada en tiempo real
y poder tener estadísticas temporales del progreso de, por ejemplo, la contribución de los
HUS a la SbA o su resiliencia.
Por otra parte, se logra evidenciar que en Santiago de Chile la Agricultura Urbana no tiene
aún la fuerza suficiente para generar una contribución real a la Soberanía Alimentaria, sin
embargo se entiende que el contexto y la historia es distinta a la de otros países, como España
o Alemania, que sí están haciendo aportes significativos a este movimiento agroecológico y
social desde el ámbito urbano, pues cuentan con ventajas estructurales para ello. Por su parte,
Santiago tiene un gran potencial de agrupar y potenciar iniciativas de Huertos Comunitarios
en función de crear una gran y única red que ayude tanto a fomentar la agricultura urbana
como a compartir información y recursos.
Las redes de información serán fundamentales para la resiliencia de los territorios en disputa
y para la defensa de los Huertos Comunitarios que podrían verse afectados por una
institucionalidad que intenta cooptar el movimiento, sumado a un Estado que no da garantías
normativas para realizar esta actividad agrícola en la ciudad. Por lo que la fuerza social será
fundamental para poder defender los huertos de posibles desalojos o intentos de cooptación.
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AGRADECIMIENTOS
Se agradece a la Red de Huertos por la Inclusión y todos sus integrantes por participar
activamente de este estudio permitiendo desarrollar el Mapeo Colectivo que fue fundamental
para este catastro. A Germina La Florida por ayudar a la difusión web de los cuestionarios y
actividades del mapeo. A Trinidad Cereceda por proporcionar desinteresadamente parte de su
tesis y su catastro para ser usado en este estudio. Al Profesor Manuel Fuenzalida por la guía y
el apoyo en este estudio. Y finalmente a Franco Olivares y Camila Morales por acompañar
durante todo el proceso, muchas gracias por su cariño y apoyo.
BIBLIOGRAFÍA
Cereceda, T. & Rojas, N. (2014). “Indagando en las prácticas y actores que producen
y mantienen un Huerto Urbano en Santiago de Chile. Un Estudio de Caso: Huerto
Urbano Ceibo”. Tesis no publicada de Proyecto FONDECYT N° 11110459, Dra.
Oriana Bernasconi.
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Gurovich, A. (2003). Conjugando los tiempos del verbo idealizar: los huertos obreros
y familiares de La Pintana, Santiago de Chile. vol.20, n.53, pp. 65-76. ISSN 2443-
468X
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