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Véase también: hipocapnia
Índice
1Inspiración
2Espiración
3Balance de presiones
o 3.1La fuerza de retroceso elástica del pulmón
o 3.2La tensión superficial de la interfase aire líquido
o 3.3La resistencia al flujo
4Intercambio de gases en los pulmones
5Volúmenes y capacidades pulmonares estáticos
6Volúmenes pulmonares y flujos aéreos dinámicos
7Véase también
8Referencias
Inspiración[editar]
Artículo principal: Inhalación
Balance de presiones[editar]
Por convenio en el aparato respiratorio las presiones se miden tomando como referencia la
presión atmosférica. Una presión será negativa cuando sea menor de 760 mmHg y
positiva si es mayor. Durante la inhalación normal la presión dentro de los pulmones
presión intralveolar, es cerca de -2 cm de mercurio.
La presión, generada por la fuerza de contracción de los músculos inspiratorios tiene que
compensar:
La fuerza de retroceso elástica del pulmón[editar]
La disposición de los álveolos y la presencia de elastina en su estructura les confieren
propiedades semejantes a las de un resorte regido por la ley de Hooke:
La sangre venosa del organismo es llevada vía vena cava inferior y cava
superior a la aurícula derecha del corazón, desde la cual pasa, a través de
la válvula tricúspide al ventrículo derecho. El ventrículo derecho bombea la sangre
con una presión pulsátil de 24 mmHg sistólica y 9 mmHg diastólica, en promedio,
en la arteria pulmonar y perfunde los capilares pulmonares situados en las
paredes de los alvéolos. Existen unos 600 millones de capilares que contienen
unos 100 ml de sangre y una superficie del orden de 70 metros cuadrados por los
que pasa la totalidad del gasto cardíaco, aproximadamente 5,4 L /min. Un cálculo
simple permite deducir que la sangre atraviesa el capilar pulmonar en un poco
menos de un segundo.
Existen unos 300 millones de alvéolos de diámetro entre 0,1 y 0,3 mmm cuya
superficie es de unos 70 m² y que, respirando en reposo, contienen unos 3,5 L de
aire que se renuevan mediante la respiración a un ritmo de unos 4 L por minuto. El
volumen total de los pulmones es de 5 L renovándose 0,5 L en cada respiración
en condiciones de trabajo normales.
Las membranas de los alvéolos y de los capilares en contacto forman una unidad
funcional, la membrana alvéolo capilar, a través de la cual se realiza el
intercambio de gases en el pulmón. Una parte del oxígeno que hay en el aire
alveolar pasa a la sangre del capilar pulmonar y la mayor parte se une a
la hemoglobina formando oxihemoglobina. Una parte menor queda como oxígeno
disuelto y aumenta la presión parcial de oxígeno sanguíneo hasta igualarla con la
del aire alveolar. Por otro lado un volumen similar de dióxido de carbono pasa
desde la sangre hacia el alvéolo, desde el cual pasará, con el aire espirado, al
exterior. El resultado es la transformación de la sangre venosa en arterial.
De los capilares pulmonares, la sangre arterial es llevada por las venas
pulmonares a la aurícula izquierda. De aquí pasa por la válvula mitral al ventrículo
izquierdo el cual bombea la sangre hacia la arteria aorta a una presión de 120/80
mmHg. Desde aquí es distribuida por el sistema arterial a los capilares de todos
los órganos del cuerpo. Tras atravesar los capilares la sangre venosa es recogida
por las vénulas y venas del organismo que confluyen en el sistema de las venas
cavas completando el circuito de la circulación de la sangre descubierto
por William Harvey.
En los tejidos la oxihemoglobina entrega parte del oxígeno, mientras que el dióxido
de carbono difunde hacia la sangre desde los tejidos y fluidos. De esta forma la
sangre arterial se convierte en venosa.
En condiciones de reposo y respiración tranquila una persona normal consume
unos 250 ml de oxígeno y produce unos 200 ml de dióxido de carbono. La relación
R = producción de carbónico/ consumo de oxígeno
se denomina cociente respiratorio o relación de intercambio respiratorio, que
puede variar en función del tipo de nutrientes (lípidos frente a carbohidratos) y de
la situación: habitualmente se considera un valor de 0,8 en reposo y 1,0 en
ejercicio.
La sangre arterial contiene unos 48 mL de CO2 por cada 100 mL de sangre,
cuando deja los tejidos como sangre venosa su contenido ha aumentado hasta 52
mL cada 100 mL de sangre. Esto supone un cambio de presión parcial de 40 mHg
a 46 mm de Hg. Lo contrario ocurre a nivel pulmonar cuando se convierte en
arterial.
La sangre arterial contiene unos 20 mL de oxígeno por cada 100 mL de sangre y
deja en los tejidos unos 5 mL/dl, por lo tanto contiene unos 15 mL de oxígeno por
cada 100 mL de sangre cuando llega a los pulmones como sangre venosa mixta.
Esto supone un cambio de 100 mmHg de presión parcial de oxígeno en la sangre
arterial a 40 mmHg en la venosa. A nivel pulmonar gana una cantidad similar de
oxígeno del alvéolo pasando a ser sangre arterial.
En determinadas circunstancias, como durante el ejercicio físico o en algunas
enfermedades cardiopulmonares estos valores cambian de manera notable.
Véase también