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Títulos:

“El principio de juridicidad en el Derecho Administrativo”


“La cláusula del Estado Democrático, participación y el procedimiento de consulta
pública”

Autor:
Roy Peguero Curiel

Instituto Global De Altos Estudios en Ciencias Sociales

Diciembre del 2017

17-0017

Elementos Jurídicos Sociales de la Acción Administrativa

Maestro Manuel Fermín


Índice

Resumen .................................................................................................................................................... 1
Introducción .............................................................................................................................................. 2
1. Cuerpo................................................................................................................................................ 3
1.1 El principio de juridicidad en el Derecho Administrativo ......................................................... 3
1.2 La cláusula del Estado Democrático, participación y el procedimiento de consulta pública .... 5
2. Descripción del resultado .................................................................................................................. 5
3. Discusión, conclusiones o recomendaciones ..................................................................................... 6
3.1 Discusión .................................................................................................................................... 6
3.2 Conclusiones .............................................................................................................................. 6
3.3 Recomendaciones ....................................................................................................................... 6
Referencias ................................................................................................................................................ 7
Resumen

A continuación, se presenta un breve análisis relacionado con el principio de juridicidad en el Derecho


Administrativo y la cláusula del Estado Democrático, participación y el procedimiento de consulta
pública. Para el abordaje de estas temáticas se realizó una consulta de los preceptos Constitucionales y
de leyes especiales que regulan el mismo, en especial el Artículo 7 de la Constitución de la República
relativo al Estado Social y Democrático de Derecho. También la Ley 107-2013, Derechos y Deberes de
las personas en sus relaciones con la administración. Complementado con una “pincelada” de un
artículo de Rolando Pantoja Bauzá, Doctor en Derecho, Profesor titular de Derecho Administrativo de
la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, publicado en la Revista de Derecho Público, que es
publicada, desde 1963, dos veces al año por el Departamento de Derecho Público de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Chile. Su propósito es la difusión de los avances del Derecho Público
nacional e internacional y la socialización de artículos de investigación inéditos tanto de la comunidad
académicas nacional e internacional. Se citan otros especialistas, tratando de conseguir un amplio
espectro dentro del espectro perseguido en este estudio.

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Introducción

En el presente estudio de abordan dos temáticas que por su importancia y alcance genera muchas
pasiones e innumerables publicaciones en periódicos, revistas especializadas, publicación de libros y
Blogs en Internet, que van de la mano con la creciente necesidad de la construcción de un verdadero
Estado democrático que vaya acorde con el principio de juridicidad en el derecho administrativo.

Para el alcance de la propuesta presentada se utiliza como base para el análisis de los temas, en primer
lugar, la Constitución de la República, como segunda fuente de información se extraen algunos
párrafos o Artículos de la Ley 107-2013, Derechos y Deberes de las personas en sus relaciones con la
administración; también mediante la consulta de material didáctico o de referencia, se presente una
breve referencia del caso chileno con una Ley en términos similares de la 107-2013, pero por tratarse
de una con una separación de poderes más fuerte que la nuestra, dicha Ley es un pilar en la gestión y
empoderamiento del ciudadano en el tema de la juridicidad en el derecho administrativo, así como la
cláusula del Estado Democrático. Todo “entremezclado” con la finalidad de conocer sus alcances,
campo de acción y necesidad de empoderamiento del mismo.

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1. Cuerpo

1.1 El principio de juridicidad en el Derecho Administrativo

Para comenzar a entender el principio de juridicidad se debe comprender que este es una garantía que
tiene el ciudadano de que cuando la administración actúa, lo hace por la habilitación establecida en la
norma y que en caso de que esta actuación sea discrecional, ha de observar los lineamientos
establecidos en el ordenamiento jurídico.

Pantoja Bauza (2000), especialista chileno en derecho administrativo, respecto al principio de


juridicidad, expresa el principio de la juridicidad es una forma evolucionada de aquella escueta
legalidad característica del Estado constitucional de comienzos del siglo XIX. En efecto, continúa
puntualizando el citado autor, al surgir el Estado constitucional, la ley, la soberana ante la cual todos
nos prosternamos, como decía un autor de la época, fue el instrumento legítimo de estructuración del
nuevo Estado y expresión genuina de la voluntad general, y acatada en tal rol como soberana.

En la República Dominicana, la Constitución de la República, votada y proclamada por la Asamblea


Nacional en fecha trece (13) de junio de 2015, dejado por sentado en su Artículo 7:

Estado Social y Democrático de Derecho. La República Dominicana es un


Estado Social y Democrático de Derecho, organizado en forma de República
unitaria, fundado en el respeto de la dignidad humana, los derechos
fundamentales, el trabajo, la soberanía popular y la separación e
independencia de los poderes públicos. (Constitución de la República
Dominicana, Votada y Proclamada por la Asamblea Nacional en fecha trece
(13) de junio de 2015)

En el contexto anterior, la Ley No.107-2013 que regula las relaciones entre los ciudadanos y la
administración, ha sido catalogada como una normativa principalista, la cual se inscribe dentro de las
normas más novedosas y vanguardista de estos tiempos, ya que en ella se aglutinan las mejores
prácticas del Derecho Administrativo Comparado.

Revisando los considerandos de esta Ley, los mismos se pueden catalogar como una pieza de valor
inconmensurable en mano de los ciudadanos en aras de garantizar el compromiso del Estado con sus
ejecutorias y a accionar. A continuación, de citan algunos de estos:

Considerando Tercero: Que la Administración Pública debe actuar al servicio


objetivo del interés general, siendo de gran relevancia su sometimiento pleno al
ordenamiento jurídico del Estado proclamado expresamente en el Artículo 138
de la Constitución.
Considerando Cuarto: Que en un Estado Social y Democrático de Derecho
los ciudadanos no son súbditos, ni ciudadanos mudos, sino personas dotadas de
dignidad humana, siendo en consecuencia los legítimos dueños y señores del
interés general, por lo que dejan de ser sujetos inertes, meros destinatarios de
actos y disposiciones administrativas, así como de bienes y servicios públicos,
para adquirir una posición central en el análisis y evaluación de las políticas
públicas y de las decisiones administrativas.
Considerando Quinto: Que uno de los aspectos que se desprenden de la
cláusula constitucional del Estado Democrático lo constituye el ejercicio de la

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función administrativa en base a los principios de objetividad e imparcialidad,
de lo que se deriva la opción constitucional por un sistema burocrático
profesionalizado, así como el establecimiento de reglas de comportamiento
tendentes a asegurar el correcto uso de las potestades administrativas.
Considerando Décimo Primero: Que conforme ha tenido ocasión de apuntar
reputada doctrina administrativa de América Latina, hasta la aparición de las
leyes de procedimiento administrativo “casi todos los poderes, potestades y
derechos habían estado en manos de la Administración, con muy pocos deberes
y obligaciones frente al particular; y el administrado, lo que había encontrado
normalmente ante la Administración, eran solo situaciones de deber, de
sujeción, de subordinación, sin tener realmente derechos, ni tener mecanismos
para exigir la garantía de su derecho”. (Ley 107-2013, Derechos y Deberes de
las personas en sus relaciones con la administración, 2013)
A partir de un simple análisis de los Considerando citados de la referida Ley se puede colegir, sin
temor a equivocaciones, que la misma es una poderosa herramienta a disposición de los ciudadanos
para empoderarse del accionar de sus gobernantes y colocarse como garantista del Estado social a que
aspira la gestión moderna del Estado; el Artículo 1 de la Ley que enmarca el objeto de la misma así lo
deja plasmado:

Artículo 1. Objeto. Esta ley tiene por objeto regular los derechos y deberes de
las personas en sus relaciones con la Administración Pública, los principios que
sirven de sustento a esas relaciones y las normas de procedimiento
administrativo que rigen a la actividad administrativa. (Ley 107-2013,
Derechos y Deberes de las personas en sus relaciones con la administración,
2013)
Otro escenario destacable relacionado con la catalogación de principalista de la Ley No. 107-2013,
viene dada por el hecho de que en el artículo No. 3 contiene 22 numerales que establecen los principios
que han de guiar las actuaciones de la Administración Pública. Estos principios son una derivación de
lo establecido en la Constitución Dominicana, cuando en el artículo No. 138 establece los principios
que han de guiar todo el accionar de las instituciones del Estado. (Calzado Reyes, 2014)

Ya en este punto del análisis, y para matizar la importancia y relevancia de la juridicidad del derecho
administrativo, a continuación, un fragmento que muestra el escenario que en Chile ha planteado a
partir de una Ley similar:

Esta ley-declaración de voluntad soberana habría de experimentar, sin embargo, el impacto de la


jurisprudencia del Consejo de Estado y del Tribunal de Conflictos, que eliminan los actos de gobierno
como expresión de un móvil político; admitiría la amplia legitimación de los ciudadanos para deducir
acciones jurisdiccionales: los recursos por exceso de poder y de plena jurisdicción, y consolidaría los
tribunales administrativos, llamados a velar por el Derecho -objetivo- y a garantizar el pleno ejercicio
de los derechos -subjetivos-, primero, y del Tribunal Administrativo de Viena, después, sobre la cual se
articulan ‘a el concepto y desarrollo del doctrinal al procedimiento administrativo como garantía de
justicia ciudadana ante la Administración, sin perjuicio de que, además, con Hans Kelsen, se
estructurara enseguida una instancia jurisdiccional de orden constitucional, para imponer la vara del
Derecho-derecho al mismo legislador. (Pantoja Bauzá, 2000)

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1.2 La cláusula del Estado Democrático, participación y el procedimiento de consulta pública

Una acepción puntual, y hasta cierto punto sencilla, respecto a la cláusula del Estado democrático es
la que expresa que está implica la participación y presencia ciudadana en el análisis y evaluación de las
políticas públicas. (Rodríguez-Arana Muñoz, Rodríguez Rodríguez, & Rodríguez Martín-Retortillo,
2015)

En efecto, ahora los ciudadanos ya no son sujetos inertes, simples receptores de bienes y servicios
públicos; son protagonistas de los asuntos de interés general y disponen de una serie de derechos,
siendo el fundamental el derecho a una buena Administración Pública, a una Administración Pública
que promueva la dignidad humana y el respeto a la pluralidad cultural. En efecto, la Administración
Pública, en sus diferentes dimensiones territoriales y funcionales, está al servicio de la persona
atendiendo las necesidades públicas en forma continua y permanente con calidad y calidez. (Rodríguez-
Arana Muñoz, Jaime, 2014)

La buena Administración pública es un derecho de los ciudadanos, nada menos que un derecho
fundamental, y, también, además de una obligación inherente a la esencia de los Poderes públicos, un
principio de actuación administrativa. Los ciudadanos tienen derecho a exigir determinados patrones o
estándares en el funcionamiento de la Administración. Y la Administración, está obligada, en toda
democracia, a distinguirse en su actuación cotidiana por su servicio objetivo al interés general.
(Rodríguez-Arana Muñoz, J., 2014)

2. Descripción del resultado

Un referente respecto a la descripción de los resultados de la cláusula del Estado relacionado con el
procedimiento de consulta pública encuentra sustento en Artículo 3 de la Ley 10713, en cuento
establece una serie de principios que sientan la base para el logro de ello, son 22 principios, se
presentan a continuación, pero sin entrar en detalles puntuales en los mismos:

Principio de juridicidad, Principio de servicio objetivo a las personas, Principio


promocional, Principio de racionalidad, Principio de igualdad de trato,
Principio de eficacia, Principio de publicidad de las normas, de los
procedimientos y del entero quehacer administrativo, Principio de seguridad
jurídica, de previsibilidad y certeza normativa, Principio de proporcionalidad,
Principio de ejercicio normativo del poder, Principio de imparcialidad e
independencia, Principio de relevancia, Principio de coherencia, Principio de
buena fe, Principio de confianza legítima, Principio de asesoramiento, Principio
de responsabilidad, Principio de facilitación, Principio de celeridad, Principio
de protección de la intimidad, Principio de ética, Principio de debido proceso.
(Ley 107-2013, Derechos y Deberes de las personas en sus relaciones con la
administración, 2013)

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3. Discusión, conclusiones o recomendaciones

3.1 Discusión

La cláusula del Estado Democrático, participación y el procedimiento de consulta pública: De lo ideal


a lo real: Se puede decir respecto a la participación ciudadana en la administración pública, que el
modelo de Administración pública en los países de la región trae causa del régimen presidencialista que
domina en esas latitudes. Un sistema de “botín” que concibe a la burocracia como propiedad de quien
gana las elecciones. De esta manera, a pesar de que se han producido en algunos países evoluciones
destacables en orden a una profesionalización progresiva de la función pública, en muchos de estos
países sigue siendo una asignatura pendiente (Rodríguez-Arana Muñoz, La Carta Iberoamericana de los
Derechos de dos Ciudadanos y la Reforma Administrativa: Consideraciones Generales, 2011), la
República Dominicana no es ajena a esta realidad, pero se debe estar consciente de que se han dado
avances significativos y con cierta solidez lo que augura un fortalecimiento de la administración
pública en esta materia.

Es indudable que el ciudadano cuenta con herramientas que en uso de buen derecho puede accionar en
contra de funcionarios, servidores públicos, ediles, y en general, contra todo aquel que maneje fondo
público y deba rendir cuantas por el uso de esos fondos.

3.2 Conclusiones

Es a partir de la promulgación la Constitución dominicana del 2010 que se sientan las bases para un
Estado Social Social-Democrático, no es un hecho aislado o local, sino la voluntad de organismos
internacionales que aspiran a una respuesta global a males que son de iguales características y similares
condición en los países de América.

No obstante, para la efectividad que se espera alcanzar con estas leyes falta mucho empoderamiento
de los ciudadanos para que se sientan que son partes de la buena administración y que con su
integración pueden conseguir su colocación en la gestión de recursos, o, en otro escenario, exigir por la
vía de los Tribunales la correcta aplicación de estos.

No estamos tan adelante como en el caso chileno, pero se están dando las bases para el
establecimiento de un conjunto de leyes y regulaciones enmarcadas en hacer más difícil la imposición
de régimen “todopoderoso”, gobiernos que incumplen su deber en el aspecto de rendición de cuentas, y
sobre todo, irrespeto al ciudadano que con su voto deposita la confianza en estos líderes…, estas leyes,
conjuntamente con las que pudiesen eventualmente falta, están llamadas a ser los pilares en los que se
construyan mejores estándares de gobierno, y se pueda alcanzar lo que es ahora una utopía: El gobierno
del pueblo.

3.3 Recomendaciones

Una recomendación básica es que se establezcan mecanismos de divulgación de la juridicidad del


derecho administrativo y del Estado Democrático y procedimiento de consulta pública. Que los
resultados que se espera estén a la altura de las expectativas creadas cuando se han establecidos normas
que están llamadas a empoderar al ciudadano común en que el Estado somos todos, y por vía de
consecuencia, todos debemos velar por el correcto funcionamiento y gestión del mismo.

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Referencias

Calzado Reyes, M. (9 de agosto de 2014). Principio de Juridicidad en la Ley No. 107-2013. El nuevo
diario. Recuperado el 20 de noviembre de 2017, de
https://archivo.elnuevodiario.com.do/2014/09/08/principio-de-juridicidad-en-la-ley-no-107-
2013/

CLAD. (2009). Carta Iberoamericana de Participación Ciudadana en la Gestión Pública


(CIDYDCAP): Adoptada por la XXIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de
Gobierno. Ciudad de Panamá, Panamá: Centro Latinoamericano de Administración para el
Desarrollo.

Constitución de la República Dominicana. (Votada y Proclamada por la Asamblea Nacional en fecha


trece (13) de junio de 2015). Santo Domingo, Distrito Nacional, República Dominicana: Gaceta
Oficial No. 10805 del 10 de julio de 2015.

Ley 107-2013, Derechos y Deberes de las personas en sus relaciones con la administración. (6 de junio
de 2013). Santo Domingo, Distrito Nacional, República Dominicana.

Pantoja Bauzá, R. (2000). El principio de juridicidad. Revista de derecho público(número 62), Págs.
156-168. Recuperado el 1 de diciembre de 2017, de
http://www.revistaderechopublico.uchile.cl/index.php/RDPU/article/view/43212/45180

Rodríguez-Arana Muñoz, J. (mayo de 2011). La Carta Iberoamericana de los Derechos de dos


Ciudadanos y la Reforma Administrativa: Consideraciones Generales. (Foro Iberoamericano de
Derecho Administrativo) Recuperado el 28 de noviembre de 2017, de
https://jdaiberoamericanas.files.wordpress.com/2011/05/la-carta-iberoamericana-de-los-
derechos-y-la-reforma-administrativa-1.pdf

Rodríguez-Arana Muñoz, J. (2014). El derecho fundamental a la buena administración pública. Ordine


internazionale e diritti umani, pp. 972-1017.

Rodríguez-Arana Muñoz, J., Rodríguez Rodríguez, L., & Rodríguez Martín-Retortillo, M. (2015).
Curso de derecho administrativo iberoamericano. España: Editorial Comares, S.L.

Rodríguez-Arana Muñoz, Jaime. (12 de junio de 2014). Sobre la Carta Iberoamericana de los Derechos
y Deberes del Ciudadano en Relación con la Administración Pública. AFDUC(número 18), pp.
17-30.

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