You are on page 1of 1

DISNEA

La disnea se refiere a la dificultad respiratoria que se manifiesta como una sensación de falta de aire en
los pulmones. Entre otros síntomas puede dar lugar a una disminución del nivel de oxígeno, mareos,
náuseas y ansiedad. La disnea puede aparecer tanto en estado de reposo como de esfuerzo físico. Es
normal que después de haber realizado un esfuerzo físico importante la respiración se altere y aparezca
sensación de falta de aire. Los grandes fumadores y las personas con enfermedad cardiovascular y/o
pulmonar son los más propensos a padecer disnea, sensación de ahogo y problemas al respirar al realizar
el menor esfuerzo. La dificultad respiratoria tiene muchas causas diferentes, por ejemplo, una obstrucción
de los conductos de la nariz, la boca o la garganta puede llevar a que se presente dificultad respiratoria.
La cardiopatía puede causar disnea si el corazón es incapaz de bombear suficiente sangre para suministrar
oxígeno al cuerpo. De hecho, si el cerebro, los músculos u otros órganos corporales no reciben suficiente
oxígeno, se puede experimentar una sensación de disnea. Algunas veces, el estrés emocional, como la
ansiedad, puede llevar a que se presente dificultad respiratoria. Para conocer las características de la
disnea, lo primero de todo será realizar una detallada historia clínica. Después un completo examen
físico, en donde se evaluarán de manera minuciosa, los pulmones, el corazón y las vías respiratorias altas.
Los exámenes de diagnóstico que pueden realizarse son: Pruebas de sangre, entre ellas, gasometría
arterial, medición de la saturación de oxígeno en la sangre (oximetría del pulso), ECG y ecocardiografía,
radiografía del tórax, pruebas de la función pulmonar, prueba de esfuerzo y tomografía de tórax. Las
enfermedades que pueden ser causas frecuentes de problemas respiratorios son las siguientes:

Enfermedades pulmonares como: Asma bronquial, bronquitis aguda y crónica, enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC), enfisema pulmonar, neumonía, fibrosis pulmonar, sarcoidosis,
neumoconiosis, edema pulmonar, tromboembolia pulmonar, tumores pulmonares, bronquiectasias, y
neumotórax.
Enfermedades cardiovasculares como: Insuficiencia cardiaca Enfermedad cardiaca coronaria (ECC),
cardiopatías congénitas y valvulares, miocarditis y pericarditis, miocardiopatías, alteraciones del ritmo
cardiaco (arritmias) y tumores cardiacos
Enfermedades infecciosas como: Infección de las vías aéreas superiores (catarro), gripe, difteria,
tosferina (pertusis), bronquiolitis, crup laríngeo, tuberculosis
Enfermedades de la laringe y tráquea como: Epiglotitis, laringitis, traqueítis, tumores de laringe,
estenosis traqueal y tumores traqueales.
Enfermedades de la pleura, pared torácica o de los músculos respiratorios como, por ejemplo:
Cifoescoliosis severa, parálisis diafragmática bilateral, pleuritis y derrame pleural.
Además, las alergias, enfermedades neurológicas (que afecten al centro respiratorio del cerebro), los
problemas de apnea del sueño, las amígdalas y adenoides hipertróficas (vegetaciones), las enfermedades
del esófago, así como el bocio tiroideo también pueden ser causa de una disnea o dificultad respiratoria
(1).

Referencias
1. Castro Sd. Manual de Patología General. 6th ed.: Elsevier; 2007.

You might also like