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A continuación expreso varias de estas visiones erróneas, las cuales obtuve conforme

realicé mi tesis doctoral en Psicología, en la Universidad Autónoma de


Querétaro. Estos enfoques equivocados se pueden reducir a seis grandes “causas”
individuales:
 Como producto de problemas en el hogar.
 Derivado de que al empleado no le gusta su labor.
 Incapacidad para el trabajo.
 Neuroticismo.
 Personalidades tipo A.
 Workaholiks.
Como producto de problemas en el hogar. Los problemas matrimoniales
constantes por los que pasa el empleado, como las discusiones con los hijos o el
cónyuge, situaciones económicas adversas o estar pasando por un proceso de
divorcio, se considera la “verdadera” causa de este síndrome.
Derivado de que al empleado no le gusta su labor. Esta idea pone de relieve
la falta de vocación del trabajador y pretende explicar que la persona no rinde porque
se desempeña en el lugar equivocado, su desmotivación es anterior al síndrome y con
el tiempo lo desarrollará porque no le agrada su ocupación actual. Esta concepción
del burnout sugiere la necesidad de reubicarlo o expulsarlo de la empresa.
Incapacidad para el trabajo. Algunas personas son incapaces para realizar
determinadas tareas en el trabajo a pesar de que les resulten atractivas; como
consecuencia de esforzarse para realizarlas, se desgastan paulatinamente hasta
llegar al síndrome. Si estuvieran capacitadas o realizaran algo más acorde con su
naturaleza no hubieran caído tan pronto en la desilusión y en el desgaste profesional.
Neuroticismo. Esta visión atribuye el burnout a las personas neuróticas que se
caracterizan por ser hipersensibles y muy exigentes; en virtud de que establecen
relaciones conflictivas con los demás, gastan mayores energías al preocuparse por
asuntos banales y sufrir por la más mínima simpleza que viven, los constantes
emergencias que experimentan en las relaciones cotidianas los erosionan y, en vez
de recoger apoyo de las personas que los rodean, reciben recriminaciones.
Personalidades tipo A. También las personalidades Tipo “A” han sido vistas
como proclives al burnout porque están todo el día haciendo muchas cosas y su
extraordinario gasto de combustible las lleva a un desgaste lógico, su problema se
origina en ellas mismas, porque su cuerpo se encuentra permanentemente excitado,
como si sus manos no dejaran de apretar un par de cables de alta tensión.
Workaholiks. Para algunas personas el trabajo equivale a consumir una droga ya
que experimentan dependencia psicológica y cierto bienestar al realizarlo; por lo
mismo tienen dificultadas pera ponerse límites y saber descansar, lo que los lleva a
un desgaste anticipado (los adictos al trabajo no deben confundirse con las personas
que tienen sobrecarga de trabajo, pues ésta se debe a la organización; por el
contrario, aquellos sacrifican su descanso por factores personales).

En una entrevista que le hicieron a Christina Maslach (una de las principales


estudiosas del burnout en el mundo), al preguntarle sobre las causas del desgaste
profesional expresó: “Tráeme a la peor personalidad del mundo y colócala en un
ambiente laboral ideal, ¡jamás desarrollará el burnout! Por el contrario, tráeme a
la personalidad más sana y colócala en el ambiente laboral más deficiente, y no
deberemos esperar muchos años para que llegue el Síndrome”.
Desafortunadamente muchas instituciones que conocen esta enfermedad laboral
siguen situando el problema en el individuo, permaneciendo congeladas en la
inacción.

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