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 Llevar una dieta con cantidades suficientes de vitaminas y minerales que

permitan el correcto estado de las mucosas.


 Beber abundante agua para asegurar la humedad de las vías respiratorias y el
correcto funcionamiento de cuerdas vocales.
 Evitar beber líquidos muy fríos o muy calientes que dañan la faringe y laringe
pudiendo afectar la voz. Intentar incorporar el hábito de consumir alimentos y
bebidas a temperatura ambiente.
 Evitar las comidas picantes y el exceso de alcohol, pues ambos factores
pueden favorecer el reflujo desde el estómago hacia la laringe lo cual puede
irritar este último órgano, provocar molestias y afecciones vocales.
 Reducir la exposición al humo del tabaco o ambientes con humo de otros
orígenes, pues irritan y producen sequedad en la laringe lo cual puede dañar
severamente las cuerdas vocales.
 Usar un tono e intensidad de voz adecuada, sin gritar, murmurar ni
carraspear con frecuencia.
 Evitar hablar cuando se padece enfermedades de las vías respiratorias altas,
por ejemplo: faringitis o laringitis, así como también debemos evitar hablar
cuando realizamos un esfuerzo o ejercicio físico, cuando el flujo de aire no es el
habitual.
 Evitar las temperaturas ambientales extremas y los cambios bruscos en las
mismas. El aire acondicionado en exceso y la calefacción elevada resecan el
ambiente y también afectan la laringe.

1. No grites ni fuerces la voz en ambientes ruidosos pero tampoco susurres:


requiere un esfuerzo vocal mayor del que parece.
2. Hidrátate. Bebe abundante agua al día (especialmente, tras tomas cualquier
bebida con cafeína para evitar la deshidratación de la mucosa) y procura que
haya un buen nivel de humedad en tu entorno con humidificadores para evitar
los entornos secos por calefacción/aire acondicionado.
3. Descansa adecuadamente: intenta dormir 7 horas diarias. La voz es muy
sensible a la falta de sueño.
4. Evita tóxicos: no solo tabaco y alcohol, sino especialmente ciertos fármacos.
Los antihistamínicos y algunos otros fármacos resecan toda la mucosa laríngea,
no abuses de ellos.
5. No te aclares la garganta ni carraspees a menudo. En vez de ello, bebe y
traga agua profundamente en varios sorbos, haz gárgaras con agua o produce
una tos suave. Si tienes sensación de cuerpo extraño en la garganta, digestiones
lentas o mal gusto en la boca, podría tratarse de reflujo gastrofaringeo: acude a
un otorrinolaringólogo.
6. No tomes caramelos de menta, mentol o eucaliptus porque resecan la mucosa
orofaringea.
7. Cero estrés. La tensión psicológica aumenta el grado de contracción de las
cuerdas y predispone a las lesiones, por lo que es muy importante mantener la
calma para no levantar la voz.
8. Mantén una buena higiene bucal y vocal. Tan importante es seguir las
recomendaciones anteriores como cepillarse diariamente los dientes de forma
correcta.

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