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Jurisprudencia del Recurso de Casación (Legal

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Introducción

Primera Parte : El recurso de casación en el Código de Procedimiento Civil

Segunda Parte : Jurisprudencia

Capítulo I : Sentencias contra las que procede el recurso

Capítulo II : Causales de procedencia del recurso

1.- Causal del artículo 768 Nº 1 CPC

2.- Causal del artículo 768 Nº 2 CPC

3.- Causal del artículo 768 Nº 3 CPC

4.- Causal del artículo 768 Nº 4 CPC

5.- Causal del artículo 768 Nº 5 CPC

6.- Causal del artículo 768 Nº 6 CPC

7.- Causal del artículo 768 Nº 7 CPC

8.- Causal del artículo 768 Nº 9 CPC

Capítulo III : Requisitos de admisibilidad del recurso

Capítulo IV : Requisitos para la interposición del recurso

1.- Necesidad de interposición por la parte agraviada

2.- Requisitos del escrito en que se deduce el recurso

Capítulo V : Casación de oficio

Capítulo VI : Examen de admisibilidad del recurso

Capítulo VII : Deserción y rechazo del recurso

Capítulo VIII : Diligencias declaradas esenciales para los efectos del recurso

INTRODUCCIÓN
Esta obra constituye una selección de sentencias dictadas por las Ilustrísimas
Cortes de Apelaciones y la Excelentísima Corte Suprema acerca del recurso de
casación, en la forma y fondo, en materia civil.

No cabe duda alguna que esta institución constituye una importante


herramienta en la litigación judicial, a fin de lograr que se revisen las sentencias
que se han dictado con vicios en ella o en la tramitación del respectivo proceso
(casación en la forma), como asimismo revisar si aquellas se ajustan a Derecho
(casación en el fondo).

El recurso de casación sufrió importantes modificaciones con la ley Nº 19.374,


publicada en el Diario Oficial del 18 de febrero de 1995, la que sustituyó los
artículos 764 a 787 por los artículos 764 a 786. Precisamente, esta obra se
hace cargo de esta reforma y considera, predominantemente, las sentencias
dictadas con posterioridad a dicha fecha.

Para efectos de facilitar la comprensión de los criterios jurisprudenciales que se


incluyen en cada una de las sentencias seleccionadas, la obra desarrolla los
que se han ido fijando respecto de los artículos que conforman el título XIX del
Libro Tercero del Código de Procedimiento Civil, cuyo epígrafe es "Del Recurso
de Casación", específicamente en aquellos en que hay sentencias vinculadas.

Así, tratándose del artículo 766 inciso primero, se encontrarán fallos que
precisan las resoluciones judiciales respecto de las cuales procede el recurso
de casación en la forma y, del inciso segundo, los juicios especiales en que
dicho arbitrio no es posible deducirlo.

El artículo 767 contiene fallos acerca de las sentencias judiciales sobre las que
es posible deducir el recurso de casación en el fondo.

El artículo 768 contiene sentencias respecto de cada uno de sus numerales y


que dicen relación con las causales para deducir el recurso de casación en la
forma, jurisprudencia que se ve reforzada por la de los numerales del artículo
795, que establecen los trámites o diligencias esenciales en la primera o en la
única instancia en los juicios de mayor o de menor cuantía y en los juicios
especiales.

Para efectos de contextualizar la obra basta precisar que el Nº 1 del artículo


768 se refiere a la causal de haber sido la sentencia pronunciada por un
tribunal incompetente o integrado en contravención a lo dispuesto por la ley. El
Nº 2, por su parte, a la de haberse pronunciado la sentencia por un juez, o con
la concurrencia de un juez legalmente implicado, o cuya recusación esté
pendiente o haya sido declarada por tribunal competente. El Nº 3 a la causal de
haber sido acordada la sentencia en los tribunales colegiados por menor
número de votos o pronunciada por menor número de jueces que el requerido
por la ley o con la concurrencia de jueces que no asistieron a la vista de la
causa, y viceversa. La del Nº 4 implica que la sentencia se haya dictado en
ultra petita, esto es, otorgando más de lo pedido por las partes, o extendiéndola
a puntos no sometidos a la decisión del tribunal, sin perjuicio de la facultad que
éste tenga para fallar de oficio en los casos determinados por la ley. La del Nº
5, que supone que la sentencia haya sido pronunciada con omisión de
cualquiera de los requisitos enumerados en el artículo 170. La del Nº 6, que
exige que la sentencia haya sido dada contra otra pasada en autoridad de cosa
juzgada, siempre que ésta se haya alegado oportunamente en el juicio. La del
Nº 7, consistente en que el fallo tenga decisiones contradictorias. La del Nº 9,
en haberse faltado a algún trámite o diligencia declarados esenciales por la ley
o a cualquier otro requisito por cuyo defecto las leyes prevengan expresamente
que hay nulidad.

No se incluyen fallos referentes a la causal del Nº 8, por la ausencia de criterios


jurisprudenciales sobre ella.

El artículo 769 alude a la denominada "preparación del recurso de casación",


temática respecto de la cual existen criterios jurisprudenciales uniformes y que
precisan en qué consiste dicho requisito.

El artículo 770 se refiere al plazo para la interposición del recurso y a la


exigencia de deducir el recurso de casación en la forma y fondo en un mismo
escrito. Lo mismo reza para la interposición del recurso de casación en la forma
en contra de sentencia de primera instancia si se deduce, además, el recurso
de apelación.

El artículo 771 establece que el recurso de casación, forma y fondo, debe ser
deducido por el agraviado. Sobre el particular se incluyen tres sentencias que
sientan la exigencia de haber impugnado la sentencia de primera instancia y de
no conformarse con lo resuelto.

También se incluye en esta obra sentencias que contienen criterios


jurisprudenciales respecto de los requisitos que el artículo 772 establece para
deducir el recurso de casación en el fondo.

Como es sabido, en el recurso de casación, forma o fondo, procede si así lo


pide la parte vencida, que para que no produzca efectos la sentencia que se
exija rendir fianza de resultas. Los fallos que se incluyen con relación a esta
norma aluden también al conocimiento que le corresponde de esta materia al
tribunal a quo. El artículo 773 del Código regula esta materia.

En el artículo 775 se contiene la norma que faculta, con las condiciones en él


señaladas, a los tribunales que conocen del recurso de casación, apelación o
consulta, invalidar de oficio una sentencia, cuando los antecedentes del recurso
manifiesten que ellas adolecen de vicios que dan lugar a la casación en la
forma. Se incluyen sentencias que muestran cómo se ejerce esta facultad y los
efectos de la misma.

El artículo 776 alude al examen de admisibilidad, haciendo aplicables las


normas que sobre la apelación rigen con respecto a las compulsas. Se han
seleccionado fallos que se refieren a esta materia y precisan la aplicación del
artículo 197 del mismo Código sobre obligación de expensar las compulsas.
La deserción del recurso de apelación también es aplicable en el recurso de
casación, ello a la luz de lo señalado en el artículo 779. Se incluyen tres fallos
en que se hace aplicación de esta sanción.

El artículo 781 del Código se refiere al examen de admisibilidad por parte del
tribunal ad-quem. La obra incluye el criterio jurisprudencial acerca de la
oportunidad en que se puede efectuar la declaración de inadmisibilidad.

Finalmente, el artículo 782 establece la facultad de que la sala respectiva del


tribunal rechace el recurso de casación en el fondo por manifiesta falta de
fundamento. Se incorpora en la obra un fallo en que se aplica dicha norma.

José Luis Zavala Ortiz

Editor Área Legal LexisNexis

PRIMERA PARTE

EL RECURSO DE CASACIÓN EN

EL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

EL RECURSO DE CASACIÓN EN

EL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

I. GENERALIDADES

El Código de Procedimiento Civil, que comenzó a regir el 1º de marzo de 1903,


estableció el recurso de casación.

En el mensaje del código se hace referencia al recurso de casación en la forma


y en el fondo de la siguiente manera: "No difiere el primero esencialmente del
actual recurso de nulidad; pero se ha procurado llenar los vacíos y aclarar las
dudas que en él se notan. Se determinan con tal objeto los trámites cuya
omisión da lugar al recurso, y se desconoce de un modo expreso la acción
ordinaria de nulidad para invalidar sentencias, no admitiéndose otro camino
que el de la casación para lograr este resultado en obsequio a la brevedad de
los procedimientos y al tranquilo goce de los derechos declarados en juicio.

"La casación en el fondo –continúa el texto– introduce en nuestra legislación


una novedad reclamada por las necesidades de dar uniforme aplicación a las
leyes. Se ha limitado sólo a las sentencias de las Cortes de Alzada, como
encargadas de dar la norma para el correcto funcionamiento de los tribunales
inferiores."
La casación chilena contiene la vocación de asegurar la estricta aplicación de
la ley a través de la interpretación uniforme para, de ese modo, mantener la
unidad de la jurisprudencia.

Si bien la casación no constituye una tercera instancia, en la medida que


asegura la unidad del derecho y la aplicación uniforme de la ley y sus normas
de procedimiento, aporta a que los jueces del fondo no se aparten de lo justo al
tomar sus decisiones en la sentencia de primer grado.

Como sabemos, el tribunal funciona en salas y para ciertas materias hay


formaciones especiales, situación que se justifica por el progresivo aumento de
los recursos y la necesidad de evitar jurisprudencia contradictoria en una
misma materia.

II. EXAMEN PREVIO DEL RECURSO

El recurso de casación tiene un examen previo de admisibilidad, que está


regulado en los artículos 781 y 782 del Código de Procedimiento Civil, que
establecen que el tribunal revisará en cuenta si la sentencia impugnada es de
aquellas contra las que procede el recurso, pudiendo declararlo inadmisible si
encuentra mérito para ello, mediante una resolución fundada.

CAPÍTULO I
SENTENCIAS CONTRA LAS QUE PROCEDE EL RECURSO

Art. 766. El recurso de casación en la forma se concede contra las sentencias definitivas, contra las
interlocutorias cuando ponen término al juicio o hacen imposible su continuación y, excepcionalmente, contra las
sentencias interlocutorias dictadas en segunda instancia sin previo emplazamiento de la parte agraviada, o sin
señalar día para la vista de la causa.

Procederá, asimismo, respecto de las sentencias que se dicten en los juicios o reclamaciones regidos por leyes
especiales, con excepción de aquellos que se refieran a la constitución de las juntas electorales y a las
reclamaciones de los avalúos que se practiquen en conformidad a la Ley Nº 17.235, sobre Impuesto Territorial y
de los demás que prescriban las leyes.

1. No procede recurso de casación en la forma en contra de vicio establecido en voto disidente

Doctrina

El recurso de casación en general sólo se concede contra las sentencias definitivas e interlocutorias que pongan
término al juicio o hagan imposible su continuación. En el caso de autos no se puede estimar que el recurso de
Casación en la Forma está dirigido en contra de una sentencia definitiva pues aparece que lo que realmente se
está impugnando es el vicio que indica el voto disidente.

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 15 de septiembre de 1988.

Téngase presente:

Vistos y teniendo en consideración:


Primero: Que en estos autos Rol Nº 329-85, del ingreso del Segundo Juzgado
Militar de Santiago, incoados para investigar los delitos de atentado terrorista
causando la muerte del Mayor General Carol Urzúa Ibáñez, del Cabo 1º de
Ejército Carlos Rivero Bequiarelli y del Cabo 2º de Ejército José Franco
Aguayo, y de formar, pertenecer y hacer funcionar un grupo de combate
armado, descritos y sancionados en los artículos 1º y 2º de la ley Nº
18.314 y 3º y 8º de la ley Nº 17.798, la Corte Marcial dictó sentencia el 19 de
agosto último, que se lee a fs. 1206, que confirmó el fallo del Juez Militar de
Santiago, de 28 de noviembre de 1986, corriente a fs. 1097, imponiendo en
definitiva a los reos Jorge Palma Donoso, Hugo Marchant Moya y Carlos
Araneda Miranda, por haberse producido la situación prevista en el artículo 73
del Código Orgánico de Tribunales, la pena de presidio perpetuo.

Segundo: Que el Fiscal General Militar Interino don Enrique Ibarra Chamorro,
anunció y formalizó en el plazo que señala el artículo 171, recurso de casación
en la forma por estimar que el Ministro señor Paillás, al no observar en su
disidencia lo prescrito en el artículo 500 Nºs. 5 y 6 del Código de Procedimiento
Penal, hace incurrir al fallo en la causal de casación en la forma que señala el
artículo 541 Nº 9 del Código recién citado;

Tercero: Que el artículo 766 del Código de Procedimiento Civil, aplicable en


materia penal, por disposición del artículo 535 del Código de Enjuiciamiento
Criminal señala que el recurso de casación en general, sólo se concede contra
la sentencia definitiva y contra las interlocutorias que ponen término al juicio o
hacen imposible su continuación;

Cuarto: Que el recurso de casación en la forma que se estudia no puede


estimarse dirigido contra una sentencia definitiva, porque de su contexto
aparece que él realmente está impugnando, por el vicio que indica, el voto
disidente contenido en el mismo expedido por el Ministro señor Enrique Paillás,
lo que se corrobora con las peticiones concretas que somete a la decisión del
Tribunal;

Quinto: Que, por lo dicho en los motivos que preceden ha de concluirse que el
recurso formulado por el Fiscal General Militar debe ser declarado inadmisible.

Y de conformidad con lo dispuesto en los artículos 781 del Código de


Procedimiento Civil, artículo 535 del Código de Enjuiciamiento Criminal y 171
del Código de Justicia Militar, se declara inadmisible el recurso de casación en
la forma, deducido por el Fiscal Militar General en su escrito de fs. 1231, en
contra de la sentencia de la Corte Marcial, de 19 de agosto último, escrita a fs.
1206 de estos autos.

Acordada contra el voto del Auditor General señor Avello, quien estimando que
el recurso de que se trata está impugnando la sentencia referida en su totalidad
al denunciar el vicio cometido por el disidente, y estimando que el escrito
cumple con los requisitos exigidos por el legislador, estuvo por no formular esa
declaración y disponer que pasen los autos para dictamen al señor Fiscal de
esta Corte Suprema.
Regístrese y devuélvanse.

Pronunciada por los señores José M. Eyzaguirre, Israel Bórquez, Enrique


Correa, Luis Cousiño y Claudio Illanes.

Marchant Moya, Hugo y Otros.

Casación Forma Criminal.

Rol Nº 26.601

2. Artículo 766 del Código de Procedimiento Civil. No procede recurso de casación en contra de resolución
que falla incidente de nulidad de lo obrado

Doctrina

El recurso de nulidad formal se concede contra las sentencias definitivas, contra las interlocutorias que ponen
término al juicio o que hacen imposible su continuación. El recurso que aquí se intenta, es contra de aquellas
que desestima una incidencia de nulidad de lo obrado, por lo que se advierte, a razón de la norma, que la
resolución que se ataca no se encuentra revestida de las calidades que hacen posible esta vía de impugnación.

SENTENCIA CORTE DE APELACIONES

Santiago, 13 de abril de 2000.

Vistos:

Que el apoderado que representa al Banco BHIF ha formulado recursos de


apelación y casación en la forma en contra de la resolución de siete de enero
del año pasado, que se lee a fs. 154, que desestimó el incidente formulado por
ella a fs. 97.

En cuanto al recurso de casación en la forma:

Primero: Que es del caso tener en cuenta que el artículo 766 del Código de
Procedimiento Civil señala qué recurso de nulidad formal se concede contra las
sentencias definitivas, contra las interlocutorias que ponen término al juicio o
que hacen imposible su continuación.

Segundo: Que, como ya se dijo, el recurso que se intenta se ha interpuesto en


contra de aquella que desestimó una incidencia de nulidad de lo obrado, así se
puede advertir que la resolución atacada no reviste alguna de las calidades que
hacen posible la casación formal.

Tercero: Que en las condiciones señaladas deberá declararse inadmisible el


recurso de nulidad formal intentado en el segundo otrosí de fs. 158.

Cuarto: Que a mayor abundamiento, también conduce a la inadmisibilidad del


mismo, la circunstancia que el escrito que contiene el recurso no se encuentra
patrocinado por abogado.
Y de conformidad con lo dispuesto en los artículos 766, 772, 776, 778 y 781 del
Código de Procedimiento Civil, se declara inadmisible el recurso de casación
en la forma interpuesto al segundo otrosí de fs. 158 en contra de la resolución
de siete de enero de mil novecientos noventa y nueve, que se lee a fs. 154.

En cuanto al recurso de apelación:

Vistos:

Se confirma la resolución en alzada, antes citada la cual es de siete de enero


de mil novecientos noventa y nueve, escrita a fs. 154.

Regístrese y devuélvase.

Dictada por los Ministros señores Sergio Valenzuela Patiño, Haroldo Brito Cruz
y Alejandro Solís Muñoz.

Rol Nº 1.071-99

3. Auto de prueba no es de aquellas sentencias en contra de las que procede el recurso de casación. Artículo
766 del Código de Procedimiento Civil

Doctrina

El auto de prueba no es una sentencia interlocutoria de aquellas contra las cuales procede el recurso de
casación, ya que no puso término al juicio o hizo imposible su continuación, de acuerdo a lo establecido en el
artículo 766 del Código de Procedi-miento Civil. Por lo que no se incurre en la sentencia impugnada en el vicio
de haber sido dada contra otra basada en autoridad de cosa juzgada. Como así tampoco, se incurre en el vicio
de ultra petita, toda vez que para que sea procedente el presente recurso el recurrente debió prepararlo, esto
es, debió haber ejercido oportunamente los recursos establecidos en la ley, de conformidad al artículo 769 del
Código de Procedimiento Civil, lo cual no hizo en su momento, por lo que procede rechazar el recurso de
casación.

Arica, 23 de mayo de 2000.

Visto:

Con respecto al Recurso de Casación en la Forma

I.- Que en el otrosí del libelo de fojas 70 a 78, la parte demandante deduce
recurso de casación en la forma en contra de la sentencia definitiva de primera
instancia, que rechazó la demanda de precario interpuesta a fojas 8 y
siguientes, el que funda, primeramente, en que los vicios en que se incurre son
los del Nº 6 del artículo 768, en relación con el artículo 175, ambos del Código
de Procedimiento Civil, esto es, haber sido dada contra otra pasada en
autoridad de cosa juzgada, ya que al haberse desechado la demanda por no
haberse probado la ocupación del demandado, como requisito básico de la
acción deducida, la sentencia se ha extendido a materias ajenas a la
controversia que no fueron consideradas en el auto de prueba que fijó los
puntos en discusión, con lo que se infringe la autoridad de cosa juzgada que
emana de la sentencia de fojas 41 vuelta.
Y, en segundo término, por estos mismos fundamentos, también, la sentencia
ha incurrido en el vicio señalado en el Nº 4 del artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil, esto es, haber sido dada ultra petita al extenderse a puntos
no sometidos a la decisión del tribunal, por cuanto tal resolución de fojas 41
vuelta, que recibió la causa a prueba, fijó los puntos en discusión de este
procedimiento.

Señala que estos vicios han perjudicado a su representada por cuanto al


extenderse la sentencia a puntos que no estaban en discusión, ni sometidos a
la decisión del tribunal, como es la ocupación del inmueble por parte del
demandado, han influido decisivamente en lo dispositivo del fallo, por cuanto en
ella se indica que no se ha probado la ocupación como requisito básico para
acoger la demanda de precario y resuelve que se rechaza en todas sus partes
la demanda de precario;

II.- Que en relación al vicio de haber sido dada contra otra pasada en autoridad
de cosa juzgada, contemplado en el Nº 6 del artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil, cabe considerar que el recurrente la basa en que el auto
de prueba de fojas 41 vuelta es una sentencia interlocutoria que quedó
ejecutoriada al no ser impugnada por ninguna de las partes; sin embargo, ésta
no es de aquellas sentencias interlocutorias contra las que procede el recurso a
que se refiere el artículo 766 del Código de Procedimiento Civil, motivo por el
cual debe ser rechazado;

III.- Que, con respecto al vicio de ultra petita que reclama el recurrente, cabe
tener presente que la acción que deduce el actor en estos autos es la de
precario, ya que constituye precario la tenencia de una cosa ajena, sin previo
contrato y por mera tolerancia o ignorancia del dueño, de lo que se infiere que,
para que la acción instaurada prospere, es necesario: a).- que el que entable la
acción sea dueño de la especie cuya restitución se reclama; b).- que el
demandado detente dicha cosa; y c).- que ello ocurra sin previo consentimiento
ni contrato y por mera tolerancia o ignorancia del actor, lo que constituye la litis;
y para que pueda ser admitido el recurso de casación en la forma es
indispensable que el recurrente lo haya preparado, esto es, que haya ejercido
oportunamente y en todos sus grados los recursos establecidos por la ley, tal
como se lo ordena el artículo 769, inciso primero, del Código de Enjuiciamiento
Civil, lo que no aconteció en la causa; y, por ello, también procede su rechazo,
ya que el auto de prueba es el fundamento del recurso en este aspecto.

En consecuencia, en la especie, no hay vicio alguno que reparar mediante la


casación en la forma, y atendido lo dispuesto en el artículo 798 del Código de
Procedimiento Civil, se declara que no se hace lugar el recurso de casación en
la forma deducido en el otrosí del escrito de fojas 70/78.

Con respecto al Fondo de la causa

IV.- Se reproduce la sentencia en alzada, con las siguientes modificaciones:

Se suprimen los considerandos noveno, decimocuarto, decimoquinto y


decimosexto; y
Teniendo presente:

Que en lo principal del escrito de fojas 70/78, la parte demandante interpone


recurso de apelación en contra de la sentencia definitiva de primera instancia
solicitando que enmiende lo obrado conforme a Derecho, revocando el fallo
recurrido en la parte que rechaza la demanda de precario de fojas 8, y en su
lugar, acoger ésta por no haber sido un hecho controvertido en autos la
ocupación del inmueble por el demandado; no haber acreditado éste su
dominio sobre dicho inmueble, ni la existencia de una compraventa sobre el
bien como invocara en la contestación a la demanda, ni otro título que justifique
o legitime la tenencia cuya restitución se solicita; y acoger la objeción de
documentos efectuada a fojas 32 por tratarse de documentos privados
emanados de terceros que no los han reconocido en el juicio por lo que
carecen de valor probatorio y que no fueron acompañados bajo el
apercibimiento del artículo 346 Nº 3 del Código de Procedimiento Civil;

V.- Que el inciso final del artículo 2195 del Código Civil prescribe que constituye
también precario la tenencia de una cosa ajena, sin previo contrato y por
ignorancia o mera tolerancia del dueño, que es la acción que se ha intentado
en estos autos por la demandante, y que para su procedencia es necesario la
concurrencia de los siguientes presupuestos legales, a saber: que la acción sea
entablada por el dueño de la especie cuya restitución se reclama; que la
persona contra la cual se dirige la acción detente dicha cosa; y que ello ocurra
sin previo consentimiento ni contrato y por ignorancia o mera tolerancia del
dueño de ésta;

VI.- Que tal como se consigna en el considerando décimo del fallo en alzada, el
actor acredita que es dueño de una porción de terreno de aproximadamente
162 hectáreas ubicadas en Chacalluta, Comuna y Provincia de Arica, cuyos
deslindes se indican, la que está amparada por la inscripción de dominio
vigente en el Conservador de Bienes Raíces de Arica de fojas 3.739 vuelta a
2.407 del Registro de Propiedad de 1988 y que comprende, a su vez, la porción
de terreno que se reclama en esta litis y que se ubica entre las parcelas Nºs. 34
y 33 del Plano de Subdivisión archivado bajo el Nº 45 del año 1983 en el
Conservador de Bienes Raíces de Arica, detentada u ocupada por el
demandado;

VII.- Que, por otro lado, como emana de los testimonios fotográficos agregados
a fojas 85 a 87, en esta instancia, no objetados por la demandada, y de la
diligencia de absolución de posiciones llevada a efecto en segunda instancia
bajo el apercibimiento del artículo 394 del Código de Procedimiento Civil, en la
que se tuvo por confeso al demandado de todos aquellos hechos
categóricamente afirmados en el pliego de posiciones que se agrega a fojas 96,
se tiene por probado en esta litis que el demandado don Julio Palma Vergara,
efectivamente ocupa una porción de terreno de aproximadamente una hectárea
que forma parte de otro de mayor extensión, de propiedad de la Inmobiliaria
Acuña de Arica, ubicado en el sector Chacalluta, ex Haciendas Santa Rosa y
Miraflores, inscrito a fojas 3739 vuelta a Nº 2407 del Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes Raíces de Arica de 1988; que es efectivo que la
porción de una hectárea que ocupa se ubica entre las parcelas 33 y 34 del
Plano de Subdivisión de la propiedad de la actora, archivado bajo el Nº 45 del
año 1983 del Conservador de Bienes Raíces de Arica; que es efectivo que los
deslindes del terreno de una hectárea que ocupa, los ha cercado con un cierre
de postes de madera y alambrada de púas; y que es efectivo que en este
terreno ha levantado una mediagua y que no ha introducido otras mejoras que
los cierros y mediaguas antedichos;

VIII.- Que en autos, la parte demandada no ha probado la existencia de un


contrato de compraventa del inmueble en discusión en esta causa, que se
habría celebrado entre las partes, lo que lleva a deducir que la ocupación que
hace de este terreno es por mera tolerancia de su dueño;

IX.- Que en estas circunstancias y estando establecidos los presupuestos de la


acción, procede que se acceda a las pretensiones del actor;

X.- Que, como se consigna en el considerando séptimo del fallo en estudio, la


parte demandante ha objetado los documentos acompañados por la
demandada y que se agregan a fojas 13 a 17 de autos, documentos que
constituyen sólo fotocopias de documentos privados que no se han
acompañado en original ni han sido reconocidos por las personas que
aparecen suscribiéndolos u otorgándolos y tampoco por la parte contra la que
se hacen valer, motivo por lo que carecen de valor probatorio en esta litis y por
ello debe accederse a la objeción formulada en su contra.

Lo dispuesto en los artículos 186 y 187 del Código de Procedimiento Civil, se


revoca la sentencia apelada de diecisiete de enero de dos mil, escrita a fojas
64 a 67 y, en su lugar, se declara lo siguiente: a).- que se hace lugar a la
objeción documentaria que formula la parte demandante en el primer otrosí del
escrito de fojas treinta y dos (32); b).- que se hace lugar a la demanda de
precario deducida por la sociedad colectiva civil Inmobiliaria Acuña de Arica a
fojas 8 y siguientes, debiendo la parte demandada proceder a desocupar y
restituir el inmueble por ella ocupado, singularizado en estos autos, libre de
todo ocupante, dentro de quinto día de ejecutoriado este fallo; y c).- que no se
condena en costas por haber tenido motivos plausibles para litigar.

Se confirma, en lo demás, el fallo apelado.

Regístrese y devuélvanse.

Redacción del Ministro señor Jorge Cañón Moya.

Pronunciado por los Ministros de la Primera Sala señores Andrés Díaz Cruzat
(Presidente) y Jorge Cañón Moya y Abogado Integrante señor Gustavo Miranda
Espinoza.

Rol Nº 6.963

4. Costas. Naturaleza resolución sobre costas. Casación. Casación en la forma. Improcedencia. Artículo 766
Código de Procedimiento Civil

Doctrina
Conforme al artículo 766 del Código de Procedimiento Civil, aplicable en la especie, por disposición del artículo
535 del Código de Procedimiento Penal, no es procedente el recurso de casación en la forma respecto de la
resolución que confirma la sentencia de primera instancia en lo que regula el monto de las costas personales
causadas en estos autos, por cuanto dicha resolución no participa de la naturaleza de una sentencia definitiva o
interlocutoria que pone término al juicio o hace imposible su continuación.

SENTENCIA JUZGADO DE LETRAS

Coyhaique, 4 de abril de 2001.

Vistos y teniendo presente:

Que la regulación de las costas personales debe efectuarse por el Juez de la


causa con moderación, prudencia, considerando no sólo la cuantía del juicio,
sino que, además, la mayor o menor complejidad del asunto y la labor
desplegada por el Letrado en el negocio de que se trata, según así lo ha
resuelto la Excelentísima Corte Suprema (Sentencia 3.11.99, Rol Nº 10.573-96,
Angulo con Galleguillos, Primer Juzgado Civil de Coyhaique).

Considerando dichos parámetros, se regulan las costas personales que


corresponden a la parte demandada en la suma de 6 U.T.M. a la fecha de la
presente resolución.

Proveyó el señor Rodrigo Loyola Brito, Juez Subrogante.

Rol Nº 16.890.

CORTE APELACIONES

Coyhaique, 16 de abril de 2001.

Vistos:

Atendido el mérito de los antecedentes, naturaleza de la acción criminal que dio


origen a la regulación de costas que se conoce y que fuera ejercida por la parte
querellada de Luis Américo Cortés Hernández, trabajo y dedicación que
normalmente demanda este tipo de juicio y sus consecuentes secuelas, se
estima por este Tribunal que, apreciando y regulando de manera prudencial las
costas personales que corresponden, será menester estimarlas en una
cantidad equivalente a quince unidades tributarias mensuales.

Por lo relacionado precedentemente y teniendo presente el mérito de autos, se


confirma, sin costas del recurso, la resolución apelada de cuatro de abril de dos
mil uno, escrita a fojas 54, con declaración que se eleva el monto de las costas
personales a que queda afecta la parte querellante a la cantidad equivalente de
quince unidades tributarias mensuales.

Devuélvanse.
Pronunciada por el Presidente Titular señor Hugo Andrés Bustos Pérez, el
Ministro Titular señor Sergio Fernando Mora Vallejos y el primer Abogado
Integrante señor Francisco Renán Cisternas Fuentealba.

Rol Nº 18.437.

CORTE SUPREMA

Santiago, 16 de mayo de 2001.

Vistos y teniendo presente:

Que conforme dispone el artículo 766 del Código de Procedimiento Civil,


aplicable en materia penal, conforme lo establece el artículo 535 del Código de
Procedimiento Penal, el recurso de casación en la forma se concede contra las
sentencias definitivas, contra las interlocutorias cuando ponen término al juicio
o hacen imposible su continuación, y excepcionalmente, contra las sentencias
interlocutorias dictadas en segunda instancia sin previo emplazamiento de la
parte agraviada, o sin señalar día para la vista de la causa, naturaleza de la
cual no participa la resolución impugnada, toda vez que por ella se confirma la
de primer grado que reguló el monto de las costas personales causadas en
estos autos; de lo que se desprende que el recurso se ha dirigido en contra de
una resolución que no lo admite;

Y, visto, además, lo dispuesto en los artículos 781 y 782 del Código de


Procedimiento Civil, se declara inadmisible el recurso de casación en la forma
interpuesta a fojas 63, en contra de la sentencia de segunda instancia de fojas
59.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Alberto Chaigneau del C., Enrique Cury
U. y Mil-ton Juica A. y los Abogados Integrantes señores Fernando Castro A. y
Álvaro Rencoret S.

Rol Nº 1.605-01

5. Carácter especial de juicios del trabajo. Inadmisibilidad del recurso de casación. Artículo 766 inciso
segundo del Código de Procedimiento Civil

Doctrina

Los juicios del trabajo son especiales en razón de la materia, y se rigen por una ley particular, como lo es el
Código del Trabajo y sus leyes complementarias. Es inadmisible el recurso de casación en la forma basado en
la omisión de un trámite o diligencia esenciales en primera instancia, conforme al Nº 4 del artículo 795, por
aplicación de lo dispuesto en los artículos 766, inciso 2º, en relación con el Nº 9, inciso 2º del artículo 768, todos
del Código de Procedimiento Civil.

Santiago, 18 de agosto de 1999.

I.- En cuanto al recurso de casación:


Vistos:

Que según se advierte del examen del recurso de casación en la forma


interpuesto a fojas 125, no existe correspondencia entre la causal invocada con
el fundamento en que se apoya ese medio de impugnación, no obstante lo
cual, y entendiendo que se trata tan solo de un simple error de referencia en la
cita legal de que se trata, se emitirá pronunciamiento a su respecto,
considerando que en verdad el vicio invocado es el que prevé el artículo 768 Nº
9 del Código de Procedimiento Civil, en relación con lo que dispone el artículo
795 Nº 4 de esa codificación.

Sin embargo, y en esas condiciones, debe concluirse que el aludido recurso no


resulta admisible por las razones que a continuación se señalan.

1º) Que los juicios del trabajo son especiales en razón de la materia y se
rigen por una ley particular, como es el Código del Trabajo y sus leyes
complementarias;

2º) Que en esta virtud tiene plena aplicación en la especie lo dispuesto en el


inciso 2º del artículo 766 del Código de Procedimiento Civil, en armonía con lo
establecido en el inciso 2º del Nº 9 del artículo 768 del mismo cuerpo legal;

3º) Que esta última norma no permite hacer uso del recurso por una
supuesta infracción al Nº 9 del artículo 768 del cuerpo de leyes citado, esto es,
por haberse faltado a un trámite o diligencia declaradas esenciales por la ley;

4º) Que los vicios de los cuales se reclama por el presente recurso de
casación hecho valer por la demandante, son precisamente aquéllos a que se
refiere el artículo 795 del Código de Procedimiento Civil, que alude a dichos
trámites o diligencias que son esenciales en primera instancia;

5º) Que de este modo, se hace procedente declarar inadmisible el recurso


de casación interpuesto por la demandante a fojas 125 y siguientes de autos.

Por lo expuesto y disposiciones legales invocadas, se declara inadmisible el


recurso de casación en la forma interpuesto por la demandante.

II.- En cuanto a los recursos de apelación:

Se confirma la sentencia de 8 de febrero último, escrita a fojas 105 y


siguientes.

Regístrese y devuélvanse.

Dictada por los Ministros señores Sergio Valenzuela Patiño, Juan Araya
Elizalde y el Abogado Integrante señor Fernando Román Díaz.

HIDALGO GONZÁLEZ, Catalina con AGENCIAS DE VIAJES VMP. LTDA.

CASACIÓN EN LA FORMA Y APELACIÓN.


Rol Nº 2.181-99 T

6. Artículo 140 Ley Nº 18695. Proceso. Casación en la forma. Inadmisibilidad. Permiso. Permiso de
edificación. Requisito. Dirección de obras. Obligación. Recepción definitiva

Doctrina

Tratándose de un juicio especial, regido por el artículo 140 de la ley orgánica de municipalidades, no procede el
recurso de casación en la forma por la causal contenida en el artículo 768 nº 5 del Código de Procedimiento
Civil, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 766 inciso 2º del Código de Procedimiento Civil. Considerando
2º sentencia casación en la forma, Corte Suprema.

SENTENCIA CORTE APELACIONES

Valparaíso, 17 de julio de 2000.

Reclamo de ilegalidad 2386-95.

Visto:

1) A fs. 39 don Andrés Cristoffanini Olmedo, abogado en representación de


doña Edith Olmedo Meneses, traductora intérprete, domiciliada en Avenida
Kennedy 4820 depto. 112 de la ciudad de Santiago y calle Los Pingüinos 459
en la localidad de Cachagua, recurre de Reclamo de Ilegalidad en contra de la
Sra. Alcaldesa de la I. Municipalidad de Zapallar, por la dictación del oficio
ordinario Nº 337/95, notificado a su mandante por carta certificada enviada con
fecha 26/08/95, mediante la cual se rechazó reclamo de ilegalidad deducido por
su mandante el 09/08/95, en contra del Director de Obras Municipales, por
actuaciones y omisiones que considera ilegales y arbitrarias. Ello dice relación
con el permiso de edificación Nº 1336 otorgado por el Director de Obras
Municipales el 30/09/93, en lo conclusivo se pide la nulidad de derecho público
del indicado permiso de construcción por las razones que indica en su libelo,
que se paralicen las obras hasta que no se dé cabal cumplimiento a las normas
que estima infringidas. Además, acompaña con su recurso 14 documentos de
diferente naturaleza y que son: a) copia de inscripción de dominio vigente de
inmueble de la recurrente; b) copia de plano arquitectónico presentado a la
Dirección de Obras Municipales de la recurrida por el peticionario del permiso
de construcción cuestionado por el Sr. Raúl Rojas Baltra; c) declaración jurada
del Sr. Rojas sobre dominio del lote 6; d) copia del título de dominio vigente del
actual propietario del lote 6; e) copia del permiso de edificación 1336; f) copia
del plano de la obra que se construye al amparo del permiso 1336; g) copia de
informe pericial del Sr. Pablo Rodríguez H.; h) plano de los lotes 5 y 6, esto es,
del predio de la recurrente y el del permiso cuestionado; i) fotocopia del oficio
Nº 271/95, de la Municipalidad recurrida que rechaza el reclamo interpuesto; j)
fotocopia de reclamo de ilegalidad en contra del Director de Obras; k) envío de
resolución municipal que motiva este recurso; l) ordinario Nº 129/95 que ordena
paralización de obras, y m) fotocopia del poder del mandante al compareciente.

2) A fs. 59 rola el traslado de la I. Municipalidad de Zapallar, en que lo


fundamental señala, que sobre estos mismos hechos se interpuso por la
recurrente una denuncia de obra nueva en el Juzgado de Letras de La Ligua,
en contra de los propietarios del predio lote 5, la que fue fallada en primera
instancia en contra de la recurrente, ésta por otra parte, insiste por la vía
administrativa pidiendo la nulidad del permiso. Además, el permiso es definitivo
y está a firme y ello importa un derecho del peticionario y estando el asunto en
manos de los Tribunales no puede darse lugar a su pretensión. Además, que
toda esta cuestión se planteó una vez ya iniciada la obra, lo que se pide es
nulidad de derecho público lo que no puede hacer la Municipalidad, por ser ello
de competencia de los Tribunales, pide su rechazo por infundado y
extemporáneo, con condenación en costas.

3) A fs. 78 la Municipalidad de Zapallar acompaña fotocopia simple de la


sentencia de segunda instancia recaída en la causa Rol Nº 1.639-95 de esta
Corte, que confirmó la de primera instancia, en juicio sobre denuncia de obra
nueva, referida en el recurso de contestación.

4) A fs. 101 rola el auto de prueba, que modificando lo resuelto a fs. 65 fija
como único punto el siguiente: Si la obra nueva cumple con las disposiciones
legales vigentes en lo que dice relación con el distanciamiento mínimo y
rasantes.

5) A fs. 111, se hace parte el abogado don Gonzalo Yuseff Sotomayor, en


representación de Inmobiliaria Roca Limitada propietaria del lote 6, a que se
refiere el permiso 1336, que corre en fotocopia debidamente autorizada,
agregado a fs. 56, en calidad de tercero coadyuvante de la I. Municipalidad de
Zapallar.

6) A fs. 151 la parte de la I. Municipalidad de Zapallar, pide se declare


extemporáneo el reclamo de ilegalidad, se funda en la fecha de interposición
del reclamo y aquella del permiso, esto es casi dos años después, aduce que la
propia reclamante reconoce haber conocido en el mes de abril de 1994 los
antecedentes completos del permiso y acompaña en prueba documental que
rola de fs. 144 a 150.

7) A fs. 188 y 189 rola acta de exhibición de documentos, a lo que acuerdan las
partes que corresponden a los indicados en el acta de fs. 177 y 178, con el
mismo objeto la que se anuló, y dan por reproducido lo allí consignado, más las
observaciones aquí contenidas.

8) A fs. 208 y 209 rola el informe del señor Fiscal don Luis Contreras Hax, que
es de opinión de declarar el recurso extemporáneo, en cuanto al fondo es de
parecer de rechazarlo.

9) A fs. 222 se resuelve acumular el reclamo de ilegalidad 812-97, por incidir en


los mismos hechos.

10) A fs. 225 y 226 se agrega copia del plano del balneario de Cachagua,
pedido como medida para mejor resolver; se tiene a la vista dos tomos de la
causa Rol Nº 26.934 del Juzgado de Letras de La Ligua; a fs. 230 se agregan
diversos planos que remite la I. Municipalidad de Zapallar que rolan a fs. 229; a
fs. 237 vta. Se guarda plano en custodia Nº 333-98, pedido por el Tribunal; a fs.
243 como medida para entrar al conocimiento del recurso se dispone un
peritaje, designándose a don Pablo Rodríguez Hernández, que lo evacua y con
sus agregados rola de fs. 248 a 261.

11) Para mejor resolver se decreta una inspección personal del Tribunal, al que
se cumplió según acta de fs. 275 a 277.

Reclamo de Ilegalidad 812-97.

12) A fs. 322 los abogados Srs. Carlos Zepeda H., Rodrigo Hinzpeter K. y
Cristián Cortés P. por doña Edith Olmedo Meneses, deducen reclamo de
ilegalidad en contra del señor Alcalde de la I. Municipalidad de Zapallar don
Federico Ringeling H. y en contra del señor Director de Obras don Aldo
Almazán G., por la dictación del oficio ordinario Nº 122/97, que rechazó
reclamo de ilegalidad, deducido en contra de la decisión del Director de Obras
de conceder la Recepción Definitiva de la obra a que se refiere el permiso
1336, reclamado, el señor Alcalde no dio lugar por la resolución objeto del
recurso. En definitiva, pide se deje sin efecto la recepción final de la obra. En
fundamento de su petición acompaña de fs. 282 a 321 los siguientes
documentos: a) copia de la inscripción de dominio de su propiedad lote 5, b)
copia de inscripción de dominio lote 6, propiedad cuya construcción cuestiona y
c) copia ordinario Nº 1973 del Secretario Regional de Vivienda y Urbanismo V
Región y d) copia de petición de medida precautoria pedida en juicio de
prohibición de recepción de obra cuestionada y e) copia de demanda en juicio
de demarcación, f) copia de demanda en juicio de nulidad de derecho público y
g) copia ordinario Nº 122/97 que origina el reclamo de ilegalidad.

13) A fs. 330 rola el informe del Sr. Alcalde de la I. Municipalidad de Zapallar,
quien expresa se ha actuado legalmente al proceder a la recepción final de la
obra, y pide el rechazo del recurso. En iguales términos a fs. 333, informa el
señor Director de Obras y pide lo mismo.

14) A fs. 337 se agregó informe del señor Fiscal Titular de esta Corte, don Luis
Contreras Hax, quien por las razones que manifiesta, es de opinión de acoger
el recurso en cuestión.

15) A fs. 345 se hace parte el Abogado Sr. Carlos Prenafeta G. por Sociedad
Inmobiliaria Roca Limitada, como tercero coadyuvante de la reclamada y al
efecto acompaña su mandato y copia de dominio vigente de la propiedad lote
Nº 6.

16) A fs. 349 vta., cumpliendo medida para entrar al conocimiento del recurso
se tiene a la vista la causa Rol Nº 28.790 del Juzgado de Letras de La Ligua
entre la recurrente y el Tercero Coadyuvante, sobre demarcación.

17) A fs. 72 rola copia de la resolución que ordenó la acumulación de este


último recurso al anterior.

Con lo relacionado y considerando:

En cuanto al recurso Nº 2386-95.


Primero: Que, la recurrente al fundar su acción a que se refiere el punto 1) de
lo expositivo dice: A) es dueña del lote Nº 5 de la manzana 19 del balneario de
Cachagua, con frente a la calle Los Pingüinos Nº 459, la propiedad colindante
era de don Raúl Rojas Baltra, quien la aportó a su actual propietaria
Inmobiliaria Roca Limitada, quien luego de demoler la anterior edificación, fue
autorizada a levantar una nueva casa, construcción para lo cual acompañó un
plano de emplazamiento de la arquitecto doña María Irene Pérez Yoma y
declaración de dominio, lo que pudo verificar al examinar la respectiva carpeta.
B) El día 30 de septiembre de 1993 se otorgó el permiso de construcción
definitivo Nº 1336. C) A fines de marzo de 1994 se inició la construcción y pudo
constatar que la edificación estaba muy cerca de su propiedad, que inquirió
antecedentes en la Dirección de Obras sobre los detalles de la construcción y
con el examen de la carpeta y Plano oficial de Cachagua, pudo acreditar que
existían graves manifiestas discordancias señala entre ellas la atinente al plano
de la arquitecto y el plano oficial y que se ratifica en informe pericial, de la
causa sobre denuncia de obra nueva –a la vista–, y llega a la conclusión que
parte de la construcción se adentra en el lote Nº 5, se explaya en
consideraciones técnicas sobre los límites de ambos predios, por lo dicho
concluye que la edificación proyectada no cabe dentro del terreno de la
Inmobiliaria Roca Limitada. D) Independiente del problema jurídico, que dice
corresponde a los Tribunales, lo descrito son evidentes infracciones a las
normas de urbanismo y construcciones, distanciamientos y rasantes. E) A virtud
de las facultades legales, en defensa de sus derechos, actuó en dos planos
diversos: el judicial y el administrativo. Con fecha 3 de enero de 1995 se
formalizó por escrito el correspondiente reclamo ante la Dirección de Obras, lo
que se reiteró el 21 de junio del mismo año; que con fecha 18 de julio de 1995,
se le remitió el oficio Nº 271/95 de fecha 7 del mismo mes y año que rechazó el
reclamo, aduciéndose que lo denunciado no es de su competencia, que no
tiene atribuciones para intervenir, lo que considera ilegal y arbitrario por
corresponderle por ley velar por tales disposiciones. Al reclamar a la Sra.
Alcaldesa y ésta ratificar lo actuado, ha hecho suyo tan irregular proceder. F) Al
referirse al derecho considera se han infringido los artículos 3º letra b) y 20
letras b.2, 3 y 4 y g) de la ley Nº 18.695, en cuanto dicen relación con la
obligación de aplicar las normas del texto y velar por su cumplimiento. También
invoca el artículo 9º referido al estudio de los antecedentes, lo que estima no se
hizo, dice el recurrido sabía sus obligaciones, lo que acredita con el documento
acompañado bajo el numeral 12. También, dice, se ha incumplido el artículo
116, que obliga al estudio de los antecedentes. G) En otro plano, se refiere a
las normas de Ordenanza General de Construcciones, que estima infringidas y
cita los artículos 5.1.14 sobre planos, 5.1.18 que ordena la comprobación de
los antecedentes, lo que no se hizo, finalmente, invoca en su favor el artículo 7º
de la Constitución Política de la República. H) En lo conclusivo, como se dijo,
pide se declare la nulidad de derecho público del permiso de edificación Nº
1.336/93.

Segundo: Que, contestando la demanda, doña Paulina Ruiz-Tagle Irarrázabal,


en su calidad de Alcaldesa de la I. Municipalidad de Zapallar, sostiene que lo
que se pretende es dejar nulo el permiso de edificación. Dice que el permiso
fue otorgado de acuerdo a la normativa vigente, por el anterior Director de
Obras al señor Raúl Rojas Baltra, hoy Inmobiliaria Roca Limitada, con la cual la
recurrente tiene un juicio pendiente por distanciamiento y rasantes, el que se
tramita en el Juzgado de La Ligua (según se ha dejado establecido en lo
expositivo, está a la vista en estos autos), por lo que considera es una cuestión
sometida a los Tribunales de Justicia, y no puede ser resuelta en el orden
administrativo, ya que ello puede llevar a decisiones contradictorias. En otro
orden de ideas, aduce que el particular adquirió derechos con su permiso de
edificación y de accederse a lo pedido se estaría afectando derechos
patrimoniales y adquiridos, que la facultad de anular no corresponde a los
entes administrativos. En cuanto a la pretensión de ordenar se paralicen las
obras, ello no es posible, ya que en la especie no se da ninguno de los casos
previstos en el artículo 5º de la Ordenanza General de Construcción y el art.
146 de la Ley General de Urbanismo y Construcción plantea que no es posible
hacer la declaración de nulidad, ya que si el juicio iniciado se rechaza en los
Tribunales, el tercero quedaría en su obra sin permiso, lo que no es posible.
Pide, en lo conclusivo, se declare el recurso improcedente, extemporáneo e
infundado y por ello solicita su rechazo –no se dé lugar.

Tercero: Que, a fs. 151 la parte de la I. Municipalidad de Zapallar pide se


declare extemporáneo el reclamo de ilegalidad, según se dejó establecido en el
numeral 6) de la parte expositiva, petición que se funda en los siguientes
antecedentes: El permiso de edificación se otorgó con fecha 30 de septiembre
de 1993, y el recurso se deduce el 6 de septiembre de 1995, reclamando en
contra del oficio ordinario Nº 337-95 que le habría notificado el día 6 de agosto
de 1995. Este reclamo se habría interpuesto en contra del oficio ordinario Nº
271-95 de 10 de julio de 1995. Añade que la recurrente reconoce haber tomado
conocimiento del permiso de edificación en el mes de abril de 1994, esto es
nueve meses antes de su primer reclamo formal, el 5 de enero de 1995, por
ello está fuera del plazo establecido en el artículo 136 de la ley Nº 18.695.

Cuarto: Que, la prueba rendida por la parte recurrente, ya indicada en lo


expositivo, es la siguiente: A) A fs. 1 se acompaña certificado de dominio
vigente de doña Edith Elena Olmedo Meneses, en relación al lote Nº 5 que en
lo pertinente se indica es un inmueble que en su deslinde Norte mide 30 metros
con calle Pingüinos y en igual medida en su límite Sur con el Océano Pacífico,
al Oriente y al Poniente en sesenta metros con los lotes 6 y 4, esto es un plano
rectangular; B) A fs. 3 rola un plano de ubicación de la antedicha propiedad; C)
A fs. 4 rola una declaración jurada notarial de don Raúl Rojas Baltra, en que se
declara dueño del lote 6 (vecino del indicado en la letra d), el 8 de julio de 1993;
D) A fs. 12 se acompaña certificado de dominio vigente de Inmobiliaria Roca
Limitada sobre el predio lote 6 con el siguiente deslinde 25 metros al Norte y 15
mts. al Sur y 70 metros al Oriente y Poniente, en esto último con el lote 5 (de la
recurrente); E) A fs. 13 rola el permiso de edificación 1336 que origina
expresamente el recurso de fecha 30/09/1993; F) A fs. 14 se acompaña un
plano con indicaciones sobrepuestas del recurrente; G) A fs. 15 rola peritaje
(fotocopia) presentado en causa Rol Nº 26.934 (La Ligua) en que lo más
singular (Perito Pablo Rodríguez Hernández) es que tanto el lote Nº 5 como el
lote Nº 6, en la realidad sus dimensiones no son concordantes con sus títulos, y
que la vivienda del lote Nº 6 no sobrepasa las dimensiones del predio que la
contiene, para lo cual hay un plano levantado por el perito y se agregan los
planos oficiales para la comparación respectiva y otros planos de la recurrente,
no oficiales ni suscritos por los profesionales que serían sus autores; H) Se
acompaña copia del ordinario Nº 271-95 del Director de Obras de la I.
Municipalidad de Zapallar en que rechaza petición de paralizar las faenas del
permiso de construcción Nº 1336-93 del sitio Nº 6; I) Copia del Reclamo de
Ilegalidad dirigido a la Alcaldesa de Zapallar, que son esencialmente los
mismos argumentos de este recurso, agregándose que estima se ha dispuesto
de un terreno de mayor tamaño y que no cabe en el predio, alega no se ha
respetado los distanciamientos mínimos y, en el derecho, es lo mismo del
recurso y el oficio Nº 337/95 de la Sra. Alcaldesa que no dio lugar al aludido
reclamo, que es coincidente con la respuesta ya descrita, y J) Se acompaña
ordinario Nº 129/95 de la I. Municipalidad de Zapallar de 13/03/1995 y que no
dice relación alguna con estos hechos.

Quinto: Que la parte de la I. Municipalidad de Zapallar acompaña los


siguientes antecedentes: A) A fs. 56 copia autorizada de Permiso de Edificación
Nº 1336 de 30 de septiembre de 1993; B) A fs. 77 copia de la sentencia de
segunda instancia de esta Corte de Apelaciones dictada en la causa Rol Nº
26.934 del Juzgado de Letras de La Ligua, que este Tribunal ordenó tener a la
vista, que confirmó la sentencia de primera instancia que rechazó la denuncia
de obra nueva por estar edificada la nueva casa íntegramente en terreno de
Inmobiliaria Roca Limitada; C) De fs. 144 a 151 se acompañó copia y plano de
la recepción de obra correspondiente a la edificación en el lote Nº 5, a la época
de propiedad del señor Jorge Cristofanni Trucco, cónyuge de la recurrente y
demás antecedentes y plano de obra con los mismos deslindes actuales y
plano del señor Raúl Rojas con su anterior construcción.

Sexto: Que, además, esta Corte de Apelaciones tuvo a la vista la causa


Rol Nº 26.934, seguida ante el Juzgado de Letras de La Ligua,
por denuncia de obra nueva; plano del loteo Balneario de Cachagua,
correspondiente a la manzana Nº 19 y/o la I. Municipalidad de Zapallar, los que
rolan a fs. 225; a fs. 229, y en la Custodia Nº 333-98, según testimonio de fs.
237 vta. y, el peritaje dispuesto en estos autos, el que rola de fs. 248 a 261 de
don Pablo Rodríguez Hernández y que en lo conclusivo expresa que el
proyecto arquitectónico infringe abiertamente la Ordenanza General de
Urbanismo y Construcciones por lo que la Dirección de Obras de la I.
Municipalidad de Zapallar debió haber rechazado el permiso de edificación Nº
1336-93.

Finalmente y en el carácter de medida para mejor resolver se decretó una


inspección personal del Tribunal, la que se cumplió según se indica en el acta
que rola de fs. 275 a 277.

En cuanto al recurso 812-97.

Séptimo: Que en cuanto a la prueba de la recurrente es: A) Certificado de


dominio vigente, ya descrito; B) A fs. 4 una hoja incompleta de inscripción de
dominio al parecer de la Inmobiliaria Roca Limitada sobre el lote Nº 6, ya
referida; C) A fs. 6 oficio ordinario Nº 1973 de 18 de diciembre de 1993 del
Seremi de Vivienda V Región del Director de Obras Municipales de Zapallar en
que le indica no debe proceder a la recepción definiti-va de la obra
correspondiente, al permiso de edificación 1336-93; D) A fs. 40 ordinario Nº
122/97 de 18 de marzo de 1997 que rechaza el reclamo de ilegalidad por el
señor Alcalde de la I. Municipalidad de Zapallar.

La I. Municipalidad de Zapallar no rindió prueba.

Octavo: Que, a fs. 349 se pidió tener a la vista la causa Rol Nº 28.790 del
Juzgado de Letras de La Ligua, lo que se cumplió a fs. 349 vta.

En cuanto a la extemporaneidad del recurso:

Noveno: Que, la parte de la I. Municipalidad de Zapallar pidió se declare la


extemporaneidad del reclamo de ilegalidad, para ello se funda en que el
permiso de edificación se otorgó el 30 de septiembre de 1993 y el reclamante
ejerció el recurso el 6 de septiembre de 1995, en cuanto por oficio de 9 de
agosto de 1995 la Sra. Alcaldesa no dio lugar al recurso, el cual dice se
interpone en contra del oficio Nº 271-95 de 10 de julio de 1995, que rechazó el
reclamo de la señora Olmedo de 5 de enero y 20 de julio de 1995, que
cuestionan el Permiso de Edificación Nº 1336 de 30 de enero de 1993. La
recurrente, dice, reconoce expresamente, que tomó conocimiento del permiso
de edificación en el mes de abril de 1994, esto es nueve meses antes de su
primera formal reclamación ocurrida el 5 de enero de 1995, esto es fuera del
plazo establecido en el artículo 136 de la ley Nº 18.695.

Estos mismos argumentos los renovó en el alegato de estrados y pide se


acceda por el Tribunal a lo pedido por el Sr. Fiscal.

En estrados el abogado que alegó por el tercero coadyuvante del municipio se


refirió en extenso a este aspecto diciendo que no hay duda de que tomó
conocimiento del permiso de edificación 1336 y sus detalles en abril de 1994, lo
que resulta innegable, como consta del juicio Rol Nº 26.934 a la vista y ello por
propia declaración de la recurrente y que sólo cuando en dicho proceso se
dictó sentencia que le fue adversa, ha deducido este recurso fabricándose un
plazo ad hoc, que además no se impugnó el acto, sino que la decisión de la
Sra. Alcaldesa.

Décimo: Que, la recurrente, sobre esta petición sólo se refiere a ello en su


escrito de téngase presente de fs. 66, en su apartado 6º al decir que el permiso
de edificación no está sometido a trámite de publicidad ni a priori ni posteriori,
por lo que los terceros sólo pueden conocer de su existencia una vez iniciada la
obra material, y que la I. Municipalidad reconoce que tan pronto como tuvo
conocimiento denunció las infracciones, esto en el punto 25. En el alegato de
estrados la reclamante dijo que la Municipalidad el 10 de julio de 1995 se lavó
las manos y allí se dedujo el reclamo de ilegalidad, el que no se acogió y dice
que el Sr. Fiscal está equivocado en su dictamen sobre este aspecto.

Undécimo: Que a fs. 208 el Sr. Fiscal Titular don Luis Contreras Hax, dice en
lo pertinente que la recurrente en el documento agregado bajo el número 10 a
fs. 22 y siguiente en el apartado 4 reconoce que a fines de marzo de 1994, al
comenzarse las obras tomó conocimiento teniendo a la vista la respectiva
carpeta, y por ello y las demás consideraciones que indica que el recurso no
sólo se deduce casi un año después de tal hecho. Añade que no se trata de
diversos plazos, ni de plazos independientes los del artículo 136 de la ley Nº
18.695, que son un todo y deben ser considerados, con la precisa conexión
que existe entre ellos y las letras a), b), c) y d) del artículo son un todo
armónico, dice que una interpretación en contrario conduce a que se podrían
establecer plazos de acuerdo a la propia conveniencia de las partes en forma
indefinida y de esa forma restarle valor a actos y resoluciones que ya se han
consolidado.

Duodécimo: Que el documento 10 agregado a fs. 22 corresponde al reclamo


de ilegalidad formulado a la Sra. Alcaldesa de la I. Municipalidad de Zapallar
por la reclamante de autos y en sus puntos 4 y 5 declara enfáticamente haber
tomado conocimiento de los antecedentes de la carpeta de permiso y haber
concordado tales antecedentes con el plano oficial de Cachagua y haber
constatado las diversas irregularidades. En palabras simples a fines de marzo
de 1994 la recurrente declara haber conocido todos los antecedentes y detalles
que originaron el otorgamiento del permiso 1336/93.

Lo anterior se confirma con la lectura de la demanda de denuncia de la obra


nueva de la causa Rol Nº 26.934 entre doña Edith Olmedo Meneses e
Inmobiliaria Roca Limitada –a la vista– de fecha 04/01/95 en que sus puntos 4),
5) y 6) repiten lo dicho, que se entrevistó con su vecino en marzo y abril de
1994, haciéndole ver sus derechos y que se abstuviera de continuar su obra,
expresa: ...tomé contacto en forma urgente con el señor Raúl Rojas, a fin de
hacerle ver la gravedad del asunto... y por si lo dicho contuviera alguna
inconsistencia, agrega, le hice ver asimismo, que además de la ocupación de
mi terreno, su edificación contravenía las leyes y ordenanzas de construcción
vigentes, al no observar las distancias mínimas a los deslindes del predio
vecino, lo cual compromete la independencia y privacidad de mi propiedad y
por si fuera poco en el punto 7) de tal demanda expresa se reunieron
arquitectos, topógrafos y abogados.

De lo anterior sólo es posible inferir a partir del dicho de la propia actora que
entre fines de marzo y/o principios de abril de 1994 tenía exacto y cabal
conocimiento de todos los antecedentes técnicos y de hecho referidos al
permiso de edificación Nº 1336 de 30 de septiembre de 1993.

Decimotercero: Que, es verdad que un permiso de edificación es un acto que


carece de publicidad de terceros y no está prevista su publicidad ni
corresponde hacer notificación de ninguna especie. En tal sentido su plazo
empieza a correr desde el instante en que toma conocimiento del acto, hecho o
resolución, por aplicación de un precepto general, el artículo 55 del Código de
Procedimiento, esto es que se tendrá por notificado desde que la parte a quien
afecte haga actos que supongan su conocimiento. Esta misma norma se repite
en el Auto Acordado de la Excma. Corte Suprema de 24 de junio de 1992,
referido al recurso de protección de garantías constitucionales al decir en el
numeral 1 ...dentro del plazo fatal de quince días corridos, contados desde la
ejecución del acto o la ocurrencia de la omisión, o según la naturaleza de
éstos, desde que se haya tenido noticias o conocimiento de los mismos,....
En consecuencia, en casos como el de la especie la numerosa jurisprudencia
de los Tribunales ha resuelto que el plazo desde el cual se debe contar no de
aquel que caprichosamente fije el recurrente, sino desde la época en que tomó
conocimiento del acto, hecho, resolución, oficio, etc. que le causa gravamen o
le afecta.

En la especie, está acreditado fuera de toda duda, y por aseveraciones escritas


e indesmentibles de la recurrente, que ello aconteció a fines de marzo y
principios de abril de 1994, y suponiendo que principios de abril es algo
indeterminado, sin exagerar ello podría situarse hasta el 15 de abril de 1994, ya
que el 16 de abril no puede ser principios ya que marca el inicio de la quincena
de su término. Así las cosas el plazo para recurrir en contra de la resolución
que dio lugar al permiso de edificación Nº 1336 de 30 de septiembre de 1993,
no puede extenderse más allá del 15 de mayo de 1994, conforme el artículo
140 del texto refundido de la ley Nº 18.695 Orgánica Constitucional de
Municipalidades.

El primer acto de resistencia al Permiso de Edificación Nº 1336 de 30 de


septiembre de 1993, según se desprende del ordinario Nº 271/95 de la
Dirección de Obras Municipales, fue una carta de fecha 21 de junio de 1995, en
que doña Edith Olmedo solicita a dicha entidad la paralización de las faenas
iniciadas al amparo del Permiso de Edificación Nº 1336, y esto con la mejor
disposición a que dicho acto habría interrumpido el plazo establecido por la ley,
y como consta lo fue fuera de plazo de 30 días y en exceso. El acto realmente
eficaz es el reclamo de ilegalidad en contra de dicho acto que fue el 9 de
agosto de 1995, según ya se dijo.

Decimocuarto: Que, en mérito de lo anteriormente razonado y conforme a lo


pedido por la I. Municipalidad, Tercero Coadyuvante y en especial a la solicitud
del señor Fiscal Titular don Luis Contreras Hax se hace lugar en cuanto a
declarar que el recurso de que se trata es extemporáneo, esto es, el deducido
en lo principal del libelo de fs. 39 por doña Edith Olmedo Meneses y que
corresponde al Recurso Rol Nº 2.386-95.

Recurso Nº 812-97 sobre el fondo:

Decimoquinto: Que, y conforme a lo anterior dicho se debe ponderar en


cuanto al recurso 812-97 acumulado a esta causa.

Como ya se ha dicho el fundamento de este reclamo de ilegalidad se hace


incidir en haber recepcionado la obra, en circunstancia que ello no es posible
ya que la obra no respeta los títulos de dominio de su vecino, y al no existir
certeza sobre los deslindes no es posible recibir la obra; que su parte para tal
efecto ha iniciado una demanda de demarcación; una demanda de nulidad de
derecho público; que por otra parte obtuvo una medida precautoria que prohibió
al Director de Obras recepcionar la obra, lo que fue notificado el 3 de
noviembre de 1996, pero que tal notificación fue declarada nula; que además
se recurrió al Seremi Regional de Vivienda y Urbanismo, por carta de 11 de
diciembre, quien por ordinario Nº 1973 –agregado a fs. 287– le indicó al
Director de Obras no debe proceder a la recepción definitiva total de la obra,
según lo establece el artículo 144 del citado cuerpo legal (Ley General de
Urbanismo y Construcciones), hasta no conocerse el fallo judicial, sin embargo
el día 15 de enero de 1997 mediante certificado 01/97 se concedió la recepción
definitiva de la casa construida en el sitio lote 6 de la Manzana 19 de
Cachagua. Agrega que el 6 de marzo de 1997 dedujo reclamo de ilegalidad
contra la recepción 01-07, el que fue rechazado por el Sr. Alcalde de la I.
Municipalidad de Zapallar, por oficio Nº 1.22-97 de fecha 18 de marzo de 1997.

Decimosexto: Que, respondiendo el alcalde recurrido, dice que no hay


ningu- na ilegalidad en el acto, porque de acuerdo a los artículos 9º
letra a) 4º y 12 de la ley Nº 19.472, el otorgamiento de la recepción
final es de atribución privativa del Director de Obras y lo que tiene que hacer es
verificar los requisitos de la ley y el cumplimiento de las exigencias previas –
permiso de edificación–. El artículo 144 de la ley, con el informe favorable del
Director, de acuerdo al artículo 116 bis debe recepcionar la obra. El Seremi
carece de facultades para expedir una orden al Director de Obras. El artículo
112 de la ley faculta al Seremi para resolver reclamaciones en contra del
Director de Obras deducidas en el plazo de 30 días conforme al artículo 118.
En consecuencia, la reclamante debió haber formulado este procedimiento, lo
que no hizo. Y si considera que hay infracción en contra de las rasantes y/o
distanciamientos, conforme al artículo 20, debe recurrir al Juez de Policía
Local. Agrega que el problema de la demarcación no tiene injerencia alguna en
esta materia.

Decimoséptimo: Que, al haberse decidido que el reclamo de ilegalidad 2386-


95 ha sido extemporáneo se produce el efecto de que el permiso de
construcción Nº 1336-93 queda a firme y, en tal virtud, la construcción debe
ajustarse a derecho y a las especificaciones técnicas de aquel permiso, de
forma tal que tendría que haberse probado en autos, es que lo edificado se
aparta o es distinto de aquello que se autorizó en el aludido permiso. Esto se
refuerza con lo que pudo apreciar el Tribunal en la inspección ocular, cuya acta
rola a fs. 276 y siguientes, en donde quedó establecido que para obtener la
recepción final se procedió a hacer diversas obras y deshacer otras como una
escala externa de acceso, que dejó de ser tal, para transformarse en jardineras
y una bow window de la que se tapó un costado con madera, para evitar el
efecto de abalconamiento. El propio abogado de la recurrente, Sr. Cortés,
afirmó que éstas fueron hechas para poder obtener la recepción de la obra, y
además, expresó que se disminuyó el ancho del cerco vivo para obtener las
dimensiones necesarias para la recepción de la obra, lo que sería indiciario de
que las obras construidas formalmente se ajustan a la normativa vigente, y en
tal sentido, cobra plena validez la argumentación del Sr. Alcalde en cuanto a
que y conforme a las disposiciones legales mencionadas anteriormente, la
recepción de la obra no merece reproches. Y en el aspecto puramente formal,
no se apartaba de las disposiciones legales, la recepción de la obra.

En efecto, conforme al artículo 116 de la Ley General de Urbanismo y


Construcción (los artículos que se refieren, se entenderán que lo son a esta
disposición) se inician mediante la concesión de un permiso de la Dirección de
Obras Municipales, el cual lo concederá, si los antecedentes cumplen con el
Plan Regulador y demás disposiciones. Ya hemos dicho que este permiso
existió y el recurso deducido en su contra se ha decidido que es extemporáneo,
lo que importa es que se encuentra a firme y la obra que él ampara debe
cumplir con las exigencias de dicho permiso. Y es la premisa que se debe
considerar, ya que según el artículo 119 así lo dispone expresamente.

El legislador razona sobre la base de que se niegue o retarde este permiso,


pero no aparece reglamentada la situación de terceros, en consecuencia y
como se ha dicho, ésta es la normativa fundamental que rige la recepción, un
permiso concedido y la construcción material sujeta estrictamente a los planes
y especificaciones.

Se ha planteado la ilegalidad de la recepción en la petición de negativa


impartida por el Seremi en que ordena abstenerse hasta que no se fallen los
juicios pendientes, fundándose para ello en el artículo 4º de la ley, pero tal
facultad, no aparece en dicha disposición, ya que lo que allí se les entrega, es
impartir instrucciones para la debida aplicación de la ordenanza a través de
circulares y la supervisión de las materias anexas e interpretación de las
mismas, por lo que la dictación de una especie de orden de no innovar, referida
a un caso particular, de que están conociendo los Tribunales, es absolutamente
ajena a sus facultades; en el único caso en que puede abocarse a este tipo de
situaciones es en el contemplado en el artículo 118, que también está
pensando respecto de quien pide el permiso. En todo caso, este procedimiento
tiene un plazo de 30 días, y en la especie, no se ha entregado tal competencia
al Seremi. Por lo dicho, la disposición que rige es el artículo 9º letra a), que
entrega al Director de Obras de dar recepción final de ellas. En tal sentido se
ajusta a la normativa vigente la decisión adoptada, y de acuerdo al artículo 144,
le correspondía resolver la situación. Si la reclamante quería provocar la
intervención del Seremi debió proceder en conformidad a los artículos 12 y 118,
lo que no hizo, limitándose sólo a pedir una medida de paralización o
abstención de la recepción, la que fue concedida fuera de los casos previstos
por la ley y condicionada al afinamiento de juicios pendientes, lo que como se
ha dicho, no es procedente.

En consecuencia la recurrente, al no conseguir una resolución favorable en lo


jurisdiccional, recurrió a esta vía administrativa indirecta fuera de todo
procedimiento.

Finalmente, y como ya se dijo, la recurrente no puede obtener resolución


favorable de este Tribunal, a menos que pudiere haber acreditado que en la
resolución de recepción se infringió el artículo 119, lo que no ha sucedido, ya
que el peritaje efectuado en estos autos por don Pablo Rodríguez discurre
sobre el supuesto de que los defectos que él dice haber constatado en su
examen material de la obra están referidos al permiso de edificación, que como
ya se ha dicho, quedó a firme y en parte alguna se prueba que la obra
ejecutada no fue con sujeción estricta a los planos, especificaciones y demás
antecedentes aprobados por la Dirección de Obras.

En cuanto al informe del Sr. Fiscal, que estima que es procedente el recurso,
debe considerarse que cuando lo hizo lo fue en forma separada del primer
recurso y no pudo ponderar la situación como lo hacen estos sentenciadores,
por cuanto la acumulación es un hecho posterior. Por las consideraciones ya
dichas, no cabe sino que rechazar este recurso en concordancia y lógica
consecuencia de lo resuelto en relación al primer recurso de estos autos.

Por lo tanto, en mérito de las anteriores consideraciones, se resuelve: A.- Que


se declara extemporáneo el reclamo de ilegalidad, deducido a fs. 39, por don
Andrés Cristoffanini Olmedo, abogado, en representación de doña Edith
Olmedo Meneses, dirigido en contra de la Sra. Alcaldesa de la I. Municipalidad
de Zapallar, doña Patricia Paulina Ruiz-Tagle Irarrázabal, por la dictación del
oficio ordinario Nº 337-95. B.- Que se declara sin lugar el reclamo de ilegalidad,
deducido a fs. 322 por los abogados Sres. Carlos Zepeda H., Rodrigo
Hinzpeter K., y Cristián Cortés P. por doña Edith Olmedo Meneses en contra
del Alcalde de la I. Municipalidad de Zapallar don Federico Ringeling H., y el
Director de Obras don Aldo Almazán G. ; por la dictación del oficio ordinario Nº
122-97.

Regístrese y devuélvanse los expedientes y agregados tenidos a la vista, en su


oportunidad, archívese.

Redacción del Ministro señor Gonzalo Cristián Morales Herrera.

Pronunciada por los Ministros Titulares de la Iltma. Corte señores Julio Torres
Allú, Rafael Lobos Domínguez y Gonzalo Morales Herrera.

Roló Nº 2.386-95 acumulada a la Rol Nº 812-97.

CORTE SUPREMA

Santiago, 11 de diciembre de 2000.

Vistos y teniendo en consideración:

1º) Que se ha ordenado dar cuenta, conforme al artículo 782 del Código de
Procedimiento Civil, del recurso de casación deducido en estos autos;

2º) Que dicha disposición legal permite el rechazo inmediato del recurso si en
opinión unánime de los integrantes de la Sala, éste adolece de manifiesta falta
de fundamento;

3º) Que a esta conclusión ha llegado el Tribunal, pues como se aprecia de la


simple lectura del proceso el reclamo de ilegalidad deducido fue rechazado por
estimársele inadmisible por extemporáneo y esta extemporaneidad no fue
atacada en la casación, limitándose el recurrente a insistir en argumentaciones
de fondo al respecto. El segundo recurso se rechazó como consecuencia de la
inadmisibilidad del primero.

Cabe señalar que el Director de Obras está obligado a otorgar un permiso de


edificación si para ello se cumplen los requisitos pertinentes y, una vez
concedido y ejecutada la obra, constatándose que se respetaron las
prescripciones del permiso de edificación, el señalado funcionario está ahora
obligado a otorgar el certificado de recepción final, tornándose ilegal su
actuación si se negara a ello.

Que de este modo, el recurso de casación ataca una cuestión que quedó fuera
de discusión, puesto que no se entró a conocer del fondo del asunto, en
circunstancias que debió cuestionar la afirmación y base del rechazo, la
extemporaneidad del reclamo y que el permiso de edificación estaba
erróneamente otorgado, lo cual no se hizo.

Y teniendo en cuenta lo expuesto y disposición legal citada, se rechaza el


recurso de casación en el fondo interpuesto en el primer otrosí del escrito de fs.
374, en contra de la sentencia de diecisiete de julio último, escrita a fs. 365.

Tráiganse los autos en relación para conocer del recurso de casación en la


forma, interpuesto en lo principal del escrito de fs. 374.

Regístrese.

Pronunciado por los Ministros señores Osvaldo Faúndez V., Orlando Álvarez
H., Domingo Yurac S. y Humberto Espejo Z. y el Abogado Integrante señor
Fernando Castro A.

Rol Nº 3.432-2000.

CORTE SUPREMA

Santiago, 16 de abril de 2001.

Vistos:

En estos autos Rol Nº 3.432-2000 sobre reclamo de ilegalidad deducido por


doña Edith Olmedo Meneses en contra de la I. Municipalidad de Zapallar, el
reclamante dedujo recursos de casación en la forma y en el fondo en contra de
la sentencia de la Corte de Apelaciones de Valparaíso que por su decisión A)
declaró extemporáneo el reclamo interpuesto en contra de la señora Alcaldesa
de dicho Municipio por la dictación del oficio ordinario Nº 337-95 y por su
decisión B) declaró sin lugar el reclamo de ilegalidad deducido por la misma
actora en contra del Alcalde del mismo municipio don Federico Ringeling y el
Director de Obras don Aldo Almazán G., por la dictación del oficio ordinario Nº
122-97.

A fs. 414 esta Corte rechazó el recurso de casación en el fondo, al analizar su


admisibilidad en cuenta y se trajeron los autos en relación para conocer del
recurso de casación en la forma.

Considerando:

1º) Que el recurso de nulidad formal se funda en que se habría incurrido en el


vicio contemplado en el artículo 768 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil,
esto es, haber sido pronunciada –la sentencia– con omisión de cualquiera de
los requisitos enumerados en el artículo 170. El recurrente afirma que los
requisitos omitidos son los establecidos en los números 4 y 5 de este último
artículo, es decir las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de
fundamento a la sentencia y la decisión del asunto controvertido.

Agrega el recurso que en la sentencia recaída en el reclamo de ilegalidad


interpuesto en contra de don Federico Ringeling Hunger carece de
fundamentos de hecho, lo que intenta demostrar a continuación, señalando que
existen contradicciones en sus consideraciones, lo que produce su destrucción
recíproca dejando sin considerandos a este respecto la sentencia recurrida;

2º) Que el inciso 2º del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil dispone
que en los negocios a que se refiere el inciso segundo del artículo 766 sólo
podrá fundarse el recurso de casación en la forma en alguna de las causales
indicadas en los números 1, 2, 3, 4, 6, 7 y 8 de este artículo y también en el
número 5, cuando se haya omitido en la sentencia la decisión del asunto
controvertido.

El inciso 2º del artículo 766, por su parte, establece que el recurso de casación
en la forma procederá, asimismo, respecto de las sentencias que se dicten en
los juicios o reclamaciones regidos por leyes especiales, con las excepciones
que indica.

Como se advierte, en la especie, tratándose de un juicio especial, regido por el


artículo 140 de la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, antiguo
artículo 136, no procede el recurso de casación en la forma por la causal que
se analiza, en virtud de las normas antes citadas, resultando entonces
inadmisible, por lo que debe ser rechazado en relación con dicha causal;

3º) Que en cuanto al segundo vicio invocado, que si es procedente interponer


en esta clase de procedimientos, por mandato expreso del inciso segundo del
artículo 768, en relación con el artículo 170 Nº 6, ambos, del Código de
Procedimiento Civil, el recurso expone que la sentencia impugnada sólo en
apariencia se pronuncia sobre todas las acciones deducidas por su parte;
añade que ella se pronunció sobre el reclamo deducido en contra de la
Alcaldesa doña Paulina Ruiz-Tagle por la emisión del oficio ordinario 337/95,
declarándolo extemporáneo, contando el plazo que la Ley Orgánica
Constitucional de Municipalidades establece para la interposición del reclamo
de ilegalidad desde la fecha en que su representada tuvo conocimiento del
permiso de edificación número 1336/93 de 30 de septiembre de 1993; es decir,
la sentencia establece como hecho recurrido el permiso mismo. Añade que el
reclamo se dedujo por las actuaciones y omisiones ilegales y arbitrarias en que
se incurrió al emitirse el oficio ordinario Nº 337/95, y en la sentencia se soslaya
el aspecto omisivo de la conducta de la reclamada.

Afirma, asimismo, que la recurrente solicitó que se dejara sin efecto un acto
administrativo ilegal y en nuestro ordenamiento sólo existen dos formas de
hacerlo: declarando su nulidad o invalidándolo. Al plantear que se dejara sin
efecto el permiso de edificación Nº 1336 por adolecer de vicios de ilegalidad,
solicitó su invalidación, a lo que la Alcaldesa no dio lugar, incurriendo en una
omisión ilegal, lo que es soslayado en la sentencia que impugna. El aspecto
omitido afecta la invalidez de la sentencia referida al no resolverse
íntegramente la cuestión debatida, vicio que configura la causal de casación
contemplada en el artículo 768 Nº 5 en relación con el artículo 170, números 4
y 6, ambos del Código de Procedimiento Civil. Agrega que la omisión de estos
dos requisitos ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, desde que
se ha declarado extemporáneo el reclamo deducido en contra de la Alcaldesa
doña Paulina Ruiz-Tagle, por haber emitido el oficio ordinario Nº 337/95,
prescindiendo del aspecto omisivo de su conducta, y, luego, por haber
declarado, sin lugar el reclamo de ilegalidad deducido en contra del Alcalde
Federico Ringeling por la emisión del oficio 122/97, sin fundamentos de hecho,
dada la contradicción insalvable que existe en sus considerandos;

4º) Que el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil dispone que las
sentencias definitivas de primera o de única instancia y las de segunda que
modifiquen o revoquen en su parte dispositiva las de otros tribunales,
contendrán: Nº 6 La decisión del asunto controvertido. Esta decisión deberá
comprender todas las acciones y excepciones que se hayan hecho valer en el
juicio; pero podrá omitirse la resolución de aquellas que sean incompatibles con
las aceptadas.

Como primera cuestión que debe señalarse es que esta causal se ha mezclado
con la del número 4 del artículo 170 del Código indicado, la que resulta
inadmisible en este tipo de procedimientos, como anteriormente se dijo, que
sólo permite su interposición por falta de decisión del asunto controvertido, por
lo que las alegaciones referidas a la supuesta contradicción entre
considerandos del fallo, no puede ser analizado.

Por otro lado, al plantearse el primer reclamo de ilegalidad, en contra de la Sra.


Alcaldesa doña Paulina Ruiz-Tagle, se dirigió en contra del oficio ordinario Nº
337/95 y en el petitorio indicó que se tuviere por interpuesto, en relación con las
actuaciones y omisiones ilegales en que incurrió al dictar dicho oficio y declarar
la nulidad de derecho público del permiso de edificación Nº 1336/93.

En relación con este reclamo, la sentencia impugnada lo declaró


extemporáneo, por lo que no cabía entrar a resolver sobre el fondo del asunto,
por resultar ello incompatible con lo resuelto. Expuso la Corte que el plazo para
recurrir en contra de la resolución que dio lugar al permiso de edificación Nº
1336 de 30 de septiembre de 1993 no puede extenderse más allá del 15 de
mayo de 1994, y el primer acto de resistencia a dicho permiso fue una carta de
21 de junio de 1995 en que doña Edith Olmedo solicitó la paralización de las
faenas amparadas por dicha autorización, lo que ocurrió fuera de plazo de 30
días. Agrega la Corte que el acto realmente eficaz es el reclamo de ilegalidad
en contra de dicho acto que fue el 9 de agosto de 1995.

En tales condiciones, se reitera, se resolvió la extemporaneidad y por tanto


existe decisión del asunto controvertido, sin que se configure el vicio por éste
denunciado;
5º) Que en relación con el segundo reclamo de ilegalidad, acumulado en autos,
se solicitó tenerlo por interpuesto en contra del oficio Nº 122/97 dictado por el
Alcalde Sr. Federico Ringeling que rechazó el reclamo de ilegalidad, y acogerlo,
dejando sin efecto la recepción definitiva otorgada a la obra ejecutada en el
sitio 6 de la Manzana 19 del Balneario de Cachagua de la comuna de Zapallar.
Como se advierte de la parte resolutiva del fallo recurrido, este reclamo fue
declarado sin lugar;

6º) Que, por lo anteriormente expuesto, el recurso de casación en la forma


deducido debe ser desestimado, tanto porque se invocó una causal inadmisible
en este tipo de juicios, cuanto por no ser efectivo el fundamento del segundo
vicio invocado, ya que se resolvieron las cuestiones planteadas.

De conformidad, asimismo, con lo que disponen los artículos 764, 765, 768 y
806 del Código de Procedimiento Civil, se declara que se rechaza el recurso de
casación en la forma deducido en lo principal de la presentación de fs. 374 en
contra de la sentencia de diecisiete de julio del año dos mil, escrita a fs. 365.

Regístrese y devuélvase, con sus agregados.

Redacción a cargo del Abogado Integrante señor Daniel.

Pronunciado por los Ministros señores Osvaldo Faúndez V., Ricardo Gálvez B.,
Orlando Álvarez H. y Domingo Yurac S. y el Abogado Integrante señor Manuel
Daniel A.

Cristoffanini Olmedo, Andrés.

Casación Forma y Fondo - Civil.

Rol Nº 3.432-00 (Valparaíso)

Art. 767. El recurso de casación en el fondo tiene lugar contra sentencias definitivas inapelables y contra
sentencias interlocutorias inapelables cuando ponen término al juicio o hacen imposible su continuación,
dictadas por Cortes de Apelaciones o por un tribunal arbitral de segunda instancia constituido por árbitros de
derecho en los casos en que estos árbitros hayan conocido de negocios de la competencia de dichas Cortes,
siempre que se hayan pronunciado con infracción de ley y esta infracción haya influido substancialmente en lo
dispositivo de la sentencia.

7. No procede recurso de casación en el fondo contra sentencia que resuelve incidente de abandono del
procedimiento

Doctrina

La resolución que resuelva la incidencia de abandono de procedimiento, no reúne las características señaladas
en el artículo 767 del Código de Procedimiento Civil.

SENTENCIA TRIBUNAL DE LETRAS

Talca, 12 de marzo de 1996.

Vistos:
1º) Que, en lo principal del escrito de fojas 41, el ejecutado, Santiago Letelier
Saavedra, solicita se declare el abandono del procedimiento, porque el
ejecutante, fallecido el ejecutado Crescente Oróstica Calderón el 18 de enero
de 1993, conforme al artículo 5º del Código de Procedimiento Civil, debió para
la prosecución del juicio, hacer notificar a los herederos de éste el estado en
que se encontraba la causa, habiendo quedado paralizado el procedimiento;

2º) Que, en lo principal de fojas 45, el apoderado del ejecutante, evacuando el


traslado que de la incidencia se le confirió, pide su rechazo, porque no ha
transcurrido el plazo de tres años contemplado en el inciso segundo del artículo
153 del Código del Procedimiento Civil;

3º) Que, el inciso segundo del artículo 153 del Código de Procedimiento Civil
estatuye que en los procedimientos ejecutivos el ejecutado podrá solicitar el
abandono del procedimiento después de ejecutoriada la sentencia definitiva o
en el caso del artículo 472 de dicho Código, cuando hayan transcurrido tres
años contados desde la fecha de la última gestión útil, hecha en el
procedimiento de apremio, destinada a obtener el cumplimiento forzado de la
obligación, luego de ejecutoriada la sentencia definitiva o vencido el plazo para
oponer excepciones en su caso. En el evento que la última diligencia útil sea de
fecha anterior, el plazo se contará desde la fecha en que quedó ejecutoriada la
sentencia definitiva o venció el plazo para oponer excepciones;

4º) Que a fojas 37 vuelta, el 30 de septiembre de 1992, se tuvo el mandamiento


como sentencia conforme al artículo 472 del Código de Procedimiento Civil;

5º) Que la última diligencia útil encaminada al cumplimiento forzado de la


obligación es el embargo de bienes del incidentista el 22 de marzo de 1993 por
lo que no han transcurrido los tres años contemplados en el inciso segundo del
artículo 153 del Código de Procedimiento Civil, lo que obliga a desestimar la
incidencia;

6º) Que en nada altera lo concluido precedentemente la muerte del otro


ejecutado, respecto de don Santiago Letelier Saavedra.

Por las anteriores consideraciones y vistos, además, lo dispuesto en los


artículos 89, 91, 144, 153 inciso 2º, 171 del Código de Procedimiento Civil, se
declara:

Que no se hace lugar al abandono del procedimiento solicitado en lo principal


de fojas 41, con costas.

Notifíquese esta resolución por el estado diario.

Dictada por el señor Marcelo Urzúa Pacheco, Juez Letrado Titular.

CORTE DE APELACIONES

Talca, 28 de junio de 2000.


Vistos:

Se reproduce la resolución en alzada, que se lee a fs. 54 y 126,


complementada a fs. 144; salvo el motivo 5º), que se elimina.

Y se tiene en su lugar y, además, presente:

1) Que el articulista no acreditó de ninguna manera que por un hecho que no le


fuere imputable, hubieren dejado de llegar a sus manos las copias a que se
refieren los artículos 40 y 44 del Código de Enjuiciamiento Civil, como lo
sostiene en su presentación de fs. 41 y 113.

2) Que, por ende, al no concurrir el referido supuesto el ejecutado don Santiago


Letelier Saavedra no ha justificado que no se le haya hecho saber en persona
la providencia recaída en la demanda ejecutiva entablada en su contra ni el
requerimiento de pago que se le hiciera y de que da cuenta el acta de fs. 34 y
106; de manera que lo obrado a su respecto es válido, como se concluye en la
reflexión 3º) del fallo en estudio.

Por estas consideraciones y de conformidad con lo prescrito en los artículos 80,


82, 144 y 186 del Código de Procedimiento Civil, se confirma, con costas del
recurso, la resolución apelada de doce de marzo de mil novecientos noventa y
seis, escrita de fs. 54 a 54 vuelta y de fs. 126 a fs. 126 vuelta, complementada
a fs. 144, con fecha tres de abril del mismo año, de este recurso acumulado.

Redacción del Ministro señor Luis Carrasco González.

No firma el Abogado Integrante señor Gabriel Mendiboure Sáez, no obstante


haber concurrido a la vista del recurso y al acuerdo del fallo.

Devuélvase, juntamente con sus agregados.

Rol Nº 52.129.

CORTE SUPREMA

Santiago, 21 de diciembre de 2000.

Vistos:

Que del mérito de los antecedentes se desprende que el recurso de casación


en la forma se dedujo en contra de dos resoluciones que no tienen el carácter
de sentencia definitiva o interlocutoria que pongan término al juicio o hagan
imposible su continuación.

Y de conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos 766 y 781 del


Código de Procedimiento Civil, se declara inadmisible el recurso de casación
en la forma interpuesto en lo principal de fojas 182, en contra de las
resoluciones de veintiocho de junio pasado, escritas a fojas 179 y 180.
Regístrese y devuélvase con sus agregados.

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S. y
Jorge Rodríguez A. y los Abogados Integrantes señores Franklin Geldres A. y
Enrique Barros B.

Rol Nº 3.172-2000

8. Improcedencia del recurso de casación en el fondo

Doctrina

La sentencia recurrida, que rechaza la recusación del juez árbitro, es una interlocutoria que no pone término al
juicio ni hace imposible su continuación, no siendo susceptible de casación en la forma conforme lo señala el
artículo 766 del Código de Procedimiento Civil, como tampoco de casación en el fondo según lo dispuesto en el
artículo 767 del Código de Procedimiento Civil. Considerandos 11º y 12º.

SENTENCIA DE CASACIÓN

Santiago, 7 de octubre de 1997.

Vistos y teniendo además presente:

Primero: Que en estos autos el tribunal a quo ha concedido los recursos de


casación en la forma y en el fondo interpuestos por don Diego Albónico Bejares
y don Ricardo Piraino Sepúlveda en lo principal de su escrito de fojas 211 y
luego esta I. Corte, como tribunal ad quem, ha ordenado traer en relación los
recursos de casación en la forma y en el fondo concedidos a fojas 218.

Segundo: Que lo anterior no impide que esta Corte en la vista de la causa


revise nuevamente la posible inadmisibilidad de los citados recursos por cuanto
las expresiones desde luego empleadas en el artículo 781 del C. de Proc. Civil
no impiden o restringen la facultad de la Corte para declarar la inadmisibilidad
de un recurso después de la vista de la causa.

Tercero: Que para ponderar la procedencia de los recursos de casación en la


forma y en el fondo deducidos en lo principal de fojas 211 y concedidos a fojas
218 en contra de la sentencia del Sr. Juez Letrado del Primer Juzgado Civil de
Santiago de fojas 199 y siguientes que rechazó las recusaciones formuladas
por los mismos recurrentes, es menester analizar cuál es la naturaleza jurídica
de esta última resolución para determinar si es susceptible de los recursos de
casación en la forma y en el fondo.

Cuarto: Que para estos efectos es preciso referirse a la parte petitoria de la


solicitud de lo principal de fojas 5 en que los solicitantes, invocando los
artículos 195 Nºs. 5 y 8; 196 Nºs. 2, 4, 14 y 18 y artículos 200 y siguientes del
Código Orgánico de Tribunales, deducen recusación en contra del árbitro
arbitrador don Enrique Menchaca Olivares, en los autos arbitrales sustanciados
ante él y que se caratulan Cox con Albónico y Piraino para que el Juez
ordinario declare su inhabilidad.
Quinto: Que la petición antes mencionada fue resuelta en la sentencia que rola
a fojas 199 y siguientes, siendo desechadas las causales de recusación en
contra del Sr. Juez Árbitro Arbitrador don Enrique Menchaca Olivares, con
costas, sentencia que ha sido recurrida por los mismos solicitantes mediante
los recursos de casación en la forma y en el fondo.

Sexto: Que el artículo 158 del Código de Procedimiento Civil clasifica las
resoluciones judiciales en decretos, autos, sentencias interlocutorias y
sentencias definitivas.

La misma norma legal define a la sentencia interlocutoria como la que falla un


incidente del juicio, estableciendo derechos permanentes a favor de las partes,
o resuelve sobre algún trámite que debe servir de base en el pronunciamiento
de una sentencia definitiva o interlocutoria y a su vez define la sentencia
definitiva como la que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto
que ha sido objeto del juicio.

Séptimo: Que la sentencia de fojas 199 y siguientes no es una sentencia


definitiva puesto que no ha resuelto la cuestión que ha sido objeto del juicio
arbitral ante el Árbitro Arbitrador, sino que una cuestión incide que sirve de
base para el pronunciamiento de la sentencia definitiva arbitral, cual es la
resolución de la posible inhabilidad del Sr. Juez Árbitro que ha sido reclamada
ante el superior jerárquico, en este caso el Sr. Juez de Letras y es por ello una
sentencia interlocutoria.

Octavo: Que diversas normas de nuestro Código de Procedimiento Civil y del


Código Orgánico de Tribunales definen a la reclamación sobre la inhabilidad de
un juez, por causales de recusación, como un incidente especial, tales como
los artículos 119 inciso 3º, 123, 124 y 126 del C. del Proc. Civil y el artículo 205
del C.O.T. que establece que las sentencias que se dictaren en los incidentes
sobre implicancia o recusación serán inapelables, todo lo cual confirma que en
la especie se está en presencia de una interlocutoria pronunciada por el
superior jerárquico que resuelve sobre la inhabilidad del Árbitro que es inferior
jerárquico para estos efectos.

Noveno: Que ninguna importancia tiene para estos efectos la formalidad que
reviste la resolución recurrida y aunque la sentencia contenga numerosos
considerandos no por ello se transforma en una sentencia definitiva por no
reunir los requisitos señalados en el artículo 158 del Código de Procedimiento
Civil.

Décimo: Que, por otra parte, la sentencia interlocutoria que rechaza la


recusación no pone término al juicio ni hace imposible su continuación, al revés
de lo que podría ocurrir si la sentencia hubiere acogido la recusación en contra
del Sr. Juez Árbitro porque en tal caso el procedimiento no habría podido
continuar ante ese órgano jurisdiccional.

Undécimo: Que, por consiguiente, la sentencia recurrida es una interlocutoria


que no pone término al juicio ni hace imposible su continuación, no siendo por
ello susceptible de recurso de casación conforme lo señala el art. 766 del
Código de Procedimiento Civil.

Duodécimo: Que respecto del recurso de casación en el fondo existen razones


adicionales para declarar su inadmisibilidad puesto que jamás procede de
sentencias dictadas por jueces letrados, sino que únicamente en contra de
sentencias inapelables de Cortes de Apelaciones o por un tribunal arbitral de
segunda instancia constituido por árbitros de derecho en los casos en que
estos árbitros hayan conocido de negocios de la competencia de dichas Cortes
(art. 767 del C. de P.C.), lo que no ocurre en la especie.

Decimotercero: Sin perjuicio de la evidente inadmisibilidad de los recursos de


casación en la forma y en el fondo, esta Corte no puede menos que
representar al Sr. Juez de la causa las distintas irregularidades procesales que
se advierten en la tramitación durante la primera instancia y que dicen relación
con la falta de cumplimiento de los trámites esenciales señalados por la ley
para la sustanciación de un incidente de recusación, conforme lo establecen los
artículos 113 y siguientes del Código de Procedimiento Civil y 176 del Código
Orgánico de Tribunales, pudiendo mencionarse entre otras las siguientes:

a) Que el tribunal de primera instancia admitió a tramitación la solicitud de fojas 5, sin reparar que aquella
solicitud no se había presentado a la distribución de causa conforme lo ordena el artículo 176 del C.O.T., por lo
que debió disponer lo pertinente a este respecto en su oportunidad y no aplicar el artículo 823 del C. de P.C.,
como lo hizo a fojas 8 y 14 transformando la cuestión en un juicio sumario al estimar como demanda el escrito
de fojas 5 y siguiendo todos los trámites de este procedimiento declarativo principal, en circunstancia que no
procedía en este caso, ya que cabía aplicar imperativamente las normas de los incidentes, según lo establece el
artículo 119 inciso 3º del C. de Proc. Civil.

b) Que este mismo tribunal no debió haber tramitado la incidencia de recusación por no haberse
acompañado testimonio de haberse efectuado el depósito correspondiente en la cuenta corriente del tribunal
para responder a las multas por la posible pérdida del incidente, según lo establece el artículo 118 del C. de
Proc. Civil.

c) Que el tribunal recurrido de primera instancia debió haberse pronunciado acerca de si aceptaba como
bastante la causal para los efectos de que el Juez recurrido se abstuviera de intervenir en el asunto de que se
trata mientras no resolviera el incidente, conforme lo ordena el artículo 120 del mismo Código, lo que omitió
indebidamente.

Decimocuarto: Que no obstante las deficiencias procesales anteriores que


ameritarían anular todo el proceso, de oficio, conforme a la facultad que
confiere el artículo 84 del Código de Procedimiento Civil, esta Corte ha resuelto
no ejercer esta facultad a fin de no producir mayores perjuicios a las partes
dado el tiempo transcurrido desde la iniciación del incidente de recusación,
situación que se estima inconveniente para la buena administración de justicia.

Por las razones antes expuestas y lo prevenido en los artículos 158, 766, 767,
781 y 782 del Código de Procedimiento Civil, se declaran inadmisibles los
recursos de casación en la forma y en el fondo deducidos a fojas 211 y
concedidos a fojas 218, con costas.

Anótese, regístrese y devuélvanse.

Redacción del Abogado Integrante Sr. Guillermo Piedrabuena Richard.


Pronunciado por los Ministros señora María Morales Villagrán, señor Raimundo
Díaz Gamboa y Abogado Integrante señor Guillermo Piedrabuena Richard.

ALBONICO BEJARES, Diego y Otro con MENCHACA OLIVARES, Enrique.

CASACION FORMA Y FONDO.

Rol Nº 1.499-96

9. Sentencia que resuelve incidente de tercería de prelación no es susceptible de recurso de casación en el


fondo

Doctrina

De acuerdo a lo establecido en el artículo 767 del Código de Procedimiento Civil, el recurso de casación en el
fondo procede en contra de determinadas resoluciones, cuales son las sentencias definitivas inapelables y las
interlocutorias que pongan término al juicio o hagan imposible su continuación. La sentencia objeto del presente
recurso resolvió acoger el incidente de tercería de prelación, lo que se relaciona directamente con el cuaderno
de apremio, sin afectar el cumplimiento forzado de la obligación, lo que es materia del juicio ejecutivo. Por ello,
la resolución atacada por el recurrente no reviste la naturaleza jurídica de ninguna de las sentencias descritas
en el referido artículo 767, por lo cual el recurso de autos es improcedente y debe ser declarado inadmisible.

SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

Antofagasta, 30 de agosto de 1999.

Por ingresado con esta fecha a mi despacho con el objeto de resolver la


incidencia de autos, conforme a lo prevenido en el artículo 319 del Código
Orgánico de Tribunales.

Vistos:

Que, a fojas 17, compareció doña Norma Carvajal Godoy, abogado del Servicio
de Tesorerías, en representación del Fisco de Chile-Tesorería Regional de
Antofagasta, ambos con domicilio en Antofagasta, calle San Martín Nº 2569, en
la causa ejecutiva Rol Nº 33.503, interponiendo tercería de prelación de pago.

Funda su pretensión la tercerista en la circunstancia que, consta de la nómina


de deudores morosos de expediente administrativo números 1.006/97 y
1.023/98, ambos de Tesorería Regional de Antofagasta, la cual constituye título
ejecutivo conforme a lo dispuesto en el artículo 169 del Código Tributario, que
el ejecutado de autos Rodolfo Rojas y Cía. Ltda., RUT Nº 84.892.300-1,
representada por don Rodolfo Rojas Zuvic, profesión ignora, ambos
domiciliados en Avda. Pedro Aguirre Cerda Nº 7903 de Antofagasta, adeuda al
Fisco de Chile la suma de $ 11.350.506, por concepto de Impuesto al Valor
Agregado, Renta, Multa Banco Central y Multas.

Agrega la tercerista que la deuda es líquida, actualmente exigible y no está


prescrita.

En estos autos ejecutivos, CorpBanca representada por don Armando


Rodríguez Galán, Ingeniero Comercial, con domicilio en San Martín Nº 2668,
subastará un inmueble de propiedad del ejecutado, inscrito el dominio a su
favor a fojas 1628, Nº 2290 del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Antofagasta, año 1994. Precisa la incidentista que conforme
a lo prevenido en el artículo 2472 Nº 9 del Códi- go Civil, los créditos del
Fisco de Chile, por impuestos de retención o recargo gozan de preferencia de
la primera clase de créditos, agrega que la suma adeudada por el ejecutado
tiene la calidad de impuesto por recargo conforme a lo prevenido en el D.L.
Nº 824, de 1974 sobre Impuesto al Valor Agregado.

Conforme al artículo 525 del Código de Procedimiento Civil, interpone la


tercería de prelación de pago en contra del ejecutante y del ejecutado,
solicitando que se declare que el Fisco de Chile tiene derecho a que su crédito
sea pagado en forma preferente, con cargo al producto de la subasta. En
subsidio, para el caso que existan otros acreedores de mejor derecho, solicita
la tercerista que se tenga por interpuesta tercería de pago por la cantidad ya
referida y decretar su derecho para concurrir al pago sobre el producto del
inmueble a subastar en los autos ejecutivos ya referidos.

Que, a fojas 19, el ejecutante procedió a evacuar el traslado conferido al mismo


respecto de la tercería de prelación de pago y de pago interpuesta por la
tercerista. A la primera dice que la ejecutante debe probar el fundamento que
hace extensible su preferencia a las fincas hipotecadas, y pide su rechazo, en
subsidio, que sólo debe reconocerse preferencia al Fisco de Chile por la suma
de $ 6.721.216, ya que sólo la deuda por formulario 21 (IVA), goza de
preferencia de primera categoría por ser impuesto de retención o recargo,
como lo señala el artículo 2472 Nº 9 del Código Civil; las otras deudas, pasan a
ser créditos comunes que sólo deben cancelarse a continuación del crédito
garantizado con la hipoteca.

En cuanto a la tercería de pago, no niega el carácter de acreedor del Fisco de


Chile, sin embargo, dando cumplimiento al artículo 2470 y al no gozar los
demás impuestos de preferencia alguna deberán cancelarse con el remanente
que eventualmente pudiera producirse en favor de la ejecutada.

A fojas 21 vta., se acusa rebeldía del trámite de contestación por la parte


ejecutada.

A fojas 23 vta., se recibe la tercería a prueba.

A fojas 25 se acompañan documentos por la tercerista.

A fojas 33 vta., se traen los autos para resolver la tercería.

Considerando:

Primero: Que, a fojas 17, compareció doña Norma Carvajal Godoy, abogado
del Servicio de Tesorerías, en representación del Fisco de Chile-Tesorería
Regional Antofagasta, ambos con domicilio en Antofagasta, calle San Martín Nº
2569, en la causa ejecutiva Rol Nº 33.503, interponiendo tercerías de prelación
de pago.
Funda su pretensión la tercería en la circunstancia que, consta de la nómina de
deudores morosos de expedientes administrativo números 1.006/97 y 1.023/98,
ambos de Tesorería Regional de Antofagasta, la cual constituye título ejecutivo
conforme a lo dispuesto en el artículo 169 del Código Tributario, que el
ejecutado de autos Rodolfo Rojas y Cía. Ltda., RUT Nº 84.892.300-1,
representada por don Rodolfo Rojas Zuvic, profesión ignora, ambos
domiciliados en Avda. Pedro Aguirre Cerda Nº 7903 de Antofagasta, adeuda al
Fisco de Chile la suma de $ 11.350.506, por concepto de Impuesto al Valor
Agregado, Renta, Multa Banco Central y Multas.

Agrega la tercerista que la deuda es líquida, actualmente exigible y no está


prescrita.

En estos autos ejecutivos, CorpBanca representada por don Armando


Rodríguez Galán, ingeniero comercial, con domicilio en San Martín Nº 2668,
subastará un inmueble de propiedad del ejecutado, inscrito el dominio a su
favor a fojas 1628, Nº 2290 del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Antofagasta, año 1994. Precisa la incidentista que conforme
a lo prevenido en el artículo 2472 Nº 9 del Código Civil, los créditos del Fisco
de Chile, por impuestos de retención o recargo gozan de preferencia de la
primera clase de créditos, agrega que la suma adeudada por el ejecutado tiene
la calidad de impuesto por recargo conforme a lo prevenido en el D.L. Nº
824, de 1974 sobre Impuesto al Valor Agregado.

Conforme al artículo 525 del Código de Procedimiento Civil, interpone la


tercería de prelación de pago en contra del ejecutante y del ejecutado,
solicitando que se declare que el Fisco de Chile tiene derecho a que su crédito
sea pagado en forma preferente, con cargo al producto de la subasta. En
subsidio, para el caso que existan otros acreedores de mejor derecho, solicita
la tercerista que se tenga por interpuesta tercería de pago por la cantidad ya
referida y decretar su derecho para concurrir al pago sobre el producto del
inmueble a subastar en los autos ejecutivos ya referidos.

Segundo: Que, a fojas 19, el ejecutante, procedió a evacuar el traslado


conferido al mismo respecto de la tercería de prelación de pago y de pago
interpuesta por la tercerista. A la primera dice que la ejecutante debe probar el
fundamento que hace extensible su preferencia a las fincas hipotecada, y pide
su rechazo, en subsidio, que sólo debe reconocerse preferencia al Fisco de
Chile por la suma de $ 6.721.216, ya que sólo la deuda por formulario 21 (IVA),
goza de preferencia de primera categoría por ser impuesto de retención o
recargo, como lo señala el artículo 2472 Nº 9 del Código Civil; las otras deudas
pasan a ser créditos comunes que sólo deben cancelarse a continuación del
crédito garantizado con la hipoteca.

En cuanto a la tercería de pago, no niega el carácter de acreedor del Fisco de


Chile, sin embargo, dando cumplimiento al artículo 2470 y al no gozar los
demás impuestos de preferencia alguna deberán cancelarse con el remanente
que eventualmente pudiera producirse en favor de la ejecutada.
Tercero: Que, a fojas 21 vta., se acusa rebeldía del trámite de la contestación
por parte de la parte ejecutada.

Cuarto: Que, la tercerista no ha rendido prueba alguna conforme al punto de la


misma que fuera fijado en autos, y que corresponde al siguiente: Efectividad de
que el deudor carece de otros bienes que cubran la totalidad del crédito que
reclama el Servicio de Tesorería Regional de Antofagasta, y conforme al
artículo 1698 del Código Civil el onus probandi correspondía al tercerista.

Quinto: Que, si bien es cierto que los impuestos fiscales y municipales son
créditos de primera clase para efectos de su preferencia y el acreedor
hipotecario es de la tercera clase, no es menos cierto que tal preferencia no se
extiende a las fincas hipotecadas, salvo el caso de no poder cubrir aquellos
impuestos en su totalidad con los otros bienes del deudor, condición que
establece la ley para poder invocar la acción de prioridad o preferencia que
invoca el acreedor de un crédito de primera clase sobre las fincas hipotecadas,
al cual de acuerdo a las normas del onus probandi, es a quien corresponde
probar que su crédito no puede pagarse por falta de otros bienes del deudor
que cubran en su totalidad el crédito (Gaceta de los Tribunales, 1er semestre
C. Suprema, 1942, Secc. Civil, página 11).

Por estas consideraciones, y, teniendo presente además, las disposiciones


legales ya citadas y lo dispuesto en los artículos 1698, 2470 del Código Civil;
artículo 82 y siguiente, 144, 160, 171 del Código de Procedimiento Civil;

Se declara:

I) Que, no se hace lugar a la tercería de prelación de crédito, interpuesta a fojas 17.

II) En cuanto, a la tercería de pago, opuesta en subsidio, se declara que la tercerista tiene el carácter de
acreedor valista por la suma de $ 11.350.506 y que no goza de preferencia alguna conforme lo dispone el
artículo 2470 del Código Civil y deben pagarse con el remanente que eventualmente pudiera producirse a favor
de la ejecutada.

III) No se condena en costas al ejecutante y al ejecutado y cada parte pagará sus costas y las comunes por
mitades.

Notifíquese personalmente o por cédula.

Pronunciada por el señor Pablo Krumm de Almozará, Juez Titular.

Rol Nº 33.503.

SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

Antofagasta, 15 de noviembre de 1999.

Vistos:

Eliminando en el fallo en alzada los fundamentos cuarto y quinto, y teniendo en


su lugar presente:
Que las razones esgrimidas por el Juez a quo no son adecuadas para
desestimar el privilegio que la ley concede al tercerista, contemplado en el
artículo 2472 Nº 9 del Código Civil, no correspondiendo a éste realizar actividad
probatoria alguna para hacer efectivo el mismo en bienes del ejecutado.

Por las consideraciones expuestas, se revoca la resolución apelada de treinta


de agosto pasado, escrita a fs. 35 y siguientes, y en su lugar se declara que se
acoge la tercería de prelación deducida a fs. 17 por el Fisco de Chile-Tesorería
Regional Antofagasta.

En mérito de lo razonado, se omite pronunciamiento de la tercería de pago


opuesta en forma subsidiaria.

Devuélvase.

Pronunciada por la Primera Sala, constituida por el Presidente Titular, señor


Carlos Gajardo Galdames y Ministros Titulares, señor Juan Escobar Zepeda y
señor Enrique Álvarez Giralt.

Rol Nº 12.792.

CORTE SUPREMA

Santiago, 28 de junio de 2000.

Vistos y teniendo presente:

1º) Que el artículo 767 del Código de Procedimiento Civil establece que el
recurso de casación en el fondo tiene lugar contra sentencias definitivas
inapelables y contra sentencias interlocutorias cuando ponen término al juicio o
hacen imposible su continuación, dictadas, en lo que interesa para el presente
caso, por Cortes de Apelaciones, siempre que se hayan pronunciado con
infracción de ley y esta infracción haya influido sustancialmente en lo
dispositivo de la sentencia;

2º) Que, en la especie, el fallo impugnado por la presente vía revocó el de


primer grado, y acogió el incidente de tercería de prelación deducido a fs. 17
por el Fisco de Chile.

3º) Que por la tercería de prelación el incidentista pretende ser pagado


preferentemente con el producto de la realización de los bienes embargados, y
se relaciona directamente con el cuaderno de apremio, sin afectar al
cumplimiento forzado de la obligación, que es la materia del juicio ejecutivo;

4º) Que, como puede apreciarse, la resolución atacada por la vía de la


casación en el fondo no reviste la naturaleza jurídica de ninguna de las
sentencias descritas en el fundamento primero pues, desde luego no es una
sentencia definitiva, y tampoco es interlocutoria de aquellas que ponen término
al juicio o hacen imposible su continuación, razón por la cual no resulta
procedente el recurso deducido en lo principal de fs. 90.
Por estas consideraciones y de conformidad, además, con lo dispuesto en los
artículos 767 y 782 del Código de Procedimiento Civil, se declara inadmisible el
recurso de casación en el fondo deducido en lo principal de fs. 90 en contra del
fallo de quince de noviembre de mil novecientos noventa y nueve, escrito a fs.
86.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Osvaldo Faúndez V., Ricardo Gálvez B.,
Orlando Álvarez H. y Domingo Yurac S. y el Abogado Integrante señor Manuel
Daniel A.

Tesorería Regional Antofagasta.

Casación Fondo - Civil.

Rol Nº 242-00 (Antofagasta)

10. No procede recurso de casación en el fondo contra sentencia que rechaza incidente de nulidad

Doctrina

Es inadmisible el recurso de casación interpuesto contra la resolución que no da lugar a un incidente de nulidad,
por cuanto no tiene el carácter de sentencia definitiva o interlocutoria que ponga término al juicio o haga
imposible su continuación, de conformidad al artículo 767 del Código de Procedimiento Civil.

SENTENCIA TRIBUNAL DE LETRAS

Antofagasta, 20 de junio de 2000.

Vistos:

Atendido el mérito de los antecedentes, lo expuesto por las partes y lo


dispuesto en el artículo 83 del Código de Procedimiento Civil, no ha lugar a los
incidentes de nulidad procesal deducidos a lo principal y primer otrosí de la
presentación de fojas 28, por extemporáneas.

Proveyó el señor Marcos Kusanovic Antinopai, Juez Interino.

Rol Nº 34.902.

CORTE DE APELACIONES

Antofagasta, 19 de octubre de 2000.

Vistos:

Se confirma la resolución apelada de veinte de julio del presente año, corriente


a fojas 531 de estas compulsas, con costas del recurso.
Pronunciada por la Primera Sala, integrada por los Ministros Titulares,
señores Óscar Clavería Guzmán, Carlos Gajardo Galdames y el Abogado
Integrante, señor Roberto Miranda Villalobos.

Rol Nº 13.514.

CORTE SUPREMA

Santiago, 28 de diciembre de 2000.

Vistos:

Que del mérito de los antecedentes se desprende que el recurso de casación


en el fondo se dedujo en contra de una resolución que no tiene el carácter de
sentencia definitiva o interlocutoria que ponga término al juicio o haga imposible
su continuación.

Y de conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos 767 y 782 del


Código de Procedimiento Civil, se declara inadmisible el recurso de casación
en el fondo interpuesto en lo principal de fojas 546, en contra de la resolución
de diecinueve de octubre pasado, escritas a fojas 543.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Enrique Tapia W. y
Jorge Rodríguez A. y los Abogados Integrantes señores Franklin Geldres A. y
Arnaldo Gorziglia B.

Rol Nº 4.757-2000

11. Sentencia interlocutoria que no es susceptible de recurso de casación en el fondo

Doctrina

La resolución, que revoca a la resolución que declara la nulidad de remate, y a la vez rechaza la objeción a las
bases, se relaciona con un incidente promovido en el cuaderno de apremio, y en consecuencia, no es de
aquellas que de conformidad al artículo 767 del Código de Procedimiento Civil, hagan procedente el recurso de
casación en el fondo, por no ser de aquellas interlocutorias que pongan término al juicio o hagan imposible su
prosecución.

SENTENCIA JUZGADO DE LETRAS

Arica, 10 de julio de 2000.

Visto:

1º.- Que la citación del acreedor hipotecario que dispone el artículo 2428 del
Código Civil, lo es para los efectos de proteger al tercero que haya adquirido la
finca hipotecada en pública subasta, ordenada por el juez; prescribiendo la
misma disposición legal, que dichos acreedores hipotecarios serán cubiertos,
sobre el precio del remate en el orden que corresponda. Agrega, que el juez
entre tanto hará consignar el dinero;
2º.- Que, por otra parte, el artículo 525 del Código de Procedimiento Civil,
señala que si la tercería es de prelación, seguirá el procedimiento de apremio
hasta que quede terminada la realización de los bienes embargados. Verificado
el remate, el tribunal mandará consignar su producto hasta que recaiga
sentencia firme en la tercería;

3º.- Que conforme a lo estatuido por las normas legales precedentemente


invocadas, la tercería de prelación no suspende el curso del procedimiento de
apremio, debiendo continuar éste hasta que quede terminada la realización de
los bienes embargados, debiendo consignarse el dinero del remate hasta que
se resuelva la tercería. En consecuencia, el tercerista de prelación debe
aceptar todo lo obrado en el juicio ejecutivo, hasta el momento en que se
apersona al mismo, y en el caso sub lite, encontrándose a esa fecha
ejecutoriadas las bases de remate, no procedía objetarlas, por lo que se
resuelve;

Que no ha lugar a la objeción de las bases de remate, promovida por el


tercerista de prelación en el sexto otrosí de fojas 165.

Proveyó señora Geni Morales Espinoza, Juez Suplente.

CORTE DE APELACIONES

Arica, 23 de octubre de 2000.

Vistos:

I.- En cuanto a lo resuelto en fojas 203.

1.- Que en la especie el tercerista de prelación, objetó una diligencia o


actuación cumplida dentro de la tramitación de la incidencia de prelación,
consistente en las bases del remate;

2.- Que, con arreglo a lo dispuesto en el inciso 3º del artículo 23 del Código de
Procedimiento Civil, si el interés invocado por el tercero es independiente del
que corresponde en el juicio a las partes, se observará lo dispuesto en el
artículo anterior, esto es, lo previsto en el artículo 22 del mismo texto legal, en
el sentido que el tercero debe entenderse que acepta todo lo obrado antes de
su presentación continuando el juicio en el estado en que se encuentre;

3.- Que, en consecuencia, el acreedor hipotecario en su calidad de tercerista


de prelación y de acuerdo a sus títulos particulares se encontraba bajo el
imperio de las reglas en comento y estaba impedido de impugnar las bases del
remate, ya que se entendía que había ratificado todo lo actuado en la litis.

II.- En cuanto a lo resuelto en fojas 203 vuelta.

Se reproduce la resolución en alzada, excepto su considerando segundo; y

Teniendo en su lugar y, además presente:


4.-Que en conformidad a lo estatuido, en los artículos 22, 23, inciso 3º, 521 y
525 del Código de Procedimiento Civil, la tercería de posesión no suspende el
curso del procedimiento de apremio por cuanto se entiende que dicha persona,
al intervenir en el procedimiento invocando sus títulos especiales, acepta todo
lo obrado antes de su presentación, continuando el juicio en el estado en que
se encuentre, en el caso de marras el procedimiento de apremio, hasta que
quede terminada la realización de los bienes embargados y, verificado el
remate, el Tribunal mandará consignar su producto hasta que recaiga sentencia
firme en la tercería;

5.- Que, en consecuencia, el Banco de Chile, en su calidad de tercerista de


prelación y en virtud de sus títulos, carecía de la potestad para impetrar la
nulidad del remate basado en que estaban objetadas las bases de la licitación,
ya que se entendía que había aceptado y ratificado todo la obrado en el juicio,
razón por la cual no podía invocar un perjuicio en su contra, presupuesto de la
nulidad.

Lo dispuesto en los artículos 83 y 521 del Código de Procedimiento Civil; 396 y


434 del Código del Trabajo, se resuelve:

a) Se confirma la resolución apelada de diez de julio del año en curso, escrita a fojas 203 estos autos.

b) Se revoca la resolución de diez de julio del año en curso, escrita a fojas 203 vuelta, con declaración de que
se rechaza el incidente de nulidad promovido a fojas 176, en orden a disponer la nulidad del remate;

c) No se condena en costas a los apelantes por haber tenido motivos plausibles para alzarse.

Devuélvanse.

Redacción de Ministro señor Andrés Díaz Cruzat.

No firma el Ministro señor Julio Campo Herreros, no obstante haber concurrido


a la vista y acuerdo de la causa, por encontrarse con permiso.

Pronunciado por los Ministros de la Primera Sala señores Andrés Díaz Cruzat y
Julio Campo Herreros y el Abogado Integrante señor Raúl Gil González. No
firma el Ministro señor Julio Campo Herreros, no obstante haber concurrido a la
vista y acuerdo de la causa, por encontrarse ausente con permiso.

Rol Nº 936.

CORTE SUPREMA

Santiago, 23 de enero de 2001.

Vistos y teniendo presente:

Primero: Que en conformidad a lo dispuesto en el artículo 782 del Código de


Procedimiento Civil, se ordena dar cuenta del recurso de casación en el fondo
deducido a fojas 269.
Segundo: Que el recurrente, tercerista de prelación, impugna por la vía de este
recurso, la resolución dictada por el juez a quo mediante la cual se había
accedido a la petición de nulidad del remate y a su vez confirmó la que rechazó
la objeción de las bases del mismo.

Tercero: Que la referida resolución dice relación con un incidente promovido


en dicho cuaderno y en consecuencia no es de aquellas que de conformidad al
artículo 767 del Código de Procedimiento Civil hagan procedente el referido
recurso, por no ser de aquellas interlocutorias que pongan término al juicio
hagan imposible su prosecución.

Cuarto: Que acorde a lo señalado, el recurso debe ser declarado inadmisible.

Por estas consideraciones y normas legales citadas se declara inadmisible el


recurso de casación en el fondo deducido por la tercerista de prelación a fojas
269, contra la resolución de veintitrés de octubre del año pasado, que se lee a
fojas 233.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Marcos Libedinsky T., José Benquis C. y
Urbano Martín V. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Juan
Infante P.

Condori Loza Eduardo Hernán y Otros.

Casación Fondo - Laboral.

Rol Nº 4.616-00 (Arica)

CAPÍTULO II
CAUSALES DE PROCEDENCIA DEL RECURSO

1. CAUSAL DEL ARTíCULO 768 Nº 1

DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

Art. 768. El recurso de casación en la forma ha de fundarse precisamente en alguna de las causas siguientes:
1ª En haber sido la sentencia pronunciada por un tribunal incompetente o integrado en contravención a lo
dispuesto por la ley;

1. Tribunal carece de competencia. Causal del 768 Nº 1

Doctrina

El mandamiento de ejecución y embargo tiene el carácter de Sentencia interlocutoria, de donde fluye que no es
susceptible de reposición ni apelación subsidiaria por lo que aquella resolución al no haber sido apelable dentro
del término legal, quedó firme, de lo que se desprende que los jueces del fondo carecían de competencia para
resolver toda vez que una vez notificada una sentencia definitiva o interlocutoria, no puede ser alterada o
modificada por el tribunal que la dictó.

Santiago, 27 de mayo de 1997.


Proveyendo a fojas 61 folio 29. Ratifíquese la firma de la compareciente y
venga en forma el poder.

Proveyendo a fojas 62 folio 30 y a fojas 79 folio 36. No ha lugar.

Proveyendo a fojas 63 folio 31. Por evacuado el traslado, autos.

Proveyendo a fojas 68 folio 32. A lo principal, por evacuado el traslado, autos;


al otrosí, acompáñese materialmente el documento ofrecido.

Proveyendo a fojas 74 folio 35. Por evacuado el traslado, autos.

Vistos:

Atendido el mérito de los antecedentes y lo expuesto por las partes, de lo cual


se infiere que todos los litigantes son herederos del crédito cuyo cobro inició la
causante doña Lucía Adelina Bravo Bidart en estos autos, siendo las
proporciones correspondientes a cada uno de ellos materia de la partición; y
teniendo además en cuenta que con la defunción de la demandante Sra. Bravo
se ha producido confusión entre los patrimonios de sus herederos y de los
demandados, confusión que no se encuentra contemplada en el artículo 464
del Código de Procedimiento Civil como excepción susceptible de oponerse en
este procedimiento, lo que amerita dejar sin efecto el mandamiento de
ejecución y embargo y la resolución que ordenó despacharlo, se acoge las
peticiones de fs. 41, 45, 49 y 54, sin costas por haber existido motivo plausible
para litigar.

Proveyendo a fs. 73 folio 33, estése a lo resuelto.

Rol Nº 3.486-96.

Santiago, 15 de mayo de 1998.

Vistos:

Se confirma en lo apelado, la resolución de 27 de mayo del año pasado, escrita


a fs. 79 de estas compulsas.

Devuélvase.

Dictada por los Ministros señora Gabriela Pérez y señor Cornelio Villarroel y
Abogado Integrante señor Raúl Allendes Ossa.

Rol Nº 3.215-97.

Santiago, 25 de mayo de 1999.

Vistos:
En lo principal de fojas 205 don Miguel Leighton Puga en representación de la
sucesión de doña Lucía Bravo Bidart y de doña Clara Castillo Bravo, albacea
con tenencia de bienes de dicha sucesión hereditaria, interpuso recurso de
casación en el fondo en contra de la sentencia de segunda instancia dictada
por la Corte de Apelaciones de Santiago el 15 de mayo de 1998, que se lee a
fojas 198, la cual se limitó a confirmar la resolución de primer grado, de 27 de
mayo de 1997, mediante la cual se acogen las reposiciones formuladas por
algunos herederos de la ejecutante, sin costas, declarando que se deja sin
efecto el mandamiento de ejecución y embargo y la resolución que ordenó
despacharlo, toda vez que con la defunción de la ejecutante señora Lucía
Bravo Bidart se ha producido confusión entre los patrimonios de los herederos
de la actora y de los demandados de estos autos, que son los herederos de
don Gonzalo Castillo Castro.

El recurrente pretende, a través de esta vía, se invalide por este Tribunal la


sentencia impugnada por haberse dictado con error de derecho, que provocó
infracción de ley, la cual influyó sustancialmente en la parte dispositiva del fallo,
por lo que se solicita que éste sea invalidado.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

1.- Que el recurrente de casación de fondo ha concurrido solicitando la


anulación del fallo, pues al dictarse se ha fundado en una errónea
interpretación de las normas de los artículos 464, 158, 181, 441, 182, 174 y 175
del Código de Procedimiento Civil y artículo 1357 del Código Civil, lo cual
determinó que la sentencia interlocutoria que ordenó despachar mandamiento
de ejecución y embargo en los autos de que se trata, transcurridos los plazos
legales de impugnación fuera dejada sin efecto mediante los recursos de
reposición interpuestos, lo que el Tribunal recurrido confirmó, haciendo suya la
resolución del Juez de primera instancia, realizando una errada calificación de
la naturaleza jurídica de la resolución que ordenó el despáchese y arrogándose
facultades que no tenía al pronunciarse al efecto.

2.- Que, de la lectura de los antecedentes de estos autos, esta Corte puede
advertir la existencia de vicios que dan lugar a invalidar de oficio las
actuaciones impugnadas, en los términos establecidos en el artículo 775 del
Código de Procedimiento Civil.

En efecto, la resolución del Tribunal de primer grado sobre la cual se dedujeron


los recursos de reposición en cuestión, tiene el carácter de sentencia
interlocutoria al tenor del artículo 158 del Código de Procedimiento Civil, de
donde fluye que no era susceptible de reposición ni de apelación subsidiaria
conforme a los artículos 181 y 188 del mismo cuerpo legal. Aquella resolución,
al no haber sido apelable dentro del término legal, quedó firme.

Por otra parte, carecían de competencia los jueces del fondo para resolver
como lo hicieron, al hallarse impedidos de tal autoridad, pues la norma del
artículo 182 del Código de Procedimiento Civil, en forma clara dispone que una
vez notificada una sentencia definitiva o interlocutoria a alguna de las partes,
no podrá el Tribunal que la dictó alterarla o modificarla de manera alguna.

3.- Que a la luz de lo antes expresado, cabe concluir que la resolución


impugnada que dejó sin efecto el mandamiento de ejecución y embargo y la
resolución que ordenó despacharlo, adolece de vicios que configuran la causal
de incompetencia contemplada en el Nº 1º del artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil, pues el Tribunal de la causa se encontraba desasido para
conocer de recursos jurisdiccionales interpuestos en contra de la misma, aparte
de que ésta se encontraba firme, de tal suerte que resultaba del todo
improcedente su pronunciamiento al respecto. Que, por otra parte, y a mayor
abundamiento, basta un estudio acucioso de estos autos para observar que los
herederos de doña Lucía Adelina Bravo, actora, son de menor cantidad que los
herederos de don Gonzalo Castillo, demandados en este proceso, de modo
que no puede inferirse de ello la confusión de patrimonios absoluta aducida por
el Tribunal de la causa al dictar la resolución impugnada.

Por estas consideraciones, de conformidad con lo dispuesto en los artículos


764, 766, 768 Nº 1º y 775 del Código de Procedimiento Civil, actuando de oficio
este Tribunal de casación, se anula todo lo obrado en estos autos a contar de
la resolución de fojas 36 y de sus notificaciones de fojas 37 y 38, con excepción
del escrito de fojas 61 y documentos en él acompañados, retrotrayéndose la
causa al estado de resolver, por el Juez no inhabilitado que corresponda, lo que
fuere necesario en derecho para dar curso progresivo a este proceso.

En atención a lo resuelto precedentemente, téngase por no interpuesto el


recurso de casación en el fondo deducido a fojas 205.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A. y
Urbano Marín V. y los Abogados Integrantes señores Franklin Geldres A. y
Fernando Castro A. No firman los Abogados Integrantes señores Geldres y
Castro, no obstante haber concurrido a la vista del recurso y acuerdo del fallo,
por encontrarse ambos ausentes.

Lucía Adelina Bravo Bidart.

Casación Fondo Civil.

Rol Nº 2.469-98 Santiago

2. Tribunal competente excluye a cualquier otro tribunal. Artículo 768 Nº 1

Doctrina

La Corte de Apelaciones al confirmar la sentencia de primera instancia respecto del proceso sobre alzamiento
de hipotecas y prohibiciones, expresamente hace suyo el considerando en el que se estima que expresiones del
recurrente son jactanciosas, pronunciándose entonces sobre un asunto sobre el cual carece de competencia
toda vez esta es una materia que puede conocer sólo el tribunal que sustancia el asunto controvertido.

FALLO DE 1er GRADO


Santiago, miércoles 30 de abril de 1997.

Vistos:

Que a fojas 6 comparece don Gustavo Adolfo Williams Fuentes, en


representación de la Sociedad Agrícola Flor María S.A., sociedad del giro de su
razón social, ambos domiciliados en calle Phillips 16, quinto piso, oficina X,
Santiago, deduciendo demanda en juicio sumario de jactancia, en contra del
Banco BHIF, sociedad del giro bancario, representada por su gerente general
don Hugo Lavados Montes, ingeniero comercial, ambos domiciliados en calle
Huérfanos 1234, comuna de Santiago; la cual funda en que el demandado ha
vertido expresiones jactanciosas en los autos Rol Nº 3.477-96, caratulados
Agrícola Flor María S.A. con Banco BHIF, juicio sumario del Decimoquinto
Juzgado Civil de Santiago, en los que fundamentó su necesidad de cambiar el
procedimiento en el hecho que debía poder demandar reconvencionalmente
por los créditos que dicho Banco mantenía en contra de la actora, por lo cual
solicita se acoja la demanda y se otorgue plazo de diez días o el que se estime
necesario para que ejerza dicho Banco la acción que pretende bajo
apercibimiento de ser oída después sobre estos derechos, con costas.

Que a fojas 15 el Banco BHIF contesta la demanda señalando que las


expresiones vertidas en los autos antes individualizados no constituyen
jactancia sino alegaciones y defensas vertidas dentro del contexto del juicio en
el cual fue demandada, solicitando el rechazo de dicha demanda, con costas.

Que a fojas 19 se recibió la causa a prueba obrando en autos la documental


que rola.

Que a fojas 31 se citó a las partes a oír sentencia.

Considerando:

Primero: Que a fs. 6 don Gustavo Adolfo Williams Fuentes, en representación


de la Sociedad Agrícola Flor María S.A., sociedad del giro de su razón social,
interpone demanda de jactancia en juicio sumario en contra del Banco BHIF
para que se ordene a dicho Banco a presentar demanda ejecutiva u ordinaria
dentro del plazo de 10 días o en término que el tribunal determine por los
créditos vigentes que dicha entidad señala tener en su contra, bajo
apercibimiento de perder a perpetuidad el derecho de ser oído sobre los
derechos que invoca. Funda la demanda en que los hechos jactanciosos fueron
emitidos por la demandada por escrito en un incidente de cambio de
procedimiento de sumario a ordinario en los autos Rol Nº 3.477-96, del
Decimoquinto Juzgado Civil de Santiago, sobre juicio de alzamiento de
hipoteca, en el cual fundamentó su necesidad de cambiar el procedimiento en
el hecho que debía poder demandar reconvencionalmente por los créditos que
el Banco mantenía en contra de la Sociedad Agrícola Flor María.

Segundo: Que en el comparendo de estilo de fs. 18 el Banco BHIF contesta la


demanda mediante minuta escrita agregada a fs. 15, alega que en este caso el
Banco demandado afirma que el actor es su deudor, pero ello lejos de ser una
jactancia en los términos que la jurisprudencia ha señalado constituye una
alegación o defensa practi-cada en un juicio que está sometido a la
competencia de otro tribunal.

Tercero: Que según lo que disponen los artículos 269 y 270 del Código de
Procedimiento Civil la acción de jactancia es la acción que tienen derecho a
ejercitar todas las personas a quienes pueda afectar la manifestación que otra
hiciere por escrito o de viva voz, delante de dos personas, a lo menos que sean
hábiles para dar testimonio en juicio civil, expresando que le corresponde un
derecho de que no estuviere gozando, a fin de que se obligue a ésta a deducir
demanda dentro de cierto plazo, bajo apercibimiento de no ser oído después
sobre ese derecho.

Cuarto: Que en el caso de autos es un hecho cierto que ante el Decimoquinto


Juzgado Civil de Santiago en los autos Rol 3.477-96, caratulados Sociedad
Agrícola Flor María S.A. con Banco BHIF, sobre juicio sumario de alzamiento
de hipoteca; el Banco BHIF interpuso incidente de previo y especial
pronunciamiento por medio del cual solicita la sustitución de dicho
procedimiento en ordinario, aduciendo dentro de sus alegaciones que su parte
tiene acciones vigentes contra dicha sociedad para obtener el pago de los
créditos que contra ella pesan y porque al tramitarse en forma sumaria su
infundada solicitud de alzamiento de hipotecas, se les causa un agravio
inmerecido, desde que se les impide demandarla reconvencionalmente.

Quinto: Que dichas expresiones vertidas por escrito por el banco BHIF y
reconocidas en el libelo de contestación de autos, no pueden calificarse como
una alegación o defensa de su parte, puesto que ha quedado de manifiesto que
ellas se enmarcan dentro del ámbito del artículo 270 del Código de
Procedimiento Civil, estimándose que dichas expresiones son del todo
jactanciosas, ya que expresamente ha señalado corresponderle un derecho del
que no está gozando y que motivó la incidencia de sustitución del
procedimiento.

Sexto: Que en mérito de lo antes expuesto deberá acogerse la presente


demanda de jactancia, debiendo el Banco BHIF entablar demanda de las
acciones que dice poseer en contra de la Sociedad Agrícola Flor María S.A.,
concediéndose al efecto el término de 30 días hábiles para ello; bajo
apercibimiento de no ser oída después sobre estos derechos de que se
jactaba.

Por las consideraciones antes expuestas y lo dispuesto en los artículos 158,


160, 170, 254, 269, 270, 342 Nº 2, del Código de Procedimiento Civil, artículo
1698, 1700, 1702 y 1713 del Código Civil, se declara:

A) Que se acoge la demanda de autos, debiendo el Banco BHIF entablar las


acciones que señala poseer en contra de la Sociedad Agrícola Flor María S.A.,
dentro del término de 30 días hábiles, bajo apercibimiento de no ser oída
después sobre estos derechos de que se jactaba.

B) Que se condena en costas a la demandada.


Regístrese, notifíquese y dése copia.

Dictada por la Jueza Titular señora María Eugenia Campo Alcayaga.

Rol Nº C-4.103-96.

CORTE DE APELACIONES

Santiago, 22 de septiembre de 1997.

Vistos:

I.- En cuanto al recurso de casación en la forma:

1º.- Que en lo principal del escrito que rola a fs. 80, el Banco BHIF, demandado
en estos autos, recurre de casación en la forma en contra de la sentencia
definitiva de 30 de abril último, escrita a fs. 76, la que fundamenta en la causal
prevista en el artículo 768 Nº 1 del Código de Procedimiento Civil, y que se
hace consistir en que el fallo reclamado se pronunció por tribunal incompetente,
ya que los hechos que se discuten en el presente juicio están siendo
conocidos, tanto en el 15º Juzgado Civil de Santiago, como ante el Segundo
Juzgado de Letras de Curicó;

2º.- Que de conformidad con lo prescrito en el artículo 769 del antes citado
Código de Enjuiciamiento Civil, para que pueda ser admitido el recurso de
casación en la forma, es indispensable que el que lo entable haya reclamado
de la falta, ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los recursos
establecidos por la ley;

3º.- Que en la especie, examinados estos autos, queda de manifiesto que el


recurrente no reclamó del vicio de incompetencia en el que sustenta su petición
de nulidad, limitándose a fs. 16 a contestar la demanda, no obstante que pudo
ejercer su derecho a oponer previamente la correspondiente excepción dilatoria
prevista en el artículo 303 del mismo Código, de tal manera entonces que en
estas condiciones el recurso que se analiza resulta inadmisible.

Por estos fundamentos, se declara inadmisible el recurso de casación en la


forma deducido en lo principal de fs. 80.

II.- En cuanto al recurso de apelación concedido a fs. 31 en los autos ingreso de esta Corte Nº 2.948-97.

Se confirma, con costas del recurso la resolución de 10 de diciembre último, escrita a fs. 21 de estos autos.

III.- En cuanto al recurso de apelación concedido a fs. 82.

Se confirma, con costas del recurso la sentencia apelada de 30 de abril último, escrita a fs. 76.

Redacción del Ministro señor Juan Araya Elizalde.

Regístrese y devuélvanse.
Pronunciada por los Ministros señores Ricardo Gálvez Blanco, Juan Araya
Elizalde y Abogado Integrante señor Franklin Geldres Aguilar.

Rol Nº 704-97.

CORTE SUPREMA

Santiago, 7 de septiembre de 1998.

Vistos:

En estos autos Rol Nº 4.103-96 del Trigésimo Juzgado Civil de Santiago,


caratulados Agrícola Flor María S.A. con Banco BHIF, se dedujo por el
demandado recurso de casación en la forma y en el fondo, contra la sentencia
de una de las Salas de la Corte de Apelaciones de Santiago, que confirmó el
fallo de primera instancia que en procedimiento sumario acogió la acción de
jactancia deducida, condenando al Banco a entablar las acciones que señala
poseer en contra de la Sociedad Agrícola Flor María S.A. dentro del término de
30 días hábiles, bajo apercibimiento de no ser oído después de expirado dicho
plazo sobre los derechos de que se jacta, con costas.

El recurso de casación en la forma lo funda el recurrente en la causal primera


del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, esto es, la incompetencia
del Tribunal, en tanto que en el de fondo señala como infringidos los artículos
269 y 270 del mismo Código, en relación con los artículos 19, 22 y 24 del
Código Civil; también da por infringido el artículo 19 Nº 3 de la Constitución
Política de la República.

Se ordenó traer los autos en relación.

Considerando:

En cuanto al recurso de casación en la forma:

Primero: Que el recurso de casación en la forma que el demandado deduce a


fojas 105 se funda, como se dijo, en la causal contemplada en el Nº 1 del
artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, es decir, sostiene que el
Tribunal que resolvió la jactancia carece de competencia para decidir sobre la
materia y señalar, como se hace en el considerando quinto del fallo de primer
grado, que la Corte de Apelaciones hace suyo al confirmar esa sentencia,
textualmente que dichas expresiones vertidas por escrito por el Banco BHIF y
reconocidas en el libelo de contestación de autos(que su parte tiene acciones
vigentes contra dicha sociedad para obtener el pago de los créditos que contra
ella pesan–) no pueden calificarse como una alegación o defensa de su parte,
puesto que ha quedado de manifiesto que ellas se enmarcan dentro del ámbito
del artículo 270 del Código de Procedimiento Civil, estimándose que tales
expresiones son del todo jactanciosas, ya que expresamente ha señalado
corresponderle un derecho del que no está gozando–.
A juicio del recurrente, ésta es una declaración que sólo le corresponde hacerla
al Decimoquinto Juzgado Civil, tribunal ante el cual se ventila entre las mismas
partes un procedimiento sumario sobre alzamiento de hipoteca, en el cual al
contestar la demanda se vierten las expresiones en cuestión; agrega que,
además, tan sólo por estar expresadas en un juicio no son constitutivas de
jactancia.

Por último, estima improcedente la preparación de esta casación (vía


excepción dilatoria del artículo 303 del Código de Procedimiento Civil), como lo
representa la Corte de Apelaciones, porque el vicio se cometió por el juez al
dictarse ese fallo.

Segundo: Que de autos consta que, las expresiones referidas en el


considerando anterior, que la actora estima constitutivas de jactancia fueron
vertidas en el Rol Nº.3.477-96 del ingreso del 15º Juzgado Civil de esta ciudad,
en el que la demandante accionó en contra del Banco BHIF, para obtener de
éste el alzamiento de hipotecas y prohibiciones.

En esa causa el demandado solicitó la sustitución del procedimiento sumario


por el ordinario y para ello, entre otros argumentos, señaló que su parte tiene
acciones vigentes contra el actor para obtener el pago de los créditos que
contra él pesan. Sin duda la existencia de esos créditos enervaría la acción de
la actora en ese juicio.

Tercero: Que de esta forma en el pleito sobre alzamiento de hipotecas y


prohibiciones que se ha señalado debe decirse que en definitiva, para la
pretensión pudiere prosperar, que el banco carece de un crédito vigente al que
las hipotecas y prohibiciones accedan.

Cuarto: Que por tanto uno y otro extremo, vale decir, la resolución sobre el
posible alzamiento y la existencia o no de un crédito vigente, son las materias
que han sido puestas dentro de la esfera de competencia del 15º Juzgado Civil
de esta ciudad, excluyendo por tanto de su conocimiento a todo otro tribunal,
como lo ordena el artículo 8º del Código Orgánico de Tribunales.

Quinto: Que la señalada disposición no constituye una norma de la llamada


competencia relativa y que por tanto las partes estén en condiciones de
renunciar, prorrogándola, pues se trata de una ley de orden público que puede
hacerse valer en cualquier estado del pleito, como lo reconoce el artículo 83
inciso 2º del Código de Procedimiento Civil.

Sexto: Que ahora bien, si la manifestación del demandado en orden a


corresponderle un crédito –este derecho personal, que por su propia naturaleza
no puede dejar de estar gozando–, otorgare la acción de jactancia y ésta fuere
acogida significaría que otro tribunal, ahora aquél en el que el jactancioso es
obligado a interponer su demanda, debería decidir la misma materia que ya
estaba radicada en forma absoluta, exclusiva y excluyente ante el 15º Juzgado
Civil de esta capital.
Así el tribunal que conoce de la demanda de jactancia estaría extrayendo o
limitando la competencia de un jugador para dársela a otro.

Séptimo: Que de lo razonado se concluye que en la tramitación de esta


demanda de jactancia se incurre en el vicio de incompetencia, pues el tribunal
que está conociendo de ella carece de la facultad y poder de sacar de la esfera
de atribuciones de otro tribunal el negocio o parte de él de que está
conociendo, debiendo por tanto esta Corte subsanar tal vicio y acoger
consecuentemente la casación en la forma hecha valer por la demandada,
anulando lo obrado.

Octavo: Que de otro lado la circunstancia de hacerse valer en juicio un


derecho –que si es personal, como en la especie, no puede dejar de
estarse gozando– no constituye jactancia, pues amén de la señalada
circunstancia, la ley debió expresamente decir en el inciso 2º del artículo 270
que habrá también lugar a deducir demanda de jactancia contra el que haya
gestionado como parte en un proceso criminal de que puedan emanar acciones
civiles contra el acusado, para el ejercicio de estas acciones. Ello demuestra
que cualquier otra manifestación hecha en juicio y que debe resolverse en él no
puede constituir jactancia.

Y, visto lo que disponen los artículos 764, 768 Nº 1 y 808 inciso 2º del Código
de Procedimiento Civil, se acoge el recurso de casación en la forma deducido
en lo principal de fojas 105, en contra de la sentencia de 22 de septiembre de
1997, que se lee de la foja 98 a la foja 99, la que en consecuencia, es nula y se
reemplaza por la que a continuación se dicta.

Redacción del Ministro señor Enrique Tapia Witting.

Regístrese.

Pronunciado por los Ministros señores Óscar Carrasco A., Eleodoro Ortiz S.,
Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor Fernando
Castro A.

Rol Nº 77-98.

SENTENCIA DE REEMPLAZO

Santiago, 7 de septiembre de 1998.

De conformidad con lo dispuesto por el artículo 786 del Código de


Procedimiento Civil, se dicta la siguiente sentencia de reemplazo:

Vistos:

Se reproduce sólo la parte expositiva y los considerandos 1 a 4 de la sentencia


apelada. Se eliminan sus demás fundamentos y teniendo, además, presente, el
mérito de lo expresado en la sentencia de casación en la forma que antecede,
se revoca la sentencia en alzada, que es de 30 de abril de 1997, que se lee a
fojas 77, y en su lugar, se resuelve que todo lo obrado en autos es nulo, en
razón de que el tribunal de la causa es incompetente para conocer de la
presente acción de jactancia.

Redacción del Ministro señor Enrique Tapia Witting.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Óscar Carrasco A., Eleodoro Ortiz S.,
Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor Fernando
Castro A.

BANCO BHIF.

CASACIÓN FORMA Y FONDO. CIVIL.

Rol Nº 77-98 (Santiago)

3. Artículo 768 Nº 1 Código de Procedimiento Civil. Incompetencia tribunal arbitral

Doctrina

La causal de incompetencia esgrimida, contenida en el artículo 768 Nº 1 del Código de Procedimiento Civil
carece de validez, ya que se encuentra acreditado en autos que si bien la sociedad se constituyó formalmente el
9 de abril, con mucha anterioridad habían comenzado las negociaciones respectivas, incluso se celebró un
contrato de promesa con fecha anterior de modo que no es posible concluir que el juez haya extendido su
competencia a períodos anteriores a su designación. (Considerando 2º sentencia Corte de Apelaciones)

SENTENCIA CORTE DE APELACIONES

Santiago, 29 de noviembre de 2000.

Vistos:

En estos autos arbitrales se dictó sentencia el 31 de agosto de 1999 por el


señor juez árbitro arbitrador don Rodolfo D’Alencon Masferrer, por la cual se
acoge la demanda de indemnización de perjuicio interpuesta por don Werner
Burdach Berger en contra de don Alejandro Illanes Valenzuela y don Hernán
Palomino Montenegro.

Según libelo de fojas 687 la parte de los demandados interpone recurso de


casación en la forma y solicita la invalidación de la sentencia.

Se concedió el recurso por el señor juez árbitro.

Se trajeron los autos en relación y se dispuso su vista con el recurso de queja,


conjuntamente deducido en contra del referido fallo por la misma parte de los
demandados señores Illanes y Palomino.

Con lo relacionado:
Primero: Que en el recurso se sostiene, primeramente, que el fallo violenta lo
dispuesto en el artículo 768 Nº 1 del Código de Procedimiento Civil por haber
sido pronunciado por un tribunal incompetente al haber excedido sus facultades
jurisdiccionales, resolviendo sobre materias que son ajenas a su competencia.
Expresa que los recurrentes opusieron excepciones a la demanda en virtud de
las cuales se cuestionó la competencia del recurrido para conocer hechos y
situaciones ocasionadas antes de la formación de la sociedad entre las partes
(9 de abril de 1997). Ello no obstante el juez rechazó la excepción que le fuera
formulada al contestar la demanda.

Se aduce en el recurso que el actor solicitó indemnización de perjuicio por


supuestos viajes realizados en el mes de julio de 1996, es decir, nueve meses
antes del contrato de sociedad; también demandó el costo del viaje de 22 de
marzo de 1996, de Alemania a Chile y respecto al pago del lucro cesante por
períodos no trabajados por el actor que se remontan a 8 días de julio de 1996 y
15 de mayo a abril de 1997, lapsos anteriores a la formación de la sociedad…
Si la competencia del árbitro se pretende extender a 9 meses antes de su
designación, se puede llegar al absurdo que su capacidad jurisdiccional no
tendría límites en el tiempo.

Segundo: Que los fundamentos de la causal de incompetencia esgrimida


carece de toda validez frente a los términos y razonamientos contenidos en el
fallo, máxime que se encuentra establecido en autos que si bien la sociedad se
constituyó formalmente el 9 de abril de 1997, con mucha anterioridad habían
comenzado las negociaciones respectivas para lo cual era evidente que el
actor se trasladara a Santiago, incluso se celebró un contrato de promesa de
compraventa el 24 de julio de 1996, de modo que no es admisible concluir –
como lo pretende el recurrente– que el juez haya extendido su competencia a
períodos anteriores a su designación.

Consecuentemente, se desestimará la causal de incompetencia alegada.

Tercero: Que, como segundo vicio de casación formal, se ha invocado el


referido en el Nº 9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, esto es,
haberse faltado a algún trámite o diligencia declarados esenciales por la ley o a
cualquier otro requisito por cuyo defecto las leyes prevengan expresamente
que hay nulidad.

Se aduce en el recurso de los demandados que ellos objetaron la falta de


personería o representación legal de quien compareció por el actor; el juez
árbitro acogió esa alegación pero el mandato judicial no fue constituido en
alguna de las formas señaladas por el artículo 6º del Código de Procedimiento
Civil, sino que fue otorgado ante el cónsul de Chile en Alemania, mediante
instrumento privado.

Dicha actuación no es idónea, lo que invalida todo lo actuado en autos.

Cuarto: Que sobre este extremo del recurso preciso es tener en cuenta que
acorde con lo obrado a fojas 92 y 107, el señor juez de la causa declaró
subsanado el defecto de la demanda y dispuso la recepción de la causa a
prueba, de modo que no es admisible el vicio de nulidad aducido.

Quinto: Que en cuanto a haber la sentencia otorgado más de lo pedido por el


actor, sostiene el recurrente de casación que sus representados han sido
condenados al pago de la suma de $ 1.479.195, por honorarios
correspondientes a la resciliación de la promesa de compraventa de fecha 17
de octubre de 1997, que se refiere a la oficina que compraría el actor; sin
embargo, los honorarios correspondientes a la resciliación no fueron cobrados
en la demanda y como la sentencia los otorga significa que se ha extendido a
puntos no sometidos a la decisión del tribunal.

Sexto: Que la sentencia atacada por el recurso señala que consta de autos
que la parte demandante debió cancelar los honorarios correspondientes a
atenciones profesional resciliación promesa de compraventa oficina
Ortopentiun Ltda., según boleta de fojas 457, costo financiero detalladamente
expuesto en el libelo de demanda, según aparece a fojas 42 y 43.

Cabe concluir, entonces, que la decisión impugnada se conforma con el mérito


del proceso, apreciado por el juez árbitro conforme a la prudencia y equidad,
todo lo que lleva a desestimar la alegación de invalidación formal por el motivo
señalado.

Séptimo: Que el recurso de casación también se funda en la causal ya antes


expuesta, pero esta vez referida al daño moral.

Alega que se ha incurrido en ultra petita al acoger el pago de una liquidación


por daño moral condenando a pagar la suma de $ 10.000.000 a don Alejandro
Illanes, por conceptos no pedidos.

Indica el recurrente, que el demandante radica el daño moral que habría


experimentado en el menoscabo de los valores del honor y la fama como
causas esenciales que al ser afectados producen sentimientos no deseados en
el actor; es decir, los valores morales afectados y por los cuales se solicita
reparación se enmarcan específicamente en los derechos de honra y fama que,
al ser supuestamente conculcados, le producen frustración, impotencia y
angustia.

Sostiene la parte de los demandados que en autos no existe ningún


antecedente del que pueda desprenderse que el honor y la fama del
demandante puedan estar comprometidos. Por ende, el disgusto, preocupación
y angustia que el fallo le atribuye al actor, son incausados…; agrega que no
puede haber daño moral directo que pudiese haber causado el señor Illanes
frente a una resolución estrictamente personal (la del señor Burdach de
regresar a Chile) en donde su honra y fama no han sido afectados. Por lo que
se ha incurrido en una causal de casación formal al resolver la sentencia más
allá de lo pedido en la demanda…

Octavo: Que la sentencia recurrida expresamente señala que el estrecho nexo


de amistad existente entre los contratantes los llevó a asociarse no obstante
residir el actor en el extranjero, es por ello que el incumplimiento contractual
determinó en la especie un daño moral indemnizable para quien sufrió el
incumplimiento.

Noveno: Que este criterio resulta ser adecuado desde que los testigos que
deponen a fojas 113, 115, 490 y 493 vuelta están contestes en aseverar que el
actor había manifestado gran entusiasmo de venirse a Chile para integrar la
sociedad con los demandados y que al fracasar esta iniciativa, tanto él como su
familia experimentaron quebrantos, depresión y variados perjuicios anímicos.

No ha existido, pues, ultra petita al otorgar la indemnización por daño moral.

Décimo: Que basándose en la misma causal, de ultra petita, en el recurso se


sostiene que el señor juez árbitro al acoger el lucro cesante demandado,
incurrió en ese vicio formal pues abarca aspectos que cubren perjuicios no
demandados en autos excediéndose en sus atribuciones…. En efecto, el fallo
concede una indemnización por lucro cesante que equivale a 28 días no
trabajados en Alemania por viajes a Chile, en circunstancias que la demanda
limita sólo a 23 días el presunto daño producido a consecuencia de viajes a
Chile.

Undécimo: Que tampoco es aceptable la causal invocada en este aspecto,


pues específicamente el actor consigna en su demanda que deben serle
indemnizados en dinero por cese de 28 días de trabajo en Alemania…; de
modo que se desestimará el recurso en esta parte.

Duodécimo: Que en el recurso se sostiene, también, que en el fallo se


contienen decisiones contradictorias, lo que conduciría a su invalidación formal,
conforme a lo prevenido en el numeral séptimo del artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil. Expone el recurrente que la decisión contradictoria se
produce en la parte dispositiva del fallo en el resolutivo signado como Nº 1, al
dar lugar a la indemnización de perjuicios basado en el incumplimiento
contractual provocado por la renuncia de los socios sin tener derecho a
ejercerla, según el considerando Nº 24 integrado también como resolutivo, y lo
dispuesto en la parte dispositiva, resolutivo Nº 3 que declara disuelta la
sociedad.

La decisión contradictoria es manifiesta al declarar el considerando 24, que los


señores Illanes y Palominos, no estaban ni contractual ni legalmente facultados
para renunciar a la sociedad; que se debió calificar previamente los motivos de
la renuncia; y por explotar por cuenta propia el ramo de la sociedad, todo lo
cual lo lleva a declarar disuelta la sociedad.

Pero es el caso que ninguno de los incumplimientos atribuidos a los


demandados produce la disolución de la sociedad, como el sentenciador
contradictoriamente lo resuelve.

Decimotercero: Que es menester tener en consideración que conforme a lo


prevenido en el artículo 637 del Código de Procedimiento Civil el arbitrador
dará su fallo en el sentido que la prudencia y la equidad le dicten; es por ello
que no tiene cabida en el caso sub lite la causal de invalidación esgrimida en el
recurso, máxime si se tiene en cuenta que el razonamiento vigésimo cuarto del
fallo es sólo una reflexión o consideración al que no procede darle el carácter
de resolutivo. En consecuencia, no procede dar acogida, en esta parte, al
recurso.

Decimocuarto: Que bajo el numeral séptimo en el recurso se hace valer como


causal de casación formal la circunstancia que el fallo arbitral declara disuelta
la sociedad y no da lugar a su liquidación, lo que invalidaría la sentencia según
el artículo 768 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil.

Decimoquinto: Que sobre esta alegación es necesario precisar que los


hechos aquí alegados no corresponden a la causal invocada, que es la de
haber el fallo otorgado más de lo pedido por las partes o haberse extendido a
puntos no sometidos a la decisión del juez.

Los argumentos que expone el recurrente que la sentencia al omitir la


liquidación le produciría indefensión y que el árbitro se ha negado a liquidar la
sociedad escapan a la verdadera fundamentación de la causal.

Por no haberse violentado la norma legal citada, se desestima el recurso en


este aspecto.

Decimosexto: Que sostiene, también, la parte recurrente que la sentencia


incurre en causal de casación formal en conformidad con lo dispuesto en el
artículo 768 Nº 5 en relación con el artículo 170 Nº 6 y 640 Nº 5, todos del
Código de Procedimiento Civil.

Expresa que la sentencia no resuelve el asunto controvertido al omitir calificar


las causas invocadas para remunerar. Su parte al contestar la demanda expuso
latamente diez motivaciones diferentes que justificaban el retiro de los socios
de una entidad en la que no deseaban continuar.

Decimoséptimo: Que la causal esgrimida en el recurso es la prevista en el


artículo 768 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil, esto es, haber sido
pronunciada la sentencia con omisión de cualquiera de los requisitos
enumerados en el artículo 170 del mismo cuerpo legal.

Como se ha dejado ya expuesto, el fallo de un árbitro arbitrador sólo necesita


conformarse a las normas de prudencia y equidad, con lo que queda excluida
la normativa que invoca el recurso, lo que conduce necesariamente a
desestimarlo en este punto.

Decimoctavo: Que en el recurso se alega que la sentencia del juez árbitro es


nula por no resolver la liquidación de la sociedad. Expone que de acuerdo con
el artículo 768 Nº 5, en relación con el 170 Nº 6 y 640 Nº 5, todos del Código de
Procedimiento Civil, la sentencia incurre en causal de casación formal al no
resolver el asunto controvertido sobre la liquidación de la sociedad.
Decimonoveno: Que corresponde en esta parte remitirse a lo ya expuesto en
el fundamento que antecede de esta sentencia, habida consideración a la
naturaleza del juicio de que aquí se trata.

A mayor abundamiento cabe tener presente que el fallo impugnado


expresamente señala que la liquidación no es procedente, por carecer la
sociedad de patrimonio; por tal manera que no es admisible el recurso por la
causal invocada.

Vigésimo: Que, en el recurso se impugna también la sentencia arbitral


aduciéndose que es nula por carecer de consideraciones de hecho y derecho
ni las razones de prudencia y equidad que la ley exige para rechazar la
reconvención de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 768 Nº 5 del Código de
Procedimiento Civil con relación con el artículo 170 Nº 5, del Código de
Procedimiento Civil, ambos relacionados con el artículo 640 Nº 4 del mismo
texto legal.

Vigésimo primero: Que como ya se ha expuesto en este fallo, la causal


invocada no es pertinente en un juicio en que el sentenciador debe ceñirse sólo
a la equidad y resolver según su recto entender.

Ello no obstante se debe considerar que expresamente el juez árbitro expresó


que era desestimada por ser incompatible lo en ella solicitado con lo resuelto
sobre la demanda principal.

Por estos fundamentos, y de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 636,


640, 764, 765, 766, 768 y 781 del Código de Procedimiento Civil, se declara sin
lugar el recurso de casación en la forma, deducido en lo principal de fojas 687
en contra de la sentencia de treinta y uno de agosto del año pasado, escrita
desde fojas 668 a fojas 682 vuelta.

Regístrese y devuélvase.

Redacción de la Ministro señora Sonia Araneda Briones.

Dictada por los Ministros señora Sonia Araneda Briones y señor Raimundo
Díaz Gamboa y el Abogado Integrante señor Roberto Jacob Chocair.

Rol Nº 6.177-1999

2. CAUSAL DEL ARTÍCULO 768 Nº 2

DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

2º En haber sido pronunciada por un juez, o con la concurrencia de un juez legalmente implicado, o cuya
recusación esté pendiente o haya sido declarada por tribunal competente

Procede rechazar recurso de casación por no haberse planteado incidente de implicancia o recusación.
Artículo 768 Nº 2

Doctrina
El recurso de casación en la forma, debe ser rechazado, por cuanto, respecto de la causal contenida en el
artículo 768 Nº 2 del Código de Procedimiento Civil, el recurrente nunca planteó formalmente el incidente de
implicancia o recusación que ahora sostiene, y la causal contenida en el artículo 768 Nº 3 del Código de
Procedimiento Civil concurre sólo cuando la sentencia impugnada se acuerda con un menor número de votos o
integrantes exigidos por la ley o por quienes no asistieron a la vista de la causa, materia diversa al argumento
del recurso

Copiapó, 27 de octubre de 2000.

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada con las siguientes modificaciones:

En el motivo vigésimo cuarto se elimina el pronombre se.

En el considerando vigésimo octavo se intercala la preposición de a


continuación de la locución restitución.

En el motivo trigésimo se reemplaza el punto final por una coma y se agrega, a


continuación, lo siguiente: concluyéndose que no es posible acoger la demanda
reconvencional porque no se encuentra fehacientemente probado su
fundamento.

En el considerando trigésimo segundo se reemplaza a por la forma verbal ha.

Y teniendo, además, presente:

En cuanto al recurso de casación:

Primero: Que en lo principal del libelo de fojas 588 don Arturo Montoya
Papasyderys, por su representado don Justo Baros, deduce recurso de
casación porque según expresa, la sentencia ha sido dictada por un tribunal
incompetente, en conformidad al artículo 768 Nº 1 del Código de
Procedimiento Civil. Sostiene que de acuerdo al D.L. Nº 2.695 este
procedimiento sólo tiene lugar cuando terceros se oponen a una petición de
regularización de la pequeña propiedad urbana dentro del plazo de treinta días
y que la persona jurídica denominada Inmobiliaria Concordia S.A. no lo hizo en
ese plazo, sino que se opuso el abogado don Mario Chassignole sin poder ni
interés alguno y que en cuanto a la Sucesión Guggiana, lo hicieron sólo
algunos miembros y otros no.

También interpone recurso de casación en la forma por cuanto la sentencia ha


sido dada ultra petita, contemplada en el Nº 4 del artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil, por cuanto no hay opositores en forma legal y el
procedimiento se inicia de oficio a requerimiento de un funcionario político de
militancia similar a los propietarios de la inmobiliaria Concordia y no por los
propios interesados por sí o personalmente representados.

Además, sustenta el recurso de casación en el Nº 5 del artículo 768 del Código


de Procedimiento Civil ya que no contiene la sentencia todos los requisitos que
exige el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil. Agrega que nunca se
hizo petición de acumulación de autos ni tampoco fue declarada u ordenada
por el tribunal de oficio, no reuniéndose los requisitos del artículo 92 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil.

Manifiesta que tampoco cumple el fallo con señalar los fundamentos de hecho
y derecho en que funda su decisión.

Fundamenta, además, el recurso, en el Nº 9 del artículo 768 del Código de


Procedimiento Civil, ya que el juicio se inició faltando requisitos, como es la
oposición al saneamiento en plazo y forma y por cuyo efecto la ley previene
expresamente la nulidad.

Agrega que el perjuicio que ha sufrido su parte es sólo reparable con la


invalidación del fallo.

Segundo: Que don Jean Pierre Bondi Ortiz de Zárate, a fs. 598, expresa que la
demandada al deducir recurso de casación alega en primer lugar infracción al
artículo 768 Nº 9 (debe decir Nº 1) del Código de Procedimiento Civil, eso es
incompetencia del tribunal, siendo un hecho de la causa que la Sucesión
Guggiana e Inmobiliaria Concordia se opusieron en tiempo y forma a la
regularización solicitada y conforme al decreto ley Nº 2.695 el Tribunal
competente para conocer esta cuestión es el tribunal de turno en lo civil, es
decir, el Segundo Juzgado de Letras de esta ciudad, cuestión ya resuelta a fs.
133.

Manifiesta que no existe infracción al artículo 768 Nº 4 de respectivo Código,


por cuanto no hay ultra petita en el fallo recurrido. El argumento de la
recurrente nuevamente se sostiene sobre que la Inmobiliaria Concordia no es
parte en esta causa, cuestión ya analizada y resuelta en autos y confirmada a
través de un recurso de apelación.

La sentencia, además, cumple con lo exigido por el artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil, en su integridad, indicando con claridad, con fundamentos
de hecho y de derecho su resolución.

Sostiene que no merece mayor comentario el fundamento alegado por la


recurrente respecto del artículo 768 Nº 9 del Código de Procedimiento Civil, en
cuanto a que el juicio se inició faltando como la oposición al saneamiento en
tiempo y forma, cuestión ya debatida y resuelta en autos a fs. 97 vuelta y a fs.
112.

Agrega que las cuestiones de falta de competencia y falta de oposición en


tiempo y forma fueron conocidas, analizadas y resueltas a fs. 97 vuelta, 112 y
122 de autos.

Finalmente afirma que no procede, como pretende la recurrente en segunda


instancia, ampliar los fundamentos de hecho y de derecho planteados para que
obligadamente se analice el fondo del asunto reclamado.

Tercero: Que, efectivamente, no puede estimarse que la sentencia adolece de


los vicios de casación alegados, correspondiendo, desde luego, rechazar el
recurso invocado y, en consecuencia, desestimar necesariamente el
planteamiento de la demandada, al interponer dicho recurso, toda vez que las
cuestiones de falta de competencia y de falta de oposición en tiempo y forma
fueron conocidas y resueltas a fs. 112 y 122. También, a fs. 133 existe
resolución de esta Corte en que no se dio lugar a declarar la incompetencia del
tribunal a quo, no dándose, en la especie, las causales de los Nºs. 1, 4, 5 y 9
del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil.

En cuanto al recurso de apelación:

Cuarto: Que en el primer otrosí de fs. 588, don Arturo Montoya deduce recurso
de apelación, solicitando se revoque la sentencia por los motivos que señala y
que se rechacen las dos oposiciones planteadas y declarar que el señor Justo
Baros debe continuar con su trámite de regularización de dominio.

Quinto: Que don Jean Bondi, por los demandantes Drago Guggiana interpone
recurso de apelación para que se enmiende la sentencia recurrida,
confirmándola pero ordenando la inscripción solicitada por su parte por la vía
reconvencional.

Sexto: Que en esta instancia, a fs. 607 se tuvieron por acompañados


documentos, con citación, consistentes en dos certificados extendidos por el
señor Secretario del Segundo Juzgado de Letras de esta ciudad. A fs. 611 se
tuvo por acompañado, con citación, fotocopia consistente en un expediente Rol
administrativo Nº 2392, compuesto por 56 fojas.

Séptimo: Que las pruebas acompañadas por la demandada en esta instancia


no alteran lo resuelto.

Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 186 y siguientes del Código de


Procedimiento Civil se declara que se rechaza el recurso de casación
interpuesto en lo principal de fs. 588 y que se confirma la sentencia de
diecisiete de julio de dos mil, escrita a fs. 565, sin costas, por haber existido
motivos plausibles para litigar.

Regístrese y devuélvase, con sus agregados.

Redacción de la Ministra señora Luisa López Troncoso.

Pronunciada por los Ministros Titulares señor Juan Manuel Muñoz Pardo,
señora Luisa López Troncoso, señora Flora Collantes Espinoza y señor
Francisco Sandoval Quappe.

Rol Nº 7.013.

CORTE SUPREMA

Santiago, 18 de abril de 2001.

Vistos y teniendo presente:


1º.- Que en este juicio sumario, el demandado recurre de casación en la forma
y en el fondo en contra de la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de
Copiapó que confirma la de primer grado, donde se acogen las oposiciones a la
regularización de un inmueble planteadas conforme al D.L. Nº 2.695. Funda el
recurso de nulidad formal en las causales contenidas en los Nºs. 2, 3 y 4 del
artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, por cuanto estima que la
sentencia impugnada se dictó con la concurrencia de ministros legalmente
implicados, ya que habían manifestado opinión anterior sobre la materia
propuesta en la apelación que conocieron; que la sala debió integrarse con
miembros no inhabilitados y, finalmente, que se habría incurrido en ultra petita
al otorgarle a uno de los oponentes un derecho real de dominio más amplio que
el que sus propios títulos indican. En el recurso de casación en el fondo,
sostiene que el fallo no considera su calidad de poseedor del inmueble que
pretende regularizar; así como, desconoce los documentos emanados del
Ministerio de Bienes Nacionales donde así se establece y, por último, estima
que se incurre en error de derecho al no ponderar que este procedimiento se
encontraba abandonado;

2º.- Que de la lectura del recurso de casación en la forma aparece que los
hechos en que el recurrente funda cada una de las causales de nulidad
invocadas, no constituyen los vicios denunciados y, en consecuencia, el
recurso deberá ser declarado inadmisible. En efecto, respecto de la causal
segunda, el recurrente nunca planteó formalmente el incidente de implicancia o
recusación que ahora sostiene. Por otra parte, la causal tercera concurre sólo
cuando la sentencia impugnada se acuerda por un menor número de votos o
integrantes exigidos por la ley o por quienes no asistieron a la vista de la causa,
lo que constituye una materia diversa al argumento del recurso. Finalmente, en
cuanto a la causal cuarta, cabe destacar que el recurrente estima que la
sentencia otorgó a uno de los oponentes más terreno que el que sus propios
títulos indican, reclamación en la cual el demandado carece de interés ya que,
a su respecto, la sentencia no contiene pronunciamiento alguno que pudiera
corresponder a una excepción o defensa no alegada;

3º.- Que, por otra parte, el recurso de casación en el fondo adolece de


manifiesta falta de fundamento, pues sus argumentos se construyen sobre la
base de hechos diversos a los señalados en el fallo atacado, los que no
pueden ser modificados ya que no fueron impugnados denunciando infracción
a leyes reguladoras de la prueba que de ser efectiva permita alterarlos. En
efecto, los sentenciadores han establecido que la propiedad cuya
regularización de posesión solicita el demandado es de dominio del actor y, por
otra parte, que el retazo del terreno perteneciente al otro oponente, la Sucesión
Guggiana, no es ocupado por quien pretende su saneamiento. A mayor
abundamiento, las alegaciones relativas al abandono del procedimiento
carecen de influencia en lo dispositivo del fallo, ya que en parte alguna éste se
refiere a una incidencia de esa naturaleza.

Por estas consideraciones y de conformidad, además, a lo prevenido en los


artículos 781 y 782 del mencionado Código de Procedimiento Civil, se declara
inadmisible el recurso de casación en la forma y se rechaza el de fondo
deducidos a fs. 625 en contra de la sentencia de veintisiete de octubre del año
pasado, escrita a fs. 619.

Regístrese y devuélvase con sus agregados

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Enrique Tapia W.,
Jorge Rodríguez A. y Domingo Kokisch M. y el Abogado Integrante señor René
Abeliuk M.

Soc. Inmobiliaria Concordia.

Casación Forma y Fondo - Civil.

Rol. Nº 4.822-00 (Copiapó)

3. CAUSAL DEL ARTíCULO 768 Nº 3

DEL CóDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

3ª En haber sido acordada en los tribunales colegiados por menor número de votos o pronunciada por menor
número de jueces que el requerido por la ley o con la concurrencia de jueces que no asistieron a la vista de la
causa, y viceversa;

1. Sentencia acordada por abogado integrante que no concurrió a la vista de la causa. Artículo 768 Nº 3
Código Procedimiento Civil

Doctrina

Del mérito de los antecedentes aparece que en la vista de la causa intervinieron determinados ministros, ante
quienes quedó en acuerdo, y que, no obstante lo anterior, la sentencia fue acordada con la concurrencia de un
juez que no asistió a la vista de la causa, vicio que resulta suficiente para anularla, de acuerdo a lo establecido
en el artículo 768 Nº 3 del Código de Procedimiento Civil, por cuanto la reparación del perjuicio no puede
obtenerse sino con la invalidación del fallo.

Talca, 5 de enero de 1998.

Vistos:

A. EN CUANTO A LA ADMISIBILIDAD DEL RECURSO

1º.- Que en estrados la parte demandante pidió que se declarara inadmisible el


recurso de apelación de los demandados por no tener peticiones concretas, a
lo que el apelante replicó diciendo que sí las tiene, aunque no se encuentren
pormenorizadas.

2º.- Que esta Corte estima que el recurso aludido cumple con dicha exigencia
legal, toda vez que la fundamentación del recurso apunta a demostrar que el
predio de los demandantes, al encontrarse dividido por un camino público, no
está privado de toda comunicación con él, que es el mismo fundamento de la
contestación de la demanda, y pide la revocación de la sentencia apelada y el
rechazo de aquélla. Así, considera cumplida la exigencia legal que discute el
actor.
3º.- Que, de acuerdo con lo expresado, procede el rechazo de la incidencia en
estudio y así se resolverá;

B. EN CUANTO A LA CASACIóN DE OFICIO

4º.- Que en estrados el abogado de la parte apelante pidió la casación de oficio


de la sentencia porque ésta falla ultra petita, otorgando al actor una
servidumbre gratuita, prevista en el caso del artículo 850 del Código Civil,
artículo que no fue citado por el actor en su demanda, en que alude a los
artículos 820 y siguientes, 847, 848, 849 del Código Civil, advirtiendo que el
citado artículo 847 establece la obligación de pagar el valor del terreno
necesario y resarcir de todo perjuicio al dueño del predio sirviente.

5º.- Que, contestando esta incidencia, el abogado de los actores solicitó su


rechazo toda vez que en ningún momento pretende excusarse de la obligación
de pagar como lo expresa el artículo 847, citado, si estuviera obligado a ello.

6º.- Que si se lee la demanda con atención se advierte que efectivamente no


se citó la disposición legal en cuestión, pero también resalta que son dos las
razones que da para exigir las servidumbres de tránsito: a) la impracticabilidad
de hacer un camino que conecte sus propiedades al camino público salvo que
se incurra en gastos excesivamente onerosos, a que se refiere el artículo 847
del Código Civil; y b) el hecho de haber existido las sendas por las que pide la
servidumbre, desde la época en que todos los predios de esa área formaban
una sola propiedad, contemplado en el artículo 850 ya citado. La circunstancia
señalada no autoriza para sostener que la mera omisión del artículo 850 del
Código Civil, importa una renuncia al derecho de establecer una servidumbre
gratuita, de modo que no hay razón para sostener que existe en la sentencia
recurrida el vicio de haber dado más de lo pedido.

7º.- Que, a mayor abundamiento, debe aplicarse la norma del artículo 768
inciso penúltimo del Código de Procedimiento Civil, que establece que los
vicios a que se refiere, entre los que se cuenta el de ultra petita, no dan lugar a
la casación de oficio cuando el recurrente no ha sufrido un perjuicio reparable
sólo con la invalidación de la sentencia, circunstancias que se darían en el
presente caso, de modo que esta Corte rechazará la casación de oficio
promovida por la parte apelada.

C. EN CUANTO AL FONDO

Se reproduce la sentencia apelada, de 7 de abril de 1997, escrita de fs. 185 a


192 vta., con la siguiente modificación: en el fundamento 13, se cambia la
referencia fs. 178 a fs. 182; y en su parte final se cambia la palabra no por sí.

Y se tiene, además, presente:

8º.- Que la jurisprudencia tiende a otorgar la servidumbre de tránsito cuando un


predio deslinda con un camino público a través de accidentes topográficos que
hacen impracticable el trazado de un camino por ellos, a un precio que no sea
prohibitivo, incluso se ha fallado que así ocurre también cuando la
impracticabilidad se presenta só-lo en determinados períodos cada año. En el
conocido libro de Somarriva y Alessandri (Nº 1.072 de los Bienes y los D.
Reales) se señala que la jurisprudencia se inclina por una interpretación
realista o flexible de la frase con que comienza el artículo 847 del Código Civil y
cita una sentencia de la C. de Santiago y otra de la Excma. Corte Suprema,
que se refieren a un caso enteramente análogo al caso que nos ocupa. (En el
mismo sentido ha fallado la Corte de Punta Arenas, 2 de marzo de 1990).
Parece claro que las relaciones de vecindad deben estar presididas por la
racionalidad, lo que en el caso de autos se traduce en la concesión de una
servidumbre de tránsito. Por lo demás, esta servidumbre apunta a hacer
posible la explotación de un predio, lo que constituye una forma de contribuir al
bien común.

9º.- Que aunque las partes no especifiquen las servidumbres que se


constituyen o se transfieren en las escrituras de compraventa de propiedades,
la ley las sobreentiende, dentro de la buena fe con que se han de realizar y
cumplir los contratos. Así también se ha fallado. (Corte Suprema, 27 de julio de
1961, Rol Nº 4.782).

En mérito de lo expuesto y lo que dispone el artículo 186 del Código de


Procedimiento Civil, se declara:

A.- Se rechaza la incidencia de inadmisibilidad del recurso de apelación.

B.- Se rechaza asimismo la casación de oficio solicitada por el apelante.

C.- Se confirma la sentencia apelada con declaración que la servidumbre de


tránsito se establece en la forma como lo señala el plano adjuntado por el
perito señor Christian Rivera Baeza a su informe de fs. 85 (87), y que los
dueños de los predios dominantes pagarán a los de los predios sirvientes el
valor del terreno que ocuparán las servidumbres, y los perjuicios que les
irroguen, con costas del recurso.

Regístrese y devuélvase.

Redacción del Abogado Integrante señor Eugenio Cruz Donoso.

Pronunciada por el Ministro señor Luis Carrasco González y los Abogados


Integrantes señores Eugenio Cruz Donoso y Jenaro Bobadilla Briones.

Rol Nº 53.500.

SENTENCIA DE CASACIÓN

Santiago, 23 de marzo de 1999.

Vistos:

Por sentencia de 7 de abril de 1997, escrita a fojas 185 y siguientes, la


subrogante del Juzgado de Letras de Molina acogió íntegramente la demanda
de autos, constituyendo en favor de los actores una servidumbre gratuita de
tránsito sobre los predios que indica, por estimar que está acreditada la
existencia de las huellas o sendas a través de los mismos, como la
circunstancia de no existir otros accesos a las secciones del predio de los
demandantes en cuyo beneficio se solicita la servidumbre.

Apelada esta sentencia por los demandados, la misma fue confirmada por una
Sala de la Corte de Apelaciones de Talca, en fallo de 5 de enero de 1998, que
se lee a fojas 219 y siguientes, en el cual se rechazó además la petición de
casar de oficio la sentencia de primer grado; no obstante, los jueces de
segunda instancia declararon que los demandantes pagarán a los demandados
el valor del terreno gravado con la servidumbre, y los perjuicios que les
irroguen;

En contra de este último fallo, los demandados dedujeron los recursos de


casación en la forma y en el fondo que se leen a fojas 223.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

En cuanto a la casación en la forma:

1º.- Que en primer término el recurso expresa que la sentencia ha incurrido en


el vicio contemplado en el Nº 1 del artículo 768 del Código de Procedimiento
Civil, pues fue pronunciada con la concurrencia de un abogado integrante que
no intervino en la vista de la causa, infringiéndose el artículo 75 del Código
Orgánico de Tribunales;

2º.- Que, continúa el recurso, la sentencia también adolece del vicio a que se
refiere el Nº 2 del citado artículo 768, pues fue dictada por un tribunal integrado
por un juez legalmente implicado;

3º.- Que además, se dice, la sentencia infringió el artículo 76 del Código


Orgánico de Tribunales, pues en su dictación no tomó parte uno de los jueces
que concurrieron a la vista, configurándose por lo tanto la causal contemplada
en el Nº 3 del mencionado artículo 768;

4º.- Que en el recurso se dice que la sentencia de primer grado ha sido dictada
ultra petita, al declarar el tribunal que las servidumbres de autos tienen el
carácter de gratuitas, no obstante que lo demandado fue el restablecimiento de
una servidumbre de conformidad al artículo 847 del Código Civil; y que, por lo
tanto, la sentencia de segundo grado ha infringido el Nº 4 del artículo 768 del
Código de Procedimiento Civil al rechazar la casación en la forma deducida
contra la sentencia de primera instancia;

5º.- Que, finalmente, el recurso expresa que la sentencia contiene decisiones


contradictorias, configurando la causal del Nº 7 del citado artículo 768, en la
medida que confirma el fallo de primer grado, que otorgaba servidumbre
gratuita, declarando al unísono que ese gravamen debe ser pagado por el
demandante;
6º.- Que del mérito de los antecedentes aparece que en la vista de la causa
intervinieron el Ministro don Luis Carrasco González y los Abogados
Integrantes don Eugenio Cruz Donoso y don Enrique Baltierra C., ante quienes
quedó en acuerdo, según se lee de la certificación de fojas 209 vuelta; y que,
no obstante lo anterior, la sentencia fue dictada por el Ministro don Luis
Carrasco González y los Abogados Integrantes don Eugenio Cruz Donoso y
don Jenaro Bobadilla Briones;

7º.- Que la circunstancia antes referida constituye un vicio que configura la


causal de anulación contemplada en el Nº 3 del artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil, pues la sentencia fue acordada con la concurrencia de un
juez que no asistió a la vista de la causa; y este vicio resulta suficiente para
anularla, por cuanto la reparación del perjuicio no puede obtenerse sino con la
invalidación del fallo;

8º.- Que la conclusión anterior hace innecesario pronunciarse sobre los


restantes capítulos del recurso.

Por estas consideraciones y de conformidad con lo dispuesto por los artículos


764, 768, 786 y 808 del Código de Procedimiento Civil, se acoge el recurso de
casación en la forma, deducido a fojas 223 en contra de la sentencia de 5 de
enero de 1998, escrita a fojas 219 y siguientes, la que por consiguiente es nula,
debiendo retrotraerse los autos al estado de procederse a una nueva vista de
los recursos deducidos contra la sentencia de primera instancia.

En atención a lo resuelto, téngase por no interpuesto el recurso de casación en


el fondo deducido en el primer otrosí de fojas 223.

Regístrese y devuélvase.

Redacción del Ministro señor Enrique Tapia Witting.

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Óscar Carrasco A.,
Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W. y Jorge Rodríguez A.

ENEROS RAMOS, José Rosalino y Otros.

CASACIÓN FORMA Y FONDO. CIVIL.

Rol Nº 1.348-98 (Talca)

2. Alcance de causal del artículo 768 Nº 3 del Código de Procedimiento Civil

Doctrina

El recurso de casación en la forma debe ser rechazado, por cuanto, respecto de la causal contenida en el
artículo 768 Nº 2 del Código de Procedimiento Civil, el recurrente nunca planteó formalmente el incidente de
implicancia o recusación que ahora sostiene, y la causal contenida en el artículo 768 Nº 3 del Código de
Procedimiento Civil concurre sólo cuando la sentencia impugnada se acuerda con un menor número de votos o
integrantes exigidos por la ley o por quienes no asistieron a la vista de la causa, materia diversa al argumento
del recurso.
SENTENCIA CORTE APELACIONES

Copiapó, 27 de octubre de 2000.

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada con las siguientes modificaciones:

En el motivo vigésimo cuarto se elimina el pronombre se.

En el considerando vigésimo octavo se intercala la preposición de a


continuación de la locución restitución.

En el motivo trigésimo se reemplaza el punto final por una coma y se agrega, a


continuación, lo siguiente: concluyéndose que no es posible acoger la demanda
reconvencional porque no se encuentra fehacientemente probado su
fundamento.

En el considerando trigésimo segundo se reemplaza a por la forma verbal ha.

Y teniendo, además, presente:

En cuanto al recurso de casación:

Primero: Que en lo principal del libelo de fojas 588 don Arturo Montoya
Papasyderys, por su representado don Justo Baros, deduce recurso de
casación porque según expresa, la sentencia ha sido dictada por un tribunal
incompetente, en conformidad al artículo 768 Nº 1 del Código de Procedimiento
Civil. Sostiene que de acuerdo al D.L. Nº 2.695 este procedimiento sólo
tiene lugar cuando terceros se oponen a una petición de regularización de la
pequeña propiedad urbana dentro del plazo de treinta días y que la persona
jurídica denominada Inmobiliaria Concordia S.A. no lo hizo en ese plazo, sino
que se opuso el abogado don Mario Chassignole sin poder ni interés alguno y
que en cuanto a la Sucesión Guggiana, lo hicieron sólo algunos miembros y
otros no.

También interpone recurso de casación en la forma por cuanto la sentencia ha


sido dada ultra petita, contemplada en el Nº 4 del artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil, por cuanto no hay opositores en forma legal y el
procedimiento se inicia de oficio a requerimiento de un funcionario político de
militancia similar a los propietarios de la inmobiliaria Concordia y no por los
propios interesados por sí o personalmente representados.

Además, sustenta el recurso de casación en el Nº 5 del artículo 768 del Código


de Procedimiento Civil, ya que no contiene la sentencia todos los requisitos que
exige el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil. Agrega que nunca se
hizo petición de acumulación de autos ni tampoco fue declarada u ordenada
por el tribunal de oficio, no reuniéndose los requisitos del artículo 92 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil.
Manifiesta que tampoco cumple el fallo con señalar los fundamentos de hecho
y derecho en que funda su decisión.

Fundamenta, además, el recurso, en el Nº 9 del artículo 768 del Código de


Procedimiento Civil ya que el juicio se inició faltando requisitos, como es la
oposición al saneamiento en plazo y forma y por cuyo efecto la ley previene
expresamente la nulidad.

Agrega que el perjuicio que ha sufrido su parte es sólo reparable con la


invalidación del fallo.

Segundo: Que don Jean Pierre Bondi Ortiz de Zárate, a fs. 598, expresa que la
demandada al deducir recurso de casación alega en primer lugar infracción al
artículo 768 Nº 9 (debe decir Nº 1) del Código de Procedimiento Civil, eso es
incompetencia del tribunal, siendo un hecho de la causa que la Sucesión
Guggiana e Inmobiliaria Concordia se opusieron en tiempo y forma a la
regularización solicitada y conforme al decreto ley Nº 2.695 el Tribunal
competente para conocer esta cuestión es el tribunal de turno en lo civil, es
decir, el Segundo Juzgado de Letras de esta ciudad, cuestión ya resuelta a fs.
133.

Manifiesta que no existe infracción al artículo 768 Nº 4 de respectivo Código,


por cuanto no hay ultra petita en el fallo recurrido. El argumento de la
recurrente nuevamente se sostiene sobre que la Inmobiliaria Concordia no es
parte en esta causa, cuestión ya analizada y resuelta en autos y confirmada a
través de un recurso de apelación.

La sentencia, además, cumple con lo exigido por el artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil, en su integridad, indicando con claridad, con fundamentos
de hecho y de derecho su resolución.

Sostiene que no merece mayor comentario el fundamento alegado por la


recurrente respecto del artículo 768 Nº 9 del Código de Procedimiento Civil, en
cuanto a que el juicio se inició faltando como la oposición al saneamiento en
tiempo y forma, cuestión ya debatida y resuelta en autos a fs. 97 vuelta y a fs.
112.

Agrega que las cuestiones de falta de competencia y falta de oposición en


tiempo y forma fueron conocidas, analizadas y resueltas a fs. 97 vuelta, 112 y
122 de autos.

Finalmente afirma que no procede, como pretende la recurrente en segunda


instancia, ampliar los fundamentos de hecho y de derecho planteados para que
obligadamente se analice el fondo del asunto reclamado.

Tercero: Que, efectivamente, no puede estimarse que la sentencia adolece de


los vicios de casación alegados, correspondiendo, desde luego, rechazar el
recurso invocado y, en consecuencia, desestimar necesariamente el
planteamiento de la demandada, al interponer dicho recurso, toda vez que las
cuestiones de falta de competencia y de falta de oposición en tiempo y forma
fueron conocidas y resueltas a fs. 112 y 122. También, a fs. 133 existe
resolución de esta Corte en que no se dio lugar a declarar la incompetencia del
tribunal a quo, no dándose, en la especie, las causales de los Nºs. 1, 4, 5 y 9
del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil.

En cuanto al recurso de apelación:

Cuarto: Que en el primer otrosí de fs. 588, don Arturo Montoya deduce recurso
de apelación, solicitando se revoque la sentencia por los motivos que señala y
que se rechacen las dos oposiciones planteadas y declarar que el señor Justo
Baros debe continuar con su trámite de regularización de dominio.

Quinto: Que don Jean Bondi, por los demandantes Drago Guggiana interpone
recurso de apelación para que se enmiende la sentencia recurrida,
confirmándola pero ordenando la inscripción solicitada por su parte por la vía
reconvencional.

Sexto: Que en esta instancia, a fs. 607 se tuvieron por acompañados


documentos, con citación, consistentes en dos certificados extendidos por el
señor Secretario del Segundo Juzgado de Letras de esta ciudad. A fs. 611 se
tuvo por acompañado, con citación, fotocopia consistente en un expediente Rol
administrativo Nº 2392, compuesto por 56 fojas.

Séptimo: Que las pruebas acompañadas por la demandada en esta instancia


no alteran lo resuelto.

Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 186 y siguientes del Código de


Procedimiento Civil se declara que se rechaza el recurso de casación
interpuesto en lo principal de fs. 588 y que se confirma la sentencia de
diecisiete de julio de dos mil, escrita a fs. 565, sin costas, por haber existido
motivos plausibles para litigar.

Regístrese y devuélvase, con sus agregados.

Redacción de la Ministra señora Luisa López Troncoso.

Pronunciada por los Ministros Titulares señor Juan Manuel Muñoz Pardo,
señora Luisa López Troncoso, señora Flora Collantes Espinoza y señor
Francisco Sandoval Quappe.

Rol Nº 7.013.

CORTE SUPREMA

Santiago, 18 de abril de 2001.

Vistos y teniendo presente:

1º.- Que en este juicio sumario, el demandado recurre de casación en la forma


y en el fondo en contra de la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de
Copiapó que confirma la de primer grado, donde se acogen las oposiciones a la
regularización de un inmueble planteadas conforme al D.L. Nº 2.695. Funda el
recurso de nulidad formal en las causales contenidas en los Nºs. 2, 3 y 4 del
artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, por cuanto estima que la
sentencia impugnada se dictó con la concurrencia de ministros legalmente
implicados, ya que habían manifestado opinión anterior sobre la materia
propuesta en la apelación que conocieron; que la sala debió integrarse con
miembros no inhabilitados y, finalmente, que se habría incurrido en ultra petita
al otorgarle a uno de los oponentes un derecho real de dominio más amplio que
el que sus propios títulos indican. En el recurso de casación en el fondo,
sostiene que el fallo no considera su calidad de poseedor del inmueble que
pretende regularizar; así como, desconoce los documentos emanados del
Ministerio de Bienes Nacionales donde así se establece y, por último, estima
que se incurre en error de derecho al no ponderar que este procedimiento se
encontraba abandonado;

2º.- Que de la lectura del recurso de casación en la forma aparece que los
hechos en que el recurrente funda cada una de las causales de nulidad
invocadas, no constituyen los vicios denunciados y, en consecuencia, el
recurso deberá ser declarado inadmisible. En efecto, respecto de la causal
segunda, el recurrente nunca planteó formalmente el incidente de implicancia o
recusación que ahora sostiene. Por otra parte, la causal tercera concurre sólo
cuando la sentencia impugnada se acuerda por un menor número de votos o
integrantes exigidos por la ley o por quienes no asistieron a la vista de la causa,
lo que constituye una materia diversa al argumento del recurso. Finalmente, en
cuanto a la causal cuarta, cabe destacar que el recurrente estima que la
sentencia otorgó a uno de los oponentes más terreno que el que sus propios
títulos indican, reclamación en la cual el demandado carece de interés ya que,
a su respecto, la sentencia no contiene pronunciamiento alguno que pudiera
corresponder a una excepción o defensa no alegada;

3º.- Que, por otra parte, el recurso de casación en el fondo adolece de


manifiesta falta de fundamento, pues sus argumentos se construyen sobre la
base de hechos diversos a los señalados en el fallo atacado, los que no
pueden ser modificados ya que no fueron impugnados denunciando infracción
a leyes reguladoras de la prueba que de ser efectiva permita alterarlos. En
efecto, los sentenciadores han establecido que la propiedad cuya
regularización de posesión solicita el demandado es de dominio del actor y, por
otra parte, que el retazo del terreno perteneciente al otro oponente, la Sucesión
Guggiana, no es ocupado por quien pretende su saneamiento. A mayor
abundamiento, las alegaciones relativas al abandono del procedimiento
carecen de influencia en lo dispositivo del fallo, ya que en parte alguna éste se
refiere a una incidencia de esa naturaleza.

Por estas consideraciones y de conformidad, además, a lo prevenido en los


artículos 781 y 782 del mencionado Código de Procedimiento Civil, se declara
inadmisible el recurso de casación en la forma y se rechaza el de fondo
deducidos a fs. 625 en contra de la sentencia de veintisiete de octubre del año
pasado, escrita a fs. 619.
Regístrese y devuélvase con sus agregados

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Enrique Tapia W.,
Jorge Rodríguez A. y Domingo Kokisch M. y el Abogado Integrante señor René
Abeliuk M.

Soc. Inmobiliaria Concordia.

Casación Forma y Fondo - Civil.

Rol. Nº 4.822-00 (Copiapó).

4. CAUSAL DEL ARTíCULO 768 Nº 4

DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

4ª En haber sido dada ultra petita, esto es, otorgando más de lo pedido por las partes, o extendiéndola a puntos
no sometidos a la decisión del tribunal, sin perjuicio de la facultad que éste tenga para fallar de oficio en los
casos determinados por la ley;

1. Ultra petita. Excepción de pago, supuestos. Código de Procedimiento Civil, artículo 233 y siguientes,
artículos 764, 766 y 786

Doctrina

Debiendo pronunciarse sobre la procedencia de la excepción de pago del recurrente, los magistrados lo hacen
respecto del fondo del asunto que no fue sometido a su conocimiento, incurriendo así en causal de nulidad
formal

SENTENCIA DE CASACIÓN

Santiago, 3 de agosto de 1998.

Vistos:

Por sentencia de 28 de abril de 1997, escrita a fojas 82, el juez de primera


instancia no hizo lugar a la excepción de pago opuesta por la parte
demandada, sin costas, por estimar que tuvo motivo plausible para litigar.
Apelada dicha sentencia por la parte demandada, la Corte de Apelaciones de
Rancagua la revocó por resolución de 1º de agosto de 1997, escrita a fojas 103
y, en su lugar, declaró que la referida excepción quedaba acogida.

En contra de dicha sentencia, el actor dedujo recursos de casación en la forma


y en el fondo. Funda el primero en la causal prevista en el número 4 del artículo
768 del Código de Procedimiento Civil; esto es, afirma que la sentencia se dio
ultra petita. En el recurso de casación en el fondo, sostiene que se infringió lo
que disponen los artículos 174 y 234 del Código de Procedimiento Civil. Como
estima que la causal de nulidad formal se configuró y que las infracciones
denunciadas influyeron substancialmente en lo dispositivo del fallo, solicita su
anulación; para que, dictándose por esta Corte sentencia de reemplazo, se
proceda a confirmar la de primer grado.

Se trajeron los autos en relación.


Considerando:

I.- En cuanto al recurso de casación en la forma.

1º) Que el recurrente invoca, como causal de nulidad formal que lo autoriza,
aquella prevista en el número 4 del artículo 768 del Código de Procedimiento
Civil; esto es, señala que la sentencia se dio ultra petita, otorgando más de lo
pedido por las partes, o extendiéndola a puntos no sometidos a la decisión del
tribunal. Señala que los litigantes solicitaron al tribunal de alzada que decidiera
si era procedente la excepción de pago que la parte demandada opuso en la
etapa de cumplimiento incidental del fallo, al tenor de lo que dispone el artículo
234 del Código de Procedimiento Civil. Como los sentenciadores no emitieron
pronunciamiento sobre dicha materia, sino que se pronunciaron sobre el fondo
del asunto, estima que se configuró la causal indicada.

2º) Que conviene precisar, para el análisis de la causal de casación indicada,


que los puntos sometidos a la consideración del tribunal se establecen con los
escritos de fondo del pleito, en los que se traba la litis; respecto de los cuales la
sentencia debe guardar absoluta conformidad y congruencia. Por consiguiente,
la causal en estudio se verifica, cuando la sentencia otorga más de lo que las
partes han solicitado en los escritos que fijan la competencia del tribunal o
cuando se emite pronunciamiento en relación a materias que no fueron
sometidas a la decisión del mismo.

3º) Que, en el caso de autos, la parte demandante fundándose en una


sentencia judicial ejecutoriada, que hizo lugar a la demanda incidental de cobro
de honorarios y condenó al demandado a pagarle la suma de $ 180.000, sin
costas, solicitó su cumplimiento por vía incidental, conforme al procedimiento
que al efecto establecen los artículos 233 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil. La parte demandada, dentro de plazo, opuso la excepción
de pago de la deuda. El actor solicitó su rechazo por estimar que la excepción
opuesta no reúne los requisitos que establece el artículo 234 del Código citado.

4º) Que, en consecuencia, atendidos los términos del debate, los


sentenciadores de segundo grado debieron analizar si era procedente acoger
la referida excepción, teniendo para ello presente el claro tenor literal de la
norma contenida en el artículo 234 del cuerpo legal indicado, que exige que la
referida excepción se funde en un antecedente escrito y en hechos acaecidos
con posterioridad a la sentencia de cuyo cumplimiento se trata. Sin embargo,
como los sentenciadores emitieron pronunciamiento sobre el fondo del asunto,
esto es, acerca de la procedencia del pago de los honorarios, lo que no fue
sometido a su consideración, han incurrido en la causal de nulidad formal que
se analiza. Como el vicio indicado ha influido substancialmente en lo dispositivo
del fallo, el recurso de casación en la forma debe ser acogido.

5º) Que, atendido lo dispuesto en el inciso 2º del artículo 808 del Código de
Procedimiento Civil, se tiene por no interpuesto el recurso de casación en el
fondo.
Y de conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos 764, 766 y 786 del
Código de Procedimiento Civil, se acoge el recurso de casación en la forma
interpuesto en contra del fallo de 1º de agosto de 1997, escrito a fojas 103 y,
anulándoselo, se lo reemplaza por la sentencia que se dicta a continuación.

Redacción del Ministro señor Enrique Tapia Witting.

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Óscar Carrasco A.,
Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W. y Jorge Rodríguez A.

Rol Nº 3.018-97.

SENTENCIA DE REEMPLAZO

Santiago, 3 de agosto de 1998.

Dando cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 786 del Código de


Procedimiento Civil, se dicta la siguiente sentencia de reemplazo.

Vistos:

Se reproduce la sentencia apelada, previa eliminación de su considerando


séptimo, y se tiene en su lugar y, además, presente:

1º) Que conforme a lo que dispone el artículo 234 del Código de Procedimiento
Civil, el demandado puede oponer en la etapa de cumplimiento incidental del
fallo que se ha dictado en su contra, entre otras, la excepción de pago, pero
para que pueda prosperar es menester que se funde en un antecedente escrito
y en hechos acaecidos con posterioridad a la sentencia de cuyo cumplimiento
se trata.

2º) Que, en el caso de autos, el demandado opuso dicha excepción


amparándose en los documentos que acompañó con el libelo respectivo, que
son de fecha 27 y 29 de septiembre de 1994, que dan cuenta de una
transacción llevada a cabo entre el abogado don Osvaldo Zapata Abarca y la
Corporación de Fomento de la Producción, por la cual el primero otorgó
completo y total finiquito respecto de los honorarios que le correspondía en las
causas que se indican, entre las cuales se encuentra la presente. Sin embargo,
como la sentencia que condenó a dicha repartición a pagar la suma de $
180.000, por el referido concepto, es de fecha de 29 de octubre de 1996, no
concurre uno de los presupuestos que exige la norma que se citó en el
considerando precedente, esto es, que se funde en hechos acaecidos con
posterioridad a la sentencia cuyo cumplimiento se solicita. Por lo mismo,
corresponde desestimar la excepción de pago.

3º) Que no obsta a la conclusión anterior la circunstancia que de los referidos


documentos aparezca que estarían pagados los honorarios que cobra el
abogado señor Zapata, por cuanto el demandado para resguardar su
patrimonio pudo hacer valer la excepción de pago en la etapa procesal
pertinente. Como no lo hizo, debe soportar las consecuencias que se derivan
de su negligencia.

Por estas consideraciones y de conformidad, además, con lo que previenen los


artículos 186 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, se confirma la
sentencia apelada de 28 de abril de 1997, escrita a fojas 82, sin costas, por
estimarse que la parte demandada tuvo motivo plausible para alzarse.

Regístrese y devuélvanse.

Redacción del Ministro señor Enrique Tapia Witting.

Pronunciada por los Ministros señores Servando Jordán L., Óscar Carrasco A.,
Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W. y Jorge Rodríguez A.

CORPORACIÓN DE FOMENTO DE LA PRODUCCIÓN.

CASACIÓN FORMA Y FONDO. CIVIL.

Rol Nº 3.018-97 (Rancagua)

2. Ultra petita. Artículo 768 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil

Doctrina

Al acogerse, en la sentencia definitiva, la excepción dilatoria de ausencia de legitimidad pasiva del demandado,
establecida en el artículo 303 Nº 6 del Código de Procedimiento Civil, en relación con el artículo 690 del mismo
cuerpo de leyes, conjuntamente con el rechazo de la demanda, no se ha incurrido en ultra petita, ya que no se
otorgó más de lo pedido, ni se ha extendido a puntos no sometidos a la decisión del tribunal, por cuanto es el
tribunal el llamado a calificar los hechos fundantes de las acciones y excepciones esgrimidas por las partes
durante el procedimiento. Esto se encuentra reafirmado por el hecho de que se trata de un procedimiento
sumario, de acuerdo al artículo 680 del Código de Procedimiento Civil, el cual debe ser sucinto y breve, por
cuanto se aplica a casos que por su naturaleza deben tener una tramitación rápida para que sea eficaz.

SENTENCIA DE CASACION EN LA FORMA

La Serena, 13 de marzo de 1998.

Vistos:

A fs. 105 la demandante solicitó reposición del auto de prueba de fs. 103,
reposición que fue acogida sólo parcialmente a fs. 122, por lo que el tribunal de
la instancia concedió la apelación subsidiaria, recurso que ingresó a esta Corte
con el Rol Nº 20.987; a fs. 107 la demandada solicitó reposición del mismo auto
de prueba, la que fue acogida por el tribunal a quo en su resolución de fs. 122,
lo que motivó la apelación de la demandante, que ingresó a esta Corte con el
Rol Nº 20.966; a fs. 109 la demandante solicitó notificar a la Compañía Minera
San Gerónimo como tercero en el juicio, solicitud a la que se opuso la
demandada, siendo acogida la oposición por resolución de fs. 231, la que fue
apelada por la actora, ingresando el recurso de apelación a esta Corte con el
Rol Nº 20.983; a fs. 177 la demandada solicitó fijación de día y hora para rendir
prueba testimonial, alegando entorpecimiento a fs. 180 y pidiendo la fijación de
un término especial de prueba, a lo que se opuso la demandante, apelando
posteriormente de la resolución de fs. 241 que accedió a la solicitud de la
demandada, apelación que ingresó a esta Corte con el Rol Nº 20.984; a fs.
393 la demandante solicitó traer a la vista expedientes sobre pedimento y
manifestación que se indica, y oficiar a Servicio Nacional de Geología y Minería
para los fines que se señala, peticiones que fueron denegadas por resolución
de fs. 402, la que fue objeto de reposición y apelación subsidiaria, ingresando
este último recurso con el Rol Nº 21.611; a fs. 430 y 438 esta Corte dispuso la
acumulación de los roles de ingreso Nº 20.966, Nº 20.983, Nº 20.987 y Nº
21.611 a la causa con ingreso Rol Nº 21.660, para su vista conjunta y
simultánea.

Con fecha 30 de junio de 1997 se dictó sentencia definitiva en esta causa,


escrita de fs. 407 a 413, la que fue objeto, por parte de la demandante, de los
recursos de casación en la forma y de apelación.

Considerando:

I.- En cuanto al incidente promovido por la demandante a fs. 105 y al incidente


originado en la solicitud de la demandada de fs. 107, ambos relativos al auto de
prueba.

Primero: Que en resolución de fs. 122 el tribunal a quo acogió sólo


parcialmente el recurso de reposición con apelación subsidiaria interpuesto por
la demandante a fs. 105, negando lugar a la modificación del punto 2º, relativo
a la efectividad de que las pertenencias mineras de la demandada se
mensuraron y constituyeron abarcando terreno comprendido por las
pertenencias de la actora, y a la eliminación del punto 3º, sobre titularidad en el
dominio de la demandada con anterioridad y con posterioridad a la
presentación y notificación de la demanda, y sobre las transferencias de
dominio que hayan afectado a las mismas.

Segundo: Que la modificación del punto 2º fue solicitada por la actora en


orden a precisar que el hecho controvertido es el de determinar si las
pertenencias de la demandada quedan comprendidas en el terreno de las
pertenencias del actor en razón de la confección del Catastro Nacional de
Concesiones Mineras y no en la mensura practicada al momento de su
constitución. A su vez, la eliminación del punto 3º fue pedida por considerarla
irrelevante la recurrente, dado que al ser la concesión minera un derecho real,
del cual emanan acciones reales, no interesa quien sea el dueño de la
pertenencia afecta a la superposición, ya que las cesiones o transferencias
efectuadas por sus dueños generarán entre ellos diversas responsabilidades
que no son materia de este litigio.

Tercero: Que en la misma resolución citada en el primer considerando, el


tribunal acogió también la reposición interpuesta por la demandada a fs. 107,
aceptando incorporar como punto 6º el hecho de si las pertenencias de la
demandante fueron manifestadas y mensuradas en lugar distinto al que fueron
catastradas en diciembre de 1993 por el Servicio Nacional de Geología y
Minería, en cumplimiento del artículo 6º transitorio del Código de Minería,
resolución ésta que fue apelada por la demandada a fs. 129.
Cuarto: Que el tribunal de la instancia, al acoger parcialmente la reposición de
la demandante contra del auto de prueba, agregando dos puntos nuevos y
rechazando la modificación del punto 2º y la eliminación del punto 3º, y al
agregar un punto nuevo solicitado por la demandada, actuó de acuerdo con los
antecedentes proporcionados por las partes en sus escritos previos,
ajustándose a las normas contenidas en el artículo 318 del Código de
Procedimiento Civil, por lo que se confirmaran las resoluciones en lo que
respecta a los puntos 2º y 3º del auto de prueba de fs. 103, e igualmente
respecto de la agregación del punto 6º incluido en la resolución de fs. 122.

II.- En cuanto al incidente promovido por la demandante a fs. 109.

Quinto: Que se dan por reproducidos la parte expositiva y los fundamentos de


la resolución de fecha 1º de octubre de 1996, escrita a fs. 231, con excepción
de sus considerandos 7º y 8º, los que se eliminan, y teniendo en su lugar y
además presente:

a) Que encontrándose notificada la demanda, no está jurídicamente permitido sustituir por otra la persona del
demandado, cuya individualización es uno de los requisitos de la demanda de conformidad con el Nº 3 del
artículo 254 del Código de Procedimiento Civil, ni es tampoco legalmente posible obligar a un tercero a intervenir
en un juicio al cual no ha comparecido voluntariamente, ya que aparte de los casos de jactancia, citación de
evicción y la situación del artículo 21 del Código de Procedimiento Civil, ninguno de los cuales corresponde al
caso de autos, la intervención de terceros en un juicio es voluntaria y no cabría hacer uso de la institución de las
tercerías para suplir el error en la persona del demandado, aun cuando este error sea la consecuencia de un
acto jurídico realizado entre las fechas de presentación de la demanda y la de su notificación.

b) Que si bien es cierto que en un juicio pueden, de conformidad con el artículo 18 del Código de
Procedimiento Civil invocado por el apelante, intervenir varias personas como demandados, está implícito en
esta norma el hecho de que todas esas personas tengan efectivamente tal calidad; es decir, que hayan sido
incluidas en la demanda en la oportunidad procesal debida.

III.- En cuanto al incidente promovido por la demandada a fs. 177 y 180.

Sexto: Que se dan por reproducidos la parte expositiva y los fundamentos de


la resolución de fecha 7 de octubre de 1996, escrita a fs. 241, por considerarse
ajustados a derecho.

IV.- En cuanto al incidente promovido por la demandante a fs. 393.

Séptimo: Que esta Corte hace suyos los fundamentos de la resolución de


fecha 20 de junio de 1997, escrita a fs. 402, por considerarse ajustados a
derecho.

V.- En cuanto a los recursos de casación en la forma y de apelación en contra


de la sentencia definitiva.

Octavo: Que los recursos referidos fueron interpuestos en lo principal del


escrito de fs. 416, en que se formalizan, haciéndose presente en el otrosí el
patrocinio del recurso de casación. A fs. 424 vuelta se concedieron ambos
recursos, los que fueron interpuestos en tiempo y con el debido patrocinio de
abogado habilitado que no es procurador de número, contra una sentencia que
es de aquellas contra la cual procede, habiéndose hecho mención expresa y en
forma determinada de los vicios en que se funda y la ley que concede el
recurso por las causales invocadas.
Noveno: Que en relación con el recurso de casación en la forma sostiene el
recurrente que el fallo debe ser invalidado por haber incurrido, primeramente,
en la causal 7ª del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, por contener
decisiones contradictorias, ya que en su parte resolutiva letra b) sostiene que
no se hace lugar a la demanda la nulidad de concesión minera de fs. 39... y,
consecuencialmente, se acoge la excepción de legitimidad pasiva opuesta por
el demandado, con costas, es decir, que por rechazarse la demanda (lo que
implica un pronunciamiento en cuanto al fondo), se acogería la excepción
dilatoria, la cual tampoco se somete a la tramitación que indica el artículo 308
del Código de Procedimiento Civil. En segundo lugar, agrega el recurrente que
el fallo debe anularse por la causal 5ª del citado artículo 768, en relación con el
artículo 170 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil, por cuanto contendría
considerandos contradictorios entre sí que como consecuencia de ello se
anulan, y hacen que el fallo carezca de consideraciones de hecho y de derecho
que sirvan de fundamento a la sentencia. Termina pidiendo el recurrente a esta
Corte que invalide la sentencia que motiva el recurso y dicte en su reemplazo
una nueva sentencia u ordene dictarla al tribunal competente no inhabilitado y,
de conformidad al mérito del proceso, sea acogida la demanda en todas sus
partes.

Décimo: Que en relación con el recurso de apelación solicita el recurrente que


se tengan por reproducidos los fundamentos dados para el recurso de
casación, y que se revoque el fallo por haberse acogido la excepción dilatoria
sin ordenarse corregir la demanda para seguir adelante con esta causa
aplicándose la norma del artículo 308 del Código de Procedimiento Civil.
Además, no obstante acoger la citada excepción dilatoria, el fallo apelado
analiza y se pronuncia sobre la materia de fondo controvertida, evento para el
cual solicita la revocación del fallo que habría pasado por sobre texto expreso
de ley al mensurarse las pertenencias Talcuna Nº 24 y 25 sobre el mismo
terreno en que quedaron ubicadas las pertenencias Don Arturo 1 al 6 conforme
al artículo 6º transitorio del Código de Minería.

Undécimo: Que la decisión de acoger la excepción de falta de legitimidad


pasiva opuesta por la demandada, que significa que ella no debe ser
considerada como parte en este juicio, es claramente incompatible con la
decisión de pronunciarse sobre el fondo de la cuestión debatida, razón por la
cual la sentencia definitiva dictada en esta causa, contiene efectivamente
decisiones contradictorias que configuran el vicio constitutivo de la causal 7ª
del recurso de casación en la forma, establecida en el artículo 768 del Código
de Procedimiento Civil.

Duodécimo: Que sobre la base de las consideraciones expuestas se acogerá


el recurso de casación interpuesto, razón por la cual, de conformidad con el
artículo 798 del Código de Procedimiento Civil se tendrá como no interpuesto el
recurso de apelación.

Por todo lo expuesto precedentemente, y de conformidad, además, con lo


previsto en los artículos 144, 170, 254, 318, 768 Nº 7, 772, 786 inciso tercero, y
798 del Código de Procedimiento Civil, se resuelve:
1) Se confirman las resoluciones apeladas de fechas 10 de septiembre de 1996, 1º de octubre de 1996, 7 de
octubre de 1996 y 20 de junio de 1997, escritas respectivamente, a fs. 122, 231, 241 y 402, que resuelven sobre
los incidentes que obran en los cuadernos acumulados en esta causa, condenándose en costas a los
respectivos apelantes.

2) Que se acoge el recurso de casación en la forma interpuesto en contra de la sentencia definitiva de fecha
30 de junio de 1997, escrita de fs. 407 a 413, dictándose a continuación la sentencia de reemplazo pertinente.

3) Que en virtud de lo resuelto se tiene como no interpuesto el recurso de apelación deducido en contra de la
sentencia definitiva.

Regístrese.

Pronunciado por los Ministros Titulares señores José Pavisic Dragnic, Alfredo
Azancot Vallejo y Jaime Franco Ugarte. Se deja constancia que no firma el
Ministro señor Franco, no obstante haber concurrido a la vista de la causa y
acuerdo del fallo, por encontrarse con permiso.

Rol Nºs. 20.966, 20.983, 20.984, 20.987, 21.611 y 21.660.

SENTENCIA DE REEMPLAZO CORTE DE APELACIONES

La Serena, 13 de marzo de 1998.

Vistos:

Se reproduce la parte expositiva de la sentencia recurrida y sus considerandos


1º, 2º, 3º, 4º y 5º, y teniendo en su lugar y, además presente.

Primero: Que a fs. 65 don Patricio Rendic Lazo, quien fue notificado de la
demanda de fs. 39 a 44 en cuanto representante de la Sociedad Minera San
Gerónimo Limitada, contestó oponiendo como excepción dilatoria la que ha
denominado de Ausencia de legitimación pasiva, fundado en que a la fecha de
notificación de la demanda (29 de marzo de 1996), la Sociedad Minera San
Gerónimo Limitada no era titular del derecho de dominio de las pertenencias
Talcuna 24 y Talcuna 25 cuya nulidad de concesión se demanda, por haberlas
transferido con anterioridad a la sociedad contractual minera denominada
Compañía Minera San Gerónimo.

Segundo: Que con el mérito de la copia autorizada de la inscripción de fs. 4 Nº


4 del Registro de Propiedad del Conservador de Minas de Vicuña, de 26 de
marzo de 1996, acompañada a fs. 61 con citación y no objetada, se encuentra
acreditado en autos el hecho de que la Sociedad Minera San Gerónimo
Limitada vendió y transfirió a la compañía Minera San Gerónimo, en dicha
fecha, esto es, tres días antes de la notificación de la demanda, las
pertenencias mineras Talcuna 15 al 25, hecho en que la demandada funda su
excepción.

Tercero: Que la excepción opuesta, aunque lo haya sido en el carácter de


excepción dilatoria, no es de aquellas que tengan por objeto la corrección del
procedimiento, sino que su objetivo natural y lógico es paralizar la acción
respecto del demandado, porque éste, al transferir la pertenencia minera cuya
validez se está cuestionando como objeto preciso y único de la demanda,
quedó desvinculado de una eventual relación procesal con la demandante
fundada en la titularidad de la pertenencia reclamada.

Cuarto: Que, en otro orden de ideas, no altera las consideraciones


precedentes la circunstancia de que la Compañía Minera San Gerónimo, actual
dueña de las pertenencias Talcuna haya sido notificada (fs. 93) de la solicitud
de fs. 81 y su proveído, por cuanto el conocimiento de estas piezas del proceso
no tienen la virtud de reemplazar su emplazamiento como demandado, trámite
esencial en todo juicio, sin el cual no podría afectarle la sentencia que se dicte
en él, ya que tampoco le correspondería la calidad procesal de tercero que no
ha sido asumida voluntariamente en este juicio. Por otra parte, a fs. 94 vta. el
tribunal a quo dio lugar a la petición de la demandada de tener por no
presentado el escrito de fs. 81, resolución que no fue objeto de recurso alguno,
por lo que debe considerarse que carecen de validez las actuaciones
realizadas en cumplimiento de dicha solicitud, situación en que se encuentra la
notificación de fs. 93.

Quinto: Que de conformidad con los considerandos que anteceden, este


tribunal deberá acoger la excepción de falta de legitimidad pasiva de la
demandada, inhibiéndose de entrar al análisis de la cuestión de fondo
planteada por la demandante, quien en virtud de la decisión anunciada quedará
sin contraparte en este procedimiento.

Por estos fundamentos y lo dispuesto en los artículos 233 del Código de


Minería y 40, 144, 170 y 254 del Código de Procedimiento Civil, se resuelve:

I) Que no se hace lugar a las objeciones documentarias formuladas por el actor a fs. 174 y 387.

II) Que se acoge la excepción de falta de legitimidad pasiva opuesta por la demandada en su escrito de fs.
65, declarándose por ello que no ha lugar a la demanda de fs. 39, sin perjuicio de otros derechos que pudieren
corresponder al actor.

III) Que no se condena a la demandante al pago de las costas causadas en la cuestión principal de la
primera instancia por considerarse que tuvo motivos plausibles para litigar.

IV) Que cada parte debe pagar sus costas causadas por el recurso.

Regístrese y devuélvase.

Redacción del Ministro Titular señor Alfredo Azancot Vallejo.

Pronunciado por los Ministros Titulares señores José Pavisic Dragnic, Alfredo
Azancot Vallejo y Jaime Franco Ugarte. Se deja constancia que no firma el
Ministro señor Franco, no obstante haber concurrido a la vista de la causa y
acuerdo del fallo, por encontrarse con permiso.

Rol Nº 21.660 y acumuladas.

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 16 de mayo de 2000.


Vistos:

En estos autos Rol Nº 15.926-96 del Juzgado Civil de Elqui-Vicuña, Minera


Cobrex Sociedad Anónima, representada por Christián Molina Bauer, deduce,
en juicio sumario, demanda de nulidad de las pertenencias mineras Talcuna 24
y 25 por superposición a las pertenencias Arturo 1 al 6, en contra de la
Sociedad Minera San Gerónimo Limitada, representada por Patricio Rendic
Lazo, a fin que se declare dicha nulidad y se ordene la cancelación de las
inscripciones practicadas en el Conservador de Minas de Vicuña, con costas.

La demandada, evacuando el traslado conferido, solicitó el rechazo de la


acción deducida en su contra, con costas, oponiendo la excepciones de
ausencia de legitimidad pasiva, ausencia de vicios en la constitución de las
pertenencias de que se trata y falta de interés.

El tribunal de primera instancia, por sentencia de treinta de junio de mil


novecientos noventa y siete, escrita a fojas 407, rechazó la demanda de
nulidad de pertenencias mineras y, consecuencialmente, acoge la excepción de
ausencia de legitimidad pasiva opuesta por la demandada, con costas.

Se alzó la demandante y recurrió de casación en la forma y la Corte de


Apelaciones de Arica, por fallo de trece de marzo de mil novecientos noventa y
ocho, que se lee a fojas 451, acogió el recurso de casación en la forma por
adolecer el fallo dictado del vicio contemplado en el artículo 768 Nº 7 del
Código de Procedimiento Civil, lo anuló, no emitió pronunciamiento sobre el
recurso de apelación y dictando sentencia de reemplazo, acogió la excepción
de falta de legitimidad pasiva, rechazando la demanda, sin costas de la causa e
imponiendo las del recurso a cada parte.

En contra de esta última sentencia, la demandante deduce recursos de


casación en la forma y en el fondo por haber sido dictada, a su juicio, con vicios
formales y errores de derecho que justifican su invalidación y solicita se dicte
una de reemplazo, por medio de la cual se rechace la excepción dilatoria o se
ordene corregir el procedimiento, otorgando plazo para contestar la demanda,
con costas.

Se trajeron estos autos en relación.

Considerando:

Recurso de casación en la forma:

Primero: Que, en primer término, la demandante ha fundado el recurso de


nulidad formal en la causal contemplada en el artículo 768 Nº 4 del Código de
Procedimiento Civil, esto es, otorgando más de lo pedido por las partes o
extendiéndose a puntos no sometidos a la decisión del Tribunal, a cuyo
respecto argumenta que la demandada, al contestar la demanda, opuso la
excepción dilatoria de ausencia de legitimidad pasiva, basada expresamente en
el artículo 303 Nº 6 del Código citado, carácter que reconoce el fallo y como de
previo y especial pronunciamiento. Sin embargo, dice el recurrente, la
sentencia otorga más de lo pedido y atribuye una calidad jurídica distinta a la
excepción citada, desde que la considera una de fondo o de inoponibilidad de
la acción deducida, cuestión que la demandada no planteó, ya que sólo la
dedujo encaminada a la corrección del procedimiento. Cita en este sentido los
artículos 307, 308 y 690 del Código de Procedimiento Civil.

Segundo: Que al respecto cabe precisar, en primer lugar, que la demandada


opuso la excepción que denomina ausencia de legitimidad pasiva, solicitando
en su virtud el rechazo de la demanda presentada en su contra y, por otro lado,
que la norma aplicable, en la especie, es el artículo 690 del Código de
Procedimiento Civil, de acuerdo con el cual los incidentes no paralizan el curso
de la cuestión principal y es en la sentencia definitiva en que han de resolverse
la acción y aquellos incidentes o sólo estos últimos si son incompatibles con
aquélla, de manera que al decidirse el rechazo de la demanda conjuntamente
con acogerse la excepción de ausencia de legitimación pasiva, no se ha
incurrido en ultra petita pues no se ha otorgado más de lo pedido, ni se ha
extendido a puntos no sometidos a la decisión del tribunal, aun cuando los
jueces hayan estimado que la naturaleza jurídica de la defensa opuesta tuvo el
carácter de perentoria, pues, atendido lo preceptuado en la norma citada, la
misma debió decidirse en la definitiva y, por ende, rechazar la acción, como
fuera solicitado por la demandada, a lo que cabe agregar que es el Tribunal el
llamado a calificar los hechos fundantes de las acciones o defensas esgrimidas
por las partes en esta clase de procedimiento.

Tercero: Que reafirma la conclusión precedente, la norma del artículo 680 del
Estatuto Procesal Civil, en cuanto preceptúa que el procedimiento sumario –
suscinto, breve– se aplica a los casos en que la acción deducida requiera, por
su naturaleza, tramitación rápida para ser eficaz. Es decir, el legislador no ha
contemplado la posibilidad de corregir el proceso, sobre la base de
excepciones dilatorias que desvirtuarían la brevedad de este procedimiento,
sino solamente la resolución de las mismas en la sentencia definitiva con el
consecuente rechazo de la acción deducida.

Cuarto: Que, por otro lado, resulta, además, que las normas contenidas en los
artículos 303 y siguientes del Código de Procedimiento, ya citado, no se
encuentran contempladas entre aquéllas comunes a todo procedimiento –Libro
I– sino que se ubican dentro de las disposiciones relativas al juicio ordinario,
que es de lato conocimiento y que acepta la corrección del mismo, sea desde
el punto de vista de la competencia del tribunal, de la capacidad del
demandante, de la ineptitud del libelo o de algún otro aspecto de tipo procesal y
no son, por lo mismo, aplicables, en los términos pretendidos por el recurrente,
al juicio sumario de que se ha tratado, para el que han sido dictadas normas
expresas y específicas contenidas en los artículos 680 y siguientes del Estatuto
Procesal Civil.

Quinto: Que el recurrente ha fundado, además, su recurso de nulidad formal


en la causal contemplada en el artículo 768 Nº 7 del Código de Procedimiento
Civil, sosteniendo que existen decisiones contradictorias por cuanto se acoge
una excepción dilatoria, opuesta como de previo y especial pronunciamiento,
debiendo, en consecuencia, ordenar subsanar el vicio que afectaba al libelo y
no decidir el rechazo de la demanda, como se hizo, ya que esta última decía
relación con una nulidad de pertenencias mineras por superposición de las
mismas y aquéllas se vinculó con la corrección del procedimiento. En este
aspecto, el recurrente alega que es también contradictorio rechazar la
demanda por acceder a la dilatoria citada y entrar a pronunciarse sobre una
serie de incidentes vinculados a la controversia, en un juicio que el fallo invalidó
como tal y que producirían cosa juzgada entre las partes, pese a que el fallo
señala que la excepción paraliza el juicio respecto de la demandada.

Sexto: Que para rechazar el vicio formal denunciado en el sentido ya


reseñado, baste con indicar que esta Corte ha decidido reiteradamente que las
decisiones contradictorias suponen la existencia de, a lo menos dos
resoluciones que pugnan entre sí, que no pueden cumplirse al mismo tiempo y,
en la especie, como se dijo, se acogió una excepción opuesta por la
demandada que impedía la prosecución del juicio entre las partes litigantes y,
en consecuencia, se rechazó la demanda, no pudiendo ordenarse la corrección
del procedimiento por la naturaleza del procedimiento incoado, razón por la
cual las decisiones contenidas en el fallo impugnado son coherentes y pueden
cumplirse sin obstaculizarse la una a la otra.

Séptimo: Que la demandante ha sostenido, también, que la sentencia se


encuentra afectada por la causal de casación en la forma contemplada en el
artículo 768 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil, la que relacionada con los
Nºs. 3, 5 y 6 del artículo 170, ambos del Código de Procedimiento Civil, a cuyo
respecto es necesario anotar las disposiciones contenidas en los artículos 766
inciso segundo y 768 inciso segundo, del citado cuerpo legal, en cuanto
proscriben el recurso intentado tratándose de asuntos regidos por leyes
especiales, cuyo es el caso, en cuanto la omisión del fallo atacado se hace
consistir en requisitos que no sea el contemplado en el Nº 6 del referido artículo
170, y en cuanto a éste, ha de precisarse que no se advierte la ausencia de
decisión en la sentencia de que se trata. Por el contrario, se ha resuelto la
controversia planteada por las partes, acogiendo una excepción y rechazando
la demanda. En este sentido, útil es dejar establecido, además, que aparece
contradictorio el planteamiento del demandante, en cuanto ha sostenido que se
otorgó más de lo pedido y luego, ha argumentado que no se ha decidido la
controversia.

Octavo: Que en armonía con lo reflexionado, sólo puede concluirse el rechazo


del recurso de nulidad formal intentado por la demandante.

Recurso de casación en el fondo:

Noveno: Que el demandante denuncia el quebrantamiento de los artículos 19


Nº 24 de la Constitución Política de la República; 4º de la Ley Orgánica
Constitucional sobre Concesiones Mineras; 577 del Código Civil; 2º, 27, 73, 97
Nº 5 y 233 y siguientes y 6º transitorio del Código de Minería; 303 Nº 6, 307,
308, 680 y siguientes y 690 del Código de Procedimiento Civil, agrupándolos
en tres órdenes de infracciones, sosteniendo que algunas de ellas no se han
aplicado, pues la resolución de los jueces del fondo debió conducir a la
prosecución del juicio mediante la corrección de la demanda y, desde otro
punto de vista, postulando el rango constitucional del derecho de propiedad
minera, alega que la sentencia atacada ha permitido la notoria y objetiva
superposición minera hecha por la demandada, situación reconocida
expresamente por el perito que realizó la mensura.

Finalmente argumenta que el derecho que ha ejercido su parte es real, puede


oponerse erga homnes, de tal manera que la acción deducida tiene igual
naturaleza y se ejerce contra cualquiera que pretenda derecho sin que sea
efectivo. Tanto así, dice el demandante, que la demandada sólo alegó una
excepción dilatoria tendiente a la corrección del procedimiento y corregido éste
podrá dirigir su acción contra el actual titular y representante de la concesión
minera superpuesta.

Décimo: Que las argumentaciones realizadas por el demandante en el recurso


de nulidad de fondo se centran en que los jueces del grado debieron,
acogiendo la excepción opuesta, ordenar la corrección del procedimiento para
posibilitarle una relación procesal válida con la actual titular de las pertenencias
cuya nulidad se demanda y sobre esa base estima conculcadas las normas
sustantivas que refiere; sin embargo, como ya se asentó, la decisión de acoger
una excepción y rechazar la demanda sobre esa base, era un imperativo al
tenor de las normas que regulan el juicio sumario y al no emitirse
pronunciamiento alguno sobre el fondo de lo debatido –nulidad de pertenencias
mineras por superposición– no pudieron infringirse los artículos de la
Constitución Política de la República, del Código de Minería ni de la Ley
Orgánica citados por el demandante.

Undécimo: Que, a mayor abundamiento, es pertinente establecer que la parte


recurrente, en su oportunidad, no formuló las alegaciones relativas a la
existencia de un derecho real, habiéndose limitado a señalar que, por el hecho
de haberse opuesto excepciones a la demanda, la demandada es legítima
contradictora, que la sentencia le sería oponible a aquélla la que también tenía
interés en el juicio. Asimismo, tampoco mencionó que, en caso de acogerse la
excepción opuesta por la defensa de la demandada, debía ordenarse la
corrección del procedimiento. Por tales razones, el demandante introduce
alegaciones nuevas a esta presentación, desconociendo la naturaleza de
derecho estricto del recurso de nulidad que se analiza.

Duodécimo: Que de acuerdo con lo que se ha reflexionado, es dable concluir


el rechazo del recurso de casación en el fondo deducido en estos autos.

Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 764,


765, 766, 767, 768, 771, 772 y 783 del Código de Procedimiento Civil, se
rechazan, con costas, los recursos de casación en la forma y en el fondo
deducidos por la demandante a fojas 457, contra la sentencia de trece de
marzo del año pasado, que se lee a fojas 455.

Regístrese y devuélvanse.

Pronunciado por los Ministros señores Mario Garrido M., Marcos Libedinsky T.,
José Benquis C. y Urbano Marín V. y el Abogado Integrante señor Juan Infante
P. No firman los Ministros señores Libedinsky y Marín, por encontrarse ambos
en comisión de servicio, no obstante haber concurrido a la vista del recurso y
acuerdo del fallo.

Minera Cobrex Sociedad Anónima.

Casación Forma y Fondo - Civil.

Rol Nº 1.074-98 (La Serena)

3. Ultrapetita. No se puede fundar en críticas a los considerandos del fallo

Doctrina

Como puede advertirse de la lectura del recurso, en él sólo se hace una crítica a los considerandos o reflexiones
del fallo impugnado, diciendo que debió haberse hecho un análisis más objetivo de los antecedentes del
proceso, pero no se indica con claridad por qué se habría otorgado más de lo pedido (ultrapetita), que es
precisamente el fundamento de la causal que se invoca.

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 5 de julio de 2001.

Vistos y teniendo presente:

1º.- Que en contra de la sentencia de segunda instancia escrita a fojas 335, se


ha deducido recurso de casación en la forma y en el fondo, sosteniéndose en el
primero de ellos que en ella se habría incurrido en el vicio de nulidad formal
contemplado en el Nº 4º del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, por
cuanto, en su concepto, es falsa la conclusión a que se arriba en el fallo en el
sentido de que el recurrente incurrió en falta de probidad en su desempeño
laboral y además que ello sea constitutivo de delito.

2º.- Que como puede advertirse de la lectura del recurso, en él sólo se hace
una crítica a los considerandos o reflexiones del fallo impugnado, diciendo que
debió haberse hecho un análisis más objetivo de los antecedentes del proceso,
pero no se indica con claridad por qué se habría otorgado más de lo pedido,
que es precisamente el fundamento de la causal que se invoca; y, siendo éste
un recurso de derecho estricto, tal omisión hace que sea inadmisible.

Por estas consideraciones y de conformidad, además, con lo dispuesto en los


artículos 767, 768 y 781 del Código de Procedimiento Civil, se declara
inadmisible el recurso de casación en la forma interpuesto en lo principal de la
presentación de fojas 343, en contra de la sentencia de segunda instancia de
fojas 335.

Regístrese en lo pertinente.

Tráiganse los autos en relación para conocer del recurso de casación en el


fondo deducido en el otrosí de la referida presentación.

Rol Nº 3.590-00
5. CAUSAL DEL ARTíCULO 768 Nº 5

DEL CóDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

5ª En haber sido pronunciada con omisión de cualquiera de los requisitos enumerados en el artículo 170;

1. Artículo 768 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil. Omisión requisitos artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil. Necesidad de precisarlos

Doctrina

El recurso se fundamenta en que se infringió el artículo 768 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil, esto es,
haberse dictado el fallo con omisión de alguno de los requisitos del artículo 170 del mismo cuerpo legal, pero al
no mencionar cuál de los requisitos específicos de dicha norma se omitió al dictar la sentencia, cabe concluir
que el recurso no cumple con los requisitos de admisibilidad.

SENTENCIA DE CASACION

Concepción, 26 de enero de 1999.

Vistos:

1º.- Que conociendo de los recursos de apelación deducidos a fojas 95 y 98,


esta Corte ha constatado la existencia de vicios de casación en la forma y
consistentes en que la sentencia en alzada de 2 de junio de 1997 de fojas 79,
contiene consideraciones que son incompatibles entre sí y con alguna de las
decisiones, lo que constituye la causal prevista en el artículo 768 número 5 del
Código de Procedimiento Civil, en relación con el artículo 170 número 4 del
mismo cuerpo legal. Por ello, y de acuerdo a lo prevenido en el artículo 775 de
la codificación citada, se llamó a alegar sobre el punto al abogado de la parte
demandada, único que se presentó a la audiencia;

2º.- Que en estos autos, los demandantes han deducido la acción


reivindicatoria del inmueble referido en la demanda y con los deslindes allí
indicados en contra de doña Uberlinda del Carmen Vidal Conejeros, la que,
junto con contestar esa acción, dedujo demanda reconvencional de
prescripción adquisitiva sobre el predio demandado, que se contiene en el
segundo otrosí del escrito de fojas 20;

3º.- Que el tribunal de primera instancia, en la sentencia ya aludida, en la


consideración vigésimo cuarta, señala los deslindes del predio cuya
reivindicación se trata y los del predio que ocupa la demandada, para concluir
en la consideración vigésimo quinta que de ello resulta que ambos predios no
son coincidentes, ni en superficie ni en deslindes, de manera que se trataría de
dos inmuebles diversos, lo que ratifica en la consideración vigésimo sexta, lo
que le lleva a desestimar la acción reivindicatoria deducida en lo principal del
escrito de fojas 11; pero sin que ello haya sido impedimento para acoger la
demanda reconvencional deducida en el segundo otrosí del escrito de fojas 20
de autos;

3º.- Que la prescripción adquisitiva requiere, como elemento fundamental, la


posesión del bien respectivo y ésta, por mandato del artículo 700 del Código
Civil sólo puede recaer en cosa determinada, de tal modo que es evidente que,
para poder acoger la reconvención de autos, debía ser uno mismo, el inmueble
reivindicado y aquel sobre el cual la demandada reconviene para que se
declare su prescripción adquisitiva;

4º.- Que, sin embargo, como resulta de las consideraciones antes evocadas, el
tribunal de primera concluye que el inmueble reivindicado no es el mismo que
el poseído por la demandada y, por tanto, si no acogió por ello la acción
reivindicatoria, no podía al mismo tiempo dar lugar a la prescripción adquisitiva
alegada, porque de ello debía también concluirse que el inmueble poseído por
la demandada no era el mismo cuyo dominio se reconoce en los demandantes
al alegar la prescripción adquisitiva y, por ende, no se daban los requisitos para
acoger la reconvención;

5º.- Que, de ese modo, la sentencia carece de consideraciones en lo que


concierne a la demanda reconvencional acogida y se infringe así lo ordenado
por el artículo 170 número cuarto del Código de Procedimiento Civil, lo que da
lugar a la causal de casación en la forma del artículo 768 número quinto del
mismo Código.

Por esas consideraciones y teniendo presente lo dispuesto además en el


artículo 775 del Código de Procedimiento Civil, se invalida de oficio la sentencia
de dos de junio de mil novecientos noventa y nueve escrita a fojas setenta y
nueve, la que por tanto es nula y se reemplaza por la sentencia que se dicta a
continuación.

Redacción del Abogado Integrante señor Ramón Domínguez Aguila.

Proveído por el Ministro en propiedad de la Iltma. Corte señor Arpelices


Morales Sánchez y los Abogados Integrantes señor Ramón Domínguez Aguila
y señora Florelia Soto Castro.

Rol Nº 881-97.

2. Artículo 768 Nº 5 Código de Procedimiento Civil. Falta de consideraciones

Doctrina

La sentencia impugnada, en cuanto confirma la sentencia de primera instancia, hizo suyo un racionamiento
contenido en la misma, pero al hacerlo, entra en contradicción entre el fundamento reproducido y la decisión que
se adopta, así la sentencia impugnada aparece desprovista del marco jurídico que permite arribar a la
conclusión consignada.

SENTENCIA

Santiago, 5 de junio de 1998.

Vistos:

Se reproduce la sentencia apelada de treinta de julio de mil novecientos


noventa y tres, escrita a fs. 332 y siguientes de este expediente reconstituido, y
se la confirma, con declaración que los intereses que se mandan pagar
deberán calcularse a contar de la fecha en que el fallo quede ejecutoriado y
hasta el momento del pago efectivo de lo adeudado.

Regístrese y devuélvase.

Dictada por los Ministros señor Juan González Zúñiga y señorita María Antonia
Morales Villagrán y el Abogado Integrante señor Roberto Jacob Chocair.

Rol Nº 5.450-93.

Santiago, 11 de enero de 2000.

Vistos:

Por sentencia de treinta de julio de mil novecientos noventa y tres, la juez del
Decimocuarto Juzgado Civil de esta ciudad, acogió la demanda y condenó al
Fisco de Chile a pagar la cantidad de ciento cuarenta y tres millones trescientos
diez mil ochocientos veinte pesos por concepto de remanente del crédito
denominado artículo 29 del decreto ley Nº 1.263, más intereses corrientes, para
operaciones no reajustables, a contar de la fecha de notificación de la
demanda, esto es, el dieciocho de enero de mil novecientos noventa y uno.

Apelada que fuera esta sentencia, una de las Salas de la Corte de Apelaciones
de Santiago, reproduciéndola previamente, la confirmó por fallo de cinco de
junio de mil novecientos noventa y ocho, que se lee a fojas 407, con
declaración que los intereses que se mandan pagar, deberán calcularse a
contar de la fecha en que aquélla quede ejecutoriada y hasta el momento del
pago efectivo de lo adeudado.

En contra de esta última sentencia ambas partes dedujeron sendos recursos de


casación en el fondo, y la parte demandante, además, casación en la forma. En
cuanto a este último, el demandante indica que el fallo recurrido fue
pronunciado con omisión de los requisitos señalados en el artículo 170 del
Código de Procedimiento Civil, numerales 4, 5 y 6, lo que lo hace incurrir en la
causal de invalidación que estatuye el artículo 768 del mismo cuerpo legal, en
su numeral quinto. En cuanto a los primeros, ambas partes aducen que por su
intermedio fueron infringidas diversas disposiciones, que indican en detalle,
todas las cuales inciden en forma determinante en la errada decisión. En uno y
otro caso, solicitan se anule la sentencia que impugnan y se dicte otra de
reemplazo que acoja sus respectivas pretensiones.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

En cuanto al recurso de casación en la forma:

Primero: Que la parte demandante lo fundó en la causal prevista en el Nº 5 del


artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, la que hace consistir en
haberse omitido las consideraciones de hecho y de derecho que sirven de
fundamento a la sentencia, no haberse enunciado las leyes, o en su defecto,
los principios de equidad con arreglo a los cuales se dictó y por no haberse
pronunciado respecto del recurso de apelación deducido por su parte, dejando
así sin resolver el asunto controvertido;

Segundo: Que en cuanto al primer modo de casación, referido a la omisión de


los requisitos contemplados en el artículo 170 Nºs. 4 y 5 del Código de
Procedimiento Civil, explica que el fallo recurrido modificó el de primer grado en
cuanto a la fecha a contar de la cual deben calcularse los intereses; en efecto,
mientras el de primera instancia condenaba a pagar intereses corrientes para
operaciones no reajustables, a contar de la fecha de notificación de la
demanda, el de segunda dispuso que deberán calcularse a contar de la fecha
en que el fallo quede ejecutoriado sin indicar fundamento alguno que justifique
esta decisión;

Tercero: Que, por imperativo legal, toda sentencia definitiva debe contener
consideraciones relativas al establecimiento de los hechos acreditados en la
causa y la indicación de las normas jurídicas aplicables a los anteriores, para
pronunciarse así, finalmente, sobre la procedencia o improcedencia de las
acciones y excepciones deducidas, respectivamente;

Cuarto: Que, el fallo recurrido, al reproducir aquél apelado, hizo suyo el


fundamento vigésimo tercero por el que se razonaba, en lo que interesa al
recurso, de la siguiente manera: Que de acuerdo, con lo dispuesto en el
artículo 19 de la ley Nº 18.010, los créditos de dinero deben pagarse con el
interés corriente, el que procede según lo establecido en el Nº 2 del artículo
1559 del Código Civil y conforme al Nº 3 del artículo 1551 del mismo Código,
debe correr desde la fecha de notificación de la demanda;

Quinto: Que, según se advierte, existe contradicción entre el fundamento


reproducido y la decisión que se adopta, lo que hace que ésta carezca del
mismo ya que no se corresponden; así, la sentencia en estudio aparece
desprovista del marco jurídico que permite arribar a la decisión que en ella se
consigna;

Sexto: Que, tal circunstancia, esto es, haberse extendido la sentencia con
omisión del requerimiento legal señalado, importa la verificación de un vicio que
acarrea la nulidad de la misma, por configurarse a su respecto la causal de
casación formal contemplada en el artículo 768 Nº 5, en relación con los
numerales 4 y 5 del artículo 170 del Código de Procedimiento Civil, y por tanto
debe ser anulada;

Séptimo: En virtud de lo razonado precedentemente, resulta innecesario emitir


pronunciamiento respecto de los otros modos de casación a que se refiere el
recurso en estudio y que se consignaron en el fundamento primero de este
fallo.

Por estas consideraciones, y de conformidad, además, con lo dispuesto en los


artículos 764, 765, 766, 768 y 808 del Código de Procedimiento Civil, se
declara:
Se acoge el recurso de casación en la forma deducido por el Procurador del
Número, señor Sergio Castro Olivares, en representación de la parte
demandante ISE Compañía de Seguros Vida S.A., en lo principal de la
presentación de fojas 412, y, en consecuencia, se anula la sentencia de
segundo grado que es de fecha cinco de junio de mil novecientos noventa y
ocho, escrita a fojas 407, la que se reemplaza por la que a continuación se
dicta.

En atención a lo resuelto, ténganse por no interpuestos los recursos de


casación en el fondo deducidos contra el mismo fallo, por la parte demandante,
en el primer otrosí de la referida presentación de fojas 412, y por doña Sylvia
Morales Gana, Abogado Procurador Fiscal de Santiago del Consejo de
Defensa del Estado, en representación de la parte demandada, el Fisco de
Chile, en lo principal del escrito a fojas 424.

Regístrese.

Pronunciado por los Ministros señores Óscar Carrasco A., Enrique Tapia W. y
Jorge Rodríguez A. y los Abogados Integrantes señores Vivian Bullemore G. y
Franklin Geldres A. No firma el Ministro señor Rodríguez, no obstante haber
concurrido a la vista de los recursos y acuerdo del fallo, por encontrarse con
permiso.

Rol Nº 3.130-98.

Santiago, 11 de enero de 2000.

De conformidad con lo dispuesto por el artículo 786 del Código de


Procedimiento Civil, se dicta la siguiente sentencia de reemplazo.

Vistos:

Se confirma la sentencia en alzada, de treinta de julio de mil novecientos


noventa y tres, escrita a fojas 332 de este expediente reconstituido.

Regístrese y devuélvanse.

Pronunciado por los Ministros señores Óscar Carrasco A., Enrique Tapia W. y
Jorge Rodríguez A. y los Abogados Integrantes señores Vivian Bullemore G. y
Franklin Geldres A. No firma el Ministro señor Rodríguez, no obstante haber
concurrido a la vista de los recursos y acuerdo del fallo, por encontrarse con
permiso.

ISE. Cía. de Seguros de Vida S.A.

Casación forma y fondo. Civil.

Rol Nº 3.130-98 (Santiago)

3. Rechazo de excepción sin emitirse pronunciamiento. Causal del Nº 5 del artículo 768
Doctrina

Se incurre en la causal prevista en el artículo 768 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil, en relación al artículo
170 del Código de Procedimiento Civil, toda vez que se rechaza la excepción, sin emitir pronunciamiento sobre
la misma, lo que importa haber incurrido, no sólo en una contradicción, sino también en no contener las
consideraciones de hecho o de derecho que le sirven de fundamento a la sentencia impugnada.

CORTE DE APELACIONES

Santiago, 26 de septiembre de 2000.

Vistos:

En estos autos seguidos ante el Segundo Juzgado del Trabajo Rol Nº L-1.231-
99, se dictó sentencia el quince de febrero de este año, por el Juez Suplente
señor Jorge Fredes Fredes, por la que se negó lugar a la excepción de
prescripción de la acción y se acogió la demanda ordenando seguir adelante la
ejecución.

Notificado que fue este fallo la parte demandada interpuso recurso de casación
en la forma en virtud de lo previsto en los números 5 y 7 del artículo 768 del
Código del Procedimiento Civil y también recurso de apelación.

Se concedieron ambos recursos y se elevaron los autos al tribunal superior.

Se trajeron en relación y en la vista de la causa alegó el señor abogado


demandante.

Con lo relacionado:

En cuanto al recurso de casación en la forma.

Primero: Que el libelo de fojas 145 reprocha a la sentencia en alzada, en


primer término, la contradicción de exponer en su motivo quinto que no se
pronunciará respecto de la excepción de prescripción formulada por la parte
ejecutada y luego –en lo resolutivo– declara que no se hace lugar a esa misma
excepción por lo enunciado en ese fundamento quinto. Y, en segundo lugar, no
haberse pronunciado sobre otras dos excepciones que tenían por sustento el
Nº 7 del artículo 464 del Código de Enjuiciamiento Civil, todo lo cual conduce a
la nulidad del fallo.

Segundo: Que en el escrito de fojas 54 la parte de Transporte Tramaca Cargo


Ltda. opuso primeramente la excepción de prescripción de la acción ejecutiva
en virtud de lo dispuesto en el Nº 17 del artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil en relación con el artículo 480 del Código del Trabajo.

En segundo lugar, adujo esta misma parte no haber llegado a ningún acuerdo
con los demandantes, por lo que conforme con el numeral séptimo del artículo
464, ya citado, al acta de comparecencia levantada en la Inspección del
Trabajo, invocada como título, le falta uno de los requisitos establecidos por la
ley para que tenga fuerza ejecutiva.
Como tercera excepción sostuvo la empresa demandada no estar obligada a
pagar una suma superior a lo que se obligó en el convenio judicial preventivo
aprobado en causa Rol Nº 5.015-98, seguida ante uno de los juzgados civiles
de la ciudad.

Por último, expuso no estar obligada a cancelar al actor Pedro Castro Farías
una suma superior a noventa unidades de fomento por las indemnizaciones por
años de servicio y sustitutiva del aviso previo, en virtud del mencionado
numeral séptimo del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil.

Tercero: Que en el fallo de primer grado, luego de señalar el fundamento tercero que el acta suscrita en la
Inspección del Trabajo cumple los requisitos de título ejecutivo, expresa el considerando quinto que no se
pronunciará respecto de la excepción de prescripción. Ello no obstante, por su decisión primera declara: Que no
se hace lugar a la excepción de prescripción de la acción interpuesta.

Cuarto: Que de lo expuesto precedentemente aparece que la sentencia de


primera instancia incurrió en la causal de invalidación prevista en el número
quinto del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, de haber sido
pronunciada con omisión de los requisitos enumerados en el artículo 170 del
mismo cuerpo legal. Ello pues rechazó una excepción sobre la cual no se
pronunció, lo que importa haber incurrido no sólo en una contradicción sino
también no contener las consideraciones de hecho o de derecho que le sirven
de fundamento (número 4º y 6º del artículo 170).

Quinto: Que es por lo expuesto que se acogerá el recurso de lo principal de


fojas 145 por haber sido pronunciada la sentencia con omisión de los requisitos
4º y 6º del artículo 170 del Código de Procedimiento Civil, al no resolver la
excepción de prescripción alegada oportunamente.

Sexto: Que en esta virtud no se emitirá resolución acerca de las restantes


alegaciones del recurrente de casación por innecesario.

Con arreglo a estos fundamentos y lo dispuesto en los artículos 170, 768 Nº 5 y


769 del Código de Procedimiento Civil, se acoge el recurso de casación en la
forma deducida a fojas 145 y se invalida la sentencia de quince de febrero del
presente año, escrita desde fojas 135 a fojas 142.

Regístrese.

Dictada por los Ministros señora Sonia Araneda Briones y señor Raimundo
Díaz Gamboa y el Ministro Suplente señor Alfonso Álvarez Valderrama.

De conformidad a lo dispuesto en el artículo 786, inciso 3º del Código de


Procedimiento Civil se dicta la siguiente sentencia de reemplazo.

Nota: La Corte Suprema rechazó el recurso de casación en el fondo en contra


del fallo transcrito con fecha 26 de marzo de 2001, en los autos rol Nº 4.493-00
(Santiago)

4. Artículo 768 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil. Omisión requisitos artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil. Fallo no hace análisis de la prueba rendida
Doctrina

El fallo recurrido adolece del vicio contemplado en el artículo 768 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil, en
relación con el artículo 170 Nº 4 del mismo cuerpo de leyes, por cuanto no hace ningún análisis de la prueba
rendida en el proceso respecto al domicilio, residencia o morada del demandado, única parte que según el acta
de matrimonio le daba competencia al Oficial Civil de Los Angeles, pero por el contrario, se pronuncia sobre la
prueba de testigos rendida por la actora, lo cual es innecesario, desde que consta del referido instrumento, que
su domicilio se encontraba fuera del territorio de competencia del Oficial Civil que celebró el matrimonio, por lo
que sólo debía analizarse la testimonial del recurrente para establecer la procedencia de su demanda.

SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

Santiago, 28 de mayo de 1999.

Vistos:

Doña Sandra del Pilar Aguilera Oliva, factor de comercio, domiciliada en calle
Teniente Bermann Nº 602, comuna de San Miguel, deduce demanda en contra
de don Juan Alberto Zúñiga Sepúlveda, factor de comercio, domiciliado en calle
Abate Molina Nº 590, comuna de Santiago Centro, a fin de que se declare nulo
el matrimonio celebrado entre ambos el 8 de enero de 1990 ante el Oficial del
Registro Civil de la Circunscripción Los Ángeles e inscrito con el Nº 23 del
Registro de Matrimonios de ese mismo año y se cancele dicha inscripción.

Funda su demanda en que a la fecha del matrimonio y con más de tres meses
de anticipación, los domicilios o residencias de ambos contrayentes estaban
fuera del radio de competencia del Oficial del Registro Civil ante el cual se
efectuó, hecho que constituye un vicio que afecta la validez del acto.

En fs. 6 el demandado, contestando manifestó que son efectivos los hechos en


que se funda la demanda.

La réplica y la dúplica son de mero trámite.

Se recibió la causa a prueba rindiéndose la que consta de autos.

Se citó a las partes para oír sentencia y se trajeron los autos para fallar.

Considerando:

1º) Que la demandante expuso que a la fecha del matrimonio y durante el


período de tres meses que le precedía su domicilio y residencia estaba ubicado
en calle San Ignacio Nº 1139, depto. 42, y el del contrayente, en calle Gorbea
Nº 2336, depto. B, ambos de la comuna de Santiago Centro, lugares que se
encontraban fuera del ámbito de la competencia del Oficial referido, lo que
constituye un vicio de nulidad del acto del matrimonio;

2º) Que la demandante acompañó el certificado de matrimonio y copia del acta


de manifestación y en ésta aparece que se acreditó el domicilio y residencia de
los contrayentes con las declaraciones de los testigos de información María
Margarita Vidal Castro y Sonia Inés Aguilera Barrueto;
3º) Que conforme al artículo 43 del Código Civil, la hija legítima menor de edad
es representada legalmente por su madre, así es en este caso, debido a la
defunción del padre acaecida el año 1983.

Y de acuerdo al artículo 72 del mismo Código, el domicilio de su representante


es el de la menor.

En consecuencia la omisión en que se ha incurrido en el proceso, de referencia


alguna a dicho domicilio, impide que prospere la acción, cuando más, si
jurídicamente, el de la contrayente menor, sobre el cual versó el pleito, no tenía
trascendencia alguna.

A propósito de esta materia esencial ha de dejarse establecida la debilidad de


la prueba de testigos, referida exclusivamente en relación a la contrayente, a su
domicilio personal, con excepción de la testigo Betty Marisol Cruces Escobar,
quien dijo saber que vivía con sus padres, pero se estaba refiriendo al período
de un año antes al 8 de enero de 1990 y el progenitor de la cónyuge falleció el
año 1983;

4º) Que, con lo razonado, queda demostrada la falta de fundamento de la


acción deducida.

Y visto además lo dispuesto en los artículos 1º, 3º, 9º y 31 de la Ley de


Matrimonio Civil; 4º Nº 4, 14, 34 y 35 de la Ley de Registro Civil; 102 y
siguientes del Código Civil; 160, 170, 342, 384 y 753 del Código de
Procedimiento Civil, se declara:

Que se rechaza la demanda de fojas 3.

Regístrese.

Pronunciada por la señora María Jimena Pinto Salazar, Juez Titular.

SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

Santiago, 14 de octubre de 1999.

Vistos:

Se confirma la sentencia apelada de veintiocho de mayo del presente año,


escrita a fs. 21.

Regístrese y devuélvase.

Dictada por el Ministro señor Raimundo Díaz Gamboa y Abogados Integrantes


señor José Luis Ramaciotti Fracchia y señorita Alma Wilson Gallardo.

Rol Nº 4.129-99.

SENTENCIA DE CASACION
Santiago, 22 de mayo de 2000.

Vistos:

En estos autos Rol Nº 5.721-98 del Cuarto Juzgado Civil de Santiago, la titular
de dicho tribunal, por sentencia de veintiocho de mayo de mil novecientos
noventa y nueve, rechazó la demanda en la que Sandra del Pilar Aguilera Oliva
solicitaba la declaración de nulidad de matrimonio que contrajo con el
demandado Juan Alberto Zúñiga Sepúlveda, el día 8 de enero de 1990 ante el
Oficial del Registro Civil de la Circunscripción de Los Ángeles, el que se
inscribió bajo el Nº 23 del Registro de Matrimonios del mismo año. Apelada que
fuera esta resolución, una Sala de la Corte de Apelaciones de esta ciudad, por
sentencia de catorce de octubre del año recién pasado, la confirmó sin
modificaciones.

En contra de la sentencia de segundo grado, la demandante interpuso recurso


de casación en el fondo.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

Primero: Que en la sentencia de segunda instancia, al confirmar la de primera,


se señala que la actora era menor de edad a la fecha de celebrar el contrato
cuya nulidad se pretende y, por lo mismo, a su respecto se aplica lo dispuesto
en el artículo 43 del Código Civil en cuanto a su domicilio. De este modo,
continúa el fallo recurrido, al no declarar los testigos del proceso sobre el
domicilio de la madre viuda de la demandante, a la fecha señalada y en los tres
meses anteriores a dicho acto jurídico, no hay prueba en autos para demostrar
el hecho que aquella no tenía su domicilio, residencia o morada en la
Circunscripción del Oficial Civil que celebró el matrimonio.

Segundo: Que del examen del proceso se concluye que la demandante,


efectivamente menor de edad a la fecha de celebración del matrimonio, señaló
como su domicilio al Oficial del Registro Civil que concurrió a la celebración del
matrimonio, la Población 11 de Septiembre sin número, de la comuna de
Quilaco, lugar donde vivía desde hacía seis meses, de suerte que, al haberse
casado con el demandado en la Circunscripción de Los Ángeles y constando
del acta de fs. 2 que sólo el demandado tenía su domicilio en dicha comuna, es
claro que, alegada la nulidad del referido matrimonio por incompetencia del
Oficial del Registro Civil de esta última ciudad sólo debe analizarse la prueba
rendida en cuanto pretende demostrar el hecho que el demandado, a la fecha
de celebración del matrimonio y en los tres meses anteriores, no tenía su
domicilio, residencia o morada en el territorio de competencia del Oficial del
Registro Civil de la comuna de Los Ángeles.

Tercero: Que la sentencia impugnada ningún análisis hace de la prueba


rendida en el proceso respecto al domicilio, residencia o morada del
demandado, única parte que, según el instrumento público de fs. 2, daba
competencia al Oficial Civil de Los Ángeles y, todavía, se pronuncia sobre la
prueba de testigos respecto de la actora, en circunstancias que ello es
innecesario, desde que consta de la mencionada acta, que su domicilio se
encontraba en la comuna de Quilaco, fuera del territorio de la competencia del
Oficial Civil que celebró el acto cuya nulidad se demanda.

Cuarto: Que así, resulta evidente que en el fallo de que se trata se ha incurrido
en el vicio de casación en la forma establecido en el Nº 5 del artículo 768 del
Código de Procedimiento Civil, en relación con el Nº 4 del artículo 170 del
mismo cuerpo legal, que establece que la sentencia debe contener, entre otros
requisitos, la enunciación de las consideraciones de hecho y de derecho que le
sirven de fundamento.

Quinto: Que ese defecto no es subsanable sino con la nulidad del fallo y, por otra parte, la omisión influye
sustancialmente en lo resolutivo del mismo, porque la falta de análisis de la prueba rendida por la demandante
ha permitido que se rechace sin mayor examen la acción deducida.

Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 764,


768, 775 y 808 del Código de Procedimiento Civil y actuando de oficio esta
Corte, se anula la sentencia de catorce de octubre de mil novecientos noventa
y nueve, escrita a fs. 39 y se la reemplaza por la que se dicta a continuación.

En atención a lo resuelto, se tiene por no interpuesto el recurso de casación en


el fondo de lo principal de fs. 106.

Acordada con el voto en contra del Ministro Sr. Rodríguez, quien estuvo por no
proceder de oficio atendido que el vicio que se imputa a la sentencia de primera
instancia, confirmada por la de segunda, en caso de existir, no influye en lo
dispositivo de lo resuelto, atendido lo que se expondrá por el disidente en la
sentencia de reemplazo.

Regístrese.

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Óscar Carrasco A.,
Eleodoro Ortiz S. y Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor José
Fernández R. No firma este último, no obstante haber concurrido a la vista de
la causa y acuerdo del fallo, por encontrarse ausente.

Rol Nº 4.063-99.

SENTENCIA DE REEMPLAZO

Santiago, 22 de mayo de 2000.

En conformidad con lo dispuesto en el artículo 786 del Código de


Procedimiento Civil, se dicta la siguiente sentencia de reemplazo.

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada, con excepción de sus fundamentos


tercero y cuarto que se eliminan.
Y teniendo en su lugar y, además, presente:

1º) Que el conflicto de autos se circunscribe únicamente a demostrar la


efectividad del hecho afirmado en la demanda en cuanto a que el demandado,
a la fecha del matrimonio y en los tres meses anteriores a éste, tenía como
domicilio, residencia y morada la ciudad de Santiago, calle Gorbea 2336,
departamento B, pues consta del documento público de fs. 2, que la actora
tenía su domicilio en la comuna de Quilaco, esto es, fuera del territorio de la
competencia del Oficial Civil de la Circunscripción de Los Ángeles, que fuera el
que celebró el acto jurídico que se pretende nulo.

2º) Que la norma del artículo 1700 del Código Civil reglamenta en forma
general el valor de la prueba de los instrumentos públicos, expresando que
hacen plena fe en cuanto a la verdad de las declaraciones en contra de los
otorgantes. Sin embargo, el mismo cuerpo legal, en el artículo 308, establece la
norma especial referida a la prueba del estado civil, señalando que las partidas
de matrimonio, entre otros documentos, demuestran la declaración hecha por
los contrayentes pero no garantizan la veracidad de estas declaraciones en
ninguna de sus partes y agrega que podrán, pues, impugnarse haciendo
constar que fue falsa la declaración en el punto de que se trata.

3º) Que la norma especial prevalece sobre la general, según lo ordenado en el


artículo 13 del Código Civil y permite impugnar por los contrayentes el
matrimonio que han celebrado ante Oficial de Registro Civil incompetente, a la
luz de lo dispuesto en los artículos 35 de la Ley de Registro Civil y 31 de la Ley
de Matrimonio Civil, a lo que se une que este último artículo no excluye la
posibilidad de que los contrayentes accionen para obtener la nulidad del
matrimonio.

4º) Que la testimonial rendida en autos, consistente en la declaración de cuatro


testigos contestes en el hecho y en sus circunstancias esenciales, que no
fueron tachados y que, legalmente examinados, depusieron que el demandado
no tenía su domicilio, residencia o morada en los últimos tres meses anteriores
al matrimonio en el territorio de competencia del Oficial Civil que concurrió a la
celebración del mismo, constituye plena prueba que permite acreditar el hecho
que fundamenta la causal de nulidad de matrimonio señalada en la demanda,
esto es, la incompetencia del Oficial del Registro Civil contemplada en el
artículo 31 de la Ley de Matrimonio Civil.

De conformidad, además, con lo dispuesto en el artículo 753 del Código de


Procedimiento Civil, se revoca la sentencia apelada de veintiocho de mayo del
año recién pasado, escrita de fs. 21 a 24 y en su lugar se declara que se acoge
la demanda de lo principal de fs. 3 y, en consecuencia, se declara nulo el
matrimonio celebrado entre Juan Alberto Zúñiga Sepúlveda y Sandra del Pilar
Aguilera Oliva, el día 8 de enero de 1990 y que se encuentra registrado bajo el
Nº 23 del año 1990, de la Circunscripción del Registro Civil de Los Ángeles,
debiendo procederse a la cancelación de la precitada inscripción y practicarse
la correspondiente subinscripción.
Acordada con el voto en contra del Ministro señor Rodríguez quien fue de
parecer de confirmar la sentencia apelada únicamente por las razones que
siguen y previa eliminación de sus fundamentos 3º y 4º:

1.- Que el sustento fáctico de la acción intentada se hace consistir en que ninguno de los contrayentes
residía ni se domiciliaba en el territorio de la competencia del Oficial del Registro Civil que actuó en el contrato
de matrimonio que se pretende nulo, lo que se ha intentado probar con la testifical de fojas 16 a 18, en que los
deponentes ratifican lo señalado precedentemente;

2.- Que dicha prueba no logra su objetivo pues el artículo 12 de la ley sobre Registro Civil dispone que toda
inscripción debe expresar, entre otros datos, el domicilio de los comparecientes. Y tratándose de la inscripción
del matrimonio, el artículo 40 de dicha ley establece como requisito esencial el del numeral séptimo del artículo
39, es decir, el testimonio juramentado de los testigos acerca del lugar del domicilio o residencia de los
contrayentes. Todo ello en relación con lo prescrito en los artículos 35 de la misma legislación y 9º, 17 inciso 1º y
31 de la ley de Matrimonio Civil;

3.- Que, de conformidad con las normas precitadas, el funcionario público que extendió el instrumento cuya
copia corre a fs. 2, dejó expresa constancia de haber juramentado a los testigos que allí se individualizan en
orden a constarles la efectividad de lo declarado por los comparecientes, especialmente sus domicilios o
residencias, por conocerlos con anterioridad a la manifestación precedente. De este antecedente, a juicio del
disidente y de acuerdo con lo permitido en los artículos 426 y 428 del Código de Procedimiento Civil, puede
inferirse una presunción que, por sus caracteres de gravedad y precisión, constituye plena prueba para formar
convencimiento acerca de lo allí manifestado, presunción que conduce a tener como más conforme con la
verdad lo que al momento del matrimonio declararon los contrayentes y los testigos presenciales que aquello
que, muchos años después, sostienen quienes deponen en este procedimiento.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Óscar Carrasco A.,
Eleodoro Ortiz S. y Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor José
Fernández R. No firma este último, no obstante haber concurrido a la vista de
la causa y acuerdo del fallo, por encontrarse ausente.

Aguilera Oliva, Sandra.

Casación Fondo - Civil.

Rol Nº 4.063-99 (Santiago)

5. Artículo 768 Nº 5 Código de Procedimiento Civil. Enunciación. Proceso traído a la vista. Ponderación de
proceso traído a la vista. Omisión. Vicio. Nulidad. Vicio de nulidad

Doctrina

La exigencia impuesta por el artículo 170 Nº3 del Código de Procedimiento Civil, en relación a la causal
contenida en el artículo 768 Nº 5 del mismo Código de Procedimiento Civil, consiste en enunciar las
excepciones o defensas alegadas por el demandado, esto es, la simple exposición de unas y otras. De esta
manera, reprochándose por el recurrente que no se examina ni pondera un proceso traído a la vista en el
recurso de apelación, resulta evidente, que su reclamo apunta a que en ese fallo no se habrían analizado
determinados antecedentes, actividad ésta que supera, con mucho, la mera enunciación. En consecuencia, los
hechos invocados por el recurrente no constituyen la causal esgrimida en la materia.

SENTENCIA DE CORTE APELACIONES

Concepción, a 5 de abril de dos mil.

Visto:
En cuanto al incidente de nulidad:

Se confirma, con costas, la resolución de 7 de diciembre de 1998, escrita a fs.


120.

En cuanto al recurso de apelación de la sentencia definitiva:

Se reproduce la sentencia en alzada.

Y se tiene, además, presente:

1º.- Que en estrado la parte demandada ha alegado que en la especie ha


existido un contrato de comodato precario y no un precario ya que así se
estableció en la causa Rol Nº 59.007 del Segundo Juzgado Civil de
Concepción que se ha tenido a la vista;

2º.- Que, en efecto, en dicha causa, por sentencia de la lltma. Corte de


Apelaciones de Concepción de 17 de junio de 1993, escrita a fs. 151, se dejó
establecido que entre don Gustavo Jaime Ewert San Martín y doña Anita
Cecilia Ríos Sánchez existió un comodato precario;

3º.- Que en el punto 2º de su contestación la demandada expresa: Existe cosa


juzgada acerca de que la ocupación del menor no es a título precario, en virtud
de la causa tramitada en el Segundo Juzgado de Letras de Concepción,
rotulada Ewert / Ríos. Argumento que repite en su escrito de apelación: En
efecto, el uso y goce del inmueble le fue proporcionado al menor Jaime Ewert
Ríos.

4º.- Que el artículo 309 del Código de Procedimiento Civil prescribe que la
contestación de la demanda debe contener: 3º Las excepciones que se oponen
a la demanda y la exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en
que se apoyan; y 4º La enunciación precisa y clara consignada en la
conclusión, de las peticiones que se sometan al fallo del Tribunal. Y el artículo
312 del mismo cuerpo legal establece que en los escritos de réplica y dúplica
podrán las partes ampliar, adicionar o modificar las acciones y excepciones que
hayan formulado en la demanda y contestación, pero sin que puedan alterar las
que sean objeto principal del pleito;

5º.- Que, en consecuencia, al alegar ahora la demanda que el comodato existió


entre el antiguo dueño y ésta está alterando lo expresado en la contestación en
orden a que el comodatario era el menor;

6º.- Que, a mayor abundamiento, tanto la jurisprudencia como la doctrina en


forma constante ha dicho que el título que invoca el demandado de precario ha
de emanar del demandante, es decir, del actual dueño y que no sirve para
oponerse a la demanda un título, incluso válido, pero que sólo emana de un
dueño precedente;

7º.- Que correspondiendo al demandado probar que la tenencia en estudio la


ejerce en virtud de un título distinto que la simple tolerancia del demandante y
no habiéndole probado, debe darse por acreditada la existencia del precario
invocado como fundamento de la acción por el actor de autos.

Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 186 y siguientes del


Código de Procedimiento Civil, se confirma, con costas, la sentencia de 27 de
octubre de 1997, escrita a fs. 43.-

Regístrese y devuélvanse conjuntamente con las causas tenidas a la vista.

Redacción de la Ministro Titular señora Silvia Oneto Peirano.

Proveído por los Ministros en propiedad de la Iltma. Corte, señora María


Sanhueza Ojeda, Silvia Oneto Peirano y señor Juan C. Villa Sanhueza.

Rol Nº 1945-99.

SENTENCIA DE CORTE SUPREMA

Santiago, 19 de julio de dos mil uno.

Vistos:

En estos autos rol Nº 75.681 del Tercer Juzgado de Letras de Concepción,


sobre acción de precario, caratulados inmobiliaria e Inversiones Paracadute
Limitada con Aníta Ríos Sánchez, por sentencia de 27 de octubre de 1997, la
juez subrogante de ese tribunal acogió la demanda presentada y,
consecuentemente, ordenó la restitución del inmueble reclamado por la actora.
Conociendo del respectivo recurso de apelación, una de las salas de la Iltma.
Corte de Apelaciones de Concepción, confirmó ese fallo, por resolución de 5 de
abril de 2000.

En contra de esta última sentencia, la demandada dedujo recursos de casación


en la forma y en el fondo.

Se ordenó traer los autos en relación, respecto de ambos recursos.

Considerando:

I.- De la casación en la forma.

1º Que el recurrente esgrime la causal del artículo 768 Nº5 del Código de
Procedimiento Civil, en relación con su artículo 170 Nº3, indicando que en el
fallo impugnado se omite la necesaria enunciación de las excepciones o
defensas. Explica que, en segunda instancia, como trámite previo a la vista del
recurso, la Iltma. Corte dispuso la agregación de un proceso sustanciado ante
otro tribunal. No obstante que en dicha causa consta la existencia del
comodato precario alegado en su defensa, en el fallo recurrido no se hace ni
una sola referencia a ese expediente. De haberse examinado y ponderado, se
habría concluido que hay cosa juzgada y que se probó el comodato invocado.
2º Que la exigencia impuesta por el artículo 170 Nº3 del Código de
Procedimiento Civil consiste en enunciar las excepciones o defensas alegadas
por el demandado, esto es, la simple exposición de unas y otras. Sin embargo,
lo que en último término reprocha el recurrente al fallo impugnado es que no se
examina ni pondera un proceso traído a la vista en el recurso de apelación. Es
evidente, por lo tanto, que su reclamo apunta a que en ese fallo no se habrían
analizado determinados antecedentes, actividad ésta que supera, con mucho,
la mera enunciación. En consecuencia, los hechos invocados por el recurrente
no constituyen la causal esgrimida en la materia.

II.- De la casación en el fondo.

3º Que, en primer lugar, el recurrente denuncia la infracción de los artículos 174


y 175 del Código de Procedimiento Civil de momento que el fallo recurrido
alteraría la sentencia definitiva dictada en la causa anterior del Segundo
Juzgado de Letras de Concepción, caratulada Ewert con Ríos, respecto de la
cual se acompañó fotocopia en fojas 26 y se ratificó por el expediente traído a
la vista. Esa sentencia, asegura, está firme y provoca el efecto de cosa juzgada
que no puede desconocerse, produciéndose la infracción de ley que menciona
ya que debió reconocerse el contrato de comodato alegado por su parte,
señalado en esa sentencia.

4º Que, seguidamente, aduce el fallo de alzada contraviene el artículo 1545 del


Código Civil, pues viola la Ley del contrato, cuya existencia ha sido reconocida
legalmente en aquella sentencia firme, dictada en la causa anterior. En otro
orden, asevera que infringe el artículo 1698 del Código Civil puesto que el
contrato de comodato precario, admitido por sentencia judicial, no se ha
extinguido, sin que se haya demostrado su extinción y dado que,
contrariamente a lo sostenido en el fallo que impugna, corresponde al actor
demostrar que la tenencia del bien lo es sin previo contrato y por mera
tolerancia del dueño. De igual forma, dice, vulnera los artículos 1699 y 1700 del
Código Civil, en el sentido de que el citado documento de fojas 26 es
constitutivo de un instrumento público que, valorado conforme a derecho,
acredita el contrato de precario por el cual la señora Ríos y su hijo entraron en
la tenencia del inmueble.

5º Que, a su entender, con el fallo de alzada también se vulneran los artículos


1443, 1545, y 1280 del Código Civil, puesto que los derechos de su parte
emanan de un contrato de comodato, como ya lo reconociera un fallo anterior,
actualmente firme o ejecutoriado. Siendo así, dice, no existe la obligación de
devolver sino después del uso para el que se prestara la cosa, en la especie,
para que viva un menor de edad. Finalmente entiende conculcados los
artículos 2194 y 2195 del Código Civil, en cuanto a que resultarían aplicados a
un caso para el cual no han sido preestablecidos.

6º Que, según fluye del artículo 785 del Código de Procedimiento Civil, quedan
fuera del ámbito o del control de la casación en el fondo, aquellas cuestiones
que no han sido materia del debate y respecto de las cuales, por ende, no se
ha pronunciado la sentencia impugnada.
7º Que de lo antes reseñado es de toda evidencia que, en su aspecto medular,
los planteamientos de la recurrente giran en torno a la supuesta existencia de
un contrato de comodato precario, en cuya virtud ella habría entrado en la
tenencia del inmueble. Sin embargo, al contestar la demanda –oportunidad que
tenía para alegarlo– se limitó a aducir que habitaba el inmueble en su condición
de madre natural del menor a quien le fue entregado el bien raíz.

8º Que, por consiguiente, cuando la recurrente sustenta el error de derecho en


el desconocimiento de ese supuesto contrato de comodato, no sólo está yendo
en contra de sus propias actuaciones, observadas durante la sentencia del
juicio, sino que, por sobre todo, está haciendo valer una alegación nueva que,
como tal, resulta inaceptable e improcedente en un recurso de esta índole.

9º Que, sin perjuicio de lo expresado, cabe añadir que el presunto error de


derecho argüido en la materia, carece de influencia en lo dispositivo del fallo.
En efecto, si entre las partes de este procedimiento hubiere existido un contrato
de comodato precario, como lo asevera la recurrente, significaría que el actor
está facultado para requerir, en cualquier tiempo, la restitución de la cosa
prestada. Consecuentemente, aun si fuera efectiva la existencia de ese
contrato, se accede a una conclusión idéntica a la adoptada en la sentencia
recurrida, esto es, que la demandada debe restituir el inmueble ocupado.

10º Que, finalmente, en general, el recurso de casación en el fondo apunta a la


fijación del sentido, alcance y aplicación de normas de orden sustantivo. Siendo
así, tampoco resulta procedente ni aceptable que, bajo el pretexto de haberse
cometido un error de derecho, se planteen a través suyo asuntos o materias de
orden procesal, como lo son los relativos al efecto de cosa juzgada de las
resoluciones judiciales, máxime si el ordenamiento jurídico franquea,
precisamente, otros medios idóneos para la nulidad pretendida.

11º Que, consecuentemente, los recursos examinados no pueden prosperar en


ninguno de sus extremos.

Por estas razones y de acuerdo, además, con lo previsto en los artículos 764,
767, 768, 772 y 785 del Código de Procedimiento Civil, se rechazan los
recursos de casación en la forma y en el fondo deducidos en lo principal y
otrosí de fojas 163, respecto de la sentencia de cinco de abril de dos mil,
escrita de fojas 161 a 162.

Redacción a cargo del Fiscal Subrogante señor Meneses.

Pronunciado por los Ministros señores Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A.,
Señor Fiscal Subrogante Carlos Meneses Pizarro y los Abogados Integrantes
señores René Abeliuk M. y Franklin Geldres A.

Inmobiliaria Paracadute Ltda.

Casación Forma y Fondo - Civil.

Rol Nº 1597-00 Concepción


6. Artículo 768 Nº 5 Código de Procedimiento Civil. Falta de requisito en la sentencia

Doctrina

La sentencia, analizando la cláusula de aceleración, expresa que ella se estableció en beneficio exclusivo del
hacedor, sin hacerse cargo de su contenido, según el cual el retardo haría que se considerara vencido el plazo,
enunciado imperativo que produce su efecto por la sola ocurrencia del evento previsto, sin necesidad de
manifestación ulterior de voluntad alguna, del acreedor ni del deudor, así, esta omisión configura el vicio de falta
de un requisito de la sentencia, el contemplado en el artículo 170 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil,
configurándose la causal contemplada en el artículo 768 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil, que por
mandato del artículo 775 del mismo Código de Procedimiento Civil este tribunal debe declarar de oficio.

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 18 de enero de 2001.

Vistos:

Por sentencia de 27 de junio de 1995, escrita a fojas 76 y siguientes, la Jueza


Titular del Octavo Juzgado Civil de Viña del Mar, en juicio seguido conforme al
procedimiento previsto en el Título XII, hoy XIII, de la Ley General de Bancos,
acogió la demanda de desposeimiento, para lo cual desechó las excepciones
de prescripción total o parcial y de no empecer el título a la demandada; para
ello, tuvo en consideración que la acción deducida es la que emana de un
contrato de mutuo, y por lo tanto prescribe ordinariamente en cinco años, plazo
que debe contarse desde el vencimiento de la última cuota en que aquel se
dividió, en la medida que la cláusula de aceleración está establecida en
beneficio del acreedor; y, por otra parte, en que la segunda excepción se
fundaba en que la misma ya se había acogido en el juicio seguido por el Banco
Unido de Fomento, antecesor del demandante en el crédito, circunstancia que
impone el rechazo de la excepción, pues en el juicio referido se declaró que el
citado Banco Unido ya no era el titular del crédito, sino el Banco del Estado,
actual demandante; además, el título empece a la demandada, por cuanto ella
se adjudicó la propiedad gravada con hipoteca, en la liquidación de la sociedad
conyugal habida con el deudor personal y constituyente del gravamen;

Recurrida de casación en la forma y apelada esta sentencia por la demandada,


una Sala de la Corte de Apelaciones de Valparaíso rechazó el primer recurso y
confirmó el fallo, mediante sentencia de 27 de abril de 1999, escrita a fojas 136
y 137;

En contra de este último fallo, la demandada dedujo el recurso de casación en


el fondo que se lee a fojas 139.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

1º.- Que del mérito de los antecedentes, en especial de la escritura pública de


25 de febrero de 1981, cláusula 11ª, letra a), aparece que las partes del
contrato de mutuo pactaron que se consideraría vencido el plazo de la deuda
por el simple retardo o mora en 10 días en el pago de un dividendo, caso en el
cual podría el acreedor cobrar el total de lo adeudado a esa fecha;
2º.- Que la sentencia, analizando la dicha cláusula, ha expresado en su noveno
motivo que ella se estableció en beneficio exclusivo del acreedor, sin hacerse
cargo de su contenido, según el cual un retardo de diez días haría que se
considerara vencido el plazo, enunciado imperativo que produce su efecto por
la sola ocurrencia del evento previsto, sin necesidad de manifestación ulterior
de voluntad alguna, del acreedor ni del deudor;

3º- Que la referida omisión de consideraciones configura el vicio de falta de un


requisito de la sentencia, en la especie, el contemplado en el Nº 4 del artículo
170 del Código de Procedimiento Civil; y este vicio ha influido en lo decisorio de
la sentencia, por cuanto de haberse hecho cargo del acápite referido, los
jueces habrían debido concluir que la caducidad del plazo no dependía de la
voluntad del acreedor, sino del solo hecho del retardo, por lo que la totalidad de
la deuda se hizo exigible el día 2 de diciembre de 1983, fecha desde la cual
transcurre íntegramente el término de prescripción, antes de notificarse la
demanda, el 18 de julio de 1992, lo que habría conducido a acoger la
excepción de prescripción total;

4º.- Que el vicio antes señalado, configura la causal de casación en la forma


contemplada en el Nº 5 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, que
por mandato de su artículo 775, este Tribunal debe declarar de oficio;

Por estas consideraciones, y de conformidad con lo dispuesto en los artículos


764, 767, 775, 786 y 808 del Código de Procedimiento Civil, actuando de oficio,
se anula la sentencia definitiva de veintisiete de abril de mil novecientos
noventa y nueve, que se lee a fojas 136, y se la reemplaza por la que a
continuación se dicta.

En atención a lo resuelto, se tiene por no interpuesto el recurso de casación


que se lee a fojas 139.

Se previene que el Ministro Sr. Rodríguez concurre a casar de oficio la


sentencia antes citada teniendo únicamente en consideración que dicho fallo, al
confirmar el de primer grado y desechar, de este modo, la excepción de
prescripción parcial opuesta por la demandada, no contiene consideraciones de
derecho que le sirvan de fundamento para estimar que las obligaciones
emanadas del mutuo hipotecario sólo se hicieron exigibles a contar desde el
vencimiento de la última de las cuotas, pactadas, no comenzando a correr
plazo de prescripción alguno antes de la fecha de tal vencimiento, en
circunstancias que de acuerdo con lo previsto en los artículos 95 y 103 del
texto en vigor de la Ley General de Bancos, antes 90 y 98 de la misma, las
personas que contratan préstamos en letras de crédito se obligan a pagarlos en
las cuotas o dividendos que el contrato fija, los que comprenden amortización,
interés y comisión, tienen cada uno de ellos fecha de vencimiento y cuyo pago
es exigible a contar del término del plazo estipulado para su pago, todo lo cual
ha ocurrido en el contrato de mutuo de autos. La omisión anotada deja de
cumplir con el requisito contemplado en el Nº 4 del artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil, incurriendo así en la causal 5ª del artículo 768 del mismo
cuerpo legal, vicio que ha influido en lo dispositivo de la sentencia por cuanto,
de haber considerado el aspecto omitido, los sentenciadores habrían debido
concluir que en el contrato de mutuo no se estipuló una sola fecha de
vencimiento y de exigibilidad de obligación sino tantas como correspondían a
las cuotas de pago parcial convenidas en el mismo documento, lo que habría
conducido a acoger en cuanto correspondiere en derecho la excepción de
prescripción parcial opuesta subsidiariamente por la demandada.

Regístrese.

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S.,
Enrique Tapia W. y Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor Fernando
Castro A. No firma el Abogado Integrante señor Castro, no obstante haber
concurrido a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por encontrarse ausente.

Rol Nº 1.901-99.

SENTENCIA DE REEMPLAZO

Santiago, 18 de enero de 2001.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 786 del Código de


Procedimiento Civil, se dicta la siguiente sentencia de reemplazo:

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada, con excepción de sus fundamentos


noveno, décimo y undécimo, que se eliminan;

Y teniendo, en su lugar, y además presente, lo reflexionado en el fallo de


casación que antecede, se revoca la sentencia apelada, que es de veintisiete
de junio de mil novecientos noventa y cinco escrita a fojas 76 y siguientes, en
cuanto por ella se rechaza la excepción de prescripción, declarándose que se
la acoge íntegramente y, por ende, que se niega lugar a la demanda de fojas 1.

Acordada con el voto en contra del Ministro Sr. Rodríguez, quien previa
eliminación de sus fundamentos 9º, 10º, 11º y 12º, estuvo por confirmar la
sentencia apelada sólo en cuanto acoge la demanda de desposeimiento
respecto de las cuotas no prescritas de la obligación cobrada, pero revocándola
en cuanto rechaza íntegramente la excepción de prescripción parcial opuesta
en autos y en cuanto condena al pago del total de costas, resolviendo, en su
lugar, que se acoge en parte dicha excepción, según se dirá, como también
que se condena a la mitad de las costas causadas.

Tuvo para ello presente las siguientes consideraciones:

1º) Que de acuerdo con la estipulación sobre caducidad anticipada de


obligaciones de vencimiento futuro contenida en la escritura pública de mutuo
hipotecario de 23 de febrero de 1981, que sirve de título a la ejecución, la
deuda equivalente a U.F. 1.800 debía pagarse en el plazo de 12 años, por
medio de dividendos anticipados, mensuales y sucesivos con vencimientos a
contar del 1º de enero de 1981, conviniéndose que el no pago de una
cualquiera de las cuotas pactadas por más de 10 días, facultaría al Banco
acreedor para exigir el pago inmediato del total de la obligación que estuviere
pendiente, como si fuere de plazo vencido. Así, en la referida escritura no se
estipuló una sola fecha de vencimiento sino tantas como correspondían a las
cuotas convenidas en el mismo documento;

2º.- Que la mencionada cláusula de aceleración como suele denominársele,


contiene una facultad entregada al acreedor para exigir el pago total de
obligaciones adeudadas en el caso que la deudora no pagare una cualquiera
de las cuotas. De este modo, producido el incumplimiento de la deudora, nacía
la facultad del acreedor para hacer exigibles las obligaciones pendientes de
pago; antes de ello, obviamente, no existía tal facultad. De allí que la
exigibilidad anticipada de la obligación no operaba en forma automática y ajena
a su voluntad. Resulta evidente, entonces, que tal facultad estaba pactada en
beneficio del acreedor, de la cual éste podía o no hacer uso, porque en derecho
nada le impedía cobrar judicialmente a la deudora una o más cuotas vencidas e
insolutas, en cuyo evento correría en favor de esta última el plazo de
prescripción correspondiente a contar desde la fecha de exigibilidad de cada
cuota vencida.

Parece erróneo, entonces, interpretar lo pactado en la escritura pública de


autos en el sentido que, por un simple atraso en el pago, de cualquier cuota, el
acreedor estuviera imperativa y necesariamente obligado, de inmediato, a
exigir el pago total de la deuda insoluta, operando de antemano una especie de
caducidad automática del plazo futuro. Resulta absurdo que el acreedor, en vez
de estipular una facultad u opción a su favor, terminare pactando una
obligación para sí mismo, perjudicial a su libertad de acción frente al deudor
incumplidor;

3º.- Que ejercido por el acreedor, como en el caso de autos, el derecho a


cobrar judicialmente el saldo insoluto de la deuda, formado tanto por las cuotas
de plazo vencido como por todas aquellas de vencimiento futuro cuyos plazos
caducarían anticipadamente, es menester que la deudora tome conocimiento
que su acreedor ha invocado su derecho de obtener el pago total e íntegro de
su acreencia. Dicho conocimiento sólo lo adquiere la deudora cuando se le
notifica la demanda judicial mediante la cual el acreedor ejerce su acción en tal
sentido y se le requiere del pago, lo que en el caso de autos acaeció el 18 de
julio de 1992, según lo establecido en la sentencia recurrida;

4º.- Que, en la situación anotada, sólo correspondería declarar la prescripción


extintiva de la acción ejecutiva intentada en autos, únicamente respecto de
aquellas cuotas o dividendos que el deudor debió solucionar antes del 18 de
julio de 1989, pero no respecto de las demás cuotas o dividendos
comprendidos en el monto cobrado en este proceso puesto que al 18 de julio
de 1992 el plazo de prescripción de tres años contemplado en el artículo 2515
del Código Civil no se había cumplido a su respecto. Como la sentencia en
alzada desestimó íntegramente la excepción de prescripción parcial alegada,
se ha interpretado en forma errada el contrato de autos, contraviniéndose el
artículo 1545 del Código Civil como también los artículos 2514 y 2515 del
mismo cuerpo legal y 95 y 103, antes 90 y 98, de la Ley General de Bancos;
5º.- Que, en la situación anotada precedentemente, sólo correspondía rechazar
la excepción de prescripción extintiva subsidiariamente intentada en autos
únicamente respecto de las cuotas arriba precisadas, pero no respecto de las
demás cuotas comprendidas en el monto cobrado en este proceso, puesto que
a la fecha de notificación y requerimiento pre-cedentemente anotada, el plazo
de prescripción aplicable no se había cumplido a su respecto.

Regístrese y devuélvase con sus agregados.

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S.,
Enrique Tapia W. y Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor Fernando
Castro A. No firma el Abogado Integrante señor Castro, no obstante haber
concurrido a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por encontrarse ausente.

Rol Nº 1.901-99.

Santiago, 23 de enero de 2001.

No habiéndose la sentencia que procede en su oportunidad, notifíquese con


esta fecha, conjuntamente con la presente resolución.

Proveído por la Excma. Corte Suprema Presidente señor Ortiz, Ministros


señores Rodríguez y Espejo y los Abogados Integrantes señores Fernández y
Abeliuk.

Banco del Estado de Chile.

Casación Fondo-Civil.

Rol Nº 1.901-99 (Valparaíso)

7. Recurso de casación en el fondo declarado de oficio. Artículo 775 del Código de Procedimiento Civil,
invalidación de oficio de las sentencias. Vicio procesal del artículo 170 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil,
falta de consideraciones de hecho en el fallo

Doctrina

De conformidad a los artículos 686 y 2505 del Código Civil, la prescripción se cuenta desde la inscripción de un
nuevo título, vale decir, desde la fecha de la inscripción en el Registro pertinente y no desde la anotación en el
repertorio; salvo que, en concepto del Conservador, exista alguna circunstancia que impida la dicha inscripción,
pues en tal caso se anotará presuntivamente el título en el repertorio y la fecha de esa diligencia será la de la
inscripción, si los defectos se subsanan antes de transcurrir sesenta días desde la anotación presuntiva;

En consecuencia, para contar el término de la prescripción en la forma señalada en la sentencia es menester


que se establezca que, en principio, se rechazó la inscripción del título del demandado; al respecto, el fallo
impugnado no contiene consideración alguna de la que se desprenda que, en la especie, el plazo prescriptivo
debía contarse desde una anotación presuntiva, ni se refiere a cuáles habrían sido las circunstancias que
autorizaban esa especial manera de computar el término del artículo 2508;

La omisión referida constituye el vicio de falta de consideraciones de hecho, requisito exigido por el artículo 170
Nº 4 del Código de Procedimiento Civil, vicio que en concepto de este Tribunal resulta bastante para tener por
configurada la causal de casación formal contemplada en el Nº 5 del artículo 768 del mismo Código, por cuanto
de no haberse omitido las referencias antes aludidas, en ausencia de las circunstancias justificatorias de los
artículos 13 y 14 del Reglamento, los jueces del fondo habrían concluido que el demandado era poseedor
inscrito desde el 25 de marzo de 1992, por lo que al notificársele la demanda el 22 de marzo de 1997, aún no
cumplía con el plazo establecido en el artículo 2508 del Código Civil y, por ende, habrían rechazado la
excepción que, sin fundamento suficiente, acogieron en su decisión final.

SENTENCIA DE CASACIÓN

Santiago, 27 de septiembre de 2000.

Vistos:

Por sentencia de 29 de diciembre de 1998, escrita a fojas 224 y siguientes, la


juez subrogante del Cuarto Juzgado Civil de Rancagua acogió la demanda de
autos, ordenando la restitución del predio al actor, cancelándose las
inscripciones que amparaban la posesión del demandado; para así decidirlo, el
tribunal tuvo en consideración que la documental producida en autos es
suficiente para tener por acreditado el dominio del demandante y la posesión
del demandado, como asimismo que esta última se interrumpió el 22 de marzo
de 1992, lo que ha impedido que el demandado gane el dominio por
prescripción ordinaria;

Recurrida de casación en la forma y apelada por el citado de evicción, y


apelada también por el demandado, una Sala de la Corte de Apelaciones de
Rancagua, mediante fallo de 13 de octubre de 1999, escrito a fojas 292 y
siguientes rechazó la casación formal y, conociendo de las apelaciones, revocó
el fallo y acogió la excepción de prescripción extintiva; para ello, la Corte tuvo
en consideración que la prescripción, extintiva o adquisitiva, puede alegarse
como acción o excepción, dependiendo de la posición procesal del interesado
en ella; que el demandado es un poseedor de buena fe, cuyo título es un
contrato de compraventa que data del 11 de diciembre de 1991, y que no ha
sido atacado de nulidad; y que, contado el término de prescripción desde la
fecha de la anotación de la referida compraventa en el repertorio, esto es,
desde el 13 de marzo de 1992, al notificarse la demanda de autos el 22 de
marzo de 1997 se había cumplido el término pertinente.

En contra de esta última sentencia, la parte demandante dedujo los recursos de


casación en la forma y en el fondo que se leen a fojas 310.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

1º.- Que la sentencia, para acoger la excepción de prescripción, ha declarado


que la fecha del título del demandado debe contarse desde la anotación en el
repertorio, por expreso mandato del artículo 17 del Reglamento del Registro
Conservatorio de Bienes Raíces;

2º.- Que, por lo anterior, resulta pertinente indagar si la exigencia de un título


inscrito para contar el término de la prescripción puede o no ser modificada por
el Reglamento del Conservador; sobre este punto, cabe traer a colación que los
artículos 12 y 13 del citado cuerpo normativo imponen al Conservador el deber
de inscribir en el registro respectivo los títulos que se le presenten, no pudiendo
rehusar ni retardar dicha diligencia, salvo en los casos que ejemplifica aquel
reglamento en sus artículos 13 y 14, circunstancia en que tendrá lugar lo
dispuesto en sus artículos 15 y siguientes;

3º.- Que de lo dicho se desprende que, de conformidad a los artículos 686 y


2505 del Código Civil, la prescripción se cuenta desde la inscripción de un
nuevo título, vale decir, desde la fecha de la inscripción en el Registro
pertinente y no desde la anotación en el repertorio; salvo que, en concepto del
Conservador; exista alguna circunstancia que impida la dicha inscripción, pues
en tal caso se anotará presuntivamente el título en el repertorio y la fecha de
esa diligencia será la de la inscripción, si los defectos se subsanan antes de
transcurrir sesenta días desde la anotación presuntiva;

4º.- Que, en consecuencia, para contar el término de la prescripción en la


forma señalada en la sentencia es menester que se establezca que, en
principio, se rechazó la inscripción del título del demandado; al respecto, el fallo
impugnado no contiene consideración alguna de la que se desprenda que, en
la especie, el plazo prescriptivo debía contarse desde una anotación
presuntiva, ni se refiere a cuáles habrían sido las circunstancias que
autorizaban esa especial manera de computar el término del artículo 2508;

5º.- Que la omisión referida constituye el vicio de falta de consideraciones de


hecho, requisito exigido por el artículo 170 Nº 4 del Código de Procedimiento
Civil, vicio que en concepto de este Tribunal resulta bastante para tener por
configurada la causal de casación formal contemplada en el Nº 5 del artículo
768 del mismo Código, por cuanto de no haberse omitido las referencias antes
aludidas, en ausencia de las circunstancias justificatorias de los artículos 13 y
14 del Reglamento, los jueces del fondo habrían concluido que el demandado
era poseedor inscrito desde el 25 de marzo de 1992, por lo que al notificársele
la demanda el 22 de marzo de 1997, aún no cumplía con el plazo establecido
en el artículo 2508 del Código Civil y, por ende, habrían rechazado la excepción
que, sin fundamento suficiente, acogieron en su decisión final;

6º.- Que configurado un vicio que puede dar lugar a la casación, este Tribunal
debe declararla de oficio, por expreso mandato del artículo 775 del Código de
Procedimiento Civil.

Por estas consideraciones y de conformidad con lo dispuesto en los artículos


764, 767, 768, 775, 786 y 808, se anula la sentencia de trece de octubre de mil
novecientos noventa y nueve, escrita a fojas 292 y siguientes, en la parte que
se pronuncia sobre los recursos de apelación deducido, y se la reemplaza por
la que a continuación se dicta separadamente.

En atención a lo resuelto, se omitirá pronunciamiento sobre el recurso de


casación en la forma deducido en lo principal de fojas 310, y se tendrá por no
interpuesto el de casación en el fondo también deducido.

Regístrese.

Pronunciado por los Ministros señores Eleodoro Ortiz S., Jorge Rodríguez A.,
José Luis Pérez Z. y los Abogados Integrantes señores José Fernández R. y
Arnaldo Gorziglia B. No firma el Abogado Integrante señor Gorziglia, por
encontrarse ausente, no obstante haber concurrido a la vista del recurso y
acuerdo del fallo.

Rol Nº 4.184-99.

SENTENCIA DE REEMPLAZO

Santiago, 27 de septiembre de 2000.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 786 del Código de


Procedimiento Civil, se dicta la siguiente sentencia de reemplazo:

Vistos:

Se confirma la sentencia apelada, que es de veintinueve de diciembre de mil


novecientos noventa y ocho y que se lee a fojas 224 y siguientes,
complementada por la de veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y
nueve, que corre a fojas 259.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Eleodoro Ortiz S., Jorge Rodríguez A.,
José Luis Pérez Z. y los Abogados Integrantes señores José Fernández R. y
Arnaldo Gorziglia B. No firma el Abogado Integrante señor Gorziglia, por
encontrarse ausente, no obstante haber concurrido a la vista del recurso y
acuerdo del fallo.

Brosio Domingo Simón.

Casación Forma y Fondo - Civil

6. CAUSAL DEL ARTíCULO 768 Nº 6

DEL CóDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

6ª En haber sido dada contra otra pasada en autoridad de cosa juzgada, siempre que ésta se haya alegado
oportunamente en el juicio;

1. Objetivo y requisitos de la cosa juzgada para ser alegada como causal del artículo 768 Nº 6. Recurso de
casación en la forma, rechazado

Doctrina

La cosa juzgada es una institución jurídica que tiene por objeto impedir un nuevo pronunciamiento sobre
materias respecto de las cuales ha recaído decisión, para lo cual debe darse una triple identidad entre ambos
pronunciamientos, que es en donde deben existir tales exigencias legales.

Para alegar, en un mismo juicio, la causal de casación formal del Nº 6 del artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil, la última decisión debe haber desconocido otra anterior que produce los efectos de cosa
juzgada, esto es, que exista identidad legal de las partes (sujeto), de la cosa pedida (objeto) y de la causa de
pedir, lo que no aparece satisfecho íntegramente en estos autos, toda vez que no existe idéntico fundamento en
las sentencias de la Corte de Apelaciones de que se trata, al desestimar el incidente de nulidad por no ser la vía
procesal adecuada para reclamar el presunto vicio y la última hace uso de sus facultades propias para corregir
una errónea apreciación de la ley al configurar el título ejecutivo. En definitiva no hay identidad en la causa de
pedir, por lo que el capítulo de la casación debe ser desestimado y el recurso rechazado.

SENTENCIA DE CASACIÓN

Santiago, 10 de agosto de 1994.

En estos autos Rol Nº 19.787 del Juzgado Civil de Quilpué, caratulados Pedro
Arraztoa Arcizar con Jorge Soffia Villalón, por sentencia de primera instancia,
de fecha veinte de septiembre de mil novecientos noventa, escrita desde fojas
170 a 171 vuelta, se desechó la excepción opuesta a la ejecución y se acogió
la demanda ordenando seguir adelante con la ejecución.

Conociendo por la vía del recurso de apelación la Corte de Apelaciones de


Valparaíso, en sentencia de fecha cuatro de octubre de mil novecientos
noventa y uno, escrita de fojas 182 a 184, omite pronunciarse sobre dicho
recurso y actuando de oficio repone la causa al estado de no hacer lugar a
despachar mandamiento de ejecución y embargo solicitado en lo principal de
fojas 24.

En contra de la sentencia de la Corte de Apelaciones la actora dedujo recurso


de casación en la forma en lo principal de fojas 187, fundado en la causal 6ª del
artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, recurso que fue concedido y
esta Corte dispuso traer los autos en relación.

Considerando:

1º.- Que el capítulo de la casación formal se basa en que la Corte de


Apelaciones no pudo revisar la corrección del procedimiento por un presunto
vicio que fue impugnado por un incidente de nulidad, siendo desestimado en
primera, segunda instancia y recurridas de queja las respectivas resoluciones
fueron desestimados los recursos, existiendo respecto del vicio invocado
resolución que produce los efectos de cosa juzgada, no pudiendo ser revisado
posteriormente por la Corte de Apelaciones. Expresa que se cumple la triple
identidad, especialmente en lo referente a la causa y cosa pedida, lo que se
aplica al ámbito disciplinario. El artículo 773 del cuerpo de leyes referido es la
ley que concede el recurso y el vicio observado influye substancialmente en lo
dispositivo del fallo, solicitando que se case la sentencia recurrida;

2º.- Que, para una acertada resolución del recurso, es útil precisar que el
incidente de nulidad interpuesto en lo principal de fojas 26 tiene por
fundamento la inaplicabilidad del procedimiento realizado en autos con el fin de
configurar un título ejecutivo por no cumplirse los presupuestos legales del
artículo 435 del Código de Procedimiento Civil y lo prescrito en el artículo 111
de la Ley Nº 18.092; la sentencia de primera instancia escrita a fojas 40
desestima su mérito, negando lugar a acoger el artículo, pero la Corte de
Apelaciones al conocer del recurso de apelación interpuesto en contra de dicha
sentencia, a fojas 49 tiene únicamente presente que los hechos en los cuales la
parte funda la incidencia de nulidad promovida en lo principal del escrito de
fojas 26 de los autos originales y a fojas 30 de las compulsas, no constituyen
vicios de procedimiento en juicio ejecutivo, sino que son materia de alguna de
las excepciones previstas en el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil,
lo que constituye un rechazo de la incidencia por no ser el procedimiento
adecuado para reclamar el vicio, pero no importa pronunciamiento en torno al
fundamento de ella.

Por otra parte, los recursos de queja interpuestos en contra de la resolución de


primera instancia que resolvió el incidente y la de segunda que confirmó dicha
decisión fueron rechazados por no existir falta o abuso en su dictación, sin
pronunciarse en torno al problema de procedimiento que se planteara;

3º.- Que también es imprescindible señalar que la sentencia recurrida de fojas


182, anula lo obrado al estimar que no fue correcto dar por auténtica la firma
del aceptante en una letra prescrita, empleando el procedimiento del artículo
111 de la Ley Nº 18.092, considerando que el documento no fue esgrimido
como letra de cambio y que se solicitó la preparación de la vía ejecutiva
conforme lo dispone el artículo 435 del Código de Procedimiento Civil, negando
tanto la firma como la deuda el ejecutante, lo que debió determinar la
conclusión de dicha gestión preparatoria y no como ocurrió de tener por
configurado un título ejecutivo;

4º.- Que la cosa juzgada es una institución jurídica que tiene por objeto impedir
un nuevo pronunciamiento sobre materias respecto de las cuales ha recaído
decisión, para lo cual debe darse una triple identidad entre ambos
pronunciamientos, que es en donde deben existir tales exigencias legales.

Por otra parte, para alegar, en un mismo juicio, la causal de casación formal del
Nº 6 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, la última decisión debe
haber desconocido otra anterior que produce los efectos de cosa juzgada, esto
es, que exista identidad legal de las partes (sujeto), de la cosa pedida (objeto) y
de la causa de pedir, lo que no aparece satisfecho íntegramente en estos
autos, toda vez que no existe idéntico fundamento en las sentencias de la
Corte de Apelaciones de Valparaíso, escrita de fojas 149 y 182, al desestimar el
incidente de nulidad por no ser la vía procesal adecuada para reclamar el
presunto vicio y la última hace uso de sus facultades propias para corregir una
errónea aplicación de la ley al configurar el título ejecutivo. En definitiva no hay
identidad en la causa de pedir, por lo que el capítulo de la casación debe ser
desestimado y el recurso rechazado.

Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 767, 787 y 809 del Código de
Procedimiento Civil, se declara sin lugar el recurso de casación en la forma
deducido en lo principal de fojas 187, por el abogado Pedro Arraztoa Ancizar,
en representación de la Sociedad Productos Industriales de Exportación
Limitada, en contra de la sentencia de fecha cuatro de octubre de mil
novecientos noventa y uno, escrita de fojas 182 a 184, con costas del recurso,
en las que se condena solidariamente a la parte que lo entabló y el abogado
que obra en su representación.

Se aplica a beneficio fiscal y con la destinación legal la suma que debió


consignarse para interponer el recurso. Gírese cheque por la Corte de
Apelaciones de Valparaíso, con cargo al certificado de depósito agregado en
fotocopia a fojas 186.

Regístrese y devuélvase.

Rol Nº 18.520.

Pronunciado por los Ministros señores Lionel Béraud Poblete, Oscar Carrasco
Acuña, Guillermo Navas Bustamante y los Abogados Integrantes señores
Fernando Castro Alamos y Germán Vidal Duarte.

2. Artículo 768 Nº 6 Código de Procedimiento Civil. Cosa juzgada. Causa pedir

Doctrina

Para los efectos de la excepción de cosa juzgada, los jueces del fondo para su rechazo, han confundido el
fundamento inmediato del derecho deducido en juicio, con las causas remotas del mismo, cuales son en un
caso la compraventa y, en el otra, la prescripción en cuanto la primera es un título apta para adquirir, mientras
que la segunda constituye derechamente un modo adquisitivo del dominio. En ambos casos el fundamento de la
alegación es la calidad de dueña del bien, por haberlo adquirido por dos medios diversos, cuestión ésta última
que no altera la causa de pedir de ambas pretensiones, el derecho real de dominio que constituye una unidad
conceptual perfectamente diferenciable de sus causa o fuentes y que por sí sólo constituye el antecedente
esencial de toda petición de restitución de la cosa corporal sobre la cual recae.

SENTENCIA TRIBUNAL DE LETRAS

Tomé, 11 de julio de 1996.

Vistos:

A fs. 5, se presenta doña Ema de las Mercedes González Reyes, labores de


casa, domiciliada en Avenida Werner Nº 2717 de Tomé, quien entabla demanda
reivindicatoria en contra de don Juan Carlos Venegas Hernández, comerciante,
domiciliado en calle Irarrázaval Nº 589 de la Comuna de Puente Alto y en
contra de don Eduardo Andrade, ignora segundo apellido y profesión,
domiciliado en Avenida Werner Nº 2684 de esta localidad, fundada en que es
dueña del inmueble ubicado en Avenida Werner Nº 2684, Población 18 de
Septiembre de esta localidad, que tiene una superficie aproximada de 204,67
metros cuadrados y con los deslindes que indica y debidamente inscrito a su
nombre, la que fue practicada al amparo del decreto ley Nº 2.695. Que este
mismo inmueble lo compró el demandado por escritura pública de fecha 25 de
junio de 1993 a doña Marina Illanes Andrade, es decir, que el inmueble
respecto del cual la ley le atribuye la calidad de dueña, es el mismo inmueble
que posee, mediante posesión inscrita, el demandado, ya que en ambas
inscripciones se alude a un inmueble ubicado en la misma población, en la
misma avenida, es el mismo número y mismo rol de avalúo y que según el
artículo 915 del Código Civil la acción reivindicatoria se aplica también en
contra de quien poseyendo en nombre de otro, retenga indebidamente el
inmueble, aunque lo haga sin ánimo de dueño, que éste es el caso del señor
Andrade.

Solicita que el Tribunal declare que es dueña del inmueble ya singularizado;


que los demandados deberán restituir el inmueble dentro de tercero día de
ejecutoriado el fallo; que deberán ser reputados poseedores de mala fe, pues
Venegas compró a sabiendas que era la poseedora del referido inmueble y que
se les condene en costas.

A fs. 19 vta., el demandado don Juan Venegas Hernández por intermedio de su


apoderado don Ricardo Salgado, contestando la demanda, solicita su rechazo,
con costas, ya que es dueño y como tal está en posesión del bien raíz
pretendido por la actora ya que lo compró por escritura pública de fecha 25 de
junio de 1993 a doña Marina Illanes Andrade, título debidamente inscrito; que la
demandante recurrió al procedimiento del decreto ley Nº 2.695 para constituir
en su favor el dominio de este inmueble y que con el título de dominio que tiene
fue lanzada por la fuerza pública en virtud de sentencia judicial en causa de
reivindicación caratulada Venegas con González, por lo que no ha sido
poseedora regular del inmueble que reclama.

A fs. 66, el demandado Sr. Venegas duplicó reproduciendo los fundamentos de


hecho y de derecho expuestos en la contestación e invoca la excepción de
cosa juzgada, puesto que existe causa de reivindicación entre las mismas
partes y en que se ordenó restituir la misma propiedad en dicho juicio. El actor
no evacuó el trámite de la réplica.

A fs. 68, se recibió la causa a prueba y se fijaron los puntos que se estimaron
del caso.

A fs. 83 vta., se citó a las partes a oír sentencia.

Con lo relacionado y considerando:

Primero: Que a fs. 5 doña Ema de las Mercedes González Reyes, ya


individualizada, interpone demanda de reivindicación en contra de don Juan
Venegas Hernández y de don Eduardo Andrade, antes individualizados,
fundada en que consta de la inscripción de dominio que acompaña que es
dueña del inmueble ubicado en la Avenida Werner Nº 2684 de la Población 18
de Septiembre de esta localidad, con una superficie aproximada de 204,67
metros cuadrados y con los deslindes que indica, inscripción que está vigente
desde hace más de un año y que fue practicada al amparo de las
prescripciones del decreto ley Nº 2.695; que el demandado señor Venegas
compró por escritura pública de fecha 25 de junio de 1993 a doña Marina
Illanes Andrade el siguiente inmueble; un bien raíz compuesto de sitio y casa
ubicado en calle Avenida Werner Nº 2684 de la Población 18 de Septiembre,
que corresponde al Lote 2 de la Manzana 2 del Plano de Loteo de dicha
Población y que según sus títulos deslinda: Norte, Lote 3; Sur, Avenida Werner;
Oriente, Lote 15 y Poniente, Lote 1 y que el señor Andrade es el mero tenedor
del inmueble por cuenta de Venegas. Que el inmueble que es de su dominio es
el mismo que posee mediante posesión inscrita el demandado y que el artículo
915 del Código Civil dispone que la acción reivindicatoria se aplica también en
contra de quien poseyendo en nombre de otro, retenga indebidamente el
inmueble, aunque lo haga sin ánimo de dueño y este último es el caso del Sr.
Andrade.
Segundo: Que a fs. 19 vta., el demandado don Juan Venegas Hernández,
contestando la demanda solicita su rechazo, ya que está en posesión del bien
raíz pretendido por la actora porque lo compró a doña Marina Illanes Andrade y
que se encuentra debidamente inscrito y que la señora González no ha sido
poseedora regular de la propiedad ya que lo inscribió fraudulentamente
mediante las normas del decreto ley Nº 2.695. Que en el escrito de dúplica la
misma actora a fs. 66, interpone la excepción de cosa juzgada, ya que existe
en este tribunal otra causa de reivindicación seguida entre las mismas partes,
en que se discutió la misma propiedad y en que el tribunal acogió la demanda y
ordenó la restitución de la especie, que es la misma propiedad que ahora
pretende la actora.

Tercero: Que en lo relativo a esta alegación de cosa juzgada, que la actora la


ha hecho valer como excepción de fondo, se debe tener presente que en este
tribunal se siguió la causa Rol Nº 46.461 sobre juicio reivindicatorio, caratulado
Juan Carlos Venegas Hernández con Ema González Reyes, ordenado tener a
la vista, y en que el primero ha interpuesto acción de dominio en contra de
doña Ema González Reyes, para que ésta le restituya la casa y sitio ubicada en
calle Werner Nº 2684, de la Población 18 de Septiembre de esta comuna, que
corresponde al Lote Nº 2 de la Manzana 2 y que tiene los siguientes deslindes:
Norte, Lote 3; Sur, Avenida Werner; Oriente, Lote 15 y Poniente, Lote 1. Que
por sentencia definitiva de fecha 31 de enero del año 1994, escrita a fs. 27 de
dicho expediente, se acogió dicha demanda y se ordenó restituir a don Juan
Venegas Hernández la propiedad antes aludida y que es la misma que es
objeto de discusión en el presente juicio, resolución que se encuentra firme y
ejecutoriada.

Cuarto: Que de estos claros antecedentes se infiere con toda nitidez que
estamos enfrentados ante la institución de cosa juzgada, ya que han
intervenido en ambos juicios las mismas partes y en idéntica calidad, ha
existido en ambos juicios identidad de cosa pedida y existe entre ellos el mismo
fundamento inmediato del derecho deducido, es decir, se da la triple identidad a
que se refiere el artículo 177 del Código de Procedimiento Civil, por lo que es
forzoso acoger la alegación de cosa juzgada interpuesta por el demandado Sr.
Juan Venegas Hernández.

Por estas consideraciones y atendido a lo dispuesto en los artículos 174, 175,


177 y 254 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, se declara: Que se
desestima la demanda interpuesta a fs. 5 por doña Ema González Reyes, en
todas sus partes y que se acoge la excepción de cosa juzgada interpuesta a fs.
66 por don Juan Venegas Hernández.

Que se condena en costas a la parte vencida.

Anótese, regístrese y notifíquese.

Dictó el señor José Bernardo Burgos Flores, Juez Letrado Titular.

CORTE DE APELACIONES
Concepción, 3 de septiembre de 1999.

Visto:

Se eliminan de la sentencia apelada el considerando cuatro y las citas legales;


se la reproduce en lo demás y se tiene también y en su lugar presente:

1º.- Que respecto de la excepción de cosa juzgada opuesta por el demandado,


entendida como el instrumento del cual se vale la parte que es demandada en
juicio para invocar la inmutabilidad de la sentencia y enervar o destruir la
pretensión de la demanda, es necesario analizar si existe la triple identidad a
que se refiere el artículo 177 del Código de Procedimiento Civil, pues en tal
caso sólo cabría acogerla.

2º.- Que el Nº 1 del artículo 177 citado exige para que prospere la excepción de
cosa juzgada que entre la nueva demanda y la anteriormente resuelta por fallo
firme exista identidad legal de personas, requisito que en la especie concurre,
al ser contrapartes en ambas causas Juan Carlos Venegas Hernández y Ema
González Reyes.

3º.- Que conforme a lo dispuesto en los Nºs. 2 y 3 del referido artículo 177, la
alegación de la excepción de cosa juzgada exige también que entre la nueva
demanda y la anteriormente resuelta por sentencia firme exista identidad de
cosa perdida e identidad de causa de pedir.

El conjunto de estas dos identidades determina la materia de la causa, el tema


o contenido de la litis, que debe ser el mismo en el juicio anteriormente fallado
por sentencia firme y en la demanda del proceso en que se invoca esta
excepción. Esto significa que el hecho jurídico en que se funda la pretensión
sea el mismo y que el beneficio jurídico pedido también lo sea.

4º.- Que el objeto del litigio, según el tratadista Alsina, es el bien que se pide
concretamente en la demanda, no la cosa material o corporal, sino la utilidad o
ventaja que con ella se pretende. Es incuestionable que en ambos juicios se
trata de la reivindicación del inmueble en litigio.

5º.- Que corresponde analizar si el hecho en que se funda la pretensión de la


actora es el mismo que se invocó y fue resuelto en el proceso Rol Nº 46.461
que se tiene a la vista. La causa de pedir es idéntica cuando en el nuevo juicio
se invoca el mismo hecho específico ya invocado en el anterior, pero no habrá
identidad de causa cuando aquel que en un juicio de reivindicación ha
sucumbido por no haber demostrado la existencia de la compraventa como
fundamento jurídico de su propiedad, intenta un nuevo juicio con el mismo
objeto, si bien alegando un título constitutivo como es la prescripción, lo que ha
ocurrido en la especie. De esta manera, y no concurriendo la triple identidad
exigida por la ley, debe rechazarse la excepción de cosa juzgada opuesta por
la parte de Juan Carlos Venegas Hernández.

6º.- Que no hay duda que el inmueble objeto de la acción reivindicatoria es el


mismo que cada parte sostiene como de su dominio. Para la demandante Ema
de las Mercedes González Reyes, la propiedad está ubicada en Avenida
Werner 2684, Población 18 de Septiembre de la comuna de Tomé, de 204.67
metros cuadrados aproximadamente y deslinda: Norte, Pedro Enrique
Rodríguez Reyes en 9.70 metros; Este, Juan Medina Moena en 21.10 metros;
Sur, Avenida Werner en 9.70 metros y Oeste, Tabita del Carmen Arias Ceballos
en 21.10 metros y su rol de avalúos es el 639-15. Para el demandado Juan
Carlos Venegas Illanes, el inmueble está ubicado en Avenida Werner 2684 de
la población citada, y corresponde al Lote Nº 2 de la Manzana 2 del plano de
loteo y deslinda: Norte, Lote 3; Sur, Avenida Werner; Oriente, Lote 15 y
Poniente, Lote 1, y se tiene el mismo rol de avalúos indicado. Así consta de las
respectivas inscripciones en el Registro de Propiedad que rolan a fs. 1 y 3.

Así entonces, resulta coincidente la ubicación del inmueble; su frente hacia el


Sur con Avenida Werner y su rol de avalúos. Los demás deslindes en que
difieren puede entenderse por la actualización que de ellos se hace, pues en la
inscripción del demandado se citan los respectivos lotes con que deslinda,
mientras que en la de la demandante el nombre de las personas vecinas.

7º.- Que así también aparece de la confesión prestada por la actora a fs. 77
(posiciones 1 y 2) y que la parte demandada que la provocó debe aceptar en lo
desfavorable.

8º.- Tratándose de una misma propiedad el objeto de la acción reivindicatoria,


es menester analizar las especiales normas contenidas en el decreto ley Nº
2.695, pues tanto la actora como el demandado Juan Carlos Venegas se
apoyan en inscripción en el Registro de Propiedad del Conservador de Bienes
Raíces.

El artículo 15 del decreto ley Nº 2.695 señala que la resolución que acoge la
solicitud de regularización de la posesión conforme a esa ley se considera
como justo título y que una vez inscrita en el Registro Conservatorio, el
interesado adquiere la calidad de poseedor regular del inmueble, aunque
existan a favor de otras personas inscripciones que no hayan sido
materialmente canceladas. Y el inciso 2º de esa norma establece que
transcurrido un año completo de posesión inscrita no interrumpida, contado
desde la fecha de la inscripción, el interesado se hará dueño del inmueble por
prescripción, la que no se suspenderá en caso alguno.

9º.- Que del claro tenor del citado artículo 15 resulta que doña Ema de las
Mercedes González Reyes ha adquirido la calidad de poseedora regular del
inmueble desde el 6 de mayo de 1994, fecha de la inscripción a su nombre en
el Registro de Propiedad a fs. 473 Nº 312, cuya copia rola a fs. 1 y que no
obsta a ello el hecho de existir la inscripción a nombre del señor Juan Carlos
Venegas Hernández de fs. 749 Nº 467 del Registro de Propiedad de Tomé, de
fecha 19 de julio de 1993, cuya copia rola a fs. 3.

10º.- Que es un hecho no discutido, y por lo demás comprobable del solo


examen de la fecha de la inscripción rolante a fs. 1 y la fecha de presentación
de la demanda, que transcurrió el plazo de un año de posesión inscrita no
interrumpida a que se refiere el artículo 15, con lo cual doña Ema de las
Mercedes González Reyes ha adquirido el inmueble por prescripción
adquisitiva.

Y como consecuencia de ello, conforme a lo que establece el artículo 16 de la


citada ley, las anteriores inscripciones de dominio se entenderán canceladas
por el solo ministerio de la ley, sin que por ello recobren su vigencia las que
antecedían a la cancelada. De esta manera, la inscripción de fs. 749 Nº 467 del
Registro de Propiedad de Tomé del año 1993 a nombre de Juan Carlos
Venegas Hernández ha quedado cancelada por el solo ministerio de la ley,
careciendo, por tanto, de la titularidad del dominio en el inmueble.

11º.- Que, encontrándose Juan Carlos Venegas Hernández en posesión del


inmueble, como lo admitió en la contestación de la demanda, pero no siendo
dueño, la acción de dominio intentada por la actora debe ser acogida.

12º.- Que el expediente administrativo del Ministerio de Bienes Nacionales que


se tiene a la vista permite acreditar que con fecha 3 de marzo de 1993 la actora
ingresó la solicitud de regularización de la posesión conforme al decreto ley Nº
2.695 y por resolución Nº 1.083 de fecha 19 de abril de 1994 del Secretario
Regional Ministerial de Bienes Nacionales Región del Bío Bío se acogió la
solicitud y se ordenó la inscripción del dominio a su nombre, la que se practicó
en el Registro Conservatorio como se indicó en los motivos anteriores.

13º.- Que no existe antecedente probatorio alguno que permita dar por
establecido lo aseverado por el demandado Venegas, en cuanto a que la
inscripción de la actora se haya obtenido fraudulentamente.

Y de conformidad con lo que establecen los artículos 14, 15 y 16 del decreto


ley Nº 2.695; 889, 890, 893, 895 y 1698 del Código Civil; y 187 del
Código de Procedimiento Civil, se revoca en lo apelado, con costas del recurso,
la sentencia de once de julio de mil novecientos noventa y seis escrita a fs. 84 y
siguientes, complementada por la de fecha quince de abril de mil novecientos
noventa y ocho y se decide que se desecha la excepción de cosa juzgada; que
se hace lugar a la demanda de fs. 5 y se declara que doña Ema de las
Mercedes González Reyes es dueña del inmueble ubicado en Avenida Werner
2684 de Tomé y se ordena que Juan Carlos Venegas Hernández restituya
dicho inmueble a la actora dentro de tercero día.

No se condena en las costas de la causa a la parte demandada por no haber


sido totalmente vencida.

Regístrese y devuélvase con sus agregados.

Redacción del Abogado Integrante señor Eduardo Tapia Elorza.

Proveído por los Ministros en Propiedad de la Iltma. Corte señor Freddy


Vásquez Zavala señora M. Eugenia González Geldres y Abogado Integrante
señor Sergio Tapia Elorza.

Rol Nº 538-98.
SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 25 de enero de 2001.

Vistos:

Por sentencia de once de julio de mil novecientos noventa y seis, escrita de


fojas 84 a fojas 86, complementada por resolución de quince de abril de mil
novecientos noventa y ocho, que se lee a fojas 93, el juez titular del Juzgado de
Letras de Tomé rechazó la demanda de autos, por estimar que entre este juicio
y el que se siguió en los autos Rol Nº 46.461, sobre acción reivindicatoria,
concurren los requisitos de la cosa juzgada;

Apelada esta sentencia por la demandante, ella fue revocada por una de las
Salas de la Corte de Apelaciones de Concepción, mediante fallo de 3 de
septiembre de mil novecientos noventa y nueve, que se lee a fojas 107 y
siguientes; para así decidirlo, tuvo en consideración que no se cumple con el
requisito de identidad de causa de pedir, pues en el primer juicio se invocaba
un contrato de compraventa como título de adquisición del dominio, en tanto
que en el actual, se alega la prescripción; y que, por otra parte, se encuentra
establecido que la demandante regularizó la posesión del bien sub lite el día 6
de mayo de 1994, fecha de la inscripción a su nombre, por lo que desde el año
posterior a ese día, ha cesado la inscripción que amparaba al demandado, lo
que lo torna en poseedor no dueño, y hace procedente la acción de autos;

En contra de este último fallo, la demandada dedujo los recursos de casación


en la forma y en el fondo que se leen a fojas 111.

Se trajeron los autos en relación:

Considerando:

En cuanto al recurso de casación en la forma:

1º.- Que este recurso se sustenta en la causal contemplada en el Nº 6 del


artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, esto es, en que la sentencia se
ha dictado en contra de otra pasada en autoridad de cosa juzgada;

2º.- Que, explicando sus fundamentos, expresa que en los autos Rol Nº 46.461,
caratulados Venegas con González, juicio reivindicatorio, se acogió la demanda
y se ordenó restituir al demandante de entonces la misma propiedad que
ahora, que es demandado, se le obliga a entregar a la demandante, que en
aquella oportunidad tenía el rol de demandada perdidosa; y que del examen de
ambos juicios, se desprende claramente que concurren los requisitos que
exigen sobre el particular los artículos 175 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil;

3º.- Que la sentencia impugnada, en su 5º motivo, desechó la excepción de


cosa juzgada por estimar que en los dos juicios son diversas las causas de
pedir de la litigante González, en efecto, en ese considerando se expresa que
quien no probó la existencia de una compraventa como título de su dominio,
puede iniciar un ulterior juicio, fundándose en un título constitutivo como es la
prescripción;

4º.- Que de lo dicho por los jueces del fondo, se desprende que han confundido
el fundamento inmediato del derecho deducido en juicio –en la especie, el
derecho a poseer que se basa directamente en el dominio del bien– con las
causas remotas del mismo, cuales son en un caso la compraventa y, en el otro,
la prescripción en cuanto la primera es un título apto para adquirir, mientras la
segunda constituye derechamente un modo adquisitivo del dominio. Es así
como la demandada en el primer juicio pretendió que su posesión se justificaba
por haber comprado el bien, y al demandar en el segundo, sostuvo que había
adquirido el dominio por prescripción, observándose que en ambos casos el
fundamento de su alegación era su calidad de dueña del bien, por haberlo
adquirido por dos medios diversos, cuestión esta última que no altera la causa
de pedir de ambas pretensiones, esto es, el derecho real de dominio, que
constituye una unidad conceptual perfectamente diferenciable de sus causas o
fuentes, y que por sí solo constituye el antecedente esencial de toda petición
de restitución de la cosa corporal sobre la cual recae;

4º.- Que, en consecuencia, cabe concluir que entre este juicio y el que se
siguió en los autos Rol Nº 46.463, también concurre el requisito de la identidad
de causa de pedir, conjuntamente con los otros que exige el artículo 177 del
Código de Procedimiento Civil, lo que hace procedente acoger la excepción de
cosa juzgada, de manera que al disponer lo contrario la sentencia impugnada
ha incurrido en el vicio de haberse dictado en contra de la pronunciada en los
autos mencionados precedentemente.

5º.- Que habiéndose alegado oportunamente la referida excepción, el vicio


denunciado constituye la causal de casación en la forma contemplada en el Nº
6 del artículo 768 del Código citado, en la medida que, además, ha influido
sustancialmente en lo decisorio del fallo, por cuanto de no haberse incurrido en
él, se habría mantenido el rechazo de la demanda, según se decidió en primer
grado.

6º.- Que esta conclusión hace innecesario examinar el otro capítulo de esta
casación formal.

Por estas consideraciones, y de conformidad con lo dispuesto en los artículos


764, 768, 786 y 808 del Código de Procedimiento Civil, se acoge el recurso de
casación en la forma deducido en lo principal de fojas 111, por el abogado don
Ricardo Salgado Suazo en representación de Juan Carlos Venegas Hernández,
en contra de la sentencia de tres de septiembre de mil novecientos noventa y
nueve, escrita de fojas 107 a fojas 108 vta., la que por consiguiente es nula y
se reemplaza por la que se dicta a continuación.

En atención a lo resuelto, téngase por no interpuesto el recurso de casación en


el fondo deducido a fojas 111.

Regístrese.
Pronunciada por los Ministros señores Óscar Carrasco A., Enrique Tapia W., y
Jorge Rodríguez A., y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y
José Fernández R. No firma el Ministro señor Carrasco por estar con permiso,
no obstante haber concurrido a la vista de causa y al acuerdo del fallo.

Rol Nº 3.897-99.

Santiago, 25 de enero de 2001.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 786 del Código de


Procedimiento Civil, se dicta la siguiente sentencia de reemplazo:

Vistos:

Se confirma la sentencia en alzada, que es de once de julio de mil novecientos


noventa y seis, escrita de fojas 84 a fojas 86, complementada por la de quince
de abril de mil novecientos noventa y ocho, escrita de fojas 93 a fojas 94 vuelta.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciada por los Ministros señores Óscar Carrasco A., Enrique Tapia W., y
Jorge Rodríguez A., y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y
José Fernández R. No firma el Ministro señor Carrasco por estar con permiso,
no obstante haber concurrido a la vista de causa y al acuerdo del fallo.

González Reyes, Ema de las Mercedes.

Casación Forma y Fondo - Civil.

Rol Nº 3.897-99 (Concepción)

7. CAUSAL DEL ARTÍCULO 768 Nº 7

DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

7ª En contener decisiones contradictorias;

1. Decisiones contradictorias. Artículo 768 Nº 7

Doctrina

La apreciación de la prueba del proceso es materia que corresponde exclusivamente al tribunal de la instancia y
no procede que sea analizada con motivo de la causal del Nº 7 del artículo 768 del Código de Procedimiento
Civil.

SENTENCIA CASACIÓN

Santiago, 5 de octubre de 1993.

Vistos:
En este procedimiento Rol Nº 11.980, seguido en el Vigésimo Primer Juzgado
Civil de Santiago, caratulado Eraldo Inostroza Palma con Mirsa Lidia Vidal
Sobarzo, el señor Inostroza solicita que se declare la nulidad del matrimonio
celebrado con la segunda, fundado en que a la fecha de celebración del
mismo, ninguno de ellos tenía domicilio en los lugares señalados en el acta del
Registro Civil de Loncoche, número 36 del Registro de Matrimonios donde se
celebró, pues ambos vivían en Santiago, el actor en Av. Portales Nº 3412 y la
demandada en Av. Larraín Nº 528.

A fojas, 27, el veintidós de marzo de mil novecientos noventa y uno se dictó


sentencia en el juicio, la que declaró la nulidad del referido matrimonio.

A fojas 33 se elevó en consulta la sentencia definitiva y a fojas 34 el Ministerio


Público fue de opinión de revocarla.

La Corte de Apelaciones de Santiago, a fojas 35, el veintitrés de julio de mil


novecientos noventa y uno revocó la sentencia consultada y procedió a
denegar la demanda de nulidad. El actor, a fojas 36, dedujo en contra de este
fallo recurso de casación en la forma y para el caso de que no se acogiera el
de casación en el fondo, por las razones que se señalarán en lo considerativo.

A fojas 40 vuelta se ordenó elevar los autos a esta Corte Suprema, la que a
fojas 42 vuelta, los trajo en relación.

Con lo relacionado y considerando:

En cuanto al recurso de casación en la forma.

1) Que en lo principal de fojas 36, el actor dedujo recurso de casación en la


forma fundamentado en las causales de los números 7 y 9 del artículo 768 del
Código de Procedimiento Civil, esto es, contener la sentencia decisiones
contradictorias y en haberse faltado a algún trámite o diligencia declarados
esenciales por la ley o de cualquier otro requisito para cuyo efecto las leyes
prescriban la nulidad. Se sostiene que la sentencia contiene decisiones
contradictorias, porque en el fundamento segundo de la misma, al expresar que
las declaraciones de los contrayentes ante el Oficial del Registro Civil son
confesiones extrajudiciales, constituye una contradicción. Al así entenderlo el
sentenciador, lo lleva a valorar esas declaraciones conforme al artículo 426 del
Código de Procedimiento Civil, esto es, darle –como una sola presunción– el
valor de plena prueba, olvidando que las presunciones deben ser apreciadas
conforme a los artículos 1712 del Código Civil. Sostiene, además, que la
consideración decisoria del numerando segundo se contradice con el artículo
398 del Código de Procedimiento Civil, en cuanto prescribe que la confesión
judicial es sólo base de una mera presunción; además sería contradictoria
porque en ella se ha dividido la confesión en perjuicio de los confesantes y se
omite aplicar el artículo 401 del Código de Procedimiento Civil que sólo autoriza
tal división cuando no va en perjuicio del confesante.

2) Que el fundamento tercero de la sentencia –sostiene– estaría en


contradicción con lo dispuesto por los artículos 384 y 426 del Código de
Procedimiento Civil porque aprecia la prueba de los cuatro testigos que
presentó de acuerdo con la persuación personal del tribunal, y no como
presunciones, además no considera que se trataría de cuatro testigos.

3) Que no existe una adecuada vinculación entre la causal de tener el fallo


resoluciones contradictorias con las razones que se invocan para fundamentar
tal aseveración. En efecto, la sentencia resuelve en definitiva denegando la
demanda de declarar nulo el matrimonio del actor, y no hace pronunciamiento
sobre otra materia con la cual pudiera entrar en contradicción; la circunstancia
de que su fundamento segundo haga una valoración de las declaraciones que
los contrayentes prestaron ante el Oficial del Registro Civil y de los testimonios
prestados por quienes hicieron la manifestación, no puede conformar la causal
en cuestión, al contrario, es un razonamiento que concuerda con la conclusión
a que llega la Corte de Apelaciones. Tampoco el referido considerando tiene el
carácter de decisorio, pues en él se hace una simple apreciación de elementos
de la causa que se valoran en una forma determinada, lo que precisamente
corresponde en exclusividad a los tribunales de la instancia pertinente.

4) Que análogo comentario debe hacerse respecto de la crítica que se hace en


el recurso en cuanto a la presunta contradicción del razonamiento tercero,
donde los sentenciadores hacen una apreciación de las declaraciones
prestadas por los testigos en este juicio de nulidad, a fojas 22 y 23, las que
están en armonía con lo que se resuelve en definitiva, consideración que, por lo
demás, carece de todo carácter resolutivo. El número de los testigos, su
posible imparcialidad, veracidad y la relación que pueden tener sus
declaraciones con los demás medios de prueba del proceso, es materia que
corresponde valorar exclusivamente al tribunal de la instancia y no procede que
sea analizada con motivo de la causal de invalidación alegada por el
recurrente, con la cual tampoco tiene atinencia.

5) Que el actor sostiene que, además, se ha incurrido en la causal de casación


de haberse omitido un trámite o diligencia esencial, porque en la sentencia no
se habrían respetado las reglas reguladoras de la prueba al no analizar en la
forma que expresa las confesiones prestadas en autos por los afectados, al
hacer otro tanto con las que prestaron extrajudicialmente y al haber dividido –
según afirma– esas confesiones en perjuicio de quienes las hicieron. Como
resulta obvio, las situaciones alegadas no tienen relación con la causal
invocada y, en general, se refieren a la apreciación de los medios de prueba del
proceso, materia que, como se señaló precedentemente, queda al margen de
este recurso de casación; la causal invocada, esto es la del Nº 9 del artículo
768 del Código de Procedimiento Civil, necesariamente está vinculada con los
artículos 795 y 800, del mismo texto, que precisan cuáles son los trámites o
diligencias esenciales en un procedimiento, y el recurrente no ha aludido a
ninguno de los allí enumerados.

6) Que, de consiguiente, corresponde denegar el recurso de casación en la


forma deducido, por cuanto las causales invocadas no corresponden a las
fundamentaciones con que se pretenden sustentarlas y tampoco condicen con
el mérito de la sentencia cuestionada.
En cuanto al recurso de casación en el fondo.

7) Que el recurso de casación en el fondo deducido en el primer otrosí de la


presentación de fojas 36, ha sido interpuesto en forma subsidiaria, y no
conjuntamente con el de forma, como lo exige el artículo 808 del Código de
Procedimiento Civil. En él se sostiene que se han infringido los artículos 1698
del Código Civil, que señala a quien corresponde probar la existencia de las
obligaciones y cuáles son los medios legales para hacerlo; el artículo 1712 que
hace referencias a las diversas clases de presunciones consideradas por el
artículo 1713 del ya referido texto, que prescribe que la confesión hace plena
prueba en contra de quien la hace en cuanto a los hechos personales; normas
que vincula con los artículos 384 regla segunda, 398, 401 y 402 del Código de
Procedimiento Civil, y los artículos 426 inciso segundo en relación con el
artículo 398 del Código Civil, (debió decir del Código de Procedimiento Civil).
Señala como infringido también el artículo 9º inciso segundo de la Ley sobre
Matrimonio Civil, que trata del domicilio o residencia de los que intentan
contraer matrimonio y de que se tendrá por tal aquel que cualquiera de los
contrayentes haya tenido en los últimos tres meses anteriores a la fecha de la
manifestación: Según el recurrente se habría infringido también el artículo 31
de la Ley de Matrimonio Civil, que declara nulo aquel que no se celebre ante el
Oficial correspondiente y ante el número de testigos hábiles exigidos. El
recurso termina solicitando que se le tenga por deducido para que sea
conocido por esta Corte y para que se revoque la sentencia de la Corte de
Apelaciones.

8) Que el recurso de casación en el fondo tiene por objetivo la invalidación de


una sentencia en contra de la cual se deducen cuando ha sido dictada con
infracción de ley, conforme lo dispone el artículo 767 del Código de
Procedimiento Civil y para que, a su vez, se dicte la correspondiente sentencia
de reemplazo, peticiones ambas que no han sido planteadas por el recurrente.

9) Que, sin perjuicio de lo antes expresado dable es señalar que la sentencia


dictada por una de las Salas de la Corte de Apelaciones de Santiago, en su
fundamento segundo, considera que deben calificarse como presunciones las
declaraciones extrajudiciales que los contrayentes presentaron ante el Oficial
del Registro Civil respectivo, como también las que expresaron ante tal
funcionario los testigos de la información; además, en el fundamento tercero
del mismo fallo, al apreciar las declaraciones de los testigos presentados por el
actor en esta litis, concluye que son constitutivas de presunciones judiciales de
acuerdo a lo establecido en el artículo 426 inciso segundo del Código de
Procedimiento Civil, y en esa alternativa, le otorga mayor valor a las primeras
declaraciones. Al razonar en la forma señalada, el Tribunal ha ejercido una
función que le compete, esto es, apreciar y valorar la prueba rendida por las
partes, materia que escapa al ámbito de las atribuciones del Tribunal de
Casación. En el recurso –por lo demás– no se expresa con claridad en qué
consistiría la posible infracción de las leyes que menciona como reguladoras de
la prueba, y menos la forma como se habría incurrido en la misma, sino que
hace un análisis apreciativo de la prueba rendida y del valor que a ésta debería
–a su juicio– habérsele reconocido. En efecto, el actor se limita, en general a
señalar que si se hubieran aplicado correctamente... los artículos que indica,
dándoles el valor jurídico que tienen como normas reguladoras de la prueba...
habrían debido confirmar la sentencia consultada sin especificar
categóricamente de qué infracción se trata y cómo se incurrió en ella.

10) Que, de consiguiente, al margen del criterio que haya tenido la Corte de
Apelaciones para apreciar la prueba en cuestión en la forma que lo hizo,
sucede que no aparece se hayan violado las leyes señaladas como infringidas
por el recurrente. Lo recién señalado obliga a denegar el recurso de casación
en el fondo que se ha analizado.

Atendido, además, lo dispuesto por los artículos 764, 772, 787, 808 y 809 del
Código de Procedimiento Civil, se deniegan los recursos de casación en la
forma y en el fondo deducidos por don Eraldo Inostroza Palma en la
presentación de fojas 36, en contra de la sentencia dictada por una de las
Salas de la Corte de Apelaciones de Santiago, el veintitrés de Julio de mil
novecientos noventa y uno, escrita a fojas 35, la que, por lo tanto, no es nula.

Se condena al pago de las costas del recurso al recurrente, de las cuales


responderá solidariamente con el abogado que suscribió el recurso.

Se aplica a beneficio de la Corporación Administrativa del Poder Judicial la


suma que se consignó para deducir los recursos, y de que da cuenta el
certificado de fojas 40. En su oportunidad la Corte de Apelaciones girará el
cheque respectivo.

Regístrese y devuélvase.

Redacción del Ministro señor Mario Garrido Montt.

Rol Nº 17.622.

Pronunciado por los Ministros señores Roberto Dávila Díaz, Arnaldo Toro Leiva,
Mario Garrido Montt y los Abogados Integrantes señores Luis Cousiño Mac-Iver
y Juan E. Infante Phillipi

2. Decisiones contradictorias. Concepto Artículo 768 Nº 7 Código Procedimiento Civil

Doctrina

Son decisiones contradictorias las que son incompatibles entre sí, son antagónicas o inconciliables. Esta
situación se puede presentar tanto entre las decisiones que se contienen en la parte resolutiva del fallo, como
entre éstas y un fundamento de la sentencia que tenga el carácter de decisorio.

SENTENCIA DE CASACIÓN

Santiago, 23 de abril de 1998.

Vistos:

Por sentencia de veintiuno de junio de mil novecientos noventa y tres, escrita a


fojas 138, el juez de primera instancia desestimó la excepción de falta de
legitimidad pasiva opuesta por la parte demandada y rechazó, asimismo, la
demanda interpuesta en lo principal de fojas 1. Apelada dicha sentencia por las
partes del juicio, una Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, por
resolución de veintisiete de junio de mil novecientos noventa y seis, escrita a
fojas 187, la revocó, en cuanto se rechazó la excepción de falta de legitimidad
pasiva opuesta por la demandada y, en su lugar, se decidió que ésta quedaba
acogida, confirmándose en lo demás la aludida sentencia.

En contra del referido fallo, la parte demandante dedujo recurso de casación en


la forma, en el que invoca las causales previstas en los números 4, 5, 7 y 9 del
artículo 768 del Código de Procedimiento Civil. Como estima que las causales
de nulidad formal se configuraron, solicita que se invalide la sentencia
recurrida, determinándose el estado en que debe quedar el proceso, para su
tramitación y debida resolución por tribunal no inhabilitado.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

1º Que la parte recurrente invoca como primera causal de nulidad formal,


aquella prevista en el número 9, del artículo 768, del Código de Procedimiento
Civil, en relación a lo que disponen los artículos 795 y 800, del mismo cuerpo
legal; esto es, afirma que se faltó a un trámite o diligencia declarado esencial
por la ley, como lo es el emplazamiento de las partes. Indica, que como los
sentenciadores de segundo grado acogieron la excepción de falta de
legitimación pasiva opuesta por la demandada, ello significa que la Caja de
Previsión de la Defensa Nacional no es legítima contradictoria. En esas
condiciones, correspondía demandar al Fisco de Chile y, por lo mismo,
mientras no se incoara la demanda en su contra, no era pertinente efectuar
ninguna declaración sobre el fondo del asunto que fue sometido a la
consideración del tribunal; pues ninguna resolución judicial puede surtir efectos
respecto de una parte que no ha sido debidamente emplazada.

2º Que el recurrente también señala, que se configuró la causal de casación


prevista en el número 7 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil; esto
es, sostiene que la sentencia contiene decisiones contradictorias. Expresa que
los jueces de segundo grado concluyeron, que la Caja de Previsión de la
Defensa Nacional no pudo ser demandada y que debió demandarse al Fisco de
Chile; decisión que implica que es nulo todo lo obrado en el juicio. Sin embargo
agrega, que como también confirmaron la resolución de primera instancia que
desestimó la demanda, sin considerar que no estaba notificada a quien
correspondía; resolvieron el asunto discutido sin que previamente se generara
una relación procesal válida, por lo que se incurrió en la causal invocada.

3º Que, asimismo, la parte demandante invoca la causal de nulidad prevista en


el número 5 del artículo 768, en relación a lo que dispone el número 6 del
artículo 170, ambos del Código de Procedimiento Civil; valga decir, afirma que
la sentencia no contiene la decisión del asunto controvertido. Manifiesta que en
la sentencia impugnada por la presente vía, se alude al artículo 25 de la ley Nº
15.386, resolviéndose que las pensiones de retiro y/o de montepío de que
disfrutan los actores, están afectos al tope que dicha norma señala; no
obstante que lo debatido, según los términos del libelo de fojas 1, dice relación
con la interpretación que debe darse a la expresión remuneraciones
permanentes, que utiliza el artículo 3º del decreto con fuerza de ley Nº 326.
Afirma que lo anterior, también configura la causal de ultra petita, prevista en el
número 4 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, en la medida que
los sentenciadores de segundo grado se extendieron a puntos no sometidos a
la decisión del tribunal.

4º Que, en primer lugar, se debe tener presente que no puede prosperar la


causal de nulidad formal, prevista en el número 9 del artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil; pues el Fisco de Chile no fue demandado en el presente
juicio y, en esas condiciones, no correspondía que fuera emplazado. Sin
perjuicio de lo anterior, se debe tener presente que, conforme a lo que dispone
el artículo 771 del Código de Procedimiento Civil, el recurso de casación sólo
puede interponerlo la parte agraviada; valga decir, aquella a quien no se le han
acogido en todo o en parte sus pretensiones. Por consiguiente, como la
supuesta falta de emplazamiento sólo afectaría al Fisco de Chile, aun cuando
se hubiere configurado dicho vicio, la actora no lo puede invocar como
fundamento de su recurso de casación en la forma, porque no se encuentra
legitimada para ello.

5º Que, para que se configure el vicio de nulidad previsto en el número 7 del


artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, es menester que la sentencia
contenga resoluciones contradictorias, lo que ocurre cuando las decisiones que
se adoptan son incompatibles entre sí; valga decir, son antagónicas o
inconciliables. Esta situación se puede presentar, tanto entre las decisiones que
se contienen en la parte resolutiva del fallo, como entre éstas y un fundamento
de la sentencia que tenga el carácter de decisorio.

6º Que, para un adecuado análisis de la causal en examen, se debe tener


presente que los demandantes, ex pilotos de LAN y/o sus deudos, demandaron
a la Caja de Previsión de la Defensa Nacional para obtener que se declarara,
que para los efectos del cálculo de sus pensiones de retiro y/o de montepío, se
deben considerar todas las remuneraciones permanentes –sean o no
imponibles– de que gozaren o gocen los similares en servicio activo. La parte
demandada, en primer lugar alegó la excepción de falta de legitimación pasiva
y, en cuanto al fondo del asunto, solicitó el rechazo de la demanda, por estimar
que las pensiones de jubilación y/o retiro se habían calculado conforme a
derecho.

7º Que, teniendo presente la defensa esgrimida por el ente previsional


demandado, era menester que los jueces procedieran primero a analizar, si
efectivamente estaba legitimada para ser sujeto pasivo de la acción incoada en
su contra; pues, si se acogía dicha excepción, no era pertinente entrar a
estudiar y resolver el fondo del asunto sometido a la consideración del tribunal,
en la medida que se habría configurado una relación procesal, respecto de una
parte que no estaba autorizada o validada para defenderse de la acción
impetrada. En esas condiciones, no correspondía emitir pronunciamiento sobre
el fondo de la cuestión debatida, pues las decisiones habrían resultado
incompatibles o inconciliables.

8º Que, como los jueces de segundo grado revocaron la sentencia de primera


instancia, en la parte que desestimó la excepción de falta de legitimidad pasiva
opuesta por la parte demandada y, en su lugar, declararon que quedaba
acogida; decisión que implica que la Caja de Previsión de la Defensa Nacional
no pudo ser demandada; y acto seguido, procedieron a confirmarla en lo
demás; esto es, en cuanto se rechazó íntegramente la demanda dirigida en
contra de dicho ente previsional, por argumentos de fondo; se configuró la
causal de casación en la forma que se examina, pues ambas decisiones
resultan contradictorias.

9º Que, como el vicio de nulidad formal indicado ha influido substancialmente


en lo dispositivo del fallo, debe ser acogido el recurso de casación en la forma,
que se sustenta en la causal de casación formal prevista en el número 7 del
artículo 768 del Código de Procedimiento Civil. Atendido lo resuelto, se estima
innecesario emitir pronunciamiento en relación a las otras causales de casación
invocadas en el libelo que rola a fojas 190.

Y de conformidad, además, con lo que disponen los artículos 764, 766 y 786
del Código de Procedimiento Civil, se acoge el recurso de casación en la forma
interpuesto en contra del fallo de veintisiete de junio de mil novecientos noventa
y seis, escrita a fojas 187 y, anulándolo, se le reemplaza por la sentencia que
se dicta a continuación.

Regístrese.

Pronunciado por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Mario Garrido M.,
Marcos Libedinsky T. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y
José Fernández R.

Rol Nº 2.954.

8. CAUSAL DEL ARTÍCULO 768 Nº 9

DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL

9ª En haberse faltado a algún trámite o diligencia declarados esenciales por la ley o a cualquier otro requisito
por cuyo defecto las leyes prevengan expresamente que hay nulidad.

1. Omisión de diligencias. Indefensión. Diligencias probatorias, oportunidad

Doctrina

La causal contenida en el artículo 768 Nº 9 del Código de Procedimiento Civil no concurre, toda vez que las
diligencias de que se trata, fueron decretadas, a petición de parte, cuando la causa estaba para dictarse
sentencia.

SENTENCIA CORTE DE APELACIONES

Talca, 22 de agosto de 2000.


Vistos:

I.- En cuanto al recurso de casación:

1º) Que la parte demandada dedujo recurso de casación en la forma en contra


de la sentencia de veintiséis de noviembre de mil novecientos noventa y ocho,
escrita de fs. 143 a fs. 149 vta., en virtud de los siguientes fundamentos:

a) Por la causal del artículo 768 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil en relación con lo estatuido por el
artículo 170 Nº 6 del mismo texto. Hace consistir el vicio en la falta de decisión relativa al hecho de que el
demandante no hizo entrega del local arrendado impidiendo el uso legítimo del arrendatario, argumento que –en
su concepto– la juez a quo soslayó.

b) Por la causal del artículo 768 Nº 9 del señalado Código, esto es, haberse faltado a algún trámite o
diligencia esencial, al haberse dejado sin efecto diligencias de carácter probatorio que le produjeron indefensión.

2º) Que en cuanto al primer aspecto de la casación corresponde anotar que el


fallo en revisión decide, precisamente, la cuestión controvertida y se hace
adecuado cargo de la alegación de la demandada referida a la no entrega del
inmueble, la que, por lo demás, no quedó anotada entre los puntos
controvertidos fijados en el auto de prueba, por lo que debe desestimarse la
ocurrencia del aludido vicio.

3º) Que la segunda causal invocada por la parte recurrente tampoco concurre
en la especie, toda vez que las diligencias a que alude y que se dejaron sin
efecto son aquellas decretadas, a petición de parte, cuando la causa estaba
para dictarse sentencia, por lo que dicha determinación aparece acorde con lo
previsto por la ley, sin que ello signifique la indefensión del litigante que, en su
momento, fue debidamente emplazado para las diligencias de prueba y pudo
rendir las suyas.

Y de acuerdo, además, a lo dispuesto en los artículos 764, 769 y 784 del


Código de Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de casación deducido al
otrosí de fs. 152.

II.- En cuanto a la apelación:

Se reproduce el fallo en alzada.

Atendido el mérito de los antecedentes y lo dispuesto en los artículos 144 y 186


del Código de Procedimiento Civil, se confirma, en su parte apelada, la
sentencia de veintiséis de noviembre de mil novecientos noventa y ocho,
escrita de fs. 143 a fs. 149 vta., con costas del recurso.

Redacción del Ministro señor Hernán González García.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por el Presidente de la Primera Sala, Ministro señor Hernán


González García y los Abogados Integrantes señores Eugenio Cruz Donoso y
Gabriel Mendiboure Sáez.
Rol Nº 55.694

2. Improcedencia de causal 9ª del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil

Doctrina

En los juicios regidos por leyes especiales –cual es el caso de los laborales– no puede fundarse el recurso de
casación en la forma en la causal 9ª del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, por aplicación de inciso
2º del mismo artículo

Santiago, 7 de septiembre de 2001

Concedidos a fs. 121, los recursos fueron puestos en relación a fs. 129.

Considerando:

A. EN CUANTO AL RECURSO DE CASACIóN EN LA FORMA

1º.- Que la demandada y recurrente invoca como causal de casación la


del Nº 9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, en
concordancia con los artículos 793, Nº 1; 111, 112 y 303, todos del Código de
Procedimiento Civil y 426 del Código del Trabajo, esto es, en haber sido
dictada validando tácitamente una actuación o decisión practicada en el
proceso por un juez que se había declarado incompetente.

Añade luego que el artículo 463 del citado Código laboral concede el presente
recurso.

2º.- Que el inciso 1º del artículo 766 del Código de Procedimiento Civil
determina las resoluciones judiciales susceptibles de ser atacadas por la vía de
la casación de forma, y en su inciso 2º agrega que este recurso procederá,
asimismo, respecto de las sentencias que se dicten en los juicios o
reclamaciones regidos por leyes especiales, con excepción de aquellos que se
refieran a la constitución de las juntas electorales y a las reclamaciones de los
avalúos que se practiquen en conformidad a la ley Nº 17.235, sobre Impuesto
Territorial y de los demás que prescriban las leyes.

3º.- Que, por su parte, el inciso 2º del artículo 768 del Código Procesal Civil
expresa que en los negocios a que se refiere el inciso segundo del artículo 766
sólo podrá fundarse el recurso de casación en la forma en alguna de las
causales indicadas en los números 1, 2, 3, 4, 6, 7 y 8 de este artículo y también
en el número 5º cuando se haya omitido en la sentencia la decisión del asunto
controvertido.

No obstante lo dispuesto en este artículo, el tribunal podrá desestimar el


recurso de casación en la forma, si de los antecedentes aparece de manifiesto
que el recurrente no ha sufrido un perjuicio reparable sólo con la invalidación
del fallo o cuando el vicio no ha influido en lo dispositivo del mismo.

El tribunal podrá limitarse, asimismo, a ordenar al de la causa que complete la


sentencia cuando el vicio en que se funda el recurso sea la falta de
pronunciamiento sobre alguna acción o excepción que se haya hecho valer
oportunamente en el juicio.

Evidente resulta entonces que en aquellos juicios a que se hizo alusión en la


ponderación segunda –entre los cuales debe incluirse a los laborales– la causal
9ª del artículo 768 es improcedente.

Y visto además lo dispuesto en el inciso 2º del artículo 768, en relación con el


inciso 2º del artículo 766, ambos del Código de Procedimiento Civil, y artículo
473 del Código del Trabajo, se declara inadmisible, por improcedente, el
recurso de casación en la forma deducido a fojas 117 contra la sentencia
definitiva de 27 de septiembre de 2000, escrita a fojas 108 y siguientes, con
costas del recurso.

B. EN CUANTO A LA APELACIóN

Se confirma la sentencia apelada, recién individualizada, con costas del


recurso.

Redacción del Abogado Integrante señor Domingo Hernández E.

Regístrese y devuélvase.

Dictada por los Ministros señorita María Antonia Morales Villagrán, señor Víctor
Montiglio Rezzio y Abogado Integrante señor Domingo Hernández Emparanza.

LÓPEZ LÓPEZ, Enrique A. con MAESTRANZA SAN JOAQUÍN LTDA.

CASACIÓN EN LA FORMA Y APELACIÓN.

Rol Nº 5.365-2000 (Santiago)

3. Improcedencia del recurso de casación por causal del artículo 768 Nº 9

Doctrina

En juicios regidos por leyes especiales no procede recurso de casación en la forma por la causal del Nº 9 del
artículo 768 en concordancia con el artículo 766 del Código de Procedimiento Civil. Considerando 2º

Santiago, 10 de julio de 1998.

Vistos:

Sentencia de primera instancia, de fecha 29 de diciembre del año pasado,


escrita a fs. 82 y siguientes, recurso que fundamenta en la disposición del
artículo 768 Nº 9 del Código de Procedimiento Civil, en relación con el artículo
795 Nº 3 del mismo cuerpo legal, aduciendo que en el presente juicio se omitió
un trámite o diligencia esencial, como es el recibimiento de la causa a prueba,
no obstante existir hechos sustanciales pertinentes y controvertidos, todo lo
cual ha privado a la recurrente de la garantía constitucional del justo proceso, a
que se refiere el numeral 3 del artículo 19 de la Carta Fundamental;
2º.- Que según se desprende de la norma del citado artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil, en armonía con la del artículo 766 del mismo Código, en
los juicios regidos por leyes especiales, como ocurre con un proceso laboral, no
procede el recurso de casación en la forma por la causal del Nº 9 del ya
mencionado artículo 768 de dicho Código, invocada por la recurrente; por cuyo
motivo resulta inadmisible el recurso de casación en la forma planteado en
autos.

Por estas consideraciones y citas legales, se declara inadmisible el recurso de


casación en la forma deducido en el otrosí de fs. 119.

II.- En cuanto al recurso de apelación.

Eliminando los fundamentos duodécimo, decimonoveno y vigésimo, y


sustituyendo en el decimotercero la frase inicial que dice: Que conforme se
estableciera en la interlocutoria de prueba son hechos controvertidos del
proceso..., por: Que de autos se infiere que el Tribunal debe pronunciarse
sobre..., se confirma la sentencia apelada de veintinueve de diciembre del año
pasado, que se lee a fs. 82 y siguientes, sin costas, por estimarse que la
recurrente se ha alzado con motivo plausible.

Regístrese y devuélvase.

Dictada por los Ministros Titulares señores Alfredo Pfeiffer Richter, Juan
González Zúñiga y Ministra Suplente señora Anamaría González
Schwartzmann.

TOLEDO VIOLA, Iris E.

CASACIÓN EN LA FORMA Y APELACIÓN.

Rol Nº 330-98

4. Principio jurídico mora purga la mora es de carácter sustantivo. Improcedencia de causal del artículo 768
Nº 9

Doctrina

El vicio que alega el recurrente consistente en no haberse aplicado las disposiciones del Código Civil que
establecen el principio de que la mora purga la mora es de carácter sustantivo, y por consiguiente, no podría ser
subsanado por esta vía, puesto que la causal de casación se refiere a la omisión de trámites de carácter
procesal.

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 2 de agosto de 1993.

Vistos:

En estos autos Rol Nº 168-90 del Decimosexto Juzgado Civil de Santiago, por
sentencia de dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y uno, se acogió la
demanda interpuesta por don Sergio Burdiles Pinto, declarando terminado el
contrato de arrendamiento que celebró con el demandado don Edmundo
García Carvajal, condenándose a éste al pago de rentas de arrendamiento
insolutas y a la restitución del inmueble materia del contrato, con costas.

En contra de esta sentencia el demandado interpuso recurso de apelación, y


una de las Salas de la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó el referido
fallo, en todas sus partes, con fecha veinticinco de octubre de mil novecientos
noventa y uno, según se lee a fojas 274 de este expediente.

Respecto de la sentencia de segunda instancia, la parte demandada interpuso,


a fojas 276, recurso de casación en la forma, fundada en las causales de los
Nºs. 7 y 9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil. Elevados los
autos, se ha ordenado traer éstos en relación.

Considerando:

1º) Que el demandado don Edmundo García Carvajal ha deducido recurso de


casación en la forma en contra del fallo de segunda instancia, invocando las
causales séptima y novena del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil,
esto es, por contener decisiones contradictorias y por haber faltado a algún
trámite o diligencia declarados esenciales por la ley o a cualquier otro requisito
por cuyo defecto las leyes prevengan expresamente que hay nulidad.

2º) Que fundando la primera causal señalada expresa que existen decisiones
contradictorias tanto en cuanto a los medios de prueba de ambas partes, como
en relación a uno de ellos con los puntos que se señalaron en la resolución que
recibió la causa a prueba, toda vez que por una parte se reconoce validez a
documentos acompañados como medio de prueba por el actor, y objetados por
el demandado, o que se acompañaron a raíz de una ilegal medida para mejor
resolver, y por otra parte, se resta valor probatorio a documentos acompañados
como medio de prueba por el demandado, no objetados por el actor, y que se
refieren a los puntos cuarto y séptimo de la referida resolución que recibió la
causa a prueba.

3º) Que como puede apreciarse, los hechos en que se fundamenta la primera
causal de casación invocada en autos dice relación a la forma en que los
sentenciadores apreciaron el valor probatorio de la prueba documental rendida
por las partes, no siendo tales hechos constitutivos de la referida causal de
nulidad; por lo demás, el recurrente no ha señalado en forma clara y precisa
cuáles serían las decisiones de la sentencia en relación a las acciones
deducidas por las partes, que estima contradictorias y de la simple lectura de
dicho fallo no se aprecia contradicción alguna en la decisión del asunto
sometido al conocimiento del tribunal, todo lo cual conducirá al rechazo de esta
primera causal de casación invocada.

4º) Que fundando la segunda causal de su recurso, el demandado expresa que


han sido violadas, por no haber sido aplicadas correctamente, las normas que
dicen relación a la ritualidad del procedimiento y que se refieren a la extinción
de los plazos, forma de ponderar los medios de prueba, y oportunidad en que
ésta debe producirse. Precisando lo anterior señala que se ha dejado de aplicar
los artículos 64, 65, 66, 78 y 90 del Código de Procedimiento Civil, relativos a
los plazos; que se aplicó errónea y parcialmente el artículo 144 del mismo
Código, por no haberse condenado en costas al demandante, no obstante no
haberse acogido íntegramente su demanda y haberse acogido, en parte, su
demanda reconvencional; que se hizo aplicación indebida del artículo 159 del
mismo Código al decretarse, en forma extemporánea, una medida para mejor
resolver; que se vulneraron los artículos 318, 319 y 327 del Código en
referencia por haberse desconocido que el término probatorio es fatal al
admitirse prueba fuera de dicho término; que se mal aplicó el artículo 346 Nº 3
al no otorgarse valor probatorio a documentos acompañados dentro de plazo y
no se aplicó el artículo 348 al otorgarse valor a documentos acompañados
como medida para mejor resolver, la que estima extemporánea; agrega que se
vulneró, asimismo, siempre en relación al Código de Procedimiento Civil, el
artículo 428, que señala la forma de resolver el conflicto cuando existen dos o
más pruebas contradictorias; que se habría también infringido los artículos 431,
680, 686, 688 inciso 2º y 692, los que fueron desconocidos por el fallo al dar
valor a documentos agregados a través de una medida para mejor resolver
decretada contra texto legal expreso; señala también el demandado que el
artículo 767 inciso 5º del Código en referencia, tampoco fue aplicado, por no
haberse fijado la cuantía del juicio, lo que le impide recurrir de casación en el
fondo; que han sido inadecuadamente interpretados, por habérseles dado un
alcance diferente, los artículos 8º, 14, 15 y 2º transitorio de la ley Nº 18.101, y
por último, que no se aplicaron los artículos 1552, 1924 Nº 3 y 1929 del Código
Civil, porque el fallo no consideró que la mora purga la mora. Termina
expresando que todos estos vicios lo han dejado en total y absoluta
indefensión.

5º) Que lo anteriormente expuesto permite concluir que las alegaciones del
demandado no son constitutivas de la novena causal de casación en la forma
que invoca, puesto que ninguno de los vicios que alega, en relación a las
normas del Código de Procedimiento Civil y de la ley Nº 18.101, se refieren a la
omisión de algún trámite o diligencia declarado esencial por la ley o algún
requisito por cuyo defecto las leyes prevengan expresamente que hay nulidad,
en tanto que el vicio que alega, consistente en no haberse aplicado las
disposiciones del Código Civil que establecen el principio de que la mora purga
la mora es de carácter sustantivo, y por consiguiente, no podría ser subsanado
por esta vía, puesto que la causal de casación en estudio se refiere a omisión
de trámites de carácter procesal.

6º) Que en consecuencia, el recurso de casación en la forma deducido en


estos autos por la parte demandada debe necesariamente ser desestimado,
por no concurrir en la especie las circunstancias que permitan dar por
establecidas las causales de nulidad alegadas por el recurrente.

Y de conformidad a lo prescrito por los artículos 764, 768 Nºs. 7 y 9, 772, 787 y
809 del Código de Procedimiento Civil, se desecha el recurso de casación en la
forma interpuesto por don Edmundo García Carvajal en lo principal de fojas
276, con costas.
Aplícase a beneficio de la Corporación Administrativa del Poder Judicial la
suma que debió consignarse para interponer el recurso, según consta del
certificado de fojas 281. Gírese cheque, en su oportunidad, por la Corte de
Apelaciones respectiva.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Efrén Araya V.,
Germán Valenzuela E. y Luis Correa B. y el Abogado Integrante señor
Fernando Castro A.

Burdiles Pinto, Sergio.

Casación Forma - Civil.

Rol Nº 18.257 (Santiago).

CAPÍTULO III
REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD DEL RECURSO

Art. 769. Para que pueda ser admitido el recurso de casación en la forma es indispensable que el que lo entabla
haya reclamado de la falta, ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los recursos establecidos por la ley.

No es necesaria esta reclamación cuando la ley no admite recurso alguno contra la resolución en que se haya
cometido la falta, ni cuando ésta haya tenido lugar en el pronunciamiento mismo de la sentencia que se trata de
casar, ni cuando dicha falta haya llegado al conocimiento de la parte después de pronunciada la sentencia.

Es igualmente innecesario para interponer este recurso contra la sentencia de segunda instancia por las
causales cuarta, sexta y séptima del artículo 768, que se haya reclamado contra la sentencia de primera
instancia, aun cuando hayan afectado también a ésta los vicios que lo motivan.

La reclamación a que se refiere el inciso primero de este artículo deberá hacerse por la parte o su abogado
antes de verse la causa, en el caso del número 1º del artículo 768.

1. Falta de preparación del recurso de casación en la forma

Doctrina

Las causales de casación en la forma invocadas por el recurrente carecen de todo fundamento, por cuanto el
fallo recurrido se ajusta a derecho en todas sus partes.

Por otra parte, si eventualmente hubiese existido alguna de las causales de nulidad formal invocadas, la forma
para hacerla valer era a través del recurso de apelación. En este sentido, los argumentos hechos valer por los
demandados en cuanto al fondo del asunto, no son suficientes como para alterar la conclusión del tribunal a
quo, de manera que no hay mérito para efectuar la enmienda que solicitan.

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 9 de junio de 2000.

Vistos y teniendo presente:

1º) Que en estos autos Ingreso Corte Nº 4688-98, correspondiente al Rol Nº


956-97 del 27º Juzgado Civil de esta ciudad, seguidos por simulación de
contrato, el Magistrado Titular de ese tribunal dictó sentencia definitiva el 26 de
junio de 1998, la que se lee a fojas 1.831, por la que hizo lugar a la demanda,
sólo en cuanto declaró nulo –por simulado– el contrato cuestionado en la
demanda, y ordenó dejar sin efecto la respectiva inscripción conservatoria,
haciendo revivir la anterior; por otra parte, negó lugar a la devolución de ciertas
rentas de arrendamiento y a la condena en costas.

En contra de la sentencia se interpusieron los siguientes recursos:

a) por el demandado Patricio Lavín Hollub, casación en la forma, fundada en las causales 1, 5 y 7 del artículo
768 del Código de Procedimiento Civil, y también apelación;

b) por parte del demandado Eduardo Lavín Hollub, apelación; y

c) por la demandante, Mariana Guerrero Correa, apelación por la denegatoria de las costas.

2º) Que la casación en la forma fundada en la causal 1ª del artículo 768 del
Código de Procedimiento Civil, impugna la nulidad de la sentencia de primera
instancia, en síntesis, por haber sido dictada por juez incompetente –citando al
efecto las normas de los artículos 108 y siguientes del Código Orgánico de
Tribunales, 208, 253, 254, 303, 305 y 306 del Código de Procedimiento Civil y
1683 del Código Civil–, porque la demandante carecería de interés para
accionar de simulación y que el asunto debería ventilarse ante un juez de
menores.

Pero no puede aceptarse este motivo de nulidad, porque la materia de la causa


es propia de un juez civil y no de uno de menores, y porque el tema del interés
habilitante para litigar ha sido resuelto por el a quo, precisamente en virtud de
su competencia, como una cuestión de fondo, que sirvió de base –en la misma
sentencia– para la decisión final.

3º) Que la segunda causal de casación invocada es la 5ª del artículo 768 del
Código de Procedimiento Civil; que se hace consistir en que la sentencia no
describió equitativamente las ponencias de las partes –estimando el recurrente
que fue desfavorecido en la exposición hecha por el juez– y que en ella carece
de las consideraciones que le sirvan de debido fundamento.

Estas alegaciones deben desestimarse de plano como expresión de vicios que


puedan constituir la causal en referencia, pues la primera en nada la configura,
sin perjuicio que en el hecho no aparece clara la diferencia de trato que se
reclama en el recurso; y la segunda es evidente que no concurre en la especie,
pues la sentencia contiene varios razonamientos que fundamentan la decisión,
aun cuando el recurrente pueda estimarlos insuficientes o inadecuados.

4º) Que por lo tocante al último capítulo de casación, que es la causal Nº 7 del
artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, que consiste en tener la
sentencia decisiones contradictorias, debe también desestimárselo; pues ella
hizo lugar en parte de la demanda, acogiendo las peticiones Nº 2 (principal
subsidiaria) y Nº 3 (consecuencial a la Nº 2) y desestimando las Nº 4 y 5 (una
restitución y las costas), con lo cual queda claro que no existe ninguna
contradicción en lo decisorio, que es lo previsto por la causal, cuya
interpretación es restrictiva, por ser la casación de derecho estricto.

Además, el recurso alude de manera clara y reiterada a contradicciones que


existirían en los considerandos, o entre varios de ellos, lo que no configura por
sí mismo la causal; sin que se logre acreditar la contradicción señalada y que
los fundamentos se destruyan entre sí, de manera que la sentencia quedara sin
razonamientos para respaldar lo decisorio, caso en el cual se estaría frente a la
causal analizada en el considerando anterior, pero por un motivo distinto al
invocado, situación que –de existir– ameritaría una casación de oficio, lo que
en este caso no se da.

5º) Que en todo caso, y esto se señala a mayor abundamiento, si alguna de las
tres causales de nulidad formal invocadas hubiese efectivamente existido, no
hubiera sido posible su acogimiento, porque se habría podido enmendar los
vicios por otra vía inmediatamente disponible para el tribunal, cual es la
apelación.

6º) Que las argumentaciones hechas valer por los demandados, en cuanto al
fondo del asunto planteado, no son suficientes para alterar lo concluido por el a
quo, cuya sentencia analiza los distintos aspectos planteados en torno a la
controversia, de manera que no da mérito para efectuar la enmienda que se
solicita.

7º) Que, del mismo modo, no puede aceptarse la solicitud de la demandante en


cuanto a condenar en costas a los demandados, pues éstos no fueron
totalmente vencidos, ya que se desestimó una de las peticiones formuladas en
la demanda –la del Nº 4, que es principal y no subsidiaria– para lo cual se ha
emitido por el sentenciador fundamentación que a esta Corte parece pertinente,
produciendo este rechazo, como consecuencia, la correcta absolución de la
demandada en cuanto a las costas.

Y visto, además, lo dispuesto por los artículos 186 y siguientes y 764 y


siguientes del Código de Procedimiento Civil se declara:

a) Se rechaza el recurso de casación en la forma de lo principal de fojas 1.853, interpuesto en contra de la


sentencia de primera instancia a fojas 1.831.

b) Se confirma la referida sentencia, que es de veintiséis de junio de mil novecientos noventa y ocho y está
escrita a fojas 1.831.

Regístrese y devuélvase con sus tomos agregados.

Redacción del Ministro señor Cisternas.

Se deja constancia que el fallo se expide con esta fecha por haberse hecho uso
de la facultad concedida por el artículo 82 del Código Orgánico de Tribunales.

Dictada por el Ministro señor Lamberto Cisternas Rocha y los Abogados


Integrantes señores Hugo Llanos Mansilla y Óscar Herrera Valdivia.
Rol Nº 4.668-1998

2. Improcedencia de renovar en recurso de casación en la forma recusación contra el tribunal. Falta de


preparación del recurso

Doctrina

El recurrente al deducir la recusación en contra del juez de la causa, lo hizo en forma subsidiaria a la petición
principal, la que no fue tramitada por el tribunal dado que se accedió a lo solicitado en lo principal. Frente a esta
decisión el recurrente no presentó objeción alguna, la que sólo vino a renovar al interponer el presente recurso
de casación en la forma. Es por ello que el sentenciador ha establecido que el recurso no fue preparado por el
recurrente en los términos exigidos por el artículo 769 del Código de Procedimiento Civil.

SENTENCIA DE CASACIÓN

Santiago, 5 de junio de 2000.

Vistos:

En estos autos se dictó sentencia definitiva el siete de mayo de mil novecientos


noventa y nueve, recaída en el juicio Caja de Compensación Asignación
Familiar 18 de Septiembre con Sociedad Educacional Bet-Yadha Limitada.

En contra de esta sentencia de primer grado, se ha deducido por la demandada


recurso de casación en la forma y apelación. Además, la demandada interpuso
apelación en contra de la interlocutoria de veinticinco de noviembre de mil
novecientos noventa y ocho que rola a fs. 173 de autos.

Y teniendo presente:

A. EN CUANTO AL RECURSO DE CASACIóN EN LA FORMA

1º) Que la recurrente deduce recurso de casación en la forma en virtud de lo


que señala el Nº 2 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, que
dispone que es causal de casación el haberse pronunciado sentencia por un
juez cuya recusación esté pendiente, y la hace consistir, justamente, en que se
dictó sentencia por juez cuya recusación estaba pendiente y por ende
inhabilitado.

2º) Que para fundamentar la causal, el recurrente argumenta que el juez a quo
manifestó opinión anticipada sobre el fondo del asunto debatido, al resolver el
incidente de incompetencia absoluta planteado por ésta a fs. 53 y señalar en
dicha resolución que del examen del contrato acompañado en autos se infiere
que no resultan aplicables las disposiciones de la ley Nº 19.281, que era lo que
pretendía la demandada, dejándola en la indefensión, ya que sin prueba había
sido resuelto lo principal de la materia.

3º) Que deducido el incidente de recusación; agrega el recurrente, el juez lo


dejó pendiente y en la sentencia de primera instancia no se pronunció al
respecto, lo que le ha causado un perjuicio sólo reparable con la invalidación
del fallo.
4º) Que de los antecedentes consta que la demandada en su presentación de
fs. 174, dedujo en forma subsidiaria a lo principal una recusación en contra el
juez de la causa.

5º) Que tal recusación, así deducida, no fue tramitada por el juez dado que
accedió a lo pedido en lo principal.

6º) Que ante esta decisión ninguna objeción se planteó por la ahora recurrente,
renovándola sólo al deducir el recurso de casación.

7º) Que, además, de no estar preparado el recurso, como lo exige el artículo


769 del Código de Procedimiento Civil, el procedimiento empleado por la parte
recurrente para deducir la recusación en contra del juez de la causa, está muy
lejos de ser aquel que regula el artículo 115 del Código de Procedimiento Civil,
el que por lo demás sanciona la paralización de su tramitación por más de 10
días con su abandono, según disposición expresa del artículo 123.

Por estas consideraciones y de acuerdo con lo que disponen los artículos 766,
768 y 770 del Código de Procedimiento Civil, se rechaza, con costas, el recurso
de casación en la forma deducido en lo principal de fs. 202 en contra de la
sentencia de siete de mayo de mil novecientos noventa y nueve, escrita en las
fojas 193 y siguientes.

B. EN CUANTO A LAS APELACIONES INTERPUESTAS POR LA DEMANDADA

Vistos:

Se confirman, con costas del recurso, las resoluciones apeladas de veinticinco


de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, escrita a fojas 61, del
expediente original y del cuaderno de compulsas ingresado con el Nº 8.166-98;
y siete de mayo de mil novecientos noventa y nueve, escrita a fojas 80 del
expediente original y a fojas 193 de estos autos acumulados, ingreso Nº 4.237-
99.

Regístrese y devuélvase.

Redacción al abogado integrante señor Óscar Herrera Valdivia.

Dictada por los Ministros señor Carlos Cerda Fernández y señor Jorge Dahm
Oyarzún y Abogado Integrante señor Óscar Herrera Valdivia.

No firma el Abogado Integrante señor Herrera, por ausencia.

Rol Nº 8.166-1998

3. Falta de preparación del recurso de casación en la forma

Doctrina

El recurso no puede ser admitido por cuanto no se ha dado cumplimiento por el recurrente al mandato del
artículo 769 del código de procedimiento Civil, aplicable en la especie, por disposición del artículo 535 del
Código de Procedimiento Penal, en el sentido de haber reclamado de la falta ejerciendo oportunamente y en
todos sus grados los recursos establecidos por la ley.

FALLO DE CASACIÓN

Santiago, 23 de mayo de 1996.

Vistos:

En estos autos Rol Nº 158.132 del Cuarto Juzgado del Crimen de Santiago, se
dictó la sentencia de primera instancia de primero de febrero de mil
novecientos noventa y uno, escrita a fojas 97, por la que se condena a los
procesados Gilberto Antonio Pascual Palacios Escobedo y Luis Felipe Pozo
Ruiz, en calidad de autores del delito de ofensas o injurias por escrito a las
Fuerzas Armadas previsto y sancionado en el artículo 284 del Código de
Justicia Militar a la pena de quinientos cuarenta y un días de presidio menor en
su grado medio y accesoria pertinente. Se les concede el beneficio de la
remisión condicional de la pena.

A fojas 132 de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º Nº 1 del Código


de Justicia Militar, modificado por la ley Nº 19.047, se ordena volver los autos al
tribunal a quo para ser remitidos al tribunal correspondiente.

A fojas 147, por fallo de veintiocho de agosto del año pasado, la Corte de
Apelaciones de Santiago confirmó la sentencia de primera instancia con
declaración, condenando a los acusados a la pena de un año de presidio
menor en su grado mínimo y accesoria, otorgándoseles la remisión condicional
de la pena por igual lapso.

El encausado Pozo Ruiz interpuso recursos de casación en la forma y en el


fondo en contra del expresado fallo de segundo grado.

Se trajeron los autos en relación para conocer de los referidos recursos.

Considerando:

I. En cuanto al recurso de casación en la forma.

1º. Que el recurso de casación en la forma del encausado Pozo Ruiz se apoya
en la causal del artículo 541 Nº 9 del Código de Procedimiento Penal en
relación con el Nº 4 del artículo 500 del mismo Código, reprochando
que el fallo no fue extendido en la forma dispuesta por la ley;

2º. Que tal recurso no puede ser admitido por cuanto no se ha dado
cumplimiento por el recurrente al mandato del artículo 769 del Código de
Procedimiento Civil, aplicable en la especie por disposición del artículo 535 del
Código de Procedimiento Penal, en el sentido de haber reclamado de la falta
ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los recursos establecidos por
la ley.
3º. Que, en consecuencia, el recurso de casación en la forma intentado en
autos deberá ser declarado inadmisible;

II. En cuanto al recurso de casación en el fondo.

4º. Que el recurso de casación en el fondo entablado se apoya en la causal del


Nº 3 del artículo 546 del Código de Procedimiento Penal. Al respecto, se
sostiene que el fallo impugnado ha vulnerado el artículo 284 del Código de
Justicia Militar, pues al calificar los hechos los estimó como constitutivos de
delito y, por ende, también infringió el artículo 1º del Código Penal, pues se
reputa delictual un hecho perfectamente lícito.

5º. Que, primeramente, cabe advertir que son hechos establecidos en el fallo
impugnado los siguientes: a) que en la edición 357 del semanario Fortín
Mapocho, de 14 de abril de 1986, fue publicado un artículo titulado Juicio al
Servicio Militar, conteniendo un reportaje realizado por el periodista Gilberto
Antonio Palacios Escobedo, publicación que fue autorizada por el director de
dicho medio de prensa, Luis Felipe Pozo Ruiz; y b) que en el referido artículo
se vierten expresiones, juicios y conceptos relativos al cumplimiento de la
obligación constitucional del servicio militar, la que –en definitiva– ofenden
gravemente el prestigio y honor de las Fuerzas Armadas en general y del
Ejército en particular;

6º. Que, tal como lo denuncia el recurrente, aparece vulnerado el artículo 284
del Código de Justicia Militar, pues las imputaciones que se hacen en el citado
reportaje corresponden a un desarrollo y análisis de una crónica, en la que se
equilibra una crítica adversa al Servicio Militar con otros juicios de carácter
positivo al mismo y las expresiones que se estiman como ofensivas o injuriosas
se enmarcan dentro de juicios críticos a una situación determinada.

7º. Que, por otra parte, no resulta suficiente para configurar el delito de que se
trata ni asignar responsabilidades al autor ni al director del medio de
comunicación, la sola circunstancia de algunos conceptos vertidos en el
reportaje, pues se precisa, además, una voluntad dolosa por parte del agente y
de los antecedentes de autos no aparece justificada la existencia del animus
injuriando sino que, básicamente un ánimo de narrar hechos y analizarlos,
situación que queda fuera de la carta del delito que se imputa a los acusados.

8º. Que, en consecuencia, habiéndose establecido que efectivamente se


vulneró el artículo 284 del Código de Justicia Militar, consecuencialmente, se
infringió el artículo 1º del Código Penal.

9º. Que las infracciones anotadas han tenido influencia sustancial en lo


dispositivo del fallo al condenar al encausado Pozo Ruiz en lugar de absolverlo,
razón por la que el recurso en estudio deberá ser acogido y anularse la
sentencia impugnada;

10º. Que, por último, cabe advertir que aun cuando el enjuiciado Gilberto
Palacios Escobedo no recurrió de casación en contra del fallo de segunda
instancia, por encontrarse él en la situación contemplada en el inciso segundo
del artículo 548 del Código de Procedimiento Penal, la sentencia de reemplazo
que se dictará lo aprovechará al igual que al condenado Pozo Ruiz.

Y de acuerdo, además, con lo previsto en los artículos 535 del Código de


Procedimiento Penal y 785 del Código de Procedimiento Civil, se declara:

A) Que se decide que el recurso de casación en la forma de lo principal de fojas 148 es inadmisible; y

B) Que se acoge el recurso de casación en el fondo interpuesto por el procesado Luis Felipe Pozo Ruiz en
contra de la sentencia de veintiocho de agosto de mil novecientos noventa y cinco, escrita a fojas 147, la que es
nula y se la reemplaza por la que se dicta separadamente y a continuación.

Acordada contra el voto de los Ministros señor Dávila y señor Bañados; en


cuanto a acoger el recurso de casación en el fondo interpuesto; por cuanto, en
su concepto, no aparecen configuradas las infracciones de ley que se
denuncian en el recurso como para dar lugar a éste y anular la sentencia
impugnada.

Regístrese y devuélvase

Pronunciado por los Ministros señores Roberto Dávila D., Adolfo Bañados C.,
Guillermo Navas B. y los Abogados Integrantes señores Mario Verdugo M. y
Emilio Pfeffer P.

Rol Nº 33.067.

SENTENCIA DE REEMPLAZO

Santiago, 23 de mayo de 1996.

En cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 755 del Código de Procedimiento


Civil en relación con el artículo 535 del Código de Procedimiento Penal, se
dicta a continuación la siguiente sentencia de reemplazo.

Vistos:

Se reproduce la parte expositiva de la sentencia apelada, como, asimismo, sus


considerandos 1º y 5º eliminándose todos los demás.

Y teniendo, en su lugar, presente:

1º. Que de acuerdo con lo expresado en los fundamentos 5º, 6º, 7º y 8º del fallo
de casación que antecede, que se dan por reproducidos, resulta procedente
absolver al acusado Luis Felipe Pozo Ruiz de la acusación formulada en su
contra en autos;

2º. Que, asimismo, encontrándose el enjuiciado Palacios Escobedo en la


situación a que alude el inciso segundo del artículo 548 del Código de
Procedimiento Penal, corresponde, también, absolverlo de la acusación dictada
en su contra;
3º. Que por las razones anotadas, esta Corte disiente del parecer del Ministerio
Público manifestado en su informe de fojas 143, en cuanto es de parecer de
confirmar la referida sentencia;

Por las anteriores consideraciones y lo dispuesto en los artículos 526 y 527 del
Código de Procedimiento Penal y 5º Nº 1 del Código de Justicia Militar,
modificado por la Ley Nº 19.047, se revoca la sentencia apelada de primero de
febrero de mil novecientos noventa y uno, escrita a fojas 97 y se decide que los
procesados Gilberto Antonio Pascual Palacios Escobedo y Luis Felipe Pozo
Ruiz, quedan absueltos de la acusación formulada en contra de ellos en calidad
de autores del delito previsto en el artículo 284 del Código de Justicia Militar.

Acordada contra el voto de los Ministros señor Dávila y señor Bañados quienes
estuvieron por confirmar la sentencia de primer grado, en virtud de sus propios
fundamentos, con declaración de que la pena a imponer a los enjuiciados es de
un año de presidio menor en su grado mínimo, accesorias pertinentes y costas
de la causa, concediéndoles el beneficio de la remisión condicional de la pena
por igual lapso.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Roberto Dávila D., Adolfo Bañados C.,
Guillermo Navas B. y los Abogados Integrantes señores Mario Verdugo M. y
Emilio Pfeffer P.

POZO RUIZ, Luis y otro.

CASACIÓN FORMA y FONDO CRIMINAL.

Rol Nº 33.067 (Santiago)

4. Vicio no reclamado en sentencia definitiva de primera instancia. Falta de preparación

Doctrina

Los vicios que el recurrente atribuye a la sentencia de segunda instancia, no haberse aplicado el procedimiento
por crimen o simple delito de acción pública, se habrían co-metido también en el fallo de primer grado, en contra
del cual no se alzó de casación en la forma, omisión que determina el incumplimiento de la exigencia
establecida en el inciso primero del artículo 769 del Código de Procedimiento Civil, según el cual para que
pueda ser admitido el recurso de casación en la forma es indispensable que el que lo entabla haya reclamado
de la falta, ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los recursos establecidos por la ley, lo que, además,
determina que el recurso no pueda prosperar.

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, veintitrés de agosto de mil novecientos noventa y cinco.

Resolviendo la presentación de fs. 71: téngase presente.

Vistos:

1º.- Que en estos autos rol Nº 02-94 del Tercer Juzgado del Crimen de Puerto
Montt, por sentencia de primera instancia se condenó a José Eduardo Paredes
Aguilar a la pena de quinientos cuarenta y un días de presidio, accesoria legal,
multa, de dos sueldos vitales mensuales, a un año de suspensión del carné o
permiso para conducir y al pago de las costas de la causa por su
responsabilidad de autor del delito de conducir vehículos motorizados en
estado de ebriedad; fallo en contra del cual se alzó en apelación, siendo
confirmada la sentencia de primer grado por la Corte de Apelaciones de la
misma ciudad, con declaración que se rebaja la pena corporal a trescientos
cincuenta días de presidio.

La parte del condenado recurre en contra de la sentencia de segunda instancia


de casación en la forma por las causales primera y segunda del artículo 541 del
Código de Procedimiento Penal, esto es por falta de emplazamiento y no
haberse recibido la causa a prueba, ya que los hechos constituirían un delito de
manejo en estado de ebriedad causando daños, lo que debió determinar se le
aplicara el procedimiento modificado para investigar crímenes o simples delitos
de acción pública, sometiéndosele a proceso y acusándosele, como también
recibiéndosele la causa a prueba, lo que no se hizo.

2º.- Que por mandato del inciso primero del artículo 181 la ley Nº 17.105 el
delito de conducir vehículos motorizados en estado de ebriedad se tramita
conforme al procedimiento reglado en los artículos 178, 179, y 180 de la citada
ley, lo que se cumplió en autos, excluyéndose expresamente los recursos de
casación, lo que determina la improcedencia del recurso de casación en la
forma.

3º.- Que los vicios que el recurrente atribuye a la sentencia de segunda


instancia, se habrían cometido también en el fallo de primer grado, en contra
del cual no se alzó de casación en la forma, omisión que determina el
incumplimiento de la exigencia establecida en el inciso primero del artículo 769
del Código de Procedimiento Civil, según el cual para que pueda ser admitido
el recurso de casación en la forma es indispensable que el que lo entabla haya
reclamado de la falta, ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los
recursos establecidos por la ley, lo que, además, determina que el recurso no
pueda prosperar.

Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 766, 769, 771 y 781 del Código
de Procedimiento Civil, 535 del de Procedimiento Penal y 180 de la ley 17.105,
se declara inadmisible el recurso de casación en la forma interpuesta en lo
principal de fs. 67 en contra de la sentencia de fecha cuatro de julio pasado,
escrita a fs. 65.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Roberto Dávila D., Adolfo Bañados C.,
Guillermo Navas B., y los Abogados Integrantes señores Mario Verdugo M.,
Vivian Bullemore G.

Paredes Aguilar, José Eduardo.

Casación Fondo Criminal.


Rol Nº 32.236 Puerto Montt

5. No ejercitar en todos los grados los recursos establecidos por la ley implica falta de preparación del recurso
de casación en la forma

Doctrina

Para que pueda ser admitido el recurso en examen, es indispensable que el que lo entabla haya reclamado de
la falta, ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los recursos establecidos por la ley, requisito al cual no
se ha dado cumplimiento en la especie, toda vez que el vicio que se le atribuye al fallo impugnado, se habría
producido en la dictación del de primera instancia, de modo tal que debió recurrirse en el sentido indicado en
contra de dicha sentencia de primer grado, desde que la de segunda instancia es sólo confirmatoria de aquélla,
lo cual resulta suficiente para declararlo inadmisible.

Santiago, 8 de marzo de 1999.

Vistos, teniendo presente:

I.- Recurso de casación en la forma:

Primero: Que la demandada deduce recurso de casación en la forma en contra


de la sentencia de catorce de octubre del año recién pasado, escrita a fojas 71,
fundado en la 5ª causal del art. 768 en relación con el Nº 5 del art. 170, ambos
del Código de Procedimiento Civil, y además, relacionándola con los arts. 426,
455, 456 y 458 del Código del Trabajo, esto es, en haberse pronunciado la
sentencia sin la enunciación de las leyes, y en su defecto, de los principios de
equidad con arreglo a los cuales se dicta el fallo, expresando que ambas
sentencias no señalan las razones jurídicas, o las simplemente lógicas,
científicas, técnicas o de experiencia en cuya virtud se asigna valor o
desestima las pruebas de su parte, especialmente, la confesión del actor en la
que reconoce la existencia de una deuda y la procedencia de ciertos
descuentos. Agrega que no se analiza toda la prueba rendida.

Segundo: Que para que pueda ser admitido el recurso en examen, es


indispensable que el que lo entabla haya reclamado de la falta, ejerciendo
oportunamente y en todos sus grados los recursos establecidos por la ley,
requisito al cual no se ha dado cumplimiento en la especie, toda vez que el
vicio que se le atribuye al fallo impugnado, se habría producido en la dictación
del de primera instancia, de modo tal que debió recurrirse en el sentido
indicado en contra de dicha sentencia de primer grado, desde que la segunda
instancia es sólo confirmatoria de aquélla.

Tercero: Que lo razonado resulta suficiente para declarar inadmisible el


recurso en examen en esta etapa.

II.- Recurso de casación en el fondo:

Cuarto: Que en conformidad a lo dispuesto en el art. 782 del Código de


Procedimiento Civil, se ordenó dar cuenta del recurso de casación en el fondo
deducido a fojas 74.

Quinto: Que el recurrente denuncia el quebrantamiento de los art. 160 Nº 3 y 7


y 445 inciso final del Código del Trabajo y 1545 del Código Civil, alegando que
entre la demandante y su parte, se celebró un contrato el que constituye una
ley para los contratantes, el que obligaba a la actora a prestar eficientemente
sus servicios y a dar aviso de su inasistencia, en forma previa y justificarla
oportunamente, obligaciones que fueron transgredidas y configuran la causal
de despido contemplada en el Nº 3 del art. 160 del Código del ramo, la que
además, se encuentra suficientemente acreditada, en su concepto, pues la
demandante faltó a su trabajo desde el 21 al 24 de octubre de 1997 y el 27 del
mismo mes y año, hechos que configuran el motivo de caducidad de su
contrato.

Finalmente sostiene que se han transgredido los art. 445 del Código del
Trabajo en relación con el 385 y siguientes del Código de Procedimiento Civil y
1713 del Código Civil, que establecen el valor de la confesión, la que hace
plena prueba en contra de quien la prestó, sin embargo, este elemento no fue
considerado y no se señalan razones para desestimarlo.

Sexto: Que son hechos establecidos en la sentencia impugnada, en lo


pertinente:

a) que se probó que la actora fue despedida, no obstante que dio aviso y justificó su inasistencia, por lo tanto,
el despido ha resultado improcedente.

Séptimo: Que de acuerdo a lo expresado, fluye que el recurrente impugna la


ponderación que de las pruebas allegadas al proceso, hicieron los jueces del
fondo, pretendiendo de ese modo alterar los hechos establecidos, desde que
alega que se probó la inasistencia injustificada de la demandante y, por ende,
los hechos configurantes de la causal de despido invocada por su parte.

Que la facultad de ponderación, según lo ha resuelto reiteradamente esta


Corte, se corresponde con facultades privativas de los sentenciadores de la
instancia, la que no admite control por esta vía, pues en tal actividad, ejercida
en conformidad a las reglas de la sana crítica, son soberanos.

Que además, cabe tener presente que la disposición contenida en el art. 445
del Código del Trabajo, es una norma de procedimiento, que no es susceptible
de atacarse por esta vía y que las disposiciones referidas por el recurrente y
que se establecen en los Códigos Civil y de Procedimiento Civil, relativas a la
confesión, no reciben aplicación en la materia, pues las pertinentes se
encuentran en los arts. 455 y 456 del Código del Trabajo.

Octavo: Que por lo razonado se concluye que el recurso en examen, adolece de manifiesta falta de
fundamento, lo que conduce a su rechazo en esta sede.

Por estas consideraciones y lo dispuesto, además, en los arts. 769 y 781 del
Código de Procedimiento Civil, se declara inadmisible el recurso de casación
en la forma y se rechaza el de fondo deducidos por la demandada a fojas 183,
contra la sentencia de catorce de octubre del año recién pasado, que se lee a
fojas 71.

Regístrese y devuélvase.
Se observa que el recurso en análisis aparece recibido en la Secretaría de la
Corte de Apelaciones, el 31 de octubre, según el cargo estampado en él y
proveído sólo el 3 de diciembre, ambas fechas de 1998.

Pronunciado por los Ministros señores Hernán Álvarez G., Mario Garrido M.,
Marcos Libedinsky T., José Benquis C. y el Abogado Integrante señor José
Bernales P.

Navarro Aguirre, Ximena Cecilia.

Casación Forma y Fondo - Laboral.

Rol Nº 45-99 (Santiago)

6. Preparación del recurso de casación no se restringe a deducir sólo recursos procesales propiamente tales

Doctrina

El recurso de casación procede en contra de las sentencias definitivas, en contra de las interlocutorias que
ponen término al juicio o hacen imposible su continuación y, excepcionalmente, respecto de las sentencias
interlocutorias dictadas en segunda instancia sin previo emplazamiento de la parte agraviada, o sin señalar día
para la vista de la causa. Para que esta vía de impugnación prospere, es indispensable que el que la entabla
haya reclamado de la falta, ejerciendo oportunamente y en todos sus grados, los recursos establecidos por la
ley; lo que no se restringe a la obligación de deducir los recursos procesales propiamente tales, sino que
cualquier otro recurso o medio permitido por la ley para subsanar la falta, por ejemplo, una incidencia de nulidad
de lo obrado.

Santiago, 22 de marzo de 2000.

Vistos:

En estos autos Rol Nº 704-98 del 13º Juzgado Civil de Santiago, la juez titular
doña Clara Carrasco Andonie, el 31 de julio de 1998, dictó sentencia definitiva
acogiendo la demanda de precario y ordenando al demandado la restitución del
inmueble reclamado por la actora. Contra dicha resolución el demandado
recurrió de casación en la forma y de apelación. Por sentencia de 30 de junio
de 1999, la Corte de Apelaciones de Santiago declaró inadmisible el recurso de
casación en la forma y confirmó el fallo de primer grado.

El demandado ha impugnado la resolución de la mencionada corte


interponiendo recurso de casación en la forma.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

Primero: Que el recurso de casación en la forma lo funda el recurrente en la


causal 9ª del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, en relación con el
Nº 1 del artículo 795 del mismo cuerpo legal, porque no se le habría emplazado
el juicio. Arguye que se le notificó la demanda en la forma señalada en el
artículo 44 del Código de Enjuiciamiento Civil, habiendo certificado el receptor
que lo buscó los días 3 y 4 de abril de 1998, sin encontrarlo, agregando que se
encontraba en el lugar del juicio, constancias que no son efectivas pues, como
lo demostró con los documentos acompañados, en esas fechas se encontraba
en la ciudad de La Paz, República de Bolivia. El hecho que efectivamente
ahora tenga su domicilio en calle Irarrázaval Nº 880 de la comuna de Maipú,
lugar donde se practicó la notificación, no significa que haya sido su domicilio a
la época de la notificación ni que se encontrara en ese lugar en ese momento.
En consecuencia, a la demandada nunca le fue comunicada legalmente y sólo
se enteró del juicio al serle notificada la sentencia definitiva de primera
instancia. Solicita se anule el fallo recurrido y se disponga que los autos
vuelvan al estado de notificar la demanda en conformidad a la ley.

Segundo: Que el recurso de casación en la forma procede, de acuerdo a lo


dispuesto en el artículo 766 del Código de Procedimiento Civil, en contra de las
sentencias definitivas, en contra de las interlocutorias que ponen término al
juicio o hacen imposible su continuación y, excepcionalmente, respecto de las
sentencias interlocutorias dictadas en segunda instancia sin previo
emplazamiento de la parte agraviada, o sin señalar día para la vista de la
causa, de lo que se desprende que la resolución que se pronuncia sobre el
recurso de casación no tiene la naturaleza jurídica de las citadas resoluciones,
de modo que el recurso en examen en la parte en que por él se impugna el
fallo de casación, es inadmisible.

Tercero: Que, para que pueda prosperar el recurso de nulidad formal, es


indispensable que el que lo entabla haya reclamado de la falta, ejerciendo
oportunamente y en todos sus grados los recursos establecidos por la ley.
Consta, al respecto, que el recurrente no promovió incidente de nulidad de lo
obrado durante la tramitación del proceso y que sólo alegó la falta de
emplazamiento al deducir el recurso de casación en la forma en contra de la
sentencia de primer grado, oportunidad en que fundó el recurso en la causal 9ª
del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, en relación con el Nº 1 del
artículo 795 del citado cuerpo legal, recurso que en definitiva fue declarado
inadmisible por no haberlo preparado de acuerdo lo dispone el artículo 769 del
Código señalado.

Cuarto: Que la exigencia legal de reclamar de la falta, ejerciendo el que


entabla el recurso oportunamente y en todos sus grados los recursos
establecidos por la ley, importa no solamente la obligación de deducir los
recursos procesales propiamente tales, sino también cualquier otro recurso o
medio permitido por la ley para subsanar la falta, como puede ser una
incidencia de nulidad de lo obrado fundada en el artículo 80 del Código de
Procedimiento Civil. Así se ha resuelto, de modo que la alegación del
recurrente de que la nulidad procesal no es recurso para los efectos de
preparar la casación en la forma, carece de fundamento.

Quinto: Que constando, en consecuencia, que el recurrente no intentó en su


oportunidad la nulidad de la notificación de la demanda que le fue practicada de
acuerdo al artículo 44 del Código de Procedimiento Civil, incidente que debió
promover para preparar el recurso de casación de forma deducido, dentro del
plazo señalado en el artículo 84 del Código de Procedimiento Civil, contado
desde la fecha de notificación de la demanda, máxime si a esa data ya se
encontraba en Chile como consta de los propios documentos acompañados por
el recurrente a fojas 42 y 43, se concluye que no dio cumplimiento a la norma
del artículo 769 del mencionado cuerpo legal.

Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 764 y 766 del Código de


Procedimiento Civil, se declara inadmisible el recurso de casación en la forma
deducido en contra de la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de
Santiago el treinta de junio de mil novecientos noventa y nueve, escrita en fs.
57 y 58.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S.,
Enrique Tapia W. y Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor Franklin
Geldres A. No firma el Ministro señor Jordán, por encontrarse con feriado legal
y el Abogado Integrante señor Geldres por encontrarse ausente, no obstante
haber concurrido ambos, a la vista del recurso y acuerdo del fallo.

Castro Negrete, Georgina Emelina.

Casación Forma - Civil.

Rol Nº 3.008-99 (Santiago)

Art. 770. El recurso de casación deberá interponerse dentro de los quince días siguientes a la fecha de
notificación de la sentencia contra la cual se recurre, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 791. En caso
que se deduzca recurso de casación de forma y de fondo en contra de una misma resolución, ambos recursos
deberán interponerse simultáneamente y en un mismo escrito.

El recurso de casación en la forma contra sentencia de primera instancia deberá interponerse dentro del plazo
concedido para deducir el recurso de apelación, y si también se deduce este último recurso, conjuntamente con
él.

7. Interposición de recurso de casación en la forma y en el fondo conjuntamente

Doctrina

De acuerdo a lo dispuesto en el inciso primero del artículo 770 del Código de Procedimiento Civil, en el caso que
se deduzca recurso de casación en la forma y en el fondo en contra de una misma resolución, ambos recursos
deberán interponerse simultáneamente y en un mismo escrito. Consta de autos que, la parte recurrente dedujo
recursos de casación en la forma y en el fondo en dos escritos separados, y en ese evento éstos no pueden
prosperar.

SENTENCIA CASACIÓN

Santiago, 8 de septiembre de 1994.

Vistos:

Que se ha deducido, por la parte demandante, recurso de casación en la forma


y en el fondo, en contra de la sentencia de segunda instancia de veintiséis de
noviembre de mil novecientos noventa y dos, escrita a fojas 504, que no hace
lugar a la demanda interpuesta en lo principal de fojas 21, sin costas.
Fundamenta el recurso de casación en la forma, en las causales previstas en el
artículo 768 números 5, 6 y 9 del Código de Procedimiento Civil y respecto del
recurso de casación en el fondo, basa su reclamo en la violación que hace el
fallo recurrido de los artículos 19 y 1713 del Código Civil, infracciones que
estima se producen al rechazarse la demanda y solicita que, invalidándose el
fallo de segunda instancia, se dicte la correspondiente sentencia de reemplazo
por la que se la acoja.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

1º Que de acuerdo a lo dispuesto en el inciso primero del artículo 770 del


Código de Procedimiento Civil, en el caso que se deduzca recurso de casación
en la forma y en el fondo en contra de una misma resolución, ambos recursos
deberán interponerse simultáneamente y en un mismo escrito.

2º Que consta de autos que, la parte recurrente dedujo recursos de casación


en la forma y en el fondo en dos escritos separados, según aparece a fojas 557
y 564 de estos autos.

3º Que atendido a lo expuesto, el recurrente no dio cumplimiento a la norma


contenida en el inciso 1º del artículo 770 del Código de Procedimiento Civil y en
ese evento, los recursos de casación deducidos no pueden prosperar y deben
ser necesariamente rechazados.

Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 787 y 809 del Código de


Procedimiento Civil, se declaran inadmisibles los recursos de casación en la
forma y en el fondo deducidos en contra de la sentencia de veintiséis de
noviembre de mil novecientos noventa y dos, escrita a fojas 504, con costas en
las que se condena solidariamente a la parte que los interpuso y a su abogado
patrocinante.

Aplícase con el destino legal la suma consignada para deducir los recursos.
Gírese cheque en su oportunidad por la Corte de Apelaciones respectiva.

Regístrese y devuélvase.

Rol Nº 20.422.

Pronunciado por los Ministros señores Enrique Zurita Campos, Osvaldo


Faúndez Vallejos, Roberto Dávila Díaz, Efrén Araya Vergara y el Abogado
Integrante señor Arturo Montes Rodríguez.

8. Plazo para interponer recursos en los juicios que intervenga el Consejo de Defensa del Estado. Norma
especial, plazo de días corridos

Doctrina

Considerando que el artículo 50 del decreto con fuerza de ley Nº 1, establece que el plazo para interponer los
recursos en que intervenga el Consejo de Defensa del Estado, es de 15 días, el que se aumentará conforme a
la tabla de emplazamiento del artículo 259 del Código de Procedimiento Civil, hasta un plazo máximo de 30 días
y, que dicho plazo es un término especial propio, que no se suspende durante los días feriados, el recurso en
estudio resulta totalmente extemporáneo, pues el fallo fue notificado el día 24 de agosto y el recurso fue recién
interpuesto el día 12 de octubre.

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 16 de noviembre de 2000.

Vistos y teniendo presente:

1º) Que en estos autos la contribuyente Comercial Malleco S.A., interpuso


recursos de casación en la forma y en el fondo en contra de la sentencia de
fojas 806;

2º) Que el referido fallo fue dictado el veinticuatro de agosto último y se notificó
por el estado diario a las partes el mismo día;

3º) Que el artículo 50 del decreto con fuerza de ley Nº 1, de 28 de julio de 1993,
que fija el Texto Refundido, Coordinado y Sistematizado de la Ley Orgánica del
Consejo de Defensa del Estado, establece que el plazo contemplado en el
artículo 770 del Código de Procedimiento Civil, será de quince días para los
recursos que se interpongan en los juicios en que intervenga el Consejo de
Defensa del Estado, el que se aumentará conforme a la tabla de
emplazamiento a que se refiere el artículo 259 del Código de Procedimiento
Civil, hasta un plazo máximo total de 30 días, cuando el Tribunal que haya
pronunciado la resolución recurrida tenga su asiento en una comuna o
agrupación de comunas diversa de aquella en que funciona el que haya de
conocer el recurso;

4º) Que, como puede apreciarse, el plazo establecido en la disposición recién


referida, es un término especial, propio, independiente del fijado en el Código
de Procedimiento Civil, no se le suma a éste, por lo que no es aplicable, en el
caso de que se trata, la norma del artículo 66 del referido Código, que dispone
que los términos de días en él establecidos, se entenderán suspendidos
durante los feriados, precepto que no puede extenderse en relación con otros
textos legales pues, en ellos, la disposición aplicable es el artículo 50 del
Código Civil, que comprende en su cómputo los días feriados;

5º) Que, como se dijo anteriormente, la notificación del fallo impugnado se


efectuó el veinticuatro de agosto último, por el estado diario, que es la forma
general de notificar las resoluciones dictadas en segunda instancia, razón por
la cual, el término para deducir los recursos de casación, de quince días
corridos más el emplazamiento, venció el once de octubre, por lo que, al ser
interpuestos el día doce del mismo mes, lo fueron en forma extemporánea;

Por estas consideraciones y de conformidad, además, con lo dispuesto en los


artículos 770, 776 y 782 del Código de Procedimiento Civil, se declaran
inadmisibles por extemporáneos, los recursos de casación en la forma y en el
fondo interpuestos a fojas 812, en contra de la sentencia de veinticuatro de
agosto último, escrita a fojas 806.
Acordada con el voto en contra del Abogado Integrante señor Castro, quien
estuvo por admitir a tramitación el recurso de casación en la forma y en el
fondo interpuestos, por considerar que la sola alusión al artículo 770 del Código
de Procedimiento Civil es indicativa de que dicho término es de días hábiles en
conformidad al artículo 66 del mismo cuerpo legal, como son todos los plazos
establecidos en dicho texto. Asimismo, lo anterior se ve reforzado por lo
dispuesto en los artículos 2º, 10 inciso 2º, 122, 131, 145 y 148 del Código
Tributario.

Regístrese y devuélvase con sus agregados.

Pronunciado por los Ministros señores Ricardo Gálvez B., Orlando Álvarez H. y
Domingo Yurac S. y los Abogados Integrantes señores Fernando Castro A. y
Álvaro Rencoret S.

CAPÍTULO IV
REQUISITOS PARA LA INTERPOSICIÓN DEL RECURSO

1. NECESIDAD DE SU INTERPOSICIóN POR LA PARTE AGRAVIADA

Art. 771. El recurso debe interponerse por la parte agraviada ante el tribunal que haya pronunciado la sentencia
que se trata de invalidar y para ante aquel a quien corresponde conocer de él conforme a la ley.

1. Recurso de casación. Requisito en su interposición por parte del agraviado

Doctrina

El recurso de casación debe ser interpuesto por la parte agraviada, calidad que no tiene la recurrente, toda vez
que éste lo interpone en contra de la resolución del tribunal que aprobó simplemente la sentencia de primer
grado, resolución en contra de la cual no ejerció recurso alguno que franquea la ley.

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 11 de julio de 1994.

Vistos y teniendo presente:

Que conforme lo señala el art. 771 del Código de Procedimiento Civil, aplicable
en la especie de acuerdo con lo dispuesto en el art. 535 de Procedimiento
Penal, el recurso de casación debe interponerlo la parte agraviada, calidad que
no tiene el recurrente, toda vez que éste lo interpone en contra de la resolución
del tribunal de alzada que aprobó simplemente la sentencia de primer grado,
resolución en contra de la cual no ejerció ninguno de los recursos que la ley le
franquea, razón por la que no es posible admitir a tramitación el recurso de
casación ahora deducido.

Y de conformidad, además, con lo que disponen los arts. 771, 781 y 787 del
Código de Procedimiento Civil, y 535 de Procedimiento Penal, se declara
inadmisible el recurso de casación en el fondo interpuesto en lo principal de fs.
46, en contra de la sentencia de primero de junio último, escrita fs. 45, con
costas en las que condena solidariamente a la parte que la interpuso y al
abogado que lo patrocinó.

Se aplica a beneficio de la Corporación Administrativa del Poder Judicial la


suma que debió consignarse para deducir este recurso, y gírese cheque
oportunamente por la Corte de Apelaciones respectiva con cargo a la boleta
certificada en autos.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los señores Arnaldo Toro, Óscar Carrasco, Luis Correa,
Guillermo Navas y Fernando Castro.

Vásquez Quiñones, Carlos.

Casación Fondo - Criminal.

Rol Nº 30.626 (Santiago)

2. Inadmisibilidad de recurso de casación por no ser interpuesto por parte agraviada

Doctrina

En conformidad a lo establecido en el artículo 771 del Código de Procedimiento Civil, el recurso de casación
debe interponerse por la parte agraviada, de manera que al no investir tal calidad la parte recurrente, pues no
apeló del fallo de primer grado, el recurso de casación en el fondo deducido en estos autos es inadmisible.

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 6 de diciembre de 1989.

Vistos:

Por sentencia de dos de mayo escrita a fs. 198, aprobada por la de tres de
octubre escrita a fs. 218, ambas del año en curso, se condenó al reo Juan
Arnaldo Fierro al pago de una multa de seis sueldos vitales mensuales escala A
del Departamento de Santiago, y a la pena de quinientos cuarenta y un días de
presidio menor en su grado medio, en calidad de autor de los delitos de
usurpación de terreno de propiedad de don Merbin Roulett Pineda, cometido el
21 de abril de 1986 y de hurto de madera de propiedad del mismo Merbin
Roulett cometido en junio de 1986, respectivamente, ambos delitos perpetrados
en Concepción.

En contra de la sentencia de segunda instancia, el reo de la causa interpuso el


recurso de casación en el fondo de fojas 221.

Se ordenó dar cuenta.

Teniendo presente:
1º) Que, notificado de la sentencia de primera instancia, el reo antes
mencionado no apeló de ella, la que, como antes se dijo, fue aprobada por
sentencia de tres de octubre último escrita a fs. 218; y

2º) Que en conformidad a lo establecido en el artículo 771 del Código de


Procedimiento Civil, el recurso de casación debe interponerse por la parte
agraviada, de manera que al no investir tal calidad la parte recurrente, pues no
apeló del fallo de primer grado, el recurso de casación en el fondo deducido en
estos autos, es inadmisible.

Y atendido además lo dispuesto en los artículos 787 y 809 del Código de


Procedimiento Civil, y 535 y 537 del Código de Procedimiento Penal, se declara
inadmisible el recurso de casación en el fondo interpuesto a fojas 221 por el reo
Juan Analdo Fierro, en contra de la sentencia de tres de octubre último escrita
a fojas 218, con costas en las que se condena solidariamente a dicha parte y a
su abogado patrocinante.

Se aplica, etc.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciada por los señores Servando Jordán, Osvaldo Faúndez, Lionel


Béraud, Marco Aurelio Perales y Juan Colombo.

Juan Arnaldo Fierro.

Casación Fondo - Criminal.

Rol Nº 27.367

3. Artículo 771 Código de Procedimiento Civil. Requisito de ser agraviado para deducir el recurso

Doctrina

El no haber apelado, el recurrente, de la sentencia de primera instancia, aprobada sin modificaciones por la
sentencia de apelación, importa que no reviste la calidad de agraviado en los términos del artículo 771 del
Código de Procedimiento Civil, aplicable por disposición del artículo 535 del Código de Procedimiento Penal.

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 13 de diciembre de 2000.

Vistos y teniendo presente:

1.- Que la defensa del procesado Félix Humberto Espinoza Cornejo ha


deducido recurso de casación en el fondo en contra de la sentencia definitiva
de segunda instancia que aprobó, sin modificaciones, la de primer grado que lo
condenó a la pena de sesenta y un días de reclusión y accesorias legales, por
su responsabilidad como autor de un cuasidelito de homicidio y un cuasidelito
de lesiones graves ocasionados en accidente de tránsito;
2.- Que el referido recurso se sustenta en la causal tercera del artículo 546 del
Código de Procedimiento Penal, en pos de la absolución del encausado, en
razón de encontrarse amparado por la eximente de responsabilidad penal
contemplada en el Nº 8 del artículo 10 del Código Penal;

3.- Que, sin embargo, tal libelo resulta inadmisible desde que el recurrente no
reviste la calidad de agraviado que, para los efectos de la interposición del
recurso de casación en el fondo, exige el artículo 771 del Código de
Procedimiento Civil, aplicable según dispone el artículo 535 del de
Procedimiento Penal, en tanto no apeló oportunamente de la sentencia de
primer grado, que fuera aprobada sin modificaciones por los jueces ad quem.

4.- Que, por último, esta Corte no advierte motivo para casar de oficio el
impugnado fallo.

Y visto, además, lo dispuesto en el artículo 782 del Código de Procedimiento


Civil y 535 del de Procedimiento Penal, se declara inadmisible el recurso de
casación en el fondo interpuesto a fojas 213, en contra de la sentencia escrita a
fojas 212.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Guillermo Navas B., Alberto Chaigneau
del C., Enrique Cury U. y José Luis Pérez Z. y el Abogado Integrante señor
Fernando Castro A.

Rol Nº 4.538-2000

4. Artículo 771 Código de Procedimiento Civil. Agravio. Alcance. Interés actual

Doctrina

Al no impugnar el recurrente la sentencia de primera instancia, la que en el correspondiente trámite de consulta,


fue aprobada, con modificación en cuanto rebajó la pena que le fuera impuesta en primera instancia; de ello
aparece que éste no reviste el carácter de agraviado en los términos que prescribe el artículo 771 del Código de
Procedimiento Civil, pues para ello, no basta que el fallo contenga decisiones desfavorables, sino que es
menester que exista un interés actual comprometido, y carece de él la parte que se ha conformado con lo
resuelto, más aún cuando la sentencia reduce la pena, por cuya razón, el recurrente no resulta legitimado para
deducir el presente recurso. Considerando 4º sentencia Corte Suprema.

2.- Para los efectos de la regulación de la pena, se debe tener presente que el encausado es culpable por seis
delitos de una cuantía superior a cuarenta Unidades Tributarias Mensuales, por lo que le es más favorable la
aplicación de una pena única aumentada en un grado. Considerando 1º sentencia Corte de Apelaciones

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 28 de mayo de 2001.

Vistos y teniendo presente:

1.- Que la defensa del procesado Rodolfo Perfecto Demonte Mancilla dedujo
recurso de casación en el fondo en contra de la sentencia definitiva de segunda
instancia, en cuanto aprobó la de primer grado, con declaración de que le
rebajó a cuatro años la pena única impuesta al recurrente por su
responsabilidad como autor de los delitos de giro doloso de cheques, en lugar
de los cinco años y un día que primitivamente se le había impuesto por el
tribunal de primer grado;

2.- Que el recurso de casación en el fondo del encausado se sustenta en la


causal primera del artículo 546 del Código de Procedimiento Penal, basándose
en que si bien se calificó el delito con arreglo a la ley, se impuso una pena más
grave que la señalada en el Nº 3 del artículo 467 del Código Penal en su texto
fijado por la ley Nº 19.450, por lo que, en su concepto, procedía aplicar la pena
de sesenta y un días de presidio aumentada en un grado, y no la pena de
cuatro años que le fuese impuesta;

3.- Que cabe señalar desde ya que el artículo 771 del Código de Procedimiento
Civil, aplicable en la especie en virtud de lo dispuesto en el artículo 535 inciso
primero del Código de Procedimiento Penal, estatuye que el recurso de
casación debe interponerse por la parte agraviada;

4.- Que, sin embargo, el recurrente no impugnó la sentencia de primera


instancia, la que en el correspondiente trámite de la consulta, procedente a su
respecto, fue aprobada con modificación en cuanto rebajó la pena que le fuera
impuesta en primera instancia; de ello aparece que éste no reviste el carácter
de agraviado en los términos que prescribe el artículo 771 citado, pues para
ello no basta que el fallo contenga decisiones desfavorables, sino que es
menester que exista un interés actual comprometido, y carece de él la parte
que se ha conformado con lo resuelto, más aún cuando la sentencia le reduce
la pena, por cuya razón el recurrente no resulta legitimado para deducir el
presente recurso;

5.- Que, finalmente, del mérito de los antecedentes no resulta procedente el


estudio de una posible casación de oficio de lo actuado.

Y visto, además, lo dispuesto en el artículo 782 del Código de Procedimiento


Civil, se declara inadmisible el recurso de casación en el fondo, deducido a
fojas 293 en contra de la sentencia de segunda instancia de fojas 285.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores José Luis Pérez Z., Jorge Medina C. y
Milton Juica A. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Franklin
Geldres A.

Rol Nº 1.651-1

2. REQUISITOS DEL ESCRITO EN QUE SE DEDUCE EL RECURSO

Art. 772. El escrito en que se deduzca el recurso de casación en el fondo deberá:

1) Expresar en qué consiste el o los errores de derecho de que adolece la sentencia recurrida, y

2) Señalar de qué modo ése o esos errores de derecho influyen sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
Si el recurso es en la forma, el escrito mencionará expresamente el vicio o defecto en que se funda y la ley que
concede el recurso por la causal que se invoca.

En uno y otro caso, el recurso deberá ser patrocinado por abogado habilitado, que no sea procurador del
número.

1. Inadmisibilidad del recurso por no designarse abogado patrocinante

Doctrina

Procede declarar inadmisible el presente recurso de casación, por cuanto no se efectúa la designación de
abogado patrocinante, incumpliendo la exigencia contenida en el artículo 772 inciso final del Código de
Procedimiento Civil.

SENTENCIA CORTE DE APELACIONES

Santiago, 12 de septiembre de 2000.

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada, pero se eliminan sus fundamentos


segundo y cuarto;

Y se tiene en su lugar, además, presente:

Primero: Que apreciados conforme a la sana crítica los dichos de las testigos
Elena Roxana Codecido Becerra y Vanessa Lorena Campos Warnech,
corresponde dar acogida a las tachas deducidas en la audiencia de prueba a
fojas 58 y 60, pues ambas testigos reconocen, la primera visitar con una
frecuencia de tres a cuatro veces al mes a la actora y la segunda tener amistad
íntima con ella.

Segundo: Que ello no obstante, al testimonio de ambas testigos se les otorga


el valor de presunción judicial, conforme a lo prevenido en el inciso final del
artículo 450 del Código del Trabajo.

Por estos fundamentos:

1º Se revoca, en su parte recurrida, la sentencia en alzada, en cuanto rechaza


las tachas deducidas a fojas 58 y 60 y en su lugar se declara que se acogen las
referidas inhabilidades;

2º Se confirma, en lo demás, la referida sentencia de once de febrero pasado,


escrita desde fojas 89 a fojas 100.

Regístrese y devuélvase con los documentos guardados en custodia, según


constancia de fojas 109.

Dictada por los Ministros señora Sonia Araneda Briones y señor Raimundo
Díaz Gamboa y el Ministro Suplente señor Alfonso Álvarez Valderrama.

Rol Nº 1.773-2000.
CORTE DE APELACIONES

Santiago, 5 de diciembre de 2000.

Vistos y teniendo presente:

Que según las normas estatuidas en la ley Nº 18.120, por el solo hecho de
poner el abogado su firma en una presentación, éste conserva su patrocinio y
responsabilidad, en tanto no haya constancia en la causa de su cesación.

Que en el presente caso, la abogado que interpuso el recurso de casación es la


profesional que tuvo a su cargo la tramitación de los autos desde la
contestación de la demanda, como consta de la presentación de fojas 20, todo
lo cual lleva a esta Corte a considerar que al estampar su firma y su nombre
como abogado patrocinante del recurso de casación deducido a fojas 114 ha
dado cumplimiento al requisito prescrito en el artículo 776 del Código de
Procedimiento Civil, por lo que se accederá a la reposición solicitada a fojas
123, en cuanto a declarar admisible el referido recurso.

Y visto lo dispuesto en el artículo 776 del Código de Procedimiento Civil,


aplicable en la especie por lo establecido en el artículo 463 del Código del
Trabajo, se acoge el recurso de reposición deducido en lo principal de fojas
123, y proveyendo derechamente a fojas 114 se declara:

Que el recurso de casación en el fondo deducido a fojas 114 por la abogado


Carolina Pavez Loyola, en representación de la demandada, en contra de la
sentencia de doce de septiembre pasado, escrita a fojas 113, ha sido
interpuesto en tiempo y patrocinado por abogado habilitado para el ejercicio de
la profesión.

Y de conformidad, además, con lo dispuesto en el artículo 463 del Código del


Trabajo, en relación con los artículos 764, 767, 770, 771 y 776 del Código de
Procedimiento Civil, sáquese fotocopias o compulsas de las sentencias de
primera y de segunda instancia, del escrito de fojas 114 y de la presente
resolución con sus notificaciones y personería de las partes y hecho, elévese
estos autos a la Exma. Corte Suprema para su conocimiento y resolución, en
tanto que las compulsas se remitirán al tribunal de primera instancia.

Al otrosí de fojas 123; a sus antecedentes.

Acordada con el voto en contra del ministro señor Díaz, quien estuvo por no
acoger el recurso de reposición deducido, teniendo para ello especialmente
presente en el señalado en el Nº 2 de la resolución de fojas 121.

Dictada por los Ministros señora Sonia Araneda Briones y señor Raimundo
Díaz Gamboa y el Abogado Integrante señor Roberto Jacob Chocair.

Rol Nº 1.773-2000.

CORTE SUPREMA
Santiago, 23 de enero de 2001.

Vistos y teniendo presente:

Primero: Que en conformidad a lo dispuesto en el artículo 782 del Código de


Procedimiento Civil, se ordenó dar cuenta del recurso de casación en el fondo
deducido a fojas 114.

Segundo: Que el artículo 772 inciso final del Código de Procedimiento Civil,
establece que el recurso de casación debe, entre otras formalidades, cumplir
con la exigencia de ser patrocinado por abogado habilitado, que no sea
procurador del número.

Tercero: Que en la presentación en la que se contiene el recurso, no se


efectúa la designación del abogado patrocinante, en consecuencia, al no
cumplirse una de las formalidades exigidas para su admisibilidad, éste debe ser
declarado inadmisible.

Por estas consideraciones y normas legales citadas, se declara inadmisible el


recurso de casación en el fondo deducido por la demandada a fojas 114, contra
la sentencia de doce de septiembre del año pasado, que se lee a fojas 113.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Marcos Libedinsky T., José Benquis C. y
Urbano Marín V. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Juan
Infante P.

Contreras Ramírez, Carmen Loreto.

Casación Fondo - Laboral.

Rol Nº 4.938-00 (Santiago)

2. Enunciación de artículos infringidos. Sola enunciación de artículos infringidos. Casación en el fondo.


Improcedencia

Doctrina

De conformidad a los artículos 767 y 772 del Código de Procedimiento Civil, el recurso de casación en el fondo
tiene lugar siempre que la sentencia se haya dictado con infracción de ley y que esta infracción haya influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, lo que obliga al recurrente a señalar en forma precisa y
circunstanciada, que el o los errores de derecho que denuncia, emanan o dicen relación con una vulneración de
ley precisa y cómo influyen, de un modo sustancial en lo dispositivo del fallo, obligación que en forma alguna se
cumple con la sola enunciación de los artículos que se dan por infringidos. Considerando 2º sentencia Corte
Suprema.

SENTENCIA JUZGADO DE LETRAS

Santiago, 9 de julio de 1999.

Cúmplase
Vistos y teniendo presente:

Que con los antecedentes allegados al proceso, se establece en forma


fehaciente que el hecho denunciado no es constitutivo de delito.

Por lo que de conformidad a lo dispuesto en los artículos 408 Nº 2 y 414 del


Código de Procedimiento Penal, se declara que se sobresee definitivamente en
esta causa.

Regístrese y consúltese.

Dictada por la señora M. Verónica Orozco Lobos, Juez Subrogante.

Rol Nº 137.141-9.

SENTENCIA CORTE APELACIONES

Santiago, 20 de marzo de 2000.

Vistos:

Se confirma la resolución apelada de nueve de julio del año pasado, escrita a


fs. 474.

Devuélvase, conjuntamente con sus tres tomos agregados.

Dictada por los Ministros señorita María Antonia Morales Villagrán y señor Juan
Araya Elizalde y el Abogado Integrante señor Eduardo Jara Miranda.

Rol Nº 51.480-1999.

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 28 de mayo de 2001.

Vistos y teniendo presente:

1.- Que el apoderado de la parte querellante Armando Zalaquett y Cía. de


Inversiones Latinoamericana, deduce recurso de casación en el fondo en
contra de la sentencia de segunda instancia que confirmó la de primer grado
que sobreseyó definitivamente en esta causa, de conformidad a lo dispuesto en
el Nº 2 del artículo 408 del Código de Procedimiento Penal. En el recurso se
señala, en síntesis, que se incurrió en error de derecho al calificar las
circunstancias previstas en el Nº 2 de la disposición legal recién citada, por lo
cual solicita se invalide la resolución impugnada y que se retrotraiga el proceso
al estado anterior de las resoluciones de fojas 474 y 487, ordenando la
reapertura del sumario y la práctica de todas aquellas diligencias que se
encuentren pendientes, y las que de ellas se deriven;
2.- Que desde un punto de vista formal el recurso no cumple con las exigencias
de los artículos 767 y 772 del Código de Procedimiento Civil, según los cuales
el recurso de casación en el fondo tiene lugar siempre que la sentencia se haya
pronunciado con infracción de ley y que esta infracción de ley haya influido
sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia, lo que obligaba al recurrente
a señalar en forma precisa y circunstanciada, que el o los errores de derecho
que denuncia, emanan o dicen relación con una vulneración de ley precisa y
cómo influyen, de un modo sustancial, en lo dispositivo del fallo; obligación que
en forma alguna se cumple con la sola enumeración de los artículos que se dan
por infringidos, que, en todo caso en la especie tampoco se mencionan, a
excepción del artículo 408 Nº 2 del Código de Procedimiento Penal.

Por estas consideraciones, y de conformidad, además, con lo dispuesto en los


artículos 764, 767 y 782 del Código de Procedimiento Civil, y 535 del de
Procedimiento Penal, se declara que se rechaza, por manifiesta falta de
fundamentos, el recurso de casación en el fondo deducido en lo principal de la
presentación de fojas 1.818 en contra de la sentencia de segunda instancia de
veinticuatro de mayo del año recién pasado, escrita a fojas 1.816.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores José Luis Pérez Z., Jorge Medina C. y
Milton Juica A. y los Abogados Integrantes señores Manuel Daniel A. y Franklin
Geldres A.

Rol Nº 3.510-00

3. Artículo 772 Nº 1 del Código de Procedimiento Civil. Falta requisitos formales del recurso. Escrito del
recurso debe señalar precisamente los errores de derecho del fallo recurrido

Doctrina

El recurso interpuesto no reúne los requisitos formales exigidos por el artículo 772 Nº 1 del Código de
Procedimiento Civil, por cuanto no explica los errores de derecho en que habría incurrido la sentencia
impugnada, impidiendo al tribunal fiscalizar las normas pertinentes al caso de que se trata, en la medida que no
se expresa cuál es el sentido en que se aplicaron y en cuál otro sentido debieron aplicarse.

SENTENCIA CORTE DE APELACIONES

Santiago, 22 de noviembre de 1999.

Vistos:

I.- En cuanto al recurso de casación en la forma.

1º.- Que en el primer otrosí del escrito de fojas 119, doña Beatriz Cecilia Labra
Morales, Contador Auditor, en su calidad de gerente de la Cooperativa de
Ahorro y Crédito de Talagante Ltda., Coocretal, deduce recurso de casación en
la forma en contra de la sentencia definitiva de fecha trece de abril de este año,
escrita a fojas 98 y siguientes, que sustenta en la causal del artículo 768 Nº 9
del Código de Procedimiento Civil en relación con el artículo 795 Nºs. 4 y 7 del
mismo Código.
Señala, como fundamento de hecho de los vicios invocados, los siguientes:

a) En el curso del juicio se vio privado de la práctica de diligencias de prueba puesto que, no obstante
haberlas solicitado oportunamente, el tribunal no se pronunció acerca de su procedencia dejándola en la
indefensión; b) no se citó a las partes para oír sentencia, trámite obligatorio atendida la naturaleza del juicio; y c)
dictó una medida para mejor resolver, fuera del plazo señalado en el artículo 159 del Código de Procedimiento
Civil.

Termina solicitando que se acoja el recurso, invalidando la sentencia y


disponiendo la práctica de las diligencias probatorias esenciales para la
acertada resolución del litigio, se cite para oír sentencia, y se dicte una
sentencia ajustada a derecho con costas.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

1º.- Que el artículo 768 Nº 9 del Código de Procedimiento Civil, hace


procedente el recurso de casación en la forma cuando se ha faltado a algún
trámite o diligencia declarados esenciales por la ley; pero para que dicho
recurso sea admitido, es indispensable que el que lo entable haya reclamado
de la falta ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los recursos
establecidos en la ley, conforme lo previene el artículo 768 inciso 1º del mismo
Código.

Por otra parte, el tribunal podrá desestimar el recurso si de los antecedentes


aparece de manifiesto que el recurrente no ha sufrido un perjuicio reparable
sólo con la invalidación del fallo o cuando no ha influido en lo dispositivo del
mismo, artículo 768 inciso 2º del Código citado.

2º.- Que es efectivo que no medió oportuno pronunciamiento en autos respecto


de las probanzas solicitadas por la demandada a fojas 105 y 113, actuales y
fojas 82 y 90; y que respecto de los documentos acompañados por esta parte a
fojas 106, sólo se tuvieron por acompañados para mejor resolver, cuando ya
había transcurrido con creces el término señalado para este efecto en el
artículo 159 del Código de Procedimiento Civil;

3º.- Que, no obstante lo expuesto en el razonamiento que antecede, no medió,


respecto de las omisiones anotadas actividad alguna de la parte afectada, en
orden a agotar los recursos para obtener que el tribunal se pronunciara sobre la
procedencia de las diligencias probatorias pedidas;

4º.- Que tampoco incidentó en lo relativo a la falta de oportunidad de la medida


para mejor resolver decretada y, en todo caso, se trató de una medida que no
le causó perjuicio sino que lo favoreció procesalmente;

5º.- Que no hubo perjuicio para la demandada derivado de la omisión en que


incurrió el tribunal al no citar a las partes para oír sentencia;

6º.- Que de lo razonado precedentemente se infiere que, no obstante ser


efectivos los hechos que sirven de antecedentes al recurso lo que ha dado
lugar a que se configuren las causales invocadas, debe rechazarse la nulidad
que se pretende obtener por esta vía porque, como se ha dicho, no se preparó
el recurso en lo relativo a la práctica de ciertas diligencias probatorias, y
tampoco medió perjuicio para el recurrente por la falta de oportunidad en que
una de ellas fue decretada como por haberse omitido la citación de las partes
para oír sentencia.

Por estas consideraciones y citas legales se declara que se rechaza, sin


costas, el recurso de casación en la forma deducido en el primer otrosí del
escrito de fojas 149.

II.- En cuanto al recurso de apelación.

Se reproduce la sentencia en alzada con las siguientes modificaciones:

En su parte expositiva, se suprime su acápite final desde donde dice: Estando


el proceso..., hasta la palabra sentencia.

Se eliminan los considerandos quinto, sexto, séptimo y octavo.

Y se tiene presente:

Primero: Que para que proceda la ejecución, no sólo se requiere que el título
tenga el carácter de ejecutivo, como sucede en la especie, sino que se baste a
sí mismo, esto es, que la obligación de que da cuenta sea actualmente exigible;
y en el caso de recaer sobre una suma de dinero, que dicha cantidad sea
líquida o liquidable mediante simples operaciones aritméticas, con sólo los
datos que el mismo título ejecutivo suministre;

Segundo: Que despachado el mandamiento de ejecución y embargo y


requerida que fue de pago, la ejecutada opuso como excepción de fondo la del
artículo 464 Nº 7 del Código de Procedimiento Civil, falta de fuerza ejecutiva
del título, fundada en que la obligación que se demanda está contenida en un
contrato bilateral en que ninguno de los contratantes está en mora, dejando de
cumplir lo pactado, mientras el otro no cumple o no se allana a cumplirlo en la
forma y lugar debidos, conforme lo establece el artículo 1552 del Código Civil.
La ejecutante, no cumplió parte de las obligaciones contenidas en la escritura
pública, invocada como título, y en el contrato privado de fecha 20 de abril de
1995, que es parte integrante del mismo, por lo que ella no se encuentra en
mora;

Tercero: Que las obligaciones que señala como incumplidas, las hace consistir
en la falta de otorgamiento de un mandato especial a la ejecutada para que
ésta pudiera retirar y percibir desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el
monto de los subsidios otorgados a miembros del comité de allegados Orlando
Letelier. Este mandato nunca lo otorgó, percibiendo directamente los subsidios,
como lo reconoce en el párrafo 4 de lo principal del libelo de demanda; y en el
hecho de no haber dado cumplimiento a la entrega de la obra en el plazo de
180 días contados a partir de la fecha del financiamiento por parte del SERVIU,
lo que ocurrió el 30 de junio de 1995. El plazo se cumplió y la constructora sólo
adelantó el 23% de la obra, no obstante que ya había cobrado los subsidios del
SERVIU;

Cuarto: Que la recurrida acompañó un legajo de documentos tendientes a


acreditar la excepción de fondo opuesta los que, agregados en forma legal a
fojas 96, no fueron objetados de falsos o faltos de integridad.

En ese legajo obra, además del contrato privado suscrito entre las partes,
fotografías y acta notarial sobre el estado inconcluso en que estaba la obra al
15 de mayo de 1996; recibo de la ejecutante por $ 3.000.000, dado a la
ejecutada el 26 de enero de 1996; cartas intercambiadas entre las partes que
revelan las dificultades suscitadas entre ambas; mandato otorgado por la
ejecutante a la ejecutada para cobrar del SERVIU 16 subsidios habitacionales;
de la misma ejecutante a una tercera empresa para cobrar diecisiete subsidios
de la obra convenida; carta de la ejecutante reembolsando 17 subsidios a la
ejecutada certificado de vigencia al 23 de junio de 1998 de una boleta de
garantía a favor del SERVIU Metropolitano obtenida por la ejecutada.

Todos estos antecedentes revelan que el contrato celebrado entre las partes
derivó en una relación compleja, cuyas obligaciones recíprocas fueron más allá
de lo convenido, las que no han sido cabalmente cumplidas por una u otra de
ellas, de modo tal que impiden que el título invocado traiga aparejada ejecución
por sí mismo, conforme a las exigencias recordadas en el fundamento primero
de este fallo;

Quinto: Que por las razones expuestas, se acogerá la excepción del artículo
Nº 464 Nº 7 del Código de Procedimiento Civil, promovida por la ejecutada.

Por estas consideraciones y lo dispuesto, además, en los artículos 1552 del


Código Civil, 223 y siguientes, 437, 438 Nº 3 y 464 Nº 7 del Código de
Procedimiento Civil, se revoca la sentencia de trece de abril de mil novecientos
noventa y nueve, escrita a fojas 98 y siguientes, en la parte en que rechaza la
excepción del artículo 464 Nº 7 del Código de Procedimiento Civil y condena en
costas a la ejecutada, y se declara que se acoge dicha excepción y, en
consecuencia, se rechaza la demanda de lo principal de fojas 12, debiendo
cada parte asumir sus propias costas.

Regístrese y devolución.

Redactó la Ministra señorita María Antonia Morales Villagrán.

Dictada por los Ministros señor Alfredo Pfeiffer Richter, señorita María Antonia
Morales Villagrán y señor Hugo Dolmestch Urra. No firma el Ministro señor
Dolmestch, quien concurrió a la vista de la causa y al acuerdo, por encontrarse
ausente.

Rol Nº 4.755-99.

SENTENCIA CORTE SUPREMA


Santiago, 8 de junio de 2000.

Vistos y teniendo presente:

1º.- Que en este juicio ejecutivo sobre cumplimiento de obligación de dar, la


parte demandante recurre de casación en el fondo en contra de la sentencia
dictada por una de las Salas de la Corte de Apelaciones de Santiago que,
revocando la de primer grado, rechaza la demanda interpuesta;

2º.- Que de la lectura del recurso, se puede constatar que éste no reúne el
requisito formal que exige el número 1º del artículo 772 del Código de
Procedimiento Civil, por cuanto no explica los errores de derecho en que habría
incurrido la sentencia impugnada, impidiendo a este tribunal fiscalizar las
normas pertinentes al caso de que se trata, en la medida que no se expresa
cuál es el sentido en que se aplicaron y cuál otro en que debieron aplicarse.

Por estas consideraciones y de conformidad, además, a lo prevenido en el


artículo 782 del Código de Procedimiento Civil, se declara inadmisible el
recurso de casación en el fondo interpuesto en lo principal de fojas 166, en
contra de la sentencia de veintidós de noviembre del año pasado, escrita a
fojas 161.

Regístrese y devuélvase con sus agregados.

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S.,
Enri- que Tapia W. y Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor José
Fernández R.

Empresa Constructora Laboral S.A.

Casación Fondo - Civil.

Rol Nº 339-00 (Santiago)

Art. 773. El recurso de casación no suspende la ejecución de la sentencia, salvo cuando su cumplimiento haga
imposible llevar a efecto la que se dicte si se acoge el recurso, como sería si se tratare de una sentencia que
declare la nulidad de un matrimonio o permita el de un menor.

La parte vencida podrá exigir que no se lleve a efecto la sentencia mientras la parte vencedora no rinda fianza
de resultas a satisfacción del tribunal que haya dictado la sentencia recurrida, salvo que el recurso se interponga
por el demandado contra la sentencia definitiva pronunciada en el juicio ejecutivo, en los juicios posesorios, en
los de desahucio y en los de alimentos.

El recurrente deberá ejercer este derecho conjuntamente con interponer el recurso de casación y en solicitud
separada que se agregará al cuaderno de fotocopias o de compulsas que deberá remitirse al tribunal que deba
conocer del cumplimiento del fallo. El tribunal a quo se pronunciará de plano y en única instancia a su respecto y
fijará el monto de la caución antes de remitir el cuaderno respectivo a dicho tribunal.

El tribunal a quo conocerá también en única instancia en todo lo relativo al otorgamiento y subsistencia de la
caución.

4. Artículo 773 del Código de Procedimiento Civil. Fianza de resultas

Doctrina
Tanto los efectos del recurso de casación como la fianza de resultas quedan entregados, en única instancia, a la
Corte de Apelaciones.

Santiago, 18 de marzo de 1996.

Vistos:

En estos autos Rol Nº 124-96 recurre de hecho el abogado Andrés Cristoffanini


Olmedo en contra de la resolución de la Corte de Apelaciones de Valparaíso de
fecha ocho de enero del año en curso solicitando se disponga la suspensión
inmediata del cumplimiento del fallo de segunda instancia a la luz de lo
dispuesto en el inciso primero del artículo 773 del Código de Procedimiento
Civil, por cuanto en su concepto, han errado los ministros recurridos al declarar
improcedente la apelación interpuesta en contra de la resolución que se negó a
disponer la suspensión indicada, la cual es procedente.

Informando los magistrados recurridos a fs. 26 señalan que negaron lugar a la


reposición intentada en contra de la decisión que rechaza la suspensión del
procedimiento al interponerse el recurso de casación en el fondo y declararon
improcedente la apelación.

Se ordenaron traer los autos en relación.

Considerando:

1. Que para resolver adecuadamente el recurso debe precisarse que en la


causa Rol Nº 26.934 del Juzgado Civil de La Ligua, caratulados Olmedo
Meneses, Edith con Inmobiliaria Roca Limitada, sobre denuncia de obra nueva,
por sentencia de segunda instancia de fecha veintitrés de noviembre de mil
novecientos noventa y cinco, se confirmó la decisión de primera instancia que
rechazó la demanda; sentencia en contra de la cual se interpusieron por la
actora los recursos de casación en la forma y en el fondo, solicitándose,
además, en presentación separada, la suspensión del procedimiento y, en
subsidio, se fije fianza de resultas, siendo denegada la suspensión del
procedimiento el día quince de diciembre del año pasado, por lo que se pide
reconsideración y, en subsidio, apela. La Corte de Apelaciones negó lugar a la
reposición y declaró improcedente la apelación por resolución de ocho de
enero pasado, la que motivó el presente recurso de hecho.

2. Que el artículo 773 del Código de Procedimiento Civil reglamenta los efectos
del recurso de casación y la solicitud de fianza de resultas, decisiones que
entrega a la Corte de Apelaciones en única instancia.

3. Que conforme lo dispone el artículo 210 del Código de Procedimiento Civil


las resoluciones que recaigan en los incidentes que se promuevan en segunda
instancia, se dictarán sólo por el tribunal de alzada y no serán apelables, sino
en los casos en que expresamente el legislador ha contemplado este recurso.

De conformidad a lo expuesto y disposiciones legales citadas, se declara


inadmisible el recurso de hecho interpuesto en lo principal de fs. 8 por el
abogado Andrés Cristoffanini Olmedo.
Regístrese, comuníquese y archívese.

Pronunciada por los Ministros señores Marcos Aburto, Efrén Araya y Óscar
Carrasco y los Abogados Integrantes señores Fernando Castro y José
Fernández.

Cristoffanini Olmedo, Andrés.

Recurso de Hecho Civil.

Rol Nº 124 (Valparaíso)

CAPÍTULO V
CASACIÓN DE OFICIO

Art. 775. No obstante lo dispuesto en los artículos 769 y 774, pueden los tribunales, conociendo por vía de
apelación, consulta o casación o en alguna incidencia, invalidar de oficio las sentencias cuando los
antecedentes del recurso manifiesten que ellas adolecen de vicios que dan lugar a la casación en la forma,
debiendo oír sobre este punto a los abogados que concurran a alegar en la vista de la causa e indicar a los
mismos los posibles vicios sobre los cuales deberán alegar.

Si el defecto que se advierte es la omisión del fallo sobre alguna acción o excepción que se haya hecho valer en
el juicio, el tribunal superior podrá limitarse a ordenar al de la causa que complete la sentencia, dictando
resolución sobre el punto omitido, y entre tanto suspenderá el fallo del recurso.

1. La falta de emplazamiento por notificación inválida faculta al tribunal para casar de oficio la sentencia.
Artículo 775 del Código de Procedimiento Civil

Doctrina

La circunstancia de no haber cumplido con todas las exigencias previas para recurrir a la forma especial de
notificación del artículo 44 inciso segundo del Código de Procedimiento Civil, por remisión del artículo 553 del
mismo cuerpo legal, a que hace referencia el artículo 8 Nº 2 de la ley Nº 18.101, no permitió trabar la contienda
procesal por falta o ausencia de emplazamiento válido de la demanda. El procedimiento adolece de un vicio
esencial al faltar un trámite o diligencia declarado esencial por la ley, cual es el establecido en el Nº 9 del
artículo 768, en concordancia con el numeral 1º del artículo 795, ambos del Código de Procedimiento Civil, lo
que faculta al sentenciador a hacer uso de la facultad contemplada en el artículo 775 del Código de
Procedimiento Civil, en orden a invalidar de oficio la sentencia cuando los antecedentes del recurso manifiesten
que ella adolece de vicios que dan lugar a la casación en la forma.

SENTENCIA DE CASACIÓN

Arica, 5 de mayo de 2000.

Vistos:

Se elevó en apelación la sentencia definitiva dictada por don Cristóbal Mera


Muñoz, Juez titular del Tercer Juzgado de Letras de esta ciudad, que acogió
demanda de terminación de contrato de arrendamiento por no pago de rentas,
interpuesta por don Pack Ling Lee Gac en contra de doña Viviana Saffe
Mendoza, declarando terminado el contrato de arrendamiento del inmueble de
calle San Martín Nº 055 y ordenando pagar las rentas insolutas más las
devengadas durante el juicio y la restitución del inmueble dentro de tercero día,
contados desde que la sentencia cause ejecutoria.

A fojas 41, previa a la vista de la causa, se ordena diligencia.

A fojas 44, se trajeron los autos en relación.

A fojas 45, se decreta medida para mejor resolver y en fojas 47, la causa
vuelve al acuerdo.

Y teniendo presente:

Primero: Que, del mérito de la causa elevada en apelación, aparecen los


siguientes antecedentes:

a) Que del certificado del Receptor Judicial, don Víctor Lynch Valdés estampado en fojas 5 vuelta, se
desprende que buscada la demandada en varios días y horas hábiles en el domicilio de calle San Martín 055
para notificarle la demanda, no la encontró, comprobando que el local es de la demandada y que ésta se
encuentra en Buenos Aires, Argentina;

b) Que la letrada doña Mirtha Morales Mollo, en representación del actor, en fojas 6 y atenta a la certificación
indicada en la letra anterior, solicita notificar la demanda en conformidad al artículo 44 en relación al artículo
553, ambos del Código de Procedimiento Civil;

c) Que en lo principal del escrito a fojas 7, el abogado don Hernán Romero Castro, compareciendo con fianza
de rato, incidenta de nulidad de la notificación de la demanda practicada a fojas 6 vuelta, solicitando designación
de curador de bienes para la demandada que se encuentra fuera del país;

d) Que la actora, evacuando el traslado, solicita rechazo de la incidencia atendido lo dispuesto en el artículo
8º Nº 2 de la ley Nº 18.108 que autoriza que la notificación se practique aunque el demandado no se encuentre
en el lugar del juicio y, en la especie, se trata de una norma especial que prevalece sobre las normas generales
invocadas por el incidentista;

e) Que por resolución de 17 de agosto de 1999, escrita en fojas 11, el Juez a quo rechaza la incidencia por
entender que la notificación produjo sus efectos desde que la demandada compareció a la audiencia de estilo a
través de mandatario con fianza de rato;

f) Que a la audiencia de estilo compareció el abogado don Hernán Romero Castro contestando la demanda
por escrito según consta de fojas 7, 8 y 9, aceptando el tribunal la fianza de rato ofrecida y disponiendo extender
acta, aceptando fiador y rendir fianza;

g) Que, en fojas 14 con fecha 7 de septiembre de 1999, don Hernán Romero Castro solicita ampliación del
plazo para constituir mandato y ratificar lo obrado por la demandada, quien se encuentra en la ciudad de San
Juan, Argentina, accediendo el tribunal en resolución escrita en fojas 15;

h) Que, según atestado de fojas 42 vuelta, en el libro de Actas de Fianza del Tercer Juzgado de Letras de
esta ciudad, el abogado don Manuel Rodríguez Campillay se constituyó fiador del abogado don Hernán Romero,
en representación de la demandada, por el plazo de 30 días hábiles a contar del 9 de agosto de 1999;

i) Que la sentencia de autos fue notificada a los abogados don Hernán Romero –en representación de doña
Viviana Saffe– y doña Mirtha Morales Mollo –por la demandante–, según notificaciones rolantes en fojas 33
vuelta y 34, y en contra de ella recurre de apelación el primero de los nombrados.

Segundo: Que, ponderando los elementos de hecho reseñados en las letras


a).- a e).- del punto anterior, es posible concluir que en el caso sub lite no
alcanzó a trabarse contienda procesal por ausencia de emplazamiento válido.
Si bien es cierto, como lo señala la actora que el artículo 8º Nº 2 de la ley Nº
18.108 dispone que la demanda se notificará conforme a la norma del inciso
primero del artículo 553 del Código de Procedimiento Civil, este mandato legal
se inserta en las normas generales sobre notificaciones, careciendo del
carácter restrictivo que se le atribuye, y ello se desprende de su claro tenor
literal: La notificación de la querella se practicará en conformidad a lo que
dispone el título VI del Libro I... La única excepcionalidad prevista consiste en
que en el caso del artículo 44, la notificación se hará en la forma indicada en el
inciso segundo de dicho artículo, aunque el querellado no se encuentre en el
lugar del juicio. Pero si se recurre a esta forma especial de notificación, es de
toda evidencia que las condiciones previas para su autorización deben ser
guardadas con absoluta rigurosidad y estrictez, por tratarse de normas de
orden público. A la luz de este razonamiento, es condición que se acredite,
bastando para ello la certificación del Ministro de fe que el demandado se
encuentre en el lugar del juicio y cual es su morada o lugar de ejercicio de su
industria, profesión o empleo.

Es hecho del proceso que la actora, al solicitar esta forma especial de


notificación, recurrió al solo mérito de la diligencia de fojas 5 vuelta, sin agregar
otra probanza y de esta diligencia se desprende que la demandada, a esa
fecha, se encontraba en Buenos Aires, Argentina, y, por consecuencia, al no
cumplirse a cabalidad los supuestos habilitantes, no cabía –como lo hizo el juez
a quo– dar lugar a la práctica de la notificación de la demanda en la forma
especial establecida en el artículo 44 del Código de Procedimiento Civil.

Tercero: Que, acorde con las normas contenidas en el título VI, Libro I, del
Código de Procedimiento Civil, las resoluciones sólo producen efecto en virtud
de notificación hecha con arreglo a la ley, salvo casos expresamente
exceptuados y en toda gestión judicial la primera notificación a las partes o a
quienes haya de afectar se hará, según corresponda y atendido las situaciones
especiales que se presentan, en forma personal, conforme al artículo 44 o por
avisos. Sólo si la notificación se realiza ajustándose a lo regulado, se trabará la
contienda procesal. Que, conforme a lo razonado, el procedimiento de autos
adolece de un vicio esencial, toda vez que se faltó a un trámite o diligencia
declarado esencial por la ley, cual es el no haberse notificado válidamente la
demanda; defecto establecido en el numeral 9º del artículo 768 en
concordancia con el numeral 1º del artículo 795, ambos del Código de
Procedimiento Civil.

Cuarto: Que, sin perjuicio de lo concluido, es necesario considerar la validez


de lo actuado en estos autos por el abogado don Hernán Romero Castro, quien
compareció como agente oficioso de la parte demandada. Los elementos
fácticos del proceso indican que en comparendo de fojas 9, se aceptó su
comparecencia con fianza de rato y que se formalizó la fianza, según atestado
de fojas 42 vuelta, por un plazo de 30 días hábiles, a contar del día 9 de agosto
de 1999.

Quinto: Que, la comparecencia en juicio por otro supone que el interesado por
quien se actúa aprobará lo actuado a su nombre; es decir, se trata de una
comparecencia sujeta a condición, la que falló en el caso de autos al no
aprobar doña Viviana Amanda Saffe Mendoza lo actuado por ella por el
abogado don Hernán Romero dentro del plazo de treinta días a contar del día 9
de agosto de 1999.

Por consecuencia, lo actuado por el letrado Hernán Romero desde fojas 7 en


adelante, incluido el recurso a fojas 35 y lo actuado en esta sede procesal,
carece en absoluto de validez. Atento a lo concluido se ha producido otro vicio
esencial, pues el llamado a conciliación, practicado en la audiencia de estilo de
fojas 9, tampoco ha producido efectos válidos, ya que ese trámite se realizó
con un profesional –don Hernán Romero Castro– que a la postre carecía en
absoluto de poder para representar como agente oficioso a la demandada,
configurándose así el vicio esencial del artículo 768 numerando 9º, en
concordancia con el numerando 2º del artículo 795 del mismo cuerpo legal.

Sexto: Que, en virtud de las premisas desarrolladas, esta Corte está en


condiciones de hacer uso de la facultad contemplada en el artículo 775 del
Código de Procedimiento Civil, en orden a que los tribunales, conociendo por la
vía de la apelación, consulta, casación o de alguna incidencia, puedan invalidar
de oficio la sentencia cuando los antecedentes del recurso manifiesten que
ellas adolecen de vicios que dan lugar a la casación en la forma.

Lo dispuesto en los artículos 186 y siguientes del Código de Procedimiento


Civil, se invalida, de oficio, la sentencia definitiva de 12 de noviembre de 1999,
escrita en fojas 32 y 33 y se declara que se dejan sin efecto todas y cada una
de las diligencias de fojas 6 en adelante, retrotrayéndose los autos al estado de
practicarse válidamente la notificación de la demanda.

Se tiene por no interpuesto el recurso de apelación de fojas 35.

Prosígase la tramitación de la presente causa, hasta la dictación de nuevo fallo,


por el juez no inhabilitado que corresponda.

Regístrese y devuélvanse.

Redacción del Abogado Integrante señor Sergio Toledo Angulo.

Pronunciado por los Ministros de la Primera Sala señor Andrés Díaz Cruzat
(Pdte.), y señor Jorge Cañón Moya y Abogado Integrante señor Sergio Toledo
Angulo.

Rol Nº 6.855

2. Citación a conciliación es trámite esencial, cuyo incumplimiento da lugar a casar de oficio la sentencia.
Artículo 775 del Código de Procedimiento Civil

Doctrina

La citación a conciliación dentro del juicio ordinario es un trámite esencial y de conformidad a lo establecido en
el artículo 48 del Código de Procedimiento Civil, debe notificarse por cédula a las partes del juicio, sin embargo,
en estos autos consta que la notificación del llamado a conciliación se notificó por el estado diario, el cual es
ineficaz. Por ello, se puede concluir que el llamado a conciliación no se efectuó en la forma que prescribe la ley,
por lo que la causa ha omitido un trámite esencial del procedimiento, que da lugar a casar de oficio la sentencia
de autos.
SENTENCIA DE CASACIÓN

Arica, 1º de junio de 2000.

Vistos:

Se elevó en apelación por parte de la demandante la sentencia definitiva


dictada por don Héctor Gutiérrez Massardo, como Juez No Inhabilitado del
Primer Juzgado de Letras de Arica, el treinta de junio de mil novecientos
noventa y nueve, escrita de fojas 66 a 70, que niega lugar a la demanda de
reivindicación interpuesta respecto del inmueble individualizado en la parte
expositiva, y demás peticiones contenidas en el escrito de fojas 1, por el
abogado don Ignacio Munizaga Arribas, en representación de Silveria Elvira
Huanca Estoraica, en contra de Epifania Salas Estoraica, sin condenación en
costas.

En la vista de la causa, se reparó en la existencia de posibles vicios de


casación sobre los que se invitó a alegar al profesional que concurrió a
estrados.

A fojas 89 vuelta, cumplido el trámite decretado a fojas 85, se dispuso que


rigiera el decreto de autos en relación decretado a fojas 78 vuelta.

Teniendo presente:

Primero: Que en estos autos el abogado don Ignacio Munizaga Arribas, en


representación de doña Silveria Elvira Huanca Estoraica, dedujo demanda o
acción reivindicatoria en juicio ordinario, en contra de doña Epifania Salas
Estoraica, la que debe substanciarse conforme a las normas que se contienen
en el Libro II del Código de Procedimiento Civil, cuyo epígrafe es Del Juicio
Ordinario;

Segundo: Que entre estas normas se comprende la del artículo 262 de este
cuerpo legal, en el que se prescribe que en todo juicio civil en que legalmente
sea admisible la transacción, con excepción de los juicios o procedimientos
especiales de que tratan los Títulos I, II, III, V y XVI del Libro III, una vez
agotados los trámites de discusión y siempre que no se trate de los casos
mencionados en el artículo 313, el Juez llamará a las partes a conciliación y les
propondrá personalmente bases de arreglo. A su vez, el artículo 795 señala
que en general, son trámites o diligencias esenciales en la primera o en la
única instancia en los juicios de mayor o menor cuantía, y en los juicios
especiales: 2º.- El llamado a las partes a conciliación, en los casos en que
corresponda conforme a la ley; y por su parte, el artículo 768 prescribe que el
recurso de casación en la forma ha de fundarse precisamente en alguna de
causales siguientes: 9º.- En haberse faltado a algún trámite o diligencia
declarados esenciales por la ley o a cualquier otro requisito por cuyo defecto
las leyes prevengan expresamente que hay nulidad;

Tercero: Que, frente a estas premisas legales, se aprecia que en esta causa,
ya vencido el término probatorio, la parte demandante solicita al tribunal a fojas
61 que cite a las partes a una audiencia de conciliación, conforme a lo
dispuesto en el artículo 262 del Código de Procedimiento Civil, fijando día y
hora para tal efecto; a lo que el tribunal accede mediante resolución de fojas 61
vuelta, decretando Como se pide, vengan las partes a audiencia de conciliación
que se fija para la audiencia del día 30 del mes en curso –junio de 1998–, a las
09:00 horas, resolución que fue dictada el 18 de junio de 1998 y notificada por
el estado diario esa misma fecha;

Cuarto: Que, posteriormente, la parte demandante pide se certifique por el


Secretario que es efectivo que ninguna de las partes concurrió a la audiencia
de conciliación fijada por el tribunal, lo que se cumple a fojas 62 vuelta,
certificando éste la efectividad de lo peticionado;

Quinto: Que la diligencia de llamarse a las partes a conciliación, supone la


comparencia personal de éstas, por sí o por medio de sus representantes, con
el fin de pronunciarse acerca de las posiciones que les efectuará el juez de la
causa, lo que lleva a concluir que previamente éstas hayan sido notificadas en
la forma que se establece en el artículo 48 del Código de Procedimiento Civil
de la audiencia prefijada para la conciliación; de lo que se desprende que es
ineficaz la notificación por el estado diario que de ello se hizo y que, por tanto,
resulta irrelevante para estos efectos la certificación secretarial estampada a
fojas 62 vuelta;

Sexto: Que, en estas circunstancias, se concluye que el llamado a conciliación


no se efectuó en la forma que se prescribe en la ley y que, por tanto, en esta
causa se ha incurrido en la omisión de un trámite esencial del procedimiento;

Séptimo: Que pueden los tribunales, conociendo por la vía de la apelación,


consulta o casación o en alguna incidencia, invalidar de oficio la sentencia
cuando los antecedentes del recurso manifiesten que ellas adolecen de vicios y
que dan lugar a la casación en la forma;

Octavo: Que la sentencia que declara la casación determinará el estado en


que queda el proceso, que se remitirá para su conocimiento al tribunal
correspondiente, todo ello conforme a las normas contenidas en los artículos
262 inciso final y 786 del Código de Procedimiento Civil.

Lo dispuesto, además, en los artículos 775, 786 y 795 del Código de


Procedimiento Civil, se invalida de oficio la sentencia de treinta de junio de mil
novecientos noventa y nueve, escrita de fojas 66 a 70 y se declara que se
retrotrae la causa a fojas 61, inclusive, quedando el proceso en estado que el
juez no habilitado que corresponda cite a una audiencia de conciliación y que,
concluida dicha diligencia o actuación procesal, continúe la causa hasta la
dictación de un nuevo fallo.

Regístrese y devuélvanse.

Redacción del Ministro señor Jorge Cañón Moya.


Pronunciado por los Ministros de la Primera Sala señores Andrés Díaz Cruzat
(Pdte.) y Jorge Cañón Moya y Abogado Integrante señor Gustavo Miranda
Espinoza.

Rol Nº 6.974

3. Ausencia de análisis de prueba rendida permite casar de oficio la sentencia. Artículo 775 del Código de
Procedimiento Civil

Doctrina

Las partes en el proceso allegaron pruebas al mismo con el fin de acreditar sus circunstancias domésticas y
facultades económicas, las que fueron apreciadas en conciencia por el tribunal, sin especificar cuáles medios de
prueba fueron los que produjeron la convicción necesaria para regular la pensión establecida en la sentencia
recurrida. Por ello se concluye por los sentenciadores que no hubo un análisis de la prueba rendida, con lo que
no se dio cumplimiento a lo contemplado en el artículo 170 Nºs. 4 y 5 del Código de Procedimiento Civil, lo que
hace procedente la casación de oficio en la forma.

SENTENCIA DE CASACION

Santiago, 22 de junio de 2000.

Vistos:

Por sentencia de 30 de junio de 1998, escrita de fojas 132 a fojas 140, la titular
del Cuarto Juzgado Civil de esta ciudad rechazó la demanda de fojas 6, por
estimar que de mérito de autos no aparece demostrado que la actora haya
prestado auxilio a su marido, lo que impide tener por justificada la obligación
alimenticia que se persigue, por cuanto esta última no puede depender
exclusivamente del carácter indisoluble del matrimonio; sin perjuicio, y
considerando que el demandado ha brindado atención y asistencia en salud a
la actora, a través de la Isapre en la que cotiza, regula como única contribución
del marido las referidas prestaciones médicas.

Apelada esta sentencia por la demandante, fue confirmada por una sala de la
Corte de Apelaciones de Santiago, mediante fallo de primero de julio de 1999,
escrito a fojas 156.

En contra de este último, la demandante dedujo el recurso de casación en el


fondo que se lee a fojas 157.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

1º.- Que consta de autos que las partes produjeron pruebas, destinadas a
establecer sus circunstancias domésticas y facultades económicas; y si bien es
efectivo que la sentencia enumera y describe tales probanzas, lo cierto es que
no las analiza, limitándose a señalar que la aprecia en conciencia, sin
especificar cuáles medios son los que producen la convicción necesaria para
regular, como única pensión, la atención de salud a que se refiere el último
motivo del fallo;
2º.- Que la calificación que el fallo hace de la situación de los litigantes y su
comportamiento conyugal, no fue considerada suficiente para configurar alguna
de las injurias que privan o reducen el derecho a los alimentos; en
consecuencia, y entendiendo que los jueces del mérito desestimaron que la
demandante hubiera incurrido en alguna de aquellas injurias, resulta inconcuso
decidir que la pensión alimenticia debió regularse tomando en consideración la
prueba rendida, la que debió analizarse previamente a fin de satisfacer los
requisitos que contemplan los números 4 y 5 del artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil;

3º.- Que, en consecuencia, la sentencia ha incurrido en la causal de casación


prevista en el Nº 5 del artículo 768 del mismo Código nulidad que esta Corte
debe declarar de oficio, con arreglo a lo que dispone el artículo 775 del citado
cuerpo legal;

Por estas consideraciones, y de conformidad con lo que disponen los artículos


764, 767, 768, 775, 786 y 808 del Código de Procedimiento Civil, se anula de
oficio la sentencia de primero de julio de mil novecientos noventa y nueve,
escrita a fojas 156, reemplazándosela por la que se dicta a continuación.

En atención a lo resuelto, se tiene por no interpuesto el recurso de casación en


el fondo deducido a fojas 157.

Regístrese.

Pronunciada por los Ministros señores Óscar Carrasco A., Eleodoro Ortiz S.,
Enrique Tapia W. y Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor José
Fernández R. No firma el Ministro señor Carrasco y el Abogado Integrante
señor Fernández, no obstante haber concurrido a la vista del recurso y acuerdo
del fallo, el señor Ministro, por encontrarse con permiso, y el señor Abogado
Integrante por encontrarse ausente.

Rol Nº 2.692-99.

4. No hacer análisis de inspección del tribunal hace que el fallo sea susceptible de ser casado de oficio

Doctrina

Al no considerar y no hacer análisis de ningún tipo el fallo recurrido, respecto de la inspección personal del
tribunal al predio en disputa, entre las pruebas rendidas en juicio ha faltado al requisito del artículo 170 Nº 4 del
Código de Procedimiento Civil, por cuanto no contiene las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de
fundamento a la sentencia, lo que importa una causal de casación en la forma, de conformidad con lo
establecido en el artículo 768 Nº 5 del mismo cuerpo legal. Por ello, como no hubo razonamiento alguno sobre
la referida prueba y ello influye en lo dispositivo del fallo es que el tribunal haciendo uso de la facultad que el
artículo 775 del Código del ramo le concede procede a casar de oficio la sentencia recurrida.

SENTENCIA DE CASACION

Santiago, 22 de mayo de 2000.

Vistos:
En estos autos Rol Nº 1.621-96 del Segundo Juzgado de Letras de Valdivia,
hoy Segundo Juzgado del Crimen de esa ciudad, por sentencia de veintidós de
enero de mil novecientos noventa y nueve, se rechazó la demanda de
reivindicación deducida por el actor, con costas. Apelada que fuera esta
resolución, la Corte de Apelaciones de Valdivia, el nueve de junio del año
recién pasado, la confirmó sin modificaciones. Contra esta última sentencia, el
demandante dedujo recurso de casación en el fondo.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

Primero: Que el recurrente funda la casación deducida en que los


sentenciadores de segundo grado, al confirmar el fallo de primera instancia,
infringieron el artículo 1700 del Código Civil, pues dieron valor probatorio a un
informe de un tercero que no fue designado perito y que acompañó al proceso
la demandada, en circunstancias que dicho informe contradice el mérito de la
escritura pública de fs. 10. Estima que de haberse aplicado correctamente la
norma infringida, se hubiera concluido forzosamente que la demandada ocupa
una parte de su predio y que, por lo mismo, la acción deducida se habría
acogido.

Segundo: Que del examen del proceso se colige lo siguiente: a) el


demandante, dueño de un predio ubicado en el sector de Cuesta de Soto, en la
comuna de Valdivia, de 13,20 hectáreas, dedujo acción reivindicatoria en contra
de Mónica Cecilia Cortés Schatzke, propietaria colindante, por cuanto ésta
ocupa 4.806 metros cuadrados de su predio, habiéndose alterado los deslindes
originales en la escritura pública de compraventa en que la Sra. Cortés adquirió
el predio de Clemente Alejandro Holzapfel Anwandter; b) la demandada citó de
evicción a su vendedor, Sr. Holzapfel, quien contestó la demanda y negó los
hechos señalados en dicho libelo; c) entre las pruebas rendidas en el proceso,
figura la inspección personal del tribunal al predio en disputa, decretada el día
siete de agosto de mil novecientos noventa y siete, a petición del demandante,
y practicada el veintinueve del mismo mes y año; y d) en la sentencia de
primera instancia, confirmada por la de segunda, no hay ningún análisis de la
mencionada inspección personal, y sólo existe una referencia en el
considerando octavo, al hecho de haberse practicado.

Tercero: Que de este modo, la sentencia impugnada no cumple con el


requisito exigido en el Nº 4 del artículo 170 del Código de Procedimiento Civil,
esto es, contener las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de
fundamento a la sentencia, lo que importa una causal de casación en la forma,
de acuerdo a lo normado en el artículo 768 Nº 5 del Código de Procedimiento
Civil. Y, por cierto, tal vicio no puede ser subsanado sino con la invalidación del
fallo.

Cuarto: Que así, al no haber razonamiento alguno sobre la referida prueba, se


ha incurrido en el vicio mencionado y, pudiendo ello influir en lo dispositivo del
fallo, de acuerdo a la facultad concedida a esta Corte por el artículo 775 del
citado Código, se invalidará de oficio el fallo impugnado, por el defecto formal
ya mencionado.

Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 764, 766 y 808 del Código de
Procedimiento Civil, se invalida de oficio la sentencia de segunda instancia de
nueve de junio de mil novecientos noventa y nueve, escrita a fs. 109, la que se
reemplaza por la que se dicta a continuación.

Téngase por no interpuesto el recurso de casación en el fondo.

Regístrese.

Pronunciado por los Ministros señores Óscar Carrasco A., Eleodoro Ortiz S.,
Enrique Tapia W. y Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor José
Fernández R. No firma el Abogado Integrante señor Fernández, no obstante
haber concurrido a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por encontrarse
ausente.

Rol Nº 2.430-99.

CAPÍTULO VI
EXAMEN DE ADMISIBILIDAD DEL RECURSO

Art. 776. Presentado el recurso, el tribunal examinará si ha sido interpuesto en tiempo y si ha sido patrocinado
por abogado habilitado. En el caso que el recurso se interpusiere ante un tribunal colegiado, el referido examen
se efectuará en cuenta.

Si el recurso reúne estos requisitos, dará cumplimiento a lo establecido en el inciso primero del artículo 197 para
los efectos del cumplimiento de la sentencia y ordenará elevar los autos originales al tribunal superior para que
conozca del recurso y devolver las fotocopias o compulsas respectivas al tribunal que deba conocer del
cumplimiento del fallo. Se aplicará al recurrente lo establecido en el inciso segundo del artículo 197.

Se omitirá lo anterior cuando contra la misma sentencia se hubiese interpuesto y concedido apelación en ambos
efectos.

1. Artículo 776 inciso segundo del Código de Procedimiento Civil. Obligación de expensar las compulsas

Doctrina

El verdadero sentido y alcance del inciso segundo del artículo 776 del estatuto procesal es hacer aplicable al
recurrente de casación no sólo la obligación de expensar las compulsas, sino también la sanción prevista para el
caso de incumplimiento.

SENTENCIA CORTE SUPREMA

Santiago, 10 de octubre de 1996

Vistos:

Por sentencia de 16 de octubre de 1995, escrita a fojas 261, la Corte de


Apelaciones de Valparaíso tuvo por desistido al demandado del recurso de
casación en el fondo deducido en contra de la sentencia definitiva de segunda
instancia, por haber omitido el recurrente su obligación de expensar la
confección de las compulsas pertinentes;

En contra de esta sentencia, se dedujo recurso de casación en el fondo, según


se lee a fojas 267.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

1º.- Que el recurso se sustenta en presuntas infracciones a los artículos 776


inciso 2º, en relación a los artículos 197 inciso segundo, 170 Nº 5 y 171 del
Código de Procedimiento Civil, y artículo 19 inciso primero del Código Civil, las
que configurarían un error de derecho en cuanto el fallo impugnado ha
declarado que el desistimiento del recurso por falta de expensas para las
compulsas es aplicable al de casación, no obstante que, en la actualidad, el
artículo 776 se refiere al inciso segundo del artículo 197, que no contiene
sanción alguna para tal evento, ya que la misma se contempla en el inciso
tercero de esa disposición; en consecuencia, se dice, el error ha consistido en
no admitir que el desistimiento en cuestión sólo procede respecto del recurso
de apelación, lo que por otra parte importaría infracción del artículo 19 del
Código Civil al dejar de aplicarse el claro tenor de las disposiciones citadas;

2º.- Que, continúa el recurso, se han infringido también los artículos 170 Nº 5 y
171 del Código procesal, pues la sentencia impugnada no enunció el
fundamento legal en cuya virtud declaraba desistido el recurso de casación;

3º.- Que, siendo efectiva la circunstancia señalada en el recurso en cuanto el


artículo 776 se remite al inciso segundo del artículo 197, que no contiene
sanción alguna, no es menos cierto que el referido inciso impone al recurrente
de casación la obligación de consignar el dinero suficiente para confeccionar
las compulsas o fotocopias de rigor, dentro del término de cinco días,
circunstancias que el secretario debe certificar; en este sentido, la
argumentación del recurso conduce a concluir que esta obligación carecería de
sanción en el evento de incumplirse, por no haberse remitido el artículo 776 al
inciso tercero del artículo 197; pero esta omisión, atribuible a un error formal,
no es suficiente para concluir, como lo hace el recurso, que en tal caso debe
apercibirse al recurrente omiso, pues en virtud de lo que dispone el artículo 22
del Código Civil, el contexto de una ley servirá para ilustrar el sentido de cada
una de sus partes de modo que entre todas ellas exista la debida
correspondencia y armonía, de lo que resulta que debe entenderse que, no
obstante la falta de remisión expresa al inciso tercero, el verdadero sentido y
alcance del inciso segundo del artículo 776 es hacer aplicable al recurrente de
casación no sólo la obligación de expensar las compulsas, sino también la
sanción prevista para el caso de incumplimiento. Una conclusión diversa
impediría la debida armonía entre los artículos 197 y 776, en cuanto
discriminaría en favor del recurrente de casación en desmedro del apelante, no
obstante que de ambas disposiciones lo que parece fluir es un tratamiento
similar para sujetos de derecho que ejercen facultades semejantes;
4º.- Que refuerza la conclusión anterior la historia de la ley, en cuanto puede
observarse que el artículo 197, en su redacción anterior a la ley Nº 18.705, sólo
tenía dos incisos, lo que explica la actual e incompleta remisión del artículo
776;

5º.- Que de lo que se lleva dicho, habrá de rechazarse este capítulo de la


nulidad;

6º.- Que en lo concerniente a las presuntas infracciones de los artículos 170 y


171, ellas son absolutamente inadecuadas para fundar un recurso de casación
en el fondo, pues de ser efectivas sólo podrían configurar la causal de nulidad
en la forma contemplada en el artículo 768 Nº 5; por consiguiente, este capítulo
de la nulidad también deberá rechazarse.

Por estas consideraciones, y de conformidad con lo dispuesto en los artículos


764 y 767 del Código de Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de casación
en el fondo deducido a fojas 267 en contra de la sentencia de dieciséis de
octubre de mil novecientos noventa y cinco, escrita a fojas 261.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciada por los Ministros señores Efrén Araya, Óscar Carrasco y Eleodoro
Ortiz y los Abogados Integrantes señores Fernando Castro y Eugenio Velasco.

Banco del Estado de Chile con Rodolfo C. Rodríguez.

Requerimiento

Rol Nº 136-96

2. Obligación de tribunal a quo en admisibilidad del recurso. Relación de artículos 776 y 778

Doctrina

El tribunal a quo deberá examinar si el recurso de casación fue interpuesto en tiempo y ha sido patrocinado por
abogado habilitado. Si no cumple con dichos requisitos deberá declararlo inadmisible sin más trámite.

San Miguel, 11 de agosto de 1995.

Resolviendo la presentación de fojas 194, a lo principal y primer otrosí:

Vistos y teniendo presente:

1º Que, la parte de la Empresa Comercial La Española Ltda., representada por


doña María Gail Moline Moore, ha deducido recurso de casación en la forma y
recurso de casación en el fondo respecto de la sentencia de nueve de mayo del
año en curso, escrita a fojas 190.

2º Que, los artículos 766 y 767 del Código de Procedimiento Civil establecen
las resoluciones que son susceptibles de ser anuladas mediante los recursos
de casación en la forma y en el fondo respectivamente.
3º Que, por su parte el artículo 776 del mismo Código dispone que presentado
un recurso de casación ante el tribunal a quo, éste deberá examinar si ha sido
interpuesto en tiempo y si ha sido patrocinado por abogado habilitado.

Sobre este mismo respecto del artículo 778 de dicho Código previene que si el
recurso no cumple con los requisitos referidos precedentemente el tribunal
deberá declararlo inadmisible sin más trámite.

4º Que esta Corte ha obtenido la conclusión mediante una interpretación


armónica de las normas que se han mencionado, así como de las demás que
integran el Título XIX del Código de Procedimiento Civil, que el tribunal a quo
no obstante lo establecido en el artículo 776 referido se encuentra obligado a
examinar si la resolución en contra de la cual se interpone un recurso de
casación lo hace o no procedente este recurso.

5º Que este tribunal tiene presente además que por imperativo legal no puede
limitarse a tener por interpuesto el recurso presentado, sino que debe
concederlo o denegarlo, y en el primer caso disponer la elevación de los autos
al tribunal ad quem para su conocimiento, lo que implica obviamente un
examen previo acerca de la procedencia formal de dicho recurso a la luz de las
normas procesales que lo regulan.

La conclusión contraria llevaría a admitir el extremo que el tribunal debiera


conceder un recurso de casación que se interpusiera en contra de un auto, un
decreto o de otra resolución que lo hiciera manifiesta y objetivamente
inadmisible en derecho.

6º Que, en la especie los recursos de casación en la forma y en el fondo


interpuesto a fojas 194, lo han sido en contra de una sentencia dictada por esta
Corte en un juicio de la ley Nº 18.223 sobre Protección al Consumidor la que en
su artículo 9º establece que de las faltas e indemnizaciones previstas en el
Título anterior conocerá el juez del Policía Local respectivo y el procedimiento
se sujetará, en todo, al fijado en el Título III de la ley Nº 15.231.

7º Que, la referida ley fue a su vez modificada por el decreto ley Nº 2416 de
fecha 10 de enero de 1979 y finalmente la ley Nº 18.287 de Juzgados de
Policía Local de 7 de febrero de 1984.

8º Que por expresa disposición del artículo 38 de la referida ley, en los juicios
de Policía Local, aplicable a estos autos, no procederá el recurso de casación.

Con el mérito de estas consideraciones y de las normas legales que se han


mencionado se declaran inadmisibles los recursos de casación deducidos a
fojas 194 por doña Gail Moline Moore en representación de Empresa Comercial
La Española Ltda.

Al segundo otrosí, téngase por acompañado; el tercer otrosí, téngase presente.

Rol Nº 643-94
3. Alcance del examen a que alude el artículo 776 inciso primero

Doctrina

De conformidad al artículo 776 inciso 1º del Código de Procedimiento Civil, es exigencia perentoria que el
recurso de casación sea patrocinado por abogado habilitado, y examinando el escrito pertinente, se advierte que
se menciona un nombre quien comparece por el recurrente, de forma tal que tal oración no puede estimarse
como constitutiva del requisito referido. (Considerandos 2º y 3º sentencia de casación Corte de Apelaciones).

SENTENCIA CORTE DE APELACIONES

Santiago, 9 de enero de 2001.

I) Respecto del recurso de casación en la forma.

1º) Que como es sabido el recurso de casación en la forma debe reunir ciertos
requisitos para establecer su admisibilidad; sin embargo, la juez de la causa al
proveer el escrito respectivo, enrolado a fojas 233, se limitó a expresar
Concédese y elévense.

En consecuencia, ha de examinarse en esta instancia, tal como lo pide a fojas


259 la parte apelada, dicha admisibilidad.

2º) Que al respecto, procede recordar que de conformidad con lo que dispone
el artículo 776 inciso 1º del Código de Procedimiento Civil es exigencia
perentoria que el recurso sea patrocinado por abogado habilitado.

3º) Que, al respecto examinado el escrito presentado a fojas 233 se advierte


que comparece don Sergio Rojas Abarzúa, por la demandante..., de manera
que tal oración no puede estimarse como constitutiva del requisito antes
referido.

4º) Que, en consecuencia, en virtud de lo que ordena el artículo 778 del cuerpo
legal citado, procede declarar inadmisible, sin más trámite, el recurso de
casación en la forma deducido en lo principal de fojas 233.

II) Respecto del recurso de apelación.

1º) Que, en esta instancia, la parte apelante acompañó copias autorizadas de


los pagarés Nºs. 10.372, por UF 70.652,6172, de 30 de junio de 1988; Nºs.
6.598 y 6.599, por UF 20.307,16, de 19 de diciembre de 1984 y Nº 6.606, por
U.F. 22.415,99 de 19 de diciembre de 1984.

Al respecto, procede señalar en primer término que sólo los Nºs. 10.372 y
6.606 fueron los que fundaron la acción ordinaria deducida a fojas 1, además
de otro por U.F. 22.415,93 que no aparece acompañado, sin que tengan
relación alguna con este pleito los signados con los Nºs. 6.598 y 6.599.

2º) Que la sentencia en alzada negó lugar a la demanda fundada en que operó
la prescripción extintiva de los mutuos demandados, circunstancia que, parece
obvio, no resulta desvirtuada con la agregación parcial de algunos de los
pagarés invocados en el libelo de fojas 1 ni por el acompañamiento de otros
que no dicen relación con lo controvertido.

Y visto, además, lo prescrito por los artículos 144 y 170 del Código de
Procedimiento Civil, se declara inadmisible el recurso de casación en la forma
deducido en lo principal de fojas 233 y se confirma, con costas, la sentencia
apelada de catorce de mayo de mil novecientos noventa y siete, escrita a fojas
121 y siguientes.

Se observa a la señora juez de la causa no haber examinado, en su


oportunidad, la admisibilidad del recurso de casación en la forma interpuesto en
lo principal de fojas 233.

Regístrese y devuélvanse.

Redacción del Ministro señor Alejandro Solís.

Dictada por los Ministros señores Haroldo Brito Cruz, Alejandro Solís Muñoz y
Abogado Integrante señor José Espinoza Valledor, quien no firma no obstante
haber concurrido a la vista de la causa y al acuerdo por encontrarse ausente.

Rol Nº 4.117-97

CAPÍTULO VII
DESERCIÓN Y RECHAZO DEL RECURSO

Art. 779. Es aplicable al recurso de casación lo dispuesto en los artículos 200, 202 y 211.

El artículo 201 sólo será aplicable en cuanto a la no comparecencia del recurrente dentro de plazo.

1. Deserción del recurso de casación. Artículo 779 del Código de Procedimiento Civil

Doctrina

Del certificado, consta que el recurrente no compareció a continuar con la tramita-ción del recurso por lo que de
conformidad a los artículos 779, 200 y 201 del Códi-go de Procedimiento Civil, deberá declararse desierto el
recurso. (Sentencia Corte Suprema).

SENTENCIA JUZGADO DE LETRAS

Santiago, 18 de julio de 2000.

Vistos:

A fojas 6, comparece don Manuel Fernando González Muñoz, abogado, en


calidad de mandatario y en representación del Instituto de Seguridad del
Trabajo, con domicilio en calle Placer Nº 1410, Santiago, quien viene en
deducir demanda ejecutiva laboral por la suma de $ 6.312.080 por concepto de
cotizaciones no pagadas, más reajustes e intereses; y las costas de la causa,
de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 22 de la ley Nº 17.322, artículo 434 Nº
7 del Código de Procedimiento Civil y artículos 433 y 434 del Código del
Trabajo.

A fojas 9, rola atestado receptorial en la que consta la notificación por cédula a


la ejecutada.

A fojas 98, comparece don Miguel González González factor de comercio en


representación de la Sociedad Comercialización de Máquinas e Insumos de
Oficinas Ltda., ambos con domicilio en calle Agustinas Nº 1161, local 6 de
Santiago, quien opone las excepciones del artículo 5º números 2º y 3º de la ley
Nº 17.322, éstas son las de existir error de hecho en el cálculo de las
imposiciones adeudadas y errada calificación de las funciones desempeñadas
por el trabajador; y las del artículo 5º de la mencionada ley, en relación a los
artículos 464 Nº 9º y 17, éstas son de pago y prescripción respectivamente.

A fojas 104, se concedió traslado a las excepciones deducidas.

A fojas 105, la parte ejecutante evacua el traslado conferido a las excepciones


opuestas por su contraria argumentando que el objetivo de la ejecutada es sólo
impugnar las resoluciones que válidamente le han sido conferidas por ley, para
aplicar una tasa adicional diferenciada en contra de la ejecutada; y que en caso
de reclamos, existiría para ello la instancia de formularla ante la
Superintendencia de Seguridad Social. Siendo la intención de la ejecutada sólo
desnaturalizar procesalmente el procedimiento ejecutivo. En cuanto a las
excepciones de pago; ella debió haber sido fundada en un principio de prueba
por escrito y que el plazo de prescripción es de cinco años y no tres.

A fojas 107, rola sentencia interlocutoria de que declara admisible las


excepciones opuestas, recibiéndola a prueba, fijando el correspondiente punto
de prueba.

A fojas 149, se citó a las partes a oír sentencia.

Vistos y considerando:

1º Que la ejecutante ha deducido demanda ejecutiva laboral por cobro de


cotizaciones no pagadas y que debió aportar de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 15 de la ley Nº 16.744, calculadas sobre la base de las
remuneraciones que se devengaron por sus trabajadores en los meses de
diciembre de 1994; enero a diciembre de 1995; enero a diciembre de 1996;
enero a noviembre de 1997, enero a septiembre de 1998; noviembre y
diciembre de 1998 y enero de 1999, todo ello ascendente a la suma de
$ 2.987.918, además de los reajustes, intereses penales, legales y multas
calculados al 30 de abril de 1999, los que suman la cantidad de $ 6.312.080.

2º Que la ejecutada opone las siguientes excepciones:

a) Errada calificación de las funciones desempeñadas por los trabajadores dependientes de la sociedad
demandada, según lo establecido en el artículo 5º, número 3 de la ley Nº 17.322, en razón a que los
trabajadores de la ejecutada, realizan funciones de carácter administrativo que no son de riesgo y por
consiguiente no justificaría que la mutual exija una cotización adicional en relación a las funciones establecidas
por la ejecutada, en virtud de lo establecido en el artículo 15 de la ley Nº 16.774.
b) Por existir un error de hecho en el cálculo en las imposiciones adeudadas, conforme al artículo 5º Nº 2 de
la ley Nº 17.322. Toda vez que la mutual al calificar erróneamente las funciones de los trabajadores ha cometido
un error en cuanto al monto adeudado por la ejecutada ya que habría exigido el pago de una tasa adicional de
acuerdo a lo establecido por la ley y el reglamento respectivo.

c) El pago de la deuda, refiriéndose a la establecida en el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, en
relación con el artículo 5º de la ley Nº 17.322. Fundamentándose, en los comprobantes de pagos de
cotizaciones efectuadas por la Sociedad demandada entre los meses de enero de 1993 y el mes de mayo de
1999.

d) Prescripción, prevista en los artículos 464 del Código de Procedimiento Civil y artículo 5º de la ley Nº
17.322. En razón que la acción ejecutiva de las obligaciones entre el mes de diciembre de 1994, las de enero a
diciembre de 1995, las de enero a diciembre de 1996 y las de enero de 1997 a mayo del mismo año inclusive
han transcurrido más de tres años desde que se hicieron exigible las supuestas obligaciones reclamadas por la
parte ejecutante.

3º Que las partes han acompañado las siguientes probanzas:

Documental:

De la ejecutante.

a) Resolución Nº 3-99 de fecha 30 de abril de 1999 en la que consta el mérito ejecutivo.

b) Liquidación de cotizaciones adeudadas por los períodos mensuales demandados.

c) Copia del Mandato Judicial otorgado por la Mutual con fecha 8 de abril de 1999.

De la ejecutada:

a) Comprobante de pagos de cotizaciones efectuadas por la Sociedad demandada entre los meses de enero
de 1993 y el mes de mayo de 1999.

Testimonial:

De la ejecutada:

Con las declaraciones de doña Miriam Soto Cid a fs. 115 a 116; y doña Edith
Baeza Bastías de fs. 116 a 117.

4º Que ponderados los elementos de pruebas precedentemente


pormenorizados, esta sentenciadora ha formado su convicción en el sentido
que la ejecutada no ha logrado acreditar su posición en base a las excepciones
alegadas. Fundamentado lo anterior, que de acuerdo a los dichos alegados por
las partes se desprende que la ejecutada habría pagado por aporte patronal en
razón a dar cumplimiento con lo establecido en la ley Nº 16.744, una cotización
básica general del 0.9% imponible por cada uno de los trabajadores que
prestan servicios para la demandada. Porcentaje fijado por el Organismo
Administrador en virtud de las facultades entregadas por las leyes Nºs 16.744 y
17.322. Sin embargo, la ley Nº 16.744 en su inciso 4º establece expresamente
la facultad que tienen las empresas de reclamar en contra del porcentaje
impuesto ante la Superintendencia de Seguridad Social, situación que el
ejecutado aceptó por no existir antecedentes que afirmen lo contrario. En razón
a lo anterior, carecería de base legal las excepciones consignadas en las letras
a) y b) del presente fallo. Asimismo, las excepciones de pago y prescripción las
cuales, la primera de ella, se fundamenta en la prueba documental allegada por
la ejecutada, ésta se rechaza en atención a que las cotizaciones que se
estarían cobrando en el presente juicio, son las diferencias producidas a raíz de
las cotizaciones adicionales reclamadas en juicio, durante el período de
diciembre de 1994 a noviembre de 1997, enero a septiembre de 1998,
noviembre y diciembre de 1998 y enero de 1999; al igual que la de prescripción
en razón a que el plazo para alegarla es de cinco años, según lo dispuesto en
el artículo 19 del D.L. Nº 3. 500.

Y vistos, además, lo dispuesto en los artículos Nºs 3º, 4º, 5º y 8º de la ley Nº


17.322, artículos 460, 461 del Código del Trabajo; artículos Nºs 254, 434, 441,
459, 462, 464, Nº 9 y 17; 465, 466, 468, 469, 470 y 471 del Código de
Procedimiento Civil, se declara:

I.- Que no ha lugar a las excepciones alegadas por la ejecutada, según las
razones señaladas en el considerando Nº 4 ordenando seguir adelante con la
ejecución hasta el entero pago de lo adeudado.

II.- Que se condena en costas a la ejecutada.

Notifíquese, archívese y regístrese.

Dictada por la señora Isolda Rosas Villarroel, Juez Titular del Octavo Juzgado
del Trabajo de Santiago.

CORTE DE APELACIONES

Santiago, 5 de octubre de 2000.

Vistos y teniendo presente:

1º) Que el recurso de casación en la forma procede respecto de las sentencias


que se dicten en los juicios o reclamaciones regidos por leyes especiales, como
es el caso de autos, por expresa disposición del inciso final del artículo 766 del
Código de Enjuiciamiento Civil;

2º) Que la parte ejecutada, representada por su apoderado señor Clodomiro


Bravo Montt, interpone tal recurso en contra de la sentencia definitiva de
primera instancia, invocando como vicio susceptible de enmendarse por la
presente vía, el de la causal del Nº 5 y Nº 9 del artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil;

3º) Que, sin embargo, el inciso segundo del artículo 768 del Código de
Enjuiciamiento Civil, es claro en excluir las causales alegadas por la recurrente
de las que hacen procedente el recurso de casación en la forma, en los
negocios a que se refiere la disposición analizada en el considerando 1º de
esta resolución.

Por estas consideraciones, y visto además, lo dispuesto en el artículo 781 del


Código de Procedimiento Civil y 463 del Código del Trabajo, se declara
inadmisible el recurso de casación en la forma deducido en lo principal de fojas
160, y concedido a fojas 160, contra la sentencia de dieciocho de julio del
presente año, escrita a fojas 150 y siguientes.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciada por la Primera Sala de esta Corte de Apelaciones integrada por


los Ministros señores Alfredo Pfeffer R. y Cornelio Villarroel R., Abogado
Integrante señor Óscar Herrera V.

Rol Nº 4.731-2000.

CORTE SUPREMA

Santiago, 25 de enero de 2001.

Vistos y teniendo presente:

Que a fojas 187 vuelta se lee certificado en que consta que estos autos
ingresaron a la Secretaría de esta Corte el ocho de enero del presente año.

Que el recurrente de casación, según aparece del certificado de fojas 188, no


compareció a esta Corte para continuar con la tramitación del recurso.

Que, en tales circunstancias, y en conformidad con lo dispuesto en los artículos


779, 200 y 201 del Código de Procedimiento Civil, deberá declararse desierto el
expresado recurso.

Por lo anteriormente señalado y de acuerdo a las normas legales citadas, se


declara desierto el recurso de casación en el fondo deducido a fojas 177,
contra la sentencia de cinco de octubre del año dos mil, que se lee a fojas 172.

Regístrese y devuélvase con su agregado.

Pronunciado por los Ministros señores Mario Garrido M., Marcos Libedinsky T.,
José Benquis C. y Urbano Marín V., y el Abogado Integrante señor Manuel
Daniel A.

Rol Nº 109-01

2. Obligación de comparecencia en tramitación de recurso de casación. Artículo 779 del Código de


Procedimiento Civil

Doctrina

Del certificado, consta que el recurrente, no compareció a continuar con la tramitación del recurso, dentro del
plazo legal, por lo que de conformidad a los artículos 201 y 779 del Código de Procedimiento Civil, corresponde
declarar desierto el presente recurso. Sentencia Corte Suprema.

SENTENCIA JUZGADO DE LETRAS

Iquique, 17 de abril de 2000.


Vistos:

Comparece a fojas 4 don Robinson Rodrigo Rivera Vicuña, ingeniero civil


industrial, en su calidad de agente y en representación del Banco de Chile,
sociedad anónima bancaria, del giro de su denominación, ambos domiciliados
en Plaza Prat Nº 660, de esta ciudad e interpone demanda en juicio ejecutivo
en contra de la sociedad Farmacias Salomón Urqueta Zepeda S. A., persona
jurídica del giro de su denominación, en su calidad de deudora principal,
domiciliada en calle Vicuña Mackenna Nº 151 de la ciudad de Ovalle y/o en
calle Vivar Nº 723 de la ciudad de Iquique, representada legalmente por don
Zhukoff Guillermo Urqueta Carvajal, abogado, mismo domicilio que la anterior,
y en contra del mismo Zhukoff Guillermo Urqueta Carvajal, ya individualizado,
en su calidad de aval y codeudor solidario, domiciliado en Avenida Chipana Nº
2272 de la ciudad de Iquique. Funda su demanda en que su representado es
dueño de tres pagarés: a) Pagaré a plazo en pesos Nº 0101172 suscrito el 1º
de febrero de 1996, por la suma de $ 2.200.000 pagadero en 10 cuotas
mensuales, iguales y sucesivas de $ 220.000. a contar del 4-04-1996, que se
encuentra en mora por el pago de la última cuota por $ 220.000, la que debió
pagarse el 4 de enero de 1997. b) Pagaré a plazo (Unidades de Fomento Nº
010137), suscrito con fecha 28 de diciembre de 1995, por la suma de 1.226
Unidades de Fomento, mediante el cual los ejecutados se obligaron a pagarlo
en 17 cuotas mensuales iguales y sucesivas de U.F. 68,11 y una última cuota
de 68,13 U.F. a contar del 26 de enero de 1996. Añade que los ejecutados
pagaron las cinco primeras cuotas, dejando de pagar desde la Nº 6, cuyo
vencimiento correspondía el 29 de junio de 1996 y las siguientes, las que
sumaban al 1º de octubre de 1998 la cantidad de 885,45 U.F. equivalentes
a $ 12.816.454, más intereses pactados. C) Pagaré Nº 010271
suscrito el 31 de mayo de 1996, por la suma de 1.563 Unidades de Fomento,
que se obligaron a pagar los ejecutados en 35 cuotas mensuales, iguales y
sucesivas de U.F. 43,41 cada una, pagaderas mensualmente los días 1º, a
partir del 1º de julio de 1996 y una cuota de U.F. 43,65 pagadera el día 1º de
1999. Añade que los ejecutados no pagaron ninguna de dichas cuotas
pactadas, encontrándose en mora a la fecha de la demanda por la cantidad de
las referidas 1.563 Unidades de Fomento que equivalen al 1º de octubre de
1998 a la suma de $ 22.623.659, más intereses pactados.

Explica que anteriormente había demandado el cobro de los pagarés en los


autos Rol Nº 13.559 caratulados Banco de Chile con Farmacias Salomón
Urqueta Zepeda S.A y Otro y en ese proceso se acogió la excepción de
ineptitud del libelo, sentencia que fue confirmada por la Iltma. Corte de
Apelaciones de Iquique, mediante sentencia de 31 de agosto de 1998 y el
cúmplase se dictó el 26 de septiembre de 1998, por ese motivo él viene a
renovar la acción ejecutiva de conformidad a la ley.

Expresa que en todos los documentos se constituyó en aval y codeudor


solidario don Zhukoff Guillermo Urqueta Carvajal y en ellos se estipuló una
cláusula de aceleración y se liberó al Banco de la obligación de protesto. Añade
que las obligaciones no han sido pagadas en la forma y plazos estipulados y la
firma del representante de la sociedad demandada y aval y codeudor solidario
fueron autorizadas ante Notario Público, por lo que constituyen titulo ejecutivo
en su contra, de esa manera pide se despache mandamiento de ejecución y
embargo en su contra por los montos señalados.

A fojas 14 consta la notificación personal de la demanda al ejecutado, por sí y


como representante de la sociedad demandada, a fojas 2 del cuaderno de
apremio se requirió de pago a los demandados.

A fojas 15 el ejecutado Urqueta Carvajal opuso a la ejecución las excepciones


de litispendencia contemplada en el artículo 464 Nº 3 del Código de
Procedimiento Civil, fundado en que el Banco ejecutante inició juicio de
desposeimiento ante el Segundo Juzgado de Letras de Ovalle, con fecha 26 de
octubre de 1998 del bien hipotecado en garantía de la deuda el que tiene una
directa relación con este proceso, porque fundado en los mismos argumentos
se pretende obtener el cumplimiento forzado de una misma obligación. Añade
que entre ambos juicios existe identidad de partes como de la materia. En
subsidio de la anterior opone la excepción de prescripción de la deuda,
contemplada en el numeral 17 de la norma antes citada, la que funda en que se
estipuló una cláusula de aceleración que ha sido redactada en términos
imperativos u obligatorios al señalar que el solo retardo en el cumplimiento de
una de las cuotas en que se dividió la deuda hará exigible el total de lo
adeudado, como si fuere de plazo vencido.

A fojas 20 la parte ejecutante evacuó el traslado respectivo, solicitando el


rechazo de las excepciones opuestas, porque la cosa pedida en ambos
procesos es diversa no existiendo la triple identidad entre ambos procesos y en
relación a la segunda excepción también debe rechazarse por no ser efectivos
los hechos en que se funda, porque se produjo la interrupción de la
prescripción de conformidad a lo dispuesto en el artículo 2518 del Código Civil
al deducirse la primera demanda que ahora ha renovado, añade que por lo
demás, no puede considerarse prescrita la acción respecto de toda la deuda,
porque el plazo de prescripción debe contarse desde la fecha del vencimiento
de la respectiva cuota o mensualidad.

A fojas 23 se declararon admisibles las excepciones opuestas y se recibió la


causa a prueba, resolución que se notificó a las partes a fojas 23 vuelta.

A fojas 29 vuelta se citó a las partes a oír sentencia.

Considerando:

Primero: Que el Banco de Chile renovando la acción ejecutiva que le fue


rechazada al acoger una excepción ineptitud del libelo en los autos Rol Nº
13.559 caratulada Banco de Chile con Farmacias Salomón Urqueta Zepeda S.
A. y Otro, dedujo esta demanda en contra de Farmacias Salomón Urqueta
Zepeda S.A. representada por don Zhukoff Guillermo Urqueta Carvajal y en
contra de éste como aval y codeudor solidario fundado en tres pagarés, el
primero suscrito el 10 de febrero de 1996 por la suma de $ 2.200.000,
pagadero en diez cuotas mensuales, iguales y sucesivas de $ 220.000, a
contar del 4 de abril de 1996, encontrándose en mora por el pago de la última
cuota que debió pagarse el 4 de enero de 1997. El segundo pagaré es por la
suma de 1.226 Unidades de Fomento, que debía pagarse en 17 cuotas
mensuales iguales y sucesivas de U.F. 68,11 y una última de 68,13 U.F. a
contar del 26 de enero de 1996, respecto del cual adeudan desde la cuota 6
que vencía el 29 de junio de 1996, adeudando por ese concepto la cantidad de
885,45 U.F., más intereses pactados y el último pagaré se suscribió el 31 de
mayo de 1996 por la suma de 1.563 U.F., que debían solucionarse en 35
cuotas mensuales, iguales y sucesivas de U.F. 43,41 cada una pagaderas a
partir del 1º de julio de 1996. Los ejecutados no pagaron ninguna cuota y se
encuentran en mora a la fecha de la demanda por la cantidad de las referidas
1.563 U.F. Añade que en cada uno de los pagarés se estipuló que el simple
retardo y/o mora en el pago íntegro y oportuno de todo o parte de una de las
cuotas pactadas para ello, dará derecho al Banco de Chile para exigir sin más
trámite el pago total de la deuda o del saldo a que se encuentre reducida,
considerándose en tal evento la obligación como de plazo vencido, pudiendo
protestar y o presentar a cobro este pagaré...; estas obligaciones constan de
títulos ejecutivos, la deuda es líquida, actualmente exigible y encontrándose la
acción ejecutiva vigente en contra de los demandados interpone esta demanda
y solicita se despache mandamiento de ejecución y embargo en su contra.

Segundo: Que notificado y requerido de pago el demandado Zhukhoff Urqueta


Carvajal opuso a la demanda las excepciones de litis pendencia fundada en
que se ha deducido una demanda de desposeimiento del ejecutante en su
contra ante el Segundo Juzgado de Letras de Ovalle, con la que se persigue de
igual modo que en ésta el pago de los créditos que acá se cobran. En seguida
y en subsidio de la anterior opuso la excepción de prescripción de la deuda
fundado en que en los pagarés se pactó una cláusula de aceleración y en
consecuencia desde el incumplimiento de su parte se ha devengado todo el
crédito haciéndose exigible toda la obligación y desde esta fecha y la
notificación de la demanda el 23 de noviembre de 1998 ha transcurrido en
exceso el plazo contemplado en la ley en el artículo 98 de la ley Nº 18.092 en
relación con el inciso 2º del artículo 105 de la misma ley.

Tercero: Que se declararon admisibles las excepciones opuestas y se recibió


la causa a prueba.

Cuarto: Que en relación a la excepción de litis pendencia alegada en forma


principal por el ejecutado, éste, correspondiéndole hacerlo no rindió prueba
alguna al efecto y los únicos antecedentes que constan al respecto en el
proceso son los dichos del propio ejecutado, en cuanto expresa que en el
Segundo Juzgado de Letras de Ovalle existe una acción de desposeimiento en
que el Banco ejecutante persigue la entrega de un bien raíz hipotecado para
pagarse de la misma deuda que en este proceso cobra. Al efecto cabe sostener
que si bien la contestación a esa excepción que realizó el actor no negó que
existiera ese juicio, no es menos cierto que señaló que eran acciones diversas,
pues allá lo que se entabló es la acción contra el tercer poseedor de la finca
hipotecada para que la abandone a favor del acreedor en cambio en este juicio
se pretende el cumplimiento de una obligación que consta de un título ejecutivo
en contra de los deudores demandados, no existiendo entre ambos la triple
identidad establecida en la ley para hacer procedente la excepción.
Todas las aseveraciones antes indicadas no hacen posible acoger la excepción
instaurada, al no haber acreditado el demandado la existencia del juicio
señalado, puesto que ni siquiera acompañó los documentos que ofreció en el
cuerpo de su libelo de excepciones, sin que tampoco aportara los datos
necesarios para traerlos a la vista como medida para mejor resolver.

Quinto: Que en subsidio de la excepción de litis pendencia precedentemente


rechazada el ejecutado opuso a la ejecución la excepción de prescripción de la
deuda contemplada en el número 17 del artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil, como fundamento de esta defensa argumentó que en
todos los pagarés se estableció una cláusula en que se convino que el simple
retardo y/o mora en el pago íntegro y oportuno de todo o parte de las cuotas
pactadas para ello, daría derecho al Banco de Chile para exigir sin más trámite
el pago total de la deuda o del saldo a que se encuentre reducida..., al efecto
señaló que dicha estipulación está redactada en términos imperativos u
obligatorios y no se trataría de una simple facultad del acreedor, sino que de un
derecho, lo que ha invocado en la demanda, de esta manera, el no pago ha
producido la caducidad del plazo y la obligación se ha hecho exigible desde el
primer incumplimiento y desde esa fecha ha comenzado a correr el plazo de
prescripción y desde esa fecha hasta la notificación de la demanda el 23 de
noviembre de 1998, ha transcurrido el término para su exigibilidad.

Sexto: Que en relación con esta excepción cabe tener presente en primer
término que el presente juicio se trata de la renovación de la acción ejecutiva
deducida originalmente en los autos Rol Nº 13.559, seguida entre las mismas
partes y en que se cobraban los mismos créditos, con la única salvedad que
ahora cobra todo el saldo insoluto y antes perseguía el pago sólo de las cuotas
que a esa fecha se encontraban insolutas, vale decir, en esa oportunidad no se
hizo valer la cláusula de aceleración contenida en los títulos ejecutivos. Esta
primera demanda se interpuso el 6 de mayo de 1997 y fue notificado y
requerido de pago el deudor el día 30 del mismo mes y año, esta fecha es útil
para determinar si existió la interrupción de la prescripción que ha alegado la
ejecutante.

Que no obstante haberse interpuesto la demanda en juicio diverso distribuido a


este mismo tribunal por la Iltma. Corte de Apelaciones, para los efectos de la
interrupción de la prescripción debe estimarse si ha existido una continuidad
entre ambos juicios.

Que la ejecutada ha alegado que la interrupción se produjo sólo cuando ya se


había extinguido la deuda al ser notificado de la presente demanda el 23 de
noviembre de 1998, afirmación que pretende negar todo valor al primitivo juicio
ya citado, sin embargo, al respecto cabe tener presente que si bien la primitiva
demanda fue desestimada al haberse acogido la excepción de ineptitud del
libelo opuesta por la ejecutada, esa sentencia no es de aquellas a que se
refiere el Nº 3 del artículo 2503 del Código Civil, porque los defectos formales
motivantes de la excepción aceptada, de características manifiestamente
dilatorias, si bien tuvieron el efecto de rechazar la referida acción, posibilitó no
obstante que el ejecutante pudiera enmendar sus errores y reiniciar la acción,
amparado en la facultad que le concede el artículo 477 del Código de
Procedimiento Civil, propia del juicio ejecutivo en el que todas las excepciones,
dilatorias y perentorias, se interponen a la vez, en un mismo escrito, y se
tramitan y fallan conjuntamente, salvo la de incompetencia que puede decidirse
desde luego porque el citado texto establece precisamente que la acción
ejecutiva rechazada por incompetencia del tribunal, incapacidad, ineptitud del
libelo o falta de la oportunidad en la ejecución, podrá renovarse con arreglo a
los preceptos de este título. La corrección, como ya se expresó, dejan al
acreedor en situación de restablecer el mérito compulsivo que le fuera
denegado, renovando su demanda en su justo empeño por alcanzar la
satisfacción de su crédito;

Séptimo: Que según la define el artículo 2492 del Código Civil, la prescripción
extintiva o liberatoria es un modo de extinguir las acciones y derechos ajenos
por no haberlos ejercido durante cierto lapso de tiempo.

Los artículos 2514 y 2515 del mismo cuerpo legal precisan que esta
prescripción exige solamente el transcurso del tiempo sin que se hubieren
ejercido dichas acciones, se cuenta desde que la obligación se hizo exigible.
Puede interrumpirse, agrega el artículo 2518 del mismo Código, ya natural, ya
civilmente; y tiene lugar esta última, según su inciso tercero, por la demanda
judicial, salvos los casos enumerados en el artículo 2503, que son los
siguientes: 1º, si la notificación de la demanda no ha sido hecha en forma legal;
2º, si el recurrente desistió expresamente de la demanda o se declaró
abandonada la instancia y 3º, si el demandado obtuvo sentencia de absolución.
Ocurriendo cualesquiera de estas causales se entenderá que la demanda no
ha interrumpido la prescripción, a la inversa, si no se producen, sucede lo
contrario, esto es, la interrumpen;

Octavo: Que ni el Código Civil ni el de Procedimiento del Ramo, han definido la


sentencia de absolución, por lo que para fijar su alcance es útil recurrir, en
primer lugar, al significado que a estas palabras le da el Diccionario de la Real
Academia Española. Sentencia, en su sexta acepción, concretada a la
sentencia definitiva en Derecho, es aquella en que el juzgador, concluido el
juicio, resuelve finalmente sobre el asunto principal, declarando, condenando o
absolviendo. Absolución, es la acción de absolver y absolución de la demanda,
en Derecho, la terminación del pleito enteramente favorable al demandado.
Absolver, en tanto, es dar por libre de algún cargo u obligación.

El Diccionario Razonado de Legislación y Jurisprudencia de Joaquín Escriche


la define como la sentencia definitiva a favor del reo, esto es, la decisión
legítima del juez, declarando al reo libre o quito de la demanda o acusación que
se le ha puesto.

Noveno: Que de este análisis se desprende que al emplear el texto legal la


frase sentencia de absolución para exceptuar del efecto interruptor a la
demanda judicial, se ha referido a aquella sentencia definitiva que
pronunciándose respecto del fondo del asunto controvertido que ha sido objeto
del juicio, resuelve acerca de la inexistencia o extinción de la obligación,
dejando libre, en términos absolutos, al demandado de lo solicitado por la
demanda deducida en su contra, pero no ha podido también referirse a aquella
otra que no tiene este carácter y que se ha limitado, como ha ocurrido en la
especie, sólo a excusar temporalmente al deudor, acogiendo sus excepciones
dilatorias por los defectos formales existentes y a rechazar, por éste y no por
otro motivo, la demanda hasta mientras dichos defectos no se subsanen,
dejando, por ende, al acreedor en situación, como también sucedió, de
corregirlos y renovar la acción para exigir el cumplimiento de la misma
obligación.

Décimo: Que las consideraciones que anteceden ponen de manifiesto, en


consecuencia, que las obligaciones emanadas de los pagarés que se cobran
en este juicio al momento de interponerse la demanda que rola a fojas 18 de
los autos Rol Nº 13.559 de este tribunal, presentada el 6 de mayo
de 1997 y notificada el 30 del mismo mes y año, eran exigibles y no estaban
prescritas. En efecto, la cuota pendiente del pagaré Nº 010172 por la suma de
$ 2.200.000 pagadero en diez cuotas mensuales, iguales y sucesivas, que
ascendía a $ 220.000 venció el 4 de abril de 1997, esto es, poco más de un
mes antes de la notificación señalada. En lo que toca al pagaré Nº 010137,
suscrito el 28 de diciembre de 1995, por la suma de 1.226 Unidades de
Fomento, iguales y sucesivas de U.F. 68,11 y una última cuota de 68,13 U.F. a
contar del 26 de enero de 1996, del cual los ejecutados pagaron las cinco
primeras cuotas cuyo vencimiento correspondía al 29 de junio de 1996,
tampoco se encontraba prescrita a la notificación de la primitiva demanda que
interrumpió el plazo de prescripción, porque, este plazo se completaba recién el
29 de junio de 1997. Finalmente, lo mismo ocurre con el pagaré Nº
010271 suscrito el 31 de mayo de 1996, en que no se pagó ninguna de las 35
cuotas mensuales en que se dividió el crédito, venciendo la primera el 1º de
julio de 1996, en consecuencia, al notificarse la demanda el 30 de mayo de
1997, aún no se cumplía el plazo de prescripción correspondiente a un año
desde el vencimiento de la primera cuota referida.

Undécimo: Que constando las obligaciones que se cobran en autos en sendos


títulos ejecutivos, siendo líquidas, actualmente exigibles y no estando prescrita
la acción, se dará lugar a la acción ejecutiva interpuesta ordenando seguir
adelante con el juicio ejecutivo hasta obtener el cumplimiento de lo adeudado,
en capital, intereses y costas.

Y vistos, además, lo dispuesto en los artículos, 144, 160, 170, 254 y siguientes,
434, 464 Nº 3 y 471 y 477 del Código de Procedimiento Civil, 1445, 1545, 1698
y siguientes y 2503, 2515 y 2518 del Código Civil y ley Nº 18.092, se declara:

I. Que se rechazan las excepciones de litis pendencia y de prescripción de la deuda opuesta en lo principal
de fojas 15.

II. Que ha lugar a la demanda ejecutiva de fojas 4, en consecuencia prosígase con la ejecución hasta obtener
entero y cumplido de lo adeudado en capital, intereses y costas.

Regístrese, notifíquese y en su oportunidad archívese.

Pronunciada por la señora Liliana Mera Muñoz, Juez Titular.

Rol Nº 17.004.
CORTE DE APELACIONES

Iquique, 6 de diciembre de 2000

Vistos:

En cuanto al recurso de casación en la forma.

Se recurrió de casación en la forma por la parte ejecutada don Zhukoff Urqueta


Carvajal en su calidad de aval y codeudor solidario, en contra de la sentencia
definitiva dictada por la señora Juez Titular del Tercer Juzgado de Letras de
esta ciudad, por la que se rechazan las excepciones opuestas por el ejecutado
y se ordena continuar con la ejecución hasta obtener el cumplido pago de lo
adeudado, en capital, intereses y costas.

Expresa que la referida sentencia adolece de los vicios o defectos


contemplados en los Nº 5 y 6 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil
en relación con los artículos 170 y 177 del mismo texto legal. Las infracciones
consisten detalladamente en: 1º) Que las partes fundamentales de la
sentencia, es decir, la expositiva, la considerativa y la dispositiva o resolutiva en
ninguna parte se refieren en qué calidad actúa en autos, si como representante
legal o como persona natural avalista o codeudor solidario y en la parte
resolutiva se señala que ha lugar a la demanda ejecutiva sin señalar si es en
contra las farmacias Salomón Urqueta Zepeda S.A. o en su contra en la calidad
en que fue demandado; 2º) En cuanto a la causal del Nº 6 del artículo 768 del
Código de Procedimiento Civil por los fundamentos alegados en los párrafos
primero y segundo de la apelación precedente, que da por reproducidos, lo que
demuestra que se tenía conocimiento claro y preciso de la triple identidad a que
se refiere el artículo 177 del Código de Procedimiento Civil a su respecto
ejecutado como aval y codeudor solidario y el ejecutante Banco de Chile y a
pesar de ello se dictó nuevo fallo.

Que todo lo cual sólo puede repararse mediante la invalidación del fallo referido
y los vicios que han influido decisivamente en lo dispositivo del mismo, debido
a que de no haber incurrido el tribunal en él, había conducido en la aceptación
de la excepción de prescripción opuesta o en la aplicación del artículo 177 del
Código de Procedimiento Civil.

En la vista de la causa no se escucharon abogados por no haber comparecido


a estrados.

Considerando:

1) Que la 1 parte ejecutada de don Zhukoff Urqueta Carvajal ha deducido


recurso de casación en la forma en contra de la sentencia definitiva dictada en
primera instancia, basada en las causales Nºs. 5 y 6 del artículo 768 del Código
de Procedimiento Civil en relación con los artículos 170 y 177 del mismo texto
legal, consistente en: a) haber sido dada con omisión de cualquiera de los
requisitos enunciados en el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil y b)
haber sido dictada con infracción al artículo 177 del Código de Procedimiento
Civil;

2) Que el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil en su Nº 1 establece


que la sentencia definitiva deberá contener la designación precisa de las partes
litigantes, su domicilio, profesión u oficio;

3) Que de la simple lectura del fallo de primer grado, en su parte expositiva se


dice que a fojas 4 comparece don Robinson Rodrigo Rivera Vicuña, ingeniero
civil industrial, en su calidad de agente y en representación del Banco de Chile
Sociedad Anónima Bancaria del giro de su denominación, ambos domiciliados
en Plaza Prat Nº 660 de esta ciudad e interpone demanda ejecutiva en contra
de la Sociedad Farmacia Salomón Urqueta Zepeda S.A. persona jurídica del
giro de su denominación, en su calidad de deudor principal, domiciliado en calle
Vicuña Mackenna Nº 151 de la ciudad de Ovalle y/o en calle Vivar Nº 723 de la
ciudad de Iquique, representada legalmente por don Zhukoff Guillermo Urqueta
Carvajal, abogado, mismo domicilio que la anterior y en contra del mismo
Zhukoff Urqueta Carvajal ya individualizado, en su calidad de aval y codeudor
solidario, domiciliado en Avda. Chipana Nº 2272 de la ciudad de Iquique; y en
su parte resolutiva se expresa que ha lugar a la demanda ejecutiva de fojas 4
debiendo proseguirse con la ejecución hasta obtener entero y cumplido pago
de lo adeudado en capital, intereses y costas;

4) Que de lo antes expuesto cabe concluir que la sentencia de primer grado ha


sido dictada dando cumplimiento a lo dispuesto en el Nº 1 del artículo 170 del
Código de Procedimiento Civil, y, por ende, ha sido pronunciada en la forma
dispuesta por la ley, por lo que procede desestimar este capítulo de la
casación;

5) Que del expediente Rol Nº 13.559 del Tercer Juzgado de Letras de esta
ciudad tenidos a la vista consta que el recurrente fue requerido de pago por el
Banco de Chile en la misma calidad y por la misma deuda como aval y
codeudor solidario, acogiéndose la excepción de ineptitud del libelo opuesto
por el ejecutado;

6) Que de acuerdo al artículo 308 del Código de Procedimiento Civil el efecto


de acoger la ineptitud del libelo consiste en que el demandante debe subsanar
los defectos de que adolece su demanda y a su vez el artículo 477 del mismo
código señala que la acción ejecutiva rechazada, entre otros, por la ineptitud
del libelo podrá renovarse con arreglo a los preceptos de ese título;

7) Que en mérito de lo expuesto precedentemente aparece que al renovar su


acción ejecutiva el demandante en contra del recurrente de autos no ha
infringido el artículo 177 del Código de Procedimiento Civil toda vez que en la
causa tenida a la vista no se dictó sentencia definitiva por haberse acogido la
excepción de ineptitud del libelo como se ha dejado establecido, por lo que
también procede desestimar este capítulo de la casación.

Por estos fundamentos y visto lo dispuesto en el artículo 768 Nºs. 5 y 6 del


Código de Procedimiento Civil, se declara: Que no ha lugar al recurso de
casación en la forma deducido por la parte ejecutada don Zhukoff Urqueta
Carvajal, en contra de la sentencia de fecha dieciséis de abril del año en curso,
escrita a fojas 31 y siguientes, sentencia que no es nula.

En cuanto a la apelación.

Atendido el mérito de autos se confirma con costas del recurso la sentencia


apelada de fecha dieciséis de abril del presente año, escrita a fojas 31 y
siguientes.

Regístrese y devuélvase.

Devuélvanse los autos tenidos a la vista.

Redacción del Ministro, señor Hernán Sánchez Marré.

Dictada por los Ministros Titulares señores Hernán Sánchez Marré, Jaime
Chamorro Navia y señorita Gloria Méndez Wannhoff.

Rol Nº 37.270.

CORTE SUPREMA

Santiago, 9 de abril de 2001.

Vistos y teniendo presente:

Que del mérito de los antecedentes y del certificado de fojas 74, consta que el
recurrente no compareció a continuar con la tramitación del recurso de
casación en la forma, dentro del plazo legal respectivo.

De conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos 201 y 779 del


Código de Procedimiento Civil, se declara desierto el recurso de casación en la
forma interpuesto a fojas 66, en contra de la sentencia de seis de diciembre del
año pasado, escrita a fojas 63.

Regístrese y devuélvase con sus agregados.

Pronunciado por los Ministros señores José Luis Pérez Z., Domingo Yurac S.,
Domingo Kokisch M. y los Abogados Integrantes señores José Fernández R. y
René Abeliuk M.

Banco de Chile.

Casación Forma - Civil.

Rol Nº 246-01.

3. Deserción. Artículo 201 código de Procedimiento Civil. Artículo 779 Código de Procedimiento Civil

Doctrina
Del certificado, consta que el recurrente no compareció a continuar con la tramitación del recurso, dentro del
plazo legal, por lo que de conformidad a los artículos 201 y 779 del Código de Procedimiento Civil, corresponde
declarar desierto el presente recurso. Sentencia Corte Suprema.

SENTENCIA JUZGADO DE LETRAS

Quilpué, 5 de agosto de 2000.

Vistos:

A fojas 1, comparece doña Pilar Soto Guerrero, médico veterinario, domiciliada


en Avenida Centenario Nº 1325, Belloto 2000, Quilpué, quien interpone
demanda laboral en contra de su ex empleador Ilustre Municipalidad de
Quilpué, representada por doña María Amelia Herrera Silva, desconoce
profesión, ambas con domicilio en Benjamín Vicuña Mackenna 689, Quilpué;
porque el 1º de diciembre de 1991 ingresó a trabajar para la Ilustre
Municipalidad, en el Zoológico; su remuneración era de $ 568.608, debiendo
cumplir un horario de 48 horas semanales distribuidas de lunes a viernes de
8.30 a 17.50 horas y el día sábado de 9.00 a 13.00 horas.

Que el 15 de mayo de 1998 se le comunicó que a contar del 16 de mayo de


1998 se pondría término a sus funciones por decreto alcaldicio, sin
señalamiento de causal y cancelando la indemnización de aviso previo.

Solicita que se le pague la indemnización por años de servicios aumentada en


un 20% conforme al artículo 168 del Código del Trabajo, ascendente a $
4.776.307, más intereses, reajustes y costas.

A fojas 5, rola el acta de notificación personal a la demandada.

A fojas 10, rola la contestación a la demanda y en que se solicita su rechazo


porque la actora fue contratada a contar del 2 de diciembre de 1991 hasta el 30
de junio de 1992 y finiquitándose su relación ese día; que los contratos eran
por esencia temporales con una duración determinada, lo que consta en los
decretos alcaldicios respectivos y contratos de trabajo consecuentes,
poniéndole término a cada contrato con el respectivo finiquito; de esta manera
cada contrato era absolutamente independiente del anterior sin que exista
continuidad entre éstos.

En consecuencia la actora era funcionaria municipal sujeta al Estatuto


Administrativo de los funcionarios municipales y su actividad fue siempre
transitoria porque a la Municipalidad sólo le está permitido contratar conforme
al Código del Trabajo en forma transitoria por el lapso de un año.

Que el último contrato tuvo una vigencia desde el 1º de octubre de 1997 hasta
el 30 de junio de 1998 y se finiquitó el 15 de mayo de 1998, dándose como
causal de término las necesidades del servicio (artículo 161 inciso 1º del
Código del Trabajo).

Que la Municipalidad cumplió con el pago de la indemnización substitutiva del


aviso previo y ello está reconocido por la actora; pero no procede el pago de la
otra indemnización porque el contrato no estuvo vigente más de un año, sino
tan sólo seis meses; que tampoco corresponde la aplicación del recargo del
20% porque la causa del despido fue legal.

Solicita el rechazo de la demanda; con costas.

A fojas 13 vuelta, rola el auto de prueba notificado a la actora a fojas 17 y a


fojas 18 a la demandada.

De fojas 19 hasta 80, rolan documentos de la actora.

De fojas 86 hasta fojas 94, rolan documentos de la demandada.

A fojas 119, rola el acta de comparendo en que las partes ratifican sus
documentales acompañadas y en que se tiene a la demandada por confesa del
pliego de posiciones de fojas 118.

A fojas 121, rola la continuación del comparendo de estilo y en que la actora


rinde la testimonial de doña Dolly Soledad Morales Estefo y doña Luisa Adriana
Castillo Pauvert.

A fojas 125, rinde la testimonial la parte demandada y en que declaran doña


Elizabeth Jacqueline Sagredo Orellana; y don Juan Antonio Cádiz Rodríguez.

A fojas 133 vuelta, se cita para sentencia.

Considerando:

A. EN CUANTO A LAS TACHAS

Primero: Que la parte demandada a fojas 125, presentó a los testigos doña
Elizabeth Jacqueline Sagrado Orellana, respecto de la cual la actora dedujo
tacha fundada en los números 4 y 16 del artículo 358 del Código de
Procedimiento Civil, esto es, ser dependiente de la parte que lo presenta y
tener interés directo o indirecto en los resultados del juicio.

Se basa la tacha en el hecho que la testigo manifestó que era la directora de


recursos humanos de la Ilustre Municipalidad.

Segundo: Que la tacha contemplada en el artículo 358 Nº 4 del Código de


Procedimiento Civil, será desestimada porque si bien es efectivo que la testigo
es funcionaria municipal, esta circunstancia no la inhabilita como tal ya que su
designación opera con el fundamento de un decreto que la designa y en tal
caso no tiene la dependencia que existe entre un empleado o dependiente con
su empleador particular.

Tercero: Que tampoco se acogerá la tacha fundada en el artículo 358 Nº 6 del


Código de Procedimiento Civil, esto es, tener interés directo o indirecto en los
resultados del juicio, porque aquél que invoca la parte no tiene carácter de
económico o patrimonial que exige la ley para hacer procedente la inhabilidad.
Cuarto: Que igualmente a favor de la demandada declaró como testigo don
Juan Antonio Cádiz, quien reconoció que había sido jefe directo de la actora
cuando fue despedida y que era el Director del Zoológico.

Quinto: Que la actora dedujo tacha en contra del testigo, fundamentándola en


las causales Nº 6 y 7 del artículo 358 del Código de Procedimiento Civil, esto
es, tener interés directo o indirecto en el resultado del juicio y enemistad
respecto de la persona contra quien declara.

Que la tacha relativa al Nº 6 del artículo 358 del Código de Procedimiento Civil
será desestimada en razón a lo expuesto en el considerando Tercero de este
Fallo y en cuanto a la del artículo 358 Nº 7 del Código de Procedimiento Civil,
igualmente será rechazada ya que no están probados los hechos graves
constitutivos de enemistad del testigo hacia la actora.

B. EN CUANTO AL FONDO

Sexto: Que compareció doña Pilar Soto Guerrero, médico veterinario,


domiciliada en Avenida Centenario Nº 1325, Belloto 2000, Quilpué, quien
interpone demanda laboral en contra de su empleador Ilustre Municipalidad de
Quilpué, representada por doña María Amelia Herrera Silva, desconoce
profesión, ambas con domicilio en Benjamín Vicuña Mackenna 689, Quilpué;
porque el 1º de diciembre de 1991 ingresó a trabajar para la Ilustre
Municipalidad, en el Zoológico; su remuneración era de $ 568.608., debiendo
cumplir un horario de 48 horas semanales distribuidas de lunes a viernes de
8.30 a 17.50 horas y el día sábado de 9.00 a 13.00 horas.

Que el 15 de mayo de 1998 se le comunicó que a contar del 16 de mayo de


1998 se pondría término a sus funciones por decreto alcaldicio, sin
señalamiento de causal y cancelando la indemnización de aviso previo.

Solicita que se le pague la indemnización por años de servicios aumentada en


un 20% conforme al artículo 168 del Código del Trabajo, ascendente a $
4.776.307, más intereses, reajustes y costas.

Séptimo: Que la Ilustre Municipalidad cumplió con el pago de la indemnización


substitutiva del aviso previo y ello está reconocido por la actora; pero alega que
no procede el pago de la otra indemnización porque el contrato no estuvo
vigente más de un año, sino tan sólo seis meses; que tampoco corresponde la
aplicación del recargo del 20% porque la causa del despido fue legal.

Solicita el rechazo de la demanda; con costas.

Octavo: Que recibida la causa a prueba, los litigantes rindieron las


documentales de fojas 19 hasta fojas 80, por la actora y desde fojas 86 hasta
fojas 94, la demandada, con la que se encuentra suficientemente establecida la
relación laboral existente entre las partes y el hecho que con fecha 15 de mayo
de 1998 se puso término anticipado al contrato de trabajo por parte de la Ilustre
Municipalidad de Quilpué.
Que además ambas partes rindieron testimoniales, la actora la de doña Dolly
Soledad Morales Estefo y doña Luisa Adriana Castillo Pauvert, en fojas 121 y
siguientes y la demandada en que a fojas 125 y siguientes declaran doña
Elizabeth Jacqueline Sagredo Orellana y don Juan Antonio Cádiz Rodríguez.

Que de los dichos de los testigos, de ambas partes, se desprende que


efectivamente existió contrato de trabajo entre los litigantes ratificando lo
establecido con los documentos acompañados en autos.

Que las contrataciones laborales fueron efectuadas en forma continuada, una


tras otra, tal como se señala con la dictación de los diferentes decretos
municipales que se extendieron por la Ilustre Municipalidad de Quilpué.

Noveno: En cuanto a la diligencia de posiciones de fojas 119, en que se tuvo


por presuntamente confesa a la demandada del pliego de fojas 118, no produce
efecto probatorio alguno, toda vez que ello se decretó erróneamente, ya que la
notificación a que se hace alusión a fojas 119, en relación a la de fojas 117, se
refiere a la citación al comparendo y no concretamente a la diligencia de
absolución de posiciones.

Décimo: Que con el mérito de lo expresado precedentemente y apreciando los


antecedentes en conformidad al artículo 456 del Código del Trabajo, este
Tribunal interpretará los hechos conforme a la norma del artículo 159 Nº 4 del
Código del Trabajo, en sentido que ha operado la presunción que la trabajadora
está sujeta a un contrato de duración indefinida; en efecto la contratación se
fue desarrollando en forma constante y permanente durante siete años
ininterrumpidos.

Undécimo: Que si bien la demandada invocó la existencia de finiquito entre las


partes, de los cuales se acompañó a los autos los de fojas 25, 41, 51, 60 y 91,
ninguno de ellos cumple con las formalidades que indica el artículo 177 incisos
1º y 2º del Código del Trabajo para que tengan mérito liberatorio ya que sólo
aparecen firmados por las partes directamente involucradas en el hecho; en
consecuencia el actor no podrá invocar este medio para excepcionarse.

Duodécimo: Que encontrándose no discutida la relación laboral entre las


partes, la demandada debió acreditar que el término de los servicios se debió a
una causa justificada y no se encuentra acreditada dicha circunstancia por lo
que se hace exigible la petición de la actora contenida en su demanda.

Decimotercero: Que conforme al mérito del documento de fojas 19, no


objetado se tiene por establecido que la última remuneración de la actora fue la
suma de $ 568.608., por lo que su indemnización se determinará según este
valor.

Decimocuarto: Que los antecedentes no ponderados en nada alteran lo


razonado precedentemente.
Y visto lo dispuesto en los artículos 159 Nº 4, 161 inciso 1º, 162, 168, 172, 173,
177 incisos 1º y 2º, y 456 del Código del Trabajo; 1698 del Código Civil; 144,
358 Nºs. 4, 6, 7 del Código de Procedimiento Civil; se declara:

A) En cuanto a las tachas:

Primero: Que se rechazan las tachas deducidas por la actora respecto de los
testigos doña Elizabeth Jacqueline Sagredo Orellana y don Juan Antonio Cádiz
Rodríguez.

En cuanto al fondo:

Segundo: Que se acoge la demanda de fojas 1, deducida en contra de la


Ilustre Municipalidad de Quilpué y ésta deberá pagar a la actora la
indemnización correspondiente a la suma en dinero efectivo correspondiente a
seis años de servicios como Veterinaria del Zoológico de Quilpué, en base al
último sueldo percibido ascendente a la suma de $ 568.608, aumentada en un
20%.

Tercero: Que el pago de la suma antes señalada se efectuará según


liquidación que en su oportunidad practicará la señora Secretaria del Tribunal,
conforme al artículo 137 del Código del Trabajo.

Cuarto: Que no se condena en costas a la demandada por haber tenido motivo


plausible para litigar.

Notifíquese, déjese copia en el legajo correspondiente y en su oportunidad,


archívese.

Dictada por el señor René Zúñiga Mendoza, Juez Titular.

CORTE APELACIONES

Valparaíso, 6 de abril de 2001.

Visto:

Se reproduce la sentencia en alzada eliminando íntegramente los


considerandos décimo a decimotercero y de las citas legales la de los artículos
162, 168, 172 y 177 del Código del Trabajo y artículo 358 del Código de
Procedimiento Civil.

Y teniendo en su lugar y, además, presente:

Primero: Que, para una adecuada decisión interesa determinar que en estos
autos resultan incontrovertidas las siguientes circunstancias:

a) Que la demandante doña Pilar Soto Guerrero, médico veterinario, ingresó a prestar servicios de carácter
laboral para la Municipalidad, en funciones inherentes a su profesión en el Zoológico que posee dicha
Municipalidad de Quilpué, con fecha 1º de diciembre de 1991.
El contrato respectivo rola a fs. 22, suscrito el 29 de noviembre de 1991 y se fija como fecha de término el 30
de junio de 1992.

En él se establece que las personas a las cuales se refiere, deberán efectuar las funciones y cumplir las
condiciones laborales que en cada caso se indica, todo regido por la ley Nº 18.620, en la actualidad D.F.L. Nº 1
que refunde el Código del Trabajo.

b) Que con posterioridad se celebraron con dicha persona, diversos contratos de trabajo como aquellos que
rolan a fs. 26, 32, 36, 39, 43, 46, 52, 54, 59, 61, 62 y 63.

Se destaca en todos ellos el carácter de transitorio, habiéndoseles puesto término en las fechas
primitivamente convenidas o complementadas a través de modificaciones posteriores y, además, la existencia
de sendos finiquitos, como son aquellos que rolan a fs. 25, 41, 51 y 60.

c) Que los mencionados contratos han sido precedidos por decretos alcaldicios de la I. Municipalidad de
Quilpué, previas las formalidades legales respectivas para la realización de actividades determinadas referidas
al Zoológico de Quilpué, como ocurre con la demandante, médico veterinario contratada en los períodos
respectivos en su calidad de tal para atender los animales de tal Zoológico.

d) Que, en todo caso, ninguno de tales contratos se ha excedido del término de un año de contratación, esto
es se trata de vinculaciones laborales a plazos determinados inferiores al límite temporal mencionado.

e) Que el último de tales contratos fue suscrito con fecha 1º de octubre de 1997, según consta de
instrumento agregado a fs. 63, fijándose como fecha de término el 30 de junio de 1998.

No obstante lo expuesto, con fecha 15 de mayo de 1968 se otorga finiquito,


copia del cual rola a fs. 60 en el cual se deja constancia de habérsele puesto
término en forma anticipada de conformidad al artículo 161 inciso 1º del Código
del Trabajo.

Se establece, además, que el municipio cancela las sumas de dinero a que se


encuentra obligado, otorgándose ambas partes amplio finiquito al contrato de
trabajo al que ponen término, señalando que nada se adeudan por concepto
alguno.

Se agrega que dicho finiquito pone término a toda relación contractual existente
o que pudo haber existido entre los comparecientes, e implica la más completa
y total renuncia a posibles acciones o excepciones de carácter laboral, que
pudieren emanar del contrato de trabajo que se finiquita o de cualquier otra
relación de carácter contractual que se pudiere encontrar pendiente.

Por último, se establece en la cláusula quinta que tal documento se celebra en


cumplimiento del decreto alcaldicio Nº 3.751 del 1998, que no se reproduce por
ser conocido por las partes.

Se deja constancia a la conclusión, que el trabajador hace expresa reserva de


derechos laborales y civiles que puedan haberse omitido.

Segundo: Que, la suscripción de los mencionados contratos de trabajo, de


manera alguna hace aplicable a la actora el estatuto establecido en términos
generales para funcionarios municipales en la ley Nº 18.883 referido, por
ejemplo, a la carrera funcionaria (título II), derechos funcionarios (título IV),
responsabilidad administrativa (título V), cesación de funciones (título VI) y
extinción de la responsabilidad administrativa (título VII).
Dadas las características de tales contratos, la demandante no ha pasado a
constituirse funcionaria municipal, en los términos del cuerpo legal citado, sino
ha sido contratada como personal de temporada para cumplir funciones
específicas en el Zoológico Municipal.

En lo que importa para dirimir la controversia de autos, los contratos celebrados


entre las partes, fueron por esencia temporales con una duración determinada,
lo que así consta de los decretos alcaldicios respectivos y contratos de trabajo
consecuentes, poniéndose término a cada uno de ellos con los finiquitos
respectivos.

Tercero: Que, en relación con el último contrato celebrado, según se dijo sólo
estuvo vigente por el lapso de 7 meses, ya que los contratos anteriores se
encontraban extinguidos y finiquitados, habiéndosele puesto término, según
consta en el finiquito que rola a fs. 66 de conformidad a lo dispuesto en el
artículo 161 inciso 1º del Código del Trabajo, esto es, necesidades de la
empresa, establecimiento o servicios, constando de autos haberle sido
cancelada la indemnización sustitutiva del aviso previo, por haberse puesto
término en forma anticipada a tal contrato, no resultando procedente el pago de
la indemnización a la que se refiere el artículo 163 del cuerpo legal citado, en
atención a que dicho contrato sólo estuvo vigente por el lapso de 7 meses, ya
que los anteriores se encontraban extinguidos y finiquitados.

Cuarto: Que, lo expuesto resulta consecuente con lo dispuesto en el artículo 3º


de la ley Nº 18.883, en cuanto establece que quedarán sujetas a las normas
del Código del Trabajo, las actividades que se efectúen en forma transitoria en
municipalidades que cuenten con balnearios y otros sectores turísticos o de
recreación.

Esto es, la referida norma hace aplicable aquellas atingentes del Código del
Trabajo, dándose las dos circunstancias que inciden a la especie:

a) Actividades que se efectúen en forma transitoria en municipalidades.

b) Referidas a sectores turísticos o de recreación.

Quinto: Que, por las razones expuestas, no resultan aplicable en la especie


aquellas otras normas del Código del Trabajo, invocadas por la actora, como
fundamento de las prestaciones laborales demandadas, amparadas en la
norma establecida en el artículo 163 de dicho cuerpo legal, en atención a que
no resulta procedente en derecho concluir que hubiese existido una vinculación
laboral por período indeterminado entre las partes en el presente juicio, a
contar del 1º de diciembre de 1991 hasta el 15 de mayo de 1998, por lo que no
procede acoger las acciones impetradas a través de la demanda de autos.

Y visto, además, lo dispuesto en el artículo 473 del Código del Trabajo:

Se revoca la sentencia apelada de cinco de agosto del año dos mil, escrita de
fs. 134 a 140, y se declara que se rechaza en todas sus partes la demanda
contenida en lo principal del escrito de fs. 1, sin costas, por haber tenido la
actora motivo plausible para litigar.
Regístrese y devuélvase.

Redacción del Abogado Integrante señor Fernando Farren Cornejo.

Pronunciada por el Ministro Titular de la Iltma. Corte señor Luis Alvarado


Thimeos y los Abogados Integrantes señores Enrique Aimone Gibson y
Fernando Farren Cornejo.

Rol Nº 334-99.

CORTE SUPREMA

Santiago, 27 de junio de 2001.

Vistos y teniendo presente:

Que a fojas 163 se lee certificado en que consta que estos autos ingresaron a
la Secretaría de esta Corte el veintiocho de mayo del presente año.

Que el recurrente de casación, según aparece del certificado de fojas 164, no


compareció a esta Corte para continuar con la tramitación del recurso.

Que, en tales circunstancias, y en conformidad con lo dispuesto en los artículos


779, 200 y 201 del Código de Procedimiento Civil, deberá declararse desierto el
expresado recurso.

Por lo anteriormente señalado y de acuerdo a las normas legales citadas, se


declaran desiertos los recursos de casación en la forma y en el fondo
deducidos a fojas 156, contra la sentencia de seis de abril del año en curso,
que se lee a fojas 153.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Mario Garrido M., Marcos Libedinsky T.,
José Benquis C. y Urbano Marín V. y el Abogado Integrante señor Patricio
Novoa F.

Rol Nº 1.882-01

Art. 781. Elevado un proceso en casación de forma, el tribunal examinará en cuenta si la sentencia objeto del
recurso es de aquéllas contra las cuales lo concede la ley y si éste reúne los requisitos que establecen los
artículos 772, inciso segundo, y 776, inciso primero.

Si el tribunal encuentra mérito para considerarlo inadmisible, lo declarará sin lugar desde luego, por resolución
fundada.

En caso de no declarar inadmisible desde luego el recurso, ordenará traer los autos en relación, sin más trámite.
Asimismo, podrá decretar autos en relación, no obstante haber declarado la inadmisibilidad del recurso, cuando
estime posible una casación de oficio.

La resolución por la que el tribunal de oficio declare la inadmisibilidad del recurso, sólo podrá ser objeto del
recurso de reposición, el que deberá ser fundado e interponerse dentro de tercero día de notificada la
resolución.
4. Alcance de expresión "desde luego" del inciso tercero del artículo 781 del Código de Procedimiento Civil

Doctrina

La expresión desde luego utilizada por el artículo 781 del Código de Procedimiento Civil, no impide o restringe la
facultad de la Corte para declarar la inadmisibilidad de un recurso después de la vista de la causa.
Considerando 2º.

La sentencia recurrida, que rechaza la recusación del juez árbitro, es una interlocutoria que no pone término al
juicio ni hace imposible su continuación, no siendo susceptible de casación en la forma conforme lo señala el
artículo 766 del Código de Procedimiento Civil, como tampoco de casación en el fondo según lo dispuesto en el
artículo 767 del Código de Procedimiento Civil. Considerandos 11º y 12º.

Santiago, 7 de octubre de 1997.

Vistos y teniendo además presente:

Primero: Que en estos autos el tribunal a quo ha concedido los recursos de


casación en la forma y en el fondo interpuestos por don Diego Albónico Bejares
y don Ricardo Piraino Sepúlveda en lo principal de su escrito de fojas 211 y
luego esta I. Corte, como tribunal ad quem, ha ordenado traer en relación los
recursos de casación en la forma y en el fondo concedidos a fojas 218.

Segundo: Que lo anterior no impide que esta Corte en la vista de la causa


revise nuevamente la posible inadmisibilidad de los citados recursos por cuanto
las expresiones desde luego empleadas en el artículo 781 del C. de Proc. Civil
no impiden o restringen la facultad de la Corte para declarar la inadmisibilidad
de un recurso después de la vista de la causa.

Tercero: Que para ponderar la procedencia de los recursos de casación en la


forma y en el fondo deducidos en lo principal de fojas 211 y concedidos a fojas
218 en contra de la sentencia del Sr. Juez Letrado del Primer Juzgado Civil de
Santiago de fojas 199 y siguientes que rechazó las recusaciones formuladas
por los mismos recurrentes, es menester analizar cuál es la naturaleza jurídica
de esta última resolución para determinar si es susceptible de los recursos de
casación en la forma y en el fondo.

Cuarto: Que para estos efectos es preciso referirse a la parte petitoria de la


solicitud de lo principal de fojas 5 en que los solicitantes invocando los artículos
195 Nºs. 5 y 8; 196 Nºs. 2, 4, 14 y 18 y artículos 200 y siguientes del Código
Orgánico de Tribunales, deducen recusación en contra del árbitro arbitrador
don Enrique Menchaca Olivares, en los autos arbitrales sustanciados ante él y
que se caratulan Cox con Albónico y Piraino para que el Juez ordinario declare
su inhabilidad.

Quinto: Que la petición antes mencionada fue resuelta en la sentencia que rola
a fojas 199 y siguientes, siendo desechadas las causales de recusación en
contra del Sr. Juez Árbitro Arbitrador don Enrique Menchaca Olivares, con
costas, sentencia que ha sido recurrida por los mismos solicitantes mediante
los recursos de casación en la forma y en el fondo.
Sexto: Que el artículo 158 del Código de Procedimiento Civil clasifica las
resoluciones judiciales en decretos, autos, sentencias interlocutorias y
sentencias definitivas.

La misma norma legal define a la sentencia interlocutoria como la que falla un


incidente del juicio, estableciendo derechos permanentes a favor de las partes,
o resuelve sobre algún trámite que debe servir de base en el pronunciamiento
de una sentencia definitiva o interlocutoria y a su vez define la sentencia
definitiva como la que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto
que ha sido objeto del juicio.

Séptimo: Que la sentencia de fojas 199 y siguientes no es una sentencia


definitiva puesto que no ha resuelto la cuestión que ha sido objeto del juicio
arbitral ante el Árbitro Arbitrador, sino que una cuestión incide que sirve de
base para el pronunciamiento de la sentencia definitiva arbitral, cual es la
resolución de la posible inhabilidad del Sr. Juez Árbitro que ha sido reclamada
ante el superior jerárquico, en este caso el Sr. Juez de Letras y es por ello una
sentencia interlocutoria.

Octavo: Que diversas normas de nuestro Código de Procedimiento Civil y del


Código Orgánico de Tribunales definen a la reclamación sobre la inhabilidad de
un juez, por causales de recusación, como un incidente especial, tales como
los artículos 119 inciso 3º, 123, 124 y 126 del C. del Proc. Civil y el artículo 205
del C.O.T. que establece que las sentencias que se dictaren en los incidentes
sobre implicancia o recusación serán inapelables, todo lo cual confirma que en
la especie se está en presencia de una interlocutoria pronunciada por el
superior jerárquico que resuelve sobre la inhabilidad del Árbitro que es inferior
jerárquico para estos efectos.

Noveno: Que ninguna importancia tiene para estos efectos la formalidad que
reviste la resolución recurrida y aunque la sentencia contenga numerosos
considerandos no por ello se transforma en una sentencia definitiva por no
reunir los requisitos señalados en el artículo 158 del Código de Procedimiento
Civil.

Décimo: Que por otra parte la sentencia interlocutoria que rechaza la


recusación no pone término al juicio ni hace imposible su continuación, al revés
de lo que podría ocurrir si la sentencia hubiere acogido la recusación en contra
del Sr. Juez Arbitro porque en tal caso el procedimiento no habría podido
continuar ante ese órgano jurisdiccional.

Undécimo: Que, por consiguiente, la sentencia recurrida es una interlocutoria


que no pone término al juicio ni hace imposible su continuación, no siendo por
ello susceptible de recurso de casación conforme lo señala el art. 766 del C. de
Proc. Civil.

Duodécimo: Que respecto del recurso de casación en el fondo existen razones


adicionales para declarar su inadmisibilidad puesto que jamás procede de
sentencias dictadas por jueces letrados sino que únicamente en contra de
sentencias inapelables de Cortes de Apelaciones o por un tribunal arbitral de
segunda instancia constituido por árbitros de derecho en los casos en que
estos árbitros hayan conocido de negocios de la competencia de dichas Cortes
(art. 767 del C. de P.C.), lo que no ocurre en la especie.

Decimotercero: Sin perjuicio de la evidente inadmisibilidad de los recursos de


casación en la forma y en el fondo, esta Corte no puede menos que
representar al Sr. Juez de la causa las distintas irregularidades procesales que
se advierten en la tramitación durante la primera instancia y que dicen relación
con la falta de cumplimiento de los trámites esenciales señalados por la ley
para la sustanciación de un incidente de recusación, conforme lo establecen los
artículos 113 y siguientes del Código de Procedimiento Civil y 176 del Código
Orgánico de Tribunales, pudiendo mencionarse entre otras las siguientes:

a) Que el tribunal de primera instancia admitió a tramitación la solicitud de fojas 5, sin reparar que aquella
solicitud no se había presentado a la distribución de causa conforme lo ordena el artículo 176 del C.O.T., por lo
que debió disponer lo pertinente a este respecto en su oportunidad y no aplicar el artículo 823 del C. de P.C.,
como lo hizo a fojas 8 y 14 transformando la cuestión en un juicio sumario al estimar como demanda el escrito
de fojas 5 y siguiendo todos los trámites de este procedimiento declarativo principal, en circunstancia que no
procedía en este caso ya que cabía aplicar imperativamente las normas de los incidentes, según lo establece el
artículo 119 inciso 3º del C. de Proc. Civil.

b) Que este mismo tribunal no debió haber tramitado la incidencia de recusación por no haberse
acompañado testimonio de haberse efectuado el depósito correspondiente en la cuenta corriente del tribunal
para responder a las multas por la posible pérdida del incidente, según lo establece el artículo 118 del C. de
Proc. Civil.

c) Que el tribunal recurrido de primera instancia debió haberse pronunciado acerca de si aceptaba como
bastante la causal para los efectos de que el Juez recurrido se abstuviera de intervenir en el asunto de que se
trata mientras no resolviera el incidente, conforme lo ordena el artículo 120 del mismo Código, lo que omitió
indebidamente.

Decimocuarto: Que no obstante las deficiencias procesales anteriores que


ameritarían anular todo el proceso, de oficio, conforme a la facultad que
confiere el artículo 84 del Código de Procedimiento Civil, esta Corte ha resuelto
no ejercer esta facultad a fin de no producir mayores perjuicios a las partes
dado el tiempo transcurrido desde la iniciación del incidente de recusación,
situación que se estima inconveniente para la buena administración de justicia.

Por las razones antes expuestas y lo prevenido en los artículos 158, 766, 767,
781 y 782 del Código de Procedimiento Civil, se declaran inadmisibles los
recursos de casación en la forma y en el fondo deducidos a fojas 211 y
concedidos a fojas 218, con costas.

Anótese, regístrese y devuélvanse.

Redacción del Abogado Integrante Sr. Guillermo Piedrabuena Richard.

Pronunciado por los Ministros señora María Morales Villagrán, señor Raimundo
Díaz Gamboa y Abogado Integrante señor Guillermo Piedrabuena Richard.

ALBÓNICO BEJARES, Diego y Otro con MENCHACA OLIVARES, Enrique.

CASACIÓN FORMA Y FONDO.


Rol Nº 1.499-96

Art. 782. Elevado un proceso en casación de fondo, el tribunal examinará en cuenta si la sentencia objeto del
recurso es de aquéllas contra las cuales lo concede la ley y si éste reúne los requisitos que se establecen en los
incisos primeros de los artículos 772 y 776.

La misma sala, aun cuando se reúnan los requisitos establecidos en el inciso precedente, podrá rechazarlo de
inmediato si, en opinión unánime de sus integrantes, adolece de manifiesta falta de fundamento.

Esta resolución deberá ser, a lo menos, someramente fundada y será susceptible del recurso de reposición que
establece el inciso final del artículo 781.

En el mismo acto, el tribunal deberá pronunciarse sobre la petición que haya formulado el recurrente, en cuanto
a que el recurso sea visto por el pleno de la Corte Suprema, de conformidad a lo establecido en el artículo 780.
La resolución que deniegue esta petición será susceptible del recurso de reposición que se establece en el
inciso final del artículo 781.

Es aplicable al recurso de casación de fondo lo dispuesto en los incisos segundo, tercero y cuarto del artículo
781.

5. Artículo 782 Código de Procedimiento Civil. Rechazo inmediato del recurso de casación en el fondo

Doctrina

Los vicios en que se funda el recurso de casación en la forma se han producido en la sentencia de primera
instancia, haciéndolos suyos la de segunda, por lo que deberá declararse inadmisible, toda vez que se ha
omitido su preparación, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 769 del Código de Procedimiento Civil.
(Considerando 3º).

El inciso 2º del artículo 782 del Código de Procedimiento Civil, permite a esta Corte rechazar de inmediato el
recurso si en opinión unánime de sus integrantes adolece de manifiesta falta de fundamento. (Considerando 7º).

Santiago, 6 de octubre de 1997.

Vistos y teniendo en consideración:

En cuanto al recurso de casación en la forma:

1º) Que se ha ordenado dar cuenta del recurso de casación en la forma


deducido en el escrito de fojas 69, conforme al artículo 781 del Código de
Procedimiento Civil;

2º) Que el artículo 769 del Código de Procedimiento Civil exige para que pueda
ser admitido el recurso de casación en la forma, que el que lo entabla haya
reclamado de la falta, ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los
recursos establecidos por la ley.

3º) Que los vicios en que se funda el recurso se habrían producido en la


sentencia de primera instancia haciéndolos suyos la del tribunal de alzada, por
lo que deberá declararse inadmisible, toda vez que se ha omitido su
preparación.

En cuanto al recurso de casación en el fondo:


4º) Que se ha ordenado dar cuenta, conforme al artículo 782 del Código de
Procedimiento Civil, respecto del recurso de casación en el fondo deducido en
autos;

5º) Que el recurrente estima que se han infringido los artículos 41 del Código
del Trabajo y 19 del Código Civil, el que funda en que la sentencia al calificar
como remuneración la suma que ordena pagar en favor de los actores por
concepto de fuero, ha incurrido en un error toda vez que dicho pago
corresponde a una indemnización;

6º) Que el artículo 767 del Código de Enjuiciamiento Civil, establece que el
recurso de casación en el fondo es procedente cuando la sentencia se haya
pronunciado con infracción de ley y esta infracción haya influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, situación esta última que no
concurre en autos por cuanto de conformidad con los artículos 198 y 201 del
Código Laboral, las prestaciones a que da lugar el despido de una mujer con
fuero maternal no constituyen remuneración, por lo que aun cuando la
sentencia impugnada pretenda alterar la verdadera naturaleza jurídica de la
expresada prestación, ésta no pude ser modificada;

7º) Que el inciso 2º del artículo 782 del Código de Procedimiento Civil permite
el rechazo de inmediato del recurso si en opinión unánime de los integrantes de
la sala éste adolece de manifiesta falta de fundamento, lo que ocurre en autos
según se ha venido razonando en los motivos anteriores.

Y visto, además, lo dispuesto en los artículos citados, se declara inadmisible el


recurso de casación en la forma y se rechaza el de fondo deducidos a fojas 69,
en contra de la sentencia de dos de julio último, que se lee a fojas 68.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores: Enrique Zurita C., Hernán Álvarez G.,
Mario Garrido M. y Marcos Libedinsky T. y el Abogado Integrante señor Mario
Mosquera R.

Verónica Carrizo Catalán.

Casación Forma y Fondo - Laboral.

Rol Nº 3.048-97. (Santiago)

6. Alcance del artículo 782 del Código de Procedimiento Civil

Doctrina

Para los efectos del artículo 782 del Código de Procedimiento Civil, aplicable en la especie, persigue que aun
cuando se reúnan los requisitos básicos que hacen procedente el recurso, puedan rechazarlo de inmediato por
adolecer de manifiesta falta de fundamento. (Consid. 2º).

Santiago, 7 de agosto de 1995.


Vistos y teniendo presente:

1º.- Que a fs. 234, se ha ordenado traer los autos en cuenta para los efectos
del artículo 782 del Código de Procedimiento Civil, aplicable en la especie, no
obstante tratarse de una sentencia condenatoria que impone al procesado una
pena privativa de libertad, porque quien recurre es la demandada y tercero
civilmente responsable y con relación exclusivamente a ese rubro;

2º.- Que la disposición legal citada persigue entre otras finalidades que la Sala,
por unanimidad de sus integrantes, aun cuando se reúnan los requisitos
básicos que hacen procedente el recurso, pueden rechazarlo de inmediato por
adolecer de manifiesta falta de fundamentos;

3º.- Que en el recurso de casación en el fondo de lo principal de fs. 229,


deducido en contra de la sentencia de trece de junio último, que se lee a fs.
228, fallo simplemente confirmatorio del de primera, de cuatro de enero último y
está escrito a fs. 206, se hace consistir en haber violado las leyes reguladoras
de la prueba, 546 Nº 7 del Código de Procedimiento Penal, sin embargo, no se
señala ni someramente cuál de ellos lo ha sido y por lo mismo en qué forma.
Tampoco se han señalado como infringidas disposiciones decisorio litis y el
recurso contiene peticiones contradictorias;

4º.- Que frente a tales circunstancias, la unanimidad de los integrantes de esta


Sala ha llegado a la conclusión de que el recurso adolece de manifiesta falta de
fundamentos.

Y visto lo dispuesto en los artículos 781, 782 y 535 de los Códigos de


Procedimiento Civil y Penal, respectivamente, se rechaza el recurso de
casación de fs. 229, deducido en contra de la sentencia de trece de junio
último, escrita a fs. 228, con costas en que se condena solidariamente a la
parte recurrente y su abogado patrocinante.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Enrique Zurita C., Hernán Alvarez G.,
Mario Garrido M., Marcos Libedinsky T. y Abogado Integrante señor Arturo
Montes R.

PIZARRO ARANCIBIA, Víctor.

CASACIÓN FONDO CRIMINAL.

Rol Nº 32.111 (Santiago).

7. Artículo 782 Código de Procedimiento Civil. Rechazo inmediato de recurso de casación. Manifiesta falta de
fundamentos. Artículo 480 Código del Trabajo. Alcance

Doctrina

De conformidad al artículo 782 del Código de Procedimiento Civil, corresponde rechazar el presente recurso, por
cuanto adolece de manifiesta falta de fundamentos, en opinión unánime de los integrantes de la sala, por
cuanto, las normas que se dicen vulneradas, han sido correctamente aplicadas. (Considerandos 3º y 4º
sentencia Corte Suprema).

CORTE SUPREMA

Santiago, 21 de febrero de 2001.

Vistos y teniendo presente:

1º) Que la sociedad demandada ha deducido recurso de casación en el fondo


en contra de la sentencia de segundo grado que, confirmando la de primera
instancia, rechazó la excepción de prescripción deducida y acogió la demanda.

2º) Que para ello sostiene que la resolución impugnada ha cometido error de
derecho, infringiendo el artículo 480 del Código del Trabajo, al entender que el
plazo de prescripción del inciso segundo de dicha norma, que es de seis meses
contados desde la fecha de la terminación de los servicios, se interrumpió
naturalmente por el reconocimiento que su parte habría hecho ante la
Inspección del Trabajo de las obligaciones que tiene para con los actores.
Expresa que la citada norma no hace referencia alguna al artículo 2528 del
Código Civil, razón por la cual no cabe interpretarla como lo ha hecho la Corte
de Apelaciones. La sentencia yerra, también, en concepto de la recurrente, al
declarar que el plazo de prescripción aplicable a las prestaciones demandadas
es de dos años contados desde que se hicieron exigibles, establecido en el
inciso primero del mencionado artículo 480 del Código Laboral.

3º) Que el artículo 782 del Código de Procedimiento Civil, permite el rechazo
del recurso si en opinión unánime de los integrantes de la Sala, éste adolece
de manifiesta falta de fundamento.

4º) Que a esta conclusión ha llegado el Tribunal, pues las normas que se dicen
infringidas han sido correctamente aplicadas por los jueces de la instancia y
están acorde con lo resuelto por esta Corte en juicios similares sobre la
materia, en el sentido que las prestaciones referidas en la demanda tienen su
fuente en la ley, de manera que el plazo de prescripción según lo ha decidido
reiteradamente este Tribunal es de dos años contados desde la fecha en que
se hicieron exigibles, tiempo que, en la especie, no transcurrió entre la fecha de
terminación de los servicios y la de notificación de la demanda, razón por la
cual en caso de existir, los supuestos errores denunciados por la demandada,
carecen de influencia en lo dispositivo del fallo, atendido a que la acción no se
encontraba prescrita.

5º) Que por lo razonado, sólo cabe concluir que el recurso en examen adolece
de manifiesta falta de fundamento, lo que determina su rechazo en esta sede.

Y visto, además, lo dispuesto en el artículo 782 del Código de Procedimiento


Civil, se rechaza el recurso de casación en el fondo deducido a fs. 86 por la
abogado Giannina Torres Urbina en representación de Industria Nacional
Arrocera de Parral S.A., en contra de la sentencia de veintiséis de octubre de
dos mil, escrita de fs. 81 a 83.
Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Mario Garrido M., señor Marcos
Libedinsky T., señor Enrique Cury U., señor José Luis Pérez Z. y señor Orlando
Álvarez H.

Collao Guajardo Luis.

Recurso - Trabajo - Casación Fondo.

Rol Nº 123-01 (Santiago)

CAPíTULO VIII
DILIGENCIAS DECLARADAS ESENCIALES

PARA EFECTOS DEL RECURSO

1.- Art. 795. En general, son trámites o diligencias esenciales en la primera o en la única instancia en los juicios
de mayor o de menor cuantía y en los juicios especiales:

1º El emplazamiento de las partes en la forma prescrita por la ley.

1. Falta de emplazamiento. Omisión de trámite o diligencia esencial en primera instancia. Código de


Procedimiento Civil, Arts. 768 Nº 9, 795 Nº 1.260

Doctrina

El desistimiento de la demanda respecto de tres de los demandados, aún no notificados, después de notificados
los otros seis demandados, no permite sanear el vicio cometida por el juez de la causa al tener por acusada la
rebeldía respecto de estos últimos y aceptar el desistimiento formulado respecto de los no notificados, todo ello
en sendas resoluciones de la misma fecha.

Tal actuación procesal infringe el artículo 260 del Código de Procedimiento Civil, que atribuye un carácter común
al plazo para contestar la demanda, cuando son varios los demandados, y configura la causal de casación en la
forma del artículo 768, Nº 9, en relación con el artículo 795, Nº 1 del Código de Procedimiento Civil.

Santiago, 18 de enero de 1991.

Vistos:

Se ha dictado sentencia en esta causa Rol 120-88 del Vigésimo Segundo


Juzgado Civil de Santiago, caratulada Sánchez García Nancy y otros con
Cavour Eva del Carmen y otros, ingreso de esta Corte Nº 761-90, por cobro de
honorarios, por la cual se acoge la demanda y se ordena pagar la cantidad de
mil unidades de fomento a cada demandado.

En contra de este fallo los demandados han interpuesto recurso de casación en


la forma y apelación.

El de casación en la forma se basa en el art. 768 Nº 9 del Código de


Procedimiento Civil en relación con el Art. 795 Nº 1 del mismo ordenamiento
legal, esto es, haberse faltado al trámite esencial en primera instancia del
debido emplazamiento de los demandados.
Concedidos los recursos por el tribunal de primera instancia y elevados los
autos, se ha efectuado la vista de la causa.

Con lo relacionado y teniendo presente.

En cuanto al recurso de casación en la forma.

Primero: Los recurrentes expresan que se ha faltado a un trámite o diligencia


esencial en primera instancia, consistente en la falta de emplazamiento de las
partes en la forma prescrita por la ley. Expresan que se hizo notificar a seis de
los demandados y, encontrándose pendiente la notificación de los otros tres
respecto de los cuales ésta se retiró a fs. 102 de los autos, se tuvo a fs. 101 por
contestada la demanda en rebeldía, cuando el plazo para contestar aún no
empezaba a correr según lo previene categóricamente el Art. 260 del Código
de Procedimiento Civil.

Segundo: Que en estos autos la parte demandante entabló demanda de cobro


de honorarios a los señores: Eva del Carmen, Mildre Alicia, Marino Antonio y
Ernesto Wenceslao Cavour Cortés, Enrique Segundo, Catalino Ernesto,
Eduardo Robinson y Roberto Lincoyán Cavour Alvarez y María Liliana Cavour
Ríos. Que de los exhortos diligenciados y agregados a los autos se desprende
que se procedió a notificar en Calama a los demandados con excepción de
Matilde Alicia y Marino Antonio Cavour Cortés y a Enrique Segundo Cavour
Alvarez.

Tercero: En este estado de la causa, a fs. 101, la parte demandante acusa


rebeldía a los demandados que fueron notificados y a fs. 102 se desiste de la
demanda respecto de los otros tres demandados y aún no notificados de ella.
El Juez de la causa en sendas resoluciones de fecha 10 de mayo de 1989 da
por acusada la rebeldía respecto de los seis primeros y la tiene por retirada
respecto de los otros tres.

Cuarto: Que el Art. 795 Nº 1 del Código de Procedimiento Civil establece que
en general, son trámites o diligencias esenciales en la primera o en la única
instancia en los juicios de mayor o de menor cuantía y en los juicios especiales:

1.- El emplazamiento de las partes en la forma prescrita por la ley, emplazamiento que comprende la
notificación legal de la demanda y luego el plazo para defenderse.

Quinto: Que el término para contestar la demanda, cuando son varios los
demandados, ya sea que obren separada o conjuntamente, es común para
todos ellos y se contará hasta que expire el último término parcial que
corresponda a los notificados, según lo establece el Art. 260 del Código de
Procedimiento Civil; en el caso de autos, el emplazamiento para contestar la
demanda debía contarse a partir de la notificación del último de los
demandados, por lo que no pudo acogerse la rebeldía para contestar formulada
por la demandante a fs. 101, toda vez que en esa oportunidad quedaban tres
demandados por notificar.

Sexto: Que en caso alguno puede sanear esta situación el desistimiento de la


demanda respecto de los tres demandados no notificados, hecho que no
podían conocer los otros seis demandados, todos residentes en Calama, y
quienes seguramente esperaban que se notificara a los faltantes, también
residentes en la misma localidad. Por otra parte, lo resuelto por el juez a quo al
aceptar el desistimiento y rebeldía al mismo tiempo da un efecto retroactivo al
plazo de emplazamiento impidiendo así la legítima defensa que la ley quiere
proteger.

Séptimo: Que en estas circunstancias se ha incurrido en la causal de casación


en la forma invocada en el recurso, la que esta Corte acogerá.

Visto además lo dispuesto en los Arts. 773 y 786 del Código de Procedimiento
Civil.

Se acoge el recurso de casación en la forma interpuesto en lo principal del


escrito de fs. 189 y se declara que se anula todo lo actuado en estos autos,
reponiéndose la causa al estado de contestar la demanda, para lo cual el plazo
de emplazamiento se contará desde la fecha en que quede ejecutoriada esta
sentencia. Tramítese la causa por el juez no inhabilitado.

Devuélvase al recurrente, la consignación efectuada conforme consta a fs. 188.

En cuanto a la apelación.

Habiéndose acogido la casación en la forma y anulado el proceso, se hace


innecesario pronunciarse sobre la apelación.

Regístrese y devuélvase.

Redacción del Abogado Integrante señor Fernando Castro A.

Rol Nº 5.261-90.

Pronunciado por la Ministro señora María A. Morales Villagrán y los Abogados


Integrantes señores Orlando Álvarez Hernández y Fernando Castro Alamos.

2. Falta de emplazamiento irrelevante por afectar a tercero. Código de Procedimiento Civil, Arts. 768 Nº 9, 795
Nº 1

Doctrina

La causal de falta de emplazamiento, como motivo de casación en la forma, está referida a la ausencia de ese
trámite esencial respecto de las partes del juicio, como lo evidencia el Nº 1 del artículo 795 del Código de
Procedimiento Civil, y tiene un carácter eminentemente protector de quienes son sujetos de la relación procesal,
por lo que no puede pretender vinculársela con terceros ajenos a esa relación.

San Miguel, 9 de diciembre de 1994.

Vistos y teniendo presente:

En cuanto al recurso de casación en la forma:


1.- Que, se ha circunscrito la causal del Nº 9 del artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil, a la falta de emplazamiento de las partes.

2.- Que, el recurso de casación en la forma es de derecho estricto, por lo que


sólo cabe entender que procede en la hipótesis que nos ocupa, si existe un
texto legal expreso que otorgue a un trámite determinado el carácter de
esencial o que señale que la omisión de dicho trámite produce nulidad.

3.- Que, el artículo 842 del Código Civil, invocado en el recurso, si bien
consagra el derecho de todo dueño de un predio exigir a los propietarios de los
terrenos colindantes que concurran a la fijación de los límites que separan los
respectivos inmuebles, no establece ningún trámite esencial, cuya omisión
produzca nulidad. Aun cuando parece obvio que habrá que notificar a los
dueños de los predios colindantes con el del actor, aquel que ha sido
debidamente emplazado, no puede invocar en su defensa y menos aún, como
vicio que produzca ineficacia procesal y anule todo el juicio, la supuesta falta de
notificación a un tercer supuesto propietario colindante, ya que sus intereses
han sido debidamente resguardados a través de la notificación que se le
practicó conforme a la ley y del derecho de defensa oportunamente ejercitado.

4.- Que, a mayor abundamiento, la causal de falta de emplazamiento, como


motivo de casación en la forma, está referida a la ausencia de ese trámite
esencial respecto de las partes del juicio, como lo evidencia el Nº 1 del artículo
795 del Código de Procedimiento Civil, también aludido en el recurso. La
causal de que se trata tiene un carácter eminentemente protector de quienes
son sujetos de la relación procesal, por lo que no puede pretender vinculársela
con terceros ajenos a esa relación.

La jurisprudencia de nuestros Tribunales ha declarado que los trámites que el


recurrente estima omitidos, deben referirse a personas con calidad de parte en
el proceso. Es inadmisible la causal de casación fundada en la omisión de
trámites declarados esenciales por la ley, si éstos se invocan respecto de
personas que no han sido parte en el juicio... (Repertorio del Código de
Procedimiento Civil, Art. 768, Nº 9, pág. 52).

Por estas consideraciones y visto además lo prescrito en los artículos 768, 787
y 809 del Código de Procedimiento Civil, se desecha con costas en que se
condena solidariamente a la parte que lo interpuso y al abogado que aceptó su
patrocinio, el recurso de casación en la forma deducido por doña María Inés
Horvitz Lennon en representación de don Rafael García-Huidobro Ochagavía
en contra de la sentencia dictada el 1º de abril de 1994, escrita a fojas 57 y
siguientes de este juicio sumario caratulado Catalán Arce, Delicio con García-
Huidobro Ochagavía, Rafael.

Se aplica a beneficio de la Corporación Administrativa del Poder Judicial el


monto de la consignación efectuada al interponer el recurso.

En cuanto al recurso de apelación.

Y teniendo en su lugar y además presente:


1.- Que, en la especie, la parte apelante reitera los argumentos que sirven de
fundamento a su recurso de casación en la forma y que ya fueron analizados
debidamente.

2.- Que, en tal virtud, no cabe volver a pronunciarse sobre la falta de


emplazamiento, esgrimida en ambos recursos y en este caso, como motivo
para solicitar la revocación del fallo apelado, toda vez que dicha argumentación
ya ha sido desestimada por este Tribunal y sólo procede tener por reproducidos
los razonamientos pertinentes.

3.- Que, en todo caso, y con referencia a la ausencia de la calidad de dueño de


todos los predios colindantes con el del actor, que alega el demandado, es
conveniente tener presente que esos inmuebles surgieron de proyectos de
parcelaciones efectuados por la Corporación de la Reforma Agraria, según
consta de los documentos acompañados en autos, declarándose
expresamente en el título de dominio otorgado al actor y que rola a fojas 2 y
siguientes, que se deja constancia que la parcela (Nº 2) y el sitio (Nº 3)
constituyen un todo indivisible. Por lo tanto, es presumible que el demandado,
quien adquirió su parcela de un asignatario del proceso de Reforma Agraria,
sea dueño del sitio Nº 2, el cual formaba un todo indivisible con dicha parcela, a
menos que se hubiera efectuado alguna división entre ambos terrenos.

Pero, aún en el evento que efectivamente el demandado no fuere propietario


del Sitio Nº 2, como lo ha sostenido, ello no puede constituir un impedimento
para acoger la demanda, toda vez que se ha constatado una situación fáctica
de ausencia de demarcación, que hace procedente la acción que a todo
propietario de un inmueble concede el artículo 842 del Código Civil, acción
encaminada precisamente a poner término a un estado de incertidumbre
material y jurídica, que indudablemente reviste proyecciones negativas para el
ejercicio y goce del derecho de dominio y otros derechos reales que puedan
constituirse sobre un inmueble.

El artículo 842 ya mencionado, del Código Civil, impone a los respectivos


dueños de los predios colindantes, el deber de concurrir a la demarcación, de
manera tal que si el apelante no es dueño de un predio colindante con el del
actor, no podrá exigírsele que en cuanto a la delimitación con ese terreno en
particular, concurra a efectuar las expensas comunes. En consecuencia, sus
derechos se hallan resguardados por la ley, cuyos preceptos debe aplicar –
previa interpretación– el juzgador al caso concreto.

Y visto, además, lo prescrito en los artículos 186 y siguientes del Código de


Procedimiento Civil, se confirma la sentencia de fecha 1º de julio de 1994,
escrita a fojas 77 y siguientes, con declaración de que las partes deberán
proceder a la demarcación y cerramiento de los deslindes de la parcela Nº 2 y
sitio Nº 3, con él o los inmuebles colindantes del demandado, que sean de su
propiedad, a expensas comunes, en la forma señalada en el motivo 12 del fallo
que se ha producido.

Regístrese y devuélvase con los expediente traídos a la vista.


Redacción del Abogado Integrante señor Carlos Kunsemüller Loebenfelder.

Rol Nº 723-94.

Pronunciado por los Ministros señora Margarita Herreros Martínez, señor


Germán Hermosilla Arriagada y Abogado Integrante señor Carlos Kunsemüller
Loebenfelder

3. Omisión de requisito esencial. Falta de emplazamiento. Artículo 795 Nº 1 Código de Procedimiento Civil

Doctrina

Para efectos de disponerse la notificación de la demanda por aviso, era indispensable que se realizaran
diligencias de búsqueda en el último domicilio de la demandada, toda vez que el artículo 54 del Código de
Procedimiento Civil ordena que el juez actúe con conocimiento de causa.

No habiéndose cumplido lo anterior y haberse practicado la notificación por aviso, debe concluirse que ésta no
se ha realizado en forma legal.

Se anula de oficio todo lo obrado, reponiéndose la causa al estado de notificarse legalmente. (Fallo de
apelación).

Valparaíso, 17 de enero de 1995.

Vistos y teniendo presente:

Primero: Que según consta de los informes agregados a fojas 7, 8 y 10, la


demandada tenía registrado como último domicilio, Placilla de La Ligua, de
manera que, para los efectos de disponerse la notificación de la demanda por
aviso, era indispensable que se realizaran diligencias de búsqueda de Sonia
Elena Araya Leiva en la indicada localidad, toda vez que el artículo 54 del
Código de Procedimiento Civil ordena que el juez actúe con conocimiento de
causa;

Segundo: Que no habiéndose dado cumplimiento a lo prescrito en la norma


legal recién citada y no obstante ello haberse notificado la demanda por aviso,
debe concluirse que tal notificación no se ha hecho en forma legal, por lo que
no ha habido el emplazamiento de la demandada, es decir, se ha omitido un
trámite que el artículo 795 Nº 1 del Código de Enjuiciamiento Civil establece
como esencial, configurándose de este modo la causal de casación en la forma
contemplada en el Nº 9 del artículo 768 del citado cuerpo legal;

Tercero: Que habiéndose, en su oportunidad, retenido el conocimiento del


negocio, por haberse estimado por esta Corte dudosa la legalidad del fallo
consultado, se ha procedido como si en realidad se hubiere interpuesto
apelación, pero como no concurrieron abogados a la vista, obviamente, no se
pudo hacer la indicación de referirse a posibles vicios de casación;

Cuarto: Que el artículo 776 del Código de Procedimiento Civil, dispone que
pueden los tribunales, conociendo por vía de apelación, consulta o casación, o
en alguna incidencia, invalidar de oficio la sentencia cuando los antecedentes
del recurso manifiesten que ellos adolecen de vicios que dan lugar a la
casación en la forma, como ha ocurrido en la especie, por lo que este tribunal,
actuando en el ejercicio de esta facultad, invalidará todo lo actuado con
posterioridad a foja 22.

Por lo expuesto y conforme a los preceptos legales citados, se anula de oficio


todo lo actuado a partir de foja 23, quedando los autos en estado de notificarse
en forma legal, la demanda a la demandada, doña Sonia Elena Araya Leiva.

Atendido lo resuelto, no se pronuncia esta Corte respecto de la apelación que


se entiende interpuesta.

Regístrese y devuélvase.

Redacción del Abogado Integrante señor René Moreno Monroy.

Rol Nº 142.675

4. Emplazamiento erróneo. Notificación por aviso. Código de Procedimiento Civil artículos 54, 254 número 3,
775, 768 número 9 y 795 número 1

Doctrina

Al no darse los presupuestos legales para notificar por aviso al demandado, se entiende mal emplazado y
siendo este hecho constitutivo de causal de casación en la forma y estando facultados para hacerlo, se anula
todo lo obrado y se ordena retrotraer el proceso a la etapa de notificación para que ésta se haga legalmente.

LA CORTE DE APELACIONES.

Concepción, 8 de agosto de 1997.

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada de fs. 57 de autos, de fecha 20 de agosto


de 1996, y la que se modifica de la siguiente manera:

1. Se elimina del considerando 3º, escrito a fs. 59, la parte final escrita desde la
línea 9 a la 19.

2. Del considerando 4º, se elimina la parte segunda escrita desde la línea 24,
de fs. 59, a la línea 1 de fs. 60.

3. Se elimina el considerando 5º.

Y se tiene en su lugar, y además presente:

1. Que como consta a fs. 15 de estos autos, se ha deducido acción de precario


en juicio sumario, por don Valentín Martínez Prieto, en representación de la
Sociedad Urrejola Hermanos Ltda., y por doña María Inés Prieto López contra
la Directiva de la Junta de Vecinos Chile Nuevo, formada por doña Lucía Parra
Parra, Sandra Obando Morales, Rodrigo Gutiérrez, ignora segundo apellido, y
Mario Cid Cáceres, domiciliados en la parcela 141 y en contra de todos los
demás ocupantes de dicha parcela, sin excepción alguna.
2. Señala que la parcela tiene una superficie de 11.900 m , más o menos, y que 2

el dominio a favor de los demandantes corre inscrito a fs. 1823 vta. Nº 1.279,
del año 1954, y a fs. 929, Nº 479, del año 1996, ambas del Registro de
Propiedades del Conservador de Bienes Raíces de Concepción. Que de dicho
inmueble, es propietario del 50%, doña María Inés Prieto López, y del otro
50%, la Sociedad Urrejola Hnos. Ltda., de acuerdo a los documentos que
individualiza en su demanda de fs. 15 vta.

3. Argumentan los demandantes, que la ocupación que hacen todos los


demandados de la parcela 141, es producto de una simple toma, por la fuerza y
que carecen de todo derecho o título, para ocuparla, son simples detentadores
de la misma, que reconocen el dominio ajeno. Sigue manifestando, que todos
los ocupantes o las 40 familias referidas, han permanecido en la parcela,
totalmente ocupada por ellos, durante años, por simple tolerancia de sus
dueños, y la que en definitiva vienen en poner término con la interposición de la
acción de precario.

4. Desde el punto de vista del derecho, los actores agregan que de acuerdo al
artículo 2195, inciso 2º, del Código Civil, constituye precario, la tenencia de una
cosa ajena, sin previo contrato y por ignorancia o mera tolerancia del dueño,
requisitos que se dan en el caso de autos, ya que el dominio del inmueble es
de sus representados, que los ocupantes no tienen título, y que esta ocupación
indebida se ha mantenido por mera ignorancia o tolerancia de su dueño.
Terminan diciendo, que los ocupantes carecen de todo título, reconocen
dominio ajeno, o sea, son meros tenedores de la misma, y esta tenencia se ha
tenido a través de los años, por mera tolerancia de sus dueños.

5. Que los sentenciadores tienen presente, que tanto la doctrina como la


jurisprudencia uniforme de los Tribunales de Justicia, incluso la Excma. Corte
Suprema, han dictaminado, que para que se esté frente al precario del inciso
2º, del artículo 2195 del Código Civil, deben darse en la especie, los siguientes
elementos copulativos:

1. Que el actor debe ser dueño de la cosa, cuya restitución solicita.

2. Que el demandado tenga en su poder la cosa, cuya restitución se reclama y,

3. Que la tenencia del demandado sea por ignorancia, o mera tolerancia del dueño, sobre este punto se ha
agregado que no debe existir ninguna relación contractual, o de otro tipo entre el actor y el demandado, y que
puede darse la tenencia, por una de las dos circunstancias que establece dicho cuerpo legal, esto es, sea
ignorancia o por mera tolerancia del dueño.

6. También debe considerarse por esta Corte, que de acuerdo a fallos


reiterados, varios de ellos de la Excma. Corte Suprema, se ha expresado, que
incumbe al demandado de precario probar que su tenencia obedece a un título
que lo habilita para ella, por lo que la falta de esa prueba hace presumir la mera
tolerancia del dueño. Ver Fallos del Mes, Nº 441, año 1995, sent. Nº 15, pág.
982 y F.M. Nº 402, año 1992, sent. Nº 2, pág. 195. Igualmente se ha resuelto
por la Excma. Corte Suprema, en sentencia publicada en la Revista de
Derecho y Jurisprudencia, tomo 77, de fecha 14 de mayo 1980, secc. 2ª, pág.
25, que acreditado por el demandante de comodato precario, que es dueño de
un terreno, y que lo ocupa el demandado, cabe presumir la mera tolerancia de
aquél, si el último no exhibe título alguno que autorice o justifique esa posesión,
punto que a él incumbe probar.

7. Por otra parte, en la reciente obra de la Fundación Fernando Fueyo,


publicada por la Editorial Jurídica ConoSur, titulada La Acción de Precario ante
la Doctrina y la Jurisprudencia, pág. 92, de los autores señores Fuad Marcos
Halabi Riffo y Carlos Alberto Saffirio Suárez, sobre el punto desarrollado en el
apartado anterior, exponen: "Cuando entre las partes existe un contrato del
cual el demandado ejerza la tenencia de la cosa, ese hecho, por sí solo, impide
sostener que el actor la ignora o tolera. Si hay una obligación que pesa sobre el
dueño, no puede concurrir la ignorancia ni la mera tolerancia requerida por el
artículo 2195, inciso 2º".

8. Más adelante, los mismos autores precisan: "Pero además una razón de
índole histórica nos lleva a creer que efectivamente la ignorancia o mera
tolerancia del dueño se infiere cuando probado su dominio el demandado no
justifique el título de su tenencia; sin perjuicio, naturalmente, de que los
antecedentes del proceso, pudieran aparecer hechos que desvanezcan esta
posibilidad, como en los casos anteriormente mencionados".

En efecto, como ya hemos señalado, el autor del Código Civil se inspiró, con
las variantes propias de cualquier adaptación, en el precario del Derecho
Romano, y en éste se infería la concesión que originaba la figura en estudio,
cuando la situación ya estaba constituida, vale decir, el tercero se encontraba
disfrutando de la cosa ajena, estimándose que su continuación en el goce sólo
explicaba por la mera tolerancia de su dueño. De manera que planteado el
interdicto de precario en contra de aquel que disfrutaba sin limitaciones de un
bien determinado, si éste no podía oponer algún título que le otorgara el
derecho a disfrutar, automáticamente se suponía que su permanencia se debía
a la benevolencia o simple tolerancia de quien tenía derecho a poseer ese
bien".

9. Que por otra parte, el profesor de Derecho Civil, de la Universidad de


Concepción, don René Ramos Pazos, en un interesante artículo Del Precario,
publicado en la Revista de Derecho de la misma Universidad, Nº 180, julio-
diciembre 1986, en la página 17, comentando un fallo y vinculando a la mera
tolerancia o ignorancia del dueño, nos dice sobre esta materia: Nos parece que
si una propiedad se enajena, estando ocupada por un tercero que la detenta
por mera tolerancia o ignorancia del vendedor, el comprador o adquirente
puede demandar de precario. El artículo 2195 inciso 2º nos dice que no
procede la acción en este supuesto; señala únicamente que debe existir mera
tolerancia del dueño. Y, debemos entender que si el duelo la enajena, el
adquirente pasa a ocupar la misma situación jurídica de aquél. Además, si el
tradente es dueño –y partimos del supuesto de que lo es– está transfiriendo el
dominio, lo que implica todas las acciones que derivan de ese derecho, entre
otras la de precario. Finalmente, si no entendemos las cosas de este modo,
podría darse el caso absolutamente inaceptable de que el comprador no tuviera
ninguna acción en contra del ocupante.
10. Por último, dentro de este mismo orden de ideas, don Manuel Somarriva
Undurraga, en su Tratado Magistral Las Obligaciones y los Contratos ante la
Jurisprudencia, 2ª Edición actualizada por don Ramón Domínguez Benavente,
págs. 276 y 277, Nº.366, a propósito de un fallo de casación del 18 de mayo de
1965, publicado en la Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 62, 2ª parte,
secc. 1ª, pág. 90, explica que:

"Doctrina: La ignorancia o mera tolerancia del dueño es un elemento


indispensable para la existencia del precario, hecho que corresponde al
demandante acreditarlo en la litis".

"Comentario: Análoga doctrina contiene el fallo de 20 de agosto de 1980, Rev.,


t. 77, 2ª parte, secc. 2ª, pág. 122. De estar a este fallo y al que motiva el
comentario, todas las exigencias del precario, para que la demanda de
restitución prospere, deben ser acreditadas por el actor: dominio de la cosa
singular, que ésta se encuentra en poder del demandado y que éste la tiene por
ignorancia o mera tolerancia suya. Nada debe probar el demandado, ni título
alguno que justifique esa tenencia".

No es ésta la doctrina que se ha impuesto. Al contrario, basta que el


demandante acredite ser dueño y que la cosa esté en poder del demandado.
Es a éste a quien le corresponde acreditar el título que justifica la tenencia. Si
no lo tiene, el actor no precisa acreditar que la cosa está en poder del
emplazado por ignorancia o mera tolerancia suya.

Justificando esta doctrina, el fallo de 21 de octubre de 1955, Rev., t. 52, 2ª


parte, secc. 1ª, pág. 341, sostiene que si se aceptara la tesis de que, no
obstante haber probado el actor ser dueño del inmueble cuya restitución
reclama, debe desecharse la acción de precario si ninguna prueba ha rendido
respecto al hecho de que es ocupado por el demandado por actos de mera
tolerancia, nunca podría acogerse esta acción, ya que con ello se impondría al
demandante la prueba de un hecho negativo, esto es, que el tenedor de la cosa
no tiene título del cual nazca una relación jurídica para mantener la misma en
su poder. Esta doctrina la reproducen los fallos de 17 de marzo de 1967, Rev.,
t. 64, 2ª parte, secc. 1ª, pág. 54, y 17 de abril de 1970, Rev., t. 67, 2ª parte,
secc. 1ª, pág. 110. El de 14 de mayo de 1980, Rev., t. 77, 2ª parte, secc. 1ª,
pág. 25, resuelve que si el demandante acredita dominio y el demandado no
exhibe un título que justifique la tenencia, se debe presumir la mera tolerancia
de aquél.

12. Que los testigos de los demandantes, don Alejandro Durán Alvial, Ronald
Francisco Cartes Gutiérrez y María Corina Méndez Araya, presentados por la
parte demandante, declararon a fs. 32 y 33 respectivamente, que los
demandados detentan la tenencia del inmueble y de que es objeto la demanda,
carecen de título, que los habilite para tal ocupación, que está ocupado por
simple tolerancia de sus dueños, que los pobladores ocupantes de la parcela
carecen de todo título, y se trata de meros ocupantes.

13. Que dicho testimonio reúne los requisitos del artículo 384 Nº 2 del Código
de Procedimiento Civil, ya que se trata de tres testigos contestes en el hecho y
en sus circunstancias esenciales, sin tacha, legalmente examinados, y los que
dan razón de sus dichos constituyen plena prueba, ya que no han sido
desvirtuados por otra prueba en contrario.

14. Que el dominio sobre el 50% del inmueble que le corresponde a la


Sociedad Urrejola Hermanos Ltda., se encuentra debidamente acreditado por
la fotocopia de la Escritura Pública, acompañada a fs. 6 de autos, del contrato
de compraventa de fecha 2 de enero de 1996, otorgado ante el notario de
Florida, señor Jorge Gálvez Llanos, suplente del titular señor Omar Retamal
Becerra, y con la correspondiente inscripción de fs. 929, Nº 479, Propiedades
Concepción, correspondiente al año 1996, documentos que no fueron
objetados y que dan cuenta que don Valentín Martínez Van Rysselberghe, le
vendió, cedió y transfirió el porcentaje ya referido en el bien raíz, cuya
restitución se solicita. Que en segunda instancia la actora acompañó a fs. 120,
copia autorizada de la misma inscripción ya referida.

15. A su vez, el otro 50%, del mismo bien raíz, le corresponde a la otra actora,
señora María Inés Prieto López, conforme a fotocopia autorizada de la
inscripción de dominio de fs. 1823 vta. Nº 1279, del Registro de Propiedades
de Concepción, correspondiente al año 1954, y también acompañada en esta
instancia a fs. 122, no objetada.

16. De consiguiente, los actores individualizados, son dueños en comunidad de


la parcela 141, a que se ha venido haciendo referencia, correspondiéndole a
cada uno de ellos, un 50% en dicha finca.

Por estas consideraciones, y lo preceptuado en los artículos 700, 1698, 2195


inciso 2º, todos ellos del Código Civil, se revoca el fallo de fs. 57 de autos, de
20 de agosto de 1996 y se declara que se hace lugar con costas a la demanda
de precario, deducida a fs. 15 de autos, debiendo restituir los demandados
dentro del plazo de 30 días de ejecutoriada esta sentencia, el inmueble objeto
de la demanda de precario.

Regístrese y devuélvase.

Redactada por el Abogado Integrante señor Hernán O. Silva Silva.

Proveído por los Ministros señor Fidel Henríquez Saavedra, señora Irma
Meurer Montalva y el Abogado Integrante señor Hernán O. Silva Silva.

Rol Nº 1.268-96.

LA CORTE SUPREMA.

Santiago, 1º de septiembre de 1998.

Vistos:

Por sentencia de 20 de agosto de 1996, escrita a fojas 57, el juez de primera


instancia rechazó la demanda de precario de fojas 15, sin costas. Apelada
dicha sentencia por la parte demandante, una Sala de la Corte de Apelaciones
de Concepción, por resolución de 8 de agosto de 1997, escrita a fojas 133, la
revocó y, haciendo lugar con costas a la demanda, dispuso que los
demandados debían restituir el inmueble dentro del plazo de 30 días, contados
desde que quede ejecutoriada la sentencia.

En contra de dicha sentencia, la parte demandada dedujo recursos de casación


en la forma y en el fondo. Funda el primero en la causal prevista en el Nº 9 del
artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, porque la notificación de la
demanda que se practicó en conformidad a lo previsto en el artículo 54 del
Código citado, adolece del vicio de nulidad absoluta, en los términos que prevé
el artículo 1682 del Código Civil. En el de casación en el fondo, expresa que se
infringió lo que dispone el inciso final del artículo 669 del Código Civil; pues
debió disponerse que el actor, para recobrar el inmueble, debe pagar a los
demandados el valor de las mejoras que introdujeron al mismo, que ascienden
a una suma aproximada de $ 70.000.000. Como estima que la causal de
nulidad se configuró, solicita que se anule el fallo recurrido y se reponga la
causa al estado de notificarse válidamente la demanda. En cuanto al recurso
de casación en el fondo, como sostiene que la infracción denunciada influyó
substancialmente en lo dispositivo del fallo, solicita su anulación; para que,
dictándose por esta Corte sentencia de reemplazo, se disponga que el actor,
para recobrar el terreno, debe pagar el valor de las construcciones, dentro del
plazo de 30 días o el que fije el tribunal, con costas.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

1º. Que, de acuerdo a lo previsto en el artículo 775 del Código de


Procedimiento Civil, los tribunales pueden invalidar de oficio las sentencias,
conociendo por vía de apelación, consulta o casación o en alguna incidencia,
cuando los antecedentes del recurso manifiesten que adolecen de vicios que
dan lugar a la casación en la forma.

2º. Que el Nº 9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, señala: El
recurso de casación en la forma ha de fundarse precisamente en alguna de las
causas siguientes: En haberse faltado a algún trámite o diligencia declarados
esenciales por la ley o a cualquier otro requisito por cuyo defecto las leyes
prevengan expresamente que hay nulidad. Conforme a lo que dispone el Nº 1
del artículo 795 del cuerpo legal indicado, es un trámite o diligencia esencial en
la primera o en la única instancia en los juicios de mayor o menor cuantía y en
los juicios especiales, el emplazamiento de las partes en la forma prescrita por
la ley. El emplazamiento es un acto procesal complejo, que se conforma con la
notificación de la demanda al demandado en la forma que dispone la ley, y con
el término que tiene dicha parte para que pueda hacer valer sus derechos. En
el caso de autos, la notificación de la demanda se practicó de acuerdo a lo que
previene el artículo 54 del Código ya citado, que permite que la notificación se
efectúe por medio de avisos publicados en los diarios o periódicos que indica,
cuando se trata de notificar personalmente o por cédula a personas cuya
individualidad o residencia sea difícil de determinar, o que por su número
dificulten considerablemente la práctica de la diligencia.

3º. Que, para los efectos de concluir si en la tramitación de la causa en que


incide el presente recurso, se incurrió en el vicio de nulidad formal indicado,
que autorice a este tribunal para hacer uso de la facultad que le confiere la
norma citada en el razonamiento signado con el número 1º; se debe tener
presente que la parte demandante entabló una demanda de precario, para
obtener que los demandados le restituyan el inmueble que ocupan, ubicado en
Manquimávida, Chiguayante, Departamento de Concepción, el que figura en el
plano de parcelación bajo el número 141. Agrega que los demandados,
aproximadamente 40 familias, formaron la Junta de Vecinos Chile Nuevo, a
cuya directiva también demanda, la que está integrada por doña Lucía Parra
Parra, doña Sandra Obando Morales, don Rodrigo Gutiérrez y don Mario H. Cid
Cáceres, todos domiciliados en el predio ya individualizado.

4º. Que, como la Junta de Vecinos Villa Chile Nuevo tiene personalidad jurídica
desde el 30 de marzo de 1992, valga decir, desde antes de la interposición de
la demanda, no existía inconveniente para que la actora requiera de dicho
organismo vecinal o de la I. Municipalidad de Concepción, ya sea
personalmente o a través de una medida prejudicial preparatoria, los
antecedentes necesarios que le permitieran individualizar a sus componentes a
la fecha en que deduce su demanda y de esa manera, además, dar
cumplimiento a la norma establecida en el número 3 del artículo 254 del Código
de Procedimiento Civil. En consecuencia, no se da el primer presupuesto que
exige el artículo 54 del Código citado. También, como el demandante señala
que los demandados ocupan su inmueble, el que está debidamente
individualizado en el libelo respectivo, tampoco se ha configurado el segundo
presupuesto que establece la misma norma. Finalmente, en relación a la última
situación fáctica a que alude el artículo 54 del cuerpo legal indicado, se debe
tener presente que el legislador exige, que se trate de emplazar a personas
que por su número dificulten considerablemente la práctica de la diligencia. Sin
embargo, como en la demanda no se alude a personas, sino que sólo a
aproximadamente 40 familias, cuya composición obviamente no se indica y,
además, no se proporciona ningún dato que permita ilustrar al tribunal acerca
de quiénes, eventualmente, podrían quedar condenados a restituir el bien raíz
sub lite, no puede sino concluirse que tampoco se configuró el último
presupuesto que autoriza a que una demanda se notifique por medio de avisos.

5º. Que, por consiguiente, no procedía notificar a la parte demandada, en la


forma prescrita en el artículo 54 del Código de Procedimiento Civil, como se
hizo. Por lo mismo, el emplazamiento no se efectuó en la forma dispuesta por
la ley, lo que en definitiva impidió que la parte demandada pudiera defender sus
intereses. Por lo tanto, se configuró la causal de nulidad formal prevista en el
Nº 9 del artículo 768 en relación a lo que dispone el Nº 1 del artículo 795,
ambos del Código de Procedimiento Civil. En consecuencia y de conformidad
con lo que previene el inciso 1º del artículo 786 del Código citado, procede
anular lo obrado en estos autos y reponer la causa al estado de que se
notifique la demanda de lo principal de fojas 15, en la forma dispuesta en la ley.
6º. Que, atendido lo resuelto, no corresponde emitir pronunciamiento acerca de
los recursos de casación en la forma y en el fondo, deducidos en lo principal
del escrito que rola a fojas 159.

Y atento a lo previsto en los artículos 764, 766 y 775 del Código de


Procedimiento Civil, se declara la nulidad de todo lo obrado en estos autos, y
se repone la causa al estado de que se notifique legalmente la demanda de lo
principal de fojas 15.

Regístrese y devuélvanse.

Redacción del Ministro señor Servando Jordán L.

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S.,
Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A. y el Abogado Integrante señor Fernando
Castro A.

SOCIEDAD URREJOLA HERMANOS LTDA.

CASACIÓN EN LA FORMA Y FONDO. CIVIL.

Rol Nº 3.635-97 (Concepción)

2. Art. 795 Nº 2: El llamado a las partes a conciliación, en los casos en que corresponda conforme a la ley.

1. Falta de trámite esencial. Conciliación. Artículo 472 del Código del Trabajo. Artículo 795 del Código de
Procedimiento Civil

Doctrina

Conforme al artículo 795, Nº 2 del Código de Procedimiento Civil, es trámite esencial en los juicios especiales –
como el laboral– el llamado de las partes a conciliación, en los casos que corresponda, conforme a la ley, motivo
por el cual es procedente el recurso de casación en la forma que, por aparecer de manifiesto, es susceptible de
declararse de oficio.

Santiago, 20 de agosto de 1999.

Vistos:

En el presente juicio laboral, Rol Nº 1.836-98, del Cuarto Juzgado de Letras del
Trabajo de Santiago, seguido por el actor don Jorge Eduardo Cea Araneda
contra la Sociedad de Movimiento de Tierras y Transportes TERRA-TRANS
Ltda., la Juez Titular señora Elsa Barrientos ha dictado sentencia de fecha 25
de enero del año en curso, escrita de fojas 68 y siguientes mediante la cual
dicha magistrado resuelve: a) que no ha lugar a la objeción de documentos
interpuesta por la parte demandada; b) que ha lugar a la demanda de fojas 5,
sólo en cuanto ordena cancelar la suma de $ 19.782 por concepto de feriado
proporcional, c) de $ 31.652 por concepto de remuneración de 6 días de
febrero de 1998; d) las imposiciones en base al tiempo servido, entre el 1º de
noviembre de 1997 al 6 de febrero de 1998, considerando como base la
remuneración de $ 158.263, disponiéndose que la secretaria del tribunal
practicará la liquidación de las sumas ordenadas pagar, debidamente
reajustadas; e) se dispone que cada parte pagará sus costas y por mitades las
comunes.

Contra esta sentencia la parte demandante ha deducido recurso de apelación


en lo principal y de casación en la forma, en el otrosí de su escrito de fojas 96.
Este último recurso se fundamenta en diversas causales que se señalan, como
la indicada en el Nº 5 del artículo 769 del Código de Procedimiento Civil,
en relación con lo previsto en el artículo 170 del citado cuerpo legal y 458 del
Código del Trabajo, por haber sido extendida la sentencia como omisión de los
requisitos que indica; añadiendo la causal prescrita en el Nº 7 del artículo 769
del Código Procesal Civil, por contener la sentencia decisiones contradictorias
y la del Nº 9 del aludido precepto, en relación con lo previsto en el artículo 795
del aludido cuerpo legal por haber faltado a algún trámite o diligencias
declarados esenciales por la ley, según las consideraciones que se indican.

Concedidos que fueron los recursos, se dispuso traer los autos en relación.

En la vista de la causa no se hicieron presente abogados que alegaron sobre


los vicios formales señalados en el escrito de fojas 96.

Se trajeron los autos para resolver.

Considerando:

1º) Que conforme lo prescribe el artículo 472 del Código del Trabajo puede la
Corte invalidar de oficio la sentencia apelada cuando aparezca de manifiesto
que se ha faltado a un trámite o diligencia que tenga el carácter de esencial o
que influya en lo dispositivo del fallo;

2º) Que conforme lo resuelto en la providencia de fojas 21, recaída en la


contestación de la demanda, el tribunal señaló para el comparendo de
conciliación y prueba la audiencia correspondiente al 13 de agosto de 1998, a
las 13:30, bajo apercibimiento legal, trámite que no se cumplió en la referida
audiencia como consta de la actuación que rola a fojas 47 y siguientes;

3º) Que conforme lo prescribe el artículo 795 Nº 2 del Código de Procedimiento


Civil es trámite esencial en los juicios especiales –como el laboral– el llamado a
las partes a conciliación, en los casos que corresponda, conforme a ley; motivo
por el cual es procedente acoger el recurso de casación en la forma, pero por
la causal antes indicada, ya que ello hace innecesario emitir un
pronunciamiento respecto de las indicadas en la solicitud de fojas 96.

Por las consideraciones señaladas y atendido, además, lo dispuesto en los


artículos 463 y siguientes del Código del Trabajo, se invalida de oficio la
sentencia recurrida de fecha 25 de enero del año en curso, escrita de fojas 68 y
siguientes, y se declara que dicha sentencia se anula y se retrotrae la causa al
estado de practicar por la juez inhabilitada que corresponda el trámite de la
conciliación indicado en el artículo 442 del Código del Trabajo, prosiguiendo la
tramitación de la causa hasta la dictación de la sentencia definitiva de primer
grado, en caso de no prosperar la conciliación.
Atendido lo resuelto, se hace innecesario pronunciarse sobre el recurso de
apelación y casación contenidos en el escrito de fojas 96.

Redacción del Ministro Titular señor Rafael Huerta Bustos.

Regístrese y devuélvanse.

Dictada por el Ministro señor Rafael Huerta Bustos y los Abogados Integrantes
señores Eduardo Jara Miranda y Benito Mauriz Aymerich.

CEA ARANEDA, Jorge E. con SOC. DE MOVIMIENTO DE TIERRAS Y


TRANSPORTES TERRATRANS LTDA.

CASACIÓN DE OFICIO.

Rol Nº 1.659-99

2. Conciliación. Llamado a conciliación. Artículo 795 Nº 2 Código de Procedimiento Civil. Procedencia del
llamado a conciliación

Doctrina

El llamado a conciliación no es procedente en el juicio sobre nulidad de matrimonio; aquello es en los juicios
civiles en los que legalmente sea admisible la transacción; cuyo no es el caso, por estar comprometido el interés
público, está vedado a las partes transar a su respecto.

Santiago, 10 de enero de 2000.

Vistos y teniendo presente:

3º. Que, con respecto a la causal del artículo 768 Nº 9 en relación con los
artículos 262 y 795 Nº 2, todos del Código de Enjuiciamiento, procede
rechazarla por cuanto, tal como lo expresa el citado artículo 262, el llamado a
conciliación procede en todo juicio civil que legalmente sea admisible la
transacción y en el juicio de nulidad de matrimonio no procede la transacción
por cuanto en él está comprometido el interés público, estando vedado para las
partes decidir y transar a su respecto.

Dictada por el Ministro señor Raimundo Díaz Gamboa y los Abogados


Integrantes señor José Luis Ramaciotti Fracchia y señorita Alma Wilson
Gallardo.

FERNÁNDEZ CHIAPPA, José M. con PAILLÁN ASCENCIO, Regina.

CASACIÓN EN LA FORMA Y APELACIÓN.

Rol Nº 1.995-99

3. Artículo 795 Nº 2 Código de Procedimiento Civil. Conciliación. Llamado a conciliación. Omisión trámite
esencial

Doctrina
No consta en autos que se haya citado a las partes a audiencia de conciliación por lo que se ha incurrido en la
especie en el vicio de casación en la forma previsto en el artículo 768 Nº 9 del Código de Procedimiento Civil, en
relación con lo prevenido en el artículo 795 Nº 2 del Código de Procedimiento Civil. Considerando 5º.

Talca, 12 de julio de 2000.

Vistos:

Se elevó a conocimiento de esta Corte la sentencia de ocho de marzo del año


mil novecientos noventa y nueve, escrita de fs. 12 a fs. 13 de estas compulsas,
dictada por el Juez Titular del Juzgado de Letras de Constitución don Aurelio
Benavides Galdames, por medio de la cual aprueba el avenimiento de fs. 32
dándole valor de sentencia judicial y no condena en costas. La alzada se debe
al recurso de apelación deducido en contra de ella por la parte demandada,
según consta a fs. 15.

No concurrieron los litigantes a estos estrados.

Con lo relacionado y considerando:

1º) Que don José Luis García Bascuñán dedujo oposición a la solicitud de
regulación de inmueble presentada por doña Enermina del Carmen Bascuñán
Jerez, se tuvo por interpuesta y se citó a las partes a audiencia.

2º) Que el juez a quo tuvo por contestada la demanda, en rebeldía, y recibió la
causa a prueba, fijando los puntos sobre los que debía recaer.

3º) Que a fs. 8 de estas compulsas consta que se presentó un escrito de


avenimiento solicitándose la aprobación del tribunal. A fs. 9 de decretó que se
tuviere por aprobado si no se objetare dentro de tres días y a fs. 12 se dictó la
sentencia motivo del recurso.

4º) Que la sola lectura del escrito de avenimiento permite advertir que se
encuentra suscrito sólo por la parte demandante y su abogado y no por la
demandada, en razón de lo cual dicho actor no tiene la calidad que le atribuye
el juez de la causa; en todo caso, no correspondía conceder plazo para tenerlo
por aprobado si no se objetaba.

5º) Que, por lo demás, no consta en autos que se hubiere citado a las partes a
audiencia de conciliación; en consecuencia, se ha incurrido en la especie en el
vicio de casación en la forma previsto en el artículo 768 Nº 9 del Código de
Procedimiento Civil, en relación con lo prevenido por el artículo 795 Nº 2 del
mismo texto legal, lo que faculta a esta Corte para proceder de oficio con el
objeto de corregir tal anomalía.

6º) Que en atención a lo anterior, no es necesario ahondar acerca de la falta de


los requisitos del artículo 170 del mismo cuerpo de leyes, en el fallo en estudio.

Y de acuerdo, además, a lo dispuesto en los artículos 775, 783 y 786 del


Código de Procedimiento Civil, se invalida de oficio la sentencia de ocho de
marzo del año mil novecientos noventa y nueve, escrita de fs. 12 a 13 y se
reponen los autos al estado inmediatamente anterior al de la providencia de
diez de diciembre de mil novecientos noventa y ocho, escrita a fs. 9, a fin de
que el juez no inhabilitado que corresponda resuelva conforme a derecho la
presentación de fs. 8, practique la diligencia omitida y prosiga la tramitación del
juicio.

En razón de lo anterior, no se emite pronunciamiento sobre la apelación de fs.


15.

Redacción del Ministro señor Hernán González García.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por el Presidente Subrogante de la Primera Sala, Ministro señor


Hernán González García; el Fiscal señor Gabriel Poblete Poblete y el Abogado
Integrante señor Eugenio Cruz Donoso.

Rol Nº 56.01

3.- 795 Nº 3. El recibimiento de la causa a prueba cuando proceda con arreglo a la ley.

1. Casación en la forma de oficio. Artículo 795 Nº 3 Código de Procedimiento Civil. Avenimiento, designación
de perito. Recepción causa a prueba

Doctrina

En autos no consta que se haya recibido la causa a prueba, trámite declarado esencial, según lo dispuesto en el
artículo 795 Nº 3 del Código de Procedimiento Civil, incurriéndose en el vicio de nulidad formal contenido en el
artículo 768 Nº 9 del Código de Procedimiento Civil.

Concepción, 14 de julio de 2000.

Visto:

En estos autos Rol Nº 3.369 del Juzgado de Letras de Florida, sobre


Demarcación y Cerramiento, y seguidos entre doña María Toledo Inostroza y
don Sergio Rojas Garrido, se dictó sentencia de primera instancia por el señor
Juez Titular don Alejandro Álvarez Ormeño, la que dio lugar a la demanda de
fojas 4.

Apelado el fallo por el demandado y traído los autos en relación, se advirtió por
el Tribunal de la existencia de vicios de casación acaecidos durante la
tramitación del juicio, por lo que se invitó al abogado de la demandante a
alegar.

Y teniendo presente:

1º Que siendo la materia debatida un juicio sumario de demarcación y


cerramiento, su tramitación se debe ajustar a las normas señaladas en el Título
XI del Libro III del Código de Procedimiento Civil;
2º Que si bien en el comparendo de estilo las partes llegaron a avenimiento en
cuanto a la designación de perito, ello no significa –como lo sostuvo el abogado
de la actora en estrado– que se hubiere llegado a un avenimiento sobre el
juicio mismo; lo demuestra la apelación;

3º Que de conformidad al artículo 775 del Código de Procedimiento Civil, esta


Corte puede –conociendo por la vía de la apelación– invalidar de oficio las
sentencias cuando los antecedentes del recurso manifiesten que adolece de
vicios que dan lugar al recurso de casación en la forma.

4º Que el artículo 768 Nº 9 del citado Código a su vez señala como causal del
recurso de casación en la forma el haberse faltado a algún trámite o diligencia
declarados esenciales por la ley, y atendido a lo dispuesto en el mismo cuerpo
legal en su artículo 795 son trámites o diligencias esenciales en la primera o
única instancia en los juicios de mayor o menor cuantía y en los juicios
especiales: 3º.- El recibimiento de la causa a prueba cuando proceda con
arreglo a la ley, trámite que no se ha cumplido en autos.

Por estos fundamentos y atendido lo dispuesto en las disposiciones legales


citadas, se declara nula la sentencia de 10 de junio de 1999, escrita a fojas 15,
retrotrayéndose la causa al estado de efectuarse el comparendo de estilo,
continuándose su tramitación por el Juez no inhabilitado que corresponda.

Regístrese y devuélvase.

Redacción de la Ministro Titular señora Silvia Oneto Peirano.

Proveído por los Ministros en Propiedad de la Iltma. Corte señora Silvia Oneto
Peirano, señor Juan C. Villa Sanhueza y señor Mario Romero Guggisberg.

Rol Nº 2.011-99

2. Artículo 795 Nº 3 Código de Procedimiento Civil. Artículo 140 Código Tributario

Doctrina

La resolución que recibe la causa a prueba, no comprende hechos sustanciales controvertidos, los que se
derivan de los antecedentes examinados y que son anteriores a dicho auto. El juez tributario debió hacer uso de
la facultad que le confiere el artículo 132 del Código Tributario, en relación al artículo 795 Nº 3 del Código de
Procedimiento Civil y recibir también a prueba esos hechos, pues resulta indispensable para determinar la renta
líquida imponible que subsidiariamente se reclama. Considerando 9º.

Talca, 18 de agosto de 2000.

Vistos y teniendo presente:

1) Que mediante la citación Nº 190, de 14 de noviembre de 1996, que rola a fs.


24, se le dio a conocer al contribuyente que debía presentar los antecedentes
que sirvieron de base para la determinación de la renta líquida imponible de
Primera Categoría, por los años tributarios 1994, 1995 y 1996, indicándole que,
de no hacerlo, se procedería a tasarla de acuerdo con los antecedentes que
obran en el Servicio, en virtud de lo dispuesto en el artículo 35 de la Ley de la
Renta.

2) Que al no dar cumplimiento el reclamante a lo señalado de acuerdo con el


ordinario Nº 139, de 13 de febrero de 1997, del Jefe del Departamento de
Fiscalización, se le fijó la base imponible de Primera Categoría en un
porcentaje de rentabilidad sobre las ventas realizadas durante los ejercicios
comerciales 1993, 1994 y 1995 de otros contribuyentes que giran en el mismo
rubro y similares, que se detallan en el anexo de fs. 2, de 23,39%; 33,4% y
35,81%, respectivamente, en atención a que no acreditó renta efectiva en los
períodos antes indicados, mediante contabilidad fidedigna y tributar a base de
ella, debido a que a contar del año tributario 1994 está obligado a tributar el
impuesto a la renta de Primera Categoría a base de renta efectiva, ya que las
ventas del año comercial 1992 sobrepasaron las 1.000 U.T.M., lo que le impide
acogerse a la tributación sobre renta presunta y por tener, además, actividad de
servicios que tributan en primera categoría en base a renta efectiva con
contabilidad completa.

3) Que a fs. 11 el contribuyente reclama la totalidad de las liquidaciones Nºs.


178 a 183, de 25 de marzo de 1997, que dan cuenta el documento de fs. 1,
fundándose, en síntesis, en que es empresario individual dedicado, en calidad
de propietario, a la actividad agrícola, principalmente a la producción de uvas
viníferas, las que después de someter a proceso, transformándolas en vinos de
distintas variedades, las que enajena como producto final y, adicionalmente en
forma muy esporádica, utilizando las instalaciones propias del predio agrícola,
ha prestado servicios de filtrado de borras y vinificación de uvas viníferas a
otros agricultores, también productores de uvas, en razón de lo cual el régimen
de tributación al que se encuentra sujeto es el de renta presunta, determinando
la base imponible, mediante la aplicación del guarismo 10% sobre el avalúo
fiscal por la totalidad de su predio, de ahí que la tributación que le afecta es el
del impuesto de Primera Categoría e impuesto del Global Complementario.

4) Que en el primer otrosí de la referida reclamación expresa que para el


improbable caso que se considere que debe tributar a base de contabilidad
completa; subsidiariamente solicita no se aplique la tasación efectuada en el
ordinario Nº 139, de 3 de febrero de 1997, especificado en el motivo 2), sino
que la renta efectiva de su negocio sea determinada mediante contabilidad
completa por considerar que la rentabilidad allí fijada afecta sustancialmente a
su patrimonio y como a la fecha de practicada no contaba con los antecedentes
respectivos que la respaldara, en la oportunidad procesal correspondiente los
hará llegar.

5) Que por resolución de 15 de septiembre de 1998, que se lee a fs. 76, se


recibe la causa a prueba y se fijan como hechos controvertidos, sustanciales y
pertinentes, los siguientes:

Efectividad de la calidad de esporádicos de los servicios efectuados por el


recurrente de: filtrado de borras, vinificación de uva y bodegaje de vino de otros
contribuyentes.
Efectividad que la actividad desarrollada por Ud., consiste en la elaboración,
conservación o acondicionamiento, recayó sólo en su propia producción.

Efectividad que las actividades desarrolladas por Ud., en los períodos


tributarios liquidados, tributan a base de renta presunta.

6) Que aun cuando la Juez tributaria subrogante en el considerando 2 del fallo


recurrido consigna tanto la solicitud principal como la subsidiaria de la
reclamación, antes transcrita, no se pronuncia sobre esta última, motivo por el
que esta Corte a fs. 129 dispone complete el fallo en el dicho aspecto, lo que
cumple a fs. 130 y no hace lugar a la misma, considerando al respecto
básicamente que tanto en el proceso como en la etapa administrativa no se
aportaron los antecedentes necesarios, suficientes y fehacientes que permitan
establecer que el contribuyente llevaba contabilidad para acreditar su renta... y
que tampoco ha aportado pruebas que permitan desvirtuar que la tasación
efectuada sea incorrecta....

7) Que la solicitud subsidiaria en comento indudablemente constituye reclamo,


ya que incide en elementos que han servido de base al Servicio de Impuestos
Internos para determinar el pago del impuesto que le cobra al contribuyente, a
través de las liquidaciones a que se ha hecho mención, conforme a lo prescrito
en el artículo 124, inciso 1º, del Código Tributario.

8) Que del estudio de los antecedentes analizados en los fundamentos 1), 2),
3), 4) y 6), durante el estado de acuerdo de la causa, se colige que en ella
también ha habido controversia respecto de los hechos que se tuvieron en
cuenta para fijar la renta líquida imponible de primera categoría, considerando
al efecto el Servicio un promedio de los porcentajes obtenidos de las ventas
realizadas por otros contribuyentes que giran en el mismo ramo o similares,
realizadas durante los años comerciales 1993, 1994 y 1995, que se reseñan en
la reflexión 2) de este fallo; en tanto que el reclamante estima que para ese fin
se debe determinar la renta efectiva de su negocio durante los indicados
períodos mediante contabilidad completa que ofrece probar, ya que –sostiene–
la valoración que ha hecho el Servicio no corresponde a la realidad y afecta
sustancialmente a su patrimonio.

9) Que, no obstante lo anterior, la resolución que recibe la causa a prueba, que


se señala en la reflexión 5), no comprende como hechos sustanciales
controvertidos los que incuestionablemente se derivan de los antecedentes que
se han examinado en el fundamento que antecede y que son anteriores a dicho
auto, en virtud de lo que la Juez tributario debió hacer uso de la facultad que le
confiere al respecto el artículo 132 del Código Tributario, en relación con lo
prescrito en el artículo 795 Nº 3 del Código de Procedimiento Civil, y recibir
también a prueba los especificados hechos, pues ello resulta indispensable
para determinar claramente la renta líquida imponible que subsidiariamente se
reclama, si procediere.

10) Que, en consecuencia, al no ejercerse la expresada facultad de la manera


que se ha concluido, esta Corte procederá a corregir el referido vicio de
acuerdo con lo estatuido en el artículo 140 del Código ya citado, en los
términos que se dirá, dado que éste prohíbe casar o anular de oficio la
sentencia recurrida, manteniéndose válida, por tanto, la prueba ya producida al
tenor del auto de fs. 76.

Por las anteriores consideraciones, se agrega a la resolución de 15 de


septiembre de 1998, escrita a fs. 76, como nuevos hechos, sustanciales
controvertidos y pertinentes los que siguen:

1.- Antecedentes en razón de los cuales se determinó que la renta líquida imponible del contribuyente
alcanzó durante los años comerciales 1993, 1994 y 1995 a un 23,39%, 33,4% y 35,81% de sus respectivas
ventas.

2.- Monto de la renta efectiva del reclamante y si llevaba contabilidad durante los indicados períodos y
características de esta última.

Se señala al efecto un término probatorio de ocho días y para recibir la tes-


timonial que se rindiere se fijan los dos últimos días del probatorio, a las 11:00
horas, y si recayere en sábado o festivo al día siguiente hábil a la hora
indicada, y se comete para la práctica de la diligencia al Ministro o Abogado
Integrante de turno de la Sala tramitadora.

Acordada con el voto en contra del Presidente de la Sala Ministro señor


Rolando Hurtado Ganderats, quien estuvo por resolver derechamente el fondo
del asunto, por estimar, en su opinión, innecesario ampliar el auto de prueba
para dicho fin, atendida la naturaleza de la reclamación subsidiaria.

En virtud de lo resuelto, se suspende el decreto que ordenó traer los autos en


relación a fs. 118, como asimismo, el estado de acuerdo de la causa. Tómese
nota.

Notifíquese por cédula.

Se deja constancia que este fallo se dicta con esta fecha por haberse hecho
uso del artículo 82 del Código Orgánico de Tribunales.

Redacción del Ministro señor Luis Carrasco González.

Pronunciado por el Presidente de la Tercera Sala, Ministro señor Rolando


Hurtado Ganderats; el Ministro señor Luis Carrasco González y el Abogado
Integrante señor Sergio Barrientos Bravo.

Rol Nº 55.754

3. Artículo 795 Nº 3 Código de Procedimiento Civil. Artículo 38 Código de Procedimiento Civil. Validez de
resoluciones judiciales. Notificación resolución que recibe la causa a prueba recepción causa a prueba,
naturaleza. Validez sentencia en alzada

Doctrina

En autos no consta la notificación de la resolución que recibe la causa a prueba, por lo que esta resolución, de
conformidad al artículo 38 del Código de Procedimiento Civil, no ha producido efecto alguno, y siendo un trámite
esencial para la ritualidad del proceso, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 768 Nº 9, en relación con el
artículo 795 Nº 3, ambos del Código de Procedimiento Civil, la recepción de la causa a prueba, no se ha
producido efecto alguno. Omisión que en definitiva obsta a la validez de la sentencia en alzada.
Concepción, 12 de septiembre de 2000.

Visto:

Se ha dictado sentencia en estos autos el dieciocho de agosto de mil


novecientos noventa y ocho, escrita a fojas 48 de estas compulsas, por la
Secretaria Titular, Juez no habilitada del Juzgado de Letras de Cañete, señora
María Soledad Fernández Ortiz, por la que se rechazan las excepciones
opuestas por la ejecutada en lo principal de los escritos de fojas 5 y 20, de los
números 4, 7 y 14 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, y se
ordena seguir adelante la ejecución hasta el entero pago de la suma
demandada, más intereses, reajustes y costas.

Contra esta sentencia la parte ejecutada interpuso recurso de apelación.

En la vista de la causa se reparó en la existencia de un posible vicio de


casación, no llamándose a alegar sobre el punto a abogados por no
presentarse ninguno a estrados.

Con lo relacionado y considerando:

1º Que en el juicio ejecutivo si el juez declara admisibles las excepciones


opuestas y recibe la causa a prueba, dictará una sola resolución que contenga
ambas declaraciones, la cual se notificará por cédula a las partes, y desde ese
momento comienza a correr el término probatorio (artículos 48 y 466 del
Código de Procedimiento Civil).

2º Que por la presentación de fojas 41 de estas compulsas, del 7 de enero de


1998, el ejecutado Juan Padilla Neira revocó el patrocinio y poder conferido al
abogado Víctor Saavedra Vargas en la causa Rol Nº 22.491 y confirió nuevo
patrocinio y poder al abogado Ricardo Troncoso Oviedo.

Que por la presentación de fojas 17 del 28 de abril de 1998, consta que Juan
Padilla Neira en la causa Rol Nº 22.647, designó patrocinante y confirió poder
al abogado Víctor Saavedra Vargas, dejando sin efecto la revocación a este
mismo profesional.

Que por resolución del 18 de mayo de 1998, escrita a fojas 19, el Tribunal
acumuló la causa Rol Nº 22.647 a la Rol Nº 22.491.

3º Que por resolución de fecha 18 de mayo de 1998, escrita a fojas 44 de estas


compulsas, este Tribunal dictó la resolución por la cual declaró admisibles las
excepciones opuestas y recibió la causa a prueba.

Que por la presentación de fojas 6 del 26 de mayo de 1998, el abogado


Hervath D. Rocha Laulhere, por la ejecutante se notificó personalmente de
dicha resolución.

Y por la presentación de fojas el 20 de julio de 1998, la ejecutante solicitó fallo


de las excepciones fundado en que se notificó personalmente de la resolución
que recibi– la causa a prueba, y la contraria, representada por el abogado y
apoderado don Ricardo Troncoso Oviedo, por el estado diario, por no haber
designado domicilio conocido dentro de los límites urbanos del lugar en que
funciona el tribunal.

Que, según consta a fojas 47, se citó a las partes para oír sentencia el 18 de
agosto de 1998, la que se dictó ese mismo día, lo que se constata a fojas 48 y
siguientes de estas compulsas.

4º Que a la fecha en que se dictó la resolución que declaró admisibles las


excepciones y se recibió la causa a prueba –18 de mayo de 1998– el
apoderado de la parte ejecutada era el abogado Víctor Saavedra Vargas,
domiciliado en calle Esmeralda Nº 132 en Cañete y no el abogado Ricardo
Troncoso Oviedo.

Que en autos no consta que se haya notificado la resolución que recibió la


causa a prueba al apoderado de la parte ejecutada.

5º Que de conformidad con el artículo 38 del Código de Procedimiento Civil las


resoluciones judiciales sólo producen efecto en virtud de notificación hecha con
arreglo de la ley, salvo los casos expresamente exceptuados por ella.

6º Que siendo un trámite esencial para la ritualidad del proceso, de acuerdo a


lo dispuesto en el artículo 768 Nº 9 en relación con el artículo 795 Nº 3 del
Código de Procedimiento Civil, la recepción de la causa a prueba, cuando
proceda con arreglo a la ley, en el caso de autos esta resolución no ha
producido efecto alguno respecto de la parte ejecutada, en atención a que no
ha sido notificada de ella su apoderado.

Que en la tramitación de esta causa se ha omitido una diligencia esencial para


la validez de la sentencia en alzada.

7º Que, en las condiciones anotadas, se privó a la ejecutada de interponer los


recursos legales en contra de la resolución que recibió la causa a prueba y fijó
los puntos de prueba, pudiendo modificarlos, eliminar algunos o agregar otros,
y de presentar y producir sus pruebas dentro del término probatorio.

8º Que de acuerdo al artículo 775 del Código de Procedimiento Civil, pueden


los tribunales, conociendo por vía de apelación, consulta o casación o en
alguna incidencia, invalidar de oficio las sentencias cuando los antecedentes
del recurso manifiesten que ellas adolecen de vicios que dan lugar a la
casación en la forma, escuchándose a los abogados, lo que en este caso no se
hizo por no concurrir ninguno a la vista de la causa.

Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 38, 466, 468, 768 Nº
9, 775 y 795 Nº 3 del Código de Procedimiento Civil, se invalida de oficio la
sentencia de fecha dieciocho de agosto de mil novecientos noventa y ocho,
escrita de fojas 48 a 49 de estas compulsas, y se anula todo lo obrado a partir
de fojas 46, reponiéndose la causa al estado que se notifique en forma legal la
resolución que recibió la causa a prueba al apoderado de la parte ejecutada,
abogado señor Víctor Saavedra Vargas, debiendo continuarse la tramitación de
la presente causa por el juez no inhabilitado que corresponda hasta su
conclusión.

En atención a lo resuelto, no cabe emitir pronunciamiento acerca del recurso de


apelación formulado en contra de la sentencia que se ha anulado.

Regístrese y devuélvase con sus agregados.

Redacción del Ministro Titular señor Juan Clodomiro Villa Sanhueza.

Proveído por los Ministros en Propiedad de la Iltma. Corte, señora María


Leonor Sanhueza Ojeda, señora Silvia Oneto Peirano y señor Juan C. Villa
Sanhueza.

Rol Nº 1.300-2000

3.- Art. 795 Nº 4. La práctica de diligencias probatorias cuya omisión podría producir indefensión;

1. Juicio ejecutivo. Plazo y formas especiales de impugnación de documentos fundantes de la ejecución.


Forma de acompañar documentos fundantes de la demanda. Recurso de casación en la forma, improcedente.
Código de Procedimiento Civil, Arts. 346 Nº 3, 795 Nº 4. Recurso de queja, acogido

Doctrina

Los documentos fundantes de la demanda no constituyen diligencias de prueba para los efectos de lo dispuesto
en el artículo 795 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil, por lo que no cabe basar una casación en la forma en
el vicio de falta de citación o apercibimiento con que se hayan acompañado o se hayan tenido por acompañados
tales documentos. Lo cual resulta más claro aún tratándose de los documentos que constituyen el título de la
ejecución, cuyo es el caso de los pagarés de autos, pues respecto de ellos la ley ha establecido una forma y un
plazo especiales de impugnación, que se expresan en el instituto de las excepciones a la ejecución, con lo cual
se cumple cabalmente el propósito de la ley al exigir el apercibimiento que regula el Nº 3 del artículo 346 del
código citado, aun cuando la ejecución es por razones diferentes a las de dicho apercibimiento.

Santiago, 28 de enero de 1992.

Vistos y teniendo presente:

Que se ha recurrido de queja en contra de una de las Salas de la Corte de


Santiago, porque en el juicio ejecutivo caratulado Banco Nacional con
Escudero, Rol Nº 45.412 del Segundo Juzgado Civil de Santiago, en la etapa
de apelación de la sentencia definitiva de primera instancia, que había
rechazado las excepciones opuestas, de oficio invalidó dicha sentencia y todo
lo actuado en ese procedimiento, desde la resolución de 13 de abril de 1989,
reponiendo la causa al estado de tener por acompañados los pagarés que
servían de fundamento a la ejecución, conforme a lo dispuesto en el artículo
345 Nº 3 del Código de Procedimiento Civil,

Que de acuerdo a los antecedentes reunidos en este cuaderno, la ejecutante


pidió en aquel proceso se tuvieran por acompañados los pagarés bajo
apercibimiento legal sin referirse a la norma recién citada, teniéndolos el
tribunal por acompañados en la forma que se solicitó. El ejecutado no reclamó
y opuso excepciones desvinculadas con esa circunstancia, y rechazadas sus
excepciones apeló instando por su aceptación, sin objetar la forma de
acompañar los pagarés. Sólo en segunda instancia y el mismo día de la vista
de la causa planteó la tesis de la nulidad del fallo de primer grado y de lo
actuado en el proceso, la que encontró acogida en los recurridos;

Que los documentos fundantes de la demanda no constituyen diligencias de


prueba para los efectos de lo dispuesto en el artículo 795 Nº 4 del Código de
Procedimiento Civil, por lo que no cabe basar una casación en la forma en el
vicio de falta de citación o apercibimiento conque se hayan acompañado o se
hayan tenido por acompañados tales documentos. Lo cual resulta más claro
aún tratándose de los documentos que constituyen el título de la ejecución,
cuyo es el caso de los pagarés de que se trata, pues respecto de ellos la ley ha
establecido una forma y un plazo especiales de impugnación, que se expresan
en el instituto de las excepciones a la ejecución, con lo cual se cumple
cabalmente el propósito de la ley al exigir el apercibimiento que regula el Nº 3
del artículo 346 del Código citado, aun cuando la ejecución es por razones
diferentes a las de dicho apercibimiento;

Que, en consecuencia, se ha cometido falta por parte de los recurridos al


actuar de la manera dicha, situación que corresponde enmendar mediante la
vía disciplinaria.

Y visto, además, lo dispuesto por el artículo 540 del Código Orgánico de


Tribunales se acoge el recurso de queja de lo principal de fs. 2, sólo en cuanto
se deja sin efecto la resolución dictada por la Corte de Santiago el 2 de mayo
del año pasado, a fs. 60 del expediente Nº 45.142 del Segundo Juzgado Civil
de Santiago, Ingreso Corte de Apelaciones Nº 3665-90, debiendo, en
consecuencia, procederse a la vista del Recurso de Apelación Interpuesto en
esos autos, por Ministros no inhabilitados, para cuyo efecto se ordenará traerlo
en relación.

Devuélvase al recurrente su consignación certificada a 5 vta. Gíresele cheque.

Regístrese, comuníquese y archívese.

Rol Nº 4.764.

Pronunciado por los Ministros señores Hernán Cereceda Bravo, Lionel Béraud
Poblete, Oscar Carrasco Acuña y los Abogados Integrantes señores Juan
Infante Phillipi y José Fernández Richard.

2. Artículo 795 Nº 4 Código de Procedimiento Civil. Absolución de posiciones. Prueba testimonial

Doctrina

El hecho de haber modificado el orden de recepción de prueba establecido en el artículo 444 del Código del
Trabajo, sin haber el juez lo hubiere resuelto previamente por causa justificada. No haber podido rendirse la
testimonial, por no haberse juramentados los testigos antes de iniciarse la audiencia, siendo que los artículos
363 y 364 del Código de Procedimiento Civil señalan que deben ser juramentados antes de ser examinados.
Configuran la causal de casación en la forma consignada en el artículo 768 Nº 9 del Código de Procedimiento
Civil, en relación a lo prevenido en el artículo 795n Nº 4 del Código de Procedimiento Civil, dado que se omitió la
práctica de una diligencia que tiene el carácter de esencial, lo que ha producido indefensión en la recurrente, por
lo que corresponde declarar la nulidad de la audiencia de conciliación y prueba.
Talca, 18 de abril de 2000.

Vistos:

A fojas 110, don Guillermo Eduardo Espoz Martínez por el demandante, recurre
de casación en la forma en contra de la sentencia dictada por el Juzgado de
Letras de Constitución que se lee de fojas 98 a 102 vuelta que no hizo lugar a
la autorización para despedir al dirigente sindical Alexis Vergara Bustamante y
que junto con otras declaraciones, en su letra d) rechazara la incidencia de
nulidad del comparendo de prueba; fallo acerca del cual deduce también
recurso de apelación. Se funda el mencionado recurso de casación en la
causal prevista en el Nº 9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil.

Con lo relacionado y considerando:

1) Que el recurso de casación formulado se hace consistir en haberse faltado a


trámites o diligencias declarados esenciales por la ley esto es, en haberse
omitido trámites que han producido la indefensión del actor; deficiencias que
radican en las siguientes circunstancias: a) No haberse permitido a su parte
rendir prueba testimonial ni a su representado absolver las posiciones
presentadas por la contraria, por estimar que para cumplir estas probanzas
tenían que haber sido juramentados antes de iniciarse la audiencia, lo que no
había ocurrido, siendo que de acuerdo con lo estatuido en los artículos 363 y
364 del Código de Procedimiento Civil el testigo debe prestar juramento antes
de ser examinado. b) Haberse alterado el orden de recepción de las pruebas
rendidas imperativamente establecidas en el artículo 444 del cuerpo legal
citado, sin que previamente al Tribunal, por causa justificada lo hubiere
resuelto. c) Finalmente que sólo se le permitió integrarse al comparendo pero,
sin poder rendir prueba testimonial ni confesional, por haber sido juramentados
los testigos ni el demandante antes de la audiencia.

2) Que, de las anomalías señaladas el recurrente reclamó oportunamente, con


lo que dio cumplimiento a lo prescrito en el artículo 769 del Código de
Enjuiciamiento Civil.

3) Que consta del acta de la audiencia celebrada a fojas 77 que el abogado y


apoderado de la parte demandante, don Guillermo Eduardo Espoz Martínez se
incorpora a la misma después de llamar las partes a conciliación y de
decretada la apertura del sobre que contiene el escrito de posesiones, cuya
incorporación fue autorizada por el Juez de la causa, quien a la vez que no
puede rendir la prueba testimonial por no haber sido sus testigos juramentados
oportunamente, como tampoco absolver posiciones, debido a que ya se habían
iniciado cuando el abogado de la actora se incorporó a ella.

4) Que de los antecedentes analizados se desprende que el Juez a quo no


respetó el orden en que se deben recibir las pruebas ofrecidas, que son:
documental, confesional y testimonial, sin que el tribunal hubiese modificado
dicho orden por causa justificada, como lo dispone el inciso tercero, segunda
parte, del artículo 444 del Código del Trabajo.
5) Que, además, cabe señalar que los testigos se deben examinar después de
prestar juramento y, en lo referente a la confesión en juicio, antes de interrogar
al litigante se le debe tomar juramento de decir la verdad, conforme a lo
prevenido en los artículos 363 y 390 del Código de Procedimiento Civil,
respectivamente.

6) Que, por consiguiente, el Juez no puede ordenar la apertura del sobre de las
posiciones inmediatamente, después de llamar a conciliación a las partes, y en
seguida negarse a interrogar al absolvente y a los testigos, previo juramento en
ambas casos, ya que aún no procedía que diera por iniciada la prueba, más
aún, que el Letrado en ese instante ingresó a la audiencia.

7) Que, por tanto, las circunstancias descritas configuran la causal de casación


en la forma que consigna el artículo 768 Nº 9, en relación con lo prevenido en
el artículo 795 Nº 4, ambos del Código de Procedimiento Civil, dado que se
omitió en la práctica de una diligencia que tiene el carácter de esencial, lo que
produjo indefensión a la recurrente, con lo que se incurrió en un vicio que anula
la audiencia de conciliación y prueba de 5 de enero de 1999, que se llevara a
efecto de fojas 77 a 81.

Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 768 Nº 9, 769, 770


inciso 2º y 786, 795 Nº 4, y 808 del Código de Procedimiento Civil y 472 inciso
2º Código del Trabajo se acoge el recurso de casación en la forma deducido en
lo principal de fojas 110, en representación del demandante, don Fernando
Soto Parra, contra la sentencia de veinticinco de febrero de mil novecientos
noventa y nueve, escrita de fojas 98 a 102 vuelta, y en consecuencia, se la
invalida y se retrotae la causa al estado que el Juez no inhabilitado que
corresponda cite a las partes a una nueva audiencia de conciliación y prueba
con arreglo a la ley, debiendo continuar con lo demás que señala la ley al
efecto hasta su conclusión.

Atendido lo precedentemente resuelto se tiene por no interpuesto el recurso de


apelación.

Regístrese y devuélvase, con el expediente tenido a la vista.

Redacción del Abogado Integrante señor Jenaro Bobadilla Briones.

Pronunciada por el Presidente de la Tercera Sala, Ministro señor Luis Carrasco


González y los Abogados Integrantes señores Jenaro Bobadilla Briones y
Gabriel Mendiboure Sáez.

Rol Nº 920

4.- Art. 795 Nº 5. La agregación de los instrumentos presentados oportunamente por las partes, con citación o
bajo el apercibimiento legal que corresponda respecto de aquella contra la cual se presentan;

1. Artículo 795 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil. Falta de fundamento. Existencia de la obligación

Doctrina
El recurrente estima que por no haberse acompañado el pagaré, cuyo cobro se pretende, con los
apercibimientos que la ley señala, no estaría probada en forma legal la existencia de la obligación, sin embargo,
estimar que el pagaré en que se funda la demanda ejecutiva, es un documento de prueba en lugar de un título
ejecutivo, es erróneo, y hace adolecer al recurso de casación de manifiesta falta de fundamento.

SENTENCIA CORTE DE APELACIONES

Rancagua, 24 de marzo de 2000.

Vistos:

En cuanto al recurso de casación en la forma:

Que a fs. 68, el señor Juez del Segundo Juzgado de Letras de San Fernando,
don Miguel Montenegro Rossi, por sentencia de fecha veintiuno de septiembre
del año próximo pasado, rechazó las excepciones contempladas en los
numerales 2, 4, 14 y 7 del art. 464 del Código de Procedimiento Civil y acogió
la demanda con costas, ordenando seguir adelante la ejecución hasta el entero
y cumplido pago de la suma de 383 unidades de fomento, en su equivalente en
pesos, más intereses y costas.

Que el ejecutado en su libelo de fs. 73 dedujo recurso de casación en la forma


fundado en el Nº 9 del art. 768 en relación con el Nº 5 del art. 795 ambos del
Código de Procedimiento Civil, consistente en haberse faltado a una diligencia
o trámite, declarado esencial por la ley, al haberse acompañado el pagaré que
fundamenta la ejecución con citación y no bajo el apercibimiento legal
respectivo.

Que a fs. 93 se trajeron los autos en relación, alegando el recurrente por el


recurso.

Y teniendo presente:

1º) Que según consta de la demanda ejecutiva de fs. 1, en el segundo otrosí,


se acompañó el documento fundante de la demanda, en la suma del libelo, con
citación lo que fue resuelto por el tribunal en dicha forma a fs. 3.

2º) Que el art. 769 del Código de Procedimiento Civil prevé que para que
pueda ser admitido el recurso de casación en la forma es indispensable que el
que lo entabla haya reclamado de la falta ejerciendo oportunamente en todos
sus grados los recursos establecidos por la ley.

3º) Que del examen de autos no se desprende que el recurrente haya


reclamado de la falta en la oportunidad procesal correspondiente.

Por estas consideraciones y de conformidad con lo dispuesto en los arts. 764,


765, 766, 768, 769 y 781 del Código de Procedimiento Civil se declara
inadmisible el recurso de casación en la forma deducido en lo principal del
escrito de fs. 73.

En cuanto a la apelación:
Que el recurrente en su escrito de apelación de fs. 73 remite los mismos
fundamentos alegados en primera instancia para que sean acogidas las
excepciones, variando sólo en cuanto a lo que se refiere a la excepción de
nulidad de la obligación, cuyos fundamentos son distintos, pero esta Corte no
puede darle acogida, por no haberse alegado en la oportunidad procesal
correspondiente.

Y de conformidad con lo dispuesto en los arts. 186 y siguientes del Código de


Procedimiento Civil se confirma la sentencia definitiva de veintiuno de
septiembre del año recién pasado, escrita desde fs. 68 a 69, con costas de la
instancia.

Regístrese y devuélvanse con su agregado y documentos guardados en


custodia.

Pronunciada por los integrantes de la Segunda Sala Ministros señor Carlos


Bañados Torres y señora Gabriela Corti Ortiz y el Abogado Integrante señor
Hernán Barría Subiabre.

Rol Nº 15.709.

CORTE SUPREMA

Santiago, 14 de noviembre de 2000.

A lo principal de fojas 115, téngase presente; al otrosí, a sus antecedentes.

Vistos:

1º) Que en este juicio ejecutivo, recurre la parte demandada de casación en la


forma y en el fondo en contra de la sentencia dictada por una de las Salas de la
Corte de Apelaciones de Rancagua que, además de declarar inadmisible la
casación formal, confirma la sentencia de primera instancia que rechaza las
excepciones opuestas y ordena seguir adelante con la ejecución.

2º) Que, en cuanto al recurso de casación en la forma, invoca las causales


previstas en los Nºs. 5 y 9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil
que relaciona respectivamente con los artículos 170 Nº 4 y 795 Nº 5 del mismo
cuerpo de leyes. Señala que la sentencia no se pronunció acerca de los
argumentos de su apelación; y que el pagaré en que se funda la demanda, no
se acompañó bajo el apercibimiento del artículo 346 Nº 3 del citado Código
Procesal;

3º) Que del mérito de los antecedentes se puede constatar que el recurso no
ha sido preparado en los términos que contempla el artículo 769 del Código de
Procedimiento Civil. En efecto, no se recurrió de casación en la forma en contra
del fallo de primer grado por la causal prevista en el Nº 5 del artículo 768 del
Código de Procedimiento Civil, y con respecto a la otra causal alegada, si bien
ello ocurrió, los jueces de segundo grado la rechazaron por no haberse
reclamado de la falta en su oportunidad. Lo anterior sin perjuicio de olvidar el
recurrente que el pagaré de autos no es un documento de prueba y que el vicio
que ahora se denuncia debió ser materia de una excepción, no pudiendo por
ello acogerse a tramitación el presente recurso;

4º) Que, en cuanto al recurso de casación en el fondo, sostiene el demandado


que se han infringido las disposiciones legales que indica, puesto que de lo
contrario se habría rechazado la demanda ejecutiva por no haberse probado en
la forma legal, la existencia de la obligación en que se funda, en razón de que
el pagaré en que se basa la demanda no se acompañó con los apercibimientos
que señala.

5º) Que la casación en estudio no puede prosperar por cuanto se basa en una
premisa errónea, esto es, de estimar que el pagaré en que se funda la
demanda ejecutiva, es un documento de prueba en lugar de un título ejecutivo,
adoleciendo, por ende, la referida casación, de manifiesta falta de fundamento.

Y de conformidad, además con lo dispuesto en los artículos 781 y 782 del


Código de Procedimiento Civil, se declara inadmisible el recurso de casación
en la forma y se rechaza el de fondo interpuesto en lo principal y primer otrosí
de fojas 98, en contra de la sentencia de veinticuatro de marzo pasado, escrita
a fojas 95.

Regístrese y devuélvase con sus agregados.

Pronunciado por los Ministros señores Óscar Carrasco A., Eleodoro Ortiz S. y
Enrique Tapia W. y los Abogados Integrantes señores José Fernández R. y
Franklin Geldres A.

Rol Nº 1.355-00

2. Agregación de instrumentos presentados por las partes. Trámite esencial. Art. 795 Nº 5 Código de
Procedimiento Civil

Doctrina

De acuerdo con lo estatuido por el artículo 795 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil, la agregación de los
instrumentos presentados oportunamente por las partes, en la forma legal que resultare pertinente a su
naturaleza, constituye un trámite o diligencia esencial en la primera instancia. Cabe a ello añadir que, según se
infiere de su texto, tal agregación involucra una obligación que la ley impone al tribunal y no a los litigantes. En
efecto, son los jueces los llamados a disponerla o decretarla, en tanto que el deber de las partes se agota en la
presentación oportuna de los mismos.

La Corte de Apelaciones.

La Serena, 2 de mayo de 2000.

Vistos:

Se interpuso recurso de casación en la forma por la parte demandante de


autos, en contra de la sentencia de cinco de noviembre de mil novecientos
noventa y ocho, escrita de fojas 155 a 160 y la misma parte recurrente de
casación, se alzó igualmente en grado de apelación en contra de la referida
sentencia.
Los recursos de apelación y casación referidos precedentemente, fueron
interpuestos en el escrito de fojas 164, refiriéndose en lo principal al recurso de
apelación y en el primer otrosí al de casación en la forma. En el cuarto otrosí se
hace presente el patrocinio del recurso de casación.

A fojas 169, se concedieron ambos recursos, los que fueron deducidos en


tiempo y el primero con el debido patrocinio de abogado habilitado que no es
procurador del número, contra una sentencia que es de aquellas contra la cual
procede, habiéndose hecho mención expresa y en forma determinada, del vicio
en que se funda y la ley que concede el recurso por la causal invocada.

En relación al recurso de casación en la forma, sostiene el recurrente que el


fallo debe ser invalidado por haberse incurrido en la causal 4º del artículo 768
del Código de Procedimiento Civil, en relación con lo previsto en el artículo 318
del mismo Código, esto es por haber sido pronunciada la sentencia
extendiéndose a un punto no sometido a la decisión del tribunal, dado que el
fallo rechaza la demanda de cobro de pesos por no estar acreditada la
existencia de la deuda misma, hecho que a su juicio no tuvo el carácter de
controvertido toda vez que el demandado nunca negó la deuda al contestar la
demanda sino que sólo alegó la falta física de los pagarés y la prescripción de
la acción emanada de los mismos; agrega que este vicio ha influido en lo
dispositivo de la sentencia, al negar lugar a la demanda ordinaria, no obstante
que de no haberse incurrido en él, necesariamente el tribunal debió acoger la
demanda. En consecuencia, pide que se acoja el recurso de casación en la
forma planteado, declarándose nula la sentencia y dictándose la de reemplazo
que acoja la demanda con costas.

Traídos los autos en relación, se escuchó el alegato sólo del abogado de la


parte demandada don Adolfo Lay, no así del abogado de la actora que
patrocina el recurso por no haber concurrido a estrados.

I.- En cuanto al recurso de casación en la forma:

Considerando:

Primero: Que en la demanda ordinaria de fojas 2, fundada en las leyes Nºs.


18.010 y 18.092, se pretende que se declare la existencia de créditos que
tienen su origen directo en tres pagarés, representativos de declaraciones
documentales que revisten el carácter de fuente de obligaciones con valor
económico.

Segundo: Que el demandado al contestar la demanda a fojas 43 pidió su


rechazo por cuanto si faltan los pagarés originales, pagarés en que se funda la
demanda, no puede darse lugar a ella.

Tercero: Que la sentencia rechaza la demanda en cuanto en ella se solicita


que se declare la existencia de la deuda, en el entendido de que se pide
concretamente la existencia de créditos con origen inmediato en tres pagarés,
representativos de declaraciones documentales que revisten el carácter de
fuente de obligaciones con valor económico;
Cuarto: Que en efecto los títulos de crédito son documentos que llevan
incorporado un derecho literal y autónomo que se puede ejercer por el portador
legítimo contra el deudor a la fecha de su vencimiento, siendo el documento
necesario para dar origen al derecho.

El derecho consignado en el título de crédito, llamado derecho documental, no


vive por sí solo, porque desde el momento en que se produce su consagración
en el instrumento, va ligado a él, a tal punto de que si el documento
desaparece, desaparece también el derecho en él incorporado. En materia de
títulos de crédito, lo accesorio no es ya el documento sino el derecho y la
posibilidad de ejercer el derecho depende de la conservación del instrumento
(Sandoval: Manual de Derecho Comercial. Tomo II pág. 122 Edit. Jurídica
1983);

Quinto: Que de lo anterior resulta que al alegar la falta de los pagarés el


demandado contradijo la existencia de las obligaciones cambiarias mismas que
tenían su fuente en dichos pagarés y cuyos reconocimientos se pedía, de modo
que al rechazar la sentencia la petición del actor de tenerse por acreditada la
existencia de la deuda, resolvió un punto de la controversia, sin incurrir en el
vicio alegado en el recurso de casación en la forma, predicamento en virtud del
cual éste debe ser rechazado.

II.- En cuanto al recurso de apelación:

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada pero se eliminan sus considerandos


tercero a octavo, décimo a decimoquinto y en su considerando noveno se
sustituye la frase se declara que existe una garantía general hipotecaria
constituida por el demandado de estos autos a favor del Banco del Estado de
Chile, por la frase: se declarará que existen las garantías precedentemente
aludidas constituidas por el demandado en estos autos a favor del Banco del
Estado de Chile, y en su lugar y además se tiene presente:

A. EN CUANDO A LA DEMANDA PRINCIPAL

Sexto: Que la actora a fojas 2 interpuso demanda ordinaria hipotecaria de


cobro de pesos, fundada en que es dueña de tres pagarés ya individualizados
en la parte expositiva de la sentencia de primer grado, los que a su vencimiento
no fueron pagados, encontrándose garantizado el crédito que de ellos emana,
con una hipoteca de primer grado, constituida a favor del acreedor sobre un
predio de dominio de éste y debidamente inscrita y sobre determinados
derechos de aprovechamiento de aguas, también inscritos a nombre del
deudor. Agrega en su demanda la actora que el plazo de prescripción de las
acciones para el cobro de los créditos emanados de los pagarés, se
interrumpió, en virtud de una solicitud de renegociación formulada por el
deudor, de fecha 23 de febrero de 1993, en la que el deudor reconoce la
deuda. Pide la demandante por tanto, que conforme a lo prevenido en los
artículos 2407 del Código Civil, de la ley Nº 18.092 sobre obligaciones de
crédito de dinero y de la ley Nº 18.092 sobre letras de cambio y pagarés, se
acoja su demanda ordinaria hipotecaria de cobro de pesos y se la acoja en
todas sus partes declarándose la existencia de la deuda y de la hipoteca
referidas, condenándose al demandado a pagarle: a) 683,73 unidades de
fomento, que al día 5 de marzo de 1997 representan la suma de $ 9.166.221;
592,78 Unidades de Fomento que al día 5 de marzo de 1997 representan la
suma de $ 7.946.927 y $ 1.003,66 Unidades de Fomento, que al día 5 de
marzo de 1997 representan la suma de $ 13.455.267, más intereses y costas.

Séptimo: Que contestando el demandado a fojas 43, pide el rechazo de la


demanda por cuanto la actora no ha acompañado los pagarés en que la funda,
dado que ello lo pone en una situación de indefensión, como por ejemplo si se
ha pagado el impuesto correspondiente, si los pagarés contienen o no los
requisitos exigidos por los artículos 102 y 103 de la ley Nº
18.092, si las firmas respectivas y los detalles en ellos corresponden a la
verdad y si el portador efectivamente es el demandante. En subsidio pide que
se rechace la demanda declarándose la prescripción de las acciones
cambiarias por haberse interpuesto aquella más allá de un año desde que se
habrían hecho exigibles las obligaciones a que daban lugar los pagarés; por
último, en subsidio, pide que se rechace la demanda declarándose prescritas
las acciones en virtud de haber transcurrido más de cuatro años desde que se
hicieron exigibles, prescripción fundada en lo dispuesto en el artículo 822 del
Código de Comercio.

Octavo: Que con el mérito probatorio de los tres pagarés acompañados en


segunda instancia con citación y no objetados, se acredita tal como en ellos se
expresa, la existencia de los mismos y de las obligaciones que de ellos emanan
cobradas en la demanda conforme a los términos de ellos referidos en la parte
expositiva de la sentencia de primer grado que se ha reproducido.

Noveno: Que habiéndose solicitado que se declarara la existencia de las


deudas originadas directamente por la aceptación de los tres pagarés aludidos,
por las sumas de 683,73, de 592,78 y de 1.003,66 unidades de fomento, el
plazo de prescripción de las acciones respectivas es de un año contado desde
que los pagos se hicieron exigibles.

Décimo: Que tal como se expresa en la demanda a la fecha de vencimiento de


la segunda cuota pactada en cada uno de los pagarés precedentemente
referidos, esto es el 23 de septiembre, el 23 de septiembre y el 30 de octubre,
respectivamente, fechas todas atinentes año 1995, se hizo exigible en tales
fechas el pago total de los valores indicados en los documentos, al activarse la
cláusula de aceleración pactada en cada uno de ellos, consistente en que el
retardo o simple retraso en el pago en las fechas señaladas, hará exigible la
totalidad de la deuda existente, de lo que resulta que desde tales fechas hasta
el día de presentación de la demanda de autos, corrió más de un año, todo lo
cual resulta acreditado con el mérito del texto de los mismos pagarés
acompañados y de la demanda de fojas 2, presentada el 3 de abril de 1997.

Undécimo: Que la acción cambiaria prescribe en un año contado desde el día


del vencimiento del documento y se interrumpe entre otras circunstancias
cuando se notifica la demanda judicial de cobro del pagaré o la correspondiente
gestión preparatoria del juicio o cuando el obligado ha reconocido
expresamente o tácitamente su calidad de tal, hecho este último que el actor
aduce al alegar que el plazo de prescripción fue interrumpido naturalmente por
el deudor con el reconocimiento expreso formulado en la solicitud de
renegociación de 23 de febrero de 1993, documento acompañado por el actor a
su demanda con citación.

Duodécimo: Que si bien en orden a probar la interrupción del plazo de


prescripción, la demandante acompañó a su demanda, con citación de la
contraria, la carta que dice haberle dirigido el demandado de fecha 23 de
febrero de 1993, tal documento privado no hace prueba en contra de éste por
cuanto no fue acompañado el documento bajo el apercibimiento de tenerse por
reconocido por la parte demandada, en los términos requeridos por el artículo
346 Nº 3 del Código de Procedimiento Civil y a mayor abundamiento puede
expresarse que aun de haberse tenido por reconocida la carta y por probado
que efectivamente el deudor le propuso a la entidad demandante, que se le
renegociara una deuda ascendente a $ 103.000.000, ello nada aportaría al
debate pues en el documento no se especifica a qué obligaciones en particular
se refería el demandado, y más aún resulta que de haberse por último dado por
acreditado que la carta decía relación también con los créditos determinados
cuya existencia se pide reconocer en este juicio, en toda forma de contarse el
plazo de prescripción de un año referido precedentemente a contar de la última
fecha señalada, también tal plazo de prescripción de un año se habría
cumplido, de lo que resulta que debe acogerse la pretensión de la demandada
y declararse la prescripción de las acciones cambiarias por ella impetrada.

B. EN CUANTO A LA DEMANDA RECONVENCIONAL

Decimotercero: Que en su demanda reconvencional deducida a fojas 43, el


demandado solicitó que se alzaran las siguientes garantías constituidas a favor
del Banco del Estado de Chile: a) la hipoteca inscrita en 1980 a fojas 191
vuelta, número 94 en el Registro de Hipotecas del Conservador de Bienes
Raíces de Ovalle, constituida sobre la parcela número 3 proveniente de la
subdivisión del fundo El Inca, inscrita a su nombre a fojas 2913 vuelta número
1459 del año 1992 en el Registro de Propiedades del Conservador de Bienes
Raíces de Ovalle; b) la hipoteca sobre el derecho de aprovechamiento de
aguas, inscrita en 1980, a fojas 4 vuelta número 4, en el Registro de Hipotecas
y Gravámenes, del Conservador de Bienes Raíces de Ovalle, consistente en
115 acciones de aguas del embalse Recoleta, derechos inscritos a nombre del
demandado en 1992 a fojas 87 número 167 en el Registro de Propiedad de
Aguas del Conservador de Bienes Raíces de Ovalle y c) la prohibición de
enajenar los derechos de aguas referidos, inscrita en 1980 a fojas 3 número 2
del Registro de Interdictos y Prohibiciones de enajenar del Conservador de
Bienes Raíces de Ovalle. Funda su petición la demandante reconvencional en
la circunstancia de no mantener ninguna obligación con el Banco del Estado de
Chile, pues las que emanan de los pagarés detallados en la demanda, como
también en la causa Rol Nº 16.230, caratulada Banco del Estado de Chile con
Sociedad Manuel Flores y Compañía Limitada, sobre la finca hipotecada, se
encuentran prescritas, no sólo bajo la regla del artículo 98 de la Ley sobre
Letras de Cambio y Pagarés, que fija el plazo de un año sino también bajo las
reglas del artículo 822 del Código de Comercio que fija el plazo de cuatro años
para que opere la prescripción, de modo que encontrándose extinguidas las
acciones cambiarias respectivas, por la prescripción, también se encuentra
prescrita la acción hipotecaria accesoria conforme a lo prevenido en el artículo
2516 del Código Civil.

Decimocuarto: Que la demandante reconvencional específicamente pide que


se declare: 1º.- Que se encuentra prescrita la acción que emana de los pagarés
que se aluden en lo principal de la demanda de fojas 3, como también las
acciones personales que emanan de los pagarés por U.F. 1.423 y por U.F.
1.048, en contra de don Manuel Jesús Chávez Bugueño, que son fundamento
de la demanda de desposeimiento de la causa Rol Nº 16.230 caratulada Banco
del Estado de Chile con Sociedad Manuel Flores y Compañía Limitada, del
Segundo Juzgado de Letras de Ovalle y 2º.- que se alzan las hipotecas y
prohibiciones que afectan a la parcela número 3 aludida.

Decimoquinto: Que en relación a la petición del demandante reconvencional


relativa a la declaración de la prescripción de las acciones cambiarias
concernientes a los tres pagarés fundantes de la demanda del Banco del
Estado de Chile de autos, debe estarse a las consideraciones expresadas en
los fundamentos octavo a undécimo de esta sentencia en lo relativo a las
acciones cambiarias ejercidas.

Decimosexto: Que en relación a la prescripción de las acciones cambiarias


que emanan de los pagarés números 12 y 165, por U.F. 1423 y por U.F. 1048,
respectivamente, que fundamentan la acción de desposeimiento hecha valer en
los autos Rol Nº 16.230, caratulados Banco del Estado de Chile con Sociedad
Manuel Flores y Compañía Limitada del Segundo Juzgado de Letras de Ovalle,
reconstituidos en el procedimiento Rol Nº 20.208 tenido a la vista, a los cuales
se encuentran acompañados los referidos pagarés, cabe expresar que se
acredita conforme al mérito probatorio de tales documentos firmados ante
notario, tal como en ellos se expresa, que don Manuel Jesús Flores Bugueño,
se obligó el 5 de marzo de 1984, a pagar al Banco del Estado de Chile las
cantidades equivalentes a mil cuatrocientas veintitrés y mil cuarenta y ocho
unidades de fomento, respectivamente, recibidas por el aceptante señor Flores
en dinero efectivo de dicha empresa bancaria al interés del 9,5 por ciento
anual, a contar del 3 de mayo de 1994, los que se obligó a pagar en cuotas por
los montos y vencimientos que se indican, a saber: en relación al pagaré
número 12 en cinco cuotas anuales, todas con vencimiento el 28 de abril de
1985, 1986, 1987, 1988 y 1989, comprendiendo la primera cuota sólo pago de
intereses y las restantes cuotas por 356, 355, 356 y 356 Unidades de Fomento,
más los pagos de intereses respectivos; y en relación al pagaré número 165 en
siete cuotas anuales con vencimiento cada una el 28 de abril de los años 1985
a 1991, comprendiendo la dos primeras de estas cuotas sólo el pago de
intereses y las restantes cuotas por montos de 209, 209, 210, 210 y 210
Unidades de Fomento respectivamente, más al pago de intereses en relación a
cada una de las cuotas, pactándose, además, que el no pago oportuno de
cualquiera cuota de capital y/o intereses, hará exigible la totalidad del préstamo
o de su saldo como si fuese de plazo vencido.
Decimoséptimo: Que conforme al mérito probatorio de la fotocopia autorizada
de la sentencia de primera instancia de tres de enero de mil novecientos
noventa recaída en los autos Rol Nº 16.230 del Segundo Juzgado de Letras de
Ovalle que rola de fojas 53 a 57, acompañada con citación y no objetada, se
acredita tal como en ella se expone que el Banco del Estado de Chile, obtuvo
en el juicio ejecutivo de desposeimiento que interpusiera en contra de la
Sociedad Manuel Flores y Compañía Limitada, el que se funda en el no pago al
vencimiento, el 28 de abril de 1985, de las primeras cuotas de ambos pagarés
referidos en el considerando que antecede, obligaciones cuyo cumplimiento se
encontraba garantizado con hipoteca, de lo que resulta que operó la cláusula
de aceleración convenida en los pagarés aludidos, empero desde esa fecha, no
se encuentra acreditado que se hubiera accionado en contra del aceptante de
los aludidos pagarés hasta la interposición de la demanda reconvencional por
él deducida, de manera que la acción cambiaria que originan tales documentos
se encuentra afectada por la prescripción de un año a que se refiere el artículo
98 de la ley Nº 18.092, razón por la cual debe acogerse la demanda
reconvencional en cuanto el actor de ella precisamente pide que se declare tal
prescripción.

Decimoctavo: Que en relación a la petición de alzamiento de las hipotecas y


de la prohibición pedidas por la demandante reconvencional, fundado en que
se hallan prescritas las acciones cambiarias, debe ella denegarse, atendido a
que las garantías referidas amparan todos los créditos del Banco de Estado de
Chile, sean de origen cambiario u otros, de modo que el solo hecho de
declararse prescritas las acciones cambiarias hechas valer en autos, ello no
autoriza a afirmar que no existen otras obligaciones, como las causales que
originaron precisamente la extensión de los pagarés referidos en el
considerando decimoquinto de esta sentencia, predicamento en virtud del cual
se denegará lugar a la petición del demandante reconvencional relativa al
alzamiento de las hipotecas y prohibición de enajenar existentes.

Decimonoveno: Que incumbe probar las obligaciones o su extinción al que


alega aquellas o ésta.

Por lo expuesto y de conformidad además con lo previsto en los artículos 2492


y 2514 del Código Civil, 98, 101, 107 de la ley Nº 18.092 se declara:

I.- En cuanto al recurso de casación en la forma:

A.- Que se rechaza con costas, el recurso de casación en la forma interpuesto en el primer otrosí del escrito
de fojas 164.

II.- En cuanto a la demanda de fojas 2 y reconvencional de fojas 43:

1º.- Que se confirma la sentencia apelada de cinco de noviembre de mil


novecientos noventa y ocho, escrita de fojas 155 a 160, en cuanto declara la
existencia de la hipoteca y gravámenes referidos, constituidos por el
demandado a favor del Banco del Estado de Chile y en cuanto rechaza la
demanda de fojas 2, pero con declaración de que emitiéndose derechamente
pronunciamiento respecto de las excepciones opuestas a las acciones
cambiarias hechas valer, se acogen aquéllas;
2º.- Que se revoca la misma sentencia en la parte que deniega lugar a la
demanda reconvencional en cuanto se pide en ella declarar la prescripción de
las acciones cambiarias atinentes a los pagarés por U.F. 683,73, por U.F.
592,78 y por 1.003,66, declarándose en cambio que por hallarse prescritas
dichas acciones, se acoge tal demanda reconvencional, confirmándose en lo
demás en cuanto dicho fallo declara, en lo que respecta a la misma demanda
reconvencional, prescritas las acciones cambiarias provenientes de los pagarés
por U.F. 1.423 y por U.F. 1.048 y rechaza el alzamiento de las hipotecas y
prohibición, constituidas.

3º.- Que no se condena en costas de primera y segunda instancia por no haber


sido totalmente vencidos los respectivos actores.

Se previene que la ministro señora Isabella Ancarola Privato no comparte el


voto de mayoría en cuanto rechaza la petición de la parte de don Manuel Flores
Bugueño, de alzamiento de las hipotecas y prohibiciones constituidas a favor
del Banco del Estado de Chile, organismo que no reclama ni siquiera hace
mención de alguna otra obligación que la parte del señor Flores Bugueño
hubiera contraído para con él, que no sean las que se han ventilado en esta
causa. Al no acceder tales cauciones y prohibiciones a una obligación principal,
carecen por ello de sustentación legal y convencional, que autorice a
mantenerlas, debiendo en tal caso alzárseles.

Regístrese y devuélvanse.

Redacción de don Alfredo Azancot Vallejo, Ministro Titular y de la prevención su


autora.

Pronunciado por los Ministros Titulares señores Alfredo Azancot Vallejos,


señora Isabella Ancarola Privato, señor Jaime Franco Ugarte.

Rol Nº 22.983.

La Corte Suprema.

Santiago, 29 de noviembre de 2001.

Vistos:

En estos autos Rol Nº 22.012 del Segundo Juzgado de Letras de Ovalle, el


Banco del Estado de Chile demandó en procedimiento ordinario a don Manuel
Flores Bugueño, solicitando se declare la existencia de una deuda, de una
garantía hipotecaria y la condena al demandado al pago de determinadas
sumas de dinero. A turno, este último demandó reconvencionalmente al referido
banco para que se declare la prescripción extintiva de las acciones cambiarias
relativas a las mismas obligaciones pretendidas por el actor principal en este
juicio y a otros créditos que han sido materia de procedimientos diversos al
presente. Por sentencia de 5 de noviembre de 1998, la juez de ese tribunal
acogió la demanda principal sólo en cuanto a declarar la existencia de una
hipoteca constituida a favor del banco, rechazándola en lo demás. Respecto de
la demanda reconvencional, hizo lugar a ella, únicamente en lo que concierne a
declarar prescritas las acciones cambiarias relativas a obligaciones que fueron
objeto de un proceso sobre desposeimiento, Rol Nº 16.230, seguido en contra
de la Sociedad Manuel Flores y Cía. Ltda. En contra de este fallo, ambos
litigantes dedujeron recursos de apelación y el actor principal recurrió, además,
de casación en la forma. La Corte de Apelaciones de La Serena, por sentencia
de 2 de mayo de 2000 rechazó este último recurso y, respecto de las
apelaciones, resolvió: a) Que, en lo relativo a la demanda principal, se confirma
el fallo de primer grado, con declaración de que se acogen las excepciones de
prescripción opuestas por el demandado; b) Que sobre la demanda
reconvencional, revoca ese fallo en cuanto deniega la solicitud de declarar la
prescripción de las demás acciones cambiarias, atinentes al resto de las
obligaciones y, en cambio, dispone que se hace lugar a esa declaración.

En contra de esta última sentencia, el demandante principal –Banco del Estado


de Chile– dedujo recurso de casación en el fondo.

Se ordenó traer los autos en relación.

Considerando:

1º Que, en su demanda de fojas 2, el actor principal acompañó, bajo la letra d)


del primer otrosí, una solicitud de renegociación que, según se colige del
contexto de su libelo, provendría del demandado Flores Bugueño. Con
posterioridad al emplazamiento del demandado, el juez de la causa proveyó
ese primer otrosí, a fojas 7 vuelta, ordenando tener por acompañado dicho
instrumento con citación.

2º Que el documento aludido corresponde a uno de naturaleza privada.


Enseguida, como –a decir del actor– emana de la parte en contra de quien se
hace valer, significa que no podía sino tenerse por acompañado en la forma
que ordena el artículo 346 Nº 3 del Código de Procedimiento Civil, esto es, bajo
el apercibimiento de tenerlo por reconocido tácitamente si nada se expone en
el término de seis días.

3º Que, de acuerdo con lo estatuido por el artículo 795 Nº 5 del Código de


Procedimiento Civil, la agregación de los instrumentos presentados
oportunamente por las partes, en la forma legal que resultare pertinente a su
naturaleza, constituye un trámite o diligencia esencial en la primera instancia.
Cabe a ello añadir que, según se infiere de su texto, tal agregación involucra
una obligación que la ley impone al tribunal y no a los litigantes. En efecto, son
los jueces los llamados a disponerla o decretarla, en tanto que el deber de las
partes se agota en la presentación oportuna de los mismos.

4º Que, de este modo, se ha verificado en la especie un vicio de aquellos que


dan lugar a la casación en la forma, según lo prescribe el artículo 768 Nº 9 del
Código de Procedimiento Civil, encontrándose esta Corte facultada para actuar
de oficio, con arreglo a lo previsto en el artículo 775 de ese Código, sin que
haya sido posible oír sobre el punto a los abogados que comparecieran a la
vista del recurso, por haberse advertido el vicio en el estado de acuerdo.
5º Que, finalmente, para subsanar el vicio demostrado, corresponde disponer
las medidas y correcciones que resultan necesarias, anulando sólo los actos
que se han visto afectados con su verificación.

Por estas razones, normas legales citadas y de conformidad, además, con lo


previsto en los artículos 764, 766, 786 y 808 del Código de Procedimiento Civil,
actuándose de oficio, se invalidan las sentencias de primera y segunda
instancia –de cinco de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, escrita a
fojas 155 y de dos de mayo de dos mil, escrita a fojas 202, respectivamente– y
la resolución de veintiocho de septiembre de mil novecientos noventa y ocho,
escrita a fojas 152 vuelta, que citó a las partes a oír sentencia; reponiéndose la
causa al estado de que el juez no inhabilitado que corresponda, ordene la
agregación, como es pertinente en derecho del instrumento acompañado bajo
la letra d) del primer otrosí del libelo de fojas 2 y se continúe con la
substanciación de estos autos, en el período de observaciones a la prueba
rendida.

En atención a lo resuelto, se tiene como no interpuesto el recurso de casación


en el fondo de fojas 211.

Redacción a cargo del Ministro señor Jordán.

Regístrese y devuélvase.

Pronunciado por los Ministros señores Servando Jordán L., Eleodoro Ortiz S.,
Jorge Rodríguez A. y Enrique Cury U. y el Abogado Integrante señor René
Abeliuk M.

Rol Nº 1.904-00

5.- Art. 795 Nº 6. La citación para alguna diligencia de prueba.

Artículo 795 Nº6 del Código de Procedimiento Civil, invalidación de oficio de las sentencias por los tribunales.
Artículo 768 Nº 9 del Código de Procedimiento Civil

Doctrina

El perito designado omitió citar a las partes para la realización de la diligencia


pericial, transgrediendo el artículo 419 del Código de Procedimiento Civil, lo
que ha impedido a las partes concurrir a tal diligencia y efectuar en el acto del
reconocimiento las observaciones que estimen oportunas, como pedir que se
deje constancia de hechos y circunstancias que juzguen pertinentes, de lo cual
ha debido dejarse establecido en una acta, lo que no se hizo por esta falta de
citación.

Dicha circunstancia hace que la sentencia adolezca del vicio o defecto


señalado como causal 9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, en
relación con el artículo 795 Nº 6 del mismo cuerpo legal, puesto que en la
tramitación se omitió un trámite o diligencia esencial.

Antofagasta, 23 de septiembre de 2000.


Vistos:

Primero: Que, este Tribunal de alzada se avocó al conocimiento de la causa


Rol Nº 39.933 del Primer Juzgado de Letras de Antofagasta, caratulada
Minera Escondida Ltda. con Araya Cerda Luis, materia Servidumbre Legal
Minera, para conocer el recurso de apelación interpuesto por el demandado a
fojas 212, donde objeta la sentencia definitiva de fojas 192 y siguientes y
rectificada a fojas 211. Durante el conocimiento de este recurso, este Tribunal
se percató de la existencia de vicios acaecidos durante la tramitación del juicio
que permiten invalidar en la forma de oficio.

Segundo: Que, a fojas 154 de esta causa el Juez a que decretó como medida
para mejor resolver, entre otras, la designación del perito don Carlos Vergara
Espinoza a objeto de determinar los perjuicios que podría ocasionar la
servidumbre al demandado, y que posteriormente, y por resolución de fojas
156, recayó en doña Ximena García Concha, quien aceptó el cargo en forma
legal y juró desempeñarlo fielmente habiendo evacuado el peritaje ordenado a
fojas 168.

Tercero: Que, conforme lo establece el artículo 417 del Código de


Procedimiento Civil el perito que acepte el cargo deberá declararlo así, jurando
desempeñarlo con fidelidad.

De esta declaración, que habrá de hacerse verbalmente o por escrito en el acto


de la notificación o dentro de los tres días inmediatos, se dejará testimonio en
los autos.

El perito encargado de practicar un reconocimiento deberá citar previamente a


las partes para que concurran si quieren.

Se advierte del proceso que el perito designado omitió citar a las partes para la
realización de la diligencia pericial, transgrediendo la normativa recién citada y
lo dispuesto en el artículo 419 del Código de Procedimiento Civil, lo que ha
impedido a las partes, concurrir a tal diligencia y efectuar en el acto del
reconocimiento las observaciones que estimen oportunas, como pedir que se
deje constancia de hechos y circunstancias que juzguen pertinentes, de lo cual
ha debido dejarse establecido en una acta, lo que no se hizo por esta falta de
citación.

Cuarto: Que, en estas condiciones es factible advertir que la referida sentencia


adolece del vicio o defecto señalado como causal 9º del artículo 768 del Código
de Procedimiento Civil, en relación con el artículo 795 Nº 6 del mismo cuerpo
legal, puesto que en la tramitación se omitió un trámite o diligencia esencial.

Los Tribunales conociendo por vía de apelación, consulta, casación o en


alguna incidencia, de acuerdo a lo estatuido en el artículo 795 del Código del
Ramo, pueden invalidar de oficio las sentencias cuando los antecedentes del
recurso manifiesten que ellas adolecen de vicios que dan lugar a la casación en
la forma.
Quinto: Que, de esta forma al haberse producido el vicio contemplado en el Nº
9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil es procedente, entonces,
que esta Corte haga uso de la facultad que el cuerpo legal en comento le
confiere para invalidar de oficio la sentencia, debiendo retrotraerse el proceso
al estado de que se siga substanciándose por el Juez no inhabilitado a quien
concierna su conocimiento.

Por estas consideraciones y visto, además lo dispuesto en los artículos 766 y


768 del Código de Procedimiento Civil, se invalida de oficio la sentencia de
fecha doce de noviembre de mil novecientos noventa y nueve, escrita a fojas
192 y siguientes y rectificada a fojas 211, retrotrayéndose la causa al estado de
que siga substanciándose por el Juez no inhabilitado que corresponda.

Regístrese y devuélvanse.

Redacción de la Ministro Titular señora Laura Soto Torrealba.

Pronunciada por la Segunda Sala, constituida por los Ministros Titulares señora
Helvetia Castrillón Cofré y señora Laura Soto Torrealba y Abogado Integrante
señor Alfonso Leppes Navarrete. No firma la Ministro Titular señora Helvetia
Castrillón Cofré, no obstante haber concurrido a la vista de la causa y acuerdo
del fallo, por encontrarse haciendo uso de feriado legal.

Rol Nº 12.979

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