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SEMESTRE VIII“B”
INTEGRANTES:
PARI RAMOS LILIAN ROSSI
PILCO PÉREZ BLANCA ROSAMARY
MAMANI CHURQUI REYNA S.
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DEDICATORIA
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ÍNDICE
1. CONCEPTO DE LAS OBLIGACIONES NATURALES. DIVERSOS CRITERIOS
EN LA DOCTRINA. ................................................................................................................... 5
1.2. EL DEBER DE CONCIENCIA O DEBER MORAL .............................................. 6
2. TRES GRUPOS DE OBLIGACIONES NATURALES. ............................................... 10
2.1. OBLIGACIONES DEGENERADAS. .......................................................................... 10
2.2. LAS OBLIGACIONES NATURALES DESDE SU ORIGEN.............................. 11
2.3. LAS OBLIGACIONES NATURALES QUE DERIVAN DE DEBERES
NATURALES. ....................................................................................................................... 11
3. EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES NATURALES. ................................................ 11
4. CONCLUSIONES ............................................................................................................. 15
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INTRODUCCIÓN
Sin embargo en este trabajo haremos hincapié en tres temas muy importantes los cuales
son el primero las diversas concepciones de las obligaciones naturales haciendo las
diferencias necesarias para ´poder distinguirlas del deber moral, así mismo en el segundo
tema irá los tres grupos de las obligaciones naturales y por último mencionaremos los
efectos y las conclusiones que nos resumirán el tema.
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OBLIGACIONES NATURALES
Se dice que las obligaciones natrales constituyen al lado de las civiles, la excepción,
y por eso la ley debe calificarlas como tales, o por lo menos fijarles su efecto propio,
cuál es de darles excepción para retener lo pagado, pero no acción para exigir du
cumplimiento, caso en el que ya serían obligaciones civiles. Se entiende el vocablo
“excepción” como todo medio de defensa para rechazar la acción.
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No hay uniformidad ni en el campo doctrinario, ni en el positivo sobre las
obligaciones naturales. Los códigos suizo y alemán no las consideran y más bien las
sustituyen con la idea del deber moral. Otras legislaciones las reglamentan (Chile y
Argentina), entre otras.
En doctrina hay tratadistas como Valverde que dicen que las obligaciones sin acción
no es tal obligación jurídica, por lo que no es concebible admitir una relación jurídica
no amparada por el Derecho moderno no debe mantenerse la figura de las
obligaciones naturales.
Se ha dado una serie de doctrinas para explicar las obligaciones naturales, desde la
Doctrina del Derecho Romano, la de la Equidad, la del Derecho natural, la Doctrina
del deber de conciencia, etc. Excluido el romanismo del Jus Gentium, así como lo
metafísico, del “Juz naturale”, solo quedan como puntos de apoyo el fundamento de
la “equidad” o del “sentimiento de lo justo”, como puntos de apoyo en los cuales la
obligación natural se funda, también del derecho que surge de la naturaleza de las
cosas (derecho natural), también se funda en el deber moral o deber de conciencia o
en consideración de conveniencia.
La equidad no puede ser ya admitida, pues, admitirla nos llevaría a pensar que las
obligaciones naturales son equitativas y las civiles son inequitativas, lo cual
sencillamente es un absurdo.
Quién se cree obligado a realizar un acto jurídico sin estarlo por la misma ley y
forzado por sus sentimientos o las costumbres del medio, no hace sino cumplir con
un deber conciencia.
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Cabe no obstante, establecer algunas diferencias entre las obligaciones naturales y los
deberes morales:
Osorio y Gallardo, citado por Montellano indica: “Este concepto es nuevo en Derecho
positivo y nace de exigencias de la realidad y de la moral. Por ejemplo, el deber de
alimentos entre parientes, es una obligación natural que los códigos marcan, pero que
sería impuesta de la misma manera, aunque los códigos marcan, pero que sería
impuesta de la misma manera, aunque los códigos no la marcasen. Disuelto el
matrimonio por el divorcio, el cónyuge culpable tiene que seguir alimentando al
inocente si lo necesita. Otros locos pueden ser abandonados a su incapacidad y es
indispensable que alguien los proteja. Nuevo caso se dio en la jurisprudencia francesa
cuando forzó al concubino a pagar las deudas de la concubina, reputándolas como una
obligación natural.
Los tribunales limitaron el interés de los préstamos antes de que hubiera leyes contra
la usura, porque era obligación natural no abusar de la precaria situación del
prestatario. La prescripción de acciones arranca de una obligación natural para no
tener a nadie indefinidamente en indecisión sobre seguridad de sus derechos. Por este
orden podrían multiplicarse los ejemplos largamente. Eso en la ley.
Fuera de ella, los casos que la realidad ofrece son tan abundantes como imprevisibles
y es que en la vida se presentan diáfanamente ambas situaciones. Si uno compra,
permuta, arrienda, administra, etc., es porque otro vende, da en arriendo u otorga
poder. Tales actos dependen exclusivamente de la voluntad y, la ley establece sobre
ellos unas normativas para regularlos. Esto es lo civil. Pero la sociabilidad impone
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otros deberes de mera equidad, de sentido moral, de defensa de la vida, de atención a
la necesidad y ellos generan distinta índole de relaciones que se apoyan en la
naturaleza y en la ética. Siempre se las ha conocido, pero los códigos nunca las han
declarado.
“Cierto que otros códigos hablan de las obligaciones naturales, continua Osorio y
Gallardo, pero en un sentido muy distinto del que aquí se propugna. Así, el argentino,
les dedica todo un título (Arts. 515 al 518). Al empezar a definirlas, el camino parece
bueno, pues, dice que son las fundadas “solo en el derecho natural y en la equidad”,
cosa que coincide con lo que aquí se apunta. A continuación se declara “que no
confiere acción para exigir su cumplimiento, pero, cumplidas por el deudor, autorizan
para retener lo que se ha dado por razón de ellas”. Luego las enumera y entonces el
concepto queda enteramente raquítico. Son las contraídas por personas incapaces para
obligarse, como la mujer casada y el menor adulto, las civiles que se han extinguido
por prescripción; las que proceden de actos jurídicos a los cuales faltan solemnidades;
las que no han sido reconocidas en juicio por falta de prueba o cuando el pleito se ha
perdido por error o malicia del juez y las que se derivan de una convención de
condiciones externas válidas, pero a las cuales, por razón de utilidad social, la ley
niega toda acción como a las deudas de juego.
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pertinente empieza diciendo: "Las obligaciones naturales se derivan de la equidad o
del deber moral". Pero después acepta la misma contextura de los códigos que acabo
de citar.
Los códigos alemán y suizo y la jurisdicción francesa, a los que se suele atribuir un
avance en la materia, dejan en puridad el en el mismo sentido, o sea en el de no tener
derecho a reclamar las cosas pagodas voluntariamente sin obligación estricta de
pegarlas. El propio Prof. Argentino Dr. Dr. Héctor Lafaille, parece inclinarse a una
doctrina moral cuando escribe: "Nuestra ley dice simplemente que las obligaciones
son las que Se fundan en el derecho natural y en la equidad. Luego siempre que haya
una obligación basada en esa clase de antecedentes, que no significan sino deberes
morales o de conciencia, cabría sostener que sin necesidad de modificar el texto del
código, por una jurisprudencia hábil, es posible llegar a la misma solución a que se
ha arribado en el Derecho francés por la interpretación judicial y en las otras
legislaciones modernas por reglas expresas", Pero luego da marcha atrás y en
definitiva sólo admite las obligaciones civiles e imperfectas, aunque cree que las
marcadas por el Código argentino dice: "las fianzas, hipotecas, prendas y cláusulas
constituidas por terceros para seguridad de las obligaciones naturales, son válidas,
pudiendo pedirse el cumplimiento de esas obligaciones accesorias".
Los invocados, no sólo no llenan mi deseo sino que se les encuentra equivocados
totalmente. Ejemplo, un menor adulto de 16 a 18 años se compromete, sin saber lo
que hace, a pagar un millón; la deuda tío es exigible, poro el menor la paga
voluntariamente; según esos códigos el acreedor se queda con el millón porque se
trata de uno obligación natural. A mí me parece esto desatinado. Lo que Ocurrirá será
que cuando el representante del menor se entere rio lo ocurrido, pedirá la nulidad del
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compromiso por la incapacidad del menor para contraerlo y exigirá al acreedor que
devuelva el dinero, va que la incapacidad del obligado hizo nulo radicalmente el trato.
Un hombre contrae con otro una deuda dé luego. Con arreglo a ésos códigos, él
acreedor no tiene acción para reclamar el pago, pero si el deudos lo hace
voluntariamente, bien pagado está como obligación natural. Según mi teoría la
obligación natural consiste en no pagar esa deuda, y en anular el pago que se haya
hecho, pues, la Obligación es antinatural como opuesta a la ética. Si en un testamento,
faltan formas sustanciales (arts. 696 y Ss.) por ejemplo, por presencia del propio
testador, del Notario o de los testigos, el testamento es radicalmente nulo y los legados
que se hayan pagado con arreglo a él quedarán sin efecto, no valiendo para nada la
teoría de las obligaciones naturales. Y así siempre y en todo. O la obligación natural
es exigible por responder a una ley moral, tanto si está escrito, como si no lo está, o
no hay semejante obligación natural.ni trato alguno que tenga validez".
Son aquellas que habiendo sido válidas en su origen pierden posteriormente esta su
validez por diversas circunstancias. Los hechos o circunstancias que hacen perder la
eficacia de una obligación primitivamente válida, pueden consistir: a) En la falta de
capacidad civil del obligado; b) En la prescripción y c) En el desconocimiento
judicial de la obligación.
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del que deriva la obligación haya sido judicial mente anulado, pues, de lo
contrario la obligación sería exigible ósea civil.
b) En la prescripción.- Ella extingue la acción, pero el vínculo queda
subsistente, y, quedando la obligación subsistente se convierte en natural, y si
el deudor la cumple voluntariamente, tampoco habrá razón para que este
cumplimiento no pueda ser considerado como un pago.
c) En el desconocimiento judicial.- Que pueda provenir por falta de prueba, por
un error judicial, por un juramento decisorio, etc., y si dándole la resolución
judicial el carácter de cosa ya juzgarla, el deudor cumple voluntariamente la
obligación, cabe igual razonamiento que en los casos anteriores.
En este supuesto tenemos las obligaciones que ya nacen como naturales, esto es, como
imperfectas, por diversas razones; así por ejemplo, por vicio de forma, por una
prohibición legal; tal el caso de las deudas de juego, las cuales han sido privadas de
acción por razones de utilidad pública o general, aunque deriven de una convención
que reúna las condiciones generales de los contratos.
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Implícitamente trataba de las obligaciones naturales el art. 2264 al exigir cómo
condición de la novación, la existencia de una obligación que le sirva de causa. No
había inconveniente entonces para, que una obligación natural pudiera ser novada. El
citado precepto decía: "La novación es un modo de extinguir una obligación existente,
creando otra nueva". Podría también una fianza acceder a la obligación natural de
acuerdo al Art. 2104. de I código que decía: "Si la fianza se constituye para asegurar
una Obligación que pudiera anularse por defecto de capacidad personal en el otorgante,
como en los casos de un menor, un apoderado sin poder especial o una mujer casada
sin licencia de su marido; la fianza subsistiré, aunque so anule la obligación principal".
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Art. 1275 (Tít. de pago) Prescribe “no hay repetición de lo pagado en virtud de una
deuda prescrita, o para cumplir deberes morales o de solidad social o para obtener in
fin inmoral o de la institución encargada del bienestar familiar” dentro de la hipótesis
de este precepto podrían comprenderse algunos casos como los siguientes:
Cuando durante el proceso del divorcio un cónyuge proporciona alimentos al otro,
cuando procede así, en la errónea creencia de estar obligado a ello, tal por ejemplo,
tratándose de parientes colaterales lejanos o de parientes por afinidad.
Luego el caso referente a la no repetición del pago de una deuda prescrita; acá el
pago debe considerarse o “como hecho por causa de un deber de conciencia” o tal
deuda resulta “estimada como una obligación natural”. En el supuesto estará demás
referirse a tal deuda y es hasta desacertado mencionar como caso distinto a los
deberes de conciencia, precisa tener acá en cuenta que la no repetición por causa
de una deuda prescrita solo será procedente “si el deudor ha alegado la excepción”
ya esta no obra de oficio, por ministerio de la ley si el pago se hizo después de
alegada tal excepción de prescripción, es preciso que haya habido error. Es
necesario que el demandante, el repetidor “puede que no exista la causa solvendi”
y que tampoco había otra causa idónea para efectuar el pago.
Una vez alegada la prescripción, ya no puede hablarse de error en cuanto a la causa
solvendi que concierne auténticamente a la prescripción. El deudor sabía que la
deuda no lo era exigible por estar prescripta y obstante esto pago, hay que presumir
que pago por otra causa valida. Si el obligado no alego la prescripción habrá que
presumir que ignoraba que la causa del deber había dejado de subsistir; entonces
el pago se hizo por error, luego es procedente la repetición.
Art. 1943(Del juego y de la respuesta). Dice este precepto: “El juego y la apuesta no
autorizados son aquellos que tienen carácter lucrativo sin estar prohibidos por
ley, y no otorgan accionan para reclamar por su resultado. El que paga
voluntariamente una deuda emanada del juego y la apuesta, no autorizados, no
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puede solicitar su repetición, salvo que haya mediado dolo en la obtención de la
ganancia o que el repitente sea incapaz”
¿Cuál es el papel de la ley en estos casos? La ley no hace sino impedir una posible
regresión a la mala fe o un arrepentimiento posterior al acto generoso; es por ello que
deben mantenerse las consecuencias del deber voluntariamente cumplido.
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4. CONCLUSIONES
Las obligaciones naturales son reconocidos por ley, solo cuando el deudor
consienta en ejecutarlas, como sería el caso en que el deudor de una obligación de
mutuo, prescrita la acción paga voluntariamente, sería una obligación natural; no
podría pretender legalmente la repetición de lo pagado.
Existen tres grupos de obligaciones naturales las cuales son las degeneradas, las
naturales desde su origen y las que derivan de deberes morales.
El código nacional da cabida a los “deberes morales o de conciencia”, en cuanto
lo prestado en virtud de ellos, queda fuera de la llamada canditio indebiti.
Son efectos de las obligaciones naturales: impedir la repetición o reembolso; servir
de base a la novación; autorizar la compensación y pueden, incluso ser
garantizadas con derechos reales como prenda, anticresis, hipoteca o personales
como fianza.
5. BIBLIOGRAFÍA
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