SunARio: De In Kspofta clnemntoyrSficQ. - Carmino lEdlIorlal), por Luh (idmiz Muati.

— CRÓNICA DE MA-
ÜRIDt ••l.o jdsto", por Si,h':U,lodu. — CRÓNICA DE PAKÍbt '•Ci.mo se ha rcollímio la película
C n r m t r " , stgún el director iie csctna. Jacques E-eyíkr, p o r / . Í I H DfíJ/ir^iiris. - bL KETABLd DE MAhiE l'hDRO: "El iimhulismo fii el
tenlro moderno'", lior M/trlliicz líc Rilicríi. - PÁGINA MUSll AL: "l.lc-l c.licii' (li.x Ulucí). lic los mnesiros li.ifajei y Ouiizáli-z. — fUEWE
A I.A PANTALLA: Crfillcos de "Ul rty df los cow-hoys" y "Uivi (íxlriiñfl ovcriluta de Luis COHÍÍCIDS''; Ecos <ie lii rceiono. - LA MODA EN EL
CINE; ••Lasarllilnsdlemnnas y In modn". por WS.Í fiirtrfy.i. ~ MUiEO F C J T L G R A F K O : Relraio de Kkordo t orlez. - PELE - MELÉ: -'Lii
coirmiía di:! donaire y dt la burla", por rtíiíeo -^nr.ícii - ARGUMENTO DE LA SEMANA: •'Vartcif, por Emll Jannlngs y Ly« dt PiiilL

Núm. 1 3 Precio: 20 Cents.

 -TTnr

Los grandes concursos

de POPULAR FILM
¿TEMGO CONDICIONES PARA
SER ARTISTA DE CINE?
Queriendo contribuir POPULAR FILM de un modo prác-
tico al desarrollo artístico de la cinematografía española y
sabiendo que entre sus numerosos lectores y lectoras hay
muchos que se han preguntado más de una vez si reúnen
condiciones para dedicarse al séptimo arte, abre un con-
curso fotogénico, en colaboración con la casa editora de
películas, HÉRCULES FILM, de Madrid, bajo las siguientes

BASES
PKlMERA. — Todas las personas residentes en Es- CUARTA. — Las fotografías que nos envíen los
paña, cualquiera que sea su estado y nacionali- concursantes de ambos sexos, se irán publican-
dad, pueden tomar parte en este concurso. do, por riguroso turno, en POPULAR F I L M .

SEGUNDA. — Los que deseen concurrir a este con-
curso, deberán enviar a la Redacción de P O P U -
LAR Fii.M, por correo, y bajo sobre cerrado, diez
boletines de los que se publican en lodos
los números de la revista con el título ujTevgo
condiciones para ser artistu de cine?», escri-
biendo en uno de ellos el nombre y dirección
de la persona que los envía y acompañados de un
retrato en busto V otro de cuerpo entero del con-
cursante, en cuyo respaldo especificará éste su
' • edad, estatura, peso, color de sus ojos y cabe-
llos, deportes que cultiva, conocimientos inte-
lectuales que posee y detalle de las labores ar-
tísticas a. que se haya dedicado.
TERCERA. — Al mismo tiempo, y para no retra-
sar el resultado de este concurso, publicaremos
otro boletín de votación para que, una vez ter-
minado el concurso, los lectores de POPULAR
P'ii.M llenen dos de estos boletines en el que
escribirán los nombres del concursante y de ¡a
concursante a quienes otorgan su voto.
QUINT.A. — Finalizado el concurso, que se cerrará
a las doce de la mañana del día 3 / de diciembre
del año actual, se procederá, ante un notario de
Barcelona, al recuento de vetos.
.SI-.XTA. — El concursante y la concursante que re-
sulten elegidos, podrán disponer cada uno de
ellos de doscientas cincuenta pesetas, que la
Administración de POPULAR F I L M les adjudica
para el viaje a Madrid y resideiida de siete días
en la capital de España. J ,i' •,
SEl'TIMA. — Nuestro representante literario en
Madrid, don Luis Gómez Mesa, presentará, a los
iriuniantes en este concurso, al director de la
casa editora de películas uHércules Film», cui-
dándose, además, de su instalación en Madrid.
OCTAVA Y ULTIMA. —Don Agustín García Ca-
rrasco, director de la ((Hércules Film", se com-
promete a contratar, para que formen parte de
su compañía, a los que resulten elegidos en este
concurso, siempre que reúnan las condiciones
artísticas necesarias para triunfar en la pantalla.

m
 .• vvL^Aftfli/^nlPVv-vwvhi^^ív^ft^v^lí^^rti•u^ArLn«^rtíV^^^ •

ANO I NUM. 13

Gerente : Isidro B u l t o Casanovas

Administrador y Apoderado : J. Oliveí Vives Director técnicoartíslico : S. T o r r e í B e n e í
Redacción y Administración: Parfs, 134 y Villarroel, 186 - TelCÍono 734 G. - BARCULONA

Director literario: Maleo Santo* Oficinas en Madrid: Hortaleza. 46, prai.

Redactor jefe : N a r l i a e z de Ribera 28 DE OCTUBRE DE 1926 Delegado: D o m i n g o R o m e r o
Director musical : Maestro G. Faura Director: L u í » G ó m e 2 ; M e i a ?
luiiiJiiijiiiiiiiiiii jiiijiiiiiui niiiiit iiiiit iiKiiiiir jiiiiiiiiiii iitmiNiinii iiriiiiuiini iiiiiiiiiiitiiiiiiiiiiiiiiiiiitiitiiiiNJNiiiiiiiiiiitiiiiiJiiiiiiiiiiniiiiitJuiii iiiitiiiii

D£ LA £SPAÑA CINEMATOGRÁFICA

C A M M I Ñ A
Para ti, lector ; para vosotros, aficionados ; para mí, para dagar su edad. N o necesito de ardides para averiguarlo. ¿Diez
todos, la Viance es Carmina, la ingenua y encantadora Car- y ocho años? '' - •, ,
mina Castro Retén de «La casa de la Troya;), Carmina y nada —Frío, friísimo. . ^- -•
niás que Carmina. Y para olla misma tamiíién. —¿Diez y n u e v e ? ' ' ' • • "...
Inicio la interi)elaci6n a media voz, temeroso de una re- —Templado. „ " • ..-. • " ; • " •
primenda por el exceso "de confianza : —¿Veinte ?
—t.)iga usted, Camiina... " • . —Caliente, que se quema, que se «luema.
Al advertir que el familiar —¿ Rondando ios veinti-
nombre no molesta a la inte- uno.
resada, me animo y lanzo la —¡ Acertó !
...^l;l'.^^.'!|t!l^íS(;^•:?^^;..^ ^
pregunta en tono n a t u r a l : — ¿ Y entro usted en el
—Oiga usted, Carmina, séptimo arte por la puerta
¿es verdad que se marcha grande, apenas se puso de
usted a Norteamérica? . ' corto, que diga, de largo?
— ¡ Y o ! ¿ Y quién le ha .•,.••'_- , • ;' — E r a ya bastante crecidi-
contado a usted semejante • ,',.., ta cuando el ilustre pintor
disparate ? ', . .. ,,.\ , • Elíseo Meifrcn, amigo de
—Nadie y todos. Es un ''•'-''• casa, me tentó para que me
runioi que corre por ahí. dedicara al cine. Probé mis
— ¿ P o r dónde? aptitudes con éxito, y favo-
—¡ Por donde va a ser : por recida por la suerte, aparecí
los corrillos cinéticos ! ¡ Y si en (I Mancha que limpia» en
viera usted q u é dientes más el papel de Matilde. Elegida
largos se le ponen a algunos luego por Pérez L u g í n para
al oírlo ! Lo menos le dan a e^icarnar a la Carmina de su
usted ív'ú dólares por sema- novela tiLa casa de la T r o -
na y la seguridad de inter- ya)), adquirí repentina popu-
pretar tres películas como laridad.
mínimo, pues de otro modo —Repentina y merecida.
n o a b a n d o n a a los suyos. ;_ • —i Oh, m u y g a l a n t e ! Y
—-I Eso último es de us- ' " . gracias a las amabilidades de
ted ? •,• . , ustedes, los periodistas, fui
ascendiendo en mi carrera.
— N o . Son palabras toma-
— ¿ E n qué carrera? ¿ E n '
das al pie de la letra, taqui-
•; la administrativa?
gráficamente, de varios de
sus adoradores, entre los cua- — N o . E n la cinematográ-
les m e . . . ••'.. ;•• '• •,'• CARMEN VIANCE ':.•'!.• fica. Mi destino de empleada
—La cosa tiene g r a c i a . - • -., creadora insuperable del principal papef femenino en la • , de }a Deuda lo dejé al sentir
— ¿ G r a c i a ? N o la huelo. ••••"'••• cioevtrsión de la novela de Pdtcz Lugin
" L A CASA DE L A T R O Y A " ;.-.• I ' los halagos de la gloria.
—Sí, y en abundancia. —¿ Y permutó el escalafón
N u n c a pensé yo en pisar Hollywood ; me encuentro m u y a del Ministerio de Hacienda ¡por el del film ?
gusto ,en Madrid. —^Naturalmente. Y deseosa de perfección, me estudié el
— ¿ P o r casuahdad es usted g a t a ? Y perdone la curiosidad. trabajo de las mejores «estrellas» : de Mary Pickford, de Pola
—Por casualidad y por nacimiento. Y esa es una de mis Negri, de Mia May, de Dorothy Gisli, de María Jacobini, y,
mayores satisfacciones. en especial, de N o r m a T a l m a d g c , que es, en mi modesto en-
—¡ Caramba, caramlta ! ¿Con que de la tierra de (iLa ver- tender, la actriz más estupenda de la pantalla.
l>cna de la Paloma)i ? V yo, que la supuse a usted gallega. Y proclamada su admiración por la genial creadora de ((Se-
—De Santiago o de la propia Coruña, ¿ n o ? cretos», Carmen Viance m e tiende sonriente la diestra. Sus
—Justamente. ¿Y cómo lo adi^^dnó usted? hermanas la reclaman y el reloj señala con creces, en impa-
— L a fuerza de la costumbre, pues no es usted el primero ciente andar, el término de la entrevista.
C]ue m e lo confiesa. La figura de Carmina me persigue un buen rato. La con-
— Y se explica la equivocación. Como no se examina su templo en la escena en que conoce a Gerardo Roquer ; me
padrón ni se la pide la cédula. intereso por el proceso de sus a m o r e s ; siento en el alma su
—¡ A h , s í ! ¿ Y ahora se le ocurren tales medidas? Cuando desgraciada y brusca orfandad ; m e emociono al sorprenderla
no hay remedio. en la Catedral, arrodillada ante la Virgen, desahogar su dolor
—Se me ocurrieron antes ¡ pero me pareció indiscreto in- en lágrimas y en oraciones ; y comparlo sus penas y alegrías...

^vvvwvu^Aftnl^vv^Afl•v^A/v^r«%nArb^AflJvuvvvvv^i
^rtAr-v^^ArtrtJV^ArtAAArtA^^J^rtrt^^^Av\AJSA.nAft.AJVVV4A;% ^Añ.%%^r-^Artn.F^JV^A^rtA^ifl.^^^A^-^^%v^ftAAJ^rt^vv^AAí^AJ^v^íVVVV^

T o d a la m a g n í í i c a lalx>r d e la V i a i i c e e n iiLa c a s a d e la T r o y a »
desfila p o r m i m e n t e . I n t e n t o e n v a n o r e m e m o r a r s n a c t n a -
cióii en « M a n c h a q u e l i m p i a n , e n (iLa Iiija d e l c o r r e g i d o r ) ) ,
uKl l a z a r i l l o d e T o r n i e s D , e n d O i g a n t c s y cabezudosD y e n
((Rosa d e L e v a n t e » . S ó l o e n s u p a r t i c i p a c i ó n e n ((La casa d e
la T r o y a ) ) liallo la o b r a c o m p l e t a .
G u a p a , c o n o j o s d e m i r a r d u l c e , m a n s o y s u b y u g a d o r , con
naricita i n o c e n t e , con boca de ju\'entl frescura y con c u e r p o
fino, a r m ó n i c o y a l m a b l a n c a , d e ¡laloma (.¡ne i g n o r a la e x i s -
t e n c i a del g a v i l á n . A s í es la C a r m i ñ ' i d e c a r n e b u m a n a , p a l -
p i t a n t e , q u e v i v i ó la V i a n c e p a r a el a r t e m u d o . Y a u n s i e n d o
elogiosas s u s d e m á s i n t e r v e n c i o n e s peliculeras, es t a n p o t e n t e
el e s ] ) l e n d o r d e KSU)) G a r m i f i a , q u e d e s l n m b r a , y n o p e r m i t e
fijarse en las a c o m p a ñ a n t a s , e n el r e s t o del c o r t e j o (la m a e s t r a ,
d e ((El l a z a r i l l o d e T o r m e s » , la i d e a l p r o t a g o n i s t a d e ((Rosa
de Levante)), M a t i l d e , de « M a n c h a q u e limpia», e t c . ) .
Por c u y . razón, para ti, lector ; para vosotros, aficionados ;
p a r a m í , p a r a t o d o s , la V i a n c e s i e m p r e s e r á C a r m i n a y n a d a
más que Carmina.
M a d r i d , o c t u b r e d e 1926. L. GÓMEZ MESA

CRÓNICA
Vn jxx-n más _v la p(?liVL!la se va ir)-eniisi-
Memeiilc; al foso. Un poco menos c. ídem. La
cue.'íliün esa delicada y rei]Lit>ri'a la ilirección
(ic manos expertas. José lincha sapo hallar
la medida propicia. Y así úc pr(;c¡sa, de
c. ncisa, residía i'Una e x t r a ñ a aven 1 ara de
Luis Cnndelasn.
Difícil es dar con lo justo, con lo que m e -
jor conviene a i a naturaleza de cada cosa,
sin temores a salidas en falso o a estralí-
mitarioní's perjudiciales. Biiehs, coino buen
voteraiiü que conoce ¡lasla e! úitimo palmo
oi terreno que pisa, se adelanli'i a lo tjue pu-
diera sucetler si si; extendía demasiado en
escenas inútiles, y se comprimió, obligó a su
espíritu i-ebelde a comprimirse, a ceiiirse a
la índole especial del cineinatúgrafo.
De fijo que Buchs, al llegar el m o m e n t o
de convertir en realidad el proyecto de im-
pre.'íionar una cinta a base del generoso
bandido, amigo del g r a n d e , por la e s t a t u r a
y ijor el iiUelecto, Olózaga, y defensor de-
cidido de la virtud frente a la maldad, de
la pobreza en contra de la riqueza, e t c . . se
rasci'j la cabeza con aire preocupado y pensó
de este modo : ulCI st''ptimn arte entra pur los
ojos, el di\-¡no don de la palabra es para é¡
letra muerta ; la acción, el movimiento, en
cambio, son sus prhnordiales e l e m e n t o s ;
h a g a m o s , pues, u n a producción de anima-
ción, de interés)).
y claro, conforme a esa m a n e r a de ver el
arte nnido, ((Una extraña aventura de Luis
Candelasn es un excelente brote del árbol,
BOIETÍN para tomar parte en el
Concurso de POPULAR FILM
"¿Tengo condiciones para
ser arllsfa de cine?"
Nombre del concursaníe
Domicilio
Número
Población
Provincia
Firma:
DE l % A D I | I D
Lo justo
|)obre aiin, de la industria cinética hispana.
La a\'entura de Luis Candela.?, m á s que
extrai'ia es abnegada y m á s que de malli<'-
chor perseguido por las leyes h u m a n a s , es
de bienheclioi- ensalzado por los cánones ce-
lestiales. Y si estiramos m á s todavía, cual
si se tratase de goma arábiga, este asunto
(ic adjí^tivar el lance de Candelas íu'odado))
por Buchs, nos encontraremos con que lo
cxiraru) se transforma en primada.
I'rimada y de las mayores es, según opi-
ni('m expresada en voz alta, en plena sala
de ¡¡royecciones, por un publiquito (unuy mo-
derno)), proteger a dos tórtolos, con peligro
de la vida y sin que ande por medio la es-
peranza de percibir alguna importante can-
tidad en metálico. Y elevar por obra y gra-
cia de la amistad y de la sinceridad, a las
alturas de lo admirable, una labor de a!ca-
buetaje, aunque limpio, no es, a nuestro en-
tender, pr'imada, sino demostración de que
se tienen sentimientos nobles.
Broma.-; aparte y prescindiendo de cuanto
de hisiibstancial, de estúpuio, de ridículo,
hay en los comentarios de los espectadores
sobre lo que contemplan, anotemos el éxito
cordial de " U n a extraña aventura de Luis
('andelasn.
Considerado el cinematógrafo en el a s -
]jecto popular de heredero dii-ecto del folle-
t(')n o no\elón [lor e n t r e g a s , a lo Pérez E s -
crich o a lo l-'ernándcz y González, y con la
ví'ntaja de que, al igual que los grabados—
((monos» en el pintoresco argot de la gente
ignorante—, lo entienden incluso los anal-
fabetos, o U n a e x t r a ñ a aventura íle Luis
Candelas» carece de lunares.
l'"abricada con los ingredientes propios del
caso — comienzo misterioso, emoción a ratos
(• interés siempre—, posee, a d e m á s , cierta be-
lleza. Los idnteriores)! son de lujo soberano y
el vestuario de mucho gusto. Y e! argtunen-
to en el fondo — no en la forma, que gira
alrededor de la figura de Candelas — es ro-
mántico : los amores de la condesita y de su
i-endi(.lo galán, pertenecen por entero a esc
pretérito, lejano por el veloz correr de los
años y de las costumbre.s, en que se m a t a b a
y se moría por la. sonrisa de una liama y en
que e! jiravieso Cupido imía corazones sin
ciejarse subyugar por el brÜlo del oro.
Mas donde verdaderamente reside el triun-
fo de la film que comentamos, es en su des-
aiTollo, en su atinado desarrollo, Don José
Buchs, con completo dominio de lo que sig-
nifica ])arael pueblo el genero que ya cultivó
en "Diego Corrientes» con mediana suerte,
tira de los muiíecos con s u m a habilidad. Con
manifeslar que durante la hora larga que
lai'da en desfilar por la pantalla « U n a ex-
traiKi aventiu'a de Luis Candelasii la fatiga
no hace de las suyas, queda elogiado su tra-
bajo.
Los intér|j]-t'tes, colaboradores felices dir
Buchs, descuellan por su naturalidad. So-
brios, sin caer en afectación, Amelia Muñoz,
María Anaya, Manuel Soriano, José Monte-
negro, Fern;mdo Díaz de Mendoza y Serra-
no, José Babicra, Francisco Cejuela \' LLIÍS
Muñoz, forman disciplinado conjtmto.
.Agustín Macasuli se luce en su papel de
operador : la fotografía resiste el parangón
con !o extranjero.
'l'odo y todo.-i están en su puesto y en justa
distribución en ((Una extraña a\'entura de
Luis Candelas". D e aquí que felicitemos al
maestro de ceremonias — «metteur en scéno)
en realidad y en francés — don José Buchs,
por su victoria, que relacionado con el tono
genera! de la ¡jelícula, es justísima.
• •-' .S.UUÍl.OTDOO
BOLETÍN de votación para el Concurso de
P O P U L A R F I L M
Nombre del vui¿tnie
Domicilio .
Número
Población
Provincia
Voio por
Firmo :

PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN
ESPAÑA: Trimeiíre, 2*50 pesetas / Se m e s í r c, 4'75 pesetai / Año, 9'00 peieías
Exíranjero: 15 pétela l a ñ o • Pago por adelantado

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U
 C U O N I C Ü^ D E P A II í $
Cómo se ha realizado la película "Carmen**, según
el director de escena Jacques Feyder
Jacíiucs Feyder se encontraba antes de
realizar su film un [xico desorientado,
pues el pviI)lico universal desconoce en
su mayoría la novela do Próspero Meri-
mee y ; en cambio, m u y pocos son los que
no conocen la ópera de Bizet. lintre estos
dos libros hatiía de elegir para llevar a
callo la obra a realizar, teniendo en cuen-
ta por una parte el realismo brutal de la
novela de Merimée, y por otra el enfáti-
co y pesado libreto de la ópera. Impres-
cindiblemente liabía de decidirse por u n o
de los dos, pues no se podían bcrinanar
anilxis puntos de vista dentro del mismo
argumento, por lo cual abandonó el li-
lireto de la ópera, y se lanzó al estudio de
la novela, brutalmente emotiva y llena
de colorido y de vivacidad, decidiéndose
a realizar su mayor parte en las calles de
líspaña plenas de gritos, de color, de lla-
mas vivas, de ñores, y rutilantes de sol,
que las presta, a m á s de sus luces y sus
mil tonalidades, esa poesía a la que bien
se puede llamar poesía de la luz.
Quiso también q u e fueran tipos espa-
ñoles los q u e principalmente realizaran
la película, y eligió para ello a Raquel
Mcller, la gran cancionista española, y
al famoso torero Guerrero de Sando-
val(i).
Raquel Meller, viva, ardiente, ajiasio-
nada, ha traducido maravillosamente los
instintos tunuiltuosos de una hija de su
raza, V.n algunas escenas, tales como la
riña con la cigarrera, el talento de Ra-
quel ha sobrepasado a todas las esperan-
zas. S u s gestos no pueden ser igualados,
y llega por su estudiada descompostura
a causar el efecto de que el espectador se
encuentra ante una hija del pueblo bajo
andaluz por su tan característico modo de
ponerse en jarras, mover la lengua como
un cuchillo de combate, y por su modo
de leñir tan genuinamentc español. Ra-
quel ha conseguido crear un tipo tan
perfecto de española, que parece arran-
cado de u n a plaza andaluza en un día de
fiesta y jarana.
(1) Nii tfiii'iiios i'l ir'ií^i" LU' riiiifii-iT
tllllTl).
gOOOOOCOOOOCKXOOOCOOOOOOOOOOOOCOOOOOOO
ALMACÉN DE VIDRIOS Y CRISTALES PLANOS
x á b r i c ai
V
itiiiiiiiiiiiiiiiiniiiiiiiiiiitiiumiiiiiiliiiuiiiiiiiiiiiiiiiiiii
V ía JLayetana, níim.
000000COCXXXX)000(XXX)00CKXO0rCO000000000C000000C^
^'Vvvv.v^^^-^AA¿%•i^v^•^AA^fl^ViA.-^/vvv^rtA.^srt,^rtAn•
lí! papel de Don José ha sido encomen-
dado al galán joven Louis Lerch, cuyas
cualidades, de todos conocidas, le han co-
h.icado entre el número de los grandes
artistas cinemáticos franceses. El tipo de
García (a) El T u e r t o , personaje de pri-
mer plano, ha sido interpretado por Gas-
tón Modoc, el cual ha dado un magnífico
relieve a este personaje tan interesante.
Vu trozo de colodión, aplicado sobre el
ojo, le ha convertido en un tuerto perfec-
to, con lo cual da realidad al personaje
creado pjor Merimée, cuidando de que no
falte un detalle en s u interpretación.
E! torero Escaniillo no figura en el r e -
piU'to de esta obra : en cambio, Lucas el
Picador, adquiere en este film un relieve
interesantísimo, por lo cual ha sido en-
comendado al galán joven Guerrero de
Sandoval, de cuya actuación en esta obra
ha de hacerse mención especial. N o es
este joven español un artista sin carác-
ter y ajeno a todo mérito : se trata de un
profesional de la arena, de un torero (¡ue
en la corrida en q u e toma V)arte, no ha
IJL-rmilido emplear ninguna clase de tru-
cos que engañen al público, y q u e probó
su maestría con seis o siete toros, a los
que tuvo que lidiar para salvar las difi-
cultades de una figuración fine fuese ve-
rosímil y real.
íüicantado ha llegado de España Jac-
ques PY-yder ¡lor la cariñosa acogida' del
pueblo español, (jue amablemente se
prestó a figurar en la realización de algu-
nas escenas de conjunto, y por el apoyo
encontrado en las autoridades, las cuales
pusieron a su disposición los aduaneros,
carabineros y guardia montada que pre-
cisó liara la realización verdadera de la
olíra.
Más tarde veremos si a los españoles
les parece justa la visión de Jacques Fey-
der, a propósito de sus costumbres y le-
yentlas. Esperemos mientras tanto bien
disimestos, confiados en el talento de este
director, uno de los m á s interesantes de
Francia.
;i este faici^o
•^ - - JEAN DESJARDINS
d
a e e s p e j o s M arcos
ARCÍA iiiiiiiiiiiiiiii iiiiiiiiiiiiiitniíi
13 - B A R C E L O N A
^^tóí^^L
ESTRENOS DE LA SEMANA
"De incógnito"
Un rey que \'Íaja de ¡iicó¿Jnito llega a Pa_
rís, y ale)ndo de las pompas de su corle se
iHinfiindr iTin la inultiiud y vive alegremente
en la gran ciudad en donde c! amor y la
amistad le .salen al paso llenando de felici-
dad su vida, que poco después ve truncadas
sus ilusiones por el protocüio de una corte
fría y egoísta que • se ríe de su corazón y le
hace tomar estado con una princesa a la que
no puede amar, y que lleva a sus horas la
desilusión.
.•\dolphr .\!enjüii anima el papel principal
n)]i distinción y Ijuen himiur, que distraen
al público con sLi encanto.
Bessie Lovc, encantadora ingenua, y Gre-
ta Nissen, bella entretenida, dan con gran
talento artístico la réplica al líersonaje cen-
tral, que al final pone en su trabajo !a dulce
melancolía del vencimiento que aniquila sus
horas y que hacen de la comedia ima de las
más interesantes de la actual temporada del
RIeciric-.Aubert-Palací'.
"Le P'tit Parigot"
"Le P'lit Parigot» agradará al público pa-
risién porque a más de que está interpretado
por uno de sus favoritos, Biscot, que carac-
teriza ei principal pa[)el con mticho brío y
sin igual fantasía, tiene un ai^gumento di-
vertidísimo que nos permite, acompañando ;i
Biscüt en el filni, presenciar un idilio con una
joven desconocida, un almuerzo con Suzane
Lenglen, un vuelo con Pelleticr Doisy y un
match de íoot-ball del más gran interés.
Cuantos presenciaron el estreno de esta
cima aplaudieron el trabajo de nuestro ami-
go Biscot, al que felicitamos [xjr su nuevo
triunfo, que nos le está haciendo admirar en
veinte salones cinemalográficíis de París.
Varios estrenos
Además de estos estrenos, pueden reseñar-
se por su excepcional interés iiLes Mesaven-
lures de Jones», interpretado por Reginald
líenny y Orts Harían, «Quand la femme est
roi)), al que dan vida Marión Davles y
Creighton Male, con su reconocida maestría ;
(d^a Tour des Mensongesn, una de las más
curiosas realizaciones de Víctor Sjostrom, que
interpreta niaraviUosamenle Lon Cliancy, el
mago de las caracterizaciones, aconqjafiado
[)or N<irma Shearer y William Haines, y id^a
^^enus moderna)», comedia de eostumbn's
americanas, interpretada por lístlier Ralston,
la ingenua más popular del oti'o lado de los
mares.
y m o i d u r a s
S I M Ó N
- Telélono 3870 A.
 El retablo de maese Pedro
El simbolismo en el teatro moderno
La lámpara maravillosa con que desde
Oriente iluminan los escritores rusos las
antiguas normas de los viejos pueblos
occidentales, brilla tan intensamente so-
lare todo lo caduco, que bien pudiéramos
compararla con la de los soles de primera
magnitud, por su irracliación y vibrante
centelleo, que son Iniena prueba de la
vitalidad que anima esta nueva maniíes-
tación del arte literario. Digo nueva ma-
nifestación, porque . de nuevos pueden
considerarse los elementos que la raza es-
lava nos da cu su literatura del siglo x x .
N u n c a como ahora se exacerljó en lis-
paña el afán de crítica, y de todas las
partes saltan a la palestrq críticos mñs o
menos en condiciones de realizar tan ar-
dua la3)or como la (¡ue supone el manejo
tlcl cedazo que ha de ir separando lo
bello, lo verdadero y lo bueno, de lo feo,
Aiiliiiiiü Marti, ador del lealrn Novedades
./ii.t/ti nóiiic.z, uahhi juven de ta compañfa de Xavedades
^/vu^AArtrtrtArtArtr-vv^/^^Hvvu%^A.v^.v^^,n.-.•J^'^An./^
lo falso y lo francamente malo, pues a
pesar de que somos producto del enfático
siglo XIX, que solamente se preocupó de la
producción litcrari de los siglos anterio-
res, parece que hemos comprendido el
error, y aunque con u n poco de desprecio
para todo lo actual, que no sea nuestro,
nos atrevemos a hacer pinitos, sin temor
al tropezón, y con igual inconsciencia
Merri'dcn Seros, que c.<ld enloqueciendo a los sevillanoB
rtin un arte y r.on su beiiezit
(pie el niño que da los primeros pasos,sin
ser llevado de la mano.
A la mayoría de estos críticos aad
usum Del]ílnne)), cuando se enfrentaron
con el teatro ruso les asaltó, ante su gran-
deza, una preocupación. ¿ E n qué con-
sistía su fuerza ? ¿ Eran justos los valores
que en él percibían ; símbolo y realidad?
I Cuál de estos dos elementos era el que
prestaba mayor belleza al momento dra-
Emitm liwró, ac.lriz del (entro Novedades'
%%V%WVWVU"LWVUW^-W%V-"^JV:^JV^W'WAV\.
mático? Sin otro espectroscopio con que
analizar la nueva luz que el que les pres-
taba su buena voluntad y su egotismo,
heles cu el campo del ensayo periodístico
entrando a saco en el nuevo caudal, mu-
chas veces ensalzando la escoria, y pocas
— ¡ m u y pocas ! — deslumhrados ix)r la
preciosa pedrería que jugaba con sus lu-
ces más brillantes.
Con el realismo ya estaban acostum-
brados a jugar, ((burla burlando», y no
pararon mientes en la extraña estructura
de su nueva veste, más parecida a la tú-
nica griega que al recargado miriñaque
que ellos conocían. F u é lo que dieron cu
llamar simbolismo lo que más perturbó
-SU imaginación y lo que hizo pensar a
su cerebro.
Claro es que el .simi>olismo existía, y
algunos lo percibieron y lo hicieron notar
con honradez. Pero, ¡ oh, terrible obser-
vación ! : desde que esta palabra martiri-
zó sus oídos, no !mbo frase ni personaje
/.i'!." Teixidó, ol)u actor del ti-iitro Novedades
Oah-frán, nitor nhuiro de la cowpuiiía de Noucdadc.s
^ftJv^rtrtr..r^^rtrtJ^^«^vw^r,rt.vv^^v^.vv^^rfvvv.^,^nJ^^n^
Siinliiiiii' Miiirll, ti-nor de la coiniiafita que artúa en el
VicLoria
del teatro ruso q u e n o simbolizase u n a
pasión o una abstracción cualquiera. L a
más insignificante creación de los autores
eslavos era un avispero de símbolos, y el
tipo m á s insignificante y peor trazado era
u n a representación maravillosa de las
fuerzas directoras del destino.
Desde aquel instante, el símbolo lia co-
tizado su papel con una valoración jamás
conocida, y ya no existe para aquellos se-
ñores obra b u e n a , como n o v a y a acom-
pañada de tres o cuatro simboÜtos m á s o
menos traídos-por los pelos.
N o vayan a creer ustedes que yo estoy
a mal c o n l o s símbolos, ni muellísimo me-
nos. El símbolo en el teatro p u e d e llegar
a ser un elemento necesario, p u e s si al
realizar la oiira teatral debe procurarse
rodear a los muñecos de elementos que
les den apariencia h u m a n a , se deben de
tener en c u e n t a también las g r a n d e s p r e -
ocupaciones de la sociedad, los prejuicios
de casta, las anomalías de raza y las g r a n -
des fuerzas q u e , ajenas a la h u m a n a na-
turaleza, forman el círculo de bronce
q u e asienta su base en el misterio y pesa
en la vida del h o m b r e desde q u e nace
hasta q u e m u e r e . H a s t a ahora, el teatro
ha tenido una realización sujeta a efec-.
tos, c u y a s causas podían pasar por efectos
también de o t r a s principales desconoci-
das para la h u m a n a percepción, y ya es
hora de q u e elevemos el pensamiento un
poco por encima de las p r i m e r a s , supedi-
tadas a la educación, al carácter, etc., et-
cétera, y n o s p a r e m o s un i n s t a n t e a ana-
lizar las s e g u n d a s , más imperecederas, y
no por más ignaras, menos dueñas de la
emoción.
P a r a llegar a ellas lo hemos de hacer
u n i e n d o el campo i m a g i n a t i v o a] c a m p o
real, y a d a p t a n d o el primero a la h u m a n a
condición.
El símbolo es, pues, a mi juicio, ele-
mento imprescindible en el teatro del
porvenir, a u n q u e también creo q u e será
causa de m u c h o s errores y de enormes
equivocaciones, p u e s su g r a n d e z a no sien-
ta bien en las frentes que no estén toca-
das por el ala del genio de las g r a n d e s
creaciones.
M A R T Í N E Z DE R I B E R A
La actuación de Emina
Gramática
La labor realizada por línima (iramaticn
durante su brfve actuación en ol teatro
Ronnía, fuif labor úc, artista, a la que no h a n
faltado ni las pequeñas deficiencias ni los
pequeños detalles que a los grandes artistas
les pasan descuidados. E m m a es una admi-
rable actriz, y su reperlorio h a sido atlmira-
blemenle elegido, a u n q u e existen en 01 al-
gunos lunares de los que la gran artista no
se debió de haber dado cuenta, pues no tiene
ya años para hacer papelitos de ingenua
como el que realiza en uPeg del mío cuoreii,
o bien «Peg O ' m y heartn, como rezaba el
título en inglés de esta comedia de J. H a r t -
ley M a n n e r s , e.sírenada en Londres hace doce
años.
E m m a G r a m á t i c a en la obra que m á s nos
gustó de !as que le vimos, fué en id.a moglie
di Claudio», obra en la cual la labor de esta
gran actriz raya en !o inverosfmü por lo com-
pleja de las pasiones que alteran el espíritu
de la protagonista.
Su actuación en Barcelona constituyó un Lnig Fahieijdl, barí lino .de la compañía del trnlrn
Victi'rín
éxito, pues a todas las representaciones asis-
tió numeroso y distinguido público que aplau-
Manuel S u g r a ñ e s , conocedor del gusto de
dió entusiasmado a esta g r a n actriz italiana,
lodos los públicos, al ver el desaliento que
cuyo debut en nuestra ciudad puede señalarse
a n i m a b a la masa masculina, preparó a mar-
como un acontecimiento artistico-Hterario.
chas forzadas el estreno de «Yes-Yesn, con
E s p e r a m o s q u e esta eximia actriz vuelva
la cual acalló las protestas del público sub-
pronto a recordarnos los laureles que en esta
versivo.
su primera actuación conquistara, y felicita-
El crítico de (lExcelsiom, al referirse al es-
mos a la empresa del teatro R o m e a , pues
treno de «Yes-YesD. comenta del siguiente
espectáculos de esta índole son siempre pre-
modo :
cisos « n ciudades que, como Barcelona, sien-
((Yes-Yesn h a triunfado clamorosamente
ten la inquietud artística en todos los m o -
en el (dris», y este éxito rotundo acabará de
mentos.
borrar lunarcillos de desdén ciue habían caí-
do sobre la primera revista que nos preécntó
Las revistas de Sugrañes en el señor S u g r a ñ e s , tachas t[ue pusieron los
desencantados de su propia fantasía interior
Méjico que los hizo imaginar lo que la E m p r e s a no
había anunciado.»)
P o r la prensa de Méjico nos e n t e r a m o s del
grandioso éxito obtenido en dicha República
por la compañía de revistas que acaudilla i'La médula de «Yes-Yesi» no está en los
Manuel S u g r a ñ e s . diálogos ni en los cuadros de cuatro paredes,
El público de Mí^jico se quedó un poco des- • sino en la fantasía de !uz a todo foro, e n las
concertado ante los espectóculos de S u g r a ñ e s , cortinas ricas y en las drai>erfas de t a u m a -
pues sin duda creían q u e iba a ser el desnudo lurgia que sorprenden y e n c a n t a n .
el fuerte principa! de la compañía, saliendo ))E1 público admiró y se sintió vencido y
decepcionado en este sentido del estreno del convencido. nYes-Yes» d a r á m u c h a s e n t r a d a s
iiKiss-me», pues a g u a r d a b a n en vez de u n — t a n plenas como la del estreno — en no-
ches subsecuentes.>i
espectáculo de arte u n a s sesiones idjatacla-
nesca.s», desprovistas de todo adorno que no üEl Universal Gráficos alaba los cuadros
fuese la forma femenina en toda su mííxima de! «Yes-Yesu, especialmente los de represen-
desnudez. tación, cuyo lujo y sentido artístico juzga in-
superables.
Nos a g r a d a n estos informes que podemos
d a r a nuestro público, por tratarse de u n a
compañía española que lucha en .el extranje-
ro por colocar a buena altura nuestro nombre
artístico.
En Madrid hacen un homenaje
a Manuel Fontdevila por el
éxito de "La dona verge"
L a s redacciones de (¡El Liberal» y de nEI
Heraldo de Madrid» y m u c h a s de las amis-
tades con que cuenta Fontdevila en la villa
y corte, obsequiaron con u n b a n q u e t e al no-
table comediógrafo y periodista Manuel Font-
devila para celebrar el triunfo obtenido por
éste en Barcelona con la representación de
su d r a m a u L a dona verge».
Al acto asistieron lo mejor del arte y la
literatura, y el presidente del Casal Catalíi
con varios individuos de la directiva.
El homenaje constituyó u n a verdadera m a -
nifestación dé simpatía y compañerismo. No
hubo brindis por excelente acuerdo de los
Pepe 'Ar.uSviva, Icnor cómica del ietitro VictoTiw asistentes.
vvvvvwrt¿vv^fl^w^ftflAVvvv^AAi%vvvvv^ft^J^^Jvv%
^pu£n^íSfL
 vv^rt^wv^,•vv^AnArkftrtrtAAA^AF^rtiVvv^vvwvLVWAF^i^^

£ic - £ a k e n (Tox- Slues)

©e los maestros T, 6scofet y "j, Gon^ále^ t

vv^^vwvvuvvvw%nrf^rtirL%v"L^Artjvw%rtrtftftifVirtft/^ •iArtfliflA%wwwvi^^ft^FLwwvwAW^AísflinAnA%
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Al %

Con objeto de que nuestros lectores encuentren en la página musical las

más bellas composiciones de la temporada, hemos procurado contar
con los más interesantes maestros de la canción y el baile, los cuales
nos han prometido la exclusiva de sus más originales producciones.

'VVV\rtHVVVJl^iVVV1-Pi/V^k^tVVWSAíVJVWJVVVVVVU vw^AAívv^íV^vtfvvvvv^ftrt^wAVvvv\AffJVVWvwvwl
vv'L^^wAvvvv^^•v^Aruvvv^rti^lP^^V»^^^^Aív^v^ArtiVSJ^rt/^^

F R E N T A L A
Varías escenas de la graciosísima película de la
Metro ' Goldwyn,

EL REY
DE LOS
COW - BOYS

•:

V;flifti^%fliiWlA%VV^rtiWLnAArtAftA^^ÁAAArtrtíWV%W^
8 v/£^W^
 A M T A 1. 1 A
i Gráficos de ''Una extraña aventura de Luís Candelas''
Esta película, de producción En "Una extraña aventura
de Luis Candelas", la figura
nacional, ha sido dirigida por
simpática del popular ban-
José Buchs, uno de los más dido aparece trazada con
expertos directores españoles. gran precisión.

La cinematografía nacional da bien se aprecian algunos pe-

ahora sus primeros pasos, pero queños defectos de realización,
estos van siendo más firmes
se observa también que núes-
í
¡!
cada vez, como puede juzgarse
por las escenas que aparecen iros peliculistas se van orien-
ii en esta página, en las que si tando en este arte.

^'vv^Aí^Artl^JVuvuvv^Artrt^J^rtAíWrtftrtAJ^ftA^ft^^
•9
'>^»^<jv.^<jvj'vvvjv'jv\,'vv^rjvjv»r,r>jv
James Cruze firma un nuevo
contrato con la Paramount
Mace alffunos aiibs, J a m e s Cruze impresio-
nó una ¡jelÍL-Lila intitulada : dUn día glorio-
son. Poros días ha «vivióii ese día.
Despiiís de la proyección preliminar de su
última jjelíciila para la P a r a m o u n t , "Oíd
Ironwidesii, la poderosa empresa le puso a la
firma los términos de un nuevo contrato, por
mi'dio del cual se le extiende el que existfa
enti"e i.'I famoso director y F a m o u s Players.
contratando a J a m e s Cruze para una larga
serie de ¡Milículas que lo tendrán activo du-
rante varios años.
—Creo sinceramente que í<01d Ironsidcs»
es la suprema producción de Mr. Cruze — de-
claró Jesse L. Lasky, vicepresidente de F a -
mous Playcrs-Lasky Corporation y director
general de la producción de la P a r a m o u n t — ,
Esta obra, al igual que «La caravana del O r e -
góni>. lo acreditan como uno de los genios de
ia pantalla, y hacen de ¿1 un director que h a
contribm'do al engrandecimiento del Cinema,
cual muy pocos artistas en la industria. Mís-
ter Cruze comenzó como director en la P a -
r a m o u n t , no habiendo impresionado películas
para ninguna otra empresa. E s también nues-
tro m á s ardiente deseo que continúe con nos-
otros h a s t a que deje de trabajar para la
pantalla.
J a m e s Cruze nació e n Odgen, Utali, y des-
de muy joven comenzó a trabajar en el tea-
tro. Después de haberse conquistado un nom-
I re como a d o r de calidad, entró a trabajar
en la píuitalla, llegando a ser lo que hoy el
m u n d o lo proclama : un director como pocos,
.Según B. P . Schulberg, productor asociado
de la P a r a m o u n t , solamente obras de gran
importancia en las cuales pueda emplear los
múltiples recursos de su arte, serán enco-
mendadas a Mr. Cruze. Con esto saldrá g a -
nando la empresa editora, los exhibidores y
el público.
No es muy fácil "entrenarse"
para caracterizar a Roosevelt
Esta es la opinión de F r a n k Hopper, es-
cogido para que caracterice al ex Presidente
Roosevelt en «The R o u g h Riders», película
cuyo a r g u m e n t o está basado en las activida-
des del regiiniento de caballería del mismo
nombre que tomó parte tan activa en la gue-
rra hispanoamericana, y del cual Mr, Roo-
sevelt e r a corone!.
Con el fin de poder caracterizar su papel
i-on pro])iedad, Mr. Hopper está ((entrenán-
dose)! muy concienzudamente, montando a
caballo cuatro horas al día, haciendo ejercicio
en el ginmasio todas las m a ñ a n a s y, e n g e -
MARAVILLOSO
Y PRODIGIOSO INVENTO
LOS CABELLOS BLANCOS íomorán su primííivo color noiural A LOS OCHO DÍAS
de usar e! INSUSTITUIBLE ACEITE VECiETAL MEXICANO, PREMIADO GRAN PRIX,
CRUCES y MEDALLAS, No mancha absoluíamenle nada y por esto se usa con los mismos
manos, como cualquier BRILLANTINA. El uso de esie ACREDITADÍSIMO articulo no es
para teñir los cabellos de tal o cual color: es únicamente para devolver a los CABELLOS
BLANCOS su primitivo COLOR NATURAL, CON TODA GARANTÍA, hayan sido ésfos
RUBIOS, CASTAÑOS O NEGROS, sin que nadie pueda ni imoginorse que estén teñidos.
Se garantizo tambiín que no se caen los cabellos con su uso. Concesionario: E. S A R R A .
Se vende en todas las perfumerías de España, Precio, 6 y 10 pesetas. Con uno de los de
a 10 pesetas hay cantidad suficiente para un a ñ o de uso.
lO
neral, buscando los medios de poder desple-
gar la energía y actividad que hicieron fa-
moso al- célebre ex Presidente americano. El
director Víctor Fleming, encargado de la di-
rección de la obra, así como Mr. Hagedoi'n,
biógrafo de Mr. Rousevelt, esperan t-iue la
im[jresión de " T h e Rough Ridersu se co-
mience muy (*ñ bre\'e.
Beaudine dirigirá la próxima
película de Meighan
De acuerdo con las declaraciones de W i -
lliam Le Raron, productor asociado de la P a -
r a m o u n t en el estudio de Long Isl;md, el
conocido director cinematográfico William
Beaudine dirigirá la próxima |íelícula del co-
nocido actor T h o m a s Mciglian.
,\unque aún no se h a dado a conocer el
título de la nueva película, se sabe que el ori-
ginal se debe al conocido d r a m a t u r g o Paul
Dick-ey, habiendo sido adaptada a la p;mta!la
por Mr. Crozicr, diretctor literario de la com-
pañía de Mr. Meighan,
Nueve trajes de etiqueta para
ia impresión de una película
Generalmente un traje de etiqueta d u r a la
vida de un hombre, considerándose que la
compra de uno nuevo es Lma a\'entura com-
parable a la de cruzar a nado el Canal de la
Mancha.
Para R a y m o n d Ciriffith la compra de un
traje de etiqueta es asunto sin trascendencia
alguna, algo así como afeitarse todos los sá-
bados, pues el célebre actor se compra uno
casi todas las s e m a n a s . Ya no se preocupa
.siquiera de Ir a ver al sastre : simplemente le
telefonea. Y como su* sastre sabe que mfster
Ciriffith no usa otro disfraí: en escena que el
traje dé etiqueta, se los hace a la OÉ-den y por
docenas para no molestarse en tomarle la me-
dida. De esta m a n e r a compra el paño al por
mayor y se ahorra en el corte. D e este modo
e! actor está siempre bien ser\'ido, y el sas-
tre puede atender a otros clientes.
En la última película de Mr. Griffith, «fie
sorprenderán, nada m á s q u e echó a perder
nueve trajes de etiqueta. Esto sorprendió al
sastre, pues generalmente siempre necesita
para cada película algo m á s de la docena.
Dorothy Saba.stian caracteriza el papel de
protagonista femenina e n esta película, ac-
tuando en ¡Dapelcs secundarios ios conocidos
Earle WiHiam?, Edward Martindel y otros
no menos populares. La impresión se llevó
a cabo bajo la inmediata atención de B. P .
Schulberg.
•L^J^ffJ^rtrtAAflArtJ^ftArtrtrtrtA,•-An^w^ft^^fl^^^^vwvvv^flA
'm
El número de Navidad que pu-
blicará
P O P U L A R FILM
será v e r d a d e r a m e n t e lujoso.
Los suscriptores de nuestra
revista recibirán gratis este
número como todos los extra-
ordinarios que se publiquen.
Claire Whííney en
"El Gran Gaísby"
Después de estar alejada por algún tiempo
de la escena m u d a , se sabe que la bella actriz.
Claire Wiiltney caracterizará un papel de
import.'mcia en la nueva producción de l i e r -
berl lírenon para la P a r a m o u n t , nEI Gran
Gatsbyi), que se está impresionando en el es-
tudio de Eong Island, y en la cual caracteri-
zan los pap<'le.s de protagonistas W a r n e r Ha.K-
ter y Lols Wilson,
Dos primeros' actores en la
película de Neilan
Dos primeros actores de reconocido mérito
toman parte en la nueva producción do Mar-
shall Neilan, " D i p l o m a c i a ^ : Neil Mamilton
y fiarle \A'Ílliams.
Ambos actores son bien conocidos de nues-
tro público, Mr. H a m ü t o n ha caracterizado
primeros pa|)eles en un gran número de ]ie-
Hculas.y Mr. Wrlllams también h a sido aplau-
dido en un gran número de obras. Ambos
arti.stas caracterizan primeras partes en este
grandioso d r a m a de Sardou, puesto en la
pantalla ]Dor la P a r a m o u n t , y producido bajo
la dirección de artista de t a n t o prestigio como
Mr, Neilan.
Además de los artistas mencionados, ca-
racterizan papeles de importancia en itDiplo-
macia» los conocidos Bianche Sweet, prota-
gonista femenina ; Gustavo von Seyffertitz,
.Arlette Marcha!, Julia S w a n e Gordon, Ar-
lliur Edmond y C a r e w y David Mir,
A Arleítc Marchal le agrada
la campiña americana
La bella actriz francesa Arlette Marchal,
hoy primera actri:í de la P a r a m o u n t y heroí-
na en i<The Korlorn Rivern, magnífica obra
de Zane Grey que la Paramiount h a puesto
en la pantalla, después de pasar unas sema-
nas en las m o n t a ñ a s de Utah impresionando
a l g u n a s escenas de esta obra, ha declarado
que le a g r a d a en extremo la belleza incom-
parable de la campiña americana, verde y
florida como los alegres campos de su patria,
Mlle, Marchal conquistó ¡a envidiable po-
sición de que hoy disfruta, con su actuación
en " M a d a m e Sans-Gene», e n la caracteriza-
ción que hizo de la h e r m a n a de Napoleón.
C u a n d o el favor del público la proclamó como
u n a gran actriz, la P a r a m o u n t le ofreció un
contrato bastante ventajoso, y la trajo a Amé-
rica para que impresionase u n a serie de obras
para esta emi)i"esa.
En (tThe Forlorn River» caracterizan pa-
peles de importancia los conocidos artistas
Rnvmond Matlon, E d m u n d Burns, T o m
Santschi, Noal Luxford y algunos otros de
no menos mérito, fíirige la impresión el co-
nocido director cinematográfico John W a t e r s ,
esperándose que esté muy en breve termi-
nada y dispuesta para el mercado.
V^v^«v^iVvvvvvvv^rti^rtlVv•^rtrtfl.^^vvvv^^J^rtrtrtflrtPkV^lr^^
Más sobre Rudy
Los amcricíinos. que aún no se h a n de-
cicücio a dejar en I('¡JOSO IUS restos mortales
de Rudolfo Valentino, ronlinúnn rodeando a
esta t^ran figura del arte m u d o de abundan-
tes y singulares detalles.
C u e n t a n que el difunio ha dejado ocho au-
tomóviles, cinco caballos, un yacht, dore pe-
rros, cuarenta trajes, cincuenta pares de cal-
zado, trescientas corbatas, 50 sombreros y...
dos mil camisas.
Por otra parte, un editor anuncia con j;íran
((reclame», que muy pronto publicará mil c a r .
tas de a m o r dirigidas al desaparecido.
Son cartas de jóvenes, de d a m a s de la aris-
tocracia, de douiísticas negras, de religiosas
y de una princesa perteneciente a la ex fami-
lia imperial de Alemania,
Consideramos esto muy poco oportuno, y
no creemos que las e n a m o r a d a s del que fué
el m á s atractivo de los cinematografistas m e -
rezcan ese pago. .. . •.
ECOS DE BARCELONA
La creación d e Buster Keaton
en "El r e y de los cow-boys"
Varias estrellas de la pantalla han asegu-
rado sus ojos, m a n o s o p í o s ; pero Buster
Keaton, e! sin p a r comediante, aseguró du-
rante la filmación de la comedía «El Rey de
los Cow-boys", a una h e r m o s a vaca, la cual
secunda a Buster en dicha película. L a s u m a
por la cual está asegurado este animal, ex-
cede en mucho el valor total de toda la pro-
ducción, que ya por sí es fabulosa. Ésta vaca
V un mulo de orejas descomunales, tuvieron
que hacer un viaje de muchos kilómetros
h a s t a llegar al rancho donde se e n c o n t r a b a la
compañía preparada a impresionar el film.
Buster descubrió a su interesante compañe-
ra de trabajo en una granja del valle de C a -
lifornia, y esto despu(^s de buscar por todos
los contornos a un bovino que reuniese las
cualidades de belleza y m a n s e d u m b r e que
reúne «Ojos castañoso, nombre por el cual
es conocida esta nueva estrella de la pantalla.
P a r a la filmación de la película ((El Rey de
los Cow-boys», fué preciso construir u n a ciu-
dad casi entera, o por lo menos una barriada,
ya que en una de las escenas de la misma, un
rebaño de 500 bueyes tienen que invadir H
población. Estos animales, todos traídos di-
rectamente de los ranchos de Arizona, son
casi indomables, y fué preciso contratar a
u n a legión de cow-boys para el manejo de los
mismos ; así y todo podemos asegurar que no
quedó nada entero después del paso de los
bovinos por la imaginaria ciudad. U n a esce-
na, particularmente, llama la atención por su
realismo, y es en el momento en que este re-
baño alocado e n t r a en u n a confitería sem-
brando la consternación y el terror entre los
que allí se e n c o n t r a b a n , y bien podía ser rea!,
ya q u e Buster dejó de advertir a los actores y
actrices que se encontraban en la referida
tienda, que recibirían tan agradable y ani-
m a d a visita. El único que se atrevió a hacer
frente a la m a n a d a de bueyes, fué un pequeño
perrito que pertenecía a u n a de las artistas,
el cual, subiéndose al mostrador, procuró Ins-
pirar con sus ladridos un poco de respeto a
los fieros intrusos. N o hay por q u é decir q u e
los clientes y dueños áe la tienda, desapare-
cieron a la mayor brevedad posible.
Si padecen ustedes del corazón, absténgan-
se de asistir a la proyección de la película «El
Rey de los Cow-boys», el último film dirigido
e interpretado por el incomparable actor
Buster Keaton, En este film se suceden u n a
serie de incidentes de u n a hilaridad extrema-
da, unidos también con m o m e n t o s de intensa
emoción y sentimentalismo.
Esta película acaba de estrenarse en los ele-
i: g a n t e s salones Capítol C i n e m a y Pathé-Ci-
nema. . .
^•^^^^rtAft^S^^^^^^A^^^^WArti^^^^^^^^W^^^U
^n^vvv\iV^rt/^rtA^iAnAAftArt.^rt^v\/^^^.v\A^^/^AVS/w^AAAA^
Proyecciones
En el Coliseum se estrenaron dos bellas
e interesantes producciones. «De I^ondre.s
a la ciudad del Caboii y ¡(Reclutas a reta-
guardian.
Sin que pueda llamar.se a estas produccio-
nes superfilms, encierran grandísimo interés,
tanto la una como la otra dentro de sus gé-
neros respectivos, y fueron a m b a s aplaudidas
por el distinguido público que llenaba la sala.
El acontecimiento de la semana lo cons_
tituyó el estreno de «La viuda alegren, su-
perproducción de la Metro-Goldwyn en los
cines Capito! y P a t h é , que d u r a n t e varios
días tuvieron que colocar en sus respectivas
taquillas el «Despachadas todas las locali-
dades)).
El éxito de este film ha sido de los m á s
resonantes, lo cual anticipamos a nuestros
lectores una vez que fué pasado de prueba.
El público en general salió de estas salas
complacido por la emoción, el interés y la
espléndida presentación de esta joya de la
Mí'tro-Goldwyn.
Noticiario cinematográfico
El director y apoderado, respectivamente,
de la Mundial Films, señores Soler y Plajá,
se encuentran en P a r í s : su viajo no tiene
otro objeto que el de hacer compras para la
temporada.
Como estos señores nos han demostrado
su buen gusto, esperamos que a su regreso
nos presenten algo digno de la firma que re-
presentan.
La importante firma Julio Cés;ir anuncia
para muy pronto nuevas presentaciones ((Pro-
discoii, que es[)era han de tener ¡5or parte de
la crítica y el público la gran aceptación que
merecieron las anteriormente presentadas de
la misma m a r c a . 1 film será pasado al mismc tiempo en Amé-
Ma quedado constituida la Comisión orga-
nizadora de la ((Popular Films», por los si-
guientes s e ñ o r e s : Don M. de Miguel y don
José Caballé, delegados por la « M u t u a de
Defensa Cinema Iográfica líspañolaii ; don
José Salvatelia y don E d u a r d o ViUiseca, por
la Asociación do E-mpresarios ; don D a m i á n
Molino, de ¡lEl DÍluvioi>, y don Juan Bro-
tnns, de «El Día Gráfico».
Deseamos que esta nueva Comisión obten-
ga positivos éxitos y m u c h o acierto en toda
su actuación.
Noticias breves e inéditas d e
los estudios
Hace muy poco tiempo, la multitud de ba-
ñistas que gozando la esplendidez del sol lle-
naban u n a de las playas meridionales de
Francia, se vieron vivamente sorprendidas
É^jiiiiiiiiiiiiiiiiiiiitmiiiiiiiiiiiiiiiiiiHimiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiuiiiiiiiiiiiiiiiiitiiiiiiim^^
C A R T E L E S DE C I N E i
I MANUFACTURA GENERAL DE IMPRESOS - LITOGRAFÍA
REPRODUCCIONES DE
ARTE - CATÁLOGOS
CROMOS - FACTURAS
R. F O L C H
por un velero medio desarbolado que se di-
rigía, sin gobierno, sobre las rocas de la costa.
P r o n t a m e n t e KC dieron cuenta de que la
desgracia que parecía extender sus alas sobre
la playa veraniega, no era m á s que una toma
de vistas que Luitz Morat realizaba para su
película «El judío errante».
El velero que de tal modo caminaba a
romperse en los escollos, era portador del
príncipe Djclma, uno de los herederos de
Marius Renncpont, bajo cuyo ropaje exótico
se reconoció en seguida al elegante Silvio de
Pedrelli. A su lado estaban también Gabriel
Mario, que ¡jcrsonificaba a Dagoberto y a la
graciosa J e a n n e Helbling, que interpreta el
papel de Adrianne' de CardoviUe,
El fantasma del peligro desapareció de la
playa, y m u y pronto, restablecida la tranqui-
lidad, renació la alegría y el buen humor, que
comentó a su sabor las peripecias de aquel
espectáculo interesante y nuevo que tenían
a la vista.
. • ^ ^ • • • . / • . . _ , - , , ^ . • ^ • . , ^ . . •
ICn el reciente concurso organizado en. P a -
rís con objeto de proporcionar nuevas estre-
llas a la pantalla, ha sido favoreííida con el
primer premio MI le. Mireille Soubirau, be-
lleza morena cuyo rostro, perfectamente ova-
l)ajo cuyo a m p a r o brillan untis ojos magnífi-
lado, posee u n a s líneas suaves y delicadas,
cus y expresivos, llenos de dulzura y encanto.
Ni que decir tiene que Mlle. Mireille Sou-
birau ha recibido ofertas h a l a g ü e ñ a s de Nor-
teamérica, que hasta la fecha ha rehusado,
pues varios directores franceses piensan uli_
lizar s u s cualidades p a r a próximos films.
((Valencia», que turna en estos momentos
Mae Murray para la Metro-ííoldwyn Mey(M%
estará terminada dentro de muy pocos días.
Se dice que esla popular producción será uno
de los grandes éxitos de la célebre artista.
C o n t r a lo afirmado recientemente, este
rica y en Francia.
Raymond Bernard, que se encuentra en
Polonia lomando exteriores para «El jugador
de ajedrez)), cuenta con el apuyo del mariscal
[•"ilsudski, el cual ha puesto a sus órdenes
para este fin, cuatro regimientos, que a pesar
de encontrarse a doscientos kilómetros de
Varsovia, fueron transportados al campo de
Ostrolenka, en el que M. Bernard t u r n a los
exteriores de su film.
Un espectáculo mágico constituyó el des-
file de los diez mil hombres de a caballo y
los mil infantes, cuyas a r m a s fulgían bajo e!
sol, y do los cuales se ¡labían do defender he-
roicamente los insurgentes.
El mariscal Pilsudski asistió a la toma de
vistas de exteriores, pues se halla interesado
vivamente en presenciar todos los trabajos de
la ((troupe» que? acaudilla Raymond Bernard,
I
Teléfono PAPEL DECARTAS-TAR
lETAS y DEMÁS TRA^
n." 674 G.
BAJOS COMEr^CIALES
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B A R C E L O N A
:. • 11
 L A i % O D A EN EL CIN
Las artistas alemanas y la moda
Desde hace una temporada, los alema- villosa euritmia de su cuerpo grácil y que es de rigor para la mujer elegante,
nes, que habían permanecido en silencio el liechizo sangriento de su boca, que hoy que la forma triunfa de modo tan
económicamente aniquilados por el tra- pone en su rostro la llamarada sangrienta soberbio y tan delicadamente encantador.
tado de Ver- de una puñalada, La carne nácar y rosa a, través de la mu-
salles, li a n son cualidades que selina, adquiere tonalidades tan atracti-
vuelto a asom- la raza latina po- vas y tan suavemente pende esta labor de
b r a r n o s con see, y que en este unos honderos desnudos, que las mujeres
sus ,[ir a n d e s caso, por excep- a la moda, al igual que la deliciosa Ellen
producciones ción, ha bordado Richter, han hecho de ella el tejido ideal
cinematográfi- sobre esta lindísi- con el que enmarcar la suave tonalidad
cas, con l a s ma muñeca sajona de su tez de nieve o el encanto áureo de
que han lan- el peregrino encan- sn carne morena.
zado a la fama to con (¡ue suele Otra de las bellísimas mnjercítas (]ue
algunos nom- hacer resaltar la la cinematografía alemana nos ha hecho
bres q u e , si delicada belleza de conocer, ha sido Xenia Desni, un milagro
bien fueron las mujeres de su de nácar, oro y rosa, cuya perfecta belle-
desconoci d'os raza. za pueden admirar nuestros lectores en
hasta hace" otro de los gráficos que sirven de adorno
La misma senci-
m u y poco, hoy a esta página.
llez se nota en los
son de todos
otros dos gráficos, vSon estas dos mujercitas tipos de be-
admirados y
a pesar del adorno lleza bien opuesta. Los ojos grandes, cla-
aplaudidos por
(juc en el uno, par- ros, inocentes de Xenia, parecen más
las grandes in-
candorosos al lado de los ne-
terpretaciones
gros de EUen. El oro de' los
(]nc h i c i e r o n
bucles de la primera, contras-
en obras cuya
ta con el negro brillante de la
perfecta reali-
cabellera de la segunda. Y
zación corre
tanto una como otra, son deli-
en Iioca de to-
ciosamente bellas y adorables.
dos los aman-
La casa U. F . A. tiene un
tes del cinema, rendidos por el arte sajón.
concepto amplísimo de la be-
Mujeres bellísimas nos han hecho conocer en lleza, y ha procurado rodearse
sus films, por los cuales los nombres de María de «vedettes», cualquiera de
Corda, Lya de P u t t i , Ellen Richter, Ossi Os- las cuales, por sí sola, prueban
walda y Xenia Desni, tienen para nosotros el el buen gusto de la dirección
encanto de ir acompañados de una belleza ex- artística de esta nueva empre-
cepcional y de una elegancia delicada y suave, sa editora, que tan sabia y
que a pesar de su originalidad no sorprende con sencillamente sabe unir lo be-
la barroquería estallante a que nos tienen acos- llo a lo elegante, y que apenas
tumbrados las artistas de la pantalla. comenzada su labor editora,
colocó tan alto el nombre de
Kntre todas las grandes «vedettes" del cine sus ((vedettes».
alemán, d e s -
cuella por sn M i s s GLADYS
particular en-
canto y ]">or su
gracia, propia-
mente latina,
la b e l l í s i m a
Ellcn Richter,
a la cual per-
tenecen tres de
las fotografías tiendo de
t|ue i l u s t r a n su garganta,
esta p á g i n a . a c a r i c i a su
La se n c i 11 e 7. torso, som-
domina en el breado por la
modo de ves- muselina que
tir de esta de- le b e s a , a
liciosa morena, la par que a
cuya esbeltez la s e d a d e
resalta encan- la ((combina-
t a d o r a , sea ción)) de un
cualquiera la veste que la adorne. tono m u y claro, y que se hace Íni-
Tocada del clásico pañuelo de Manila, prescindil.)le, tanto en las ((toilettesn
bien podía pasar por una andaluza ena- de tarde como en las de noche.
morada de la luz del sol y de los tonos La muselina durante este estío,
brillantes de los claveles sangrientos y ha triunfado ampliamente, y pue-
sensuales. Su belleza es esencialmente de asegurárs la un éxito prolonga-
latina, y a ú n más C[ue latina, ibérica : la do, pues tanto en chales como en
delicada línea de sus facciones, la mara- túnicas o dalmáticas, demostró

^i^A^uVVlArtrtA^Av^%v^^rtJV1lArtrtrtrtrtrtrtívvv^A.vv^i
12
 B".^%

Museo fotográfico de Popular Film

RICARDO CORTEZ
uno de ios grandes galanes de la pantalla que se señalan
como sustitutos de Valentino

vuvv^^^rtA/iAJ^ftJ^^AAA^J^i^AAA^lVv^A^^iVvvuv^^^
L '' E
La cofradía del donaire y
de la burla
El hiimorismu asoma a menudo su fíiz,
(2nli'(í burlona y {íra\p, en la prosa atildada y
brillante de Pedro Nimio. Ú l t i m a m e n t e , este
¿íran Ininiorista me aludt; en un artículo, a
la vez que a otros escritores, para que for-
memos la cofradía del donaire y de hi burla.
liínuru q u é les parecerá a los d e m á s alu-
didos la idea lanzada por Pedro Nimio ; esii
liermandad sería un bien público, un acto c\-
\'il, u n a buena meditla de higiene literaria.
.'\caso sea preciso razonar esto un poi'o
para los menos avisados, para los habitantes
del país intelectual fronterizo a Babia. \*ny
a pasar, pues, m i s palabras por la colada
para que se aclaren ; voy a tenderlas al sol
para que se enjuguen y sean m á s nítidas.
Kl pensamiento del escritor piiblico tiene
que pasar cada día el alambre que h a tendi-
do la censura enti'e !a cuartilla y e! periódico
o el libro. Si no se sabe g u a r d a r bien el equi-
librio, se corre el riesgo de la mutilación, de
ia frai'tura. Pero no es el equilibrio q u e now
obliga a m a n t e n e r la censura lo que debe
preocuparnos. A fuerza de entrenamiento pa-
samos ya esa cuerda floja cun m á s seguridad
que nE\ hombre beodon q u e actuó en el
Olynipia. La causa porque se debe formar
la cofradía del donaire y de la burla, es otra.
La hipocresía, la conveniencia, el egoísmo,
la falacia, la mentira, h a n trastocado toda
clase de valores ; y la falta de sentido moral
y artístico ha vuelto las cosas de! envés. Hoy
es, o parece — conce])tu pirandeliiano — ge-
nial, eximio, ilustre, notable, Iionrado, va-
leroso, t[uien se lo propone. E n los días q u e
corren, I:i moda clel pantalón O.xfnrd y la
americana T u t a n k a m e n da al hombre un
aire fí'meníno, y la melena a !a garlón y a lo
paje, mascuiinizan la caljeza de la mujer. Es
la época en que triimfan lo falso, lo postizo
y lo contradictorio.
Los que no podemos acomodarnos a las
íiccioncs del siglo, a los q u e nos fastidiaría
tomar parte en la m a s c a r a d a , tendremos q u e
adoptar frente a ella n n gesto literario q u e
sea elegante y h u m a n o a la vez : el humoris-
mo, la ironía, el donaire o la burla. Con ima
pirueta graciosa y desconcertante, defender-
nos de la injuslieia, burlarnos de la seriedad
que simulan las gentes menos serias, zaherir
a los que se ponen im talento postizo como
un bisoñe, Pero nada de estridencias, de crí-
tica minuciosa y severa. Esfas a r m a s deben
servir sólo de adorno en nuestra panoplia
mientras no puedan emplearse en algo \ e r -
daderamente digno cíe! esfuerzo que hace fal-
la para manejarlas.
¿ N o han h e i h o feria, baratillo y encantes
los simuladores de los elogios y de los adje-
giw [iWfiiMi nwn iTWfi iwn M íiwinMi iiwn n ^
I Herniados
H Tened siempre muy piesenle que los mejores apareitos del mundo, para la curtición
P de lodd clfise de hernias en hombres, mujeres y niños, .son los de la casa
% TORRENT. Sin trabas ni (iraníes engorrosos de ninguna clase No nioleaian ni
E hacen buho, permiiiendo hacer libremente lodos loa movimientos y los irabajos
P más duros y pasados sin la más pequeña molestia. S i queréis ahorrar salud.
% tiempo y dinero, no debéis nunca comprar <iparato alguno sin antes ver esla casa.
Casa Torrent
Wjái\i\m\[\my.\minímí •m\\miv\mvm¡\]\m[¡mii\mi\]M\\^^
1.4
•^-t^c-^P^^^^^^^
DepúsüQ general para Espaüa: E^tablGcimientos DALMüIl OLIVERES, S. f l . : Paseo Industria. M. BaiteloDa
ti vos encomiásticos, quíliindoles su virtud,
apagando su brillo? Pues apliquémoslos a
ellos cuando estrenen u n a . comedia, cuando
publiquen un libro. Pero con tanta prodigali-
dad, con tal desprecio de su valor, que resul-
te el encomio la m á s donosa burla que se les
pueda hacer.
Pedro Nimio : estoy dispuesto a ser uno de
los hermanos tle la cofradía, h e r m a n d a d o
congregación del donaire y de la burla.
ESTRENOS
Poliorama:
"¡Riquíña!
E s t a comedia de don Emilio Méndez de la
T o r r e no dejar;i la m á s leve huella en el tea-
tro español. El ambiente sin color local, los ti-
pos borrosos, el a r g u m e n t o de no\'ela blanca,
el diálogo inocente.
Lo único admirable de la comedia f u é : la
interpretación, en la q u e .se destacaron Luisa
Rodrigo, Luis Peña y Gómez Carrillo, y la
benevolencia del selecto público que acude al
Poliorama,
Barcelona:
E S
' U n hombre y una mujer"
I S. .líitiHíir. — Madrid. — So iiiililicará.
Esta comedia de Alfred Savoir, a d a p t a d a
ahora al castellano por Salvador Vilaregut,
se la vimos representar en italiano a la ex-
celsa actriz Vera Verganí, durante su actua-
ción en el I-iceo.
.Se trata, pues, del estreno de u n a obra ya
conocida de nuestro público, l^o nuevo en
este caso fué la interpretación, digna de loa,
sobre todo por lo que respecta a Rivelles y
a la señora Carbone, y las decoraciones de
Jium Morales.
(trencats)
13, Unión,
B a r c e l o n a
ljaM|iijffj|ii|i|^i:(jtti¡iü*uiiiaüiiJÉüiiiiÉtiiiUÉLiii^|¡|Jiyi|||J*üiiu*üi'üMi^
J% E L
KALMINE EL M E J O R SELLO
C O NTR A E L D O LO R
Laboratorio P. METADIER
TO U R S
De venta en todas las buenas farmacias
y droguerías de España.
Español: "Marít enganyat...
home afortunat"
El título nos ahorra remarcar que es un vo-
devi! con todas las consecuencias, pero sí que-
remos decir, a u n q u e t a m b i é n holgaría, q u e
los artistas del Español lo interpretaron,de u n
modo excelente, conK> ellos saben hacerlo,
sacando adelante la obra con el tlonaire de
_ siem[)re, sin un tropiezo.
MATIÍO SANTOS (IMarit e n g a n y a l . . . home afortuna!n, que
se está representando en u n teatro de P a r í s ,
con éxito e n o r m e , ha logrado también im
buen éxito en el Paralelo de Barcelona. El
público de la noche del <'streno rió los chistes
ña I "
de un verde subido y las situaciones escabro-
sas de la obra y aplaudió de buena g a n a al
finalizar cada acto de la m i s m a .
V... mutis.
Nuestra portada
licliiuiiid L o w e , n o t a b l e a c t o r d e l a
p a n t a l l a , q i i c h a c e algt'm t i e m p o g o z a e n
E s p a ñ a d e j u s t a ] ) o p u l a r i d a d , figura e n
la p o r t a d a d e l p r e s e n t e n i i m e r o , d e s e o s o
d e (|tie n o lo olviiic el ]3ÚÍ;lico es]3aíiol.
T A F E T A
Aiuailfo 11. IIKIIK'ÍIII'-'III- — )'<I/I'ÍI(.Í(I. — No ps pubii-
IMUIC.
.lícíírí.--(,1u(i«(/. — L. A. Atlilcicli Club, I.oa Aiige-
Ics, CiLÜíonita.
.intmi'.' Koincii. — tiimlad. — El 1-°. (irtfii ROÜJII
Ulutj, New Vork L'it-y; el 2.°, AtíSOCÍ;ite(i l'rodiicers,
729 .•>cvi;iilli AvL'iiiie, New York City; el i.°. 518 E. AB
til .SI., Ni'w lurk t'it.v; ln 4.", Jlolül des Arlitíles,
1 Ucst 67 th SI., Ni:\v \ o r k City; l;i 5.", 1770 Uranil
Cíiiicuursc, Nciv York'City y lii 6.", l'nx Filuí Curpura-
lioii, 55 Ui -Slrcef, aiiU TuuUi Avi^iiue, Nuw York, City.
Aiitimio l.oaada. — Mailiid.—y]:\mk; 80 cóiitiiiiOB en
sellos díi correo y so le rfmiit.ir;iii liis miniL-ras que piíli;.
I'n li-vtuT líe l'urui.ui FII.M. — ríiidufi. — I,a 1.'. 1918
H l'iiu'liiirst filiad, l.os Aiigi^lüs, t^iiliforiiia, y la 2.". t'irsL
National Circuit, 6 West 48 til StroüL, New York City.
/.((ís /ííi/ln.sfcro. — illrtlnrfd. —Sa ediul no es niiigúD
iiiniiivunicnlc, asi ea ((uf inictlií tüinar i)iirlo en el Cun-
i:urs(i. Si, piiblicurcniüs un extraoitiinario m Niividad.
í.i(ÍK RoiiK'ni. —C«rí<ii/rnu. —El retrato de esa ar-
tista se pablicará pronto en ¡a sección que indica.
iJunitvX J.uque. —Múlnfia. — Vrmioro dóse ustril ana
vnella por la escnela y liirtro ya liablariíinos.
¡.i¡ Ticrní de (laldúa.- Liis i'd/iijiiN. — Uecibidn ul
Jii^r l)pni.' '¿amhrntm. - .Málaga. —Si quiero evitar
13
Uiiijiliir liip fji'niplarcs de su iuilp<TÍ6n, adtinierii tliex
cji'ii.pkirc.'i míiñ (lii ¡(1.S (¡in.- pablicLin el boletiii. Si)i ente
rciiaisitii nn se imcde tomar parte en el Coiicurfi».
Anl'inio Cuslillii. — .1/(f¡(T¡)(i. — No tiene iiiuiienlo de
l)rrei(i. Si, \nwik inaiidar el importe en sellos de eorrizo.
í
V^WWU%^^UWWWVT.V^%VSAAiW%V-JV\.V^rtA^Vb
 Argumento
VARÍETE
En una de los piitins de la vasta prisión, paseaban
lüH reclusos en furnia de rueda y liajo la vitíllaneia do
los empicados que peiruanecian a pie firine en el ceu'
tro de atiuul ruedo. girat»TÍü.
Con la eabeza y;ai:iia, la mirada torva, ül gesto duro
y el puso CiíjJdiiKj de jjiulu que da vueUa¡> a la tiuria,
Uis piüüos Kirauan y giraban euuio suiíiujaü trayieas de
pesailma u ilu aaualuune, mas que eun.o sereti liuiiia-
tiu.s. I ^umbraii eran ugueilos de^uieliaUos, suaibratí iiuo
Vivían, SI ai]uenu era vivir, envaeiiaa en la sumbra de
lu pi-iauín y en la de sus remniUiinienUjí;.
Aqueiius tiileliees liabiaii ¡jeruiiin iji [lersonalidad des-
de el iiiouienLu luismü Ue eiiirar un 1¡L prisión, .^u eran
l'a liilanu Ue tal, smij el iiumero lanLos. ül Beñaladu
eoii el numero üü era un iintivinuo üe esiuLura avenía-
jaja, (le alienas espaUíaa, muaenuinu, aileLieu. l'areeia
el mas abaudo de Luuob.
líiiLiú un nuevo viyiiaiiLc en el patiu en que se tia-
llaiiaii los reeiusiiH, y unió :
—¡ti niiiiiero '¿ü'. \ \ iu Dirección!
Ijl número '¿B lie saiiú eiiloiiees de la rueda humana,
y sin variar Ue aeiiLud, sin al/.ar la eauezu ni liaeer
olijeeióti ninguna, euUu a andar, atiora en linea reeia,
eiiire üus gnaruianes, eruzunuo con eims el palio y lue-
(íu los JuaeiKus y lubieisos eurretiores Ue la prisión, a
los que iiu tiei,'atia ni un rayUu de sol.
Lus pasos Ue los Lred itumores resonaban lúgubrc-
meiiie en los largus eonedoies. i'or Un se dciuvicrou
ante una puerta, pesaua y neura eoiiiu lodaíj, y abierta
que lúe puruno de loa viKi'aiiles, el iiúinero 28 paoú sa
ihubral, siiiiiipie euii la eaijei;a faclia,
Jjl direeiur üel penal, un lioiiiljrecillo de edad madu-
ra, de duras raeeioiies y de vea nrine y áspera. El üi-
reetor diju ;
—Te lie llaiiiadü para darte una noticia que creo to
alefjrurá.
Jireve paréntesis, üi numero 26 no vario de actitud,
no lii/o un solo gesLu. El diieeior piosiiíuiü ;
—Jlaee diez aíios que entraste aquí acu.-íado de ase-
sínalo. Nuiiea lias negado tu delito, pero nunca laiii-
poeo lias diclio una sola palabra sobre los n.ulivoE de
tu violenta aceiuii. -\lioru que la gracia de indullo pe-
dida |ior tu mujer y pur m hijo, que te esperan culi
los brazos abiertos, lut sido coneediüa, dobea bablar.
A niedida que hablaba, el direciur ilel penal liaüía
ido uuavizando el gesto y la pahiora, descubriendo al
preso un alma eupan tic enternecerse. Kl niimcro 2li se
atrito un sct;undo y tué alzando pauíatinaitiente la ca-
beza. LucKu ruii,piü eu sonozos. IJI director lo ordenó
que se seniura trente a él, inaisliendo ;
—Vamnw, serénate y liabla. Te cscuclio.
I']l mili.ero 2ü, que estaba a punto de recobrar EU
personalidad, de dejar de ser un número para convertir-
se lie nuevu en hombre, enjugó sus lágrimas, levantó la
eabe/.a, y repuso :
—yi, liablaré. Quiero que lo (pie yo le diga tenga
lodo el caráfter Ue una eontesión ¡lur la verdad de mis
palabras y por el secreto eu ijiie deben ijuedar.
—iN'atlie conocerá por mi tu relato — prumclió ol di-
rector del penal.
Y el número 28 lialiló al fm.
lio aquí su Jitsiuria.
II
ííc llamaba Uoss. Y era un gran artista do circo,
líoss iiacia peligrosos ejercicios en un trapecio, con una
destreza y una precisión lan admirables, que a.sombraiía
a loa espectadores. Pero un día Üoss se cayó del tra-
pecio, sin que él mismo padiera explicarse después
eóiiio ocurrió aquello, y se ro.i.pió una pierna.
U! accidente le costó al ariisiit |}eriiiauL-<:er un año
en ol liospital. Al caljo do este iien.pu, Ifuss salió del
ho.-ipilal coa,|iletaiiieiiio curado, pero bubiéndose gasia-
do en su curación casi lodo lo que poseía. De todas
iiianeras, lu pierna rola y luego sanada, no le había
quedado tan íirme tomo la otra, y esto le impediría
uuramu niuciLü tiempo ser el artista que fué, ol artista
(luo liueiii enloquecer de eiitusias.no y do emoción al
piililieo por la seguridad y limpieza con que ejecutaba
su liabajo. Esto üocidiú a Doss a no volver al trapecio,
pero como tema que ganarse el pan de uno u otro
modo, invirtió aus últimus ahorros en construir un ba-
rracón de feria en Hamburgo, cnmedio del barrio de
Sanl i'auli, entro laa tabornus del muelle, en un ani-
liieide de "carroussels». tiros do pichón y espocláculoa
ainbulanles de esos que se encuentran en tinlas las
grandes metrópolis.
lioss e.'íhibia en su barracón bailarinas y bellezas:.,
(pie fueron.
r a r a la losca marinería, aquellas inujcres que e.xhibia
el antiguo trapecista podían pasar por reproducciones
en carne y hueso lie la Venus de Hilo... con brazos,
para que su atraelívo fuese mayor. Tero la verdad es
tme a(iiicllas liclleztia ctítaban hurto inarcliílas. demasia-
do ajadas para cnaiuurar a nadie que no fuesen mari-
neros liorraelios y sucios.
JiiiSM, en la puerta de ,su barracón, afilaba una cani-
panilla y hacia el artículo de su mercancía, gritando:
—It'asen, señores, pasen I I'or dos reales verán uste-
des las mujeres más hermosaa del nmiido. MÍ espee-
táculü es e! iiiils barato y el más atractivo de todo3,
I No dejarse engañar! ¡Juventud, gracia, belleza! iTodo
por dos reales! ii'asen, señores, paseo I
Enron(|uccia lanzando su pri^^ón continnaniento. Y c!
barracón se llenaba de un público espeso qun «lia a
vinazo, a toda clase de bebidas alcoliolicus, de un pú-
•^^'vsrtrfvvvnJvv^nJV^rtrtrtdv^/v^rtft^vv^rtJvvw w.rjw^
de la
Producción
blico que berreaba a la vista do aquellas bellezas en-
vejecidas y depauperadas.
Cun esto, y con su mujer, que le ayudaba en el ne-
Interpretada por Emil Jannings
trocio ftirando el piano para arompañar a las bailari-
nas y ahorrarse la ofiuesta, y con su hijo, do un aíio
apenas, lioíw era feliz y ya ni recordaba siquiera sus
grandes Iriunfos de anlañu, de su íipoca de artista fa-
moso.
ni
La familia Uoss había hecho su nido en una do esas
carreía.vvivieiiitas en que la gente do la farándula se
irasiauu de lena en lena. Lu,i,o los caracoles, adonde
viiii ciios Vil su cuaa.
Illa pt:.-aLia colima de colm'íncs separaba la alcoba
del mairimoiiio de la otra pav.a, que era euiiiedut', co-
cina y lecibfíior, todo a la v^z. hii este dcpariamenio
eM;iiia lamuien el dormitorio del liiau, que no era otra
coaa que Una cesta de jnluilnes — gí;iiioe, esU tíi —
peiiuienuu oel teeno por ineniu de unas recias cuerdas
ue can.1,1,o. Tan pinioiesco iiloergue tema, sin embargo,
su eiicaiuo. i.uss ayuuaoa alegrcmcnio a su mujer a
lavar ios platos y a guisar, i'or lo regular, él nacía
laminen Ue lUnciH de au tieiiio liijltu, coaa a la que
se pieSL-iba con nías gii.sio que a las demás, pues ido-
liuraoa al muñeco de aoiiiosaua carne.
t,ieili) día, un marinero se presento en el albergue de
los lioss, aeuiiipamiiido a una joveiicita extranjera,
muy guapa y muy gentil, h¡i niuciiacna cubría su
cueipo viuiOreunte con una especie ue manluu estam-
pado, de vivos cülor{^tí, quu ia negaba casi basta los
pica. Velando asi sus eiicaiilos que, a juzgar por el
lostro, ueuiaii ser muciios.
Ituas su adelantó Hacia los visitantes, que se habían
detenido en la puerta, sm osar auelantur un paso,
inicnnas au esposa miiaba con recelo a lus recién lic-
gauos, y con raoia no uisiiiiulada a la iicr.uosa joven.
tJi mannero e.Miiico a üuss (¡ue la maure de la mu-
eliaelia hauía mueriu a bordo, quedando esta Uesam-
paruua.
—lie pensado — siguió hablando ol marinero — que
a li puede aerte útil para lu capeelacuio. l a ves que
es joien y bonita.
—feío eso no oasta — objetó Boss.
—Uierta..ieme, p^io es que. auemás, la mueliacha
sabe bailar, l o la ne visto en el naicu, durante la tra-
vesía, y te aseguro que entre Lus bailarinas no Hay
ninguna que le iguale. Crccníe, Jloss, Borii, un número
scna..ciuiial eu tu barraca.
—• 1 coii.o se liama la muchachaV
—i'ues lio lu sauemos, pero la henius bautizado con
el nombre del barco, de manera que se llama lierta-
Mana,
líoss, antes de dar una respuesta categórica, aumjue
ya esuaba decidido, iiiuó un instante a su mujer, ¡i la
i[ue su instinto le Ueeia que la intrusa era una enemi-
ga para oica. A pesar uc que üoas tradujo esto inisino
en las miradas de au coposa, dijo al u.armero :
—uien, ya qae la mucnaeJia no tíone a nadie en el
inunoo, yo me encargo do ena.
—sLuii.oV ¿i^ue se queda eon iiosotros'r — inquirió
•SU mujer eon accnio coicrico.
Duss miro lo» proiuiidos y negruB ojos de lierta-Ma-
ria, y rcpiieo con voz lirmc ;
—J:.I;;Í, se queda.
Uuaiiuo buiJO salido el marinero, la señora liosa se
metió en su alcuba moi'diendiise los puños de rabia.
Jioss alzó entonces una lorlnniia, tras la que había un
jergón, y dijo a la exlratijeia :
—luüí} es tu cuarto.
IJerta-.Maiia avanzó con movimientos perezo.sos, de
feliiiu, basta el sitio que lo indicaban, y una vez allí
dejo caer su mantón, resurgiendo su cueijío Iriunfante
de Xcnus, velado upcnas por una hgeri.'ima mana de
seda, ooss coniempiü un setíundo deslumbrado aquella
estatua de carne, y apercibida la muebaelia, bajó pu-
dorosa la cortinilla.
El eiupre.sario se '.lejó caer en una silla, y afiriiiuniio
los codos .sobre la mesa (luc tenia delante, hundió los
puños contra sus sieiiis, que parecía iban a esiallar. Lt:
daba rabia tenor que contesarse que la joven había tras-
tornauo su cerebio lan pronto, be sentía dominado por
su belleza, y él, tan enérgico, tan lio.abre, se rebelaba
coiiira esLa tiranía que puiua un peiiiíru la paz de su
bogar, Lomeiizaua a iiuorerla y a odiarla al Jiiismo
tiempo. Mientras lio^s pciisalia en oslas cosas. Uerta-
.Maria volvió a cubrirse con su rameado manto, sa-
liendo de su liabilacioii, si es que habiiaeión se puede
llamar a espacio tan reducido, y se acercó ai cesto de
mimbres llena de curiosidad por ver al niño que dor-
mía allí dentro. Estaba mal tapado y lo cubrió con las
ropas, llevada de ese sentimiento maternal innato en
toda mujer; pero aunque realizó esta rencilla operación
con iiiuclio tiento, no pudo evitar que se de.'ipertara el
infante .
.\l oir lloriquear al niño, lioss volvió la cabeza, vien-
do a i.erta-.Muria jumo a la pintoresca cuna. Euó junto
a la joven y la ajiartó briilalmentu, exclamando:
—átjuién la manda a usted tocar al niñoí' 1 Largo de
aquí I
La muchaciía, sorprenditla por esta actitud, clavó BUS
ojos negros y profundos en Uoss, que no pudo resistir
la mirada que piirecia incendiar su sangre.
IV
jíerla-Maria debutó en el teatrudio de Bot^a. que
aquella noche estaba atestado de público, il'cro qu6 pú-
blico ! La baja marinería, la gente maleante del iiiuo-
vvvwn/wvv^/wvvv%^bAJV^AflJvvvvvvvvv^AflA•uvv^i
semana
"U. F. A/'
y Lya. de Puüi
lie y de los suliurliios. Caras patibularias, rostros abo-
tagados, congestionados, frentes deprimidas, ojos atra-
vesados, de mirar oblicuo y duro, lioml)res beodos, em-
lirutecidos por el'alcohol; gestos torvos, expresiones
brutales, feroces, de bestia carnicera.
En el labladlílo, fíente aquel ¡¡líblico, una virgen
blanca, hna, tío lineas iirtnónicas; una estatua palpi-
tante, Jierta-Maria, destrenzaba sus danzas exóticas,
sensuales, insinuantes, aladas, haciendo rugir y enlo-
(liiecer a los marineros y a los príncipes del hampa
congregados en el barracón sólo por ver a ella.
Kuss no Intentaba ya engañarse, se sabía locaineiiío
cnaiijorado de lierta-Maria. y asi lo pregonaban sus
ojos, que seguían todos los movimientos rítmicos do la
danzarina, (lUe abarcaban todo el cuerpo juvenil de
aipiella bonita y encantadora muehacha,
I no de los espectadores, un hombrelón fornido, bru-
ta!, se adelantó hacia el tahladiilo con ánimo de apo-
derarse de un zarpazo do la bailarina, lioss, que com-
prendió al inKlante los InlencioneB del fauno, subió al
eseeiiarío a tiempo que el otro hacia lo mismo por el
oiro extremo.
lierla-.María suspendió la danza .v se replegó medro-
'lamente contra un bastidor, mientras los dos hombres,
mirándose con fiereza, avanzaban i;l uno liaría el otro,
apuñalándose con los ojos. El gesto terrible, hi aetitu(i
agresiva do Uoss hizo retroceder a su rival. Entonces,
Iluss gritó iracundo :
—I Fuera lodos I i Se acabó el espectáculo I ¡Largo de
aquí, canalla, mala ralea !
Muchos puños se levantaron crispados, amenazadores,
pero lioss los desafiaba a lodos cada vez más enardecido.
.Momentos después el local bahía quedado vado, y
n(i.ss entró en el cuartucho que servia de camerino a
la bailarina. Su mujer se habia quedado junto al pia-
no, y lo siguió con la mirada.
Herta-Maria, al apercibirse de la llegada de su em-
presario, se cubrió con e| manto, pues estaba scmidcs-
nuda. líoss se acercó a la joven, y sin decirle palabra
la enlazó por el talle, besando su boea ansiosainento.
líerta-Maria ni resistió ni protestó. I'or el contrario,
para excitarlo más dejó caer el manto a sus pies, mos-
trando parte do sus encantos, y rodeó cun sus brazos
desnudos y iiiagnifiros el poderoso cuello de su ena-
morado.
Boss acabó de perder la cabeza, y le propuso a me-
dia voz ;
—i Quieres que huyamos esta noche f i Estoy loco
por ti, Borta-Marla I ¡Koy capaz de abandonarlo todo:
a mi mujer y a mi hijo, por goz;ir libremente de tu
amor! iL'ontesta! jQuieres liuir conmigo?
lierta-Waria sonrió levemente, y susurró :
—bl, huyamos.
La esposa de lioss, presintiendo su desgracia, se ba-
hía acercado hasta la cortina que ocultaba el cuarlu-
clio, y pudo oir lo que Imbbtliaii. En un arranque da
celos y de rabia, estuvo a punto de entrar violenta-
mente y sorpreiidcrlofi; pero iiaqueó pronto su ánimo
y se apartó de allí yendo a sentarse a un banco del
lealruclio, y ocultando el rostro entre las manos, lloró
amargan.ente, silenciosamente, su desventura, la trai-
ción de (¡ue era víctima.
iíoss y Berta Mana iiuyeron juntos aquella misma
noclie, sin que bi esposa -de él pretendiera lietenerlos.
Boss convirtió pronto a Berta-María en una gran
gimnasta, y volvió a los duras y arriesgados ejercicios
del trapecio, i a lejos de lüuaburno, juzgándose ente-
ramente lilu'es, fueron liacíemlo .ilio en todos los pue-
blos hasta llegar a Berlín. Ambos se sentían felices y
ambicionaljaii el triunfo como artiBtas. Ella, sobre lodo,
acaso por estar menos enamorada que Él, soñaba des-
pierta con llegar a ser una artista celebre, porque ello
signiñcaba, además de la gloria, el dinero con que
adquirir ricas joyas y preciosos vestidos que realzaran
su liermosur;i.
Su trabajo por los pueblos les daba para vivir coa
decoro, pero esto no era suiiciente para lo que ambi-
cionaba üerla-Jlaria, aunque se lo call;ira por no enojar
a Boss, cada vez más enamorado de ella. V en verdad
que valia la pena, pues la belleza de la joven habla
ganado y el capullo cmivirtiósc en espléndida rosa.
Antes de llegar a tierlín, lioss, con el dinero que
pudieron ahorrar, iomj)rú otra carreta qae les servía
de vivienda para no tener quo gastar dinero en fondas
y hoteles, y poder transportar Cüinodaniente su circo
ambulante.
Para evitar que lierta-.Marbt se estropeara sus pre-
ciosas y delicadas nianus, él lavaba y guisaba lleno de
alegría. I.a colmaba de alciicioiics, la mimaba y cuidaba
como a un niño y se sentía celoso, por miedo a perder-
la, cuando algún hombre la miraba, i'ero comprendía
que eslo era ridiculo, toda vez que licrta-Marla no lo
daba motivo alguno pura recelar do BU fidelidail ni de
su cariño. No obstante, Boss enloquecía sólo do pensar
i|ue la joven pudiera abandonarle.
—;Hi eslo ocurriera 1 — murmuraba crispantio los pu-
ños, tomando una actitud de fiera acoBada.
En el Jardín de Jnvicrno, de Berlín, dio comienzo la
nueva temporada, Carteles y programas anunciaban
interesantísimos debuts. L'lowns, nuilaharistaB, ilusio-
nistas, venlrilocuoB, domadores, eciiiivrs, saltarines y
toda clase de números de circo.
Poco a puco se fueron reuniendo en el Jardín do In-
15
vjv.^jvjv^jvv'jvjvvvvvvvvvvv'jvvv^jvj'^^jvv'jv^
vieriio !JIS cciebridudcii del inundo ürtlstico. i'tíru í;i!liilia
el luinicro anisatifuial; es decir, füllulia Artinelli, el
mcjur artislii <[el Hire, ÍM iiiiiiiiiíi Í'IIIITÜ, et que liubiii
lottriido mayor renoiiibrc de todos.
Arliiielli íuó aiiiiuciiido mi los rarlülea y, sin oiiiliar-
f;o, lili accititiiile fatal liabiu dii impedir su debut. El
iiiismo día riuo Artinelli tenia que presentarfio en ul
.laiditi de Invierno, su lieniiano, con ol (pie trabajaiía
sieiiil)re y el linie») quí; podía fiirmur pareja y com-
pletar su traliajo, sufrió un innrlal accidente. V lie
;if[ni que, a pesar del compromiso adquirido, el célebre
artista no pudo presenlaise al iiúldiuo del Jardín de
Invierno.
En iiti pueblecito cercano a Ilerlia, el cmprcüario de
Artinelli vio realizar sus ejcrcicjna a Bosa y Eerta-Ma-
ria, sorprendiéndoEO de la seguridad con que lus eje-
cutaban y de la serenidad con que su juKaban la vida
en su arrie.-igado número de circo.
Al retrrcsar a üerlin, el empresario llamó la atención
ríe Artinelli, alabando el 1 raba jo de lierta-Hnrla ,v
lIoES, sngiriéndüle la idea de (pie visitara a la pareja
pura bacerlcs proposiciones.
Cuando llcKuron Artinelli y sn empresario á ia carre-
ta-albergue de BnB.>i y líerla-María, ella estaba seiitaila
en la cama poniéndose las medias y mostrándole a él
sus iiien lomeadas piernas para que se le encandilaran
los ojos. IJo.'is sonrió bonacbonamente, con el fíf!í)li) de
un hombre feliz, y después de darle un beso fué a tirar
el agua del barreño en que acababa de lavarse, pues
se levantaban «ntonces, por lo que Uería-Marla empe-
zaba a vestirse.
.'\1 asomarse liosa ppra tirar el agua, vio a los vi.'ii-
tanles y se acercó a ellos para inquirir !o que desea-
ban. Como no conncía personalmente a Artinelli, io
presentó a 6atc el empresario con el que habla lialilado
el día anterior cu el circo en que actuaba con su gen-
til pareja.
—Mi empresario me lia dicho — habló Artinelli —
que son ustedes grandes artistas, y siendo aaí, vengo a
proponerle que formemos un niimern los trea,
~ I . a proposición no deja de halagarme, tratándose-
de figurar en loa carteles junto al artista del trapecio
más famoso del mundo —- replicó Boas—; pero de ino-
menU) no pueilo decUlirme.
E\ soberbio Artinelli estuvo a punto de volver la
espalda despreciativamenle a! pobre artista de circo
ambulante y de barracón de feria, pero en aquel ins-
tante, Berta-Muría, que los oyó hablar, se asomaba a
la ventana, después de baiier.'ie envuelto en un kimo-
no, y la belle/a desUinibraiile de la joven, hizo cam-
biar la actitud de Arlirielii.
—Bien — repasii—. si se decide usted, ya me avi.=ará.
Oren que nos conviene a lodos.
—Prometo darle a u.sled una conlestaeiúii categórica
en brevísimo plazo — observó Bosa.
.So despidieron con un apretón do manos, y cuando
n<).«s volvió a entrar en la carrótíw le dijo Berta-
María :
—Acopla. ]Mo gustaría tanto trabajar con Arti-
nelli I...
—¿V por qué te gustaría trabajar con ArtinelliF
Herla-3larla le echó niimosainente los brazos al cuello,
y con voz serena, repuso :
—¿Por qué? Pues porque es el artista más célebre-
del mundo, y trabajando con é! ganaríamos mnclio
dinero. ¿Por qué quieree quo fuera, tontín?
—¿Kntnnces crees que nos conviene formar número
i'on Arlinenif
—Va te lo he dicho, Ganaríamos dinero y gloria tam-
bién, l'll actúa en los mejores circos del mundo.
—Bueno, le cont-estaré que acepto su oferta. Más que
por nada por verlo conten'a, Berta-María.
lloras múa larde, Artinelli, Boss y Berla-María, eoiia-
lituían el trío de la muerle. T.os periódicos, al dar la
noticia, aseguraban que éste era el número más sen-
sacional que jamás habla existido.
VI
Llegó la noche del debut de los Artinelli. En el Jar-
dín de Invierno había una concurrcnciu nunierosa y
selecta.
El grandioso circo estaba profii.samentc iluininadü,
más iluminado que nunca, como sí se hubiera vestido
de gala. Los espectadores aguardaban con impaciencia
el número sensacional, el del trío de la muerte, el de
Los Arlinelü, en fin. Cuando éstos aparecieion en la
jiisla, csfalki una ovación estruendosa. Boss y Berta-
María, í-flta sobro todo, estaban emocionados.
Trea largas cuerdas pendían do los trapecios, colo-
cados a una altura inconmensurable, y por cada una
de ellas treparon loa artistas con suma agilidad.
Berta-Mana, aquella noche memora-ble, parecía máa
hermosa que nunca. La breve malla de seda negra que
la cubría el liiisto y parte de los muslos, permitía
apreciar perfectamente la clásica bel!ez.a de sn cuerpo,
de lineas suaves y armónicas. Boss la miraba con or-
gullo y Artinelli la devoraba con loa ojos. Pero el ejer-
cicio era demasiado peligroso y lus tres dominaron sus
emociimci. Había que triunfar aquella noche, como
jamás triunfó nadie en el circo.
Va a dar cumíenzo ei número. Expectación. Los tres
16
v^rtÉV^.flA^^v^irirtiftrtAr•^Ai%rb^rtrtAftrtftrt^v^ArtAnArt^
Este número ha sido visado
por la c e n s u r a
artistas se lanzan al espacio, van por el aire de un
trapecio a otro, sujetos de los tobillos o agarrados de
las muñecas quedan un segundo enlazados para luego
irse desprendicndn y volver cada uno a su trapecio.
I.os aplausos resuenan en el circo, haciéndolo vibrar
lodo él. Va reunidos los tres en una pequeña platafor-
ma, también suspendida en el aire por solidas cuerdas,
saludan graciosamente al público.
111 ejercicio final es el más emocionante y el que
ofrece mayor peligro para los artistas.
\ loa concurrentes se les para el corazón al ver que
.\rtinclli, con los ojos vendados, cae después de tres
saltos mortales en brazos de su nuevo compañero, que
recibe su cuerpo como si fuera una pluma. La ovación
entonces es delirante, inenarrable. El éxito ha sido
dcUnitivo, V ¡os tres artista.'i, llenos do emoción y de
alegría su estraihaii las manos.
. - • ' VII - ' . . . • .
Boas y Berta-María dejaron la carreta y se fueron
a vivir al mismo hotel en quo estaba Artinelli y los
demás artistas del Jardín de Invierno.
Artinelli se enamoró de Berla-María y Üerla-Maria,
aunque se rcsisle a confesárselo a si misma, estaba
enamorada de Artinelli. Este era más joven quo Boas,
más elegante y más famoso. iCónm no prendar.se de
élV No obstante, Berta-María disimula este nacicnt«
amor para que ni ci mismo Artinelli so aperciba.
Quiere evitar caer en sus brazos.
I'ero Artinelli, que bu dado celebridad a sus compa-
ñeros, al unirlos a él, quiero cobrarse el favor en
Herta-.Maria y le puno el cerco, aunque disimulando
también sus inteiicioiics, pues tcnic al escándalo y,
.sobre todo, a los sólidos puños de Boss al quo sabe
capaz de cualquier cosa si le roban el cariño do la
iiiucbaclia.
V sucedió lo fatal, lo inevitable : quo Artinelü sedujo
a Berta-Maria y que ésta acabó por olvidar que liosa,
iiuc Iialiía abandonado piir seguirla a su esposa y a su
hijo, lio merecía aquel pago,
i na noche, durante la cena, Artinelli mostró a sus
compañeros de trío unas invitaciones para una fiesta
<le artistas que se celebraría aquella noche misma,
Berta-María, entusiasmada, observó :
—i) Por qué no vamosF
—Vo no puedo. Tengo quo ultimar varios contratos
-declaró liosa.
—iQuó contrariedad!—repuso Dcrta-María haciendo
un gracioso mohín de disgusto.
—Contrariedad, ¿por quéV—replicó Boss.
—Porque tampoco yo podro Ir.
—¡ IJah ! N<i te disgustes por tan poco. Artinelli puede
acompañarte, i No es cierto?—inquirió Boss, dirigién-
dose al aludido sin sospechar que ya lo traicionaban.
—Con mucho gusto la acompañaré—dijo Artinelli
mirando expresiva mente a la joven.
V, en efecto, Artinelli y Hertu-Maria so fueron jun-
tos a la fiesta, que estaba muy animada.
Después de dejarse ver por lodos para que nadie tu-
viera luego i|iie murmurar, buscaron un rincón solitario
del lieriiiosii iiurque en que so celebraba la fiesta para
arrullarse lihremeiite. Pero dió la casualidad que, mien-
tras se hacían el amor, entre besos, caricias y palabras
ardientes, acertó a pasar por allí uno de los artistas
del Jardín de Invierno llamado ü e Castro, que sin pro-
ponérselo, descubrió la traición de que hacían objetij
a Boss. La enamorada pareja no reparó on quo unos
ojos los expiaban y siguieron el idilio hasta ya de ma-
druf^ada.
Mientras tanto, Boss había regresado al hotel, me-
tiéndose en ia cama. Pero no podía dormir tranquilo
y encendió !a luz varias veces para ver la hora que
era, extrañándose mucho de que lierta-Maria no hu-
biera regresado ya.
Clareaba ya el día, cuando Berta-María, después de
despedirse en el palillo con un beso do Artinelli, entró
en la alcoba procurando no hacer ruido, pues suponía
dormido a Boss, y eiitar asi onojosas explicacioncíi.
Bo,ss, que expiaba hasta sus menores movimientos, ia
vio desnudarse y meterse en el otro lecho que había
en el cuarto. Luego se levantó, y Berta-Maria, cre-
yendo que se despertaba enlonces, se hizo la dormida,
lioss, cogió aquella adorable cabecita entre sus manos
y, alzándola suavemente, la miró con ojos inquisitivos
y sintiendo rugir un su pecho la bestia de los celos.
Berla-Slaria abrió los ojos y preguntó con minio :
—jQuó le sucedo, querido?
—¿Cuino vienes a estas horas? |Contesta !—exclamó
él conteniendo su cólera a duras penas.
- E s t a b a aquello tan animado... Además, me dolía
horriblemente la cal)e/a y rogué a Artinelli que re-
gresáramos andando para ver si ae me d e s p e j a b a -
repuso ella con suave entonación.
%^LV^^rtA^v^^bV^^rt^^^^A^•FkflJv^rtrtArt^wvv^rtrtfl.^fli^^
'-ii&xi:-!'t!t.íihy •¿'•-% 1; •' - .Tía I1''.;-:'WU':Í}|-:^.I h>-'
Boss se la quedó mirando, pareciéndole que aquella
mujer con un rostro tan ingenuo y encantador no podía
mentir y le dió un beso en la freirte, murmurando:
—Pucíj anda, duerme. Así acabarás de aliviarte.
Berta-María sonrió y volvió a cerrar los ojos.
VIII
Al siguiente día, Boss jugaba en el café del Jardín
de Invierno con otros artistas. Como tuviera mucha
suerte, uno do los jugadores apuntó :
—Suerte en el juesío... y en el amor. Eres digno de
envidia, compañero.
Boss sonreía satisfecho.
En una mesa próxima, De Castro y empresario de
Artinelli, tomaban el aperitivo y charlaban. Do pronto,
Uo Castro sacó un lá¡)iz y se puso a dibujar unas hgu-
ras sobre el mármol do !a mesa.
—jtjué significa ese dibujo?-lo preguntó su acom-
pañante
—Acércate y lo veros—contestó De Castro.
En e! dibujo aparecían Berta-Maria y Artinelli en
intimo coloquio, burlando a Boas.
El empresario del galán miró a la mesa en que
jateaba Hoss, y, palideciendo intensamente, murmuró:
—i-Si él supiera 1
Al observar algunos de los que rodeaban a los ju-
gadores que De Castro y el empresario miraban algo
que había en Ja mesa en que estaban, so fueron acer-
cando, con lo que al poco rato todos quedaron ente-
rados de la burla que se le hacia a Boss.
Por último, se levantó ésto acercándose también a
la mesa. De Castro cubrió el dibujo con la bandeja
que lialiia dejado allí el camarero y. al ver que éste
retiraba el servicio y que Hoss se sentaba y peilia nn
aperitivo, tapó con !os brazos sus crueles monigotes.
Instantes después, fi.eron despidiéndose todos hasta
que Boss quedó solo. Al llamiir al camarero para mar-
charse también, se lijó on el dibujo. Su sorpresa prime-
ro, y BU rabia después, llegaron al colmo. Arrancó el
mármol de la mesa, y alzándolo cuanto pudo, lo arrojo
a! suelo con violencia. Luego salió di.sparado y, alcan-
zando a De Castro, lo agarró por el cuello, ffritaiulu:
—iCómo sabes tú que Berta-Maria y Artinelli mu
engañan? jDilo o le estrauííuio, miserablel
—l'orquo los sorprendí la otra noche. ¡Lo saben
todos 1—repuso De Castro, temblando.
Boss lo soltó, y enloquecido, furioso, se dirigió al
camerino que ocupaba con Artinelli para caracterizar-
se pues su número iba a comenzar.
Artinelli no advirtió en el furor con que su compa-
ñero se maiiuillaba el rostro, que un infierno ardía en
su alma.
IX
Después de la función, Boss mandó a decir a Berla-
María, quo se arreglaba en su camerino, que tenía
que ausentarse y que regresaría tarde al hotel. Hila
recibió el aviso con alegría, puos ia ausencia de Boss
le permitiría pasar unas horaa al lado de BU adorado
Artinelli.
Aquella noche Berta-Maria y AríinelÜ cenaron jun-
tos en el reservado de lin restaurant, del que saHcron
muy tarde y casi completamente ebrios, él sobre todo.
Va en el liofel, se detuvieron frente a la puerta de la
alcoba de Artinelli y se despidieron dándose un fuerte
beso en la boca, -\quel beso avivó más aiin los deseos
de venganza de Boss, de lioss que aguardalia a su
triunfante rival dentro de sn cuarto.
Cuando Artinelli dió la luz, se halló delante do 6L
mudo y sombrío, a J(us.s, Pero conio estaba borracho, no
le dió ninguna impurtancia al hecho. Por el coiilra-
go, lo saludó como si ín! cosa y sacando una botella
de licor, le invitó a beber-
Boss, en luttar de aceptar la invllación, sacó dos cu-
chillos y alargándolos a Artinelli, le dijo con voz
ronca :
—liscoge uno y defiéndete.
Arlinelü, comprendiéndolo todo de golpe, se serenó
como por_ encanto. Cobardemente, suplico que lo per-
doiiiu-a, tirando el cuchiiio al suelo, arrodillándose a
tos pies de Boss-
—¡Defiéndete o te mato cojno a un perro I—volvió a
gritar éste.
Artinelli, entonces, se resigna. Luchan un minuto y
Artinelli eac muerto a loa pies del que ha traicionado.
Como sonámbulo, vuelvo Boas con Jjerla-Maria;
tranquilaineiile se lava las manos, tintas en sanEre,
mientras ella inquiere. El gesto terrible de Buss le
descubre la verdad y se lanza como loca fuera del
cuarto, entrando en el de su aniunte, al que ve exá-
nimo en tierra y sobre un charco de, sangre.
Mientras, Boss, baja tranquilamente la escalera, su
último sendero de hombro libro, camino de la delegación
de policía, donde se presenta y confiesa BU crimen.
Esta es la historia del presidiario número 23. Con
honda emoción, el director del penal, que la ha escu-
chado, le estrecha la mano y le dice ;
—Eres libre, Fuera le aguardan tu mujor y tu hijo
con los brazos abiertos.
FIN