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EL ENTORNO NATURAL
Y LAS ANTIGUAS
CULTURAS ANDINAS
Puesto que este libro trata de la "Historia Andina", es preciso
definir qué es "lo andino''. Ha habido muchos intentos de delimitar este
espacio y de clasificarlo, tomando en cuenta las características tanto geo
gráficas como culturales.
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2. los Andes meridionales o del centro-sur, que corresponden a los
Andes de puna e incluyen a Perú, Bolivia, Chile y parte de
Argentina.
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coca; en los climas tropicales, se produce el cacao, los frutos cítricos, la
yuca y el plátano.
2. la h u m e d a d y la fre
cuencia de las lluvias;
2. DIFERENCIAS CLIMÁTICO-
GEOGRÁFICAS ENTRE LOS ANDES
DE PÁRAMO Y LOS DE PUNA
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Diagrama 1. Perfiles de vegetación de los Andes de páramo y de puna.
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En los Andes de puna, tanto en los peruano-bolivianos como en
los chileno-argentinos, vemos que el paisaje es asimétrico, pues, si bien
las laderas orientales se encuentran cubiertas de bosques húmedos, en el
lado occidental hay extensas zonas desérticas de distinta morfología, que
se van ensanchando a medida que avanzan más hacia el sur, hasta ex-
pulsar a los bosques orientales.
La temperatura
y la irradiación solar
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habitat distinto en estos dos tipos de Andes. Para Troll, la puna normal
ubicada en el espacio peruano-boliviano constituiría el área nuclear de las
culturas superiores andinas.
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En los Andes de puna los miembros de una comunidad accedían
a los otros pisos ecológicos enviando a un grupo de familias en calidad de
"colonos" para que explotaran los recursos más importantes y los desti-
naran a la comunidad de origen.
Diagrama 4. Verticalidad
en los Andes de puna. Estas comunidades, generalmente ubicadas en un sitio donde
podían obtener los alimentos básicos, establecían las mencionadas colo-
nias en zonas periféricas, situadas en pisos altitudinales más altos y más
bajos que el de la comunidad de origen.
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mismo terreno, sin necesidad de cambiarse de piso ecológico. Esto otorga
a las familias residentes en este tipo de habitat un alto nivel de autosufi-
ciencia, condición que no se da en los Andes de puna. Pero como ningún
piso es absolutamente autosujvciente y como la abundancia parece haber
Diagrama 6. Distancia de los pisos ecológicos
en los Andes de páramo. generado en estas poblaciones un ideal de consumo ampliado, las so-
ciedades ñor-andinas se moldearon a
base de una economía complementa-
ria, s u s t e n t a d a en intercambios
diversos y flexibles, los mismos que,
ulteriormente, devinieron en la inte-
gración de diversas unidades políti-
cas, denominadas curacazgos.
La integración complemen-
taria exigía no sólo la formación de
un mercado sino el establecimiento
de múltiples lazos y relaciones recí-
procas, tales como la exogamia, la
poligamia, la ampliación de las redes
de parentesco a nivel extracomunita-
río (la costumbre que tenían los cura-
cas de dejar a sus hijos en el seno de
familias nobles de otros curacazgos
es un ejemplo de esto último). Estas
sociedades desarrollaron una comple-
ja organización, sustentada en ligazo-
nes externas establecidas por las uni-
dades sociales más pequeñas, las
Fuente: Alba Moya, para este estudio familias.
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En síntesis, podríamos señalar que en la región andina se han
dado dos formas básicas de desarrollo:
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Troll plantea que fueron tres las condiciones que permitieron el
desarrollo de "culturas andinas superiores'':
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éstas no hayan estado presentes en los Andes del norte. En
Ilustración 5. La chaquitaclla. La cnaquitaclla, o arado de pie, efecto, existen obras hidráulicas en sitios en los que se culti-
fue un instrumento desarrollado por los incas; significó una innovación
vaba a base de lluvia, como en el actual Ecuador.
tecnológicafrentea la taclla y aumentó la productividad.
La crianza de grandes
animales domésticos
ÉPOCA PRE-INCA
Las evidencias arqueológicas demuestran que el hombre ameri-
cano es originario del Asia; que cruzó el estrecho de Behring durante una
glaciación y que fue poblando el nuevo continente de norte a sur.
I. LAS CULTURAS
DE LOS ANDES DE PUNA
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bajan de la cordillera de los Andes y depende de las variacio
nes estacionales. De manera que más importante que desa
rrollar instrumentos para roturar el suelo y cortar los árboles
fue lograr un manejo racional del tiempo.
Mapa 7. Los Andes centrales.
En la costa norte, a pesar de la presencia del desier
to de Sechura, existen algunos lugares fértiles u oasis, que se
disponen como collares de perlas en torno a los ríos que bajan
de la sierra. En la zona central y sur nos enfrentamos al
extenso desierto de Atacama, un desierto sin oasis, donde no
es posible desarrollar la agricultura. Por esta razón, en el Perú
se habla del "norte fértil". Esta región incluye a Piura, Lam-
bayeque, La Libertad, Ancash y Lima.
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territorios mediante la guerra. El objeto de estas guerras
Mapa 9. Culturas peruanas pre-incas.
era obtener "tierras vacias de hombres''. Las evidencias
arqueológicas dan cuenta de la existencia de prácticas
canibalísticas en estos territorios. Se han encontrado
huesos humanos en condiciones similares a las de los
animales de consumo alimenticio, quemados y fractura-
dos; cráneos utilizados como trofeos, etc. Estas prácticas
desaparecieron en el siglo VI d.C. Todo esto es coherente
con la existencia de feroces deidades como las que se ado-
raron en Chavin, Ancash, Lima, Cajamarca y Moche.
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traído de la concha Spondylus y dado la forma de una cuenta de collar)
proveniente de la Península de Santa Elena, en Ecuador.
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Ilustración 12. Tejido Paracas.
Los tejidos constituían uno de los bienes
más preciados de las culturas andinas.
Los tejidos paracas llaman la atención
por su preciosismo.
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2. LAS CULTURAS
DE LOS ANDES DE PÁRAMO
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apa 11. Antiguas culturas de los Andes de páramo. tras más antiguas corresponden a la fase
c o n o c i d a c o m o Las Vegas -en S a n t a
E l e n a - ( 6 5 0 0 - 5 0 0 a . C ) , a la que se
remontan las evidencias de una agricul
tura incipiente, pre-cerámica.
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pese a esta innovación tecnológica, no modificaron mucho su modo Ilustración 14. Venus de la cultura Tolita.
anterior de vida. Esto parece explicarse por el hecho de que la yuca se Las culturas agrícolas y productivas más antiguas
da a lo largo del año y porque es un producto perecible; y, para la épo- de América del Sur se desarrollaron en la Costa
ecuatoriana. Las "Venus" eran diosas de la fertilidad.
ca, todavía no se sabía como se lo podía guardar ni utilizar para hacer
grandes desplazamientos y, por ende, la movilización era todavía limi-
tada.
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particularmente por el uso del platino, metal que en Europa sólo sería
fundido en el siglo XVIII por medios químicos. También se destacaron las
culturas Jama-Coaque, Bahía, Guangala, Tuncahuan y Vicús.
AL ESTADO INCA Orejeras de oro de la cultura Quimbaya. Colombia. esí ¿n presentes en esta pieza de cobre.
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Mapa 12. Sitios donde existe la concha "spondylus"
Si bien el curaca era elegido por sus cualidades para gobernar,
los candidatos eran: en primer lugar, el hermano del curaca; en segundo
Ilustración 18.
término, el hijo de la hermana, y en tercero y último término, el hijo del Cultura Tolita. "Venus".
curaca.
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linaje (se casaban con mujeres de linajes distintos al suyo) pero endóga-
mos de comunidad (se casaban con mujeres de su comunidad). Este hecho
explica por qué la casa y la chacra del cacique eran las más grandes de
toda la comunidad, pues los miembros de su familia podían llegar hasta
más de cuarenta.
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Capítulo III
EL ESTADO INCA
I. PRELUDIO DEL SURGIMIENTO
DE LOS INCAS
2 . HIPÓTESIS
SOBRE EL SURGIMIENTO
DEL ESTADO INCA
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Ilustración 20. El Coricancha O Templo del Sol de los incas. Símbolo de poder y grandiosidad del Inca. Aquí vivían las mamaconas,
mujeres de la nobleza inca dedicadas a elaborar finos tejidos de cumbi, destinados, generalmente, al uso ritual. Las mamaconas se dedicaban a enseñar
la técnica textil a las mujeres jóvenes y fueron ¡lamadas por los cronistas "Vírgenes del Sol".
Según el cronista español Sarmiento de Gamboa, fue esta última
pareja la que empezó a poblar y a conquistar los territorios vecinos y de
ellos descendió el Inca Yupanqui Pachacutic Inga.
El poder del Inca, Señor del Cuzco, lejos de ser despótico, como
se supondría bajo una visión europea, se basaba en el aludido sistema de
reciprocidad, común a todos los curacazgos. Así el Inca, antes que ordenar
la realización de una obra, rogaba que se le ayudara y prometía algo a
cambio, es decir, mingaba. Minga quiere decir, precisamente, rogar para
obtener ayuda ofreciendo algo a cambio.
3. LA EXPANSIÓN
DE LOS INCAS
C o m o a s e v e r a C r i s t ó b a l de
Castro al referirse a Tupac Yupanqui, el
Inca afirmaba ante los señores étnicos
sometidos que "era hijo del Sol y que
venía por su bien y (el) de todo el mundo
y que no quería su plata, ni su oro, ni hi-
jas ni todo lo demás que tenían, porque
de ésto él abundaba y traía para darles
a ellos, más que (a condición de que) Zo
reconociesen por Señor".
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4. ORGANIZACIÓN
SOCIAL INCA
Hanan Cuzco
Panaca Vicaquirao, descendientes de Inca Roca;
Panaca Aucaylle, de Yaguar Huacac;
Sucsopanaca, de Viracocha;
Iñaca o Jatunpanaca, de Pachacutic;
Capac Ayllu, de Tupac Yupanqui;
Tumibamba, de Huayna Capac.
Urin Cuzco
Chimapanaca, descendientes de Manco Capac;
Raurapanaca, de Sinchi Roca;
Hahuynin, de Lloque Yupanqui;
Uscamayta, de Mayta Capac;
Apomayta, de Capac Yupanqui.
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yan y cayao. Los ceques eran líneas imaginarias que convergían al Cuzco
en forma radial. Estos ceques pasaban por lugares sagrados o huacas.
que eran adoratorios de los sectores sociales: collana, payan y cayao. Has-
ta el presente se han contabilizado aproximadamente unos cuatrocientos
lugares sagrados. Muchos de ellos existían desde antes de los incas.
5 . LA ECONOMÍA
Y LA ESTRUCTURA POLÍTICA INCA
Si bien es cierto que el Estado Inca enajenó las tierras de las co-
munidades subyugadas y sometió a las poblaciones a una pesada contri-
bución en trabajo en el campo agrícola, en las obras públicas y en las
tareas militares, también es cierto que no interfirió demasiado en la vida
de las comunidades ni en la capacidad de sus miembros para asegurar su
propia subsistencia y reproducción, respetando, por lo tanto, los sistemas
étnicos de tenencia y de parentesco.
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munidad era adquirido porque la comunidad veía en él a su repre-
sentante. Además, la comunidad era concebida como una entidad supe-
rior, de cuya existencia dependía la condición de miembro de la misma y,
por tanto, la supervivencia de cada integrante.
Una vez que estas comunidades fueron sometidas por los incas
tuvieron que entregar una parte de sus tierras para el Inca y otra para el
Sol y además debían trabajarlas. Por lo tanto, el tiempo de los comuneros
debía repartirse para dedicarlo a su propia parcela, a la del curaca, a la de
la comunidad, a la del Inca y a la del Sol,
Lo que ante los ojos de los trabajadores aparecía como una gene
rosidad del Inca, en realidad era una generosidad ya institucionalizada
previamente por el curaca y que ahora era asumida por el Estado. Así se
encubrían las relaciones de explotación y servidumbre. Claro que el
Estado entregaba la materia prima y las herramientas y medios de trabajo
a los productores, en forma análoga a la que había sido establecida por el
curaca o autoridad étnica; el Estado aseguraba además la supervivencia
personal y familiar. Parece que la figura del Inca era benévola y, según
relatan algunos cronistas, nunca se negaba a una petición.
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