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Toda la materia , incluso aquella de los organismos más complejos, está constituida por
combinaciones de elementos .
En la Tierra, existen 92 elementos naturales. Muchos son muy conocidos, como el carbono ,
que se encuentra en forma pura en el diamante y en el grafito; el oxígeno , abundante en el
aire que respiramos; el calcio , que utilizan muchos organismos para construir conchas,
cáscaras de huevo, huesos y dientes, y el hierro , que es el metal responsable del color rojo de
nuestra sangre.
En la tabla periódica de los elementos el número de ellos llega hasta 111 y en algunas hasta
118, debido a que se han agregado aquellos elementos que se producen de manera artifiical.
La partícula más pequeña de un elemento es el átomo . Los átomos, a su vez, están
constituidos por partículas más pequeñas: protones, neutrones y electrones .
En la actualidad, los físicos explican la estructura del átomo por medio del modelo orbital. Los
átomos son las piezas fundamentales de toda la materia viva y no viva. Aun así, son muy
pequeños y constituyen un espacio eminentemente vacío. Los electrones se mueven alrededor
del núcleo a una gran velocidad —una fracción de la velocidad de la luz— siendo la distancia
entre el electrón y el núcleo, en promedio, unas mil veces el diámetro del núcleo.
Enlaces y moléculas
Cuando los átomos entran en interacción mutua, de modo que se completan sus niveles
energéticos exteriores, se forman partículas nuevas más grandes. Estas partículas constituidas
por dos o más átomos se conocen como moléculas y las fuerzas que las mantienen unidas se
conocen como enlaces.
Hay dos tipos principales de enlaces: iónico y covalente .
Los enlaces iónicos se forman por la atracción mutua de partículas de carga eléctrica opuesta;
esas partículas, formadas cuando un electrón salta de un átomo a otro, se conocen como
iones. Para muchos átomos, la manera más simple de completar el nivel energético exterior
consiste en ganar o bien perder uno o dos electrones. Este es el caso de la interacción del
sodio con el cloro que forma cloruro de sodio a través de un enlace iónico. Estos enlaces
pueden ser bastante fuertes pero muchas sustancias iónicas se separan fácilmente en agua,
produciendo iones libres.
Toda materia es una combinación de
elementos.
La capacidad de los átomos de carbono para formar enlaces covalentes es de extraordinaria
importancia en los sistemas vivos. Un átomo de carbono tiene cuatro electrones en su nivel
energético exterior. Puede compartir cada uno de estos electrones con otro átomo, formando
enlaces covalentes hasta con cuatro átomos.
Los enlaces covalentes formados por un átomo de carbono pueden hacerse con cuatro átomos
diferentes (los más frecuentes son hidrógeno, oxígeno y nitrógeno) o con otros átomos de
carbono.
Proteínas
Lípidos
Del griego lipos que significa grasa, un lípido se define como una molécula relativamente
insoluble en el agua, pero soluble en solventes orgánicos tales como la acetona, el cloroformo,
el éter o el benceno.
Carbohidratos o glúcidos
Aunque sólo constituyen el uno por ciento del peso corporal total, los carbohidratos
desempeñan un papel central en los procesos químicos del cuerpo. Es la degradación química
de las moléculas de los carbohidratos en bióxido de carbono y agua la que suministra la
energía química que utilizan las células.
Carbohidratos, importante fuente de energía.
Aunque los carbohidratos no constituyen la única fuente de energía, ellos permanecen como la
fuente más inmediatamente disponible de energía química, y muchas células los utilizan
prefiriéndolos a otros tipos de moléculas. Algunos tejidos, como los del cerebro, cuentan con
los carbohidratos como única fuente de energía.
El término carbohidrato se deriva de la fórmula general para la mayoría de estas moléculas,
C n (H 2 O) n , donde n es cualquier número entero. Como lo indica la fórmula, para cada átomo
de carbono de la molécula existe el equivalente de una molécula de agua. Por consiguiente, los
carbohidratos son cadenas de carbono hidratadas (que contienen agua).
Los carbohidratos más simples son los azúcares , y el azúcar más importante del cuerpo es
la glucosa , llamada comúnmente azúcar sanguíneo. La mayoría de los azúcares del cuerpo
posee cinco o seis átomos de carbono.
Mediante el enlace de cierto número de azúcares, pueden formarse moléculas mayores de
carbohidratos, en la misma forma en que se unen los aminoácidos para formar proteínas. El
azúcar de cocina, sucrosa o sacarosa, está compuesto de dos azúcares, glucosa y fructosa,
unidos mediante un enlace químico que se forma al quitarles a estos dos azúcares una
molécula de agua. Una molécula que contiene dos azúcares lleva el nombre de disacárido (del
griego saccaron , azúcar). Cuando están enlazados muchos azúcares, la molécula formada se
denomina polisacárido .
Los polisacáridos más importantes en los organismos vivos son el almidón , el glicógeno , y
la celulosa , los cuales se componen de millares de unidades repetidas del monosacárido
glucosa .
Intermediarios
Banda de valencia
Se denomina banda de valencia al último nivel de energía u órbita más alejada del núcleo del átomo,
donde se efectúan las combinaciones químicas. La banda de valencia permite que los electrones que
giran en la última órbita puedan pasar de un átomo a otro, en dependencia de su "número de valencia" o
"número de oxidación", que puede ser positivo (+), o negativo (–), de acuerdo con las propiedades
específicas de cada elemento en cuestión. Así, según sea la electronegatividad o tendencia que tenga el
átomo de una molécula para atraer electrones de acuerdo con su número atómico o valencia, se forman
iones positivos o negativos.
En la siguiente tabla se presentan algunos elementos químicos con su respectivo número atómico,
número o números de oxidación o valencias y la cantidad de electrones que poseen en cada nivel de
energía. Como se podrá apreciar el Neón (Ne) no posee número de valencia por ser éste un gas noble o
inerte. Todos los gases de ese tipo contienen el máximo de electrones posibles en el último nivel de
energía, o sea, ocho, por lo cual ninguno de ellos reaccionan químicamente con otros elementos. Además
del Neón, entre los gases inertes se encuentran también el helio (He), argón (Ar), kriptón (Kr), xenón (Xe)
y el radón (Rn).
Los diferentes tipos de enlaces químicos que ocurren entre átomos de elementos simples son los
siguientes:
Enlace metálico. Se efectúa cuando los electrones que se encuentran girando en la última órbita de los
átomos de un metal se mueven por una estructura molecular, manteniéndola unida como ocurre, por
ejemplo, con el cobre: Cu
¿Qué es la radioactividad?
Esas propiedades las tienen, de manera natural, todos los isótopos (los
átomos de un elemento con cantidad diferente de neutrones, es decir, que
aunque se encuentran en el mismo lugar tienen una masa diferente) de los
elementos con número atómico igual o mayor a 84 aunque hoy en día
ya es posible obtener isótopos radioactivos de elementos estables, es lo que se
conoce como radioactividad artificial y fue descubierta en 1934 por el
matrimonio formado por Fréderic Joliot e Irene Curie, hija de Marie y Pierre.
El daño más severo a la célula resulta cuando se daña al ADN y esto puede
ocurrir de dos modos:
Beneficios múltiples
Permite, por ejemplo, reducir el empleo de combustibles fósiles y por tanto las
emisiones de gases contaminantes, favorece la planificación energética dado que
su generación no depende de elementos naturales (como sucede con las
renovables) y su producción es más barata que otras.