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Actos Jurídicos Unilaterales y los Bilaterales. Son Actos Unilaterales que necesitan de la
concurrencia volitiva de una parte, como en los testamentos. Son Bilaterales aquellos que para
nacer a la vida del derecho, necesitan de la manifestación de voluntad de dos partes. Un
contrato colectivo de una empresa, una parte es la empresa y la otra son los representantes de
los trabajadores sindicalizados. Tienen importancia por las normas relativas de formación al
consentimiento, son distintas a la sola expresión de acto unilateral. Y porque hay instituciones
aplicables a los actos bilaterales y no a los unilaterales.
Actos Unilaterales, el gran ejemplo es el testamento, pero existen otros como la oferta y la
aceptación, donde son dos actos unilaterales y necesarios para la formación del
consentimiento. En todos estos actos, una sola parte expresa su voluntad y da nacimiento al
acto en forma perfecta.
Los actos Bilaterales requieren que se reúnan las voluntades de ambas partes. Esta reunión se
denomina consentimiento y de acuerdo a la doctrina tradicional de las convenciones, que como
todo acto puede crear, modificar o extinguir derechos, cuando una convención crea o genera
derechos, se denomina contrato. Por eso que para definir a un contrato es una convención
generadora de obligaciones. Hay una relación de género especie en los contratos, porque todo
contrato es convención, pero no toda convención es contrato. Para la doctrina clásica, el pago
es una convención, no un contrato, por ser un acto unilateral. Para el CC, convención y
contrato son similares. Los contratos también se clasifican en unilaterales o bilaterales, pero
cuando un contrato se denomina bilateral, aludimos al número de partes a que obliga el
contrato. El contrato de donación entre vivos obliga a una parte, por eso es unilateral. El
comodato, o préstamo de uso, solo genera obligación para el comodatario, el comodante no
contrae obligación alguna.
Los contratos bilaterales o sinalagmáticos, son ellos en los que surgen obligaciones para
ambas partes, como en la compraventa. O en la transacción donde necesariamente se deben
contraer obligaciones recíprocas. Los contratos bilaterales se pueden distinguir en Contratos
Sinalagmáticos Perfectos y Contratos Sinalagmáticos Imperfectos.
Actos Entre Vivos o por Mortis Causa: Los Mortis Causa, requieren de la muerte de una
persona para producir efectos. Como en el caso del testamento, en virtud del cual solo una
persona puede disponer de bienes testados tras la muerte del testador.
Entre vivos, requieren de la concurrencia de ambas partes.
Actos Patrimoniales y Actos de Familia: Los patrimoniales tienen un contenido pecuniario como
la compraventa, el arrendamiento, la sociedad, la prenda, la hipoteca. Todos tienen por objeto
una prestación avaluada en dinero. Los de familia son aquellos que respectan de la situación
de un individuo con su familia, y la relación de los familiares con el individuo, y este con la
sociedad. Sin perjuicio que en materia de familia, existen actos patrimoniales, como un acto de
derecho de alimentos. Importa distinguir entre unos y otros porque normalmente los actos
patrimoniales están regidos por normas de derecho privado. Existen algunas normas de orden
público como el derecho de los arrendatarios. Los de familia, están regidos por normas de
orden público y por lo tanto el principio de autonomía de la voluntad, no tiene la misma fuerza
en actos de familia. En el matrimonio las partes tienen absoluta libertad para casarse o no o
casarse con quien se quiera.
Actos Jurídicos Gratuitos y Actos Jurídicos Onerosos: Son actos patrimoniales que se clasifican
de esta forma, y un acto es gratuito cuando solo tiene por objeto la utilidad o beneficio de las
partes, sufriendo la otra el gravamen (artículo 1440 del CC), y el acto oneroso cuando tiene por
objeto la utilidad de ambas partes, es decir, se grava a cada una en beneficio de la otra. Si en
el acto se grava una persona a beneficio de la otra, y si la otra reputa utilidad en el acto, como
el comodato, o la donación. Pero si ambos se gravan recíprocamente como en la compraventa
o el arrendamiento, estamos ante un acto oneroso. Regularmente los actos gratuitos tienen
vicio del consentimiento, no en los onerosos. De los actos onerosos, surge una
subclasificación:
Actos Conmutativos: Cuando las prestaciones reciprocas de las partes se miran como
equivalentes, la ley no exige que sea equivalente, no exige que el precio sea exacto, sino que
ambas cosas, precio-cosa deben ser equivalentes. Es un rango de valor que se acepta entre el
valor de una obligación y la otra.
Acto Aleatorio: cuando la utilidad o beneficio de una de las partes es contingencia de ganancia
o pérdida. Proviene de Alea, que significa suerte (latín). Si tomo un seguro de vida y muero al
día siguiente, se habla de un acto aleatorio.
El art. 2258 del CC, señala cuales son los principales contratos aleatorios y nos indica que los
principales son el contrato de seguros, el préstamo a la gruesa ventura, el juego, la venta, la
renta vitalicia y la constitución al censo vitalicio.
Actos Principales y Actos Accesorios: Un acto es principal cuando subsiste por si mismo, sin
que necesite otra convención para subsistir, art. 1442. Es Accesorio el que requiere de una
convención principal para subsistir, y su rol será principalmente garantizarla. La compraventa
es un contrato principal, porque subsiste por si mismo, pero si en esta compraventa quedara
pendiente un saldo de precio, porque se le dio plazo al comprador para pagar el precio, pero el
vendedor le exige (en una compraventa de inmueble) se le exige que el inmueble quede
hipotecado a favor del vendedor. Este contrato de Hipoteca será accesorio porque tiene por
solo objeto garantizar la compraventa y sin la compraventa el contrato de Hipoteca no podría
subsistir. El arrendamiento es un contrato principal, pero el arrendador lo tiene con fianza con
la seriedad del arrendatario, el contrato de fianza es un contrato accesorio que tiene por objeto,
garantizar una acción derivada del contrato de arrendamiento que sería el pago de la renta. El
mutuo o préstamo de consumo, pero se exige dejar algo en prenda, y esta sería un contrato
accesorio ya que la prenda garantiza el cumplimiento del mutuo. La importancia radica en que
hay un aforismo que señala que lo accesorio, sigue la suerte de lo principal, y significa que
extinguir por cualquier causa el acto principal, se extingue el accesorio.
Actos Jurídicos Solemnes, y Actos No Solemnes: Un acto no solemne, que en principio debe
ser la regla general, es el que no requiere un requisito externo para la sola manifestación de la
voluntad para tener sus efectos y un acto solemne, requiere también ciertas formalidades
exteriores aparte de la voluntad manifiesta. El consensualismo ha ido perdiendo terreno y ha
ganando el formalismo. La compraventa que es un acto consensual por excelencia, deja de ser
consensual cuando es un inmueble o una servidumbre o cuando se venden vehículos. Los
actos Solemnes se clasifican en Consensúales cuando se perfeccionan por el mero
consentimiento de las partes, y Reales cuando se perfeccionan por la entrega o tradición de la
cosa. La diferencia entre la entrega y la tradición es que la entrega es la es el paso material,
mientras que la tradición es un acto jurídico que constituye un modo de adquirir el dominio,
consistente en la entrega del dueño de una cosa a otro. Si alguien pide prestado mi celular y lo
entrego porque la condición que la persona adquiriente queda en relación al teléfono, como un
adquiriente por comodato. Pero si me piden que venda mi celular, y lo entrego, el mismo acto le
está transfiriendo el dominio de la cosa. Es la misma gestión fáctica en ambos ejemplos, pero
el segundo acto la convierte en propietaria, porque la intención al entregarlo es convertir al
adquiriente en dueño, y yo recibo un pago, mediante la traslación de dominio por compra y
venta.
Actos Nominados y Actos Innominados: Un acto es nominado cuando está regulado por la ley,
por tanto la compraventa es un contrato nominado porque la ley se encarga de regular su
contenido, el arrendamiento, el mutuo, la hipoteca lo mismo. Todos son contratos que la ley
regula y son nominados. Son Innominados, cuando su contenido no se encuentra regulado por
la ley.
Actos Puros y Simples y Actos Sujetos a Modalidad: Un acto debe ser puro y simple, que
cumpla sus efectos inmediatos y sin que su validez o vigencia se sujete a algo más allá
acordado en el contrato. Existen actos que modifican o alteran sus efectos, como el plazo,
modo y condición.
Modalidades:
Condición Suspensiva o Resolutoria
Plazo Suspensivo o Extintivo
Modo
Actos Causados y Actos Abstractos: Un acto Jurídico es causado, cuando las partes al
otorgarlo han tenido una causa Art. 1445, la regla general es que los actos son causados, que
deban obedecer a una causa lícita. Un acto abstracto o incausado, es aquel que no requiere de
una causa para su materialización, basta la sola manifestación de voluntad, no quiere decir que
no tenga causa, pero no es necesaria en un acto abstracto, las partes no pueden prescindir de
la causa. La ley ha creado actos incausados, como los cheques, pagaré.
El Consentimiento.
El Código Civil no trata la formación del consentimiento. Hay que recurrir a las normas del
Código de Comercio, por el mensaje del Código.
Para estudiar la formación del consentimiento, hay que estudiar dos actos. La Oferta y la
Aceptación. La Oferta es un acto jurídico unilateral, por el cual una persona propone a otra la
celebración de un determinado acto jurídico. La Oferta es un acto jurídico y le vamos a hacer
aplicables todos los requisitos del acto jurídico. La Oferta debe ser seria y exteriorizarse. La
oferta como acto jurídico debe ser completa. Completa significará que debe contener todos los
elementos que permitan al aceptante simplemente aceptar para que quede formado el
consentimiento. Si ofrezco el plumón, te vendo el plumón (como oferta) no es completa, pero si
le digo que vendo el plumón en $500, la oferta es completa por estar en condiciones de aceptar
el plumón para que quede en orden un contrato de compraventa.
Clases de Oferta.
Puede ser Expresa o Tácita. Expresa cuando se manifiesta en formas explícitas. Puede ser
Verbal o Escrita. La oferta es Tácita cuando se desprende de una conducta inequívoca del
oferente, proponiendo la aceptación de un acto jurídico. Un micro con su letrero es una oferta
tácita.
Aceptación
Es un acto jurídico unilateral que en virtud del, el aceptante manifiesta su voluntad de aceptar
la oferta propuesta. Puede ser expresa o tácita. Tácita cuando emana inequívocamente de la
conducta de un aceptante. La aceptación tiene un primer requisito básico y esencial, debe ser
pura y simple, no debe sujetarse a condición alguna, en el art. 102 del Código de Comercio se
mirará como una propuesta.
Debe ser la oferta, Oportunamente y en Tiempo y para saber cual es la oportunidad de aceptar
una oferta, debemos regular a la regla general del artículo 101 del Código de Comercio.
La oferta puede ser verbal al momento de conocerse la aceptación en el acto. Es escrita hay
que hacer una distinción, en cuanto a si tiene un plazo de aceptación por parte del oferente. Si
no establece plazo alguno, hay que regirse por el artículo 98 del Código de Comercio. Si el
aceptante vive en el lugar del oferente, deberá responder dentro de las 24 horas, y si es en otro
lugar, deberá hacerlo a vuelta de correo, lo que se entenderá al momento de recibir la carta.
Una vez que los plazos entregados por el oferente o por la ley han vencido, es necesario que el
oferente notifique al receptante de su retractación, porque si no lo hace, será responsable de
los perjuicios para ese aceptante.
La oferta deja de estar vigente por dos motivos, uno porque se retracta el oferente y otra por la
caducidad de la oferta. La retractación es el retiro de la oferta efectuada o arrepentimiento del
oferente. La retractación debe cumplir con ciertos requisitos. El artículo 99 del Código de
Comercio, la oferta no debe haber sido aceptada y ello no puede ser de otra manera por el
artículo 101 del Código de Comercio, resulta obvio que el oferente no puede retractarse cuando
la oferta haya sido aceptada. Existen por lo tanto para los efectos, dos tipos de retractación,
una oportuna o una inoportuna. Aunque la retractación sea oportuna, el artículo 100 del código
de comercio, señala que la retractación puede exonerarse de la obligación de indemnizar,
cumpliendo el contrato propuesto.
La retractación inoportuna no produce efecto. Si yo me retracto después de ser aceptada, se
formó el consentimiento. No tendrá el valor de una retractación válida, a menos que sea
oportuna. Estas disposiciones son la aplicación general del principio de Buena Fe.
Caducidad de la oferta se produce por muerte del proponente o por incapacidad legal
sobreviviente. Evidentemente en ambos casos tiene que ocurrir en el tiempo que media la
oferta y la aceptación. No se forma el consentimiento. ¿Qué pasa si la muerte o la incapacidad
legal sobreviene pendiente el plazo que el oferente otorgó para que se aceptara la propuesta,
es decir, durante el plazo que amparaba al aceptante sin que pudiera el oferente retractarse? A
modo de ejemplo para responder la pregunta, si yo os vendo mi LCD en tanta plata y te doy
para que contestes 15 días si aceptas o no. Pero sobreviene mi muerte a los dos días de
ofertar. En regla general, la muerte del oferente, crea obligaciones a los herederos del oferente
fallecido. Cuando se forma el consentimiento, en el momento que se forma, queda perfecto el
acto. El artículo 101 del código de comercio, se forma el consentimiento. Han sido esbozadas
cuatro teorías:
1.- La teoría de la aceptación, 2.- de la expedición, 3.- De la recepción, 4.- Del Conocimiento
1.- La teoría de la Aceptación cuando el oferente sabe que ha sido aceptado y se forma.
2.- cuando se expide la respuesta escrita del aceptante. Es el acto que le va a permitir que el
aceptante aceptó si o no.
3.- El consentimiento se forma en lo lógico cuando el oferente recibe la formal respuesta, que
contiene la aceptación
4.- En el fondo cierra este circulo, diciendo que le consentimiento se forma cuando el oferente
se entera que su oferta ha sido aceptada.
Hay que hacer importancia donde se forma el consentimiento, y su importancia está en fijar la
competencia de los tribunales, para determinar la legislación que se aplicará al acto. El art. 104
del C de C, contiene la regla general, el domicilio del aceptante, es donde se forma el
consentimiento, se entiende en ese lugar que se forma el consentimiento. No da lo mismo
pactar un domicilio convencional que no pactarlo, la tendencia en general es pactar domicilios
convencionales. Lo normal es que uno se preocupe como abogado de radicar los posibles
conflictos derivados de un contrato en el domicilio de su cliente. Tanto en los contratos
solemnes como en los particulares, no son las normas del CC completamente mandatarias.
1.- Error de Derecho del Error de Hecho: El error de Derecho cuando nos encontramos ante un
falso concepto de norma jurídica o cuando se le aplica erróneamente, pero en ambos casos da
lo mismo, porque el error de derecho no constituye vicio del consentimiento. (Art. 1452 del CC.)
El conocimiento general de la norma de derecho es una ficción legal, de acuerdo a lo dispuesto
en el art. 8 del código civil. Artículo 2297 y 2299 del Código Civil sobre normas del pago de lo
no debido. El primer artículo sobre el pago de lo no debido tiene derecho a ser reembolsado
por haber un enriquecimiento sin causa. Se podrá repetir invocando el error de derecho aun
cuando haya pagado con error de derecho y no tuviera obligación Natural. El segundo artículo
dice que el que da lo que no debe, no se presume que lo dona, por eso el que paga sin causa
tiene derecho a repetir, a menos de que tuvo perfecto conocimiento de lo que hacía, tanto en el
hecho como en el Derecho.
1.- Error esencial o error obstáculo. El artículo 1453 del CC., el Error Esencial recae o sobre la
especie del acto o contrato, o sobre la identidad específica de la cosa, sobra la que este acto
versa. Una parte cree que celebra un acto, y la otra parte cree celebrar otro acto distinto. Se
denomina error obstáculo porque obsta a la formación del consentimiento, ya que es de tal
magnitud, que en realidad no llega a formarse el consentimiento. Si yo ofrezco A y el aceptante
acepta B, no hay consentimiento formado, porque el aceptante debe aceptar lo ofertado. Para
la doctrina, el error esencial, no es un vicio del consentimiento, porque el consentimiento
viciado, presupone el consentimiento formado y adolecería de nulidad. Lo anterior significa que
la sanción aparejada al error, tiene discusión en la doctrina. Hay tres posiciones respecto a la
sanción del error esencial: Unos afirman existir una sanción mayor a la nulidad, el error afecta
de inexistente al acto, porque no se forma el consentimiento. Hay otra posición que afirma, que
la sanción es la nulidad relativa, porque la ley señala cuales son las causas de nulidad absoluta
y las demás para la ley son causales relativas. El art. 1682 dispone sobre la nulidad. Y el otro
grupo propone la nulidad absoluta.
2.- Error Sustancial. El art. 1454 del CC. ¿Es lo mismo sustancia, que calidad esencial? No son
iguales, son conceptos diferentes, uno es un concepto subjetivo y el otro objetivo. Objetivo el
concepto de sustancia, pero el de calidad esencial, es un elemento subjetivo. Es subjetivo
porque quien define cuando una calidad es esencial a una cosa, al final del día, lo definen las
partes. Potiere utilizaba para explicar este error, el concepto de los candelabros. Cuando el
error cae sobre la sustancia, es objetiva la clasificación del error.
3.- Error accidental. El art. 1454, inc. 2, hablamos de una cualidad cualquiera, accidental según
la ley, y la única forma de que el error accidental vicie el consentimiento, es que esta cualidad
haya sido motivo para contratar y este motivo haya sido conocido por la otra.
4.- Error in persona. Art. 1455, El error en la persona con la cual se contrae el contrato, no vicia
el consentimiento en regla general, solo si esa persona fue motivo principal de la contratación.
Para esto la ley consagra los contratos intuito persona, como el contrato de comodato, de
donación.
5.- Error Común: No es un vicio del consentimiento, conceptualmente estamos frente al error
común cuando un grupo importante de personas, padece error y ese error la padecen todos de
buena fe, y tienen además, una justa causa de error.
La Fuerza: así como el error en el fondo vicia el consentimiento cuando se cumplen los
presupuestos para ello, porque la voluntad no le apunte, se distrae, dispara pal lao equivocado,
cuando hablamos de fuerza, hablamos de una voluntad que se manifiesta de forma correcta,
por concluir con la intención, pero al intervenir la fuerza, esa voluntad expresada, no ha sido
una voluntad libre. La fuerza es la intervención de un tercero que obliga a una persona a
celebrar un acto jurídico determinado. La fuerza se suele clasificar en fuerza física o bis
absoluta de la fuerza moral. Es un distinción importante porque al hablar de fuerza bis absoluta,
hablamos de carencia de voluntad. Pero si hablamos de fuerza moral, o bis compulsiva,
hablamos de un vicio del consentimiento, por ser una amenaza que se ejerce sobre la voluntad
de una persona de ocasionarle un mal grave a el o su familia.
La fuerza moral el art. 1456 dispone que la fuerza no vicie el consentimiento sino cuando es
capaz de producir una emoción fuerte en una persona de sano juicio. La fuerza debe ser grave,
injusta y determinante. Es esencial para que se cumpla la fuerza y vicie el consentimiento. La
fuerza va a ser grave cuando efectivamente es capaz de producir una emoción fuerte en una
persona de sano juicio tomando en cuenta su edad, sexo y condición.
El art. 1456 nos define cuando la fuerza es realmente grave, con lo dispuesto al final de ella. Si
a un niño de 3 años lo amenazo con un palmazo, el niño se asustará y se verá forzado a hacer
lo que yo quiero que haga. Pero al contrario que si a un amigo le digo que le daré un palmazo
si no hace algo, me mandarán a la concha de tu madre, porque son personas que por su edad,
no se verían afectadas a su sano juicio, por su edad, sexo y condición como persona. Pero el
inciso segundo del artículo 1456, nos excluye de inmediato un tipo de fuerza pero que no
constituye vicio del consentimiento y que es lo denominado temor reverencial, esto es, el solo
temor de desagradar a las personas a que se deben sumisión, como en el caso de los hijos en
virtud de sus padres o madres.
La fuerza debe ser además injusta, y cuando hablamos de fuerza injusta, hablamos de fuerza
ilícita, porque hay expresiones de fuerza que son lícitas. Podría yo decirle a alguien, págame la
deuda, o sino dame algo en pago, pero si tu no me das algo en pago, yo te embargo y saco tus
bienes a remate. Es este un ejemplo de fuerza lícita, porque hago uso de los instrumentos
judiciales para un caso amparado por el derecho.
La fuerza debe ser determinante, es decir, que el consentimiento prestado por la víctima de
fuerza haya sido prestado única y exclusivamente como consecuencia inmediata de la fuerza
aplicada, es decir, debe ser de tal forma, que si no se hubiera empleado la fuerza, la victima de
la misma no habría consentido en el acto jurídico. El consentimiento debe ser prestado en
relación con la fuerza
La fuerza debe ser actual o inminente, es decir, entre la fuerza aplicada en la celebración del
acto, debe haber un tiempo breve. No es importante quien ejerza la fuerza, la puede ejercer un
tercero y sin embargo de todos modos la fuerza vicia el consentimiento. El art. 1457, para que
el dolo vicie el consentimiento debe ser obra de una de las partes, no así con la fuerza, que da
lo mismo quien la ejerza, vicia de todas maneras el consentimiento.
La Capacidad.
En cuanto a personas naturales, entendemos lo dispuesto en el art. 55 del CC. Una persona,
es un sujeto de derecho, y entre las aptitudes o atributos de estas, está la aptitud para adquirir
derechos. Capacidad es la aptitud legal de una persona, para ejercer derechos sin el ministerio
de otro. La regla general es la capacidad, o sea, que todos son capaces, salvo los declarados
incapaces por ley.
La capacidad de goce es un atributo de la personalidad. La facultad para ejercer estos
derechos no es un atributo de la personalidad, porque requiere una habitación jurídica, y que la
regla jurídica declara a las personas capaces excepto los incapaces.
Las causas de Incapacidad (art. 1446 del CC) declaran las personas incapaces. Las
incapacidades son de dos tipos, Absolutas y Relativas.
Ser absolutamente incapaz significa que solo se puede obrar en la vida jurídica a través de un
representante legal, en ningún caso un incapaz absoluto puede obrar por si mismo. El art. 1447
del CC., dispone que sean absolutamente incapaces los dementes, los impúberes, los sordos
mudos que no pueden darse a entender claramente. Cuidado con códigos antiguos porque la
anterior declaración de impúberes en cuanto a los sordos mudos, eran aquellos que no pueden
darse a entender por escrito.
Los Impúberes. El art. 26 del CC, define la impubertad, y señala que son impúberes los
varones que no han cumplido 14 años y las mujeres que no han cumplido 12 años. Se debe
distinguir en una persona si es impúber, en el sexo, para ver si tiene la edad para dejar de ser
impúberes. Dentro de los impúberes se distinguen los infantes o menores de 7 años,
clasificación que tiene relevancia solo para efectos de la capacidad de la responsabilidad
extracontractual, es decir, son incapaces de delito y cuasidelito civil los menores de 7 años. La
incapacidad se cura con el tiempo.
Los sordos o Sordos Mudo que no pueden darse a entender claramente. Cualquiera que sea la
forma de manifestación al sordo o sordo mudo, expresar la voluntad en forma clara, es capaz.
No así en caso de que adolezca de otra incapacidad.
Incapacidad Relativa. El inc. 3ero del art. 1477, son incapaces los menores adultos y los
disipadores que se encuentran en interdicción de administrar libremente lo suyo.
Menores de 18 años que no son impúberes, o sea, las mujeres mayores de 12 años y hombres
mayores de 14 años que no han cumplido aun los 18 años de edad. Que pueden ser
denominados púberes. Los menores adultos son capaces para ejecutar ciertos actos, así los
menores adultos pueden administrar libremente su peculio profesional y militar, o sea lo que
obtengan de su trabajo, y son capaces en el plano patrimonial, pueden reconocer hijos, dejar
testamento.
Interdictos por disipación. Se refiere el concepto de disipador, a la persona que dilapida sin
medida sus bienes quien malgasta su dinero sin ningún modo de control. Una persona por muy
disipadora que sea, no es incapaz, es plenamente capaz, mientras no sea declara incapaz por
una sentencia judicial. La interdicción es absolutamente necesaria para probar su incapacidad.
El Art. 445 del CC, dispone que la disipación pueda ser otorgada por motivos reiterados de
disipación. Declarar interdicción por dilapidación de una persona, según el Art. 448 del CC
declara que no puede ser curador el cónyuge.
Un disipador siempre mantendrá su libertad y se le designará una cantidad de dinero para
poder subsistir.
Los actos de los absolutamente incapaces no producen ni aun obligaciones naturales (no
producen nada) y no admiten caución, y a diferencia de los incapaces absolutos, los
relativamente incapaces, pueden actuar si fueran debidamente autorizados por su
representante legal. El art. 43 del CC, dispone quienes son representantes legales de una
persona. Los impúberes que tengan padre o madre, estarán sometidos a patria potestad, y su
padre o madre, o ambos, serán los representantes legales del impúber y de los púberes. La
guarda o curador, es una designación judicial por sentencia judicial. Tutor solo a los infantes,
curador al resto.
Era antiguamente incapaz, la mujer casada por régimen patrimonial. La mujer que se casa por
régimen de sociedad conyugal, no puede administrar los bienes, y por eso el legislador la
declara incapaz.
Además de la incapacidad absoluta y relativa, la ley declara otras incapacidades especiales. El
art. 1447 inc. Final, los declara. Las incapacidades especiales afectan a ciertas personas, como
el art. 412 inc 2, prohíbe al tutor y procurador vender y arrendar bienes raíces.
El art. 1796 sobre contratos matrimoniales. El 1798 prohíbe al juez comprar un inmueble que
se remata en su tribunal. El adoptado pasa a tener la calidad de hijo del adoptante de acuerdo
a la nueva ley sobre adopción.
El Objeto.
Segundo requisito de existencia de los actos jurídicos. El acto jurídico recae sobre algo, versa
sobre algo, tiene en consecuencia un objeto. El Código Civil, en su artículo 1460, declara el
objeto en cuanto a lo que se tiene que dar, hacer o no hacer. Hay doctrina que señala que esa
es una perspectiva material de la nomenclatura del objeto y por lo tanto, existiría una
perspectiva más jurídica que señalaría que el objeto es el conjunto de relaciones que envuelve
el acto mismo. Lo que define el artículo 1460 no es el objeto del acto jurídico, sino que de la
obligación que deriva del acto jurídico. Dijimos que el acto jurídico tiene por objeto crear,
modificar o extinguir derechos y obligaciones, por lo tanto el objeto del acto jurídico es el
conjunto de derechos y obligaciones que se crear, modifican o extinguen en virtud del acto. Ese
es el objeto del acto jurídico. Cuando el acto tiene por objeto crear derechos y obligaciones se
llaman contratos porque efectivamente lo que surge de un contrato son obligaciones y el
contenido de esas obligaciones puede ser dar, hacer o no hacer. En consecuencia, el objeto
del contrato es aquello que debe darse o no hacerse en su virtud, y es lo que está definido en
el art. 1460, el objeto del contrato, no del acto jurídico. Pero si es cierto, el Código civil, trata el
objeto material lo que debe hacerse o no hacerse en virtud del contrato. Las leyes que rigen
para ver si es dar una cosa, o si se trata de un hecho. Lo primero, dar significa transferir el
dominio o conferir otro derecho real. El título traslaticio de dominio, tiene a diferencia de un
comodato, la transferencia del dominio y constituye un derecho real. Si el objeto consiste en
dar una cosa, debe cumplir varios requisitos:
1.- Que el objeto sea real, o sea, que la cosa exista al momento del acto, o se espera que al
menos, exista. El Art. 1813, si el objeto consiste en dar una cosa, se espera que exista o que
exista en el momento de transferencia de dominio, a menos, que se haya comprado la suerte,
porque estaríamos en un contrato aleatorio.
2.- Que sea comerciable, o sea, susceptible de relaciones jurídicas privadas, que se pueda
traficar con ella. Las cosas son comerciables a menos que la ley declare lo contrario. Entre las
más importantes incomerciables, están las cosas comunes a todos los hombres de origen
natural y los bienes nacionales. Las primeras son inapropiables, art. 585 del Código Civil. En
cuanto a los bienes nacionales, el art. 589, son bienes nacionales, los que pertenecen a la
nación toda. Son susceptibles de dominio pero pertenecen a toda la nación. La
incomerciabilidad de los bienes nacionales, como las plazas, la universidad, pero no es
absoluta su incomerciabilidad, un cambio en el plano regulador puede tener como necesidad
vender una plaza. Los bienes nacionales son desafectables, o sea, se pueden vender bienes
incomerciables.
Si el objeto consiste en un hecho o en una abstención, no en dar una cosa, aquí los requisitos
son dos:
1.- El hecho debe ser posible, significa que pueda realizarse tanto física como jurídicamente,
que sea físicamente posible quiere decir que no sea contrario a las leyes de la naturaleza, y
jurídicamente posible significa que no debe ser contrario a la moral, ni al derecho ni a las
buenas costumbres. En un contrato en que se ofrezca a una persona una cantidad de dinero
por matar a una persona, el objeto de esta prestación es jurídicamente imposible.
2.- Que esté determinado, significa que deba expresarse la prestación debida. Si no se expresa
concreta ni cabalmente, es imposible que se cumpla la prestación.
Debemos estudiar la licitud del objeto. La única forma de estudiar el objeto lícito, es estudiar los
casos de objeto ilícito, es la ley la que declara ilícito un acto jurídico. Va a ser ilícito el objeto
que cumple los requisitos impuestos por la ley y que no se enmarcan en alguna hipótesis de
ilicitud establecida por el legislador.
Art. 1462, en lo que contraviene al derecho público chileno. Todas las normas que derivan del
Derecho Público no pueden ser objeto de alguna…
Art. 1463, Prohíbe los pactos sobre sucesión futura. No puede en vida de una persona,
negociarse el derecho de sucederla. El pacto de sucesión se abre por mortis causa. La ley le
asigna ilicitud por ser un acto inmoral, pero hay una excepción, en el denominado de no de
mejora, el causante futuro se obligue a no disponer de la cuarta de mejore, estableciendo la ley
las derivadas de dicho pacto (art. 1204 CC).
Art. 1464, muy importante, Hay objeto ilícito en la enajenación, en cuatro casos que carecen de
objeto lícito. Enajenación para los efectos de este artículo, significa etimológicamente hacer
ajeno, transferir el dominio, pero en un sentido amplio significa no solo transferir una cosa, sino
además gravarla, con algún otro derecho real. ¿Enajenar comprende Hipotecar una cosa, o
solo comprende hacerla ajena, o gravarla con otro derecho real? La doctrina toma la
enajenación de un sentido amplio, y permite constituir un derecho real sobre ella, porque si no
se pudiera transferir una cosa y si se puede hipotecar. En un sentido amplio debe entenderse
el concepto de enajenación.
Última hipótesis de objeto ilícito. Art. 1466 del CC. Una obligación derivada del juego de azar,
esa obligación de cobrar lo que gané adolece de objeto ilícito. Art. 2260 El juego y la apuesta
no producen acción, sino que solo excepción, el que gana no puede cobrar lo que gana. Hay
algunas obligaciones que en la regla general, se trate de obligaciones naturales, no dan acción
para exigir su cumplimiento. Hay obligaciones que carecen de esa acción y sin embargo, a
pesar de que el acreedor no tenga derecho a exigir el pago, si el deudor voluntariamente, paga,
ese acreedor si tiene la excepción de exigir lo pagado. El art. 2263, sobre ciertos juegos de
azar que permiten la acción de pago. Último caso, no es posible condonar el dolo futuro. Si un
acto adolece de objeto lícito
La Causa.
Cuando clasificamos los actos jurídicos, distinguimos de actos causados de actos abstractos.
Un acto era causado cuando era necesario que respondiera a una causa, que hubiera una
motivación. La causa es el motivo que induce a celebrar el acto o contrato, e importa conocer el
motivo que induce a celebrar el acto, porque la motivación que lleva a celebrar el acto es
legítima o no. En el fondo la causa tiene por objeto moralizar los actos jurídicos. Ello sin
perjuicio de que existen actos abstractos, actos incausados, en los que no es necesario
acreditar ni probar causa. La causa no es una construcción románica, los romanos no
conocieron la teoría general del acto jurídico. Es pothier el primero en crear un concepto
general de causa e incluirlo como requisito de existencia de los actos jurídicos que no son
abstractos. El motivo que induce a celebrar el acto, es porque hablamos de una causa que
puede ser eficiente, de una causa remota o una causa final. Es la que permite que el acto sea
lo que es. La causa es aquello que conforma el acto o contrato. Pero la causa final la constituye
aquello que se persigue con el contrato, o el acto. Aquello que se busca a través de un acto
final. El código civil chileno señala que la causa es el motivo que induce a celebrar el acto o
contrato. Si tomamos esto literalmente, ¿Cuál sería la causa de que yo me compre una botella
de agua mineral? Saciar la sed. Viene a ocurrir que la causa de la obligación de una persona
va a ser una motivación determinada. La causa es la obligación de la otra parte en los actos
bilaterales. La compraventa que es un contrato bilateral, la causa de la obligación del vendedor
es recibir el precio que constituye el objeto de la obligación del comprador. La obligación del
comprador lo constituye el objeto de de la cosa del vendedor. El objeto es la obligación de cada
una de las partes. La causa es la obligación del acto.
La obligación que surge de un acto real es la de restituir, y esto es la entrega de la cosa, como
en el comodato, muto, que son contratos reales que tienen como causa es la entrega o
tradición o devuelta de la cosa prestada.
En los contratos gratuitos como la donación, la causa es querer por su mera liberalidad.
Las formalidades publicitarias que son todos aquellos requisitos externos de un acto que
permiten darlo a conocer a terceros. Una medida publicitaria, una de cuyas posibles medidas
es la publicación, pero publicidad es hacer conocer a terceros la medida de un acto. Cuando no
se cumple una medida publicitaria, surge la inoponibilidad, que si un acto surge entre las
partes, no puede ser importar a terceros.
Las formalidades habilitantes, y son requisitos externos al acto pero cuya finalidad es suplir la
voluntad de los incapaces, por lo tanto las formalidades habilitantes tienen por finalidad
proteger a los incapaces, esto quiere decir que estos requisitos externos, al contrarios de los
solemnes propiamente tal, son dirigidos en cuanto al estado de la parte celebradora con una
capitis deminutio y por lo tanto, el padre o madre o ambos, administras los bienes de su hijos
menores, porque tienen un derecho de goce sobre ellos, pero no pueden enajenar las raices de
sus hijos, a menos que cuenten con autorización judicial, por causa evidente. Esta autorización
judicial es una formalidad habilitante. Toda participación de un representante en virtud de una
persona incapaz, constituye una solemnidad habilitante. La sanción aparejada al
incumplimiento de una solemnidad habilitante es la nulidad relativa, pero respecto de los
absolutamente incapaces es la nulidad absoluta.
Las formalidades por vía de prueba o adprobationem. Una formalidad probatoria es un requisito
que no afecta ni la existencia ni validez del acto, no produce efectos desde ese punto de vista,
pero en caso de no cumplirse, verá imposibilitado de probarse en juicio. Los actos no se
prueban, sino los hechos. El más clásico de los efectos de una solemnidad probatoria está
contenido en el art. 1708 del CC, que dispone que la única forma de probar los hechos por
escrito es bajo escritura, y se disponen por escritos los actos contemplados en el art. 1709. Por
lo tanto, todo acto que contenga la promesa de celebrar otro acto o que valga más de 2 UTM.
Si no consta por escrito el acto vale, no lo afecta ninguna causal de ineficacia en si, pero si
necesitan llevar a juicio por ejemplo, el cumplimiento de dicho acto, tienen que partir por probar
que existe la obligación que se reclama, y si no consta por escrito no hay forma de probar el
acto jurídico, porque impide por un medio distinto, pero limita la prueba de testigos y esto
significa que si bien muchos actos no requieren escriturarse como requisito de validez, del acto,
no podrá probarse en juicio, porque sin prueba, el acto no existe.