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Al ver el color tenemos una sensación que nos recuerda al calor o al frío, es la temperatura del
color. Con este criterio podemos elaborar dos gamas, la cálida y la fría.
Elegir el color para pintar, no solo obedece al
gusto de los que la vayan a habitar, sino que
también a una serie de estímulos que los
colores generan en nosotros. Uno de ellos en
la sensación de temperatura, es decir que el
color hace que percibamos el ambiente más
cálido o más fresco según la tonalidad de la
pintura que se haya utilizado para pintar las
paredes o decorar.
Los colores fríos y los tonos claros nos permiten agrandar el lugar.
Colores cálidos
en decoración
Los colores cálidos en
decoración en general
tienden a avanzar (parece
que estuvieran más cerca) y
son los colores dominantes
en una habitación.
También se
recomiendan para
una oficina o sala de
ejercicios.
Una forma segura de trabajar los cálidos es la
monocromía.
Colores fríos en
decoración
Los colores fríos en
la decoración, dan la apariencia
de retroceso, es decir, parece
que se encuentran más lejos de
lo que están, por esta razón
funcionan muy bien en
habitaciones pequeñas, ya que le
dan al espacio la sensación de
ser más amplio de lo que
realmente es; las cosas se
“alejan”. Estos tonos, por
ejemplo, se pueden utilizar para
hacer que un techo bajo parezca
más alto de lo que es.
La emoción humana detecta los efectos de los tonos fríos como una sensación de alivio, frescura y
tranquilidad. Entre estos colores se encuentran el verde mar, violeta, azul, celeste y cian, entre otros.
Combinados con el color blanco,
se logra un espacio sumamente
luminoso. Aquí se ha utilizado un
color celeste pastel, y se ha
combinado con una alfombra
blanca. Sin embargo, se ha dado
un toque de color amarillo, en un
sillón.
Añadir detalles en color negro o gris como el marco de un
cuadro, una lámpara o un mueble oscuro, logra un
aspecto muy elegante. También es una excelente opción
combinarlos con neutros como marrones o beiges.
Consejos para decorar
con colores fríos.
Los colores fríos se utilizan para calmar
el ritmo respiratorio, relajar los músculos,
disminuir la presión arterial y la
temperatura corporal, lo que hace que
uno se sienta más fresco y relajado.
Cuanto más fuerte es el color, más
intenso es este efecto de “enfriamiento”.