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TRASTORNOS HIDROELECTROLÍTICOS
INTEGRANTES:
Cáceda Samamé, Fabrizio.
Calixto Asto, Keila.
Cayao Figueroa, Luis.
Erazo Asenjo, Alondra.
DOCENTE:
Dr. César Carpio Chanamé
HORARIO:
19:15-20:45
CICLO:
Tercer año-II semestre
FECHA DE ENTREGA:
31 de agosto de 2018
PIMENTEL – PERÚ
1
I. INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 3
II. OBJETIVOS ........................................................................................................................ 4
III. CUESTIONARIO ................................................................................................................ 5
1. ¿Cuál es la fisiopatología de las hiponatremias? ............................................... 5
2. ¿Cómo actúan la hormona antidiurética y la aldosterona en la regulación
de agua y electrolitos?........................................................................................................ 8
3. ¿Cómo se clasifican las hiponatremias? ................................................................ 11
4. ¿Por qué es importantes conocer la osmolaridad sérica en un paciente con
hiponatermia? ..................................................................................................................... 13
5. ¿ Cómo seria la fisiopatología de la mielinolisis pontina producida por la
corrección rápida de la hiponatremia? ........................................................................ 15
6. ¿Cuál es la fisiopatología del SIHAD? ..................................................................... 18
7. ¿Cómo se clasifican las hipernatremias? ............................................................... 20
IV. CONCLUSIONES......................................................................................................... 21
V. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................ 22
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I. INTRODUCCIÓN
3
II. OBJETIVOS
4
III. CUESTIONARIO
Fisiopatología:
Trastornos del sodio y agua La osmolalidad plasmática es el principal indicador de la
homeostasis del agua corporal total (ACT) y está determinada en gran medida por las
concentraciones de sodio plasmático. Las alteraciones en la concentración del sodio
plasmático reflejan un trastorno en el balance de agua corporal total o del sodio y potasio
intercambiable, como se observa en la fórmula de Edelman.
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disminución en la excreción de agua (acuaresis) por liberación no osmótica de
vasopresina la cual puede estar incrementada apropiadamente en casos de disminución
del volumen ar terial efectivo circulante (VAEC), o inapropiadamente por estímulos como
náusea, dolor, estrés, fármacos, neoplasias, enfermedades pulmonares y del sistema
nervioso central. La hiponatremia es un estado patológico en el cual la respuesta
primaria sería un aumento en la excreción de agua. En estados en los que coexiste
hiponatremia (estado hipoosmolar) y una disminución del VAEC, la respuesta esperada
sería una supresión de vasopresina en relación a hipoosmolalidad (< 280 mOsm/kg) y
una secreción de vasopresina en respuesta al VAEC disminuido. Sin embargo el
organismo sacrifica osmolalidad por perfusión, siendo una respuesta adaptativa de
supervivencia, motivo por lo cual se genera y mantiene la hiponatremia en estados de
depleción de VAEC (hipovolemia, cirrosis, insuficiencia cardiaca).
Etiología y Clasificación:
Hay que distinguir las seudohiponatremias, debidas a sustancias con capacidad
osmótica, como la glucosa, lípidos y proteínas, que provocan paso de agua al LEC. Las
hiponatremias verdaderas se clasifican según el estado de volumen extracelular en
hipervolémica, euvolémica e hipovolémica.
Clínica:
Depende de la patología subyacente y de la velocidad de instauración. El movimiento
de agua desde el LEC al líquido intercelular (LIC) provoca edema celular, siendo el
cerebral el que condiciona la clínica. En hiponatremias crónicas, la célula pierde osmoles
activos intracelulares para disminuir su osmolaridad. Si se realiza una corrección rápida
de la hiponatremia, se producirá una salida de agua intracelular, resultando en una
deshidratación celular, dando lugar al llamado síndrome de desmielinización osmótico
(mielonisis central pontina, que es una encefalopatía desmielinizante que puede
acompañarse de lesiones hipofi sarias y parálisis de los nervios oculomotores). Cuando
la natremia es menor de 120 mEq/l, aparecen sobre todo manifestaciones neurológicas
como expresión de edema cerebral, produciendo una encefalopatía metabólica con
aumento de la presión intracraneal. Cursa con cefalea, letargia, convulsiones y coma.
Los síntomas más frecuentes de la hiponatremia son los neurológicos (anorexia,
vómitos, letargia, agitación, cefalea, convulsiones y coma). En función del tipo de
hiponatremia (hiper o hipovolémica), se darán síntomas de edemas y sobrecarga de
volumen, o por el contrario, prevalecerán los signos de deshidratación extracelular, con
posibilidad de afectación intravascular pudiendo llegar al shock hipovolémico. En la
práctica, no resulta fácil la distinción entre una hiponatremia aguda o crónica por lo que
la mayor parte de los estudios clínicos diferencian la hiponatremia en sintomática,
equiparable a la aguda, y asintomática, equiparable a la crónica. Como manifestaciones
gastrointestinales, aparece anorexia y náuseas precoces. También pueden aparecer
calambres musculares y agotamiento (el Na participa en el impulso nervioso y en la
contracción muscular).
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relacionadas con una secreción inadecuada de ADH. El aumento de ADH puede
deberse a:
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Enfermedad de Addison: el déficit de aldosterona (hipoaldosteronismo)
impide la reabsorción distal de sodio y agua, con la consiguiente
hiperpotasemia.
Diuresis osmótica: cuando es inducida, por ejemplo, por una importante
glucosuria, en el curso de una descompensación diabética, ocasiona
pérdidas urinarias obligadas de agua y sodio con hipovolemia e
hiponatremia.
La clínica que vemos en la hiponatremia con volumen extracelular disminuido
tiene por un lado los síntomas derivados del descenso del VEC y por otro los de
la hiponatremia. Recordando la clínica de la depleción de volumen extracelular,
habría pérdida de peso, hipotensión, taquicardia, sequedad de piel y de
mucosas.
La AVP, vía AMPc, hace que las vesículas que contienen AQP2 se fusionen con
las membranas apicales de las células principales de los túbulos y los
conductos colectores
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CCME. En la medula externa la AVP actúa a través de la vía del AMPc para aumentar
la reabsorción de NaCl en la RAG. La AVP actúa estimulando el cotransporte apical de
Na/K/Cl y el reciclado de K+ a través de la membrana apical.
La AVP aumenta la permeabilidad de la urea en los dos tercios terminales del CCMI
de la medula interna. El aumento de la [AMPc]i dependiente de la AVP activa la inserción
de las vesículas que contienen AQP2, lo que tambien da lugar a una fosforilación de los
transportadores de urea apical UT-A1 y basolateral UT-A3 que aumentan su actividad.
El resultado es un aumento sustancial en la reabsorción de urea y por tanto una
concentración de urea intersticial alta que es la responsable indirecta de la generación
de un gradiente osmótico que impulsa la reabsorción de agua en la medula interna.
Ilustración 1. Mecanismo de acción celular de la AVP en los túbulos y conductos colectores. (Reproducido de:
Boron W, Boulpaep E. Fisiología médica. 3ed. Barcelona: Elservier; 2017)
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La aldosterona, como el cortisol y las demás hormonas esteroideas, actúa
principalmente modulando la transcripción génica. En el riñón, la aldosterona se une a
receptores tanto de baja como de alta afinidad. Se piensa que los receptores de baja
afinidad son idénticos al GR. El receptor de alta afinidad es un MR diferenciado;
presenta cierta homología con el GR, sobre todo en la región del dedo de zinc
involucrada en la unión al ADN. Sorprendentemente, en el rincón el MR tiene una
afinidad similar por la aldosterona y por el cortisol.
Las células que son diana de la aldosterona (sobre todo al comienzo del túbulo colector
y en el túbulo colector cortical del riñón) contienen 11β-HSD2, que convierte el cortisol
en cortisona, un esteroide con una afinidad muy baja por el MR .A diferencia de la 11β-
HSD1, que convierte de forma intercambiable y reversible la cortisona y el cortisol, la
11β-HSD2 no puede convertir la cortisona de nuevo en cortisol.
A consecuencia de ello, a nivel de la célula diana, la proporción entre cortisol y
aldosterona es mucho menor que en la sangre, donde predomina el cortisol. De hecho,
la 11β-HSD2 es tan eficaz retirando el cortisol del citosol de los tejidos diana de la
aldosterona que el cortisol se comporta como un mineralocorticoide débil, a pesar de la
gran afinidad del cortisol por el llamado MR. Así, la presencia de 11β-HSD2 confiere a
la aldosterona una eficaz especificidad para el MR. En las células diana del túbulo renal,
la aldosterona estimula la actividad de varias proteínas esenciales para el transporte de
Na+. Aumenta la transcripción de la bomba Na-K, incrementando así la reabsorción
distal de Na+. La aldosterona también induce una mayor expresión de canales de Na+
apicales y de un cotransportador Na/K/Cl. El efecto neto de todas estas acciones es
aumentar la reabsorción de Na+ y la excreción de K+.
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Ilustración 2. Acciones celulares de la aldosterona. (Reproducido de: Boron W, Boulpaep E. Fisiología médica. 3ed.
Barcelona: Elservier; 2017).
Hay hiponatremia hipotónica hipovolémica cuando se pierde agua junto con sodio,
pero en menor grado. Entre las causas de hiponatremia hipovolémica están: sudoración
excesiva en climas cálidos, en particular durante el ejercicio intenso, lo que hace que se
pierdan sal y agua. La hiponatremia se presenta cuando el agua y no los líquidos que
contienen electrolitos, se utiliza para reemplazar los líquidos perdidos al sudar. Otra
causa potencial de hiponatremia hipovolémica es la pérdida de sodio desde el tubo
digestivo a causa de frecuentes irrigaciones gastrointestinales con agua destilada. La
pérdida de líquido isotónico, como la que tiene lugar cuando hay vómito o diarrea, no
reduce los niveles de sodio plasmático, a menos que estas pérdidas sean reemplazadas
con cantidades desproporcionadas de agua ingerida o administrada por vía parenteral.
Las pérdidas de líquido gastrointestinal y la ingestión de fórmula diluida en exceso son
causas comunes de hiponatremia aguda en lactantes y niños más grandes. La
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hiponatremia hipovolémica también es una complicación común de la insuficiencia
corticosuprarrenal y se atribuye a la reducción de los niveles de aldosterona. La carencia
de ésta aumenta las pérdidas renales de sodio y la insuficiencia de cortisol causa mayor
liberación de HAD con retención de agua.
Hay edema con fóvea si permanece una cavidad en la parte del esternón donde se
aplicó la presión. Calambres musculares, debilidad y fatiga reflejan los efectos de
hiponatremia en la función del músculo esquelético y, con frecuencia, son signos
tempranos de hiponatremia. Por lo general, estos efectos se detectan cuando la
hiponatremia se presenta durante el ejercicio intenso en clima cálido. Podría haber
manifestaciones gastrointestinales, como náuseas y vómito, calambres abdominales y
diarrea. Las células del cerebro y del sistema nervioso son las más afectadas por los
aumentos en el agua intracelular.
Entre los síntomas están apatía, letargo y cefalea, lo que puede avanzar a
desorientación, confusión, debilidad motora y depresión de los reflejos tendinosos. Las
convulsiones y el coma se presentan cuando los niveles de sodio en plasma llegan a
concentraciones en extremo bajas. Estos efectos graves, causados por inflamación del
cerebro, podrían ser irreversibles. Si la enfermedad avanza poco a poco, los signos y
síntomas no se manifiestan sino hasta que los niveles de sodio se aproximan a 120
mEq/l (120 mmol/l) (es decir, hiponatremia grave)21. El término intoxicación con agua
se utiliza a menudo para describir los efectos neurológicos de la hiponatremia hipotónica
(3).
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*Fuente: Kasper DL, Fauci AS, Hauser SL, Longo DL, Jameson JL, Loscalzo J, et al. Harrinson. Principios de medicina
interna. Vol 1. 19 ed. México DF: McGraw-Hill. p. 2282.
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Esta situación es asintomática en lo que se refiere al sodio, pero puede haber síntomas
derivados de la hipertonicidad y la deshidratación celular, similares a los de la
hipernatremia que se describen más adelante.
Hiponatremia hipoosmolar.
La hiponatremia aguda, con una rápida disminución del sodio plasmático, produce una
sintomatología más severa a cualquier nivel de natremia que la hiponatremia crónica;
es decir, reducciones modestas de la natremia pueden producir muchos síntomas y
signos neurológicos cuando se desarrolla en poco tiempo, mientras que natremias tan
bajas como 110 mEq/l. pueden dar pocos síntomas o ninguno si la hiponatremia se
instaura en dias o semanas. Por razones poco claras, los síntomas neurológicos y las
secuelas permanentes de la hiponatremia aguda son más prominentes en mujeres
jóvenes y en adolescentes de ambos sexos.
En este tipo de hiponatremia hay siempre un ligero aumento (al menos 3-4 l) del
volumen de agua total, incluida la volemia; ésto puede ser indetectable
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clínicamente, excepto por el aumento correspondiente del peso corporal si se
puede pesar al enfermo. En ocasiones hay signos manifiestos de hipervolemia.
Las causas clínicas pueden ser renales o no renales. Las renales son todas las formas
de insuficiencia renal, aguda o crónica, y las no renales cualquier enfermedad que
disminuya la perfusión renal y el filtrado glomerular, como la insuficiencia cardiaca
congestiva, o la concentración proteica del plasma, y en consecuencia la volemia, como
la cirrosis hepática o la nefrosis (4).
DEFINICION
Es una condición caracterizada por daño neurológico causado por la destrucción de las
vainas de mielina en el centro de la protuberancia (desmielinización pontina).
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Ocasionalmente se encuentran lesiones similares en otras regiones (desmielinización
extra - pontina) (6).
EPIDEMIOLOGIA
No existe predilección por sexo ni edad. La mielinólisis pontina central puede aparecer
en pacientes con enfermedades crónicas sometidos a variaciones bruscas en el
metabolismo hidroelectrolítico. La causa más común es un cambio rápido y drástico de
los niveles de sodio en el organismo. Con mucha frecuencia se presenta durante el
tratamiento de una hiponatremia, cuando los niveles de sodio se elevan demasiado
rápido; sin embargo, también puede ocurrir ocasionalmente con la corrección
demasiado rápida de una hipernatremia.
ETIOPATOGENIA
ANATOMIA PATOLOGICA
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reactiva y células gliales a través de focos de desmielinización. No existen lesiones
inflamatorias.
Alrededor del 10% de los casos presentan lesiones similares en otras regiones
(desmielinización extrapontina): tálamo, núcleo subtalámico, cuerpo geniculado externo,
putamen, globo pálido, cápsula interna, sustancia blanca del cerebelo y capas profundas
de la corteza cerebral.
CLÍNICA
Los pacientes con esta enfermedad suelen presentar tetraparesia progresiva subaguda
acompañada de parálisis seudobulbar con disartria e imposibilidad de protruir la lengua,
junto con parálisis parcial o completa de los movimientos oculares horizontales. Dado
que las vías sensitivas y la conciencia pueden permanecer indemnes, estos enfermos
pueden desarrollar un síndrome de desaferentación (locked-in syndrome). Los reflejos
osteotendinosos pueden estar aumentados, disminuidos o ser normales, y puede
observarse un signo de Babinski bilateral. En caso de que la enfermedad progrese
pueden aparecer alteraciones pupilares, posturas anormales (descerebración), parálisis
respiratoria y alteraciones de la conciencia (estupor y coma). En la mayoría de los casos,
la evolución es mortal en el plazo de 2 o 3 semanas, aunque algunas veces se ha
observado una remisión del cuadro clínico.
DIAGNÓSTICO
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tiene mayor sensibilidad y especificidad para confirmar el diagnóstico. En algunos casos
puede visualizarse en la RMN cerebral una característica lesión en “alas de murciélago”
en la base protuberancial.
El examen del LCR suele ser normal, o mostrar una ligera hiperproteinorraquia.
TRATAMIENTO
PRONOSTICO
El daño neurológico causado por la mielinólisis central del puente suele ser persistente.
Este trastorno puede causar una incapacidad grave. Existen casos sin recuperación, y
otros con resolución espontánea o que remiten con la intervención terapéutica (10).
Si la hiponatremia es aguda en las primeras horas del cuadro hay una salida de
electrólitos de la célula, pero si la hiponatremia evoluciona más lentamente, además de
electrólitos hay una excreción de aminoácidos que ayuda de gran manera a restaurar el
equilibrio del agua intracelular. De esta manera, no sorprende que la hiponatremia
subaguda o crónica tenga un mejor pronóstico que la aguda, debido a sus mayores
posibilidades de estabilizar la osmolalidad intracelular. El conocimiento de estos hechos
es clave para la instauración correcta del tratamiento. En primer lugar, la restricción
acuosa en fases precoces puede ser suficiente para neutralizar el cuadro y evitar el
deterioro progresivo del paciente. Por otra parte, una vez instaurada la hiponatremia
grave, una reposición rápida del Na sería inadecuada al no dar tiempo a que la neurona
se adapte a la nueva osmolalidad y daría lugar a la puesta en marcha de una rara pero
grave situación neurológica que se conoce como mielinosis pontina central.
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7. ¿Cómo se clasifican las hipernatremias?
1. Tiempo de inicio:
2. De acuerdo a la severidad:
Hipernatremia euvolémica.
Existe perdida de agua, con una concentración total de sodio normal. Las principales
causas son: las pérdidas renales, diabetes insípida central o nefrogénica, hipodipsia
primaria y pérdidas insensibles.
Hipernatremia hipervolémica.
Existe un incremento de la cantidad total de sodio corporal, así como de la cantidad de
agua corporal total. Es menos común, es el resultado de la administración de soluciones
hipertónicas, bicarbonato de sodio o tabletas de cloruro de sodio. Se ha asociado en
pacientes hospitalizados hipoalbuminémicos con falla renal quienes están edematosos
y son incapaces de concentrar la orina (12).
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IV. CONCLUSIONES
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V. BIBLIOGRAFÍA
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