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Prof. Dr.

Mauricio Rettig Espinoza

Delitos contra la Propiedad


“Delitos de apoderamiento por medios materiales, el hurto”

Sumario: 1. Caso Introductorio. – a. Caso. – b. Preguntas. – 2. Objetivos. – 3. Estructura típica común de los
delitos de apoderamiento por medios materiales. – a. Norma legal. – b. Tipo penal. – b.1. Tipo objetivo. –
b.1.a. Sujetos. – b.1.a.1. Sujeto activo. – b.1.a.2. Sujeto pasivo. – b.1.b. Objeto material. – b.1.b.1. Cosa
corporal. – b.1.b.2. Cosa mueble. – b.1.b.3. Cosa ajena. – b.1.b.4. Cosa valiosa. – b.1.b.5. Cosa susceptible
de apropiación. – b.1.c. Conducta. – b.1.c.1. Apropiarse. – b.1.c.1.a. Aspecto objetivo de la conducta
apropiatoria. – b.1.c.1.b. Consumación de la apropiación. – b.1.c.2. Sin la voluntad de su dueño. – b.1.c.3.
Los elementos de violencia o intimidación en las personas o fuerza en las cosas. – b.2. Tipo subjetivo. – b.2.a.
Dolo. – b.2.b. Ánimo de Apropiación. – b.2.b.1. Comparación entre hurto y hurto de uso. – b.2.c. Ánimo de
lucro. – c. Participación. – c.1. Presunción de autoría del artículo 454. – c.2. Situación de la agravante
especial del artículo 456 bis n° 3. – c.3.Agravante especial del artículo 449 bis. – c.4 La excusa legal
absolutoria del artículo 489. – d. Reglas especiales de determinación de la pena. – e. Concursos: reiteración
de hurtos – 4. Hurto simple - a. Concepto - b. Características - c. Bien Jurídico Protegido - d. Norma legal -
e. Problema del hurto falta - f. Penalidad del hurto simple.

1. Caso Introductorio

a. Caso
TERCERO: “Que los antecedentes pormenorizados precedentemente permiten tener
por establecido que el día 22 de julio de 2004, en el curso de la tarde, dos mujeres
ingresaron a la tienda Mega Johnson, ubicada en Avenida Concha y Toro 1149, Puente
Alto, las cuales se dirigieron hasta la sección de damas y de ésta tomaron cada una un jeans
de color azul, para luego intentar salir de la tienda sin cancelar dichos productos, siendo
retenidas por el guardia de seguridad”.
CUARTO: “Que los hechos antes descritos constituyen el delito de hurto en grado
frustrado, en perjuicio de la tienda Mega Johnson, previsto y sancionado en el artículo 446
N° 3 en relación al 432 del Código Penal”.
(8° Juzgado del Crimen de San Miguel, sentencia de 20 de abril de 2015, causa Rol
32.698-2004).

b. Preguntas
- ¿Es correcta la calificación de los hechos?
- ¿Qué características tiene el iter criminis en los delitos de apoderamiento por medios
materiales?

2. Objetivos
- Reconocer el tipo objetivo y el tipo subjetivo en los tipos de apoderamiento por medios
materiales
- Identificar los elementos comunes a esta clase de delitos.

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3. Estructura típica común de los delitos de apoderamiento por medios materiales


Es aceptado unánimemente por la doctrina que los delitos de apoderamiento por
medios materiales tienen una estructura típica común. Ello se desprende del artículo 432
que trata en conjunto la norma matriz de hurtos y robos en nuestro derecho penal.
Por ello es que en las páginas siguientes, se tratarán todos aquellos aspectos
comunes a los tipos de hurto y robo, que luego deben entenderse reproducidos en el
tratamiento particular de cada figura.

a. Norma legal
Establece el artículo 432 que “el que sin la voluntad de su dueño y con ánimo de
lucrarse se “apropia” cosa mueble ajena usando de violencia o intimidación en las personas
o de fuerza en las cosas, comete robo; si faltan la violencia, la intimidación y la fuerza, el
delito se califica de hurto”.

b. Tipo penal
Como en todo nuestro curso, reiteraremos que en la tipicidad consiste en determinar
si una conducta realizada en el mundo real puede ser subsumida en algún tipo penal de la
parte especial. En esta ocasión, se analizará solo el tipo penal, es decir, la descripción que
hace el legislador de una conducta prohibida.
Este análisis comprende el estudio del tipo objetivo y del tipo subjetivo.

b.1. Tipo objetivo


Se trata en este apartado de estudiar tanto los elementos descriptivos, es decir,
aquéllos que pueden ser percibidos por los sentidos, como los normativos, o sea, los que
requieren de un análisis conceptual para ser comprendidos.
No se hará, sin embargo, la separación de elementos descriptivos y normativos del
tipo en el análisis que sigue, toda vez que la estructura común de los delitos de
apoderamiento por medios materiales tiene una serie de elementos normativos repartidos en
toda su extensión, por lo que se estudiará cada uno en su oportunidad.

b.1.a. Sujetos

b.1.a.1. Sujeto activo

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El artículo 432 señala “el que”, de forma de que se trata de un delito común 1 y
cualquier persona puede cometerlo, toda vez que para el legislador es indiferente quien
lleve a cabo la conducta prohibida.
Sin embargo, hay algunas excepciones, la primera de ellas es la excusa legal
absolutoria del artículo 489 cuando recíprocamente cometan entre ellos hurto, a saber:
parientes consanguíneos en toda la línea recta y hasta el segundo grado inclusive en la línea
colateral, los parientes afines en toda la línea recta, los cónyuges y los convivientes civiles.
Hay que matizar, sin embargo, que en este caso el delito de hurto, en cuanto conducta,
típica, antijurídica y culpable es perfecto, y decae la responsabilidad por decisión de
política criminal del legislador.
En segundo lugar, el dueño de la cosa no puede ser sujeto activo de hurto, dado que
el artículo 432 exige la ajenidad de la cosa. Si es el dueño quien sustrae la cosa de quien la
tiene legítimamente en su poder, comete hurto de posesión, previsto y sancionado en el
artículo 471, n° 1 del Código Penal.
Finalmente, el acreedor que con violencia se apodera de una cosa de su deudor para
hacerse pago con ella, comete la falta de realización arbitraria del artículo 494, n° 20 del
Código Penal2.

b.1.a.2. Sujeto pasivo


Es también cualquier persona, incluso puede ser una persona jurídica si es la dueña
del bien sustraído. Se trata, en definitiva, de cualquier que tenga una relación jurídica
protegida con la cosa3.

b.1.b. Objeto material


En los delitos de apropiación, el objeto material sobre el que recae la conducta es un
cosa que reúna las siguientes características: corporal, mueble, ajena, valiosa y susceptible
de apropiación.

b.1.b.1. Cosa corporal


Consiste en todo objeto susceptible de ser aprehendido, detentado y percibido por
los sentidos porque ocupa un lugar delimitado en el espacio que permite su detentación, ya
sea de manera independiente o incorporada a otra de mayor envergadura.
Si bien cada autor explica la corporeidad que debe tener la cosa objeto de hurto con
otras palabras, todas las definiciones entregadas son coincidentes y, en definitiva, enuncian

1
En el mismo sentido, Bullemore y MacKinnon, Curso de Derecho Penal, Tomo IV, Parte Especial, 2ª
edición, 2007, p. 17.
2
Politoff, Matus y Ramírez, Lecciones de Derecho Penal Chileno. Parte Especial, 2ª edición, 2005, p. 300.
Para un análisis en extenso de las relaciones entre el hurto y la realización arbitraria, cfr., Oliver, Delitos
contra la Propiedad, 1ª edición, 2013, pp. 89 – 93.
3
Politoff, Matus y Ramírez, Lecciones de Derecho Penal Chileno. Parte Especial, op. cit., p. 301.

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dos requisitos: la dimensión o volumen que ocupe la cosa y la posibilidad de ser percibida
por los sentidos o tomada.
Dicho lo anterior, quedan excluidas cosas incorporales, como los derechos, salvo
que consten e documentos o títulos. En este último caso, como el documento o el título es
representativo de un valor, no hay que estarse al valor material del “papel” u otro que
constituya el título. Sin embargo, hay que precisar. Tratándose de títulos al portador, el
valor será el señalado en el documento, no así si es nominativo o a la orden, en cuyo caso
será el valor material del documento, sin perjuicio de las falsificaciones o defraudaciones
que se puedan cometer. Por su parte, tratándose de un boleto de lotería, si éste es premiado,
será el valor del premio y si no, el valor material4, no obstante, se ha dicho que si aún no se
ha sorteado el premio, sea o no ganador, el valor será el material, toda vez que hay
solamente una expectativa, que sí puede considerarse en la responsabilidad civil 5.
Respecto a energías, gases y fluidos, hay que hacer una precisión. En general, se
estima que pueden ser objeto de hurto solamente cuando se encuentren envasados 6. Cabe
destacar, además, que la sustracción de aguas es constitutiva del delito de usurpación y que
el consumo ilícito de electricidad es una figura distinta sancionada en textos legales
especiales. En contra se manifiesta Oliver Calderón, según el cual las energías, líquidos,
gases, fluidos y otros son objeto material de hurto puesto que son bienes corporales y que el
estado actual de la ciencia permite estimarlo así7.

b.1.b.2. Cosa mueble


Otra importante discusión se ha desarrollado históricamente respecto al alcance del
concepto “mueble” en el Código Penal: ¿es igual al concepto civil? La discusión se
encuentra hoy superada y es aceptado un concepto autónomo y amplio de cosa mueble.
“Para efectos del hurto y del robo, debe entenderse por cosa mueble cualquier
objeto corporal que pueda moverse de un lugar a otro. Se trata, por ende, de un concepto
más amplio que el civil” 8.
Así, será cosa mueble todo aquello que puede trasladarse de un lugar a otro, por sí
mismo o por una fuerza externa, aunque sufra detrimento, de forma que se incluye a los
inmuebles por adherencia (árboles que adhieren permanentemente) y los inmuebles por
destinación (destinados al uso, cultivo o beneficio de un inmueble), en la medida en que
pueden ser separados permanentemente o destinarse a otro fin, recuperando su calidad de
muebles. En consecuencia, para efectos de los delitos de apoderamiento por medios
materiales, solo el casco terrestre puede estimarse un bien inmueble, que es objeto del
delito de usurpación.

4
Garrido, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo IV, 2ª edición, 2002, pp. 152 – 153.
5
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., p. 109.
6
Garrido, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo IV, op. cit., p. 152.
7
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., pp. 95 – 96.
8
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., p. 99. En el mismo sentido, Bullemore y MacKinnon, Curso de
Derecho Penal, Tomo IV, Parte Especial, op. cit., p. 17, Etcheberry, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo
III, 3ª edición, 1998, pp. 299 – 300, Garrido, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo IV, op. cit., p. 154,
Politoff, Matus y Ramírez, Lecciones de Derecho Penal Chileno. Parte Especial, op. cit., p. 302.

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b.1.b.3. Cosa ajena


La ajenidad de la cosa es un elemento normativo del tipo en los delitos de
apoderamiento por medios materiales, que se refiere a la antijuridicidad del hecho.
Por consiguiente, la cosa no puede pertenecer al sujeto activo. Esto se deduce del
sentido natural y obvio del concepto “ajeno” y de la voz “apropiarse” que emplea el
legislador, dado que no es posible ni menos punible la apropiación de cosa propia 9. Si,
ocurre que el agente supone ajena la cosa por error, hay tentativa inidónea.
Como debe haber ajenidad de la cosa y, además, que no concurra la voluntad del
dueño, hay cosas que no pueden ser objeto de hurto, como las cosas sin dueño (res nullius)
o abandonadas por su dueño para que un tercero las adquiera (res derelictae). Las cosas que
la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres tampoco pueden ser objeto de hurto 10.
Se estima en general que los bienes nacionales de uso público no serían de hurto,
dado que pertenecen a la nación toda. En contra, Oliver Calderón señala que sí pueden ser
objeto material de hurto, dado que sí tienen dueño11, categoría en la que también entraría,
claramente, los bienes fiscales.
Otra discusión se produce respecto de las cosas comunes. Se ha señalado que antes
de que se liquide la comunidad, no habría apoderamiento o que si la cosa que se tiene
proindiviso no está en poder del agente, podría haber hurto o robo igualmente 12. El
problema es el alcance de la ajenidad: ¿debe ser total o puede ser parcial? Oliver estima que
la cosa común es objeto material de apropiación ya que habiendo una parte de la cosa que
es común y extraña al patrimonio del hecho, se la está apropiando, de forma que el artículo
432 se referiría a ajenidad total o parcial, lo que encuentra apoyo en el artículo 1231 del
Código Civil13.

b.1.b.4. Cosa valiosa14


El artículo 432 no hace esta exigencia, sin embargo respecto de los hurtos, sí lo
hacen los artículos 446 y 494 bis, pero tanto para hurtos como robos, debe haber tan valor,
puesto que para ambos tipos penales debe haber antijuridicidad material y si la cosa no
tiene valor, no la hay.
No basta con que la cosa tenga valor afectivo. Sin embargo, hay objetos que
generalmente no tienen valor pecuniario o muy poco, pero para ciertos grupos sí lo tienen,
más allá del afectivo: grupos de coleccionista.

9
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., p. 100.
10
En el mismo sentido, Bullemore y MacKinnon, Curso de Derecho Penal, Tomo IV, Parte Especial, op. cit.,
p. 18; Etcheberry, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo III, op. cit., p. 301; Garrido, Derecho Penal, Parte
Especial, Tomo IV, op. cit.,, p. 155; Politoff, Matus y Ramírez, Lecciones de Derecho Penal Chileno. Parte
Especial, op. cit., p. 304; Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., pp. 100 – 101.
11
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., p. 101.
12
Bullemore y MacKinnon, Curso de Derecho Penal, Tomo IV, Parte Especial, op. cit., p. 18.
13
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., pp. 102 – 103.
14
Por todos, cfr., Delitos contra la Propiedad, op. cit., pp. 105 y ss.

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b.1.b.5. Cosa susceptible de apropiación


Si bien las normas relativas no lo exigen, se trata de un requerimiento obvio. La
doctrina mayoritaria estima que solo son objeto de hurto los objetos y los animales, no las
personas ni los cadáveres, sin perjuicio de que se cometan otros delitos (inhumación o
exhumación ilegal, violación de sepulcro o sepultura)15.
Respecto a los cadáveres, hay que matizar, porque pueden estar en el comercio,
como las momias, lo mismo ocurre con órganos y fluidos. Además, nada obsta a que las
ropas u otros objetos que lleve el cadáver sí sean objeto de hurto, ya que no han sido
abandonadas y se encuentran en una esfera de protección. Ello no obsta a que concurra
también el delito del artículo 321, toda vez que éste no busca proteger la propiedad.
No habría problema, sin embargo, en considerar una prótesis como objeto material
de los delitos de apropiación por medios inmateriales.

b.1.c. Conducta
Como se desprende del artículo 432, la conducta a analizar es la de apropiarse de
cosa mueble ajena sin la voluntad de su dueño con ánimo de lucrarse.
Merece la pena adelantar que la conducta descrita en el artículo 432 adelanta
elementos subjetivos importantes, de forma que el tipo subjetivo en estos delitos es extenso.

b.1.c.1. Apropiarse
Consiste en sustraer la cosa con ánimo de señor y dueño (animus rem sibi habiendi).
Solamente puede realizarse de forma comisiva, descartándose el hurto por omisión,
además, solamente puede cometerse a través de medios materiales, no morales 16.
Es la actividad dirigida a desplazar el bien desde la esfera de custodia del dueño al
ámbito de protección del agente, quien se arroga el poder fáctico sobre la cosa, que le
corresponde a su propietario, quien se ve privado de ella.
La apropiación posee dos elementos, un elemento objetivo material, que es la
sustracción, consistente en la ruptura de la custodia ajena sobre la cosa y la constitución de
una nueva custodia sobre ella; y un elemento subjetivo, que es el ánimo de apropiación
(animus rem sibi habiendi)17. La apropiación contiene el ánimo de lucro, pero son
elementos del tipo subjetivo.

b.1.c.1.a. Aspecto objetivo de la conducta apropiatoria


En el tipo objetivo de hurto hay que analizar el aspecto objetivo de la conducta
apropiatoria. Ésta es la sustracción de la cosa ajena, consistente en la ruptura de la esfera de
custodia ajena sobre la cosa y la constitución de una nueva custodia sobre ella. Si bien es

15
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., p. 104.
16
Bullemore y MacKinnon, Curso de Derecho Penal, Tomo IV, Parte Especial, op. cit., p. 17.
17
En el mismo sentido, Politoff, Matus y Ramírez, Lecciones de Derecho Penal Chileno. Parte Especial, op.
cit., p. 306 y Labatut, Derecho Penal, Tomo II, Parte Especial, 7ª edición, 1996, p. 196.

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cierto que, en principio, la apropiación se verificará a través de la sustracción de la cosa,


ello no obsta a que pueda cometerse de otra forma, por ello apropiarse o apoderarse es
preferible a sustraer o tomar, toda vez que estas últimas son restrictivas y alusivas a un
modo de ejecución en concreto.
Así, al apoderarse o apropiarse, se hace propia una cosa, pero puede que no se
sustraiga, p. ej., entra un perro ajeno a mi casa que tenía la puerta abierta, luego yo cierro la
puerta para que el perro no salga: me apropio del perro, pero no lo sustraigo. De forma que
el hurto es un delito de medios indeterminados, lo que no significa que sea un delito de
resultado18.
La apropiación, es necesario recordar, jamás hará dueño al agente, dado que no se
trata de un modo de adquirir 19.
Regresando a los elementos del concepto de sustracción, la custodia es una relación
fáctica de poder de una persona sobre una cosa.
Por su parte, la ruptura de la custodia consiste en el término de la custodia anterior
sin la voluntad de su detentador.
Finalmente, se requiere la constitución de una nueva esfera de custodia y para
determinar en qué momento el sujeto activo logra constituir una nueva esfera de custodia,
hay que atender a la consumación del delito y, por lo tanto, al iter criminis. Este es uno de
los aspectos que más discusiones ha suscitado en los delitos de apoderamiento y han sido
propuestas una serie de teorías, respecto a las cuales hasta el día de hoy no existe completa
claridad.

b.1.c.1.b. Consumación de la apropiación


Los delitos de apropiación por medios materiales son de mera actividad. Ello
significa que no existe un resultado distinguible ni separable de la conducta misma, de
forma que no es posible que se produzca el estado de frustración y solo habrá tentativa y
consumación.
La tentativa comienza cuando se rompe la esfera de resguardo y se crea una nueva
custodia sobre ella, criterio de carácter normativo porque es más flexible y abarca más
cantidad de casos, p. ej., famulato, no es dable que la tentativa comience con la entrada del
trabajador20.
Como se indicó, sin embargo, lo más importante es la consumación. Así, han
existido varias teorías:
1) Teoría de la Contrectatio o Atrectatio: Basta con tocar la especie.
2) Teoría de la Aprehensio: Basta con la aprehensión de la cosa.
3) Teoría de la Amotio: Basta moverla de un lugar a otro, sin que sea necesario que
se saque del espacio físico en que se encuentra.

18
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., p. 69.
19
Etcheberry, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo III, op. cit.p. 296.
20
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., pp. 123 – 124.

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4) Teoría de la Ablatio: La cosa debe ser sacada de la esfera de protección en que se


encuentra21.
5) Teoría de la Illatio: Consiste en el aseguramiento de la cosa bajo la propia
custodia. El sujeto debe llevar la cosa a donde tenía destinado o donde pensaba utilizarla.
De las teorías mencionadas, la aceptada más ampliamente en nuestro medio es la de
la ablatio. Sin embargo, actualmente, se han propuesto algunos criterios
complementarios22:
6) Teoría de la Disponibilidad: El sujeto está en condición de realizar actos de
disposición.
Según Oliver Calderón, esta es la teoría que sigue Garrido Montt, la que rechaza
porque difumina el límite entre los delitos de apropiación por medios materiales y la
apropiación indebida. Efectivamente Garrido es partidario de esta teoría, aunque sin utilizar
la denominación que enuncia Oliver.
En fin, según Garrido, apropiarse consiste en apoderarse del bien y arrogarse las
facultades inherentes al dominio, entre ellas la disposición. El delito se consuma cuando el
delincuente además, de haber sacado la cosa de la esfera de resguardo de su dueño, se
encuentra en condiciones de “disponer” de la cosa ajena23.
Se critica esta teoría por su extrema subjetividad. Además, la disposición no es un
elemento exigido por el tipo penal y si la consumación del hurto requiere uso, goce y
disposición, el delito sería un modo de adquirir el dominio, cuestión insostenible.
Finalmente, confunde la consumación con el agotamiento del delito
7) Teoría del Desapoderamiento: La consumación se produce cuando la cosa es
sacada de la esfera de custodia de su legítimo tenedor. Oliver señala que esta es una
variación de la teoría de la ablatio y que la mayoría de la doctrina nacional seguiría. Ello es
correcto y dicha exigencia es la que considera la doctrina como válida, pero llamándola, de
todas formas, ablatio.
8) Teoría del Rompimiento y Constitución de Custodia: La apropiación está
completa y el tipo se consuma cuando termina de romperse la custodia anterior y de
constituirse una nueva. Oliver se muestra partidario de esta teoría. Señala que debe
agregarse criterios culturales y jurídicos para determinar la existencia de una relación de
custodia sobre una cosa. Con este criterio, se entienden consumadas apropiaciones que
según otras teorías no lo sería, p. ej., sacar del bolsillo de la persona que está al lado mío su
celular, y guardarlo en mi bolsillo, sin moverme de ese lugar: en ese caso, está consumado.
Esta última teoría es la correcta, ya que a partir de este momento, comienza a ejercer
una relación fáctica de dominación sobre la cosa, que es expresión de voluntad de

21
En ese sentido Bullemore y MacKinnon, Curso de Derecho Penal, Tomo IV, Parte Especial, op. cit., p. 16;
Etcheberry, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo III, op. cit.p. 296; Garrido, Derecho Penal, Parte Especial,
Tomo IV, op. cit., p. 166; Labatut, Derecho Penal, Tomo II, Parte Especial, op. cit., p. 197; Politoff, Matus y
Ramírez, Lecciones de Derecho Penal Chileno. Parte Especial, op. cit., p. 309. En un sentido diverso, Oliver,
quien señala que la teoría de la ablatio consiste en sacar del lugar físico la cosa, sin referencias a las esferas o
ámbitos de custodia, protección o vigilancia.
22
Cfr., Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., pp. 131 y ss.
23
Garrido, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo IV, op. cit., p. 166.

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dominación, que tendría que vencer el anterior detentador, para volver a disponer sobre
ella.

b.1.c.2. Sin la voluntad de su dueño


A pesar de que el párrafo primero del título IX señala “de la apropiación de especies
muebles ajenas “contra” la voluntad de su dueño”, basta con que el dueño no haya
consentido en la apropiación (como lo expresa el artículo 432, al exigir que la apropiación
tenga lugar “sin la voluntad de su dueño”)24.
El consentimiento (expreso o tácito) de la víctima opera como causal de
atipicidad25. Lo cierto es que la incorporación de esta exigencia en el tipo penal no era
necesaria, toda vez que es una referencia a la antijuridicidad de la conducta prohibida, que
sería justificada por el consentimiento del titular. Ahora, como el legislador exige la
ausencia de voluntad de forma expresa, pasa a ser un elemento del tipo penal, de forma que
no concurriendo el requisito, es decir, habiendo voluntad de la víctima, la conducta deja de
ser típica26.
Cuando la norma del artículo 432 se refiere al dueño, lo hace en términos amplios.
Si se hace un análisis exhaustivo 27, es posible concluir que puede darse la eventualidad de
que el dueño consienta en la apropiación, pero no el mero tenedor, y aún así se configuraría
el hurto, ya que se produce la ruptura de la esfera de protección y se crea otra. Al contrario,
puede ocurrir que consienta el mero tenedor y no el dueño y en ese caso no se produciría
hurto, dado que no existe dicha ruptura (en ese caso, podría tratarse de una apropiación
indebida).
Requiere haber sido prestado por persona capaz para darlo y existir antes de la
apropiación. Respecto a la capacidad, no se trata de una referencia a las normas civiles y
debe verse caso a caso, p. ej., un niño sí puede disponer del dinero que se le da para
comprar dulces, pero no de su computador. Acerca de la oportunidad del consentimiento, se
ha dicho que también puede ser coetáneo, pero hay que matizar, puesto que si se ha iniciado
la ejecución y el dueño consiente, podría haber una tentativa. Por último, el consentimiento
debe estar exento de vicios, puesto que, de estar vicios la apropiación podría deslizarse a
otro tipo penal28.
La ausencia de consentimiento no puede presumirse, debe probarse en el proceso
para determinar la existencia del tipo penal, porque es un elemento del tipo.

b.1.c.3. Los elementos de violencia o intimidación en las personas o fuerza en las cosas

24
Por todos, Bullemore y MacKinnon, Curso de Derecho Penal, Tomo IV, Parte Especial, op. cit., pp. 19 –
20. La discrepancia entre los conceptos del epígrafe del párrafo 1° y del artículo 432 se debe a un error de la
Comisión Redactora, que olvidó modificar el epígrafe luego de hacerlo con el artículo.
25
Por todos, Garrido, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo IV, op. cit., p. 159.
26
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., p. 78.
27
Para este análisis, véase Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., pp. 79 – 81.
28
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., pp. 82 – 83.

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Solo se hará en esta parte referencia a estos elementos, dado que en su


particularidad pertenecen al estudio de los robos.
El mismo artículo 432 señala que si no concurre violencia o intimidación contra las
personas o fuerza en las cosas, la conducta apropiatoria será constitutiva de hurto y, si
concurren, será robo.
El artículo 439 define la violencia y la intimidación para efecto de los robos, por lo
que hay que estarse a ella para saber cuando concurre. Respecto a la fuerza, como se ha
dicho incansablemente por la generalidad de la doctrina, no cualquiera fuerza va a
desplazar la apropiación de hurto a robo. Así, p. ej., si se arrancan hortalizas mediante el
uso de fuerza del huerto de un vecino, no habrá robo con fuerza en las cosas, ya que la
fuerza exigida por dichos tipos penales, es solamente aquélla descrita por los artículos 440
y siguientes del Código Penal.
De esta forma, el hurto es un tipo residual y subsidiario de los robos.

b.2. Tipo subjetivo

b.2.a. Dolo
Se trata de delitos dolosos y no es admisible la imprudencia, dado que no se
encuentra una hipótesis imprudente tratada ni tampoco se cumplen los requisitos del título
X del libro II29.
Se ha discutido qué dolo debe concurrir. Respecto de la conducta, la figura requiere
dolo directo. El objeto del dolo es aquello que debe ser conocido y querido, es decir, el
contenido del tipo objetivo: la condición de mueble, la ajenidad de la cosa y el estar
sometida a custodia y el sentido de la conducta como ruptura de la esfera de custodia ajena
y constitución de una nueva esfera de conducta.
Respecto del valor de la cosa y del consentimiento del dueño, admite dolo eventual.
Por su parte, Oliver Calderón señala que el dolo, debe recaer en todos los elementos
objetivos del tipo: el hechor “debe obrar con conocimiento y voluntad de que se apodera de
una cosa corporal mueble ajena, susceptible de apropiación y de apreciación pecuniaria, y
de que no cuenta para ello con el consentimiento del dueño” 30. Continúa el autor, señalando
que en atención al tipo subjetivo debe tratarse de dolo directo, pero ello no obsta a que, por
ejemplo, respecto a la ajenidad de la cosa exista dolo eventual.

b.2.b. Ánimo de Apropiación


El hurto requiere ánimo de señor y dueño que es el animus rem sibi habiendi.
Corresponde al elemento psíquico de la apropiación y se trata de comportarse como dueño
de la cosa, para gozar y disponer de ella. En este caso, el ánimo es distinto al de señor y

29
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., p. 113.
30
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., p. 113.

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dueño de la buena fe del derecho civil, dado que el animus rem sibi habendi va unido a la
mala fe del agente. Si no concurre este ánimo, hay hurto de uso, que es atípico 31.
El ánimo de apropiación se compone de dos elementos:
En primer lugar, el ánimo de expropiación permanente o indefinida, que es el ánimo
de privación indefinida al ofendido de su posición jurídico-formal de propietario. Permite
distinguir al hurto del hurto de uso (impune), y
En segundo lugar, el ánimo de aprovechamiento de la cosa, que dice relación con el
ánimo de lucro contemplado en el texto legal. Permite distinguir al hurto del delito de
daños.
b.2.b.1. Comparación entre hurto y hurto de uso
En el hurto el sujeto debe actuar con ánimo de apropiación, constituido tanto por el
ánimo de expropiación permanente o indefinida al ofendido de su dominio fáctico sobre la
cosa, correspondiente a la posición jurídico-formal de propietario, como por el ánimo de
aprovechamiento de la cosa
En el hurto de uso el sujeto se apodera de la cosa para usarla o aprovecharse
temporalmente de ella y luego restituirla a su dueño, por lo que le falta el ánimo de
expropiación, de manera que la conducta no es punible, porque no hay tipo penal que la
sancione.

b.2.c. Ánimo de lucro


En general, se estima que consiste en la intención de lograr para sí o para un tercero,
una ventaja económica con el apoderamiento32. Como no es relevante si se logra o no
satisfacer dicho ánimo, se trata de un delito de tendencia.
Se ha puesto en duda el alcance del ánimo de lucro, ya que, en principio sugiere un
beneficio económico, pero no hay limitación en la norma para que se trate de cualquier
ventaja. Además, en favor de la interpretación extensiva, se encuentra que solo podrían
lucrarse los que buscan vender, arrendar o explotar la cosa. Sin embargo, sí es exigible que
el provecho sea apreciable pecuniariamente 33.
Para parte de la doctrina, la exigencia del ánimo de lucrarse es una mención
superflua porque la voluntad de apropiación es una especie de ánimo de lucro34. Pero ello
es cuestionado35. Es correcto que muchas veces ambos ánimos irán reunidos, de forma que
la apropiación significará, además, el lucro de la cosa, pero puede que no siempre sea así,
dado que la apropiación se refiere básicamente a comportarse como dueño y el ánimo de
lucro, a obtener una utilidad o provecho. P. ej., si una persona se apropia de la cosa, existe
el ánimo de señor y dueño, pero si es para esconderla, no habrá lucro y, en consecuencia,

31
Bullemore y MacKinnon, Curso de Derecho Penal, Tomo IV, Parte Especial, op. cit., p. 21.
32
Garrido, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo IV, op. cit., pp. 160 – 162.
33
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., pp. 85 – 86. En el mismo sentido, Etcheberry p. 305.
34
Politoff, Matus y Ramírez, Lecciones de Derecho Penal Chileno. Parte Especial, op. cit., p. 306. Labatut,
Derecho Penal, Tomo II, Parte Especial, op. cit., p. 200, estima igualmente que son inseparables.
35
Etcheberry, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo III, op. cit.p. 305.

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tampoco hurto, según el caso 36. El ánimo de lucro puede concurrir incluso si la cosa no es
valiosa, lo que haría que el hurto desaparezca, pero esta hipótesis tiene importancia en el
robo, en el que la pena no depende del valor de la cosa37.

c. Participación

c.1. Presunción de autoría del artículo 454


El artículo 454 establece que “se presumirá autor del robo o hurto de una cosa aquel
en cuyo poder se encuentre, salvo que justifique su legítima adquisición o que la prueba de
su irreprochable conducta anterior establezca una presunción en contrario”.
Es una presunción simplemente legal de culpabilidad
Infringe la presunción de inocencia (artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos y 8° de la Convención Americana de Derechos Humanos) porque altera
la carga de la prueba (onus probandi) de manera que libera al Estado de su obligación de
demostrar la culpabilidad del acusado y pone sobre los hombros de éste la obligación de
demostrar su inocencia.
Su aplicación es inconstitucional de acuerdo con lo prevenido en el artículo 5° de la
Constitución Política
Es incompatible con un sistema probatorio de sana crítica, en el cual rige la libre
valoración de la prueba, por lo que el valor de cada prueba lo determina el juez y no la ley
como ocurre en la prueba tasada.

c.2. Situación de la agravante especial del artículo 456 bis n° 3 (derogada)


Nuestro código penal, con anterioridad a la entrada en vigencia de la Ley 20.931,
tenía en consideración como agravante especial, la contenida en el artículo 456 bis n°3.
La norma en cuestión señalaba que “en los delitos de robo y hurto serán
circunstancias agravantes las siguientes: Ser dos o más los malhechores”
Sin embargo, dicha agravante especial chocaba directamente con el principio de
inherencia (non bis in idem) porque ocupaba el mismo fundamento que sirvió para
establecer la existencia de coautoría, como argumento de agravación de la penalidad 38.
Es presupuesto de la coautoría la ejecución del delito por varias personas que obren
con convergencia de voluntades. Ese presupuesto no puede ser tenido en consideración para
además, agravar la imputación recíproca resultante.

36
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., p. 87.
37
Bullemore y MacKinnon, Curso de Derecho Penal, Tomo IV, Parte Especial, op. cit., p. 21.
38
Guzmán, Estudios y Defensas Penales, 3ª edición, 2007, pp. 341 – 342.

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c.3. Circunstancia agravante especial del artículo 449 bis


Tras la derogación de la agravante especial contenida en el artículo 456 bis n°3
surge, en virtud de la Ley 20.931, la circunstancia agravante del artículo 449 bis, cuya
aplicación va dirigida aquellos delitos contenidos en los párrafos 1, 2, 3, 4, y 4 bis del
título IX, y del descrito en el artículo 456 bis A.
La norma en cuestión señala que, será circunstancia agravante: “el hecho de que el
imputado haya actuado formando parte de una agrupación u organización de dos o más
personas destinada a cometer dichos hechos punibles, siempre que ésta o aquélla no
constituyere una asociación ilícita de que trata el Párrafo 10 del Título VI del Libro
Segundo”.
En comparación con la agravante especial derogada del artículo 456 bis n°3, ésta
resulta ser mucho más exigente, requiriendo para su configuración no solo la presencia de
a) dos o más sujetos, sino que además estos actúen b) formando parte de una agrupación de
carácter delictivo, que c) no alcance a constituir una asociación ilícita.

c.4. La excusa legal absolutoria del artículo 489


La primera parte del inciso final del artículo 489 señala que “la excepción de este
artículo no es aplicable a los extraños que participaren del delito”. Ello significa que la
exención de responsabilidad alcanza únicamente a los parientes indicados en los numerales
del inciso 1°, pero no a los partícipes del delito.

d. Reglas especiales de determinación de la pena


El artículo 449 establece reglas especiales para determinar la pena de los delitos
comprendidos en los párrafos 1 a 4 bis, con excepción de aquellos contemplados en los
artículos 448, inciso primero, 448 quinquies, y del 456 bis A.
Para ello, no se considerará lo establecido en los artículos 65 a 69 de nuestro código
penal, aplicándose en este caso las siguientes reglas:
1° Dentro del límite del grado o grados señalados por la ley como pena al delito, el
tribunal determinará la cuantía de la pena en atención al número y entidad de las
circunstancias atenuantes y agravantes concurrentes, así como a la mayor o menor
extensión del mal causado, fundamentándolo en su sentencia.
2° Tratándose de condenados reincidentes en los términos de las circunstancias
agravantes de los numerales 15 y 16 del artículo 12, el tribunal deberá, para los efectos de
lo señalado en la regla anterior, excluir el grado mínimo de la pena si ésta es compuesta, o
el mínimum si consta de un solo grado.

e. Concursos: reiteración de hurtos


Conforme al artículo 451 “en los casos de reiteración de hurtos, aunque se trate de
faltas, a una misma persona, o a distintas personas en una misma casa, establecimiento de
comercio, centro comercial, feria, recinto o lugar el tribunal calificará el ilícito y hará la

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regulación de la pena tomando por base el importe total de los objetos sustraídos, y la
impondrá al delincuente en su grado superior”. Agrega el inciso 2° que “esta regla es sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 447”.
La norma en cuestión establece una regla especial de penalidad de un concurso
material de delitos y opera con preferencia a las reglas de los artículos 74 del Código Penal
y 351 del Código Procesal Penal.
El artículo 451 hace una distinción. Si la víctima de los distintos casos de hurto es
una misma persona, no tiene relevancia el lugar o los lugares de ejecución, pero tratándose
de diversas personas, este lugar debe el mismo lugar, que, detalla el legislador, puede ser
una casa, establecimiento de comercio, centro comercial, feria, recinto o lugar.
El castigo más severo de esta regla señala que se impondrá al delincuente la pena en
su grado superior, cumpliéndose los demás requisitos. Sin embargo, en muchos casos puede
volverse ilusoria, dado que conforme a la regulación de los tipos de hurto, solamente los
casos del artículo 446, número 1 y 494 bis tienen penas conformadas por dos grados como
para poder aplicar el grado superior de la misma.
Esta regla de concursos no aplica en caso de delito continuado.

4. Hurto simple

a. Concepto
Es la sustracción con ánimo de lucro, de una cosa corporal, mueble, ajena,
apreciable en dinero, sin la voluntad de su dueño, sin que concurran las modalidades de
robo con fuerza en las cosas y de robo con violencia o intimidación en las personas, p. ej.,
cortar un árbol en un bosque es hurto aun cuando ejerzo fuerza física 39.

b. Características
Reúne todos los elementos mencionados ya de la estructura común 40. Es una figura
base o genérica, subsidiaria de los demás delitos de apropiación por medios materiales.
Para algunos es un delito de resultado41, pero ya se expresó nuestro punto de vista al
tratar el iter criminis y la consumación de la conducta apropiatoria, por lo que
consideramos que se trata de un delito de mera actividad.
Para establecer la pena se toma como base el valor de la cosa hurtada.

39
Si bien no exactas, las definiciones del tipo de hurto que da la doctrina son equivalentes. Así, Labatut,
Derecho Penal, Tomo II, Parte Especial, 7ª edición, 1996, p. 209, Etcheberry, Derecho Penal, Parte Especial,
Tomo III, 3ª edición, 1998, p. 295, Garrido, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo IV, 2ª edición, 2002, p.
148, Politoff, Matus y Ramírez, Lecciones de Derecho Penal Chileno. Parte Especial, 2ª edición, 2005, p.
299, Bullemore y MacKinnon, Curso de Derecho Penal, Tomo IV, Parte Especial, 2ª edición, 2007, p. 15.
40
Oliver, Delitos contra la Propiedad, 1ª edición, 2013, p. 112 y Etcheberry, Derecho Penal, Parte Especial,
Tomo III, op. cit., p. 307.
41
Por todos, Bullemore y MacKinnon, Curso de Derecho Penal, Tomo IV, Parte Especial, op. cit., p. 18.

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c. Bien Jurídico Protegido


Para Antonio Bascuñán, es la propiedad, no la posesión o la mera tenencia, porque
el tenedor de la especie no es el sujeto pasivo de la sustracción. El consentimiento del
dueño elimina la tipicidad del hecho, ya que es un elemento del delito actuar sin la voluntad
del propietario.
La postura de Bascuñán tiene consecuencias de importancia, ya que, como señala
Ragues i Valles, si el bien jurídico es únicamente la propiedad, el hurto a un ladrón sería
atípico porque éste no es el propietario de la cosa sustraída
Por su parte, Oliver Calderón42 y Politoff, Matus y Ramírez43, estiman que el bien
jurídico es la propiedad, la posesión e incluso la mera tenencia, es decir, se protege toda
relación fáctica entre una persona y la cosa susceptible evaluación económica

d. Norma legal
Artículo 446. Los autores de hurto serán castigados:
1º Con presidio menor en sus grados medio a máximo y multa de once a quince
unidades tributarias mensuales, si el valor de la cosa hurtada excediera de 40 UTM.
2º Con presidio menor en su grado medio y multa de seis a diez unidades
tributarias mensuales, si el valor excediere de 4 UTM y no pasare de 40 UTM.
3º Con presidio menor en su grado mínimo y multa de cinco unidades tributarias
mensuales, si excediere de media UTM y no pasare de 4 UTM.
Si el valor de la cosa hurtada excediere de 400 UTM, se aplicará la pena de
presidio menor en su grado máximo y multa de veintiuna a treinta unidades tributarias
mensuales.
Artículo 494 bis. Los autores de hurto serán castigados con prisión en su grado
mínimo a medio y multa de una a cuatro unidades tributarias mensuales, si el valor de la
cosa hurtada no pasa de media unidad tributaria mensual.
La falta de que trata este artículo se castigará con multa de una a cuatro unidades
tributarias mensuales, si se encuentra en grado de frustrada. En estos casos, el tribunal
podrá conmutar la multa por la realización de trabajos determinados en beneficio de la
comunidad, señalando expresamente el tipo de trabajo, el lugar donde deba realizarse, su
duración y la persona o institución encargada de controlar su cumplimiento. Los trabajos
se realizarán, de preferencia, sin afectar la jornada laboral o de estudio que tenga el
infractor, con un máximo de ocho horas semanales. La no realización cabal y oportuna de
los trabajos determinados por el tribunal dejará sin efecto la conmutación por el solo
ministerio de la ley, y deberá cumplirse íntegramente la sanción primitivamente aplicada.
En los casos en que participen en el hurto individuos mayores de dieciocho años y
menores de esa edad, se aplicará a los mayores la pena que les habría correspondido sin

42
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., p. 47.
43
Politoff, Matus y Ramírez, Lecciones de Derecho Penal Chileno. Parte Especial, op. cit., p. 299.

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esa circunstancia, aumentada en un grado, si éstos se han prevalido de los menores en la


perpetración de la falta.
En caso de reincidencia en hurto falta frustrado, se duplicará la multa aplicada.
Se entenderá que hay reincidencia cuando el responsable haya sido condenado
previamente por delito de la misma especie, cualquiera haya sido la pena impuesta y su
estado de cumplimiento. Si el responsable ha reincidido dos o más veces se triplicará la
multa aplicada.
La agravante regulada en el inciso precedente prescribirá de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 104. Tratándose de faltas, el término de la prescripción será de
seis meses.

e. Problema del hurto falta44


Citando a Cury, Bascuñán Rodríguez y a Hernández Basualto, Sostiene que es un
delito de mera actividad
Respecto de la mención expresa que el artículo 494 bis del Código Penal, realiza de
la hipótesis de frustración, señala que ésta parece consagrar un auténtico disparate, frase
que también ocupa Hernández.
Conforme a la propia definición legal de delito frustrado, es conceptualmente
imposible que un hurto alcance dicha forma de ejecución imperfecta, toda vez que,
tratándose de un delito de mera actividad, una vez completada la ejecución de la conducta,
el delito está consumado, pues no falta nada más para su complemento.
Sólo tendría sentido la citada disposición, si contuviera una definición de delito
frustrado distinta de la que establece el artículo 7° del Código Penal y aplicable únicamente
al hurto falta, pero como no la prevé, cabría concluir que se trata de un desacierto del
legislador.
Es viable sostener una interpretación que permita aplicar el artículo 494 bis, en la
parte en que alude a la frustración, sin negar que se trata de un delito de mera actividad.
La definición legal de frustración del artículo 7° sólo es aplicable a los “crímenes y
simples delitos” ("Hay crimen o simple delito frustrado cuando el delincuente pone de su
parte todo lo necesario..." "Hay tentativa cuando el culpable da principio a la ejecución del
crimen o simple delito")
No hay obligación de aplicar dicha definición a la "frustración" a la que alude la
falta del artículo 494 bis, lo que, además, es conceptualmente imposible.
Hay que concebir la "frustración" del hurto-falta como un elemento normativo
nuevo que necesita ser dotado de contenido.
El Diccionario de la RAE, dice que “frustrar” es privar a uno de lo que esperaba;
dejar sin efecto, malograr un intento o dejar sin efecto un propósito contra la intención del
que procura realizarlo. Estos conceptos parecen coincidir con el sentido natural y obvio del
término conforme al uso general de las palabras.

44
Véase, para un análisis pormenorizado, Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., pp. 123 – 126.

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Aplica estas ideas al concepto "frustración" del artículo 494 bis CP, entendiéndolo
como la ejecución incompleta de la conducta de apropiación, debido a causas ajenas a la
voluntad de quien la realiza.
Cada vez que alguien inicie la ejecución del hurto falta pero por causa
independiente de su voluntad no alcance la consumación, será apreciable la "frustración".
Es como si el legislador hubiera aludido, en esta última disposición, a la definición
legal de tentativa. Lo avala el hecho que el artículo 494 bis no menciona la tentativa, pese a
que la Ley N° 20.140, buscaba sancionar los actos ejecutivos anteriores a la consumación
del hurto falta
Por lo tanto, dicha pena debe ser impuesta por cualquier ejecución del delito que por
causa independiente de la voluntad de su autor no alcance la consumación.
Se puede criticar que el análisis anterior conduce a sostener la existencia de dos
conceptos de frustración, lo que es correcto, fruto de un esfuerzo interpretativo por salvar
una disposición que ha sido deficientemente redactada y que de otro modo carecería de
utilidad práctica, por lo que debe recordarse que siempre ha de preferirse aquella
interpretación que dé sentido a la norma antes que la que no le otorgue sentido alguno.

f. Penalidad del hurto simple


Como ya se pudo notar de las normas transcritas, la penalidad del hurto simple
depende del valor económico de la cosa sustraída, según las reglas de los artículos 446 y
494 bis.
De menor a mayor gravedad, los rangos son los siguientes: si el valor no supera la
media unidad tributaria mensual, la pena es de prisión en sus grados mínimo a medio y de
multa de cuatro unidades tributarias mensuales (hurto falta, artículo 494 bis, inciso 1°); si
excede la media unidad tributaria mensual y no excede las cuatro unidades tributarias
mensuales, la pena es de presidio menor en su grado mínimo y multa de cinco unidades
tributarias mensuales (artículo 446, n° 3); si el valor es superior a cuatro unidades
tributarias mensuales, pero no supera las cuarenta unidades tributarias mensuales, la pena es
de presidio menor en su grado medio y multa de seis a diez unidades tributarias mensuales
(artículo 446, n° 2); si el valor es superior a cuarenta unidades tributarias mensuales, la
pena es de presidio menor en sus grados medio a máximo y multa de once a quince
unidades tributarias mensuales (artículo 446, n° 1); finalmente, si la cuantía de la cosa es
superior a cuatrocientas unidades tributarias mensuales, la pena es de presidio menor en su
grado mínimo a medio y de multa de veintiuna a treinta unidades tributarias mensuales
(artículo 446, inciso 2°).
El valor de la cosa debe probarse y se acreditará por peritos. La avaluación de la
especie se encuentra determinada por el mercado y no pueden considerarse valores de
afectación o apreciaciones subjetivas, solo el valor económico. En el caso de los
documentos de pago y crédito, estos representan un medio de pago cuyo valor está impreso.
Si no puede determinarse por peritos u otro arbitrio legal, el tribunal hará su
regulación prudencialmente, conforme a lo dispuesto en el artículo 455 del Código Penal.

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El método adoptado por el legislador para graduar la pena del hurto ha sido objeto
de críticas. En primer lugar, se ha dicho que es antidemocrático, pero Politoff, Matus y
Ramírez señalan que no obstante sea cierta la desproporción que exista en las penas de
hurto en comparación a otros delitos (los autores mencionan el homicidio, con las penas
antes de la reforma de 2014), parece un exceso tildar de antidemocráticas las reglas 45.
La crítica de Labatut parece ser más interesante, ya que según este autor, el agente
difícilmente sabrá el valor de lo hurtado46. Etcheberry, en contra, señala que los hurtos más
peligros se califican como robo o hurto agravado, además, si se exige un ánimo de lucro, se
puede objetar la crítica47. Sin embargo, la crítica de Labatut cobra importancia si se tiene en
cuenta la posibilidad de hurto cometido con dolo eventual, en relación al error. El valor
económico de la cosa permite graduar la pena, pero es un elemento objetivo del tipo sobre
el cual recae el dolo, por lo que podría llevar a la absolución: si el sujeto cree que la cosa
vale dos unidades tributarias mensuales, pero vale diez unidades tributarias mensuales, hay
error y absolución, pero si vale cuatrocientas diez unidades tributarias mensuales y el sujeto
cree el valor es de cincuenta unidades tributarias mensuales, hay hurto, ya que el inciso 2°
del artículo 446 se ve satisfecho48

45
Politoff, Matus y Ramírez, Lecciones de Derecho Penal Chileno. Parte Especial, op. cit., p. 299.
46
Labatut, Derecho Penal, Tomo II, Parte Especial, op. cit., p. 209.
47
Etcheberry, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo III, op. cit., p. 307.
48
Oliver, Delitos contra la Propiedad, op. cit., pp. 114 – 115.

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