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Entre poca o mucha bendición, todos preferimos mucha porque tenemos la naturaleza de
nuestro Padre, un Dios de sobreabundancias. Los científicos calculan que hay alrededor de
7.7 millones de especies de animales y 298 mil especies de plantas, no digamos estrellas,
planetas y demás. El Señor es tan sobreabundante que no repite un amanecer o un atardecer,
pareciera como si los pintara uno por uno con sus manos. Si fue capaz de ponerle nombre a
todas las estrellas, contigo podría hacer cosas no menos asombrosas. Él prometió bendecirte
y multiplicarte como a las arenas del mar.
Salmos 147:4: Él cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres.
A algunos les podrá parecer una exageración, pero que te bendiga con poco es imposible,
simplemente porque no es parte de su naturaleza. Incluso hay religiosos que podrían
argumentar que la Palabra de bendición por medio de la multiplicación no era para nosotros
sino para Abraham y sus descendientes, sin tomar en cuenta es que si somos de Cristo,
también pertenecemos a ese linaje y, por lo tanto, somos herederos de la misma promesa.
En el Antiguo testamento leemos la historia de una mujer que, después de quedar viuda y
solo con una vasija de aceite, experimentó un milagro de abundancia. Dios multiplicó el
único recurso con el que contaba y con las ganancias podría pagar sus deudas y, de lo que le
quedara, podría vivir tranquilamente con sus hijos. 2 Reyes 4:7: Vino ella luego, y lo contó
al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos
vivid de lo que quede.
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C.C.Pagiel Enseñanza para Grupos.
La clave de lo poco a lo mucho, y de lo mucho a lo mucho más es la fe: según cómo creas,
así tendrás. Y lo interesante de esta Palabra es que es para todos, tanto para los que tienen
poco como para los que tienen mucho, y se cumple mucho más abundantemente de lo que
entendemos según el poder de Dios.
Mateo 6:26: Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros;
y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Efesios 6:20-21: Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a
él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos.
Amén.
CONCLUSIÓN | Tendrás que prepararte para poder tomar a manos llenas lo que Dios te ha
prometido. Eso es parte de su juramento. Ni te imaginas lo que Él puede hacer en tu vida y
cómo puede bendecir lo que haces para honrarlo, así que cuando estés dispuesto a servirle
prepárate para recibir todo lo que deseas y solo Él te puede dar. Te llevará de gloria en gloria
y las malas temporadas llegan a su fin. Cree por más y no temas porque en medio de
cualquier situación Él cuida de ti. Declara cielos abiertos para tu vida y dile: “¡Señor, estoy
listo para recibir lo que tienes para mí!”