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El Parsifal Develado arrastrarlos delicadamente a la lujuria y a las penas infernales,

así se consumará mi terrible venganza. Jajaja Jajaja.


PRIMER ACTO
(Sale de escena riendo y con prisa) [Se realiza una pausa de
[Los campos del Monsalvat. En la cima de la montaña, a la
un minuto]
izquierda del escenario, el Templo del Santo Grial. En el valle,
a la derecha, el jardín tenebroso de Klingsor. Al medio del ESCENA II
paisaje, el lago sagrado.]
(La luz ilumina la sala desde una gran bóveda. A ambos lados,
NARRADOR: Entre el cantar delicioso de la aves, a rayado la las puertas del fondo están abiertas; por la de la derecha
aurora, delicia de sonrosados velos; por el lado vetusto y entran los Caballeros del Grial, que se sientas alrededor de las
solariego del castillo del GRIAL, resuena poderosa la solemne mesas)
DIANA de trompetas, que con sus formidables notas, saluda
CABALLEROS: La Última Cena de Amor que se ofrece día tras
victoriosa el grato amanecer.
día.
Espesos bosques, cubrían la montaña sagrada –el
(Un grupo de escuderos cruza el escenario hacia el fondo)
Montsalvat- en el norte de la España visigoda. Allí se alza el
castillo del Grial; un castillo que es también templo. Como si fuera la última vez, ¡que no se repita después de ésta!
Los mensajeros del Salvador se inclinaron ante el Rey y le (Un segundo grupo de escuderos cruza la sala)
entregaron, para que lo guardara, el Cáliz, copa sagrada y
noble de la cual el Cristo Señor bebió durante la Última Cena ANFORTAS: Si nuestros actos son bondadosos, esta comida
y en la cual cayó su preciosa sangre desde la Cruz. Y con el nos renovará; seremos bendecidos con el don de las alturas.
cáliz, la Lanza que le hirió, ambos testimonios de los más
GURNEMANZ: Mi señor Anfortas. Mi señor y Salvador.
sublimes milagros.
Guardián del Santo Grial, Gran señor de Occidente, tú que
Para guardar estas reliquias, el Rey construyó este santuario, velas y guardas esta maravillosa reliquia. Yo te saludo, y pido
recorriendo caminos que ningún pecador puede atravesar, permiso ante tus ojos, para poder desvelar la sagrada copa y
sólo los puros pueden pasar, tú lo sabes. A todos estos poder ver ante nuestros ojos la ofrenda del divino hacedor.
valientes caballeros, el Grial otorgó su fuerza milagrosa.
ANFORTAS: (Elevando la mano ordena) Desvelad el misterio
(Haciendo una pausa) que se esconde, observad con profundo respeto y veneración
a la copa sagrada. (Los Caballeros se arrodillan y se abre el
Bien saben los divinos y los humanos sobre Klingsor y sus Grial. Pero este no puede ser observado desde el público)
nefastas artes tenebrosas. Marchó y se asentó en el otro ¡Salve!
lado, en el valle, en la tierra del pagano. Ignoró ciertamente
cuáles fueron sus pecados, y él allí, quiso ser penitente y TODOS: ¡Salve!
santo. Equivocado sincero y lleno de buenas intenciones,
ANFORTAS: Sin embargo, al mirarlos hermanos míos, veo que
impotente para acabar con la lujuria empuñó el cuchillo
hay un temor inquietante que aflige vuestros corazones.
asesino y se castró.
Decidme, qué os aflige. Cuál es vuestro pesar.
Mas Klingsor, melindroso y llorón cual ninguno extendió sus
CABALLERO 1: el enemigo aún discurre peligroso entre
ensangrentadas manos suplicantes hacia el grial, es obvio
nuestros dominios.
que el guardián indignado, lo rechazo con la punta terrible de
su espada. CABALLERO 2: Busca hacer caer y perder a nuestros
caballeros.
ESCENA I
CABALLERO 3: Pese a los intentos, nadie ha podido vencerlo.
(Aparece Klingsor en medio de la escena, con las manos
Y más aún, va tomando más fuerza, y los soldados caídos, van
ensangrentadas; lleno de Ira)
convirtiéndose en fieles esclavos a su servicio.
KLINGSOR: ¿Yo repudiado por los caballeros del Santo Grial y
GURNEMANZ: Uno a uno han ido cayendo los caballeros del
después de haberme mutilado para eliminar las pasiones
Grial en manos de Klingsor y su hechicero jardín de mujeres
animales? ¡Qué horror Dios mío! ¡Me vengaré! ¡Juro que me
exquisitamente malignas y seductoras.
vengaré!
(Anfortas camina lentamente, pensativo)
(Piensa por unos instantes cómo tramará su venganza)
(Acierta) ANFORTAS: ¡Basta ya! El fin debe llegar para el mal. Klingsor
debe morir y la lanza sagrada será lo que sus ojos verán por
Transformaré mi yelmo de penitente, en un jardín hechicero
última vez. (Mirando la lanza) Que seas tú bendita reliquia
de voluptuosos deleites sexuales, en el que vivirán hermosas
quien ponga fin a tanta maldad.
mujeres exquisitamente malignas y seductoras y en este, el
jardín de las delicias, atraeré a los caballeros del Grial, para (Anfortas sale de escena acompañado de sus caballeros y de
Gurnemanz.)
SEGUNDO ACTO KUNDRY: Mi señor y soberano, jamás nadie me ha rechazado.
(acercándose a él). Mi hermosura estremece tu universo.
[En el jardín de los encantos de Klingsor] Acepta que sólo quieres dormir en mis brazos.
ESCENA III
(Anfortas suelta la lanza sagrada para abrazar a Kundry. La
NARRADOR: Uno a uno iban cayendo los caballeros del Grial besa.)
en manos de Klingsor y su hechicero jardín de mujeres
(Aparece Klingsor en escena. Observa con cautela la lanza
exquisitamente malignas y seductoras. Hasta que el
sagrada)
soberano de tan preciada joya, el Rey ANFORTAS quiso
ponerle fin a los encantamientos mágicos del mago malo y ya KLINGSOR: (dirigiéndose al público, con prisa) No
veis lo que sucedió. Dice la gente que ni el propio Anfortas, desperdiciaré tan maravillosa oportunidad, arrebataré la
Señor del Grial se pudo resistir y cayó en brazos de Kundry. lanza sagrada al Rey, así mi Poder será infinito. Jajaja.

(Entran en escena las mujeres flores, y jugando con ellos (Arrebata la lanza divina y con ella hiere espantosamente el
caballeros caídos) costado de Anfortas. Luego sale de escena riendo)

(Anfortas aparece en el acto, al verlo los caballeros lo (Anfortas herido grita, y cae cubriendo su herida. Gurnemanz
enfrentan, sin embargo Anfortas logra derrotarlos) socorre al Rey)

(Las mujeres flores se acercan a él y tratan de seducirlo) GURNEMANZ: (Sosteniendo al Rey por la espalda) ¡Oh mi
Señor! ¡Tu lanza divina! No puedo creerlo, fueron mis ojos,
NINFA 1: Hola gran Rey ¿Te gustan las flores?
mis propios ojos los que la vieron esgrimida por la más
NINFA 2: ¿No quieres jugar con nosotras? sacrílega mano.

(Anfortas guarda silencio y trata de abrirse camino hacia el ANFORTAS: (dirigiéndose a Kundry) (Con impotencia y
castillo de Klingsor) lástima) ¡Mujer! ¿Eres demonio acaso que vomitó el infierno
para abrirme ésta herida? ¿¡Eres, tal vez un ángel que mandó
NINFA 3: Nos has producido un gran mal. Has matado a el eterno para velar mi existencia infortunada!?
nuestros compañeros de juegos ¿Con quién jugaremos
ahora? (Kundry se desmaya)

NINFA 1: (Riendo trata de ponerle una corona de flores a GURNEMANZ: Señor no guardes resentimientos en tu
Anfortas. Él se la retira de la cabeza) ¡Nos gustas! No nos adolorido corazón, comprende plenamente tus propios
dejes más, quédate con nosotras. errores, reconoce tu culpabilidad y humildemente da las
gracias a tu servidora, la mujer, el eterno femenino, y eterno
NINFA 2: Ven, queremos vivir contigo. Te daremos alegría y juguete de bienes y males en la tierra, según el uso que los
amor. hombres hagan de ella.
NINFA 3: ¿Por qué quieres huir, eres cobarde con las mujeres? (Dirigiéndose al público)
(Ellas, las beldades femeninas, intentan seducir al mancebo; ¡Bendita sea la Mujer! ¡Bendito sea el Amor! ¡Benditos sean
pero este las aparta con su brazo hercúleo) los seres que se aman y se adoran!
NINFA 1: Gran señor, mi único amor ya tan mío. ¿Por qué me TERCER ACTO
desprecias?
[El Templo del Santo Grial a la izquierda. Sobre el altar,
NINFA 2: ¿A dónde quieres ir? Olvidad todo rencor, disfrutad cubierto por un velo, el Santo Grial. A la izquierda del
de la dicha que mi juventud te ofrece. escenario el Lago Sagrado.]
NINFA 3: Yo quiero abrazarte y que estés conmigo y no quiero ESCENA IV
que despedace tu vida la venganza asesina.
NARRADOR: Anfortas, cegado por la pasión, con la lanza en
NINFA 4: Venid gran Rey, disfrutad con nosotros toda la dicha la mano. ¿Quién podía prevenirle de no luchar contra el
de la belleza y el amor. encantador? Allí, junto al castillo, nos arrancaron de nuestro
héroe: una temible y bella mujer lo había embrujado: Kundry;
(Anfortas rechaza a todas las mujeres flores hasta que llega
allí permaneció ebrio entre sus brazos, y la lanza se le cayó de
ante KUNDRY. Queda asombrado por su mágica belleza.)
las manos. ¡Un grito de muerte! ¡Y esa herida no se cura! Solo
ANFORTAS: (Dirigiéndose a Kundry) Mujer preciosa para lo la propia lanza que abrió esa herida, es capaz de curarla. Esa
mejor nacida, mujer diablesa para el abismo hallada, perla del herida que no solo lo acongoja por el dolor sino también por
sol del Señor caída; inefable rosa de fuego en el Edén crecida la vergüenza.
y por manos infernales desojada. Cuánto bien habéis hecho y
¡Ah! Si Anfortas, Rey del Grial, hubiese aprovechado el divino
cuánto mal. ¡Oh! Dios mío.
instante, el momento preciso de la pasión sexual, si en esos
momentos de suprema voluptuosidad, hubiese empuñado la ESCENA IV
lanza sagrado con firmeza, el mago malo, no habría podido
(Se oyen gritos que llegan del lago, los escuderos se dirigen
arrebatarle el asta santa.
hacia el lago. Un cisne con una flecha hundida en el pecho
(Aparece Gurnemanz en escena, acompañado de dos cayó a los pies de Gurnemanz)
caballeros)
GURNEMANZ: ¿Quién lo ha herido?
Al escuchar el himno glorioso y triunfal; el anciano y sus 2
CABALLERO 1: Estábamos viendo volar el cisne sobre las
jóvenes escuderos humildemente se arrodillan y rezan con
aguas del lago; era un bellísimo espectáculo pero de
profunda devoción.
improviso, una flecha…
ETERNO IMPERIO, DORADO SAGRARIO, CLAVE DEL GRAN
CABALLERO 2: (Trae a Parsifal apresado) Ha sido él.
TODO. EL CALIZ SAGRADO. REZO EN TU TEMPLO CON
VOLUNTAD ABRASADORA, CON SOLEMNES VIRTUDES EN GURNEMANZ: ¿Eres tú, quien ha matado el cisne?
LAS ENTRAÑAS DEL MUNDO, ARDIENTES RITOS DE
CELESTES JERARQUÍAS. PARSIFAL: Si, he sido yo, todo lo cazo al vuelo.

EL SANTO GRIAL DEL CUAL GUARDIÁN SOMOS, SALVE AL GURNEMANZ: ¿Cómo te has atrevido a matarlo en este
DEMIURGICO CREADOR POR SUS ARCANAS ROSAS bosque sagrado donde sólo te rodea paz?, ¿Es que no han
ESTELARES. sido mansas las bestias contigo?, ¿Sobre las ramas no
cantaban complaciente los pájaros?, ¿Y el fiel cisne que daño
ESCUDERO 1: ¡Alguien se acerca! te hizo? Era un animal grato a todos, fíjate lo has herido en el
pecho; su sangre tiñe la hierba, su blanco plumaje empieza a
ESCUDERO 2: Son los caballeros del Grial que con paso
oscurecer y sus ojos se enturbian; ¿No ves esa mirada? Sólo
majestuoso, vienen explorando cautelosos el Áspero
iba volando en busca de su compañera para cruzar el lago
sendero, que va a seguir Anfortas, el rey de tan preciada joya.
juntos, y así bendecir noblemente sus aguas. ¿Cómo es que
ESCUDERO 1: El augusto sucesor del rey TITUREL, viene más no te asombraste? Tú, simple muchacho, sólo pensaste en tu
temprano que de costumbre, a tomar su baño en la piscina arco mortífero.
sagrada del lago.
(Parsifal le escucha cada vez con más emoción. Rompe su
GURNEMANZ: El venerable señor, necesita con suma arco y tira sus flechas)
urgencia, aliviarse de los tremendos dolores que le afligen,
¿Eres consciente ahora del pecado que has cometido?
desde que para desgracia suya recibiera la mortal lanzada.
(Parsifal se cubre los ojos con la mano)
(Ante el santuario huérfano de la sublime reliquia, llega
Anfortas ayudado por sus caballeros. En fervorosa plegaria, Dime, muchacho mío, ¿Comprendes el pecado cometido?
implora una señal de salvación.) ¿Cómo pudiste hacerlo?
ANFORTAS: Necesito implorar la bendición para las almas PARSIFAL: No pensé en nada de eso.
puras. ¡Oh! Castigo, castigo sin igual; que me envía el todo
poderoso, a quien ofendí terriblemente. Sólo por la GURNEMANZ: ¿De dónde vienes?
penitencia, por la más onda contrición del alma he de llegar
PARSIFAL: No lo sé.
ante él.
GURNEMANZ: ¿Quién es tu padre?
Esta sangre que mana caudalosa, de esta llaga a la suya
semejante, abierta por el golpe de la misma lanza, que allá PARSIFAL: No lo sé.
hirió al redentor, esa herida con que lloró lágrimas de sangre,
por el oprobio de la humanidad en el anhelo de su divina GURNEMANZ: ¿Quién te mostró este camino?
compasión. Y ahora en mi brota, la hirviente sangre del PARSIFAL: No lo sé.
pecado. ¡Piedad! ¡Compasión! tú, el todo misericordioso ten
lástima de mí, líbrame de esta herencia, ciérrame ésta herida GURNEMANZ: ¿Cuál es tu nombre?
y haz que sanado, purificado y santificado pueda yo morir
PARSIFAL: No lo sé, tengo muchos nombres pero
para ti.
ahora no recuerdo ninguno.
(Aparece una luz que sale del altar) (Una voz poderosa y llena
ESCUDERO Y CABALLEROS: ¡Castigad al criminal!
de misericordia)
GURNEMANZ: Regresad al lago. No descuidéis al Rey.
“LA PLEGARIA VUELVE JUICIOSO AL PURO Y SENCILLO DE
(Refiriéndose a los escuderos. Los escuderos se retiran).
ESPÍRITU. EL SAPIENTE, EL ILUMINADO POR LA
COMPASIÓN. ESPÉRALO, ÉL ES MI ELEGIDO.” Ahora ¡habla! No sabes nada de lo que te he preguntado: así
que dime lo que sí sabes, pues al menos algo has de saber.
(Anfortas escoltado por sus caballeros salen de escena)
PARSIFAL: Tengo una madre: se llama Herzeleide. Nuestro KLINGSOR: ¡Inútil resistencia! La hora ha llegado. Dormir, es
hogar está en el bosque y en campo abierto. preciso dormir. ¡Querrás dormir! Jajajaja (Kundry cierra los
ojos y suelta el cuerpo como hipnotizada)
GURNEMANZ: ¿Quién te dio el arco?
Envolverás con tus encantos a Parsifal hasta hacerle caer; esa
PARSIFAL: Me lo hice yo para perseguir las águilas silvestres
es mi orden y tú sólo una esclava a mi servicio.
del bosque.
(Kundry hace una reverencia a Klingsor)
GURNEMANZ: ¿Qué te trae a estas remotas tierras?
(Sale de escena Klingsor con Kundry y entran todas las damas
PARSIFAL: Un día vi llamas humanas en el bosque, era tanto
flores en el jardín. Parsifal se acerca a él.)
el brillo de aquellos caballeros de relucientes vestiduras que
me resolví a seguirlos a través de las montañas después de ESCENA VI
combatir con muchas bestias en el bosque al fin he llegado
(Parsifal ingresa con una espada en la mano)
hasta aquí.
NINFA 1: ¿Dónde están nuestros amados?
GURNEMANZ: Preveo que estás llamado a ejercer una misión
divina ven conmigo. NINFA 2: ¡Dentro, en la sala! ¡Los vimos en la sala!
CUARTO ACTO NINFA3: ¡Los vimos llenos de heridas, sangrientas! ¡Ay de
nosotras!
[En el jardín de las damas flores]
NINFA 4: ¡Ay de nosotras! ¡Salvémosles! ¿Quién es nuestro
ESCENA V
enemigo?
(Aparece Klingsor en el Castillo encantado, frente a un espejo
(Señalan a Parsifal)
mágico)
NINFAS 1,2,3: ¡Ahí está!
KLIGNSOR HIPNOTIZANDO A KUNDRY
NINFA 1: ¿En su mano lleva la espada asesina!
NARRADOR: Reina una aterradora oscuridad en el fondo
misterioso de aquel negro antro, allí está el tenebroso NIFA 2: Yo veo la sangre de mi amado.
Klingsor, sentado fatalmente ante el espejo metálico de la
magia en el que ve desfilar astralmente todos los suceso PARSIFAL: Hermosas doncellas, ¿acaso no tuve que matarlos?
ocurridos en el acto anterior, en los dominios del santo Grial. Me impedían el paso hacia vosotras y hacia mi destino.

El tétrico mago de las tinieblas ha conseguido atraer hacia su (Las mujeres flores atraídas por él y su misterio lo observan
antro al ingenuo muchacho Parsifal para hacerle caer en con detenimiento y sonriendo)
medio de los encantos de las terribles mujeres flores.
NINFA 1: ¿Te gustan las flores?
KLINGSOR: ¡Ah!, ¡Ah! Noche tenebrosa; misterio, locura, furia,
NINFA 2: ¿No quieres matarnos también a nosotras? Jajaja
sueño de dolor y desgracia; acude Kundry, aparece.
PARSIFAL: ¡Jamás lo haría!
(Aparece Kundry)
NINFA 3: Sin embargo nos has producido un gran mal. Has
KLINGSOR: ¿Dónde estabas? Hoy tenemos que vencer a un
matado a nuestro compañeros de juegos ¿Con quién
hombre más peligroso que todos; su escudo es la sencillez de
jugaremos ahora?
espíritu.
PARSIFAL: ¿Jugar? ¡Conmigo, con mucho gusto!
KUNDRY: (desganada) ¡Ay! ¡Desgracia! ¡Desgracia! ¡Él,
también es débil! ¡Todos son débiles! ¡Todos se convertirán NINFA 1: (Riendo le pone una corona de flores a Parsifal) ¡Nos
en víctimas, si yo soy parte de la maldición! ¡Oh, sueño eterno, gustas! No nos dejes más, quédate con nosotras.
única salvación! ¿Cómo… cómo puedo conseguirte?
NINFA 2: Ven, queremos vivir contigo. Te daremos alegría y
KLINGSOR: Aquél que te desafíe, te liberará, ¡tú lo sabes!. amor.
¡Inténtalo con este muchacho que se acerca!
PARSIFAL: (Pasando entre los grupos, alegre) ¡Qué aroma tan
KUNDRY: Yo… ¡no quiero hacerlo! dulce desprendéis! ¿Acaso sois en realidad flores?

KLINGSOR: (Mirando a la distancia) NINFA 1: El tesoro del jardín y esencias de dulce perfume.

¡El muchacho ya casi ha pasado las murallas! NINFA 2: ¡Nuestro señor nos arranca en primavera!

KUNDRY: Oh! ¡Ay de mí! ¡Ay de mí! ¿Para esto he despertado? NINFA 3: Crecemos aquí bajo el sol estival. (Acercándose a él)
¿Debo hacerlo? ¿Debo hacerlo? floreciendo para ti, llenas de placer.
NINFA 4: ¡Ahora se bueno y ámanos! ¡No dejes a las flores sin KUNDRY: Es bueno que sepas, que tuve la inmensa dicha de
su recompensa! conocer a tu madre HERZELEIDE, el llanto y la tristeza
consumió aquella bella mujer, rindiéndose al amor y a la
NINFA 1: Si no nos amas y cuidas, nos consumiremos y
muerte de tu padre, tan solo hubo para ella, sombras y
moriremos. ¡Ven, dulce muchacho!
temores que nunca tu habías de conocer. ¿No escuchaste sus
(Jalan a Parsifal, pero él se resiste un poco) llamadas de angustia cuando lejos de ella andabas?

NINFA 3: ¿Por qué quieres huir, eres cobarde con las mujeres? PARSIFAL: Madrecita linda, madrecita bella. Con labios de
granada y dientes de marfil, recuerdo tu rostro apacible y tu
(Las beldades femeninas, intentan seducir al mancebo; pero cabello con esencia de jazmín, cual bucles de oro que rodaban
este las aparta con su brazo hercúleo) como cascada sobre esa tu espalda tibia y perfumada, en ese
tu cuerpo tallado a buril. Madre santa que tuviste un día,
NINFA 1: Único amor, ya tan mío, que ira madurando el
todos los encantos de una bella flor, madre tierna, blanca y
tiempo. ¿Por qué me desprecias?
perfumada como una azucena, que al abrir su cáliz
NINFA 2: Mis manos desean acariciarte y mis ojos convirtiese en cuna, para mecerme a mí.
contemplarte. Quédate con nosotras.
KUNDRY: Mas tú nunca supisteis sus penas, ni jamás el delirio
NINFA 3: Yo quiero amarte y que estés conmigo y no quiero de sus sufrimientos, un día te fuiste para jamás volver.
que desperdicies tu vida en fútiles sueños Ansiosa te esperó muchos días y allí te llevaba dulces y la cena
olorosa a musgo, clavel y verbena y a rosas, durazno y jazmín.
NINFA 4: Como este día frente a tus ojos, viva tu imagen (pausa) Hasta que la hicieron enmudecer sus propios
siempre poseo; y a diario lavarán mis ojos con lágrimas tu lamentos y… MURIÓ.
recuerdo.
PARSIFAL: ¿Mi madre ha muerto? ¡No! ¡Porque! Por qué nunca
(Las ninfas féminas preocupadas ahora sufriendo por Parsifal la vi, por qué la olvidé. Maldita mi fortuna. ¡Mi madre!
haciendo todo cuanto en verdad puede seducir a los sentidos
humanos; pero el héroe no sucumben a las batallas de las (Parsifal no cree lo que oye, atónito cae a los pies de la
tentaciones.) hermosa, abrumado por la noticia que le sume en infinita
amargura imposible de describir con palabras.)
PARSIFAL: ¡Apartaos! Dejadme continuar.
KUNDRY: (Lo consuela y lo socorre) Desconocido te fue hasta
(El Parsifal rechaza a las flores y avanza, cuando en ello se ahora el dolor, ni hasta ahora sentir pudiste en el corazón, las
escucha una voz, es KUNDRY.) dulzuras del placer. (Levantano la cabeza del Parsifal) Olvida
ESCENA SEIS ya las penas. Recibe ese amor que un día abrazó el corazón
de tu padre, ese amor que un día te dio cuerpo y vida, ese
KUNDRY SEDUCIENDO A PARSIFAL amor que ahuyentara la muerte y que hoy he de ofrecerte.
Como último saludo y bendición. El primer beso de la pasión.
KUNDRY: Parsifal detente, aún tiempo te invitan al placer y la
dicha. (Kundry abraza y besa al Parsifal)
(Parsifal se detiene en seco) (Aparece Kundry) PARSIFAL: (SE LEVANTA EXALTADO) Anfortas la herida, tu
herida me quema, he visto sangrar esa herida y ahora la
KUNDRY: (A las flores) Apartaos de él vulgares mujeres,
siento sangrar dentro de mi pecho. ¡No, no, no es la herida!
enamoradas y frívolas niñas, flores fascinantes de unas horas,
Es el ansia horrible que me agarra y sujeta los sentidos ¡Oh!
que muy pronto os marchitáis…
Suplicio amor.
(Ninfas desaparecen riendo entre los bosques)
(Kundry intenta acercarse a Parsifal y este la rechaza)
PARSIFAL: (DIRIGE UNA MIRADA TEMEROSA HACIA
PARSIFAL: Aléjate de mí espíritu del mal.
KUNDRY)
KUNDRY: ¡Klingsor ayudadme!
¿Acaso fuiste tú sublime beldad femenina, aquella que me
llamara a mí, quien jamás tuvo nombre?, ¿También crecisteis KLINGSOR: (Aparece blandiendo la lanza) ¡Basta ya! El casto
y os desprendisteis de la floresta perfumada? inocente será detenido por la lanza sagrada.
KUNDRY: Sí, a ti inocente y puro llame Parsifal, así nombró tu (Y arrojó el arma contra Parsifal. Sin embargo, la lanza
padre GAMURET, al hijo que había engendrado; sagrada quedó suspendida en el aire sobre la cabeza del
precisamente para revelártelo esperaba yo aquí, yo no nací héroe.)
de entre este jardín de las delicias como las otras beldades,
de tierras muy lejanas llegué y muchas cosas he visto espero (Klingsor quedó aterrorizado. Un silencio impresionante
que me escuches. parecía hacer más irreal el aspecto del bosque encantado.
Parsifal cogió la lanza y lentamente hizo con ella la señal de la
Cruz.)
PARSIFAL: Con este signo, deshago tu magia y también (Parsifal llega hasta donde se encuentra Gurnemanz y
cerrará la herida que tu hiciste con ella y convertirá en polvo Kundry. Trae la lanza cubierta con un manto)
y ruinas todo este falso esplendor.
PARSIFAL: Sean perdonados tus pecados y absueltos tus
(Un tremendo terremoto derrumbó el castillo. Los árboles delitos. Sé libre Kundry, mujer arrepentida. Que Dios unja en
del bosque encantado, se retorcieron sobre sí mismos y se ti a la portadora del Fuego Sagrado del Monsalvat. Y que el
oscureció el sol. Paulatinamente volvió a hacerse la luz; el amor reconforte tu corazón.
jardín encantado se había convertido en un lugar inhóspito.
GURNEMANZ: Los caballeros del grial han caído en desdicha
Kundry yacía en el suelo y Parsifal se vuelve hacia ella.)
todos dispersados o muertos, desde que Anfortas impotente
PARSIFAL: Más que hermosa te vemos Kundry, vuestra tez es para resistir la maldición de su herida, busca la muerte
más pálida ahora, del rostro y de los modales han renunciando a descubrir el vaso sagrado ya que sufre tortura
desaparecido la fiereza huraña; acabas de nacer nuevamente, al contemplar lo que a nosotros embelesa.
como un milagro de todas las maravillas, eres el pensamiento
PARSIFAL: Que puedo hacer para que las campanas del
más bello del creador, hecho carne, sangre y vida… Tu
templo vuelvan a sonar como antaño, para salvar la vida del
cuerpo delicioso, parece haber sido amasado, con las
Rey y para que los esplendores del templo no paren en
delicadas rosas a la orilla de la campiña. Las frondas
retornar.
taciturnas plateadas por la luna pálida, han dado dulce
sombra a tus pestañas. GURNEMANZ: En verdad os digo que el rey sólo puede ser
sanado por la misma lanza que le hirió.
(Parsifal mostrando victorioso la lanza, se aleja caminando
despacito entre el jardín interno y delicado. Desaparece) (Entran en escena los Caballeros. Se colocan en las mesas. Los
escuderos llevan a Amfortas en una litera: delante de él,
ACTO
cuatro escuderos transportan el Relicario cubierto que
-El templo del Santo Grial y los alrededores, con sus jardines. contiene el Grial, la procesión se dirige hacia el centro, al
Aparece Kundry arrepentida, en medio de la escena. Su fondo, donde hay colocado un diván donde colocan a
rostro ha cambiado- Amfortas: ante él, hay una piedra de altar sobre la que los
escuderos colocan el Relicario cubierto que contiene el Grial)
ESCENA SIETE KUNDRY LIBERADA
CABALLERO 1: (Señalando al Grial) Para este mundo pecador,
NARRADOR: - ¡Despierta! ¡Despierta a la luz! Oh Mujer, lo que entre miles de dolores, como antes ya sangró él. Para el héroe
sucede en tu interior sólo Dios lo sabe; dentro de ti existe el
salvador, ahora ya con los corazones alegres, dejad que mi
enigma del eterno femenino, de la tentadora contra la
sangre también fluya.
salvadora, del amor divino contra la pasión pérfida y cruel que
todo lo envenena. Tus párpados de exótico encanto; fueron Caballero 2: Su cuerpo, tal como él nos confesó, vive en
creados con hojas divinas de azahares, esencias de nardos nosotros a través de su propia muerte.
sublimes, se esconde en tus entrañas tus fascinantes trenzas,
Caballero 3: La Fe se mantiene viva; la Paloma, única
que parecen más bien cascadas de noche; cayendo sobre tus
núbiles hombros. El cielo estrellado se abre como una rosa y mensajera del Redentor, revolotea sus alas. ¡Bebed de este
vino, que fluyó para vosotros y comed del pan de la vida!
tú duermes Kundry, envenenada por un exótico misterio que
nadie entiende… CABALLEROS: Por Dios, mi Rey y soberado; descubre el Santo
Grial para contemplarle al menos por última vez.
(Aparece en Escena Kundry. Instantes después ingresa
Gurnemanz) ANFORTAS: No, dejadlo sin descubrir; o será posible que
nadie sea capaz de apreciar esta tortura que sufro al
KUNDRY: Por favor ayúdame, no ignoro el secreto de mi
contemplar lo que a vosotros embelesa. Cruel herencia que
propia existencia, sé muy bien que sólo podría liberarme del
se me encomienda, ser guardián de la Santa Reliquia.
poder tenebroso de Klingsor, encontrando en mi camino de
amargura a un hombre fuerte capaz de vencerse a sí mismo y (En aquel momento se presentó Parsifal, seguido de
rechazarme en pleno magnetismo sexual. Débiles todos, Gurnemanz y de Kundry. Todos se hicieron a un lado,
todos caían conmigo arrastrados por mi maldición. Mas dejándole paso. Una extraña majestad emanaba de su
Parsifal me ha liberado. persona. El aire iluminado parecía circundar al héroe, cuando
con la punta de la lanza que empuñaba tocó el pecho de
GURNEMANZ: En la resistencia del mancebo, está la salvación
Anfortas.)
de ti mujer y sin tu presencia vendría inevitablemente la
perdición del Hombre. Mujer adorable tu eres la senda del filo PARSIFAL: Sólo un arma puede hacer el milagro – dijo-. La
de la navaja. ¡Oh! Kundry que duermes en la tierra de lanza cicatriza la herida que ella misma abrió. Estás curado y
Monsalvat ahora debes despertar de tu milenario sueño, la salvación ha descendido sobre ti.
descansa que tu alma te guiará hasta los dominios del grial y
al corazón de Parsifal. (Volviéndose a todos alzo la lanza.)
PARSIFAL: La lanza sagrada, este tesoro divino os devuelvo.
Abrid el Santo Grial que sea enseñado a todos.

(Abren el velo y descubren el Grial, todos se arrodillan ante el


cáliz; y el Espíritu, en forma de paloma blanca, descendió a
través de rayos de luz y fue a ponerse sobre la cabeza de
Parsifal.)

(Un cántico celestial se elevó entre las columnas del templo


hacia las resplandecientes bóvedas. Y mientras tanto,
Kundry, redimida, caía dulcemente a los pies del héroe.
Parsifal cogió el Grial y concedió la bendición a todos y se
acerca a Kundry y la mira prolongadamente arrodillados
frente a frente.)

PARSIFAL: Ahora veo en tus ojos de cielo, tu verdadera


augusta y pura esencia. Quien me diera tomar tus manos
blancas, para apretarme el corazón con ellas y besarlas
ardientemente escuchando muy atentamente de tu amor las
dulcísimas palabras fascinantes…

KUNDRY: Se pues limpiado de toda mancha y lavado aquí de


las impurezas de tu larga peregrinación.

PARSIFAL: Mujer recuerda que tú eres sendero secreto del


misterio.

(Gurnemanz se acerca y corona al Parsifal)

CABALLEROS: Gloria al Rey. Gloria a los reyes solares. Salve.


Salve. Salve.

FIN

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