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Es con este pasaje tan místico y enigmático que se comienza la travesía de la

psicomagia. Y es precisamente lo místico y enigmático lo que marca su sendero, al no ser


esta un simple aprendizaje, si no también todo un proceso, una odisea sobre la propia
persona y su relación con la vida misma. Las palabras se queden cortas, al querer
representar todo el conocimiento y experiencia, encerradas en esta arte, ya que engloba
la experiencia del autor al adentrarse a lo largo de su vida en prácticas de brujería,
chamanismo, filosofía oriental, teatro vanguardista, tarotismo y psicología, como lo más
relevante. Pero para ser más concretos, ¿de qué trata la psicomagia?

Psicomagia es el nombre de la técnica ejercida por Alejandro Jodorowsky, de supuesta


sanación espiritual, que actúa a través del símbolo, la metáfora y la belleza,
esencialmente con el lenguaje de los sueños.

De acuerdo con éste, hunde sus raíces en el chamanismo, el psicoanálisis y el efecto


patético del teatro. Afirma que se basa en la premisa de que el inconsciente toma los
actos simbólicos como si fuesen hechos reales, de manera que un acto mágico-
simbólico-sagrado podría modificar el comportamiento del inconsciente, y por
consiguiente, si estuviese bien aplicado, curar ciertos traumas psicológicos. Pretende
dejar de considerar a la dimensión inconsciente como un enemigo y perder el miedo a
verse a uno mismo. La psicomagia no pretende – como el psicoanálisis – curar a través
de la palabra convirtiendo los mensajes que envía la dimensión inconsciente en un
discurso racional, sino enseñarle al racional a manejar el lenguaje inconsciente.

Estos actos son "diseñados a medida" y se prescriben después de que el "psicomago"


analice las peculiaridades personales del consultante, e incluso estudie su árbol
genealógico.

La psicomagia no sigue un camino científicamente válido para la construcción y defensa


del conocimiento que propone. El mismo Jodorowsky reconoce que no se sitúa “en el
terreno científico”. Si bien afirma resolver conflictos psicológicos y hasta somáticos, no
es una técnica científica ni contrastada. Así mismo, por el momento solamente el autor y
algunos miembros de su familia la pueden ejercer.

La técnica es una mezcla de arte, filosofía oriental (en particular budismo zen),
misticismo, culturas antiguas en general, reencarnación, gnosticismo, Nueva Era. Se nota
especialmente la influencia de autores como George Gurdjieff y Carlos Castaneda.

II. PRINCIPIOS DE LA PSICOMAGIA

”La finalidad del arte es curar, porque si no cura, no es verdadero”.

Alejandro Jodorowsky

Como mencionamos anteriormente, psicomagia no es una ciencia, es un arte, y como tal,


no es algo que se pueda ensenar a todos. Es decir, hay algunos principios básicos que
son transmisibles, pero como Cristóbal Jodorowsky, hijo de Alejandro, dice: “o eres un
artista o no”.

Entonces, sabiendo que la psicomagia cumple con la hermenéutica del arte, no nos
sorprenda que los Jodorowsky, tomaran la gran riqueza obtenida a lo largo de años en su
trabajo en teatro (a través del teatro pánico y el cabaret místico), danza y cine (con las
simbólicas películas, ya de culto, de Alejandro Jodorowsky).

Según Jodorowsky:
El único lenguaje que aumenta el nivel de conciencia es el lenguaje del arte y de
la poesía.

Al inconsciente le es más fácil comprender el lenguaje onírico que el lenguaje


racional..

La psicomagia parte de que en toda enfermedad hay:

Una prohibición: Al sujeto le prohíben ser lo que él es.

Una falta de consciencia: El sujeto no se da cuenta de lo que es.

Una falta de belleza: Cuando se pierde la belleza espiritual se enferma.

La psicomagia se basa en las siguientes premisas fundamentales:

Fracasar no existe, en cada fracaso, cambiamos de camino.

Para llegar a lo que eres, debes de ir por donde no eres.

Llegar a ser lo que uno es, es la más grande felicidad.

III. PSICOMAGIA: ESBOZOS DE UNA TERAPIA PANICA

a) EL ACTO POÉTICO

¿Qué es un acto poético?

“Debe ser bello, estético y prescindir de todo justificación. Puede también acarrear cierta
violencia. El acto poético es un llamado a la realidad: hay que enfrentar a la propia
muerte, a lo imprevisto, a nuestra sombra, a los gusanos que hormiguean dentro de
nosotros. Esta vida que nosotros quisiéramos lógica es, en realidad, loca, chocante,
maravillosa y cruel. Nuestro comportamiento, que pretendemos lógico y consciente, es,
de hecho, irracional, loco, contradictorio. Si observáramos lúcidamente nuestra realidad,
constataríamos que es poética, ilógica, exuberante. [Hay que aprender a] percibir la loca
creatividad de la existencia y no identificarme con los límites dentro de los cuales la
mayoría de la gente se encierra hasta que no aguanta más y revienta […] La poesía no
guarda una estereotipada del mundo, es convulsiva, está ligada al temblor de la tierra.
Ella denuncia las apariencias, atraviesa con su espada la mentira y las convenciones”.

Alejandro Jodorowsky

Hay muchos dimensiones inconscientes, oníricas y mágicas de la realidad. Porque,


insistimos, la realidad no es racional, por más que así lo queramos ver para
tranquilizarnos. En general, los comportamientos humanos están motivados por fuerzas
inconscientes, cualesquiera que puedan ser las explicaciones racionales que les
atribuyamos luego. El mismo mundo no es homogéneo, sino un amalgama de fuerzas
misteriosas. No retener de la realidad más que la apariencia inmediata es traicionarla y
sucumbir ante la ilusión, aunque se disfrace de «realismo».

Los actos nos sacuden, nos obligan a abrirnos. ¿Qué más puedes hacer ante lo
imprevisto? La vida es así, ¿comprendes?: totalmente impredecible. Crees que la
jornada va a acontecer de tal o tal manera; en realidad puedes ser atropellado por un
camión en la esquina, encontrarte con una antigua amante y llevarla al hotel a hacer el
amor, recibir el techo sobre la cabeza mientras trabajas. El teléfono puede sonar para
anunciarte la mejor o la peor de las noticias. Nuestros actos poéticos no hacen sino
evidenciar esto, a contracorriente del mundo rígido en que muchas veces vivimos
atorados.

Los actos poéticos tienen un valor purificador y terapéutico. Porque, pensándolo bien, la
historia de uno está compuesta de palabras y de actos. La mayor parte del tiempo la
gente se conforma con pequeños actos inocuos, hasta que un día ‘estallan’, sin control,
les da rabia, rompen todo lo que se interpone en su camino, gritan insultos, se entregan a
la violencia, incluso al crimen... Si un criminal en potencia supiera de los actos poéticos,
sublimaría sus gestos asesinos trayendo a jugar un acto simbólico equivalente.

La sociedad ha puesto barreras para que el miedo y su expresión, la violencia, no surjan


a cada instante. Por ello, cuando uno realiza un acto diferente de las acciones ordinarias
y codificadas, es importante hacerlo conscientemente, medir y aceptar de antemano sus
consecuencias. Realizar un acto es un proceso consciente que apunta a introducir
voluntariamente una fisura en el orden de la muerte, que perpetua la sociedad, y no la
manifestación convulsiva de una rebelión ciega. Conviene no identificarse con el acto
poético, no dejarse llevar por las energías que éste libera.

Al realizar actos poéticos podemos movernos a nuestro antojo, hacer los gestos más
insólitos, reunir los ingredientes de algo garantizadamente suntuoso, caminar disfrazado
interpretando un personaje para dejar de interpretar a un personaje en comparación con
otros personajes, para acabar eliminado todo personaje y acercarse poco a poco a la
persona que llevamos encerrada dentro de nosotros. Es la ruta inversa de las escuelas de
teatro antiguas; en vez de la persona yendo fuera hacia el personaje un acto
poético/teatral intenta llegar desde el personaje a la persona que uno lleva dentro de uno
mismo. Este “otro” que despierta cuando enactuamos un acto poético/teatral o un ‘acto
psicomágico’ no es un fantoche hecho de definiciones y de mentiras, sino un ser con
limitaciones menores. La euforia de lo «efímero» conduce a la totalidad, a la liberación de
las fuerzas superiores, al estado de gracia.

El teatro es una fuerza mágica, una experiencia personal e intransmisible. No pertenece a


los actores, sino a todo el mundo. Basta con una decisión, un atisbo de resolución para
que esa fuerza transforme la vida. Ya es hora de que el ser humano rompa con los
reflejos condicionados, los círculos hipnóticos, las autoconcepciones erróneas. La
literatura mundial le concede un gran lugar al tema del “doble”, que poco a poco expulsa
a un hombre de su propia vida, se apropia de sus lugares favoritos, de sus amistades, de
su familia, de su trabajo, hasta transformarlo en un paria, e incluso a veces asesinarlo,
según algunas versiones de ese mito universal. En lo que a mí respecta, creo que somos
el “doble” y no el original. Nos identificamos con un personaje que no es sino una
caricatura de nuestra identidad profunda: nuestra autoconcepción, la idea que nos
hacemos de nosotros mismos:

Nuestro ego -poco importa el nombre que le demos a ese factor de alienación- no es más
que una copia pálida, una aproximación de nuestro ser esencial. Nos identificamos con
ese doble tan irrisorio como ilusorio. Y de pronto aparece «el Original». El amo del lugar
vuelve a tomar el sitio que le corresponde.

En ese momento, el yo limitado se siente perseguido, en peligro de muerte, lo que es


totalmente cierto. Porque el «Original» acabará por disolver el doble. En cuanto
humanos identificados con nuestro doble, tenemos que comprender que el invasor no es
sino uno mismo, nuestra naturaleza profunda. Nada nos pertenece, todo es del
«Original». Nuestra única posibilidad es que aparezca el Otro y nos elimine. No
sufriremos de ese crimen, pero participaremos en él. Se trata de un sacrificio sagrado en
el cual uno se entrega entero al amo, sin angustia..."

El lenguaje es el más alto producto del sistema nervioso. El lenguaje modifica la médula
nerviosa de las personas. Si insultas, ¡te perjudicas! Podemos sanarnos con poesía.
Escribe un poema cada mañana. También podemos renovar la realidad por medio de la
poesía, renombrando las cosas que nos rodean con nuevas palabras. De esta manera las
transformamos, porque los nombres imprimen la identidad. Así, un acto poético saca la
poesía de la palabra y la convierte en acción, es la experiencia viva de la poesía. Por
ejemplo, antes de salir a pisar la calle, perfuma las suelas de tus zapatos.

La relación de la psicomagia con un acto poético es intrínseco, la “Psicomagia” es un


arte en sí, que corresponde un poco a la a la poesía. Porque se hacen actos que tienen
poesía. Marinetti, en el futurismo, dijo: “La poesía es un acto”, y me marcó mucho.
Entonces comencé a buscar el acto poético. Y el acto poético no es un acto destructivo.
En cuanto a ciertos actos destructivos, que pretenden ser actos poéticos, hablando de
ciertos performances vanguardistas, es por falta de talento que los artistas comenzaron a
autodestruirse, porque convirtiéndose en víctimas de ellos mismos desarrollaban un arte
fuerte, expresivo, pero enfermo. Entonces, el artista real tiene que tener talento,
desarrollar su imaginación.

Acto poético debería permitir manifestar con bondad y belleza energías creativas
normalmente reprimidas o latentes en nosotros. Un haiku japonés da una clave: el
alumno le muestra al maestro su poema:

Una mariposa:

le quito las alas.

¡Obtengo un pimiento!

La respuesta del maestro es inmediata: No, no es eso. Escucha:

Un pimiento:

le agrego unas alas.

¡Obtengo una mariposa!

La lección era clara: el acto poético debía ser siempre positivo, buscar la construcción y
no la destrucción.

Por último hay una significativa diferencia entre acto poético y psicomagia. El acto
psicomágico nace como una necesidad de curar, mientras que el acto poético puede
prescindir de toda justificación, aunque el resultado final resulte sanador. Se trata con
ellos de abrir una puerta a otra dimensión, creando una nueva realidad en seno mismo de
la realidad ordinaria, usando la belleza.

Tenemos el ejemplo del acto psicomágico realizado por los poetas al bombardear el
palacio de la Moneda (Santiago de Chile) con poemas arrojados desde un helicóptero. El
Palacio Presidencial había sido convertido por los militares en un sitio poblado de
angustia. Los poetas, al regarlo con poesía, lo convirtieron en un sitio espiritual. Antes
del bombardeo la Moneda era una tumba estéril. Después del bombardeo se ha
convertido en el corazón de un cambio espiritual que afectará a todo el planeta.
Por tanto vivir como poeta es en primer lugar, no temer, atreverse a dar, tener la audacia
de vivir con cierta desmesura. Es esencialmente un cuestionamiento de la realidad
obligatoria.

b) EL ACTO TEATRAL

“No olvides nunca que la flor de loto surge del cieno. Hay que explora el fango, tocar la
muerte y el barro para subir hacia los cielos límpidos”.

Alejando Jodorowsky

Ya habíamos mencionado que en general, lo que se llama “realidad”, no es sino una


parte, un aspecto de un orden mucho más amplio. La realidad no es racional. El teatro
autodenominado realista, se desentiende de la dimensión inconsciente, onírica y mágica
de la realidad. Esto se debe a que se deben a un texto y a la construcción de un personaje
previsto. La propuesta teatral de Jodorowsky, como acto teatral, y que impregna la
psicomagia, propone que la persona intente interpretar su propio misterio. Exteriorizar lo
que se lleva dentro. Uno no va al teatro para escapar de si, sino para restablecer el
contacto con el misterio que somos todos. El teatro interesa menos como distracción que
como instrumento de autoconocimiento. Por eso es que jodorowsky reemplaza la
interpretación por lo efímero pánico.

Para llegar a la euforia pánica, según el autor, primero debemos liberarnos del edificio
teatro, ya que estén como estén concebidos, su función es aislar la escena de la realidad
(principal factor anti pánico). De esta manera se impone que el actor debe servir primero
al arquitecto y luego al autor. Premisas totalmente anti pánicas. El lugar donde acontece
lo efímero es un espacio no delimitado, de tal manera que no se sabe dónde comienza la
escena y donde comienza la realidad. Puesto que lo efímero es una manifestación
concreta, no se puede evocar en él problema de espacio y de tiempo: el espacio tiene sus
medidas reales y no puede simbolizar otro espacio: es lo que es en el instante mismo.
Algo similar sucede con el tiempo: no se puede figurar la edad en él.

Con respecto al actor, antes del pánico podía rastrearse dos escuelas claras: en una, la
persona-actor tendía a fundirse totalmente en el personaje, mentirse a sí mismo y a los
demás, con tal dominio que llegara a extraviar su persona para volverse otro, un
personaje con límites más concisos. En la segunda escuela se enseñaba a actuar de una
manera ecléctica, de modo que el actor, a la vez que persona, era simultáneamente
personaje. En ningún momento uno debía olvidar que estaba actuando, y la persona,
durante la representación, podía criticar a su personaje. El hombre pánico, no actúa en
una representación y ha eliminado totalmente el personaje. En lo efímero, este hombre
pánico intenta alcanzar a la persona que está siendo.

En resumen: el hombre pánico no se esconde detrás de sus personajes, sino que intenta
encontrar su modo de expresión real. En vez de ser un exhibicionista mentiroso, es un
poeta en estado de trance.

Estas experiencias, que Jodorowsky fue acumulando a lo largo de su larga trayectoria


teatral, aplicadas a la psicomagia, pretenden que las energías destructivas, que de todas
maneras cuando permanecen estancadas nos carcomen por dentro, puedan ventilarse en
una expresión canalizada y transformadora. La alquimia del acto logrado transmuta las
tinieblas en luz.

La finalidad del teatro es provocar accidentes, es decir accidentes efímeros. Nuestro ego
–poco importa el nombre que le demos a ese factor de alienación- no es más que una
copia pálida, una aproximación de nuestro ser esencial. Nos identificamos con ese doble
tan irrisorio como ilusorio. Y de pronto aparece “el origina”. Se vive encerrado en una
autoconcepción de uno mismo. La idea del acto teatral es tomar nuestro lugar, de ese
otro original, en la comedia misma de la existencia.

c) EL ACTO ONIRICO

La interpretación de los sueños ciertamente constituye una práctica tan vieja como el
mundo según afirma Jodorowsky, misma que ha ido cambiando paulatinamente, desde la
interpretación simplista que atribuye un significado simbólico a cada imagen; pasando
por el planteamiento de Jung en relación a seguir viviendo el sueño para ver a dónde
conduce en el análisis; y finalmente una entrada en el sueño lúcido. Este último connota
un estado en el que uno sabe que se encuentra soñando, lo cual a su vez posibilita a la
persona trabajar sobre el contenido del sueño.

El tema cobra popularidad a partir de la obra de Carlos Castaneda; sin embargo, el primer
libro que alude a un tratamiento del sueño lúcido es: Les rêves et les moyens de les
diriger, publicado escrito por Hervey de Saint Denis y publicado en Francia hacía en a
finales del siglo XIX, 1867 para ser exactos. Señala en un fragmento del mismo que al
parecer existe un cierto grado de coherencia dentro de emanado como reflejo de la vida
real. A raíz de ella es lógico pensar que tal como en la vida real al colocar una mano sobre
los ojos y oscurecer la mirada, sucederá lo mismos si se realiza esta operación en estado
de sueños, misma operación que realizó el autor en un sueño lúcido y concluyó que sólo
por esta vía le es posible modificar la trayectoria de ese sueño guiado por la mente.

Así, es factible reconocer en este hecho la facultad de la voluntad hacia sueños lúcidos y
tranquilos, misma voluntad que sin duda interviene también en los sueños incoherentes y
apasionados, donde entra en juego la influencia de deseos tumultosos y pensamientos
dolorosos que deben ser dominados en pos de las ilusiones felices.

Señala Jodoroswky algunas de sus experiencias con este tipo de sueños, que dieron
inicio a la joven edad de 17 años. En un inicio el pánico se apoderó de él, dirigiendo todos
sus esfuerzos hacia el despertar, alcanzando su cuerpo en la superficie desde las
profundidades de lo onírico.

En posteriores oportunidades toma valor para intentar ver hacia dónde conducen los
sueños hasta llegar a controlar la volición para dominarlos conforme a los deseos. Surge
la interrogante: ¿Cómo estar seguro que se está soñando? A esta interrogante responde
por medio desarrolló una técnica que le permite corroborar la cualidad de lo onírico, un
simple impulso para volar.

El sueño lúcido va cobrando distintas fases a lo largo de su desarrollo hasta alcanzar


todo tipo de vivencias. El autor señala algunos ejemplos que aluden desde el
conocimiento mismo de la muerte, hasta la realización de deseos nunca alcanzados en
estado en estado de vigilia, deseos sexuales especialmente.

Algo digno de resaltar es que la lucidez del sueño está ligada a dos elementos
determinantes, el deseo y el miedo. Cuando se sucumbe ante las pasiones humanas y
adviene la identificación con la acción en el sueño, éste escapa a todo control y absorbe
a su guión. Por otra parte, en tanto la persona es la responsable de alimentar sus miedos
y huye de ellos, no advierte que aquello que la atemoriza pierde toda su fuerza en el
momento que se deja de combatirla.
Estos principios en tanto enseñanzas de la vivencia del sueño lúcido adquieren toda su
fuerza y valor en la medida en que son aplicadas a las vicisitudes de la cotidianidad.
Tomando lo anteriormente señalado dice Jodorowsky: “Está permitido huir mientras no
se sientan las fuerzas necesarias para hacerle frente; pero hay momento en que debes
mirarlo a los ojos”. Hacerle frente a lo que nos causa temor, desarma a este ente y torna
en un aliado.

Otra aplicación de los principios del sueño lúcido está relacionada con la capacidad de
cambiar el contenido del sueño; cambiar la “realidad“que no existe por sí misma, sino
que es creada a cada instante por uno mismo, puesto que la vida corresponde a la idea
que cada persona se hace ella y ésta te corresponde hacia tus deseos en la medida de la
entrega y el esfuerzo para superar el egocentrismo.

Por lo tanto, el sueño lúcido es montar un acto dentro del contenido del sueño. Existe sin
embargo, un paso más allá del sueño lúcido, algo a lo que Jodorowsky ha llamado “El
sueño terapéutico”, señalando que la lucidez es utilizada para curar una herida o
consolar una carencia que se experimenta en el estado de vigilia, valga decir en la
realidad. Resultan sueños muy positivos y reparadores, por medio de los cuales el
inconsciente canaliza su fuerza para la cura Ya sea el encuentro con un ser difunto, una
vivencia que subsane faltas en las relaciones, entre la infinidad de situaciones que
pueden surgir.

Un peldaño más arriba del sueño terapéutico se encuentra “el sueño Humilde”, un tipo de
sueño donde la persona se ya no se propone actos, si bien mantiene la calidad de
lucidez, se posiciona como un agente pasivo, como un mero observador y deja que el
sueño se desarrolle y siga su curso, absteniéndose de toda intervención. Un sueño en el
que admira el valor ajeno.

En esta escala onírica se encuentra el nivel más sutil, “El sueño Sabio”. Son sueños
bastante cortos y de gran simpleza, donde el protagonista al que asiste el soñante es un
sabio que pronuncia frases, mismas que podrían ser extraídas de cualquier libro sagrado,
pero que surgen desde lo más hondo inconsciente. Por ejemplo el autor nos relata una de
sus experiencias y dice: Me encuentro en una clase de artes marciales. El maestro me
dice “déjate caer en mis brazos relajado”. Entonces me viene el pensamiento “Vaya, voy
a conseguir una relajación total”, y me dejo caer sin reservas. El maestro me sostiene y
me tiende en el suelo. Entonces intenta hacerme una llave. Es tal mi abandono que no lo
consigue. Entonces dice a su ayudante: “Imposible luchar con él. Está como muerto, y
contra un muerto no se puede hacer nada.

Entre otro tipo de sueños encontramos el “Sueño Generoso”, en el que se comparte con
el resto de la humanidad todo lo que uno ha aprendido, y aprende no solamente a dar,
sino a recibir, pues también implica una forma de generosidad.

En la cúspide de esta tipología, Jodorowsky señala “el Sueño mágico, creativo”, del cual
nos comparte una única experiencia: «Estoy en mi dormitorio. Apoyándome en el aire con
las palmas de las manos, alzo el vuelo. Entonces, decido sentir toda la potencia de mi
voz. Dejando que el canto brote de mí, emito con una fuerza casi ilimitada unos sonidos
que van mucho más allá de la ópera. No he de esforzarme en emitir la voz, la invoco y
viene. Solamente debo dejar que me salga por la boca para descubrirla, viva y mágica...
Profundamente emocionado, siento que me abro a una dimensión de mí desconocida
hasta ahora. Con plena lucidez, abro los ojos y despierto. Siento mi corazón latir con
fuerza. Sin moverme, rememoro todos los detalles del sueño. De pronto, llega a mis oídos
un canto que no es cercano ni lejano. No es emitido por una voz humana, pero no por ello
deja de tener sonoridad humana, es como si todo un barrio de la ciudad cantara. Me
parece que el canto llega desde otra dimensión. Pienso que todavía estoy medio dormido
y tengo que observar más lúcidamente lo que ocurre. El fenómeno se repite y me
abandono a la escucha, a pesar de que el carácter totalmente nuevo de la experiencia
modifica mi ritmo cardíaco. Por un lado, me siento víctima de una alucinación; por otro,
me parece que se abre una puertecita hacia lo que podríamos llamar el tercer oído, no el
tercer ojo, el oído de la "clariaudición". Me duermo profundamente y, en sueños, me veo
en una calle de Montmartre. Camino murmurando: "Era una voz divina, un diosa. No salía
de una garganta, sino que era exhalada por la realidad misma. Provenía de las calles, de
las casas y del aire".

Lo importante de todo este camino es hacer de la vida un sueño lúcido. Recordar un


sueño es análogo al recordar la jornada cotidiana, y al igual que en un sueño, no se
rememora cada detalle, sino los que uno ha retenido, y esta selección constituye
tácitamente una interpretación partir de juicios y apreciaciones propios. En la medida que
se posibilite un distanciamiento de las percepciones subjetivas que de la realidad
objetiva, se estará cada vez menos implicado, lo cual permite según estas dilucidaciones
mantener el control y la ecuanimidad de la vida.

d) EL ACTO MAGICO

México para Jodorowsky es un país onírico, donde el inconsciente no deja de aflorar. Por
ser una tierra rica en tradiciones, revelan saberes, mitos, leyendas, religiones y rituales
que han ido evolucionando lentamente desde las comunidades primitivas que estaban en
comunicación constante con su entorno natural. En la misma ciudad nos dice
Jodorowsky hay todo un mundo de brujos, que cuando la gente tiene dificultades de
cualquier índole acude a estos para conseguir ayuda.

“Es una práctica muy corriente, y no solamente entre gentes del pueblo. Intelectuales y
políticos no dudan en entregarse a ella, puesto que la brujería forma parte de la vida
mexicana.”

Entre estos brujos y curanderos existen expertos en rituales que combinan desde
hierbas, plantas alucinógenas, agua bendita, objetos personales e incluso excrementos
de animales; ya sea que estos ritos elaborados sean utilizados para curar una
enfermedad, mejorar la suerte en los negocios o sus relaciones personales. También se
practica la magia negra, hay persones que recurren a brujos para echar maleficios a sus
enemigos y gracias a esto también hay quienes se encargan de deshacer estos
maleficios. La elaboración de estos rituales son considerados por Jodorowsky arte. Una
forma específica en la cual estas personas se comunican con el inconsciente a partir de
un lenguaje simbólico; siendo este uno de los principales aportes a la psicomagia.

La Pachita una curandera famosa y hábil en México accedió a trabajar con Jodorowsky,
este se convirtió en su ayudante en las sesiones que está reconocida bruja realizaba.
Esta mujer estaba rodeada por un misticismo impresionante que envolvía a cualquier
persona que la conociera, en días de consulta dice, podía atraer fácilmente a tres mil
visitantes. Por lo tanto al estar enterado del riesgo que suponía visitar a un personaje con
semejante poder, para su primer encuentro con esta mujer Jodorowsky decide
protegerse, yendo a visitarla vestido completamente diferente a lo usual, desligándose de
la imagen personal que tenia de sí mismo, creando una nueva apariencia e incluso una
nueva identidad, todo esto para no ser atrapado por la magia que rodeaba a la Pachita.
Sin embargo a pesar de todos las disposiciones que realizo, no pudo evitar ser atrapado
por el encanto de esta anciana que desde un primer momento supo intuitivamente que
palabras dirigirle y a quien se dirigía ofreciéndole como regalo un medallón de un ojo
dentro de un triángulo, el símbolo del El Topo (Película de Jodorowsky), impresionado
por esta experiencia inaudita, y siguiendo las razones que lo habían llevado a este lugar,
Jodorowsky le pide a Pachita que lo acepte como ayudante y es aceptado por ella. Nos
comenta entre sus experiencias como ayudante de Pachita algunas recetas que ella
dictaba a sus usuarios, y en los casos más graves las operaciones que realizaba, con
ayuda del “Hermano” un espíritu que la ayudaba, sirviendo ella de canal para curar a los
enfermos y que era heredado por generaciones en su familia, con instrumentos
rudimentarios y en un ambiente casi religioso, pero que en general resultaban efectivos
para sus pacientes.

“… ella no solo utilizaba su carisma, sabia crear a su alrededor el ambiente adecuado


para cautivar tanto al visitante como al enfermo”

La efectividad del tratamiento implica también una dosis de fe, pues aquel que no cumple
con las indicaciones recibidas no podrá curarse, por ende también entra en juego el
deseo de ser curado, si una persona no desea estar bien, entonces conciente e
inconcientemente hará todo lo posible para evitar estar bien.

De esta experiencia extraordinaria con la Pachita, Jodorowsky logro aprender ideas


importantes que después integro a la práctica de la psicomagia. La Pachita en cada una
de sus consultas tocaba con sus manos a las personas que acudían a ella, estableciendo
así contacto y confianza, según Jodorowskhy “Pachita sabia encontrar en el adulto,
incluso en el más seguro, un niño dormido, ansioso de amor, y el contacto era más eficaz
que las palabras para establecer confianza y abrir un estado receptivo”. Para que la
terapia sea efectiva el consultante debía confiar en las habilidades de la persona a la que
acudía, y en el proceso mismo de la terapia.

Otro principio que Jodorowsky extrajo de la experiencia con la Pachita es que:

“El cuerpo humano acepta directa e ingenuamente el lenguaje simbólico”

Y es precisamente a partir de este lenguaje que se efectuaba el tratamiento,


comunicándose directamente con el inconciente. Nada es coincidencia, todo tiene un
significado, desde lo que significa un regalo hasta olvidar un objeto en la casa de un
amigo. Sin embargo, alguien que no ha nacido en un contexto primitivo no puede
convertirse en brujo o chaman, pues el contexto en el que nos criamos es de otra índole,
más objetiva y esta concepción de la realidad está profundamente arraigada, como dice
Jodorowsky “con la mejor voluntad y mayor amplitud de criterio del mundo, no se libera
uno tan fácilmente de todo su bagaje occidental y racional”.

Por esta misma razón Jodorowsky no es ningún mago, si bien utiliza los principios de
estas prácticas, no son más que la base para una terapia que utiliza el lenguaje simbólico
y la comunicación con el inconciente para el proceso. No por nada explica aquellas
fuerzas que parecerían sobrenaturales con lenguaje psicoanalítico.

Algunos principios importantes que podemos rescatar del acto mágico son:

El uso de la palabra, tanto hablada como escrita. “En todas las culturas se
encuentra la idea del poder de la palabra, la certeza de que el deseo expresado en la
forma adecuada provoca su realización.”

Las prácticas de purificación y las abluciones rituales (purificación ritual de


algunas partes del cuerpo).

El papel que cumplen algunos objetos simbólicos.


e) EL ACTO PSICOMAGICO

Algo fundamental para estos actos mágicos y psicomagicos más allá de la fe, es la
obediencia. “Es conveniente permanecer imparcial y darle todas las posibilidades de
actuar.”, es de esta manera que teniendo fe o no, si sigue al pie de la letra las
instrucciones recibidas, se pueden obtener resultados satisfactorios.

Jodorowsky profundizo el estudio y manejo de las cartas de tarot, utilizándolas como un


instrumento útil para conocer a sus consultantes y asi identificar donde reside el
problema, a manera de los tests proyectivos utilizados por psicólogos en todo el mundo.
Mezclando los conocimientos obtenidos por esta técnica con los recursos que ha ido
desarrollando de sus estudios sobre genealogía y psicogenealogia. “Solo diré que yo no
leo el futuro, sino que me conformo con el presente y centro la lectura en el conocimiento
de uno mismo, partiendo del principio de que es inútil conocer el futuro cuando se ignora
quién es uno aquí y ahora.” Cuando contemplamos las dificultades personales, es
ineludible entrar al ámbito familiar, todo lo que somos como personas tiene una marca
profunda del universo psicomental de aquellos que nos rodean y que sentimos como los
nuestros.

“Nacer en una familia es, por decirlo así, estar poseído” Ya en el psicoanálisis nos
percatamos de la proyección de los ideales de los padres a los hijos, acción que viene de
generación en generación y se convierte inevitablemente en un círculo vicioso muy difícil
de romper, según Jodorowsky, para la solución de los problemas y de esta posesión de
la familia es fundamental hacerse conciente de esto, tomar conciencia de lo que sucede y
hacer algo al respecto; de ahí el por qué y para que del acto psicomagico

“Una toma de conciencia que no es seguida de un acto resulta completamente estéril.”


Para proceder se estudia a la persona en tos los aspectos personales y cotidianos,
previamente. Pues sin este conocimiento se pone en juego la efectividad del acto y los
alcances de la terapia e sí. Para actuar es indispensable conocer el terreno, es así como
se puede elaborar una táctica, en este caso, un acto. “La familiarización con el terreno
psicoafectivo de la persona me parecía un requisito previo para la recomendación de
cualquier acto psicomagico.” Es así como Jodorowsky paso a tener tres formas de
trabajo respecto a la psicomagia: una individual, otra en grupos de treinta a cuarenta, y
otra en el marco del Cabaret Místico, donde da conferencias semanales para
aproximadamente cuatrocientas o quinientas personas. De acuerdo a cada dificultad,
Jodorowsky recomienda un acto, la mayoría prescritos en el curso de conversaciones
privadas. Estos recomendaciones se convierten en un acuerdo mucho, un contrato entre
el psicomago y el consultante, en el caso de Jodorowsky sigue los siguientes
lineamientos: la persona se compromete a realizar el acto tal y como ha sido prescrito,
sin cambiar nada en absoluto, para evitar fallos de la memoria, la persona debe tomar
nota inmediatamente del acto y del procedimiento a seguir. Una vez realizado el acto
debe enviar una carta en la que, en primer lugar transcribe las instrucciones recibidas; en
segundo lugar, cuenta con todo detalle la forma en que las ha ejecutado y las
circunstancias e incidentes ocurridos durante el proceso: y en tercer lugar describe los
resultados obtenidos. El envio de esta carta según el contrato que forma Jodorowsky con
sus consultantes representa sus únicos honorarios por la prescripción del acto. “Al
realizar el esfuerzo por escribirme extensamente, la persona paga un precio, que yo
percibo” La prescripción del acto psicomagico, se trata de una conversación entre el
inconciente del psicomago y el consultante. “El consejo brota sin mediación de mi
inconciente, en conexión directa con el inconsciente de aquel o aquella que me
consulta.” A pesar de la gran acogida que ha tenido la psicomagia como terapia,
Jodorowsky aclara que la intención inicial de esta técnica de curación era sin fines de
lucro, simplemente como un servicio desinteresado. Para practicar la psicomagia existen
varios requerimientos indispensables en el sujeto que ha de practicar este arte, se
necesita un constante trabajo a nivel personal. Es un terapeuta que para sanar utiliza sin
ninguna superstición ni superchería las técnicas de la magia. En psicomagia, en lugar de
una creencia supersticiosa, como en la brujería y la magia, se necesita la comprensión
del consultante. Él debe saber el por qué de cada una de sus acciones. El psicomago se
presenta como el conocedor de una técnica, como un instructor, y se preocupa de
explicar al enfermo el significado simbólico de cada acto y su finalidad. El consul-tante
sabe lo que está haciendo. Toda superstición ha sido eliminada. El psicomago, de
curandero pasa a ser consejero, ya que gracias a sus recetas el paciente se convierte en
su propio sanador. Los curanderos usan lo que he llamado “trampa sagrada”. Para que
se le realice un milagro es necesario que el consultante crea que puede haber milagros.
Como la mente racional vive dentro de un búnker sin fe, el brujo, por prestidigitación, le
muestra un falso milagro. El consultante se maravilla y cree. Entonces, se le puede abrir
la puerta al mundo mágico, es decir al verdadero, al vital, donde se es lo que uno es y no
lo que la familia, la sociedad y la cultura quieren que uno sea. Para hacer psicomagia hay
que ser artista, practicar algún arte unos años antes. El motivo es que nuestro
inconsciente no es científico, no tiene que ver con lo racional, con lo lógico. Es por eso
que sólo un artista puede entender el inconsciente, no un científico.

Jodorowsky explica que:

“Cuando se me solicita un acto psicomágico observo profundamente a mi consultante,


tratando de captar su nivel de conciencia, su estado emocional: ¿Ama? ¿Es amado? ¿Lo
agobia el rencor o la soledad? ¿Está satisfecho con su sexualidad, ¿La reprime, o la
desvía? ¿Acepta su cuerpo o lo destruye? ¿Cuántos hermanos tiene? ¿Hubo abortos
antes o después de su nacimiento? ¿Cómo se comportaron sus padres y sus abuelos?
¿Qué enfermedades se repiten en su familia? ¿Qué nombres se repiten? ¿Qué accidentes
se repiten? Etc. Habiendo ya obtenido estos datos y después de una conversación donde
no solo analizo las palabras del consultante, sino también el tono y la calidad de su voz,
entonces me atrevo a crear para él o para ella un acto psicomágico que le permita domar
su inconsciente infantil y ver su problema desde un punto de vista adulto…” Se emplea la
danza, la poesía, la pintura, la música, la escultura, la gastronomía, la aromaterapia, el
Tarot, etc. Se intenta aplicar una terapia artisitca. “Para ejercer esta disciplina es preciso
haber realizado un profundo trabajo espiritual, haberse desprendido de las pasiones o,
por lo menos, no ser ya presa de ellas… Vuelvo a insistir en que esto es el trabajo de toda
una vida”

Los Consejos Psicomagicos están dispuestos de manera general y entre otras cosas
para:

Superar los bloqueos

Limpiar contra la “mala suerte”

Quitar la pena a un niño

Lograr que un jefe deje de criticarnos

Dejar de fumar

Olvidar un amor al que se siente atado

Lograr el orgasmo
Coger fuerzas para un cambio radical

Quitarse etiquetas

Controlar la cólera

Perder el miedo a la locura

Deshacernos de la basura espiritual

d) VISIONES : Alejandro Jodorowsky trata de mostrar como en el transcurso de las


personas van a ir cambiando, en palabras de el mutando, esta mutación se dará a nivel
social, personal contextual, donde se va a dejar a tras muchas de las cosas que el
presente estamos conociendo.

Este cambio en todos estas dimensiones nos ayudaran como seres humanos para poder
desligarnos de muchas ataduras que ahora no dejan que seamos libres y en mente y
cuerpo, citando a: Jodorowsky “la política y muchos grupos o sectas son un veneno
universal que no nos dejan volar, hace que la persona se estanque u no cambia ni
desarrolle”. Es así que el propósito de cada ser humano o persona será el mutar,
cambiar, haciendo que el ser humano no sea definido por la cantidad mayor o menor de
valores; sino que se tiene ver al ser humano desde su calidad, para esto se debe
desarrollar lo que es la conciencia, que se la debe trabajar para uno mismo y para el
resto; además de que se la debe repartir. Este trabajo se lo hará desde la escuela, calles,
el arte, que será una forma de cura poderosa contra ese veneno universal que nos va
consumiendo de a poco. El proceso de cambio debe partir desde cada ser individual, ya
que las masas solo lentifican este proceso de cambio, porque lo que causara la masa
será que cada uno nos vayamos hundiendo, es así que a partir de este actuar individual
es que se podrá lograr una conciencia colectiva de cambio, necesaria para que el espíritu
sea libre; pero este cambio no se dará de la noche en la mañana, sino que se dará
paulatinamente, conjuntamente con el desarrollo de las artes, la belleza. Esta conciencia
a partir de las dinámicas de grupo, esta toma de conciencia se podrá adjuntar a la
percepción en medida de que en el momento en que la persona percibe, su entorno, así
mismo y los otros es que muestra que este está vivo, haciendo así que al percatar este
desarrolle una capacidad de estar consciente de si mismo y de los otros. Ser consciente
y darse cuente de uno mismo y del otro es una característica esencial de la mirada
gestáltica, donde una es consciente de todo su cuerpo, mente, emociones, globalidad del
ser , ser consciente de lo que uno va realizando, ser conscientes de que el mundo es
parte de cada uno de nosotros, y además de ser conjuntamente consciente de los demás,
así esta conciencia se hará colectiva.

e) EL ARTE DE SANAR : El organismo, es un sumidero de problemas no resueltos.


Claro, porque cuando tú no quieres hacerte consciente de lo que tienes, el cuerpo lo
transforma en enfermedad. Todo secreto tiende a aparecer de la misma manera que
tiende a manifestarse lo oculto. La naturaleza quiere que estés sano y que te realices, y
cuando te reprimes, reprimes algo de ti que acaba saliendo por algún lado. ¿De dónde
vienen las adicciones que flagelan nuestras sociedades? De carencias de la infancia, que
las personas intentan compensar de ese modo. El alcoholismo se produce generalmente
por falta de leche materna. Y la adicción a la heroína suele deberse a la falta de ser, a la
ausencia de reconocimiento, para así lograr llenar el vacío de no ser amado.
Necesitamos sueño y realidad. Hay un momento en que se borra la individualidad, y
entonces el cerebro funciona sin control, y llegamos a la locura. El cerebro es un
universo en constante expansión y movimiento. ¿Cuál cree que es la enfermedad más
extendida? El sufrimiento emocional. La civilización nos predispone a ello. ¿Qué hay de
realidad y qué hay de montaje en las curaciones de los primitivos? Es lo que yo llamo
“trampa sagrada”. El chamán realiza actos teatrales, imita poderes, e imitando poderes
produce el efecto, porque abre las puertas de esa cosa misteriosa que somos nosotros.
Dudó siempre de lo que veía en ese tipo de rituales, pero luego le dio otro sentido, más
bien metafórico, que integraría más adelante en sus terapias. Los científicos no creen,
pero creen en no creer. Es un error. Hay que prescindir de prejuicios ante estos actos,
experimentar tranquilamente y ver los resultados. La manera de actuar del chamán es, en
cualquier caso, metafórica. Claro, porque el inconsciente procede con metáforas. Si, por
ejemplo, a alguien que te ha hecho mucho daño le das una bola pintada de negro y le
dices Toma, éste es tu cáncer y no el mío, quédatelo, eso es una metáfora. Pero el
enfermo, más o menos, suele resistirse a ser curado. No es que se resista más o menos,
es que se resiste siempre, por una razón muy sencilla: la enfermedad, en sí misma, ya es
una resistencia. Una resistencia al mensaje del inconsciente. Se está produciendo una
prohibición y, en la medida en que te resistes a ella, creas una enfermedad. Cuando leo
el tarot lucho como si estuviera en un combate de artes marciales. Una pelea de karate
con el consultante, que se resiste a ser ayudado. El tarot es un arte marcial que trata de
darte vida, pero el consultante combate y se resiste. Luchas con las defensas que
pertenecen a cada nivel de conciencia. Pasar de un nivel de conciencia a otro es una
batalla. La gente se defiende de ser curada porque ha sido marcada por una preparación
genética, sociocultural y familiar que le otorga una identidad. La gente enferma está
pidiendo algo, quiere que la amen. Para poder ayudarla tienes que luchar para que acepte
que nunca va a obtener lo que no le dieron en la infancia. Paradójicamente, y al mismo
tiempo, el enfermo pide la curación. En realidad, el enfermo pide la curación para que se
le vaya el dolor, no la enfermedad. Está pidiendo una aspirina metafísica. Quiere que
desaparezca el síntoma, pero se resiste a querer ver la esencia que produce esa
enfermedad. No la quiere ver porque perder la identidad es lo que más tememos. La
psicomagia consiste en dar consejos para solucionar problemas, aplicando de forma no
supersticiosa las técnicas de la magia. Los elementos con los que se cuenta son toda
clase de actos simbólicos que puedan ser propuestos a una persona. Lo primero de lo
que tenemos que ser conscientes es de que cuando una persona tiene un problema hay
que introducirla en su problema, para que sea consciente de él. Hay que llevarla al límite
de su problema, no apartarla enseguida de él, sino enfrentarla a sus miedos. Una vez
superados éstos, la angustia desaparece y la persona puede remontar. Si uno tiene miedo
de algo, hay que enfrentarle a ese miedo. Esto no es algo original: hay que poner a la
persona frente a su angustia. A partir de ahí, hay métodos concretos para ayudarla. En el
caso de que una persona haya sufrido toda su vida, lo único que puede hacerse es
dejarla morir y que renazca de nuevo. Esto se hace metafóricamente, por ejemplo
cambiándole el nombre y haciéndole una tarjeta de visita nueva.

La psicomagia depende de soluciones creativas muy simples en las que yo no

tengo ningún límite. Son cosas no agresivas, cosas benignas, jamás destructivas. Por
ejemplo, si enterramos algo debemos plantar algo. La creatividad no debe verse desde el
lado del mal o como una posibilidad de hacer mal, ¿comprendes? Porque la creatividad
desde el mal se convierte en destructibilidad. Y la destructibilidad no es interesante. ¿La
psicomagia puede aplicársela uno mismo o hace falta un maestro? Por supuesto que
puede aplicársela uno mismo. Yo lo hago continuamente. Tengo fetiches propios y
sagrados, y también cómicos. Me he creado un altarcito, reflejos condicionados. ¿Qué
características tiene que tener un hombre para curar a otro? No se cura a otro, se ayuda
a otro a curarse. El que quiere curar a otro es un vanidoso.Ni siquiera el otro se cura.
Dios lo cura. Yo creo que el motor de todo. Cada caso es distinto, pero siempre he dicho
que hay que manifestarlos de una forma psicomágica Hay que descubrir qué te da miedo
y hacerlo. Si una persona teme morir, le hago pasar por un funeral, la entierro
simbólicamente. A quien teme ser pobre le envío a otra ciudad a mendigar durante un día.
Les hago colocarse en el límite de lo que temen. Enfrentarse a ello. George Groddeck dijo
algo que me gustó mucho: “Tienes miedo a lo que deseas”. Si una persona tiene miedo a
ser homosexual, le mando vestido de travestí a un bar de homosexuales. Para vencer al
miedo, hay que dejarlo entrar en tu vida de forma concreta.

ENTENDER LA VIDA: Es decir, todo es variedad, diferencia. Pero al mismo tiempo todo
esta comunicado, estamos unidos por secretos hilos. La vida es una creación milagrosa.
Toda la realidad es una pura unión de hilos mentales, emocionales. La persona que no
controla su territorio, no controla su existencia. Si uno no es consciente se deja llevar, no
solo exteriormente sino también con los pensamientos que le asaltan. Es muy vulnerable
a sus deseos y sentimientos. El arma más poderosa del ser humano es la imaginación,
¿De dónde viene la imaginación?. La imaginación es un juego de construcción que
tenemos. Por diversos caminos vamos adquiriendo materiales: palabras, emociones,
deseos, necesidades, sensaciones, percepciones. Todos esos materiales los
organizamos con nuestra conciencia racional, de la manera en que hemos aprendido. La
imaginación es crear con estos materiales. Supera los límites racionales. Hay que perder
los resentimientos: es el gran trabajo de resolver la rabia y los rencores. Estamos llenos
de rencores y frustraciones por amor no obtenido. La enfermedad es falta de amor. ¿Y
contra la falta de amor? La creatividad.

V. CURSO ACELERADO DE CREATIVIDAD: La creatividad es tan extraña que con


ella se puede llegar a ser Cristo, Buda, la Virgen o Atenea. La creatividad está relacionada
con la religión y también con los mitos. De esa manera introduce este curso contando
cosas del pasado, hablando sobre su procedencia y del ambiente en el cual creció donde
nos habla sobre lo limitado que era su mundo, donde se da cuenta que lo único que tenia
era su creatividad y dándose cuenta de eso dejo los estudios y se dijo «La única llave que
puede salvar mi vida es la imaginación». Y donde empieza a explicarnos como desarrollar
la imaginación, pues en su caso fue mucho mas sencillo debido a que él era un acérrimo
lector y gracias a la lectura pudo desarrollar su imaginación pues el imaginario formado a
través de los libros es siempre un imaginario intelectual, este pasa por las palabras. Pero
la imaginación es mucho más que eso donde la creatividad desborda las palabras.

c) SED CREATIVOS: Nos explica que fue su reacción creativa, un acto de


psicomagia en el que se utiliza la menstruación como un elemento de transformación. Y
que Jodorowsky ha hecho muchos actos de psicomagia como ése. Para poder despertar
la creatividad, hay que tener una imaginación sexual libre de toda moral, libre de toda
imagen religiosa. Hay que liberarse. Un artista tiene necesidad de imaginar las más
grandes aberraciones. Un ser creativo tampoco tiene límites emocionales. Esto quiere
decir que tenemos que ser conscientes de que uno puede matar, traicionar, colérico...
Emocionalmente podemos y debemos imaginar todo en nosotros. En cuanto a los
aspectos que se refieren a la creatividad y a lo mental.

d) EJERCICIOS DE IMAGINACIÓN: Liberaos del lenguaje: Éste será un breve


ejercicio de liberación del lenguaje. Es un ejercicio surrealista. Pero rompe el lenguaje
normal para permitir una libertad creativa. Y quizá salgan cosas de mal gusto, no importa.
Cosas idiotas, cosas infantiles. Pero saldrán también cosas bellas, de golpe. El arco iris:
Vamos a avanzar en la creatividad con un ejercicio que es fundamental. Dibujad: Ahora
haremos un ejercicio de creatividad aplicada. Como tenemos todas las herramientas
mentales necesarias, la concentración, la fuerza, todo lo que hemos estudiado en este
curso, vais a imaginar que tenéis una tela, del tamaño que queráis. Tenéis un pincel que
puede cambiar de color según vuestro deseo. Tened talento: Ahora voy a proponer un
ejercicio muy simple que va a estimular vuestro talento.
e) TÉCNICAS DE LA IMAGINACIÓN: Los ejercicios que se postulan sobre la
creatividad, que tienen su importancia como elemento clave para una construcción
imaginaria que desborda las palabras, que no tiene límites, demuestran que a partir de
este motor imaginario con el que podemos valernos de herramientas suficientes para que
lo construido dentro pueda ser proyectado, organizado, materializado y puesto en
evidencia, y su vasta utilidad es una prueba clara de cuánto podemos crear y seguir
sorprendiendo al mundo con infinidad de innovaciones. Ser creativos nos da la
posibilidad de poder entrar en el zen, tan nuestro, que está en nuestro interior, en un
lugar recóndito, escondido por nosotros mismos. Si podemos vencer barreras, puestas
por nosotros mismos, llegando a este, podemos soltarnos, liberarnos, y así nos
permitimos Ser realmente.

VI. PSICOMAGIA Y GRUPOS: La Psicomagia como terapia, es utilizada por


profesionales cualificados, es importante recordar que cada acto psicomagico debe
tomar en cuenta las particularidades de cada individuo, pues de lo que se trata es de una
comunicación con el inconciente. Sin embargo se pueden prescribir actos psicomagicos
tanto personales como grupales.

Para empezar debemos definir el perfil del psicomago, entonces podemos decir que es:

Terapeuta libre de credo o superchería.

Capacidad para presentarse ante el consultante con la seguridad de un


instructor guía, dominador de una técnica sanadora.

Conocedor del mundo de los símbolos, los arquetipos, la mitología, etc.

Ha realizado consigo mismo un previo y amplio trabajo espiritual.

Grandes dotes de escucha e intuición.

Comprende mensajes expresados por medio de la comunicación no verbal.

Talento creativo para diseñar actos psicomágicos que empleen un repertorio de


ingredientes infinito.

Poco a poco esta terapia ha ido evolucionando. Ya en Francia Jodorowsky aposto por la
creación de su Cabaret Mistico, un espacio creado para liberar al inconciente, aquellos
asistentes a las sesiones pueden presenciar y participar en happenings que vienen
íntimamente vinculados con el teatro pánico de Jodorowsky y por supuesto la
psicomagia, estas manifestaciones del inconciente por medio del arte, que redirigen
aquellos fines angustiantes y destructivos a la creación de la belleza y sublimación, no
carecen de fines terapéuticos. Es más, durante y después de estas sesiones Jodorowsky
a su vez, prescribe algunos actos psicomagicos específicamente a los asistentes, tanto
de manera grupal o personal.

“La Psicomagia es una forma de terapia ultra avanzada. Es una respuesta al


psicoanálisis. La psicomagia propone curar algo mediante actos que hablan directamente
al inconsciente y que utiliza la tradición chamánica de brujería y curandería, pero sin
superstición.”

El campo de aplicación de la psicomagia se va ampliando, si bien existen algunas


ocaciones en que los actos psicomagicos requieren mayor especificad y deben realizarse
de manera personal, es posible también que se los realice en parejas o grupos que
comparten características y que desean superar obstáculos o situaciones angustiantes
compartidas, en estos casos es factible también el uso de estas técnicas. El crecimiento
personal, el insight, el desarrollo de potencialidades, el hacerse cargo de uno mismo, son
conceptos compartidos con otras disciplinas, entre estas la Gestalt. Para el psicomago es
indispensable conocerse a sí mismo y haber trabajado todos los aspectos de si
constantemente, “es el trabajo de toda una vida” dice Jodorowsky, pues no resulta tan
sencillo el repertorio de capacidades que debe tener este tipo de terapeuta que además
de formación profesional, debe trabajar en sí mismo. Por otra parte, el crecimiento
personal también va ligado al trabajo que ha de realizar el que proceda con el acto
psicomagico, hemos observado ejemplos claros al respecto: aceptación de sí mismo,
solución de conflictos familiares, sobrellevar relaciones personales, tratar incluso
problemas relacionados a la identidad y al racismo. Otro concepto importante que
podemos rescatar en este apartado es el inconciente colectivo, que también es utilizado
en las bases de la magia primitiva y en lo que hoy llamamos psicomagia, ese lenguaje
simbólico de la naturaleza y cotidianeidad; vivimos en un mundo de símbolos, cada
cultura tiene una colección completa de estos que tienen significaciones propias dentro
de cada contexto, pero que son compartidas a nivel macro entre todos los miembros
pertenecientes. La psicomagia puede ser utilizada en instituciones dedicadas a la salud
mental, instituciones educativas y sociales, organizaciones y empresas. “Si los actos
psicomagicos pueden sanar a individuos, es posible, y necesario, crear actos que sanen
a colectividades enteras. Tarea difícil porque para realizarlos se debe lograr que
mentalidades diversas, muchas veces antagónicas, los acepten de buen grado. La
psicomagia social debe ser apolítica, de ninguna manera sacrílega, los actos necesitan
no solo ser bellos, sino también sanar y expandir la conciencia.”

CONCLUSION: Se puede notar en el discurso de Jodorowsky la gran influencia del arte,


ya que el autor vivió en Chile, cuando la poesía impregnaba y marcaba las mentes
jóvenes de la población chilena, con influencias de poetas como Pablo Neruda, Gabriela
Mistral, Pablo de Rokha, Nicanor Parra y Vicente Huidobro. Sosteniendo que “la finalidad
del arte es curar, porque si no cura, no es verdadero”, propone el acto psicomagico. La
psicomagia, propuesta por Alejandro Jodorowsky, se basa en propuestas rescatadas del
Psicoanálisis y el teatro, en tanto lo que concierne a lo “patético”; estas dos vertientes
fueron influyentes en el autor ya que fueron parte de su formación. También influye en
esta propuesta lo que corresponde al chamanismo y sus alcances que van más allá de
formalismos y maneras de pensar de cualquier corriente científica escéptica. En relación
al efecto del aspecto “pánico” del teatro, se refiere a lo entendido como una dimensión
dolorosa o sufriente que se constituye como un mecanismo para producir un efecto de
conmoción del cual surge un tipo de risa especial, distinta de la hilarante. En cuanto al
psicoanálisis, se refiere a la concepción que sostiene que el inconsciente toma los actos
simbólicos como si fuesen hechos reales, de esta manera aparece la propuesta de que un
acto mágico-simbólico-sagrado podría modificar el comportamiento del inconsciente, y
por consiguiente, si estuviese bien aplicado, podría llegar a curar ciertos traumas
psicológicos la persona en cuestión. Para aplicar el acto psicomagico, propone el autor
que se debe tomar en cuenta lo particular del sujeto, analizando las peculiaridades
personales, considerando también la historia, el árbol genealógico. Las personas que
acuden a Jodorowsky resuelven aspectos reprimidos que actualmente son motivos de
una carga angustiosa, ahí podemos notar lo similar con la terapia psicoanalítica, en
cuanto a que se trabaja y se propone que se apalabre la queja, síntoma, el no-funciona de
la persona y que a través de un recorrido de significantes del sujeto, se pueda llegar a
momentos no elaborados que son repetidos en su vida. El acto psicomagico está muy
relacionado con el lenguaje del inconsciente, de esta manera tiene sentido para la
persona y puede resultar para otra persona algo que la desconcierte y la perturbe. El acto
en si pone en manifiesto lo no resuelto y permite a la persona poner en descubierto lo
reprimido y seguir adelante con un aspecto ahora resuelto que ya no signifique un motivo
de angustia. Lo que es importante destacar es que, tenga efecto terapéutico o no, el acto
psicomagico no se sostiene en un plano científico, sino en el plano artístico. Sin
embargo, hasta donde expone Jodorowsky, se puede notar que con esta propuesta
artística-terapéutica se logra grandes alcances y posibilita ayuda a quienes tengan una
postura abierta, predisposición y se encuentre motivado ante una innovación así. El
poder del acto psicomagico tendrá su efecto dependiendo de que el psicomago sepa
identificar bien el problema que aqueja al que la consulta y que esta persona interesada
se comprometa con todo lo que se le prescriba; es importante tener fe en el acto para que
este tenga un efecto en el inconsciente y ejecutar sus instrucciones al pie de la letra. Es a
partir del significado simbólico del acto que se puede lograr adentrarse en el
inconsciente y poder efectuar una elaboración adecuada. Es por esto que Jodorowsky
destaca en tener cierta obediencia como un factor esencial ante el acto psicomagico,
seguir lo dicho y recetado, como cualquier persona sigue la receta y compra los
medicamentos que un médico ordena, caso contrario, uno no podrá notar la eficacia del
tratamiento. Cuando uno está ante un médico, y lo posiciona como emblema de la salud,
quien sabe que es lo mejor para la enfermedad, hace caso sin cuestionar su diagnóstico.
Esta obediencia propuesta ante el acto psicomágico es justamente eso, cumplir con el
acto sin cuestionar, sin tratar de comprenderlo, sin escudriñar en lo misterioso que rodea
a la práctica recetada. Es en esta lógica que uno debe adentrarse para empezar una
posible cura al malestar sufrido, queja sintomática, molestia que aturde
significativamente la vida de la persona o cualquier demanda que uno puede llegar a
tener; si uno no cree en lo que se le dice, en lo que se le receta, en lo que se le ordena
seguir para un tratamiento, hablando en una dimensión psicológica, no hay manera de
encontrar salida a la problemática. Es justamente este factor de predisposición que
posibilita a la persona empezar una cura (llamesmola así para entender que uno sufre y
quiere curar tal sufrimiento). Podemos notar, siguiendo esta línea, una semejanza en la
manera cómo funciona el efecto placebo con la mente humana. Esta obediencia al acto
prescripto posiciona al psicomago como sujeto supuesto a saber, funciona como la
transferencia en la terapia psicoanalítica, es decir, uno transfiere este saber, este poder al
psicomago y posibilita que su accionar, su actuar influya y sobrelleve el pesar, el
malestar y pueda ser resuelto a través de un acto que sale de cualquier esquema racional
hasta ahora instaurado en la sociedad. Pero es justamente por eso que Jodorowsky
posiciona a la Psicomagia en un plano artístico, que funciona como algo innovador,
conmovedor, que tiene el alcance a través del sentir, no del pensar. Haciendo un
paréntesis necesario, al arte no se le cuestiona ni se le busca razón de ser, se lo siente.
En este sentido, aparece una suerte de terapia con la técnica artística, puede resultar en
que aparezca un escepticismo por parte de muchos, ya que hay toda una mentalidad
atravesada por el discurso científico, que descarta cualquier tipo de nueva corriente que
se oponga al positivismo, que resulte del empirismo, que vaya en contra de lo
conocido/aceptado por la sociedad, con lo que uno ya está cómodo porque descansa en
una validez científica.

Es importante, como señala el autor, que se tenga conocimiento del árbol genealógico de
quien acude a esta terapia, ya que de esta forma se tiene acceso a las dificultades que
involucra el sistema total que rodea a la persona, se toma en cuenta todo el contexto
familiar ya que es un gran eje significativo que influye en la esfera psicológica. Todos
estamos marcados por los vínculos que nos rodean, conformamos nuestra personalidad
a través de identificaciones de otros significativos, son rasgos ajenos que van
conformando la entidad personal a medida que uno va creciendo y convirtiéndose en un
sujeto social. Sean rasgos atávicos como resultado de una filogénesis o constante
relacionamiento con el entorno en el que uno vive, somos personas conformadas a
semejanza del otro. Nuestros padres, nuestros educadores son los que proyectan en
nosotros lo que fue proyectado en ellos, obedeciendo a una cultura y sociedad
determinada, nos preparan para poder integrarnos en este sistema en el que nos toca
vivir. Para que podamos entender más la problemática, debemos tomar consciencia de la
totalidad que nos rodea, podemos notar de qué manera influye en nosotros nuestra
historia familiar. Jodorowsky se vale de esto para poder tener más evidencia y
significaciones para abordar las dificultades que se aparecen. No se puede entender un
fenómeno fuera de su contexto, no se puede comprender por qué una persona es como
es sin conocer el contexto en el que vive, sus relaciones significativas, su núcleo familiar.
Algo importante que se debe mencionar es que el autor, como resultado de su
experiencia como artista, de su personalidad carismática, tuvo muchos seguidores,
quienes empezaron a acudir a su ayuda para resolver vicisitudes adversas. En un
principio, comenta el autor, no quería ser posicionado como embrujador, como un actor
facilitador de cura mágica para quien adolecía, ya que resultaba un compromiso con
mucha responsabilidad. La elección de ser terapeuta o médico para poder trabajar con
las personas e influir en su vida, conlleva años de preparación y experiencia para poder
lograr accionar eficazmente el rol de mediador/curador. Jodorowsky es artista, asumir un
rol así implicaba mucha carga. Fue así como surge la idea de prescribir un acto, de
aparecer hacer accionar al otro y que resulte una toma de consciencia eficaz, sin que
tome tutela ni sea responsable de la vida de esa persona. El acto psicomagico surge así,
y funciona bajo responsabilidad propia, es un hacerse cargo de cada uno. Mediante el
lenguaje simbólico y la gama tan amplia de símbolos que poseen las diversas culturas a
lo largo y ancho del mundo, además de tomar en cuenta las particularidades de cada
individuo y la comunicación con su propio inconciente se puede utilizar también un
lenguaje más amplio, de los arquetipos del inconciente colectivo propuesto por Jung
para aplicar esta forma de terapia a grupos diversos.

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