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LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SU INFLUENCIA EN LAS

DECISIONES JUDICIALES1

Autor: Abg. Cluber Lexander Muñoz Rios

1. LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Los medios de comunicación han alcanzado en el transcurso de la historia un papel


fundamental. Hoy en día desempeñan un rol crucial dentro de una sociedad
democrática, actuando como un indicador de este sistema, ya que mientras más se la
reprima más lejos estaremos de alcanzar los fines democráticos.

El estado, asumiendo la notable influencia de los medios de comunicación, les ha


fijado la función coadyuvante - educativa, expresado en el artículo 14° de nuestra
constitución.

Artículo 14°.- La educación promueve el conocimiento, el aprendizaje y la


práctica de las humanidades, la ciencia, la técnica, las artes, la educación física
y el deporte. Prepara para la vida y el trabajo y fomenta la solidaridad.

Es deber del Estado promover el desarrollo científico y tecnológico del país. La


formación ética y cívica y la enseñanza de la Constitución y de los derechos
humanos son obligatorias en todo el proceso educativo civil o militar. La
educación religiosa se imparte con respeto a la libertad de las conciencias.

La enseñanza se imparte, en todos sus niveles, con sujeción a los principios


constitucionales y a los fines de la correspondiente institución educativa.

1
Este artículo forma parte de un capítulo de mi tesis: Naturaleza Jurídica de la Prisión Prevería.
Propuesta para su Juta Aplicación, la misma que me sirvió en el 2016 para obtener el título de Abogado
por la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.
Los medios de comunicación social deben colaborar con el Estado en la
educación y en la formación moral y cultural.

Este articulo alude en su último párrafo a una de las funciones más simbólicas de un
estado democrático de derecho, los medios de comunicación y quienes ejercen el
periodismo juegan un rol esencial; difundiendo información, ideas y opiniones que
deben contribuir a la formación de mejores ciudadanos.

Los medios de comunicación debido a su poder mediático suelen influenciar y más


aún imponer sus opiniones; comúnmente no informan solamente, sino que expresan
sus perspectivas de la realidad, basadas en sus fuentes de información, dominando la
opinión pública a través de la televisión, la radio, los periódicos, las revistas, las redes
sociales y demás medios de comunicación que cada vez son de mayor accesibilidad a
todas las clases socio económicas, y de hecho, compiten para atraer la atención del
público.

Así pues, es usual encontrar que muchos temas de discusión en el espacio público se
basan o hacen referencia a los llamados “temas de día o de la semana”, generado por
alguna noticia o análisis que a veces tienen como sustento acontecimientos facticos,
otras veces distorsiones de esos acontecimientos , publicando informaciones banales o
que solo despiertan la curiosidad de lo nuevo, y otras veces creaciones de la prensa o
del director del medio de comunicación coludido con las esferas del poder para
distraer al espectador o lector de los verdaderos problemas del estado, constituyendo
lo que el filósofo francés Michel Foucault aludía con su expresión de “Sujetos
sujetados” ( al poder ) y Martin Heidegger cuando se refería a la “Existencia
inauténtica”.

El rentable negocio que tiene hoy en día el sensacionalismo ha motivado la


aparición en los medios de comunicación de espacios periodísticos, programas
radiofónicos y televisivos, que se alejan del marco constitucional idóneo de la
libertad de información, en pro de ventas comerciales y convierten a la justicia
en espectáculo y en actores a quienes participan en los procesos, con grave riesgo
de tergiversación de los hechos objeto de debate o de los propios implicados2

2. SOBRE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y EL OBJETO DE INFORMACIÓN

Una de las conquistas más grandes que las sociedades modernas han alcanzado en su
formación de democracias plenas es el ejercicio de la libertad de expresión, el mismo
que contribuye a la maximización de los derechos fundamentales y al sistema de
participación política.

La libertad de expresión es uno de los bastiones del sistema democrático; sin el


ejercicio pleno de este derecho alcanzado por sociedades modernas democráticas los
derechos políticos fenecerían, como ocurre en los estados autoritarios donde lo que
hacen es aniquilar el espacio público, donde la participación de sus agentes queda
negada o imposibilitada. Así lo ha reconocido el tribunal constitucional haciendo
referencia a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Constituyen como lo ha expresado la Corte Interamericana de Derechos


Humanos, "una piedra angular en la existencia misma de una sociedad
democrática", pues su ejercicio libre contribuye con "la formación de la opinión
pública". "Es también condujo sine qua non para que los partidos políticos, los
sindicatos, las sociedades científicas y culturales y, en general, quienes deseen
influir sobre la colectividad puedan desarrollarse plenamente. Es en fin
condición para que la comunidad, a la hora de ejercer sus opciones, este
suficientemente informada (OC 5/85, de 13 de noviembre de 1985, Caso La
Colegiación Obligatoria de Periodistas, párrafo 70).3

El derecho a la información toma vida a partir de la declaración universal de los


derechos del hombre del año 1948 donde en su artículo 19° se establece:

2
RODRÍGUEZ LLAMOSÍ, Juan Ramón, “Ética judicial y medios de comunicación” Pág. 217 en Anuario
Jurídico y Económico Escurialense, XLIV (2011) 209-224 / ISSN: 1133-3677. Madrid.

3
STC en el EXP. N.0 02976 -2012.PA/TC F.J. 10
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión: este
derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar
y recibir informaciones y opiniones y el de difundirlas sin limitaciones de
fronteras por cualquier medio de expresión”.

Del texto citado emana el reconocimiento de un derecho intrínseco a todo hombre por
ser parte de su naturaleza, que es el derecho a la información. “…En ese sentido, de la
luz el texto cabe referir que el derecho a la información perfila la actividad de la
transmisión de información por parte de agentes, medios y receptores
informativos...”4.

Desde las legislaciones o la doctrina se ha intentado establecer el objetivo de la libertad


de expresión y por supuesto su debida salvaguarda. Es por ello que debemos
establecer, que si bien, toda información está sujeta a una tutela, también hay que decir
que dicha tutela se puede manifestar de manera activa o pasiva en función del sujeto
que la reclame, como lo expresa el jurista Mexicano Guillermo Tenorio Cueto se
considerará activa cuando se exija la entrega de determinada información mientras que
guardara calidad de pasiva cuando el sujeto busque su resguardo.

Para José María Desantes Guanter el objetivo fundamental del derecho de la


información (…) “Se orienta siempre con arreglo a un principio general que es
la efectividad del derecho subjetivo a la información esto significa que el
objetivo medular del derecho a la información será explicar y resguardar aquel
derecho previsto por la carta constitucional y los convenios internacionales en
materia de derecho fundamental que nuestro país tiene signados” (…).5

En ese sentido podemos afirmar que el objeto fundamental del derecho de la


información será el contener las normas jurídicas que regulan el derecho a la
información convirtiéndose así en “la ciencia jurídica que estudia el ordenamiento

4
TENORIO CUETO, Guillermo “Espacio público, transparencia y partidos políticos “instituto de
capacitación y desarrollo político. AC. México, 2013, pág. 15
5 TENORIO CUETO, Guillermo, Ob. Cit. Pág. 13
informativo y, a partir de su valoración, juzga si es aceptable o no y facilita principios
para su correcta regulación”.6

El TC por su parte con el propósito de determinar la legitimidad del ejercicio de la


libertad de expresión y la libertad de información, ha precisado sus diferencias.
Afirmando que:

(…) “Mientras en el caso de la libertad de información, la veracidad del hecho


noticioso está sometida a prueba; en cambio, la expresión de opiniones o juicios
de valor no se presta a ninguna demostración de exactitud. Como también
dijimos en la STC 0905-2001-AAJTC, ello se debe al hecho de que, por su
propia naturaleza, los juicios de valor, las opiniones o las ideas que cada persona
pueda tener son de naturaleza estrictamente subjetivas y, en ese sentido, no
pueden ser objetos de un test de veracidad; a diferencia de lo que sucede con los
hechos noticiosos, que por su misma naturaleza de datos objetivos y
contrastables, sí lo pueden ser.

Es cierto que en el ejercicio concreto de ambas libertades a veces es bastante


complicado separar la expresión de un pensamiento, un juicio de valor, una idea
o una opinión de aquello de lo que es una simple narración de los hechos
noticiosos. Ello se debe a que la expresión de un juicio de valor o una opinión
no surge de la nada sino como consecuencia de la descripción de ciertos hechos
o acontecimientos. O a la inversa, la descripción y difusión de determinados
hechos o noticias casi siempre comprende la exteriorización de algún elemento
valorativo por parte de quien lo comunica. De ahí que cuando se denuncian
excesos en el ejercicio de ambas libertades es deber de quien juzga separar lo
que corresponde a uno u otro derecho, para de esa manera determinar la
legitimidad (o no) de las acciones reclamadas (…)7.

En este sentido el tribunal reconoce que las libertades comunicativas tanto de


expresión como de información, son requisitos indispensables para el pleno goce de

6 DESANTES GUANTER, José María. En TENORIO CUETO, Guillermo, Ob. Cit. Pág. 14
7
STC en el EXP N.0 02976 2012-PA/TC F.J. 7 Y 8
los derechos fundamentales, y más aun de la dignidad humana, ya que al ejercer estos
derechos, se respeta y contribuye con la plena realización de la persona, promoviendo
y garantizando la formación libre y racional de la opinión pública.

3. LA INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Los Medios de Comunicación cumplen un rol fundamental en la formación de la ética


pública, ejerciendo una influencia significativa en el pensamiento de la población
especialmente de los niños y jóvenes, ya que, lo que vemos, leemos, escuchamos y la
forma como esta se nos presenta, surte irremediablemente un efecto psicológico en la
cual nos prejuiciamos con un caso, porque somos seres pensantes y respondemos por
necesidad a la subcultura, la costumbre, la sociedad, etc., y eso es común en nuestra
sociedad tan manipulable.

Innumerables medios de comunicación tradicionales y nuevos como las redes sociales


muchas veces condicionan a la población a tener una visión en común acerca de un
determinado tema o hecho mediático. Ejemplo claro es la abrogación de La Ley Nº
30288 más conocida como la ley “Pulpín”, la marcha contra una candidata presidencial
y más recientemente la marcha de apoyo a las mujeres maltratadas por sus parejas
denominada “ ni una menos “ más allá de si son justas o no, de si es necesario o no, en
tales marchas o protestas, hay un indicador común en todas ellas; y es que en la
mayoría de jóvenes no hay una formación clara del porqué y el para qué se realizan
esas manifestaciones populares. Existe en ellos lo que se denomina en psicología un
“efecto masa”, es decir actúan no con decisión propia sino con una fuerte influencia
socio cultural provocado hondamente por las prensa y otros medios de comunicación
como las redes sociales.

3.1 Influencia De Los Medios De Comunicación En Las Decisiones Judiciales

Es innegable no aceptar la notoria influencia de los medios de comunicación hoy


en día, generando inclusive en las calles, un juicio paralelo al desarrollado en los
tribunales.
Decía Alexis de Tocqueville hace más de un siglo: “La prensa es el instrumento
democrático de la libertad”. Salvando hoy en día la referencia a la prensa que ha
de entenderse sustituida por una referencia global a todos los medios de
comunicación (prensa, radio, televisión y últimamente Internet), lo cierto es que
estos constituyen el mecanismo apropiado para la rápida difusión de noticias en
todo el mundo y aparecen como un instrumento decisivo para el control de los
poderes públicos, lo que el destacado político y escritor británico Edmund Burke
definió con el nombre de “cuarto poder” completando así los tres poderes
clásicos del Estado (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) expuestos por
Montesquieu, como una garantía del ciudadano frente al poder absoluto del
Estado cuando este se concentraba en unas solas manos8.

Hoy en día la prensa se ha expandido a tal punto, de actuar ya no como un “cuarto


poder”, sino muchas veces como el “primer poder”; ya que con sus
publicaciones, notas, reportajes, etc. de cierta manera condicionan a los demás
poderes del estado. Lo preocupante de esta situación es que también ejercen
influencia sobre las decisiones judiciales.
¿Cuánto influyen en las decisiones de un juez y fiscal los reportajes, notas
periodísticas, o las publicaciones en las redes sociales?

Hacemos referencia a lo dicho por el magistrado César San Martin Castro en el proceso
al expresidente Alberto Fujimori Fujimori.

“El juicio mediático tiene sus propias particularidades, su propio ámbito y


su propia lógica de funcionamiento. Lo que interesa aquí al tribunal son
las constancias y las actuaciones que aquí se producen. El tribunal quiere
dejar absoluta constancia que la decisión que va a emitir está en función a
los recados de la causa. Y decimos hacen todo lo absoluto y hasta majadero;
lo que digan o dejen de decir líderes de opinión o tal o cual medio de opinión
al tribunal le tiene sin cuidado”9.

8
Anuario Jurídico y Económico Escurialense, Ob. Cit. Pág. 216
9
Sesión De Viernes 8 De Agosto Del 2008 El Presidente De La Sala: Doctor Cesar San Martin Castro
Lo expresado por el doctor San Martin no hace más que corroborar la amplia y
profunda influencia que ejercen los medios de comunicación en nuestro país, y
que el juicio mediático tiene influencia en el juicio jurídico.

Muchas veces los magistrados no deciden con razón al derecho, sino a la presión
mediática, condenando no por lo que acreditan las pruebas o razonamientos
jurídicos, sino en base a lo que publican los medios de poder dominante, peor
aún en esta sociedad del siglo XXI donde presenciamos el desarrollo del poder
bélico – comunicacional de Norteamérica, que influye en las pautas periodísticas
de nuestros comunicadores nacionales. Friedrich Wilhelm Nietzsche decía que
“No hay hechos sino interpretaciones”. Eso quiere decir que la interpretación
que se va a imponer será la interpretación del que más poder tenga para imponer
su poder.

Un gran número de comunicadores sociales carecen de conocimientos básicos


con respecto a los temas cardinales de su investigación periodística, uno de esos
temas cardinales, es la prisión preventiva, tergiversado la medida cautelar más
rigurosa de todo nuestro ordenamiento jurídico, equiparándolos a la justa
condena , y por tanto no diferenciar entre un procesado y un condenado. De esta
manera no solo el comunicador se ha formado una idea errada, si no que es
difundida entre sus destinatarios; es decir la sociedad, nuestra sociedad, cada vez
menos pensante, menos racional y menos crítica, fácil de ser sujetada por el
poder comunicacional.

4. PROPUESTAS

Los medios de comunicación tienen en la libertad de expresión su eje central, sin


embargo, la libertad de expresión no es un derecho como tal si es que en su ejercicio
se calumnia, se difama, se tergiversa o se manipula la información. Esto es así, ya que
todos los derechos tienen un espacio de racionalidad y justicia para actuar o
desarrollarse y lo que está fuera de ese ámbito no se puede restringir ya que está más
allá de su naturaleza, de su rol, de su ejercicio correcto y armónico con otros derechos.
La extralimitación en la información con una crítica ofensiva y desmesurada
sobre el funcionamiento o las resoluciones del poder judicial puede constituir
infracción penal. Sin necesidad de llegar a estos extremos, la solución pasa por
un mayor rigor profesional y ético y una mejor especialización de los
informadores para que sus noticias o comentarios sean certeros, evitando los
disparates que con frecuencia se leen o escuchan en los medios de
comunicación10.

Esos espacios de racionalidad y de justicia giran en torno al cumplimiento de la ética


periodística: la verificación de sus fuentes, la obligación de un reporte neutral, el
respeto a lo que manifiesta la fuente consultada sin interpretar o peor sin agregarle
algún contenido. Dichos espacios, en nuestro ámbito nacional, manifiestamente y por
la mayoría de comunicadores se infringe, ya que lo común es la “revelación” de
cualquier dato (en el mejor de los casos) sin la verificación previa, y por el contrario,
solo su sentir como ciudadano, pero no como comunicador que ya acarrea una
responsabilidad.

Si bien el comunicador puede no puede estar de acuerdo con una determinado asunto
jurídico, en especial con la prisión preventiva, esto es cuando al imputado se le cambia
o dicta comparecencia, por prisión preventiva o arresto domiciliario, o cuando los
magistrados ordenan la libertad del imputado, el comunicador tiene el derecho de
expresar su sentir, de actuar y de ejercer su labor social, pero debe hacerlo con respeto
a los derechos fundamentales de los demás.

En toda sociedad democrática las formas de expresión de las opiniones ejercen


influencia sobre las decisiones de orden político, legislativo y también judicial.
En ese sentido es relevante que los jueces sepan cumplir la obligación que tienen, de
actuar con independencia de todo tipo de poder e influencia, y con apego a la Ley, a la
Constitución y a los tratados internacionales de los que el Perú es parte.

10
Juan Ramón RODRÍGUEZ LLAMOSÍ. Madrid .Anuario Jurídico y Económico Escurialense, Ob. Cit. Pág.
222
La independencia de los jueces debe estar referida no exclusivamente a los poderes
político sino también Poderes facticos, económicos, sociales, grupos mediáticos, a las
formas de presentación de determinadas y distintas opiniones con toda libertad que se
presentan de la realidad y que a veces intentan crear una visión propia de los
acontecimientos, sentenciando a un procesado inocente, generando a veces no solo
opiniones, sino también pasiones en la población y hasta en las decisiones judiciales.
Es por eso que el juez debe formarse una visión a partir de los hechos que son
presentados y de la real comprensión Normativa.

Los medios existen fundamentalmente para servir a la población y son responsables


de dar una información veraz. Algunos periodistas transgreden principios éticos y
legales que se podría evitar en gran parte con la revisión, supervisión y regulación del
contenido informativo que tiene utilidad pública. Es por eso que propongo la mayor
difusión tanto en los medios de comunicación como en la sociedad acerca de los
alcances de la prisión preventiva. El estado, a través de sus órganos competentes
debería realizar talleres, cursos, conferencias, etc., con el propósito de informar,
actualizar y con ello capacitar a los comunicadores sociales acerca de la real naturaleza
de la prisión preventiva; sus alcances, sobre las repercusiones que sus comentarios,
opiniones, notas de prensa, etc. sobre la formación de la opinión pública, la diferencia
normativas entre un procesado y un condenado y los derechos que lo acogen.

Explicarles que no es una medida penal si no procesal, y para que el juez dicte esta
medida cautelar personal tendrán que cumplirse varios requisitos previos. Haciendo
hincapié en el periculum in mora o peligro procesal, no como único requisito, pero si
el más relevante. Esto mejorará la transmisión de la información, respetando los
derechos fundamentales del procesado, disminuyendo la presión mediática que se
ejerce sobre jueces y fiscales. Y de esta manera contribuir con la veracidad y
transparencia de la información y por supuesto con la justa aplicación de la prisión
preventiva.

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