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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE LOS ANDES

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS, CONTABLES


Y SOCIALES
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

CURSO : DERECHO PROCESAL ADMINISTRATIVO Y CONTENSIOSO


ADMINISTRTIVO

DOCENTE : DR. RONALD VICENTE ALVAREZ ROMERO

INTEGRANTES :

 Jhon Nelson Gonzales Centeno


 Karina Flores Rado
 Rodolfo Gutierrez Quispe
 Henrry Saman Farfan
 Marco David Camargo Quispe

CUSCO- PERU

2018
INICIO DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

Es la primera de las cuatro etapas o fases del procedimiento administrativo en la


que se pone de manifiesto la potestad administrativa para el ejercicio de la función
disciplinaria, la función fiscalizadora, la función sancionadora, la función normativa
o cualquiera de aquellas atribuidas como una competencia legal a la entidad que
va a emitir el pronunciamiento administrativo. Hemos señalado que existen dos
formas de iniciar el procedimiento: una de oficio y la otra a instancia o petición de
parte, las mismas que revisten cierta complejidad que es necesario conocer por
cuanto están disciplinadas por principios y reglas jurídicas de cumplimiento
ineludible.
El procedimiento administrativo se puede iniciar de tres maneras:

REQUISITOS PARA INICIAR UN PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

Si nos referirnos a un procedimiento iniciado a pedido de parte, el escrito que se


presente ante la Administración deberá contener los nombres y apellidos
completos del administrado, la calidad de representante, la expresión concreta del
pedido, lugar y firma del solicitante, la indicación del órgano administrativo al cual
está dirigido el pedido, el domicilio legal donde deberá ser notificado, la relación de
documentos que se adjuntan o anexos. De ser varios los administrados
interesados en obtener un mismo acto administrativo sin intereses incompatibles
pueden comparecer conjuntamente por medio de un solo escrito, conformando un
solo expediente, y se puede acumular en un solo escrito más de una petición,
siempre que se trate de asuntos conexos.

Las unidades de recepción documental orientan al administrado para la


presentación de sus solicitudes y formularios, quedan obligadas a recibirlos y
darles ingreso, sin calificar, negar o diferir su admisión. Si se incumplieran
requisitos exigidos por la Ley, la unidad de recepción podrá otorgar un plazo de
máximo de dos días hábiles. Mientras esté pendiente de subsanación se aplicarán
las siguientes reglas:

a) No procede el cómputo de plazos para que opere el silencio administrativo, ni


para la presentación de la solicitud y ¿recurso.

b) No procede la aprobación automática del procedimiento administrativo.

c) La unidad no cursa la solicitud o el formulario a la dependencia competente


para sus actuaciones.

a. DE OFICIO:
Se presenta este supuesto cuando una autoridad superior dispone el inicio del
procedimiento basándose en el cumplimiento de un deber legal o en mérito de
una denuncia. Se notifica a los administrados cuyos intereses o derechos
pueden ser afectados. Esta comunicación debe contener información sobre la
naturaleza, el alcance y, de ser previsible, la duración del procedimiento, así
como sobre sus derechos y obligaciones en el mismo-
La regulación jurídica vigente establece que el procedimiento de oficio puede
promoverse de varias maneras:
a) Por acuerdo de órgano competente
b) Por propia iniciativa
c) Por orden superior
d) Por petición razonada de otros órganos
e) Por denuncia

b. DENUNCIA DE PARTE:

Los administrados están facultados para comunicar a la autoridad competente


aquellos hechos que fueran contrarios al ordenamiento sin necesidad de alegar la
vulneración o afectación de un derecho. Es fundamental indicar claramente los
hechos, precisando circunstancias de tiempo, lugar y modo, además de identificar
a los presuntos autores.

c. EJERCICIO DEL DERECHO DE PETICIÓN:

Cualquier administrado, de forma individual o colectiva, puede promover el inicio


de un procedimiento, ejerciendo el derecho reconocido en el. articulo 2º inciso 20)
de la Constitución. El derecho de petición permite presentar solicitudes por un
interés particular y legitimo del administrado o por el interés general de la
comunidad.

Si concurrido el plazo no se efectuaran las subsanaciones, la Administración


considerará como no presentada la solicitud y reembolsará al administrado el
monto de los derechos de tramitación que hubiere abonado. Si en la presentación
de la solicitud se adjuntaran documentos que requieren autentificación, se puede
acudir a los fedatarios institucionales, quienes, sin exclusión de sus labores
ordinarias, brindan gratuitamente sus servicios a los administrados. Su labor es
personalísima, deben comprobar autenticar previo cotejo con el original que
exhibe el administrado y la copia presentada la fidelidad del contenido y las firmas.
Una vez admitida a trámite la solicitud o denuncia, la autoridad competente debe,
sin pedido de partes promover toda actuación que fuera necesaria y superar
cualquier obstáculo que pueda entorpecer la regular tramitación del procedimiento.

Falta kARINA

CONTRADICCION ADMINISTRATIVA
La idea contradicción en el procedimiento administrativo, como se sabe, esta
intrínsecamente vinculada con el derecho que tiene un particular —durante la
preparación de la voluntad administrativa— de intervenir con el propósito de hacer
valer sus derechos en forma previa a la adopción de la decisión final, en un
procedimiento que para el interesado es siempre de acceso público mientras el
organismo administrativo conforma su voluntad. El supuesto que subyace a esto
es que el afectado pueda hacer valer su posición jurídica frente a la Administración
—de ahí la lógica de que sea calificado como un principio de actuación, pero
también como un derecho del interesado— y por lo mismo el organismo
administrativo tiene el deber de hacerse cargo de los argumentos planteados por
el afectado como parte de la decisión terminal, bajo la amenaza que, de no
hacerlo, se afecte la motivación del acto administrativo y, en consecuencia, la
validez del mismo. Sobre estos criterios se encuentran construidas las reglas de
los artículos 10, 17 letra f) y 41 de la Ley de Bases de los Procedimientos
Administrativos (“LBPA”).

Esta cuestión es relevante porque dado que nuestro sistema institucional carece
de la “audiencia previa” como una exigencia procedimental general (solo se aplica
en casos muy limitados, como los recursos administrativos y la invalidación), las
hipótesis de comparecencia del interesado cuando se puede afectar por el acto
terminal una situación activa (es la hipótesis del acto de gravamen en el art. 11 de
la LBPA) deben ser adecuadamente resguardada en los casos que resulta
elemental su ejercicio (esa es la tesis del Tribunal Constitucional desde hace algún
tiempo para resguardar el debido proceso administrativo.

Una opinión distinta, sin embargo, ha sostenido la Corte Suprema este mes en
una cuestionable decisión (SCS 08.06.2017, Rol N°5097-2017). En un caso de
nulidad de derecho público donde se discutía la validez del acto que ordenó la
terminación unilateral de una concesión municipal para la recolección de residuos
domiciliarios, la Corte señaló que esta era una medida que podía ser adoptada sin
procedimiento previo, en una sesión del concejo municipal que se podía calificar
de privada —que en opinión de ella es equivalente a secreta— y sin que fuera
procedente exigir motivaciones adicionales a la autoridad administrativa.

Creo, sin embargo, que al razonar de ese modo la Corte sacrifica el contenido
esencial del “derecho a la contradicción” en un procedimiento administrativo, sobre
todo en las hipótesis en que la Administración emite actos de gravamen,
legitimando de paso que esas decisiones se puedan además adoptar en sesiones
secretas al margen del escrutinio directo que pueda realizar el interesado sobre
las razones que servirían de base al acuerdo del concejo.

La decisión de la Corte resulta del todo inconsistente con un razonable sistema de


control administrativo de la decisión estatal y del derecho del interesado a formular
alegaciones. Es cierto no solo que las bases, sino que también la ley permite el
termino unilateral de las concesiones municipales cuando existe detrimento al
interés público (ese es por lo demás el criterio del art. 36 de la LOCM), pero una
cosa distinta es que esa decisión la pueda adoptar al margen de estándares de
motivación asociados a los argumentos del afectado, en procedimientos públicos y
exigibles a un organismo colegiado. Es un tema inevitable en toda la literatura
clásica del Derecho Administrativo que los “privilegios” o posiciones potestativas
de la Administración tienen como correlato el cumplimiento de estrictos estándares
sustantivos o procedimentales para la adopción de sus actos.

Es altamente probable que para la Corte, en el caso de la concesión de residuos,


dado los hechos que le sirvieron de base (cúmulo de infracciones administrativas
en la ejecución del contrato), las exigencias de contradicción, publicidad y
motivación resultaran innecesarias e incluso superfluas, pero al aceptar la
legalidad de un acto administrativo con infracción a esos criterios elementales
permitió un indebido uso de las reglas potestativas de la Administración,
admitiendo como lícitas actos unilaterales cuyos acuerdos pueden adoptarse en
secreto y sin motivación suficiente en relación a los argumentos planteados por el
afectado. Al actuar de ese modo, de alguna manera, afecta todos los avances que
la propia Corte ha ayudado a construir en los últimos años en materia de derechos
de los interesados en el procedimiento y la motivación del acto
administrativo como condición elemental de la legitimidad de las decisiones
públicas.

PRESENTAR SOLICITUDES DE GRACIA

Las peticiones de gracia implican solicitar a las entidades la emisión de un acto


sujeto a su discrecionalidad o a su libre apreciación, o la prestación de un servicio
cuando no cuenta con otro título legal específico que permita exigirlo como una
petición en interés particular. La atención de estos pedidos requiere de la
notificación al administrado sobre la calidad graciable de lo solicitado y conlleva la
ejecución directa de lo solicitado, salvo que por disposición expresa de la ley se
requiera de una decisión formal para su aceptación
SUMILLA:

Solicitud de petición de gracia.

SEÑOR DIRECTOR DE LA DIRECCION REGIONAL DE EDUCACION CUSCO


YO, Joel Eder Pari Ramos, con DNI 72220714, con dirección domiciliaria para notificaciones
en Urbchanu chanu 2da etapa mz A-6 lt 18; a Ud., respetuosamente, digo:
Fundamentos del pedido
-Que, el Artículo 112 de la Ley 27444
– Ley del Procedimiento Administrativo General
– establece que “Por la facultad de formular peticiones de gracia, el administrado puede
solicitar al titular de
la entidad competente la emisión de un acto sujeto a su discrecionalidad o a su
libre apreciación, oprestación de un servicio cuando no cuenta con otro título legal
específico que permita exigirlo
como una petición en interés particular.”

-Que, el suscrito es profesor del PRONOEI del centro poblado Molero Pampa del
Distrito de Acora,estando a mi cargo la educación inicial de veinte niños-Que, se
acercan las fiestas de navidad que implican gestos de humildad y caridad para con
losmás necesitados.
Expresión concreta de lo pedido
Dentro de este contexto, conocedora de su alto espíritu de justicia le solicito en
calidad depetición graciable la donación de juguetes para los niños de
mi institución con motivo de fiestas denavidad.

POR LO EXPUESTO:
A UD. pido acceder a mi pedido, adjuntando copia de mi DNI, del documento que me
acreditacomo profesor de PRONOEI y relación de niños inscritos, CUSCO 10 de diciembre de
2012.

Firma

REQUISITOS DE LOS ESCRITOS


Aunque los requisitos de una solicitud o escrito dependen del tipo de
procedimiento y de lo previsto en el TUPA de cada entidad, existe un contenido
general que debe estar presente en todo escrito presentado por los administrados:
• Nombres y apellidos completos, domicilio y número de documento nacional de
identidad o carné de extranjería del administrado, y en su caso, la calidad de
representante y de la persona a quien represente. • La expresión concreta de lo
pedido, los fundamentos de hecho que lo apoye y, cuando le sea posible, los de
derecho. • Lugar, fecha, firma o huella digital, en caso de no saber firmar o estar
impedido. • La indicación del órgano, la entidad o la autoridad a la cual es dirigida,
entendiéndose por tal, en lo posible, a la autoridad de grado más cercano al
usuario, según la jerarquía, con competencia para conocerlo y resolverlo. • La
dirección del lugar donde se desea recibir las notificaciones del procedimiento,
cuando sea diferente al domicilio real expuesto en virtud del numeral 1. Este
señalamiento de domicilio surte sus efectos desde su indicación y es presumido
subsistente, mientras no sea comunicado expresamente su cambio. • La relación
de los documentos y anexos que acompaña, indicados en el TUPA. • La
identificación del expediente de la materia, tratándose de procedimientos ya
iniciados. Los escritos son presentados en papel simple acompañado de una
copia, salvo que fuere necesario un número mayor para notificar a terceros. La
copia es entregada al presentante como cargo, con la firma de la autoridad y el
sello de recepción que indique fecha, hora y lugar de presentación. Es obligación
que las entidades de la Administración Pública cuenten con un área de trámite de
documentario o mesa de partes, encargada de recibir los escritos de los
administrados. Sin importar que los documentos de los administrados cumplan o
no con los requisitos y las formalidades establecidos por las normas aplicables y
previstos en el TUPA de la entidad, las unidades de trámite documentario están
obligadas a recibir los documentos y darles ingreso para iniciar o impulsar los
procedimientos, sin que en ningún caso pueda calificar, negar o diferir su
admisión, aunque sí pueden formular observaciones a la presentación del
documento. En un solo acto y por única vez, las unidades de recepción pueden
formular observaciones a los documentos de los administrados al momento de su
presentación, haciendo mención del incumplimiento de requisitos que no pueden
ser subsanados por la propia entidad. En estas situaciones, se le concede a los
administrados un plazo de dos días hábiles para la subsanación de sus
documentos. En tanto esté pendiente la subsanación de los documentos de los
administrados, se aplicarán las siguientes reglas: • No procede el cómputo de
plazos para que opere el silencio administrativo ni para la presentación de la
solicitud o el recurso
• No procede la aprobación automática del procedimiento administrativo, de ser el
caso.
• La unidad de de trámite documentario no cursa el documento a la dependencia
competente para sus actuaciones en el procedimiento. Una vez vencido el plazo
de dos días hábiles sin que el administrado hubiera efectuado la subsanación de
su documento, se considerará como no presentado, se le devolverán los recaudos
cuando el administrado se apersone a reclamarlos y se le reembolsarán los
derechos de tramitación que hubiese pagado.
CONTINUACIÓN DEL PROCEDIMIENTO

Iniciado el procedimiento, la siguiente etapa es la de instrucción, en la cual se


presentan y actúan los medios probatorios, la información y las diligencias
necesarias para que la autoridad administrativa pueda emitir el acto
correspondiente

ETAPA DE INSTRUCCIÓN

Si bien esta etapa ya corresponde al desarrollo del procedimiento, es decir, a la


etapa posterior al inicio y anterior a la conclusión, haremos algunas referencias
breves al respecto Conforme al artículo 159º de la Ley N° 27444, la instrucción es
responsabilidad de la entidad pública, la que debe impulsar de oficio las acciones
necesarias para verificar, revisar y analizar los datos y la información que requiere
para emitir el acto o resolución correspondiente al procedimiento. Veamos este
artículo:

“Artículo 159.- Actos de instrucción 159.1 Los actos de instrucción necesarios


para la determinación, conocimiento y comprobación de los datos en virtud de los
cuales deba pronunciarse la resolución, serán realizados de oficio por la autoridad
a cuyo cargo se tramita el procedimiento de evaluación previa, sin perjuicio del
derecho de los administrados a proponer actuaciones probatorias. 159.2 Queda
prohibido realizar como actos de instrucción la solicitud rutinaria de informes
previos, requerimientos de visaciones o cualquier otro acto que no aporte valor
objetivo a lo actuado en el caso concreto, según su naturaleza.”

Siendo así, la entidad pública deberá velar porque se actúen los medios de prueba
y que se cuente con la información necesaria para resolver el procedimiento.
ACUMULACIÓN DE PETICIONES Y/O SOLICITUD RECEPCIÓN DE
DOCUMENTOS:

El derecho de petición administrativa comprende las facultades de presentar


solicitudes en interés particular del administrado, de realizar solicitudes en interés
general de la colectividad, de contradecir actos administrativos, las facultades de
pedir informaciones, de formular consultas y de presentar solicitudes de gracia.

Cualquier administrado, individual colectivamente, puede promover por escrito el


inicio de un procedimiento administrativo ante todas y cualesquiera de las
entidades, ejerciendo el derecho de petición reconocido en el Artículo 2°

Personas naturales 0 jurídicas pueden presentar petición 0 contradecir actos ante


la autoridad administrativa competente, aduciendo el interés difuso de la sociedad.
.

Las entidades pueden suministrar de oficio a los interesados la información por


medios electrónicos, así como están obligadas a responder la solicitud de
información dentro del plazo legal (art. 110). Esta última obligación también se
aplica al derecho de petición o de formular consultas (art. 111).

Para la tramitación de los procedimientos es suficiente carta poder simple con


firma del administrado, salvo que por ley se requiera una formalidad adicional (art.
115.1).

Cuando existan observaciones a la documentación presentada, y pese a la


subsanación la nueva documentación no se adecúa a lo requerido o resulta
necesaria una actuación del administrado, se emplaza inmediatamente a éste para
una nueva subsanación que si no se cumple, determina que la entidad considere
como no presentada la solicitud (ya no determina el abandono del procedimiento)
y la devuelve con sus recaudos cuando sea solicitada, reembolsando el monto de
los derechos de tramitación abonados (art. 125).

Se ha precisado la obligación de las entidades de revisar de manera integral el


cumplimiento de los requisitos, no debiendo realizar nuevas observaciones luego
que el administrado haya subsanado íntegramente las que hayan sido indicadas.
El incumplimiento de esta obligación constituye una falta administrativa pasible de
sanción (art. 126).

RECURSOS ADMINISTRATIVOS

Se pueden acumular pretensiones impugnatorias en forma subsidiaria, cuando en


las instancias anteriores se haya analizado los hechos y/o fundamentos en que se
sustenta la referida pretensión subsidiaria (art. 206.4).

Se ha excluido a la revisión como recurso administrativo dentro del régimen


administrativo general, salvo que disposición legal en contrario (arts. 207 y 210).

Se ha eliminado la obligación de firma de abogado para los recursos (art. 211).

La autoridad debe suspender la ejecución del acto impugnado (antes era


potestativo) cuando la ejecución pudiera causar perjuicios de imposible o difícil
reparación o se aprecie objetivamente la existencia de un vicio de nulidad
trascendente (art. 216)

APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE CELERIDAD EN LOS PROCEDIMIENTOS


ADMINISTRATIVOS

El Principio de Celeridad, se encuentra regulado en la Ley de Procedimiento


Administrativo General - Ley Nº 27444 en su Artículo IV. Principios del
Procedimiento Administrativo. Inciso 1.9 "Quienes participan en el procedimiento
deben ajustar su actuación de tal modo que se dote al trámite de la
máxima dinámica posible, evitando actuaciones procesales que dificulten su
desenvolvimiento o constituyan meros formalismos, a fin de alcanzar una decisión
en tiempo razonable, sin que ello releve a las autoridades del respeto al debido
procedimiento o vulnere el ordenamiento".

Según el Diccionario de la Lengua Española en su Vigésima Segunda Edición


señala que la denominación celeridad proviene (Del Lat.celeritas,-atis) significa
prontitud, rapidez, velocidad. El principio de Celeridad Administrativa en el
procedimiento administrativo, debe desarrollarse con dinamismo con rapidez en
sus actos, para ello, se requiere la participación de todos ya sea la Administración
Pública y Administrados, peritos, abogados, etc. El fiel cumplimento a todos.

El principio de Celeridad Administrativa se encuentra en concordancia con el


Decreto Legislativo Nº 1029 (12), que modifica la Ley de Procedimiento
Administrativo General - Ley Nº 27444 y la Ley del Silencio Administrativo - Ley N°
29060 con la finalidad de contribuir a la simplificación en el procedimiento
administrativo en el extremo de las notificaciones, esto se refiere a la celeridad en
los plazos, nulidades, sanciones, etc. De esta manera, el principio de Celeridad
Administrativa se encuentra en el referida norma legal a través del Artículo 148.-
Reglas para la celeridad Para asegurar el cumplimiento del principio de celeridad
de los procedimientos.

EL PRINCIPIO DE CELERIDAD Y SUS REGLAS

A. En el impulso y tramitación de casos de una misma naturaleza, se sigue


rigurosamente el orden de ingreso, y se resuelven conforme lo vaya
permitiendo su estado, dando cuenta al superior de los motivos de
demora en el cumplimiento de los plazos de ley, que no puedan ser
removidos de oficio.

B. (12) Decreto Legislativa Nº 1029. Publicado en el Diario Oficial "El


Peruano" el 24 de Junio de 2008. "El Congreso de la Republica por Ley
Nº 2957 y de conformidad con el Articulo Nº 104 de la
Constitución Política del Perú de 1993, ha delegado en el poder
ejecutivo la faculta de legislar sobre materias específicas con la finalidad
de facilitar la implementación del acuerdo de Promoción Social - Perú -
Estados Unidos de Norteamérica y su protocolo de enmienda, y el
apoyo a la competividad económica. Para su aprovechamiento, siendo
una de las materias la mejora del marco regulatorio, fortalecimiento
institucional y simplificación administrativa; y, modernización del Estado.
Ello con la finalidad de darle celeridad en este caso al trámite del
procedimiento administrativo. Véase: http://www.elperuano.pe/Edicion
/gr.

C. 2. En una sola decisión se dispondrá el cumplimiento de todos los


trámites necesarios que por su naturaleza corresponda, siempre y
cuando no se encuentren entre sí sucesivamente subordinados en su
cumplimiento, y se concentrarán en un mismo acto todas las diligencias
y actuaciones de pruebas posibles, procurando que el desarrollo del
procedimiento se realice en el menor número de actos procesales.

D. 3. Al solicitar trámites a ser efectuados por otras autoridades o los


administrados, debe consignarse con fecha cierta el término final para
su cumplimiento, así como el apercibimiento, de estar previsto en la
normativa.

LOS PLAZOS Y TÉRMINOS

Los plazos para el pronunciamiento de las entidades se contabilizan a partir del


día siguiente de la presentación de la solicitud, salvo que se haya requerido
subsanación en cuyo caso se contabilizan una vez efectuada ésta

Cuando sea necesario el término de la distancia para los plazos, y en caso que el
titular de la entidad no haya aprobado el cuadro correspondiente, se aplica el
aprobado por el Poder Judicial
En los procedimientos iniciados por un administrado con aplicación del silencio
positivo, en caso aquél deba realizar una gestión de trámite a su cargo necesaria
para adoptar una decisión de fondo, puede solicitar la suspensión del cómputo del
plazo del procedimiento hasta por un plazo de treinta días hábiles.

En el caso de actos de naturaleza continua iniciados en hora hábil pueden ser


concluidos sin afectar su validez después del horario de atención, salvo que el
administrado, de forma indubitable, consienta en diferirlos (art. 138.5).

OBLIGATORIEDAD DE PLAZOS Y TÉRMINOS

A. Los plazos y términos son entendidos como máximos, se computan


independientemente de cualquier formalidad, y obligan por igual a la
administración y a los administrados, sin necesidad de apremio, en aquello
que respectivamente les concierna.
B. Es derecho de los administrados exigir el cumplimiento de los plazos y
términos establecidos para cada actuación o servicio

PLAZOS MÁXIMOS

Plazos máximos para realizar actos procedimentales a falta de plazo


establecido por ley expresa, las actuaciones deben producirse dentro de los
siguientes:

I. Para recepción y derivación de un escrito a la unidad competente: dentro


del mismo día de su presentación: ..

II. Para actos de mara tramite y decidir peticiones de ese carácter: en tres
días.

III. Para emisión de peritajes, informes y similares: dentro de siete días


después de solicitados; pudiendo ser prorrogado a tres días mas si
la diligencia requiere el traslado fuera de su sede o la asistencia de
terceros.
IV. Para actos de cargo del administrado requeridos por la autoridad, como
entrega de información, respuesta a las cuestiones sobre las cuales deban
pronunciarse: dentro de los diez días de solicitados.
Plazo máximo para la tramitación en un procedimiento administrativo

El artículo 142° de la Ley N° 27444 señala que por regla general los

procedimientos administrativos no pueden extenderse de treinta días hábiles

contados desde su inicio oficial hasta la resolución de la primera autoridad llamada

a resolver, salvo que la ley establezca trámites cuyo cumplimiento requiera una

duración mayor. , este plazo está señalado para procesos de evaluación previa,

que implican, por definición, que se deban iniciar a pedido de parte. Sin embargo,

La Ley no se pronuncia respecto al plazo de duración máxima de los

procedimientos de oficio y la consecuencia ante la falta de pronunciamiento de la

autoridad administrativa. Si transcurre el plazo, sin que la autoridad se haya

pronunciado, habilita al administrado a hacer efectivo el silencio administrativo que

corresponda —silencio administrativo positivo o silencio administrativo negativo—

de acuerdo con la Ley y/o el Texto Único de Procedimientos Administrativos de la

entidad. Debe recordarse, en este ámbito, que el silencio administrativo, en

especial el negativo, es una garantía a favor del administrado, nunca una

prerrogativa de la Administración; y opera como un paliativo ante la inactividad

formal de la misma, inactividad que también puede conjurarse a través de

mecanismos alternativos como el proceso de cumplimiento o la queja.

En el caso particular de los procedimientos especiales contemplados en la ley –

sancionador y trilateral- estos preceptos no se aplican puesto que estos


procedimientos se ciñen por los propios plazos que le fija su naturaleza y

estructura interna.

El artículo 142° de la Ley N° 27444 señala que por regla general los

procedimientos administrativos no pueden extenderse de treinta días hábiles

contados desde su inicio oficial hasta la resolución de la primera autoridad llamada

a resolver, salvo que la ley establezca trámites cuyo cumplimiento requiera una

duración mayor. , este plazo está señalado para procesos de evaluación previa,

que implican, por definición, que se deban iniciar a pedido de parte. Sin embargo,

La Ley no se pronuncia respecto al plazo de duración máxima de los

procedimientos de oficio y la consecuencia ante la falta de pronunciamiento de la

autoridad administrativa . Si transcurre el plazo, sin que la autoridad se haya

pronunciado, habilita al administrado a hacer efectivo el silencio administrativo que

corresponda —silencio administrativo positivo o silencio administrativo negativo—

de acuerdo con la Ley y/o el Texto Único de Procedimientos Administrativos de la

entidad. Debe recordarse, en este ámbito, que el silencio administrativo, en

especial el negativo, es una garantía a favor del administrado, nunca una

prerrogativa de la Administración; y opera como un paliativo ante la inactividad

formal de la misma, inactividad que también puede conjurarse a través de

mecanismos alternativos como el proceso de cumplimiento o la queja.

En el caso particular de los procedimientos especiales contemplados en la ley –

sancionador y trilateral- estos preceptos no se aplican puesto que estos

procedimientos se ciñen por los propios plazos que le fija su naturaleza y

estructura interna.
Prórroga dentro del procedimiento administrativo Artículo 136º de la Ley Nº

27444.

•En principio los plazos son improrrogables, sin embargo se concederá prorroga,

en aquellos casos solicitados por el administrado o funcionario antes del

vencimiento del plazo y solo para casos taxativos que contempla la Ley los cuales

son: i) los plazos establecidos para la actuación de pruebas o ii) para la emisión de

informes o dictámenes. La prórroga es concedida por única vez mediante decisión

expresa, siempre que el plazo no haya sido perjudicado por causa imputable a

quien la solicita, y siempre que aquella no afecte derechos de terceros.

Los simples, son aquellos plazos que aun vencidos permiten la realización de la

actuación procesal a que estaban referidos, pero su incumplimiento acarrea para

el ejecutor tardío la responsabilidad pertinente (ejemplo: Plazo para notificar

resoluciones).

Los plazos perentorios, son aquellos que con su vencimiento impiden la ejecución

del acto procesal al que están referidos, agotando la facultad no ejercida en el

procedimiento sin requerirse apremio, petición de parte ni resolución declarativa

adicional (ejemplo, plazos para impugnación de resoluciones o de subsanación

documental a una solicitud o de declaración de nulidad de oficio).


Los plazos prorrogables, que son aquellos que cuentan originalmente con un

término fijo pero que la Administración queda facultada a extenderlos a través de

una prórroga ha pedido del interesado.

Reducción del plazo o anticipación de los términos

El Artículo 141º de la Ley Nº 27444 prescribe.

La autoridad a cargo de la instrucción del procedimiento, mediante decisión

irrecurrible, puede reducir los plazos o anticipar los términos, dirigidos a la

administración, atendiendo a razones de oportunidad o conveniencia del caso

En consecuencia, no es posible hacer efectivas reducciones o anticipaciones

respecto de los plazos y términos aplicables a los administrados con relación al

cumplimiento de requerimientos o pedidos de la entidad. No obstante, ello sí se

puede llevar a cabo en los casos que se requiera para que otras autoridades

cumplan las actuaciones a su cargo, sin desatender el debido procedimiento en

favor del administrado.

Inicio del cómputo de los plazos


De acuerdo a lo señalado por el art. 133 inciso 1de la LPAG, el plazo expresado

en días es contado a partir del día hábil siguiente de aquel en que se practique la

notificación o la publicación del acto, salvo que este señale una fecha posterior, o

que sea necesario efectuar publicaciones sucesivas, caso en el cual el cómputo es

iniciado a partir de la última publicación. Se deduce de lo regulado que el día

inicial no se encuentra incluido en el plazo y sí lo está el día final.

Asimismo, el plazo expresado en meses o años es contado a partir de la

notificación o de la publicación del respectivo acto, salvo que este disponga fecha

posterior. En estos casos, el día inicial sí formaría parte del cómputo del plazo, a

diferencia de la regla general señalada en el párrafo anterior. Esto impide además

la equivalencia de plazos; puesto que el plazo en días no debe convertirse en

meses.

Plazo fijado en días

El art. 134 inciso 1 prescribe : Cuando el plazo es señalado por días, se entenderá

por regla general que se trata de días hábiles, excluyendo del cómputo aquellos

no laborables del servicio, y los feriados no laborables de orden nacional o

regional.

Esto implica que si la entidad habilita los días no laborables (por ej. sábados) o

feriados estos no entran en el cómputo de plazos. La importancia de esta


regulación radica en que existen ciertas entidades públicas que han establecido

horarios de atención en días sábados, y en algunos casos, también domingos y

feriados. Dicha habilitación debe entenderse a favor del administrado, sin que

exista posibilidad de perjuicio respecto al transcurso de los plazos.

El articulo 134 inciso 2 señala cuando el último día del plazo o la fecha

determinada es inhábil o por cualquier otra circunstancia la atención al público ese

día no funcione durante el horario normal, el plazo se entiende prorrogado al

primer día hábil siguiente.

Esta norma es de carácter general, aplicable a todo cómputo, sea en días, meses

o años. Aunque la norma no señale los casos de días declarados feriados a partir

de las doce horas, debe entenderse como día inhábil por completo, salvo la

resolución que indique lo contrario para algunas instituciones.

Plazo fijado en meses o años

Cuando el plazo es fijado en meses o años, es contado de fecha a fecha,

concluyendo el día igual al del mes o año que inició, completando el número de

meses o años fijados para el lapso. De lo señalado en el art. 134 inciso 3 de la ley

27444 se deduce que el plazo vence el mismo día de aquel en el cual se dio la

notificación o publicación y no el siguiente. Ahora bien, si en el mes de


vencimiento no hubiere día igual a aquel en que comenzó el cómputo, es

entendido que el plazo expira el primer día hábil del siguiente mes calendario.

Término de la distancia

Al cómputo de los plazos establecidos en el procedimiento administrativo, se

agrega el término de la distancia previsto entre el lugar de domicilio del

administrado dentro del territorio nacional y el lugar de la unidad de recepción más

cercana a aquél facultado para llevar a cabo la respectiva actuación. Según lo

establecido por el art. 135 inciso 1 de la LPAG.

Esta regulación tiene su justificación en las distancias geográficas en el Perú, las

cuales pueden ser muy extensas, aun existiendo unidades desconcentradas de las

instituciones públicas. El término de la distancia es de particular importancia a fin

de que los administrados puedan presentar sus escritos dentro del plazo

establecido, en aplicación de la Ley y del TUO del Procedimiento Administrativo.

El cuadro de términos de la distancia es aprobado por la autoridad competente.

Sin embargo, la Ley ha omitido señalar cuál es dicha autoridad competente y cuál

es el instrumento jurídico a emplearse para dicha aprobación.

Régimen administrativo aplicable a los días inhábiles


•El artículo 139 inciso 1 de la LPAG señala que el Poder Ejecutivo fija por Decreto

Supremo, dentro del ámbito geográfico nacional o alguno particular, los días

inhábiles, a efecto del cómputo de plazos administrativos.

• Es común que se establezcan días inhábiles entre los feriados ya determinados,

a fin de favorecer la actividad turística. Por ejemplo, a través del Decreto Supremo

N° 123-2012-PCM el Estado Peruano estableció los días no laborables

compensables, sujetas a recuperación de horas no trabajadas, para los

trabajadores del sector público, para el año 2013, a fin de fomentar el desarrollo

del turismo interno. Tradicionalmente se considera medio día laborable los días 24

y 31 de diciembre cuando caen entre semana.

•Asimismo se hace la salvedad que las entidades no pueden unilateralmente

inhabilitar días, y, aun en caso de fuerza mayor que impida el normal

funcionamiento de sus servicios, debe garantizar el mantenimiento del servicio de

su unidad de recepción documental. Garantizar la recepción documental implica

proteger el derecho del administrado y no perjudicarlos. No obstante, sí es posible

habilitar días que sean inhábiles, siempre que dicha decisión no perjudique a los

particulares Artículo 137º inciso 137.3 de la Ley Nº 27444.

Cómputo del plazo en días calendario


•El computo de plazos en días calendarios se diferenciara dependiendo si se

realiza para las actuaciones de las entidades o para las actuaciones a cargo de

administrado.

El artículo 139 inciso 1 de la LPAG regula que tratándose del plazo para el

cumplimiento de actos procedimentales internos a cargo de las entidades, una

norma legal puede establecer que su cómputo sea en días calendario, o que el

término expire con la conclusión del último día aun cuando fuera inhábil. Esto

último es más bien excepcional, si consideramos que solo algunas entidades

poseen mesas de partes operativas en día inhábil.

• La ley señala en el Art. 139º inciso 2 que cuando el cómputo del plazo para un

acto procedimental a cargo del administrado sea en días calendario, esta

circunstancia le es advertida expresamente en la notificación. Al respecto, este

artículo trata de incluir una regla de flexibilización en el cómputo de plazos

administrativos, con la idea de acelerar el cumplimiento de los actos procesales y,

por ende, abreviar la duración de los procesos, un ejemplo de aplicación de los

plazos calendarios son los establecidos en la Ley Orgánica de Elecciones, por la

premura que rodea a los procesos electorales.

Régimen de atención a la ciudadanía


Para efectos procesales, debe tenerse en cuenta, que cada día hábil comienza y

concluye dentro del margen artificial que se asigna al horario oficial de atención al

público, el cual se encuentra estrechamente ligado a los plazos y términos de las

actuaciones administrativas, puesto que, establece cuándo es que pueden

hacerse efectivas estas. Los horario de atención se rige por las siguientes reglas

contenidas en el art. 138 de la LPAG: 1. Son horas hábiles las correspondientes al

horario fijado para el funcionamiento de la entidad, sin que en ningún caso la

atención a los usuarios pueda ser inferior a ocho horas diarias consecutivas. 2. El

horario de atención diario es establecido por cada entidad cumpliendo un período

no coincidente con la jornada laboral ordinaria, para favorecer el cumplimiento de

las obligaciones y actuaciones de la ciudadanía y evitar la pérdida innecesaria de

horas-hombre laboradas. 3. El horario de atención es continuado para brindar sus

servicios a todos los asuntos de su competencia, sin fraccionarlo para atender

algunos en determinados días u horas, ni afectar su desarrollo por razones

personales. La entidad administrativa atiende todos los temas que le corresponden

durante todo su horario de atención. 4. El horario de atención concluye con la

prestación del servicio a la última persona compareciente dentro del horario hábil.

La razón de esta precisión se enfoca en impedir que la demora en la atención a

los particulares perjudique a quien llegó a las oficinas de la entidad en horario

hábil, pero que tendría que ser atendido en horario inhábil. 5. Los actos de

naturaleza continua iniciados en hora hábil son concluidos sin afectar su validez

después del horario de atención, salvo que el administrado consienta en diferirlos.

6. En cada servicio rige la hora seguida por la entidad, la misma que debe ser de
conocimiento público; en caso de duda o a falta de aquella, debe verificarse en el

acto, si fuere posible, la hora oficial, que prevalecerá.

Falat HENRRY

ARTÍCULO 140° EFECTOS DEL VENCIMIENTO DEL PLAZO


140.1 El plazo vence el último momento del día hábil fijado, o anticipadamente, si
antes de esa fecha son cumplidas las actuaciones para las que fuera establecido.

140.2 Al vencimiento de un plazo improrrogable para realizar una actuación o


ejercer una facultad procesal, previo apercibimiento, la entidad declara decaído el
derecho al correspondiente acto, notificando la decisión.

140.3 El vencimiento del plazo para cumplir un acto a cargo de la administración,


no exime de sus obligaciones establecidas atendiendo al orden público. La
actuación administrativa fuera de término no queda afecta de nulidad, salvo que la
ley expresamente así lo disponga por la naturaleza perentoria del plazo.

140.4 La preclusión por el vencimiento de plazos administrativos opera en


procedimientos trilaterales, concurrenciales, y en aquellos que por existir dos o
más administrados con intereses divergentes, deba asegurárselas tratamiento
paritario.

ARTÍCULO 143° RESPONSABILIDAD POR INCUMPLIMIENTO DE PLAZOS

143.1 El incumplimiento injustificado de los plazos previstos para las actuaciones


de las entidades genera responsabilidad disciplinaria para la autoridad obligada,
sin perjuicio de la responsabilidad civil por los daños y perjuicios que pudiera
haber ocasionado.

143.2 También alcanza solidariamente la responsabilidad al superior jerárquico,


por omisión en la supervisión, si el incumplimiento fuera reiterativo o sistemático.

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