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Javier Zelaznik

El sistema de partidos
en Argentina a principios
del siglo XXI
Reflexionar sobre el sistema de parti-
dos argentinos implica dar cuenta de una
configuración política fluida. Pronto a
cumplirse 25 años de democracia, el artí-
culo rastrea su evolución para trazar los
principales rasgos que adopta a principios
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del siglo XXI , haciendo hincapié en el


intento kirchnerista de reconstituir el
esquema de competencia partidaria. A
pesar de la dificultad de analizar situacio-
nes inestables, las tendencias pasadas y
los rasgos actuales permiten generar algu-
nas hipótesis acerca de la probable evolu-
ción del sistema de partidos argentino.
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1. Con la transición a la democracia ción, que sería derrotado tempranamente


en 1983 parecía consolidarse el formato en las elecciones legislativas de 2001, en
bipartidista que había caracterizado a que el PJ obtuvo el 57% de los miembros
Argentina por casi cuatro décadas. En ese del Senado y casi la mayoría de los Dipu-
año, los dos partidos históricos, la Unión tados, consolidando su posición como
Cívica Radical (UCR), representando principal partido del país. A nivel de la
principalmente a las clases medias urba- ciudadanía, sin embargo, las elecciones
nas, y el Partido Justicialista (PJ), repre- constituyeron el triunfo de lo que se dio en
sentando principalmente a los sectores tra- llamar el “voto bronca”. Como forma de
bajadores y populares, obtenían el 92% de repudio a la clase política en su conjunto,
los votos presidenciales. El surgimiento el 28% de los electores habilitados decidió
de terceros partidos hacia izquierda y no votar, mientras que el 8% votó en blan-
derecha no ponía en duda un bipartidismo co y el 13% anuló su voto. Derrotado en
que parecía confirmarse en 1989 con la las urnas, y en un contexto de profunda
alternancia en la presidencia entre la UCR crisis política, económica y social, el
y el PJ. gobierno de la Alianza se desmoronó
A principios de la década del 90 empe- antes de terminar el año 2001. Para com-
zaron a percibirse cambios con el surgi- pletar el mandato presidencial el Congre-
miento de una tercera alternativa competi- so eligió, en una rápida sucesión, primero
tiva. El Frente para un País Solidario (Fre- a Adolfo Rodríguez Saá (PJ) quien sola-
paso), liderado por disidentes del PJ en mente gobernó una semana y, luego, a
oposición a la política del presidente Car- Eduardo Duhalde (PJ).
los Menem (PJ), y aliados con sectores de La crisis de 2001 afectó profundamen-
centro izquierda, empezó a expandir su te al sistema de partidos en Argentina,
base electoral en los grandes centros urba- produciendo la erosión de identidades par-
nos, obteniendo el apoyo de votantes que tidarias, y la profundización de la tenden-
tradicionalmente habían votado a la UCR. cia ya entonces en marcha de subordinar
El éxito electoral del Frepaso fue tal que la dimensión organizativa de los partidos
en las elecciones presidenciales 1995, en al impacto mediático de los liderazgos.
las que el PJ vuelve a ganar por amplia Tal vez la mejor imagen de las consecuen-
ventaja, la UCR quedó relegada al tercer cias de la crisis sobre el sistema de parti-
puesto. dos sea la configuración de competencia
Eso daba lugar a una configuración para la elección de 2003: en ella se podía
partidaria en la que el PJ conservaba su elegir entre 18 candidatos presidenciales,
caudal electoral mientras que la oposición la mayor oferta desde el retorno a la demo-
se fragmentaba, lo que reforzaba el predo- cracia. Sin embargo, el dato más relevante
minio del PJ a menos que se forjase una es que tal fragmentación expresaba, ante
coalición alternativa. En ese contexto sur- todo, la fraccionalización del PJ y la UCR.
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ge la Alianza por la Educación, el Trabajo Incapaz de elegir un candidato único, el


y la Justicia, un acuerdo electoral entre la PJ habilitó a tres de sus líderes para postu-
UCR y el Frepaso con la capacidad de larse, aunque ninguno podía usar el nom-
vencer al PJ en las elecciones legislativas bre ni la simbología partidaria, debiendo
de 1997 y en las presidenciales de 1999. competir bajo diferentes etiquetas electo-
A pesar del apoyo popular recibido rales. Los candidatos fueron los ex presi-
inicialmente, la Alianza conduciría un dentes Carlos Menem (Frente de la Leal-
fallido experimento de gobierno de coali- tad), y Adolfo Rodríguez Saá (Frente del
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Movimiento Popular), y el gobernador de la década anterior y sustituirlo por un nue-


Santa Cruz, Néstor Kirchner, que contaba vo modelo basado en el Estado. En el
con el apoyo del presidente Duhalde. ámbito político, no sólo vendría a desan-
La UCR, el partido que ocupaba la dar el colapso del sistema de partidos sino
presidencia al momento de la crisis de también a reconstruir el sistema político,
2001, sufrió la escisión de dos grupos. incorporando nuevos actores políticos y
Mientras los sectores de centro-izquierda, sociales ubicados a la izquierda del espec-
junto a parte del Frepaso, se agruparon tro político. Todo ello se sustentaba en una
alrededor de la diputada Elisa Carrió, narrativa fundacional, según la cual el año
quien se había alejado de la UCR para for- 2003 constituía el comienzo del periodo
mar Afirmación por una República Iguali- de la democracia real, o de la “democracia
taria (ARI); los sectores de centro-derecha con inclusión social”. En ese relato, la
lo hicieron alrededor de Ricardo López experiencia iniciada en 1983 era presenta-
Murphy, ex ministro de Defensa y de Eco- da como la transición a una democracia
nomía de la Alianza, quien organizó el “formal” o “electoral” demolida por la cri-
Movimiento Federal Recrear (MFR). A sis de 2001-2002, como una continuación,
ellos se sumaba el candidato oficial del por otros medios, del modelo económico
partido, Leopoldo Moreau. y político impuesto tras el golpe militar de
En elecciones totalmente atípicas, nin- 1976: en el ámbito económico, implemen-
guno de los candidatos obtuvo la mayoría tando políticas neoliberales que perjudica-
constitucional requerida para ganar la pre- ban a los sectores populares, o siendo
sidencia en una sola vuelta (45% de los complacientes con ellas; en el ámbito
votos, o 40% y una diferencia de 10% res- político, impidiendo que fuesen juzgados
pecto del segundo candidato). Mientras quienes habían violado los derechos
los tres candidatos del PJ obtenían el 60% humanos durante la dictadura.
de los votos (Menem, 24%; Kirchner, Para este discurso, que formaba parte
22%; Rodríguez Saá, 14%), los nuevos de amplias capas del progresismo y la
liderazgos desprendidos de la UCR obte- izquierda Argentina, y se vertebraba con
nían casi un tercio de los votos (López la mística de la izquierda peronista de los
Murphy, 16%; Carrió, 14%), superando años 70, las cuestiones y los actores eran
ampliamente al candidato oficial de la politizados no sólo en referencia a la déca-
UCR con apenas el 2%. La decisión de da del 90, sino de un período más largo
Menem de no competir en la segunda que se iniciaba en 1976. En palabras del
vuelta convirtió automáticamente a Kirch- propio Kirchner, “dos proyectos de país
ner en el nuevo presidente. van a confrontar indudablemente en las
2. El período presidencial de Kirch- urnas en forma permanente, los que quie-
ner representó un intento de reconstituir al ren volver a la década del 90 con aquel
país tras la debacle económica y política proyecto que empezó en 1976…y los que
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de 2001 y 2002. El nuevo presidente se estamos tratando de construir en forma


proyectaba como la voz de aquellos que plural un proyecto que nos permita gene-
habían sido perjudicados por el modelo rar la alternativa que necesita nuestro
prevaleciente en los 90, y como el líder país…” (discurso pronunciado el 19 de
que vendría a reparar esa situación. En el mayo de 2007).
ámbito económico, no sólo vendría a Esa lógica binaria era coherente con el
superar la crisis sino también a enterrar el intento kirchnerista de reordenar las opcio-
modelo económico neoliberal impuesto en nes políticas a lo largo de la dimensión
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derecha/izquierda, en reemplazo de la tra- da en que incorporaba a sectores sociales


dicional distinción peronismo/antiperonis- ajenos a su tradición política: grupos
mo, permitiendo así recrear el sistema de piqueteros, organismos de derechos huma-
partidos alrededor de dos fuerzas principa- nos y líderes políticos provenientes de par-
les. Por un lado, la “derecha”, representan- tidos de izquierda. Más estrecho porque
do al pasado, las políticas neoliberales, y excluía a los sectores burocráticos y libera-
la impunidad de los genocidas, la cual les del PJ, por ejemplo, a los ex presiden-
incluía a los políticos y técnicos a cargo tes Menem, Duhalde y Rodríguez Saa.
del diseño e implementación de políticas El objetivo electoral de este armado
neoliberales, así como a aquellos actores político era asegurarle a Kirchner el apoyo
políticos y sociales, domésticos e interna- de la mayoría de los votantes peronistas y
cionales, que se beneficiaron con esas extender su base electoral hacia la clase
políticas (tales como el gran empresariado media urbana, tradicionalmente refractaria
local, las compañías extranjeras que parti- al peronismo y carente de referencias polí-
ciparon de las privatizaciones, los organis- ticas sólidas tras la debacle de la UCR.
mos de crédito internacional y los Estados Eso le daría una base electoral propia y lo
Unidos). A éstos se sumaban los militares haría menos dependiente de los votos
y la jerarquía eclesiástica, instituciones aportados por las tradicionales estructuras
que habían jugado un papel marginal provinciales del PJ. Para consolidar esa
durante los 90 pero que habían tenido un estrategia, Kirchner lanzó, para las elec-
papel relevante durante la dictadura. La ciones de 2007, la “Concertación Plural”,
oposición política, más allá de matices una alianza entre el FV y la mayoría de los
ideológicos, era incluida en este sector, así líderes de la UCR que aún conservaban
como los medios masivos de comunica- poder en las gobernaciones provinciales e
ción, que pronto pasaron a ser identifica- intendencias municipales, conocidos
dos como su aglutinador discursivo. como radicales K. Este armado se puso a
Del otro lado se ubicaba el “pueblo”, prueba en las elecciones presidenciales de
que incluía a los sectores medios y trabaja- 2007, en que la esposa del presidente,
dores, las organizaciones de desempleados senadora Cristina Fernández, fue la candi-
que surgieron en los 90 (piqueteros), las data del FV, acompañada por un radical K
organizaciones de derechos humanos, los como vicepresidente. Después de cuatro
intelectuales progresistas, el sindicalismo años de una gestión exitosa el FV obtuvo
no burocratizado, las organizaciones polí- el 45% de los votos, ganando en 21 de los
ticas colocadas a la izquierda del centro, 24 distritos, lo que le permitió retener la
los políticos comprometidos con el nuevo presidencia sin necesidad de segunda
proceso político, la izquierda peronista vuelta electoral, y consolidar una mayoría
marginada durante la década menemista. legislativa en ambas cámaras.
El Frente para la Victoria (FV) sería la Entre los trece candidatos opositores,
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expresión política de esa estrategia. Sin Elisa Carrió compitió con el apoyo de la
embargo, la idea original de “transversali- Coalición Cívica (CC), una alianza que
dad”, esto es, de un espacio progresista de incluía al Partido Socialista (PS) que obtu-
centro-izquierda autónomo del PJ, resulta- vo la candidatura vicepresidencial, y a per-
ba inviable, pues hubiese privado al kirch- sonalidades independientes con una orien-
nerismo de una base política sólida. De ahí tación más centrista, e incluso de centro-
que el FV fuera más amplio y más estrecho derecha, además de algunos peronistas.
que el peronismo. Más amplio en la medi- Ello le permitió obtener el 23% de los
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votos, triunfando en la ciudad de Buenos mico y el populoso cordón urbano que


Aires, y mejorando respecto de 2003, rodea a la ciudad de Buenos Aires. A
cuando había obtenido el 14%. Roberto modo de ilustración, Cristina Fernández
Lavagna (ex ministro de Economía de obtuvo el 57,8% de los votos de las 19
Duhalde y Kirchner) fue candidato de provincias del interior, pero sólo el 39,6%
Unión para una Nación Avanzada (UNA), en los 5 distritos más grandes (ciudad de
una débil coalición entre la UCR (que Buenos Aires, y provincias de Buenos
obtuvo la candidatura vicepresidencial) y Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe),
algunos peronistas cercanos a Duhalde que siendo la votación aún menor en las cuatro
se mantenían en oposición al gobierno. ciudades capitales de esas provincias
Obtuvo el 16,9% de los votos, ganando en sumadas a la ciudad de Buenos Aires
la provincia de Córdoba, donde la UCR (25% de los votos).
tiene uno de sus bastiones. Finalmente, Aun así, el PJ sigue siendo la mayor
Alberto Rodríguez Saá, candidato del fuerza política del país. Su fortaleza reside
Frente Justicia, Unión y Libertad (Frejuli), menos en sus estructuras partidarias, tra-
obtuvo el 7,6%, por debajo del 14% obte- dicionalmente débiles, que en el control
nido por su hermano en 2003, buscando institucional que detenta en los tres nive-
representar al “peronismo verdadero”, y les de gobierno, en el apoyo de los sindi-
ganando sólo en la provincia de San Luis, catos obreros, en su fluidez ideológica y
de la cual el candidato era gobernador. en la estabilidad de su electorado. Estas
3. Esta recorrida por la dinámica cuatro características colocan al PJ en
argentina evidencia la fluidez de su siste- ventaja respecto de otras opciones políti-
ma de partidos, y permite anotar algunos cas. Por un lado, aumentan su capacidad
de sus aspectos más notorios, así como de gobierno al transformar tanto las rela-
vislumbrar su probable evolución. ciones intergubernamentales como la rela-
Las elecciones de 2007 permitieron ción con los sindicatos en gestión de inter-
revalidar al kirchnerismo en las urnas, na partidaria. Por otro lado, desincentivan
pero también evidencian el fracaso del la huida del PJ dada su carácter de herra-
intento de producir realineamientos elec- mienta electoral casi imbatible y la posibi-
torales capaces de reconfigurar el sistema lidad de acompañar la renovación de lide-
de partido a lo largo del eje derecha/ razgos con cambios de orientación políti-
izquierda. La distribución del voto es casi ca. En el PJ, irse es empezar a volver.
idéntica a la que tradicionalmente ha divi- La fortaleza del PJ se da sobre un telón
dido al electorado alrededor del eje pero- de fondo caracterizado por la fragmenta-
nismo/no peronismo. Por un lado, la clase ción y volatilidad de las opciones no pero-
media urbana continúa siendo refractaria nistas. Este fenómeno surgió a principios
al peronismo, aunque no haya sido capaz de los 90, con la aparición del Frepaso,
de generar, hasta ahora, otros alineamien- pero se ha profundizado después de la cri-
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tos durables. El FV no pudo aumentar de sis de 2001, debido a la disminución del


manera significativa el caudal electoral caudal electoral de la UCR y la ausencia
que el PJ obtenía tradicionalmente en los de una opción política capaz de cubrir su
centros urbanos de clase media, aun des- lugar. Por su extensión territorial, la UCR
pués de su alianza con los radicales K. Por sigue siendo la única organización política
el otro lado, el principal soporte electoral relevante en el campo no peronista, pero
del peronismo sigue siendo las provincias con un apoyo electoral menguado. Si bien
del interior con menor desarrollo econó- el 16% de los votos obtenidos en 2007
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contrasta con el 2,3% obtenido por su can- el 1% en 2007, a pesar de contar con el
didato presidencial en 2003, la mejora apoyo del nuevo partido Propuesta Repu-
parece estar menos relacionada con sus blicana (PRO), cuyo líder, Mauricio
características organizativas que con la Macri, había ganado poco antes el estraté-
imagen de Lavagna, un técnico peronista gico gobierno de la ciudad de Buenos
con la reputación de resolver problemas Aires con el 60% de los votos. Sólo Carrió
económicos tras su gestión como ministro parece retener y hasta aumentar su caudal
de Economía con Duhalde y Kirchner. electoral, pero esto, más que una opción
Los problemas de la oposición refle- partidaria, representa apoyo a un lideraz-
jan, en gran medida, la dificultad de cons- go personal sustentado sobre una débil
truir organizaciones partidarias en la era coalición de agrupaciones y personalida-
de los medios de comunicación. Históri- des independientes.
camente, ocupar posiciones instituciona- La debilidad de las alternativas oposi-
les ha permitido construir partidos “desde toras se ve reflejada en el surgimiento de
arriba”, mientras el vínculo con actores un nuevo término en el vocabulario de la
sociales ha sido central en la construcción dirigencia política, utilizado para hacer
de partidos “desde abajo”. Aun así, los referencia a su adscripción política: “espa-
pocos partidos no peronistas con anclaje cio político”. Así, las nuevas opciones
institucional importante presentan dificul- políticas, tales como CC, PRO, son pensa-
tades para extender sus bases de poder dos como espacios más que partidos,
local y constituirse en alternativas de como puntos de referencia política y eti-
alcance nacional (el PRO en la ciudad de quetas electorales más que como organi-
Buenos Aires, y el PS en Santa Fe), o fue- zaciones. Ello también es aplicable al FV.
ron seducidos por el kirchnerismo para Dada la necesidad de contar con un apoyo
formar parte de su armado político (los organizativo estable, no resulta tan curio-
radicales K). Por otro lado, tampoco han so que tras cuatro años y medio en el
surgido liderazgos a partir de grupos poder, Kirchner haya finalmente reorgani-
sociales organizados capaces de traducir zado al PJ, a principios de 2008, y asumi-
esa base institucional en estructuras parti- do formalmente como su líder, en lugar de
darias, aun después de que el conflicto apoyarse en la embrionaria estructura de
entre el gobierno y el campo, a principios un espacio político como el FV.
de 2008, haya convertido a las organiza- Estos rasgos centrales permiten esbo-
ciones que representan a los intereses del zar dos escenarios hacia los que puede
agro en un factor aglutinador de moviliza- evolucionar el sistema de partidos argenti-
ción política de oposición. nos en el corto plazo. Ambos escenarios
Ausente de anclaje en instituciones de proyectan la situación actual del PJ como
gobierno o estructuras sociales, la estrate- un partido electoralmente robusto, capaz
gia opositora es intentar sustentar lideraz- de mantener alrededor del 40% de los
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gos políticos sólo con la cobertura de los votos en elecciones presidenciales, y un


medios. Sin embargo, ello no ha contri- electorado no peronista fragmentado que
buido ni a la construcción de nuevas orga- excluye la posibilidad de evolucionar
nizaciones partidarias, ni a la generación hacia un nuevo bipartidismo.
de liderazgos sólidos y estables. El caso El primero de esos escenarios es el de
paradigmático de tal volatilidad es el de un sistema predominante apoyado en la
López Murphy, quien tras haber obtenido actual fragmentación asimétrica entre un
16% de los votos en 2003, apenas superó PJ que conserva su caudal electoral y una
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multiplicidad de opciones opositores. Más nes partidarias. La plausibilidad de este


allá de la diferencia ideológica, ello se escenario requiere, en primer lugar, del
asemeja al sistema de partidos de Suecia surgimiento de un número reducido de
durante la mayor parte del período poste- opciones mínimamente estables y sólidas
rior a la segunda guerra mundial, en que el que generen lealtades en el electorado no
partido socialdemócrata permaneció en el peronista y, en segundo lugar, de la capa-
poder aún sin obtener una mayoría absolu- cidad que tengan para generar la confian-
ta de los votos, ante la fragmentación de la za y compatibilidad necesaria para pro-
oposición. En este escenario, la alternan- yectarse como coalición de gobierno via-
cia en el gobierno estaría centrada en la ble, esto es, capaz de desempeñar un
fraccionalización del mismo PJ y su capa- mejor papel que el de la Alianza entre
cidad de generar liderazgos exitosos tanto 1999 y 2001.
hacia la izquierda como hacia la derecha Si el panorama descripto es adecuado,
del espectro político. el escenario que finalmente se obtenga
En el segundo escenario, el patrón de dependerá fundamentalmente de la forma
predominancia se ve interrumpido, oca- en que evolucionen las lealtades políticas
sionalmente, por el triunfo de una coali- entre los líderes y votantes no peronistas.
ción alternativa de partidos no peronistas.
Esto de alguna manera recuerda al sistema
de partidos de Noruega durante la mayor Javier Zelaznik realizó sus estudios de docto-
parte del período posterior a la segunda rado en Ciencia Política en la Universidad de
Essex, Inglaterra, y es actualmente profesor en
guerra mundial caracterizado por la alter- la Universidad Torcuato Di Tella, en Buenos
nancia entre gobiernos laboristas, y Aires, Argentina. Correo electrónico: jzelaznik
gobiernos de coalición de las otras opcio- @utdt.edu.
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