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“ La Paz ex fruto de la Justicia Al pueblo argentino PARA COMPARTIR EL PAN Y LA LIBERTAD Al recibir el Premio Nobel, afirmé que ponfa mi trabajo al servicio de la paz y la reconciliacién de los argentinos, que preten- afa colaborar en el logro de la liberacién de nuestro pueblo y en la instauracién de la Justicia, fnica garantfa para alcanzar la verdade- re paz que nuestro hijos reclaman y necesitan. Hoy quiero reafirmar el compromiso contrafdo, y al vivir con sincera preocupacién la complejidad de los problemas que nuestra realidad presenta, hacer llegar un mensaje de esperanza a todos los hombres de buena voluntad, a todos aquellos que en las més diversas posiciones y situaciones trabajan, luchan y sufren; a aquellos que esperan la presencia, en nuestra patria, de un orden politico més cristiano. Coneluye un afio sombrfo para nuestro Pueblo Desde distintos dngulos de la vida nacional se han escu- chado voces que de una y otra forma han cuestionado la situacién exis- tente y han postulado alternativas de solucién. Sin embargo, reafir- mando una posicién de absoluta insensibilidad respecto a los reclamos populares se insiste, desde el plano oficial, en la profundizacién de autodenominado Proceso de Reorganizacién Nacional, lo cual en otras palabras,. significa persistir en el intento de transformar las bases materiales de nuestra sociedad con el objeto de imposibilitar el go- bierno de las mayorfas nacionales, y por ende de evitar un desarrollo para nuestro pais,fundado en la justicia social y en la participacién. Se ha sefialado, desde la mds alte autoridad del Estado, que ha llegado el momento de pasar a la accién. Podria decirse, con sdélo observar el deterioro en que se encuentra nuestra Nacién, que no es justamente accién lo que le ha faltado a este Proceso; quiz& conven- ga preguntarse acerca del modo y de los objetivos que condujeron las acciones realizadas. En este sentido, resulta claro ‘que desde 1976 a esta fecha, las Fuerzas Armadas no han roto, sino justamente rea- si Servicio PAZ y JUSTICIA en América Laila "La Pas es fruto de ta Justicia “ en el futuro institucional de nuestra patria, pero es cierto también que esto solo serd posible, en tanto restauren su alianza con el pug blo, se pongan a su servicio y demuestren una clara definicién respec to a la necesaria vigencia de la Soberanfa Popular y de un desarrollo nacional para nuestro pats. Con el actual proceso, con las actuales polfticas y los ag tuales objetivos no existe alianza posible desde el campo popular Nuestros actuales gobernantes necesitan de una profunda reflexién que priorice el respeto por la persona humana y por los de rechos inalienables de nuestro Pueblo. Deben alejar de su anélisis a quellas doctrinas, que por su propia 1égica interna tienden a despla zar al hombre de su esquema de pensamiento, y que coadyuvan, con sus medidas prdcticas, al mantenimiento de las situaciones de injusticia que earacterizan la realidad de nuestra sociedad. Me refiero conere- tamente al predominio que el pensamiento liberal ha mantenido en nueg tro pafs durante los ultimos afios, El documento "Iglesia y Comunidad Nacional", emitido por nuestra Conferencia Episcopal y el texto lanzado a la opinién publi- ca nacional por la Multipartidaria, definen los elementos rectores cuya profundizacién, harfan posible uan salida acorde con las nece sidades de nuestro Pueblo. Se ha sefialado con claridad cudl es el ca mino a seguir: el restablecimiento inmediato del Estado de Derecho, 1a vigencia de las instituciones democréticas y el pleno ejercicio da nuestra Constitucién Nacional. Los argentinos estamos frente al desaffo de logar la Paz y la Reconciliacién, a través de la Verdad y 1a Justicia, sin odios ni rencores, pero con la firmeza y el coraje necesarios de rescatar el derecho que nos pertence, compartiendo el Pan y le Libertad con nuestros hermanos, 7 Para que ese pan no falte en ningtin hogar argentino; para que se traduzca en trabajo, en medios para la salud, la edu vivienda y todo aquello que hace digna la vida de la persona humana. cién, la Para que la libertad, don preciado que Dios dié a toda per soan, se traduzca en la libertad de los prisioneros polfticos. Para que termine esta angustiosa y desgarrante situa- cién que expresan los miles de desaparecidos que hoy agravian la con- Doras a chica kaa, i pra- Servicio PAZ y JUSTICIA en América Latina "Ia Paz ex fruto de ta Justicia “ do sumo de le injusticia y le barbarie cuando debe reconocerse que con- tintian desaparecidos nifios de corta edad sobre los cuales tampoco se ha brindado ninguna clase de respuesta oficial. Para que los derechos de nuestro Pueblo no se vean nuevamen- te ultrajados por el inétil derramamiento de sangre, ya sea debido a la irrupeién de conflictos lin{trofes que poco tienen que ver con la defensa de la soberanfa nacional o con la intervencién absurda en otros pafses latinoamericanos o del mundo que no necesitan justamente de tu- telajes militares, sino fundamentalmente, de la vigencia irrestricta de la autodeterminacién de los pueblos, Para que se restauren, de manera inmediata, las libertades politicas y sindicales, elementos centrales para la participacién de la ciudadanfa en la bisqueda del bien comin. La inseguridad popular, es el correlato palpable de este régimen que ha hecho supuestamente, un culto de la "seguridad" El destino de la Patria se encuentra con la indiferencia de sus habitantes,que se saben ajenos a las decisiones que se manejan en los estrados oficiales. Son depositarios de la frustracién de un pueblo y quizé hasta responsables de incubar el odio al anular las esperanzas de un futuro mejor. En suma, hoy, los gobernantes deberdn escuchar el clamor del pueblo. De lo contrario, serdn los tinicos y eternos responsables de que el aislamiento en que estén sumidos actualmente, se transfor- me en enfrentamiento. Premio Nobel de lalPaz 1980 Coordinador General del Servicio Paz y Justicia en América Latina.

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