Rodrigo Fabian Alfaro Uribe

Reporte de lectura 1.6

Katz narra con una imaginación muy única las vicisitudes que provocaron la fractura del
movimiento contitucionalista, a consecuencia de las diferencias implícitas entre Villa y
Carranza. Dichas diferencias se sustraen del desentendimiento que Carranza muestra en
favor de la reforma agararía, pues al parecer, para él era más importante obtener el poder
ejecutivo y plantear un gobierno meramente constitucional, haciendo a un lado a los
interes sociales más inmediatamente sensibles del momento; la cuestión del agros.

Quizás la primera acción que desencadeno la diferencia entre Villa y Carranza era el
papel que desempeñó Estados Unidos con la política de embargo de armas a su
conveniencia, ya que apoyaba a una u otra facción según sus intereses políticos.

El texto de katz pone al lector, la dificultad de guiar la revolución por un grupo fisurado.
Para Villa, Carranza representaba una amenza para México –tal cómo se lo hace
entender a Fuller-, ya que sospechaba el retorno de una nueva dictadura, para eso
debemos tener en cuenta los antecedentes de Carranza, hombre rico hacendado de la
vieja escuela porfirista. Mietras para Carranza, Villa representaba un onstáculo para
emprender su política constitucionalista. Tales desacuedos desencadenan guerras con
ellas arrasan con la paz.

Ante la problemática del momento Villa se ve obligado a emprender un plan nacional para
desacreditar a Carranza como primer jefe revolucionario. Estructura un programa político
y social con el fin de trasnformar al país y garantizar la paz entre las facciones
revolucionarias. La piedra angular del programa era el problema de la tierra. Dicho
programa fue presentado a todas la facciones revolucionarias; constitucionalistas y
zapatistas y al gobierno norteamericano. Sin embargo las tensiones entre Carranza y Villa
siguieron a pesar del pacto firmado en Torreon.

Villa tuvo que proseguir con otro plan que consistía en tomar Sonora, entonces ocupado
por los constitucionalistas para poner de vuelta el cargo de gobernador a Maytorena. Pero
es en este momento cuando Villa se encuentra en una situación consederablemente difícil
en cuanto a la toma de desiciones se refiere, al darse cuenta de que Maytorena seguía
hasta cierto punto sus propios intereses. Es aquí cuando Villa toma un nuevo rumbo, por
si fuera poco algo drástico; una segunda reunion con los carrancistas, está vez
participaba Alvaro Obregón pues su cuerpo militar se formaba de sonorenses y tenía
mucho que perder en caso de que Maytororena se quedara a cargo de Sonora.

Esta segunda reunión tenía como objeto resolver los divisiones entre el ejército
constitucionalista encabezado por Plutarco Elías Calles hasta entonces atrincherado en
los límites con Estdos Unidos por las fuerzas militares de Maytorena. Tal solución fue
muy desconcertante en cuanto a la acciones que se deprendieron de tal suceso. Esta vez
Obregón había sembrado la semilla de la discordia entre jefes militares villistas. Y Villa se
encontraba de alguna forma con “el jesús en la boca” al intentar asesinar a Obregón, pero
de nuevo no canalizó el objetivo gracias a las diferencias surgidas entre lso generales
Villistas.

De aqui se desencadena las convenciones tanto de Carranza como la revolucionaria de

Aguascalientes. La primera convocada por Carranza se llevó a cabo el 1 de octubre que
sin duda sólo favorecía a él, ya que había convocado a los representantes que n algún
momento habían sido nombrados por él.

Por su parte la convención de Aguascalientes albergó a los militares revolucionarios en la

que participaron tanto delegados villistas como zapatistas. Al parecer el poducto de esta
samblea fue atenuar lad diferencias, desprederse de ellas grandes cantidades de sangre.