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IMPORTACIÓN TEMPORAL - Modalidades / IMPORTACIÓN TEMPORAL A

CORTO PLAZO - Concepto / IMPORTACIÓN TEMPORAL A LARGO PLAZO


-Concepto

La modalidad de importación temporal de determinados bienes, con “suspensión


de tributos aduaneros” y bajo la obligación de reexportar los bienes en el mismo
estado en el que ingresaron, sin modificación alguna, y con constitución de
garantía por el 100% de los tributos (art. 147) con el fin de responder por la
terminación de la importación temporal en los plazos señalados, es dos clases:
de corto plazo y de largo plazo, como lo indica el artículo 143 ib. De corto plazo,
cuando la mercancía se importa para una finalidad específica y su plazo máximo
de permanencia en el país es de seis meses, prorrogables por tres más. De largo
plazo. Plazo máximo de 5 años. Está prevista para bienes de capital, sus piezas y
accesorios necesarios para su normal funcionamiento que vengan en el mismo
embargue. En casos especiales la autoridad aduanera podrá autorizar la
importación de accesorios, partes y repuestos que no vengan en el mismo
embarque, siempre y cuando se importen dentro del plazo de importación del bien
de capital.

RELIQUIDACIÓN DE TRIBUTOS ADUANEROS EN IMPORTACIÓN TEMPORAL


- No se causa porque los tributos se pagaron con la importación inicial /
EXENCIÓN TRIBUTARIA - Consiste en una exoneración total o parcial del
tributo y difiere del término reliquidación de tributos / INCISO 3 ARTICULO
149 DECRETO 2685 DE 1999 - Legalidad

Se entiende que la importación inicial, la primera, causó los tributos


correspondientes sobre los bienes reparados o sustituidos y aún están en proceso
de cancelación las cuotas líquidas inicialmente y prorrateadas por semestres. La
disposición consagra que no habrá lugar a “reliquidación” (a volver a liquidar) de
tributos, noción que es diferente a la exención, puesto que esta última constituye
un beneficio fiscal en virtud del cual se crea una exoneración legal, del pago total
o parcial de la prestación tributaria. Se observa que dado el carácter restrictivo y
la taxatividad de las exenciones, su otorgamiento se consagra en forma expresa
en la norma que la crea. El poder de eximir, es paralelo al poder de gravar con
tributos, ésto es, que quien tiene la facultad constitucional de establecer un tributo
la tiene también para establecer exenciones del mismo. Por ello, la Sala no
comparte la interpretación de la demandante de que la expresión acusada
comporta una exención, puesto que al no precisarse de “reliquidación”, se parte
de la base de que ya hubo un pago de tributos. En ese orden de ideas, la
expresión “en este evento no habrá lugar a la reliquidación de tributos” no
corresponde a la noción de exención, que presupone la exoneración total o parcial
de tributos, ésto es, un tratamiento aduanero preferencial, y en tales condiciones,
al no consagrar la frase acusada una exención de derechos de aduana e IVA,
que es el supuesto en el que se fundamenta la demanda, debe concluirse que no
se produjeron las violaciones aducidas.

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCION CUARTA

Consejero ponente: JUAN ANGEL PALACIO HINCAPIE


Bogotá, D. C., agosto veinticuatro (24) de dos mil uno (2001)

EXTRACTO JURISPRUDENCIAL – NUEVA LEGISLACION.


El artículo 149 regula dos supuestos: En la primera parte, se autoriza la reexportación de los bienes
de capital importados temporalmente a largo plazo, defectuosos, que sufran averías, o impropios
para el propósito con el que fueron importados, con el fin de que se proceda a su reparación o
reemplazo. De acuerdo con la disposición, la mercancía reparada se introducirá de nuevo al país
con una nueva declaración de importación temporal, en la que se deberán liquidar los
correspondientes tributos aduaneros, ésto es, hay lugar a reliquidar y descontar lo pagado,
volviendo a calcular las cuotas semestrales mediante prorrateo.

No podrán pasar más de seis meses entre la fecha de reexportación de los bienes averiados y la de
la presentación de la declaración de los reparados o sustitutos, so pena de declarar incumplida la
modalidad y hacer efectiva la garantía.

En la segunda parte, se regula lo atinente a las “partes” de los bienes de capital importados en las
mismas condiciones, que sufran averías o desperfectos, las que pueden ser enviadas de nuevo al
exterior, con una finalidad específica, cual es, la de reparar o reponer tales piezas o partes para
regresar al país luego de cumplida la finalidad de su reparación.

Cuando la pieza es reimportada al igual que en el evento anterior, deberá presentarse dentro del
mismo lapso de 6 meses, una nueva declaración de importación temporal que ampare las partes, en
la que “no habrá lugar a reliquidación de tributos”. Previene también la disposición, que las
partes reexportadas deberán identificarse y describirse detalladamente, de manera inequívoca,
referenciándolas con el equipo importado temporalmente.

Precisa la Sala que en el evento aquí regulado, ésto es, piezas o repuestos de un bien de capital que
fue importado bajo el régimen aduanero de importación temporal a largo plazo para su
reexportación en el mismo estado, se envía para su reparación o reemplazo a otro país, la
reimportación o retorno de la pieza reparada o de la que la reemplace por averías o desperfectos, no
se suspenden los plazos de la importación temporal y no hay lugar a “reliquidación” de tributos y
que la Declaración de Exportación será documento soporte de la Declaración de Importación de la
parte reparada, o de la que la reemplace.

Ello es así porque se entiende que la importación inicial, la primera, causó los tributos
correspondientes sobre los bienes reparados o sustituidos y aún están en proceso de cancelación las
cuotas líquidas inicialmente y prorrateadas por semestres.

La disposición consagra que no habrá lugar a “reliquidación” (a volver a liquidar) de tributos,


noción que es diferente a la exención, puesto que esta última constituye un beneficio fiscal en
virtud del cual se crea una exoneración legal, del pago total o parcial de la prestación tributaria.

Se observa que dado el carácter restrictivo y la taxatividad de las exenciones, su otorgamiento se


consagra en forma expresa en la norma que la crea. El poder de eximir, es paralelo al poder de
gravar con tributos, ésto es, que quien tiene la facultad constitucional de establecer un tributo la
tiene también para establecer exenciones del mismo.

Es claro que no puede tener el mismo alcance la previsión acusada, en cuanto establece que en el
evento señalado no hay lugar a reliquidación de tributos, con la disposición que otorga una
exención o dispensa de pago. Por ello, la Sala no comparte la interpretación de la demandante de
que la expresión acusada comporta una exención, puesto que al no precisarse de “reliquidación”, se
parte de la base de que ya hubo un pago de tributos.

En ese orden de ideas, la expresión “en este evento no habrá lugar a la reliquidación de tributos”
no corresponde a la noción de exención, que presupone la exoneración total o parcial de tributos,
ésto es, un tratamiento aduanero preferencial, y en tales condiciones, al no consagrar la frase
acusada una exención de derechos de aduana e IVA, que es el supuesto en el que se fundamenta la
demanda, debe concluirse que no se produjeron las violaciones aducidas.
Por lo precedente, no encuentra la Sala fundados los motivos invocados para declarar la nulidad de
la expresión “en este evento no habrá lugar a reliquidación de tributos”, contenida en el inciso 3
del artículo 149 del Decreto 2685 del 28 de diciembre de 1999, expedido por el Presidente de la
República, por lo que habrán de desestimarse las pretensiones de la demanda.

Radicación número: 11001-03-27-000-2000-0539-01(10893)

Actor: MARTHA LUCIA TASCON REYES

Demandado: LA NACION MINISTERIO DE HACIENDA Y CREDITO PUBLICO

Referencia: NULIDAD INCISO 3 DEL ARTICULO 149 DECRETO 2685 DE 1999


IMPUESTOS NACIONALES . AUTORIDADES NACIONALES

Se decide en esta oportunidad la demanda instaurada en acción pública de


nulidad, por la ciudadana MARTHA LUCIA TASCON REYES, en su propio
nombre, quien impetra la declaratoria de nulidad de la expresión “En este
evento no habrá lugar a reliquidación de tributos”, contenida en el inciso 3°
del artículo 149 del Decreto 2685 del 28 de diciembre de 1999, “Por el cual se
modifica la legislación aduanera”, expedido por el Presidente de la República, en
uso de las facultades conferidas por el numeral 25 del artículo 189 de la Carta, y
en atención a los artículos 3 de la Ley 6 de 1971 y 2 de la Ley 7ª de 1991.

La disposición acusada es la expresión que se subraya y destaca, que forma


parte del inciso tercero del citado artículo 149 que preceptúa:

“Artículo 149. Reparación o reemplazo de mercancías importadas


temporalmente a largo plazo. ....
(...)
Las partes de los bienes de capital importados temporalmente a largo
plazo que sufran averías o desperfectos, podrán ser reexportadas para
ser reparadas o reemplazadas, en cuyo caso serán objeto de una
nueva Declaración de Importación temporal, dentro del plazo señalado
en el inciso anterior, so pena de hacer efectiva la garantía a que se
refiere el artículo 147 del presente decreto. En este evento no habrá
lugar a reliquidación de tributos, ni se interrumpirán o suspenderán
los plazos de la importación temporal”. (Subraya la Sala).

DEMANDA
La demandante señala la expedición por parte del Gobierno Nacional del Decreto
2685 del 28 de diciembre de 1999, el que según lo establece el artículo 573,
comenzó a regir el 1º de julio de 2000.

Anota que dicho cuerpo normativo en su artículo 1, definió lo que se considera


“derechos de aduana” y “tributos aduaneros”, y afirma que cuando en el decreto
se hace referencia a la expresión “tributos aduaneros”, comprende tanto los
derechos de aduana como el impuesto sobre las ventas. Prosigue, que por
principio todo bien que ingrese a territorio aduanero colombiano debe pagar
tributos aduaneros y que el artículo 145 ib., sujeta las importaciones temporales a
la liquidación y pago de los tributos aduaneros, los que se cancelan en cuotas
durante el término de permanencia del bien en el país.

Señala que no obstante lo anterior, el artículo 149 en la expresión acusada


consagra una exención de derechos de aduana y del impuesto a la ventas para
todas las partes de bienes de capital importados temporalmente a largo plazo que
sufran averías o desperfectos y que sean reexportadas para su reparación o
reemplazo. Esto es, que si una parte, pieza o repuesto de un bien de capital que
fue importado bajo el régimen aduanero de importación temporal para su
reexportación en el mismo estado se exporta para reparación o reemplazo a otro
país y posteriormente es reimportada la pieza reparada o una pieza similar que la
reemplace, sobre el valor agregado en el exterior no se causan derechos de
aduana e IVA, por virtud de la disposición.

Indica que según el artículo 150 numeral 19 de la Constitución corresponde al


Congreso “expedir leyes marco en las que se dicten las normas generales,
objetivos y criterios a los cuales debe sujetarse el Gobierno Nacional” para
“modificar, por razones de política comercial, los aranceles, tarifas y demás
disposiciones concernientes al régimen de aduanas”. Y que el artículo 189
numeral 25 atribuye al Presidente de la República la facultad de expedir decretos
en virtud de las leyes marco a que se refiere el numeral 19 del artículo 150, para
“modificar los aranceles, tarifas y demás disposiciones concernientes al régimen
de aduanas”.

Afirma entonces, que la facultad del Gobierno en materia de aranceles y tarifas


está circunscrita a su modificación. En consecuencia el Gobierno no podía crear
exenciones de aranceles o crear aranceles nuevos.
Transcribe el artículo 1 de la Ley 6ª de 1971, marco de aduanas, y afirma que la
mencionada ley no faculta al Gobierno para crear exenciones de derechos o
gravámenes arancelarios, puesto que sólo lo faculta para restringir o derogar
exenciones o para variar la tarifa del gravamen.

De otra parte, con apoyo en los artículos 150-12 y 338 de la Constitución, indica
que la facultad para establecer contribuciones fiscales a nivel nacional radica
exclusivamente en el Congreso y por ende solamente él puede crear exenciones
de impuestos. Agrega además, que en materia de exenciones de impuestos, tasas
o contribuciones nacionales, el Gobierno solamente tiene la iniciativa para
presentar proyectos de ley ante la Cámara respectiva según lo preceptúa el
artículo 154 de la Carta.

Observa, que para crear exenciones de impuestos se deben tener en cuenta los
principios de equidad y justicia que informan el derecho tributario. Cita al respecto
la sentencia C-353 de 1997, de la Corte Constitucional.

Acusa que las exenciones de derechos de aduana y de IVA creadas por el


Gobierno Nacional, sin estar facultado para ello, crean una situación inequitativa
e injusta, puesto que mientras que los servicios de reparación que se realizan en
el exterior no están sujetos al pago de arancel e IVA sobre el valor agregado en el
exterior, quienes prestan servicios de reparación en Colombia, deben pagar
derechos de aduana e IVA sobre las partes, piezas y repuestos importados,
adicionalmente al IVA que se cause sobre los servicios prestados en Colombia.
Situación, a su juicio a todas luces violatoria del artículo 363 de la Constitución.

Concluye, que conforme a lo anterior la frase “en este evento no habrá lugar a
reliquidación de tributos”, acusada, es inconstitucional, puesto que al consagrarse
la referida exención para las partes y piezas reparadas o reemplazadas en el
exterior, a través de un decreto dictado en virtud de las leyes marco de aduanas y
de comercio exterior, se violan abiertamente los numerales 12 y 19 del artículo
150 de la Constitución, así como los artículos 154, 189-25, 338 y 363 de la
mencionada Carta Fundamental.

CONTESTACION DE LA DEMANDA
En esta oportunidad procesal no se presentó actuación de la parte demandada.

ALEGATOS DE CONCLUSION

Presentaron escritos de conclusión, los apoderados judiciales de los Ministerio de


Comercio Exterior y Hacienda y Crédito Público, así:

El apoderado del Ministerio de Comercio Exterior al defender la legalidad de la


norma, que se enmarca en la modalidad de importación temporal para
reexportación en el mismo estado y específicamente a largo plazo, señala que
está sometida al pago de los tributos aduaneros correspondientes.

Precisa que el artículo 156 del mismo Decreto 2685 de 1999, establece las
diferentes formas como debe terminar el régimen de la importación temporal,
siendo posible que antes de la configuración de estos eventos, la mercancía
importada tenga que reexportarse debido a averías, defectos, etc. Agrega, que la
mercancía que se encuentre sujeta a las anteriores condiciones se envía al
exterior con el fin de ser reparada o reemplazada por otra que satisfaga las
necesidades del importador.

Si se trata de un bien de capital, a su regreso será sometido de nuevo a la misma


modalidad, pagando los tributos aduaneros pero no la totalidad, sino de acuerdo
con las cuotas que se encuentran pendientes y el saldo por cancelar según los
semestres que falten para cumplir el plazo de la modalidad. Pero si son las partes
del bien de capital importado temporalmente, las que sufren averías o
desperfectos, después de su reparación o reemplazo regresarán de nuevo al país
bajo la misma modalidad, pero con una nueva declaración de importación
temporal conservando el mismo plazo para su terminación.

Anota entonces, que en este último caso se trata de una mercancía que fue
reparada o que reemplaza a la reexportada por el daño o avería, la cual en el
momento de la importación inicial fue sometida al pago de los tributos aduaneros
y al momento de la nueva importación de la parte de que se trate, aún están en
proceso de pago las cuotas liquidadas originalmente y pendientes de cancelar.
De exigirse el pago de nuevos tributos habría una doble tributación aduanera.
Concluye, que la expresión acusada no consagra una exención de derechos de
aduana e IVA, sin que sea cierto que el Gobierno haya creando exenciones en
ejercicio de facultades de las cuales no está investido.

El apoderado del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, señala que la tesis


de la parte actora se relaciona con el tema de la doble tributación. Que la norma
impugnada no constituye una exención, sino un reconocimiento al usuario de
haber pagado con antelación el tributo a la exportación del mismo bien, el que por
razones ajenas a su voluntad, se vio en la necesidad de reexportar.

A su juicio resulta impropio hablar de exención tributaria de un bien, del cual se


han pagado los correspondientes tributos con antelación y que por circunstancia
ha requerido su movilización de nuevo al extranjero, para volver a regresar luego
de una reparación.

Niega la violación a los principios constitucionales de justicia y equidad y señala


que el mismo enunciado que se impugna alude a reliquidar, lo que indica que ya
hubo un pago de tributos y por tanto es improcedente cualquier argumento
referido a exenciones.

Los opositores solicitan denegar las pretensiones de la demanda.

MINISTERO PUBLICO

La Señora Procuradora Sexta Delegada ante la Corporación, funda su concepto


favorable a las pretensiones de la demanda, en los siguientes aspectos.

Con base en la definición de exención tributaria, indica que la disposición acusada


indudablemente establece una exención en el caso de las partes de los bienes de
capital que habiendo sido importados temporalmente a largo plazo y que sufran
averías o desperfectos, sean “reexportados para ser reparados o reemplazados”,
al decir que cuando se presente esta situación “no habrá lugar a reliquidación de
tributos”.

Se refiere a las autorizaciones conferidas por los artículos 150-19 y 189-25 de la


C.P. al Congreso y al Presidente respecto a la “modificación” de los aranceles,
tarifas y demás disposiciones concernientes al régimen de aduanas y a la
acepción del vocablo “modificar” para significar que la definición “sugiere” la idea
de que la modificación del régimen aduanero puede comprender la creación de
exenciones. Sin embargo, observa, que otras disposiciones de la Carta
claramente indican que las exenciones tributarias solamente pueden ser
establecidas por el Congreso, las asambleas y los concejos municipales, como se
deduce del artículo 338 de la Carta. Criterio que a su juicio se reafirma con el
texto de los artículos 154 y 294 de la Carta, en materia de exenciones tributarias.

Concluye, que en consecuencia la Corporación debe anular la expresión acusada.

CONSIDERACIONES DE LA SALA

La acusación de la actora consiste en que el establecimiento de una exención de


tributos aduaneros respecto de las partes y piezas reparadas o reemplazadas en
el exterior, a través de la expresión, “en este evento no habrá lugar a reliquidación
de tributos”, es violatoria de los numerales 12 y 19 del artículo 150, 154, 189-25,
338 y 363 de la Carta Fundamental, por cuanto no era dable que el Gobierno
mediante decreto dictado en virtud de las leyes marco de aduanas y de comercio
exterior, concediera exenciones de impuestos nacionales, facultad que es
privativa del Congreso.

Además, el establecimiento de exenciones de impuestos debe sujetarse a los


principios de equidad y justicia; con la exención otorgada por el Gobierno sin estar
facultado para ello, se creó una situación inequitativa e injusta, violatoria del
artículo 363 de la Constitución.

Los voceros judiciales de la parte demandada, niegan las acusaciones de la


actora e indican que la expresión acusada no consagra una exención de
derechos de aduana e IVA, que resulta impropio hablar de exención tributaria de
un bien del cual se han pagado los correspondientes tributos con antelación,
pues se trata de una mercancía que fue reparada o que reemplaza a la
reexportada por el daño o avería, la cual en el momento de la importación inicial
fue sometida al pago de los tributos aduaneros.
Se indica que la disposición acusada alude a “reliquidar”; que de exigirse nuevo
pago, habría una doble tributación aduanera. Y que no es cierto que el Gobierno
haya creando exenciones en ejercicio de facultades de las cuales no está
investido, o con violación de los principios constitucionales de justicia y equidad.

La Señora Procuradora, por su parte, está de acuerdo con la actora y considera


que a través de la disposición se creó una exención que solamente podía ser
concedida por el Congreso y los órganos con poder de imposición a los que se
refiere el artículo 338 de la Constitución. Pide entonces, declarar la nulidad del
acto acusado.

Como se observa que toda la línea argumentativa en la que la actora edifica sus
cargos de violación normativa, gira alrededor de la creación por parte del
Gobierno a través de la disposición acusada de una exención de tributos
aduaneros (derechos de aduana e IVA), respecto de las partes de bienes de
capital importados temporalmente a largo plazo que sufran averías o desperfectos
y que sean reexportadas para su reparación o reemplazo, debe la Sala, en primer
lugar, examinar si como lo plantea la demanda, la disposición consagra una
exención y con arreglo a sus resultas, establecer si con la disposición fueron
invadidas competencias del Congreso.

El acto administrativo que se demanda, pertenece al Decreto número 2685 de


1999 "Por el cual se modifica la legislación aduanera", fue expedido por el
Presidente de la República, "en uso de las facultades que le confiere el numeral
25 del artículo 189 de la Constitución Política, con sujeción a los artículos 3º de la
Ley 6ª de 1971 y 2 de la Ley 7ª de 1991, oído el Consejo Superior de Comercio
Exterior".

Comienza la Sala por referirse brevemente al régimen aduanero de las


importaciones temporales, modalidad de importación en la que se ubica la
disposición materia del problema jurídico planteado.

La importación temporal para reexportación en el mismo estado, está consagrada


en el artículo 142 del Decreto 2685 de 1999, como “la importación al territorio
aduanero nacional, con suspensión de tributos aduaneros de determinadas
mercancías destinadas a la reexportación en un plazo señalado, sin haber
experimentado modificación alguna, con excepción de la depreciación normal
originada en el uso que de ellas se haga y con base en la cual su disposición
quedará restringida. No podrán importarse bajo esta modalidad bienes fungibles”.

La modalidad de importación temporal de determinados bienes, con “suspensión


de tributos aduaneros” y bajo la obligación de reexportar los bienes en el mismo
estado en el que ingresaron, sin modificación alguna, y con constitución de
garantía por el 100% de los tributos (art. 147) con el fin de responder por la
terminación de la importación temporal en los plazos señalados, es dos clases:
de corto plazo y de largo plazo, como lo indica el artículo 143 ib.
a) De corto plazo, cuando la mercancía se importa para una finalidad
específica y su plazo máximo de permanencia en el país es de seis meses,
prorrogables por tres más.
b) De largo plazo. Plazo máximo de 5 años. Está prevista para bienes de
capital, sus piezas y accesorios necesarios para su normal funcionamiento
que vengan en el mismo embargue. En casos especiales la autoridad
aduanera podrá autorizar la importación de accesorios, partes y repuestos
que no vengan en el mismo embarque, siempre y cuando se importen
dentro del plazo de importación del bien de capital.

Advierte la Sala que en la modalidad de importación temporal a largo plazo, para


reexportación en el mismo estado, se causan tributos aduaneros durante el
término de su vigencia, como lo determina el artículo 145, que señala que en la
respectiva declaración de importación “se liquidarán los tributos aduaneros en
dólares de los E.U. de Norteamérica a las tarifas vigentes en la fecha de su
presentación y aceptación se señalará término de permanencia de las mercancías
en el territorio aduanero nacional”. Agrega la disposición que “los tributos
aduaneros se distribuirán en cuotas semestrales igualmente por el término de
permanencia de la mercancía en el territorio aduanero nacional”. Señala que “los
tributos así liquidados se distribuirán en cuotas semestrales iguales por el término
de permanencia de la mercancía en el territorio aduanero nacional. Las cuotas se
pagarán por semestres vencidos, para lo cual se convertirán a pesos
colombianos, a la tasa de cambio vigente, para efectos aduaneros en el momento
de su pago”.

Se colige de lo anterior, que en las importaciones temporales de largo plazo se


causan tributos aduaneros, los que se liquidan en dólares americanos y se
cancelan en cuotas semestrales, ésto es, se difieren y distribuyen durante el
término de permanencia de los bienes en el país y el número de cuotas
corresponde al de semestres en que los bienes estén dentro del régimen de
importación temporal.

Ahora bien, si la mercancía se importa por un término inferior al máximo


establecido, a términos del artículo 148 ibídem, el importador puede prorrogar el
término inicialmente declarado, para lo cual debe modificar su declaración en
cuanto al término de la importación, reliquidar el saldo de los tributos aduaneros
teniendo en cuenta las nuevas cuotas que se generen, así como la ampliación de
la garantía inicialmente otorgada.

Retomando la disposición acusada, se tiene que forma parte del artículo 149 cuyo
texto dice:

“Artículo 149. Reparación o reemplazo de mercancías importadas


temporalmente a largo plazo. Cuando se decida la reexportación de
una mercancía importada temporalmente a largo plazo, por
encontrarse averiada, defectuosa o impropia para el fin que fue
importada, la mercancía reparada o la que deba reemplazar a la
reexportada, será objeto de una nueva Declaración de Importación
Temporal en la que se deberán liquidar los correspondientes tributos
aduaneros, de cuyo monto se descontarán las cuotas ya canceladas
por la importación de la mercancía que se haya reexportado. El saldo
de los tributos será dividido en tantas cuotas como semestres faltaren
para cumplir con el plazo inicialmente declarado, el cual en ningún
caso podrá ser prorrogado.

No podrán pasar más de seis (6) meses entre la fecha de


reexportación de la mercancía averiada, defectuosa o impropia y la
presentación y aceptación de la Declaración de Importación de la
mercancía reparada o de la que la reemplace. Vencido este término,
se configura el incumplimiento y se hará efectiva la garantía de que
trata el artículo 147 del presente decreto.

Las partes de los bienes de capital importados temporalmente a largo


plazo que sufran averías o desperfectos, podrán ser reexportadas para
ser reparadas o reemplazadas, en cuyo caso serán objeto de una
nueva Declaración de Importación temporal, dentro del plazo señalado
en el inciso anterior, so pena de hacer efectiva la garantía a que se
refiere el artículo 147 del presente decreto. En este evento no habrá
lugar a reliquidación de tributos, ni se interrumpirán o suspenderán
los plazos de la importación temporal.

Las partes que se reexporten deberán identificarse y describirse


detalladamente, de manera inequívoca, referenciándolas con el equipo
importado temporalmente. La Declaración de Exportación será
documento soporte de la Declaración de Importación de la parte
reparada, o de la que la reemplace”.
....”.

El artículo 149 regula dos supuestos: En la primera parte, se autoriza la


reexportación de los bienes de capital importados temporalmente a largo plazo,
defectuosos, que sufran averías, o impropios para el propósito con el que fueron
importados, con el fin de que se proceda a su reparación o reemplazo. De
acuerdo con la disposición, la mercancía reparada se introducirá de nuevo al país
con una nueva declaración de importación temporal, en la que se deberán liquidar
los correspondientes tributos aduaneros, ésto es, hay lugar a reliquidar y
descontar lo pagado, volviendo a calcular las cuotas semestrales mediante
prorrateo.

No podrán pasar más de seis meses entre la fecha de reexportación de los bienes
averiados y la de la presentación de la declaración de los reparados o sustitutos,
so pena de declarar incumplida la modalidad y hacer efectiva la garantía.

En la segunda parte, se regula lo atinente a las “partes” de los bienes de capital


importados en las mismas condiciones, que sufran averías o desperfectos, las que
pueden ser enviadas de nuevo al exterior, con una finalidad específica, cual es,
la de reparar o reponer tales piezas o partes para regresar al país luego de
cumplida la finalidad de su reparación.

Cuando la pieza es reimportada al igual que en el evento anterior, deberá


presentarse dentro del mismo lapso de 6 meses, una nueva declaración de
importación temporal que ampare las partes, en la que “no habrá lugar a
reliquidación de tributos”. Previene también la disposición, que las partes
reexportadas deberán identificarse y describirse detalladamente, de manera
inequívoca, referenciándolas con el equipo importado temporalmente.

Precisa la Sala que en el evento aquí regulado, ésto es, piezas o repuestos de un
bien de capital que fue importado bajo el régimen aduanero de importación
temporal a largo plazo para su reexportación en el mismo estado, se envía para
su reparación o reemplazo a otro país, la reimportación o retorno de la pieza
reparada o de la que la reemplace por averías o desperfectos, no se suspenden
los plazos de la importación temporal y no hay lugar a “reliquidación” de tributos y
que la Declaración de Exportación será documento soporte de la Declaración de
Importación de la parte reparada, o de la que la reemplace.

Ello es así porque se entiende que la importación inicial, la primera, causó los
tributos correspondientes sobre los bienes reparados o sustituidos y aún están en
proceso de cancelación las cuotas líquidas inicialmente y prorrateadas por
semestres.

La disposición consagra que no habrá lugar a “reliquidación” (a volver a liquidar)


de tributos, noción que es diferente a la exención, puesto que esta última
constituye un beneficio fiscal en virtud del cual se crea una exoneración legal, del
pago total o parcial de la prestación tributaria.

Se observa que dado el carácter restrictivo y la taxatividad de las exenciones, su


otorgamiento se consagra en forma expresa en la norma que la crea. El poder de
eximir, es paralelo al poder de gravar con tributos, ésto es, que quien tiene la
facultad constitucional de establecer un tributo la tiene también para establecer
exenciones del mismo.

Es claro que no puede tener el mismo alcance la previsión acusada, en cuanto


establece que en el evento señalado no hay lugar a reliquidación de tributos, con
la disposición que otorga una exención o dispensa de pago. Por ello, la Sala no
comparte la interpretación de la demandante de que la expresión acusada
comporta una exención, puesto que al no precisarse de “reliquidación”, se parte
de la base de que ya hubo un pago de tributos.

En ese orden de ideas, la expresión “en este evento no habrá lugar a la


reliquidación de tributos” no corresponde a la noción de exención, que presupone
la exoneración total o parcial de tributos, ésto es, un tratamiento aduanero
preferencial, y en tales condiciones, al no consagrar la frase acusada una
exención de derechos de aduana e IVA, que es el supuesto en el que se
fundamenta la demanda, debe concluirse que no se produjeron las violaciones
aducidas.

Por lo precedente, no encuentra la Sala fundados los motivos invocados para


declarar la nulidad de la expresión “en este evento no habrá lugar a
reliquidación de tributos”, contenida en el inciso 3 del artículo 149 del Decreto
2685 del 28 de diciembre de 1999, expedido por el Presidente de la República,
por lo que habrán de desestimarse las pretensiones de la demanda.

En mérito a lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso


Administrativo, Sección Cuarta, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la ley,

F A L L A:

NIEGANSE LAS PRETENSIONES DE LA DEMANDA.

COPIESE, NOTIFIQUESE, COMUNIQUESE Y ARCHIVESE. CUMPLASE.

Se deja constancia que la anterior providencia fue estudiada y aprobada en sesión


de la fecha.

JUAN ANGEL PALACIO HINCAPIE GERMAN AYALA MANTILLA


-Presidente-

LIGIA LOPEZ DIAZ MARIA INES ORTIZ BARBOSA

RAUL GIRALDO LONDOÑO


-Secretario-

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