Professional Documents
Culture Documents
Conclusión
El tipo de liderazgo parece ser un factor crítico para la institucionalización de los
nuevos partidos, aunque la literatura existente no está de acuerdo sobre cuál tipo es
preferible; los líderes "transaccionales" o pragmáticos beneficiarían a los partidos políticos a
largo plazo.
La organización del partido es otra variable importante. Es tal vez el único factor que
permite a los partidos políticos nuevos o existentes cumplir una de sus funciones
esenciales: canalizar y agregar las demandas populares. Los partidos con poca o
ninguna organización no pueden esperar mantener el linkage y, por eso, son estos
partidos los que, fracasan con más frecuencia.
El argumento planteado aquí, entonces, es que para los nuevos partidos es preferible
tener un liderazgo carismático, porque esto les ayuda en la tarea de destacarse de los
partidos existentes y en solidificar su base de apoyo. Mientras que el nuevo partido
asciende en el orden de preferencias (i.e. desde el deseo de sobrevivir a la
institucionalización, a la posibilidad de gobernar) debe tener cada vez más dirigentes
pragmáticos. Este movimiento hacia un liderazgo más pragmático no debe ocurrir
demasiado rápido y tampoco debe percibir éxitos electorales meteóricos. De esta
manera el liderazgo llegará a estar muy enfocado en ganar votos, más no en consolidar
la organización del partido.