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Aunque las causas del fallo de un material pueden ser muy diversas, todas
están ligadas en cierta medida al error humano, estas se pueden resumir
principalmente a siete, fallas por diseño, por selección inadecuada del material,
por un tratamiento térmico defectuoso, por una manufactura defectuosa del
material, por un mecanizado defectuoso, montaje defectuoso y operación y
mantenimiento deficientes. [2]
Diseño. Se considera que un elemento tiene un falla de diseño
cuando en este no se tiene en cuenta o hay un error en el cálculo de
las condiciones a la cuales deberá operar dicho elemento. Un
ejemplo de esta causa de fallo está en los inicios de la construcción
de los primeros jets en 1950, cuando no se tuvo en cuenta que
debido a la presurización y despresurización de la cabina generaría
en las equinas agudas de las ventanas una alta concentración de
esfuerzos, los cuales la agrietaron y posteriormente la fracturaron,
produciendo la explosión de las naves en pleno vuelo. [3]
Selección inadecuada del material. Esta causa de fallo se presenta
cuando el diseñador del elemento, pasa por alto cuales son los
límites bajo los cuales el material con el que es fabricado el elemento
puede operar. El hundimiento del Titanic se debió a un fallo de este
tipo, cuando no se tuvo en cuenta por desconocimiento que el acero
seleccionado para el casco de éste se volvería extremadamente
frágil a bajas temperaturas.[4]
Tratamiento térmico defectuoso. Un material que sea sometido a
un tratamiento térmico, el cual fue realizado sin el cuidado necesario,
puede experimentar imperfecciones, tales como microgietas que lo
pueden conllevar a una falla improvista.
Manufactura defectuosa. Esta causa de falla es más común en
fundiciones y uniones soldadas, en la cuales se pueden presentar
porosidades (en el caso de la soldadura debido a inclusiones de
escoria) y grietas en las cuales se concentran esfuerzos que generan
una posterior ruptura del elemento o de la unión.
Mecanizado defectuoso. En elementos que están sometidos a
esfuerzos cíclicos repetidos la presencia de alguna marca de
mecanizado puede conllevar al desgaste progresivo y prematuro del
material.
Montaje defectuoso. En elementos donde se requiere alta precisión
en el ensamble de sus componentes, se requiere que estos
componentes estén dentro de las tolerancias de ensamble, ya que si
llegan a estar desalineados podría presentarse, por ejemplo, cornisas
o salientes en las cuales se produciría un mayor esfuerzo que
llevaría a la ruptura del material.
Operación y mantenimiento deficientes. Se debe tener en cuenta,
para todo instrumento, que el uso normal de este genera un desgaste
normal del material, lo cual puede ser corregido con un correcto
mantenimiento preventivo, que de no realizarse causaría un
funcionamiento anormal del instrumento, lo cual es considerado una
falla.
Tipos de fallas.
Las fallas estructurales de un material pueden ser de diferentes tipos,
principalmente, fracturas, grietas, desgaste y corrosión; cualquiera de estas
puede ser debida a un proceso químico, en tanto que solo las tres primeras son
consecuencias del trabajo –debido o indebido– al cual el material es sometido.
Fracturas.
Es el resultado final de un proceso de deformación plástica excesiva al cual es
sometido un material. Dependiendo del material y factores ajenos a este como
la temperatura, la carga y el tiempo durante el cual es sometido el material,
este puede llegar a una fractura, que se pueden clasificar principalmente como
súbita (también llamada frágil) o dúctil, además, cada tipo de fractura presenta
diferentes características en su aspecto, así como también en su
microestructura.
Fractura frágil
Fractura dúctil. Se origina ante esfuerzos cortantes que dejan como evidencia
una deformación plástica observable, produce en los planos de corte la forma
copa-cono, por consiguiente forma un ángulo de 45° respecto a la carga, donde
a lo largo de la superficie inclinada se evidencia una zona de desgarre y en el
tope de esta una zona fibrosa.
Fractura dúctil
Zona fibrosa.
Zona de desgarre.
Desgaste abrasivo.
Fatiga superficial: Se presenta cuando los elementos que están en
contacto presentan pequeñas imperfecciones, las cuales originan
esfuerzos repetitivos que a su vez causan pequeñas picaduras en el
material.
11.3.4. Corrosión.
La corrosión es una falla en un elemento resultado de un proceso químico en el
cual el material reacciona con elementos de su entorno, reacción que altera sus
propiedades, reduciendo su dureza, su resistencia mecánica, entre otras.
Detección de fallas.
Métodos usados en otros campos del saber, como por ejemplo la medicina, son
también usados en la detección de fallas. Para identificar fallas presentes así
como susceptibilidad a estas, se hace uso de en sayos no destructivos y
ensayos destructivos, respectivamente.
Ensayos destructivos.
El fin de estos ensayos es evaluar la tendencia a fallas de ciertas piezas,
haciendo uso de muestras de material idéntico al del elemento que se va a
usar, se extraen probetas del mismo lote de producción y estas son sometidas
a procesos que las destruyen y evalúan en qué punto presentan fallo, es decir,
el límite de dicho material antes de considerarse obsoleto.
Ensayos no destructivos.
Este tipo de ensayos son los más indicados para detectar una falla en un
elemento que va a ser usado, puesto que no requieren de la destrucción del
elemento.