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PUNTO 6

Por ejemplo, en una obra donde se desea la construcción de túneles, tenemos los planos
de las diferentes tuberías necesaria para esta, hallamos una inconsistencia entre la
electica y la de agua se intersectan lo que tocaría hacer una revisión nuevamente de los
planos iniciales, con los respectivos ingenieros tanto hidráulicos como los eléctricos
buscamos una solución que sea más eficiente para continuar con la construcción, Ya sea
cambiando el trazado de ambas o ubicando una por encima de otra. Estas irían de la
siguiente manera (La eléctrica encima de la del agua, por si se presenta alguna fuga).

De ahí nos vamos a los planos de inicio, hacemos los respectivos cambios para así tener
los planos finales.

CONCLUSIÓN

La construcción de un túnel depende de 2 factores importantes que son: El estado del


terreno (Geología) y los métodos de construcción, los cuales están totalmente relacionados
con la forma del terreno en el cual se realizará el túnel.

Geología:

La geología se convierte en un factor determinante para la construcción de un túnel, ya que


las soluciones dependen especialmente de la naturaleza del terreno, de su resistencia y de
la posible presencia de agua. Este factor puede variar desde el trazado definitivo de un
túnel, hasta la forma de la sección que debe adoptar éste. Se debe tratar de ubicar el túnel
en una roca de alta calidad, no importa que se tenga que profundizar un poco más, ya que
los costos de excavación se verán recompensados por el dinero y esfuerzo que se ahorrará
en revestimiento.

Otro aspecto importante será la ubicación de la entrada y de salida del túnel ya que deben
quedar en una zona de alta seguridad, de modo que se puedan evitar derrumbes, aludes,
etc. Es de suponer que a medida que se profundiza el túnel se comiencen a encontrar
mejores zonas en el macizo (roca madre). Además a la hora de empezar a construir el túnel
se deben tener en cuenta el agua (napas subterráneas, vertientes, etc.) que podría afectar
parcial o totalmente la construcción, representando una gran pérdida económica.

Al trazar el túnel se deben tener en cuenta algunos factores tales como:


Zonas de antiguos derrumbes, esto generaría una falsa impresión sobre el espesor real del
macizo firme, lo mismo ocurriría con cauces secundarios, valles rellenados y fallas
geológicas, ya que allí se encuentra una gran zona de roca triturada, que lo único que
crearían sería un espesor mayor en el diámetro final, además de un tratamiento especial
en cuanto al cálculo estructural de túnel.

Construcción:

La construcción de túneles ordinarios plantea dos problemas principales: la perforación, es


decir, la ejecución de la excavación, y la ejecución del revestimiento.

Perforación:

Estos trabajos se realizan avanzando a partir de un número restringido de bocas de ataque.


La duración de la obra depende ciertamente del número de bocas de ataque que puedan
utilizarse simultáneamente, por lo tanto, para lograr reducir el tiempo de construcción de la
obra conviene multiplicar los frentes de ataque.

La construcción de túneles tiene diferentes y variadas formas de hacerse, todas dependen,


como ya hemos mencionado con anterioridad, de las características del terreno.

Según la naturaleza del terreno, puede atacarse la perforación con una sección superficial
más o menos grande.

En ciertos macizos rocosos, puede atacarse a plena sección incluso en el caso de las
bóvedas de gran luz (20 m2 y más) de las centrales hidroeléctricas subterráneas.

En los terrenos sin cohesión (arenas secas, gravas) será necesario, por el contrario a
limitarse a una galería elemental de 4 a 5 m2 para poder avanzar con una entibación
adecuada.

Si se trata de arenas finas saturadas de agua a presión (arenas fluidas), de lodos, arcillas
o terrenos en los que se presentan importantes afloraciones de agua, será necesario incluso
recurrir a procedimientos especiales como el escudo de aire comprimido o las inyecciones
de hormigón.

En cuanto a la maquinaria, debido a las particularidades de cada proyecto, tales como la


geología, diámetro, longitud del túnel, etc., cada uno necesita una máquina distinta. Aun
así, la tecnología que domina el mercado se puede clasificar, en términos generales, en
dos tipos: la hinca de tubos y máquinas topo (tuneladoras).

La hinca de tubo

La técnica de hinca de tubos pertenece al conjunto de sistemas de construcción de túneles


sin zanja con diámetros normalmente inferiores a 4 metros de diámetro exterior, ya que
diámetros mayores dificultan la manipulación de tubos. Se utiliza en el montaje de
acometidas, colectores, oleoductos, gasoductos, etc.

Se pueden hincar tubos de diferentes diámetros y de los más diversos materiales:


hormigón, acero, fundición, fibrocemento, de polímeros, etc. La maquinaria para la hinca de
tubos es: Hincas mediante Escudos Abiertos e Hincas mediante Microtuneladoras (Escudos
Cerrados)

Las razones fundamentales que han llevado al desarrollo de esta técnica de construcción
han sido la menor incidencia en el medio ambiente y las ventajas técnicas constructivas.

Las ventajas de la hinca mediante microtuneladora son:

• Reduce el movimiento de tierras.

• Respeta al máximo el medio ambiente y a los ciudadanos.

• No es preciso bajar los niveles freáticos.

• Prácticamente no causa alteraciones en el tráfico rodado.

• Los trabajos no se ven afectados por razones climatológicas.

• Realización rápida de los trabajos y cumplimiento de los plazos.

Máquinas Topo (tuneladoras)

Si se elige la tuneladora apropiada, la geología no es un problema, por eso es primordial


realizar un buen y detallado estudio geológico de la zona a perforar. Para cada tipo de
terreno hay un tipo de tuneladora ideal, aunque en los últimos años se están diseñando
tuneladoras como los dobles escudos que permiten trabajar satisfactoriamente en casi todo
tipo de terrenos.

Existen hoy en día diferentes tipos de tuneladoras como por ejemplo: Escudos EPB,
Escudos Mixshield, Escudos para Roca Dura, Doble Escudos, Topos, etc.

Revestimiento

El diseño del revestimiento además de tener en cuenta todas las cargas que actuarán sobre
el túnel debe contar con la más mínima posibilidad de pérdidas, deberá proporcionar el
sostenimiento necesario y la impermeabilización en todos los casos.

El gasto por este concepto puede alcanzar el 30% del precio total. En general, se recurrirá
al hormigón. La mampostería (poco usada en nuestros días) suele imponerse en las zonas
apuntaladas, y los revestimientos de anillos metálicos u hormigón pretensado en ciertos
casos particulares (especialmente cuando se emplea para la perforación de terrenos fluidos
el método de los escudos)

Cuando se trata de túneles perforados en una masa rocosa homogénea e inalterable que
pueda soportar los esfuerzos a tomar en cuenta, puede prescindirse del revestimiento. Sin
embargo, incluso en este caso, conviene revestir. En todos los otros casos (roca
heterogénea o de resistencia insuficiente y con mayor razón terreno suelto) el revestimiento
se impone.

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