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Los diversos tipos de instalación explicados en el capitulo “Diversos tipos de

instalación”, indican que la “tubería principal”, excepto la instalación centralizada


y la instalación con válvula maestra, se timbrará en función de la presión
estática”, eligiéndose normalmente tubería T-10 atm.
A partir del origen del sector, la tubería que alimentara a los aparatos de riego,
será T-6 atm, ya que soportará la “presión dinámica”, o se coloca un reductor de
presión delante de la válvula.
Tanto para instalaciones con tuberías de PVC, PEBD o PEMD, se deberán
cumplir los siguientes puntos, siendo imprescindible el tercero y aconsejables los
restantes:
1º- Que la velocidad sea £ 1,5 salvo excepciones.
2º- Que la perdida de carga sea £ 6% salvo excepciones.
3º- Norma fundamental del riego: Que la pérdida de carga en el ramal mas el
desnivel existente entre el primero y último aparato de riego (o derivación) de
dicho ramal no debe superar el 20% de la presión de trabajo del aparato de riego.
4º- Que el menor diámetro para un difusor será de 20 mm, y para los aspersores
de 25 mm.

Riego por
Microaspersión

Novedades Agrícolas realiza instalaciones de microaspersión y difusores en


diferentes tipos de cultivo y situaciones.

Los Microaspersores están destinados a suministrar el riego mediante gotas muy finas. Poseen
un deflector giratorio, denominado rotor o bailarina, que ayuda a ofrecer un mayor diámetro de
cobertura, una menor tasa de precipitación que los difusores, un mayor tamaño de gota, y una mejor
distribución del agua (sobre todo en uniformidad de distribución). Por cada tipo de microaspersor existen
varios tipos de rotores (bailarinas).
La diferencia principal con la nebulización es que la microaspersión proyecta en agua en forma de chorros
diminutos a la planta, en lugar de suministrarla en forma nebulizada, y a su vez disponen de elementos
giratorios que distribuyen el agua en la superficie.

Actualmente los emisores de microdifusión presentan múltiples combinaciones en su instalación:


Se puede instalar directamente sobre tubería superficial de PE (25 o 35 mm de diámetro) o bien podrán ir
dispuestos sobre varillas soporte y microtubo. Tiene un montaje y manejo sencillo, sin necesidad de
utilizar herramientas para su instalación.

Todos los componentes son intercambiables, permitiendo utilizar el diseño más apropiado para cada
necesidad.

Aplicación:
Los microaspersores son ideales para riegos de bajo volumen en cultivos hortícolas, fruticultura, flores,
invernaderos, viveros, protección contra heladas y riego de jardines. También permiten la aplicación de
productos fitosanitarios en la cobertura vegetal de los cultivos.

Su uso está muy extendido en invernaderos, sobre todo en hortícolas de hoja (lechuga, espinaca, col).

Partes de la instalación:
 Grupo de Bombeo:para suministrar la presión y el caudal adecuado a la instalación.
 Filtración:el mayor o menor grado de espesor de filtración de la misma ira relacionado con la calidad
del agua, y el tamaño de la boquilla del aspersor.
 Sistema de abonado
 Red de tuberías.
 Microaspersores: El alcance, el caudal y el tamaño de gota determinaran la elección de uno u otro
modelo y la modalidad de la instalación.
Materiales empleados:
Instalación enterrada con PVC o PE y accesorios necesarios.
Dependiendo de la modalidad de instalación podemos encontrar los siguientes materiales:

 Instalación de tuberías de PE aérea, junto con el sistema portante, microtubos y sistemas de


conexión de los microaspersores. (microaspersión invertida)
 Instalación de tuberías de PE en el suelo, varillas de soporte, microtubos y sistemas de conexión
de los microaspersores.

BOMBAS
UNE-EN 12723 “Bombas para líquidos. Términos generales para bombas e
instalaciones. Definiciones, magnitudes, símbolos y unidades”,
UNE-EN 12162 “Bombas para líquidos. Seguridad. Procedimientos de ensayo
hidrostático”
FILTROS
ISO 9912 “Agricultural irrigation equipment. Filters”.
TUBERÍAS
UNE-EN 1452 "Sistemas de canalización en materiales plásticos para
conducción de agua. Poli(cloruro de vinilo) no plastificado (PVC-U)".
UNE-EN 1796 "Sistemas de canalización en materiales plásticos para
suministro de agua con o sin presión. Plásticos termoestables reforzados con
fibra de vidrio (PRFV) basados en resina de poliéster insaturada (UP)"
UNE-EN 13244 "Sistemas de canalización en materiales plásticos, enterrados
o aéreos, para suministro de agua, en general, y saneamiento a presión.
Polietileno (PE)."
VÁLVULAS
UNE-EN 1074 “Válvulas para el suministro de agua. Requisitos de aptitud al
uso y ensayos de verificación apropiados”.
Partes 1 a 6. ISO 9635 “Agricultural irrigation equipment. Irrigation valves”.
Partes 1 a 6. UNE-EN 1267 “Válvulas. Ensayo de resistencia al flujo utilizando
agua como fluido de ensayo”
ISO 9644 “Agricultural irrigation equipment. Pressure losses in irrigation valves.
Test method” UNE 68074 “Material de riego. Válvulas volumétricas. Requisitos
generales y métodos de ensayo” ISO 7714 “Agricultural irrigation equipment.
Volumetric valves. General requirements and test methods”
UNE-EN 736 “Válvulas. Terminología”
SÍMBOLOS GRÁFICOS ISO 15081 “Irrigation equipment. Graphic symbols for
pressurized irrigation systems”

CONTADORES
UNE-EN 14268 “Técnicas de riego. Contadores de agua”
O.M. 28-12-88 Orden Ministerial de 28 de diciembre de 1988, por la que se
regulan los contadores de agua fría y aplica la Directiva 75/33/CEE de 17.12.74
HIDRANTES
UNE-EN 14267 “Técnicas de riego. Hidrantes de riego”
UNE-EN 1074-6 “Válvulas para el suministro de agua. Requisitos de aptitud al
uso y ensayos de verificación apropiados. Parte 6: Hidrantes”
FERTIRRIGACIÓN
ISO 13457 “Agricultural irrigation equipment. Water-driven chemical injector
pumps”
ISO 15873 "Irrigation equipment. Differential pressure venturi fertilizer injectors"
VÁLVULAS DE PLÁSTICO PEQUEÑAS
ISO 991 “Agricultural irrigation equipment. Manually operated small plastics
valves”
ACOPLES RÁPIDOS
UNE-EN 12734 “Técnicas de riego. Tubos de acoplamiento rápido para alas
móviles de riego. Características y ensayos”
ISO 11678 “Agricultural irrigation equipment. Aluminium irrigation tubes”
ASPERSORES
UNE 68072 “Materiales de riego. Aspersores rotativos. Requisitos generales y
métodos de ensayo”
UNE-EN 13742 “Técnicas de riego. Sistemas de aspersión de cobertura total”
ISO 15886 “Irrigation equipment. Irrigation sprinklers”
ENROLLADORES DE RIEGO
UNE-EN 12324 “Técnicas de riego. Sistemas con enrolladores”
UNE-EN ISO 8224 “Máquinas de riego móviles”
UNE-EN 908 “Maquinaria agrícola y forestal. Enrolladores de riego. Seguridad”

PÍVOTS Y SISTEMAS DE AVANCE FRONTAL


UNE-EN 12325 “Técnicas de riego. Sistemas de pivote central y de avance
frontal”
UNE-EN ISO 11545 “Equipos de riego. Pivote central y sistemas de avance
frontal con boquillas para aspersores y difusores. Determinación de la
uniformidad en la distribución del riego”
UNE-EN 909 “Maquinaria agrícola y forestal-Máquinas de riego de pivote
central y de avance frontal. Seguridad”
DIFUSORES
UNE 68073 “Material de riego. Difusores. Requisitos generales y métodos de
ensayo”
ISO 8026 “Agricultural irrigation equipment. Sprayers. General requirements
and test methods” RIEGO AUTOMÁTICO DE ESPACIOS VERDES UNE-EN
12484 "Técnicas de riego. Sistemas de riego automático de espacios verdes"
EMISORES
UNE 68075 “Materiales de riego. Emisores. Requisitos generales y métodos de
ensayo”
UNE 68076 “Equipos para riego. Sistemas de tuberías emisoras.
Características generales y métodos de ensayo”
UNE-EN 13635 “Técnicas de riego. Sistemas de riego localizado. Terminología
y datos suministrados por el fabricante”
ISO 9261 “Agricultural irrigation equipment. Emitters and emitting pipe.
Specification and test methods”
TUBERÍAS DE MICROIRRIGACIÓN
UNE 53367 “Plásticos. Tubos de polietileno PE32 y PE40 para microirrigación.
Características y métodos de ensayo”
EVALUACIONES HIDRÁULICAS
EN 15097 "Técnicas de riego. Riego localizado. Evaluación hidráulica”

Efectos positivos y negativos del


regadío en los suelos
Publicado en marzo 23, 2016
La agricultura del riego consiste en el suministro de agua a los cultivos mediante
diferentes métodos artificiales de riego y aunque por sí misma la agricultura
constituye una alteración del medio ambiente con aspectos negativos también tiene
importantes efectos positivos.

Efectos medioambientales positivos de la agricultura de regadío


 Uso racional del agua de riego y la minimización de la contaminación de las
aguas.
 Aportación de oxígeno a la atmósfera por la fotosíntesis de la cubierta vegetal.
 Efecto positivo sobre la capa de ozono debido a que los cultivos de regadío son
auténticos sumideros de CO2 atmosférico.
 Incremento del valor paisajístico.
 La agricultura herbácea es productora de materias primas para la fabricación de
biocombustibles.
 Favorece la diversidad de fauna y flora.
 Mayor productividad, en las áreas regadas es muy superior a las áreas no
regadas.
 Influencia en los servicios e industrias agroalimentarias asociadas que conducen
a beneficios en la economía inducida por el regadío. Genera empleo.
 Reducción de la erosión y la desertización mediante el mantenimiento de la capa
vegetal en regadíos eficientes.
 La fijación de la población en los territorios rurales, evita el abandono de tierras
y despoblamiento.
 Favorece el desarrollo de actividades cinegéticas y turismo.
En contraposición a todos estos efectos y a pesar de que el grado de deterioro
ambiental de la actividad agrícola de regadíos es bajo comparado con otras acciones
como la industria o infraestructuras como carreteras o ferrocarril hay que destacar
también los aspectos negativos.

Efectos medioambientales negativos de la agricultura de regadío


 Las obras de infraestructura para realizar los riegos, el almacenamiento y
distribución de agua.
 La alteración del medio, una transformación a gran escala
 El uso masivo e irracional del agua supone un importante perjuicio ya que es un
recurso muy escaso en muchas zonas.
 Es la actividad que más cantidad de agua consume, cifrándose en torno al 80%
del total.
 Origina residuos y desechos contaminantes
 Requiere el uso de recursos naturales suelo, compuestos químicos, agua,
combustible
El nivel de afectación del medio dependerá del método de riego que se instale (por
superficie, aspersión o localizado) y de la magnitud de la transformación.

En transformaciones en grandes superficies de riego por superficie a riego localizado


se verán afectados:

 Clima de la zona, especialmente a la humedad y temperatura del aire


 Los hábitats propios del riego, como los canales de riego, embalses, sistemas de
desagüe.
 Alteración en el funcionamiento de los acuíferos
Efectos positivos y negativos del
regadío en los suelos
Publicado en marzo 23, 2016
La agricultura del riego consiste en el suministro de agua a los cultivos mediante
diferentes métodos artificiales de riego y aunque por sí misma la agricultura
constituye una alteración del medio ambiente con aspectos negativos también tiene
importantes efectos positivos.

Efectos medioambientales positivos de la agricultura de regadío


 Uso racional del agua de riego y la minimización de la contaminación de las
aguas.
 Aportación de oxígeno a la atmósfera por la fotosíntesis de la cubierta vegetal.
 Efecto positivo sobre la capa de ozono debido a que los cultivos de regadío son
auténticos sumideros de CO2 atmosférico.
 Incremento del valor paisajístico.
 La agricultura herbácea es productora de materias primas para la fabricación de
biocombustibles.
 Favorece la diversidad de fauna y flora.
 Mayor productividad, en las áreas regadas es muy superior a las áreas no
regadas.
 Influencia en los servicios e industrias agroalimentarias asociadas que conducen
a beneficios en la economía inducida por el regadío. Genera empleo.
 Reducción de la erosión y la desertización mediante el mantenimiento de la capa
vegetal en regadíos eficientes.
 La fijación de la población en los territorios rurales, evita el abandono de tierras
y despoblamiento.
 Favorece el desarrollo de actividades cinegéticas y turismo.
En contraposición a todos estos efectos y a pesar de que el grado de deterioro
ambiental de la actividad agrícola de regadíos es bajo comparado con otras acciones
como la industria o infraestructuras como carreteras o ferrocarril hay que destacar
también los aspectos negativos.
Efectos medioambientales negativos de la agricultura de regadío
 Las obras de infraestructura para realizar los riegos, el almacenamiento y
distribución de agua.
 La alteración del medio, una transformación a gran escala
 El uso masivo e irracional del agua supone un importante perjuicio ya que es un
recurso muy escaso en muchas zonas.
 Es la actividad que más cantidad de agua consume, cifrándose en torno al 80%
del total.
 Origina residuos y desechos contaminantes
 Requiere el uso de recursos naturales suelo, compuestos químicos, agua,
combustible
El nivel de afectación del medio dependerá del método de riego que se instale (por
superficie, aspersión o localizado) y de la magnitud de la transformación.

En transformaciones en grandes superficies de riego por superficie a riego localizado


se verán afectados:

 Clima de la zona, especialmente a la humedad y temperatura del aire


 Los hábitats propios del riego, como los canales de riego, embalses, sistemas de
desagüe.
 Alteración en el funcionamiento de los acuíferos

Como impactos positivos cabe destacar:


El incremento del valor paisajístico de determinado sistemas de riego, más importante en
riegos tradicionales.
Se favorece también la biodiversidad o variedad de especies de fauna y flora, así como el
desarrollo de actividades cinegéticas, deportivas y turísticas.
Entre los impactos negativos se encuentran:
Las obras de infraestructura para realizar los riegos, almacenamiento y distribución de
agua, caminos, etc.
En otro ámbito, el uso masivo e irracional de agua supone un importante perjuicio, en
cuanto es un recurso muy escaso en muchas zonas.
A este mal uso contribuyen las pérdidas de agua en las infraestructuras de riego y los
riegos poco eficientes. Las pérdidas de agua por filtración profunda y su efecto
principalmente en la contaminación por nitratos en aguas subterráneas y superficiales, así
como la erosión del suelo, que lo degrada y contamina el agua de retorno, son dos de los
efectos más importantes en el medio ambiente.
En muchas ocasiones es suficiente realizar riegos con elevada uniformidad y eficiencia
para minimizar estos impactos negativos

Impactos ambientales/Riego y drenaje


< Impactos ambientales

Los proyectos de riego y drenaje manejan las fuentes hidricas a fin de promover la
producción agrícola. Hay diferentes tipos de riego, dependiendo de la fuente del agua
(superficial o subterránea), su forma de almacenamiento, los sistemas de transporte y
distribución, y los métodos de entrega (aplicación en el campo).
Desde hace mucho tiempo, se ha utilizado el agua superficial (principalmente los ríos) para
riego, y, en algunos países, desde hace miles de años; todavía constituye una de las
principales inversiones del sector público. Los proyectos de riego en gran escala, que
utilizan el agua freática, son un fenómeno reciente, a partir de los últimos treinta años. Se
encuentran principalmente en las grandes cuencas aluviales de Paquistán, India y China,
donde se utilizan pozos entubados para aprovechar el agua freática, conjuntamente, con
los sistemas de riego que emplean el agua superficial.
El método principal de entrega (para cerca del 95 por ciento de los proyectos en todo el
mundo) es el de superficie (riego por inundación o de surco); el agua se distribuye por
gravedad en la zona que va a ser regada. Otros sistemas emplean rociadores y riego de
goteo. El riego por aspersión rocía las gotas de agua en la superficie de la tierra,
simulando el efecto de la lluvia. El riego de goteo libera gotas o un chorro fino, a través de
los agujeros de una tubería plástica que se coloca sobre o debajo de la superficie de la
tierra. Aunque sean tecnológicas nuevas, relativamente, que requieren una inversión inicial
más grande y manejo más intensivo que el riego de superficie, el riego por aspersión y el
de goteo promete mucho potencial para optimizar la eficiencia del uso del agua, y reducir
los problemas relacionados con el riego.
Los proyectos de riego pueden incluir los siguientes equipos e infraestructura:

 represas, cuencas hidrográficas y reservorios;


 facilidades de desviación o toma;
 pozos, estaciones de bombeo, canales, acequias y paliduchos para transportar el agua
(incluyendo el drenaje); y,
 sistemas de distribución para el riego de goteo y por aspersión.

Sumario
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 1¿POR QUÉ REGAR?


 2Potenciales Impactos Ambientales
 3Saturación y Salinización
 4Temas Sociales
 5Eficiencia del riego y mejoramiento de los sistemas existentes
 6Alternativas de los proyectos
 7Administración y capacitación
 8Monitoreo
 9Impactos negativos y medidas de atenuación
 10Referencias

¿POR QUÉ REGAR?[editar]


1.1 . 1MP0RTANCIA DEL AGUA EN LAS PLANTAS.
El agua es uno de los más importantes componentes de todos los organismos vivientes.
Específicamente en las plantas, es el principal constituyente, ya que representa 80% o
más del peso de las plantas herbáceas y alrededor de un 50% de las leñosas. Además de
ser una parte fundamental, constituye el medio de transporte de los nutrientes que
provienen del suelo y en el proceso fotosintético el agua se combina con el dióxido de
carbono para constituir la biomasa, es decir la planta misma.
A pesar de que el agua es parte de la planta como ya se ha dicho, el consumo mayor de
este elemento no es en la formation de los tejidos vegetales, sino en el proceso de
transpiración. Se estima que en la mayoría de los cultivos el agua evapotranspirada
durante su desarrollo representa más del 95% del consumo de este elemento.
La transpiración de las plantas constituye un importante proceso en su desarrollo, el cual
se puede describir brevemente en la siguiente forma:
El agua almacenada en el suelo, dentro de la zona de exploración de las raíces de las
plantas, penetra a estas por los pelillos absorbentes de la raíz, debido a diferencia de
potencial hídrico, o diferencia de presión, la cual generalmente es mayor en el suelo que
en la planta. Posteriormente se mueve por el xilema de la planta, también por diferencia de
potencial, hasta llegar a las hojas y sale por los estomas (pequeños orificios que abundan
principalmente en el envés) , de donde se evapora por efecto de la energía radiante. Parte
del agua almacenada en el suelo, se evapora directamente de este, principalmente cuando
la cubierta vegetal no lo tapa en su totalidad, por esta razón se dice que los cultivos
evapotranspiran.
La cantidad de agua que evapotranspira un cultivo depende de varios factores, como se
explicará con más detalle en el siguiente capítulo; sin embargo, se puede adelantar que el
flujo de agua del suelo a la atmósfera depende de la demanda, que por una parte
establecen los factores atmosféricos, como son la radiation solar, la temperatura del aire,
su contenido de vapor de agua y la velocidad del viento, y por otra, de la oferta de agua
que depende del contenido de humedad en el suelo, de sus características físicas y de las
características morfológicas y fisiológicas de las plantas. Es conveniente señalar que
cuando la velocidad de salida del agua por las hojas supera a la de entrada por la raíz, la
planta toma agua de sus tejidos y empieza a mostrar signos de marchitamiento, el cual
puede ser irreversible si continua este desbalance; sin embargo, como defensa a esta
situación adversa, reduce la apertura estomatal, con lo cual se reduce la velocidad de
salida del líquido. Cuando sucede esta situación, se dice que la planta sufre de un deficit
de humedad, porque la demanda de agua supera al abastecimiento.
Se ha visto que hay una íntima relación entre el agua que transpiran las plantas y la
cantidad de biomasa que se fotosintetiza. Según una teoría establecida por el professor
Holandés De Wit (citado por Feddes et al, 1978), la cantidad de bióxido de carbono que
entra a la planta depende de la apertura estomatal, de la cual también depende el agua
que sale de la planta en el proceso de transpiración, de tal manera que hay una relación
lineal entre la cantidad de agua transpirada y la biomasa generada; es decir, a más
transpiración más producción de biomasa o de materia seca de las plantas.
Esta teoría se ha comprobado experimentalmente, así en un experimento con frijol, llevado
a cabo en el Colegio de Posgraduados por J. Cumpa, E. Palacios y A. Exebio, (1988) se
muestra claramente que hay una relación lineal entre la cantidad de agua
evapotranspirada por este cultivo y la cantidad de biomasa generada. Para hacer más
generalizada esta relación, se consideran valores relativos de agua evapotranspirada y
biomasa generada (expresada como materia seca), en relación a los valores máximos
observados.
Experimentos de diferentes niveles de complejidad que se han llevado a cabo en muchos
lugares del mundo, demuestran que hay una relación muy íntima entre los rendimientos de
los cultivos y la cantidad de agua que disponen principalmente para satisfacer la demanda
evapotranspirativa; además, se ha demostrado que en algunas etapas de su desarrollo
vegetativo, las plantas son más o menos sensibles a déficits de agua. En general se puede
asegurar que conforme las plantas sufren más déficit de agua, menores serán sus
rendimientos y si este déficit se presenta en etapas críticas de desarrollo, como lo es el
inicio de la floración, los abatimientos en los rendimientos son más significativos.
Resumiendo, el desarrollo y finalmente el rendimiento de los cultivos depende, no sólo de
la cantidad de agua que reciben, sino de como se distribuye. Como se verá más adelante,
esta forma de distribución depende de las características físicas de los suelos donde se
encuentren dichos cultivos y de como reciben el agua los mencionados suelos.
1.2. CUANDO, DONDE Y POR QUE ES NECESARIO EL RIEGO.
En el párrafo anterior se ha informado del efecto que tiene en los cultivos los déficits de
agua en las diferentes etapas de su desarrollo, por lo que si la precipitación pluvial en una
determinada zona agrícola es insuficiente, o se encuentra mal distribuida en el tiempo y en
el espacio, se presentarán déficits de humedad, que afectarán el desarrollo y por lo mismo
el rendimiento de los cultivos agrícolas.
Para evitar estos déficits, generalmente debe complementarse el agua de lluvia que
reciben los cultivos, con agua suministrada mediante el riego.
Se observa que uno de los factores de riesgo más significativos en la agricultura es el
clima y como componente importante de éste, la lluvia que suministra el agua necesaria
para el desarrollo de los cultivos. Raramente la cantidad de agua que la lluvia aporta a los
cultivos, es adecuada para un buen desarrollo; aún en las zonas húmedas, es común que
durante uno o más períodos de la época de crecimiento de dichos cultivos, el agua
precipitada sea insuficiente para satisfacer su demanda.
Particularmente, en México la distribución de la lluvia en el tiempo y en el espacio, es
inadecuada para lograr cosechas económicamente viables. En efecto, la mayor parte de
los estudios climatológicos concuerdan en el hecho de que tres cuartas partes del país se
considera árido o semiárido; así, en un 42% del territorio la precipitación pluvial anual es
menor de 500 mm, con el agravante de que en el 80% del área, la lluvia se concentra en
cinco meses durante el verano, y además es común que se presente un período
importante de sequía estival en agosto.
Por otra parte, la demanda evapotranspirativa en México es de las más altas del mundo,
con un promedio superior a los 1500 mm anuales, poco más del doble de la lluvia
promedio.
De lo anterior se infiere que en la mayor parte del territorio nacional el riego es necesario.
Orive de Alba (1970), indica que en un 62.8% del país el riego es indispensable, en el
31.2% necesario y aún en el 6% restante, puede ser conveniente.
La decisión de regar o no regar, en las zonas donde no es indispensable, dependerá de un
estudio económico, que permita analizar la rentabilidad de la inversión en la infraestructura
para el riego. En la actualidad este estudio debe llevarse a cabo en los nuevos proyectos
agrícolas, dado que el agua es un recurso escaso en gran parte del territorio y el costo de
la infraestructura para regar y su posterior operación, representan un importante
porcentaje en el costo total del proyecto, cuya recuperación dependerá del valor de la
producción, de la facilidad para su comercialización y de los costos de producción.
1.3. CUAL ES EL EFECTO DEL RIEGO EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA.
En general, la agricultura de riego es más productiva que la de temporal o secano. De
acuerdo a las estadísticas agrícolas nacionales, la productividad media de la tierra en las
zonas de riego es 2.8 veces mayor que en las de temporal o secano. La razón de esta
diferencia es que en las zonas regadas se obtienen mejores rendimientos en las cosechas
y los productos generalmente son de mejor calidad.
Esta situación no prevalece solamente en México, en los Estados Unidos de América,
también se notan incrementos substanciales en los rendimientos, en promedio las áreas
con riego son 3.5 veces más productivas que las de temporal, diferencia mayor que la
observada en México; así, en una encuesta realizada en 22 estados de este país, se
observan aumentos hasta de más de 400% en los cultivos regados (Turner y Anderson,
1980).
Las razones por la que los rendimientos aumentan cuando los cultivos se riegan
apropiadamente son varias, entre las que destacan al menos cuatro; (1) seguridad de un
buen desarrollo de los cultivos sin déficits hídricos, (2) pueden crecer más plantas por
hectárea, (3) un uso más eficiente de los fertilizantes, y (4) pueden utilizarse mejores
variedades, las cuales se han desarrollado para la agricultura de riego.
En relación a la primera razón, ya se informó anteriormente la importancia de que las
plantas no padezcan de déficits; adicionalmente, la nacencia de las plantas se asegura
cuando se siembra en un terreno con la humedad apropiada, sin el temor de que por falta
de humedad se pierda la semilla.
Respecto a las mayores densidades de semilla que pueden sembrarse en la agricultura de
riego, en el mismo estudio de Turner y Anderson (1980), se muestra el efecto en varias
localidades de los E.U.A. de las densidades de siembra bajo condiciones de riego y de
temporal; en la Figura 1.4 se puede ver muy claramente dicho efecto en el cultivo del maíz.
El mejor aprovechamiento de los fertilizantes en la agricultura de riego es obvio, ya que
estos pasan a las plantas diluidos en el agua que entra por las raíces. Pero en la
agricultura intensiva que utiliza riego presurizado, el fertilizante se proporciona a los
cultivos mediante el sistema de riego, en las cantidades y con la frecuencia apropiada a las
necesidades de los cultivos. Esta práctica, reduce la pérdida de nutrientes de mucha
movilidad como lo es el nitrógeno.
Posteriormente se hará referencia a esta forma de proporcionar los fertilizantes a las
plantas, que se le ha denominado quimigación.
Gran parte de la investigación agrícola se lleva a cabo en condiciones de riego y por esta
razón, muchas de las nuevas variedades de semillas de cultivos, están adaptadas para
este tipo de agricultura.
Finalmente, debe agregarse que además de esperarse mayores rendimientos en la
agricultura de riego, también se espera una mejora considerable en la calidad y
uniformidad de sus productos. Los resultados de muchas investigaciones muestran como
puede mejorarse la calidad de los productos agrícolas con el riego; así, el algodón tiene
una fibra más larga, las nueces llenan mejor, la papa logra mayor tamaño y uniformidad,
etc.
Otros beneficios del riego que deben mencionarse, es el control de algunas plagas, la
reducción del peligro de heladas, control de la fecha de cosecha y en fechas relativamente
recientes la aplicación de diferentes agroquímicos mediante los sistemas de riego
presurizados, que permiten reducir su desperdicio y consecuentemente mitigan la
contaminación ambiental.

Potenciales Impactos Ambientales[editar]


Los potenciales impactos ambientales negativos de la mayoría de los grandes
proyectos de riego incluyen: la saturación y salinización de los suelos; la mayor incidencia
de las enfermedades transmitidas o relacionadas con el agua; el reasentamiento o
cambios en los estilos de vida de las poblaciones locales; el aumento en la cantidad de
plagas y enfermedades agrícolas, debido a la eliminación de la mortandad que ocurre
durante la temporada seca; y la creación de un microclima más húmedo. La expansión e
intensificación de la agricultura que facilita el riego, puede causar mayor erosión;
contaminar el agua superficial y freática con los biocidas agrícolas; reducir la calidad del
agua; y, aumentar los niveles de alimentos en el agua de riego y drenaje, produciendo el
florecimiento de las algas, la proliferación de las malezas acuáticas y la eutroficación de
los canales de riego y vías acuáticas, aguas abajo. Usualmente, se requieren mayores
cantidades de químicos agrícolas para compensar para controlar los crecientes números
de plagas y enfermedades de los cultivos.
Los grandes proyectos de riego que represan o desvían las aguas de los ríos, tienen el
potencial de causar importantes trastornos ambientales como resultado de los cambios en
la hidrología limnología de las cuencas de los ríos. (Los efectos del embalse del agua se
analizan en el artículo: Potencial de una presa hidráulica. Al reducir el caudal del río, se
cambia el uso de la tierra y la ecología de la zona aluvial; se trastorna la pesca en el río y
en el estero; y se permite la invasión del agua salada al río y al agua freática de las tierras
aledañas. El desvío y pérdida de agua debido al riego reduce el caudal que llega a los
usuarios, aguas abajo, incluyendo las municipalidades, las industrias y los agricultores. La
reducción del flujo básico del río disminuye también la dilución de las aguas servidas
municipales e industriales que se introducen, aguas abajo, causando contaminación y
peligros para la salud. El deterioro en la calidad del agua, debido a un proyecto de riego,
puede volverla inservible para los otros usuarios, perjudicar las especies acuáticas, y,
debido a su alto contenido de alimentos, provocar el crecimiento de malezas acuáticas que
obstruirán las vías fluviales, con consecuencias ambientales para la salud y la navegación.
Los potenciales impactos ambientales negativos directos del uso del agua freática
para riego surgen del uso excesivo de estas fuertes (retirando cantidades mayores que la
tasa de recuperación). Esto baja el nivel del agua freática, causa hundimiento de la tierra,
disminuye la calidad del agua y permite la intrusión del agua salada (en las áreas
costaneras).
Hay algunos factores ambientales externos que influyen en los proyectos de riego. El
uso de la tierra, aguas arriba, afectará la calidad del agua que ingresa al área de riego,
especialmente su contenido de sedimento (erosión causada por la agricultura) y
composición química, (contaminantes agrícolas e industriales). Al utilizar el agua que
deposita el sedimento en los terrenos, durante el tiempo, o, simplemente, al utilizar el agua
que trae un alto contenido de sedimento, se puede alzar el nivel de al tierra a tal punto que
se impida el riego.
Los beneficios obvios del riego provienen de la mayor producción de alimentos.
Además, la concentración e intensificación de la producción en un área más pequeña
puede proteger los bosques y tierras silvestres, para que no se conviertan en terrenos
agrícolas. Si existe una cobertura vegetal mayor durante la mayor parte del año, o si se
prepara la tierra (p.ej. nivelar y contornarla), se reduce la erosión de los suelos. Hay
algunos beneficios para la salud, debido a la mejor higiene y la reducción en la incidencia
de ciertas enfermedades. Los proyectos de riego pueden moderar las inundaciones, aguas
abajo.

Saturación y Salinización[editar]
La saturación y salinización de los suelos son problemas comunes con el riego superficial.
A nivel mundial, se ha estimado que, cada año, el riego saca de la producción una
cantidad de terreno que es igual a la porción que entra en servicio bajo riego, debido al
deterioro del suelo, principalmente, la salinización. La saturación es causada,
principalmente, por el drenaje inadecuado y el riego excesivo, y en un grado menor, por
fugas de los canales y acequias. El riego exacerba los problemas de la salinidad, que,
naturalmente, son más agudos en las áreas áridas y semiáridas, donde la evaporación
superficial es más rápida y los suelos, más salinos. La saturación concentra las sales
absorbidas de los niveles más bajos del perfil del suelo, en la zona de arraigamiento de las
plantas. La alcalinización (acumulación de sodio en los suelos) es una forma,
especialmente perjudicial, de salinización que es difícil de corregir. Aunque los suelos de
las zonas áridas y semiáridas tienen una tendencia natural de sufrir salinización, muchos
de los problemas relacionados con el suelo podrían ser atenuados si se instalan sistemas
adecuados de drenaje. El drenaje es el elemento critico para los proyectos de riego, y,
muy a menudo, se lo planifica y se lo maneja mal. Se puede reducir la saturación y
salinización mediante el uso del riego por aspersión o por goteo, porque se aplica el agua
más precisamente, y se puede limitar las cantidades, más fácilmente a los requerimientos
de los cultivos.

Temas Sociales[editar]
El trastorno social es inevitable en los grandes proyectos de riego que cubren áreas
vastas. La gente local, que el proyecto de riego desplaza, enfrenta el problema clásico del
reasentamiento: se reduce el nivel de vida, se producen mayores problemas de la salud,
conflictos sociales, y deterioro de los recursos naturales del área de reasentamiento (Ver el
artículo “Desplazamiento Involuntario”. La gente que permanece en el área,
probablemente, tendrá que cambiar sus prácticas de uso de la tierra y modelos agrícolas.
Las personas que se trasladan al área, también tendrán que adaptarse a las nuevas
condiciones (Ver el artículo “Colonización de Nuevas Tierras”). A menudo, la gente local
encuentra que tiene menor acceso a los recursos de agua, tierra y vegetación, como
resultado del proyecto. Las demandas contradictorias, con respecto a los recursos
acuáticos, y las desigualdades en su distribución pueden ocurrir, fácilmente, tanto en el
área del proyecto, como aguas abajo. Todos estos factores – las prácticas agrícolas
cambiantes, y la mayor densidad de la población – pueden tener un efecto profundo en
cuanto a los modelos sociales tradicionales.
A menudo, con la introducción del riego se asocia con un aumento, a veces extraordinario,
en las enfermedades o relacionadas con el agua. Las enfermedades que se vinculan, más
frecuentemente, con el riego son esquistosomiasis, malaria y oncocerciasis, cuyos
vectores proliferan en las aguas de riego. Otros riesgos para la salud que se relacionan
con el riego incluyen los que están vinculados al mayor uso de agroquímicos, el deterioro
de la calidad del agua, y la mayor presión de la población en el áreas.
La reutilización de aguas negras para riego puede transmitir las enfermedades contagiosas
(principalmente las hermínticas y, en un grado menor, las bacterianas y virales). Los
grupos que están expuestos al riego son los trabajadores agrícolas, los consumidores de
los vegetales (y la carne) de los campos regados con aguas servidas, y los aledaños. El
riego por aspersión representa un riesgo adicional, debido a la difusión de los patógenos
por el aire. Los riesgos varían, según el grado de tratamiento que han recibido las aguas
servidas, antes de ser reutilizadas.

Eficiencia del riego y mejoramiento de los sistemas


existentes[editar]
El uso ineficaz del agua (es decir, el riego excesivo) no solamente desperdicia el recurso
que podría servir para otros usos y ayudar a evitar los impactos ambientales, aguas abajo,
sino que también causa el deterioro, mediante saturación, salinización y lixiviación, y
reduce la productividad de los cultivos. La optimización del uso del agua, por tanto, debe
ser la preocupación principal de todo proyecto de riego.
Como se dijo anteriormente, hay grandes áreas de tierra bajo riego que han dejado de
producir debido al deterioro del suelo. Puede ser conveniente, y, por supuesto, beneficioso
para el medio ambiente, invertir en la restauración de estas tierras, antes que aumentar el
área de bajo riego.
Alternativas de los proyectos[editar]
Hay algunos alternativas para un proyecto de riego, su diseño y su manejo. Son las
siguientes:

 mejorar la eficiencia de los proyectos existentes y restaurar las tierras degradas, antes
que establecer un proyecto de riego nuevo;
 desarrollar sistemas de riego de pequeña escala, de propiedad individual, como
alternativas para los grandes programas públicos;
 desarrollar sistemas de riego que utilicen las aguas freáticas, porque tienen menos
probabilidad de causar daños ambientales que los sistemas que utilizan las aguas
superficiales;
 desarrollar, donde sea posible, los sistemas de riego que emplean, conjuntamente, las
aguas superficiales y freáticas, para aumentar la flexibilidad del suministro de agua y
reducir los impactos hidrológicos negativos;
 usar riego por aspersión o goteo, como alternativas para el riego superficial, a fin de
reducir el riesgo de saturación, salinización, erosión y uso ineficaz del agua;
 ubicar el proyecto de riego de tal manera que se reduzcan los impactos sociales y
ambientales; y,
 utilizar las aguas servidas tratadas, donde sea apropiado, a fin de dejar una mayor
cantidad de agua para los otros usuarios. O reducir los impactos ambientales del retiro
del agua de las fuentes superficiales y freáticas.

Administración y capacitación[editar]
A menudo, se citan los factores institucionales como causas del fracaso de los grandes
programas públicos de riego. La operación de todos los sistemas de control, desde la
fuente del agua hasta las granjas individuales, requiere administración casi constante. Es
esencial manejar el agua, cuidadosamente, para asegurar que la cantidad, tiempo,
controlabilidad y confiabilidad del agua que se entrega a los usuarios sean idóneos, porque
estos factores determinarán el éxito del proyecto. Si las personas idóneas no están
disponibles, o si carecen de las destrezas técnicas y administrativas necesarias, habrá que
entrenar a un equipo de administradores para que presten los servicios necesarios.
La planificación e implementación del proyecto de riego deberá realizarse con la
cooperación y colaboración de los ingenieros, edafólogos, hidrólogos, especialistas de
operaciones, especificando todas las normas de operación y metas de distribución del
agua, antes de diseñar la infraestructura física, y guiar, posteriormente, a los
administradores del proyecto.
Es necesario tener en cuenta que la vida útil de un sistema de riego supera los 50 años,
por lo tanto es necesario considerar las demandas hidricas con la suficiente elasticidad
para permitir que el sistema sea lo suficientemente flexible y pueda acompañar los
cambios en las demandas de producción.

Monitoreo[editar]
Los factores que requieren monitoreo son:

 el clima (viento, temperatura, lluvia, etc);


 el caudal del río, en varios lugares, aguas arriba y aguas abajo del proyecto de riego;
 el contenido de alimentos del agua de descarga;
 los caudales y niveles de agua en los puntos críticos del sistema de riego;
 los niveles del agua freática en el área del proyecto y aguas abajo;
 la calidad del agua que ingresa al proyecto y la de las corrientes de retorno;
 la calidad del agua freática en el área del proyecto;
 los niveles de salinidad del agua de los pozos de la costa;
 las propiedades físicas y químicas del suelo del área de riego;
 el área de terreno agrícola que está en producción;
 la intensidad de cultivo;
 el rendimiento de los cultivos por unidad de terreno y agua;
 las tasas de erosión/sedimentación del área del proyecto;
 la relación entre la demanda y la oferta de agua para los usuarios (equitatividad de la
distribución);
 condición de los canales de distribución y drenaje (sedimentación, presencia de
malezas, condición de los revestimientos);
 manejo de la cuenca hidrográfica, aguas arriba (extensión y prácticas agrícolas,
actividad industrial);
 la incidencia de enfermedades y presencia de vectores;
 la condición de salud de la población en el área del proyecto;
 los cambios en la vegetación natural del área del proyecto y en la zona aluvial, aguas
abajo;
 los cambios en las poblaciones de la fauna en el área del proyecto y en la zona aluvial,
aguas abajo, y, la población y las especies de peces.

Impactos negativos y medidas de atenuación[editar]

Impactos Negativos Potenciales Medidas de Atenuación


Directos -
 Diseñar y distribuir correctamente los
surcos o terrenos, evitando las gradientes
muy excesivas;
1. Erosión del suelo (de surco, o superficial)
 Nivelar el terreno;
 Diseñar terrazas en las laderas para reducir
el peligro de la erosión superficial.
 Diseñar un sistema de regaderas para
2. Erosión del suelo (con riego por aspersión en reducir el peligro de erosión; asegurarse que
los terrenos montañosos) la tasa de infiltración sea mayor que la tasa
de aplicación de las regaderas.
 Regular la aplicación del agua evitar el
riego excesivo (incluyendo un control sobre
el desvío, para poder suspender el
suministro de agua a las acequias);
3. Saturación de los suelos  Instalar y mantener un sistema adecuado de
drenaje;
 Utilizar canales revestidos o tubería para
prevenir las fugas;
 Utilizar riego por aspersión o por goteo
 Implementar las siguientes medidas para
evitar situación;
4. Salinización de los suelos.  Lixiviar las sales lavando periódicamente
los suelos;
 Cultivar las plantas que toleran la salinidad
 Diseñar el sistema de canales de tal manera
5. Lavado de los canales que se reduzca el riego, y utilizar
revestimiento.
 Tomar medidas para reducir la erosión de
los terrenos;
 Diseñar y manejar los canales de tal manera
6. Obstrucción de los canales con sedimentos
que se reduzca la sedimentación;
 Permitir el acceso a los canales para la
eliminación de las malezas y sedimentos.
 Evitar el riego excesivo;
7. Lixiviación de los alimentos de los suelos  Reemplazar los nutrientes usando
fertilizantes o la rotación de cultivos
 Reducir el insumo y la liberación de
8. Florecimiento de algas y proliferación de
nutrientes (nitrógeno y fósforo) de los
malezas
terrenos.
 Diseñar y manejar los canales para el
tratamiento o remoción de las malezas;
9. Obstrucción de los canales con la maleza
 Permitir el acceso a los canales para el
tratamiento o remoción de las malezas.
 Mejorar el manejo del agua; mejorar las
10. Deterioro de la calidad del agua del río, prácticas agrícolas y controlar los insumos
aguas abajo del proyecto de riego, y (especialmente los biocidas y fertilizantes
contaminación del agua freática local (mayor químicos);
contenido de salinidad, alimentos, agroquímicos)
 Imponer criterios en cuanto a la calidad del
afectando la pesca y a los usuarios, aguas abajo.
agua
 Reducir la toma de agua para mantener un
11. Intrusión del agua salada a los sistemas de caudal adecuado, aguas abajo;
agua dulce, aguas abajo  Recargar los acuíferos de la costa usando
pozos de inyección
 Reubicar o rediseñar el proyecto;
12. Reducción de los caudales, aguas abajo,
 Regular la toma de agua para atenuar los
afectando el uso de la zona aluvial y su ecología,
efectos;
la pesca de río y de estero, a los usuarios del
 Tomar medidas compensatorias, donde sea
agua y la dilución de los contaminantes.
posible
13. Intrusión a los pantanos u otras áreas que  Ubicar los proyectos para eliminar o
son, ecológicamente, frágiles minimizar la intrusión en áreas críticas
 Ubicar los proyectos de tal manera que se
evite o se reduzca su intrusión a las áreas
más frágiles o críticas.
14. Alternación o destrucción del hábitat de la  Establecer parques o reservas
fauna u obstrucción de su movimiento. compensatorias;
 Rescatar y reubicar los animales;
 proveer corredores para su movimiento.
15. Obstrucción del movimiento del ganado y la
 Proveer corredores.
gente;
 Ubicar el proyecto de tal manera que se
16. Amenaza a la propiedad prevengan las pérdidas;
 Rescatar o proteger los sitios culturales
 Ubicar el proyecto en un área menos
17. Alteración o perdida de la vegetación de la vulnerable;
zona aluvial, y trastorno de los ecosistemas  Limitar y regular la toma de agua a fin de
costaneros (p.ej. los manglares) reducir los problemas, tanto como sea
posible.
 Ubicar el proyecto de tal manera que se
reduzca el efecto;
18. Dislocación de las poblaciones y
 Implementar un programa de
comunidades
reasentamiento para asegurar que su nivel
de vida sea, por lo menos, igual al anterior.
 Implementar estas medidas de prevención:
 Usar canales revestidos o tuberías para
disminuir los vectores;
 Evitar las aguas estancadas o lentas;
19. Introducción o mayor incidencia de las  Usar canales rectos o ligeramente curvados;
enfermedades transportadas o relacionadas con el
 Instalar compuertas en los extremos del
agua (esquistosomiasis, malaria oncocerciasis,
canal para permitir su lavado completo;
etc)
 Rellenar y drenar los fosos de préstamo que
se encuentran junto a los canales y caminos;
 Prevenir las enfermedades;
 Tratar las enfermedades
 Tratar (p.ej., en lagunas de
asentamiento/oxidación) las aguas servidas
20. Problemas de enfermedad y salud debido al antes de usarlas;
uso de las aguas servidas para riego.
 Establecer y ejecutar las normas en cuanto
al uso de las aguas negras
21. Conflicto en cuanto al suministro, y por las  Implementar un sistema para asegurar que la
desigualdades en la distribución del agua en el distribución entre los usuarios sea equitativa
área servida y controlarla para verificar el cumplimiento.
 Limitar su utilización para asegurar que no
22. Bombeo excesivo del agua freática. se superes el “rendimiento” seguro” (la tasa
de recuperación).
Indirectos .-
23. Mayor contaminación y peligros para la salud  Controlar las fuentes de desperdicios, aguas
a causa de los contaminantes industriales y abajo;
municipales, aguas abajo, debido a la reducción
 Reducir la toma de agua
del caudal (menor dilución) del agua del río.
Externos -
 Controlar el uso de la tierra en las cuencas
24. Se degrada la calidad del agua, y se vuelve hidrográficas;
inutilizable, debido al uso de la tierra y la
 Controlar las fuentes de contaminación;
descarga de contaminantes, aguas arriba.
 Tratar el agua antes de usarla.

Referencias[editar]
 Ahmed, Y. J., editor. 1982. Environmental Guidelines for Irrigation in Arid and Semi-
Arid Areas. Nairobi, Kenya: PNUMA.

 Banco Mundial y la Agencia Internacional de Desarrollo de los Estados Unidos. 1989.


Irrization Training in the Public Sector: Guidelines for Prenaring Strategies and
Programs. Washington, D.C.
 Hillel, D. 1987. Efficient Use of Water in Irrization: Principles and Practices for
Improving Irrigation in World Bank Financed Projects. World Bank Technical Paper 80.
Washington, D.C.: Banco Mundial.

 Plusquellec, H. L., y T. Wickham. 1985. Irrigation Design and Management:

 Experience in Thailand and Its General Aimlicability. World Bank Technical Paper 40.
Washington. D.C.: Banco Mundial.

 Tillman, R. E. 1981. Environmental Guidelines for Irrigation. Millbrook, Nueva York:


Botanical Garden Cary Arboretum (para ]a Agencia Internacional de Desarrollo de los
Estados Unidos).

 http://www.rregar.com. Venta de productos de riego en general, riego por goteo,


sistemas de riego, sistemas de riego agrícola, sistemas de riego residencial,
información técnica de riego, foros de consulta y debate, notas técnicas, manuales de
diseño de sistemas de riego.

Riego
Para el General, véase Rafael del Riego.

El riego consiste en aportar agua a los cultivos por medio del suelo para satisfacer sus
necesidades hídricas que no fueron cubiertos mediante la precipitación. Se utiliza en
la agricultura y en jardinería.

Métodos de riego habituales.

Índice
[ocultar]

 1La agricultura de riego


 2Métodos
o 2.1Tradicional
o 2.2Nuevos sistemas
 2.2.1Características
o 2.3Riego localizado
 2.3.1Características
 2.3.2Ventajas de los sistemas de riego presurizados
 2.3.3Desventajas de los sistemas de riego presurizados
 3Fuentes del agua
 4Técnicas de elevación
 5Impactos ambientales de los sistemas de riego
o 5.1Saturación y salinización
o 5.2Impactos sociales
o 5.3Aumento de la eficiencia
 6Véase también
 7Referencias
 8Bibliografía
 9Enlaces externos

La agricultura de riego[editar]
La agricultura de riego o agricultura de regadío consiste en el suministro de las
necesarias cantidades de agua a los cultivos mediante diversos métodos artificiales de
riego. Este tipo de agricultura requiere inversiones de capital y una cuidada infraestructura
hídrica: canales, acequias, aspersores, albercas, etc., que exigen, a su vez, un desarrollo
técnico avanzado. Entre los cultivos habituales de regadío destacan los frutales, el arroz,
el algodón, las hortalizas y la remolacha.
El recurso agua es imprescindible para la producción de cultivos: de su disponibilidad
depende la formación de nueva biomasa vegetal. En cultivos como tomate y lechuga los
contenidos de agua en el interior de la planta superan el 90 %. Es claro que el agua es
pieza clave para producir más alimentos, pero también es claro que hoy en día constituye
un recurso cada vez más escaso. Para ejemplificar el consumo de agua en la agricultura
supongamos la meta de producción de un trigo de 5 ton/ha, donde se necesitan alrededor
de 500 L de agua para producir 1 kg de materia seca; esto resulta en un consumo de 2500
m3 de agua/ha para producir dicho rendimiento.

Métodos[editar]

Imagen desde satélite de plantaciones de cerealen Kansas, Estados Unidos. La forma circular de las
mismas se debe al proceso de irrigación empleado. Los círculos tienen entre 800 y 1600 m de
diámetro.

Los sistemas de riego pueden incluir los siguientes equipos e infraestructura:

 embalses (con represa) o reservorios;


 balsas;
 obras de toma o derivación (azudes, etc.);
 pozos, estaciones de bombeo, acequias y tuberías para transportar el agua
(incluyendo el drenaje);
 sistemas de distribución de riego: canales a lámina abierta, entubamiento de canal y
redes de distribución presurizada.
A partir de esas infraestructuras, los métodos más comunes de riego son:

 Por arroyamiento o surcos.


 Por inundación o sumersión, generalmente, en bancales o tablones aplanados entre
dos caballones.
 Por aspersión. El riego por aspersión rocía el agua en gotas por la superficie de la
tierra, asemejándose al efecto de la lluvia.
 Por infiltración o canales.
 Por goteo o riego localizado. El riego por goteo libera gotas o un chorro fino, a través
de los agujeros de una tubería plástica que se coloca sobre o debajo de la superficie
de la tierra.
 Por drenaje.
El método principal de entrega de agua al campo (para cerca del 95 % de los proyectos en
todo el mundo) es el riego por inundación o de surco.[cita requerida] Otros sistemas
emplean aspersores y riego por goteo. Aunque sean técnicas relativamente nuevas, que
requieren una inversión inicial más grande y manejo más intensivo que el riego de
superficie, el riego por aspersión y el de goteo suponen una mejora importante en la
eficiencia del uso del agua, y reducen los problemas relacionados con el riego.
Tradicional[editar]

Sistema de riego abandonado, con acequias y compuertas para la distribución. El agua venía por
tuberías desde un motor que bombeaba el agua desde un pozo situado a un km de distancia.
Sustituido a fines del siglo XX por el bombeo a un embalse que distribuye el agua con el sistema de
riego por goteo, en Catadau y Carlet, Valencia.

Se construyen canales por los que se lleva el agua y canalillos que la distribuyen por las
zonas agrícolas. En sus puntos terminales, los canalillos llegan a las arquetas, que tienen
un portillo, que al estar abierto permite la salida del agua.
Este antiguo modo de regar, mediante canales por los que se lleva el agua y canalillos que
la distribuyen por las zonas agrícolas, va cayendo en desuso en el mundo desarrollado,
fomentándose por las administraciones públicas el cambio a otros sistemas.
Nuevos sistemas[editar]

Parcela de naranjos jóvenes que combina el sistema tradicional de riego con el sistema por goteo,
con el fin de optimizar los beneficios en cuanto al crecimiento de la plantación, y otros.

Riego en un cultivo de algodón.

Actualmente, se utiliza el riego por aspersión o el riego por goteo, tratados con sistemas
informatizados que regulan la cuantía, la humedad ambiente y la fertilización del suelo. El
sistema gota a gota es muy apropiado para los lugares donde hay escasez de agua.
Para implantar un sistema eficiente de riego deben ser consideradas cuidadosamente las
relaciones Agua-planta y Agua-suelo.
El proyecto ENORASIS ha desarrollado el sistema de riego ENORASIS DSS que permite
aumentar significativamente la rentabilidad de muchos cultivos. Ejemplo de ello son el
cultivo de manzanas y cerezas en Serbia que pasaron de un ingreso de 50275 (Euro/ha) a
un ingreso de 52880 (Euro/ha) al aplicar dicho sistema de riego.1
También existe el riego textil exudante, creado en la década de los 80 por el enólogo
francés René Petit, quien concluyó que los actuales sistemas de riego presentaban serias
limitaciones e inconvenientes debido a su diseño y que eran restringidos por el material
usado en su fabricación. Creó entonces, un tubo textil y poroso donde el agua se aplicaba
al suelo a través de los poros de la pared del tubo textil, formando una línea continua y
uniforme de humedad en toda la longitud del tubo poroso.
Características[editar]
Características del sistema de riego:

 Ahorro de agua, entre 50 a 60 %, dependiendo del sistema utilizado.


 Menos problemas de obturación debida a las sales disueltas y a las partículas sólidas
en suspensión presentes en todas las aguas de riego.
 Resistencia a la tracción y al desgarro, de larga duración, manejable y fácil de instalar.
 Riego uniforme, variando el caudal con la presión, y puede ser instalado en superficie
o enterrado. Riego ideal para cultivos en línea y también en jardinería.
 Se puede regar a sólo 0,2 bar de presión con el consiguiente ahorro de energía,
permitiendo regar por gravedad.
 Resistente a la radiación ultravioleta, a la intemperie y a los productos químicos
normalmente utilizados en agricultura y jardinería.
 Bajo costo de mano de obra. Actualmente, aún siguen funcionando las primeras
instalaciones.
Riego localizado[editar]
Una manera moderna de regar es la utilización de los métodos de riego por goteo y
microaspersión (riego localizado), que consiste en la aplicación del agua al suelo en forma
localizada, es decir, sólo se moja una zona restringida del volumen radicular. Estos
métodos son apropiados para zonas donde el agua es escasa, ya que su aplicación se
hace en pequeñas dosis y de manera frecuente, consiguiendo con esto un mejor control de
la aplicación del agua y algunos otros beneficios agronómicos. Por contra, es el sistema
que requiere mayor inversión inicial.
El riego localizado se empezó a ensayar en Alemania en 1860 y en Estados Unidos en
1918, mediante tuberías porosas o perforadas enterradas. El sistema resultó caro por el
tipo de tuberías que se empleaban y presentaba problemas de obstrucción, porque las
raíces de las plantas acababan taponando las salidas.
Puede afirmarse que el riego localizado tal como se conoce en la actualidad, empezó en
Inglaterra, después de la Segunda Guerra Mundial, en invernaderos, semilleros y
jardinería, utilizándose microtubos como emisores.
Sin embargo, es en la década de los sesenta, en Israel, cuando se inicia su expansión,
tras el perfeccionamiento de las técnicas de extrusión e inyección de los plásticos (ref.
Medina, 1979).
Así, Israel fue uno de los países pioneros en la investigación y desarrollo de este tipo de
riegos para sus zonas áridas, semiáridas y desérticas. Simultáneamente se investigó en
Italia, Inglaterra, Francia y Estados Unidos, llegándose a buenos resultados, saltando de la
etapa experimental a la fase de expansión agrícola (ref. Rodríguez, 1982).
El riego localizado supone una mejora tecnológica importante, que contribuirá por tanto a
una mayor productividad. Implica un cambio profundo dentro de los sistemas de aplicación
de agua al suelo que incidirá también en las prácticas culturales a realizar, hasta el punto
que puede considerarse como una nueva técnica de producción agrícola.
Características[editar]
Sus características principales son:

 El agua se aplica al suelo desde una fuente que puede considerarse puntual, se infiltra
en el terreno y se mueve en dirección horizontal y vertical. En esto difiere
sustancialmente del riego tradicional en el que predominan las fuerzas de gravedad y
por tanto el movimiento vertical.
 No se moja todo el suelo, sino solamente una parte del mismo, que varía con las
características del suelo, el caudal del emisor y el tiempo de aplicación. En esta parte
húmeda es en la que la planta concentrará sus raíces y de la que se alimentará.
 El mantenimiento de un nivel óptimo de humedad en el suelo implica una baja tensión
de agua en el mismo. El nivel de humedad que se mantiene en el suelo es cercano a
la capacidad de campo, lo cual es muy difícil de conseguir con otros sistemas de riego,
pues habría que regar diariamente y se producirían encharcamientos y asfixia
radicular.
 Requiere un abonado frecuente, pues como consecuencia del movimiento permanente
del agua en el bulbo, puede producirse un lavado excesivo de nutrientes.
 Utiliza pequeños caudales a baja presión.
 Se opera con la frecuencia necesaria para lograr un alto contenido de humedad en el
suelo (riego de alta frecuencia).
 Posibilidad de aplicación de otros productos químicos utilizando la infraestructura de
riego. Estos productos pueden tener funciones de correctores, desinfectantes del
suelo, herbicidas, nematicidas, fungicidas, reguladores de crecimiento, etc.2
Ventajas de los sistemas de riego presurizados[editar]

Pou Nou en Catarroja. Este pozo utilizó un motor de vapor —de ahí la chimenea— y fue
posteriormente electrificado —obsérvense los cables de suministro—.

 Ahorro de mano de obra. Esto ocurre debido a que el sistema generalmente es


automatizado o semiautomatizado.
 Posibilidad de regar en cualquier tipo de topografía y espesores pequeños de suelo.
Control adecuado de la aplicación y la distribución del agua en el suelo. Posibilidad de
usar aguas con alto contenido de sales.
 No existe interferencia a causa de los vientos, como en el sistema de riego por
aspersión.
 Se eliminan completamente los canales y acequias de distribución usadas en riego por
gravedad y se aumenta la superficie útil.
 Del riego localizado se obtienen algunos beneficios agronómicos, tales como:
 Se facilita el control de las malas hierbas en el terreno, debido a que hay partes del
mismo que no se mojan.
 Aumento en la producción y calidad de los frutos, ya que se mantiene un bajo esfuerzo
de humedad del suelo durante todo el ciclo del cultivo.
 Riego continuo del cultivo durante un tiempo prolongado sin que esto traiga problemas
de asfixia radicular.
 Fertilización a través del agua de riego, aumentando la eficiencia, la localización y
dosis de los abonos. De esta misma manera se pueden aplicar otros productos
agroquímicos.
 Permite realizar, simultáneamente al riego, otras labores culturales, ya que al haber
zonas secas, no se presenta obstáculo para desplazarse sobre el terreno.
 Evita la lixiviación de los nutrientes del suelo y el control sanitario se reduce
notablemente.
Desventajas de los sistemas de riego presurizados[editar]

 El costo inicial de adquisición es elevado, dependiendo del cultivo, topografía y el


grado de automatización que se quiera del equipo.
 El taponamiento de los emisores (goteros principalmente) debido a que su área de
salida es bastante reducida. Esto está relacionado directamente con la filtración y la
calidad química del agua.
 En caso de utilizar aguas con alto contenido de sales periódicamente sin realizar
lavados al final de cada ciclo, el suelo corre el peligro de salinizarse a corto o mediano
plazo.
 Requiere que los usuarios tengan conocimientos en el manejo adecuado del equipo
instalado.
 No es recomendable su utilización en cultivos de cobertura total.

Fuentes del agua[editar]


El agua de riego se obtiene de ríos, lagos o corrientes continuas de agua naturales,
de pozos (que obtienen el agua de acuíferos subterráneos), de estaciones depuradoras de
aguas residuales, y por procesos de desalinización del agua del mar y, en menor medida,
de lagos salados, que poseen el riesgo de salinizar las tierras. Se distribuye por acequiaso
por tuberías a presión.
También puede ser obtenida de embalses o balsas que acumulan las corrientes
discontinuas de agua procedentes de la lluvia (especialmente de las ramblas) y
de trasvases de agua procedentes de otras cuencas.

Técnicas de elevación[editar]
En los sistemas más tradicionales, el agua se eleva desde su toma hasta la altura de los
campos mediante una noria, rueda con unos recipientes colgados,
denominados cangilones, que vierte el agua en una acequia más elevada. También se
hace así en los pozos, y la noria se mueve por tracción de sangre (burro, mula,
camello,...).
Actualmente para los mecanismos de elevación del agua en las zonas desarrolladas se
utilizan otros sistemas de bombeo que consisten, en primer lugar, en perforar la tierra con
sondeos de pequeño diámetro, 60, 70 y hasta 80 cm, abiertos con medios mecánicos. Los
pozos tradicionales excavados a mano tienen diámetros mayores, desde 1.20 m hasta 5 o
6 m, o, en casos excepcionales, incluso mayores. Alcanzada el agua subterránea, se
introduce por el sondeo una tubería de diámetro algo menor en cuyo extremo inferior va
una bomba que queda sumergida en el agua.
La bomba puede utilizar energía eólica o energía solar fotovoltaica. Estas energías
renovables son muy útiles allí donde no es posible acceder a la red general de electricidad
o bien supone un precio prohibitivo.3 Su coste es generalmente más económico debido a
sus menores costes de operación y mantenimiento, y presentan un menor impacto
ambiental que los sistemas de bombeo alimentados mediante motores de combustión
interna.45
Debido al descenso de costes de la energía solar, se está extendiendo asimismo el uso de
sistemas híbridos, en los que el ahorro de combustible (diésel, principalmente) es
importante.6
Véanse también: Bombeo solar y Bombeo eólico.

Con las bombas eléctricas pueden alcanzarse acuíferos más profundos que con los pozos
tradicionales, en los que es difícil y peligroso pasar de los 20 m. Se ha perforado hasta
más de 1000 m para agricultura.
Impactos ambientales de los sistemas de riego[editar]

Diferencias entre cultivos de secano y regadío en pleno verano en el clima mediterráneo.

Los sistemas de riego y drenaje manejan las fuentes de agua a fin de promover la
producción agrícola. Los impactos dependen del tipo de riego, de la fuente del agua
(superficial o subterránea), de su forma de almacenamiento, de los sistemas de transporte
y distribución, y de los métodos de entrega o aplicación en el campo.
Desde hace mucho tiempo, se ha utilizado el agua superficial (principalmente los ríos) para
riego, y, en algunos países, desde hace miles de años; todavía constituye una de las
principales inversiones del sector público. Los proyectos de riego en gran escala, que
utilizan el agua subterránea, son un fenómeno reciente, a partir de los últimos treinta años.
Se encuentran principalmente en las grandes cuencas aluviales de Pakistán, India y China,
donde se utilizan pozos entubados para aprovechar el agua freática, conjuntamente, con
los sistemas de riego que emplean el agua superficial.
Los potenciales impactos ambientales7 negativos de la mayoría de los grandes proyectos
de riego incluyen la saturación y salinización de los suelos; la mayor incidencia de las
enfermedades transmitidas o relacionadas con el agua; el reasentamiento o cambios en
los estilos de vida de las poblaciones locales; el aumento en la cantidad de plagas y
enfermedades agrícolas, debido a la eliminación de la mortandad que ocurre durante la
temporada seca; y la creación de un microclima más húmedo. La expansión e
intensificación de la agricultura que facilita el riego puede causar mayor erosión;
contaminar el agua superficial y subterránea con los plaguicidas agrícolas; reducir la
calidad del agua; y, aumentar los niveles de nutrientes en el agua de riego y drenaje,
produciendo el florecimiento de las algas, la proliferación de las malezas acuáticas y
la eutrofización de los canales de riego y vías acuáticas, aguas abajo. Así, se requieren
mayores cantidades de productos químicos agrícolas para controlar el creciente número
de plagas y enfermedades de los cultivos.
Los grandes proyectos de riego, que represan y desvían las aguas de los ríos, tienen el
potencial de causar importantes trastornos ambientales como resultado de los cambios en
la hidrología y limnología de las cuencas de los ríos.8
Al reducir el caudal del río, se cambia el uso de la tierra y la ecología de la zona aluvial; se
trastorna la pesca en el río y en el estero; y se permite la invasión del agua salada al río y
al agua subterránea de las tierras aledañas. El desvío y pérdida de agua debido al riego
reduce el caudal que llega a los usuarios, aguas abajo, incluyendo las municipalidades, las
industrias y los agricultores. La reducción del flujo básico del río disminuye también la
dilución de las aguas servidas municipales e industriales que se introducen, aguas abajo,
causando contaminación y peligros para la salud. El deterioro en la calidad del agua,
debido a un proyecto de riego, puede volverla inservible para los otros usuarios, perjudicar
las especies acuáticas, y, debido a su alto contenido de nutrientes, provocar el crecimiento
de malezas acuáticas que obstruirán las vías fluviales, con consecuencias ambientales
para la salud y la navegación.
Los potenciales impactos ambientales negativos directos del uso del agua freática para
riego surgen del uso excesivo de estas fuentes (retirando cantidades mayores que la tasa
de recuperación). Esto baja el nivel del agua freática, causa hundimiento de la tierra,
disminuye la calidad del agua y permite la intrusión del agua salada (en las áreas
costeras).
Hay algunos factores ambientales externos que influyen en los proyectos de riego. El uso
de la tierra, aguas arriba, afectará a la calidad del agua que ingresa en el área de riego,
especialmente su contenido de sedimentos (erosión causada por la agricultura) y
composición química, (contaminantes agrícolas e industriales). Al utilizar el agua que
deposita el sedimento en los terrenos, durante el tiempo, o, simplemente, al utilizar el agua
que trae un alto contenido de sedimentos, se puede alzar el nivel de la tierra a tal punto
que se impida el riego.
Los impactos positivos obvios del riego provienen de la mayor producción de alimentos.
Además, la concentración e intensificación de la producción en un área más pequeña
puede proteger los bosques y tierras silvestres, para que no se conviertan en terrenos
agrícolas. Si existe una cobertura vegetal mayor durante la mayor parte del año, o si se
prepara la tierra (por emplo nivelarla y aterrazarla), se reduce la erosión de los suelos. Hay
algunos beneficios para la salud, debido a la mejor higiene y la reducción en la incidencia
de ciertas enfermedades. Los proyectos de riego pueden moderar las inundaciones, aguas
abajo.
Saturación y salinización[editar]
La saturación y salinización de los suelos son problemas comunes del riego superficial. A
nivel mundial, se ha estimado que, cada año, el riego saca de la producción una cantidad
de terreno que es igual a la porción que entra en servicio bajo riego, debido al deterioro del
suelo, principalmente, por salinización. La saturación es causada, principalmente, por el
drenaje inadecuado y el riego excesivo, y en un grado menor, por fugas de los canales y
acequias. El riego exacerba los problemas de salinidad, que, naturalmente, son más
agudos en las áreas áridas y semiáridas, donde la evaporación superficial es más rápida y
los suelos, más salinos. La saturación concentra las sales absorbidas de los niveles más
bajos del perfil del suelo, en la zona de arraigamiento de las plantas. La alcalinización
(acumulación de sodio en los suelos) es una forma, especialmente perjudicial, de
salinización que es difícil de corregir. Aunque los suelos de las zonas áridas y semiáridas
tienen una tendencia natural a sufrir salinización, muchos de los problemas relacionados
con el suelo podrían ser atenuados si se instalaran sistemas adecuados de drenaje.
El drenaje subterráneo es el elemento crítico para los proyectos de riego y, muy a menudo,
se planifica y se maneja mal. El uso del riego por aspersión o por goteo, reduce el
problema de la saturación porque el agua se aplica más precisamente, y se puede limitar
las cantidades.
Impactos sociales[editar]
Los trastornos sociales causados por los grandes sistemas de riego que cubren áreas
vastas son inevitables. La gente local puede ser desplazada por el sistema de riego, y
enfrenta los problemas clásicos del reasentamiento: puede reducirse su nivel de vida,
podrían presentarse mayores problemas de la salud, conflictos sociales, y deterioro de los
recursos naturales del área de reasentamiento.9 La gente que permanece en el área,
probablemente, tendrá que cambiar sus prácticas de uso de la tierra y sus modelos
agrícolas. Las personas que se trasladan al área, también tendrán que adaptarse a las
nuevas condiciones. A menudo, la gente local encuentra que tiene menor acceso a los
recursos de agua, tierra y vegetación, como resultado de la implementación del sistema de
riego. Las demandas contradictorias, con respecto a los recursos acuáticos, y las
desigualdades en su distribución pueden ocurrir, fácilmente, tanto en el área del sistema
de riego, como aguas abajo. Todos estos factores –las prácticas agrícolas cambiantes, y la
mayor densidad de la población– pueden tener un efecto profundo en cuanto a los
modelos sociales tradicionales.
La introducción del sistema de riego se asocia con un aumento, a veces extraordinario, en
las enfermedades relacionadas con el agua. Las enfermedades que se vinculan, más
frecuentemente, con el riego son la esquistosomiasis, la malaria y la oncocerciasis, cuyos
vectores proliferan en las aguas de riego. Otros riesgos para la salud que se relacionan
con el riego incluyen los que están vinculados al mayor uso de productos agroquímicos, el
deterioro de la calidad del agua, y la mayor presión de la población en el área.
La reutilización de aguas negras para riego puede transmitir enfermedades contagiosas
(principalmente las enfermedades helmínticas y, en un grado menor, las enfermedades
bacterianas y las virales). Los grupos que están expuestos al riesgo son los trabajadores
agrícolas, los consumidores de los vegetales (y la carne) de los campos regados con
aguas servidas, y los aledaños. El riego por aspersión representa un riesgo adicional,
debido a la difusión de los patógenos por el aire. Los riesgos varían según el grado de
tratamiento que han recibido las aguas servidas antes de ser reutilizadas.
Aumento de la eficiencia[editar]
El uso ineficaz del agua (es decir, el riego excesivo) no solamente desperdicia el recurso
que podría servir para otros usos y para ayudar a evitar los impactos ambientales, aguas
abajo, sino que también causa el deterioro, mediante saturación, salinización y lixiviación,
y reduce la productividad de los cultivos. La optimización del uso del agua, por tanto, debe
ser la preocupación principal de todo sistema de riego.
Hay grandes áreas de tierra bajo riego que han dejado de producir debido al deterioro del
suelo. Puede ser conveniente y, por supuesto, beneficioso para el medio ambiente, invertir
en la restauración de estas tierras, antes que aumentar el área de bajo riego.

Véase también[editar]
 Alberca
 Aljibe
 Acogidas
 Bomba hidráulica
 Calidad del agua#Calidad del Agua para uso Agrícola
 Drenaje subterráneo
 Kufra
 Estadísticas del riego agrícola
 Manejo del agua de riego
 Riego en conos aluviales
 Técnicas de regadío

Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ «Economic efficiency of irrigation (Euro/ha)». Social Impact Open Repository.
www.sior.ub.edu. Consultado el 2017.
2. Volver arriba↑ Antonio L. Alarcón, Tecnología para cultivos de alto rendimiento, 1.ª ed.,
2000.
3. Volver arriba↑ El Tipógrafo, ed. (14 de marzo de 2014). «Energía solar ayuda a regantes a
reducir cuentas de luz». Consultado el 15 de marzo de 2014.
4. Volver arriba↑ Energías Renovables, ed. (26 de abril de 2013). «Paraguay: Instalan un
sistema de bombeo de agua fotovoltaico». Consultado el 15 de marzo de 2014.
5. Volver arriba↑ Red Agrícola (ed.). «Bombeo fotovoltaico campesino:Energía alternativa no
convencional para riego». Archivado desde el original el 15 de marzo de 2014. Consultado
el 15 de marzo de 2014.
6. Volver arriba↑ Diario de Teruel, ed. (15 de junio de 2014). «José Manuel Navarro: “La
energía fotovoltaica es el futuro, porque el sol es gratis”». Consultado el 16 de junio de
2014.
7. Volver arriba↑ Libro de Consulta para Evaluación Ambiental (Volumen I; II y III). Trabajos
Técnicos del Departamento de Medio Ambiente del Banco Mundial.
8. Volver arriba↑ Los efectos del embalse del agua se analizan en el artículo: Embalse.
9. Volver arriba↑ Véase el artículo Reasentamiento involuntario.

Bibliografía[editar]
 Constantino Constantinidis, Bonifica ed Irrigazione. Edagrícola. Ediciones Calderini.
Bologna, Italia. 1970.
 Potencial del Riego Extensivo en Cultivos y Pasturas. 1.er Seminario Internacional /
Paysandú / Uruguay. Agosto, 2010.
 Riego en cultivos y pasturas. 2.º. Seminario Internacional / Salto / Uruguay / 2012.

Descripción del ámbito de actividad

El riego y el drenaje cuentan actualmente, en creciente medida, entre las componentes irrenunciables de
la agricultura, y esto no sólo en zonas climáticas áridas. También las tierras aprovechadas en la agricultura
de secano se riegan adicionalmente por aspersión con el fin de incrementar la producción y/o de asegurarla
contra influencias climáticas negativas, o bien se convierten incluso en áreas de regadío. Sólo con la introducción
del riego pasan a convertirse extensas zonas en tierras de cultivo, en el sentido de una nueva colonización (como
se ha hecho p. ej. con los antiguos desiertos y estepas de Egipto, Israel, la India o México).

Además de los requisitos del mercado y de la progresiva monetarización, que no se detiene tampoco ante el
sistema de intercambio rural, el rápido crecimiento demográfico es el factor que obliga predominantemente
a incrementar la producción en tierras cuya superficie incluso está en disminución, para lo cual se hace
imprescindible, entre otras cosas, la introducción o el mejoramiento del riego (artificial). Es lícito pues suponer que
esta área presentará altas tasas de crecimiento, por lo que aumentarán drásticamente la importancia de la
provisión de agua y la cantidad absoluta del agua necesaria.

Mientras que, por una parte, en muchos lugares existen todavía recursos hidráulicos totalmente
desaprovechados, o al menos los recursos existentes se aprovechan sólo moderadamente, en otros lugares
la provisión de agua ha provocado ya daños ecológicos masivos y en su mayor parte irreversibles.

Así como la eliminación de aguas residuales desempeña un papel nada insignificante en el abastecimiento de
agua potable o industrial (véanse los capítulos de Disposición de aguas residuales, Abastecimiento de agua en
zonas urbanas), el riego exige siempre también un drenaje o desagüe. En gran parte, esto se produce ya por la
estructura natural del terreno. Pero en numeroso casos es necesario buscar soluciones para el drenaje ya en la
fase de planificación de los sistemas de acometida de agua.

La puesta en práctica titubeante de programas de drenaje tras un cambio a sistemas de riego durante todo el año
puede provocar daños irreversibles, ante todo por salinización de los suelos, así como un aumento del nivel de
las aguas freáticas. Incluso en proyectos de riego de pequeña magnitud han podido apreciarse en muchos
países problemas de salinización (= efectos negativos sobre el equilibrio de nutrientes en el suelo) por faltar
sistemas de drenaje. Para evitar daños por salinización a largo plazo, debería evacuarse de nuevo, a través del
drenaje, de un 10 al 20 % de la cantidad de agua aportada por riego, según la clase de suelo.

Si se tiene en cuenta la creciente demanda de agua de riego, con los a ello vinculados costos de provisión y
acometida, se comprende el riesgo de que se tienda a aplazar las medidas de drenaje, o a dimensionarlas con
el menor tamaño posible. Igualmente puede observarse que sistemas de acometida economizadores de agua,
pero caros, se relegan precipitadamente, por razones de costos, prefiriendo sistemas simples abiertos, no
afirmados o sobreextendidos. Hasta ahora se han aplicado en forma totalmente insuficiente soluciones
"apropiadas" que por una parte presenten unos costos favorables y que por otra resulten efectivas y con ello
conservadoras de los recursos.
El riego abarca las áreas:

 Provisión de agua por almacenamiento en pequeños embalses, toma de ríos y extracción de aguas
subterráneas
 Acometida y distribución del agua de riego por canales abiertos y cañerías
 Aplicación del agua de riego por sumersión (de superficies), en balsetas, en franjas, por surcos, por
aspersión, por goteo y por infiltración subterránea
 Desagüe y drenaje por sistemas abiertos y cubiertos/enterrados.

Este capítulo está referido únicamente a proyectos de riego de magnitud entre pequeña y media, y no trata
expresamente proyectos de embalses de grandes dimensiones ni la puesta en regadío de regiones enteras, que
afecten por ejemplo a cuencas fluviales completas.

Impacto ambiental y medidas de protección

Principalmente con el trasfondo de unos recursos de agua limitados, de un creciente consumo de agua y de la,
con frecuencia, deficiente adaptación entre el riego y el drenaje, en el ámbito de actividad del riego debería darse
la máxima importancia a lo siguiente:

 Dedicar gran atención a la provisión de agua, ya que los proyectos que impliquen una explotación
considerable de bienes naturales acarrean típicamente grandes riesgos para el medio ambiente
 Examinar la adaptación mutua del riego y el drenaje
 Comprobar si las medidas tomadas responden, por su tecnología, a las capacidades financieras y a las
demás particularidades específicas del país (p. ej. conocimientos técnicos disponibles), a fin de así poder
reducir o excluir amenazas potenciales para el medio ambiente.

Repercusiones sobre el medio ambiente natural

Provisión, acometida y distribución del agua

Aquí pueden verse afectados, según el campo de actividades, todos los ámbitos (suelo, agua, aire/clima, especies,
biotopos/paisaje). Repercusiones de formas muy variadas se producen en el ámbito del suelo, donde los diques
de tierra de pequeños embalses y los canales abiertos de acometida de aguas pueden implicar riesgos de
erosión. Todas las obras modifican (destruyen) el suelo, y el riego propiamente dicho origina un cambio en la
dinámica del mismo. Es posible contrarrestar el riesgo de erosión afirmando o consolidando los diques de tierra
(por ejemplo plantando en ellos especies vegetales cubridoras del suelo, con sistemas radiculares densos).

En el ámbito del agua, las repercusiones son muy variadas. Si bien los pequeños embalses significan un aporte a
la disponibilidad de agua superficial, por otra parte permiten también una contaminación de las aguas
subterráneas, dependiendo esto de las características del subsuelo. En todo caso, también de los pequeños
embalses pueden derivarse perjuicios para la calidad de las aguas superficiales y para el equilibrio de
nutrientes (especialmente por calentamiento y eutrofización). Debe tenerse en cuenta que al tomar medidas de
embalsamiento en una zona puede reducirse la oferta de agua en el curso inferior. Pero si las precipitaciones
tienen un carácter muy estacional, puede esperarse incluso lo contrario. En caso de toma de agua de los ríos,
se reduce la disponibilidad de aguas superficiales, mientras que en caso de tomarla de las aguas subterráneas, se
ve disminuido el régimen de estas últimas. En el caso de extracción de aguas subterráneas, la cantidad depende,
no en último lugar, de la técnica de extracción aplicada. Cuanto menos esfuerzo requiera la elevación (a nivel
económico: menos costos), tanto mayor será el derroche de ese recurso natural que es el agua.

Particularmente significativa es la repercusión de la extracción de aguas subterráneas sobre la cantidad del


agua. Esto puede ser de aplicación para proyectos de magnitud entre pequeña y mínima (p. ej. con tierras de
cultivo establecidas predominantemente sobre formaciones geológicas de base con reservas de agua
frecuentemente escasas o en los sistemas de uadís en la periferia del Sahara). La extracción de aguas
subterráneas fósiles, sin regeneración natural, sobrepasa por definición la cantidad disponible, siendo por lo
tanto una explotación abusiva de un recurso vital, por lo que debería realizarse como máximo en casos
excepcionales justificados.

Los puntos de toma abiertos y/o el vertido de p. ej. heces fecales y aceites entrañan el peligro de
contaminación de las aguas subterráneas.

Los pequeños embalses pueden tener repercusiones sobre el microclima. Afectan también el ámbito de
las especies, aunque en este último caso los efectos no están totalmente claros. Por una parte pueden
destruirse o desplazarse determinadas especies de la flora y la fauna, pero por otra parte la superficie acuática y
el entorno favorecerán o incluso atraerán a otras especies. A una (insignificante) reducción de biotopos
secos se le opone un aumento de biotopos acuáticos. En el caso de los biotopos húmedos es posible tanto
un aumento (ante todo en la zona de las orillas del embalse) como también una reducción (al disminuir el caudal
de agua en el curso inferior). Tanto el aumento como la disminución de especies pueden tener repercusiones
tanto positivas como negativas en el ámbito humano y en el de la naturaleza. Deben tenerse en cuenta
también los efectos de fluctuaciones del nivel del agua en el embalse. Puede partirse de que los pequeños
embalses significan un enriquecimiento de la variedad del paisaje.

Los sistemas abiertos de acometida y distribución provocan pérdidas de agua por evaporación, e
influyen (aunque escasamente) sobre el microclima. En el caso de canalizaciones con perfil de tierra, son posibles
repercusiones sobre las especies animales y vegetales, si bien tales efectos no están totalmente claros
(similarmente a lo que ocurre con los pequeños embalses). Dependiendo de la situación inicial, los sistemas
abiertos de acometida y distribución de agua pueden enriquecer o mermar la variedad del paisaje.

En tanto no discurran sobre tierra, de los sistemas cerrados son de esperar generalmente repercusiones sólo
escasas sobre el medio natural.

Aplicación del agua y drenaje

La aplicación del agua, el "riego" propiamente dicho, actúa en mayor o menor medida sobre las componentes
del ámbito del suelo, en función del método utilizado. Además tiene que contarse con efectos en los ámbitos
del agua y las especies, así como sobre el microclima. El problema principal de muchos métodos de riego es
la salinización, especialmente en caso de un manejo incorrecto y de una falta de drenaje. Este problema puede
definirse también simplificadamente como un desequilibrio extremo de nutrientes (exceso de sal) y
un empeoramiento de la estructura del suelo(enlodamiento, formación de costras, compactación).

En algunos casos, los métodos de riego tradicionales, con dificultades en la dosificación del agua (p. ej.
riego por sumersión, en balsetas, por franjas o por surcos) resultan ser problemáticos. Especialmente con estos
métodos no pueden excluirse procesos de erosión. En caso de una aplicación incorrecta, también el riego por
aspersión y, aún con mayor frecuencia, el riego por goteo puede originar salinización del suelo.

Especial atención debería dedicarse a aquellos métodos en los que técnicas tradicionales se han ampliado
con componentes modernas en forma no apropiada. Sistemas de acometida de agua o métodos de aplicación
antes adecuados pueden provocar p. ej. erosión y arrastres de tierras si la provisión de agua se ve modificada
por el uso de motobombas. Eventualmente tendrá que modificarse todo el sistema, con unas considerables
inversiones de capital.

Con todos los métodos son posibles repercusiones negativas sobre la microflora y la microfauna del suelo. En caso
de una buena adaptación a las condiciones locales y de una gestión correcta, los métodos de riego pueden
significar sin embargo también un aporte al equilibrio de los nutrientes y un beneficio para la microflora
y la microfauna.

El drenaje puede contrarrestar en gran medida el problema de la salinización, contribuyendo así al equilibrio
de los nutrientes y a la estabilización de la estructura del suelo. Debe llamarse la atención sobre la
posibilidad de una desalinización, al menos parcial, de las tierras a través de métodos de aplicación del agua.

Las zanjas de drenaje con perfil de tierra albergan riesgos de erosión. En el ámbito del agua hay que contar
con dos efectos: en primer lugar, los métodos de riego tradicionales y el riego por aspersión así como los sistemas
de drenaje por cauces abiertos originan una pérdida de aguas superficiales por evaporación. Pero por otra
parte, de los métodos tradicionales y de zanjas de drenaje con perfil de tierra puede derivarse también
un enriquecimiento de las aguas subterráneas. El enriquecimiento de las aguas subterráneas debido a un
riego excesivo puede ir en perjuicio de los cultivos a causa de un nivel demasiado alto de las aguas freáticas.

La infiltración en zonas pobres en agua representa un derroche de agua y al mismo tiempo puede fomentar
la explotación excesiva de los recursos naturales, por lo que debería concederse prioridad al afirmado de las
acometidas de agua. Las pérdidas por evaporación en el área de las acometidas resultan más bien insignificantes
(p. ej., en zonas desérticas son de un 1 a un 2 %, frente al 85 % de pérdidas por infiltración en el caso de
acometidas no afirmadas en terreno arenoso). Los métodos de riego tradicionales, el riego por aspersión y los
sistemas de drenaje por cauces abiertos pueden influir sobre el microclima. Según las características del lugar,
se producirán aquí eventuales efectos positivos (p. ej. en la ecología de los oasis) o efectos negativos.
Para todos los métodos de aplicación de agua tiene que contarse con una influencia sobre la flora. Por regla
general se perturbará el equilibrio natural de las especies; en cuanto al número de especies es posible tanto
un incremento como también una reducción

Dado que aquí sólo se trata de superficies de regadío relativamente pequeñas, existen para la fauna zonas
de escape y refugio suficientes, que evitan un cambio persistente en el equilibrio y el número. Dentro de este
ámbito, resultan más bien efectos del aumento y del uso de las tierras de cultivo en sí, así como de la forma de la
agricultura (véase el capítulo de Producción vegetal).

En el caso de las zanjas de drenaje abiertas, con perfil de tierra, son posibles efectos sobre la flora y la
fauna, si bien, en cuanto a su orientación, no pueden describirse inequívocamente, tal como ocurre con los
sistemas de acometida de agua y con los pequeños embalses. Esto es también válido análogamente para la
influencia que estos sistemas de drenaje ejercen sobre la variedad del paisaje.

Repercusiones sobre el entorno socioeconómico

Solicitación de factores, trabajo, ingresos y distribución

En tanto sea posible siquiera formular afirmaciones generales sobre las componentes del entorno socioeconómico,
ellas resultarán forzosamente equívocas. Aquí es imprescindible un análisis de casos concretos.

Soluciones técnicamente sofisticadas presentan por regla general no sólo una mayor demanda de capital,
sino también, eventualmente, una considerable demanda de energía. Debe hacerse referencia tanto a la
posibilidad de materializar una obtención de energía a través de pequeños embalses y acometidas de agua como
a la posibilidad de cubrir la demanda energética mediante fuentes de energías renovables. La demanda de energía
externa puede reducirse si, p. ej. en el caso de la toma de agua de ríos, se recurre a la correspondientes
energía hidráulica (ruedas hidráulicas con alturas de elevación entre 0,5 y más de 20 m).

El problema central en el manejo de los proyectos de regadío con un uso de tecnología de nuevas
características podría ser generalmente la considerable demanda de formación y gestión. La introducción de
sistemas de riego suele coincidir también con formas de agricultura técnicamente más exigentes e intensivas, que
no en todas partes son aceptadas sin oposición. Esto origina una mayor demanda de asesoramiento y
motivación.

En sociedades en las que la responsabilidad del ámbito de la agricultura recae sobre las mujeres, sea como mano
de obra o como campesinas independientes, ellas se ven excluidas frecuentemente del derecho de intervención,
del asesoramiento y de la capacitación. Esto es de especial relevancia cuando las tecnologías tradicionales son
reemplazadas por otras nuevas.

La construcción y el manejo de sistemas de riego significan, ante todo en el caso de procedimientos intensivos en
cuanto a mano de obra, un considerable trabajo adicional, que en muchas sociedades es realizado ante todo
por mujeres. En contrapartida, los ingresos por trabajo son muy buenos, ante todo en el caso de métodos
intensivos en cuanto a capital. Pueden intensificarse disparidades sociales.

No es raro que las mujeres se vean perjudicadas materialmente por la introducción del riego. Así, en
muchas ocasiones, sólo los hombres son registrados como propietarios de las tierras, convertidas en regadíos,
o bien los hombres se apropian sencillamente de las tierras considerablemente más valiosas en comparación con
las de secano.

El cálculo de los futuros costos de operación, frecuentemente insuficiente en las planificaciones, los gastos
de mantenimiento y control, así como los correspondientes a la renovación de los sistemas de riego o bien
cambios difíciles de calcular en la política de fomento estatal (reducción de los servicios de extensionismo,
subvenciones para materiales e incluso para agua) pueden tener consecuencias económicas graves para los
campesinos. Debería comprobarse si el diseño técnico y el dimensionamiento de los sistemas de riego son
apropiados para que las campesinas y los campesinos puedan aprovecharlos en forma rentable incluso
aunque cambien las condiciones.

En general puede partirse de que el riego aumenta la seguridad de las cosechas y los ingresos.
Como excepción debe considerarse aquí la remuneración, limitada en el tiempo, del trabajo propio de la
construcción de los sistemas y del trabajo estacional, cuyo volumen es muy fluctuante. Si las mujeres participan
en ese trabajo estacional, ello puede significar eventualmente una carga de trabajo adicional para las mujeres
afectadas, que irá a costa de otras tareas (alimentación y similares).
Son probables efectos sobre la distribución de los ingresos (no sólo entre hombres y mujeres). Los métodos
intensivos en cuanto a capital pueden marginar a agricultores y agricultoras económicamente
débiles, empeorando la situación de la distribución. Si la conversión en tierras de regadío se realiza a base
de créditos, es frecuente que las mujeres no sean tenidas en cuenta. En general puede observarse que con la
complejidad técnica (y financiera) de un sistema de riego aumenta la diferenciación social.
Correspondientemente debería producirse una amplia dispersión de los títulos de propiedad, o bien tendrían
que fijarse límites superiores a la extensión de las superficies dentro de las nuevas zonas establecidas.

Sanidad

En muchos campos de actividad tiene que contarse con riesgos para la salud. La fuente principal de peligro son
las enfermedades condicionadas por el agua, ante todo la bilharziasis (esquistosomiasis) y la oncocercosis,
cuyos focos de infección pueden situarse en diferentes puntos del sistema de riego (agua estancada o corriente).
Ante todo la bilharziasis puede presentarse en zonas que se rieguen por primera vez, debido a su forma de
transmisión (secreciones humanas). También la propagación de anquilostomas duodenales y de ascáridos
lumbricoides puede verse fomentadaeventualmente por la agricultura de regadío.

La difusión de la malaria que se observa en el caso de grandes proyectos de regadío puede constituir también
un problema en el caso de proyectos menores con acometidas de agua y pequeños embalses abiertos. También
deben mencionarse enfermedades reumáticas y peligro de accidentes. Debido a la situación se originan riesgos
para la salud si los sistemas de riego se utilizan también para el abastecimiento de agua potable. Aquí debe
tenerse en cuenta ante todo a las mujeres, sensibilizándolas a través de una información<

Descripción del ámbito de actividad

El riego y el drenaje cuentan actualmente, en creciente medida, entre las componentes irrenunciables de
la agricultura, y esto no sólo en zonas climáticas áridas. También las tierras aprovechadas en la agricultura
de secano se riegan adicionalmente por aspersión con el fin de incrementar la producción y/o de asegurarla
contra influencias climáticas negativas, o bien se convierten incluso en áreas de regadío. Sólo con la introducción
del riego pasan a convertirse extensas zonas en tierras de cultivo, en el sentido de una nueva colonización (como
se ha hecho p. ej. con los antiguos desiertos y estepas de Egipto, Israel, la India o México).

Además de los requisitos del mercado y de la progresiva monetarización, que no se detiene tampoco ante el
sistema de intercambio rural, el rápido crecimiento demográfico es el factor que obliga predominantemente
a incrementar la producción en tierras cuya superficie incluso está en disminución, para lo cual se hace
imprescindible, entre otras cosas, la introducción o el mejoramiento del riego (artificial). Es lícito pues suponer que
esta área presentará altas tasas de crecimiento, por lo que aumentarán drásticamente la importancia de la
provisión de agua y la cantidad absoluta del agua necesaria.

Mientras que, por una parte, en muchos lugares existen todavía recursos hidráulicos totalmente
desaprovechados, o al menos los recursos existentes se aprovechan sólo moderadamente, en otros lugares
la provisión de agua ha provocado ya daños ecológicos masivos y en su mayor parte irreversibles.

Así como la eliminación de aguas residuales desempeña un papel nada insignificante en el abastecimiento de
agua potable o industrial (véanse los capítulos de Disposición de aguas residuales, Abastecimiento de agua en
zonas urbanas), el riego exige siempre también un drenaje o desagüe. En gran parte, esto se produce ya por la
estructura natural del terreno. Pero en numeroso casos es necesario buscar soluciones para el drenaje ya en la
fase de planificación de los sistemas de acometida de agua.

La puesta en práctica titubeante de programas de drenaje tras un cambio a sistemas de riego durante todo el año
puede provocar daños irreversibles, ante todo por salinización de los suelos, así como un aumento del nivel de
las aguas freáticas. Incluso en proyectos de riego de pequeña magnitud han podido apreciarse en muchos
países problemas de salinización (= efectos negativos sobre el equilibrio de nutrientes en el suelo) por faltar
sistemas de drenaje. Para evitar daños por salinización a largo plazo, debería evacuarse de nuevo, a través del
drenaje, de un 10 al 20 % de la cantidad de agua aportada por riego, según la clase de suelo.

Si se tiene en cuenta la creciente demanda de agua de riego, con los a ello vinculados costos de provisión y
acometida, se comprende el riesgo de que se tienda a aplazar las medidas de drenaje, o a dimensionarlas con
el menor tamaño posible. Igualmente puede observarse que sistemas de acometida economizadores de agua,
pero caros, se relegan precipitadamente, por razones de costos, prefiriendo sistemas simples abiertos, no
afirmados o sobreextendidos. Hasta ahora se han aplicado en forma totalmente insuficiente soluciones
"apropiadas" que por una parte presenten unos costos favorables y que por otra resulten efectivas y con ello
conservadoras de los recursos.

El riego abarca las áreas:

 Provisión de agua por almacenamiento en pequeños embalses, toma de ríos y extracción de aguas
subterráneas
 Acometida y distribución del agua de riego por canales abiertos y cañerías
 Aplicación del agua de riego por sumersión (de superficies), en balsetas, en franjas, por surcos, por
aspersión, por goteo y por infiltración subterránea
 Desagüe y drenaje por sistemas abiertos y cubiertos/enterrados.

Este capítulo está referido únicamente a proyectos de riego de magnitud entre pequeña y media, y no trata
expresamente proyectos de embalses de grandes dimensiones ni la puesta en regadío de regiones enteras, que
afecten por ejemplo a cuencas fluviales completas.

Impacto ambiental y medidas de protección

Principalmente con el trasfondo de unos recursos de agua limitados, de un creciente consumo de agua y de la,
con frecuencia, deficiente adaptación entre el riego y el drenaje, en el ámbito de actividad del riego debería darse
la máxima importancia a lo siguiente:

 Dedicar gran atención a la provisión de agua, ya que los proyectos que impliquen una explotación
considerable de bienes naturales acarrean típicamente grandes riesgos para el medio ambiente
 Examinar la adaptación mutua del riego y el drenaje
 Comprobar si las medidas tomadas responden, por su tecnología, a las capacidades financieras y a las
demás particularidades específicas del país (p. ej. conocimientos técnicos disponibles), a fin de así poder
reducir o excluir amenazas potenciales para el medio ambiente.

Repercusiones sobre el medio ambiente natural

Provisión, acometida y distribución del agua

Aquí pueden verse afectados, según el campo de actividades, todos los ámbitos (suelo, agua, aire/clima, especies,
biotopos/paisaje). Repercusiones de formas muy variadas se producen en el ámbito del suelo, donde los diques
de tierra de pequeños embalses y los canales abiertos de acometida de aguas pueden implicar riesgos de
erosión. Todas las obras modifican (destruyen) el suelo, y el riego propiamente dicho origina un cambio en la
dinámica del mismo. Es posible contrarrestar el riesgo de erosión afirmando o consolidando los diques de tierra
(por ejemplo plantando en ellos especies vegetales cubridoras del suelo, con sistemas radiculares densos).

En el ámbito del agua, las repercusiones son muy variadas. Si bien los pequeños embalses significan un aporte a
la disponibilidad de agua superficial, por otra parte permiten también una contaminación de las aguas
subterráneas, dependiendo esto de las características del subsuelo. En todo caso, también de los pequeños
embalses pueden derivarse perjuicios para la calidad de las aguas superficiales y para el equilibrio de
nutrientes (especialmente por calentamiento y eutrofización). Debe tenerse en cuenta que al tomar medidas de
embalsamiento en una zona puede reducirse la oferta de agua en el curso inferior. Pero si las precipitaciones
tienen un carácter muy estacional, puede esperarse incluso lo contrario. En caso de toma de agua de los ríos,
se reduce la disponibilidad de aguas superficiales, mientras que en caso de tomarla de las aguas subterráneas, se
ve disminuido el régimen de estas últimas. En el caso de extracción de aguas subterráneas, la cantidad depende,
no en último lugar, de la técnica de extracción aplicada. Cuanto menos esfuerzo requiera la elevación (a nivel
económico: menos costos), tanto mayor será el derroche de ese recurso natural que es el agua.

Particularmente significativa es la repercusión de la extracción de aguas subterráneas sobre la cantidad del


agua. Esto puede ser de aplicación para proyectos de magnitud entre pequeña y mínima (p. ej. con tierras de
cultivo establecidas predominantemente sobre formaciones geológicas de base con reservas de agua
frecuentemente escasas o en los sistemas de uadís en la periferia del Sahara). La extracción de aguas
subterráneas fósiles, sin regeneración natural, sobrepasa por definición la cantidad disponible, siendo por lo
tanto una explotación abusiva de un recurso vital, por lo que debería realizarse como máximo en casos
excepcionales justificados.
Los puntos de toma abiertos y/o el vertido de p. ej. heces fecales y aceites entrañan el peligro de
contaminación de las aguas subterráneas.

Los pequeños embalses pueden tener repercusiones sobre el microclima. Afectan también el ámbito de
las especies, aunque en este último caso los efectos no están totalmente claros. Por una parte pueden
destruirse o desplazarse determinadas especies de la flora y la fauna, pero por otra parte la superficie acuática y
el entorno favorecerán o incluso atraerán a otras especies. A una (insignificante) reducción de biotopos
secos se le opone un aumento de biotopos acuáticos. En el caso de los biotopos húmedos es posible tanto
un aumento (ante todo en la zona de las orillas del embalse) como también una reducción (al disminuir el caudal
de agua en el curso inferior). Tanto el aumento como la disminución de especies pueden tener repercusiones
tanto positivas como negativas en el ámbito humano y en el de la naturaleza. Deben tenerse en cuenta
también los efectos de fluctuaciones del nivel del agua en el embalse. Puede partirse de que los pequeños
embalses significan un enriquecimiento de la variedad del paisaje.

Los sistemas abiertos de acometida y distribución provocan pérdidas de agua por evaporación, e
influyen (aunque escasamente) sobre el microclima. En el caso de canalizaciones con perfil de tierra, son posibles
repercusiones sobre las especies animales y vegetales, si bien tales efectos no están totalmente claros
(similarmente a lo que ocurre con los pequeños embalses). Dependiendo de la situación inicial, los sistemas
abiertos de acometida y distribución de agua pueden enriquecer o mermar la variedad del paisaje.

En tanto no discurran sobre tierra, de los sistemas cerrados son de esperar generalmente repercusiones sólo
escasas sobre el medio natural.

Aplicación del agua y drenaje

La aplicación del agua, el "riego" propiamente dicho, actúa en mayor o menor medida sobre las componentes
del ámbito del suelo, en función del método utilizado. Además tiene que contarse con efectos en los ámbitos
del agua y las especies, así como sobre el microclima. El problema principal de muchos métodos de riego es
la salinización, especialmente en caso de un manejo incorrecto y de una falta de drenaje. Este problema puede
definirse también simplificadamente como un desequilibrio extremo de nutrientes (exceso de sal) y
un empeoramiento de la estructura del suelo(enlodamiento, formación de costras, compactación).

En algunos casos, los métodos de riego tradicionales, con dificultades en la dosificación del agua (p. ej.
riego por sumersión, en balsetas, por franjas o por surcos) resultan ser problemáticos. Especialmente con estos
métodos no pueden excluirse procesos de erosión. En caso de una aplicación incorrecta, también el riego por
aspersión y, aún con mayor frecuencia, el riego por goteo puede originar salinización del suelo.

Especial atención debería dedicarse a aquellos métodos en los que técnicas tradicionales se han ampliado
con componentes modernas en forma no apropiada. Sistemas de acometida de agua o métodos de aplicación
antes adecuados pueden provocar p. ej. erosión y arrastres de tierras si la provisión de agua se ve modificada
por el uso de motobombas. Eventualmente tendrá que modificarse todo el sistema, con unas considerables
inversiones de capital.

Con todos los métodos son posibles repercusiones negativas sobre la microflora y la microfauna del suelo. En caso
de una buena adaptación a las condiciones locales y de una gestión correcta, los métodos de riego pueden
significar sin embargo también un aporte al equilibrio de los nutrientes y un beneficio para la microflora
y la microfauna.

El drenaje puede contrarrestar en gran medida el problema de la salinización, contribuyendo así al equilibrio
de los nutrientes y a la estabilización de la estructura del suelo. Debe llamarse la atención sobre la
posibilidad de una desalinización, al menos parcial, de las tierras a través de métodos de aplicación del agua.

Las zanjas de drenaje con perfil de tierra albergan riesgos de erosión. En el ámbito del agua hay que contar
con dos efectos: en primer lugar, los métodos de riego tradicionales y el riego por aspersión así como los sistemas
de drenaje por cauces abiertos originan una pérdida de aguas superficiales por evaporación. Pero por otra
parte, de los métodos tradicionales y de zanjas de drenaje con perfil de tierra puede derivarse también
un enriquecimiento de las aguas subterráneas. El enriquecimiento de las aguas subterráneas debido a un
riego excesivo puede ir en perjuicio de los cultivos a causa de un nivel demasiado alto de las aguas freáticas.

La infiltración en zonas pobres en agua representa un derroche de agua y al mismo tiempo puede fomentar
la explotación excesiva de los recursos naturales, por lo que debería concederse prioridad al afirmado de las
acometidas de agua. Las pérdidas por evaporación en el área de las acometidas resultan más bien insignificantes
(p. ej., en zonas desérticas son de un 1 a un 2 %, frente al 85 % de pérdidas por infiltración en el caso de
acometidas no afirmadas en terreno arenoso). Los métodos de riego tradicionales, el riego por aspersión y los
sistemas de drenaje por cauces abiertos pueden influir sobre el microclima. Según las características del lugar,
se producirán aquí eventuales efectos positivos (p. ej. en la ecología de los oasis) o efectos negativos.

Para todos los métodos de aplicación de agua tiene que contarse con una influencia sobre la flora. Por regla
general se perturbará el equilibrio natural de las especies; en cuanto al número de especies es posible tanto
un incremento como también una reducción

Dado que aquí sólo se trata de superficies de regadío relativamente pequeñas, existen para la fauna zonas
de escape y refugio suficientes, que evitan un cambio persistente en el equilibrio y el número. Dentro de este
ámbito, resultan más bien efectos del aumento y del uso de las tierras de cultivo en sí, así como de la forma de la
agricultura (véase el capítulo de Producción vegetal).

En el caso de las zanjas de drenaje abiertas, con perfil de tierra, son posibles efectos sobre la flora y la
fauna, si bien, en cuanto a su orientación, no pueden describirse inequívocamente, tal como ocurre con los
sistemas de acometida de agua y con los pequeños embalses. Esto es también válido análogamente para la
influencia que estos sistemas de drenaje ejercen sobre la variedad del paisaje.

Repercusiones sobre el entorno socioeconómico

Solicitación de factores, trabajo, ingresos y distribución

En tanto sea posible siquiera formular afirmaciones generales sobre las componentes del entorno socioeconómico,
ellas resultarán forzosamente equívocas. Aquí es imprescindible un análisis de casos concretos.

Soluciones técnicamente sofisticadas presentan por regla general no sólo una mayor demanda de capital,
sino también, eventualmente, una considerable demanda de energía. Debe hacerse referencia tanto a la
posibilidad de materializar una obtención de energía a través de pequeños embalses y acometidas de agua como
a la posibilidad de cubrir la demanda energética mediante fuentes de energías renovables. La demanda de energía
externa puede reducirse si, p. ej. en el caso de la toma de agua de ríos, se recurre a la correspondientes
energía hidráulica (ruedas hidráulicas con alturas de elevación entre 0,5 y más de 20 m).

El problema central en el manejo de los proyectos de regadío con un uso de tecnología de nuevas
características podría ser generalmente la considerable demanda de formación y gestión. La introducción de
sistemas de riego suele coincidir también con formas de agricultura técnicamente más exigentes e intensivas, que
no en todas partes son aceptadas sin oposición. Esto origina una mayor demanda de asesoramiento y
motivación.

En sociedades en las que la responsabilidad del ámbito de la agricultura recae sobre las mujeres, sea como mano
de obra o como campesinas independientes, ellas se ven excluidas frecuentemente del derecho de intervención,
del asesoramiento y de la capacitación. Esto es de especial relevancia cuando las tecnologías tradicionales son
reemplazadas por otras nuevas.

La construcción y el manejo de sistemas de riego significan, ante todo en el caso de procedimientos intensivos en
cuanto a mano de obra, un considerable trabajo adicional, que en muchas sociedades es realizado ante todo
por mujeres. En contrapartida, los ingresos por trabajo son muy buenos, ante todo en el caso de métodos
intensivos en cuanto a capital. Pueden intensificarse disparidades sociales.

No es raro que las mujeres se vean perjudicadas materialmente por la introducción del riego. Así, en
muchas ocasiones, sólo los hombres son registrados como propietarios de las tierras, convertidas en regadíos,
o bien los hombres se apropian sencillamente de las tierras considerablemente más valiosas en comparación con
las de secano.

El cálculo de los futuros costos de operación, frecuentemente insuficiente en las planificaciones, los gastos
de mantenimiento y control, así como los correspondientes a la renovación de los sistemas de riego o bien
cambios difíciles de calcular en la política de fomento estatal (reducción de los servicios de extensionismo,
subvenciones para materiales e incluso para agua) pueden tener consecuencias económicas graves para los
campesinos. Debería comprobarse si el diseño técnico y el dimensionamiento de los sistemas de riego son
apropiados para que las campesinas y los campesinos puedan aprovecharlos en forma rentable incluso
aunque cambien las condiciones.

En general puede partirse de que el riego aumenta la seguridad de las cosechas y los ingresos.
Como excepción debe considerarse aquí la remuneración, limitada en el tiempo, del trabajo propio de la
construcción de los sistemas y del trabajo estacional, cuyo volumen es muy fluctuante. Si las mujeres participan
en ese trabajo estacional, ello puede significar eventualmente una carga de trabajo adicional para las mujeres
afectadas, que irá a costa de otras tareas (alimentación y similares).

Son probables efectos sobre la distribución de los ingresos (no sólo entre hombres y mujeres). Los métodos
intensivos en cuanto a capital pueden marginar a agricultores y agricultoras económicamente
débiles, empeorando la situación de la distribución. Si la conversión en tierras de regadío se realiza a base
de créditos, es frecuente que las mujeres no sean tenidas en cuenta. En general puede observarse que con la
complejidad técnica (y financiera) de un sistema de riego aumenta la diferenciación social.
Correspondientemente debería producirse una amplia dispersión de los títulos de propiedad, o bien tendrían
que fijarse límites superiores a la extensión de las superficies dentro de las nuevas zonas establecidas.

Sanidad

En muchos campos de actividad tiene que contarse con riesgos para la salud. La fuente principal de peligro son
las enfermedades condicionadas por el agua, ante todo la bilharziasis (esquistosomiasis) y la oncocercosis,
cuyos focos de infección pueden situarse en diferentes puntos del sistema de riego (agua estancada o corriente).
Ante todo la bilharziasis puede presentarse en zonas que se rieguen por primera vez, debido a su forma de
transmisión (secreciones humanas). También la propagación de anquilostomas duodenales y de ascáridos
lumbricoides puede verse fomentadaeventualmente por la agricultura de regadío.

La difusión de la malaria que se observa en el caso de grandes proyectos de regadío puede constituir también
un problema en el caso de proyectos menores con acometidas de agua y pequeños embalses abiertos. También
deben mencionarse enfermedades reumáticas y peligro de accidentes. Debido a la situación se originan riesgos
para la salud si los sistemas de riego se utilizan también para el abastecimiento de agua potable. Aquí debe
tenerse en cuenta ante todo a las mujeres, sensibilizándolas a través de una información<

Descripción del ámbito de actividad

El riego y el drenaje cuentan actualmente, en creciente medida, entre las componentes irrenunciables de
la agricultura, y esto no sólo en zonas climáticas áridas. También las tierras aprovechadas en la agricultura
de secano se riegan adicionalmente por aspersión con el fin de incrementar la producción y/o de asegurarla
contra influencias climáticas negativas, o bien se convierten incluso en áreas de regadío. Sólo con la introducción
del riego pasan a convertirse extensas zonas en tierras de cultivo, en el sentido de una nueva colonización (como
se ha hecho p. ej. con los antiguos desiertos y estepas de Egipto, Israel, la India o México).

Además de los requisitos del mercado y de la progresiva monetarización, que no se detiene tampoco ante el
sistema de intercambio rural, el rápido crecimiento demográfico es el factor que obliga predominantemente
a incrementar la producción en tierras cuya superficie incluso está en disminución, para lo cual se hace
imprescindible, entre otras cosas, la introducción o el mejoramiento del riego (artificial). Es lícito pues suponer que
esta área presentará altas tasas de crecimiento, por lo que aumentarán drásticamente la importancia de la
provisión de agua y la cantidad absoluta del agua necesaria.

Mientras que, por una parte, en muchos lugares existen todavía recursos hidráulicos totalmente
desaprovechados, o al menos los recursos existentes se aprovechan sólo moderadamente, en otros lugares
la provisión de agua ha provocado ya daños ecológicos masivos y en su mayor parte irreversibles.

Así como la eliminación de aguas residuales desempeña un papel nada insignificante en el abastecimiento de
agua potable o industrial (véanse los capítulos de Disposición de aguas residuales, Abastecimiento de agua en
zonas urbanas), el riego exige siempre también un drenaje o desagüe. En gran parte, esto se produce ya por la
estructura natural del terreno. Pero en numeroso casos es necesario buscar soluciones para el drenaje ya en la
fase de planificación de los sistemas de acometida de agua.

La puesta en práctica titubeante de programas de drenaje tras un cambio a sistemas de riego durante todo el año
puede provocar daños irreversibles, ante todo por salinización de los suelos, así como un aumento del nivel de
las aguas freáticas. Incluso en proyectos de riego de pequeña magnitud han podido apreciarse en muchos
países problemas de salinización (= efectos negativos sobre el equilibrio de nutrientes en el suelo) por faltar
sistemas de drenaje. Para evitar daños por salinización a largo plazo, debería evacuarse de nuevo, a través del
drenaje, de un 10 al 20 % de la cantidad de agua aportada por riego, según la clase de suelo.

Si se tiene en cuenta la creciente demanda de agua de riego, con los a ello vinculados costos de provisión y
acometida, se comprende el riesgo de que se tienda a aplazar las medidas de drenaje, o a dimensionarlas con
el menor tamaño posible. Igualmente puede observarse que sistemas de acometida economizadores de agua,
pero caros, se relegan precipitadamente, por razones de costos, prefiriendo sistemas simples abiertos, no
afirmados o sobreextendidos. Hasta ahora se han aplicado en forma totalmente insuficiente soluciones
"apropiadas" que por una parte presenten unos costos favorables y que por otra resulten efectivas y con ello
conservadoras de los recursos.

El riego abarca las áreas:

 Provisión de agua por almacenamiento en pequeños embalses, toma de ríos y extracción de aguas
subterráneas
 Acometida y distribución del agua de riego por canales abiertos y cañerías
 Aplicación del agua de riego por sumersión (de superficies), en balsetas, en franjas, por surcos, por
aspersión, por goteo y por infiltración subterránea
 Desagüe y drenaje por sistemas abiertos y cubiertos/enterrados.

Este capítulo está referido únicamente a proyectos de riego de magnitud entre pequeña y media, y no trata
expresamente proyectos de embalses de grandes dimensiones ni la puesta en regadío de regiones enteras, que
afecten por ejemplo a cuencas fluviales completas.

Impacto ambiental y medidas de protección

Principalmente con el trasfondo de unos recursos de agua limitados, de un creciente consumo de agua y de la,
con frecuencia, deficiente adaptación entre el riego y el drenaje, en el ámbito de actividad del riego debería darse
la máxima importancia a lo siguiente:

 Dedicar gran atención a la provisión de agua, ya que los proyectos que impliquen una explotación
considerable de bienes naturales acarrean típicamente grandes riesgos para el medio ambiente
 Examinar la adaptación mutua del riego y el drenaje
 Comprobar si las medidas tomadas responden, por su tecnología, a las capacidades financieras y a las
demás particularidades específicas del país (p. ej. conocimientos técnicos disponibles), a fin de así poder
reducir o excluir amenazas potenciales para el medio ambiente.

Repercusiones sobre el medio ambiente natural

Provisión, acometida y distribución del agua

Aquí pueden verse afectados, según el campo de actividades, todos los ámbitos (suelo, agua, aire/clima, especies,
biotopos/paisaje). Repercusiones de formas muy variadas se producen en el ámbito del suelo, donde los diques
de tierra de pequeños embalses y los canales abiertos de acometida de aguas pueden implicar riesgos de
erosión. Todas las obras modifican (destruyen) el suelo, y el riego propiamente dicho origina un cambio en la
dinámica del mismo. Es posible contrarrestar el riesgo de erosión afirmando o consolidando los diques de tierra
(por ejemplo plantando en ellos especies vegetales cubridoras del suelo, con sistemas radiculares densos).

En el ámbito del agua, las repercusiones son muy variadas. Si bien los pequeños embalses significan un aporte a
la disponibilidad de agua superficial, por otra parte permiten también una contaminación de las aguas
subterráneas, dependiendo esto de las características del subsuelo. En todo caso, también de los pequeños
embalses pueden derivarse perjuicios para la calidad de las aguas superficiales y para el equilibrio de
nutrientes (especialmente por calentamiento y eutrofización). Debe tenerse en cuenta que al tomar medidas de
embalsamiento en una zona puede reducirse la oferta de agua en el curso inferior. Pero si las precipitaciones
tienen un carácter muy estacional, puede esperarse incluso lo contrario. En caso de toma de agua de los ríos,
se reduce la disponibilidad de aguas superficiales, mientras que en caso de tomarla de las aguas subterráneas, se
ve disminuido el régimen de estas últimas. En el caso de extracción de aguas subterráneas, la cantidad depende,
no en último lugar, de la técnica de extracción aplicada. Cuanto menos esfuerzo requiera la elevación (a nivel
económico: menos costos), tanto mayor será el derroche de ese recurso natural que es el agua.

Particularmente significativa es la repercusión de la extracción de aguas subterráneas sobre la cantidad del


agua. Esto puede ser de aplicación para proyectos de magnitud entre pequeña y mínima (p. ej. con tierras de
cultivo establecidas predominantemente sobre formaciones geológicas de base con reservas de agua
frecuentemente escasas o en los sistemas de uadís en la periferia del Sahara). La extracción de aguas
subterráneas fósiles, sin regeneración natural, sobrepasa por definición la cantidad disponible, siendo por lo
tanto una explotación abusiva de un recurso vital, por lo que debería realizarse como máximo en casos
excepcionales justificados.
Los puntos de toma abiertos y/o el vertido de p. ej. heces fecales y aceites entrañan el peligro de
contaminación de las aguas subterráneas.

Los pequeños embalses pueden tener repercusiones sobre el microclima. Afectan también el ámbito de
las especies, aunque en este último caso los efectos no están totalmente claros. Por una parte pueden
destruirse o desplazarse determinadas especies de la flora y la fauna, pero por otra parte la superficie acuática y
el entorno favorecerán o incluso atraerán a otras especies. A una (insignificante) reducción de biotopos
secos se le opone un aumento de biotopos acuáticos. En el caso de los biotopos húmedos es posible tanto
un aumento (ante todo en la zona de las orillas del embalse) como también una reducción (al disminuir el caudal
de agua en el curso inferior). Tanto el aumento como la disminución de especies pueden tener repercusiones
tanto positivas como negativas en el ámbito humano y en el de la naturaleza. Deben tenerse en cuenta
también los efectos de fluctuaciones del nivel del agua en el embalse. Puede partirse de que los pequeños
embalses significan un enriquecimiento de la variedad del paisaje.

Los sistemas abiertos de acometida y distribución provocan pérdidas de agua por evaporación, e
influyen (aunque escasamente) sobre el microclima. En el caso de canalizaciones con perfil de tierra, son posibles
repercusiones sobre las especies animales y vegetales, si bien tales efectos no están totalmente claros
(similarmente a lo que ocurre con los pequeños embalses). Dependiendo de la situación inicial, los sistemas
abiertos de acometida y distribución de agua pueden enriquecer o mermar la variedad del paisaje.

En tanto no discurran sobre tierra, de los sistemas cerrados son de esperar generalmente repercusiones sólo
escasas sobre el medio natural.

Aplicación del agua y drenaje

La aplicación del agua, el "riego" propiamente dicho, actúa en mayor o menor medida sobre las componentes
del ámbito del suelo, en función del método utilizado. Además tiene que contarse con efectos en los ámbitos
del agua y las especies, así como sobre el microclima. El problema principal de muchos métodos de riego es
la salinización, especialmente en caso de un manejo incorrecto y de una falta de drenaje. Este problema puede
definirse también simplificadamente como un desequilibrio extremo de nutrientes (exceso de sal) y
un empeoramiento de la estructura del suelo(enlodamiento, formación de costras, compactación).

En algunos casos, los métodos de riego tradicionales, con dificultades en la dosificación del agua (p. ej.
riego por sumersión, en balsetas, por franjas o por surcos) resultan ser problemáticos. Especialmente con estos
métodos no pueden excluirse procesos de erosión. En caso de una aplicación incorrecta, también el riego por
aspersión y, aún con mayor frecuencia, el riego por goteo puede originar salinización del suelo.

Especial atención debería dedicarse a aquellos métodos en los que técnicas tradicionales se han ampliado
con componentes modernas en forma no apropiada. Sistemas de acometida de agua o métodos de aplicación
antes adecuados pueden provocar p. ej. erosión y arrastres de tierras si la provisión de agua se ve modificada
por el uso de motobombas. Eventualmente tendrá que modificarse todo el sistema, con unas considerables
inversiones de capital.

Con todos los métodos son posibles repercusiones negativas sobre la microflora y la microfauna del suelo. En caso
de una buena adaptación a las condiciones locales y de una gestión correcta, los métodos de riego pueden
significar sin embargo también un aporte al equilibrio de los nutrientes y un beneficio para la microflora
y la microfauna.

El drenaje puede contrarrestar en gran medida el problema de la salinización, contribuyendo así al equilibrio
de los nutrientes y a la estabilización de la estructura del suelo. Debe llamarse la atención sobre la
posibilidad de una desalinización, al menos parcial, de las tierras a través de métodos de aplicación del agua.

Las zanjas de drenaje con perfil de tierra albergan riesgos de erosión. En el ámbito del agua hay que contar
con dos efectos: en primer lugar, los métodos de riego tradicionales y el riego por aspersión así como los sistemas
de drenaje por cauces abiertos originan una pérdida de aguas superficiales por evaporación. Pero por otra
parte, de los métodos tradicionales y de zanjas de drenaje con perfil de tierra puede derivarse también
un enriquecimiento de las aguas subterráneas. El enriquecimiento de las aguas subterráneas debido a un
riego excesivo puede ir en perjuicio de los cultivos a causa de un nivel demasiado alto de las aguas freáticas.

La infiltración en zonas pobres en agua representa un derroche de agua y al mismo tiempo puede fomentar
la explotación excesiva de los recursos naturales, por lo que debería concederse prioridad al afirmado de las
acometidas de agua. Las pérdidas por evaporación en el área de las acometidas resultan más bien insignificantes
(p. ej., en zonas desérticas son de un 1 a un 2 %, frente al 85 % de pérdidas por infiltración en el caso de
acometidas no afirmadas en terreno arenoso). Los métodos de riego tradicionales, el riego por aspersión y los
sistemas de drenaje por cauces abiertos pueden influir sobre el microclima. Según las características del lugar,
se producirán aquí eventuales efectos positivos (p. ej. en la ecología de los oasis) o efectos negativos.

Para todos los métodos de aplicación de agua tiene que contarse con una influencia sobre la flora. Por regla
general se perturbará el equilibrio natural de las especies; en cuanto al número de especies es posible tanto
un incremento como también una reducción

Dado que aquí sólo se trata de superficies de regadío relativamente pequeñas, existen para la fauna zonas
de escape y refugio suficientes, que evitan un cambio persistente en el equilibrio y el número. Dentro de este
ámbito, resultan más bien efectos del aumento y del uso de las tierras de cultivo en sí, así como de la forma de la
agricultura (véase el capítulo de Producción vegetal).

En el caso de las zanjas de drenaje abiertas, con perfil de tierra, son posibles efectos sobre la flora y la
fauna, si bien, en cuanto a su orientación, no pueden describirse inequívocamente, tal como ocurre con los
sistemas de acometida de agua y con los pequeños embalses. Esto es también válido análogamente para la
influencia que estos sistemas de drenaje ejercen sobre la variedad del paisaje.

Repercusiones sobre el entorno socioeconómico

Solicitación de factores, trabajo, ingresos y distribución

En tanto sea posible siquiera formular afirmaciones generales sobre las componentes del entorno socioeconómico,
ellas resultarán forzosamente equívocas. Aquí es imprescindible un análisis de casos concretos.

Soluciones técnicamente sofisticadas presentan por regla general no sólo una mayor demanda de capital,
sino también, eventualmente, una considerable demanda de energía. Debe hacerse referencia tanto a la
posibilidad de materializar una obtención de energía a través de pequeños embalses y acometidas de agua como
a la posibilidad de cubrir la demanda energética mediante fuentes de energías renovables. La demanda de energía
externa puede reducirse si, p. ej. en el caso de la toma de agua de ríos, se recurre a la correspondientes
energía hidráulica (ruedas hidráulicas con alturas de elevación entre 0,5 y más de 20 m).

El problema central en el manejo de los proyectos de regadío con un uso de tecnología de nuevas
características podría ser generalmente la considerable demanda de formación y gestión. La introducción de
sistemas de riego suele coincidir también con formas de agricultura técnicamente más exigentes e intensivas, que
no en todas partes son aceptadas sin oposición. Esto origina una mayor demanda de asesoramiento y
motivación.

En sociedades en las que la responsabilidad del ámbito de la agricultura recae sobre las mujeres, sea como mano
de obra o como campesinas independientes, ellas se ven excluidas frecuentemente del derecho de intervención,
del asesoramiento y de la capacitación. Esto es de especial relevancia cuando las tecnologías tradicionales son
reemplazadas por otras nuevas.

La construcción y el manejo de sistemas de riego significan, ante todo en el caso de procedimientos intensivos en
cuanto a mano de obra, un considerable trabajo adicional, que en muchas sociedades es realizado ante todo
por mujeres. En contrapartida, los ingresos por trabajo son muy buenos, ante todo en el caso de métodos
intensivos en cuanto a capital. Pueden intensificarse disparidades sociales.

No es raro que las mujeres se vean perjudicadas materialmente por la introducción del riego. Así, en
muchas ocasiones, sólo los hombres son registrados como propietarios de las tierras, convertidas en regadíos,
o bien los hombres se apropian sencillamente de las tierras considerablemente más valiosas en comparación con
las de secano.

El cálculo de los futuros costos de operación, frecuentemente insuficiente en las planificaciones, los gastos
de mantenimiento y control, así como los correspondientes a la renovación de los sistemas de riego o bien
cambios difíciles de calcular en la política de fomento estatal (reducción de los servicios de extensionismo,
subvenciones para materiales e incluso para agua) pueden tener consecuencias económicas graves para los
campesinos. Debería comprobarse si el diseño técnico y el dimensionamiento de los sistemas de riego son
apropiados para que las campesinas y los campesinos puedan aprovecharlos en forma rentable incluso
aunque cambien las condiciones.

En general puede partirse de que el riego aumenta la seguridad de las cosechas y los ingresos.
Como excepción debe considerarse aquí la remuneración, limitada en el tiempo, del trabajo propio de la
construcción de los sistemas y del trabajo estacional, cuyo volumen es muy fluctuante. Si las mujeres participan
en ese trabajo estacional, ello puede significar eventualmente una carga de trabajo adicional para las mujeres
afectadas, que irá a costa de otras tareas (alimentación y similares).

Son probables efectos sobre la distribución de los ingresos (no sólo entre hombres y mujeres). Los métodos
intensivos en cuanto a capital pueden marginar a agricultores y agricultoras económicamente
débiles, empeorando la situación de la distribución. Si la conversión en tierras de regadío se realiza a base
de créditos, es frecuente que las mujeres no sean tenidas en cuenta. En general puede observarse que con la
complejidad técnica (y financiera) de un sistema de riego aumenta la diferenciación social.
Correspondientemente debería producirse una amplia dispersión de los títulos de propiedad, o bien tendrían
que fijarse límites superiores a la extensión de las superficies dentro de las nuevas zonas establecidas.

Sanidad

En muchos campos de actividad tiene que contarse con riesgos para la salud. La fuente principal de peligro son
las enfermedades condicionadas por el agua, ante todo la bilharziasis (esquistosomiasis) y la oncocercosis,
cuyos focos de infección pueden situarse en diferentes puntos del sistema de riego (agua estancada o corriente).
Ante todo la bilharziasis puede presentarse en zonas que se rieguen por primera vez, debido a su forma de
transmisión (secreciones humanas). También la propagación de anquilostomas duodenales y de ascáridos
lumbricoides puede verse fomentadaeventualmente por la agricultura de regadío.

La difusión de la malaria que se observa en el caso de grandes proyectos de regadío puede constituir también
un problema en el caso de proyectos menores con acometidas de agua y pequeños embalses abiertos. También
deben mencionarse enfermedades reumáticas y peligro de accidentes. Debido a la situación se originan riesgos
para la salud si los sistemas de riego se utilizan también para el abastecimiento de agua potable. Aquí debe
tenerse en cuenta ante todo a las mujeres, sensibilizándolas a través de una información<

 les de los regadíos en agricultura

Efectos medio ambientales de los


regadíos en agricultura
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inCompartir
Guardar
Efectos positivos y negativos medio ambientales de los regadíos en agricultura.
El regadío no siempre tiene un efecto perjudicial u origina un impacto ambiental negativo,
sino que en numerosos casos se producen impactos ambientales positivos que favorecen
diferentes aspectos del entorno.
Sin embargo, por lo general, la agricultura de regadío provoca más impactos
negativos que positivos, aunque puede considerarse que el grado de deterioro ambiental
es bajo comparado con otras actividades como la industria o la infraestructura viaria
(carreteras, ferrocarril, etc.).
Se expondrán algunas de las acciones tanto beneficiosas como perjudiciales más
relevantes, haciendo incidencia en ciertos aspectos que deben ser considerados en el
diseño y manejo de los riegos para usar racionalmente el agua de riego y minimizar la
contaminación de las aguas, como efectos más importantes de la implantación de la
agricultura de regadío.
La agricultura es una actividad productiva que se realiza en todo el mundo desde hace
miles de años, consistente en la obtención de cultivos fuera de su entorno silvestre
aplicando diversidad de técnicas y prácticas.
Por sí misma la agricultura constituye una alteración del medio, al ser consecuencia de
una actividad humana que requiere el uso de determinados recursos naturales (suelo,
compuestos químicos, agua, combustible...) y que origina una serie de residuos y
desechos potencialmente contaminantes.
La agricultura de regadío constituye una importantísima actividad dentro del sector
agrícola, principalmente en lo que se refiere a la producción final, a la dinámica del sector
relacionado con ella y al empleo generado.
El regadío es una modalidad de la agricultura que supone siempre una alteración del
medio donde ésta se desarrolla, para adecuarlo a las necesidades del sistema de riego o
como consecuencia de la aplicación propiamente dicha de los riegos.
Sin embargo, las implicaciones ambientales suelen ser mayores que en la agricultura de
secano. La transformación de un sistema agrícola de secano a regadío supone la
modificación de un gran número de factores o elementos, lo que puede afectar en mayor o
menor grado al entorno, bien sea a las personas, los animales y plantas, a determinados
recursos como el agua y el suelo o a su aspecto físico.
En cualquier caso, el grado de afectación del medio será diferente dependiendo del
método de riego que se instale, por superficie, aspersión o localizado, y de la magnitud
de la transformación.
Es evidente que el efecto en el medio ambiente será mucho mayor cuando se realice un
plan de transformación a escala de zona regable que cuando un agricultor ponga en riego
su finca de secano con un equipamiento e inversión reducidas.
Además de la mencionada transformación de secano a regadío, el cambio en el método
de riego, superficie, aspersión o localizado, también puede generar impactos en el
medio. Un ejemplo lo constituye una transformación de una gran zona de riego por
superficie en riego localizado, lo que puede afectar a varios aspectos como:
Alteración en el funcionamiento de los acuíferos.
Clima de la zona, especialmente a la humedad y temperatura del aire.
Desaparición de hábitats propios del riego por superficie, como los canales de riego,
embalses, sistemas de desagüe.
etc.
El riego en la agricultura supone la alteración del medio donde éste se lleva a cabo en
distinta medida dependiendo de la magnitud del sistema de regadío.
En cualquier caso, siempre se producirán impactos negativos que perjudican el medio
ambiente, si bien en ciertas ocasiones se puedan destacar también algunas ventajas con
respecto a los sistemas de secano.
Como impactos positivos cabe destacar:
El incremento del valor paisajístico de determinado sistemas de riego, más importante en
riegos tradicionales.
Se favorece también la biodiversidad o variedad de especies de fauna y flora, así como el
desarrollo de actividades cinegéticas, deportivas y turísticas.
Entre los impactos negativos se encuentran:
Las obras de infraestructura para realizar los riegos, almacenamiento y distribución de
agua, caminos, etc.
En otro ámbito, el uso masivo e irracional de agua supone un importante perjuicio, en
cuanto es un recurso muy escaso en muchas zonas.
A este mal uso contribuyen las pérdidas de agua en las infraestructuras de riego y los
riegos poco eficientes. Las pérdidas de agua por filtración profunda y su efecto
principalmente en la contaminación por nitratos en aguas subterráneas y superficiales, así
como la erosión del suelo, que lo degrada y contamina el agua de retorno, son dos de los
efectos más importantes en el medio ambiente.
En muchas ocasiones es suficiente realizar riegos con elevada uniformidad y eficiencia
para minimizar estos impactos negativos

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