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Riesgos

higiénicos en la
Industria
Química

Higiene

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Riegos higiénicos en la
Industria Química – Medidas
de control
La industria química se ocupa de la extracción y procesamiento de las
materias primas, tanto naturales como sintéticas, y de su transformación
en otras sustancias con características diferentes de las que tenían
originalmente, para satisfacer las necesidades de las personas mejorando
su calidad de vida. Su objetivo principal es elaborar un producto de buena
calidad con el costo más bajo posible, y tratando de ocasionar el menor
daño posible al medio.
Utilizan materias primas provenientes del aire, del agua, de la corteza
terrestre (carbón, petróleo, gas natural, minerales), de las plantas y de los
animales.

Tipos de Industrias Químicas:

Industria química de base: Utilizan las materias primas básicas y elaboran


productos intermedios que, a su vez, sirven de materia prima para otras
industrias. Pertenecen a este grupo la petroquímica, la metalurgia y las de
amoníaco, de la celulosa y del ácido sulfúrico.

Industrias químicas de transformación: Están destinadas al consumo


directo de las personas, emplean como materias primas los productos
elaborados por las industrias químicas de base. La química fina, como se le
denomina a este sector industrial, comprende numerosas industrias
especializadas (medicamentos, fertilizantes, plaguicidas, colorantes, etc.).

Accidentes químicos:
Se utilizan los términos "accidente químico" y "emergencia química" para
hacer referencia a un acontecimiento o situación peligrosa que resulta de
la liberación de una sustancia o sustancias riesgosas para la salud humana
y/o el medio ambiente, a corto o largo plazo.
Estos acontecimientos o situaciones incluyen incendios, explosiones, fugas
o liberaciones de sustancias tóxicas que pueden provocar enfermedad,
lesión, invalidez o muerte (a menudo de una gran cantidad) de seres
humanos.
Aunque la contaminación del agua o de la cadena alimenticia que resulta
de un accidente químico puede afectar a poblaciones dispersas, a menudo
la población expuesta está dentro o muy próxima a una zona industrial. En
un área urbana la población expuesta puede estar en las cercanías de un

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vehículo accidentado que transportaba sustancias peligrosas. Con menos
frecuencia, la población expuesta está a cierta distancia del sitio del
accidente, incluyendo zonas al otro lado de las fronteras nacionales. Las
áreas potencialmente afectadas en países vecinos podrían incluir a aquéllos
que tienen planes o capacidades limitadas para responder a una
emergencia química.
Esta definición debe plantearse aunada al concepto de un "incidente
químico", en el que una exposición originada por las liberaciones de una
sustancia o sustancias puede resultar en enfermedad o la posibilidad de
ésta. El número de personas afectadas por un incidente químico puede ser
muy reducido (incluso una sola), y la enfermedad, incapacidad o muerte
pueden ocurrir en un lapso considerable (por ejemplo varios años) después
del accidente.
Además de los efectos para la salud humana, los accidentes químicos
pueden resultar en un daño considerable o a largo plazo al medio
ambiente, con cuantiosos costos humanos y económicos.

Clasificación de los accidentes químicos:

1) Sustancias involucradas

Las sustancias involucradas en un accidente pueden agruparse de acuerdo


a si son:
sustancias peligrosas (por ejemplo, explosivos, líquidos o sólidos
inflamables, agentes oxidantes, sustancias tóxicas o corrosivas).
aditivos, contaminantes y adulterantes (por ejemplo, en el agua potable,
bebidas y alimentos, medicamentos y bienes de consumo).
productos radioactivos.
La clasificación según la cantidad del agente químico liberado debería
tomar en cuenta sus propiedades peligrosas (por ejemplo, un kilo de
cianuro es más peligroso que un kilo de gas clorado).

2) Fuentes de la liberación.

Las liberaciones pueden originarse por la actividad humana, o tener un


origen natural.
Las fuentes antropogénicas incluyen manufactura, almacenamiento,
manejo, transporte (ferrocarril, carretera, agua y tuberías) uso y
eliminación.
Las fuentes de origen natural incluyen entre otras actividades geológicas, la
volcánica, toxinas de origen animal, vegetal y microbiano, incendios
naturales y minerales.

3) Extensión del área contaminada.

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Los accidentes podrían clasificarse de acuerdo a si:
fueron contenidos dentro de una instalación y no afectaron a nadie en el
exterior.
Afectaron únicamente la vecindad inmediata de una planta.
Afectaron una zona extensa alrededor de una instalación, o se dispersaron
mucho.

4) Número de personas expuestas o con riesgo.

Los accidentes químicos podrían clasificarse por el número de personas


afectadas, calculado en términos de muertes, lesiones, y/o evacuados. Sin
embargo, la gravedad de un accidente químico no puede determinarse
únicamente sobre esta base. Al valorar su gravedad, se deben tomar en
cuenta todas las circunstancias y consecuencias conocidas.

5) Vías de exposición.

Desde la perspectiva de salud, las vías de exposición podrían ser un medio


para clasificar los accidentes químicos. Existen cuatro principales vías
directas de exposición:

 Inhalación.
 Exposición ocular.
 Contacto con la piel.
 Ingestión.

Riesgos:

Los riesgos a evaluar, derivados de la presencia de agentes químicos


peligrosos, pueden ser uno o varios de los siguientes:

 Riesgo de incendio y/o explosión.


 Riesgo de reacciones químicas peligrosas que puedan afectar a la salud
y seguridad de los trabajadores.
 Riesgo por inhalación.
 Riesgo por absorción a través de la piel.
 Riesgo por contacto con la piel y los ojos.
 Riesgo por ingestión.
 Riesgo por penetración por vía parenteral.
 Riesgos químicos derivados de fallos de las instalaciones.

Los riesgos para la salud de los trabajadores que manipulan


productos químicos dependen de:

 La peligrosidad intrínseca del producto.

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 El estado físico y grado de división del producto.
 La cantidad o concentración al producto.
 El tiempo de contacto o exposición al producto.
 Las condiciones de utilización del producto.
 Los factores ambientales (temperatura, presión, humedad, etc.).
 Las características físicas del trabajador y su estado de salud.
 La presencia de otros productos químicos.

Inconvenientes de la Industria Química:

Residuos tóxicos:
Los residuos tóxicos son los materiales sólidos, líquidos o gaseosos que
contienen sustancias dañinas para el medio ambiente, para el ser humano
y para los recursos naturales. Los principales componentes que dan a los
residuos su carácter peligroso son: metales pesados, cianuros, dibenzo-p-
dioxinas, biocidas y productos fitosanitarios, éteres, amianto,
hidrocarburos aromáticos policíclicos, fósforo y sus derivados, y
compuestos inorgánicos del flúor.
Pueden estar contenidos en recipientes que son destinados al abandono o
se utiliza la eliminación mediante vertido controlado que es el método más
utilizado. El resto de los residuos se incinera y una pequeña parte se utiliza
como fertilizante orgánico. Los residuos peligrosos no se eliminan, se
almacenan dentro de contenedores en lugares protegidos. Otros métodos
más adecuados son su almacenamiento en silos de hormigón o en
formaciones geológicas profundas, aunque ninguno es del todo fiable a
largo plazo.
Los residuos más peligrosos son las sustancias biológicas, los compuestos
químicos tóxicos e inflamables y los residuos radiactivos.
Las sustancias radiactivas son peligrosas porque una exposición prolongada
a su radiación daña a los organismos vivos, y porque las sustancias retienen
la radiactividad durante mucho tiempo.

Contaminación atmosférica:
La contaminación atmosférica es la que se produce en la atmósfera, según
su nombre indica, y es producida por residuos o productos secundarios
gaseosos sólidos o líquidos, que pueden poner en peligro la salud del
hombre y la salud y bienestar de las plantas y animales, atacar a distintos
materiales, reducir la visibilidad o producir olores desagradables.
Cada año, los países industriales generan miles de millones de toneladas de
contaminantes. Muchos contaminantes proceden de fuentes fácilmente
identificables; el dióxido de azufre, por ejemplo, procede de las centrales
energéticas que queman carbón o petróleo. Otros se forman por la acción
de la luz solar sobre materiales reactivos previamente emitidos a la
atmósfera. Por otra parte, el descubrimiento en la década de 1980 de que
algunos contaminantes atmosféricos, como los clorofluorocarbonos (CFC),

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están produciendo una disminución de la capa de ozono protectora del
planeta ha conducido a una supresión lenta de estos productos.

Dióxido de carbono:
El aumento de la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la
atmósfera ha sido uno de los impactos que el uso de combustibles fósiles
ha producido sobre el medio ambiente terrestre. La cantidad de CO2
atmosférico había permanecido estable, aparentemente durante siglos,
pero en los últimos 100 años ha ascendido. Lo significativo de este cambio
es que puede provocar un aumento de la temperatura de la Tierra a través
del proceso conocido como efecto invernadero. El dióxido de carbono
atmosférico tiende a impedir que la radiación de onda larga escape al
espacio exterior; dado que se produce más calor y puede escapar menos, la
temperatura global de la Tierra aumenta.
Un calentamiento global alto en la atmósfera tendría graves efectos sobre
el medio ambiente. Aceleraría la fusión de los casquetes polares, haría
subir el nivel de los mares, cambiaría el clima regional y globalmente,
alteraría la vegetación natural y afectaría a las cosechas. Estos cambios
tendrían un enorme impacto sobre la civilización humana.

Efecto invernadero:
La Tierra se calienta gracias a la energía del Sol. Cuando esta energía llega a
la atmósfera, una parte es reflejada de nuevo al espacio, otra pequeña
parte es absorbida, y la restante llega a la Tierra y calienta su superficie.
Pero cuando la Tierra refleja a su vez la energía hacia la atmósfera, ocurre
algo diferente. En lugar de atravesarla y llegar al espacio, los gases de la
atmósfera absorben una gran parte de esta energía. Esto contribuye a
mantener caliente el planeta.
De esta manera, la atmósfera deja que la radiación solar la atraviese para
calentar la Tierra, pero no deja salir la radiación que la Tierra irradia hacia
el espacio. En un invernadero ocurre lo mismo, salvo que en el invernadero
se utiliza cristal, en vez de gases, para retener el calor. Por eso llamamos a
este fenómeno efecto invernadero.
Los gases invernadero de la atmósfera cumplen la función de mantener la
temperatura media adecuada para la Tierra, a pesar de que las
temperaturas varíen mucho de un lugar a otro. Si estos gases aumentaran,
retendrían demasiado calor. Esto provocaría el recalentamiento del
planeta.

Lluvia ácida:
La lluvia ácida se forma cuando los óxidos de azufre y nitrógeno se
combinan con la humedad atmosférica para formar ácidos sulfúrico y
nítrico, que pueden ser arrastrados a grandes distancias de su lugar de
origen antes de depositarse en forma de lluvia. Adopta también a veces la
forma de nieve o niebla, o precipitarse en forma sólida. Un término

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científico más apropiado sería "deposición ácida". La forma seca de la
deposición es tan dañina para el medio ambiente como la líquida.
La lluvia ácida puede erosionar estructuras, dañar los bosques y las
cosechas, y poner en peligro la vida en los lagos y los ríos.

Destrucción del ozono:


La actividad humana está teniendo un impacto negativo sobre la capa de
ozono. Los estudios muestran que la capa de ozono está siendo afectada
por el uso creciente de CFC que se emplean en refrigeración, aire
acondicionado, disolventes de limpieza, materiales de empaquetado y
aerosoles. Este CFC esta haciéndole a la capa de ozono un gran agujero que
hace que las radiaciones ultravioletas del sol entren con más facilidad y
esos rayos afectan mucho al medio ambiente y al hombre, que le puede
producir cáncer de piel.
Debido a la creciente amenaza que representan estos peligrosos efectos
sobre el medio ambiente, muchos países trabajan en el proyecto de
suprimir la fabricación y uso de los CFC. No obstante, los CFC pueden
permanecer en la atmósfera durante más de 100 años, por lo que la
destrucción del ozono continuará representando una amenaza durante
décadas.

Riesgos higiénicos de la Industria Química Inorgánica

1) Ácido sulfúrico:
Es utilizado como materia prima para la obtención de superfosfatos, ácido
fosfórico, clorhídrico, acético y cítrico, fertilizantes sintéticos, fibras
artificiales, decapado de metales, fabricación de baterías de plomo (como
electrólito), explosivos, refinado de aceites, etc. Los principales riesgos de
la industria de fabricación de sulfúrico viene dado por la presencia de
nieblas de sulfúrico y gases de SO3. Se debe recurrir ala extracción
localizada ya la protección individual de las vías respiratorias, adecuada al
riesgo. Su acción sobre el organismo se debe a su carácter tóxico y
cáustico.

2) Ácido nítrico:
Se emplea en la fabricación de explosivos, tintes y colorantes, productos
farmacéuticos, etc., la producción de nitratos metálicos, agua regia, etc.
Los principales riesgos de la industria de la fabricación del ácido nítrico
viene dado por los contaminantes (especialmente óxidos nitrosos y
amoníaco), debiendo recurrir a la extracción localizada ya la protección
individual de las vías respiratorias, adecuada al riesgo. Su acción sobre el
organismo se debe a su carácter corrosivo.

3) Ácido clorhídrico:

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Es utilizado para producir fertilizantes, tintes y colorantes, refinado de
aceites y grasas, galvanoplástica, decapado de metales, curtido de pieles,
etc. Los principales riesgos de la industria de fabricación del ácido
clorhídrico proceden de los contaminantes (gases o soluciones de
clorhídrico) originados por fugas en tuberías, reactores o tanques de
almacenamiento. Según los casos, se debe recurrir a adoptar
procedimientos de circuito cerrado, automatización de operaciones,
ventilación general o extracción localizada ya la protección individual
(protección respiratoria y ropa de protección). Su acción sobre el
organismo se debe a su carácter corrosivo; en contacto con los ojos puede
provocar pérdida de la visión así como producir efectos irritantes en los
aparatos digestivo y respiratorio.

4) Cloro:
Se emplea como desinfectante, blanqueo de fibras textiles, fabricación de
derivados clorados (clorhídrico), plásticos, etc. Los principales riesgos de la
industria de fabricación de cloro, dependiendo de los procedimientos
utilizados, proceden de la contaminación originada por fugas en tuberías y
tanques de almacenamiento o falta de encerramiento del proceso,
debiendo recurrir, según los casos, a los procedimientos de circuito
cerrado, extracción localizada, sistemas de alarma, etc. o a la protección
individual de las vías respiratorias. Su efecto sobre el organismo puede
provocar la muerte por asfixia, con exposición a concentraciones elevadas,
e irritaciones en las mucosas y en el aparato respiratorio.

5) Amoníaco:
Es utilizado en la fabricación de hielo, fertilizantes, preparación de
soluciones acuosas utilizadas en las industrias farmacéuticas y químicas,
etc. Los principales riesgos de la industria de producción, compresión y
purificación del gas, así como en los procesos de síntesis y limpieza, se
deben a los contaminantes (amoníaco, monóxido de carbono, sulfuro de
hidrógeno) por fugas en las instalaciones del proceso (válvulas, recipientes
a presión, juntas, etc.), debiendo recurrir, según los casos, a los
procedimientos de ventilación general o extracción localizada, protección
individual (de las vías respiratorias o para trabajos en altura en la limpieza
de convertidores), etc. Su acción sobre el organismo se debe a su efecto
irritante sobre el aparato respiratorio y en grandes concentraciones, sobre
el sistema nervioso. Dado que durante la producción de amoníaco
interviene el sulfuro de hidrógeno, conviene señalar que dicho gas produce
la llamada intoxicación de los poceros, que puede originar la pérdida de
conocimiento y la muerte.

6) Fertilizantes orgánicos:
Se utilizan para mejorar la nutrición de las plantas. Pueden, según su
contenido en elementos nutritivos (nitrógeno, fósforo, potasio y

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oligoelementos) clasificarse en nitrogenados, fosfatados, potásicos
yoligofertilizantes). Los principales riesgos de las industrias de fertilizantes
inorgánicos se deben a los contaminantes originados en los procesos del
tratamiento químico de las materias primas y en los procesos de
obtención, maduración del producto semiacabado, envasado final y
almacenaje (óxidos de nitrógeno, flúor y sus compuestos, amoníaco,
fosfatos, sales potásicas, polvos diversos, gases de flúor principalmente,
etc.), por fugas en tuberías, reactores e instalaciones, polvo acumulado en
el suelo e instalaciones, no encerramiento de los aparatos de mezcla,
reacción y transporte, etc. Se debe recurrir, según los casos, a los
procedimientos de mecanización y automatización del proceso,
confinamiento de procesos peligrosos, extracción localizada y filtros de
absorción de gases, limpieza de suelos e instalaciones, protección
individual, etc. Su acción sobre el organismo depende de cada caso en
particular, destacando la acción de los fosfatos y superfosfatos que al
contener sílice libre puede originar silicosis, y el flúor y sus compuestos,
cuya exposición puede originar la fluorosis.

7) Cementos:
Se trata de un aglutinante hidráulico utilizado en la construcción. Se
obtiene en polvo fino, moliendo la escoria de una mezcla de arcilla y piedra
caliza calcinada a elevadas temperaturas (clinker); se utiliza para fabricar
morteros y hormigones. Los principales riesgos se derivan de los
contaminantes originados durante el proceso de obtención (extracción de
canteras, machacado, almacenado de la mezcla, fusión en hornos rotativos,
adición de aditivos al clinker, pulverizado, almacenamientos, envasado),
consistentes en polvos de cemento y materias primas, humos de
combustión, monóxido de carbono, etcétera, debiendo recurrir (según las
etapas del proceso) a la utilización de ciclones, limpieza del suelo e
instalaciones, extracción localizada, precipitadores electrostáticos,
protecciones individuales, etc. Si bien su acción sobre el organismo no
produce ningún tipo de neumoconiosis, antes de la obtención del clinker
puede existir riesgo de silicosis debido al contenido en sílice libre en las
canteras. Por otra parte, puede ocasionar afecciones cutáneas, trastornos
digestivos e irritaciones de las mucosas.

8) Pigmentos inorgánicos:
Son sólidos finamente divididos de colores diversos utilizados para
proporcionar color, consistencia, cuerpo y duración a los recubrimientos de
superficies. Según el color, los pigmentos pueden ser:
Pigmentos blancos (bióxido de titanio, óxido de cinc, óxido de antimonio,
carbonato básico de plomo, sulfato básico de plomo, etc.)
Pigmentos rojos, marrones y morados (óxidos de hierro, de cadmio, óxido
cuproso y minio Pb304)

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Pigmentos amarillos y naranja (cromato de plomo, sulfato de plomo y
amarillos de cinc y cadmio).
Pigmentos azules y verdes (azul de hierro, verde cromo, óxidos de cromo).
Pigmentos negros y grises (negro de carbón, óxidos de hierro, negros
minerales).
Los principales riesgos se derivan del proceso de obtención (preparación de
materias primas, precipitación, filtración, secado, trituración, molturación,
ajuste de color y envasado) y de los contaminantes diversos, dependiendo
del pigmento (plomo, cadmio, hierro, manganeso, cromo, etc.). Según los
casos, se debe recurrir a limpiezas frecuentes, utilización de sistemas de
extracción localizada y protección individual de las vías respiratorias. En
cuanto a su acción sobre el organismo, dependerá de la toxicidad de los
productos utilizados.

Riesgos higiénicos de la Industria Química Orgánica:

1) Disolventes:
Pueden definirse como los componentes que entran en mayor proporción
en una dispersión homogénea. Pueden ser sólidos, líquidos o gaseosos,
aunque se suele aplicar el nombre de disolventes a los de estado líquido.
Los disolventes pueden ser:

Acuosos y orgánicos.
Dentro de la Higiene del Trabajo se utiliza la denominación de disolventes
para designar a los disolventes orgánicos (excluyendo los disolventes
acuosos) ya que su utilización en la industria y su peligrosidad es mayor.
Dentro de los disolventes acuosos, constituidos por agua como principal
disolvente, actuando como vehículo de otros componentes más
específicos, se pueden incluir los: neutros (no contienen más componente
que el agua), ácidos (contienen S04 H2, CIH, N03H, etc.), alcalinos
(contienen sustancias básicas) y detergentes (que llevan sustancias
detergentes o espumantes).
Los riesgos que presentan los disolventes acuosos vienen determinados
por la toxicidad de los vapores de los componentes volátiles que pueden
desprenderse y del contacto directo sobre el organismo.
Disolventes orgánicos: son los que se conocen industrialmente con el
nombre de disolventes y están compuestos de una o más sustancias
orgánicas en estado líquido.

2) Plásticos:
Según la American Society for Testing Materials, se entiende por plástico:
Un material que contiene como componente esencial una sustancia
orgánica de elevado peso molecular, que en su estado final es sólido y que,

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en alguna fase de su fabricación o de su transformación en el artículo
acabado, puede modelarse por fluidez.
Pueden ser termoplásticos y termoestables.
Si bien existen múltiples procedimientos de obtención de plásticos, se
pueden agrupar en procesos de polimerización por adición (poliestireno) y
en procesos de polimerización por condensación (resinas de feno-
formaldehído, policarbonatos, resina epoxi, resinas de poliéster, etc.),
utilizando como materias primas fenol, urea, melamina, estireno, cloruro
de vinilo, etc. En cuanto a su acción sobre el organismo, hay que destacar
los efectos narcóticos del estireno sobre el sistema nervioso, del cloruro de
vinilo y del fenol, como irritantes de la mucosa y del tracto respiratorio del
formaldehído, etc., no presentando ningún riesgo toxicológico cuando está
totalmente polimerizado. La evaluación del riesgo derivado del manejo,
fabricación y uso de los plásticos debe basarse en la posibilidad de producir
dermatosis, irritaciones de los ojos, pulmones y vías respiratorias. En
algunas fases del proceso donde existen polvos, especialmente los que no
han reaccionado totalmente, se debe recurrir a la extracción localizada o a
la ventilación general.

3) Colorantes:
Son sustancias orgánicas, naturales o sintéticas, que se introducen en
estado seco en polvo fino en los medios usuales de suspensión, presentan
una gama variada de colores, pero a diferencia de los pigmentos los
colorantes son solubles en el medio de suspensión (anilina). En cuanto a
sus efectos sobre el organismo, pueden originar irritaciones de la piel por
contacto directo, debiéndose recurrir durante su fabricación en algunas
fases de proceso a utilizar extracción localizada o ventilación por dilución,
siendo aconsejable la instalación de filtros de mangas en los sistemas de
extracción para la regeneración de los productos, debido al elevado costo
de los colorantes.

4) Detergentes:
Dentro de este grupo de productos hay que incluir todos los compuestos
sintéticos utilizados en el lavado. Su campo de aplicación, además de la de
limpieza industrial y doméstica, se extiende a industrias textiles, de cueros,
de papel, químicas, farmacéuticas, minera, etc.
En la muy variada composición de los detergentes, intervienen las materias
primas básicas, los detergentes no iónicos y amónicos, mezclados con
regenerantes, blanqueadores, perfumes, etc. y en los casos de detergentes
líquidos, pueden contener disolventes orgánicos, bactericidas y tintes.
Su acción sobre el organismo, tanto durante su producción como durante
su uso, se limita a efectos alérgicos ya casos de ingestión, no descartando
en algunas ocasiones los efectos sobre el aparato respiratorio producido
por el polvo, que es cuando deberá recurrirse a la extracción localizada.

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5) Petróleos:
Dentro de este sector se señalarán los riesgos higiénicos que originan los
constituyentes más significativos del petróleo.
Hidrocarburos alifáticos. Por encima del octano no son lo suficientemente
volátiles para tener una tensión de vapor peligrosa a temperatura
ambiente, salvo en espacios muy cerrados. El metano y el etano son
toxicológicamente inertes, pero asfixiantes a elevadas concentraciones. A
partir del propano, los hidrocarburos parafínicos se comportan como
depresores del sistema nervioso, ocasionando irritaciones de las mucosas y
en casos de contactos prolongados producen dermatosis.
Hidrocarburos aromáticos. Se consideran agrupados en: aromáticos
simples o bencénicos (benceno), aromáticos con anillos condensados
(naftaleno, antraceno, etc.,) y aromáticos polinucleares (difenilmetano,
trimetilmetano, etc.). Los hidrocarburos bencénicos tienen una toxicidad
doble: efecto narcótico agudo, accidental y acción sobre la sangre,
progresiva y profesional, dando el lugar a la intoxicación denominada
«bencenismo» o impropiamente, «benzolismo». La toxicidad de los
hidrocarburos aromáticos es análoga a la del benceno en los casos agudos,
pero diferente en las intoxicaciones debido a la menor volatilidad frente al
benceno ya que su metabolismo es diferente.
Compuestos sulfurados. El sulfuro de hidrógeno producido a lo largo de la
destilación del petróleo puede producir intoxicaciones por inhalación
prolongada.
Plomo tetraetilo. Utilizado como antidetonante para las gasolinas y
carburantes es muy tóxico, pudiendo producir accidentes mortales en
determinados casos.
Entre las medidas preventivas se citan:

 Vigilancia de los procesos y de la puesta en marcha de las instalaciones


de seguridad después de una parada.
 Extracción localizada.
 Empleo de explosímetros.
 Detectores de gases y protección individual.

Riegos Higiénicos en la Industria Química – Medidas de


Control
Con el nombre genérico de “plásticos” se denomina a una mezcla
heterogénea de materias que comprenden productos orgánicos
polimerizados y que se obtienen por la unión entre sí de moléculas
(monómeros), dispuestas en cadena que confieren unas determinadas
características, según su peso molecular, grado de polimerización y grado
de funcionalidad.

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Partiendo de la materia prima (derivados de petróleo, gas natural, etc.) se
lleva a cabo el proceso de polimerización (síntesis de las moléculas de
plástico): reacción química en la que dos o más moléculas (monómeros) se
combinan para formar otra en la que se repiten las estructuras de las
primitivas dando lugar al polímero. Este proceso necesita de unos
componentes químicos que inicien o aceleran la reacción química llamados
catalizadores.
Los compuestos poliméricos formados pueden adquirir diversas formas
(resinas, granza, polvos, etc.). Una vez producido el plástico se puede
emplear directamente o bien añadirle aditivos o mezclar varios tipos de
plásticos para conseguir determinadas propiedades.
Los plásticos se pueden clasificar en dos grandes grupos:

Termoestables: Caracterizados porque el polímero se solidifica


irreversiblemente cuando se calienta. Son aquellos que una vez fundidos o
sintetizados y obtenida la pieza son estables con la temperatura y no se
pueden fundir. Entre éstos destacamos los aminoplásticos, Poliésteres,
Poliuretanos, Siliconas, etc.

Termoplásticos: Aquí el polímero se ablanda cuando se expone al calor y


recupera su condición original al enfriar la temperatura ambiente. se
pueden fundir y refundir varias veces para darle forma, por lo tanto son
reciclables. Al ser calentados se vuelven deformables o plásticos. Una vez
enfriados recuperan sus propiedades mecánicas Destacan el cloruro de
polivinilo, poliamidas, acrílicos celulósicos, fluoro-plásticos, policarbonatos,
polietilenos, polipropileno, poliestireno, polixilenos, etc.

Industrias de fabricación de polímeros:

Para la obtención de plásticos, que se suministrarán en forma de polvo,


gránulos o resinas, los riesgos son los propios debido a la manipulación de
los productos que intervienen: monómeros, cargas, pigmentos, etc. y van a
depender de la técnica empleada en cada caso, del desprendimiento de
gases, si se realiza en sistemas abiertos, del trasiego de estas sustancias a
lo largo del proceso, para obtener al final un polímero como producto
acabado.
Los efectos que pueden causar los monómeros son muy diversos y van
desde productos muy poco tóxicos, como el butadieno, acetato de vinilo y
cloruro de vinilo a productos altamente tóxicos, como el acrilonitrilo,
aminoetileno, anilina, etc.
Suelen penetrar por vías respiratoria y dérmica. Los hay que son
alergénicos, como el formaldehído, isocianatos, metacrilatos. Otros son
irritantes, como el clorosilano y el etoxysilano. Los hay incluso con riesgo
potencial de producir cáncer. Hay que añadir que los adyuvantes también

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pueden producir alergias, neumoconiosis, irritaciones de las vías
respiratorias, dermatosis y sensibilizaciones.
Las medidas de prevención en la fabricación de plásticos van desde el
encerramiento de los procesos de producción, trasvases y adición de los
productos que entran en su composición, una adecuada ventilación,
mediante el diseño de sistemas de extracción en los focos contaminantes,
la utilización de ropa de trabajo adecuada y material de protección
personal en las operaciones especiales (carga de aditivos), evitando los
riesgos en ojos, vías respiratorias, manos, brazos, etc., y una perfecta
limpieza de los puestos de trabajo.
La limpieza de tanques, autoclaves, agitadores, etc., se deberá efectuar
automáticamente y en caso de ser necesaria la intervención de los
trabajadores, éstos irán provistos de aparatos de respiración autónomos o
semiautónomos.

Industrias de transformación de plásticos:

Termoplásticos:

1) Cloruro de polivinilo.

Aunque tiene una gran estabilidad química, la utilización de aditivos


puede aumentar los riesgos de utilización.
El trabajo a temperaturas superiores a 170º C supone una degradación con
emisión de ácidos clorhídrico y carbónico, y monóxido de carbono.
A partir de 300º C el 30 por 100 del cloro contenido en la molécula se
transforma en ácido clorhídrico, y también se desprende benceno.
Como productos menos importantes, en cuanto a cantidades se refiere,
podemos encontrar hidrocarburos alifáticos, cíclicos y aromáticos.
Entre los plastificantes podemos encontrar el tricresil fosfato, el éster del
ácido fosfórico y algunos derivados clorados, como cloruro de difenilo y
cloruro de naftaleno.
Entre los disolventes destacan los hidrocarburos y el sulfato de carbono.
Entre las cargas sobresalen la sílice, el talco y el sulfato cálcico; si bien, este
riesgo se presenta en el momento de descarga para efectuar la mezcla.

2) Polietileno.

El polietileno es un polímero muy estable y no ejerce acción alguna sobre el


organismo humano. Sin embargo, a temperaturas por encima de 200º C se
empieza a despolimerizar y hacia los 350º C o más aparecen
concentraciones apreciables de gases, hidrocarburos alifáticos saturados o
no saturados, de bajo peso molecular (cadenas lineales de C1 y C6),
fundamentalmente butileno.

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Hay que tener especial cuidado con los disolventes con los que se puede
trabajar (hidrocarburos bencénicos), sobre todo porque se trabaja a
temperaturas por encima de 60º C.
Para el caso del polietileno y el polipropileno, conviene hacer referencia
por su importancia toxicológica, al posible desprendimiento de
formaldehído y acroleína.

3) Polipropileno.

Puesto que se trabaja con temperaturas por debajo de 300º C y su


degradación empieza por encima de estas temperaturas, los riesgos son
muy pequeños, desprendiéndose hidrocarburos alifáticos saturados y no
saturados en cadenas lineales comprendidas entre C1 y C12.
Por otro lado no se le añaden plastificantes y es insoluble a temperatura
ambiente.

4) Policarbonatos.

En las operaciones de transformación de la materia plástica, es


recomendable no sobrepasar los 300º C, pues se degrada el polímero a
partir de esta temperatura.
Hay que tener presente la nocividad del cloruro de metileno, por ser éste
un potente narcótico, muy volátil, y estar reconocido como potencialmente
cancerígeno.

Termoestables.

1) Poliestireno.

El mayor problema viene determinado por la inhalación del estireno,


siendo necesario trabajar en un local convenientemente ventilado,
teniendo en cuenta que el estireno es más pesado que el aire.
Pueden también generarse peróxidos orgánicos, que son irritantes
cutáneos y sensibilizantes, pudiendo provocar dermatitis.
El posible polvo desprendido en las operaciones de lijado debe ser captado
mediante extracción localizada.

2) Plásticos. Urea-formaldehído.

La resina pura de urea-formaldehído es químicamente inerte. Puede


contener hasta un 10 por 100 de formaldehído y de urea no condensadas,
por lo que pueden quedar libres en el desmoldeo con el riesgo de
inhalación correspondiente.
La urea puede provocar irritaciones dérmicas, por ser un producto
fuertemente alcalino.

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El formaldehído es un producto irritante y sensibilizante, siendo
responsable mayoritario de las dermatosis de contacto que se producen en
los manipuladores.

3) Poliuretanos.

Se obtienen mediante la adición de isocianatos a compuestos


polihidroxílicos (alcoholes de poliéster).
Una vez polimerizado, las macromoléculas de poliuretano se pueden
considerar como materia inerte.
Los isocianatos pueden producir bronquitis y síntomas asmáticos por
inhalación, así como conjuntivitis; a su vez por contacto a través de la piel,
pueden inducir dermatosis de carácter tóxico y alérgico.
Los disolventes también pueden ocasionar problemas higiénicos por
inhalación (etil-glicol, xilenos, butil-acetato, etc.).
En caso de combustión se liberan gases tóxicos que ejercen efectos
inflamatorios (corte de espuma mediante hilo candente). Por degradación,
a partir de 200º C de temperatura, se desprenden humos amarillos de
compuestos nitrogenados, entre los que se encuentran; acrilonitrilo,
acetonitrilo, ácido cianhídrico, benzonitrilo, y piridina, así como otros no
nitrogenados como benceno, tolueno e hidrocarburos de bajo contenido
en carbono.

Riesgos del Proceso:

 Accidentes:
Por la maquinaria, ya sea en el trabajo, o en tareas de mantenimiento y
reparación.
 Riesgo de incendio y explosión:
Cuando los plásticos están en forma de polvo fino, pueden formar
concentraciones explosivas en el aire, y por lo tanto debe adaptarse una
ventilación suficiente.
 Enfermedades:
Riesgo de dermatitis por los líquidos y polvos procedentes de "reactivos
químicos" (EJ, resinas de fenol-formaldehído, de poliéster...) que obligan a
llevar prendas protectoras adecuadas. Riesgo de inhalación de vapores
tóxicos procedentes resinas termoestables (Ej. Inhalación de isocianatos
que causa graves problemas respiratorios), o por vapor de estireno...) que
debe disponerse de buena ventilación y aspiración como prevención.

El empleo de disolventes como los hidrocarburos clorados presenta riesgo


de narcosis.
La eliminación de residuos plásticos por combustión debe realizarse en
condiciones controladas.

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Prevención en el Proceso:
Debe tener la protección adecuada que evite lesiones de amputación y
aplastamientos.
Se deberá detener o invertir el movimiento peligroso de las piezas si la
protección se abre durante el funcionamiento. Uso de dispositivo de
interconexión independiente que corte el suministro de energía y evite el
movimiento peligroso cuando se abra. Disponer de medios que impidan el
atrapamiento entre los rodillos y la plancha o ambos. Dispositivo de
desenganche que haga que los rodillos se detengan inmediatamente o
inviertan el movimiento peligroso.
Muchas de las máquinas funcionan a altas temperaturas, y deberán
protegerse del contacto las partes con temperaturas superiores a 50ºC.
Además se debe usar protección facial y guantes adecuados.
ctualmente existen programas de control electrónico para los sistemas de
arranque, conectados con robots, y por lo tanto no es necesaria la
proximidad del trabajador/a a las zonas de peligro. La seguridad de la
maquinaria es mayor.
Deben diseñarse sistemas preventivos de emergencia para casos de fallos
de los programas de control electrónico.
Como el plástico es un buen aislante, pueden acumularse cargas estáticas
en la maquinaria, y por lo tanto deben utilizarse eliminadores estáticos y
colocar tomas de tierras adecuadas.
En esta industria se utilizan líquidos inflamables (pinturas adhesivos,
limpiadores, disolventes, resinas de fibra de vidrio que desprenden vapores
de estireno...) por lo que deben reducirse al mínimo las existencias de los
mismos en los lugares de trabajo y tomar las precauciones de su correcto
almacenamiento (Ej. Los peróxidos que se utilizan en la fabricación de
resinas plásticas deben almacenarse separados de los líquidos o
inflamables o combustibles, no someter al calor, etc.).
Hay que tomar precauciones respecto a los aditivos empleados por los
componentes tóxicos (jabones de plomo, colorantes orgánicos y de
cadmio...)
Aunque los humos no suponen un problema importante, deben tomarse
precauciones especiales para evitar la inhalación de los productos de la
pirólisis, y puede ser necesaria una buena ventilación y aspiración local (Ej.
Problemas con al ácido clorhídrico, o presentando "fiebre de los vapores de
los polímeros" por el sobrecalentamiento del PVC y PTFE respectivamente).
Es importante controlar la exposición a ruido para prevenir la sordera
profesional, mediante la reducción de la emisión, o medidas técnicas de
apantallamiento, amortiguación, etc. y uso de protectores auditivos como
mínimo.

Riesgo de la Producción:
La industria del plástico se divide en tres sectores principales,
interrelacionados entre sí:

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Los suministradores de materia prima (fabrican los polímeros y los
compuestos de plástico), los elaboradores (convierten las materias primas
en elementos vendibles) y los fabricantes de maquinarias (suministran
equipos a los elaboradores).
Incendio y explosión (importante):
Siempre existe el riesgo, si falla la prevención, de que gases o líquidos
inflamables escapen a temperaturas superiores a su punto de inflamación.
Deben darse instrucciones sobre la ingeniería de diseño de la planta y los
procedimientos de seguridad.
Las partículas finas de plástico en el aire suponen riesgo de explosión,
sobre todo cuanto más pequeña es la partícula.
Los vapores inflamables constituyen riesgo de provocar o extender un
incendio, y además algunos tipos de plásticos al arder desprenden gases
extremadamente tóxicos que ponen en peligro las vidas del personal de
extinción de incendios.
Riesgo de quemaduras, tanto por las salpicaduras de materiales calientes
como por las de tipo químico por los aditivos y catalizadores. Tienen el
inconveniente de que el plástico caliente tiende a adherirse a la piel.
Riesgos de las materias utilizadas: se ven en los correspondientes
apartados:
Resinas acrílicas - resinas alquídicas – gomaespumas de resina.
Isocianatos - melamina - resinas fenólicas y aminicas – poliamidas.
Polifluoruros - poliolefinas - poliestireno – caucho sintético
cloruros de vinilo - cloruro de polivinilo.

Prevención de la Producción:
Diseño y disposición adecuados de la planta que, en particular, deben tener
en cuenta los riesgos de explosiones e incendios.
Formación del personal y diseño de los procesos y operaciones para
asegurar que las plantas complejas se mantienen bajo control.
Establecimiento de un plan de emergencia.
El equipo de protección personal, incluirá: Protección de manos y brazos,
de cara y ojos contra las salpicaduras, cascos, equipos respiratorios,
protección auditiva, etc. (en función de las características del puesto), y
siempre tomando prioridad la protección colectiva frente al uso de la
individual, usando ventilación, protección contra salpicaduras de las
máquinas, etc. La reducción de la exposición al polvo y a los humos, puede
realizarse también limitando el tiempo y el número de turnos.

Principales Riesgos Toxicológicos de la Industria de Plásticos:

 Dermatitis de contacto (debida a un gran número de sustancias:


resinas, cáusticos, colorantes, aditivos, etc.).
 Asma bronquial (sales de cromo, formaldehído, diversos aditivos, etc.).
 Fiebre de los polímeros.

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 Sulfucarbonismo crónico (alteraciones neurológicas, vasculares,
endocrinológicas).
 Neoplasias: Hígado (cloruro de vinilo), Vejiga urinaria (aminas
aromáticas, colorantes azoicos, nitrosaminas), Cáncer de pulmón
(pigmentos de cromo, formaldehído).

Conclusiones

En la industria del plástico, el riesgo principal es el de incendio y/o


explosión. En este sentido es muy importante la detección temprana del
incendio y la rápida actuación frente al mismo, por lo que los sistemas de
detección y alarma, así como los planes de emergencia adquieren una gran
importancia.
El Reglamento de seguridad contra Incendios en establecimientos
Industriales, incluso en los casos en los que no sea de obligado
cumplimiento, se considera recomendable para alcanzar un grado de
seguridad mínimo.
En definitiva, estamos ante una actividad con peligros relevantes que exige
una adecuada aplicación de los principios básicos de la Gerencia de
Riesgos, en especial de la identificación y evaluación de los riesgos para su
posterior, prevención, control y minimización.

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Referencias
Castejón Vilella, E., Baraza Sánchez, X., & Guardino Solá, X. (2015) Higiene
Industrial. UOC SL.

Mancera, F. M., Mancera, R. M. T., & Mancera, R. M. R. (2012). Seguridad e


higiene industrial: gestión de riesgos. México, D.F., MX: Alfaomega Grupo Editor.

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