You are on page 1of 3

Feminista en la calle, sumisa en la casa: Autoetnografía

Marilyn Urresto Villegas


Estudiante de sociología, Universidad de Guayaquil

Introducción:

El presente trabajo se realiza a partir de la inspiración que genera la autoetnografia “La


guerra declarada contra el niño afeminado” del sociólogo peruano Gianacrlo Cornejo, la
misma que invita a la introspección y a “darse cuenta de uno mismo” proceso por el cual
logré identificar las situaciones de dominación, subordinación y sumisión en las que
estuve inmersa (y sigo inmersa) a lo largo de mi niñez y adolescencia dentro de mi proceso
de educación básica y secundaria, y dentro de mi núcleo familiar, hablar dominación en
las relaciones familiares resulta implícito sobre todo en la relación directa de los padres
hacia los hijos ya que como bien lo planteo Foucault las relaciones sociales son relaciones
de poder, y siendo la familia el primer grupo social es aquí donde comienzan a
reproducirse dichas relaciones de poder pero a esta dicotomía de dominados y
dominadores en la que estamos inmersos los hijos y padres se suma una variable, variable
que hacia aún más fuerte esta relación de poder, era el hecho de ser mujer pero no solo el
hecho de serlo en mi condición biológica sexual sino mas bien como debía serlo.

…………………………………………………………….

El conocimiento previo de la Teoría Feminista me ha permitido tener el distanciamiento


de mi propia situación como objeto de estudio que requiere este tipo de metodología de
investigación, partiendo de una mirada etnológica, alejarme de mi propia cultura para
convertirme en el “el otro ” y poder darle sentido teórico y conceptual a mi situación de
subordinación. Lagarde (2005) afirma:

Una mirada etnológica significa evidenciar y resaltar las relaciones, las instituciones, las
creencias, las normas, los valores, las costumbres, las concepciones y las formas de
percepción del mundo, de los sujetos sociales y particulares, como si analizáramos algo
tan ajeno que por su desconocimiento aparece como cognoscible” (p.28)
Es precisamente esa mirada etnológica con una perspectiva feminista la que he utilizado
para realizar este ensayo porque ha sido el feminismo a lo largo de mi carrera universitaria
lo que me ha llevado a reflexionar sobre la condición la de mujer, sobre mi condición,
¿Pero qué es eso que nos condiciona como mujeres? Marcela Lagarde (2005) en su libro
los cautiverios de las mujeres plantea que:

La condición de la mujer es una creación histórica cuyo contenido es el conjunto


de circunstancias, cualidades y características esenciales que definen a la mujer
como ser social y cultural genérico: ser de y para los otros. La condición de las
mujeres es histórica en tanto que es diferente a lo natural. Es opuesta a la llamada
naturaleza femenina. Es opuesta al conjunto de cualidades y características
atribuidas sexualmente a las mujeres-que van desde formas de comportamiento,
actitudes, capacidades intelectuales y físicas, hasta su lugar en las relaciones
económicas y sociales, así como la opresión que las somete-, cuyo origen y
dialéctica- según la ideología patriarcal-, escapan a la historia y pertenecen, para
la mitad de la humanidad, a determinaciones biológicas, congénitas. (p.33)

Es esto lo que nos condiciona de manera general a todas las mujeres pero a unas más que
a otras dependiendo de donde nacemos y en qué condiciones sociales, políticas,
económicas y culturales lo hacemos porque si bien es cierto que culturalmente estamos
subordinadas, oprimidas y dominadas el grado de esto dependerá de las relaciones
sociales en las que estemos inmersas, y es justo aquí de donde parte mi autoetnografia,,
de mi crecimiento en lo que va de la década de los 2000 como sujeto de dominación,
dominación que venía como herencia de los contextos de donde nacieron y crecieron mi
madre y abuela.

Antes de empezar este relato debo aclarar que me referiré a mí misma como tercera
persona a fin de facilitar el discurso y no alejarme de mi reflejo de “el otro” como
desigual, y que no reniego de las mujeres que solas con esfuerzo y mucha dedicación me
ayudaron a crecer pero si crítico y estaré siempre en contra de la idea equivoca de criar
mujeres para que sirvan solamente a la casa, al marido y a los hijos, en vez de ayudarlas
a crecer con la idea de ser mujeres libres, libres en la decisión de quien ser y que hacer.

Sin más que decir dedico estas palabras a “la machona” Marilyn.
"Las restricciones que la educación y la costumbre

imponen a la mujer limitan su poder sobre el universo".

El segundo sexo, Simone de Beauvoir.

¿Qué es ser mujer?

¿Es posible que una niña se haga esta pregunta? Probablemente la respuesta sea no, y no
porque no quiera o pueda preguntarse a sí misma que es ser mujer sino mas bien porque
resulta innecesario que una niña se cuestione de esta manera cuando todo su entorno
está constantemente recalcándole su feminidad y dentro de esto, que puede y no hacer.

You might also like