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INTRODUCCIÓN A LA PASTORELA
Las pastorelas son una representación escénica, de marco festivo y alegre, que refiere
acontecimientos previos a la venida de Jesús y termina con la adoración de los pastores a Jesús
recién nacido en el pesebre. En ésta, se mezclan personajes divinos y humanos donde el
destino eterno de los hombres ocupa el papel central de la trama. Los personajes centrales son
Dios, la virgen y los pastores que acuden a adorar al niño Jesús en la gruta de Belén. Las
pastorelas son jocosas y alegre. Se trata de despertar en los oyentes sentimientos de amor,
dando una moraleja y un mensaje de tipo religioso donde se exalta la fe cristiana.
Peces en el río
PRIMERA ESCENA: LA ANUNCIACIÓN
Narrador: En tiempos de Herodes, envió Dios al ángel Gabriel a Nazareth, a visitar a una
virgen desposada con un varón de la Casa de David, llamado José. El nombre de la Virgen era
María, y el Arcángel la saludo diciendo.
Arcángel: Dios te salve María. Llena eres de gracias. (María observa asombrada). El Señor
es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres. Oh, María, no temas, porque has hallado
gracia a los ojos de Dios. Sábete que has de concebir en tu seno, y darás a luz a un hijo, a
quien pondrás por nombre Jesús. Este será grande, y será llamado hijo del Altísimo, al cual el
Señor Dios dará el trono de David, y reinará en la casa de Jacob eternamente y su reino no
tendrá fin.
Arcángel: El Espíritu Santo descenderá sobre ti y la virtud del Altísimo te cubrirá con su
sombra, por eso el fruto santo que de ti nacerá será llamado hijo de Dios. Ahí tienes a tu prima
Isabel, que en su vejez ha concebido también un hijo, porque para Dios no hay nada imposible.
José: No puedo denunciar a María, pues eso la llevaría a un castigo seguro, no puedo hacerle
eso a ella y su familia, lo que haré será separarme de ella.
Narrador: Y pensó firmarle en secreto un acta de divorcio. Estaba pensando en esto cuando
el ángel del Señor se le apareció en sueño y le dijo:
Arcángel: José descendiente de David no temas llevar a casa a María tu esposa por que la
criatura que espera es gracia y obra del Espíritu Santo.
Narrador: Al despertar José hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado y recibió en
casa a su esposa.
(Pausa)
María: (Aparece Isabel sentada, se levanta al oír entrar a la virgen María) Dios te salve, Isabel.
Narrador: El niño dio salto en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamo en alta
voz:
Isabel: Bendita tú entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. Y ¿de dónde a
mí tanto bien, que venga la madre de mi Señor a visitarme? Bienaventurada tú que creíste que
se cumplirían las cosas que te han dicho de parte del Señor.
María: Celebra todo mi ser la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios que me
salva, porque quiso mirar la condición humilde de su esclava, en adelante todas las
generaciones dirán que soy feliz. El todo poderoso hizo grandezas en mí, reconozcan que
santo es su nombre y que sus favores tendrán todo el que le ama. De la mano tomó a Israel su
ciervo, mostrándole su misericordia a su descendencia para siempre.
Narrador: María se quedó cerca de tres meses con Isabel y después volvió a casa.
José: (Dirigiéndose a los niños y caminando frente a ellos, cantando) En el nombre del cielo,
os pido posada, pues no puede andar mi esposa amada.
Niño: Aquí no es mesón, sigan adelante, yo no puedo abrir, no sea algún tunante.
José: No seas inhumano, tennos caridad, que el Dios de los Cielos, te lo premiará.
Niño: No me importa el nombre, déjenme dormir, pues que ya les digo, que no hemos de
abrir.
José: Posada te pide, amado casero, por sólo una noche, la reina del cielo.
Niño: Pues si es una reina quien lo solicita, ¿Cómo de noche anda tan solita?
José: Mi esposa es María, es reina del cielo, y madre va a ser del Divino Verbo.
Narrador: Nadie quiere abrir ni dejarlos entrar en su casa, todos les dicen que no tienen lugar
para ellos. Entonces, María y José, tristes, cansados y con frío, reciben posada en una pequeña
cueva. Ahí, antes de salir el sol, en la oscuridad y silencio de la noche. El niño Jesús nace de
la virgen María.
Ella toma al niño Jesús en sus brazos, con qué alegría lo mira, lo besa por primera vez. Le
habla.
Narrador: Había en esa misma comarca unos pastores que cuidan sus rebaños, (pausa)
algunos están durmiendo muy cansados. Como Dios ama intensamente a los pobres, quiere
que sean ellos los primeros en conocerlo. Y de pronto, un ángel del Señor aparece junto a ellos
para darles la Buena Noticia.
Ángel: Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. No
tengan miedo, porque yo vengo a anunciarles una buena nueva que será motivo de mucha
alegría para todo el pueblo.
Pastor3: Oigan hermanos, que ha nacido el Salvador, el Mesías, el esperado. Ángel del Señor,
danos una señal para conocerlo.
Ángel: Os servirá de señal que hallareis al niño envuelto en pañales y reclinado en un pesebre.
Ángeles: Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra gracias y paz a los hombres.
Canto: “Gloria”
Pastor2: La mano de Dios ha encendido la noche. La luz vine de muy alto.
Pastor2: Si, yo quiero ver, yo quiero tocar, yo quiero cargar en mis brazos al niño Jesús.
Pastor3: Es increíble, y sin embargo es cierto. Vamos a Belén, vamos a ver ese suceso
prodigioso que nos ha anunciado el ángel.
Ofrendas
Narrador: Cada uno de los pastores ofrecieron sus regalos al rey que les había nacido.
Pastor1: Aquí te traigo esta ramita de ruda, para que se la des al niño cuando tenga calentura.
Pastor2: Aquí te traigo señora este par de zapatitos para que sus piececitos estén siempre
calientitos.
Pastor3: Aquí te traigo mi bien este panal de miel para que tú y tu madre sepan gustar de él.
Pastor4: Aquí te traigo Señor este bello corderito para que juegues con él y te lo comas
asadito.
Pastor5: Aquí te traigo mi rey este lindo sobrerito para que te cubras y no te de solecito.
Pastor6: Aquí te traigo señora este hermoso rosalito, para que adornes con él, este pobre
portalito.
Pastor7: Aquí te traigo señora este poquito de albahaca, no te la taje toda porque se la comió
la vaca.
Pastor8: Aquí te traigo señor este pollito pelón, no te lo traje asadito porque no tenía carbón.
Pastor9: Aquí te traigo señora estas conchitas del más, para que se las des al niño cuando
empiece a jugar.
Pastor10: Aquí te traigo señora esta piel de corderito, para que cubras al niño y lo mantengas
calientito.
María: Esta ofrenda mis pastores, la de todos más ignorada, es la ofrenda más preciada que a
Jesús podemos dar. Por lo cual pido a todos, en esta noche tan dichosa, que le den sus
corazones; y en cambio bendiciones el niño rey les dará.
Narrador: Desde aquel momento corrieron los pastores a contar lo que había ocurrido.
Poema: Pastoril
Pastores y pastoras, Los cantos y los vuelos
Abierto está el Edén. Invaden la extensión,
¿No oís voces sonoras? Y están de fiesta cielos,
Jesús nació en Belén. Tierra y corazón.
La luz del cielo baja, Resuenan voces puras
El Cristo nació ya, Que cantan en tropel:
Y en un nido de paja ¡Hosana en las alturas
Cual pajarillo está. Al Justo de Israel!
El Niño está friolento.
¡Oh noble buey,
Arropa con tu aliento
Al Niño Rey!
Narrador: Habiendo nacido Jesús en Belén de Judá durante el reinado del rey Herodes, unos magos
llegaron a Jerusalén y preguntaron:
Pastores: No lo sabemos.
Narrador: Avanzaron buscando y llegaron hasta donde el rey Herodes a quién preguntaron.
Magos: ¿Dónde está el rey de los judíos? pues hemos visto su estrella en el Oriente y hemos venido a
adorarlo.
Narrador: Herodes y toda Jerusalén se intranquilizaron por la noticia de los magos, reunió de inmediato
a los sumos sacerdotes y a los principales maestros de la ley para precisar donde había de nacer el Cristo.
Principales: En Belén de Judá, ya que así lo anunció el profeta que escribió, Belén en tierra de Judá, “Tú
no eres el más pequeño entre los principales pueblos de Judá, porque de ti saldrá un jefe, el pastor de tu
pueblo Israel.
Narrador: El rey Herodes entonces llamó privadamente a los magos, (pausa) para saber la fecha exacta
en que se les había aparecido la estrella. Encaminándolos hasta Belén les dijo:
Herodes: Vayan pronto y averigüen bien lo que se refiere a este niño. Cundo lo hayan encontrado
avísenme para ir yo también a adorarlo.
Narrador: Después de la entrevista los magos prosiguieron su camino. La estrella que habían visto iba
delante de ellos.
Melchor: Una estrella muy hermosa en el cielo apareció, con sus rayos luminoso nuestro camino iluminó.
Estrella: Estrellita soy, de brillante luz, soy mensajera del niño Jesús, al mundo perdido por su vanidad
nuevas anunciaremos de felicidad.
Obras Misionales Pontificias
Parroquia el Calvario “Jesús Cautivo” Zacatecoluca
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Gaspar: Soy un mago de Oriente, mi morada es de zafir, un nuevo rey ha nacido y a adorarlo quiero ir.
Estrella: Reclinado en un pesebre se haya el niño Dios, es sus ojos hay dulzura que conmueve el corazón.
Baltazar: La jornada nos abruma, aunque larga y dura es, tengo firme la esperanza llegar hasta Belén.
Estrella: Yo la estrella luminosa con mi luz te guiare, por vallados y desiertos hasta el campo de Judá.
En la noche tenebrosa sin cesar te alumbrare y al pesebre del rey niño con certeza te guiare.
Melchor: No sé qué ofrenda llevarle, aunque tengo joyas mil, tengo perlas y diamantes, cofres de oro y
de zafir.
Magos: Vamos, vamos muy de prisa que no hay tiempo que perder a ofrendar el rey del cielo que ha
nacido en Belén.
Narrador: La estrella que les había guiado en el camino se paró en el lugar que estaba el niño. Se
alegraron mucho y ofrecieron sus regalos.
Narrador: Regresaron a su país por otro camino, porque se les avisó en sueños que no volvieran donde
Herodes.
Lista de Asistencia
Personaje Nombre 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Narrador
Maria
José
Isabel
Herodes
Niño
Arcángel
Estrella
Melchor
Gaspar
Baltazar
Ángel 1
Ángel 2
Ángel 3
Ángel 4
Ángel 5
Ángel 6
Pastor 1
Pastor 2
Pastor 3
Pastor 4
Pastor 5
Pastor 6
Pastor 7
Pastor 8
Pastor 9
Pastor 10
Pastor 11
Pastor 12
Pastor 13
Nota Cada asistencia equivale a un tiquete para la feria del vale
POSADAS NAVIDEÑAS
Señor, haz de nuestro hogar un sitio de tu amor. Que no haya injuria porque Tú nos das comprensión. Que
no haya amargura porque Tú nos bendices. Que no haya egoísmo porque Tú nos alientas. Que no haya
rencor porque Tú nos das el perdón. Que no haya abandono porque Tú estás con nosotros. Que sepamos
marchar hacia ti en tu diario vivir. Que cada mañana amanezca un día más de entrega y sacrificio. Que
cada noche nos encuentre con más amor. Haz Señor con nuestras vidas, que quisiste unir, una página llena
de ti. Haz Señor de nuestros hijos lo que anhelas, ayúdanos a educarlos, orientarlos por tu camino. Que
nos esforcemos en el apoyo mutuo. Que hagamos del amor un motivo para amarte más. Que cuando
amanezca el gran día de ir a tu encuentro nos conceda el hallarnos unidos para siempre en ti. Amén.
ORACIÓN A LA VIRGEN
(Dirigida por una madre)
Soberana María, te pedimos por todas las familias de nuestro país; haz que cada hogar de nuestra patria y
del mundo sea fuente de comprensión, de ternura, de verdadera vida familiar. Que estas fiestas de navidad,
que nos reúnen alrededor del pesebre donde nació tu Hijo, nos unan también en el amor, nos hagan olvidar
las ofensas y nos den sencillez para reconocer los errores que hayamos cometido.
Madre de Dios y Madre Nuestra, intercede por nosotros. Amén.
Dentro de cada posada pueden irse rotando las oraciones, y hacer dos en cada posada. La única oración que siempre deberá
hacerse es la oración al niño Dios, dirigida por un niño ya preparado con anticipación por el catequista.
(Tener en cuenta que los receptores en su mayoría son niños y padres de familia que acompañan a estos, esto implica
ser creativo en las reflecciones, ser dinámico y dejar tareas que los niños puedan realizar en el próximo encuentro, de
manera que cada encuentro no se convierta en algo monótono y aburrido. No olvidar centralizar la importancia de los
padres en el proceso de formación de sus hijos).
VILLANCICOS
ORACIÓN FINAL
Que esta reunión junto a tu pesebre nos aumente la fe en tu bondad, nos comprometa a vivir
verdaderamente como hermanos, nos dé valor para quitar el odio y sembrar la justicia y la paz. Oh Divino
Niño, enséñanos a comprender que donde hay amor y justicia, allí estas tú y allí también es Navidad.
Amén
Ir recordando en cada encuentro las oraciones que son dadas por la doctrina de la Iglesia Católica, y que pueden encontrar en
el Catecismo de la Iglesia Católica, en su defecto en catecismos locales.
Todos
Entra pues mi buena Reina,
que el salón está muy lleno.
Gracias le damos al cielo,
que esta dicha nos ha dado. (Bis).