Los videojuegos son un pasatiempo muy popular y cada vez más van adquiriendo mayor importancia en la sociedad. Segura que estarán de acuerdo con esta afirmación. Ya no son solo una ditraccion de unos pocos. Incluso el creador de la Nintendo DS, Shigeru Miyamoto ha dicho: “los videojuegos nos hacen mejores”. A parte de todo esto, existen diversas contradicciones que no apoyan esta opinión, debido al riesgo que estos producen en la mente de los niños al volverlos adictos hasta llegar a un punto en el que se suiciden. Pero en gran parte esto es una mentira. ¿Por qué? Los videojuegos tienen muchos beneficios para el funcionamiento del cerebro, así lo dicen diversos estudios clínicos y académicos que han investigado sobre los efectos que tienen los videojuegos sobre el cerebro humano. Los juegos son una forma de estimular el cerebro a través de experiencias como escenarios de otro mundo, guerras en el espacio exterior, ciudades alternativas y seres con habilidades sobrenaturales. Este tipo de experiencias en los videojuegos estimulan el hipocampo. Y a largo plazo esta estimulación ayuda a evitar pérdidas cognitivas generadas con la edad o enfermedades degenerativas, según un estudio de la North Carolina State University. Similar al estudio anterior, según otras evidencias, los ‘gamers’ suelen tener mejor memoria. De acuerdo con un estudio de la Universidad de California, los juegos en 3D estimulan más el hipocampo, en comparación con los juegos bidimensionales. En la investigación, los participantes jugaron juegos tradicionales en su versión convencional y en versión 3D. Quienes usaron la versión tridimensional mostraron mejorías en sus habilidades de memoria en comparación con los que jugaron en formato 2D. El cerebro de quien juega unos 20 minutos diarios tiene mejores capacidades para trazar estrategias complejas frente a un problema. Los jugadores tienden a identificar que un mismo problema puede tener múltiples soluciones. Los ‘gamers’ son capaces de partir de un set de pistas y desplegar mejores habilidades probabilísticas frente a un obstáculo, de acuerdo con un artículo de Media Psichology Blog. Otro estudio, llevado a cabo por la doctora Daphne Bavelier en la Universidad de Rochester en Estados Unidos, sacó una conclusión similar. Esta investigación, compartida por Acer (que vende varios dispositivos para gamers), demostró que los videojuegos mejoran nuestra efectividad en actividades cotidianas como ‘multitasking’ en el trabajo o el estudio, conducir, leer letras pequeñas, lograr identificar conocidos en una multitud y navegar en una ciudad grande. Un estudio de 2013 investigó los efectos de videojuegos como ‘Rayman Raving Rabbids’ sobre niños con dislexia. Los investigadores concluyeron que estos juegos tienen igual o mejores resultados que los tratamientos tradicionales para mejorar la lectura. Entonces, los videojuegos resultan ser igual de ‘buenos’ que las terapias convencionales, solo que estos últimos suelen consumir más tiempo y no son tan divertidos para los niños. Científicos de la Universidad de Rochester en Nueva York realizaron en 2010 una investigación sobre el tema, comprobando que quienes juegan videojuegos de acción son capaces de tomar decisiones de forma más rápida que quienes no lo hacen. Esto, a largo plazo, desarrolla la percepción de lo que ocurre en el entorno; ya que “enseña” al cerebro a calcular las posibilidades de una determinada opción. Además más de un estudio demostró como los videojuegos son buenos ejercicios para poner en marcha las habilidades mentales, ayudando a reducir el deterioro cognitivo a raíz del envejecimiento. En conclusión, los videojuegos son innovaciones importantísimas que cada día aportan novedades que en un futuro nos deparará agradables sorpresas. Por lo tanto, estos tienen beneficios, pero en exceso, si pueden ser mayormente peligrosos, entonces, una pequeña ración diaria de videojuegos puede ser buena para la salud, y recuerda, todo en exceso es malo.