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Energías renovables

En la naturaleza existen fuentes energéticas que son más abundantes y menos dañinas para
el medioambiente y a ellas se las conoce como energías renovables.

El desarrollo industrial y los altos niveles de calidad de vida alcanzados por algunas de las
actuales sociedades, así como el crecimiento de la población mundial, han hecho necesario
asegurar el suministro de energías que se produzcan de manera continua y que sean
inagotables, es decir, hacer uso de las energías renovables.
La ventaja de este tipo de energías es que conllevan un menor impacto ambiental, porque no
producen contaminantes ambientales o bien lo hacen en forma reducida.
Energía hídrica
El agua es el elemento más abundante del planeta y por su potencial energético (su
movimiento se puede transformar en electricidad) es una de las más importantes fuentes de
energía.
Sin embargo, antes de la obtención de electricidad, el hombre se había valido de ella para las
tareas de molienda de grano. Esto se basa en el mismo principio: la caída de agua desde
cierta altura hasta un nivel inferior se convertía en energía cinética (energía que un objeto
posee debido a su movimiento).
Ahora la energía del agua se aprovecha, principalmente, para generar electricidad y de hecho
fue una de las primeras formas que se usaron para producirla.
Para obtener la electricidad a partir del agua, debe transformarse primero su energía cinética
en energía mecánica y esta, luego, en electricidad.
Este proceso, generalmente, se realiza en una instalación llamada central hidroeléctrica, la
cual debe contar con una zona donde el caudal de agua sea suficientemente elevado y
regular. El agua que llega de los ríos afluentes es almacenada en los embalses. Luego es
transportada hacia las turbinas que convierten la energía cinética del agua en mecánica (es la
suma de la energía cinética y potencial).
Posteriormente, el eje de la turbina transmite la energía mecánica al alternador. Este último
genera una corriente de alta intensidad y baja tensión. Esa corriente pasa a un transformador
que la convierte en alta tensión y baja corriente. La electricidad generada se transporta desde
la misma central a través de postes eléctricos hasta los centros de consumo. Luego, un nuevo
transformador la convierte en corriente de baja tensión para su aplicación directa a los
receptores domésticos e industriales.
En base a su tamaño y a su capacidad de producción de energía, las centrales se dividen en
tres tipos:
– Microhidráulica: son centrales eléctricas muy pequeñas que producen menos de 1
megavatio (MW).
– Minihidráulica: son las centrales que generan de 1 a 10 MW.
– Gran hidráulica: centrales que siempre tienen una gran cantidad de agua. Producen mas de
10 MW.
Energía eólica
Es la basada en el movimiento del viento, pero se la considera una forma indirecta de la
energía del Sol, ya que este es responsable de la producción del viento. Esto porque el
calentamiento desigual de la superficie de la Tierra produce zonas de altas y bajas presiones
las que provocan el desplazamiento del aire, que es lo que se conoce como viento.
Los primeros usos del viento fueron impulsar barcos y molinos. Sin embargo, ahora existe otro
uso: producción de energía eléctrica.
Este proceso se realiza a través de generadores eólicos o aerogeneradores. Estos son unos
aparatos que transforman la fuerza cinética del viento en energía eléctrica de la siguiente
manera: el viento mueve las aspas, que, a su vez, transmiten su potencia hacia las turbinas
(en ellas, se multiplica unas 60 veces la velocidad) haciendo mover los generadores que
producen energía eléctrica. Esta baja por unos cables que están en la torre hasta un
convertidor situado cerca del aerogenerador. El convertidor transforma la energía y la envía a
la red eléctrica.
Las torres donde se encuentran los aerogeneradores se suelen ubicar en lugares sin
obstáculos, es decir, lejos de árboles o edificios para no crear turbulencias en el aire. En la
actualidad se están instalando frente a las costas, porque la fuerza del viento es mayor.
Cabe destacar que hasta ahora sólo se ocupan los vientos horizontales y siempre que estos
tengan una velocidad moderada, es decir, ni muy fuerte ni muy despacio.
Energía solar
El Sol proporciona la energía vital para el mantenimiento del planeta y lo hace a través de
calor y luz. Dicha energía nos llega directamente (como radiación electromagnética), sin costo,
de forma continua y sin contaminación alguna.
El hombre ha encontrado la manera de aprovechar sus fotones (son partículas que componen
todas las manifestaciones de radiación electromagnética) y de transformarlos en calor
(energía solar térmica) y en electricidad (energía solar fotovoltaica).
La energía solar térmica se obtiene al calentar un líquido llamado caloportador (casi siempre
es agua con anticongelante) y luego transmitir ese calor a una fuente de agua, que se usará
como agua de consumo, para baño o dotar de calefacción a las habitaciones. Esto se hace a
través de los colectores
de luz que se instalan en el techo de una casa o edificio.
La energía solar fotovoltaica se obtiene a través de células fotovoltaicas que están dispuestas
en unos paneles solares (o fotovoltaicos) que se instalan también en los techos de una casa o
edificio, pues deben orientarse hacia el sol de mediodía, evitando las zonas con sombras.
Energía geotérmica
Las rocas que se encuentran en las profundidades del planeta están a temperaturas muy
elevadas. La energía calórica almacenada en esas rocas se conoce como energía geotérmica.
Se puede encontrar en forma de vapor (géiser), en forma de gases de alta temperatura
(fumarolas) y en forma de agua caliente (fuentes termales).
Esta energía puede ser de tres tipos: baja, media y alta temperatura. La primera es de uso
más doméstico, la energía que se recoge se emplea en calefacción y en producción de agua
caliente. Los fluidos geotermales se calientan a temperaturas comprendidas entre los 20 y
60ºC.
En la segunda, los líquidos están a una temperatura entre los 60 y 150ºC. Y la tercera se
localiza en zonas activas de la corteza terrestre y su temperatura va entre 150 y 350ºC. Estos
dos tipos de temperaturas se usan para producir electricidad.
El proceso de transformar la energía geotérmica en energía eléctrica se realiza de la siguiente
manera:
– El fluido geotérmico es transportado a la superficie mediante tuberías y su vapor (que viene
con alta presión) acciona las turbinas.
– Estas giran a gran velocidad haciendo mover los generadores que producen electricidad.
– Luego, el vapor es enviado a un condensador, donde vuelve al estado líquido.
– Esta agua pasa a una torre de enfriamiento donde se baja su temperatura. Luego de ello se
la devuelve al subsuelo y así se completa el ciclo renovable de la energía.
También la geotermia puede ocuparse en calefacción, en procesos de secado industrial, entre
otros.
Biomasa
La biomasa es la cantidad de materia viva producida en un área determinada de la superficie
terrestre y la energía de biomasa es el combustible energético que se obtiene directa o
indirectamente de estos recursos biológicos. Dicho material puede ser posteriormente
transformado en energía eléctrica, térmica y biocarburantes (etanol, diesel y gas). Las
principales fuentes de obtención de biomasa son:
– Residuos forestales: tienen que ver con las podas (ramas, troncos, etc.).
– Residuos agrícolas: se utilizan los excedentes de paja de cereales, forrajes, residuos de
podas de viñedos, etc.
– Residuos ganaderos: se usan principalmente los excrementos de animales de granja.
– Residuos industriales: son los residuos orgánicos de procesos industriales, como restos de
madera.
– Cultivos energéticos: son plantas cultivadas solo para ser aprovechadas como biomasa
transformable en biocombustible.
Las más utilizadas son la cana de azúcar, algunos cereales (avena, trigo, cebada y maíz),
remolacha, girasol, entre otros.
Energía mareomotriz
El mar es sin duda una de las fuentes potenciales de energía más grandes que existen por su
extensión y porque se pueden aprovechar las mareas y las olas. Sin embargo, todavía no se
ha logrado desarrollar una tecnología adecuada y de bajo costo que permita su mejor uso
energético.
– Energía de las mareas: esta es la fuerza del agua que fluye entre los desniveles causados
por las diferencias entre la marea alta y la baja. Como se sabe, el ascenso y el descenso de
las mareas es producto de las acciones gravitatorias del Sol y la Luna. La variación de la
marea alta y la baja se da en un periodo aproximado de 12 horas y puede cambiar el nivel del
mar entre 2 y 15 metros o más.
Así, el lugar ideal para emplazar una central mareomotriz es un estuario o una bahía, donde el
agua del mar penetre a la costa. De ahí se debe construir un dique (muro artificial) para dejar
pasar el agua. Cuando la marea sube, las compuertas del dique se abren y el agua entra en el
embalse. Después de que se llena por completo se cierran las compuertas. Luego se deja salir
el agua la que cae con fuerza por la diferencia de altura entre la marea y el embalse,
moviendo las turbinas conectadas a generadores de electricidad.
– Energía de las olas: es la fuerza que se produce por el constante vaivén de las olas
(generado por el viento y, como vimos, este, a su vez, por la acción del Sol). A esta energía se
le conoce como energía undimotriz y se dice que es la energía renovable más prometedora,
puesto que el ir y venir de las olas no para nunca. Además, las olas tienen la capacidad de
desplazarse a grandes distancias y, por ello, la energía generada en cualquier parte del
océano acaba en el borde continental.
Para aprovechar la energía de las olas y convertirla en electricidad, se emplazan unas
construcciones de cemento, que aprovechan la fuerza y el movimiento de las olas. Dentro de
estos muros existen unas turbinas que cuando las olas ingresan a las cámaras, se llenan de
aire. El agua empuja el aire que esta dentro de la cámara. Este aire pasa a través de las
turbinas impulsando la hélice y esta, a su vez, acciona un generador de electricidad.

Tipos de centrales hidroeléctricas


Las centrales hidroeléctricos se pueden clasificar también dependiendo de su lugar de
construcción y el modo de captación de agua. Así, existen tres tipos:
– Central de pasada: no tiene casi reserva de agua, el caudal oscila según las estaciones del
año. Así, en invierno desarrollan su máxima potencia.
– Central de reserva: se alimenta del agua de grandes lagos o embalses artificiales,
conseguidos mediante la construcción de presas. El agua que se junta en el embalse se utiliza
según la demanda.
– Central de bombeo: disponen de dos embalses situados a diferentes alturas. En las horas
del día que se registra una mayor demanda de energía eléctrica, la central opera con el
embalse superior que posee mayor capacidad. Durante las horas del día en las que la
demanda es más baja el agua almacenada en el embalse inferior es bombeada al embalse
superior para volver a realizar el ciclo productivo.

Primeros usos eléctricos del viento


A finales del siglo XIX, Charles F. Brush construyó en Estados Unidos una turbina eólica de 12
KW para producir electricidad en corriente continua. A principios del siglo XX, en Europa se
desarrollaron algunos adelantos relacionados con las turbinas y los generadores eléctricos.
Sin embargo, el uso más generalizado de este tipo de energía fue entre los años 1973 y 1979,
cuando se produjo la crisis del petróleo. En países desarrollados se implantaron políticas
energéticas, que ayudaron a disminuir el consumo de petróleo y potenciaron las nuevas
fuentes energéticas, como el viento.

Auto solar
Es un automóvil impulsado únicamente por celdas fotovoltaicas. No es un auto de reemplazo
de los convencionales, ya que es excesivamente caro, frágil y la energía que podría captar un
vehículo de tamaño regular sería muy poca para cubrir las necesidades del transporte actual.
Además, la luz solar no siempre está presente.
El objetivo de este modelo solar es demostrar dos cosas: que la energía solar es una fuente
suficientemente desarrollada para sustituir a los combustibles fósiles y que el transporte
terrestre tiene alternativas no contaminantes.

El potencial del hidrógeno


El hidrógeno es un elemento químico que en un futuro próximo se usará como recurso
energético. Esto a pesar de que el hidrógeno, por sí mismo, no es una fuente de energía, sino
un vector energético (no se puede aprovechar directamente y se debe transformar), que tiene
un potencial energético que se basa en su reacción electroquímica con el oxígeno, dando
como producto electricidad.

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