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BOLETIN

D EL

INSTITUTO INTERAMERICANO DEL NIÑO

D ire c to r: Dr. RAFAEL SAJON

TOMO Lll PUBLICACION TRIMESTRAL N.o 206 SETIEMBRE 1978

UY ISSN 0020 ■ 4056

SUMARIO

P6g.

EDITORIAL. Por el Dr. Rafael S a j ó n .................... ............. 309

NOTAS BREVES

Seminario de Adolescencia. Buenos A í r e s ................... 313

Asesoría Técnica en programas de estimulación precoz.


Santa Catarina. B r a s il........................................ 314

Asistencia Técnica al Ministerio de Bienestar Social de


la Provincia de Buenos Aires. Rep. A rge n tin a ........ 314

Primer Congreso Mundial sobre el futuro de la educación


especial. Stirling. E s c o c ia .................................. 315

IIN — BOLETIN/303
El niño sin hogar
Experiencia sobre 118 niños entregados en adopción

Autores:

Doctores: Marcos Cusminsky *

Zulema Dopcbiz
Pura Elsa Castro
Roberto Mateos
H ugo Rovaletti
José J . Lacanau

Psicólogos: M arta C Alonso


Perla Dtkgolz

Sociólogo: H ugo M ercer

Trabajadora
Social: Nélida Anón Suárez

E l niño y la familia

Se admite que el medio natural para el desarrollo de un niño es


un hogar normal. Aún teniendo en cuenta las grandes diferencias de
sentido que pueda tener el término de “hogar normal” en las distintas
partes del mundo, según las condiciones sociales, económicas y cultu­

(*) D irector H ospital Zonal Especializado “D r. N oel H . Sbarra”. Galle 8 N ? 1689.


L a P lata. República Argentina.

IIN - BOLETIN/371
rales, hay ciertos principios fundamentales que se consideran com o ca­
racterísticos de una familia normal, socialmente bien adaptada. T al fa­
milia debe darle a cada niño lo que necesita, no solamente bajo el aspecto
de comida y vivienda, vestido y protección, sino también en cuanto a
afecto y simpatía comprensiva y proceder de manera tal que se sienta
“parte” de un grupo, condición esencial de la estabilidad afectiva de un
niño. L a familia debe, además, posibilitar el desarrollo físico normal de
cada niño, así como el de su personalidad y dotes y ayudarle a adquirir
—a medida que vaya creciendo— el equilibrio y la madurez que le per­
mitirán una vez adulto, entablar relaciones normales con otros, asumir
las responsabilidades que le incumben en cuanto a miembro de la colec­
tividad a la cual pertenece y cumplir más tarde con su misión de padre
o madre (1).

Si el grupo fam iliar es incompleto, como en el caso de los niños


ertram atrim oniales, si la enfermedad, la m uerte, la separación, el di­
vorcio o el abandono del hogar lo disocian en parte, o si desacuerdos
íntimos le impiden cumplir con su función, entonces hay que colocar a
los niños, con el fin de protegerlos, en condiciones que recreen para
ellos un medio fam iliar normal. Un sustituto de hogar que no le ofre­
ciese más que un techo y sus comidas, no podría satisfacer las necesida­
des del niño; hay que agregar los elementos indispensables para el sano
desarrollo de su personalidad, sin los cuales el niño puede sufrir tan
gravemente que corre el peligro de convertirse en una carga permanente
para la colectividad (1).

L a privación del medio fam iliar normal, puede atribuirse a tres


causas principales: a) factores sociales o psico-sodales tales como la ile­
gitimidad, la separación o el divorcio, la m uerte, la enfermedad, aban­
dono o negligencia, la criminalidad o la inestabilidad mental de uno o
ambos cónyuges; b) el desarrollo rápido de la industria; c) flagelos tales
com o las guerras, revoluciones o catástrofes naturales (2).

Es indudable que el problema tiene en las dos primeras causas pro­


fundas raíces que son sin duda de origen socio-económico.

E s sabido que los cambios rápidos de orden económico, social y


cultural que se verifican hoy en día, ejercen una influencia muy fuerte
sobre el sistema familiar y provocan a menudo la disociación de la
familia.

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Las migraciones internas» con el consabido rápido crecimiento de
las poblaciones urbanas que no cuentan con una infraestructura apro­
piada es a menudo la causa de que las familias vivan en un ambiente
perjudicial para la salud física y moral.

L a pobreza, la desocupación, el subempleo crónico y las malas con­


diciones de vivienda, figuran entre los principales factores que privan a
algunos niños de un medio fam iliar normal. L a inquietud que esas con­
diciones crean en el hogar pueden influir muy seriamente en las rela­
ciones existentes entre padres e hijos. Los niños cuya m adre trabaja
todo el día, y cuyas necesidades materiales y psicológicas no son satis­
fechas completamente, pueden sufrir en forma similar la misma
privación.

Es indudable que el desarrollo de la sociedad industrial ha reper­


cutido negativamente sobre la estructura y las funciones de la familia
considerada como institución. De una unidad económica y social más o
menos autónoma, la familia se ha transformado en un grupo que depen­
de del exterior en cuanto a los bienes y servicios necesarios a su sub­
sistencia. Los cambios introducidos por la industrialización permiten a
un número mayor de ciudadanos elevar su nivel de vida, pero la tensión
ejercida sobre el individuo por la inseguridad del empleo y también por
una especialización cada vez mayor, la monotonía de muchas ocupacio­
nes y la falta de una comprensión suficiente en form a de reposo, ocio y
variedad en el trabajo, surten su efecto en la situación m aterial de la
familia así como en sus relaciones internas.

E l examen de los efectos que azotan tales como las guerras, revolu­
ciones y persecuciones, así como las catástrofes naturales, tales como
terrem otos, hambre, inundaciones y epidemias pueden ejercer sobre el
medio fam iliar normal, queda limitado, a la presentación de algunos da­
tos estadísticos, obtenidos del trabajo publicado por las Naciones Uni­
das (1).

E l número de personas afectadas por el gran terrem oto de 194®,


en el Ecuador, se estim a en aproximadamente 225.000 de las cuales
6.000 muertos y 100.000 sin albergue; el de niños que necesitaron una
asistencia especial durante la segunda guerra mundial, en 60 millones
en Europa y 65 millones en la China. E n las regiones europeas desvas­
tadas por la guerra, un número considerable de niños quedaron sin ho­
gar, én el sentido literal de la palabra, con o sin sus padres y se estima

UN - BOLETIN/373
en 13 millones la cantidad de aquellos que la última guerra dejó huér­
fanos en las mismas regiones.

Como sostiene Ana Freud: “L a desintegración de la familia provo­


cada por la guerra, priva al niño de la atmósfera natural, necesaria para
su desarrollo mental y emocional. En nuestros tiempos, la nueva genera­
ción tiene pocas posibilidades de mantener indemnes las facultades psi­
cológicas preservando su normalidad, las cuales son indispensables para
la reconstrucción del mundo después de la guerra. Con el objeto de con­
trarrestar estas dificultades, el cuidado de los niños debe ser, durante la
guerra, más esmerado que en.tiempos de paz” (3).

D e acuerdo a encuestas llevadas a cabo en Inglaterra, los Estados


Unidos y Suecia, se ha dado a conocer (1) que la muerte de uno o ambos
padres es causa de la privación de un medio fam iliar normal probable­
mente en menos del 25 % de la totalidad de los casos; la ilegitimidad,
en una proporción que varía entre el 10 y el 40 por ciento; la “negli­
gencia o el abandono”, el “desamparo”, la “falta de autoridad materna
o paterna” y la “inadaptación del niño”, etc. son culpables en un 60 %
de los casos estudiados en la Gran Bretaña y en un 26 % de los casos
estudiados en New York. L a separación y el divorcio son los factores
determinantes en una proporción que varía entre el 5 y el 25 por ciento
de los casos; la enfermedad prolongada o la hospitalización de padre o
madre lo son probablemente en un 5 al 10 por ciento de los casos.

En nuestro país son desconocidas la magnitud y las características


del problema abandono. Más aún, no se tiene un registro completo de
las instituciones a cargo de niños sin hogar. L a falta de información
básica sobre este trascendente problema que hace a la infancia y ju­
ventud limita todo intento de planificar acciones en favor de este grupo
social desprotegido.

2.— Investigaciones sobre el niño abandonado

Los estudios sobre el proceso de adopción han sido llevados a cabo


desde dos puntos de vista: a) investigación genética y b) investigación
social.

Para la investigación genética la situación de adopción presenta


un experimento único para probar la hipótesis respecto a la importancia
relativa de la herencia y el medio ambiente. Tales estudios fueron rea­

374/IIN - BOLETIN
lizados en las décadas del 20 y del 30 por Freem an y colaboradores,
Burles, Leahy y más recientem ente por Heston y Schulsinger (cita­
dos en 2).

L a meta de la investigación social en la adopción es determinar


cuáles factores en el niño, en los padres adoptivos y en la sociedad
influencian el proceso adoptivo y hasta qué grado este proceso puede
ser pronosticado previamente a la colocación.

Es universalmente aceptado que la adopción provee a la sociedad


de un instrumento para una terapia social y la responsabilidad de co­
locar niños sin padres se considera que requiere un alto nivel de cono­
cimiento y de tom ar decisiones (4-5-6). No obstante, existen pocos estu­
dios representativos realizados que arrojen una información válida sobre
los diversos aspectos de la adopción.

En general, los estudios llevados a cabo presentan una cantidad de


contraindicaciones en sus resultados. Sin embargo, parece haber cierto
grado de concordancia respecto de los siguientes puntos (2).

a) La colocación de un niño adoptivo debería ser emprendida tan


temprano como sea posible, aunque todavía hay desacuerdo en
cuanto a si esto significa durante las 3 o 4 primeras semanas de
vida más bien que durante el 1er. o aún el 2do. año.

b) Los factores ambientales parecen ser más importantes que los


factores genéticos para el desarrollo del carácter general del
niño. L a mayor parte de la variación en inteligencia entre gru­
pos de niños adoptivos es atribuíble a factores genéticos.

c) Las características personales de los padres adoptivos y sus mu­


tuas relaciones tienen la mayor influencia en el resultado de una
adopción. Sus edades, entradas, grupo socio-económico y edu­
cación parecen ser de importancia secundaria.

d) H ay acuerdo en que el niño debería ser informado acerca de


la situación, pero las opiniones difieren en cuanto a la edad a
la cual el niño debería conocer por prim era vez sus status de
adoptivo.

e) Los test durante la infancia raram ente pueden predecir el desa­


rrollo posterior de los niños.

IIN - BOLET1N/375
3.— L a situación del niño abandonado en nuestro medio.

Frente al niño sin hogar el Estado articula una serie de medidas


destinadas a ubicarlo en un ambiente familiar. E n la experiencia que
presentamos, esto se cumplió a través de los Tribunales de Menores y el
Hospital Zonal Especializado “D r. Noel H . Sbarra” (ex Casa Cuna),
único establecimiento de su tipo para menores de 3 años en la provincia
de Buenos Aires (7).

3.1. — Objetivos de la investigación

Los objetivos del presente trabajo fueron:

a) Conocer las características más salientes del matrimonio adop­


tante.

b) Analizar las condiciones físicas y psíquicas del niño a su ingreso


y egreso de la institución.

c) Observar la influencia que el nuevo ambiente fam iliar ejerce so­


bre el desarrollo del niño adoptado.

d) D etectar las actitudes de ambos padres con respecto al niño y


en especial en lo concerniente a la revelación.

Se estudió el proceso a través de los dos términos de la ecuación:


la familia que desea adoptar y el niño a ser adoptado.

3.2. — Encuesta a Tribunales de Menores

A fin de conocer las características de la demanda de niños en


adopción por parte de parejas de matrimonios, se consultó a los 18
Tribunales de Menores de la provincia de Buenos Aires a través de una
encuesta. Se tomó como base de estudio las solicitudes recibidas durante
el período de dos años (1-6-71 al 30-5-73). Sólo respondieron a la requi­
sitoria nueve Tribunales, los cuales registraron 1073 solicitudes para el
otorgamiento de guarda con fines de adopción, resolviéndose afirmati­
vamente un 34 % (363 casos).

L a procedencia del grupo de matrimonios e individuos solicitantes,


fue predominantemente del nivel socio-económico medio (empleados,

376/llN - BOLETIN
com erciantes). Para esta categorización se tuvo en cuenta el trabajo del
jefe de la famila).

GRAFICO N* 1

L a mitad de las solicitudes fueron de niños menores de un año. E n


un 63 % se especificó Ja preferencia por sexo femenino.
i

L a resolución del Tribunal sobre la tenencia del menor fue comu­


nicada al servicio social del Hospital Zonal “Noel H. Sbarra”, mimán­
dose así las tareas de información, orientación y supervisión que el es­
tablecimiento desarrolló en tom o al menor que egresó bajo guarda y
sus futuros padres adoptivos.

3.3.— Situación de los niños al ingresar en el Hospital Especializado


“D r. N oel H . Sbarra”

D e los 363 niños entregados con fines de adopción mencionados


precedentem ente, 123 fueron pupilos del Hospital Zonal Especializado
“D r. Noel H . Sbarra” (ex Casa Cuna). E l resto correspondían a niños
de una edad mayor a la que se acepta en esta institución.

IIN - BOLETIH/377
Al ingreso se realizó a cada niño una completa evaluación clínica
y psicológica, que fue seguida hasta un año después del egreso. E l aná­
lisis de los datos se realizó sobre 118 niños. E l grupo estaba compuesto
mayoritariamente por varones (65 % ) 74 niños eran menores de 6 meses
y 44 tenían más de esa edad.

Generalmente se desconocen las características perínatales del niño,


pero en un 7 % del total se obtuvo el dato de pretérmino. C erca de la
mitad de los niños ingresó con un déficit nutricional considerable, como
puede observarse en el gráfico N9 2.

G RAFICO N9 2

EVOLUCION DEL ESTADO N U TRICIO N AL AL INGRESO


Y EGRESO SEG U N GRUPO ET A R E O (EN % )

£DA D 0- 6 MESES 7 MESES Y MAS


E S T A D O N U T R IC IO N A L E S TA D O N U TR IC IO N A L
IN G R E S O % EGRESO % IN G R ES O % EGRESO %
E U T R O F IC O S 49 50 46 77
DESNUT. 1er G 24 35 27 18

DESNUT. 2 d0 G 12 14 27 5

DESNUT.3 er G 8 1

P R E T E R M IN O 7

rorA i (74) (74) (4 4 ) (44 )

Los datos fueron analizados en dos grupos (0-6 meses y 7 meses


y más). E l grado de desnutrición se evaluó de acuerdo al porcentaje de
pérdida de peso para su edad (8).

E l diagnóstico del desarrollo se realizó mediante exámenes psico­


lógicos periódicos. L a técnica objetiva utilizada fue el test de Gesell y
Amatruda (8-9-10).

378/llN — BOLETIN
Se observó que un 15 % de los niños ingresó con un desarrollo psi­
cológico superior a los limites normales. E s de destacar que eran niños
menores de 3 meses coincidiendo esta observación con las limitaciones
de puntuación que presenta el test de Gesell-Amatruda para estas eda­
des; 68 % dentro de esos límites y un 17 % presentó retraso.

GRAFICO N* 3

Durante su permanencia en la institución se desarrolló un programa


integral de estimulación dirigido a elevar las condiciones clínico-nutri-
cionales y psicológicas. E n el prim er aspecto el resultado se manifestó
en un mayor número de eutróficos y una reducción en el grupo de des­
nutrición avanzada como puede observarse en el Gráfico N ° 2 (menores
de 6 meses: eutróficos, 50 % ; desnutridos de 1er. grado 35 % ; desnutri­
dos de 2do. grado 1 4 % . En los mayores de 7 meses se observa una

UN - BOLEDN/379
mayor recuperación: eutróficos, 77 % ; desnutridos de 1er. grado 18 % ;
desnutridos de 2do. grado 5 %).

Al analizar el desarrollo psicológico del niño durante su estada en


la institución se comprobó que si bien el 11 % de los niños registró pro­
gresos significativos y que un 28 % se mantuvo en igual nivel que el
presentado al ingreso, en un 4 3 % se observó una disminución impor­
tante. Esta circunstancia es atribuible a la dificultad de cubrir institu­
cionalmente la carencia afectiva.

Esto implica una desaceleración del proceso y una demora tempo­


raria del desarrollo.

3.4.— Entrega del niño con fines de adopción

Con la autorización correspondiente de los señores Jueces de Meno­


res, los niños fueron entregados con fines de adopción. Durante el 1er.
año, llamado de guarda o tenencia —período requerido por la ley hasta
efectuarse el juicio definitivo de adopción—, se analizaron dos evalua­
ciones, a los 6 y 9 meses del egreso del niño. Se pudo observar que las
situaciones previamente descriptas se reviertan en forma progresiva y
creciente. L a existencia de un hogar y su consiguiente aporte afectivo

GRAFICO N* 4

380/1IN - BOLETIN
redunda en cambios en el estado nutricionaL visibles en un 88 % de
eutróficos en el prim er control que se incrementó en 95 % en el segundo.
(Ver Gráfico N9 4)

Impresionó también la evolución del nivel de desarrollo como se


objetiva en el gráfico N9 5 en el control a los 6 meses donde la mitad,
52 % , lo elevó y un 37 % mantuvo su desarrollo normal de egreso.
Solo un 7 % no concurrió a los controles previstos.

G RAFICO N9 5

E n cada entrevista, a través de una encuesta practicada se investigó


la integración del vinculo padres-hijos adoptivos, observándose que si
bien en un 50 % de los casos la relación es normal, la mitad restante
evidenció sobreprotección (18 % ) y rasgos conflictivos de personalidad
de los padres (32 % ). (Ver Gráfico N9 6).

L a mayoría de los padres adoptivos mostró en la primera entrevista


una actitud favorable de revelar al niño su condición de adoptado
(61 % ), mientras el porcentaje restante reflejó desacuerdo e indefinición.
Gráfico N9 7. En las entrevistas posteriores este porcentaje disminuye
notablemente. (Ver Gráfico N9 7).

!IN - BOLETIN/381
GRAFICO N? 6

4.— Conclusiones

L a experiencia acumulada a través de años y en todas las culturas


muestra la necesidad de otorgar a cada niño un ambiente fam iliar nor­
mal. Las investigaciones llevadas a cabo en Israel acerca de la crianza
de niños en comunidades desde los primeros días de vida (Kibutz) mues­
tran resultados contradictorios presentando trastornos de conducta que
se ponen de manifiesto tanto en la etapa preescolar como en la del
adolescente (12) (13).

Integrar un niño sin hogar en un ambiente fam iliar ha de permitir


un adecuado desarrollo y un posterior ajuste del niño a la sociedad. Pero
para aceptar el ingreso de un niño a un hogar es necesario investigar,
por un grupo interdisciplinario, las características de los futuros padres
adoptantes para una mejor constitución del vínculo “padres-hijo adop­
tivo” (4) (6). Este examen previo es llevado a cabo en algunos países con
resultados ampliamente positivos. Lamentablem ente, un paso tan tras­
cendente para la integración del nuevo grupo fam iliar queda fuera del

382/IIN - BOLETIN
G RAFICO N » 7

alcance del Hospital Zonal “D r . Noel H. Sbarra”, dadas las disposiciones


legales vigentes.

Es indudable, en la experiencia que se presenta, que la institucio-


nalización incide desfavorablemente en la evolución del crecim iento y
desarrollo del niño, provocando dem ora y desaceleración, sin llegar a
asumir características de retraso extrem o. Ello es debido a las técnicas
de estimulación que se manejan, a la motivación constante del personal
y a las condiciones ambientales de la institución, una experiencia si­
milar registra Tizard (14) en niños institucionalizados que mostraron re­
tardo en el desarrollo del lenguaje. Sin em bargo, este mismo autor en un
trabajo posterior (15) anota que a medida que las instituciones progresan
en sus técnicas de atención, los retardos en el desarrollo aparecen mu­
cho menos marcados.

Una más ágil y estrecha relación entre los Tribunales de Menores


que otorgan la guarda y el Hospital Zonal a fin de lograr la disminución
del período de internación y el ingreso precoz del menor en un hogar
adoptivo ha de significar una ostensible mejora en sus parám etros de
crecim iento.

IIN - BOlETIN/383
Por cierto que los progresos registrados en los niños egresados des­
tacan la influencia de la relación fam iliar en el desarrollo infantil.
Tizard en el trabajo citado (15) observa resultados concordantes con
los nuestros. Estas observaciones nos permiten cuestionar el criterio de
irreversibilidad del daño provocado por la carencia de cuidados ma­
tem os (17) (18).

En un trabajo de Sbarra y sus colaboradores (19) se puso de mani­


fiesto los efectos de un ambiente fam iliar en el desarrollo psicomotor
del niño previamente institucionalizado. En la experiencia que se pre­
senta se analizan algunas variables de los futuros padres adoptantes
(edad; nivel socio-económico; predisposición para determinado sexo; ac­
titud frente a la revelación) y las caraeterístics de crecim iento y desa­
rrollo del niño en la institución y en un nuevo hogar adoptivo. Estos
dos trabajos son los primeros que registra la literatura nacional de un
seguimiento de niños dados en adopción.

L a problemática del niño adoptado en nuestro ambiente requiere


nuevos estudios interdisciplinarios que permiten a la vez que una com­
probación acabada del mismo, tomar decisiones para una mejor inte­
gración del niño a la sociedad.

BIBLIO G RAFIA

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384/IIN - BOLETIN
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ción m ediante el test de Gesell. Revista Sociedad de Pediatría de L a P lata.
Abril, 1964.

SUMARIO

E l objetivo de la adopción es la integración de un niño sin hogar


a un ambiente fam iliar que le perm ita un adecuado desarrollo y una
adaptación a la sociedad.
118 niños fueron estudiados a su ingreso al Hospital Zonal Espe­
cializado “Dr. Noel H . Sbarra” a través de los parámetros antropomé­
tricos y del desarrollo psicomotor. Los efectos de la institucionalización

UN - BOLETIN/385
sobre dichos parámetros así como la rápida respuesta después de la
adopción nos induce a cuestionar los efectos irreversibles del daño pro­
vocado por la falta de cuidados m atem os, siempre que dicha falta sea
rápidamente compensada.

A través de una encuesta a los Tribunales de Menores de la Pro­


vincia de Buenos Aires se analizó las características de los padres adop­
tantes. E l seguimiento de los mismos, así como el de los niños adoptados,
nos permitió observar las actitudes de la pareja y su disposición con
respecto a la revelación.

L a problemática del niño sin hogar requiere ser analizada a través


de estudios interdisciplinarios. L a magnitud del riesgo es desconocida en
nuestro ambiente y, más aún, es de hacer notar la falencia de los datos
estadísticos, que no permiten evaluar la magnitud del problema.

T H E H O M ELESS CHELD:

An experience with 118 children given on adoption

The aim of adoption is the integration of a homeless child to


family environment which will enable him an adequate development and
adjustment to society.

118 children were studied when admitted to the “Hospital Zonal


Especializado Noel H. Sbarra”. This through the anthropometric par­
am eter an the- psychomotor development test. The effects of insti-
tutionalization on these parameters together with the rapid response
aftér adoption lead us to question the irreversible effects of the damage
due to lack of m aternal care provided that this lack is rapidly
compensated for.

The characteristics of the adopting parents w ere analyzed through


an inquest to the juvenile courts of the Province of Buenos Aires. Their
foüow up study, together with that of the adopted children enabled us
to observe the attitudes of the couple and their disposition towards
revealing the child his true status.

The problem of the homeless child requires an interdisciplinary


study. The magnitute of this risk is unknown in our environment and,
moreover, it is to be noted how inaccurate the statistical data are,
which rcnder the evaluation of the problem impossible.

386/IIN — BOLETIN
UNA OBRA DE A M E R I C A P A R A L O S ÑIÑOS DE AMERICA

IN S TITU TO IN T E R A M E R IC A N O DEL N IÑ O

A v . 8 de O c t u b r e , 2904. M o n t e v i d e o , Uruguay

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