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Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional”

Universidad Católica

“Los Ángeles de Chimbote”

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS


POLÍTICAS
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA : CAPACIDAD E INCAPACIDAD DE LA PERSONA


NATURAL

CURSO : DERECHO DE PERSONA

CICLO : II

DOCENTE : EUDOCIO PAUCAR ROJAS

ALUMNA : YOLANDA GUTARRA PARAGUAY

TURNO : NOCHE

PUCALLPA – PERU
AÑO 2018
DEDICATORIA

Dedico el presente trabajo a mi docente


por brindarme sus enseñanzas
impartidas en clase y asi poder
entender y aprender los conocimientos
derivados de este curso.
INTRODUCCION
Todos nosotros tenemos derecho a la libertad se encuentra en la Declaración
de los Derechos Humanos. Sin embargo, tiene excepciones ya que uno no
tiene la capacidad física o mental suficiente para decidir por si mismo y por ello
en nuestra legislación especificamos quienes son capaces e incapaces de
ejercer completamente sus derechos.
En este sentido, nos aclara que la capacidad es una aptitud “[…] Lo entiendo
como “la aptitud o posibilidad jurídica de goce y obrar los derechos”.
Manifiesta el autor que la capacidad consistente en la cualidad jurídica de la
persona que determina la eficacia de los actos realizados por ella según su
estado civil, o sea, la posibilidad que tiene cada persona de actuar en la vida
conforme a dicho estado. También se podría definir como la aptitud de la
persona para constituir, modificar, o extinguir relaciones públicas, es la idónea
para realizar actos jurídicos.
Así mismo, en nuestro Código Civil en el artículo 42 explica quiénes son los
capaces en ejercer sus derechos y son: “Tienen plena capacidad de ejercicio
de sus derechos civiles las personas que hayan cumplido dieciocho años de
edad, salvo lo dispuesto en los artículos 43 y 44”.

A esa edad la ley supone que la persona está dotada de suficiente madurez
intelectual, equilibrio psicológico, poder de reflexión y sentido de
responsabilidad para ejercer, por sí misma y sin necesidad de asistencia, los
derechos de que es capaz desde su nacimiento. Tenemos que establecer
distinciones entre la capacidad jurídica y la capacidad de ejercicio, la capacidad
jurídica la tienen todas las personas desde el momento de su nacimiento por el
hecho de ser persona, mientras que la capacidad de obrar plena, se obtiene,
supuestamente, una vez alcanzada la mayoría de edad.
CAPACIDAD JURÍDICA DE LA PERSONA NATURAL

CONCEPTO
Todo ser humano es apto para adquirir derechos y contraer obligaciones.
La capacidad de derecho, o de goce, o jurídica, es inherente a toda persona
natural, desde su nacimiento en el caso de la legislación peruana, para que
pueda llegar a ser titular de los derechos subjetivos que le reconoce y confiere
el ordenamiento jurídico.
Quien tiene capacidad puede adquirir derechos y contraer obligaciones, así
como ejercer sus derechos y cumplir sus obligaciones (deberes). Existen dos
tipos de capacidad para la persona, capacidad de goce y capacidad de
ejercicio.

CAPACIDAD DE GOCE O JURÍDICA


La capacidad jurídica general o de goce es propia del ser libre, le es de su
naturaleza inherente; “ya que no sería factible actuar la libertad, esto es,
transformar las decisiones libres que se adoptan en la instancia subjetiva en
conductas humanas”, de no existir esta potencialidad, que no es otra cosa que
aquello que detectamos como capacidad, es imposible desligar la “capacidad
jurídica” de la “libertad”.
La capacidad de goce se adquiere plenamente con el nacimiento. El nacimiento
de una persona natural entraña la consecuencia de ser considerado un
miembro más de la comunidad en la cual se instala, por lo se conceptualizaría
como la capacidad para ser titular de derechos y deberes que lo
favorecen, aun cuando no los conozca ni esté en condiciones de
reconocerlos.
La capacidad jurídica pertenece a todo ser humano; solo excepcionalmente y
por disposición de la Ley, una determinada persona puede ser privada de
determinados derechos civiles.
Cabe señalar que así como todos los seres humanos son igualmente libres,
también y por consiguiente, todos ellos son igualmente capaces, no es posible
la “semilibertad” como tampoco es inimaginable la “semicapacidad”.
“Se es capaz o no se es”, como afirma la doctrina mayoritaria. Se es
plenamente libre y por tal motivo se es capaz plenamente.

ASPECTOS RELEVANTES SOBRE LA CAPACIDAD JURÍDICA

A. Imposibilidad legal de limitar totalmente la capacidad jurídica de goce


Como ya lo señalamos, la libertad y la capacidad, que le es inherente a la
persona, sólo se extinguen con la muerte de la persona. Por ello no existe,
como sostiene la doctrina y la legislación penal, “penas privativas de la
libertad”.
Es del todo imposible privar de libertad al ser humano vivo, desde que ello
supone destruir su ser. Lo que sucede realmente es que se limita o priva
legalmente al sujeto, en mayor o menor medida. Por eso, “la incapacidad
jurídica sólo puede privar al incapaz del goce de uno o más derechos
específicos” y no de todos sus derechos civiles.
“La única capacidad que si es posible privar o restringir por disposición de la ley
es, la denominada capacidad de ejercicio”.
No existe, pues, una incapacidad absoluta de goce, puesto que ninguna
persona puede estar privada de todos los derechos. Sólo puede existir una
incapacidad relativa de goce expresamente establecida por la ley.

B. Inicio y fin de la capacidad jurídica


Cabe sostener que la “capacidad jurídica de goce, inherente y propia de todo
ser humano, es presupuesto y precede existencialmente, dentro de un único
proceso, al instante fenoménico de la llamada capacidad de ejercicio, la misma
que se despliega en el mundo exterior”.
“Si bien todos los seres humanos, desde la concepción hasta la muerte, están
dotados de capacidad de goce, en cuanto potencialidad inherente a su libertad
constitutiva, no todos los seres humanos son capaces de ejercicio”.

C. ¿Existen clases de capacidad jurídica?


La respuesta a de ser afirmativa debido a que si existen. La capacidad jurídica
puede ser general, cuando es atribuido para la totalidad de los derechos
subjetivos reconocidos a las personas por el ordenamiento jurídico.
La capacidad jurídica general se adquiere por el nacimiento, mientras que la
llamada capacidad jurídica especial se establece caso por caso.
Nuestro Código Civil, regula la llamada capacidad de goce en el artículo 3. El
nombrado artículo al referirse a “las excepciones expresamente establecidas
por la ley”, está haciendo alusión a las excepciones propias de la capacidad de
ejercicio. Debido a que esta es la única que puede limitarse tanto absoluta
como relativamente.
La capacidad jurídica y la de obrar no son situaciones jurídicas propiamente
dichas ni estados civiles, sino limitaciones de la subjetividad basadas en
hechos naturales que afectan a la persona como supuesto individual racional y
en actos jurídicos especialmente regulados en atención a tales hechos. Dichos
hechos y actos son: el nacimiento, la muerte, la edad, la enfermedad psíquica y
la incapacitación, ninguno de los cuales constituye estado civil, sino
condiciones y circunstancias de capacidad.

CAPACIDAD DE EJERCICIO O DE OBRAR


La capacidad de ejercicio es la “aptitud o idoneidad que tiene el sujeto para
ejercer personalmente sus derechos y asumir deberes”; aludiendo a esta
misma definición Juan Espinoza dice que ésta es “la idoneidad o aptitud para
ejercitar autónomamente sus derechos y cumplir sus deberes”.
La capacidad de ejercicio presupone necesariamente la capacidad de goce; no
se puede ejercer un derecho que no se tiene. No debe olvidarse que toda
persona, por el solo hecho de serlo, tiene capacidad jurídica o de goce; pero no
toda persona que tenga capacidad jurídica tiene capacidad de ejercicio.
“La capacidad de ejercicio no atañe a la esfera del ser del hombre, en cuanto
tal, sino tiene que ver con la envoltura sicosomático de que se vale el ser
humano pata realizarse, para hacer su vida”.
Lo que le interesa al derecho positivo es únicamente la capacidad de ejercicio.
Es tarea principalmente de la doctrina definir sus alcances reflexionar sobre la
conveniencia y modalidad de sus limitaciones, dentro de la perspectiva propia
del derecho que es la de tutelar, de la mayor manera a aquel que, siendo
jurídicamente capaz en cuanto ser libre, por alguna razón no pueda ejercerla.
La capacidad de obrar no es general. Está en función a actos, se gradúa y
varía en el mismo sujeto a lo largo de su vida. Sólo en la medida que el
ejercicio de un derecho constituya, además, la actuación de una voluntad
humana con finalidad objetiva y externa, en la que estén comprometidos los
intereses del sujeto, se puede requerir algún grado de capacidad de obrar.
La capacidad de ejercicio puede sufrir limitaciones o restricciones impuestas
por la ley pero, aún en estas especiales situaciones no puede perderse de vista
el prevaleciente interés que significa la tutela del ser humano concreto.
De la lectura del Código Civil Peruano de 1984, en lo que respecta de los
sujetos débiles, pareciera deducirse que la regla general sea la incapacidad de
los Sujetos de Derecho y la excepción sea la capacidad. El artículo 42 dispone
plena capacidad de ejercicio cuando se cumplan los dieciocho años, y se
contrapone como límite el artículo 43 y el artículo 44.

De conformidad con el artículo 43 del Código Civil, son absolutamente


incapaces:
1. Los menores de 16 años, salvo para aquellos actos determinados por la ley.
2. Quien por cualquier causa se halle privado de discernimiento.
3. Los sordomudos, ciegosordos, ciegomudos que no puedan expresar su
voluntad de modo indubitable.
El Ordenamiento Jurídico limita a ciertas personas naturales la capacidad de
ejercicio, no por mero capricho, sino para evitar que se contravengan las
normas establecidas a una persona que actúa sin discernimiento, que no
puede distinguir entre lo bueno y lo malo, entonces los actos que realice no ser
válidos, debido a que puede ir en contra de el mismo o de un tercero. Los actos
patrimoniales y contratos celebrados por el menor fuera de su ámbito de
capacidad son simplemente anulables.
El grado pleno de la capacidad de obrar, que es, presupuesto para el
autogobierno, comienza con la mayoría edad y no tiene límite superior. En
nuestro Código Civil se declara nulos a los actos que sean realizados por los
sujetos absolutamente incapaces.
Son relativamente incapaces según el artículo 44:
1. Los mayores de 16 y menores de 18 años.
2. Los retardados mentales.
3. Los que adolecen de deterioro mental que les impide expresar su libre
voluntad.
4. Los pródigos.
5. Los que incurren en mala gestión.
6. Los ebrios habituales.
7. Los toxicómanos.
8. Los que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil.

A pesar de que el Código vigente establece limitaciones para la capacidad de


ejercicio, da protección jurídica a los sujetos con capacidad restringida.
De esta manera se hace mención a la tutela y a la curatela.
La tutela se dirige y ampara a aquellos menores de edad que no están bajo la
potestad de sus padres y no pueden valerse por sí mismos. Se puede encargar
tutela a la familia o a los cuerpos judiciales. El Código Civil Peruano de 1984
fusiona ambas en materia de familia.
En cuanto a la curatela, el Código Civil la trata a través de la siguiente división.
 Curatelas típicas, para los incapaces mayores de edad.
 Curatelas atípicas, que a la vez se subdivide en curatelas de bienes y
curatelas para casos especiales.

Entiéndase que la curatela rige para las personas naturales mayores de edad
que no puedan atender sus propios intereses.

CLASE DE CAPACIDAD DE EJERCICIO


Volviendo al tema de la capacidad de ejercicio, ésta puede ser:

a) General: “Es la capacidad atribuida para ejercer todos los actos jurídicos
permitidos por el ordenamiento jurídico”.

a.1) La capacidad general plena: Es la capacidad que se adquiere al


cumplir dieciocho años de edad y es conferida al sujeto para la realización de
todos los actos que sean de su interés, sean patrimoniales, de administración o
de disposición.
a.2) La capacidad general atenuada: Es la que, respecto a la anterior, no
es plena, pero es general, por cuanto el sujeto puede realizar todos los actos
que sean de su interés, pero con excepción de determinados actos que no
puede ejecutar sino con asistencia de otras personas. Es decir, que es capaz
para realizar unos actos e incapaz para otros.

b) Especial: “Es la capacidad atribuida para determinados


actos singulares”. Igualmente, la capacidad de ejercicio puede ser plena y
atenuada.

b.1) Capacidad especial de ejercicio pleno: Es la que autoriza a celebrar


libremente determinados actos jurídicos, sin requerirse la autorización de nadie.

b.2) Capacidad especial de ejercicio atenuada: Es la que faculta para


efectuar ciertos actos con asistencia o autorización de otras personas. Por
ejemplo un menor que puede ser autorizado para trabajar.

“En la mayoría de los casos, la capacidad especial de ejercicio plena o


atenuada es conferida a los menores que cuentan con capacidad natural de
ejercicio”.
La capacidad de ejercicio puede ser natural o legal. La capacidad natural de
ejercicio puede ser practicada por menores de edad que tienen discernimiento,
la ley los faculta para que, sin cumplir la edad de dieciocho años, ejerzan por sí
mismos sus derechos. La capacidad legal de ejercicio adquieren a los
dieciochos años de edad, salvo los casos de incapacidad de ejercicio absoluto
y los casos de incapacidad de ejercicio relativa, en los artículos 43 y 44
respectivamente de nuestro Código Civil Peruano.

LA INCAPACIDAD JURÍDICA DE LA PERSONA NATURAL.

Concepto:
Incapacidad natural: es la falta de capacidad para llevar a cabo eficazmente, en
un determinado momento, un acto jurídico concreto.
Las causas para este tipo de incapacidad son:
Enfermedades o defectos físicos. Repercuten en las personas que las
padecen y no están en condiciones para llevar a cabo determinados
actos jurídicos.
Perturbaciones mentales o psíquicas de carácter transitorio. Privan al
que las padece del entendimiento y/o la voluntad necesarios para
realizar eficazmente un acto jurídico. Ej: estar bajo los efectos de la
droga. La voluntad es la creadora del acto jurídico y ella supone el
entendimiento y la consciencia, puesto que la falta de razón impide que
haya voluntad negocia!
Enfermedades o defectos físicos o psíquicos de carácter permanente y
de una entidad tal que impida al sujeto actuar con validez jurídica, por
faltarle habitualmente la inteligencia y/o voluntad necesarias. El
ordenamiento considera que en tales casos se debe adoptar una medida
duradera que, además de proteger a esa persona, evite tener que anular
ciertos actos jurídicos.

Incapacitación judicial: Es una institución creada por el derecho para los


casos en que las enfermedades o alteraciones de la salud, físicas o psíquicas
sean de una permanencia tal que aconsejen adoptar una solución también
permanente, haciendo que el incapaz disfrute de la protección de un tutor, que
le facilite apoyo a la hora de la toma de decisiones que afecten a su esfera de
intereses, bien sean personales o patrimoniales.

Finalidad de la incapacitación: proteger al que padece las enfermedades en


cuanto a la toma de decisiones sin el apoyo y consejo necesario podría revertir
contra sus propios intereses y pueden resultarle perjudiciales.
Se protegen también a las personas que se relacionen jurídicamente con él,
que igualmente pueden sufrir perjuicios ante la falta de validez de los actos en
los que él intervenga.
Esta protección se lleva a cabo estableciendo que el incapaz, una vez así se le
declara, quede bajo la guarda y representación de un tutor que le cuidará y
actuará en su nombre, en aquellos ámbitos que no permita la autogestión.
PROCEDIMIENTO JUDICIAL.
Puesto que se trata de un estado civil, se debe establecer un procedimiento
judicial.

Intervención del Ministerio Fiscal: art 749 LEC, “el Ministerio Fiscal
velará durante todo el proceso por la salvaguarda del interés superior de
la persona afectada.
El juez de ^Instancia oirá a los parientes más próximos, examinará por sí
mismo al presunto incapaz y deberá pedir el dictamen de un facultativo.
El presunto incapaz puede comparecer en el proceso con su propia
defensa y representación, de no hacerlo será defendido por el ministerio
Fiscal si no ha sido el promotor, pues en caso de serlo se nombrará un
defensor judicial, si no lo tuviere antes.
Puesto que afecta al estado civil de las personas, la sentencia con la
que el juez decide la incapacitación, deberá anotarse e inscribirse en el
Registro Civil, facilitando así el general conocimiento de esa
circunstancia.

EFECTOS DE LA INCAPACITACIÓN.
Según el grado de incapacitación declarado en la sentencia.
Tutor: es un cargo de representación, lo que significa que queda situado en
una posición similar a la de los padres: actúa en nombre del incapaz, como
éstos actúan en nombre del hijo, y tiene la administración de sus bienes,
porque el tutelado, por la intensidad de su deficiencia, no puede realizar tipo
alguno de actos jurídicos ni intervenir por sí mismo en ellos.

Curador: es un cargo de asistencia; lo que se debe a que va a actuar sobre


personas capaces, aunque con capacidad restringida; personas que tienen, por
lo menos, un cierto grado de discernimiento, que al permitirles actuar por sí
mismos hace innecesaria la representación, aunque requiera el complemento
de la asistencia de otra persona plenamente capaz en actos de mayor
trascendencia, determinados expresamente en la sentencia, que es la misión
del curador.
CAUSAS DE INCAPACITACIÓN.
Art 199 CC. “Nadie puede ser declarado incapaz sino por sentencia judicial en
virtud de las causas establecidas en la Ley.”
Art 200 CC. “Son causas de incapacitación las enfermedades o deficiencias
persistentes de carácter físico o psíquico que impidan a la persona gobernarse
por sí misma.”

Esto implica 3 circunstancias:


a) Que el sujeto padezca una enfermedad o deficiencia. El legislador se
refiere con estos términos a perturbaciones de cualquier tipo, ya afecten
a la inteligencia/voluntad: locura, subnormalidad, deficiencia mental, al
comportamiento: depresiones, obsesiones, manías, que sean de orden
físico por impedirle la comunicación o el desarrollo de la personalidad:
sordomudez, coma profundo.
b) Que la enfermedad sufrida sea persistente. Se pretende evitar la
incapacitación a no ser que sea completamente necesaria. Así, los
desequilibrios psíquicos pasajeros no podrían en marcha el
procedimiento judicial, por ejemplo.
c) Que la enfermedad impida a la persona gobernarse por sí misma. La
persona debe conocer la situación real ante la que se encuentra en cada
momento y actuar conforme a dicha situación. Estar en condiciones de
adoptar decisiones y realizar actos relativos a la esfera personal y a la
patrimonial.

PERSONAS CON DISCAPACIDAD.


La OMS clasifica la discapacidad en 3 ámbitos:
a) Deficiencias, se presentan en lo corporal, lo fisiológico, lo orgánico y que
todo ser humano padece en mayor o menor medida.
b) Discapacidades, significan las restricciones a la actividad normal del
individuo debidas a cualquier deficiencia.
c) Minusvalías, situaciones que colocan a que las sufre en posición de
desventaja, y que se derivan de deficiencias o discapacidades que
limitan o impiden participar o desempeñar roles sociales en niveles
considerados normales.
“Personas con discapacidad: las afectadas de una minusvalía psíquica igual o
superior al 33% o por una minusvalía psíquica o sensorial igual o superior al
65%. Debiendo, en todo caso, estas acreditado el grado de minusvalía por una
Administración pública o mediante resolución judicial. Ley 41/2003, de
protección patrimonial de las personas con discapacidad.

INCAPACITACIÓN DE HIJOS MENORES Y MAYORES SOLTEROS.


Para incapacitar a un menor, deben concurrir las causas del art 200 y que se
prevea que van a persistir después de la mayoría de edad. Solo pueden
promover la incapacitación quienes tengan su patria potestad o su tutela.
Si se dan las causas y no se incapacita al menor, se produce un vacío de
protección.
Art 201 CC. “Los menores de edad podrán ser incapacitados cuando concurra
en ellos causa de incapacitación y se prevea razonablemente que la misma
persistirá después de la mayoría de edad.”

LA PRODIGALIDAD.
Conducta personal caracterizada por la habitualidad en el derroche de los
bienes propios, malgastándolos de forma desordenada. Es una conducta
desordenada y ligera, desacertada en la gestión y el uso del propio patrimonio,
que pone en peligro injustificado a la conservación del mismo.

No constituye una causa de incapacitación puesto que el art 200 no la define.


Sin embargo, se limita su capacidad en el art 756 LEC.

“Será competente para conocer de las demandas sobre capacidad y


declaración de prodigalidad el Juez de Primera Instancia del lugar en que
resida la persona a la que se refiera la declaración que se solicite.

Caracteres de la prodigalidad:
Es una conducta habitual, y es condenables desde el punto de vista
social.
Los perjudicados son los intereses de los familiares que perciban
alimentos o puedan reclamarlos de esa persona.

Procedimiento:
La declaración de prodigalidad será promovida por cónyuge/
descendientes /ascendientes que perciban alimentos o puedan
reclamarlos o también los representantes legales o el Ministerio Fiscal.
Procedimiento: tít. I, Libro IV de la LEC.
Efectos:
STC. La prodigalidad es constitutiva del estado civil del pródigo,
determina un grado de capacidad y debe inscribirse en el registro civil,
de propiedad y el mercantil.
STC. Determina el sometimiento del pródigo a cúratela y actos que
puede realizar sin consentimiento del curador.
Actos jurídicos realizados sin el consentimiento del curador son
anulables
La limitación de la capacidad afecta solo a la esfera patrimonial.
CONCLUSIÓN

Las categorías persona natural, capacidad, incapacidad, personalidad y sujeto

de derecho desempeñan un papel fundamental en el tráfico jurídico, ya que

logran desde lo más general hasta lo más concreto, describir la posición que

ocupa el ser humano tanto dentro de una relación jurídica como fuera de ella,

pero siempre en relación este con el Derecho, diferenciando a su vez con valor

jurídico, a un individuo de otro, por sus características, circunstancias,

derechos, obligaciones, etc. Por tal motivo creemos que resulta imprescindible

para un jurista dominar, distinguir y relacionar estas categorías, y no por meros

caprichos doctrinales, sino por necesidades prácticas que la lógica ha teorizado

y entorno a lo cual también el legislador se ha querido pronunciar en mayor o

menor medida, pues garantiza el entendimiento de gran parte del fenómeno

jurídico.
BIBLIOGRAFÍA

- Clemente Díaz, Tirso: Derecho Civil. Parte General, tomo II (Primera


Parte), Editorial "Pueblo y Educación", La Habana, 1989.

- Colectivo de autores: "Derecho de Contratos. Teoría General del


Contrato", Tomo I, Editorial "Félix Varela", La Habana, 2003.

- Colectivo de autores: "Derecho Procesal Civil III (Medios de


Impugnación y Procesos Especiales)", Editorial "Félix Varela", La
Habana, 2004.

- Dihigo y López Trigo, Ernesto: "Derecho Romano", tomo 1, 2da parte,


Editorial ENPES, La Habana, 1987.

- Dr. Peral, Daniel A.: "Obligaciones y Contratos Civiles", Curso Dirigido,


Ministerio de Educación Superior, sin fecha.

- Fernández Bulté, Julio, Carreras Cuevas, Delio y Rosa María Yánez:


Manual de Derecho romano, Editorial "Félix Varela", La Habana, 2004.

- Sistema de Derecho Civil, volumen I, 8va. Edición, sin fecha y sin autor.

- Valdés Díaz, Caridad del Carmen (coordinadora): Derecho Civil. Parte


General, Editorial "Félix Varela", La Habana, 2002.

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